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I. La letra mayúscula Τ (segunda de Ibérico sobre el conocimiento sim- ponde al verbo ÍSsiv" (="ver").
vocal del término affirma) es usada bólico en la que se advierten influen- Ιδέα ('idea') equivale, pues, etimo-
en la literatura lógica para represen- cias de Bergson y Ludwig Klages. lógicamente, a 'visión'. (Cfr. el latín
tar simbólicamente la proposición La más importante contribución fi- videre [= 'ver']; -vid es la raíz tanto
particular afirmativa, affirmatio parti- losófica de Ibérico se halla en su teo- de ÍSsiv como de videre}. Debe te-
cularis, uno de cuyos ejemplos es la ría sobre la relación entre el ser y el nerse en cuenta, sin embargo, que
proposición : aparecer. Según Ibérico, el ser como esta "visión" no es sólo, ni siquiera
Algunos hombres son mortales. tal es un ser en sí, el cual puede ser primariamente, la que alguien tiene
En textos escolásticos se halla con de carácter lógico, existencial o esen- de algo; la "visión" a la que se refie-
frecuencia el ejemplo ( dado por Boe-
cial. El ser deja de ser en sí, sin em- re la Ιδέα griega es más bien el as-
cio ) : bargo, cuando aparece — aparece a pecto o figura que ofrece una cosa al
Aliquís homo ¡tistus est, un yo o a una conciencia, la cual re- verla. 'Idea' significó luego tanto el
fleja el ser en el aparecer y, por tanto, aspecto de la cosa como el hecho de
y en multitud de textos lógicos la sintetiza ser y apariencia. De este "verla". Cuando se acentuó lo último
letra Τ sustituye al esquema 'Algu- modo el ser puede reflejarse (en la la "idea" designó lo que se "ve" de
nos S son P', sobre todo cuando se reflexión o "especulación" de la con- una cosa cuando se contempla cierto
introduce el llamado cuadro de opo- ciencia) en el aparecer, y el aparecer aspecto de ésta.
sición ( VÉASE ). puede convertirse en ser. El ser no se Las múltiples significaciones de
En los textos escolásticos se dice reduce, pues, a ser lo que es, según 'idea' han dado lugar a varios modos
de I que asserít particulariter, afirma sostiene el realismo (gnoseológico), de considerar las ideas. Tres de estos
particularmente. También se usa en ni consiste tampoco en un aparecer, modos son particularmente importan-
dichos textos la letra Τ para simbo- según mantiene el idealismo ( gnoseo- tes. Por un lado, se entiende la idea
lizar las proposiciones modales en lógico) y, en general, todo fenome- lógicamente cuando se equipara con
modus negativo y dictum afirmativo nismo. El yo o la conciencia restitu-
(véase MODALIDAD), es decir, las pro- un concepto. Por otro lado, se en-
yen de este modo el aparecer al ser y tiende la idea psicológicamente cuan-
posiciones del tipo: el ser al aparecer. Superan también do se equipara con una cierta entidad
Es posible que p, tanto el objetivismo como el subjeti- mental. Finalmente, se entiende la
donde 'p' simboliza un enunciado de- vismo en una especie de "dialéctica" idea metafísicamente (o, según los
clarativo. del ser como aparecer y del aparecer casos, ontológicamente) cuando se
La letra Τ (en cursiva) es usada como ser. equipara la idea con una cierta reali-
por Lukasiewicz para representar el Obras: Bergson, 1919. — Una filo- dad. Estos tres significados se han
cuantificador particular afirmativo. sofía estética, 1920 [incluye la obra entrecruzado con frecuencia hasta el
Τ se antepone a las variables 'a, 'V, anterior]. —· El nuevo absoluto, 1926. punto de que se ha hecho a veces
'c, etc., de tal modo que Ί a V se — El viaje del espíritu, 1929. — La
unidad dividida, 1932. — Psicología, difícil saber exactamente qué sentido
lee 'b pertenece a algunos a' o 'algún tiene una determinada concepción de
1933 [en colaboración con Honorio
a es b'. Delgado]. — El sentimiento de la vida 'idea'.
IBÉRICO RODRÍGUEZ (MARIA- cósmica, 1939. — El fundamento de El término (Saz fue usado por va-
NO) nac. en 1893, profesor en la la crítica, 1948. — La aparición. En- rios presocráticos (por ejemplo: Je-
Universidad de San Marcos (Lima, sayo sobre el ser y el aparecer, 1950. nófanes, Anaxágoras y Demócrito),
Perú) como sucesor en la cátedra de — Perspectivas sobre 'El Tema del pero sin tener el significado a la vez
Deúsrua, ha estudiado críticamente la Tiempo", 1958 [ensayos]. más preciso y complejo que el vocablo
filosofía de Bergson y se ha interesado IBN. Véanse ABENALARIF, ΑΒΕΝΛ- adquirió en la filosofía de Platón, la
sobre todo por cuestiones estéticas y ΗΛΒΙ, ABENHAZAM, A B E N J A L D Ú N , cual ha sido llamada a menudo "la
metafísicas, tratando de ver la co- ABENMASARHA, ABENTOFAIL, ALFARA- filosofía de las ideas" (o, mejor, "de
mún raíz de ambas. Lo último es BI, ALGAZELI, ALKINDI, AVEMPACE, las Ideas"). La expresión άτομος ίδέα
patente especialmente en su estudio AVERROES, A V I C E B R Ó N , AVICENA. usada por Demócrito, se aproxima a
sobre el sentimiento de la vida cós- Véanse también MAIMÓNIDES, SAADIA, la platónica en tanto que se refiere
mica, basado en una experiencia es- YEHUDÁ HA-LEVÍ. a la "forma" (geométrica) del átomo.
tética, pero trascendiendo de ella. La ICONO. Véase SIGNO. Pero solamente en Platón encontra-
unión de lo estético y lo metafísico IDEA. El término 'idea' procede mos una extensa dilucidación del pro-
se manifiesta asimismo en la teoría del griego ¡Sea , nombre que corres- blema (y problemas) de las ideas.
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Platón usó, por lo pronto, el tér- es "visible" sólo inteligiblemente. Las y su creación. El mundo ha sido
mino 'idea' para designar la forma ideas se "ven" con la "mirada inte- creado de acuerdo con las "ideas
de una realidad, su imagen o perfil rior". ejemplares". Éstas forman un "mundo
"eternos" e "inmutables". Por eso es Una vez admitidas las ideas, inteligible" de "razones seminales"
frecuente en Platón que la visión de hay que saber de qué cosas puede (concepto que Filón tomó de los es-
una cosa —si se quiere, de una cosa haberlas. En principio, parece que toicos). Ello no significa que Dios sea
en su verdad— sea equivalente a la puede haber ideas de cualquier cosa. simplemente un demiurgo (v.) al es-
visión de la forma de la cosa bajo el Pero resulta dudoso que haya ideas tilo platónico, aunque con la doctrina
aspecto de la idea. La idea es, pues, de "cosas viles" o de "cosas insignifi- de referencia se plantea siempre el
algo así como el espectáculo ideal de cantes". Por ello Platón tiende cada problema de si Dios es o no es com-
una cosa. Esto no significa que en vez más a reducir las ideas a ideas de pletamente trascendente a las "ideas
ello consista simplemente la concep- objetos matemáticos y de ciertas cua- ejemplares".
ción platónica de las ideas. En ver- lidades que hoy día consideramos co- Este problema está relacionado con
dad, esta concepción es no sólo com- mo valores (la bondad, la belleza, las consecuencias que se derivan de
pleja, sino también varia; hay en etc.). Además, tiende a ordenar las subrayar el carácter absolutamente
Platón una verdadera "historia" de la ideas jerárquicamente. Una idea es simple de Dios. Los neoplatónicos
concepción de las ideas. Remitimos al tanto más "idea" cuanto más expresa habían reservado la pluralidad de
efecto al artículo dedicado a dicho la unidad de algo que aparece como ideas para la segunda hipóstasis (VÉA-
pensador, pero completaremos aquí la múltiple. Pero si esta unidad es una SE), ya que en lo Uno (v.) no podía
información con algunos datos. realidad "en sí", se plantea la cues- haber pluralidad alguna. San Agus-
Los pasajes en los cuales Platón se tión de qué tipo de relación existe tín adoptó en gran medida la doctri-
refiere a las ideas son numerosos; a entre lo uno (ideal) y lo múltiple. na neoplatónica de las ideas, pero no
modo de ejemplo citamos: Phaed., 65, En este punto es donde se manifiesta podía aceptar la concepción de lo
100; Rep., VI, 508, 510; VII, 517, 523, la clásica divergencia de opiniones Uno como "emanente" (véase EMA-
534; X, 597; Men., 81, 85; Phaed., entre Platón y Aristóteles (VÉASE). NACIÓN). Siendo Dios creador ex ni-
249; Farm., 131-5; Symp., 211; Este último autor escribe que "no es hüo, se halla por encima de todas las
Tim., 46-51; Soph., 254; Pol, 277; menester admitir la existencia de cosas, incluyendo, por supuesto, las
Leg., XII, 965. En estos —y muchos ideas, o del Uno junto a [yuxtapuesto ideas. Pero a la vez éstas pueden con-
otros pasajes—- Platón trata de lo que a, exterior a] lo Múltiple" (An. post., cebirse como estando en la inteligen-
son las ideas (o las "formas"), de su A, 11, 77 a 5 sigs.). Más bien sucede cia divina. Las ideas son para San
"relación" con las cosas sensibles y que "lo Uno es unido a [inmanente Agustín algo así como formae princi-
con los números, de las ideas como a] lo Múltiple" (Met., A 9, 990 b 13; pales o rationes rerum. Son razones
causas, como fuentes de verdad, etc., Cfr. también Met., A, 6, 987 b 8). La estables e inmutables de las cosas.
etc. En el curso de sus análisis y elu- diferencia entre Platón y Aristóteles Como tales, son eternas. Pero su eter-
cubraciones se presentan muy diversas al respecto suele expresarse con los nidad deriva de su estar contenidas
nociones de "idea"; así, por ejemplo, mismos términos usados por el Esta- en la intelligentia divina (De div.
las seis significaciones que pone de girita. Para Platón, lo Uno (es decir, quaest., LXXXIII, q. 46). Por tanto,
relieve C. Ritter (Neue Untersuchun- la antes referida "unidad de lo múlti- en vez de ser las ideas las que deter-
gen, 228 y sigs.): ( 1 ) Apariencia ple") esitapi τα πολλά , algo separa- minan la obra creadora de Dios, Dios
exterior de algo; (2) Condición o do de lo múltiple, en tanto que para es el que posee las ideas según las
constitución; (3) Característica que Aristóteles es algo unido a lo múlti- cuales lleva a cabo su creación. La
determina un concepto; ( 4 ) Concep- ple, κατά των πολλών . En otros tér- inteligencia divina puede contener
to; (5) Género o especie; (6) Reali- minos, Aristóteles niega que las ideas una pluralidad de ideas justamente
dad objetiva designada por el con- existan en un mundo inteligible sepa- porque esta pluralidad es de la inte-
cepto. En vista de esta diversidad se rado de las cosas sensibles; las ideas ligencia divina, pero no es idéntica a
han ofrecido múltiples interpretacio- son "inmanentes" a las cosas sensi- tal inteligencia.
nes de la doctrina platónica de las bles. De otra suerte no se compren- La cuestión de la distinción entre
ideas. Nos hemos referido a esta cues- dería cómo las ideas pueden "actuar" la esencia divina y las ideas fue tra-
tión en el artículo sobre Platón ( v. ) y y, de paso, explicar la realidad sen- tada abundantemente por autores es-
en otros (por ejemplo: Esencia, Inna- sible. colásticos. Algunas de las dificultades
tismo, Participación). Nos limitaremos La doctrina platónica de las ideas suscitadas por esta cuestión se resol-
aquí a señalar que Platón concibe con constituye la base de una doctrina vieron indicándose que hay en Dios
mucha frecuencia las ideas como mo- muy difundida al final del mundo (o en Logos) una pluralidad de ideas
delos de las cosas y, en cierto modo, antiguo: la doctrina según la cual las con respecto a las cosas de las cuales
como las cosas mismas en su estado ideas son modelos existentes en el las ideas son modelos, pero que hay
de perfección. Las ideas son las cosas seno de Dios. Según Filón de Ale- unidad con respecto a la divina esen-
como tales. Pero las cosas como tales jandría, uno de los principales promo- cia misma. Las ideas son distintas
no son nunca las realidades sensibles, tores de tal doctrina, las ideas —o entre sí, como proclamaba San Bue-
sino las inteligibles. Una idea es siem- "ideas-potencias", como las llama— naventura, "según la razón de la inte-
pre una unidad de algo que aparece son modelos inmanentes en el Logos ligencia". Para Santo Tomás (Cfr.
como múltiple. Por eso la idea no es (VÉASE) divino que sirven de "inter- sobre todo S. theol, I, q. XV), hay
aprehensible sensiblemente, sino que mediarios" entre Dios como Creador pluralidad de ideas en Dios en cuanto
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al contenido de las ideas. Pero no hay to metafísico u ontológico). El pre- de la esencia de las ideas que el de
pluralidad en cuanto a la unidad de dominio del punto de vista que hemos su origen en la mente.
Dios con su propia esencia. Lo que llamado "gnoseológico" ha sido común Los empiristas han usado el térmi-
sucede es que Dios se conoce a sí tanto a las tendencias racionalistas no 'idea' abundantemente; en muchos
mismo como unidad en sí, pero tam- como a las empiristas, si bien mien- casos, además, han elaborado sus teo-
bién como "imitable" en la plurali- tras las primeras han desembocado rías del conocimiento como una espe-
dad. En otras palabras, y según la rápidamente en el objeto conocido las cie de "doctrina de las ideas" — en el
fórmula tomista de la intellectio in- segundas se han demorado en el su- sentido de "doctrina de las represen-
tellectionis, Dios no sólo conoce la jeto cognoscente. Proporcionaremos a taciones de las cosas en el espíritu".
pluralidad por su propia esencia, sino continuación una rápida descripción Así ocurre en Locke, Berkeley y Hu-
que también conoce que conoce la de la teoría de las ideas en cada una me. Locke pide perdón al lector al
pluralidad por su esencia. de las citadas grandes tendencias, es- comienzo de su Essay por el uso fre-
Lo anterior puede hacer suponer pecialmente vigentes durante los si- cuente de la palabra 'idea', pero indi-
que el término 'idea' ha sido emplea- glos xvii y xvm. ca que es la palabra que mejor sirve
do por los filósofos y teólogos cristia- Los racionalistas han tendido a para indicar la función de "re-presen-
nos sólo desde el punto de vista teo- considerar que las ideas (por lo me- tar" (stand for) cualquier cosa que
lógico. Ello, sin embargo, no es así; nos las ideas verdaderas y adecua- sea el objeto del entendimiento cuan-
además de la concepción teológica de das) tienen dos caras: una, el ser, do un hombre piensa. Idea equivale
las ideas, hay la concepción metafísi- como decía Spinoza, "conceptos del a "fantasma", "noción", "especie"
ca (u ontológica), la gnoseológica y espíritu que éste forma por ser una (Essay. Introduction, 8). Las ideas
la lógica. En rigor, los escolásticos cosa pensante" (Eth., II, def. iii); la son para Locke "aprehensiones" y no
abrieron el camino para varios usos otra, el ser, como afirmaba Descar- (o no todavía) propiamente conoci-
del término 'idea'. Por un lado, el an- tes, las cosas mismas en tanto que mientos. Los hombres tienen en su
terior uso teológico. Luego, un uso vistas (mediante una simplex mentís mente varias ideas "como las de blan-
ontológico —estrechamente ligado al inspectio) (véase INTUICIÓN). Este dura, dureza, dulzura, pensamiento,
anterior— según el cual las ideas son último aspecto ha conducido a radi- movimiento, hombre, elefante, ejérci-
concebidas como modelos. Además, car las ideas verdaderas en Dios, es- to, borracho, etc." (op. cit., II, i, 1).
un uso gnoseológico, según el cual las pecialmente cuando, como en Spino- La mayor parte de las ideas proce-
ideas son principios de conocimiento. za, se ha considerado que éste es "la den de una fuente: la sensación (ibid.,
En este último caso se debatió con única cosa pensante" (y no sólo un II, i, 3). Las ideas pueden ser sim-
frecuencia la cuestión de si se conoce modo del pensar), o como cuando, ples (recibidas pasivamente) o com-
por las ideas o de si se conocen las en los ocasionalistas, Dios ha sido es- plejas (formadas por una actividad
ideas. Finalmente, un uso lógico, se- timado como el "punto de vista abso- del espíritu). Las ideas simples pue-
gún el cual la idea es la representa- luto" desde el cual son vistas las den ser ideas de sensación (prove-
ción simple de la cosa en la mente. cosas. Como consecuencia de ello, los nientes de un sentido, como el sabor
Dentro del vocabulario e s c o l á s t i c o racionalistas se han inclinado hacia el o la dureza; o de más de un sentido,
tenemos diversas distinciones de innatismo (VÉASE). Ahora bien, ello como la figura, el reposo, el movi-
ideas: ideas abstractas, ideas concre- no ha llevado, salvo en casos extre- miento) o de reflexión (percepción o
tas, ideas particulares, ideas colecti- mos, a hacer simplemente de las ideas pensamiento, voluntad). Hay también
vas, ideas completas, ideas incomple- modelos o arquetipos existentes en ideas compuestas de sensación y re-
tas, ideas claras, ideas oscuras, ideas Dios. El aspecto de las ideas como flexión (como el placer, el dolor, la
adecuadas, ideas inadecuadas, etc. "conceptos del espíritu (humano)" se existencia). Las ideas complejas son
Estas distinciones (en donde el tér- ha mantenido asimismo como esen- ideas de modos (como afecciones de
mino idea tiene con frecuencia el cial para la comprensión de la natu- las substancias, substancias y relacio-
sentido del término conceptúa) pasa- raleza de las ideas. Apoyándose en nes). Los modos pueden ser a la vez
on en parte a la filosofía moderna. él han tenido lugar las numerosas simples o mixtos. Se puede hablar asi-
Aunque en los filósofos modernos discusiones acerca del origen de las mismo de ideas reales o fantásticas,
se encuentran diversos usos de 'idea', ideas y sobre las clases de ideas: cla- adecuadas o inadecuadas y hasta de
parece haber predominado cada vez ras, oscuras, distintas, confusas, ade- ideas verdaderas o falsas (si bien ello
más el sentido de 'idea' como 'repre- cuadas, inadecuadas, etc. (véase ADE- corresponde más bien a las proposi-
sentación (mental)' de una cosa. CUADO y CLARO). Cuando los moti- ciones, por lo que las llamadas "ideas
Aunque no se abandonaron en la épo- vos teológicos han perdido importan- verdaderas" e "ideas falsas" son ideas
ca moderna los significados teológico, cia, los racionalistas han estimado que en las que hay siempre alguna propo-
metafísico, lógico, etc., de 'idea' mu- las ideas (verdaderas) podían se- sición tácita). El conocimiento con-
chos autores tendieron a concebir las guir siendo innatas por corresponder siste únicamente en la "percepción de
ideas como resultados de la actividad su posesión a la "naturaleza del hom- la conexión y acuerdo, o desacuerdo
de un sujeto cognoscente. Fue habi- bre". Sin embargo, desde el instante y repugnancia de cualquiera de nues-
tual considerar que por medio de las en que se ha subrayado el aspecto tras ideas. Sólo en ello consiste" (ibid.,
ideas que posee un sujeto (aspecto subjetivo de la idea, las posiciones IV, i, 1). Berkeley manifiesta que los
"psicológico") se puede conocer ra- mantenidas se han acercado a las objetos del conocimiento humano con-
cionalmente (aspecto lógico) lo que empiristas, y el problema que ha sisten en ideas —ideas "efectivamen-
las cosas son verdaderamente (aspee- permanecido en pie ha sido menos el te impresas en los sentidos, o percibí-
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das al estar presentes en las pasiones te (Treatise, I, i, 1). En otros térmi- cación de ideas —que, como dice el
u operaciones del espíritu, o finalmen- nos, "todas nuestras ideas o percep- autor, si debe adscribirse a una rama
te formadas mediante la memoria y la ciones más débiles son copias de de la filosofía tradicional, es la que
imaginación" (A Treatise Concerning nuestras impresiones o percepciones fue desarrollada por Locke y Hume
the Principies of Human Knowledge, más vividas" (Essay, sec. II). Las más bien que por Kant— al reino
I, 1). Berkeley usa el término 'idea' ideas pueden ser separadas y unidas musical resulta, según Myhill, que
y no el término 'cosa' por dos razones: mediante la imaginación (v. ), pero podemos dar los siguientes ejemplos:
"porque se supone que el término ésta se halla guiada por "ciertos prin- "ser una consonancia en sentido clá-
cosa, a diferencia de idea, denota algo cipios universales" (Treatise, I, i, 2). sico" (carácter efectivo); "ser una
que existe fuera del espíritu; segun- Las ideas se combinan mediante los cuerda usada por un compositor en
do, porque cosa tiene una significa- principios de la asociación de ideas una composición como respuesta
ción más comprensiva que idea, ya (véase ASOCIACIÓN Y ASOCIACIONIS- a una provocación determinada" (ca-
que incluye espíritus o cosas pensan- MO). rácter c o n s t r u c t i v o ) ; "ser bello"
tes tanto como ideas. Por tanto, como El problema de la formación de (carácter prospectivo ).
los objetos de los sentidos existen sólo ideas complejas a base de ideas sim- Kant estimó que el uso del término
en el espíritu. . . prefiero designarlos ples ha preocupado a muchos pensa- 'idea' por los empiristas (en sus teo-
mediante la palabra idea. . ." (ibid., dores hasta nuestra época. Menciona- rías del conocimiento) y por los ra-
I, 39). No hay para Berkeley más mos, a guisa de ejemplo, una doctrina cionalistas (en sus especulaciones me-
que percibir o ser percibido (véase de la clasificación de las ideas pro- tafísicas) era claramente abusivo.
ESSE EST PEHCIPI); por tanto, no hay puesta por el lógico norteamericano Estimó intolerable calificar de "idea"
más que espíritus que perciben y las John Myhill, el cual ha reconocido la representación de un color. Encon-
ideas — que son las "cosas" en tanto que el uso del término 'idea' es simi- tró más propio el uso platónico —en
que percibidas. Según hemos visto lar al empleo que hizo Locke de la particular al tratarse de la esfera mo-
(véase BERKELEY), el citado autor re- expresión 'idea compleja'. Según My- ral—, pero no forzosamente la meta-
chaza las ideas generales abstractas, hill, hay tres clases de ideas, cada física basada en tal uso. Según Kant,
aunque admite las ideas generales en una de las cuales se distingue por un las sensaciones, percepciones, intui-
tanto que éstas no pretenden designar determinado carácter. Los caracteres ciones, etc. son diversas especies de
una "cosa general" o una "forma" que propuestos se llaman "efectivo", un género común: la representación
sea distinta de las realidades particu- "constructivo" y "prospectivo". El ca- (Vorstellttng, repraesentatio) en gene-
lares o de las percepciones particula- rácter efectivo es aquel cuya presen- ral. Dentro de este género tenemos la
res. Hume, por fin, distingue entre cia y ausencia puede descubrirse representación con conciencia de ella
impresiones e ideas y llama ideas a las (como la verdad en el cálculo prepo- o percepción (Perception, perceptio).
"imágenes débiles de estas [impresio- sicional). El carácter constructivo es La percepción que se refiere única-
nes] al pensar y al razonar" ( Treatise, aquel que permite establecer un pro- mente al sujeto en tanto que modifi-
I, i, 1). Las ideas (como las impre- grama de acuerdo con el cual se po- cación de su estado es llamada sen-
siones) pueden ser simples y comple- drá descubrir oportunamente algo que sación (Empfindung, sensatio). Cuan-
jas. Las ideas simples son las que no posee la propiedad constructiva (co- do se trata de una percepción objetiva
admiten distinción ni separación; las mo la verdad en la teoría general de tenemos un conocimiento (Erkenntnis,
complejas, aquellas en las cuales pue- las funciones preposicionales). El ca- cognitio). Este conocimiento puede
den distinguirse partes" (loc. cit.). En rácter prospectivo es aquel que no ser intuición (Anschauung, intuiius)
una nota a esta sección del Treatise, puede reconocerse o crearse mediante o concepto (Begríff, conceptas). El
Hume escribe, además, que "acaso una serie de actos razonados, aunque concepto puede ser puro o empírico.
mejor restablezca la palabra idea en imprevisibles (como el que resulta del El concepto puro, si tiene su origen
su sentido original el que Locke la ha descubrimiento de Godel). Aunque los sólo en el entendimiento y no en la
sacado al hacerla designar todas nues- ejemplos dados hasta aquí sean mate- pura imagen de la sensibilidad, puede
tras percepciones". En el Essay (sec- máticos, debe observarse que, según calificarse de noción (notio). Cuando
ción II), Hume reformula su doctrina Myhill, las clases de ideas en cuestión el concepto se forma a base de no-
de las ideas al indicar que las "per- no se restringen al reino matemático. ciones y trasciende la posibilidad de
cepciones del espíritu" pueden divi- Así, de un modo general un carácter la experiencia tenemos una idea (Ideé)
dirse en dos clases según su mayor o es efectivo "si los seres humanos pue- o concepto de razón (Vernunftbe-
menor grado de fuerza o de vivaci- den ser entrenados en forma que res- griff) (K.r.V., A 320 / Β 377).
dad: las que poseen menor fuerza y pondan de modo diferencial a su pre- Los conceptos puros de la razón se
vivacidad son llamadas "pensamientos sencia y a su ausencia"; un carácter llaman ideas trascendentales. Kant ha
o ideas". Las otras percepciones pue- es constructivo "si los seres humanos tratado de averiguar si tales ideas de-
den llamarse impresiones. Hume ma- pueden ser entrenados en forma que terminan, según principios, cómo de-
nifiesta que aunque las ideas comple- ejecuten un programa de cada objeto be emplearse el entendimiento al refe-
jas no se derivan necesariamente de poseedor de la propiedad menciona- rirse a la totalidad de la experiencia
impresiones complejas (así, la idea da"; un carácter es prospectivo "si (pues ningún objeto puede ser dado
de una sirena no se deriva de la im- no es ni efectivo ni constructivo y a los sentidos que sea congruente o
presión de una sirena), las ideas sim- si, a pesar de todo, algún ser huma- correspondiente con una idea). El nú-
ples se derivan de las impresiones no mantiene claramente una idea de mero de ideas o conceptos puros de
simples y las representan exactamen- tal carácter". Aplicada esta clasifi- la razón es, según Kant, el mismo
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que el número de clases de relaciones das como el fundamento de la posibi- mezclado con frecuencia la especula»
que el entendimiento se representa a lidad de la experiencia en cuanto tota- ción metafísica y la descripción psico-
sí mismo mediante las categorías. Co- lidad. Tales ideas son el objeto de la lógica en la investigación de la natu-
mo en los conceptos de razón busca- filosofía trascendental como sistema raleza y función de las ideas. Un caso
mos siempre lo incondicionado, tene- de ideas de la razón especulativa y típico de esta "mezcla" es el de La-
mos lo incondicionado de la síntesis práctica. Ello se halla de acuerdo con chelier. Según este filósofo, hay dos
categórica en un sujeto, de la síntesis la creciente tendencia kantiana a lle- clases de ideas. Por un lado, unas que
hipotética de los miembros de una var a cabo una "construcción de la se han llamado también "ideas orgá-
serie, y de la síntesis disyuntiva de las experiencia", con lo cual la última nicas", es decir, ideas que son seres a
partes en un sistema. La primera cla- fase del pensamiento de Kant se apro- la vez que ideas, y que producen ellas
se de ideas trascendentales contiene la xima en muchos puntos al idealismo mismas, por una acción inmediata e
unidad absoluta (o incondicionada) de Fichte. interior, la forma bajo la cual se mani-
del sujeto pensante (objeto de la psy- Sin embargo, no es legítimo con- fiestan. Por otro lado, hay puras ideas
chologia rationalis); la segunda, la fundir el pensamiento, ni siquiera el que se limitan a dirigir la acción de
unidad absoluta de la serie de condi- último pensamiento, de Kant, con el un ser en el cual residen, como ocurre
ciones de la apariencia (objeto de la idealismo postkantiano. En éste las con la idea del nido, que no existe por
cosmología rationalis); la tercera, la ideas de razón adquieren un signifi- sí misma, sino en la imaginación del
unidad absoluta de la condición de cado no sólo metafísico, sino hasta pájaro, y que no es más que la regla
todos los objetos del pensamiento en teológico. En Schelling, por ejemplo, de los movimientos por medio de los
general (objeto de la iheologia ratio- las ideas desempeñan el papel de "in- cuales la realiza en una materia ex-
nalis) (K. r. V, A 334 / Β 391). Esta termediarios" entre lo Absoluto y las traña (Du fondement de l'induction
clasificación de las ideas es analítica, cosas sensibles — en un sentido de [1871], 3" ed., 1924, pág. 97). Ten-
comenzando con lo que es inmediata- 'intermediario' no demasiado lejano dencia parecida encontramos en Berg-
mente dado a la experiencia, y pasan- del del neoplatonismo. Más funda- son, bien que en este autor predomine
do, pues, de la doctrina del alma a la mental todavía es el papel de las ideas la concepción de las ideas como ele-
del mundo y, finalmente, a la de Dios. —o, mejor, de "la Idea"— en Hegel. vaciones o abstracciones de lo dado;
Desde el punto de vista sintético, las La filosofía de este autor aparece por lo tanto, como meras separaciones
ideas como objeto de la metafísica centrada en la noción de la Idea ab- que la mente efectúa. No obstante,
son Dios, l i b e r t a d e inmortalidad soluta. Hegel proclama, en efecto, estas separaciones denotan semejan-
(B 395 nota). De su examen (y en que "Dios y la naturaleza de sxi vo- zas y constituyen la base de las ideas
particular del examen de los paralo- luntad son una y la misma cosa, y generales o reproducciones de seme-
gismos [véase PARALOGISMO] y anti- esta es lo que filosóficamente llama- janzas esenciales de lo real. Desde
nomias [véase ANTINOMIA] de la ra- mos la Idea" (Lecciones sobre filoso- este punto de vista podemos hablar
zón pura) concluye Kant que las fía de la historia). La realidad en —dice Bergson— de tres clases de
ideas trascendentales sobrepasan toda cuanto se desarrolla para volver a sí ideas: ideas de carácter biológico (es-
posibilidad de experiencia, hallándose misma es la misma Idea que se va pecies de la vida, órganos, etc.); cua-
segregadas casi por completo de las haciendo absoluta. La Idea absoluta lidades (colores, sabores), elementos
formas a priori de la sensibilidad (es- es la plena y entera verdad del ser (agua, oxígeno) y fuerzas (electri-
pacio y tiempo) y de los conceptos (Lógica, ad finem ). La Idea es la uni- cidad, calor); y productos de la es-
puros del entendimiento (categorías). dad del concepto y de la realidad del peculación.
Como síntesis metafísicas efectuadas concepto y por eso Alies Wirkliche El estudio y constitución de las
por la razón pura, las ideas no son ist eine Idee: "todo lo real es una ideas fue asimismo objeto durante
constitutivas (véase CONSTITUCIÓN Y idea". Si se quiere, la idea "es lo fines del siglo xvm y comienzos del
CONSTITUTIVO). Pero negar que lo verdadero como tal". La Idea (abso- siglo xix de una disciplina especial:
sean no es negarles la posibilidad de luta) es la identidad de lo teórico y la ideología, elaborada por los "ideó-
un uso regulativo. Ahora bien, como de lo práctico; una vez más: "sólo la logos" partiendo de puntos de vista
también las analogías de la experien- Idea absoluta es ser". sensacionistas, pero pronto avanzan-
cia y los postulados del pensamiento Schopenhauer adoptó la doctrina do más allá de ellos. Nos hemos refe-
empírico en general tienen uso regu- kantiana de las ideas y la combinó con rido con más detalle a estas inves-
lativo y no constitutivo, el ser regula- la doctrina platónica, haciendo de las tigaciones en el artículo IDEOLOGÍA.
tivas no es suficiente para caracterizar ideas grados de objetivación de la En otro sentido se usa el término
las ideas trascendentales. Éstas son Voluntad (VÉASE). La idea es la ob- 'idea' —y, sobre todo, el plural
principios regulativos de la razón jetividad de la voluntad en un cierto 'ideas'— cuando se hace de las ideas
(A 509 / Β 537). grado (Welt, III, 31). Las ideas fun- pensamientos que tienen, o han teni-
Las ideas de la razón pura que des- cionan, así, al modo platónico, a modo do, los hombres en diversas esferas
empeñan un papel modesto en la Crí- de "intermediarios" entre la Voluntad —ideas filosóficas, religiosas, científi-
tica de la razón pura, van adquiriendo como cosa en sí y el mundo fenomé- cas, políticas, etc.— y en diversos pe-
mayor importancia en la obra de Kant nico; la Voluntad produce las ideas ríodos. El estudio de las ideas en este
a medida que esta obra se hace me- al objetivarse y con ello produce los sentido es, por un lado, un tema de
nos crítica y más sistemática. En al- arquetipos según los cuales se cons- antropología filosófica, y, por otro
gunos pasajes del Opus postumum las tituye el mundo. lado, un tema de investigación histó-
ideas de la razón pura son presenta- En el curso del siglo xrx se han rica. Por ejemplo, se han estudiado
894
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las relaciones entre las ideas y las in- métaphysique des idées-forces chez
dividualidades humanas, las genera- A. Fouillée, 1936.
ciones, las clases sociales, las formas IDEA-NÚMERO. En el artículo so-
de vida, los períodos históricos, etc., bre Platón nos hemos referido a la
etc.; la relación entre las ideas y los sugestión platónica de que los núme-
conceptos, las creencias, los dogmas, ros pueden ser considerados como
etc., etc. Nos hemos referido a algu- "intermediarios" entre las Ideas (o
nos de estos problemas en los artícu-
los CREENCIA, IDEOMA, PENSAMIEN- Formas) y las cosas sensibles. Acla-
TO y, sobre todo, IDEAS (HISTORIA raremos ahora este punto de la doc-
DE LAS). trina platónica.
Platón habla a veces de ideas de
números; estas ideas son aplicables a
cosas que tienen el número dado. Así,
el número "uno" es aplicable a una
cosa; el número dos, a dos cosas, etc.
IDEA-FUERZA. Alfred Fouillée En principio, cosas heterogéneas pue-
(VÉASE) llama idea-fuerza al concep- den agruparse formando números:
to fundamental de su filosofía —ela- así, el número tres puede referirse a
borado sobre todo en la psicología—, una colección formada por una silla,
según el cual la idea no sólo puede una mesa y una lámpara. Pero puede
tener una fuerza, sino ser ella misma asimismo considerarse que el número
una fuerza. De este modo se rechaza se aplica a una colección de cosas
todo mecanicismo y automatismo, homogéneas, esto es, a la llamada "cla-
como los que habían sido defendidos se" de tales cosas. En este caso, se
por el evolucionismo n a t u r a l i s t a aplicaría el número "tres" a una co-
coetáneo. Fouillée define, por lo lección de tres sillas; el número "cua-
pronto, las ideas, "formas mentales tro" a una colección de cuatro sillas
o formas de conciencia (είδη), spe- (o cuatro manzanas, o cuatro caba-
cies", como "todos los estados de llos), etc. En ambos casos tendríamos
conciencia en tanto que suscepti- lu idea del número X como muy se-
bles de reflexión, de reacción sobre mejante a la "clase de todas las enti-
sí mismos" ("L'Êvolutionnisme des dades que tienen el número X", pero
idées-forces, Lib. III). Estos estados es dudoso que Platón hubiese alcan-
pueden, a su entender, convertirse zado una definición de los números
en factores reales en virtud del ca- en términos de clases.
rácter intensivo de la idea y de la Sólo en un sentido harto ambiguo
posible unión de la idealidad con la puede decirse de las anteriores ideas
energía. La idea puede ser, por lo que son idcas-números; se trata más
tanto, "la revelación interior de una bien de ideas de números. En cambio,
energía y de su punto de aplicación, según Aristóteles, Platón se refirió a
de una potencia y de una resistencia, "las cosas matemáticas", τα μαθημ*-
de una fuerza en acción o de un
movimiento actual" (op. cit., XII). •nx.á en cuanto distintas de las Ideas
Para ello hace falta suponer que el y constituyendo un intermediario acce-
elemento constitutivo del reflejo es tre ellas y las cosas particulares acce-
el apetito, que cobra de este modo sibles a los sentidos; son llamadas por
una importancia central en la citada ello también τα μετζξύ (Met., A 987
filosofía. De ahí la posibilidad, se- b 14 ). Como las ideas, "las cosas ma~
gún el mencionado autor, de erigir temáticas" no cambian, pero como las
cosas particulares sensibles son plura-
una moral de las ideas-fuerzas en la
les. En los propios textos de Platón la
cual la idea-fuerza de moralidad se opinión del filósofo al respecto apare-
halle vinculada al primado de la con-
ce menos clara de lo que indica el
ciencia de sí y sea susceptible de
Estagirita; de los textos al respecto
crear y clasificar valores objetivos aducidos por David Ross en su libro
(La morale des idées-forces, t. I, flatos Theory of Ideas, 1953, págs.
Cap. I).
Giuseppe Tarozzi, L'Evoluzionismo 60-2 (Phaed., 74 C 1; Rep., 526 A 1;
monistico e le idee-forze secando Tim., 50 C 4; ibid., 53 A 7-B 5;
A. Fouillée, 1890. — S. Pawlicki, Phil, 56 D 4-E 3; Ep., VII, 342 A
Fouillées neue Théorie der Ideen- 7-C4) sólo, según Ross, Rep., 526 A 1
Krafte, 1893. — Elisabeth Canne de y Phtl, 56 D 4-E3 se aproximan a la
Beaucoudrey, La psychologie et la opinión en cuestión: "es una doctrina
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que en los diálogos Platón parece a ma obra (Investigación Cuarta, ÍS 40- término, hay que establecer qué re~
veces estar a punto de formular, pero 41) habló de abstracción ideatoria lación mantienen los objetos ideales
que nunca formula totalmente" (Ross, (ideeierende Abstraktion ), en contra- con los reales. Las respuestas a estas
op. cit., pág. 177). Sea o no propia- posición con la abstracción aislante. cuestiones son tan distintas como las
mente platónica la doctrina, ha reci- En las Ideas ( $ 3; Husserliana, III, dadas a la cuestión de los universa-
bido el nombre de "doctrina de las 15-16), dicho autor indica que es les (VÉASE), y de hecho, pueden su-
ideas-números". Es posible que hubie- menester echar mano de un concepto perponerse a ellas; en efecto, los ob-
se sido propugnada por algunos aca- más "libre" que se refiera a toda con- jetos ideales pueden ser identificados
démicos (Espeusipo o Jenócrates), ciencia "posicional" dirigida a una con las entidades abstractas y susci-
pero el asunto está todavía por dilu- esencia para aprehenderla y que in- tar todas las cuestiones que plantea
cidar. cluya toda conciencia oscura y ya no la determinación del status ontológico
Además del libro citado de David intuitiva. A ello responde el término de tales entidades. En el pensamien-
Ross, véase: L. Robin, La théorie pla- 'intuición' (VÉASE) (Anschauung). to contemporáneo la cuestión del ser
tonicienne des idées et des nombres Husserl escribe que toda intuición de los objetos ideales ha sido obje-
d'après Alistóte, 1908, reimp. 1962. — individual o empírica puede conver- to de mucha discusión, especialmente
]. Stenzel, Zahl und Gestalt bel Pla- tirse en visión esencial ( Wessenschau- por parte de los filósofos de la ma-
ton und Aristóteles, 1924, 2" ed., temática y los fenomenólogos, quie-
1933. — Seth Demel, Platons Ver- wng); esta última es la "ideación".
haltnis zur Mathematik, 1929. — M. IDEAL, IDEALIDAD. El término nes han investigado respectivamente
Gentile, La dottrina platónica délie ideal" puede entenderse en varios el problema de la "existencia mate-
idee-numeri e Aristotele, 1930. — Ch. sentidos: (1) como la proyección de mática" y el de las significaciones
Mugler, Platon et la recherche mathé- una idea; (2) como el modelo, jamás ideales. El problema de la existencia
matique de son époque, 1948. — Casi alcanzado, de una realidad; (3) como matemática —o de la existencia de
todos los libros sobre Platón (véase lo perfecto en su género; (4) como una los entes matemáticos— ha sido agu-
bibliografía de este filósofo) tratan el dizado por la llamada crisis de los
asunto. exigencia moral; (5) como una exi-
gencia de la razón pura; (6) como fundamentos de la matemática —y
IDEACÍÓN. Se entiende, en gene- de la lógica— que empezó a mani-
la forma de ser de unas ciertas enti-
ral, por 'ideación' el proceso por me- festarse claramente desde comienzos
dades. Aquí trataremos especialmen-
dio del cual se forman ideas (véase del presente siglo, pero que había
te de los sentidos (5) y (6). Al final
IDEA). Este proceso puede ser consi- sido ya preludiada por el descubri-
del artículo trataremos de la noción de
derado desde el punto de vista psico- miento y desarrollo de las geome-
idealidad.
lógico o desde el punto de vista gno- trías no euclidianas. Habiendo des-
Como exigencia de la razón pura
seológico, así como desde los dos aparecido la antigua arraigada con-
el ideal no es dado, según Kant, en el
puntos de vista a un tiempo, es decir, fianza de que los principios de la
campo de la experiencia. Los ideales
a la vez como proceso real psíquico matemática pueden ser —y deben
tienen un uso regulativo, es decir,
y como una de las condiciones del ser— aprehendidos mediante intuicio-
sirven de normas para la acción y el
conocimiento. Puede asimismo consi- nes firmes e indubitables, hubo que
juicio, dirigen y encaminan la razón.
derarse la ideación en un sentido me- reformar los principios de la matemá-
Así, la teología trascendental propor-
tafísico. El resultado del proceso de tica —y de la lógica—, y con ello
ciona el ideal teológico, Dios, en
ideación puede llamarse ideatum plantearse de nuevo el problema de
cuanto "ideal trascendental" que la
(VÉASE). la naturaleza de los entes con los cua-
razón necesita, pero cuya existencia
Santo Tomás empleó el vocablo no puede demostrar. les se las ha el matemático. Las po-
ideatio (ideación) al hablar de los Como forma de ser de unas ciertas siciones adoptadas al respecto han
diversos modos de generación del Hijo entidades, el término 'ideal' se usa sido múltiples, y a algunas de ellas
de Dios. Uno de estos modos (el un- para adjetivar unos determinados ob- nos hemos referido en varios artículos
décimo) consiste en una ideatio o jetos, los llamados objetos ideales, de este Diccionario (por ejemplo, véa-
"realización de una idea" — de un entre los cuales suelen contarse las se MATEMÁTICA). Por lo general, las
modo parecido a como un cofre ex- entidades matemáticas y las lógicas. actitudes adoptadas —idealismo o
terno surge del que había en la mente Se ha dicho con frecuencia que las realismo epistemológicos o metafísi-
(S. theol, I, q. XLII, 2, ob. 1). determinaciones de tales objetos son cos; formalismo, logicismo, intuicio-
Husserl introdujo en las Investiga- principalmente negativas: intempora- nismo lógico-matemáticos— pueden
ciones lógicas el vocablo Ideation lidad, inespacialidad, ausencia de in- ser entendidas de nuevo a la luz de
(ideación) para referirse a la visión de teracción causal, etc. Con ello no se la doctrina de los universales. Común
una esencia, y hasta a la intuición ha pretendido, sin embargo, negar el a todas las actitudes parece ser un
esencial de tipo adecuado. Así, por ser de los objetos ideales, sino lla- acuerdo muy general en descartar
ejemplo: 'la ideación verificada sobre mar la atención sobre el hecho de toda clase de posiciones de tipo psi-
casos particulares ejemplares de estas que los objetos ideales son en un cologista. La posible objeción a esta
vivencias. . . nos da la idea fenómeno- sentido distinto de como son los ob- tesis —la objeción de que las ideas de
lógica pura del género vivencia inten- jetos reales. Una vez establecida tal los intuicionistas están fundadas en
cional o acto, como nos da también distinción, sin embargo, no se han construcciones ejecutadas, o ejecuta-
la de sus especies puras" (Investiga- resuelto todos los problemas: en pri- bles, por un "sujeto" y, por tanto, son
ción Quinta, í 10; trad. Morente- mer lugar, hay que saber todavía en último término "subjetivas"— no
Gaos, tomo III, pág. 148). En la mis- cuál es su tipo de ser; en segundo es, a nuestro entender, suficientemen-
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te probatoria, pues no creemos que Müller), los cuales presentan las ca- mo cuando se habla, según hemos
pueda decirse (a menos de superpo- racterísticas negativas de los objetos hecho antes, de "idealidades". Pue-
nerles una interpretación arbitraria) ideales como suficientes para determi- de tener también el significado de "es
que hay "subjetivismo" o "psicologis- nar o cuando menos comprender su ideal". En este último sentido ha usa-
mo" en las teorías matemáticas intui- naturaleza. do el término 'idealidad' (Idealitüt)
cionistas; las "construcciones" de que Otto Janssen ha seguido en parte a Kant al hablar de la idealidad del es-
hablan los intuicionistas no son en Nicolai Hartmann, pero ha tratado pacio (v.) y del tiempo (v.) (K.r.V.,
todo caso "construcciones de un suje- con más detalle que éste los diversos A 26 / Β 42 y sigs.). Kant mantiene
to empírico". tipos de "idealidades". Estos tipos se a la vez la "realidad" del espacio, esto
Uno de los primeros autores que articulan en una especie de jerarquía es, su validez objetiva con respecto a
adoptó una actitud antipsicologista que va desde las idealidades halladas cuanto pueda presentársenos exterior-
fue Husserl, especialmente al tratar en la esfera de la conciencia (como la mente como objeto, y la "idealidad"
de la cuestión de las "unidades ideales posibilidad y la necesidad) hasta las del espacio con respecto a las cosas
de significación", las cuales deben idealidades de lo espiritual (tanto cuando éstas son consideradas en sí
presentarse desprendidas de "los lazos noético como emotivo), pasando por mismas mediante la razón, sin refe-
psicológicos y gramaticales que las las idealidades matemáticas, espacia- rirse a la constitución de nuestra sen-
envuelven" (Investigaciones lógicas. les, espaciotemporales y psíquicas. sibilidad. El espacio tiene, según
Investigación primera, J 29; trad. Mo- Las ideas de Janssen al respecto se Kant, realidad empírica e idealidad
rente-Gaos, II, 96). Tales unidades fundan en dos condiciones: una de trascendental. Algo similar ocurre con
ideales pueden compararse a las "sig- ellas, implícita en su investigación, es el tiempo, del cual puede afirmarse
nificaciones" de que han hablado la ampliación del concepto de "objeto la realidad empírica y la idealidad
otros filósofos contemporáneos y cuyo ideal"; otra de ellas, explícitamente trascendental — esta última fundada
status ontológico ha suscitado muchos formulada, pero no suficientemente en la afirmación de que el tiempo no
debates. En verdad, la dificultad aclarada, es la suposición de que el es nada si se abstrae de las condicio-
planteada por el problema de las "sig- modo de aprehensión de los objetos nes subjetivas de la intuición sensible.
nificaciones" —y, en general, de los ideales no es ni empírico ni apriórico. En la primera edición de la Crítica
"objetos ideales"— ha llevado a algu- Augusto Salazar Bondy ha resumi- de la razón pura (A 367 y sigs.),
nos pensadores a seguir la recomen- do los resultados de la ontología feno- Kant llama "paralogismo de la idea-
dación del "último Wittgenstein": no menológica contemporánea sobre los lidad" al cuarto paralogismo de la ra-
preguntar por la significación, sino objetos ideales definiendo a éstos por zón pura (véase PARALOGISMO), es
por el uso (VÉASE). las siguientes notas: intemporalidad; decir, al paralogismo según el cual,
Nos ocuparemos ahora de algunas inespacialidad; sustitución de la cone- siendo declarada dudosa la existencia
de las doctrinas contemporáneas en xión causal por relaciones de funda- de lo que solamente puede ser infe-
las que se ha prestado particular aten- mentación, subordinación, coordina- rido como causa de percepciones da-
ción al problema de la naturaleza del ción, etc.; universalidad; aprioridad; das, se concluye que es dudosa la
ser ideal, de las características de lo trascendencia y ser en sí; apodictici- existencia de todos los objetos de los
ideal, de la diferencia entre lo ideal y dad y necesidad ideal. El autor men- sentidos externos. La duda o incerti-
lo real; o entre lo ideal, lo irreal y lo cionado ha establecido, además, una dumbre al respecto es llamada por
real, etc. distinción entre el ser ideal y el ser Kant "idealidad de las apariencias
Nicolai Hartmann ha puesto de re- irreal (véase IRREAL, IRREALIDAD). externas", y la "doctrina de tal idea-
lieve el carácter apriórico de los obje- Hedwig Conrad-Martius opina que lidad" es llamada "idealismo" (VÉASE).
tos ideales; lo ideal es idéntico a la no puede hablarse simplemente de Hegel considera que la idealidad
"aprioridad ideal" (Grundzüge einer "ser ideal" en contraposición con el no es expresable por completo me-
Metaphysik der Erkenntnis, Í 6 1 c ) . "ser real". Hay que distinguir entre diante la negación de la existencia
Ello no quiere decir que los objetos los objetos conceptuales, las ideas, los finita; la idealidad puede ser llamada
ideales sean inmanentes a la mente objetos ideales y las esencias. Sola- por ello "la cualidad de la infinitud"
que los aprehende; tales objetos, dice mente a los objetos conceptuales pue- (Logik; Glôckner, 4:175). La ideali-
Hartmann, son tan "en sí" como los de aplicarse el predicado 'es ideal'. dad no es algo que se halla fuera de
objetos reales, pero su ser o, mejor Mientras, por ejemplo, las ideas no la realidad, sino que el concepto de
dicho, su "modo de ser" es distinto poseen un ser ontológicamente pro- idealidad "consiste expresamente en
del ser (o "modo de ser") real. Ahora pio, los objetos ideales poseen tal ser, ser la verdad de la realidad; es decir,
bien, cuando se trata de circunscribir el cual es independiente de las cogi- la realidad como lo puesto y lo en sí
este ser más precisamente se choca tationes. Los objetos ideales son enti- se muestra como la realidad" (System
con múltiples dificultades, pues las dades dadas trascendentales, pertene- der Philosophie. Logik; Glôckner,
únicas características que parecen cientes a una esfera formal dentro de 8:228). En general, la idealidad es
aceptables son las negativas — inespe- la cual ocupan un lugar ontológico concebida por Hegel como el resulta-
cialidad, intemporalidad, inactualidad, (Seinsort) determinado. do de la "absorción" (Aufhebung) del
inexperienciabilidad, etc. Estas difi- En lo que respecta al término 'idea- ser exterior y del "ser fuera de sí".
cultades son lealmente subrayadas por lidad', puede dársele los significados G. Class, Idéale und Güter, 1886.
Hartmann, no así por ciertos popu- de "característica de lo ideal (o de los — A. Schlesinger, Der Begriff des
larizadores de la ontología fenome- objetos ideales", "reino de lo ideal (o Ideáis. Eine histortsch-psychologische
nológica contemporánea (tales, Aloys conjunto de los objetos ideales" — co- Analyse, 1908. — L. S. Stebbing,
897
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lismo antiespiritualista. En una me- aquello por lo cual se supone que de-
tafísica que "pertenece al futuro de ben dirigirse las acciones humanas,
la filosofía" y que, depurando las son los ideales — realizables o no, pe-
intuiciones de Fichte y Hegel, no se ro casi siempre imaginados como reali-
aparta del saber positivo, ni intenta zables. Entonces el idealismo se con-
erigir "un fantástico edificio concep- trapone al realismo, entendido este
tual", sino que "tomando como fun- último como la doctrina —y a veces
damento las ciencias reales y los mé- simplemente la actitud— según la
todos ejercitados y probados en ellas, cual lo más fundamental, y aquello
justifica verdaderamente la exigen- por lo cual se supone que deben diri-
cia planteada por una filosofía cien- girse las acciones humanas, son las
tífica" (Einleitung in die Philoso- "realidades" — las "duras realidades",
phie, 5 45). "los hechos c o n t a n t e s y sonantes"·
IDEALISMO. Leibniz empleó el Este sentido de 'idealismo' suele ser
término 'idealista' al referirse a Pla- ético, o "político", o ambas cosas a
tón y a otros autores para quienes la un tiempo. Puede también conside-
realidad es la forma (o la idea). Los rarse como simplemente "humano"
autores idealistas —o, como también — en tanto que lo que se tiene en
los llamó Leibniz, "formalistas"— sos- cuenta es la acción del hombre, y es-
tienen doctrinas muy distintas de las pecialmente la acción del hombre en
propugnadas por autores que, como la sociedad.
Epicuro, son calificados de "materia- El idealismo ético y "político" ha
listas". Sin embargo, Leibniz procla- estado con frecuencia en estrecha re-
nía que las doctrinas de los grandes lación con "el" idealismo, tanto el
idealistas y de los grandes materialis- "clásico" como el moderno, pero ello
tas pueden hallarse reunidas en su no permite concluir que los dos idea-
doctrina de la armonía (VÉASE) pre- lismos —el de las ideas y el de los
establecida. ideales— sean inseparables. En todo
Es todavía bastante común emplear caso, nos ocuparemos aquí del idea-
'idealismo' para referirse al platonis- lismo que por el momento calificare-
mo, al neoplatonismo y a doctrinas mos de "filosófico" y que suele tener
filosóficas análogas. Sin embargo, co- dos aspectos, en principio indepen-
mo desde el punto de vista de la dientes entre sí, pero a menudo uni-
doctrina de los universales (VÉASE), dos: el aspecto gnoseológico y el
los filósofos de tendencia platónica aspecto metafísico. Este idealismo, sea
son calificados de "realistas" —por gnoseológico, sea metafísico, o ambas
IDEAL-REALISMO. Se ha llamado afirmar que las ideas son "reales"—, cosas a un tiempo, se ha manifestado
a veces ideal-realismo (Ideal-realis- el término 'idealismo' en el sentido en muy diversas formas a lo largo de
mus) y también real-idealismo (Real- antes apuntado puede prestarse a la época moderna. Apuntamos por el
idealismus) a la doctrina según la equívocos. Preferimos emplearlo aquí momento algunas expresiones cuyo sig-
cual ni el no-yo es resultado de la en el sentido más específico, o más nificado aparecerá más claro ulterior-
proyección del yo (como sostiene el circunscrito, que se ha dado al voca- mente: "idealismo subjetivo", "idea-
idealismo dogmático) ni el yo es una blo, al aplicarlo a ciertos aspectos de lismo objetivo", "idealismo lógico",
derivación del no-yo (como sostiene la filosofía moderna. Observemos que "idealismo trascendental", "idealismo
el realismo dogmático ) . La doctrina el sentido de 'idealismo' como 'idea- crítico", "idealismo actualista", "idea-
de Fichte es en este sentido —cuando lismo moderno' no está completamen- lismo fenomenológico". Aunque he-
menos según declara su autor— ideal- te separado de su sentido "antiguo": mos mencionado algunas de las for-
realista o real-idealista. También es la filosofía idealista moderna se funda mas más difundidas de idealismo en
ideal-realista o real-idealista la doctri- asimismo en las "ideas". Lo único que la época moderna, no hemos agotado
na de Schelling, si bien este autor sucede es que el significado moderno con ello los adjetivos. Además, no nos
subraya la relación entre la actividad de 'idea' no equivale, o no equivale hemos referido con ello a manifesta-
ideal infinita y la actividad real infi- siempre, al platónico. ciones del idealismo cuya unidad es
nita. Tanto en Fichte como en Sche- Antes de tratar de lo que conside- primariamente "histórica". El ejemplo
lling el ideal-realista es de carácter ramos como sentido "más propio" de más eminente de lo último está cons-
racional-especulativo. En cambio, en 'idealismo' repararemos en que este tituido por el llamado "idealismo ale-
Wundt ·—que llama asimismo "ideal- vocablo se usa asimismo no tanto en mán" (Kant, Fichte, Schelling, He-
realista" a su filosofía— el ideal-rea- relación con las ideas —de cualquier gel principalmente). En verdad,
lismo es de carácter empírico-crítico. clase que éstas sean— como en rela- cuando se habla de idealismo es muy
Consiste en defender un realismo que ción con los ideales. Se llama enton- común entender por éste el citado
no abandona los postulados conteni- ces "idealismo" a toda doctrina —y a "idealismo alemán". Tampoco nos he-
dos en las doctrinas idealistas, pero veces simplemente a toda actitud— mos referido a formas de idealismo
que no recae tampoco en un materia- según la cual lo más fundamental, y que a veces se consideran más fun-
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damentales que otras por cuanto cada menos con respecto al "mundo es- Para el idealismo "ser" significa
una de ellas representa no sólo una pacial". primariamente "ser dado en la con-
filosofía, sino también, y hasta prima- La tesis de Heimsoeth se apoya en ciencia [en el sujeto, en el espíritu,
riamente, una "concepción del mun- un hecho importante: el de que en la etc.]", "ser contenido de la conciencia
do". En este último caso se hallan tradición agustiniana por lo menos se [del sujeto, del espíritu, etc."], "estar
las dos formas de idealismo llamados "empieza" con el "sujeto" y no con contenido en la conciencia [en el su-
por Dilthey "idealismo objetivo" e las "cosas". A ello se debe que San jeto, en el espíritu, etc.]". El idealis-
"idealismo de la libertad" — que, al Agustín haya sido llamado "el primer mo es, así, un modo de entender el
entender de dicho autor, constituyen, filósofo moderno" y también que el ser. Ello no significa que todo idea-
junto con el "naturalismo" (o "mate- agustinismo haya influido grandemen- lismo consista en reducir el ser —o
rialismo") las tres Weltanschammgen te en autores que, como Descartes y la realidad— a la conciencia o al su-
básicas (véase MUNDO [CONCEPCIÓN Malebranche, son usualmente conside- jeto. Una cosa es decir que el ser o la
DEL] y PEMFILOSOFÍA). rados como "idealistas". Sin embargo, realidad se determinan por la con-
En lo que sigue trataremos del es razonable restringir el idealismo ciencia, el sujeto, etc. y otra es mani-
idealismo —por lo pronto metafísico propiamente dicho a la edad moder- festar que no hay otra realidad que
y gnoseológico— de un modo muy na, pues aun cuando en ésta no se la del sujeto o la conciencia. Esta úl-
general. Nos referiremos luego a va- eliminan los motivos teológicos, van tima posición es también idealista,
rias manifestaciones del idealismo cobrando decisiva importancia los mo- pero es sólo una de las posibles posi-
moderno, e introduciremos luego va- tivos gnoseológicos — y las tesis meta- ciones idealistas. Con el fin de en-
rios esquemas clasificatorios. Estos úl- físicas derivadas de tales motivos o es- tender las posiciones más fundamen-
timos hubiesen podido introducirse trechamente relacionadas con ellos. tales dentro del idealismo procedere-
después del tratamiento general, pero Considerando, pues, el idealismo mos ahora a dar algunos ejemplos del
estimamos que el significado de los primariamente como idealismo moder- idealismo moderno.
diversos adjetivos que se emplean en no, y teniendo en cuenta que el punto Se suele considerar como idealistas
los esquemas de referencia resultará de partida del pensamiento idealista a autores como Descartes, Malebran-
más claro después de haber expuesto es el "sujeto", puede decirse que tal che, Leibniz, Kant, Fichte, Schelling,
algunos caracteres generales y varios idealismo constituye un esfuerzo por Hegel. En general, el idealismo mo-
caracteres más particulares del idea- responder a la pregunta: "¿Cómo derno coincide con el llamado "ra-
lismo. pueden conocerse, en general, las co- cionalismo continental" — si bien den-
El rasgo más fundamental del idea- sas?" Ello indica que hay en el idea- tro de éste hay autores como Spinoza,
lismo es el tomar como punto de par- lismo —y, en general, en la filosofía que no son propiamente idealistas, a
tida para la reflexión filosófica no "el moderna— una cierta actitud que Or- la vez que en el llamado "empirismo
mundo en torno" o las llamadas "co- tega y Gasset ha calificado de "onto- inglés" (frecuentemente contrapuesto
sas exteriores" (el "mundo exterior" fobia" (una especie de "horror a la al "racionalismo continental") hay
o "mundo externo"), sino lo que lla- realidad"), en oposición a la actitud autores como Berkeley, que son clara-
maremos desde ahora "yo", "sujeto" que el mismo autor ha calificado de mente idealistas. Ahora bien, tanto
o "conciencia" — términos que usare- "ontofilia" (una especie de "amor a la "dosis" de idealismo como el ca-
mos un tanto como abreviaturas, pues la realidad"). El idealismo es, pues, rácter de éste cambia en los distintos
en ciertos casos podrían, y aun debe- fundamentalmente "desconfiado" y, autores citados. Por ejemplo, hay to-
rían mejor, emplearse vocablos como por consiguiente, esencialmente "cau- davía en Descartes ciertos "residuos
'alma', 'espíritu', 'pensar', 'mente', teloso". Tal desconfianza no afecta realistas"; en cambio, estos residuos
etc. Justamente porque el "yo" es únicamente a la llamada "realidad son imperceptibles en Kant y prácti-
fundamentalmente "ideador", es de- sensible", pues tal ocurría asimismo camente inexistentes en Fichte. En
cir, "representativo", el vocablo 'idea- en el "platonismo" y en el agustinis- cuanto al carácter del idealismo, pue-
lismo' resulta particularmente justifi- mo. La desconfianza en cuestión se de verse en las doctrinas correspon-
cado. En efecto, aquello de que se manifiesta hacia todo lo real o, mejor dientes de cada uno de los filósofos.
parte es, para emplear el vocabulario dicho, hacia todo lo que "pretende" Remitimos, pues, a los artículos a ellos
de Schopenhauer, "la representación ser real, incluyendo, por tanto, lo in- dedicados. Pero como en tales artícu-
del mundo" y no "el mundo". Así, el teligible o los supuestos modelos de los los motivos idealistas no están
idealismo comienza con el "sujeto". la realidad sensible. La pregunta: siempre bien destacados procedemos
Se ha dicho por ello que el idealismo "¿Cómo pueden conocerse, en gene- a una rápida caracterización de los
no ha comenzado con la filosofía mo- ral, las cosas?" no es por ello simple- rasgos idealistas en varios pensadores
derna, sino con el cristianismo y en mente una pregunta gnoseológica, sino desde Descartes hasta la época con-
particular con el pensamiento de San también, y a veces sobre todo, una temporánea. El desarrollo de estos
Agustín. Es la tesis de Heinz Heim- pregunta metafísica. En efecto, en tal rasgos podría dar lugar a una "histo-
soeth (entre otros). Según este autor, pregunta se presupone que las cosas ria del idealismo".
hay idealismo desde el momento en que se declararán "reales" serán fun- En Descartes —llamado a veces "el
que, a diferencia de la ontología "clá- damentalmente las que se admitirán primer idealista" y, en todo caso,
sica" o "antigua", se destaca la reali- como "cognoscibles", y en particular "el primer idealista moderno"— el
dad de la persona como "intimidad" como cognoscibles con plena seguri- idealismo consiste primariamente en
'y se afirma que el alma es heterogé- dad, según completa evidencia poseí- arraigar toda evidencia en el Cogito
nea con respecto al mundo — cuando da por el sujeto cognoscente. (véase COGITO, ERGO SUM). Ello no
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significa que se niegue la existencia y se identifica la posibilidad del co- que mientras en el idealismo fenome-
del mundo exterior (v.); sólo se pone nocimiento del objeto con la posibili- nológico "la conciencia pura se pre-
de relieve que el mundo exterior no dad del objeto mismo, el realismo senta . . . como una multitud de suje-
es simplemente un "dato" del cual se parece desvanecerse. tos individuales puros (mónadas)",
parte. El mundo exterior es puesto en Tal realismo se desvanece por com- en el idealismo trascendental hay sólo
paréntesis para ser ulteriormente jus- pleto, o casi por completo, en Fichte "una conciencia pura, única y numé-
tificado. Como ello tiene lugar me- y luego (por razones distintas) en ricamente distinta". Por otro lado, se
diante el "rodeo" de Dios, puede de- Schopenhauer. Aunque el llamado habla (no siempre con justificación)
cirse que el idealismo cartesiano es "idealismo alemán" postkantiano ofre- de un idealismo en autores como
sólo relativo. Aunque la idea de Dios ce muy diversos aspectos en sus gran- Ernst Mach, especialmente en tanto
aparece en la conciencia y en el suje- des representantes, es característico de que han defendido un "percepcionis-
to, aparece en ellas como la realidad, todos ellos el haber prescindido de la mo" puro y un "neutralismo" ontoló-
el ens realissimum. "cosa en sí" (v. ) kantiana. Por eso se gico. Muchos marxistas, en todo caso
En Leibniz, el idealismo aparece estima a veces que el auténtico idea- (por ejemplo, Lenín), han atacado a
bajo forma monadológica y es, en ri- lismo coincide con tal idealismo ale- Mach ( y a Avenarius y otros autores)
gor, un espiritualismo y también un mán postkantiano. En tal idealismo como "idealistas"; además, han ha-
pampsiquismo. Como sólo las móna- el "mundo" es equiparado con "la blado (en relación con Deborin) de
das son reales, hay que sostener la representación del mundo", lo cual no "idealismo menchevizante", expresión
idealidad del espacio y del tiempo y, significa la representación subjetiva y que solamente tiene sentido dentro del
en general, de muchas de las llama- empírica. De hecho, más que de una desarrollo de la filosofía soviética
das "relaciones". En cierto modo, el representación se trata de un repre- (VÉASE).
idealismo de Leibniz es menos obvio sentar, es decir, de una "actividad re- En virtud del creciente predominio
que el de Descartes. En todo caso, no presentante" que condiciona el mun- de corrientes realistas de todas clases
es un idealismo subjetivo, ni siquiera do en su mundanidad. en la filosofía contemporánea, se ha
en el sentido cartesiano de "sujeto". El idealismo contemporáneo —en- declarado a veces que el idealismo
En cambio, el idealismo es subjetivo tendiendo por el mismo las corrientes "ha fenecido". Algunos autores, como
y hasta, en cierto modo, "empírico" idealistas a partir de las dos postreras G. E. Moore, han intentado refutar el
en Berkeley, en cuanto la realidad se décadas del siglo xrx— ha adoptado idealismo por medio del sentido co-
define como el percibir y el ser per- muy diversas formas, pero en la ma- mún. Otros autores, como Nicolai
cibido (véase ESSE EST PERCIPI). yor parte de los casos se ha fundado Hartmann, Urban, etc., se han pro-
En el centro del pensamiento idea- en uno de los tipos de idealismo ma- puesto "superar" el idealismo — no
lista se encuentra Kant. Éste rechaza nifestados durante la época moderna. menos que el realismo. Esta "supe-
el idealismo problemático de Descar- Se han considerado como idealistas ración de idealismo y realismo" apa-
tes y el idealismo dogmático de Ber- las corrientes neokantianas y neohege- rece asimismo, cuando menos en in-
keley, si bien encuentra el primero lianas a que nos hemos referido en los tención, en la obra de autores como
más justificado que el segundo. Pero artículos Neokantismo y Hegelianismo Ortega y Gasset y Heidegger (véase
el rechazo de estas formas de idealis- (VÉANSE). Ejemplos de ellas son el EXTERNO). Podrían mencionarse otras
mo no le impide formular su propio llamado idealismo "anglo-norteameri- muchas críticas del idealismo (por
idealismo, el único que estima acep- cano" (Bradley, Bosanquet, Royce, ejemplo, Ottaviano). Sin embargo,
table: el idealismo trascendental. Éste Bowne), el idealismo de las Escuelas aunque es indudable que el idealismo
consiste en poner de relieve la función de Badén (v.) y Marburgo (v.), el idea- ha perdido la gran fuerza que tuvo
de lo "puesto" en el conocimiento. lismo francés (Renouvier, Brunschvicg, durante gran parte de la época mo-
El idealismo trascendental (o formal) Lalande, Hamelin), el idealismo ita- derna y en la filosofía contemporánea
kantiano se distingue, pues, de lo que liano, principalmente el actualismo entre aproximadamente 1870 y 1914,
Kant llama "idealismo material" en (v. ). A estas corrientes hay que agre- no puede decirse que ha desaparecido
que no es incompatible con el "rea- gar autores o movimientos que se han por completo. Y ello no sólo porque
lismo empírico", antes bien alcanza a declarado específicamente idealistas hay todavía autores influyentes que
justificar este último. No se afirma, (como Collingwood) y autores o mo- de algún modo pertenecen a la tradi-
por tanto, que los objetos externos no vimientos que sin declararse idealistas ción idealista (Cassirer, Collingwood,
existen, o que su existencia es proble- ostentan no pocos rasgos de esta di- etc.), sino también y, sobre todo, por-
mática; se afirma únicamente que la rección (René Le Senne, Louis Lave- que aun dentro de corrientes no idea-
existencia de los objetos externos no Ile y otros). Sin embargo, ello no listas surgen de vez en vez problemas
es cognoscible mediante percepción agota el idealismo contemporáneo. que no pueden tratarse debidamente
inmediata. El idealismo trascendental Por un lado, ha habido el llamado sin tener en cuenta ciertos modos de
kantiano no funda el conocimiento en "idealismo fenomenología)" de Hus- formularlos y entenderlos por filósofos
lo dado (VÉASE), sino que en todo serl, el cual se distingue claramente idealistas. Así ocurre con el problema
caso hace de lo dado una función de del idealismo trascendental defendido de la función de la conciencia (o el
lo puesto. Ahora bien, cuando se lleva por los neokantianos (Rickert, Cohén "sujeto") en el conocimiento, inclusi-
a sus últimas consecuencias la doctri- y otros). Una de las diferencias más ve si se admite que hay primariamen-
na kantiana de la constitución (véase importantes entre los dos tipos de te algo que conocer. Si la conciencia
CONSTITUCIÓN Y CONSTITUTIVO) del idealismo ha sido señalada por Theo- o el sujeto no se limitan a reflejar lo
objeto como objeto del conocimiento dor Celms (op. cit. infra) al indicar real, hay un momento de "constitu-
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ción" de éste que parece inevitable.
Por otro lado, no puede darse simple-
mente por supuesto que hay lo real y
que es como es, o como aparece. Aun
reducido a un mínimo —el aspecto de
"crítica del conocimiento"— el idea-
lismo parece que puede todavía ejer-
cer alguna función en el pensamiento
filosófico.
En lo que toca a la clasificación de
las corrientes o formas del idealismo,
nos limitaremos a apuntar algunos
modos de ordenar estas corrientes o
formas.
Primero, puede hablarse de idealis-
mo gnoseológico (o primariamente
gnoseológico ) e idealismo metafísico
(o primariamente metafísico). El idea-
lismo gnoseológico resulta de un exa-
men de las condiciones del conoci-
miento y no presupone ninguna tesis
sobre la estructura de la realidad. El
idealismo metafísico, en cambio, re-
sulta de un supuesto sobre la estruc-
tura de lo real en cuanto éste está
ligado a la conciencia o depende in-
clusive de la conciencia. En la mayor
parte de los casos el idealismo gno-
seológico está mezclado con el meta-
físico, y lo único que puede hacerse
es tratar de ver qué "dosis" hay de
uno u otro en una determinada doc-
trina.
Segundo, puede hablarse, como hi-
zo Dilthey, de un "idealismo objetivo"
y de un "idealismo de la libertad".
El idealismo objetivo sostiene que la
realidad está constituida por una tra-
ma de conceptos, los cuales constitu-
yen a su vez la llamada "conciencia"
en cuanto "conciencia trascendental".
El idealismo de la libertad sostiene
que el ¡fundamento del conocimiento
de lo real, y hasta lo real mismo, se
hallan en una conciencia activa y es-
pontánea que es esencialmente "ejer-
cicio de libertad". Un ejemplo de
idealismo objetivo (llamado también
a veces "lógico") es el de Hermann
Cohén; un ejemplo de idealismo de la
libertad es el de Fichte.
Finalmente, puede hablarse de di-
versas formas de idealismo sin esta-
blecer contraposiciones entre ellas.
Tal ocurre cuando se adjetiva el tér-
mino 'idealismo' con los adjetivos ya
usados antes: "subjetivo", "empírico",
"objetivo", "lógico", "trascendental",
"problemático", "metódico", "dogmá-
tico", "gnoseológico", "metafísico",
"crítico", "fenomenológico", "actualis-
ta", "absoluto", etc. Sería largo descri-
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lismus. Jahrbuch für die idealistische filosóficas, los estilos artísticos, las Zeller (Vols. I-XLI, 1888-1942 [los
Philosophie, ed. E. Harms (I, 1934). concepciones científicas, etc. En efec- últimos vols, bajo la dirección de Ar-
IDEAS ( H I S T O R I A DE LAS). to, las ideas de referencia subyacen thur Stein con un comité editorial
Desde un tiempo a esta parte se ha en esferas muy diversas y permiten formado por B. Groethuysen, E. Cas-
suscitado gran interés por lo que se establecer conexiones que de lo con- sirer, A. Koyré, E. Spranger et. al];
ha llamado "historia de las ideas". trario permanecerían ignoradas. reanudada con el vol. XLII en 1960
Nos referiremos a ella por la estrecha Se puede advertir que la historia bajo la dirección de Paul Wilpert y
relación que tiene, o puede tener, con de las ideas es a la vez un fragmento Glenn Morrow). Algunos de estos
la historia de la filosofía en general de la historia de la filosofía y un es- trabajos son de historia de conceptos,
y con la historia de conceptos y tér- tudio previo a esta última historia. de términos o expresiones filosóficas,
minos filosóficos en particular. Está relacionada con lo que se ha lla- historia espiritual, y hasta lo que lue-
Aunque ha habido trabajos de his- mado "protofilosofía" (VÉASE), con go se llamará "historia de las ideas".
toria de las ideas desde hace ya mu- el estudio de las formas o tipos de Si se recorren los trabajos publicados
cho tiempo, sólo con Arthur O. Lo- pensar (véanse PENSAR, PERIFILOSO- en el Journal of títe Hisfory of Ideas,
vejoy (v.) se ofreció un programa FÍA, TIPO) y con las investigaciones fundado por Lovejoy en 1941, nos en-
suficientemente completo para el es- de concepción del mundo (véase contramos con análoga dificultad: los
tudio de la historia de las ideas. Love- MUNDO [CONCEPCIÓN DEL]). Hay re- trabajos incluidos son, en principio, de
joy presentó tal programa en la intro- laciones estrechas entre la historia de historia de las ideas, pero los hay que
ducción a su libro The Great Chain las ideas y la llamada Geistesgeschich- ofrecen los otros aspectos citados, o
of Being ( 1936 [The William James te ("historia espiritual") en el sentido una combinación de ellos. Igual ocu-
Lectures. Harvard University 1933]) de Dilthey y sus discípulos (véase rre con los trabajos incluidos en el
— en el que estudió la "idea" de "la ESPÍRITU, ESPIRITUAL). De hecho, los Archiv für Begriffsgeschichte. Bau-
gran cadena del ser" en cuanto vincu- autores que han llevado a cabo inves- steine zu einem historischen Worter-
lada a las nociones del ser, perfección, tigaciones de "historia espiritual" en buch der Philosophie, publicado (no
jerarquía, plenitud y otras simila- el sentido de Dilthey (así, por ejem- periódicamente) desde 1955 bajo la
res. Según Lovejoy, junto a la histo- plo, B. Groethuysen, Georg Misch) dirección de Erich Rothacker (un dis-
ria intelectual de un período, y junto pueden alegar que la historia de las cípulo de Dilthey); con las investiga-
a la historia de sistemas y tendencias ideas del tipo propuesto por Lovejoy ciones del tipo de las de Diettrich
o movimientos filosóficos, hay la po- es sólo un aspecto de la "historia es- Mahnke y Georges Poulet sobre el
sibilidad de una historia de ciertas piritual". motivo o concepto del círculo y de la
"unidades" o "unidades-ideas" (unit- La historia de las ideas y lo que se esfera (v. ); con las publicaciones pre-
ideas) [lo que podría llamarse "mo- ha calificado de "historia de los con- sentadas bajo la serie de los Archives
noideas"] que se obtienen cuando se ceptos filosóficos" no coinciden siem- Internationales d'Histoire des Idées -
analizan o descomponen sistemas, ten- pre. La historia de los conceptos International Archives of thé History
dencias o hasta "espíritus de una épo- filosóficos es en un sentido menos of Ideas, bajo la dirección de P. Di-
ca" en ciertos elementos intelectuales "básica" y en otro sentido más "com- bon y R. Popkin; y hasta con trabajos
últimos y a la vez constituyentes. No pleja" que la historia de las ideas. Sin llevados a cabo desde el punto de
todo tema o concepto es para Lovejoy embargo, una idea como la de "per- vista histórico-semántico, tales como
una "idea" en el sentido propuesto. fección" es a la vez una idea y un (para mencionar un solo ejemplo) el
Así, por ejemplo, "la idea de Dios" concepto filosófico; sólo ocurre que de Leo Spitzer: Classical and Chris-
no es una "idea", por cuanto bajo una tratada como concepto filosófico apa- tian Ideas of World Harmony ( 1963,
concepción, o, a fortiori, varias con- rece más "aislada" que tratada como ed. A. G. Hatcher) a base del análi-
cepciones, de Dios pueden encontrar- idea. sis de las variaciones semánticas del
se o rastrearse "ideas" más elementa- A la historia de las ideas puede término S í i m m w n g . Aunque puede
les de las cuales está formada tal agregarse la historia de la terminolo- usarse para clasificar estos y otros tra-
concepción o concepciones. Tampoco gía filosófica tal como ha sido pro- bajos la expresión 'historia de las
son ideas las tendencias o movimien- puesta y desarrollada por Rudolf ideas' en un sentido bastante general
tos. Las "unidades persistentes, o re- Eucken (v.). y, en todo caso, más amplio, o más
currentes, de la historia del pensa- La dificultad de distinguir entre complejo, que el que tiene en Love-
miento" que son las "ideas" pueden historia de las ideas, historia espiri- joy, hay que especificar en cada caso
ofrecer, sin embargo, muy diversos tual, historia de los conceptos filosó- cuál es la orientación principal de tal
aspectos. Pueden ser "supuestos no ficos, etc., se manifiesta en el hecho "historia".
completamente explícitos"; "motivos de que en muchos casos no puede Se ha discutido a veces en qué pro-
dialécticos" que "encaminen" u determinarse exactamente a qué tipo porción la historia de las ideas, de los
"orienten" el pensar; términos-claves de investigación pertenece un trabajo conceptos filosóficos, etc., puede es-
o expresiones-claves, etc. histórico dado. Para darse cuenta de tudiarse como si se tratara de elemen-
Examinar tales "ideas" requiere, esta dificultad basta recorrer la serie tos aislados, o relativamente aislables,
pues, previamente "aislarlas". Pero a de trabajos publicados en el Archiv del contexto humano en el cual están
la vez requiere relacionar entre sí muy für Geschichte der Philosophie, diri- efectivamente insertados. Los autores
diversas esferas que usualmente se gido por Ludwig Stein, en colabora- que se han consagrado a la Geiste-
mantienen separadas — esferas tales ción con Hermann Diels, Wilhelm sgechichte han solido entender esta
como las creencias religiosas, las ideas Dilthey, Benno Erdmann y Eduard "historia espiritual" no sólo como his-
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toria humana, sino inclusive como en el llamado principio lógico de iden- posición de pura lógica y, además,
historia de aquello que permite com- tidad, el cual es considerado por mu- una simple tautología o, si se pre-
prender efectivamente las variaciones chos lógicos de tendencia tradicional fiere, un enunciado analítico según la
humanas en el curso de la historia. como el reflejo lógico del principio nomenclatura de Kant. Pero desde el
Pero no siempre ha quedado bien cla- ontológico de identidad, y por otros instante en que se agrega a ello la
ro en qué medida una misma "idea" lógicos como el principio 'a pertenece consideración del tiempo, el concep-
puede entenderse como "mera idea" o a todo a (lógica de los términos) o to se desdobla, por así decirlo, pues
como "un (humano) hacerse cargo" bien como el principio 'si ρ [donde fuera del sentido analítico adquiere,
de ella. La distinción queda aclarada 'p' simboliza un enunciado declara- como certeramente lo ha dicho Spir,
si se considera la noción de "idea" en tivo], entonces p' (lógica de las pro- un sentido sintético." Es analítico
contraste con la noción de "creencia" posiciones). Algunos autores han ha- "cuando expresa simplemente el re-
propuesta por Ortega y Gasset. Nos blado también del principio psicoló- sultado de un análisis del concepto;
hemos referido a este punto en el ar- gico de identidad, entendiendo por sintético, por el contrario, cuando es
tículo CREENCIA. Más detalladamente él la imposibilidad de pensar la no entendido como una afirmación re-
hemos tratado la cuestión en el ar- identidad de un ente consigo mismo, lativa a la naturaleza de los objetos
tículo IDEOMA (v. ), término propues- pero, como hemos hecho con la no- reales. Mas esta relación entre el
to por Ortega para distinguirlo de ción de contradicción, excluiremos principio de la razón determinante y
'draoma'. aquí este último sentido. Nos limita- el de identidad era ya perfectamente
IDEATUM. Puede llamarse, en ge- remos, pues, en este artículo a un clara para Leibniz, como puede ad-
neral, ideatum (lo "ideado") al resul- examen de los sentidos ontológico (o vertirse por la exposición de Couturat
tado de un proceso de ideación (VÉA- metafísico) y lógico de la identidad. y como, por lo demás, lo indica el
SE). Ideatum es lo contenido en la Advertiremos, por lo demás, que su modo como Leibniz establece un pa-
idea. Puede ser, pues, según los casos, separación mutua no resulta fácil; en ralelo entre los dos principios en el
lo representado, la esencia formal de el curso de la historia de la filosofía pasaje aludido" (Cfr. bibliografía).
una cosa, etc. Santo Tomás indica que ambos sentidos se han entremezclado Formas menos extremas, pero no
la idea se entiende en relación con el —y aun confundido— con frecuen- menos iluminadoras, de la concep-
cia. De todos modos, en los prime- ción citada se hallan asimismo en al-
ideatum. Sin embargo, la idea y el
ros párrafos nos referiremos princi- gunas obras de Platón, especialmente
ideatum no tienen por qué ser simi-
palmente al aspecto ontológico y en en varios de sus últimos diálogos
lares según la conformidad con la
los últimos al aspecto lógico. (dialécticos) en los cuales la influen-
naturaleza, sino que necesitan ser si- Ha sido común en gran parte de cia de Parménides se hace patente.
milares solamente según la represen- la tradición filosófica considerar que Ahora bien, en numerosas ocasiones
tación ( secundum repraesentationem el fundamento del principio lógico de se ha procurado descubrir que, aun-
tantum). Es suficiente, por tanto, que identidad se encuentra en el princi- que fundada en la razón identifica-
la idea re-presente el ideatum y que pio ontológico, o bien que ambos son dora que no se detiene hasta llegar
éste sea re-presentado por la idea. Se- aspectos de una misma concepción: a la equiparación del ente con lo
gún Santo Tomás, la ¡dea de algo aquella según la cual siempre que se uno, hay diversos modos de consi-
compuesto puede ser simple, y la idea habla de lo real se habla de lo idén- derar la identidad. Es lo que sucede
de algo potencial es actual, es decir, tico. Una forma extrema de esta con- en los comentarios griegos de Aris-
una idea actual de algo potencial (De cepción se encuentra en Parménides. tóteles y luego en varios escolásticos.
vertíate, q. 3, a 5, ad 2 ) . La identidad sería en este caso el El propio Estagirita no dedicó gran
Spinoza mantiene que la idea pre- resultado de una cierta tendencia de atención a la cuestión de la identi-
senta en el orden del pensamiento los la razón — o por lo menos de esa dad; ni en los escritos lógicos ni en
mismos caracteres que el ideatum (el "razón identificadora" que ha sido la Metafísica se halla un análisis de
objeto de la idea) ofrece en el orden tan corriente en la historia de la filo- ella que pueda parangonarse con el
de la realidad (De em. int., 41). La sofía. Particularmente interesantes son proporcionado sobre el principio de
idea debe concordar con su ideatum al respecto las indagaciones de Me- contradicción. Pero dicho autor tiene
(ibid., 42), o sea, la idea debe con- yerson. Habla este autor, en efecto, por lo menos conciencia de que las
venir con lo que representa: idea vera de la identidad como de aquella in- formas en que puede hablarse de
débet cum suo idéalo convenire (Eth., evitable tendencia de la razón a re- identidad son varias. Así cuando dice
I, axioma vi). ducir lo real a lo idéntico, esto es, que la identidad es "una unidad de
IDENTIDAD. Lo mismo que el a sacrificar la multiplicidad a la iden- ser, unidad de una multiplicidad de
concepto de contradicción (VÉASE), tidad con vistas a su explicación. El seres o unidad de un solo ser tratado
el de identidad ha sido examinado principio de causalidad es así, según como múltiple, cuando se dice, por
desde varios puntos de vista. Los dos Meyerson, el principio de identidad ejemplo, que una cosa es idéntica a
más destacados son el ontológico (ya aplicado a la existencia de los obje- sí misma", o bien cuando formula
sea ontológico formal, ya metafísi- tos en el tiempo, y es el caso más —no siempre claramente— diversas
co) y el lógico. El primero es paten- característico de esta identificación a leyes de la lógica de la identidad, o
te en el llamado principio ontológico que tiende tanto la ciencia como el bien, finalmente, cuando habla de la
de identidad (A — A), según el cual pensamiento común. "Afirmar que un identidad desde el punto de vista de
toda cosa es igual a ella misma o objeto es idéntico a sí mismo —es- la igualdad (matemática). Por una
ens est ens. El segundo se manifiesta cribe dicho autor— parece una pro- vía semejante siguieron las investiga-
903
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ciones escolásticas sobre la noción de la noción de substancia. Hume consi- es definido como "lo idéntico consigo
identitas. Si bien parece haber un deró que el problema de la identidad mismo" parece no decirse nada sobre
fundamento común de la identidad personal (y, por extensión, el proble- lo Absoluto. Pero la "identidad con-
—la "conveniencia de cada cosa con- ma de cualquier identidad substan- creta" de lo Absoluto no es una iden-
sigo misma"—, puede hablarse de cial) es insoluble, y se contentó con tidad vacía. En suma, la identidad no
identidad en varios sentidos: identi- la relativa persistencia de haces de expresa (o, más exactamente, no ex-
dad real, identidad racional o formal, impresiones en las relaciones de seme- presa solamente) en Hegel una rela-
identidad numérica, específica, gené- janza, contigüidad y causalidad de las ción vacía y abstracta, y tampoco una
rica, intrínseca, extrínseca, causal, pri- ideas. relación concreta pero carente de ra-
maria, secundaria, etc. Por debajo de Kant aceptó las consecuencias de zón, sino un universal concepto, una
estas distinciones ha latido, sin em- la crítica de Hume contra la concep- verdad plena y "superior", que ha
bargo, con gran frecuencia la idea ción racionalista de la identidad, pero "absorbido" las identidades anterio-
de que todas las formas de identidad no la solución de Hume. La identidad res. En rigor, ya la forma del princi-
pueden reducirse a dos: la identidad se hace en Kant trascendental en tan- pio de identidad indica, según Hegel,
lógica o formal, y la identidad onto- to que es la actividad del sujeto tras- que hay en él más que una identidad
lógica o real. cendental la que permite, por medio simple y abstracta; hay el puro mo-
Según hemos visto, la última es de los procesos de síntesis, identificar vimiento de la reflexión (reine Bewe-
considerada con frecuencia como el diversas representaciones (en un con- gung der Reflexión) en el que "lo
fundamento de la primera. Pero el cepto). El problema de la identidad otro" surge como "apariencia".
proceso inverso no está excluido, co- parece insoluble (o su solución arbi- En la filosofía contemporánea se
mo lo muestran diversas manifesta- traria) cuando pretendemos identifi- ha examinado el problema de la iden-
ciones del racionalismo moderno, en car cosas en sí. Por otro lado, la solu- tidad de muy diversos modos. Una
particular durante el siglo xvn. En ción es insatisfactoria como cuando, cuestión muy debatida ha sido la de
todo caso, no ha sido común en el siguiendo a Hume, fundamos la iden- la "identidad personal". Otra cuestión
pasado distinguir explícitamente entre tidad en la relativa persistencia de las disputada ha sido la de la identifica-
el aspecto ontológico y el lógico de impresiones. En cambio, la identidad ción de "objetos", la cual puede ser
la identidad; muchas veces la inves- aparece asegurada cuando no es ni —como ha señalado Quine— identifi-
tigación de las leyes lógicas de la empírica ni metafísica, sino trascen- cación de objetos concretos (por
identidad se han llevado a cabo al dental. Más todavía, sólo la noción ejemplo, un río), en el curso de la
hilo de un doble análisis ontológico trascendental de la identidad hace po- cual se usan términos singulares, o
y lógico, sin que pueda determinarse sible, según Kant, un concepto de identificación de objetos abstractos
exactamente qué sentido de la identi- identidad. Ello se aplica no solamente (por ejemplo, un cuadrado), en el
dad ha resultado primario. Esto ha a las representaciones externas, sino curso de la cual se usan términos ge-
ocurrido inclusive en quienes, como también a la cuestión de la "identi- nerales. Heidegger ("Der Satz der
Leibniz, han dedicado a la lógica de dad numérica" de la conciencia de mí Identitat", en Identitat und Differenz,
la identidad gran atención: el prin- mismo en diferentes momentos (K. r. 1957, págs. 15-34) indica que la
cipio leibniziano de la identidad de V., A 361 y sigs.). No hay un subs- fórmula A = A se refiere a una igual-
los indiscernibles (VÉASE) es la for- tracto metafísico de la identidad per- dad ( Gleichheit ) , pero no dice que A
mulación de una de las leyes de la sonal que pueda ser demostrado por sea como "lo mismo" (dasselbe). La
lógica de la identidad y a la vez un la razón. Pero la identidad personal identidad supone que la entidad con-
principio ontológico (o metafísico). aparece en la razón práctica como una siderada es igual a sí misma o, como
Hume (Treatise, IV, v) criticó la forma de postulado — si la inmortali- escribía Platón, autb δ' έαυτφ ταύτον,
noción tradicional del yo (self) ale- dad es un postulado de la razón prác- que es lo mismo con respecto a sí
gando que la idea de esta supuesta tica, debe implicar la identidad per- misma. En la identidad propiamente
entidad no se deriva de ninguna "im- sonal del ser inmortal. dicha hay la idea de la "unidad con-
presión" (VÉASE) sensible. Penetrar Los idealistas postkantianos hicieron sigo misma" de la cosa — idea ya per-
en el recinto del supuesto "yo" equi- de la identidad un concepto central ceptible en los griegos, pero desarro-
vale a encontrarse siempre con alguna metafísico. Así ocurrió especialmente llada solamente con Leibniz y Kant,
percepción particular; los llamados en Schelling, uno de cuyos sistemas y sobre todo con los idealistas alema-
"yos" son sólo haces o colecciones se basa en la identidad de sujeto y nes: Fichte, Schelling y Hegel. Desde
(bundles) de diferentes impresiones. objeto. La identidad es aquí no sólo éstos no podemos ya representarnos la
Para "aguantar" la persistencia de las un concepto lógico, ni sólo el resulta- identidad como mera unicidad (Einer-
percepciones se imagina un alma, yo do de representaciones empíricas uni- lei). La unicidad es puramente abs-
o substancia subyacentes a ellas; se ficadas por medio de la conciencia de tracta y nada dice del "ser sí mismo
supone, además, que hay en un agre- la persistencia, sino un principio que con" a que el "principio de identi-
gado de partes en relación mutua, aparece lógicamente como vacío, pero dad" se refiere metafísicamente. Co-
"algo misterioso que relaciona las par- que metafísicamente es la condición mo ley del pensar, el citado principio
tes independientemente de tal rela- de todo ulterior "desarrollo" o "des- es válido sólo "en cuanto es una ley
ción". Pero como, según Hume, tales pliegue". Hegel distingue entre la del ser, que enuncia: A todo ente
imaginaciones y suposiciones carecen identidad puramente formal del en- como tal pertenece la identidad, la
de base, debe rechazarse la idea de tendimiento y la identidad rica y con- unidad consigo misma" (die Einheit
que hay una identidad metafísica en creta de la razón. Cuando lo Absoluto mit ihm selbst).
904
IDE IDE IDE
Nos ocuparemos ahora de la noción de la Tierra. Como todas las lógicas, En cuanto al álgebra de relaciones,
de identidad estrictamente dentro de la de identidad comprende varias le- la fórmula:
la lógica. yes. Mencionaremos aquí dos a guisa R=S
Ante todo, el llamado "principio de de ilustración. Una es la ley de subs- se lee:
identidad" es presentado como una tituitividad de la identidad, que se La relación R es idéntica a
ley de la lógica sentencial, o de la formula: la relación S,
lógica proposicional y, por tanto, como (x) (y) (x = y^(Fx = Fy)), con lo cual se expresa que:
una taulogía. He aquí dos leyes de
identidad en la citada lógica: por la cual se ve que dos entidades, R=S
χ e y, son idénticas si lo que es ver- se define mediante:
P=>P dad de una es verdad de la otra.
que se lee: (x)(y)(xRy = xSy).
Suponiendo que V se lee 'Cervantes',
si p, entonces p, que y se lee 'el autor del Quijote' Ejemplo de identidad de clases es:
y _ y que 'F' se lee 'el más famoso no- La clase de los números pri-
P=P velista español del Siglo de Oro', ten- mos es idéntica a la clase
que se lee: dremos que si Cervantes es el autor de los números que sólo son
p si y sólo si p, del Quijote habrá equivalencia entre divisibles por sí mismos y
donde, una vez más, 'p' simboliza un la afirmación de que Cervantes es el por 1.
enunciado declarativo. Observemos más famoso novelista español del Si- Ejemplo de identidad de relacio-
que esta concepción de la identidad glo de Oro y la afirmación de que nes es:
fue anticipada ya por los estoicos; el autor del Quijote es el más famoso
según Lukasiewicz, dichos filósofos novelista español del Siglo de Oro. La relación criado de es
formularon el principio de identidad Cuando la citada ley se formula in- idéntica a la relación servi-
en la lógica de los enunciados, en tan- dicándose que las entidades en cues- dor masculino de.
to que Alejandro de Afrodisia (in tión son idénticas si tienen las mismas
anal. pr. comm, Wallies, 34) lo for- propiedades, nos encontramos enton-
muló, a base de la doctrina aristo- ces ante la expresión lógica del prin-
télica, en la lógica de los términos. cipio leibniziano de los indiscernibles,
En efecto, el principio 'si lo primero, expresión que requiere cuantificar el
entonces lo primero' contiene, según predicado. Otra ley es la de transiti-
Lukasiewicz, una constante ' s i . . . en- vidad, que se formula:
tonces' y una variable proposicional (x) (y) (z) ((x— y . y = z) r> χ — ζ),
'p', lo cual equivale a decir que
para 'p' sólo puede darse una propo- por la cual se ve que si dos entidades
sición con sentido, como en 'Si es son iguales a una tercera son iguales
de día, entonces es de día'. En cam- entre sí. Suponiendo que 'x' se lee
bio, el principio expuesto por Ale- 'Dostoïevski', 'y' se lee 'el autor de
jandro de Afrodisia: 'todo α es α' ο El idiota' y 'z' se lee 'el más profun-
bien 'a pertenece a todo a, contiene do de los novelistas rusos', tendremos
una constante 'todo... es' y una va- que si Dostoïevski es el autor de El
riable de un término, 'a. Concluire- idiota, y el autor de £2 idiota es el
mos indicando que el principio estoico más profundo de los novelistas rusos,
citado puede considerarse también entonces Dostoïevski es el más pro-
como un principio metalógico, por fundo de los novelistas rusos.
cuanto constituye uno de los inde- Terminaremos indicando que la
mostrables (VÉASE). identidad es una de las operaciones
En segundo lugar, la noción de que pueden efectuarse en el álgebra
identidad es desarrollada en la lla- de clases y en el álgebra de relacio-
mada lógica de la identidad. Junto nes. El signo usado para expresar la
a los signos de la lógica cuantifica- identidad en ambas álgebras es tam-
cional esta lógica emplea los signos bién ' = '. En el álgebra de clases la
' = ' ( que se lee 'es', 'es idéntico a' fórmula:
'es igual a', 'es equivalente a', etc.), A —Β
y ' φ ' ( que se lee 'no es', 'es dis- se lee:
tinto de", 'es diferente de', etc.). La clase A es idéntica
Ejemplo de enunciado perteneciente a la clase B,
a tal lógica es: con lo cual se expresa que cada miem-
La Luna es el satélite de la bro de la clase A es miembro de la
Tierra clase B, y cada miembro de la cla-
donde 'es' equivale a 'es idéntico a', se Β es miembro de la clase A. La
estableciéndose, por consiguiente, una identidad entre clases se define:
identidad entre la Luna y El satélite A=B = d e f . ( x ) ( x e A = xeB).
905
IDE IDE IDE
autor, pero principalmente en Identité rier, Saint-Simon y hasta Comte ideas políticas. En un sentido más
et Réalité 1908 (trad, esp.: Identidad (VÉANSE). No son ajenos al movimien- general Hegel señaló la posibilidad
y realidad, 1929). La cita del texto de to "ideológico" ciertos "filósofos del de que la conciencia se separara de sí
Meyerson procede de la pág. 18. El yo interior", como Maine de Biran. misma en el curso del proceso dialéc-
pasaje de Leibniz aludido en ella, en Por otro lado, algunos análisis llevados tico y, más específicamente, del pro-
las Op. philosophica, ed. Erdmann,
1840, pág. 515. a cabo por los ideólogos de la segunda ceso histórico. Ello equivale a reco-
generación son similares a los realiza- nocer la posibilidad de una "concien-
IDEOLOGÍA. Puede hablarse de cia desgarrada" y de una "conciencia
ideología en cuatro sentidos. dos por varios pensadores de la escue-
la escocesa (VÉASE). La tercera gene- desdichada", esto es, la posibilidad de
I. La ideología es —o, mejor, fue—-
ración incluye a Degérando (v. ) y que la conciencia no sea lo que es y
una disciplina filosófica cuyo objeto
Laromiguière ( v . ) y sus discípulos. sea lo que no es. En la famosa "in-
era el análisis de las ideas y de las
Los miembros de esta generación es- versión" de la doctrina de Hegel pro-
sensaciones en el sentido dado por
tuvieron en contacto con el eclecticis- puesta por Marx, el desdoblamiento
Condillac a estos términos. El "fun-
mo ( v . ) . Los trabajos producidos por aparece como una "ideología". Las
dador" de la ideología —o de la co-
Degérando y Laromiguière influyeron ideologías se forman como "enmasca-
rriente de los llamados "ideólogos"—
sobre Taine y, según indica Picavet, ramientos" de la realidad fundamen-
fue Destutt de Tracy (VÉASE). El
inclusive sobre Renan, Littre y Th. tal económica; la clase social domi-
primer volumen (Idéologie, 1802) de
su obra titulada Éléments d'idéologie Ribot (a veces descritos como repre- nante "oculta" sus "verdaderos" pro-
puede considerarse como el punto de sentando "el renacimiento de la ideo- pósitos (los cuales, por lo demás,
logía"). puede ella misma ignorar) por medio
partida de la citada corriente, si bien,
No debe considerarse la ideología de una ideología. Pero la ideología, a
como indica F. Picavet (Cfr. infra),
francesa como una "escuela" fundada la vez que ocultación y enmascara-
puede hablarse de "precursores" de
en principios comunes a todos sus re- miento de una realidad, puede ser re-
Destutt de Tracy y de los ideólogos presentantes. Cada generación de velación de esta realidad. Por lo de-
franceses del siglo xix. Los ideólogos ideólogos manifestó opiniones muy más, la ideología puede servir como
se interesaron grandemente por el distintas. Por ejemplo, en algunos "instrumento de lucha", como sucede
análisis de las facultades y de los di- (Cabanis) predomina el "psicologis- cuando el proletariado toma el poder
versos tipos de "ideas" producidas mo" y "psicofisiologismo"; en otros y convierte en ideología militante su
por estas facultades. Estas "ideas" no (Degérando) predomina una especie concepción materialista y dialéctica
eran ni formas (lógicas o metafísi- de esplritualismo. Por otro lado, aun- de la historia.
cas) ni hechos estrictamente psicoló- que la influencia de Condillac sobre La noción de ideología como ocul-
gicos ni categorías ( gnoseológicas ), los ideólogos fue considerable, en mo- tación y revelación de la realidad so-
aunque de algún modo participaban do alguno fueron éstos simplemente cial y, en general, de los propósitos
de cada una de éstas. La ideología es, discípulos de Condillac. humanos, hizo fortuna en el siglo xix
según Destutt de Tracy, una ciencia La actitud política de algunos ideó- y ha persistido hasta nuestro siglo.
fundamental cuyo objeto son "los co- logos, que se manifestaron primero Nietzsche, Sorel y Pareto se ocupa-
nocimientos". La ideología está ínti- partidarios de Bonaparte y declararon ron, en distintas maneras, de "desen-
mamente ligada a la gramática gene- luego su oposición al mismo, suscitó mascarar ideologías". Pareto, además,
ral, que se ocupa de los métodos de en el Emperador ásperos comentarios elaboró una doctrina sistemática de la
conocimiento, y a la lógica, que trata que contribuyeron a dar al término ideología, mostrando que ésta es siem-
de la aplicación del pensamiento a la 'ideología' un sentido peyorativo. A pre una teoría no científica; según
realidad. consecuencia de ello ha sido frecuen- Pareto, la ideología no es descripción
Según Picavet, puede distinguirse te denunciar a los ideólogos como objetiva de la realidad social, sino
entre tres generaciones de ideólogos. "doctrinarios". conjunto de normas encaminadas a la
La primera generación o "generación El vocablo 'ideología' fue usado acción.
precursora" incluye, entre otros, a asimismo por Galluppi y Rosmini en Importantes contribuciones a la no-
P.-L. Roederer (1754-1835), Joseph sentidos semejantes a los que tuvo ción de ideología en el sentido que
Lakanal (1762-1845), Jean-François entre los ideólogos franceses. Ambos ahora nos ocupa se deben en época
de Saint-Lambert (1716-1803) y, has- pensadores italianos consideraron la más reciente a varios autores marxistas
ta cierto punto, a Condorcet y Lapla- ideología como estudio de las ideas (por ejemplo, Lukács) y a Max Scheler
ce. La segunda generación, la más esenciales en el saber humano — ideas y Karl Mannheim. Nos referiremos
conocida y la propiamente "fundado- "inmediatas" aprehendidas directa- sumariamente a los dos últimos.
ra", incluye a Destutt de Tracy y a mente y en las que se funda todo co- En Max Scheler el problema de la
Cabanis (VÉANSE). Junto a estos dos nocimiento. Pero mientras Galluppi ideología está tratado dentro del mar-
filósofos puede mencionarse a varios subrayaba lo que las ideas tienen de co de la sociología del saber. En efec-
pensadores y escritores influidos por "dado inmediato", Rosmini ponía de to, el conocimiento puede estudiarse
los primeros: Benjamin Constant relieve el carácter inteligible de las no solamente en su contenido, sino
(1767-1830), Jean-Baptiste Say (1767- ideas. también en su relación con una situa-
1832), etc. Hay ciertas relaciones en- II. Maquiavelo puso ya en claro la ción social e histórica. En este último
tre la "ideología" de esta generación posibilidad de una distinción (o "des- caso tenemos las ideologías. La socio-
y las ideas de ciertos filósofos socia- vío") entre la realidad —especial- logía del saber es en buena parte so-
les: Pierre Leroux (1797-1871), Fou- mente la realidad política— y las ciología de ideologías.
906
IDE IDE
Karl Mannheim se ocupó también es una filosofía; el existencialismo,
de sociología del conocimiento, en un una ideología.
sentido semejante a Scheler, pero con IV. Quine usa el término 'ideolo-
particular interés por las cuestiones de gía' en un sentido distinto de cual-
índole política y social. Siguiendo en quiera de los antes presentados. Según
parte (y en parte sometiendo a críti- Quine, es posible preguntarse por las
ca) el marxismo, y aprovechando las ideas que pueden ser expresadas en
investigaciones de Max Weber, una determinada ontología (VÉASE).
Mannheim trató sistemáticamente el Las ideas resultantes forman la ideo-
problema de las ideologías como "re- logía de la correspondiente ontología.
flejos" de una situación social que a No debe pensarse, sin embargo, que
la vez ocultan y revelan. "El concepto hay simple correspondencia entre la
de ideología —escribe Mannheim en ontología de una teoría y su ideolo-
su libro sobre ideología y utopía— gía. Por ejemplo, una ontología pue-
refleja el descubrimiento que surgió de abarcar ciertas entidades, y su
como consecuencia del conflicto polí- ideología incluir sólo ideas de cierto
tico, esto es, el hecho de que los gru- número de tales entidades; una ideo-
pos dominantes, puedan estar en su logía puede abarcar ciertas ideas que
pensar tan intensamente apegados a no tienen correlatos en la ontología;
cierta situación de intereses, que ya dos teorías pueden tener la misma
no les sea simplemente posible ver ontología y distintas ideologías, etc.
ciertos hechos que socavarían su sen- Las ideas de Sartre, en Critique de
tido de dominación. Implícito en el la raison dialectique, I, 1960, págs.
vocablo 'ideología' es la percepción 15 y sigs. — Véase Ezequiel de Ola-
de que en ciertas situaciones el in- so, "Sartre, ideólogo", Cuadernos [Pa-
consciente colectivo de ciertos grupos rís], N" 73 (junio, 1963), 57-61.
oscurece la condición real de la socie- Sobre la ideología en el sentido de
dad tanto para sí mismos como para Quine, véase "Notes on thé Theory of
otros y, de consiguiente, estabiliza tal Référence", en From a Logical Point
of View, 1953, especialmente pág.
situación". Mannheim distingue entre 131.
ideología parcial (que tiene una raíz
IDE O M A. En el artículo IDEAS
psicológica) e ideología total (que
(HISTORIA DE LAS) hemos introducido
tiene una raíz social).
el término 'ideoma' usado por Ortega
III. Aunque en algunos respectos y Gasset al dilucidar uno de los as-
se halla ligada a las concepciones an-
pectos de la realidad llamada "pensa-
teriores, la noción de ideología pro-
miento". La distinción entre "ideas"
puesta por Sartre difiere de ellas en
puntos capitales. Sartre llama "ideó- y "creencias" de que hemos tratado al
logos" a los filósofos que no son real- final del artículo CREENCIA indujo a
mente creadores. Los filósofos creado- Ortega a precisar lo más posible la
res (como Descartes, Locke, Hegel, diferencia entre un pensamiento en
Marx) son para Sartre los que han tanto que meramente enunciado y un
edificado filosofías que se han con- pensamiento en tanto que funciona
vertido en "mundos". Ello ha sido po- efectivamente en la vida humana. El
sible porque tales filósofos han pro- pensamiento en tanto que meramente
ducido un pensamiento que ha hecho enunciado es llamado por Ortega
viviente la praxis que lo ha engendra- "ideoma"; el pensamiento en tanto
do. En cambio, los ideólogos (Kier- que funcionando efectivamente en la
kegaard, Jaspers y, en la época mo- vida humana es llamado por el mismo
derna, todos los pensadores excepto autor "draoma". El ideoma es, pues,
los citados antes como "filósofos crea- simplemente idea, o pura "idea sobre
dores") se limitan a explorar y a algo"; el draoma es, en cambio, una
explotar el dominio abierto por los creencia. Conviene citar in extenso
filósofos. las definiciones al respecto propuestas
Los ideólogos llevan a cabo un in- por Ortega en su obra La idea de
ventario y hasta erigen algunos edi- principio en Leibniz y la evolución
ficios intelectuales, pero todo ello de la teoría deductiva (1940, í 26;
nutriéndose del pensamiento de "los reimp. en O. C., VIII ) : "Llamo ideo-
grandes muertos". Sartre indica que ma a todo pensamiento (cuya expre-
es posible saber cuándo nos las habe- sión tendrá que ser una proposición
rnos con una filosofía o con una ideo- afirmativa o negativa, simple o com-
logía. Así, en su opinión, el marxismo puesta) que explica un dogma (opi-
IDI IDO ILU
nión, sentencia, doctrina) sobre algo; leza y el reinado del hombre" con- Umsturz der Werte, en 1915, 1919,
pero en tanto que lo enunciamos, sin tenido en el Novum Organum, y los 1923], debe agregarse a los ídolos del
por ello aceptarlo ni rehusarlo. Toma- divide en cuatro: los idola tribu (ído- conocimiento externo, descritos por
da así una sentencia, queda conver- los de la tribu), los idola specus Francis Bacon, los ídolos del conoci-
tida en pura 'idea sobre algo', en (ídolos de la caverna), los idola fo- miento interno (o de sí mismo). És-
pura posibilidad mental, que no tiene rt (ídolos del foro o del agora) y tos son los ídolos forjados por quienes
realidad humana, puesto que se le ha los idola theatri (ídolos del teatro o (como Descartes, los idealistas, los
amputado la dimensión de ser opinión del espectáculo). Los ídolos de la epistemólogos egocentristas y otros)
en firme de un hombre, convicción tribu son propios de toda la raza sostienen que si bien puede haber
de él, tesis que sostiene. Hace un humana. Son en gran número: ten- errores en la percepción del mundo
cuarto de siglo, Meinong llamó a esto dencia a suponer que hay en la Na- exterior, no puede haberlos en la per-
Annahme (asunción), porque a él le turaleza más orden y regularidad de cepción de sí mismo. Esta percepción
interesaba desde un punto de vista los que existen, tendencia a aferrarse (suponen erróneamente los autores a
puramente lógico. Mi 'ideoma' es, si a las opiniones adoptadas, influen- que se refiere Scheler) manifiesta el
lógicamente considerado, una 'asun- cias nocivas de la voluntad y de los "sí mismo" exactamente tal cual es.
ción' de Meinong; pero es lo menos afectos, incompetencia y engaños de IDONEISMO. Véase GONSETH
interesante en ello. La prueba es que los sentidos, aspiración a las abstrac- (FERDINAND).
en Meinong significa lo opuesto a ac- ciones y a otorgar realidad a cosas IGNORANCIA DEL ARGUMEN-
ción viviente en que el hombre no que son meramente deseadas o ima- TO, DEL CONSECUENTE ( IGNO-
sólo 'tiene una idea', sino que la es, ginadas. Los ídolos de la cueva son RADO ELENCHI). Véase SOFISMA.
dándose o no cuenta de ello. El ideo- los del hombre individual, ya que IGNORANCIA (DOCTA). Véase
ma cuando es puesto en actividad, cada hombre, dice Bacon, vive en DOCTA IGNOHANTIA.
cuando funciona ejecutivamente, una cueva particular que refracta la
cuando es aceptado y sostenido o re- IGNORATIO ELENCHI. Véase
luz de la Naturaleza. Se deben tales
husado y combatido, se convierte en SOFISMA.
ídolos a la particular constitución,
una efectiva realidad, y es un draoma corporal o mental, de cada individuo, IGUALDAD. Véase IDENTIDAD.
o drama (de drao: actuar)". a la educación, hábitos o accidentes ILIMITADO. Véase INFINITO.
La distinción de referencia le per- individuales. Como hay muchos hom- ILUMINACIÓN. En los artículos
mite a Ortega mostrar que si, como bres, hay muchas clases de ídolos Agustín (San) y Luz (VÉANSE) nos
alguna vez ha dicho, las "ideas" —los de la cueva. Los ídolos del foro, ago- hemos referido a la idea de la "luz
ideomas— no tienen historia, los drao- ra o mercado son los que se originan interior" o "luz del alma" tal como
mas no sólo la tienen, sino que en en el trato de unos hombres con fue desarrollada por San Agustín y
alguna medida son históricos — o si otros. Consisten sobre todo en signi- por la llamada "tradición agustinia-
se quiere, histórico-humanos. Así, y ficados erróneos dados a términos o na". Se trata de la doctrina calificada
para dar un solo ejemplo, la historia en la suposición de que una vez que de "doctrina agustiniana de la ilumi-
de la filosofía no es primariamente se tiene un término o una expresión nación divina". Expondremos aquí
una sucesión de meros ideomas, sino (como los de 'fortuna', 'primer motor', con más detalle esta doctrina y algu-
un "'sistema' de acciones vitales". 'elementos del fuego'), se tienen tam- nas de las formas que ha adoptado.
Ello no significa que la historia de la bién las realidades correspondientes. Nos referiremos asimismo a la teoría
filosofía —o, en general, del pensa- Los ídolos del teatro son los que han del conocimiento de Santo Tomás con
miento (y también de las "ideas")— inmigrado a los espíritus de los hom- el fin de contrastarla con la doctrina
carezca de dimensión "ideomática". bres procedentes de los varios dog- agustiniana.
Pero esta dimensión está montada so- mas filosóficos y de leyes equivoca- San Agustín no cree necesario "de-
bre un soporte "draomático". La lla- das de demostración. Se llaman así, mostrar" la existencia de Dios. "De-
mada "historia de las ideas" es poca porque, al entender de Bacon, los sis- mostrar" tal existencia equivaldría a
cosa si el hombre no se "hace cargo" temas recibidos son otros tantos es- probar que la proposición "Dios exis-
de tales "ideas". cenarios que representan mundos fic- te" es verdadera. Pero sólo en Dios
IDIOGRAFICO. Véase NOMOTÉ, ticios. Hay tantos ídolos del teatro está la Verdad; más aun, Dios es la
TICO, WlNDELBAND (W.). como sectas filosóficas, pero Bacon Verdad. Por consiguiente, todas las
IDIOSCÓPICO. Véase CENOSCÓ- los clasifica en tres grupos: los sofís- proposiciones que se perciben como
PICO. ticos (basados en falsos razonamien- verdaderas son tales porque han sido
ÍDOLO. En el artículo sobre Fran- tos: Aristóteles), los empíricos (ba- previamente iluminadas por la luz di-
cis Bacon nos hemos referido a los sados en precipitadas y osadas ge- vina. Entender algo inteligiblemente
prejuicios que, según el citado filó- neralizaciones: alquimistas) y los equivale a extraer del alma su inteli-
sofo, asaltan el espíritu de los hom- supersticiosos (basados en la reveren- gibilidad; nada se entiende inteligi-
bres y de los que hay que librarse cia por la mera autoridad y tradición: blemente que de algún modo no se
con el fin de llevar a cabo la autén- pitagorismo, platonismo). "sepa" previamente. Ello parece ha-
tica "interpretación de la Naturaleza". Según Max Scheler ("Die Idole der cer de San Agustín un partidario de
Bacon habla de estos ídolos o "falsas Selbsterkenntnis", en Vom Umsturz la doctrina platónica de la reminis-
nociones" en los aforismos xxxviii a der Werte, 4» ed., en Gesammelte cencia (VÉASE). Pero aunque San
Ixii del "Primer Libro de Aforismos Schriften, ed. Maria Scheler, 1955, Agustín es en gran medida un plató-
sobre la interpretación de la Natura- págs. 213-92 [anteriores eds. de Vom nico, da un sentido muy distinto a la
908
ILU ILU ILU
percepción de lo inteligible en el "al- te de este conocimiento, el saber inte- modo como se forman los conceptos,
ma interior". En efecto, San Agustín ligible se separa completamente del mientras San Agustín se interesa por
—siguiendo en esto, por lo demás, sensible (como sucede con Gregorio descubrir el modo como se obtiene,
ideas platónicas y neoplatónicas— de Rimini [VÉASE] ). Si se acentúa y "percibe", la verdad, o las verdades,
considera que lo que hace posible tal demasiado el papel de lo sensible, se inteligibles.
percepción de lo inteligible no es la llega a una concepción muy semejan- En el artículo Luz hemos indicado
reminiscencia de un mundo de las te a la tomista, a la cual nos referire- ya la influencia ejercida por la llama-
ideas, sino la irradiación divina de lo mos luego. Es asimismo razonable da "tradición agustiniana" en muchos
inteligible. En suma, hay una "luz pensar que para San Agustín la ilumi- aspectos de la filosofía moderna. En
eterna de la razón", lumen rationis nación hace posible llevar lo sensible lo que toca a la filosofía medieval, la
aeterna, que procede de Dios y gra- hacia lo inteligible. Pero el modo co- doctrina agustiniana se encuentra en
cias a la cual hay conocimiento de la mo se lleva a cabo esta "dirección la mayor parte de los filósofos fran-
verdad. hacia lo inteligible de lo sensible" no ciscanos, tales como Mateo de Aquas-
Así, la iluminación divina es el re- es siempre claro. La solución dada al parta, Juan Pecham, Enrique de Gan-
sultado de una acción de Dios por problema depende en gran parte de te y otros, pero no en todos ellos
medio de la cual el hombre puede la insistencia que se ponga en la acti- (como lo muestra el caso de Duns
intuir lo inteligible en sí mismo. Lo vidad del alma. Cuanto más activa Escoto). Particular atención merece
inteligible se hace tal por estar baña- sea el alma, aun en el nivel de la la doctrina de San Buenaventura
do de la luz divina, pudiendo por ello percepción de lo sensible, más destaca (VÉASE), en donde podemos observar
compararse a la visión de las cosas el papel de la iluminación. lo que se ha llamado "mezcla" de
por el ojo; nada se vería si no estuvie- Muchas interpretaciones se han da- elementos agustinianos y aristotélicos.
se previamente "iluminado". Dios es, do de la concepción agustiniana, es- En efecto, mientras San Buenaventu-
pues, el "padre de la luz inteligible", pecialmente en relación con la con- ra estima que se alcanza un conoci-
pater intelligibilis lucís; es, por así de- cepción tomista. Las dos tienen en miento de los primeros principios
cirlo, "el Iluminador". común el no aceptar que el hombre (tanto de la realidad natural como de
Ahora bien, una vez aceptada esta pueda tener idea de las cosas sensi- la conducta humana) por medio de
doctrina de la iluminación divina se bles sin la percepción sensible. Las una abstracción semejante a la aristo-
plantean varios problemas. Uno de los dos tienen asimismo en común el no télica, de modo que tales principios
más importantes y debatidos es el del aceptar que el hombre pueda llegar no se hallan ya desde el comienzo
alcance de la iluminación. Si se admi- a un conocimiento inteligible si la luz "infusos" en el alma, por otro lado
te que por medio de la iluminación el humana no es de algún modo una destaca la importancia de la ilumina-
alma puede contemplar a Dios direc- "luz participada"; al fin y al cabo, ción divina en lo que toca al conoci-
tamente, se obtiene una conclusión tanto San Agustín como Santo Tomás miento de las verdades eternas y del
"ontologista", similar a la que des- admiten que el intelecto humano ha reconocimiento de estas verdades co-
arrollaron algunos filósofos modernos, sido creado por Dios, y que el hombre mo tales. Sólo por medio de la ilumi-
tales como Rosmini y Gioberti (véase ha sido creado "a imagen y semejanza nación divina y de la ratio aeterna
ONTOLOGISMO ). Si se admite que por de Dios". Pero mientras algunos au- es posible, según San Buenaventura,
medio de la iluminación se tiene un tores suponen que estas coincidencias ordenar los conceptos adquiridos por
conocimiento directo del contenido de constituyen lo más fundamental en la medio de la abstracción de la percep-
las verdades inteligibles, se obtiene relación entre las dos concepciones, ción sensible en forma de un sistema
una conclusión similar a la de Male- otros destacan las diferencias. Estas de "verdades eternas". La distinción
branche (VÉASE) y a la de los autores últimas aparecen claramente cuando
de las diversas clases de lumen en
que proclamaron que "lo vemos todo se tiene presente la concepción de
San Buenaventura (véase Luz) cons-
en Dios". Si se indica que por medio Santo Tomás. Ésta consiste esencial-
tituye un esfuerzo con el fin de obte-
de la iluminación se hace inteligible mente en suponer que hay un enten-
dimiento activo que ilumina la esencia ner un "equilibrio" entre abstracción
la esencia de una cosa sensible, se ob-
tiene una concepción más parecida a de lo sensible y la hace inteligible al e iluminación, pero es posible que, en
la tomista que a la agustiniana. Es, entendimiento pasivo. El conocimien- fin de cuentas, esta última sea la más
pues, razonable pensar que la doctri- to se obtiene, pues, mediante "abs- importante. Toda iluminación del co-
na agustiniana de la iluminación divi- tracción" (VÉASE) de los inteligibles nocimiento, afirma San Buenaventu-
na oscila entre la idea de una ilumi- en las cosas sensibles. En cambio, San ra, viene de dentro o, si se quiere,
nación del contenido de las verdades Agustín no introduce la idea de un "de arriba". Y la iluminación supe-
inteligibles fundamentales y la idea de entendimiento activo. Además, aun- rior viene más directamente "de den-
una iluminación del alma con el fin que no descarta el conocimiento de lo tro" y "de arriba" que toda ilumina-
de que ésta pueda juzgar de la verdad sensible, sostiene que la iluminación ción "inferior". Ello queda confirmado
de las ideas inteligibles. En este últi- afecta primordialmente el orden inte- en una frase de uno de los comenta-
mo caso la iluminación hace posible ligible. En todo caso, la percepción rios de San Buenaventura a las Escri-
el juicio verdadero en tanto que ver- sensible "lleva" (pero no mediante el turas (In Hexaëm, I, 17), frase que
dadero. tipo de abstracción tomista) hacia lo resume toda la metafísica bonaventu-
Otro problema es el del papel del inteligible. Junto a ello, puede desta- riana: "Et haec est tota riostra meta-
conocimiento sensible en la ilumina- carse la siguiente diferencia: Santo physica: de emanatione, de exempla-
ción divina. Si se prescinde totalmen- Tomás se interesa por averiguar el ritate, de consummatione, scilicet
909
ILU ILU
el "mundo de la ilusión". De este nos han tratado de mostrar que los
mundo sólo caben "opiniones" (Par- criterios establecidos al efecto son
ménides, Platón) y no "verdades". aceptables. Así ocurre con Descartes,
Ello no significa siempre, sin embar- con Locke y, en general, con todos
go, que "el mundo de la ilusión" sea los filósofos que han distinguido en-
declarado "inexistente". En rigor, en tre cualidades primarias y cualidades
muchos casos no se trata de eliminar- secundarias (o de la sensación) (véa-
lo, sino de explicarlo, es decir, de se CUALIDAD). La posible ilusión cau-
averiguar cómo se produce la "ilu- sada por los sentidos se debe, según
sión" y de dar una explicación racio- tales filósofos, a que los sentidos per-
nal de la misma. Este es el sentido ciben solamente las cualidades secun-
que tiene la famosa expresión plató- darias, pero no las primarias. Ello no
nica "salvar las apariencias" (o las significa que las cualidades secunda-
"ilusiones"). El mundo de la ilusión rias o de la sensación produzcan
no es el "mundo real", pero no es siempre ilusiones del tipo de las en-
tampoco un "mundo completamente gendradas por el bastón sumergido
imaginario". La ilusión no desaparece en el agua. En los filósofos de que
•—como ocurre con el célebre ejemplo nos ocupamos ahora el concepto de
del bastón dentro del agua—, pero se "ilusión" está ligado al de "aparien-
intenta mostrar en qué se funda y, cia" ( VÉASE ) : las cosas "aparecen" de
con ello, mostrar cuál es la "realidad". modo distinto de como "realmente"
Denunciar la realidad sensible como son — si es que se supone que su ser
"completamente ilusoria" es imposible está constituido por cualidades pri-
a menos que se tenga un criterio por marias.
el cual se sabe, o cree saber, en qué Kant distinguió entre ilusión
consiste para algo "ser verdadero" o (Schein) y apariencia ( Erscheinung)
"ser real". Gilbert Ryle ha indicado (v. APARIENCIA). La verdad o la ilu-
(Dilemmas, 1954, págs. 94 y sigs.) sión no están, según Kant, en el obje-
que los argumentos producidos con el to, sino en el juicio sobre él. Por eso
fin de depreciar (y menospreciar) la Kant estima que los sentidos no pue-
percepción sensible —y especialmen- den errar, simplemente porque no
te los argumentos producidos con el pueden juzgar. Ahora bien, las ilusio-
fin de depreciar toda percepción sen- nes pueden ser de varias clases. Hay
sible— carecen de sentido, por cuanto las ilusiones empíricas ("ópticas");
se fundan en el supuesto (incompro- éstas se producen con frecuencia
bable) de que "todo es falible". Pero cuando la facultad del juicio ha sido
algo es falible sólo si hay algo que no descarriada por la imaginación. Las
lo sea y con respecto a lo cual lo sea. ilusiones empíricas pueden ser corre-
La moneda falsa lo es tan sólo con gidas cuando se emplean correcta-
ILUSIÓN. En filosofía se usa el respecto a la "auténtica". Los defec- mente las reglas del entendimiento
término 'ilusión' sobre todo en rela- tos de los sentidos no permiten con- (en su uso empírico). Hay también
ción con la cuestión de si los sentidos cluir que los sentidos no sean capaces las ilusiones lógicas, las cuales son
engañan o no. No se trata de diluci- de percibir adecuadamente; en ver- producidas por falacias. Estas ilusio-
dar si los sentidos engañan siempre y dad, hay defectos en los sentidos sólo nes son engendradas por falta de
necesariamente; si los sentidos enga- en cuanto hay posibilidades para ellos atención a las reglas lógicas, y pue-
ñaron siempre, y no hubiese, por otro de percibir de modo adecuado. Estos den elimiiiarse cuando se presta la
lado, ningún otro criterio para for- argumentos de Ryle son convincentes, debida atención a tales reglas. Hay,
mular juicios estimados verdaderos pero no son distintos en substancia finalmente, las ilusiones trascendenta-
que el de los sentidos, no podría ha- de los producidos por la mayor par- les, producidas cuando se procede a
blarse de ilusión. El concepto de ilu- te de los filósofos que han desconfiado ir "más allá" del uso empírico de las
sión se origina cuando se advierte que de la percepción sensible excepto en categorías, es decir, cuando se inten-
los sentidos pueden engañar, siquiera un punto: en que muchos de tales ta aplicar las categorías a "objetos
sea una vez. Desde entonces se pre- filósofos han tratado de establecer un trascendentes" (K. r. V., A 295 sigs. /
gunta si no será mejor desconfiar de criterio no sensible con el fin de de- Β 352 sigs.). Las ilusiones trascen-
los sentidos de un modo metódico. nunciar —y, de paso, explicar— las dentales se hallan tan arraigadas que
Ejemplos de esta desconfianza son "ilusiones". La dificultad consiste en son muy difíciles de desenmascarar.
numerosos en la historia de la filoso- saber sí puede establecerse un criterio Como la dialéctica es definida como
fía. La distinción establecida por los no sensible para determinar el carác- "lógica de la ilusión", el estudio de
filósofos griegos entre "realidad" y ter adecuado o inadecuado, o a veces las ilusiones trascendentales se lleva a
"apariencia" está en parte fundada en inadecuado, o siempre y necesaria- cabo en la "Dialéctica trascendental",
la desconfianza en la percepción sen- mente inadecuado, de las percepcio- la cual "se contenta con poner al des-
sible. El "mundo de la apariencia" es nes sensibles. Muchos filósofos moder- cubierto la ilusión de los juicios tras-
910
ILU ILU ILU
cendentes, a la vez que tomar precau- que no niega a Dios, pero que lo del interés superior despertado por
ciones para no ser engañados por ella" relega a la función de creador o pri- el hombre y sus problemas frente a
(A 297 / Β 354). La ilusión trascen- mer motor de la existencia. Sin em- las grandes cuestiones de orden cos-
dental es "natural" e "inevitable", bargo, la confianza en el poder de mológico. Por este boquete pudo ser
por cuanto se apoya en principios la razón no equivale exactamente al superado desde sí mismo el natura-
subjetivos que aparecen como si fue- racionalismo entendido como en el si- lismo de la Ilustración a beneficio
sen objetivos. glo xvii; la Ilustración subraya, jus- de un mayor conocimiento de la
ILUSTRACIÓN, siglo o época de tamente, la importancia de la sensa- peculiaridad de lo humano y de
las luces son los nombres que recibe ción como modo de conocimiento lo histórico, sin que en la conside-
frente a la especulación racional, ración de éste se abandonara la acti-
un período histórico circunscrito, en
pero el empirismo de la sensación tud crítica apuntada. La Ilustración,
general, al siglo xvui y que, como re- no es sino un acceso distinto hacia entendida en un sentido muy gene-
sultante de un determinado estado de una realidad que se supone, en el ral, como concepción del mundo más
espíritu, afecta a todos los aspectos de fondo, racional. Por eso ha dicho bien que como filosofía o doctrina
la actividad humana y de la reflexión acertadamente Cassirer que la razón social o política, puede ser concebida
filosófica. La Ilustración, que se ex- tal como es entendida por los "ilustra- como una constante histórica, como
tendió particularmente por Francia, dos" del siglo xvin no posee la mis- una forma espiritual que se mani-
Inglaterra y Alemania, se caracteriza ma significación que la razón tal fiesta asimismo, con más o menos di-
ante todo por su optimismo en el po- como fue empleada por los filósofos ferencias, en otros períodos de la
der de la razón y en la posibilidad de del siglo XVH. En el xvn la razón era historia. En este sentido Spengler
reorganizar a fondo la sociedad a base la facultad por la cual se suponía efectúa una comparación morfológi-
de principios racionales. Procedente que podía llegarse a los primeros ca de la Ilustración del Setecientos
directamente del racionalismo del si- principios del ser; de ahí que su mi- con la sofística griega, el período de
glo xvii y del auge alcanzado por sión esencial fuese descomponer lo las sectas mutacilitas y sufitas en la
la ciencia de la Naturaleza, la época complejo y llegar a lo simple para cultura árabe y los sistemas Sânkhya
de la Ilustración ve en el conoci- reconstruir desde él toda la realidad. y budista en la India.
miento de la Naturaleza y en su En otras palabras, el racionalismo del
dominio efectivo la tarea fundamen- xvii es una deducción de principios
tal del hombre. Por eso convienen que no están fuera, sino dentro del
hasta cierto punto a la Ilustración alma, como "ideas innatas". En el
caracteres opuestos a los usados para xvín, en cambio, la razón era algo
describir el romanticismo (v. ). La humano; no se trataba, dice Cassirer,
Ilustración no niega la historia como de ideas innatas, sino de una facul-
un hecho efectivo, pero la considera tad que se desarrolla con la expe-
desde un punto de vista crítico y riencia. Por eso la razón no era para
estima que el pasado no es una for- la Ilustración un principio, sino una
ma necesaria en la evolución de la fuerza: una fuerza para transformar
Humanidad, sino el conjunto de los lo real. La razón ilustrada iba del
errores explicables por el insuficien- hecho al principio (y no a la inver-
te poder de la razón. Por esta acti- sa); más que un fundamento era un
tud de crítica, la Ilustración no sos- "camino" que podían recorrer en
tiene un optimismo metafísico, sino, principio todos los hombres y que
como precisa Voltaire frente a Leib- era, por supuesto, deseable que to-
niz, un optimismo basado única y dos recorriesen. En este sentido ge-
exclusivamente en el advenimiento neral y con la reserva de sus consi-
de la conciencia que la humanidad derables divergencias, la Ilustración
puede tener de sí misma y de sus es representada en Francia por los
propios aciertos y torpezas. Fundada enciclopedistas; en Inglaterra, por
en esta idea capital, la filosofía de la los sucesores del sensualismo de
Ilustración persigue en todas partes Locke, los antiinnatistas y los deís-
la posibilidad de realizar semejante tas; en Alemania, por la llamada
desiderátum: en la esfera social y "filosofía popular". La tendencia uti-
política, por el "despotismo ilustra- litaria de la Ilustración resalta par-
do"; en la esfera científica y filo- ticularmente en su idea de la filoso-
sófica, por el conocimiento de la fía como medio para llegar al dominio
Naturaleza como medio para llegar efectivo de la Naturaleza y como
a su dominio; en la esfera moral y propedéutica indispensable para la
religiosa, por la "aclaración" o "ilus- reorganización de la sociedad. La
tración" de los orígenes de los dog- tendencia naturalista se refleja en el
mas y de las leyes, único medio de predominio dado al método de cono-
llegar a una "religión natural" igual cimiento de las ciencias naturales.
en todos los hombres, a un deísmo La tendencia antropológica se deriva
911
IMA IMA
y velocidad que ellos, de tal modo centauros), formados por combinacio-
que nada o muy pocas cosas detie- nes de los ídolos finos en la mente
nen su emisión. Los είδωλα, dice que los recoge. Pues por doquiera
Epicuro, se engendran tan rápida- surgen imágenes de todas clases
mente como el pensamiento, ανά νοή- — omne genus quoniam passim si-
ματι συμβαίνει. Por otro lado, los mulacra feruntur. Según C. Bailey,
είδωλα no afectan solamente al sen- los términos imagines (usado por
tido de la vista, sino también a los Cicerón en De fin., I, 6, 21), figurae
del oído y del olfato; las sensaciones (usado por Quintiliano, X, 2, 15) y
experimentadas por éstos son causa- spectra (usado por Catio, amigo epi-
das asimismo por irradiaciones de los cúreo de Cicerón [Ad Fam., XV, 16,
είδωλα. 1]) tienen el mismo significado que
Lucrecio desarrolló con detalle esta los είδωλα de Epicuro y que los
doctrina en De rerum natura (IV, 29 simulacro, de Lucrecio.
sigs.). Los ε'.δωλα son llamados por El concepto de imagen ha sido
Lucrecio con frecuencia simulacros usado con mucha frecuencia en psi-
(simulacro): cología. En la mayor parte de las
ocasiones se ha entendido como la
esse ea quae rerum simulacro voca-
mur, copia que un sujeto posee de un
quae, quasi membrana summo de cor- objeto externo. Aunque las opiniones
poree rerum sobre el modo como se produce tal
dereptae, volitant utroque citroque copia, y aun sobre la naturaleza de
per auras la misma, han variado mucho a tra-
vés de las épocas, ha habido un su-
(las que llamamos imágenes de las
puesto constante en casi todas las
cosas,
teorías sobre la imagen psicológica:
y que, cual membranas arrancadas de
el de que se trata de una forma de
la piel de las cosas,
realidad (interna) que puede ser
vuelan hacia adelante y atrás por el contrastada con otra forma de reali-
aire).
dad (extema). La mencionada doc-
Sin embargo, el poeta usa también trina de los epicúreos acerca de los
para la imagen los nombres de imago, "simulacros", las tesis escolásticas so-
effigies, figura (este último término, bre la naturaleza de las especies in-
más cercano, como sugiere C. Bailey, teligibles (véase ESPECIE), y muchas
al vocablo también epicúreo τύπος ). teorías psicológicas modernas que han
Lucrecio da primero pruebas de la intentado explicar psicofisiológica-
existencia de los simulacro (IV, 54- mente la aparición de las imágenes
109) y procede luego, siguiendo a no han diferido entre sí considerable-
Epicuro, a una larga descripción de mente en el anterior respecto. En
los modos como las imágenes afectan cambio, desde fines del pasado siglo
IMAGEN. Es usual llamar imáge- los sentidos. Se trata de emanaciones se han realizado esfuerzos para en-
nes a las representaciones que tene- o efluvios que se desprenden cons- tender de otros modos el concepto
mos de las cosas. En cierto sentido tantemente de las cosas. En efecto, de imagen. Ya en las filosofías de
los términos 'imagen' y 'representa- no hay una sola imagen, sino un nú- tipo neutralista, en las cuales el mis-
ción' tienen el mismo significado; lo mero continuo y sucesivo de ellas. mo fenómeno es, según el punto de
que hemos dicho en otro lugar (véase Así, Epicuro decía ya que el ojo per- vista que se tome, físico o psíquico,
REPRESENTACIÓN) del segundo, pue- cibe la representación de la sucesión se percibe tal esfuerzo. El mismo se
de valer también para el primero. de muchos είδωλα. De un modo aná- acentúa en varias teorías de la per-
Ahora bien, pueden emplearse asi- logo, Lucrecio señalaba que las ema- cepción (v.) mantenidas por los neo-
mismo los términos 'imagen' e 'imá- naciones tienen lugar continuamen- realistas ingleses y, en general, por
genes' para traducir respectivamente te. Ahora bien, Lucrecio precisaba todos los que han intentado explicar
los vocablos griegos ε'ίδωλον ("ído- esta doctrina mediante la distinción la aparición de las imágenes en fun-
lo") y είδωλα ("ídolos"), empleados entre dos clases de percepciones: unas ción de los llamados sensa. Pero so-
por algunos filósofos antiguos, y es- constituidas por los más finos simu- bre todo se intensifica en dos grupos
pecialmente por Demócrito y Epicu- lacro, los cuales vagan por todos la- de teorías. Uno de ellos está ejempli-
ro, para designar las representaciones dos de muchos modos (IV. 72 sigs), ficado por la tesis de Bergson sobre
"enviadas" por las cosas a nuestros y otras constituidas por los simulacro la imagen en cuanto "cierta existen-
sentidos. Así, Epicuro indica en su menos finos, que penetran en los po- cia que es más que lo que el idea-
Carta a Herodoto (46a-48, ed. Use- ros del cuerpo suscitando las sensa- lista llama una representación, pero
ner), que los είδωλα sobrepasan en ciones. Esta distinción es debida a la menos que lo que el realista llama
finura y sutileza a los cuerpos sóli- necesidad de explicar las imágenes una cosa — una existencia situada a
dos, y poseen también más movilidad de realidades no existentes ( como los medio camino entre la 'cosa' y la 're-
912
IMA IMA IMA
presentación"'. El otro está ejempli- IMAGINACIÓN. En el artículo so- binación de ideas —sin la cual no
ficado en varias de las doctrinas fe- bre el concepto de fantasía (VÉASE), hay conocimiento— a menos que ha-
nomenológicas de la imagen, entre hemos tratado del problema de la fan- ya la facultad de la imaginación. Ello
las cuales sobresale la de J.-P. Sar- tasía o imaginación principalmente no significa que se pueda dar a la
tre al oponerse radicalmente a la con- (pero no exclusivamente) en el pen- imaginación rienda suelta. En efecto,
cepción tradicional de la imagen co- samiento antiguo y medieval. En el no podría explicarse la operación de
mo "imagen-cosa" que reproduce en presente artículo nos referiremos a la la imaginación si ésta no estuviese
el cerebro la "cosa externa". La ima- cuestión de la imaginación especial- "guiada por ciertos principios univer-
gen no es para dicho autor ni una mente tal como ha sido dilucidada sales, los cuales la hacen, en cierta
ilustración ni un soporte del pensa- por varios pensadores modernos y medida, uniforme consigo misma en
miento; el contraste entre la riqueza contemporáneos. Sin embargo, debe todos los momentos y lugares" (ibid.,
desbordante de la realidad y la po- tenerse en cuenta que parte de lo I, i, 2). En otras palabras, la imagi-
breza esencial de las imágenes no sig- que hemos dicho en el artículo refe- nación es una facultad que opera de
nifica, en efecto, que haya entre ellas rido corresponde asimismo al artículo un modo regular, a modo de una
una completa heterogeneidad (véase presente. "suave fuerza". Esta regularidad da
IMAGINACIÓN ). No pocos autores modernos han re- origen a la creencia (v. ). Así, el co-
Para la noción de esquema, a dife- conocido que la imaginación es una nocimiento no depende de que "se
rencia de la noción de imagen en facultad (o, en general, actividad pueda imaginar lo que se quiera",
Kant, véase ESQUEMA. mental) distinta de la representación pero la posibilidad de "imaginar lo
El término 'imagen' es usado tam- y de la memoria, aunque de alguna que se quiera" refrendada por la cos-
bién hoy en la lógica de las relacio- manera ligada a las dos: a la primera, tumbre de imaginar "lo que se suele
nes. Se llama imagen de una clase A porque la imaginación suele combinar imaginar" hace posible el conocimien-
con respecto a una relación R a la elementos que han sido previamente to. Algo parecido había afirmado
clase de todas las entidades que tie- representaciones sensibles; a la segun- Hobbes (De corp., II, vii, 13).
nen la relación R con uno o más da, porque sin recordar tales repre- Un papel todavía más fundamental
miembros de A. Simbólicamente se sentaciones, o las combinaciones esta- desempeña la imaginación de Kant.
expresa mediante R"A. La imagen blecidas entre ellas, no podría imagi- Este autor estima que la imaginación
de una clase con respecto a una re- narse nada. Según Francis Bacon, la (Einbildungskraft) hace posible unifi-
lación se define del modo siguiente: car la diversidad de lo dado en la in-
imaginación es la facultad que se ha-
lla en la base de la poesía. Para Des- tuición; por medio de la imaginación
se produce una "síntesis" que no da
La idea de la imagen de una clase cartes, la imaginación produce imáge-
origen todavía al conocimiento, pero
con respecto a una relación se en- nes conscientes, a diferencia de la
sensación, cuyas imágenes no necesi- sin la cual el conocimiento no es po-
cuentra ya en Aristóteles. En efecto, sible (K. r. V., A 79 / Β 104). Pero
en Top., II, 8, 114 a 15-20, donde tan estar acompañadas de conciencia.
la imaginación no funciona únicamen-
estudia los relativos, Aristóteles da La imaginación es, en rigor, una re-
te en el citado nivel. Si consideramos
los ejemplos siguientes: "Si la ciencia presentación (en el sentido etimológi-
las premisas de la deducción trascen-
es una creencia, el objeto de la ciencia co de este vocablo, es decir, una dental (VÉASE) de las categorías, ad-
es también el objeto de la creencia" nueva presentación de imágenes). Es-
vertimos que la diversidad de lo dado
y "Si la visión es una sensación, el ta re-presentación es necesaria con el
se unifica mediante tres síntesis: la
objeto de la visión es también obje- fin de facilitar diversos modos de or- de la aprehensión en la intuición;
to de la sensación". Ahora bien, esto denación de las "presentaciones"; sin la de la reproducción en la imagina-
puede ser expresado simbólicamente las re-presentaciones que hace posible ción, y la del reconocimiento en el
mediante la ley: la imaginación no sería posible el co- concepto. La síntesis de la reproduc-
( A c B) z> (R"A c R"B), nocimiento. ción en la imaginación —ligada a la
que es una de las leyes de la lógica Esta relación entre "conocimiento" de la aprehensión en la intuición—
de las relaciones en las cuales inter- e "imaginación" puede parecer sor- hace posible que las apariencias vuel-
viene la noción de imagen. De Mor- prendente a quien considere que el van a presentarse siguiendo modelos
gan había indicado que la lógica de vocablo 'imaginar' significa sólo "pu- reconocibles: "Si el bermellón fuese
Aristóteles no puede dar cuenta del ro fantasear" sin ninguna base real. ora rojo, ora negro, ora ligero, ora
condicional: "Si los caballos son ani- Sin embargo, la estrecha relación en- pesado.. . mi imaginación empírica
males, las cabezas de los caballos son tre imaginación y función cognosciti- no hallaría nunca oportunidad, al re-
cabezas de animales." Los ejemplos va ha sido admitida por varios autores presentarme el color rojo, de traer a
anteriores muestran, por el contrario modernos. colación el bermellón pesado" (ibid.,
(según ha advertido Bochenski), que Hume indica que "todas las ideas A 101). Ahora bien, ambas formas de
la lógica de Aristóteles proporciona simples pueden ser separadas median- imaginación parecen ser todavía de
una base para dar cuenta de dicho te la imaginación, y pueden ser de carácter reproductivo; se limitan a
condicional, si bien hay que recono- nuevo unidas en la forma que le plaz- re-presentar en el mismo orden cier-
cer que tal base no se halla en los ca" (Treatise, I, i, 2). Esto equivale tas aprehensiones. La imaginación
textos del Estagirita dentro del marco a reconocer que "la imaginación man- puede ser también productiva. Ello
de una teoría relacional suficiente- da sobre todas sus ideas" (ibid., I, ocurre ya cuando consideramos el en-
mente completa. iii, 4) y, por tanto, que no hay com- tendimiento como "la unidad de la
913
IMA IMA IMA
apercepción (VÉASE) en relación con raya la importancia y espontaneidad aspectos. Tiene en sí misma todas las
la síntesis de la imaginación", y cuan- de la imaginación, continuamente la condiciones. Es también espiritual.
do consideramos el entendimiento pu- refrena; si la imaginación por sí mis- No le daremos el nombre de 'Lo Uno'
ro como la mencionada unidad en ma no obedece a la ley, se halla li- o Ίο Múltiple'. No es una unidad
referencia a la "síntesis trascendental gada al entendimiento en cuanto neoplatónica que excluye toda diver-
de la imaginación" (ibid., A 119). facultad de reglas según leyes. En sidad, ni es tampoco un nombre si-
La imaginación es aquí una actividad cambio, algunos de los filósofos post- quiera para un 'pluralismo noético',
"espontánea", la cual no combina li- kantianos dieron rienda libre a la ima- como el concebido por William Ja-
bremente representaciones para darles ginación. Fichte, por ejemplo, estimó mes" (The World as Imagination,
la forma que quiera, pero las combina que el Yo "pone" al no-Yo por medio Parte II, cap. 1, 5 14). Entre los "as-
según ciertos modelos y aplicándola de la actividad imaginativa. No se pectos" de la I. C. se destacan la con-
siempre a intuiciones. Por eso la ima- trata, por supuesto, de una "pura fan- ciencia y la actividad. La I. C. es
ginación como "facultad de una sín- tasía", sino de la consecuencia de ha- supralógica e infinita, siendo el prin-
tesis a priori" se llama "imaginación ber destacado hasta el máximo el cipio de toda evolución y de toda
productiva" (ibid., A 123) y no sólo carácter espontáneo del Yo en cuanto energía.
reproductiva. Lo mismo, y a mayor "facultad de poner" (setzen). Tam- En nuestro siglo se han llevado a
abundamiento, cabe decir cuando la poco se trata de un "poner por ima- cabo varios esfuerzos para dilucidar
imaginación hace posible el esquema ginación" algo que luego es declara- la naturaleza de la imaginación a base
(VÉASE) trascendental; por medio de do real: el "poner", el "imaginar" y de descripción fenomenológica. Se ha
la imaginación productiva se puede el "ser real" son para Fichte la misma destacado al respecto Jean-Paul Sar-
tender un puente entre las categorías cosa. tre (L'imagination, 1936; L'imaginai-
y los fenómenos. La imaginación es Los filósofos idealistas, en la me- re, 1940). Según Sartre, la imagen
aquí una facultad de producir reglas dida en que subrayaron la esponta- que presenta la imaginación es "un
por medio de las cuales pueden sub- neidad del Yo, tendieron a dar mayor acto sintético que une un saber con-
sumirse las intuiciones en los concep- importancia a la imaginación. Pero creto, que no tiene carácter de ima-
tos, haciendo las primeras homogé- consideraron el concepto de imagina- gen, a elementos más propiamente
neas a los segundos. Se ha hecho ción no desde un punto de vista psi- representativos" ( L'imaginaire, pág.
observar que tal idea de la imagina- cológico, sino epistemológico (o, si 19). La imagen no es, pues, algo "in-
ción supone que el entendimiento po- se quiere, epistemológico-metafísico ). termedio" entre el objeto y la con-
see una cierta espontaneidad (Cfr. R. Los filósofos de tendencia empirista, ciencia. Tampoco es algo que desbor-
Schmidt, Kants Lehre von der Einbil- en cambio, se ocuparon más bien de da el mundo de los objetos; por el
dungskraft, 1924), pero debe hacerse los aspectos psicológicos (y, en todo contrario, este mundo desborda, en la
observar que esta espontaneidad no caso, psicológico-epistemológicos ) de infinidad de sus posibles "presenta-
es equivalente a una "pura facultad la imaginación. ciones", las imágenes. Sartre liga el
de fantasear"; la imaginación hace Algunos autores han intentado ha- mundo de la imaginación al mundo
posible las síntesis, pero no hay sín- cer de la imaginación un fundamento del pensamiento, y, además, considera
tesis sin material previamente sinte- metafísico de la realidad. En la me- que la imaginación está relacionada
tizable. dida en que la noción de imaginación con la acción (o con la serie de "posi-
El papel desempeñado por la ima- es comparable a la de fantasía, puede bles acciones"). La imagen no es el
ginación productiva en Kant no se considerarse como uno de estos auto- mundo negado simpliciter; es el mun-
limita al reino de la razón teórica, sino res a Jakob Froschammer. Nos hemos do negado desde cierto punto de vista
que se extiende a la facultad del jui- referido al mismo en el artículo sobre (ibid., pág. 234): para que el centau-
cio. "Debemos observar que en forma Fantasía (VÉASE). Aquí nos referire- ro aparezca como irreal (imaginario)
incomprensible para nosotros la ima- mos a otro autor, Edward Douglas "es menester precisamente que el
ginación puede no solamente re-pre- Fawcett (nac. 186Θ), que en dos de mundo sea aprehendido como mun-
sentar ( zurückrufen ) ocasionalmente sus obras ( The World as Imagination, do-donde-no-hay centauros" (loc. cit.).
signos de conceptos de hace largo 1916, y Divine Imagining, 1921) bos- Es claro que Sartre analiza el proble-
tiempo, mas también puede reprodu- quejó y elaboró todo un sistema filo- ma de la imaginación en forma que
cir (reproduzieren) la imagen de la sófico basado en la idea de lo que proporcione una base para su poste-
figura de un objeto de un número llamó "Imaginación Cósmica" (I. C.). rior (o simultánea) doctrina de la
incontable de objetos de diversas cla- Fawcett presentó lo que llamó "la conciencia como "conciencia realizan-
ses o inclusive de una misma clase" hipótesis de la Imaginación Cósmica" te [o realizadora]".
(KU., 17). La imaginación puede ser en la forma siguiente: "Nuestra hipó- Además de los textos citados en el
aquí asimismo reproductiva o produc- tesis es un imaginar que concibe a la artículo, véase la bibliografía de FAN-
tiva; sólo en el segundo caso puede Realidad Ultima que todo lo abarca TASÍA, donde hemos agrupado obras
hablarse de ella como libre (ibid., como realidad que ella misma imagi- que se refieren tanto a la cuestión de
22). Lo cual no significa que la ima- n a . . . El imaginar de la I. C. es el la fantasía como a la de la imagina-
ginación productiva saque algo de la hacer la realidad misma imaginada. ción. — Además: Gilbert Durand,
Les structures anthropologiques de
nada; por grande que sea su poder Por ser la cosa imaginada, 'es lo que l'imaginaire. Introduction à larchétu-
de crear otra naturaleza, lo hace a es'; y de ello emerge cualquier cosa y pologie générale, 1960 (tesis). — Ë.
base del material dado (ibid., 49). según ello todo puede ser concebido. Minkowski, F. Dagognet, J. Starobins-
Vemos, pues, que aunque Kant sub- La I. C. se parece al Absoluto en dos ki, P. de Man, artículos sobre imagi-
914
IMI IMI IMP
nación (y sobre Gaston Bachelard y épica y tragedia, comedia, poesía di- Psychologie und Volkerkunde, 2» ed.,
J.-J. Rousseau a propósito de la ima- tirámbica, música de flauta y lira) 1923.
ginación) en Revue Internationale de son, en general, modos de imitación IMPENETRABILIDAD, IMPENE-
Philosophie, Année XIV, N° 51 (1960), (Poet., I 1447 a 14-16). El imitador o TRABLE. Se ha discutido con fre-
3084. — Κ. Ε. Boulding, The Image,
1961. — Sobre la imaginación en artista representa sobre todo acciones, cuencia si los cuerpos (físicos) son
Kant, véase especialmente Hermann con agentes humanos buenos o malos penetrables o impenetrables; por lo
Hórchen, "Die Einbildungskraft bei (ibid., II 148 a 1-2), habiendo tan- común se ha adoptado esta última
Kant", Jahrbuch fur Philosophie und tas especies de artes como maneras opinión, pero entonces se ha debatido
phanomenologische Forschung, XI de imitar las diversas clases de ob- si la impenetrabilidad es una propie-
(1930). jetos (ibid., III 1448 a 18-20). dad específica del cuerpo físico dis-
IMITACIÓN. Los pitagóricos lla- La doctrina artística de la imita- tinta de la extensión. La cuestión de
maban imitación, μίμ,ησις, al modo ción, especialmente en su forma aris- la penetrabilidad o impenetrabilidad
como las cosas se relacionaban con totélica, ejerció considerable influen- de los cuerpos ha estado vinculada al
los números, considerados como las cia hasta bien entrado el siglo xviii. problema de la constitución (continua
realidades esenciales y superiores que Muchas de las teorías setecentistas del o discreta) de la materia y al de la
aquéllas imitan. Aristóteles criticó gusto (v.) estaban basadas en ella. naturaleza del espacio y del contacto
esta doctrina en Met., A 6, 987 b 12, En la época contemporánea la no- entre cuerpos.
declarando que no hay diferencia Aquí nos limitaremos a señalar al-
ción de imitación artística ha sido
esencial entre la teoría pitagórica de elaborada con frecuencia en relación gunas de las opiniones más destacadas
la imitación y la teoría platónica de la con la llamada endopatía (v.). La al respecto.
participación (VÉASE). teoría estética se ha fundamentado en Los estoicos rechazaron la distin-
La noción anterior de imitación es este respecto en una base psicológica. ción aristotélica entre el contacto y
(predominantemente) metafísica. El Por lo demás, los aspectos psicoló- la continuidad. La concepción conti-
concepto de imitación puede enten- gicos, sociológicos y biológicos de nuista defendida por los estoicos les
derse asimismo en un sentido (pre- la imitación han alcanzado un pre- obligaba a mantener que no hay nin-
dominantemente) estético. Es lo que dominio cada vez más acentuado so- gún punto preciso, o ninguna serie
sucede en parte con Platón y por bre el aspecto estético. Así, por ejem- de puntos precisos, entre dos cuerpos
entero con Aristóteles al presentar sus plo, se ha estudiado en biología y en que determine su "contacto". Como,
respectivas teorías de la imitación ar- psicología el fenómeno de la imita- por otro lado, no hay vacío entre los
tística. Platón se refirió a esta cues- ción en tanto que reproducción poi cuerpos, puede muy bien negarse la
tión en varios diálogos. Por ejemplo, un ser vivo de los movimientos de impenetrabilidad y admitirse la inter-
en Soph., 266 A sigs., al definir la otro ser viviente. A este estudio per- penetrabilidad. Congruentemente, los
imitación como una especie de crea- tenecen las investigaciones sobre la estoicos admitían la posibilidad de
ción, es decir, como una creación de mímica efectuados por biólogos (co- una "mezcla total" de cuerpos, y ello
imágenes y no de cosas reales, por mo Piderit) y por psicólogos (Lipps). no sólo, como se diría hoy, en escala
lo cual la imitación es una creación Amplio uso del concepto de imita- macroscópica, sino inclusive en escala
humana y no divina, o en Leg., II ción se ha hecho en sociología, espe- microscópica. La mezcla total, lo mis-
667A, al dilucidar las condiciones cialmente por Tarde, el cual ha con- mo que la interpenetrabilidad, son
que debe cumplir la imitación de siderado la imitación como el modo consecuencia de la continuidad.
algo: de qué sea imitación, si es ver- de ser de los hechos sociales, a di- Que los cuerpos sean interpenetra-
dadera, si es hermosa. Particularmen- ferencia de la invención, caracterís- bles no significa para los estoicos que
te importantes son, empero, los pa- tica del individuo. Mencionemos, fi- no ofrezcan resistencia. Esta última
sajes platónicos en Rep., X 595 C y nalmente, un uso de imitación menos (véase ANTITIPIA) es una de las pro-
sigs., donde indica que cuando un importante filosóficamente, pero que piedades de los cuerpos.
artista pinta un objeto fabrica una ha despertado interés en la teoría e La mayor parte de autores ha sos-
apariencia de este objeto, pero como historia literarias: el que ha sido pro- tenido la impenetrabilidad de los
en rigor no pinta la esencia o verdad puesto por E. Auerbach en su obra cuerpos. Algunos, como los tomistas,
del objeto, sino su imitación en la Mimesis. Dargestellte Wirklichkeit in
Naturaleza, la imitación artística re- han afirmado que los cuerpos son im-
der abendlandischen Literatur, 1942
sulta ser una imitación doble: la imi- (trad, esp.: Mimesis. La representa- penetrables naturalmente; los cuerpos
tación de una imitación. Por eso el ción de la realidad en la literatura se ordenan uno junto al otro en virtud
arte de la imitación no roza, según occidental, 1954). de la cantidad. Aunque la impenetra-
Platón, más que un fantasma, simu- Sobre la imitación en Platón: Cul- bilidad no es lo mismo que la exten-
lacro o imagen, ε'ίδωλον, de la cosa. bert G. Rutenber, The Doctrine oj sión, ambas propiedades se hallan
Con lo cual advertimos que aun en thé Imitation of God in Plato, 1946. íntimamente relacionadas. Ello no sig-
su teoría de la imitación estética Pla- — W. J. Verdenius, Mimemis. Pla- nifica que cualquier cuerpo dado sea
tón no abandonó su doctrina de la to's Doctrine of Artistíc Imitation and impenetrable; un cuerpo puede pene-
imitación metafísica. Aristóteles, en Its Meaning to Vs, 1949. — Sobre la trar a otro por los intersticios del últi-
imitación en sentido psicológico y so-
cambio, dilucidó el problema de la ciológico: G. Tarde, Les lois de limi- mo, pero hay siempre en todo cuerpo
imitación como un problema de la tation, 1890 (trad, esp.: Las leyes de algo impenetrable. Los tomistas dis-
poética o arte productivo. Según el la imitación, 1907). — P. Back, Die tinguen por ello entre impenetrabili-
Estagirita las artes poéticas (poesía Nachahmung und ihre Bedeutung fût dad interna y externa (o local). Por
915
IMP IMP IMP
otro lado, los escotistas consideran la —como indicó Kant— hipotéticos (o principio objetivo en tanto que se
impenetrabilidad como una propiedad condicionales) y categóricos (o abso- impone necesariamente a una volun-
específica de los cuerpos distinta de lutos) . En la ética actual se ha dis- tad se llama un mandamiento, y la
la extensión. cutido sobre todo la índole lógica de fórmula de este mandamiento se lla-
En la época moderna el problema las expresiones imperativas. Algunos ma un imperativo". El imperativo
de la impenetrabilidad ha sido discu- autores han declarado que como los —dice Kant (K. p. V, 36-7)— es una
tido a menudo en relación con la imperativos no son enunciados (los regla práctica que se le da a un ente
cuestión del movimiento y del reposo. cuales se expresan en modo indicati- cuya razón no determina enteramente
Descartes ha sostenido que lo que ci- vo), no dicen nada y, por consiguien- a la voluntad. Tal regla expresa la
menta las partes de un cuerpo duro te, quedan fuera de toda ciencia. necesidad objetiva de la acción, de
es su propio reposo (Princ. Phil., II, Según esta teoría, los imperativos ex- tal modo que la acción tendría lugar
55). Locke define la impenetrabilidad presan solamente los deseos de la per- inevitablemente de acuerdo con la
como una fuerza activa de los cuer- sona que los formula, de tal modo regla si la voluntad estuviera entera-
pos; hay en cada cuerpo una fuerza que cuando decimos: "Obedece a tu mente determinada por la razón. Este
que rechaza a otro cuerpo (Essay, II, madre", ello equivale a decir: "Deseo es el motivo por el cual los imperati-
4). Para Leibniz, la impenetrabilidad que obedezcas a tu madre." En suma, vos son objetivamente válidos, a di-
se funda en la antitipia (v. ); la im- los imperativos no tienen en este caso ferencia de las máximas (véase MÁ-
penetrabilidad es en este filósofo dis- otra posibilidad de comprobación que XIMA), que son principios subjetivos.
tinta de la extensión, la cual es pura- la comprobación de que la persona Los imperativos son, como vimos,
mente relacional. que los formula tiene efectivamente de dos clases: hipotéticos o condicio-
La concepción de la materia en la el deseo que en ellos se expresa. Es nales —en los cuales los mandamien-
física moderna "clásica" como espa- obvio que esta teoría está muy estre- tos de la razón están condicionados
cio lleno conduce a la idea de materia chamente relacionada con la que re- por los fines que se pretenden alcan-
(más bien que simplemente cuerpo fí- duce los juicios de carácter moral a zar—, y categóricos o absolutos — en
sico) como impenetrable. Si se estima juicios aprobatorios, es decir, la que los cuales los mandamientos de la
que la materia se halla compuesta de afirma que una proposición como razón no están condicionados por nin-
partículas elementales, la impenetra- 'Juan obra mal' equivale a la propo- gún fin, de modo que la acción se
bilidad afecta entonces a las partícu- sición 'No apruebo la conducta de realiza por sí misma y es un bien
las; los cuerpos mismos son interpene- Juan'. Otros autores han propuesto en sí misma. Los imperativos hipo-
trables por los intersticios. La impe- reducir los imperativos a condiciona- téticos determinan las condiciones
netrabilidad es en dicha física una vis les. Según ello, una frase como 'No de la causalidad del ser racional co-
ínsita (Newton). Los cambios funda- desearás a la mujer de tu prójimo' mo causa eficiente, es decir, con refe-
equivale a la frase: 'Si deseas a la rencia al efecto y a los medios de
mentales en la idea de materia intro-
mujer de tu prójimo, te atraerás la obtenerlo. Los imperativos categóri-
ducidos durante el presente siglo
venganza de tu prójimo', o a la frase: cos determinan sólo la voluntad, tan-
tienen que modificar la noción clásica 'Si deseas a la mujer de tu prójimo, to si es adecuada al efecto como si
de impenetrabilidad. Esta última se contribuirás a la disolución de los no lo es. Por eso los primeros con-
funda de algún modo en la idea de vínculos familiares', etc. Contra am- tienen meros preceptos, en tanto que
que hay una distinción entre "lo lle- bas teorías se ha observado que si los segundos son leyes prácticas. Pues
no" y "lo vacío". Eliminada, o ate- bien constituyen un análisis lógico aunque las máximas son también
nuada, esta distinción, no puede de los imperativos, representan un principios, no son imperativos.
hablarse ya propiamente de impene- sacrificio de aquello a que tienden Kant subdivide los imperativos hi-
trabilidad, no tanto porque se admita justamente los imperativos: la expre- potéticos en problemáticos (o impe-
que los cuerpos (o las partículas) son sión de unas normas de carácter mo- rativos de habilidad) y asertóricos (o
penetrables, sino más bien porque el ral. El fondo de las citadas teorías imperativos de prudencia, llamados
concepto de impenetrabilidad pierde ha sido por ello reconocido como na- también pragmáticos). Los imperati-
su anterior claro sentido físico. turalista, pues, en efecto, solamente vos categóricos no se subdividen,
IMPERATIVO. Los mandamientos cuando se reduce enteramente el hom- porque todo imperativo categórico
éticos se formulan en un lenguaje bre a una entidad natural puede ad- es a la vez apodíctico. Podemos, pues,
imperativo. Este imperativo es a ve- mitirse que el mandamiento expresa decir que los imperativos ordenan
ces positivo, como en "Honrarás pa- el estado de ánimo del que manda, o hipotética o categóricamente. Ejem-
dre y madre", y a veces negativo, ya sea bajo la forma del deseo o plo de los primeros es el imperativo:
como en "No matarás". El lenguaje bien bajo la forma de la aprobación. "Debes considerar todas las cosas
imperativo es a su vez una parte del Nos hemos referido más arriba a atentamente con el fin de evitar jui-
lenguaje prescriptivo. Sin embargo, una clasificación de los imperativos cios falsos", que de hecho equivale
no todo el lenguaje ético es imperati- debida a Kant. Formularemos ahora a una proposición condicional, pues
vo. Los juicios de valor moral, por dicha clasificación más detalladamen- se puede formular asimismo del si-
ejemplo, que pertenecen también a te, pero antes será necesario introdu- guiente modo: "Si quieres evitar jui-
la ética, se formulan en lenguaje va- cir la noción kantiana de imperativo cios falsos, debes considerar todas las
lorativo. A su vez, los imperativos en general. Según escribe Kant en la cosas atentamente." Ejemplo de los
pueden ser de diversas clases. Por Fundamentación de la metafísica de segundos es el imperativo: "Sé justo."
ejemplo: singulares y universales, o las costumbres, "la concepción de un Este es uno de los muchos ejemplos
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IMP BIP IMP
posibles de imperativo categórico. como la primera; (III) como la se- diría a sí misma. Supongamos que
Con esto vemos que aun cuando es gunda, y (IV) y (V) como la tercera. sea una ley universal el que cada uno
corriente usar la expresión 'el impera- Kant enumera varios ejemplos de que se encuentra en una dificultad
tivo categórico (de Kant)', de hecho deberes, unos que son deberes para pueda prometer lo que quiera pen*
todo imperativo que mande incondi- consigo mismo y otros que son debe- sando no cumplir con su promesa.
cionalmente como si lo ordenado res para con otras personas, con el Entonces la propia promesa, y lo que
fuese un bien en sí, es categórico. fin de mostrar cómo funciona el im- uno se propusiera con ella, resultarían
Ahora bien, siguiendo la tradición perativo categórico. Mencionamos tres imposibles, pues nadie aceptaría que
nos referiremos al imperativo categó- de dichos ejemplos. Los dos primeros ha habido una promesa y considera-
rico (de Kant), en tanto que princi- proceden de la Fundamentarían de ría toda promesa como una falsa pre-
pio de todos los imperativos categó- la metafísica de las costumbres; el tensión."
ricos, bien que teniendo en cuenta último, de la Crítica de la razón prác~ Entre los deberes para con otros
que ha sido formulado de diversas tica. puede presentarse el siguiente caso.
maneras. No son variantes, sino for- Entre los deberes para consigo Supongamos que alguien ha decidi-
mas que se enlazan entre sí, de tal mismo puede presentarse el siguiente do seguir la máxima de incrémental
modo que se pasa de la una a la otra caso: Un hombre desesperado por su fortuna por todos los medios se-
dentro de un sistema moral consis- las desgracias ocurridas en su vida guros a su alcance. Le ocurre en un
tente. Siguiendo las indicaciones de y todavía en posesión de su razón momento dado tener un depósito de
H. J. Patón en su libro The Catego- se pregunta si no sería contrario a alguien que ha fallecido y que no
rical Imperative (1948, Cap. XIII, su deber para consigo mismo suici- ha dejado sobre el punto ninguna
1), daremos las cinco formulaciones darse. Investiga entonces si la má- voluntad escrita. ¿Puede convertirse
de Kant. Todas ellas se hallan en la xima de su acción podría convertirse en ley práctica universal la máxima
Fundamentación citada. Las enume- en ley universal de la Naturaleza. Y de que se puede negar a devolver un
ramos en el mismo orden que pro- razona como sigue: "Por lo pronto depósito en tales condiciones? La
pone Patón y les damos los mismos adopto como máxima el principio de respuesta es, según Kant, negativa.
nombres que sugiere este autor. Son: que puedo acortar mi existencia cuan- Pues si la máxima en cuestión se
(I) "Obra sólo de acuerdo con la do la mayor duración de ésta tenga convirtiese en ley universal se anu-
máxima por la cual puedas al mismo que proporcionarme mayores males laría a sí misma, ya que no habría
tiempo querer que se convierta en que bienes. ¿Puede convertirse este depósitos.
ley universal" (fórmula de la ley principio en ley universal de la Na- Se han formulado varias objecio-
universal); (II) "Obra como si la turaleza? No, porque un sistema de nes a la doctrina kantiana del impe-
máxima de tu acción debiera conver- la Naturaleza en el cual fuese una rativo categórico.
tirse por tu voluntad en ley universal ley destruir la vida por medio del Unas se basan en el hecho de que
de la Naturaleza" (fórmula de la mismo sentimiento que impulsa la el imperativo categórico adolece de
ley de la Naturaleza; (III) "Obra mejora de la misma sería contradic- inconsistencias. Ejemplo de ello es el
de tal modo que uses la humanidad, torio consigo mismo y no podría exis- argumento de Brentano en una nota
tanto en tu propia persona como en tir como sistema de la Naturaleza." [15] a su obra El origen del conoci-
la persona de cualquier otro, siempre Entre los deberes para con otros miento moral. La claridad con que
a la vez como un fin, nunca simple- puede presentarse el siguiente caso: lo ha expresado dicho filósofo merece
mente como un medio" (fórmula del Un hombre se ve obligado a pedir que reproduzcamos el párrafo perti-
fin en sí mismo); (IV) "Obra de tal prestado dinero. Sabe que no podrá nente: "Si a consecuencia de la ley
modo que tu voluntad pueda consi- devolverlo, pero sabe también que ciertas acciones son omitidas, enton-
derarse a sí misma como constituyen- no se le prestará nada si no promete ces la ley obra un efecto y, por tanto,
do una ley universal por medio de su devolución en un tiempo determi- es real y en modo alguno queda
su máxima" (fórmula de la autono- nado. Quiere hacer la promesa, pero anulada. Ved cuan ridículo fuera que
mía); ( V ) "Obra como si por medio posee suficiente conciencia moral alguien tratara en modo semejante la
de tus máximas fueras siempre un para preguntarse si no será ilegal y pregunta siguiente: ¿Debo acceder a
miembro legislador en un reino uni- contradictorio con el deber eludir tal quien intente sobornarme?, y contes-
versal de fines" (fórmula del reino dificultad haciendo semejante falsa tase: Sí, porque si pensaras la máxi-
de los fines ). La fórmula que aparece promesa. Si se resuelve a hacerla pen- ma opuesta elevada a ley universal
en la Crítica de la razón práctica bajo sará: "Estoy dispuesto a pedir dinero de la Naturaleza, ya no habría nadie
el nombre de "Ley fundamental de y a prometer devolverlo, aunque sé que intentase sobornar a nadie, y,
la razón pura práctica", y que dice: que no podré cumplir nunca mi pro- por consiguiente, quedaría la ley sin
"Obra de modo que tu máxima pue- mesa. Esto estará, ciertamente, de aplicación y, por tanto, anulada por
da valer siempre al mismo tiempo acuerdo con mi conveniencia, pero, sí misma." (El origen, etc., trad. M.
como principio de una legislación ¿es justo? Para saber la respuesta, García Morente, 2» ed., 1941 pág. 86).
universal", se aproxima mucho a (I), debo formularlo mediante una ley Otros destacan que un imperativo
aunque en el desarrollo que le da universal y preguntar: ¿Qué ocurriría como el kantiano no tiene sus raíces
en dicha obra Kant parece atener- si mi máxima se convirtiese en tal en una exigencia racional, sino que
se a ( III ). El propio filósofo habla de ley? Inmediatamente veo que no po- es la consecuencia de un instinto que
tres formas del imperativo categóri- dría convertirse en semejante ley, en un momento determinado puede
co; podemos considerar ( I ) y (II) pues una ley de esta índole se contra- revelarse racionalmente. Ejemplo de
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IMP IMP IMP
tal opinión es el que propone Bergson te de la voluntad, sin atender a otras dichas, pero otros (por ejemplo, R.
en el Cap. I de su obra Las ¿los fuen- posibilidades de percibir los valores M. Haré y Héctor Neri Castañeda)
tes de la moral y de la religión, al éticos). Otros, por fin, son puntos de han afirmado la posibilidad de tales
indicar que si queremos un caso de vista filosóficos (el imperativo cate- inferencias. El último autor citado
imperativo categórico puro "tendre- górico es un imperativo de la razón, (Cfr. bibliografía injra] ha elaborado
mos que construirlo a priori o por lo que puede ser contrario a los impera- con cierto detalle las condiciones de
menos estilizar la experiencia". En tivos de la vida). En todos estos la lógica de los imperativos formu-
efecto, la fórmula "es necesario, por- casos se critica el imperativo categó- lando las expresiones imperativas aná-
que es necesario" puede imaginarse rico kantiano por su rigidez y por su logas a los valores de verdad. Ello
como forjada en un instante en que ausencia de supuestos, con lo cual significa establecer "una generaliza-
la inteligencia expresa la inevitabili- este tipo de objeción coincide a veces ción fecunda de la noción de inferen-
dad de una acción prescrita por el con la que destaca el excesivo for- cia del modo como ésta se aplica a
instinto. Por eso "un imperativo ab- malismo del imperativo. Destaquemos proposiciones indicativas ordinarias,
solutamente categórico es de natu- que dentro de este último género de esto es, como uso posible de enuncia-
raleza instintiva o sonambúlica: o se objeciones puede incluirse la expli- dos formalmente relacionados entre sí
le experimenta como tal en estado cación de un imperativo categórico de ciertos modos especificados, inde-
normal, o se le imagina así cuando puro dada por Bergson. pendientemente de si son verdaderos
la reflexión se despierta por un mo- Respuestas a estas objeciones obli- o falsos, y de cómo son usados y por
mento; el tiempo indispensable para gan o bien a refundamentar la ética quién".
formularlo, pero no para buscarle ra- o bien a dar una interpretación me-
zones". (Los dos fuentes, etc., trad, nos formal de lo habitual al impera-
esp., 1946, pág. 79). tivo categórico kantiano. Lo primero
Otros destacan que del imperativo ha sido intentado por autores corno
categórico no pueden deducirse con- Brentano, Scheler y N. Hartmann,
secuencias éticas. Como indica Bren- o por quienes, rechazando la ética
tano en la obra antes citada, J. S. de los valores, han propuesto regresar
Mili había ya formulado esta obje- a éticas de carácter declaradamente
ción. Pero ésta se encuentra en todos material. Lo último ha sido llevado
los autores que han criticado el for- a cabo por quienes, como el mencio-
malismo ético kantiano. Los que lle- nado H. J. Patón, señalan que "Kant
van esta objeción a sus últimas conse- no trata de proponer una teoría es-
cuencias indican que no puede haber peculativa acerca del modo como un
ningún principio ético normativo de imperativo categórico puede producir
carácter universal. Tales principios efectos en el mundo fenoménico"
—arguyen— son completamente va- (op. cit., Cap. XIX, 5). No se trata,
cíos y, por consiguiente, no pueden pues, de explicar cómo la razón pura
dar lugar a ninguna máxima concreta. puede ser práctica. Análogamente a
Otras objeciones, finalmente, se re- lo que ocurre en la Crítica de la razón
fieren a los supuestos desde los cua- pura, en la Crítica de la razón prác-
les el imperativo categórico es for- tica y en la Fundamentadón de la
mulado. Se ha indicado, en efecto, metafísica de las costumbres, la cues-
que una ética como la kantiana es tión planteada por Kant es una cues-
una ética rigorista, que niega la es- tión de validez de ciertas proposicio-
pontaneidad de la vida y adscribe nes; ni los problemas psicológicos ni
valor solamente a lo hecho contra los las consecuencias prácticas tendrían
propios impulsos. El imperativo cate- entonces nada que ver en principio
górico sería, según estas objeciones, con la formulación de imperativos.
la consecuencia de la universalización Es dudoso, sin embargo, que por lo
de tal rigorismo ético. Tal objeción menos en lo que toca a las consecuen-
se formula a su vez desde distintos cias prácticas pueda resolverse el
puntos de vista. Unos son puntos de asunto doblando el formalismo del
vista sociológicos (el imperativo ca- imperativo con el formalismo de su
tegórico es la clave de una ética del interpretación.
hombre burgués). Otros son puntos Varios filósofos y lógicos se han IMPERATIVO C A T E G Ó R I C O .
de vista teológicos (el imperativo ca- ocupado de lo que se ha llamado "la Véase IMPERATIVO.
tegórico es el punto culminante de lógica de los imperativos", es decir, IMPERSONAL, IMPERSONALIS-
una ética puramente autónoma, que la lógica que se ocupa de las inferen- MO. El punto de vista que prescinde
atribuye al hombre la posibilidad de cias que puedan ejecutarse a partir de la persona (VÉASE) es llamado
hacer el bien sin una gracia divina). de expresiones imperativas tales como "punto de vista impersonal". El voca-
Otros son puntos de vista psicológico- "Haz X" u "Obedece Y". Algunos blo 'impersonal' es equiparado con
filosóficos (el imperativo categórico autores han negado la posibilidad de frecuencia al vocablo Objetivo' (en el
hace depender la ética exclusivamen- inferencias imperativas propiamente sentido moderno de este último térmi-
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IMP IMP IMP
no). En metafísica se considera que el Dios personal en un Incognosci- tus, en la cual se ha visto un antece-
el impersonalismo afirma el comple- ble, y el impersonalismo que acaba dente de la noción galileana de
to primado (ontológico y axiológico) en un "idealismo afirmativo", tal inercia. La noción en cuestión apare-
de las "cosas", res. El impersonalismo como se expresa en la teoría del teís- ció ante todo como un modo de expli-
equivale entonces a una concepción mo cósmico, en el que Dios se hace car el movimiento de un proyectil, es
del mundo que, según Renouvier, inmanente a la Naturaleza, decir, uno de los llamados por Aristó-
"busca en la conciencia, sede única Una ética y concepción de la vida teles "movimientos violentos" a dife-
de toda representación de las cosas, de carácter impersonalista fue defen- rencia de los "movimientos naturales".
aquellas que puedan servir para re- dida por Dietrich Heinrich Kerler Hemos tratado del modo cómo Aris-
presentar la cosa o la esencia de (1882-1921; nac. en Neu-Ulma). Ker- tóteles planteó e intentó solucionar el
todas, de modo que la conciencia y ler escribió varias obras, en algunas problema del "movimiento de un pro-
sus leyes no sean, en el fondo, más de las cuales se manifestaban tenden- yectil" en el artículo Inercia (VÉASE).
que formas o productos de las mis- cias "impersonalistas" (Die Idee der El correspondiente pasaje de Aristóte-
mas". Por eso el impersonalismo se gerechten Vergeltung in ihrem Wider- les (Phys., IV, 8, 215 a 14) fue co-
opone del modo más radical al per- spruch mit dem Moral, 1908; Ueber mentado, entre otros, por Simplicio
sonalismo (VÉASE). La oposición per- Annahmen, 2 partes, 1910; Katego- (in Arist. physicorum libros. .. com-
sonalismo-impersonalismo es, así, una rienprobleme, 1912; Jenseits vom Op- mentaría [Comm, in Aristotelem grae-
de las oposiciones fundamentales de timismus und Pessimismus, 1914; Der ca, X, 1350]) y Juan Filopóu (In
la filosofía, hasta el punto de que Denker, 1920; Die Auferstehung der Aristotelis physicorum libros commen-
parece muy difícil, si no imposible, Metaphysik, 1922), pero en una de taria [ibid., XVII, 639 y sigs.]. El pri-
acordarlos. Aun cuando la doctrina ellas sobre todo (Max Scheler und mero se atuvo substancialmente a la
impersonalista metafísica no deba die impersonalistische Weltanschau- explicación (o explicaciones) de Aris-
confundirse con el impersonalismo ung, 1917) atacó el personalismo co- tóteles, si bien modificándolas en va-
gnoseológico, la verdad es que con mo una ética y una concepción de la rios sentidos. El segundo rechazó las
la mayor frecuencia se hallan estre- vida fundadas en la propia persona. explicaciones aristotélicas y las susti-
chamente emparentados. Así ocurre Contra el personalismo propuso un tuyó por la hipótesis de una "fuerza
con autores que, como F. Bouillier impersonalismo según el cual no sólo cinética", κινητική δύνβμ,ις, impresa
(1813-1899), el historiador y crítico la propia persona, sino toda Persona, en el proyectil —y no en el medio en
del cartesianismo, han defendido esta incluyendo Dios, o cualquier Ser di- el cual se mueve el proyectil—, fuer-
doctrina; en la Théorie de la raison vino creado, constituye la base para za que hace que el proyectil siga mo-
impersonelle (1845) y en Le Prínci- la realización de los valores y para la viéndose hasta que la fuerza se agota
pe vital et l'âme pensante (1862), aprehensión del sentido de los valores. por la resistencia que le opone el me-
Bouillier ha erigido una doctrina de Las ideas de Kerler fueron elaboradas dio. La "fuerza cinética" en cuestión
carácter animista que desemboca en por Kurt Port (nac. 1896: Weltwitte es, según Juan Filopón, "incorporal",
un impersonalismo panteísta y que und Wertwille, 1925; Das System der ασώματο; (lo que no significa nece-
puede servir de ejemplo para este Werte, 1929; Kerler. Die Philosophie sariamente "espiritual"); la "fuerza
tránsito del impersonalismo gnoseo- des Geistes, 1949). Port difiere, sin cinética" de que habla Juan Filopón
lógico al metafísico. embargo, de Kerler en que mientras es una "energía ( ενέργεια ) cinética"
En opinión de B. P. Bowne ( Perso- éste da a su doctrina impersonalista comparable a la que, según varios au-
nalism, 1908), hay dos modos de lle- un sentido estético-místico y no sola- tores antiguos, emana de los objetos
gar al impersonalismo: por un lado, mente ético, el último es el que pri- hacia el ojo que los ve, y que permite
mediante la aplicación a la realidad mariamente interesa a Port. Agregue- justamente al ojo verlos.
total de las categorías correspondien- mos que, según Port ( Archiv f ü r S. Pines (Cfr. bibliografía) advirtió
tes a los objetos impersonales que ro- Begriffsgeschichte, ed. Erich Rothac- que en su Kitáb al-Shifa (Libro de la
dean al hombre; por otro, mediante la ker, IV [1959], pág. 227), Kerler fue curación [del alma]) Avicena pareció
"falacia de lo abstracto", que exige re- el primero en usar el término 'imper-
haber recibido la influencia de Juan
gresos infinitos. El primer camino sonalismo' ( Impersonalismos ) , pero
Filopón en la cuestión que nos ocupa
conduce a un impersonalismo que se esto no parece ser históricamente co-
(el mismo historiador habla de un
confunde con el materialismo y el rrecto.
precursor de Avicena: el "précurseur
ateísmo; el segundo conduce a un im- IMPERTURBABILIDAD. Véase
ATARAXIA, ESCEPTICISMO, ESTOICOS, Bagdadien de la théorie de l'impetus"
personalismo que se identifica con el
Yahya ibn Adí [t 973/74]). Avicena
idealismo absoluto y el acosmismo, Y PlTOÓN.
aun el impersonalismo no propiamen- ÍMPETU (ímpetus). Las investiga- pasó en revista varias explicaciones
te materialista ofrece dos caras distin- ciones de Pierre Duhem (v.) a que del movimiento de un proyectil: la
tas que, según ha indicado George H. nos hemos referido en varios artícu- aristotélica (o, mejor, las dos aristoté-
Howison (The Limitó of Evolution, los, especialmente en PARÍS (ESCUE- licas: la de la antiperistasis, según la
1896) se distinguen entre sí sutil- LA DE), continuadas, en parte rectifi- cual el aire es reemplazado por el
mente, pero no por ello menos vigo- cadas, y ampliadas por varios historia- proyectil; y la que puede llamarse
rosamente: el impersonalismo en que dores (C. Michalski, Anneliese Maier, "simultaneista", según la cual el aire
desemboca el evolucionismo de los A. Koyré, S. Pines, E. A. Moody, recibe el poder de ir empujando el
agnósticos, principalmente el evolu- Marshall Clagett, etc.), han proyecta- proyectil); la de Juan Filopón; otra
cionismo spenceriano, que transforma do claridad sobre la noción de impe- parecida a la de Juan Filopón, pero
919
IMP IMP IMP
de carácter discontinuista; y una teo- Olivi considera que la relación en en las ideas del propio Avempace
ría —la adoptada por el propio Avi- cuestión no es "permanente". (Rogelio Bacon, Santo Tomás, Juan
cena— según la cual hay una especie Los análisis más completos y abun- Duns Escoto y —en parte— Guiller-
de "inclinación (en árabe, mayl o dantes de nuestro problema se hallan mo de Occam). La otra se apoyaba
mail) que el movimiento inicial trans- en el siglo xrv. Marshall Clagett (Cfr. en el "aristotelismo ortodoxo" en su
mite al proyectil y que choca con la bibliografía) indica que en este siglo interpretación a v e r r o í s t a (Alberto
resistencia del medio. El mayl o maü aparecieron por lo menos tres diferen- Magno, Egidio Romano, Sigerio de
no es la fuerza que mueve, sino el tes tendencias en los intentos de solu- Brabante [este último, sin embargo,
instrumento de que, por así decirlo, cionar el problema de la continuación parece haberse inclinado posteriormen-
"se vale" la fuerza. El mayl puede ser del movimiento de un proyectil —o te hacia las doctrinas de Santo Tomás
psíquico o físico. El mayl físico pue- cualquier otro "movimiento violen- en el asunto que nos ocupa]). La
de ser "natural" o "violento". El to"—: la tendencia representada por primera de dichas dos corrientes fue
"mayl violento" (gasñ) persiste inde- Francisco de Marchia (v.), según la reasumida, según Moody, y conside-
finidamente a menos de que se opon- cual la fuerza que imprime el movi- rablemente elaborada (y posiblemente
ga otra fuerza (o una resistencia que miento "imprime" a la vez una fuerza modificada) por varios autores del si-
opera como fuerza). En todo caso, el {la llamada vis derelicta) al proyectil, glo xrv: los citados Francisco de Mar-
mayl en cuestión es permanente. Otro que le hace posible continuar su mo- chia, Juan Buridán, Nicolás de Oresme
filósofo árabe, Abü'l-Barakat ( t ca. vimiento; la tendencia representada y Alberto de Sajonia. Así, como ha
1164), desarrolló la teoría del mayl por Guillermo de Occam, según la mostrado Anneliese Maier, la doctrina
aviceniano, pero de alguna manera cual, como el movimiento es, según del ímpetu que culminó en los últi-
"retrocedió" respecto a la doctrina de antes apuntamos, una relación y ésta mos autores citados, y especialmente en
Avicena por cuanto estimó que el se reduce a las sucesivas posiciones en Juan Buridán, fue preparada por mu-
mayl violento "se gasta". el espacio del móvil, no es menester chas discusiones acerca de la naturale-
Juan Filopón y algunos autores ára- admitir una causa especial para expli- za de la fuerza motriz (vía motrix).
bes han sido considerados como pre- car el movimiento (de acuerdo con la Es difícil precisar en qué consiste
cursores de la teoría medieval latina norma Entia non sunt multiplicanda exactamente el ímpetu (ímpetus) se-
del ímpetu, aunque se discute todavía praeter necessitatem [v.]); la tenden- gún Juan Buridán — o según Nicolás
si dichos precursores ejercieron o no cia representada por Juan Buridán, de Oresme y otros "parisienses" del
influencia directa sobre los autores la- según la cual hay efectivamente una siglo xiv. Hemos indicado ya que
tinos medievales que adoptaron, o "fuerza impresa", y ésta es de carác- tal ímpetu se determina en función
desarrollaron, la teoría. Es interesante ter permanente, pudiendo determinar- de dos cantidades. Pero Buridán in-
en todo caso notar que ciertos autores se en función de la cantidad de mate- tentó a la vez, y acaso sobre todo,
que no adoptaron la teoría del ímpetu rial del mismo. determinar la "naturaleza" del ímpe-
(o alguna de sus posibles versiones), Esta última doctrina es la única tu. Éste no es la fuerza impulsiva ori-
y defendieron la explicación aristoté- que merece ser llamada propiamente ginal — pues en tal caso no prosegui-
lica (o alguna de sus posibles versio- "teoría del ímpetu". Así, hay razón ría en principio in infinitum. Tam-
nes) dieron muestra de conocer bien para afirmar que, no obstante los mu- poco es el movimiento en cuanto tal
la doctrina de "la continuación del chos y diversos "precursores" de la del proyectil — ya que este movi-
movimiento del proyectil". Tal ocurre doctrina en cuestión, ésta fue defen- miento es producido justamente por
en los comentarios a Aristóteles de dida por vez primera con toda ampli- el ímpetu. El ímpetu es como una
Rogelio Bacon y de Santo Tomás. Se- tud y consecuencia por Juan Buridán, cualidad, permanente, bien que des-
gún B. Jansen (Cfr. bibliografía), y por los pensadores de la llamada tructible — se entiende, destructible
Pedro Juan Olivi (v. ) fue el primer "Escuela de París" (v.), tales como por un agente que actúe contra ella,
"representante escolástico del actual Nicolás de Oresme, Alberto de Sajo- cual puede ocurrir con otro móvil o
concepto de movimiento", pero lo nia y otros. con la resistencia del medio. Pare-
cierto es que aunque dicho filósofo El considerar a Juan Buridán como ce, pues, que el ímpetu es una especie
expone una de las formas de la "doc- el principal exponente de la teoría de cualidad natural del móvil. Debe
trina de la continuación del movi- del ímpetu no significa ignorar que a observarse al efecto que para Buridán
miento" (la llamada "teoría de la in- la vez culmina en este autor una lar- la doctrina del ímpetu explicaba no
dinatio"), a la vez la rechaza. Según ga historia. Al mismo tiempo, puede sólo el movimiento de un proyectil,
Anneliese Maier (Cfr. bibliografía), estimarse la doctrina de Buridán co- sino todo movimiento "local", inclu-
Pedro Juan Olivi no es un precursor mo ejemplo de una de las posibles yendo especialmente el de la "caída
del concepto moderno de movimien- interpretaciones aristotélicas. Según de los cuerpos", es decir, el movi-
to; lo que dicho pensador hace es E. A. Moody, en efecto, el origen más miento acelerado de los cuerpos que
formular la teoría, similar a la poste- inmediato de las doctrinas al respecto caen. La aceleración de un cuerpo al
rior de Guillermo de Occam, según la en el siglo xiv lo constituyó la crítica caer es explicable, según Buridán, por
cual el movimiento es una relación. a que Avempace sometió varios con- el hecho de que hay una continua
Ello hace que no sea menester ningu- ceptos de la física aristotélica en el impresión del ímpetu en el cuerpo
na causa para la continuación del mo- siglo xn. Desde entonces se formaron mediante la gravedad. De este modo
vimiento del proyectil, pero aunque dos corrientes que interpretaron de se procedía a la unificación de los
esto parece muy próximo al "principio dos modos distintos el fenómeno del diversos tipos de movimiento en un
de inercia" no lo es, pues Pedro Juan movimiento violento. Una se apoyaba solo concepto.
920
IMP IMP
Se ha discutido a menudo en qué La confusión citada se debe al ol-
medida la doctrina del ímpetu ha sido vido de la diferencia entre la men-
un antecedente de la doctrina de la ción (VÉASE) y el uso. Ahora bien,
inercia (VÉASE) y en qué medida el ello no significa que no pueda em-
contenido conceptual de la primera plearse la expresión 'implica' al ha-
se aproxima al de la segunda. Duhem blar de un condicional. Lo que suce-
estimó que la doctrina del ímpetu está de es que tal expresión debe restrin-
muy próxima a la de la inercia, y que girse a las ocasiones en las cuales el
aquélla llevó a ésta. Koyré ha afirma- condicional es lógicamente verdadero.
do que la doctrina del ímpetu y la de Por este motivo, el condicional:
la inercia no son tan similares entre
sí como pretendía Duhem, y que Si Shakespeare fue un dra-
aunque hay en la doctrina del ímpetu maturgo, Lavoisier fue un
mucho de "moderno", no es tan "mo- químico
derna" como la de la inercia. Aunque es un condicional verdadero, en tan-
Galileo empleó el término impeto, lle- to que la implicación:
gó a la formulación de la ley de la
'Shakespeare fue un drama-
inercia en parte por rechazo de una
turgo' implica 'Lavoisier fue
de las formas de la doctrina del ím-
un químico"
petu. Por lo demás, añadimos, aunque
se acentúe la "modernidad" de la es una implicación falsa. Ejemplo de
doctrina del ímpetu —cuando menos implicación verdadera es:
en la forma que dieron a la misma 'Shakespeare fue un drama-
Juan Buridán y Nicolás de Oresme—, turgo" implica 'Lavoisier fue
no puede considerarse que la adhe- químico' implica 'Lavoisier
sión a la mencionada doctrina sea su- fue un químico',
ficiente para caracterizar a un autor
como "moderno", o "pre-moderno". a la que coresponde el condicional
Los mertonianos (VÉASE) se opusie- lógicamente verdadero:
ron por lo general a la doctrina del Si Shakespeare fue un dra-
ímpetu y, sin embargo, fueron en va- maturgo, Lavoisier fue un
rios respectos más "modernos" que químico, entonces Lavoisier
los "parisienses", especialmente en lo fue un químico',
que toca a sus esfuerzos por "cuanti-
Lo que se llaman paradojas de la
ficar" las nociones físicas.
implicación material a las cuales nos-
Ahora bien, descontadas las falsas hemos referido en el citado artículo
analogías entre la idea del ímpetu y sobre la noción de condicional y que
la de inercia, todavía puede sostener- se desprenden de la tabla de verdad
se que hay algunas analogías que no IMPLICACIÓN. Ha sido común en correspondiente a ' 3 ' (véase TA-
son falsas entre la idea de ímpetu y la literatura lógica confundir la im- BLAS DE VERDAD) , son debidas, por
algunas nociones de la física moder- plicación con el condicional (VÉASE) lo tanto, a leer ' ID o 'si.. . enton-
na tal como fue desarrollada por Ga- sin tener en cuenta que mientras en ces' como 'implica'. Cuando así no
lileo y Newton. Una de estas analo- el condicional se emplean enuncia- ocurre, no puede hablarse de para-
gías, acaso la principal de ellas, es la dos, de acuerdo con el esquema: dojas.
que, según Anneliese Maier, existe p=*q, La interpretación material del con-
entre ímpetus y momentum — o fuer- que se lee: dicional, llamada con frecuencia im-
za compuesta por la masa y la veloci- si p, entonces q, plicación material, fue ya expuesta
dad de un cuerpo. por Filón de Megara (VÉASE), se-
pudiendo tener como ejemplo:
gún lo que refiere al respecto Sexto
Si Shakespeare fue un dra- el Empírico (Pyrr. Hyp., II, 110;
maturgo, Lavoisier fue un Adv. log., II, 112-4). Los estoicos
químico, siguieron a Filón por este camino, y
en la implicación se emplean nombres la concepción en cuestión fue reco-
de enunciados, de acuerdo con el es- gida en la Edad Media por Abelar-
quema: do, Juan Duns Escoto, Guillermo de
'p' implica 'q', Occam y otros autores. Se ha deba-
tido, en cambio, si la interpretación
que puede tener como ejemplo: material está o no expresada en Boe-
'Shakespeare fue un drama- cio. Algunos autores ( Lukasiewicz,
turgo' implica 'Lavoisier fue Dürr) se inclinan por la afirmativa.
un químico'. Otros (René van den Driessche) sos-
921
IMP IMP IMP
tienen que Boecio no se adhirió sim- racional; por lo tanto, todo hombre Uno es Maurice Blondel. En su
plemente a la concepción estoica, es racional", esta implicación vale en obra La Pensée (tomo II, págs. 441 y
distinguiendo entre la partícula 'si' aquella materia, porque es materia siguientes) declara este autor que hay
(usada para expresar la implicación necesaria en la cual de un particular un método de implicación (que no
extema) y la partícula 'cum (usada puede inferirse un universal. Pero no debe ser confundido con el método
para expresar la implicación interna). vale por la forma, porque en otra de inmanencia [VÉASE]) y que está
Así, la fórmula: materia, aun teniendo forma semejan- vinculado al sentido tradicional del
(p => q) => (r z> s) te, no es válida, como cuando se dice: implicite. El estar implícita una cosa
'Algún hombre es blanco; por lo tan- en otra puede ser entendido, según
es expresada por Boecio del modo
to, todo hombre es blanco'. La impli- Blondel, en dos sentidos: en el pasivo
siguiente: del envuelto, y en el activo del en-
cación formal vale, pues, en todas
sí, cum est a, est b, cum sit c, est d las condiciones. Con ello se aproxima, volvente. Varios son, según ello, los
(véase Prantl, I, 715. Amm. 162). según Doyle, a lo que Lewis ha lla- modos de inclusión o de implicación.
Lo mismo ocurrió con Abelardo mado la implicación estricta, opuesta Para el citado autor, el método de
(Ouvrages inédits d'Abélard publiés a la material. Diremos ahora algunas implicación debe referirse tanto a
par V. Cousin, 1836). palabras sobre la concepción de Le- datos de hechos como a exigencias de
Entre los modernos resucitaron la wis. derecho. Éstos no se oponen entre
interpretación material Frege y Peir- Este autor considera que su pro- sí o permanecen separados, sino que
ce, y la mayor parte de los lógicos pio empleo de 'implica' está "más forman un conjunto orgánico. Con
posteriores siguieron esta vía. En de acuerdo con los usos habituales lo cual el método de implicación une
cambio, se opuso a tal interpretación de tal relación en la inferencia y en lo a priori con lo a posteriori, el orden
C. I. Lewis, a quien Lukasiewicz ha la prueba". En efecto, el cálculo ba- de los hechos con el de la necesidad.
llamado "un moderno partidario de sado en la implicación estricta "no es Con esto, además, lo explícito no
Diodoro". En efecto, ya Diodoro Cro- ni un cálculo de extensiones, como absorbe a lo implícito. Blondel cree,
no criticó en la Antigüedad la con- la implicación material y el álgebra por lo demás, que dicha idea de im-
cepción de Filón de Megara y opuso Boole-Schroder, ni un cálculo de in- plicación puede remontarse a la no-
a ella su propia interpretación, que tensiones, como los desafortunados ción leibniziana del vinculum substan-
se ha llamado a veces implicación sistemas de Lambert y Castillon. In- tialis (véase VÍNCULO).
diodoriana. Durante mucho tiempo cluye relaciones de ambos tipos, pero Otro es Husserl. Según éste, exis-
se ha supuesto que semejante inter- las distingue y muestra sus conexio- te una forma de implicación entre los
pretación había caído en el olvido nes. La implicación estricta contiene todos y las partes que aparece bajo
y que no lograron resucitarla las re- la implicación material, tal como apa- la forma de la "fundamentación" o,
señas que de la posición de Diodoro rece en Principia Mathematica en mejor, de la "fundación". Ahora bien,
se encuentran en varios pensadores tanto que sistema parcial, y contiene como 'implicación' resulta aquí un
antiguos (Sexto el Empírico, op. cit., también un sistema parcial suplemen- término equívoco, se ha propuesto
Cicerón, Acad. Quaest., II, 143), los tario cuyas relaciones son las de la (por Ortega y Gasset) el vocablo
cuales señalaron claramente que, al intensión". Así, sólo el sistema de la 'complicación' como el más adecuado
revés de Filón, Diodoro manifestaba implicación estricta permite aclarar, para expresar ciertas conexiones (véa-
que la implicación es verdadera sólo según Lewis, lo que implicaría una se Co-IMPLICACIÓN, COMPLICACIÓN).
cuando "no fue imposible ni es po- proposición falsa si fuese verdadera
sible que empiece con lo verdadero y, por lo tanto, abre el campo de la
y termine con lo falso". Sin embargo, inferencia lógica. Tal sistema cons-
encontramos en algunos autores esco- tituye la base de la lógica modal pro-
lásticos huellas de la interpretación posicional edificada por el autor men-
diodoriana. Ejemplo al respecto es cionado (véase MODALIDAD). La ex-
el de Juan de Santo Tomás (Cursus presión 'p implica estrictamente q'
philosophicus. I Árs lógica, Liber II, (simbolizada mediante la fórmula
c. 5, apud J. J. Doyle en The New
Scholasticism, XXVII [1953], 23), el
cual establece, por lo pronto, que la
implicación (llamada bono, conse-
quentia) es "aquella en la cual el
antecedente infiere el consecuente, traducirse metalogicamente mediante
de tal modo que el antecedente no ' 'p' implica lógicamente 'q' '. Así la
puede ser verdadero y el consecuente implicación estricta de Lewis intro-
falso". Esta bona consequentia puede duce las modalidades y a la vez no
ser, empero, materialis y formalis. puede ser entendida sin ellas.
La material es la que se dice buena El término 'implicación' ha sido
solamente por la razón de alguna ma- usado en un sentido general filosófico
teria; la formal es la que se dice ser y no estrictamente lógico, por varios
buena en cualesquiera materia y tér- autores. Nos referiremos ahora a dos
minos. Si se dice 'Algún hombre es de ellos.
922
IMP IMP INC
Citamos, además: D. J. Bronstein, les órganos. Lo usual ha sido conce- referido con más detalle en el artículo
"The Meaning of Implication", Mind, bir las impresiones en el nivel de la sobre este filósofo.
N. S., XLV (1936), 157-80. — D. J. sensación o de la percepción, pero se
Β Hawkins, Causality and Implica- IN. Véase EN, IN SE.
ha hablado asimismo de impresiones IN SE. En el vocabulario latino de
tion, 1937. — Ν. Malcomí, "The Na- en la memoria (v.); en tal caso se
ture of Entailment", Mind, N. S., la escolástica es común distinguir
XLIX (1940), 337-47. — E. Beth, supone que las impresiones han que- entre la expresión in se y la expre-
J. B. Grize, R. M. Martin, B. Mata- dado fijadas de tal modo que pudie- sión in alio. In se significa 'en sí',
lón, A. Naess, J. Piaget, Implication, sen luego recordarse. 'en sí mismo'; in alio significa 'en
formalisation et logique naturelle, Muchos escolásticos han introduci- otro', 'en otra cosa'. Un ser in se
1962. do la noción de "especie (v.) impre- es, pues, un ser cuya realidad le es
IMPOSSIBILIA (DE IMPOSSIBI- sa". Las especies impresas, species propia, mientras que un ser m alio
LIBUS). Véase INSOLUBILIA. impressae, son semejanzas de los ob- es un ser cuya realidad no le es pro-
IMPOSICIÓN. Los escolásticos me- jetos causados por afección de los pia, ya que consiste en existir en
dievales, principalmente los del si- mismos en los sentidos. Cuando se algo que no es él. Observemos que
glo xiv, subdividían los signos con- han relacionado tales especies impre- la distinción en cuestión ha sido usa-
vencionales (véase SIGNO) en dos cla- sas con el intelecto (v.) se han defi- da por otros autores además de los
ses: signos de primera imposición y nido como "semejanzas" producidas escolásticos. Así, en la Ethica de Spi-
signos de segunda imposición. Los por el intelecto activo y la imagen del noza se establece el axioma (Parte
signos de primera imposición son sig- objeto en tanto que ha afectado el I, axioma I): "Omnia quae sunt vel
nos impuestos a los objetos con el intelecto pasivo. La species impressa in se vel in alio sunt" —"Todas las
fin de servirles de signos. Los signos es, según muchos escolásticos, en par- entidades que son o son en sí o son
de segunda imposición son ( a ) sig- ticular tomistas, una similitudo seu en otra entidad"—, y se presenta la
nos que significan algún individuo forma vicaria obiecti, una semejanza definición (Parte I, definición iii):
o (b) signos que significan un agre- o forma vicaria del objeto en tanto "Per substantiam intellígo id quod in
gado de términos. Los signos de la que hace actuar la potencia cognosci- se est et per se concipitur, etc."
clase (a) están subordinados a un tiva con vistas al conocimiento de tal — "Entiendo por substancia lo que
término mental; no así los signos de objeto. La species impressa puede in- es en sí y se concibe por sí, etc."
la clase (b) que carecen de términos formar la potencia cognoscitiva de (Véase SUBSTANCIA.)
mentales a los cuales correspondan, dos modos: entitativamente (entitati- La distinción entre in se e in alio
pues significan solamente nombres ve) o materialmente (materialiter), y es paralela a la distinción entre a se
de (a). cognoscitivamente ( cognoscitive ) o (VÉASE) y ab alio. Lo habitual es re-
Como los signos lo son usualmente inmaterialmente (imnateríaliter). La servar la primera para cuando se ha-
de términos, puede hablarse tam- species impressa se distingue de la bla del ser de una entidad, y la segun-
bién de términos de primera y de species expressa, que es la semejanza da para cuando se hace referencia al
segunda imposición. Los signos (o de la cosa conocida misma. principio (o causa) de que tal entidad
términos) de primera imposición se El término 'impresión* ha circulado procede. En muchos casos el ser in se
subdividen en términos de primera en la filosofía moderna especialmente equivale no sólo al ser a se, sino tam-
y segunda intención. Nos hemos re- en el sentido que le dio Hume. Loc- bién al ser per se y al ser ex se. Puede
ferido a estos últimos términos en el ke había hablado ya de las impresio- distinguirse en el ser in se entre un
artículo Intención (v. ) Hemos visto nes (impressions) que el espíritu se ser in se simpliciter y un ser in se
allí que el uso escolástico había sido ve forzado a recibir (Essay, II, i, secundum quid. Esta última distin-
precedido por el efectuado por cier- 5 25). Hume (VÉASE) distinguió en- ción es paralela a la que hemos men-
tos filósofos árabes, en particular tre impresiones e ideas. Las impresio- cionado en el artículo Absoluto
Avicena. Agreguemos aquí que un nes —sensaciones, pasiones, emocio- (VÉASE ).
texto de este filósofo que resulta nes— poseen mayor vivacidad y fuer- INCERTIDUMBRE ( R E L A C I O -
comprobatorio al respecto es el que za que las ideas. "Por m e d i o del NES DE). En 1927 el físico Werner
consta en Met., I, 2, f. 70, e ibid., término impresión significo —escribe Heisenberg (nac. 1901) presentó una
III, 10, f. 83. Hume— todas nuestras percepciones serie de fórmulas expresando otras
más vivaces cuando oímos o vemos tantas "relaciones de incertidumbre".
IMPRESIÓN. Se ha entendido por
o palpamos u odiamos o deseamos o Suelen conocerse estas relaciones bajo
'impresión' la producción de una hue- queremos. Y las impresiones se dis-
lla, impronta o "carácter" en el alma, el nombre de "principio de incerti-
tinguen de las ideas — que son las
el espíritu, etc. sobre todo cuando dumbre" y también "principio de in-
percepciones menos vivaces de que
éstos han sido concebidos por analo- determinación" o "principio de inde-
somos conscientes cuando reflexiona-
gía con una tabla ( v . ) de cera en la terminabilidad" ( Unbestimmheitsprin-
mos sobre cualesquiera de esas sen-
que los estímulos "inscriben" sus "ti- z i p ) , de Heisenberg. La más conocida
saciones o movimientos antes mencio-
pos" o "imágenes". Más específica- nados" (Enquiry, sec. 2). Las impre- de tales relaciones se formula del mo-
mente se ha entendido por 'impresión' do siguiente:
siones se dividen en impresiones de
la excitación de los órganos de los sensación e impresiones de reflexión Δ ρ - Δ q g: h/4t -π
sentidos por estímulos exteriores, y (Treatise, I, sec. 2); a esta diferencia donde 'ρ' y 'q' se leen 'momento' (a
también la sensación o sensaciones y al modo como es usada en la crítica veces, 'velocidad') y 'posición' respec-
producidas por una excitación de ta- del conocimiento de Hume nos hemos tivamente —o, más e x a c t a m e n t e ,
923
INC INC INC
coordenada instantánea del momen- so físico. Según ello, el determinismo Otro grupo de interpretaciones ad-
to' y 'coordenada instantánea de la que aparece en el mundo macrofísico mite que la relación de incertidumbre
posición' respectivamente— de un es sólo un límite del indeterminismo es una prueba de indeterminismo, pe-
electrón o cualquiera otra de las par- en el mundo microfísico. En otros tér- ro liga este último a una "interven-
tículas elementales subatómicas, y 'h' minos, se ha dicho que en el mundo ción" del observador en el mundo
se lee 'constante de Planck'. 'Δ p' y microfísico rigen leyes estadísticas y subatómico. Estas interpretaciones
'Δ q' se leen 'coeficiente de desvia- no leyes deterministas; por tanto, que destacan la interacción entre el ob-
ción del valor medio del momento en en el mundo macrofísico deben de re- servador y lo observado y ponen de
un instante dado' y 'coeficiente de gir asimismo leyes estadísticas, pero relieve que, en principio, eUo sucede
desviación del valor medio de la po- que dado el número elevado de par- con toda medición física.
sición en un instante dado' respecti- tículas que intervienen en las rela- Frente a los que han acentuado la
vamente. ciones macrofísicas éstas pueden con- posición indeterminista, hay los que
Ello significa que si se mide con siderarse como prácticamente regidas han proclamado que la relación de
máxima precisión una de tales coor- por leyes deterministas. Por consi- incertidumbre no prueba, o no prue-
denadas no se puede obtener simul- guiente, el determinismo sería, según ba todavía, que haya indeterminismo
táneamente un valor preciso para la esta interpretación, una "aproxima- en el mundo físico. Varias son las po-
otra coordenada. Dicho en los térmi- ción"; en principio no habría deter- siciones adoptadas al respecto; men-
nos que se han hecho populares des- minismo, pero lo habría a todos los cionaremos brevemente algunas de las
de la formulación de dicha relación efectos prácticos (de modo análogo, más destacadas.
de incertidumbre: cuanto más exacta- o aunque inverso, a como se consi- Ciertos autores han indicado que la
mente se determina la velocidad (mo- dera euclidiano el espacio para me- idea de que hay interacción entre el
mento) de una partícula, tanto menos diciones efectuadas en la superficie observador y lo observado prueba jus-
exactamente puede determinarse la de la Tierra aun cuando se considere tamente la contrario de lo que han
posición de la misma partícula, y vi- no euclidiano el espacio cósmico; en pretendido demostrar algunos de los
ceversa; o sea, no se puede determi- este caso, el espacio en la superficie que han defendido tal idea, es decir,
nar simultáneamente con la misma de la Tierra sería en principio no eu- prueba que el supuesto indeterminis-
precisión la velocidad (momento) y clidiano, pero sería euclidiano para mo es sólo resultado de una "inter-
posición de una partícula subatómica. todos los efectos prácticos). Se ha lle- vención"; si ésta pudiese eliminarse,
Hay otras relaciones de incertidum- gado asimismo a decir que la relación se eliminaría el indeterminismo.
bre, tales como la expresada en la de incertidumbre de Heisenberg cons- Otros autores han indicado que se
fórmula: tituye una prueba no sólo de que hay ha cometido una confusión al equi-
Δ E - Δ t ^ h/4 π, en el universo físico indeterminación, parar 'determinismo' y 'predictabili-
donde 'Δ E' se lee 'desviación del va- sino inclusive "libertad", o cuando dad'. Esta última no es una condición
lor medio de la energía' y 'Δ í' se lee menos "un principio de libertad", pero necesaria y suficiente de un sistema
"desviación del valor medio de la de- ello es evidentemente ir demasiado le- determinista. No puede, en efecto, de-
erminación del tiempo'. Aquí se jos o, mejor dicho, es un caso de cirse que si un sistema es determinis-
muestra la imposibilidad de determi- μετάβασις β!ς ά'λλο γένος ο "transpo- ta, todos sus estados son predecibles.
nar simuláneamente con la misma sición a otro género". Pueden serlo y pueden no serlo; por
precisión el valor de la energía y la Las interpretaciones anteriores (de tanto, el que no lo sean no es razón
coordenada temporal; cuanto más pre- las que excluimos, por las razones in- suficiente para concluir que el siste-
cisa es la medida del primero tanto dicadas, la última) son llamadas ma no es determinista.
menos precisa es la del segundo, y "interpretaciones reales", es decir, in- Otros autores han expresado la idea
viceversa. Ahora bien, nos atendremos terpretaciones de la relación de incer- de que, puesto que las relaciones de
aquí, como ejemplo de las relaciones tidumbre según las cuales ésta expresa incertidumbre están ligadas a la me-
de incertidumbre de Heiscnberg, sólo algo que acontece efectivamente en la cánica cuántica, una mecánica sub-
a la primera relación, es decir, la que realidad (subatómica). Ello significa cuántica eliminaría las relaciones de
describe la relación entre determina- que no hay en la relación de referen- referencia, o las mantendría única-
ción de momento y posición de una cia nada "subjetivo" y que, por con- mente como parte de un lenguaje ex-
partícula elemental subatómica, por siguiente, no puede atribuirse la "in- clusivamente aplicable al nivel cuán-
ser esta relación la que ha servido determinación" a la "interferencia" tico. Einstein expresó la convicción
principalmente de base a muchas dis- del observador en la realidad física. de que, a pesar de todo, se alcanzará
cusiones entre físicos y filósofos, y El rechazo de todo "subjetivismo" se a ver un día que no hay indetermi-
por ser ella la que es usualmente funda en el reconocimiento de que no nismo. L. de Broglie (que primero
(aunque incorrectamente) citada como hay nada "subjetivo" en la imposibi- defendió la interpretación que hemos
"él p r i n c i p i o de incertidumbre" o lidad de medir con precisión dos can- llamado "real" de las relaciones de
"principio de indeterminación". Para tidades físicas correlacionadas; tal im- indeterminación) y, sobre todo, David
abreviar, llamaremos a esta relación posibilidad es concebida como una Boehm, han postulado un nivel sub-
simplemente "relación de incertidum- consecuencia de las leyes fundamen- cuántico del tipo antes aludido. En
bre". tales estadísticas de la mecánica cuán- tal nivel subcuántico se suponen "pa-
Se ha considerado a menudo tal re- tica — dentro de la cual han sido rámetros escondidos" que restablecen
lación como una prueba de que hay formuladas las relaciones de incerti- el determinismo (en el sentido de
indeterminismo (VÉASE) en el univer- dumbre. sistema determinista'). Aunque hay
924
INC INC INC
un teorema de Johann von Neumann Norwood Russell Hanson, Patterns of cognoscible resulta así parcialmente
según el cual no se puede suplemen- Discovery, 1958, y especialmente cognoscible, por lo menos en lo que
tal la teoría cuántica introduciendo "Copenhagen Interprétation of Quan- se refiere a su existencia y a su ca-
tales "parámetros escondidos", este tum Theory", en American Journal of rácter absoluto, a pesar de que por
teorema está formulado justamente en Physics, XXVII (1959), 1-15, reimp. principio rechaza cualquier predica-
en A. Danto y S. Morgenbesser, eds.,
el nivel cuántico, de modo que tanto Philosophy of Science, 1960, págs. ción.
de Broglie como Boehm no conside- 288-312. — Norwood Russell Hanson, Hay que tener en cuenta, sin em-
ran como un obstáculo insuperable el The Concept of thé Positron, 1962 bargo, que esta incognoscibilidad de
teorema en cuestión. [defensa de la posición de la "Escuela lo Absoluto tiene en la mayoría de los
Finalmente, otros autores han indi- de Copenhage"]. — Muchos de los autores un carácter intelectual o
cado que no es legítimo extraer con- trabajos sobre física contemporánea racional. La simultánea afirmación
clusiones de las relaciones de incerti- citados en la bibliografía de FÍSICA, y de una cosa en sí y de su incognos-
dumbre en cuanto a la cuestión del numerosos trabajos sobre filosofía de cibilidad tal como se manifiesta en
"determinismo" o "indeterminismo" la ciencia citados en la bibliografía
de CIENCIA se refieren al problema el kantismo o en la filosofía de Spen-
—y menos aun en cuanto a la supues- de las relaciones de incertidumbre. cer no sólo ha sido rechazada por
ta eliminación del "principio de cau- INCLUSIÓN. El término 'inclusión' quienes sostienen la cognoscibilidad
salidad" a consecuencia de las relacio- es usado en lógica principalmente intelectual o conceptual de lo Absolu-
nes—, por la sencilla razón de que en dos respectos. to, sino también por quienes indican
los términos 'momento' y 'posición' que si es, en efecto, inaccesible por
En el álgebra de clases se dice que
usados en mecánica cuántica no tie- vía intelectual, resulta accesible, en
una clase A está incluida en una cla-
nen el mismo sentido del que tienen cambio, por otras vías: por medio
se B, cuando todos los miembros de
tales términos en la mecánica clásica. de una intuición que rebase las limi-
A son miembros de B. El símbolo
Las cuestiones suscitadas por las taciones del conocimiento teórico.
de inclusión es ' c', de modo que
relaciones de incertidumbre de Hei- Las diferentes posiciones frente al
'Ad B' se lee 'La clase A está inclui-
senberg son más complejas de lo que problema de lo incognoscible pare-
da en la clase B'. Ejemplo de inclu-
puede hacer pensar la anterior exposi- cen ordenarse, pues, de este modo:
sión de clases es: 'La clase de los
ción. En las disputas entre la llamada 1) afirmación de un en sí incognos-
cocodrillos está incluida en la clase
"escuela de Copenhague" (Niels Bohr cible; 2) afirmación de la radical
de los reptiles anfibios'. No debe con-
y otros) y los que se han opuesto por incognoscibilidad de todo incognos-
fundirse ' c' con V que indica per-
diversos motivos a la misma hay nu- cible, es decir, indicación de que de
merosos aspectos que no pueden acla- tenencia de un miembro a una clase.
lo incognoscible no puede conocerse
rarse sin una larga y paciente presen- La inclusión de clases se define del
ni siquiera su existencia; 3) afirma-
tación técnica de los problemas en modo siguiente:
ción de que si lo incognoscible es
cuestión. Además, no siempre las po- A c B = def. (χ) (χ ε Α => χ ε Β.) inaccesible por vía racional, especu-
siciones están tan clara y tajantemen- En el álgebra de relaciones se dice lativa, no lo es por otras vías; 4) afir-
te delimitadas como lo hemos indica- que una relación fí está incluida en mación de que no existe un en sí
do arriba. Ahora bien, desde el punto S, cuando S relaciona dos entidades, incognoscible, ya porque éste sea,
de vista filosófico, y atendiendo al χ γ y, cada vez que R relaciona como en Fichte, eliminado por la
carácter de la presente obra, conside- igualmente dos entidades, x y y. reducción de todo ser a mero pro-
ramos nuestra presentación como su- El símbolo de inclusión es tam- ducto de la conciencia infinita, ya
ficiente. Aspirábamos simplemente a bién ' c*. Ejemplo de inclusión de porque no se admita un absoluto sin
mostrar que puede aplicarse el análi- relaciones es: La relación primo car- relaciones o porque, como en las
sis filosófico a la interpretación de las nal de está incluida en la relación diversas formas del "positivismo", se
relaciones de incertidumbre siempre primo de. La inclusión de relaciones declare que lo absoluto incognoscible
que tal análisis tenga en cuenta el se define del modo siguiente: es un fantasma metafísico.
lenguaje en que tales relaciones han Roberto Ardigo escribió varios tra-
sido formuladas y las condiciones de R c S = def. (x) (y) (x R y => x S y). bajos sobre el problema de lo incog-
tal lenguaje. INCOGNOSCIBLE. Se llama "in- noscible; destacamos: La dottrina
Véanse las obras sobre "indetermi- cognoscible" a lo que no puede cono- Spenceriana delfinconoscibile, 1899.
nismo en la ciencia y especialmente cerse, y en particular a lo que no — E. H. Grosse, Spencers Lehre vont
en la física" mencionadas en la biblio- Unerkennbaren, 1890.
grafía del artículo INDETERMINISMO; puede ni podrá nunca conocerse — o
consideramos particularmente impor- que se supone no se puede ni se podrá INCONCEBIBLE. Véase INCONDI-
tantes al respecto los trabajos de nunca conocer. En la literatura fi- CIONADO.
Ernst Cassirer, L. de Broglie, David losófica se ha hablado sobre todo de ACONDICIONADO es lo que no
Boehm y Ernest Nagel. A ellos puede "lo Incognoscible" como si fuera un tiene ninguna condición para su exis-
agregarse: A. Einstein, "Remarks "absoluto" del cual pueden, sin em- tencia, lo que existe por sí mismo,
Concerning thé Essays Brought To- bargo, conocerse sus manifestaciones. lo que no depende de otra cosa. El
gether in This Coopérative Volume", Spencer ha llamado incognoscible ser incondicionado es uno de los ca-
en Albert Einstein: Philosopher-Scien-
tist, 1949, ed. P. A. Schilpp. — Jean (Unknowable) o Fuerza al ser absolu- racteres fundamentales del ser abso-
Pierre Vigier, Structure des micro- to del cual son manifestaciones la ma- luto (VÉASE). Como tal, no sólo se
objects dans ΐ'interprétation causale teria y el movimiento, sometidos a la supone que es independiente, sino
de la théorie des quanta, 1956. — ley universal de la evolución. Lo In- que se afirma que todos los demás
925
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seres dependen de él; lo Incondicio- bien, Kant intenta mostrar que en ca- te. Eu psicología se llama a menudo
nado es por ello a la vez lo Condi- da caso se choca con dificultades in- "inconsciente" (o, mejor, "lo incons-
cionante por excelencia. salvables: con los paralogismos de la ciente") al conjunto de los hechos,
En este sentido, lo Incondicionado razón pura, con las antinomias de estados o procesos que no son apre-
es un ser a se ( v. ). A veces se supone la razón pura y con la imposibilidad hendidos por la conciencia, que tienen
que lo Incondicionado es, o es tam- de la prueba ontológica (véanse PA- lugar efectivamente en la zona psíqui-
bién, un ser per se. Pero como esta RALOGISMO, ANTINOMIA, ONTOLÓGICA ca, pero que no son advertidos por el
última forma de ser puede predicarse [PRUEBA], Así, "todas las empresas sujeto. En el psicoanálisis, lo incons-
de toda entidad que tenga capacidad trascendentales de la razón pura son ciente viene a ser la capa más profun-
para existir —sin que exista necesa- la misma empresa, y todas se llevan da de los procesos psíquicos, la región
riamente por sí misma— se puede a cabo dentro de la esfera de la ilu- completamente oscura, a diferencia de
concluir que lo Incondicionado tiene sión trascendental" (ibid., A 702 / la claridad de la conciencia y de la
"aseidad" más bien que "perseidad". Β 820) (véase ILUSIÓN). En suma, semiclaridad de lo subconsciente (VÉA-
Kant discute la noción de incondi- lo incondicionado y sus formas se ha- SE). No todos los procesos inconscien-
cionado (das Unbedingte) en la llan siempre más allá de los límites tes llegan a ser conscientes, sino al
"Dialéctica trascendental" de la Críti- de la experiencia posible. contrario: la parte más considerable
ca de la razón pura. La razón en su Para Hamilton, no puede pensarse de la vida anímica se desenvuelve en
uso lógico busca "la condición univer- lo Incondicionado en modo alguno, lo inconsciente, ya sea ejerciendo una
sal de su juicio" (K.r.V., A 307 Β pues pensar es para este filósofo constante presión sobre la conciencia,
364). En un silogismo hay una condi- esencialmente condicionar. La "filo- la cual censura o no los actos, ya sea
ción —la premisa— que constituye sofía de lo condicionado", opuesta a determinando la conciencia misma
una regla universal. Esta regla está toda especulación sobre lo Incondi- sin que ésta lo advierta. Las relacio-
sometida al mismo requerimiento de la cionado, es el resultado de este su- nes entre lo inconsciente, lo subcons-
razón de encontrar su condición — es puesto. Lo que Hamilton llama el ciente y la conciencia determinan de
decir, la condición de la condición, y principio o ley de lo condicionado se este modo el perfil general de la
así sucesivamente, hasta encontrar lo formula diciendo que "todo lo que vida psíquica.
Incondicionado. Tal regla (o máxima) es concebible en el pensamiento se Mientras en la psicología (no ne-
de la razón se convierte en un prin- encuentra entre dos extremos que, por cesariamente en la metafísica; véase
cipio de la razón pura cuando se ser ambos contradictorios, no pueden infra) anterior a Freud se consideraba
supone que, una vez dado lo condi- ser ambos verdaderos, pero uno de los que los procesos mentales eran siem-
cionado, se dan toda la serie de con- cuales, dada su contradicción mutua, pre conscientes (o que el yo era co-
diciones subordinadas unas a otras. El debe ser verdadero" (Lect. on Met. existensivo con la conciencia), Freud
principio de la razón en cuestión es and Logic, II). Por ello el principio insistió en que tal equivalencia cons-
sintético, pues lo condicionado se ha- de lo condicionado, principio que tituía un prejuicio inadmisible, y,
lla relacionado analíticamente con al- Hamilton considera inmediatamente además, muy perjudicial para el buen
guna condición, pero no se halla rela- evidente por la naturaleza misma de entendimiento de los procesos psíqui-
cionado con lo Incondicionado. Ahora la conciencia, equivale a declarar cos. "Puedo asegurarles —proclamó
bien, los principios derivados del prin- que la mente se ve obligada a ele- Freud en la primera de sus "Leccio-
cipio de la razón de que hablamos gir entre inconcebibles sólo en vir- nes" tituladas Introducción al psico-
son trascendentes con relación a todas tud del principio de contradicción. análisis— que admitir la existencia de
las apariencias (v. APARIENCIA). Ello Lo inconcebible o impensable no se procesos mentales inconscientes repre-
quiere decir que no puede haber uso entiende siempre, empero, de un senta un paso decisivo hacia una nue-
empírico del principio y que, por tan- modo unívoco y por eso las tesis va orientación en el mundo y en la
to, éste difiere radicalmente de los de Hamilton han sido rechazadas ciencia."
principios del entendimiento (v. ). cuando no se han referido a la simple La noción freudiana de lo incons-
El examen de los tres tipos de silo- afirmación de que es imposible con- ciente no es, sin embargo, simple. Se-
gismo —categórico, hipotético, dis- cebir un sujeto sin relaciones, es gún A. C. Maclntyre (op. cit. infra)
yuntivo— le sirve a Kant para deter- decir, un incondicionado puro y hay seis características de esta noción:
minar tres tipos de incondicionado: simple. (1) Lo inconsciente se distingue de lo
la unidad incondicionada del sujeto W. Brugger, S. J- "Das Unbeding- consciente y de lo preconsciente. Por
pensante (en la psychologie rationa- te in Kants Kritik der reinen Ver- lo tanto, parece darse una definición
lis), la unidad absoluta de la serie de nunft", Kant und die Scholastik puramente negativa de lo inconscien-
condiciones de la apariencia (en la heute, ed. J. B. Lotz, S. J., 1955, te. Pero una definición positiva apa-
cosmología rationalis) y la unidad de págs. 109-153. rece tan pronto como se tiene en
la condición de todos los objetos del INCONSCIENTE. Se llama "in- cuenta el complexo de teorías freudia-
pensamiento en general (en la theolo- consciente" ( 1 ) a lo que no ha pene- nas dentro de las cuales la noción de
gia rationalis). Los conceptos de la trado, o acaso no pueda penetrar, en inconsciente desempeña un papel fun-
razón pura (o ideas trascendentales) el campo de la conciencia, y (2) a lo damental. (2) Lo inconsciente es el
se ocupan, pues, en todos los casos que carece de conciencia. En el pri- ámbito dentro del cual tienen lugar
de una "unidad sintética incondicio- mer caso se habla de un hecho in- los procesos primarios, pues aun cuan-
nada de todas las condiciones en ge- consciente, de un estado inconsciente; do algunos procesos secundarios son
neral" (ibid., Β 391 / A 334). Ahora en el segundo, de un ser inconscien- inconscientes, se trata de transforma-
926
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ciones de procesos primarios. (3) El venciendo en virtud de su aspiración
inconsciente se entiende por contraste infinita, o bien, tras la pérdida de sí
con el "ego" y con lo "reprimido". mismo, vuelve a encontrarse en el sa-
(4) Lo inconsciente es el eslabón que ber absoluto. Para el último, la evo-
liga, en el trasfondo, la infancia con lución de la Voluntad es simultánea-
la vida adulta. (5) Lo inconsciente mente el paso de lo inconsciente a
es un trasfondo omnipresente que lo consciente, donde aparece el ma-
ejerce continua influencia causal so- yor dolor y, con él, la plena y autén-
bre el pensamiento y la conducta. (6) tica negación de la voluntad de vivir.
Lo inconsciente es un "lugar" o "es- Finalmente, Eduard von Hartmann
fera" (por lo tanto, algo "existente"). reunió los caracteres de la Idea de
Lo inconsciente es, así, el nombre que Hegel y de la Voluntad de Schopen-
recibe un sistema de actos; en todo hauer en el Inconsciente absoluto,
caso, todos los conceptos freudianos que se manifiesta sucesivamente en
se enlazan en un sistema cuya clave los planos físico, psíquico y metafí- INCORPORALES. La distinción
es la noción de inconsciente. sico y representa el fundamento del
entre entidades corporales y entidades
Los fenomenólogos han rechazado mundo, la finalidad ciega que tiende incorporales fue frecuente entre los
la noción freudiana de lo inconsciente a desenvolverse hasta llegar a la con- filósofos antiguos. Varias cuestiones
por considerar que no tiene sentido ciencia, que es simultáneamente sal- se suscitaron al respecto: (1) ¿Qué
hablar de actividades mentales in- vación y redención de lo creado. entidades son incorporales?; (2) ¿Cuá-
conscientes (por ejemplo, de "pensa- les son las entidades propiamente
mientos inconscientes"). Todo objeto ("metafísicamente") reales: las cor-
en cuanto objeto intencional lo es de porales o las incorporales?; (3) ¿Qué
una conciencia, y aun si hubiese in- relaciones hay entre unas y otras? Las
conscientes, tales actos serían objetos soluciones dadas a una cualquiera
(intencionales) de la conciencia (véa- de estas tres cuestiones dependieron
se sobre este punto especialmente en gran medida del modo de respon-
Jean-Paul Sartre, art. cit. infra).
der a las dos restantes. Aquí s;m-
La noción de inconsciente tiene un
carácter plenamente metafísico no sólo plificaremos y mencionaremos simple-
cuando se hace de ella, como Eduard mente tres posiciones: (a) La de
von Hartmann, el verdadero Absolu- quienes (como Platón) afirmaron
to, sino también cuando se concibe que los incorporales (usamos 'incor-
el universo entero desde el punto de porales' como abreviatura de 'enti-
vista de la mayor o menor conciencia dades incorporales') son las únicas
de cada uno de sus componentes. entidades verdaderamente existentes,
Así ocurre, por ejemplo, en Leibniz, pues se trata de las ideas. Las demás
quien sostiene claramente que la di- existen, pero en forma dependiente
ferencia entre las mónadas radica en (mediante participación [VÉASE] o de
la claridad y distinción con que re- algún otro modo), (b) La de quie-
presentan el mundo, desde la incons- nes (como muchos cínicos y epicú-
ciencia de las almas o mónadas que reos) sostuvieron que solamente exis-
constituyen la materia hasta la con- ten las entidades corporales: es la
ciencia absoluta, la mónada supre- posición calificada de pansomatista.
ma, la máxima y perfecta claridad, (c) La de quienes (como Aristóteles
Dios. Entre ambas se insertan diver- y muchos estoicos) concibieron que
sos grados de conciencia, pero de tal los incorporales existen, pero en un
suerte que hay una tendencia uni- sentido particular del término 'existir*.
versal a pasar de lo inconsciente a lo Nos referiremos más detalladamen-
consciente, de la percepción oscura te a la posición (c), y sobre todo a
y confusa a la percepción clara y la doctrina estoica. Aristóteles había
distinta. De modo diferente, pero admitido que los incorporales plató-
adoptando también un punto de vista nicos (las ideas) existen, pero en las
enteramente metafísico, la noción de cosas. Más difícil es precisar la doc-
lo inconsciente y del paso del mismo trina estoica. Ante todo, los incorpo-
a la conciencia desempeña un papel rales no son, según los estoicos, las
fundamental en los sistemas de Fich- ideas platónicas, sino cuatro especies
te, Hegel y Schopenhauer. Para los de "entidades": lo significado o lo ex-
dos primeros, la dialéctica de la con- presable (λεκτόν), el vacío, el lugar
ciencia se realiza en función de la (VÉASE) y el tiempo — agrupación,
fenomenología del Espíritu, el cual según Bréhier, sumamente original,
encuentra una resistencia que va pues, en efecto, lo significado es una
IND IND IND
entidad semiótica, en tanto que las dos se atribuye a Crisipo, pero fue- Es de día.
demás son entidades "físicas". En ron aceptados rápidamente por casi Por lo tanto, no es de noche.
segundo lugar, hubo dentro de la todos los filósofos estoicos y aun in- Para el quinto (modificamos el
propia escuela estoica muchas dis- corporados a otras lógicas. Referen- ejemplo usualmente dado):
cusiones acerca del verdadero status cias a los mismos se hallan, entre otros O es de día o es de noche.
ontológico de dichas entidades. Mien- textos, en Diógenes Laercio (VII, 79), No es de día.
tras algunos, siguiendo la concepción Sexto el Empírico (Adv. math., VIII; Por lo tanto, es de noche.
cínica y epicúrea, preferían acentuar 223; Pyrr. Hyp., II, 156-7), Ga-
el pansomatismo y negar todo ser Lukasiewicz fue el primero en mos-
leno (Inst. Log., 32), Cicerón (Top., trar que tales esquemas constituyen
a los incorporales, otros declaraban 57); especialmente detallada es la
que la supresión pura y simple de una clara prueba de que los estoicos
reseña que da acerca del particular desarrollaron con gran rigor la lógica
éstos creaba más dificultades de las Sexto el Empírico. Algunos autores
que resolvía. Por este motivo la ma- proposicional. Si durante mucho tiem-
(Cicerón, Galeno) mencionan más po esto no fue advertido por los histo-
yor parte de los pensadores estoicos de cinco de tales esquemas o modos
se inclinó hacia una concepción de riadores de la lógica, es porque éstos
de argumentación, pero lo usual es se apoyaron en el texto de la Geschich-
los incorporales que entra plenamen-
reducirlos a cinco. Los estoicos usa- te, de Prantl (I, 473), donde los es-
te dentro de la posición (c) — una
posición por así decirlo "mediadora". ban números ordinales como letras quemas en cuestión son falsificados
Los estoicos negaban, en efecto, que preposicionales; a tenor de ello, por la introducción de la partícula 'es'
los incorporales fueran activos o pa- formulaban los cinco esquemas si- (la cual no se encuentra en las exposi-
sivos; tales propiedades pertenecen guientes: ciones antiguas). Así, Prantl sustituyó
sólo a los corporales. Por lo tanto, Primer indemostrable: falsamente el esquema 'Si lo primero,
se oponían a la doctrina platónica entonces, lo segundo. Lo primero. Por
Si lo primero, entonces lo segundo. lo tanto, lo segundo' por el esquema:
acerca de la actividad de los incor- Lo primero.
porales y se acercaban a la doctrina 'Si lo primero es, es lo segundo; pero
Por lo tanto, lo segundo. lo primero es; por lo tanto, lo segundo
aristotélica. A diferencia de Aristó-
teles, sin embargo, no solamente da- Segundo indemostrable: es', y así sucesivamente. Los historia-
ban otra lista de incorporales, sino Si lo primero, entonces lo segundo. dores actuales de la lógica antigua
que negaban que los incorporales es- No lo segundo. (Bochenski, Benson Mates, J. T. Clark,
Por lo tanto, no lo primero. S. J., etc.) siguen, en cambio, la co-
tuvieran "en las cosas". Como indica
Tercer indemostrable: rrecta lectura de Lukasiewicz. Obser-
Bréhier, los incorporales estoicos "se
vemos que los indemostrables pueden
hallan en el límite de la acción de No a la vez lo primero y lo segundo ser considerados como tautologías de
los cuerpos". No son, pues, mera- Lo primero. la lógica sentencial o como esquemas
mente inexistentes. No existen tam- Por lo tanto, no lo segundo. de inferencia metalógicos. Esta últi-
poco como principios de los seres cor- Cuarto indemostrable: ma interpretación es la que mejor se
porales. No se hallan en éstos ya sea ajusta a la realidad, pues se trata de
O lo primero o lo segundo.
ontológica, ya sea epistemológicamen- esquemas o modos de argumentación
Lo primero.
te. Pero tampoco existen separada- válidos para ejecutar inferencias co-
Por lo tanto, no lo segundo.
mente, sino en esa forma "limitante" rrectas y, por consiguiente, de reglas
que los hace a la vez existir y no Quinto indemostrable:
de inferencia para el cálculo sen-
existir. O lo primero o lo segundo. tencial.
E. Bréhier, "La théorie des incor- No lo primero.
Por lo tanto, lo segundo. INDEPENDENCIA (EN LAS PRO-
porels dans l'ancien stoïcisme", Ar-
chiv fur Geschichte der Philosophie, POSICIONES). Véase OPOSICIÓN.
Los propios estoicos proporciona-
XXII (1909), 114-25; también ed. ban ejemplos de tales esquemas. Así, INDETERMINISMO. Nos hemos
aparte; recogido en Études de philo- referido a la posición llamada "inde-
sophie antique, 1955, págs. 105-16. para el primer indemostrable tene-
mos: terminismo", o al concepto de indeter-
INDECIDIBLE. Véase DECIDIBLE, minismo en varios artículos; tales, por
GODEL (PBUEBA DE). Si es de día, hay luz. ejemplo, ALBEDRÍO (LIBRE), AZAH,
INDEFINIDO. Véase INFINITO, Es de día. CONTINGENCIA, DETERMINISMO, LI-
Juicio, PROPOSICIÓN. Por lo tanto, hay luz. BERTAD, NECESIDAD, PREDESTINACIÓN,
INDEMOSTRABLES. Los viejos Para el segundo: VOLUNTAD. Daremos aquí una visión
estoicos introdujeron en su lógica Si es de día, hay luz. de conjunto de los significados de 'in-
preposicional varios esquemas de ar- No hay luz. determinismo' a base de algunas de
gumentación simples y válidos que Por lo tanto, no es de día. las referencias contenidas en tales ar-
consideraron indemostrables. Estos ar- Para el tercero: tículos más varias informaciones com-
gumentos eran considerados, pues, plementarias.
No es a la vez de día y de noche.
como axiomas o principios del razo- De modo muy general se llama
Es de día.
namiento. El término 'indemostrable' "indeterminismo" toda doctrina según
Por lo tanto, no es de noche.
( αποδεικτικός ) significa que no ne- la cual los acontecimientos de cual-
cesita ser demostrado a causa de su Para el cuarto: quier índole que sean no están deter-
.evidencia. La invención de tales mo- O es de día o es de noche. minados. Según el determinismo (en
928
IND IND
general), todo sucede "necesariamen- mente dedicado a tales relaciones.
te" (en varios sentidos del término El indeterminismo psíquico, psico-
necesario'). Según el indeterminismo ético, espiritual, etc., ha sido objeto de
(en general), nada sucede "necesaria- discusión en casi todas las ocasiones
mente", o algunos acontecimientos en las que se ha planteado el proble-
por lo menos tienen lugar de modo ma de la libertad humana. Parte de
"no necesario". Así, el indeterminis- lo que puede decirse al respecto se
mo se contrapone en todos los casos halla en los artículos sobre los con-
al déterminisme. Ahora bien, el senti- ceptos de Libre albedrío, Libertad,
do de 'indeterminismo' depende en Voluntad y algunos otros. Añadire-
gran medida del significado dado a mos, sin embargo, que con frecuencia
'déterminisme'. A los varios sentidos se ha distinguido entre el indetermi-
del término 'determinismo' (VÉASE) nismo y la afirmación de la libertad.
corresponden otros tantos sentidos de En ocasiones se ha tendido a identifi-
'indeterminismo'. Por otro lado, en car, o cuando menos a aproximar, las
cuanto se contraponen a un determi- doctrinas indeterministas con las que
nismo dado, las doctrinas indetermi- defienden el libre albedrío. Ciertos
nistas se definen generalmente en re- autores (Fichte, algunos existencia-
lación con lo que se supone que sea listas) identifican el indeterminismo
la "razón del determinismo". La razón con la afirmación de la libertad siem-
de la determinación de los aconteci- pre que esta última sea entendida
mientos puede ser un decreto de Dios, como un acto radical de "ponerse a sí
o un principio, o la suposición de una mismo", de "autoafirmarse" en cuanto
cadena causal estricta. El indetermi- existencia, etc.
nismo suele negar no sólo que los Una de las corrientes que más in-
acontecimientos (o algunos aconteci- equívocadamente pueden calificarse
mientos) estén determinados, sino de "indeterministas" es la corriente a
también, y a veces especialmente, la veces llamada "esplritualismo fran-
"razón" de la supuesta determinación. cés", que comprende, entre otros, a
Puede hablarse de un "indetermi- Lachelier, Boutroux y Bergson. Este
nismo general" y de "indeterminismos último autor ha puesto en claro la
especiales". El indeterminismo gene- idea de indeterminismo al sostener
ral se refiere a cualesquiera aconteci- que una doctrina indeterminista no
mientos; en todo caso, abarca por sólo no es determinista mas no es tam-
igual los acontecimientos físicos y los poco finalista, ya que el finalismo
psíquicos. De los "indeterminismos (véase FIN, TELEOLOGÍA) suprime la
especiales" se destacan dos: uno, lla- esencial indeterminación del "ser es-
mado "indeterminismo físico" y otro piritual" tanto como el determinismo.
llamado, según los casos, "indetermi-
nismo psíquico", "indeterminismo psi-
cológico", "indeterminismo espiritual"
e "indeterminismo espiritualista". En
la mayor parte de los casos este últi- INDICACIÓN. Véase SIGNO.
mo tipo de indeterminismo tiene en ÍNDICE. Véase SIGNO.
cuenta actos o acciones en los que INDIFERENCIA. Los términos 'in-
van implicadas las ideas de mérito, diferencia', 'indiferente' e 'indiferen-
culpa, responsabilidad, etc. tismo' han sido usados en varios sen-
Ños hemos extendido sobre el in- tidos. He aquí algunos:
determinismo físico en los artículos ( 1 ) 'Indiferente' traduce el voca-
AZAR y CONTINGENCIA; asimismo, blo griego άδιάφορον, usado por mu-
aunque desde otros puntos de vista, chos filósofos estoicos: "lo que ellos
en los artículos DETERMINISMO y FU- [los estoicos] llaman άδιάφορον lo lla-
TURO. Debe advertirse, sin embargo, mo, y viene muy al caso, mdifferens"
que las doctrinas indeterminadas físi- (Cicerón, De fin., III, 53). Según los
cas están embebidas con frecuencia estoicos, es indiferente lo que no per-
en una doctrina indeterminista gene- tenece ni a la virtud ni al vicio. Las co-
ral. El término 'indeterminismo' ha sas indiferentes (αδιάφορα, indifferen-
circulado asimismo con ocasión de los tia) son, pues, neutrales ("moraknen-
debates en torno a las llamadas "re- te neutrales"). Ahora bien, el modo
laciones de incertidumbre" (o "inde- como se usen esas cosas indiferentes
terminabilidad"), de Heisenberg; re- puede introducir una diferencia. Así,
mitimos al efecto al artículo especial- por ejemplo, la vida humana como
IND IND IND
tal es indiferente, pero el modo de diferencia" fue adoptada por Adelar- ro, que en el caso de la moneda hay
usar (de dirigir) la vida —hacia la do (VÉASE) de Bath en su De eodem ya una restricción, por cuanto se es-
virtud o hacia el vicio— no es indi- et diverso. También Guillermo de tablece que solamente puede caer
ferente (Dióg. L., VII, 103-4; Sex- Champeaux parece haber sido condu- de cara o de cruz.
to, Pyrr. Hyp., III, 177; Séneca, Ep., cido por Abelardo a la afirmación El sentido (1) de 'indiferencia' es
X, 82). de un realismo atenuado: el "realis- a la vez ético y antropológico-filosó-
(2) Se llama "indiferencia" o "es- mo de la indiferencia". fico. El sentido (2) es psicológico. El
tado de indiferencia" a un estado psí- (7) Kant llama indiferentismo (Cfr. sentido (3), a la vez psicológico,
quico en el cual se hace imposible, o Prefacio a la 1» ed. de la Crítica de ético y teológico. El sentido ( 4 ) , on-
parece ser imposible, toda decisión, la razón pura) a la posición adop- tológico-descriptivo. El sentido ( 5 ) ,
elección, preferencia. En el estado de tada en la teoría del conocimiento predominantemente existenciario
indiferencia no hay voluntad ( v . ) . En que oscila entre el dogmatismo y el (VÉASE). El sentido ( 6 ) es lógico y
la indiferencia extrema ·—o abulia— escepticismo. ontológico. El sentido ( 7 ) , epistemo-
la falta de voluntad engendra una si- (8) Schelling ha definido la indi- lógico. El sentido ( 8 ) , metafísico. El
tuación peculiar y hasta paradójica: ferencia como identidad de los con- sentido (9), lógico y matemático.
la situación en la cual hay una espe- trarios en el seno del Absoluto. Hay Algunos de estos sentidos se entre-
cie de "voluntad" de no tener volun- entonces completa indiferencia de su- cruzan —como (2) y (3)—; otros
tad — la "voluntad". jeto y objeto. Según dicho autor, no son específicos de una disciplina,
( 3 ) Según algunos autores, la in- debe confundirse, empero, la indife- de una tendencia o de un autor
diferencia constituye una de las bases rencia con la identidad: la indife- — como (5), (7), (8) y (9).
del libre albedrío (VÉASE). Este úl- cia no es identidad absoluta, sino INDISCERNIBLES (PRINCIPIO
timo es definido a veces como liber- identidad de un Absoluto. Por eso "la DE LOS). El llamado principium
tad de indiferencia, libertas indiffe- indiferencia de conocimiento y de identitatis indiscernibilium se debe
rentiae (y también liberum aibilrium ser no es identidad simple entre sobre todo a Leibniz, por lo que se
indtfferentiae ). Ciertos autores esti- A como sujeto y A como objeto (Spi- llama asimismo principio de Leibniz.
man que la libertad se funda en se- noza ), sino indiferencia de A = A Escribimos 'sobre todo', porque se
mejante "libre albedrío". Otros se- como expresión del ser y de A = A ha puesto de relieve que ya algunos
ñalan que el liberum arbitrium indtf- como expresión del conocer" (WW. pensadores estoicos habían recono-
ferentiae tiene un carácter puramente 1, 4, 184). cido tal principio, bien que de un
negativo y que no puede dar origen ( 9 ) En el cálculo de probabilida- modo poco preciso y refiriéndolo
a la libertad; ésta se constituye me- des se ha llamado principio de indi- únicamente a sus resultados (la in-
diante un acto positivo de la volun- ferencia ( y a veces principio de ra- existencia de dos entidades exacta-
tad. En efecto, se supone que la li- zón insuficiente [v.]) al que afirma mente iguales). Así, Séneca (Ep., 113,
bertad de indiferencia es una "indife- que cuando no hay una razón conoci- 16) escribió que todas las cosas son
rencia de equilibrio" y que ésta por sí da para establecer probabilidades ma- diferentes entre sí y que no hay dos
sola es incapaz de mover la voluntad. yores o menores (esto es, probabilida- hojas o, en general, dos seres vi-
( 4 ) La indiferencia se opone a la des desiguales) hay que suponer que vientes exactamente iguales. La mis-
necesidad. Se establecen varias cla- hay las mismas probabilidades (o ma afirmación se encuentra en varios
ses de indiferencia: activa (como la probabilidades iguales). Así, según el pensadores renacentistas, especialmen-
indiferencia del hombre para sentir principio de indiferencia, si se arro- te en Nicolás de Cusa, y modernos
o comprender una cosa más que otra); ja al aire una moneda hay una pro- (en parte Suárez, Malebranche).
pasiva (como la indiferencia de la babilidad de & de que al caer al Leibniz formuló, explicó y defen-
materia para recibir varias formas); suelo salga cara y una probabilidad dió el principio de la identidad de los
objetiva (o indiferencia del objeto de /á de que salga cruz. El principio indiscernibles en numerosas ocasio-
respecto a los actos de la voluntad); en cuestión fue ya establecido por nes. Nos limitaremos a tres pasajes.
subjetiva (o indiferencia del sujeto Jacob Bernoulli; aceptado durante En la Cuarta carta a Clarkc (de la
para querer o no querer un objeto mucho tiempo por los matemáticos llamada "Correspondencia entre Leib-
propuesto ). fue sometido a crítica en la época niz y Clarke", de 1715-1716; Ger-
(5) La indiferencia puede consi- contemporánea por varios matemá- hardt, VII, § 93), Leibniz indica que
derarse como un temple (VÉASE) de ticos y lógicos (von Kries, J. M. el principio en cuestión es consecuen-
ánimo que cubre todas las cosas con Keynes, etc.). Según Keynes, la apli- cia del principio de razón suficiente
un velo que las hace aparecer igua- cación indiscriminada del principio (VÉASE), lo que muestra, dicho sea de
les. Según Heidegger, este tipo de conduce a resultados paradójicos. Por paso, la fecundidad de este último
indiferencia emerge en los estados de ejemplo, si decimos "Este libro es "gran principio". "Infiero de este
auténtico y profundo aburrimiento. rojo", hay una probabilidad de /á principio [de razón suficiente], entre
( 6 ) Una de las posiciones en la de que sea rojo; si decimos "Este otras consecuencias, que no hay en la
disputa de los universales (VÉASE) es libro es azul" hay una probabilidad Naturaleza dos seres reales absolutos
aquella según la cual las especies son de Κ de que sea azul, y si decimos que sean indiscernibles, pues si los
definidas como la indiferencia de los "Este libro es negro" hay una pro- hubiera Dios y la Naturaleza obra-
individuos. Los universales son con- babilidad de 5á de que sea negro. rían sin razón tratando el uno de mo-
cebidos entonces indifferenter y no Con ello tendríamos tres alternativas do distinto que el otro". Sería absur-
essentialiter. La "doctrina de la in- de probabilidad. Observemos, empe- do, en suma, que hubiese dos seres
??0
IND IND IND
indiscernibles; dados tales dos seres, En cambio, Kant criticó el princi- En la lógica actual el principio de
uno no importaría más que el otro y pio leibniziano de la identidad de los Leibniz se formula enunciando que
no habría razón suficiente para elegir indiscernibles manifestando que Leib- dos entidades, * e (/, son idénticas si
uno más bien que el otro. En los niz confundió las apariencias (véase tienen las mismas propiedades. El
Nouveaux Essais, Libro II, cap. xxvii APARIENCIA) con las cosas en sí y, de principio se simboliza mediante el
(Gerhardt, V, 213), Leibniz estima consiguiente, con inteligibles u obje- bicondicional:
que las diferencias externas no son tos del entendimiento puro. Si las apa- (H"+i F") ΞΞ H"-i (G*))
suficientes para distinguir o indivi- riencias son cosas en sí, el principio
dualizar un ser: "Es menester que, en cuestión, declaró Kant, es indiscu- en el cual se muestra que dos enti-
aparte la diferencia del tiempo y del tible (K. r. V., A 264 / 320). Pero las dades son idénticas si tienen las más
lugar, haya un principio interno de apariencias son objetos de la sensibi- propiedades extensionales, es decir,
distinción, y aunque haya varias cosas lidad; la pluralidad y la diferencia si pertenecen a las mismas clases.
de la misma especie, es, sin embargo, numérica no son dadas ya por medio Por consiguiente, una formulación ri-
cierto que no hay nunca cosas per- del espacio como condición de las gurosa del principio requiere cuanti-
fectamente semejantes. Así, aunque el apariencias externas. Intuir dos cosas ficar los predicados y tiene su lugar
tiempo y el lugar (es decir, la rela- en la lógica cuantificacional superior.
en dos diferentes posiciones espacia-
ción con el exterior) nos sirven para Cuando la cuantificación se limita a
les es, pues, suficiente para conside-
distinguir las cosas que no distingui- las letras argumentos, la fórmula re-
rarlas numéricamente distintas. "La sultante:
mos bien por sí mismas, las cosas no diferencia de los lugares (Orter) —es-
dejan de ser distinguibles en sí. Lo cribe Kant— hace la pluralidad y (*) (y) (x = y=(Fx = Fy)) (2)
preciso [lo característico] de la iden- distinción de los objetos, en cuanto es solamente aproximada al principio*
tidad y de la diversidad no consiste, apariencias, no solamente posible, si- de los indiscernibles, pues enuncia
pues, en el tiempo y en el lugar, aun- no también necesaria, sin que sean únicamente que si dos entidades, χ
que sea cierto que la diversidad de las menester otras condiciones" ( A 272 / e y, son idénticas, lo que es verdadero
cosas va acompañada de la del tiempo Β 328; Cfr. t a m b i é n A 2S1-2 / Β de χ es verdadero de y. ( 1 ) expresa,
o del lugar, por cuanto acarrean con- 337-8). pues, el principio de Leibniz, mien-
sigo impresiones diferentes sobre la Entre los pensadores contemporá- tras (2) expresa la llamada lev de
cosa". En Monadologie, § 9 (Ger- neos, el principio de los indiscernibles sustituividad de l:i identidad. Ob-
hardt, V, 608) Leibniz indica que ha sido examinado sobre todo desde servemos que ( 1 ) recibe asimifiüo-
cada mónada es distinta de las demás. el punto de vista lógico. Nos referi- otras formulaciones. Así, puede sus-
"Pues no hay jamás en la Naturaleza mos luego a la presentación del prin- tituirse en ( 1 ) el bicondicional '='
dos seres que sean perfectamente cipio dentro de la lógica matemática. por el condicional '3 '. También pue-
iguales y en los que no sea posible Pero antes haremos observar que, de formularse a base de propiedades-
encontrar una diferencia interna, o aparte esta presentación, varios fi- intensionales y no de propiedades,
fundada en una denominación intrín- lósofos y lógicos han discutido el extensionales.
seca." sentido o los sentidos en que el prin-
Los seres no difieren entre sí, pues, cipio puede ser o puede no ser acep-
sólo numéricamente, solo numero. No tado. Algunos autores han indicado
está excluida in abstracto la existen- que carece de sentido inclusive afir-
cia de dos indiscernibles, pero en vir- mar o negar que dos cosas puedan
tud de la razón suficiente hay que tener todas sus propiedades en común
excluir tal existencia in concreto (véa- a menos que previamente se hayan
se, sin embargo, INDIVIDUACIÓN ). distinguido. Otros señalan que si el
Los leibnizianos aceptaron el prin- principio puede negarse sin que la
cipio de la identidad de los indiscer- negación sea contradictoria consigo
nibles. En su Ontología ( S í 179-224) misma, el principio carece de interés.
Wolff trata De Identitate ir Similitu- Otros señalan que puede imaginarse
dine en cuanto "afecciones del ente un universo radicalmente simétrico en
en general". Puede entonces definir el cual todo lo que sucede en cual-
la identidad como completa sustitui- quier lugar puede ser exactamente
bilidad de dos entes (§ 181); indicar duplicado en un lugar a igual distanr
que si los entes determinantes son cía de lado opuesto del centro de la
iguales, los entes determinados son simetría, en cuyo caso habría objetos
iguales, y viceversa ( § 5 192-3); numéricamente distintos, aunque in-
hablar de la identidad de dos cosas discernibles. Otros arguyen que en
con una tercera como siendo todas un universo semejante sería posible
idénticas entre sí ( $ 223 ). Pero cuan- la indiscernibilidad de dos objetos
do en su Cosmología ( $ $ 246-8 ) se numéricamente distintos solamente
refiere a entes que existen en la Na- porque se introduce un punto de ob-
turaleza, Wolff mantiene el principio servación con respecto al cual las dos
de la identidad de los indiscernibles mitades del universo están situadas
en el sentido leibniziano. en dos lugares diferentes.
931
IND IND IND
of Indiscernibles", Mind, Ν. S., LXIV to, debemos suponer que la forma en el platonismo. Pues no es sufi-
(1955), 522-7. hace que una cosa sea lo que es, pero ciente indicar, como hace el Estagi-
INDIVIDUACIÓN. Se llama "prin- no lo que es: la forma es el hecho rita, que la materia de que se trata
cipio de individuación" y también de ser, pero no el hecho de ser. Así, en una clase determinada de indi-
"principio de individualización" (prin- pues, sólo queda la materia como viduos es "numéricamente diferente
cipium individuationis; principium in- principio individuante. Esto es posi- y específicamente una" sin aclarar a
dwidui) al principio que da razón ble, con todo, porque la materia no fondo, cosa que el filósofo no hace,
de por qué algo es un individuo, un es el receptáculo indeterminado pla- el significado de la antedicha fór-
ente singular. El primer autor que se tónico, la χώρα, sino algo ya deter- mula.
ocupó ampliamente de este principio minado, como dirá luego Santo To- Acaso una solución mejor sea la
y de los problemas por él suscitados más, materia signata quantitate. Por de suponer que la noción de indivi-
fue Aristóteles, en particular al tratar ejemplo, la materia de todos los cuer- duo es susceptible de poseer diferen-
de las nociones de substancia (VÉASE), pos naturales es la tierra, el fuego, tes grados. El propio Aristóteles insi-
el agua, el aire. La materia de los núa una solución semejante cuando
forma (v. ) y materia ( v . ) . Por lo
astros es el éter. La de los cuerpos parece concebir el alma del hombre
pronto, pueden darse tres respuestas
orgánicos, los tejidos. La de los seres como una forma individual. En tal
a la cuestión: "¿En qué consiste el humanos, los órganos. Etc., etc. Se caso, el principio de individuación
principio de individuación?", cuestión dirá que entonces nos las habernos sería más "material" en clases de
ligada a la siguiente: "¿Qué es lo que con un principio de individuación que seres que poseyeran menos individua-
hace que algo sea un individuo?" se aplica solamente a clases de seres lidad que otras, y más "formal" en
La primera respuesta es: el princi- y que, por consiguiente, no es lo el caso inverso. Por ejemplo, mientras
pio de individuación está constituido bastante individuante. Pero podemos la distinción entre la piedra * y la
por la forma y por la materia, es de- retinar nuestra concepción de la "ma- piedra y sería casi imperceptible en
cir, por el "individuo concreto" o "el teria cualificada" en varios sentidos. lo que toca a la individualidad, la
compuesto", σύνολον]. E s t a respuesta Tomemos, por ejemplo, los hombres. diferencia entre Juan y Pedro sería
es en algunos respectos semejante a El tamaño (ser alto, gordo, etc.), el muy acusada. Debe advertirse, em-
algunas de las proposiciones a que nos color (ser blanco, amarillo), las dis- pero, que al señalar que el Estagiri-
referiremos luego; por ejemplo, a la posiciones corporales (estar en buena ta "insinuó" esta solución hemos que-
proposición de que la entidad singu- o mala salud), las características psi- rido destacar que se trata sólo de
lar misma constituye su propio prin- cológicas (ser abúlico, inteligente) una indicación vaga. En efecto, no
cipio de individuación; y también a son todos propiedades de la materia debe olvidarse que para Aristóteles
la proposición de que no se necesita, humana. Así, podemos decir que la "la substancia no admite variación
propiamente hablando, un principio concepción aristotélica de la mate- de grado" (Caí., I 5, 3b-4a), lo que
de individuación, ya que un individuo ria, cuando menos en el nivel del supone que nada de lo que es una
dado es "esta realidad determinada" hombre, es igual a la concepción de substancia (o individuo) puede ser
•— y, sobre todo, "esta substancia". las circunstancias humanas. Lo que más o menos de lo que es. El con-
La segunda respuesta es: el princi- permanece igual en todos los hom- flicto entre la citada insinuación y
pio de individuación está constituido bres es (según la concepción clásica) esta última doctrina es, de todos mo-
por la materia (en el sentido aristoté- el ser un animal racional, lo que es dos, iluminativo para la comprensión
lico de este término). Esta respuesta equivalente a la propiedad de parti- del pensamiento del Estagirita, pues
se considera (erróneamente) como la cipar en una inteligencia activa, expresa cierto conflicto entre su me-
única propiamente aristotélica. Ahora propiedad que se reconoce en el he- tafísica general y su doctrina del
bien, aunque no sea la única respuesta cho de aceptar los principios raciona- alma.
que ha dado Aristóteles a nuestra les. Pero el modo como tales princi- La tercera respuesta es: el princi-
cuestión, ha sido una de las más in- pios son reconocidos es distinto en pio de individuación es la forma. Se
fluyentes. Las razones para su adop- cada uno de los hombres. Con lo cual ha indicado algunas veces que esta
ción son varías. Ante todo, ésta: co- resolvemos la famosa dificultad de doctrina no es aristotélica. Pero lo
mo la forma es universal, no puede que la materia no puede ser el prin- cierto es que cuando menos el Esta-
explicar por qué un individuo es un cipio de individuación por el hecho girita la aplica al analizar realidades
individuo. La forma es, ex hypothe- de no ser cognoscible. Pues esto es tales como el primer motor y aun
sei, la misma en una clase dada de cierto acaso para la "materia pura", las inteligencias activas. En este caso
individuos. Desde el punto de vista pero no para la "materia cualificada". habría ciertos seres (como Dios y
de la forma, Juan, Pedro y Antonio Sin embargo, con ello no resolvemos los ángeles en las teologías escolás-
son lo mismo: todos ellos son hom- todavía la dificultad que plantea el ticas) que serían al mismo tiempo
bres, es decir, animales racionales. hecho de que con el fin de cualificar individuos y formas, habiendo sólo
Dentro de la filosofía platónica (o la materia necesitamos de algún mo- un individuo para cada forma. El
atribuida comunmente a Platón), do la forma, pues la forma es la problema, empero, consiste en saber
esto no constituye grave problema, cualidad de una materia dada. Dicho si puede utilizarse esta idea para
pues Juan, Pedro y Antonio son sea de paso, esta última dificultad otros tipos de substancias. A nuestro
sombras o copias de la Idea del constituye uno de los motivos por entender, hay al respecto dos posi-
Hombre. Pero en la filosofía de Aris- los cuales Aristóteles "recae" con gran bilidades:
tóteles es una dificultad. Por lo tan- frecuencia, tras haberlo descartado, (a) Si admitimos la teoría de los
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IND IND IND
grados de individualidad, podremos Estas posiciones pueden reducirse a esencia ni tampoco la materia, n>
afirmar que cuanto más elevada sea tres. un accidente extrínseco a la esen-
una realidad en la jerarquía de los (1) Por una parte, los filósofos cia, ni uno de los elementos consti-
entes tanto más tendrá la tendencia nominalistas extremos sostenían que, tutivos de ésta. Es un principio posi-
a acoger la forma y no la materia existiendo una idea separada de la tivo, inherente a la esencia; en otros
como principio de indiduación. Así, cosa, o, si se quiere, no habiendo términos, es una modalidad de la
la controversia entre la forma y la más realidad que "esta realidad de- substancia. Este principio es la haec-
materia como principios de indivi- terminada", el principio de indivi- ceídad (VÉASE). Entre ella y la
duación podrá resolverse de acuerdo duación no es necesario, pues el pro- substancia no hay distinción real,
con las realidades correspondientes. blema se plantea más bien con res- sino únicamente formal. Mas esta
En los niveles inferiores de realidad pecto a los universales, cuya razón distinción formal no es una pura crea-
el principio será la materia; en los se nos escapa a menos que los con- ción del espíritu, como supondría el
niveles superiores, la forma. Y en el sideremos como radicados en la men- nominalismo, ni tampoco algo radi-
nivel intermedio (por ejemplo, el te. De ahí la dificultad de la ciencia, cado en la naturaleza de la cosa mis-
nivel humano), el predominio de la pero de una ciencia que tenga por ma y sus distinciones totales. La
forma o de la materia dependerá modelo los supuestos platónico-aristo- haecceitas es la particularización o
del grado y perfección en la indivi- télicos, de la ciencia de la articula- individualización de la esencia y no
dualidad de un hombre dado. ción de lo real en géneros y especies, la forma misma de la cosa, pues ésta
(b) Si entendemos la noción de ya que la causa es en tal ciencia úl- subsiste fuera de lo múltiple ( Quaest.
forma en un sentido cada vez menos timamente la esencia. (2) El tomis- subt. in Met. Arist., q. 5 n. 61).
"platónico", será todavía más acep- mo intenta mediar entre las posicio- La anterior exposición de las opi-
table la posibilidad de hacer de la nes extremas: el principio de indi- niones sobre el fundamento del prin-
forma el principio de individuación, viduación no escapa a esta regla. Pero cipio de individuación en los filóso-
y ello no sólo en ciertas realidades, entonces solamente podrá haber prin- fos medievales ha seguido líneas muy
sino en todas las substancias. Este cipio de individuación si hay efectiva generales. Una exposición detallada
punto esencial ha sido destacado por mediación. De ahí la tesis tomista: de las opiniones o "sentencias" al res-
W. D. Ross. Si la forma es, en lo que constituye la individualidad pecto puede encontrarse en Suárez,
efecto, una esencia platónica, en- de las substancias creadas sensibles Disp. met., especialmente secciones
tonces o tendrá que mantenerse se- es la materia; en cambio, las formas ii-vi. Suárez examina las diversas for-
parada de los ejemplares individuales separadas o subsistentes tienen el mas en que se ha dicho que el prin-
o coincidirá con ciertos individuos principio de individuación en sí mis- cipio de individuación es la materia
únicos. Pero si la forma es entendida mas, es decir, pueden ser, como las signóte, tal como se afirma, entre
como una causa (final o eficiente, o puras inteligencias, a la vez indivi- otros, en Santo Tomás, S. theol., I q.
las dos a la vez), entonces podremos dualidades y especies. La oposición III a 3 y q. L a 4; III, q. LXXVII
decir que el despliegue de una forma a esta concepción se basaba sobre a 2; In IV, dist. 12, q. 1; Cayetano,
no será sino la explicación causal de todo en la idea dada por Santo Tomás De ente et essentia, c. 2; Capreolo,
un individuo. Habrá entonces tantas acerca de la materia. Si ésta es pura In íí, dist. 3; Ferrariense, I cont.
formas como causas específicas o, potencia, se alegaba, no puede cons- Geni., c. 21; las formas en que se ha
mejor dicho, como causas explicato- tituir ningún principio de individua- dicho que el principio de individua-
rias. Aristóteles parece haber tenido ción. Por otro lado, si la materia es ción es la forma sustancial, tal como
en cuenta esta posibilidad en Met., Z pura potencia, la forma debe perder- se afirma, entre otros, en Durando de
VII 17, 1041 a θ-32. se en ésta, y en vez de individuarse, Saint-Pourçain, In II, dist. 3, q. 2;
Nos hemos detenido en los proble- acabará por desvanecerse, ya que la Averroes, I de an., c. 7; Phys., III,
mas que plantea el principio de indi- materia no le agrega nada positivo. comment. 60; IV, comm. 38; Avicena,
duación en la forma planteada por Sin embargo, la materia a que se re- VI Natur., Parte I y otros; y la forma
Aristóteles, porque desde las bases fiere Santo Tomás como principio de en que se ha dicho que el principio
establecidas pueden entenderse mejor individuación no es la materia pura de individuación se halla en la exis-
las diversas posiciones adoptadas al y simple, sino la materia sígnala tencia de la cosa singular, tal corno·
respecto por quienes discutieron este quantitate, es decir, la que es con- se afirma en Duns Escoto, In II, dist.
asunto con gran detalle: los esco- siderada bajo ciertas dimensiones. 3, q. 3; Enrique de Gante, Quodl.,
lásticos. Sus trabajos sobre el proble- (3) Duns Escoto señalaba que aun IV, q. 8 (y, según Fonseca, V, q. 8),
ma fueron precedidos por los comen- esta quantitas de la materia no puede De acuerdo con su método, Suárez
taristas aristotélicos y por los filóso- constituir una individuación suficien- pone de relieve en qué sentidos pue-
fos árabes; así, por ejemplo, ya Avi- te, pues la cantidad es un accidente. den aceptarse y pueden no aceptarse,
cena afirmó que el principio de in- En el caso del hombre, la aptitud tales opiniones, y concluye, contra su-
dividuación es la materia cualificada del alma para unirse a determinado periores sententias, que "toda subs-
por la cantidad. Pero los escolásticos cuerpo procedería de su forma, y tancia es singular [por sí misma o poi
sistematizaron estas cuestiones en un no de la materia; aun la materia su entidad es singular] y no requiere
cierto número de posiciones que co- quatenus quantitate sígnata debería, otro principio de individuación fuera
rresponden aproximadamente a las así, ser rechazada. De ahí la pro- de su entidad o fuera de los princi-
actitudes adoptadas con respecto a posición de Duns Escoto: el prin- pios intrínsecos de que consta su en-
la cuestión de los universales (VÉASE). cipium individuationis no es la pura tidad" '(Disp. met., V, sec. vi, 1). Esta
933
IND IND IND
es la sentencia mantenida por Aurelo viduación se halla en toda la entidad et tempore velut individúan seu fien}.
(apud Capreolo, In II, dist. 3, q. 2) y (entitas tota ) ; según otros, no se halla Sin embargo, la tendencia general
por Durando de Saint-Pourçain; Suá- en toda la entidad (non tota [enti- de Leibniz es la que favorece la indi-
ixz apunta que, de acuerdo con Fon- tas] ). Los partidarios de esta última viduación por una "distinguibilidad
seca (Met., V, c. VI, q. 3, sec. 2) esta opinión se dividen en dos grupos: en sí" de cada ente o, por lo menos,
opinión es la más embrollada de todas para unos se expresa mediante una de cada substancia. Lo mismo suce-
[implicatissima], pero que según el negación; para otros, mediante algo de en Wolff al indicar que el princi-
propio Suárez es la más clara [claris- positivo. A la vez, los que sostienen pio de individuación, por el cual se
shna]. El fundamento de la unidad que se expresa mediante algo positivo entiende la ratio suffidens intrínseca
no puede distinguirse, en efecto, de se refieren a la parte física (existen- individui (Ontología, $ 228) es defi-
la unidad. A la vez, el principio de tia) o a la parte propiamente metafí- nible como omnímoda determinatio
individuación de la materia prima es sica ( haecceitas ). La parte física "ter- eonim, quae enti actu insunt (ibid.,
para Suárez "su misma entidad, tal mina la esencia"; la parte metafísica § 229 [véase también INDIVIDUO]).
como está en la cosa" (ibid., 2); el "termina la especie". En general, con- Es curioso comprobar que esta ten-
principio de individuación de la for- cluye Leibniz, hay tres sentencias dencia a individuar por "la entidad
ma substancial radica asimismo en fundamentales sobre el principio de misma" es admitida por algunos auto-
ésta por su misma entidad [per suam- individuación: 1. Todo individuo se res usualmente considerados como
met entitatem] (ibid., 5). Los modos individúa por toda su entidad (Au- "empiristas". Así, por ejemplo, Locke,
substanciales se individúan también reolo, apud Capreolo), y, en general, al escribir que el principio de indivi-
por sí mismos (ibid., 14); y en la terministas y nominalistas; 2. El prin- duación es "la existencia misma".
substancia compuesta el principio de cipio de individuación consiste en Ahora bien, esta existencia no debe
individuación es esta forma y esta negaciones; 3. El principio de indivi- ser confundida con la haecceitas es-
materia unidas entre sí [. . . princi- duación es la existencia (Murcia). En cotista, aun cuando tiene ciertas rela-
pium csse hanc materiam et hanc for- el curso de su carrera filosófica Leib- ciones con ella, especialmente en tanto
man ínter se unitae] (ibid., 15). niz se ocupó con frecuencia de la que existencia que encaii, por así de-
La exposición de Suárez y las ideas cuestión del principio de individua- cirlo, a cualquier ser dentro de un
por él mantenidas influyeron mucho ción. En la mayor parte de los casos espacio y un lugar particulares "inco-
más de lo que se suele indicar sobre esta cuestión estaba ligada al proble- municables para dos seres de la misma
Sos filósofos modernos que han trata- ma del llamado "principio de identi- clase" (Essay, II, xxvii).
do de modo explícito del problema dad de los indiscernibles" a que nos En cambio, otros autores se incli-
del principio de individuación (Scho- hemos referido en otro lugar (véase nan en favor del espacio y tiempo
penhauer, por ejemplo, cita a Suárez INDISCERNIBLES [PRINCIPIO DE LOS]). como principios de individuación. Así,
y las Disp. met., V [sec. 3], en Die En vista de ello puede afirmarse que Schopenhauer, el cual, por motivos
Welt ah Wille und Vorstellung, II, la opinión de Leibniz está cercana a metafísicos derivados de su doctrina
23). Sería largo enumerar los filóso- la de todos los que (como Suárez) acerca de la Voluntad, estima que el
fos modernos que de modo determi- fundan la individuación de lo indivi- espacio y el tiempo singularizan lo
nado se han ocupado de la cuestión, dual en "la entidad misma". Así se que es en un principio idéntico y por
e imposible referirnos a todos aque- desprende de los tres pasajes citados los cuales la unidad esencial del todo
llos que la han tratado sólo de mane- en el artículo sobre la noción de In- se convierte en una multiplicidad.
ra implícita. Nos limitaremos a men- discernibles. Sin embargo, en la me- Schopenhauer sostiene que las formas
cionar algunas opiniones sobre nues- nos conocida Confessio philosophi fenoménicas no afectan a la Voluntad
tro asunto. (escrita aproximadamente en 1673; ed. como cosa en sí. Y no afectándole ni
Leibniz —por ventura uno de los Yvon Bclaval, 1961) Leibniz trató la siquiera la forma más general de la
pensadores modernos que más abun- spinosissima cuestión de principio in- representación, menos le afectarán to-
dantemente trataron el problema de divídui en forma distinta al indicar davía las formas que, como el espacio
principio ¡ndividui (ya a partir de su que cuando se dice "esto", hoc, o se y el tiempo, determinan la pluralidad.
disertación de 1663: Disptitatio me- pregunta por la determinación (deíer- "En este último respecto —dice—
taphysica de principio índwidui)— minatio) no se hace otra cosa sino designaré el tiempo y el espacio, em-
manifestó varias opiniones al respec- referirse a la conciencia del tiempo y pleando una antigua expresión toma-
to. En la citada Disputatio se limita- del lugar (nisi sensus temporis et da de la escolástica, como el princi-
ba a exponer diversas doctrinas acerca loci), es decir, del movimiento de la pium individuationis, lo que hago no-
de ío que hace que un individuo sea cosa (motas. . .reí). Con lo cual el tar para que se tenga en cuenta de
un individuo. Por lo pronto, hay que principio de individuación acaba por ahora en adelante. Pues el tiempo
distinguir entre el individuo según la residir fuera de la cosa misma (extra y el espacio son aquello en virtud
lógica (in ordine ad praedicationem) rem ipsam); así, dos huevos se dis- de lo cual lo que en su esencia y
y el individuo según la metafísica (ín tinguen entre sí en tanto que en un según el concepto es uno y lo mismo,
•ordine ad rem). Hay que distinguir momento dado uno está en un lugar aparece como vario, como múltiple,
asimismo entre el individuo como ser determinado y otro en otro (quod bien en la sucesión, bien en la simul-
creado, como mera substancia, etc. praesenti tempore hoc est in loco A taneidad; son, por consiguiente, el
Ai··. :ca del individuo metafísicamente illud in loco Β) (op. cit., pág. 104). principium individuationis, objeto de
considerado hay dos opiniones bási- Los mismos espíritus (mentes) se in- tan largas disquisiciones y disputas
cas: según unos, el principio de indi- dividúan por el lugar y el tiempo (loco entre los escolásticos, las cuales se
934
IND IND IND
pueden encontrar reunidas en Suá- vidualismo puede ser ético, político, do y aun a los demás individuos.
rez (Disp., 5, sec. 3)" (Welt, II, económico, religioso, etc., según sea Ejemplo de esta doctrina es el pen-
23). La Voluntad queda así fuera la actividad o serie de actividades del samiento de Stírner (VÉASE) y muy
del principio de razón y de la mul- individuo consideradas. Ahora bien, diversas formas de anarquismo. Otros
tiplicidad, aun cuando sean innume- el sentido de 'individualismo' difiere sostienen que la oposición en cues-
rables sus manifestaciones en el es- no solamente de acuerdo con la acti- tión, aunque innegable, no convierte
pacio y en el tiempo. Es una, pero vidad humana que se tome como por ello al individuo en una entidad
no en el sentido de la unidad de un punto de referencia, sino también de antisocial; por el contrario, hace posi-
objeto por oposición a la pluralidad, acuerdo con el significado de 'indi- ble la sociedad en cuanto agrupación
ni en el sentido del concepto que viduo'. de individuos con un cierto fin: el de
por abstracción surge de lo múltiple, En el artículo sobre la noción de satisfacer al máximo los intereses
sino como "aquello que está fuera individuo (VÉASE) no nos hemos refe- de cada individuo. Muchas doctrinas
del tiempo y del espacio, o sea del rido sino incidentalmente al individuo jusnaturalistas, contractualistas y utili-
principiíim indioidiiationis, esto es, humano, pero algunos de los concep- taristas siguen esta tendencia. Otros
de la posibilidad de la pluralidad" tos allí introducidos para dilucidar la manifiestan que hay, o puede haber,
(op. cit.). cuestión de la naturaleza de lo indivi- o tiene que haber, una armonía entre
En la mayor parte de las tenden- dual pueden servirnos aquí. Especial- diversos individuos siempre que se
cias filosóficas contemporáneas, con mente importante al respecto es la deje a cada uno de ellos manifestarse
excepción de las neoescolásticas, se distinción entre la noción puramente tal como es. Muchas doctrinas —que
han abandonado casi totalmente las numérica del individuo y la noción pueden agruparse bajo el nombre de
doctrinas que eligen la materia o la del individuo como ente singular de- "liberalismo optimista"— se adhieren
forma como principios de individua- terminado "omnímodamente". Aplica- a esta concepción. En todos los casos,
ción y se ha tendido a algunas de las da esta distinción al individuo huma- el individualismo en este sentido se
siguientes soluciones: 1. Lo individual no, resultan dos concepciones del opone a toda forma de colectivismo,
se funda, por así decirlo, "en sí mis- mismo: una, según la cual el indivi- el cual es considerado como destruc-
mo"; la entidad individual existe co- duo en cuestión es una especie de tor de la libertad individual.
mo tal irreductiblemente. 2. La no- "átomo social", y otra según la cual La segunda de las mencionadas
ción de individuo es una construcción es una realidad singular no intercam- concepciones ha dado origen a otras
mental a base de los datos de los sen- biable con ninguna de la misma espe- ciertas formas de individualismo. Como
tidos. 3. La idea de cosa como "cosa cie. La primera concepción es predo- la idea subyacente en tal concepción
individual" está determinada por la minantemente negativa: según ella, el es la de persona, puede decirse que
localización espacio-temporal. En to- individuo humano se constituye por la doctrina resultante de la afirma-
dos estos casos se tiende a rechazar lo oposición a diversas realidades (la so- ción del primado del individuo en este
que Herbert W. Schneider llama ciedad, el Estado, los demás indivi- sentido es el personalismo (VÉASE).
(Ways of Eeing [1962], págs. 16 y duos, etc.). La segunda concepción O, si se quiere seguir usando el nom-
17) "la idea sintética de la individua- es predominantemente positiva: según bre 'individualismo', puede calificarse
lidad" defendida por la "tradición ella, cada individuo huimno se cons- más adecuadamente de "individualis-
clásica". El citado autor defiende "la tituye en virtud de sus propias cuali- mo personalista'. Este tipo de indivi-
individualidad como categoría de aná- dades irreductibles. Esta segunda con- dualismo-personalismo no niega, antes
lisis ontológico; los individuos no es- cepción es muy similar a la de la per- destaca la importancia del llamado
tán formados por medio de la unión sona (VÉASE), por lo que puede "bien común" (VÉASE), pero este úl-
de elementos no-individuados, pues hablarse de dos doctrinas: la del indi- timo no debe confundirse con ningu-
son ellos mismos elementos últimos viduo como mero individuo, y la del na forma de "totalitarismo". En efec-
del ser" (op. cit., pág. 17). individuo como persona. to, de modo semejante a como el
Véase Paul Horsch, "Le principe La primera de dichas concepciones individualismo en sentido estricto se
d'individuation dans la philosophie in- ha sido muy común en la época mo- opone al colectivismo, el individualis-
dienne", Asiatische Studien [Suiza], X derna y ha dado origen a muy diver- mo personalista se opone al llamado
(1956) y XI (1957-1958). sas formas de individualismo. La idea "transpersonalismo". El individualis-
Véase también la bibliografía del de contrato social y el liberalismo eco- mo personalista no aspira a negar la
artículo INDISCERNIBLES ( P R I N C I P I O nómico, por ejemplo, son dos de estas libertad individual en único beneficio
DE LOS). Algunas de las obras citadas formas. Se ha dicho por ello que tal de la sociedad o la comunidad, sino
en la bibliografía del artículo INDIVI- individualismo es, en el fondo, un más bien tiende a integrar los intere-
DUO se refieren a la cuestión del prin- ses individuales con los sociales o co-
cipio de individuación. Para la histo- "atomismo" (VÉASE) o, más exacta-
ria de este principio en la escolástica, mente, un "atomismo humano". Una munitarios. Una característica muy
véase J. Assenmacher, Die Geschichte vez admitido este individualismo se destacada del individualismo persona-
des Individualitats-Prinzip in der plantea la cuestión de cómo es posi- lista es que tiene un fuerte compo-
Scholastik, 1926. ble la relación entre diversos indivi- nente "histórico", en tanto que el in-
INDIVIDUALISMO. El término duos en una comunidad. Las doctri- dividualismo en sentido estricto es con
'individualismo' designa una doctrina nas forjadas al respecto son múlti- frecuencia "ahistórico" y aun "anti-
según la cual el individuo —en cuan- ples. Unos afirman que lo caracte- histórico".
to "individuo humano"— constituye rístico del individuo es su constante Debe observarse que ciertas formas
el fundamento de toda ley. El indi- oposición a la sociedad, al Esta- de individualismo en sentido estricto
935
IND IND
se acercan mucho a otras formas de En De providentia, 5, Séneca defi-
individualismo personalista. La distin- ne los individuos como entidades en
ción entre las dos formas de indivi- las cuales nada puede separarse sin
dualismo, no es, pues, siempre tajante, dejar de ser tales: quaedam separan
como no lo es tampoco la distinción a quibusdam non possunt, coharent,
entre la concepción predominante- individuae sunt. El sentido de 'indivi-
mente positiva de la noción de indivi- duo' es aquí el de cualquier entidad
duo como "individuo humano". indivisa e indivisible. El individuo no
El interés por la noción de indivi- es necesariamente un ser singular y
duo humano se ha desarrollado asi- aislado, diferente de los demás, esto
mismo en la psicología, especialmente es, un ser que existe una sola vez. En
en dos direcciones de ésta. Por un cambio, Porfirio da en la Isagoge una
lado, tenemos la tendencia a la clasi- definición de 'individuo' como entidad
ficación de las individualidades. Aun- singular e irrepetible. Según Porfirio,
que en tal clasificación los individuos los individuos ( άτομα) son entidades
sean usualmente agrupados en tipos tales como Sócrates, este hombre, esta
(véase TIPO), el fundamento de toda cosa — entidades que poseen atributos
clasificación de individuo es el exa- que solamente se dicen de tal deter-
men de k individualidad. Por otro minada entidad. Parece, pues, que los
lado, tenemos la llamada "psicología individuos en el sentido de Porfirio,
individual" o estudio de los individuos τα άτομα, son los "cada cosa", τα
humanos en sus caracteres diferencia- καθ Ί'καστα . Debe advertirse, sin em-
les. Observemos que Adler (VÉASE) bargo, que mientras los individuos
llama "psicología individual" a su propiamente dichos son entes comple-
propio sistema psicológico, fundado tamente singulares, los individuos de-
en la determinación del "estilo de signados por la expresión τα καθ'-
vida" de cada individuo de acuerdo εκαστα son, o pueden ser también, las
con la reacción que éste adopta frente infimae species, los "individuoides" o
a los sentimientos de inferioridad que "atomoides", άτομαε'ι'δη, indetermina-
surgen ya en la infancia. La "psicolo- bles por medio de género y diferen-
gía individual", de Adler, es asimismo cia.
un método terapéutico por el cual se El sentido que dio Porfirio a 'indi-
trata de hacer ver al individuo las viduo' influyó grandemente sobre la
fallas radicales de su vida y la depen- mayor parte de autores medievales.
dencia en que se hallan sus reaccio- Eucken indica que en la Edad Media
nes frente al mundo social, a la profe- se empleó individuum (y, en alemán,
con Notke, unspaltig) como idéntico
sión y a la vida sexual, de los citados
a "esto", "esta cosa", "este determi-
sentimientos de inferioridad, cuyo ori-
nado ser", y que en este sentido se
gen básico se halla, según Adler, en emplearon las expresiones individualis
minusvalías orgánicas. INDIVIDUO. Como traducción del e individualitas, "las cuales solamente
Algunas de las obras citadas en la término ¿τόμος (ν. ATOMISMO) el son aplicadas a la vida en general a
bibliografía de INDIVIDUO tratan tam- vocablo latino individuum (== 'indi-
bién de la cuestión del "individuo hu- partir de Leibniz, que representa aquí
viduo' ) designa algo a la vez in-diviso también el paso de la antigüedad a
mano". Para mayor información sobre
este punto, y en particular sobre la e in-divisible. Se ha dicho que el in- los tiempos modernos" (Geistige Stro-
cuestión de la relación entre indivi- dividuo es algo indiviso, pero no ne- mungen der Gegenwart [1904], A3).
duo y sociedad o comunidad, véanse cesariamente indivisible. Sin embargo, Al comentar la Isagoge de Porfirio,
obras citadas en las bibliografías de tan pronto como se divide un indivi- Boecio estimó que el vocablo indivi-
los artículos COMUNIDAD, OTRO (EL), duo desaparece como tal individuo. Es duum puede entenderse en tres senti-
PERSONA, PERSONALISMO y SOCIOLO- razonable, pues, admitir la indivisibi- dos: "Individuo se dice de varios mo-
GÍA [en este último, la sección relativa
a "sociedad, y doctrina y filosofía de lidad (en principio) del individuo. dos. Se dice de aquello que no se
la sociedad"]. Especialmente impor- Según R. Eucken (Geschichte der puede dividir [secan] por nada, como
tantes son al respecto las obras de F. philosophischen Terminologie [1879, la unidad o la mente; se dice de lo
Tónnies, Theodor Litt, O. Spann, G. reimp., I960], pág. 52), Cicerón em- que no se puede dividir por su solidez
H. Mead, H. Bergson, J. Ortega y pleó los términos individuas y divi- [ob soliditatem], como el diamante;
Gasset. — Véase además: M. Caulle- duus. Pero no pareció darles un sen- y se dice de lo que no se puede pre-
ry, Célestin Bougie, Pierre Janet, Jean tido filosófico técnico. Este sentido dicar de otras cosas semejantes, como
Piaget, Lucien Fèbvre, L'individuali- aparece, en cambio, en otros autores. Sócrates" (Ad Isag., II). El primer
té, 1933.
Para el individualismo en diversos Nos referiremos por lo pronto a dos sentido es general; el segundo, real
sentidos véase: G. Galo, L'individua- de ellos, porque en cada uno se da o "físico"; el tercero, lógico. Los esco-
lisme etico nel secólo XIX, 1906. — una significación determinada de 'in- lásticos medievales distinguieron con
G. Vidari, L'individualisme nelle dot- dividuo'. frecuencia entre estas nociones de 'in-
936
IND IND IND
dividuo'. La noción más "general" de varios autores han indicado que del de el punto de vista de la posibilidad
'individuo' es la que fue llamada indi- individuo sólo puede tenerse un co- de su "individualización". El indivi-
viduum vagum (individuo vago) (Cfr. nocimiento "intuitivo". Otros han ma- duo meramente particular es para
Santo Tomás, S. theol, I, q. XXX a nifestado que lo único que puede Hegel un individuo incompleto; sólo
4). Ejemplos de tal "individuo vago" hacerse con un individuo es "mos- en el proceso del desenvolvimiento
es "cualquier hombre", "cualquier ár- trarlo". dialéctico llega el individuo a superar
bol". El individuo vago se distingue Las doctrinas medievales sobre la la negatividad de su ser abstracto
de los demás individuos de la misma noción de individuo son más comple- por medio de determinación. Con ello
especie sólo numéricamente, a dife- jas de lo que pueden hacer presumir puede llegarse a la idea de un "indi-
rencia de la distinción de un indivi- las anteriores indicaciones. Por la na- viduo universal" o individuo concreto
duo con respecto a otro por medio de turaleza de la presente obra nos ve- que es a la vez singular y completo.
las llamadas notae individuantes (ca- mos precisados a silenciar muchos El concepto de individuo ha sido
racterísticas individuantes), tales co- aspectos de la cuestión que ahora nos también objeto de numerosos análisis
mo las clásicas siete notae: forma, ocupa. Indiquemos, sin embargo, a y especulaciones en cuanto "individuo
figura, locus, tempus, stirps, patria, modo de ilustración, que no siempre humano" (y también en cuanto "yo",
nomen. se admitió que el individuo como tal "ego", "persona", etc., etc.). Muchos
Varias son las cuestiones suscitadas fuera un ser simple. Por ejemplo, de estos análisis y especulaciones han
por la noción de individuo en sus as- Duns Escoto hizo notar que la noción usado nociones derivadas del estudio
pectos real y lógico. En su aspecto de individuo contiene por lo menos del concepto de individuo desde los
real la cuestión más importante fue dos principios: su naturaleza y su puntos de vista general, real y lógico
la tratada bajo el epígrafe "principio entidad individuante, entre las cuales a que antes nos hemos referido. Sin
de individuación" (véase INDIVIDUA- no hay distinción (VÉASE) real, ni embargo, dado el sentido distinto que
CIÓN; véase también INDISCERNIBLES tampoco racional, sino formal. tiene en este caso el término 'indivi-
[PRINCIPIO DE LOS]). En su aspecto En la filosofía moderna encontra- duo' nos referimos a este punto con
lógico la cuestión más importante fue mos muy diversos modos de conside- más detalle en el artículo Individua-
la de la naturaleza del ñamado por rar la cuestión de la naturaleza del lismo (VÉASE).
algunos autores "concepto individual". individuo y de lo individual. Por un En la época contemporánea ha sido
Este "concepto" es el de un nombre lado, ciertos filósofos han tratado esta frecuente tratar la cuestión de lo indi-
propio, como 'Pedro', o el de una cuestión bajo el aspecto de la relación vidual y del individuo con referencia
descripción, como 'el hombre más alto entre los entes singulares y la totali- a problemas tales como el status on-
de Montevideo en este momento'. Se dad del universo ( o del "ser" ). Se ha tológico de los entes individuales (o,
dice a veces que tal concepto denota preguntado a tal efecto si los entes con frecuencia, de los entes "particu-
un individuo. Este individuo puede singulares son o no simples modos de lares" o "singulares"), la expresión
ser real como en 'mi amigo Antonio, una substancia única. La respuesta lógica de tales entes individuales, las
aquí presente' (si hay tal amigo, An- de Spinoza es positiva; la de Leibniz, condiciones de su conocimiento, etc.,
tonio, y si está presente), o "ideal", o negativa. Este autor ha destacado etc. La cuestión del individuo y de lo
todavía no real, como en 'el primer hasta el extremo la singularidad de individual ha sido, así, tratada desde
hombre que ha leído la Odisea en la cada individuo. En general, ha habi- varios puntos de vista: lógico, ontoló-
Luna'. Muchos lógicos han destacado do dentro de la filosofía moderna la gico, metafísico, etc. En general, es
el carácter real (o posiblemente real) tendencia a considerar el individuo difícil encontrar una filosofía contem-
del objeto denotado por el susodicho como algo singular. La plena identi- poránea que no se haya ocupado de
"concepto individual", a diferencia ficación entre individualidad y singu- algún modo de este problema. Sin
del carácter "ideal" de las entidades laridad es afirmada por Wolff al decir embargo, hay ciertas filosofías que
designadas por conceptos genéricos. que el individuo como ente singular han colocado este problema en el cen-
Con ello puede verse que los aspectos es aquel ente que se halla completa- tro de la reflexión. Tal ocurre, por
antes distinguidos del problema del mente (es decir "omnímodamente") ejemplo, con ciertos autores nomina-
individuo —el "real" y el "lógico"— determinado: "ens singulare, sive In- listas (como Nelson Goodman), para
no pueden siempre separarse por dividuum esse illud, quod omnimode quienes el universo es "un universo
completo; en todo caso, el análisis de determinatum est" (Ontología, $ 227). de individuos". En tal caso se admi-
uno de estos aspectos revierte con fre- Según Wolff, la noción de individuo ten ontológicamente sólo entidades
cuencia sobre el otro. se compone de la noción de especie concretas (individuos) y no entidades
Junto a las cuestiones real y lógica (bajo la cual cae) y de la diferencia abstractas — si bien "no admitir enti-
puede mencionarse una cuestión gno- numérica (ibid., í 240). Los autores dades abstractas" no quiere decir ni
seológica: la que se refiere a la cog- empiristas se han inclinado por lo ge- mucho menos negarse a operar lógi-
noscibilidad, y a la forma de cognos- neral a poner de relieve el puro "ser camente con ellas. Importante es
cibilidad, de algo individual. Una dado" de todo lo individual: el indi- asimismo el problema de la noción del
doctrina muy común ha sido la de viduo es entonces un datum irreduc- individuo y de lo individual en P. F.
declarar el carácter "incomunicable" tible. Para Kant la noción de indivi- Strawson, el cual se ha ocupado del
del individuo: Individuum est incom- dualidad está determinada por la problema de cómo pueden "identifi-
muntcabüe, por cuanto lo que se dice aplicación empírica de diversas cate- carse las entidades particulares" y de
de él es algo universal (uno o varios gorías (véase CATEGORÍA). Hegel ha las diversas clases de tales entidades.
predicados). A consecuencia de ello, analizado la noción de individuo des- Ello significa, según dicho autor, ave-
937
IND IND
riguar las características de los esque- ción del conocimiento de lo todavía
mas conceptuales mediante los cuales ignorado. En otro pasaje Platón se
se habla acerca de entes particulares. refiere al hecho de "aducir" un tes-
La identificación en cuestión no es, timonio en apoyo de un decir. Pero
sin embargo, suficiente, pues las per- ello no significa que Platón no haya
sonas son, como reconoce Strawson, tenido ninguna idea acerca de lo
entes individuales que no pueden que ha sido considerado luego ( cuan-
identificarse del mismo modo que las do menos por algunos autores) como
cosas particulares. En ambos casos se el procedimiento indirecto χατ' εξο-
trata de categorías primitivas de indi- χήν. En efecto, en un tercer pasaje
vidualidad. Zubiri se ha ocupado asi- el filósofo expresa la idea (ya tocada
mismo de la cuestión del individuo, en múltiples otros lugares de sus diá-
distinguiendo entre un tipo de indivi- logos) de que el alma puede —y
duo que es un singiilum, un ente sin- aun tiene por misión esencial— ele-
gular, y un tipo de individuo que es varse desde la consideración de las
plenamente individuo, es decir, entre cosas sensibles hasta la contempla-
individualidad singular e individuali- ción de "lo que hay de más excelen-
dad stricto sensu. Por tanto, no es te en la realidad" — lo que significa,
admisible para Zubiri la equivalencia a su entender, los principios. Ello
tradicional singulare sive individuum. parece posible a causa de la exis-
La "individualidad estricta significa tencia de un método dialéctico, el
la constitución real íntegra de la cosa cual va rechazando hipótesis para
con todas sus notas, sean éstas dife- elevarse hasta proposiciones de ca-
rentes de las de otros individuos, o rácter cada vez más universal. Ahora
sean, por el contrario, comunes total bien, aun acentuando hasta el extre-
o parcialmente a varios otros indivi- mo los precedentes platónicos, lo cier-
duos o incluso a todos". Hay en la to es que el primer pensador que
realidad los dos tipos de individuali- proporcionó un concepto suficiente-
dad: meros singuli e individuos pro- mente preciso de la inducción, y que
piamente dichos (incluyendo algunos introdujo los términos έ χ ά γ ε ι ν y
entes que, como el hombre, sólo son επαγωγή como vocablos técnicos para
individuos stricto sensu y nunca sin- designar un cierto proceso de razona-
guli). El autor de la presente obra se miento, fue Aristóteles.
ha ocupado asimismo de la cuestión Sin embargo, hay cierta dificultad
de la estructura del individuo y de la para conciliar dos modos, como el Es-
individualidad. Todas las realidades tagirita cuando habla de la inducción.
son individuales (son "seres particu- Por un lado, en efecto, insiste en que
lares"), pero existen "grados de indi- hay una diferencia entre silogismo
vidualidad" que son a la vez grados (VÉASE) e inducción: en el primero
de discernibilidad. La individualidad el pensamiento va de lo universal a lo
puede, pues, "decirse de muchas ma- particular (o, mejor, de lo más uni-
neras": sólo formalmente puede ha- versal a lo menos universal), mien-
blarse de "individualidad como tal". tras que en el segundo el avance se
Indicamos primero algunas obras INDUCCIÓN. En varios pasajes de efectúa de lo particular a lo univer-
en las cuales se estudia la cuestión de sus diálogos Platón ha empleado los sal (o, mejor, de lo menos universal
la naturaleza del individuo y de lo verbos έχάγειν' y 'έχάγΕίΟαι (tradu- a lo más universal). Así, el razona-
individual desde varios puntos de vis- cidos, según los casos, por 'inducir', miento :
ta. Algunas de estas obras se refieren 'conducir a', 'dirigir hacia'). De
de modo especial al problema del "in- estos verbos se ha formado el sus- (Si) todos los seres vivien-
dividuo humano"; complétense con los tantivo έχαγωγή (epagoge, traducido tes están compuestos de cé-
títulos citados en la bibliografía de por inductio, 'inducción'). Por lo pron- lulas,
INDIVIDUALISMO.
to, el uso platónico no tiene carácter ( y ) todos los gatos son se-
técnico. Así, Platón emplea en un res vivientes
pasaje de sus diálogos (véase biblio- (entonces) todos los gatos
g r a f í a de este a r t í c u l o ) el ver- están compuestos de célu-
bo έχάγειν con un sentido psicoló- las,
gico y pedagógico (aunque con al-
es un ejemplo de silogismo, mien-
gunas implicaciones gnoseológicas y
tras que el razonamiento:
metafísicas): se trata de ver cómo
se puede "inducir" a alguien (a un (Si) el animal A, el ani-
niño) a adquirir un conocimiento, mal B, el animal C están
esto es, a "conducirlo" a la adquisi- compuestos de células,
938
IND IND IND
( y ) el animal A, el animal son fácilmente obtenibles por abstrac- vez admitido esto, hay que precaver-
B, el animal C son gatos, ción. (4) El razonamiento inductivo se contra ciertas interpretaciones que
(entonces) todos los gatos perfecto no es equivalente, empero, los escolásticos (tomistas y neotomis-
están compuestos de células, a una inferencia aparente, en la cual tas) estiman incorrectas. Así, Mari-
es un ejemplo de inducción. Por otro no se haga sino repetir lo mismo me- tain indica (siguiendo a Alberto el
lado, el Estagirita relaciona asimis- diante otro concepto, pues se intro- Grande, Santo Tomás y Juan de San-
mo la inducción con el silogismo, ha- duce una conexión racional efectiva to Tomás) lo siguiente, ( a ) El pro-
ciendo de la primera una de las for- entre un concepto ( en el ejemplo an- ceso inductivo, aunque usualmente
mas del segundo. Así, el razona- terior, el concepto expresado por de índole ascensional, puede mani-
miento: 'metal') y otro concepto inferido de festarse también como un descenso
(Si) el oro, la plata, el co- aquél (en el mismo ejemplo, el con- que lleva la mente de un univer-
bre, el hierro son conduc- cepto expresado por la propiedad 'ser sal a sus partes subjetivas y a los
tores de electricidad, conductor de electricidad'). (5) Una ciatos singulares de la experiencia;
exposición suficiente de la doctrina lo importante no es tanto el ascenso
( y ) el oro, la plata, el co- aristotélica de la inducción debe o descenso como el hecho de que
bre, el hierro son metales, tener en cuenta los razonamientos mientras en el silogismo el núcleo
(entonces) todos los meta- inductivos perfectos en tanto que en torno al cual gira la argumenta-
les son conductores de elec- razonamientos inductivos límites (y ción es un término o un concepto (el
tricidad, considerar, pues, que puede haber término medio), en la inducción es
es un ejemplo de inducción. Advir- relación entre silogismo e inducción), una enumeración de individuos o
tamos que, no obstante ciertas apa- y los razonamientos inductivos im- partes, (b) El mecanismo inductivo
riencias, la forma de este último ra- perfectos en tanto que expresan los es reversible; el mecanismo silogísti-
zonamiento no es igual a la del pre- razonamientos inductivos más habi- co, irreversible, (c) En el silogismo
cedente. Primero, las dos premisas de tuales (y considere, pues, que no hay se identifican dos términos o concep-
aquél contienen una enumeración de diferencia entre silogismo e induc- tos con un tercer término; en la in-
individuos, en tanto que las dos pre- ción). (6) La inducción más habitual ducción se establece una conexión
misas de éste enumeran géneros o (la imperfecta) es un procedimiento entre individuos y un concepto uni-
clases ('el oro' es el nombre que de- que, a diferencia del razonamiento versal, (d) El proceso inductivo no
signa la clase de todos los objetos deductivo, no opera a base de una puede, pues, reducirse a un silogis-
de oro, 'la plata' es el nombre de "visión" directa de la conexión o co- mo (ni a un entimema cuya premisa
la clase que designa todos los ob- nexiones racionales entre los términos mayor no se halla expresada, ni a
jetos de plata, etc.). Segundo, se empleados, sino a base de una especie un silogismo de la tercera figura).
presupone en el último ejemplo que de "mediación psicológica" hecha po- (e) La inducción no consiste en pa-
si simbolizamos las clases enumera- sible por una "revisión de los casos sar de un cierto número de individuos
das en las dos premisas por Ά', la particulares". ( 7 ) La inducción per- de una colección a la colección en-
propiedad 'ser conductores de elec- fecta, que va siempre de la esencia tera (ya sea en tanto que colección
tricidad' por 'B', y la propiedad 'ser al género (o de una clase dada a o bien como colección compuesta
metales' por 'C' la clase C no es más otra clase de orden superior a ella) simplemente de un número de indi-
amplia que la clase A. presupone una inducción imperfecta, viduos como individuos), pues en el
La dificultad apuntada puede re- que va usualmente de los individuos primer caso la inducción se convier-
solverse (siguiendo las indicaciones a la especie. te en un razonamiento defectuoso
de W. D. Ross) del modo siguiente: De esta doctrina aristotélica, la es- y en el segundo en una tautología:
(1) Movido por su descubrimiento colástica medieval —especialmente la la inducción (basada en enumeración
del silogismo y por su idea de que más influida por el Estagirita— tomó incompleta) no pasa de algunos a
sólo él es un razonamiento válido, sobre todo una dirección: la que todos, sino de algunos a todo, (f) Hay
Aristóteles tendió a hacer depender consiste en contraponer la inducción una analogía entre inducción y abs-
la (perfecta) validez del razonamien- al silogismo. Se trata de una contra- tracción (VÉASE), pero no deben
to inductivo de la (perfecta) validez posición que afecta solamente a la identificarse, pues se trata de dos
del razonamiento silogístico. (2) El forma de la inducción (jormaliter) y distintas operaciones de la mente que
primero de los razonamientos induc- no a la materia (materialiter), pues desembocan en dos diferentes formas
tivos citados es un ejemplo de razo- no hay inconveniente en que se pre- de lo universal: la primera, en pro-
namiento inductivo imperfecto, en sente la materia de la inducción silo- posiciones universales como objetos
tanto que el segundo de los razona- gísticamente. Pero como lo que im- de juicio; la segunda, en universales
mientos inductivos es un ejemplo de porta lógicamente es la forma, la como objetos de aprehensión simple.
r a z o n a m i e n t o inductivo perfecto. contraposición de referencia es con- Esta última característica es impor-
(3) El razonamiento inductivo per- siderada como fundamental. El pro- tante en el sentido de que pretende
fecto es un caso límite del razona- ceso inductivo se basa, según la ci- mostrar que, por un lado, hay cierta
miento inductivo en general; aunque tada concepción escolástica, en una relación entre la inducción aristotéli-
posible, es excepcional, porque pue- enumeración suficiente que, arran- ca (interpretada en la forma ante-
de aplicarse con éxito sólo a aque- cando de los entes singulares (plano dicha) y el proceso que en Platón
llos objetos que pueden ser enume- sensible) desemboca en lo universal desempeña a veces el papel de un
rados por entero y cuyas propiedades (plano inteligible). Ahora bien, una razonamiento inductivo, y que, por
939
IND IND IND
otro lado, son procesos distintos. ideas baconianas, adoptadas por algu- que se ejecuta cuando se alcanza una
El problema de la inducción des- nos autores de tendencia empirista. conclusión determinada sobre un he-
pertó el interés de muchos filósofos (B) Concepciones fundadas en las cho partiendo de otro hecho (se "in-
modernos, en particular de los que ideas aristotélicas, adoptadas por la duce" de este o aquel dato que tal
se propusieron analizar y codificar mayor parte de autores escolásticos y determinada persona ha cometido un
los procesos de razonamiento que te- por otros de tendencia realista mode- crimen). Ésta es la "inducción re-
nían lugar (o que suponían tenían rada y conceptualista. constructiva", usual en los diagnósti-
lugar) en las ciencias naturales. Im- (C) Concepciones que han insisti- cos de enfermedades y en las pruebas
portante al respecto fue la contribu- do en una noción "positiva" de la in- jurídicas. Luego, hay un concepto
ción de Francis Bacon (VÉASE). Este ducción, casi equivalente a la idea estricto, según el cual la inducción es
autor (como otros de la época) plan- platónica de "ascenso" de la mente el proceso de razonamiento que va de
teó con insistencia la cuestión del desde los particulares a los principios, lo particular a lo universal (o de los
tipo de enumeración que debía con- adoptadas por varios racionalistas, y hechos a las leyes), que no es sino el
siderarse como propio del proceso in- en particular por Leibniz. paso de lo más especial a lo más ge-
ductivo científico. Observando que (D) Concepciones según las cuales neral. Este concepto estricto se sub-
en las ciencias se llega a la formu- el razonamiento inductivo se basa en divide en dos formas. Primero, la
lación de proposiciones de carácter el hábito (v.) engendrado por la ob- "inducción amplificadora" o "induc-
universal partiendo de enumeraciones servación de que ciertos aconteci- ción ordinaria", consistente en enun-
incompletas, formuló en sus tablas mientos siguen normalmente a otros, ciar un juicio universal sobre una serie
de presencia y ausencia una serie de de modo que puede predecirse que de objetos "cuya reunión permitiría
condiciones que permiten establecer tal seguirá ocurriendo en el futuro. solamente un aserto particular con el
inducciones legítimas. Se ha alegado Originador de estas teorías fue Hume. mismo sujeto y el mismo predicado".
al respecto que no es justo contra- ( E ) Concepciones según las cuales Segundo, la "inducción completa" o
poner la inducción baconiana a la los juicios inductivos —o, mejor, la "inducción formal", consistente en
inducción aristotélica, pues el Esta- justificación de tales juicios— se ex- "enunciar en una sola fórmula, rela-
girita y otros autores antiguos y plica por la estructura de la concien- tiva a una clase o a un conjunto, una
medievales no excluyeron las induc- cia trascendental. El padre de estas propiedad que ha sido afirmada se-
ciones basadas en enumeraciones in- concepciones fue Kant. paradamente de cada uno de los tér-
completas; lo que hicieron fue distin- Durante el siglo xrx se destacaron minos que abarca esta clase o de los
guir entre enumeraciones completas y varias teorías de la inducción. Nos li- elementos que componen este conjun-
enumeraciones incompletas, agregan- mitaremos a mencionar algunas. A. to". Ejemplo de la primera forma es
do que si bien ambas son suficientes Gratry consideró la inducción como la inducción en el sentido de J. S.
para producir inducciones legítimas, equivalente a la dialéctica (v. ); por Mili, vinculada a la prueba experi-
sólo las primeras exhiben claramente medio de ella se evita la identifica- mental. Ejemplos de la segunda son
el mecanismo lógico del proceso in- ción deductiva y se puede pasar a "lo el silogismo aristotélico, las pruebas
ductivo. Observemos, sin embargo, otro". Nos hemos extendido sobre el de control efectivo sobre un número
que hay cuando menos ciertas dife- asunto en el artículo sobre Gratry determinado de individuos, y todos
rencias entre el concepto baconiano y (v.). John Stuart Mili desarrolló un los casos en los cuales hay enumera-
el aristotélico de inducción. Por ejem- sistema de lógica inductiva, uno de ciones completas.
plo, en este último no se niega que cuyos más importantes, y conocidos, J. Lukasiewicz ha definido la
hay ciertas relaciones (sobre todo resultados, son los cánones de induc- indución como una de las clases po-
analógicas) entre el proceso inductivo ción a que nos hemos referido más sibles de reducción (VÉASE), la "re-
y la abstracción, por cuyo motivo detalladamente en el artículo CANON. ducción inductiva". El proceso de
suele tomarse como punto de apoyo J. Hershel y W. Whewell llevaron a reducción es ejemplificado en \m ra-
una concepción realista de los univer- cabo diversas investigaciones sobre la zonamiento condicional tal como:
sales (sea realista platónica; sea, más naturaleza del razonamiento inducti- Si p, entonces q,
frecuentemente, realista moderada). vo. Fundamental en este respecto fue 1>
En cambio, en el primer concepto se la noción de coligación (v.) propues- entonces p.
prescinde de las relaciones analógicas, ta por Whewell. Ideas importantes
La lógica proposicional declara que
por cuyo motivo suele tomarse como sobre la inducción se deben a Peirce
punto de apoyo una concepción no- este razonamiento es una falacia,
(v.) y a Lachelier (v.). Una cuestión
pues del hecho de que se afirme
minalista de los universales. La in- muy debatida durante el siglo xix
'q' no se deduce forzosamente que
ducción aristotélica ha sido llamada fue la del llamado "fundamento de
tengamos 'p'. En efecto, el ejemplo:
por algunos "positiva"; la baconiana la inducción" a que nos referiremos
ha sido llamada a veces "negativa". luego. Si se difunde la vacuna Salk,
En esta última desempeña un papel Durante el siglo actual se han pro- disminuye la poliomielitis.
importante la noción de generaliza- puesto varias teorías sobre la natura- Disminuye la poliomielitis.
ción. leza y formas de inducción. A. Lalan- Entonces, se difunde la va-
Desde Bacon hasta el siglo xrx se de cree que debe distinguirse entre cuna Salk,
han destacado las siguientes concep- varios tipos de inducción. Por lo pron- muestra intuitivamente cuan inade-
ciones de la inducción: to, hay un concepto amplio, según el cuado es semejante tipo de razona-
(A) Concepciones basadas en las cual la inducción es una operación miento en la lógica deductiva, ya que
940
IND IND IND
puede disminuir la poliomielitis por sell, P. Suppes, A. Tarski, R. von Mi- poral, con el fin de justificar la vali-
otros motivos que por la difusión de ses, G. H. von Wright [incluimos los dez del razonamiento inductivo. Ante
la vacuna Salk. Sin embargo, esta fa- nombres precedidos por 'von' en la la dificultad de este problema, Poin-
lacia constituye, según Lukasiewicz, letra "V de la anterior enumeración], caré indicó ya que "es tan difícil jus-
la base del razonamiento inductivo. F. Waismann, D. C. Williams, J. O. tificar el principio de inducción como
Para que tengamos éste es menester, Wisdom. A algunos de estos autores prescindir de él".
empero, restringir la reducción a una hemos dedicado artículos especiales. El "viejo problema de la induc-
de sus clases: es la que tiene lugar Las obras al respecto de la mayor ción" queda "disuelto" tan pronto
cuando hay una generalización de la parte de ellos figuran en las biblio- como se sigue a Hume en pensar que
conclusión. Esta definición de 'induc- grafías del presente artículo y de los lo que importa no es cómo se pueden
ción' supone que quedan excluidos de artículos CONFIRMACIÓN y PROBABILI- justificar las predicciones, sino por
ésta ciertos razonamientos que mu- DAD. Es difícil, además de comprome- qué se formulan predicciones. Puede
chos autores consideran de índole tido, destacar nombres, pero es indu- pensarse que esto equivale a dar una
inductiva. Así, queda excluida la lla- dable que Carnap, Goodman, Hempel, interpretación "meramente psicológi-
mada inducción matemática — según Keynes, Leblanc, Nicod, Peirce, Pop- ca" o "meramente genética" de las
la cual si F es una propiedad del per, Reichenbach, von Mises y von predicciones. Pero no hay tal. Esta-
número 1 y es una propiedad del nú- Wright son nombres aquí funda- blecer si una inferencia inductiva está
mero η y, por lo tanto, del número mentales. o no de acuerdo con las reglas gene-
η + 1, es una propiedad de todo nú- Según apuntamos, las teorías actua- rales de la inducción es una cuestión
mero. También queda excluida la les sobre la inducción son muy di- lógica (y epistemológica), pero no,
llamada inducción sumativa — se- versas y es sumamente difícil pre- o no necesariamente, una cuestión
gún la cual si tenemos un cierto nú- sentar en orden razonable siquiera las psicológica. También es una cuestión
mero de elementos de una clase dada fundamentales. Puede ayudar a com- lógica (y epistemológica) y no, o no
que son todos sus elementos, y si una prender algunas de las teorías actua- necesariamente, una cuestión psicoló-
propiedad corresponde a cada uno les sobre el razonamiento inductivo gica la de establecer en qué medida
de los elementos enumerados, tal pro- seguir a Nelson Goodman y distin- una regla general de inducción está
piedad pertenece a todos los elemen- guir entre "el viejo problema de la de acuerdo con determinadas infe-
tos de la clase dada. Se observará inducción" y el "nuevo enigma de la rencias inductivas. El "nuevo proble-
que la eliminación de esta última for- inducción". ma de la inducción" es, así, el pro-
ma equivale a la negación de esa El "viejo problema de la induc- blema del ajuste mutuo entre normas
inducción perfecta que para ciertos ción" ·—abundantemente tratado en el de inducción e inferencias inductivas.
autores es la única admisible. La in- siglo xix— es, en substancia, el pro- Es sólo cuando se intenta determinar
ducción no es entonces un mero blema de la "justificación de la in- cómo se efectúa este ajuste que sur-
procedimiento para la formación de ducción". Se trata del problema de ge, según Goodman, "el nuevo enig-
conceptos y, por lo tanto, un proce- por qué se estiman válidos los juicios ma de la inducción".
dimiento en el sentido en el que (o ciertos juicios) sobre casos futuros Es común en la época actual tratar
Tiablamos de "procedimiento por abs- o desconocidos, es decir, del proble- la cuestión de la inducción en estre-
tracción"; es un procedimiento para ma de por qué algunas de las llama- cha relación con la cuestión de la
ejecutar razonamientos. das "inferencias inductivas" son acep- probabilidad (VÉASE). Dos escuelas
Las doctrinas sobre la inducción y tadas como válidas. Una solución se han enfrentado al respecto. Según
sobre el razonamiento inductivo —es- típica a este problema consistió en una de ellas (representada, entre
pecialmente sobre el razonamiento in- mostrar que la validez del razona- otros, por von Mises y Reichenbach)
ductivo como razonamiento proba- miento inductivo se funda en la ley el problema de la inducción debe tra-
'ble— han p r o l i f é r a do en el siglo de uniformidad de la Naturaleza, se- tarse desde el punto de vista de la
actual. Nos ocuparemos luego con gún la cual si dos ejemplos concuer- teoría frecuencial de la probabilidad.
más detalle de algunos de los proble- dan en algunos respectos, concorda- Las inferencias inductivas se convier-
mas fundamentales tratados y de al- rán en todos los respectos. A dicha ten entonces en "inferencias estadís-
gunas de las teorías más destacadas. ley se ha agregado a veces (como in- ticas". Según otra escuela (represen-
Por el momento damos simplemente dica J. O. Wisdom) la llamada "ley tada por la mayor parte de autores
una lista de autores que se han ocu- de causación universal". Algunos fi- que han estudiado el problema: Key-
pado del problema de la inducción lósofos creen que la primera ley bas- nes, Camap, Hempel, Goodman, etc.),
desde muy diversos puntos de vista: ta; otros, que la segunda; otros, que el problema de la inducción debe
'M. Black, R. G. Braithwaite, C. D. son equivalentes. Ciertos autores con- tratarse desde el punto de vista de la
Broad, R. Carnap, J. P. Day, M. Do- temporáneos (Keynes, Broad) han in- probabilidad como grado de confir-
• rolle, S. Goldberg,' N. Goodman, C. tentado sustituir las dos leyes anterio- mación. En este último caso la noción
G. Hempel, J. J. Katz, J. M. Keynes, res por otras, que Wisdom resume en principal aquí implicada es la noción
J. G. Kemeny, W. Kneale, A. N. Kol- las dos siguientes: el principio de la de confirmación. Nos hemos referido
mogorov, A. Lalande, H. Leblanc, C. limitación de la variedad indepen- al asunto con más detalle en el ar-
I. Lewis, J. Lukasiewicz, E. Nagel, diente, y el principio de la generación tículo sobre esta noción; en él hemos
J. Nicod, E. Parzen, C. S. Peirce," H. uniforme de propiedades. Otros auto- expuesto, además, algunas de las lla-
Poincaré, E. Poirier, Κ. R. Popper, F. res postulan ciertos principios tales madas "paradojas de la confirmación".
'P. Ramsey, H. Reichenbach, B. Rus- como el de continuidad espacio-tem- El artículo CONFIRMACIÓN puede con-
941
IND
siderarse, pues, como una ampliación
del presente.
Concluyamos indicando que H. Le-
blanc ha intentado mediar en la dis-
puta entre la noción de probabilidad
como frecuencia relativa (probabili-
dad estadística, que da lugar a "infe-
rencias estadísticas") y la noción de
probabilidad como medida (lo que
podría llamarse "medida evidencial")
de una proposición por otra (proba-
bilidad inductiva, que da lugar a "in-
ferencias inductivas"). A tal efecto ha
mostrado que las probabilidades esta-
dísticas pueden ser transferidas a pro-
posiciones, convirtiéndose en valores
de verdad, y a la vez que las llama-
das "probabilidades inductivas" pue-
den ser reinterpretadas como evalua-
ciones de valores de verdad. Se
muestra de este modo que "tanto las
probabilidades estadísticas como las
probabilidades inductivas pueden ser
tratadas como medidas teorético-sen-
tencialcs, y que las últimas pueden
ser calificadas de evaluaciones de las
primeras" (op. cit. infra. Prefacio).

INERCIA. El termino inercia tie-


ne por lo menos dos sentidos: el sen-
tido psicológico y el sentido físico. En
el primer sentido se llama "inercia"
a la ausencia de voluntad o de ener-
gía para contrarrestar una inclinación.
La inercia es entonces una ausencia
de iniciativa, una especie de abulia o
completa indiferencia (VÉASE). En el
segundo sentido la inercia (inertia) o
fuerza inercial (vis inertiae) es un
concepto fundamental de la física, y
especialmente de la m e c á n i c a en
cuanto estudio de las leyes del movi-
miento de los cuerpos.
Por la importancia que ha tenido el
concepto físico y mecánico de inercia
en la filosofía moderna diremos unas
palabras sobre el mismo y su historia.
Según Aristóteles, el movimiento
(v.) de los cuerpos puede tener lugar
de dos modos. Por una parte, hay los
movimientos naturales. Éstos consis-
ten en el movimiento de los elementos
INE INE INE
hacia su lugar (VÉASE) natural; así, miento, cada una de las cuales corres- en el espacio que ocupa a menos que
el fuego se mueve "hacia arriba" y ponde a una clase de "materia": el se le impulse. Pero luego se completó
"la tierra" (los cuerpos pesados) se movimiento circular de los astros; el esta concepción indicándose que vin
mueve "hacia abajo". Por otra parte, movimiento natural de los elementos cuerpo en movimiento tiende a persis-
hay los movimientos "violentos", o y el movimiento "violento" o, en todo tir moviéndose (con movimiento rec-
movimientos que un cuerpo imprime caso, ni circular ni natural, de los tilíneo y uniforme). Esta segunda, y
a otro haciéndolo moverse en una objetos en la tierra. más fundamental, parte de la noción,
cierta dirección. Así, la piedra lanza- Como "cosa de experiencia" y "evi- de inercia, indica no sólo que el cuer-
da por la mano se mueve con un dencia" del sentido común, la expli- po se resiste a moverse, sino también,
movimiento "violento" hasta perder la cación del m o v i m i e n t o "violento" y sobre todo, que una vez en movi-
"fuerza" que se le había impreso y dada por Aristóteles fue aceptada por miento se resiste a las fuerzas que se
caer hacia su "lugar natural". En este muchos autores. En algunos textos de oponen a la continuación indefinida
sentido, "todo móvil es movido por física se dice inclusive que la explica- de su movimiento. A Galileo se debe
algo" (Phys., VII, 1, 242 a 14). Pero, ción de referencia fue aceptada por la formulación precisa de la llamada
además, es menester que lo que mue- todos los científicos y filósofos hasta luego "ley de inercia" (y también
ve el móvil esté en contacto con el Galileo. Sin embargo, ello no es cier- "principio de inercia"). Esta formu-
móvil. Cuando un cuerpo empuja a to. Por un lado, los atomistas —cuan- lación es la consecuencia de una serie
otro, no parece haber problema: el do menos Democrito—- habían postu- de "experimentos mentales" (el fa-
segundo cuerpo deja de moverse lado que los átomos se mueven en moso Mente concipio. .., de Galileo).
cuando el primero deja de empujarlo. todas direcciones continuamente, cam- Entre ellos citamos el siguiente: si un
Pero cuando se lanza una piedra sur- biando de dirección cuando se produ- cuerpo (por ejemplo, una esfera puli-
ge el problema de cómo se mantiene cen choques con otros átomos; por da) que se desliza por una pendiente
la piedra en "contacto" con lo que la tanto, postulaban la continuación in- aumenta su velocidad, y un cuerpo
mueve. Aristóteles imaginó que hay definida del movimiento sin necesi- que remonta una pendiente pierde su
una "comunicación" de fuerza a tra- dad de fuerza impulsora. Los átomos velocidad, un cuerpo que se desplaza
vés de un medio (por ejemplo, el se mueven en movimiento rectilíüco. horizontalmente no aumenta ni dismi-
aire) (Phys., IV, 8, 215 a 14) que No todos los atomistas aceptaban esta nuye su velocidad, esto es, la veloci-
permite "mantener" el "empuje". Una idea, pues para Epicuro el movimien- dad permanece constante. Por tanto,
parte del aire mueve otra parte del to de los átomos es "hacia abajo", de puede concluirse que si un cuerpo se
aire hasta que en esta "comunicación modo que su movimiento es "natu- desliza sobre un plano horizontal con
de movimiento" va disminuyendo la ral" en el sentido aristotélico. Pero movimiento rectilíneo y uniforme se-
fuerza impulsora. En todo caso, es quienes la aceptaban admitían algo guirá moviéndose indefinidamente a
característico de las ideas de Aristóte- semejante a la noción de inercia. Por menos que se oponga resistencia a su
les sobre este tipo de movimiento la otro lado, algunos comentaristas de movimiento ·— lo que de hecho ocu-
afirmación de que el movimiento Aristóteles (especialmente Juan Filo- rre a causa de la resistencia del medio
"violento" de un cuerpo natural va pón) y considerable número de auto- en el cual se mueve, de las fricciones,
disminuyendo hasta cesar el movi- res medievales pusieron en duda que etc., etc. En otros términos, cuan-
miento. A diferencia del movimiento en ciertos movimientos (como el de do no se imprime ninguna fuerza a
"natural", que se manifiesta mediante la piedra arrojada por la mano y es- un cuerpo, permanece en estado de
aceleración (como la piedra que cae pecialmente el de la flecha) hubiera reposo o se mueve en línea recta con
al suelo), el movimiento "violento" se acompañamiento del cuerpo que ha velocidad constante (véase Dialogo
manifiesta mediante constante acele- impreso la fuerza. Llegaron con ello dei massimi sistemi, especialmente
ración. a formular una serie de explicaciones "Giornata Prima").
Las ideas en cuestión parecen co- distintas de las aristotélicas. Nos he- Con ello se introdujo en la mecá-
rresponder al "sentido común" y, des- mos referido a estas explicaciones en nica un punto de vista distinto del
de luego, al modo como se observa el el artículo ímpetu (VÉASE); recorde- aristotélico — o, si se quiere, del que
citado movimiento de los cuerpos. En mos aquí sólo que, a veces a base de corresponde a ciertas interpretaciones
efecto, la "experiencia" muestra que ciertas interpretaciones dadas a los "clásicas" del aristotelismo. Según
para que un cuerpo se siga moviendo textos de Aristóteles (o al deseo de el mismo, hay una fuerza que desde
en línea recta con una velocidad cons- resolver los problemas planteados en Newton sobre todo se conoce con el
tante es menester que se imprima tales textos), se admitió una fuerza nombre de fuerza ínsita o, más pro-
constantemente una fuerza a tal cuer- propia (fuerza motriz, "inclinación", piamente, fuerza inercial. No se trata
po (para que marche un carro es me- etc., etc.) que diera cuenta de la po- de una "fuerza oculta", aunque no
nester "empujarlo" o "tirar de él"). sibilidad de k "continuación" del mo- pocos autores manifestaron que si bien
Cierto que hay cuerpos —como los vimiento sin contacto con el cuerpo la fuerza inercial explicaba el movi-
astros— que se mueven continuamen- impulsor. miento (o el movimiento en ciertas
te y, según se suponía en la antigüe- Estas explicaciones constituyen, se- condiciones), la fuerza inercial misma
dad, con movimiento circular. Pero gún varios autores, un antecedente de permanecía inexplicada. A ello se de-
ello se debe, según Aristóteles, a que la noción moderna de inercia. Al prin- bió, dicho sea de paso, que durante
los astros están hechos de otra clase cipio, la inercia fue concebida como mucho tiempo se buscaran explicacio-
de "materia". En rigor, tenemos, se- la tendencia que tiene un cuerpo a nes diversas de tal fuerza inercial;
gún estas ideas, tres clases de movi- no moverse, es decir, a permanecer una de ellas fue, por ejemplo, la im-
'ai.!
INE INE INF
penetrabilidad de los cuerpos; otra, la bien la forma del cuerpo. Debe asi- sujeto ( S ) , es decir, se indica que el
del movimiento de los "torbellinos" mismo tenerse en cuenta que los sis- predicado es o no es atribuible al su-
(propuesta por Descartes, quien, sin temas en movimiento acelerado no son jeto, sin mencionar (como lo hacen
embargo, aceptó, y aun generalizó, la inerciales. las proposiciones modales) el modo
"ley de inercia", de Galileo). Sin em- La ley de inercia ha sido objeto de como el predicado se une al sujeto.
bargo, la idea de inercia se impuso numerosos estudios de carácter histó- En la clasificación de proposiciones
definitivamente en la física y ocupó rico; en cambio, son relativamente de inesse por Alberto de Sajonia
un lugar principal en los Principia de escasos los análisis del significado y (apud Bochenski, Fórmale Logik,
Newton. Este autor la introdujo en la de la estructura lógica de dicha ley. 29:01), tales proposiciones pueden
"Definición III": "La vis Ínsita, o Entre estos análisis destaca el llevado dividirse primero en proposiciones de
fuerza innata de la materia, es un a cabo por Norwood Russell Hanson sujetos ampliativos (como en "Un
poder de resistir, por medio del cual ("The Law of Inertía: A Philosopher's hombre está muerto") y en proposi-
cada cuerpo, en cuanto depende de Touchstone", Philosophy of Science, ciones de sujetos no ampliativos (co-
él, continúa en su estado presente, sea XXX [1963], 107-21). Hanson pone mo en "La piedra es una substan-
en reposo o moviéndose uniforme- de relieve que la ley de inercia es una cia"). Las proposiciones de sujetos
mente hacia adelante en línea recta." "familia de esquemas". No es ni evi- ampliativos pueden referirse al pre-
Razón por la cual la oís ínsita puede dente por sí misma ni es tampoco sente o al pasado o al futuro. Las que
ser llamada más propiamente vis iner- demostrable, ya que no hay ningún se refieren al presente pueden ser de
tiae, o "fuerza de inactividad". La hecho que corresponda a ella. Es una secundo adiacente ( como en "El hom-
ley de inercia fue introducida por "proposición hipotética no cumplida" bre existe") y de tertio adiacente
Newton como "Primera Ley" de los o un "condicional contra-fáctico". Lo (como en "El nombre es un animal").
"Axiomas o Leyes del movimiento": que haya en la ley de verdadero no INEXISTENCIA INTENCIONAL.
"Todo cuerpo continúa en su estado es primitivo, sino, en todo caso, deri- Véase INEXISTENTIA; INTENCIÓN, IN-
de reposo, o de movimiento uniforme vativo. Por eso cuando la ley es for- TENCIONAL, INTENCIONALIDAD.
en línea recta a menos que se vea mulada sin referirse a ningún contexto INEXISTENTIA. En el lenguaje
obligado a cambiar ese estado por físico real, aparece como una "fun- de la escolástica el término inexisten-
fuerzas impresas sobre el mismo." ción legal" y no como una "ley de la tia ('inexistencia') no significa falta
No es este el lugar apropiado para Naturaleza" en sentido propio. de existencia, sino "existencia en. ."
dar mayores informaciones sobre la INESSE. Nos hemos referido a uno (in-existentia), esto es, "existencia de
noción de inercia y la ley de inercia; de los sentidos de esta expresión en una cosa en otra". La in-existentia
cualquier manual de física puede ser- el artículo EN (véase). También he- equivale, pues, al in-esse (inesse
vir al efecto. Limitémonos simple- mos introducido esta expresión en el [VÉASE]), pero mientras este último
mente a algunos datos complementa- artículo MODALIDAD ( v . ) . Ampliare- vocablo es usado por los escolásticos
rios. mos aquí la información presentada para referirse al ser del accidente en
Cuanto mayor es la masa del cuer- en dichos artículos con algunos datos la substancia, el vocablo inexistentia
po, mayor es la fuerza necesaria para sobre el uso de inesse. es usado para referirse al ser de una
cambiar el movimiento del cuerpo. Por lo pronto, inesse se ha usado entidad en otra entidad.
Ello se expresa en la "Segunda Ley" en la expresión esse est inesse (= "ser Guillermo de Occam (véase Léon
de Newton, según la cual la fuerza es ser en" [= estar en]) para refe- Baudry, Lexique philosophique de
es igual a la masa multiplicada por la rirse al modo de ser (o de estar) del Guillaume d'Ockham, 1958, s.v. "In-
aceleración. La masa es, pues, la me- accidente en la substancia. Se supone, existentia", pág. 121) da tres signifi-
dida de la inercia. Se llama "masa en efecto, que el ser del accidente no cados de inexistentia: ( I ) La existen-
inercial" de un cuerpo a la constante consiste en estar en sí (in se), sino cia de una cosa en otra como conte-
m en la fórmula: en otro (in alio}. nido, per continentiam (como el
F Λ ί = m Δ ν, Los escolásticos introdujeron asi- cuerpo en el "lugar"); (2) La pre-
mismo varios modos de ser inesse. sencia con ausencia de distancia, peí
donde 'F' se lee 'fuerza', '( se lee Santo Tomás menciona los siguientes: praesentiam cum carentia cujuscum-
tiempo', 'm' se lee 'masa' y V se o
que distantiae (como el ángel en un
inesse per se (por sí mismo), inesse
lee Velocidad' (Δ es el signo de dife- lugar); (3) La presencia íntima
naturaliter (naturalmente [o intrínse-
rencial). La masa inercial se expresa acompañada de substancialidad, per
asimismo en la fórmula: camente]) e inesse per accidens (por
accidente). Véase también INHEREN- praesentiam intimam ( cada una de las
F CIA, INEXISTENTIA. personas divinas en las dos otras) (I,
m= S. sist., 19, q. 2 B).
a, Se ha distinguido entre proposicio-
que es resultado de la citada "Segun- nes categóricas asertóricas o de sim- La idea de "inexistencia" como
da Ley". ple inherencia, y proposiciones moda- "inexistencia intencional" ha sido re-
Debe tenerse en cuenta que en el les o de inherencia modificada. Las cogida y elaborada por Brentano (véa-
movimiento circular (o rotatorio), la proposiciones categóricas de inheren- se INTENCIÓN, INTENCIONAL, INTEN-
resistencia a cambiar de velocidad cia simple son las llamadas proposi- CIÓN ALIDAD).
angular se mide por el llamado "mo- ciones de inesse. En ellas se afirma o INFERENCIA. El término 'inferen-
mento de inercia", en el cual se tiene niega que el predicado ( P ) esté en cia' (y el verbo 'inferir') son usados
en cuenta no sólo la masa, sino tam- (est in) o no esté en (non est in) el en diversos contextos:
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De la palidez del rostro de cular negativo, inferencia que otros verdad que ningún S es P, es falso
X, se infiere que X está en- autores niegan. que todo S es P), lo cual no quiere
fermo; (2) Inferencia por contraposición, decir que de la falsedad de un juicio
Del hecho de que χ es pe- en la que "el sujeto y el predicado se siga la verdad de su contrario; o
sado, se infiere que χ es un cambian entre sí su función respec- bien como cuando de la verdad de
cuerpo; tiva, convirtiéndose, además, este úl- un juicio se infiere la falsedad de su
De 'p y q' se infiere 'ρ'; timo en su contradictorio y transfor- contradictorio (así, si es verdad que
Dado 'si p, entonces íf y mándose la cualidad del juicio", co- todo S es P, es falso que algunos S
'si q, entonces r, se infiere mo ocurre cuando del juicio universal no son P; si es verdad que ningún
'si p, entonces r', etc., etc. afirmativo ('Todo S es P') se infiere S es P, es falso que algunos S son P;
En vista de ello no es sorprendente el universal negativo ('Ningún no-P si es verdad que algunos S son P,
que las definiciones dadas por los es S'); cuando del particular nega- es falso que ningún S es P; si es
filósofos de 'inferencia' sean muy va- tivo ('Algunos S no son P*) se infiere verdad que algunos S no son P, es fal-
rias. Aun poniendo aparte nociones el particular afirmativo ( 'Algunos so que todo S es P), por lo que de
excesivamente vagas de la inferencia, no-P son S'), o cuando del universal la falsedad de un juicio se infiere la
como las que suelen usarse en el negativo ('Ningún S es P") se infiere verdad de su contradictorio, o como
lenguaje cotidiano, puede hablarse el particular a f i r m a t i v o ('Algunos cuando de la falsedad de un juicio
de inferencia en varios sentidos. Por no-P son S'). se infiere la verdad de su subcon-
lo pronto, se ha considerado que, aun ( 3 ) Inferencia por cambio de re- trario (así, si es falso que algunos S
definida la inferencia como el conjun- lación, donde se altera la relación son P, es verdadero que algunos S no
to de todos los procesos discursivos, (VÉASE) del juicio, como ocurre cuan- son P; o si es falso que algunos S
es menester distinguir entre dos tipos do, por ejemplo, de un juicio cate- no son P, es verdadero que algunos
de tales procesos: los inmediatos y górico se infiere el correspondiente S son P), lo cual no quiere decir
los mediatos. El proceso discursivo hipotético (De 'S es P' se infiere que de la verdad de un juicio se siga
inmediato da origen a la llamada in- 'Si es S es, P es'). la falsedad de su subcontrario.
ferencia inmediata; en ella se con- ( 4 ) Inferencia por subalternación, (7) Inferencia por consecuencia
cluye una proposición de otra sin in- en la que "se pasa de la esfera total modal, donde "la verdad de un juicio
tervención de una tercera. El proceso del concepto-sujeto a una parte de apodíctico trae consigo y permite in-
discursivo mediato da origen a la lla- la misma, o de una parte a la esfera ferir la verdad de tos juicios asertórico
mada inferencia mediata; en ella se total", interviniendo entonces la can- y problemático correspondientes; y la
concluye una proposición de otra por tidad (VÉASE) del juicio, como cuan- del asertórico la del problemático",
medio de otra u otras proposiciones. do de la verdad de un juicio universal lo cual no quiere decir que de la ver-
Las inferencias inmediatas y media- categórico afirmativo o negativo se dad del juicio problemático se infiera
tas reciben también respectivamente infiere la de los correspondientes jui- la del asertórico, ni que de la verdad
los nombres de procesos discursivos cios particulares (De 'Todo S es P' del asertórico se infiera la del apo-
simples y complejos. Entre los últi- se infiere 'Algunos S son P', 'Ningún díctico.
mos se han incluido la deducción, la S es P" o 'Algunos S no son Ρ'), ο Las anteriores formas de inferencia
inducción y el razonamiento por ana- cuando de la falsedad del particular están basadas en la clasificación, hoy
logía (VÉASE). Entre los primeros se infiere la del universal (Si es fal- considerada por muchos como tradi-
cuentan varias formas, que han sido so que algunos S son P, es también cional, de los juicios según cantidad,
descritas por algunos pensadores con falso que todo S es P). cualidad, relación y modalidad; es-
mucho detalle. He aquí, por ejemplo, ( 5 ) Inferencia por equipolencia, pecialmente importantes resultan en
los tipos de inferencia inmediata pro- donde la equipolencia es definida ellas los diversos pasos de lo universal
puestos por F. Romero y E. Puccia- como "la relación existente entre dos a lo particular, de lo particular a lo
relli: juicios cuya cualidad es distinta, pero universal y de lo particular a lo par-
( 1 ) Inferencia por conversión en la cuyo sentido es el mismo por ser el ticular. Varios autores alegan al res-
cual "el concepto-sujeto y el concepto- predicado del uno contradictorio del pecto que el nombre 'inferencia in-
predicado cambian mutuamente su predicado del otro", como ocurre mediata' resulta equívoco, pues no
papel en el juicio", como ocurre cuando hay inferencia de los juicios hay, propiamente hablando, inferen-
cuando de un juicio universal afir- universales (De 'Todo S es P' se in- cias inmediatas. En cuanto a las in-
mativo ('Todo S es F) se infiere el fiere 'Ningún S es no-P", 'Ningún S ferencias mediatas, la lógica tradi-
particular afirmativo ('Algunos P son es P', 'Todo S es no-P), o de los par- cional se refiere sobre todo a las que
S'); cuando de un particular afir- ticulares ('Algunos S son P', 'Algunos tienen lugar en el silogismo, si bien
mativo ('Algunos S son P') se in- S no son no-P', 'Algunos S no son hay que tener en cuenta que aun en
fiere el otro particular afirmativo P', 'Algunos S son no-P'). tal lógica se presentan numerosas in-
('Algunos P son S'), o cuando del (6) Inferencia por oposición, que ferencias no silogísticas. Varios auto-
universal negativo ('Ningún S es P') tiene lugar entre juicios contrarios, res han intentado establecer una dis-
se infiere otro universal negativo contradictorios y subcontrarios, como tinción entre inferencia lineal (cuyo
('Ningún P es S'). La conversión por cuando de la verdad de un juicio se ejemplo es el silogismo) e implica-
negación, admitida por algunos auto- infiere la falsedad de su contrario ción. Es el caso de Bosanquet. Y al-
res, se refiere a la posibilidad de que (así, si es verdad que todo S es P, gunos (como John Cook Wilson) lían
pueda inferirse algo del juicio parti- es falso que ningún S es Ρ, ο si es hecho de la inferencia y no del juicio
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o de la implicación tema fundamental En la actual metalógica se han es4ñeras: (1) el infinito es algo indefi-
de la lógica. tablecido diversos grupos de axibmas nido, por carecer de fin, límite o tér-
En la lógica simbólica actual el y de reglas de inferencia para cada mino; ( 2 ) el infinito no es ni defi-
problema de la inferencia es un pro- uno de los cálculos. Una de las ten-nido ni indefinido, porque con res-
blema metalógico; se trata, en efec- dencias más patentes es la de reducir
pecto a él carece de sentido toda re-
to, de sentar ciertas reglas (las lla- a un mínimo las reglas de inferen- ferencia a un fin, límite o término;
madas reglas de inferencia) que per- cia, con el fin de cumplir con lo que(3) el infinito es algo negativo e in-
miten derivar una conclusión de unas puede calificarse de ley de economía.completo; (4) el infinito es algo posi-
premisas. Las inferencias pueden ser El aumento de las reglas de inferen- tivo y completo; (5) el infinito es
correctas o incorrectas según que si- cia hace el cálculo a la vez más sim-
algo meramente potencial: está sien-
gan o no respectivamente la regla sen- ple y más complicado: más simple, do, pero no es; (6) el infinito es algo
tada. Las reglas de inferencia consti- porque se evita el engorro que su- actual y enteramente dado. Hay cier-
tuyen uno de los elementos del cálcu- pone en muchas ocasiones el uso de tas afinidades entre las nociones ( 1 ),
lo (VÉASE); junto con el concepto de un número muy limitado de reglas (3) y ( 5 ), y ciertas similaridades entre
axioma y el de prueba, el concepto de inferencia para los procesos de- las nociones (2), (4) y (6).
de regla de inferencia sirve para de- ductivos; más complicado, porque re- Durante el período clásico de la
finir el concepto de teorema. Las re- quiere del lógico una mayor cantidad filosofía griega se tuvieron en cuen-
glas de inferencia varían de acuerdo de razonamientos para el desarrollo ta todas las nociones citadas, pero se
con los cálculos que se establecen de los cálculos. ha discutido mucho entre los filósofos
y con los modos de desarrollar tales El estudio de la inferencia no see historiadores cuál fue la actitud
cálculos. Así, hay ciertas reglas de limita a la lógica deductiva. En la
griega predominante respecto al pro-
inferencia en lógica para el cálculo lógica inductiva se precisan también
blema del infinito. Nos referiremos a
reglas de inferencia. Además de ello,
sentencial, ciertas reglas para el cálcu- varias tesis al respecto.
lo cuantificacional, etc. Un ejemplo se ha hablado de inferencia expe-
rimental, entendiéndose por ella el Los autores que han insistido en el
de regla de inferencia (en el cálculo carácter "apolíneo" de la cultura grie-
sentencial) es la regla de separación. conjunto de reglas que permiten es-
ga han afirmado que los griegos "re-
tablecer cadenas permisibles de enun-
Esta regla se formula del modo si- chazaron el infinito" o inclusive ma-
guiente: "Si un condicional y su an- ciados dentro de una ciencia dada. El
examen de la inferencia experimentalnifestaron "horror hacia el infinito",
tecedente son tomados como premi- en gran parte por considerar que la
sas, puede inferirse el consecuente está, sin embargo, todavía en un es-
tadio mucho menos desarrollado y razón era impotente para entenderlo.
como conclusión." De acuerdo con Es la tesis de Spengler, el cual opone
ello: preciso que el de la inferencia en los
sistemas deductivos. la tendencia griega y apolínea hacia
Si Benito bebe mucho, en- lo limitado y lo "formado", a la "ten-
tonces Benito se emborracha: dencia apasionada, fáustica, hacia el
Benito bebe mucho; infinito", característica de la cultura
Por lo tanto, Benito, se em- que dicho autor llama precisamente
borracha. "fáustica". Es también la tesis de
De no haberse establecido dicha re- Heinz Heimsoeth al sostener que "pa-
gla de unión, la conclusión 'Benito ra el pensamiento y el sentimiento de
se emborracha' no sería admisible. la antigüedad, lo finito posee un valor
Esta regla permite ver dos cosas: superior a lo infinito". Los que han
Una, que en el cálculo (y, en gene- afirmado que la cultura griega tiene,
ral, en todo proceso deductivo) no o tiene también, un carácter "dioni-
es suficiente la intuición: sólo la re- síaco" han declarado que los griegos
gla de inferencia justifica el paso de no fueron en modo alguno "hostiles
de una fórmula a otra fórmula. Olrn, al infinito". Es la tesis de Nietzsche,
que no debe confundirse una regla Rohde y Burckhardt. Algunos autores
de inferencia (metalógica) con una han indicado que mientras los griegos
fórmula (lógica). La citada regla de "rechazaron lo infinito" en el arte, lo
separación no es equivalente al mo- admitieron, cuando menos como pro-
dus ponens (VÉASE), que es una tau- blema, en su pensamiento.
tología del cálculo sentencial. Obser- En muchas de estas tesis no queda
vemos que el estudio de las reglas de bien claro lo que se entiende por
inferencia como enunciados metaló- "aceptación" o "rechazo" del infinito:
gicos ha sido más frecuente en la si la aceptación o rechazo se refiere a
lógica del pasado de lo que parece la noción de lo infinito, o a la creen-
a primera vista; así, por ejemplo, los cia de que hay alguna realidad infi-
indemostrables (v.) de los estoicos nita, o al sentimiento de lo infinito, o
pueden ser considerados como reglas a la expresión de lo infinito, o a la
de inferencia del cálculo preposi- INFINITO. El concepto de infinito imaginación de lo infinito, etc. Tam-
cional. puede ser entendido de varias ma- poco queda siempre bien claro si se
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trata de lo infinito, o de lo no finito, ron no parece ser una cualidad nega- suponer que no tiene un sentido "téc-
1
o de lo indefinido, etc. tiva, sino positiva, ya que de lo inde- nico": α-ϊ'.ρος parece aquí referirse
Rodolfo Mondolfo ha escrito que la terminado surge lo determinado. Por a "la indefinida multiplicidad de cada
mente griega posee una poliedricita lo demás, se ha hecho observar que una de las cosas a las que se aplica la
esencial y que es inadmisible "la le- Anaximandro expresó la idea de que unidad". Es, sin embargo, interesante
yenda de una refractariedad del genio hay un número infinito de universos el uso de dicho término, pues muestra
helénico para la comprensión del infi- que existen simultáneamente — y aquí primero que no siempre hay en el
nito". Esta tesis nos parece muy plau- 'infinito' significa no "indeterminado", pensamiento griego, o específicamen-
sible, pero siempre que se entienda sino "sin ningún fin". Puesto que te platónico, la idea de limitación, y
por 'comprensión del infinito" la serie no hay en principio un número de- segundo que cuando hay la idea de no
de esfuerzos realizados por diversos terminado de átomos, puede decirse limitación ésta puede tener un senti-
pensadores griegos para tratar la no- que los átomos de que hablaba De- do "negativo" — "lo negativo" propio
ción de infinito —rechácese o no lue- mocrito son infinitos en número, y de "lo que deviene". Tal concep-
go tal noción— y para distinguir entre también es "infinito" el vacío en el ción negativa resalta un poco después
modos de infinito, entre infinito e in- cual se hallan los átomos. Se ha dis- (ibid., 23 C) cuando Platón indica
definido, etc. En este buen entendido cutido si el "ser" de Parménides es que hay en todos los seres lo ilimita-
empezaremos por reseñar varias con- finito o infinito, pero como Parméni- do, áiceipov , y lo limitado, τέρας.
cepciones griegas en las cuales la no- des lo compara con una esfera (v.) Lo ilimitado resulta ser imperfecto,
ción de infinito desempeña un papel "bien redondeada" parece que se trata mientras que lo limitado es perfecto.
importante. Es muy posible que, a la de "algo" finito, a menos que sea Ahora bien, puede preguntarse si hay
postre, los pensadores griegos —cuan- "algo" que, por ser perfecto, es a la "cosas" que son ilimitadas por sí mis-
do menos los de la llamada "época vez infinito (por no tener fin) y "ce- mas (como el placer), en cuyo caso
clásica"— hayan tendido a poner en rrado" — como el célebre "universo" tales "cosas" se incluyen en un géne-
entredicho, por así decirlo, lo infinito, finito e ilimitado de algunas de las ro que, como lo ilimitado, no tiene
pero aun entonces hay que determi- cosmologías contemporáneas. A ve- principio, ni medio ni fin (ibid., 31 A).
nar en qué sentido se ha tendido a ces la noción de infinito aparece en Hay, así, un género, el de lo indefini-
"eliminar lo infinito". A veces, en el pensamiento griego bajo la forma do, por el cual hay ciertas cosas inde-
efecto, se ha considerado como algo del "eterno retorno" (v.). Tal acon- finidas. Lo ilimitado es un principio-
"negativo", a veces como algo "mera- tece en Heráclito — como luego en los de generación y corrupción, aunque
mente potencial"; a veces se ha trata- estoicos y, en general, en lo que Ro- no es el único principio: junto a él
do la noción de infinito en la serie dolfo Mondolfo llama la ciclità come hay lo limitado, la existencia produ-
numérica afirmándose a la vez, por infinita. El problema del infinito como cida por la mezcla de ambos, y la:
ejemplo, que el universo es finito, etc. problema de la infinita divisibilidad causa de la mezcla (ibid., 27 B). Si,
La noción de infinito en un sentido del continuo (v.) aparece en Zenón pues, Platón introduce términos como
por lo pronto muy amplio de este de Elea (v. AQUILES). En rigor, las áxstpov y πέρας al hablar de la fa-
concepto, que incluye "lo ilimitado" "paradojas de Zenón de Elea" fueron mosa participación de las cosas pere-
y "lo indefinido", aparece ya en los decisivas para no pocas de las espe- cederas en las ideas imperecederas y
presocráticos. Así, los pitagóricos in- culaciones posteriores acerca de la eternas, no es para concluir que lo
cluían "lo finito" en la serie de la cuestión de la naturaleza de lo in- eterno es lo ilimitado, sino al contra-
"tabla de oposiciones" en la cual se finito. rio. Así, en Platón cuando menos,
hallan la luz, lo masculino, etc., y lo No es siempre fácil tratar de la hay que hablar de lo eterno al hablar
"infinito" en la serie de dicha tabla noción de infinito sin referirse a la de lo "infinito" (como "ilimitado"),
donde se hallan la oscuridad, lo feme- de eternidad, pero habiendo dedicado pero para decir que lo eterno es "lo
nino, etc. Como la primera serie es un artículo a este último concepto no ilimitado".
positiva y la segunda negativa, "lo (véase también comienzo del artículo Aristóteles ha sido frecuentemente
infinito" queda aquí dentro de "lo TIEMPO) trataremos de no reiterar citado en los comienzos de la época
negativo", pero debe tenerse en cuen- aquí ideas allí expuestas. Pero obser- moderna (Cfr. infra) como el filósofo
ta que "lo infinito" es en los pitagó- varemos que la noción de infinitud que abogó por un universo "cerrado"
ricos —o, mejor dicho, los "pitagóri- aparece en Platón al tratar de concep- y "limitado" a diferencia del universo
cos presocráticos"— más bien "lo tos como la unidad o "lo uno", τί> iv, "abierto" e "ilimitado" (en rigor, in-
indefinido". Es "lo indefinido" lo que no "lo uno" de cosas tales como "un finito) de muchos autores modernos.
carece de forma, figura, proporción hombre" o "un buey", sino "lo uno Y en muchos sentidos se puede decir
orden, etc. justamente por no estar como lo uno" del "hombre uno", del que, en efecto, Aristóteles fue un "fi-
limitado, o carecer de límite, χέρα;. "buey uno", etc. Estas unidades nitista". Sin embargo, a él se debe
La idea del apeirón (v.) en Anaxi- έναδίς' ο μονάδεις (véase MÓNADA Y uno de los más influyentes análisis
mandro (v. ) entra dentro de la noción MONADOLOGÍA; HÍNADA) están SUS- de la idea de infinito, y la propuesta
de "lo infinito" en un sentido amplio, traídas al nacimiento y a la muerte y de que cuando se trata de esta noción
pero también aquí parece tratarse de son, por ello, "eternas", pero se pue- se puede aceptar en un sentido, pero
algo que carece de determinación, den aplicar a las cosas que "devienen" no en otro. Con el fin de resolver las
por lo que el apeirón es lo indetermi- y a la "infinidad" de ellas (Phil, 15 paradojas que planteó Zenón de Elea
nado más bien que lo infinito. Sin B), En este punto introduce Platón el y, en general, las que se derivan de la
embargo, la indeterminación del apei- término άπειρος , pero es plausible noción de lo continuo, Aristóteles es-
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tableció la clásica distinción entre el άλλ'οδ asi τι ϊξω δστ(, τούτο áicstpóv Se ha observado a menudo que
infinito potencial y el infinito actual εστίν (Phys., III, 206b, 33)— con- después de Aristóteles se abrió paso
— o sea entre las nociones (5) y (6) firma, por tanto, la mencionada ten- cada vez con mayor fuerza en el pen-
[Cfr. supra]. Sólo el infinito como dencia hacia la consideración negati- samiento antiguo, y especialmente en
infinito potencial es admitido por va, potencial, del infinito. Mondolfo el pensamiento griego, la idea del in-
Aristóteles tanto en la serie numérica se ha referido a algunos pasajes finito, y con ello la idea de que lo
como en la serie de puntos de una en que Aristóteles parece sostener infinito es de algún modo "tratable"
línea. En efecto, dado un número un significado positivo para el infi- y "comprensible". Junto a ello se
cualquiera, n, por grande que sea, nito (De cáelo, I, 7, 275b y I, 12, abrió paso la idea de que el infinito
siempre puede agregarse una unidad: 283; Metaphy., A 7, 1073d; Phys., puede no ser completamente "negati-
n + 1. Una vez formado n + 1, se VIII, 15, 266-67), de tal suerte que, vo". Nos referiremos a tres aspectos
le puede agregar otra unidad (n + 1) según ello, Aristóteles sostendría la del "infinitismo" griego.
+ 1, y así ad infinitum. La serie nu- positividad del infinito, por lo menos Por un lado, se intentó descubrir
mérica —y también la de los puntos al referirse a la potencia causante de un método para operar con el "infini-
de una línea, y la divisibilidad de Dios (L'infinito nel pensiero dei Gre- to matemático". El más importante
cualquier línea—· es potencialmente ci, 1934, Parte IV, cap. 13). Además, resultado al respecto fue el llamado
infinita. En cuanto a la serie causal, Aristóteles manifiesta que no es cues- "método exhaustivo", al parecer pro-
podría ser potencialmente infinita, tión de eliminar el infinito tal como puesto ya por el sofista Antifón. El
pero por motivos que no nos compete es tratado por los matemáticos, aun método exhaustivo consistía en com-
dilucidar aquí, Aristóteles afirma que cuando éstos no suelen tratar el infi- putar un área dada —por ejemplo, y
tiene que tener un fin en un primer nito como actual y les basta postular para citar el caso más conocido, el
principio incausado (véase PRIMER una línea finita tan larga como se área de un círculo— mediante ins-
MOTOR). Es claro que el infinito po- quiera (Phys., III, 207, 27). En todo cripción de un polígono —por ejem-
tencial puede aparecer en dos formas: caso, Aristóteles muestra clara prefe- plo, un triángulo— en el círculo. Una
como infinito potencial por división rencia por la idea del infinito como vez efectuada esta operación, se iban
(así, la línea infinitamente divisible ), potencial; inclusive llega a negar la inscribiendo triángulos en las áreas
y como infinito potencial por edición actualidad de la infinitud de puntos dejadas "fuera" de la figura o figuras
(así, la serie numérica). Ahora bien, de una línea dada, ya que para que inscritas, entre los límites de todas
Aristóteles acepta sólo el infinito po- sean infinitos deben ser contados o estas figuras y la circunferencia del
tencial, a veces llamado "negativo". enumerados. Es, pues, la continua círculo. Antifón suponía que el méto-
Según Aristóteles, la creencia en lo presencia de un alma o de un sujeto do en cuestión era, en efecto, exhaus-
infinito deriva de varios motivos: (I) enumerante finito lo que hace para tivo en el sentido de poder llegarse al
'de la infinidad del tiempo; (II) de la Aristóteles más fácil la negación del resultado apetecido mediante un nú-
-divisibilidad de las magnitudes; (III) infinito actual, no obstante plantearse mero finito de inscripciones. El méto-
del hecho de que la perpetuidad de la la cuestión de su "existencia" en el do exhaustivo fue elaborado y gene-
generación y de la destrucción sola- momento en que se llega a suponer ralizado por el astrónomo, físico y
mente pueden ser mantenidas si pue- un motor que engendra, aunque sólo matemático Eudoxo de Cnido (v.)
den extraerse de una fuente infinita; sea por imitación, las realidades in- —a quien, por lo general, se atribu-
(IV) del hecho de que lo limitado es feriores. Entonces la negación del ye—, pero Eudoxo lo aplicó no sólo a
siempre limitado por algo, y (V) del infinito se refiere solamente a su otras figuras planas, sino también a
hecho de que no hay límite en nues- magnitud: el primer motor no pue- sólidos; además, reconoció que había
tro poder de pensar la infinitud del de ser ni finito ni infinito, pues, por un número infinito de operaciones a
número, de las magnitudes y de lo que un lado, no hay magnitud infinita, ejecutar. Con el fin de evitar el pro-
hay "fuera del cielo". Conviene, pues, y, por otro lado, una cosa finita no ceso infinitesimal, sin embargo, Eu-
ver si hemos de tratar del infinito co- puede poseer una fuerza infinita, ni doxo usó la prueba llamada reductio
mo substancia, del infinito como atri- tampoco el movimiento impreso por ad absurdum (véase ABSURDO, RE-
buto esencial de una cosa o del infinito ella puede persistir un tiempo infi- DUCCIÓN). Crisipo (v.) dilucidó va-
como algo infinito por accidente en nito. Mas el primer motor produce rios aspectos del método exhaustivo
extensión o en cantidad. De ahí un movimiento infinito por un tiem- y trató de establecer las bases lógicas
la necesidad de distinguir varios sen- po infinito: άίδιον xtvet κίνησιν χαί del concepto de límite que tal método
tidos del término 'infinito': (a) aque- árnsipov χρόνον (Phys., VIII, 267b, presupone. A este respecto Crisipo se
llo que por naturaleza no puede ser 24-25). Por eso puede suponerse valió del concepto de continuo (v.),
atravesado o recorrido; (b) lo que que, aun negada su infinitud en la que desempeña un papel importante
para nosotros tiene un recorrido in- magnitud, no queda negada como en la filosofía de los estoicos.
terminable o incompleto; (c) lo que, causa infinita. Y aun parece que Aris- Por otro lado, los estoicos se opu-
siendo atravesable por naturaleza, no tóteles podría estar dispuesto a aplicar sieron a la idea aristotélica de un
puede atravesarse o recorrerse (Phys., a la realidad "movida" la noción de universo finito, y concebieron el cos-
II, 203b, 15 y sigs. La definición que infinito actual si creyera que puede mos como realidad existente dentro de
propone Aristóteles —el infinito no hablarse de un alma capaz de repre- un vacío que se extiende por doquier
es aquello más allá de lo cual no sentarse tal infinito — por ejemplo, to- al infinito (según el astrónomo estoico
hay nada, sino aquello más allá de dos los puntos de una línea en cuanto Cleomedes [siglo i antes de J. C.] en
lo cual hay algo: ου γαρ ου μηδέν 'έξω, "completamente enumerados". su Κυκλική θεψρ(α μετεώρων , De mo-
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tu circulan corporum caelestium, I, 1; lo que corresponde a la "grandeza" infinito en cuanto infinito positivo
éd. H. Ziegler, 1891). — Además de de lo Uno. Los dos infinitos son el partiendo de lo Uno. Lo Uno es la
ello, los estoicos defendieron la doc- infinito positivo y el negativo. El pri- infinitud misma; es auto-infinitud,
trina del eterno retorno (v. ) y de mero tiene un completo primado so- αΰτοαιυειρία . Ello no quiere decir, sin
algún modo concluyeron que hay bre el segundo, por cuanto del mismo embargo, que lo Uno sea indefinido;
—sucesivamente— una infinidad de "emana" todo (véase EMANACIÓN). en verdad lo Uno es el ser definido
mundos. Por eso "habrá de nuevo un En la dirección "hacia abajo", hacia mismo, la auto-definibilidad, œùtoid-
Platón, un Sócrates, y cada uno de la materia como último término de la ρας. Aquí se observa que en Proclo,
los hombres con los mismos amigos procesión cósmico-divina, nos encon- como en muchos neoplatónicos, apa-
y los mismos conciudadanos, etc.", tramos con el infinito negativo; el in- recen unidas la idea de infinitud y la
según el famoso pasaje de Nemesio finito es aquí simplemente 'indeter- de perfección como "definibilidad".
en De natura hom., 38 (Cfr. von Ar- minado'. En la dirección "hacia arri- Estas ideas no son para dichos auto-
nim, 1, 109; también, II, 695). Se ba", hacia lo Uno, nos encontramos res incompatibles, pues también e\
puede alegar que si hay repetición no con el infinito positivo. Éste no es de "ser definido" de lo Uno y de lo espi-
hay propiamente hablando infinitud, naturaleza material, sino espiritual. ritual es distinto del "ser definido" de
pero cabe observar que hay por lo Por eso no es infinito en extensión, lo sensible. Los límites de lo sensible
menos una infinidad de repeticiones sino más bien en tensión. En cambio, son también sensibles; los de lo espi-
(posibles). lo infinito negativo es infinito en dis- ritual y, a fortiori, de lo Uno, son in-
Finalmente, y sobre todo, hubo en- tensión. Es verdad que no todo infi- teligibles. Por tanto, no se trata aquí
tre autores neopitagóricos y especial- nito negativo tiene el mismo grado de de ser "más o menos grande" como
mente entre autores neoplatónicos una negatividad; en rigor, el grado de ne- puede serlo una "cosa". Ahora bien,
fuerte tendencia a considerar la no- gatividad (o positividad) en cuestión p u e s t o que lo Uno es αύτοχέρας
ción de infinito en un sentido más depende de su "lugar" en la jerarquía aUTOonceipía , de lo Uno vienen lo de-
"positivo" que el de lo ilimitado e ontológica — un "lugar" que puede finido y lo infinito. Ello permite a
indeterminado. Es cierto que en algu- medirse ( ontológicamente ) no sólo Proclo explicar la emanación de algo
nos casos (como en Proclo; Cfr. in- ateniéndose a la "distancia" de lo diverso a partir de lo Uno. En efecto,
fra) ello se hace posible por un cierto Uno, sino también a la "aproxima- lo definido y lo infinito son como
giro dado a la idea de potencia (v.), ción" o "alejamiento" de lo Uno. Pue- "aspectos" de lo Uno sin los cuales
pero lo que importa aquí no es el de, pues, decirse que la jerarquía del lo que emanaría de lo Uno sería lo
modo como se llegó a ciertas concep- ser corresponde a una especie de "je- Uno y nada más. Todo ser emanado-
ciones de lo infinito distintas de las rarquía del infinito". La "grandeza" de lo Uno se compone, así, de lo de-
más tradicionales, sino el hecho de del infinito positivo no depende de su finido (o límite) ι;έ?ζ4 , y lo infinito;
haberse alcanzado tales concepciones. "tamaño" en ningún sentido, sino de si se quiere, todo lo compuesto de lo
Pues en algunos casos las nuevas ideas su "ser en sí", de su estar, por así limitado y lo infinito viene del primer
acerca del infinito se apoyaban en decirlo, "completamente replegado", Límite y del primer Infinito. Toda
Platón, y en el mismo diálogo (el no teniendo necesidad (como sucede potencia finita procede de la poten-
Filebo] a que nos hemos referido an- con lo Uno) "ni de sí mismo ni de cia infinita, y ésta del primer Infinito
tes para presentar una concepción -más otra cosa" (íbid., VI, ix, 6). La infi- (Inat. theol, 89-93). — La potencia
bien "negativa" de lo infinito, es de- nitud positiva es, así, de algún modo más unificada es la más infinita (ibid.,
cir, la concepción de que algo infinito "absoluta mismidad". 95). Toda esa gradación de infinitu-
es, en rigor, algo ilimitado y, por tan- La idea de la positividad del infi- des es, según lo apuntado, espiritual;
to, imperfecto. nito (espiritual) en Plotino está liga- los cuerpos sensibles son para Proclo>
Nos limitaremos al respecto a dos da a la noción de que tal infinito es finitos, y por t-so el "infinitismo" de
autores: Plotino y Proclo. "potencia" o, mejor aun, potencia Proclo y de los neoplatónicos no es
Plotino usa a veces el t é r m i n o completa y absoluta, "omnipotencia". incompatible con el "finitismo" en su
a'xstpov en el sentido de algo no li- "Ser potencia" no significa aquí "ser idea del universo corporal.
mitado y, por ende, "negativo"; así, en potencia": la potencia, δύναμης Dentro del pensamiento cristiano el
cuando afirma que el alma no infor- es, por decirlo así, "grandeza espiri- problema del infinito ha estado liga-
mada por la inteligencia es, en rigor, tual". Algo parecido sucede en Pro- do al problema de la eternidad (v.).
infinita, esto es, ilimitada o todavía clo. Por lo pronto, hay que distinguir En todo caso, los teólogos y filósofos
no limitada (Enn., II, iv, o). Y, en entre un infinito tal como el de la cristianos han elaborado la idea del
general, cuando se trata de lo sensible cantidad, que no tiene grados, y el infinito dentro del supuesto de una
Plotino proclama que si algo es infi- infinito cualitativo (espiritual) que creatio ex niliilo (véase CREACIÓN)»
nito lo es negativamente. Pero lo in- tiene c a r á c t e r "jerárquico" (véase Como sólo Dios puede crear de la
finito en lo sensible no es lo mismo JERARQUÍA). Los grados de lo infinito nacía, sólo de Dios puede decirse que
que lo infinito en lo inteligible (ibid., son, como en Plotino, grados de "po- es verdaderamente eterno e infinito.
II, iv, 15). Hay, pues, "dos infini- tencia", pero ningún grado de la je- La infinitud de Dios sobrepasa toda
tos", que no son el infinitamente pe- rarquía es absolutamente infinito en otra infinitud pensable — por tanto,
queño y el infinitamente grande, como sentido positivo y "potencial"; como inclusive la infinitud del tiempo y del
decía Pascal (Cfr. supra}; o, si se había indicado ya Siriano (in Met., espacio, en el caso de que éstos pu-
quiere, 'infinitamente grande' se en- 147, 14) sólo la Infinitud es absolu- dieran ser admitidos como infinitos.
tiende en Plotino de otro modo: como tamente infinita. Proclo trata de lo La infinitud de Dios trasciende inclu-
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sive la infinitud de todo esse; es, co- III, lect. 9 y VIII, lee. 2; In de cáelo, un uso categoremático del término
mo indicó Juan Escoto Erigena (De I, lect. 9; In Met., XI, lect. 10 y XII, 'infinito' que hace de éste un infinito
dicisione naturae, I, 3), la infinitud lect. 5; Quodl, III a 31 y XII a 17; en acto—; infinito sincategoremático
de un superesse. En rigor, se debe S., theol, I, q. XLII, 2, XLVI, 1 y 2, — donde hay un uso sincategoremáti-
decir no que Dios es infinito, sino y L, 2 ad 4; Cfr. asimismo pasajes de co ( v. ) del término 'infinite' que hace
que es infinitamente infinito. En efec- Santo Tomás citados en ETERNIDAD). de éste un infinito en potencia. Puede
to, la infinitud divina es en el cristia- Todos los escolásticos coinciden en verse que en algunos casos estos tipos
nismo absoluta y nunca relativa. Por que (repugne o no la idea de que el de infinito coinciden: así, por ejem-
tanto, Su amor, Su poder y Su saber mundo puede haber existido ab eter- plo, el infinito potencial, el infinito
san asimismo infinitos. Santo Tomás no) sólo Dios es propiamente eterno, en proceso, el infinito sincategoremá-
escribió que "el propio Dios, con to- y en que ( aunque se admita el predi- tico y, en un sentido por lo menos, el
da su omnipotencia, no podría crear cado 'es infinito' para realidades no infinito por división.
algo absolutamente infinito". Ello pa- divinas) sólo Dios es propiamente in- Lo antes dicho no debe hacer pen-
rece estar en desacuerdo con el reco- finito. Pero justamente porque con- sar que los escolásticos se ocuparon
nocimiento de la potencia infinita de viene distinguir entre la infinitud di- exclusivamente de la cuestión del in-
Dios, pero a la vez hay que reconocer vina y otros tipos de infinitud —tal, finito desde el punto de vista teológi-
•que si hubiera por acaso algo absolu- la infinitud numérica o la divisibili- co y con el solo fin de comparar el
tamente infinito que no fuera Dios, dad infinita de una línea— los esco- infinito de Dios con cualquier otro
entonces no tendría sentido la propia lásticos estudiaron los diversos modos tipo (siempre "relativo") de infinito.
infinitud de Dios. Por otro lado, la de hablar de infinitum e infinitas. Especialmente durante los siglos XHI
infinitud de Dios es una infinitud ac- Mencionaremos algunas de las distin- y xiv muchos escolásticos dilucidaron
tual. En ello se distingue Dios de ciones propuestas a este efecto sin la cuestión del significado de térmi-
cualquier otra realidad de la que pue- precisar los autores en los cuales se nos como 'infinito', 'infinitud', 'infini-
da de algún modo decirse 'es infinita" encuentran — muchas de ellas, pero dad', etc., en relación con problemas
— tal como la serie de los números. no todas, se encuentran en Santo tales como si hay o no los llamados
En efecto, la serie de los números es Tomás. Puede hablarse de infinito mínima naturalia, o partes mínimas
para los teólogos y filósofos cristianos intensivo (o, mejor, del infinito en- que componen los cuerpos naturales,
sólo potencialmente infinita. Lo infi- tendido intensivamente, intensive, pe- y especialmente en relación con el
nito (actual) no existe, pues, en las ro con el fin de simplificar usaremos problema de la composición del conti-
cosas sensibles y, en general, en lo a continuación adjetivos más bien que nuo (v.). En el trabajo titulado "Kon-
creado. Si puede hablarse de una in- adverbios) y de infinito extensivo. El tinuum, Mínima und aktuell Unend-
finitud de duración, como la de los infinito intensivo es el infinito en per- liches", incluido en su libro Die Vor-
astros que mueven los cielos, esta in- fección; el extensivo es el de una liiufer Galileis im 14. Jahrhundert
finitud no es tampoco comparable a potencia capaz de conocer una infini- (1949; págs. 155-215), Anneliese
la divina. Como indica San Buena- dad de objetos. Puede hablarse asi- Maier ha estudiado varios de los pro-
ventura (In lib. I Sent., dist. 3, p. 1, mismo de infinito privativo —como el blemas tratados por los escolásticos a
a 1, q. I ad 3), hay un infinito que de una cantidad infinita—; infinito propósito de las nociones de continui-
se constituye por oposición a lo sim- negativo —o el que no puede tener dad,· infinitud, divisibilidad, indivisi-
ple, tal como una masa infinita, y un término ninguno—; infinito relativo bilidad, etc. Resumiremos algunos de
infinito que es simple. Este último in- —que se refiere a un determinado or- los resultados obtenidos por dicha au-
finito es el que corresponde a Dios y den de la perfección, razón por la tora.
sólo a Él. Santo Tomás señala que el cual este infinito es un infinito secun- En lo que toca al problema de la
primer principio es, en verdad, infi- dum quid—; infinito absoluto —que composición del continuo, muchos es-
nito, pero no es, como suponían algu- se refiere a todos los órdenes de la colásticos se plantearon la cuestión
nos filósofos antiguos, un cuerpo. Es perfección—; infinito según el acto —en gran parte legada por Aristóte-
en todos los casos un infinito distinto —que no tiene término en el acto—; les— de si el continuo está compues-
de cualquier posible infinito material. infinito según la potencia —o indefi- to de divisibilia (elementos, cuales-
No hay, según ello, ningún infinito nido—; infinito intrínseco —o en la quiera que sean, divisibles) o de
actual en extensión o en magnitud cosa misma, según la esencia y la indivisibilia ( elementos indivisibles ).
cualesquiera; sólo hay un infinito ac- existencia—; infinito extrínseco —que Puede todavía preguntarse si cuando
tual, el de la absoluta infinitud de la aunque convenga a una existencia fi- se trata de indivisibilia, éstos pertene-
pura forma divina. En primer lugar, nita la mantiene o conserva por una cen a la realidad concreta o son enti-
aun cuando se supusiera que un cuer- duración infinita—; infinito por adi- dades ideales, pero por el momento
po fuera infinito en extensión, ello no ción o yuxtaposición (infinitum per nos referiremos únicamente a la idea
implicaría que lo fuese por esencia. appositionem) —como la infinita de continuo sin precisar si se trata de
Una vez más, pues, sólo a Dios con- magnitud—; infinito por división (in- un continuo real o ideal. Pues bien,
viene el predicado 'es actualmente finitum per divisionem) —o divisibi- la mayor parte de los filósofos ( Roge-
infinito', así como el predicado 'es in- lidad infinita de una magnitud da- lio Bacon, Santo Tomás de Aquino,
finito en perfección' (entre los pasa- da—; infinito cumplido (infinitum in Sigerio de Brabante, Duns Escoto,
jes en los que Santo Tomás trata de jacto); infinito en proceso o todavía Guillermo de Occam, Juan Buridán,
lo infinito, de la infinidad [infinito], no cumplido (infinitum in fieri); in- etc.) consideraron que el continuo es
de la eternidad, etc., véanse In Phys., finito categoremático —en el cual hay infinitamente divisible, o sea está
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compuesto de divisibilia y no de indi- también argumentos de índole mate- ceptos matemáticos para la compren-
visibilia. Algunos autores, sin embar- mática, y especialmente geométrica. sión de lo infinito. Se ha dicho por
go, sostuvieron que el continuo está Observemos al respecto que se llegó ello que Nicolás de Cusa fue el pri-
compuesto de indivisibilia. Ello se inclusive a hablar de la posibilidad de mer pensador que explícitamente pro-
manifestó en dos doctrinas. Por un correlacionar puntos de diferentes puso la idea de la infinitud del uni-
lado, ciertos autores (por ejemplo, magnitudes geométricas —por ejem- verso. Esta idea se ha atribuido
Nicolás de Autrecourt) defendieron la plo, dos líneas de desigual exten- asimismo a Marcellus Stellatus Palin-
tesis —platónica o supuestamente pla- sión—, concluyéndose (en un sentido genius, pseudónimo de Pier Angelo
tónica— de que los indivisibilia son parecido al luego elaborado por Can- Manzoli (ca. 1500-1543), autor de
en último término puntos; tales pun- tor; Cfr. infra) que se pueden corre- un poema didáctico titulado Zodiacus
tos son, pues, magnitudes que pueden lacionar los puntos uno a uno en dos vitae (cuya primera edición apareció
llamarse indivisibiles. Por otro lado, series infinitas. probablemente en 1543), sin que
ciertos autores (como Gregorio de Hay, pues, en los autores escolásti- pueda decirse que fue realmente el
Rimini) defendieron la tesis —demo- cos, en particular en algunos del siglo primero que la formuló o si de algún
crítea o supuestamente democrítea y xw, una decidida tendencia "infini- modo la había tomado de Nicolás de
"atomista"— de que los indivisibilia tista", por lo que no parece legítimo Cusa, o si tanto Nicolás de Cusa co-
no son puntos sine extenstone, sino usar el término 'infinitismo' para ca- mo Palingenius elaboraron la idea de
que son mínima que no pueden ya racterizar sólo ciertas orientaciones en la infinitud del mundo a base de in-
dividirse más cuantitativamente. la época moderna. Sin embargo, usa- fluencias neoplatónicas. En todo caso,
Ahora bien, lo interesante en las remos tal término, aplicado especial- ninguno de los dos autores afirmó la
anteriores doctrinas, y especialmente mente a la época moderna, en cuanto idea de la infinitud del mundo como
en las discusiones a que dieron lugar, se refiere no sólo al problema de la si tal infinitud fuera del mismo tipo
es que hicieron posible plantearse composición del continuo y a la cues- que la divina. En cambio, la noción
problemas que iban más allá del mar- tión de si puede o no haber un infi- de que el mundo es infinito en un
co "clásico" de la concepción del infi- nito actual distinto de la infinitud sentido que no es sólo secundum quid,
nito como infinito absoluto y en acto actual absoluta de Dios, sino también, sino de algún modo sin limitaciones,
en Dios, y la concepción del infinito y sobre todo, al problema de si el fue defendida, y exaltada, por Gior-
como infinito en potencia y mera- mundo físico es o no "infinito en dano Bruno. Lo usual es considerar a
mente ín fieri en toda realidad creada. magnitud (y extensión)". Desde este Bruno como el primer "infinitista"
Desde luego, en lo que respecta a las punto de vista diremos que hay, como moderno, y como el primero que sos-
discusiones teológicas, se siguió man- precisaremos luego, un "paso del fini- tuvo, para usar las expresiones de A.
teniendo la opinión de que el infinito tismo al infinitismo" en la época mo- Koyré (op. cit. infra), la idea de un
en acto queda excluido cuando no se derna, unido a una especie de "pathos "mundo abierto" contra la idea de
trata de Dios. Pero en las discusiones de lo infinito". Ejemplos de ello los un "mundo cerrado". Parece, sin em-
filosóficas (así como lógicas y mate- hallamos ante todo en Nicolás de bargo, que las ideas infinitistas de
máticas) no se excluyó la cuestión de Cusa y en Giordano Bruno. Nicolás Bruno sostenidas en La Cena delle
la posible "realidad" del infinito en de Cusa intentó superar las contradic- Cenen y, sobre todo, en su resonante
acto. Y algunos autores aceptaron un ciones halladas en la noción de lo fi- De finfinito universo e mondi, fue-
infinito en acto y se inclinaron hacia nito desde la idea de lo infinito. La ron anticipadas por el discípulo de
lo que puede llamarse un "infinitis- identidad de lo diverso, la coinciden- Copérnico, Thomas Digges en su
mo". Así, por ejemplo, Guillermo de cia de los opuestos en el Uno infinito obra Perfit Description of the Caeles-
Occam admitió un infinito en acto y otras tesis gnoseológicas y metafí- tiall Orbes according to the most an-
en la magnitud —bien que rechazara sicas de Nicolás de Cusa son testimo- ciene doctrine of the Pythagoreans
que hay intensidades actualmente in- nio de una tendencia que puede lla- lately revived by Copernicus and by
finitas—; Francisco de Meyronnes in- marse "infinitismo" y que se va reve- Geometricall Démonstrations approued
dicó que Dios puede producir un lando cada vez con mayor fuerza. (1576). Ahora bien, aun cuando se
infinito en acto según la multitud y Ello no quiere decir que todos los demostrara que Thomas Digges fue
la magnitud, así como un infinito in- pensadores modernos hayan traspues- realmente el primer "infinitista" mo-
tensivo —aunque no un infinito su- to simplemente al mundo los caracte- derno, lo cierto es que el "infinitismo"
cesivo—; Pedro Auriol señaló que el res de infinitud y perfección que se se abrió paso sobre todo a causa de la
infinito es una mezcla de acto y po- atribuían ordinariamente a Dios. Así, ardiente defensa que de él hizo
tencia, como lo muestra el caso del Nicolás de Cusa distingue entre la in- Bruno.
movimiento; Gregorio de Rimini ma- finitud divina y la infinitud no divina El paso del "finitismo" al "infini-
nifestó que Dios puede crear toda en términos que recuerdan la distin- tismo" se cumplió sobre todo duran-
clase de infinitos en acto, incluyendo ción escolástica entre lo infinito abso- te el siglo xvii, y ello de muy diversas
intensidades infinitas, y propuso la luto o simple y lo infinito secundum maneras. En primer lugar, en el curso
idea de que el continuo se compone quid. Pero, de todos modos, y a dife- de la revolución científica y filosófica
de un número actualmente infinito de rencia de muchos pensadores anterio- que Koyré ha descrito como "la des-
partes. Los debates acerca del infinito res, Nicolás de Cusa habla efectiva- trucción del Cosmos, es decir, la des-
y sus formas llevaron asimismo a al- mente de la infinitud del mundo. aparición, a base de conceptos filosó-
gunos escolásticos a usar no sólo ar- Característico de Nicolás de Cusa es, ficos y científicamente válidos, de la
gumentos de carácter lógico, sino además, una inclinación a usar con- concepción del mundo como un todo
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finito, cerrado y jerárquicamente or- et minimis itemque tangentibus, quae de ella a lo de lo finito en vez de
denado . . . y su sustitución por un nec factas nec irrationales quantitates seguir la dirección opuesta. Junto a
universo indefinido e inclusive infini- moratur et singulare pro illis calculi ello, Descartes defendió la idea de la
to, universo cimentado por la identi- genus", publicado en las Acta Erudi- infinitud del mundo, indicando que
dad de sus leyes y sus componentes torum en 1684. En cuanto a Newton, esta idea, que fue expuesta por Nico-
fundamentales, y en el cual tales com- el texto clásico es el de los Principia lás de Cusa, no fue reprobada por la
ponentes se hallan en el mismo nivel (1686). Hubo una larga y enojosa dis- Iglesia, ya que concebir la obra de
del ser" (op. cit. infra. "Introduc- cusión acerca de cuestiones de "pre- Dios como algo muy grande es justa-
ción"). Luego, por los progresos del cedencia" en el descubrimiento que mente honrar a Dios. Sin embargo,
pensamiento matemático. Éste fue no nos compete tratar aquí; baste in- Descartes advierte —sea por convic-
precedido por descubrimientos tales dicar que el "cálculo de los infinita- ción, sea por prudencia— que hay
como el ya citado "método exhausti- mente pequeños" leibniziano y el una diferencia entre su concepción
vo", por nociones y argumentos des- "cálculo de fluxiones" newtoniano son del cosmos y la de Nicolás de Cusa,
arrollados especialmente por filósofos el mismo tipo de cálculo; sin embar- y es que mientras el último dice que
del siglo xiv que debatieron la cues- go, se adoptó la notación simbólica el mundo es "infinito", Descartes pro-
tión del infinito, sus formas, la com- de Leibniz por ser menos embarazosa clama que es indefinido — "indéfini
posición del continuo, etc., y por los que la de Newton. seulement" (Lettre à Chanut; 6, ju-
notables esfuerzos realizados en el Junto a estos dos "pasos de lo finito nio, 1647). Y así "llamaremos a
mencionado siglo con el fin de elabo- a lo infinito" cabe citar las tendencias esas cosas [las del mundo] indefini-
rar y precisar el concepto de función "infinitistas" que se manifestaron en das más bien que infinitas, con el
(v. ). Particularmente interesantes en otras esferas no propiamente científi- fin de reservar sólo para Dios el nom-
este respecto son los trabajos de Nico- cas — así, en el llamado "arte barro- bre de infinito" (Princ. Phil, I, 27).
lás de Oresme para dar una represen- co". Y, desde luego, en el pensa- Por eso Descartes dice que "no nos
tación gráfica de cantidades variables miento filosófico (estrechamente enzarzaremos nunca en las disputas
— trabajos en parte usados por Kepler imbricado, por lo demás, con el pen- sobre el infinito, tanto más cuanto
y Galileo. Sin embargo, sólo en el samiento científico y matemático) a que sería ridículo que nosotros, que
curso de la época moderna, o más que vamos a referirnos a continua- somos finitos, tratásemos de determi-
exactamente a partir del siglo xvn, ción. nar algo de lo infinito, y de este modo
se desarrolló el pensamiento matemá- Casi todos los filósofos modernos, suponerlo finito intentando compren-
tico en forma adecuada para elaborar especialmente los "racionalistas" derlo" (íbid., I, 26); así, no hay que
un instrumento suficientemente pode- —que se ocuparon de estas cuestiones preocuparse en responder a cuestiones
roso con el fin de tratar matemática- más a menudo y con mayor detalle tales como si la mitad de una línea
mente el infinito. Son importantes en que los "empiristas"—, sostienen la infinita es infinita, si el número infi-
este respecto los trabajos de Galileo, infinitud del mundo y, en todo caso, nito es par o no par "y otras cosas
Descartes y Pierre Fermât (1601- hacen amplio uso de la noción de in- semejantes" (loe. cit.). Lo último pa-
1665), pero también, y sobre todo finito en sus especulaciones. Tal su- rece estar en contradicción con la ten-
(en lo que toca específicamente a cede con Descartes. El uso de la dencia "infinitista" y hasta en contra-
nuestro problema) los trabajos de va- noción de infinito en un momento dicción con su propia idea de que la
rios autores de los que citaremos al- decisivo de su pensamiento aparece idea de lo infinito "contiene en sí más
gunos: Bonaventura Cavalieri (1598- cuando intenta probar la existencia de realidad objetiva que ninguna otra",
1647), especialmente en su Geome- Dios mediante el argumento ontoló- pero hay que tener en cuenta que la
tría indivisibilibus continuorum nova gico. Descartes pone de relieve que idea de lo infinito en cuestión depen-
quadam ratione promota ( 1635, 2' un ser finito no podría tener la idea de siempre en Descartes de Dios.
éd., 1653); John Wallis (1606-1703) de "una substancia infinita, eterna, Ahora bien, como en el pensamiento
en su Arithmetica infinitorum, sive inmutable, independiente, omniscien- cartesiano se pasa del Cogito a Dios,
nova methodtts inquirendi in cwvüi- te, omnipotente" si tal substancia in- y de Dios al mundo es plausible con-
neorum quadraturam aligue difficilio- finita (y perfecta) no hubiera, por cluir que la noción de infinito desem-
ra mathcseos problemata (1655); así decirlo, depositado tal idea en el peña un papel capital en tal pensa-
Isaac Barrow (1630-1677) en sus ser finito (Discurso, IV; Med., III). miento.
Lectiones ópticas et geometricae Por otro lado, la idea de Dios en También lo desempeña, y más aun,
(1669; escritas hacia 1663); Pascal cuestión no puede ser materialmente en Spinoza. Malebranche y otros au-
(v.), especialmente en las "Lettres de falsa; "por el contrario, como esta tores habían insistido en que si se
A. Dettonville sur quelques-unes de idea es muy clara y muy distinta, y usa el término 'infinito' hay que tener
ses intentions en géométrie" (1659). contiene en sí más realidad objetiva en cuenta que no debe aplicarse a
Estos y otros trabajos culminaron en que ninguna otra, no hay ninguna Dios del mismo modo que a lo crea-
el descubrimiento prácticamente si- que sea más verdadera que ella ni do, y que por eso Dios puede ser lla-
multáneo por Leibniz y Newton del que pueda estar más al abrigo de mado "infinitamente infinito" — que
análisis infinitesimal o cálculo infini- error y de falsedad" (Med., III). En es lo mismo que los escolásticos lla-
tesimal (en las dos formas clásicas de el último pasaje se muestra una ten- maban infinito absolutamente o infi-
cálculo integral y cálculo diferencial). dencia que es característica de mu- nito simplemente, etc. En cambio,
Se cita a este respecto, de Leibniz, el chos filósofos modernos: la de apo- en Spinoza la tendencia "infinitista"
trabajo "Nova methodus pro maximis yarse en la idea de infinito para pasar se abre paso hasta hacer desvanecerse
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todo "finitismo". Desde luego, la ex- Spinoza son importantes tanto para la de su obra Universal Analyste of
presión "un ser absolutamente infini- concepción de Dios como para la del Equations, manifestó que las ideas al
to (ens absolute infinitum), es decir, mundo, y a fortiori para las concep- respecto de More y de Newton eran
una substancia que consta de infinitos ciones del espacio y del tiempo. Lo prácticamente idénticas no obstante
atributos, cada uno de los cuales ex- mismo, y aun más, sucede con mu- la cautela usada por el último autor
presa una esencia eterna e infinita" chas ideas de autores como Henry en la presentación de su "filosofía
(Eth. def., VI ) se aplica a Dios. Ade- More, Samuel Clarke, Newton y natural". Cierto que Newton tiene
más, en la "Explicado" de la defini- Leibniz. Todos ellos discutieron cues- buen cuidado en hacer de Dios algo
ción que viene acto seguido, Spinoza tiones tales como la de si el universo distinto del espacio y la duración in-
insiste en que habla de algo absolu- es infinito; si el espacio es infinito, finitas, pero la omnipresencia y eter-
tamente infinito, no de algo infinito pero si la materia —"el mundo"— es nidad de Dios hacen que, por así
en su género (in suo genere), pues finita, esto es, si hay o no espacio decirlo, Su presencia afecte todos los
es obvio que de lo que es infinito en "fuera del mundo"; si es posible con- puntos del espacio y todos los mo-
su género pueden negarse una infini- cebir un espacio infinito que sea con- mentos del tiempo. Ninguna de estas
dad de atribuios. Pero la filosofía de tinuo y, por tanto, no compuesto de ideas, u otras similares, es "spinozia-
Spinoza es una filosofía de Oeo — o, partes y, a pesar de ello, infinitamen- na". Pero algunos de los problemas
mejor, de Dco sive Natura. Se pue- te divisible; si al admitirse que Dios que suscitan son problemas análogos
de usar el predicado 'es finito' en es omnipresente, hay que admitir asi- a los que dilucidó Spinoza.
varios casos — por ejemplo, se puede, mismo que el espacio (infinito) es un Ello explica en parte las polémicas
y debe, decir que ciertos modos de la atributo de Dios, o un sensorium de entre Leibniz y los newtonianos — es-
substancia son finitos. Pero no hay la divinidad, o bien si hay diferencia pecialmente entre Leibniz y Clarke.
ninguna substancia que no sea infini- esencial entre la omnipresencia de Como casi todos los autores de la·
ta, porque sólo hay una substancia: Dios y la infinita extensión del espa- época, Leibniz es claramente "infini-
"fuera de Dios no puede darse ni cio, etc., etc. No podemos en esta tista". Pero su "infinitismo" es er>
concebirse ninguna substancia" (op. obra tratar con la parsimonia debida muchos respectos distinto del de Mo-
cit., I, propos, xiv). Así, todo lo que estas ideas y los numerosos debates a re, Newton, Clarke y, desde luego,
no es absolutamente infinito es con- que dieron lugar. Nos limitaremos a Spinoza. El infinitismo de Leibniz es
cebible únicamente desde lo que es destacar algunos aspectos esenciales. de carácter "pluralista" y correspon-
absolutamente infinito, Todo lo que Aunque cartesiano en sus comien- de a la estructura a la vez pluralista
se sigue de un atributo de Dios debe zos, Henry More se apartó de Descar- e infinitista de su metafísica mona-
existir necesariamente y ser infinito tes en muchos puntos básicos. Entre dológica. Tanto por sus trabajos ma-
(op. cit., propos, xxii). Cierto que se ellos, en la cuestión de la naturaleza temáticos como por sus especulacio-
puede decir que hay cosas producidas del espacio, el cual fue concebido por nes metafísicas, Leibniz otorga un
por Dios (res a Deo productae) y More como infinito (y como indivisi- puesto central a la idea del infinito.
que en ellas, a diferencia de Dios, la ble, continuo, homogéneo, único). Por doquiera se encuentra este autor
esencia no envuelve la existencia, de Ahora bien, el espacio no era para con infinitos: no sólo en lo "grande",
modo que tales "cosas" son finitas. More, como para Descartes, pura ex- sino también, y muy a menudo, en lo
Pero, no sólo ninguna de estas cosas tensión opuesta al puro pensamiento; "pequeño". Lo que parece ser parte
es substancia; sucede, además, que por el contrario, el espacio infinito limitada, y ya indivisible, del univer-
su realidad está ligada a la de la úni- de que hablaba More era de natura- so, pulula con realidades; en cada
ca e infinita substancia. Parece, según leza espiritual. Pues la pura extensión "universo" parece haber infinitos "uni-
ello, que para Spinoza no puede ha- no es, según More (como según Spi- versos". Además, la infinitud no es
ber distinción entre el infinito actual noza y Malebranche) algo sensible, una idea incomprensible o irracional
y el potencial, ya que todo infinito sino algo inteligible: no es a los sen- — no es, en todo caso, un mero "sen-
es, propiamente hablando, actual. Sin tidos, sino al entendimiento. De ahí timiento de algo inconmensurable".
embargo, no sucede así. Spinoza dis- que las propiedades del espacio infi- La infinitud es justamente "mensu-
tingue (carta a Luis Meyer, del 20 nito y único y las de Dios sean simi- rable". Se puede operar con infinitos
de abril de 1663) entre la potencia- lares. Ello no significa que Dios sea •—con los "infinitamente pequeños"
lidad y la actualidad del infinito, si espacio o viceversa. Pero sí que no cuando menos—; se puede calcular
bien, a la postre, considera que sólo hay entre la infinitud absoluta de Dios con ellos. Pero que la idea de infini-
el infinito actual es real — en el sen- y la del espacio la diferencia por la tud aparezca dondequiera en Leibniz
tido por lo menos de que la realidad que abogaba Descartes o la diferen- no quiere decir que para este filósofo
de un infinito potencial depende, cia ya clásica entre lo infinito simple- todo sea infinito del mismo modo. Y
qua realidad, del infinito actual. mente y lo infinito en su género. Esto ello no, o no sólo, porque haya una
En la época de que estamos ha- permite comprender en qué sentido realidad que es infinita absolutamen-
blando no había, ni en muchos casos las ideas apuntadas de More pudie- te, y otras que si son infinitas lo son
se deseaba que hubiese, una clara ron influir sobre Newton y sobre la sólo relativamente. En rigor, puede
separación entre la conceptualización defensa metafísica de Newton por decirse que toda realidad infinita lo
científica (en particular, física) y la Clarke. En todo caso, Joseph Rawson ep "absolutamente", bien que en dis-
filosófica (o, a menudo, metafísica y en el apéndice titulado "On thé Real tintos grados — con lo cual 'absoluta-
teológica). Así, las ideas sobre el in- Space or the Infinite Being" que in- mente' tiene aquí un sentido distinto
finito elaboradas por Descartes y por cluyó en la segunda edición (1702) del usual. Así, la infinitud numé-
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rica es una primera infinitud; la infi- extensión", y, como consecuencia, se vamente; "las ideas no son prueba de
nitud del mundo es una segunda; la espanta de sí propio, cogido, tem- las cosas" (ibid., II, xvii, 4). Pero se
de Dios, una tercera y, desde luego, blando, "entre esos dos abismos del puede decir que podemos pensar (we
la más elevada. Hay, así, una infini- infinito y de la nada". Y de este modo are apt to ihink) que el espacio es
tud mínima, una media y una máxi- se comprende mejor a sí mismo: "una efectivamente sin límites. Y lo mismo
ma, lo que parece presuponer una nada con respecto al infinito; un todo sucede con el tiempo, en donde la
especie de "jerarquía de infinitudes". con respecto a la nada, un medio en- idea de infinitud equivale a la de
Pero, además, la idea de infinito ope- tre nada y todo". "Somos algo y no eternidad. Sólo del espacio y del tiem-
ra en Leibniz de un modo que podría somos nada": grandeza y miseria del po caben ideas del infinito. Cabe
calificarse de "reflejante" o hasta de hombre. Tal la meditación de Pascal también, y sobre todo, de Dios la idea
"multiplicante". En efecto, cada una a propósito del infinito — o, mejor, de infinito. Pero el infinito divino es
de las infinitas mónadas refleja el de "los infinitos". cualitativo (se refiere a la perfección)
universo entero desde su punto de Los autores de que hemos hablado y no cuantitativo, como los del espa-
vista, y por tanto refleja de algún se ocuparon de la idea de infinito no cio y del tiempo. Ahora bien, no obs-
modo todas las demás infinitas mó- sólo con respecto a las realidades, si- tante la posibilidad antes mencionada,
nadas. De este modo, cada infinito se no también con respecto al pensa- debe reconocerse que no se tiene una
multiplica por sí mismo un número miento de lo infinito. En cambio, los idea positiva de la infinitud (ibid.,
infinito de veces, y esta infinita mul- filósofos llamados "empiristas", aun- II, xvii, 13), ni de la duración infini-
tiplicación culmina en la "potencia que se ocuparon asimismo del proble- ta ni del espacio infinito. Tampoco se
máxima" o "infinito máximo" que es ma del "infinito real", tendieron a puede poseer una idea completa del
Dios — un infinito centro de todos los analizar la cuestión del conocimiento Ser Eterno, o sea de Dios infinito.
infinitos actuales y posibles. de lo infinito y, en particular, la cues- Hay algo positivo y algo negativo en
Las especulaciones, los análisis, las tión de cómo se llega a adquirir la nuestras ideas acerca de lo infinito,
discusiones sobre el infinito en sus idea del infinito y de algo infinito. pero debe ejercerse gran precaución
varias formas durante la época de que Nos confinaremos a modo de ilus- en este punto, ya que muchos errores
estamos tratando no eran ajenas a lo tración a Locke. Este autor se ocupó se deben a haberse imaginado que se
que se ha llamado "pathos del infini- de la cuestión del infinito al compa- tenían ideas positivas de la infinitud.
to" y, en general, al "sentimiento de rar las ideas de duración y expansión En todo caso, las ideas de infinito
lo infinito". Éste se manifestaba de (Essay, II, xv). Observó que los hom- —respecto a la duración, al espacio y
varias maneras: en el asombro ante bres admiten más fácilmente la dura- al número— son modos de ideas sim-
"el laberinto del infinito y del conti- ción infinita que la expansión infinita ples (v. IDEA). Locke indica que
nuo", engendrador de paradojas, pero —la infinitud del tiempo más que la algunos matemáticos en el curso de
también de "verdades sublimes"; en del espacio—, pues aunque Locke no "más avanzadas especulaciones" pue-
la admiración ante la posibilidad de cortaba toda "relación" entre Dios y den tener otros modos de introducir
que el universo físico fuera infinito, el espacio, no afirmaba ni mucho me- en sus espíritus ideas de infinitud.
etc. Esta admiración era de carácter nos que Dios fuese espacial; en cam- Pero aun ellos tendrán que saber que
distinto de la que podía tenerse ante bio, Dios le aparecía como poseyendo obtuvieron "las primeras ideas que
la infinitud de Dios. Después de to- infinita duración. Ahora bien, lo que tuvieron de lo infinito, de la sensa-
do, parecía "natural" que Dios fuese le importaba sobre todo a Locke era ción y de la reflexión" (ibid., II,
infinito; además, la infinitud de Dios averiguar qué clase de "idea" es la xvii, 22).
no hacía arder la imaginación — por de infinito y cómo se llega a ella. A Kant habló de la representación del
lo menos la de los teólogos y filóso- este respecto estima que "finito" e espacio como "magnitud infinita"
fos, harto ocupados en "conceptuali- "infinito" son vistos como "modifica' (K.r.V., A 25 / Β 40) y de la infinitud
zar" la infinitud divina. En cambio, dones de la expansión y la duración del tiempo (ibid., A 32 / Β 48). Al
la idea de la infinitud del universo [antes había indicado que el tiempo mismo tiempo, siguió las ideas pre-
llamaba a la imaginación y no sólo al es respecto a la duración lo que el dominantes en su tiempo acerca de la
pensamiento. De ahí las referencias a espacio es respecto a la expansión]" infinitud del universo, e inclusive hizo
dicha infinitud y al puesto del hom- (ibid., II, xvii, 2). No es difícil ex- de esta idea —unida a la de "la ley
bre en ella en varios textos de la épo- plicar cómo se obtiene la idea de lo moral en mí"— la expresión patética
ca. El más conocido —y conciso— es finito: las porciones de extensión que de ese mismo sentimiento de admira-
el que se halla en los Pensamientos afectan a los sentidos y los períodos ción y casi temblor religioso que ha-
de Pascal. Recordemos simplemente ordinarios de sucesión con que se mi- bía manifestado Pascal en uno de sus
su tono: el hombre contempla la ma- de el tiempo llevan consigo la idea más famosos "pensamientos": "El
jestad del universo —el "infinitamen- de lo finito. En cuanto a la idea de lo eterno silencio de esos espacios infini-
te grande"— y queda sobrecogido. infinito, se obtiene observando que tos me aterra" (véase supra sobre
Contempla el prodigio de lo que está pueden irse juntando sin cesar porcio- "los dos infinitos" de Pascal). Pero
escondido en lo que le parece más nes de espacio a otras, y momentos en cuanto se trató de la noción del
ínfimo —una infinidad de universos del tiempo a otros. Así, Locke estima infinito, lo característico de Kant con-
en cada universo— y queda igual- que la idea del infinito es de natura- sistió en tratarlo "críticamente". Tal
mente sobrecogido. Se pierde en esas leza "aditiva". Ello no significa soste- sucede sobre todo en la primera de las
maravillas, "tan asombrosas en su pe- ner que el espíritu posee la idea de antinomias o "primer conflicto de las
quenez como lo son las otras en su un espacio infinito que exista efecti- ideas trascendentales". En efecto, la
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tesis enuncia: "El mundo tiene un ner, 4: 158 y sigs.). La infinitud ne- positivo de lo infinito y se ha des-
comienzo en el tiempo y está también gativa o mala no es sino la negación prendido de todo lo negativo del
limitado en el espacio" ( o "El mundo de lo finito (System der Philosophie; límite. En cambio, lo infinito es
es finito"), en tanto que la antítesis Glockner, 8: 222). La infinitud posi- negado rotundamente en las direc-
enuncia: "El mundo no tiene comien- tiva, o verdadera infinitud, es, en ciones condicionistas (Hamilton) y
zo y es ilimitado en el espacio; es in- cambio, la idea absoluta; en rigor, lo "relativistas" (Renouvier). Sobre todo
finito con respecto al tiempo y al infinito en cuanto positivo o afirma- este último, y algunos de sus dis-
espacio" (o "El mundo es infinito") tivo es una "nueva definición de lo cípulos, han insistido en las bases
(K.r.V., A 426 / Β 454). Nos hemos Absoluto" (op. cit.; id., 4: 157). Así, ontológico-realistas que supone siem-
referido a este punto con más detalle lo infinito positivo es propiamente el pre toda afirmación de lo infinito.
en el artículo ANTINOMIA. Nos limi- "ser verdadero"; la infinitud es la de- Según Renouvier, la refutación del in-
taremos a apuntar que desde el punto terminación afirmativa (no negativa) finito es de capital importancia para
de vista de la razón pura puede pro- de lo finito; si se quiere, lo infinito la fundamentación del personalismo;
barse tanto la tesis como la antítesis, positivo es "lo que es verdadero en infinito se opondría, a su entender,
lo cual muestra que en la idea de lo sí" ( o p . cit., id., 4: 149). Ahora bien, a persona. La mente puede pensar,
infinito la razón se mueve en el vacío, el Espíritu es infinito en sentido posi- en efecto, la serie infinita de núme-
sin los apoyos que le da en confinarse tivo y no en sentido negativo (o ma- ros como un conjunto, aunque enton-
dentro de la experiencia posible. La lo). El infinito negativo es el que es ces el conjunto no es un número,
tesis y antítesis son igualmente sus- susceptible de crecer indefinidamen- pues no está formado por unidades
ceptibles de "prueba" j u s t a m e n t e te, en tanto que lo infinito positivo, en cantidad determinada, ni tampoco
porque el objeto de ellas es no algo afirmativo o verdadero está completo, un todo, pues no está compuesto de
situado dentro del marco de la expe- se contiene a sí mismo y está en sí partes. Pensar lo infinito en este sen-
riencia posible, sino una "cosa en sí" mismo (bei sich). Es cierto que el tido es como pensar un Absoluto, un
(v.). Los que defienden la "tesis" son Espíritu se manifiesta asimismo como sujeto que no sea sujeto, sin rela-
los dogmáticos; los que defienden la finito, ya que de algún modo el Es- ción ninguna (Cfr. Derniers entre,
"antítesis" son los empiristas. Pero píritu es "lo infinito en finitud". Pero tiens, éd. Prat, 1905). En todo caso,
unos y otros dicen más de lo que sa- el manifestarse como finito no le im- es ilegítimo el paso de uno a otro,
ben (ibid., A 472 / Β 500). pide ser él mismo, en cuanto es en sí pues, como dicho filósofo enuncia,
No puede sorprender que cuando mismo, positivamente infinito. La po- "el hecho de que la primera idea
se abandonó la noción de cosa en sí, sitividad completa de lo infinito se da haya podido conducir a la segunda,
la idea del infinito volviera a penetrar cuando la razón absorbe los momen- que es formalmente su contradicto-
en la metafísica. Tal ocurrió en el tos de lo abstracto y de lo concreto, ria, puede explicarse por el realismo
idealismo postkantiano, auxiliado, de lo universal y de lo particular; por instintivo del espíritu, el cual, al pen-
además, por un nuevo "pathos de lo eso el verdadero infinito surge sólo, sar en la acumulación indefinida de
infinito" introducido por ciertas con- como proclama Hegel en la Lógica, los elementos componentes de ciertos
cepciones románticas. Tanto en Fich- cuando se ha absorbido completamen- objetos, se siente solicitada a formar
te como en Schelling y Hegel la idea te en lo positivo y absoluto no sólo idealmente su síntesis integral y a
de infinito es central. Pero lo es par- el infinito abstracto del entendimien- reunirlos en el concepto nominal de
ticularmente en Hegel. Este filósofo to (Verstand) mas también el infi- un sujeto" (Dilemmes, XXXV). Aquí
se refiere con frecuencia a lo infinito nito concreto de la razón (Vernunff). se manifiesta, pues, del modo más
(Unendliches) y a la infinitud (Unend- Las ideas de Hegel sobre el infini- terminante, la oposición al infinito
lichkeit). Hay, por lo pronto, varias to pueden caracterizarse como una —por lo menos al infinito actual—,
formas de infinito: lo infinito mate- "dialéctica del infinito". También hay con el cual se reconoce que se puede
mático, lo infinitamente grande, la una especie de "dialéctica del infini- operar, pero siempre que se vacíe pre-
infinitud subjetiva, la infinitud obje- to" en el Padre Gratry (v.), pero se viamente de toda relación y se con-
tiva, la infinitud positiva. Entre estos trata de una dialéctica de ascenden- vierta en un concepto vacío. Lo mis-
infinitos sólo el último es "el verda- cia platónica. En la "dialéctica del mo, y por razones análogas, arguye el
deramente infinito" (Das wahrhaft Padre Gratry se afirma lo infinito co- discípulo de Renouvier, F. Evellin,
Unendliche). En efecto, ni el infinito mo resultado de una serie de actos cuando dice que el infinito tiene una
matemático ni lo infinitamente grande trascendentes en el curso de los cuales existencia en el pensamiento como al-
(que es el Quantum) son propiamen- se van traspasando los límites, man- go posible, a diferencia de lo finito,
te "negación de la negación" (Philo- teniéndose lo que haya de positivo que es lo propio del ser concreto y
sophische Propadeutik; Gló'ckner, 3; en ellos. Se trata, pues, en último suficiente.
121-2). En cuanto a la infinitud término, de la afirmación de la po- El finitismo de las tendencias con-
subjetiva y a la infinitud objetiva, son sibilidad de un acceso trascendental dicionistas se basa principalmente
por sí mismas insuficientes; sólo se a lo infinito o, mejor dicho, de la en el argumento de que todo paso
completan cuando se unen mediante posibilidad de un acceso a lo infinito de lo finito (o bien de lo infinito
la razón. En general, una infinitud basado en una concepción realista de potencial) al infinito (actual) es un
negativa o infinitud mala (schlechte) la abstracción "ascendente". El paso salto racionalmente ilegítimo. Pues
y una infinitud positiva — llamada al límite es entonces posible, porque aunque se hable de un infinito actual
asimismo "infinitud a f i r m a t i v a " y el alma que efectúa el paso va car- —arguyen tales infinitistas—, lo que
"verdadera infinitud" (Logik; Glbck- gada, por así decirlo, con todo lo en rigor se hace es hablar de algo
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finito, o bien de un infinito potencial ñor extensión dejando el resto a los infinita (o, mejor, conjunto infinito)
que no puede ser jamás completa- espacios en blanco). Pues bien, a no tenía, por supuesto, nada que ver
mente enumerado. Mencionamos aho- base de esto consideremos el con- con ninguna experiencia o imagina-
ra, para completar esta sección, otros junto de todos los libros posibles. ción. Según ha escrito Louis Couturat
dos argumentos contra el infinito. Puesto que todo libro de la colección (De l'infini mathématique, 1896 [te-
Uno, parecido al de los condicionistas manifiesta una cierta distribución sis], pág. 540), "la idea del infinito
y propuesto repetidas veces por el de los 1.000 signos en 1.000.000 de no puede proceder de la experiencia,
matemático K. F. Gauss (1777-1858), lugares, hay solamente un número pues todos los objetos de la experien-
consiste en declarar que el infinito finito de tales distribuciones: exacta- cia son naturalmente finitos. No pue-
es solamente un modo de hablar. mente 1.000 elevado a la potencia de de ser construida por la imaginación,
Otro, que se encuentra en varios au- un millón. Por lo tanto, a pesar de pues ésta solamente es capaz de re-
tores, tanto matemáticos como filó- que el conjunto de los libros en petir y multiplicar los datos de los
sofos, consiste en poner de relieve cuestión contiene únicamente una sentidos, y con ello no so engendra
que la aceptación de un infinito cantidad finita de libros, hay entre más que lo indefinido", por lo cual
(actual) engendra paradojas insoste- éstos todos los libros que se han es- "la idea del infinito es necesaria-
nibles. Como ejemplo de tales pa- crito, se escriben, se escribirán y po- mente una idea a priori''. Cantor
radojas se menciona con frecuencia drían escribirse en el futuro (inclu- parte para demostrar su idea de la
la siguiente. Tomemos la serie de los yendo combinaciones de signos sin noción de conjunto. Según su defini-
números naturales, 1, 2, 3, 4, 5 . . . sentido, que serian en su gran ma- ción, "un conjunto es una colección
n, y la serie de los cuadrados de los yoría). El conjunto de los libros se- (Zusammenfassung) en un todo (Gan-
números naturales, I2, 22, 32, 42, guirá, empero, siendo finito; la bi- zes] de objetos determinados y dis-
5 2 ,... n2. Algunos manifiestan que blioteca total de que ha hablado tintos de nuestra intuición o de nues-
a medida que se avanza en la serie J. L. Borges es, pues, una biblioteca tro entendimiento, objetos que son
los cuadrados se van espaciando. Co- finita — aunque pavorosa. Ni si- llamados los elementos del conjunto"
mo consecuencia de ello, dicen, los quiera en este caso se ha dado el paso ("Beitrage zur Begründung der tran-
números naturales serían, al infinito, a lo infinito. No es extraño, pues, sfiniten Mengenlehre", Mathematische
en mayor número que la suma de que a muchos este paso haya pareci- Annalen, XXVI [1895], 481 sigs.). Se
sus cuadrados. Y si se arguye que no do una imposibilidad — o una pe- dice que el conjunto contiene los ele-
puede hablarse en el infinito de una sadilla. mentos o también que los elementos
relación mayor que, o de una rela- Ni estas ni otras paradojas del infi- pertenecen al conjunto. Los conjuntos
ción menor que, por haber desapa- nito asustaron a tres matemáticos: están regidos por el principio de ex-
recido toda relación, se contestará Bolzano ( v . ) , J. W. R. Dedekind tensionalidad, según el cual un con-
(con Renouvier) que sin relación no (1831-1916) y Cantor (v.). Bolzano junto está determinado por la totali-
puede concebirse ninguna entidad. expuso cierto número de estas "para- dad de sus elementos. Así, dos conjun-
Las tendencias finitistas no se apo- dojas" y logró mostrar que no son tos son equivalentes si, y sólo si,
yan, sin embargo, sólo en argumentos. tales. Así, en una de las "paradojas" contienen los mismos elementos. Ello
Subyacentes a los mismos se encuen- parecía que dos clases de puntos (uno es posible porque hay entre los ele-
tra con frecuencia lo que se ha lla- compuesto de un solo punto, y otro mentos de un conjunto y los de otro
mado "horror al infinito", "horror" compuesto de los puntos de una cir- conjunto equivalente una correspon-
causado por la percepción de que cunferencia) tenían la misma área. dencia uno a uno (o biúnica). Los
cualquier cantidad, por grande que Pero la "paradoja" se debía a haber conjuntos pueden ser finitos o infini-
sea, agregada a un conjunto finito concebido que los puntos, sean finitos tos. Ejemplo de conjuntos finitos es el
dado, da siempre por resultado otro sean infinitos en número, ocupan conjunto de los dedos de ! i mano de-
conjunto finito. Para comprender áreas. De este modo Bolzano llegó a recha. Este conjunto es equivalente al
hasta qué punto tal percepción puede formular varias ideas acerca de la na- conjunto de los dedos de la mano iz-
influir en las mentes, recurriremos turaleza de los conjuntos que fueron quierda, porque pueden ser pareados
a un ejemplo proporcionado por A. sistemáticamente elaboradas por De- en tal forma que la correspondencia
Fraenkel de formación de un agre- dekind y Cantor. Dedekind formuló entre el primer conjunto y el segundo
gado difícilmente pensable y, sin em- un postulado de continuidad que su- conjunto o viceversa sea biúnica. To-
bargo, finito. Imaginemos, siguiendo ponía la definición de "conjunto infi- dos los conjuntos que pueden ser pa-
a este autor, un sistema de 1.000 nito" en un sentido semejante al de reados con el conjunto de los dedos
signos que sean suficientes para todas Cantor. Pero a Cantor se debe la doc- de la mano izquierda son, por lo de-
las consonantes y vocales en diferen- trina más completa de los conjuntos, más, equivalentes: todos tienen como
tes alfabetos (mayúsculas, cursivas, y con ello de los conjuntos infinitos. característica común el número 5,
etc.), para los numerables, signos de En las investigaciones que llevó a que es llamado número cardinal del
puntuación, espacios entre expresio- cabo a partir de 1871, este autor mos- conjunto en cuestión. Visto lo ante-
nes y entre líneas, etc., y que puedan tró que pueden introducirse en mate- rior, puede darse una definición más
servir como materia prima para es- mática series infinitas y que pueden formal de conjunto finito: un conjun-
cribir cualquier libro. Supongamos ejecutarse operaciones con ellas. La to, C, es llamado finito, si hay un nú-
ahora que todo libro contiene un mi- teoría que Cantor elaboró a este efec- mero natural, n, tal que C contenga
llón de signos (lo cual hace posible to es llamada "teoría de los conjun- n y no más elementos que n. Un im-
componer un libro cualquiera de me- tos" (Mengenlehre). La idea de serie portante teorema en la teoría de los
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INF INF INF
conjuntos finitos es el que enuncia conjunto de todos los números rea- toriana: Κ. Τ. Weierstrass (1815-
que un conjunto finito, C, no es equi- les entre O y 1 incluyendo 1; el con- 1897), G. Frege, B. Russell, H. Poin-
valente a cualquier subconjunto suyo. junto de todos los números reales; el caré (este último después de haber
Ahora bien, las mismas nociones que conjunto de todos los números tras- defendido durante un tiempo el fini-
sirven para definir los conjuntos fini- cendentales entre dos números rea- tismo) analizaron las ideas de Can-
tos pueden servir para definir los les dados; el conjunto de todos los tor que hoy son consideradas por mu-
conjuntos infinitos. En efecto, pode- números trascendentales; el conjunto chos como fundamentales en mate-
mos considerar la definición dada de de todos los puntos de una línea rec- mática y en lógica.
conjunto finito y decir que un conjun- ta; el conjunto de todos los puntos Observemos que el infinito canto-
to que no es finito es llamado conjun- de un plano; el conjunto de todos riano se refiere a magnitudes infini-
to infinito. O podemos considerar el los puntos de un espacio tridimen- tamente grandes. Por eso se usa el
teorema citado y definir un conjunto sional; el conjunto de todos los pun- vocablo 'transfinito' para tales mag-
infinito del modo siguiente: un con- tos de un espacio de un número cual- nitudes, a diferencia del vocablo 'in-
junto, C, es llamado infinito, si existe quiera, n, de dimensiones. El número finitesimal' que cualifica a las mag-
un subconjunto de C, al cual C es cardinal transfinito de tales conjun- nitudes infinitamente pequeñas. Se
equivalente. Si no existe un subcon- tos fue llamado por Cantor la poten- trata, pues, de un infinitismo de lo
junto que presente tal propiedad e] cia del conjunto, c. Los conjuntos transfinito y no de un infinitismo de
conjunto es llamado finito. Ejemplo infinitos no se agotan con c. Lo que lo infinitesimal. En lo que toca a
de conjunto infinito es el conjunto de ocurre en los conjuntos finitos, es de- este último, el finitismo de Gauss
todos los números naturales. Todos cir, el hecho de que dado un con- sigue siendo umversalmente acepta-
los conjuntos que puedan ser parea- junto finito cualquiera pueda encon- do. En efecto, a pesar de los esfuer-
dos en una relación biúnica con el trarse un número cardinal superior zos de algunos autores (H. Cohén,
conjunto de todos los números natu- al número cardinal que corresponde P. Natorp), que han intentado con-
rales tienen el mismo número cardi- a tal conjunto, en virtud de que el cebir los diferenciales como constan-
nal. Pero el número cardinal de un conjunto de todos los posibles sub- tes infinitamente pequeñas, defini-
conjunto infinito no es un número conjuntos del conjunto dado tiene un bles por analogía con los números
natural, n; es, como lo llama Cantor, número cardinal superior al del con- transfinitos, no se ha logrado esta-
un número cardinal transfinito. Hay junto dado, tiene lugar también en blecer un cálculo sobre esta base. Por
un número infinito de números car- los conjuntos infinitos. Así, la serie lo tanto, la matemática, a través del
dinales transfinitos. El que correspon- de todos los conjuntos posibles for- cálculo infinitesimal, sigue conside-
de al conjunto de todos los números mados a base de los números reales rando las magnitudes infinitesimales
naturales es del tipo más simple. Den- es mayor y tiene, por ende, un nú- como magnitudes potencial y no ac-
tro de este tipo hay también los con- mero cardinal mayor que la serie de tualmente infinitas.
juntos siguientes: el conjunto de to- todos los números reales. En general, Los párrafos anteriores se refieren
dos los pares de todos los números pues, por encima del número cardi- al infinito matemático. Se ha deba-
naturales, el conjunto de todos los nal transfinito ínfimo, So, hay un tido también mucho durante las úl-
cubos de todos los números natura- número cardinal transfinito, Si. Por timas décadas la cuestión del infinito
les, el conjunto de todos los números encima del número cardinal transfi- real, es decir, el problema de si el
racionales, el conjunto de todas las nito, χι, hay un número cardinal universo es finito o infinito. Lo más
fracciones racionales, el conjunto de transfinito, N 2, y así sucesivamente. habitual ha sido defender la concep-
todos los números algebraicos. Este Más aun: dado un número cardinal ción de que el universo es finito,
tipo de conjuntos infinitos es llamado transfinito χ w, será posible todavía aunque no limitado, en un sentido
denumerable; son conjuntos denume- un número cardinal transfinito mayor: parecido a como puede hablarse de
rablemente infinitos. Propiedad fun- χ w. Dado 8 w, será posible todavía la finitud y no limitación de la super-
damental de los conjuntos denumera- un número cardinal transfinito mayor: ficie de una esfera. Junto a este pro-
blemente infinitos es la de que cual- X w H. i, y así sucesivamente. Según blema se ha discutido mucho acerca
quier subconjunto infinito de ellos es Cantor, c está representado por S i, de si corresponden a la realidad so-
a su vez denumerable. El número donde S.i < So· lamente los términos de las ecuacio-
cardinal transfinito de los conjuntos Las ideas de Cantor fueron reci- nes matemáticas que definen magni-
denumerablemente infinitos es repre- bidas con escaso favor por la mayor tudes finitas o si puede aceptarse tal
sentado por Cantor mediante la no- parte de sus contemporáneos; fueron correspondencia también para ecua-
tación )$o> llamada alef-cero. Ahora especialmente combatidas por Leo- ciones matemáticas que definen mag-
bien, hay conjuntos cuyo número car- pold Kronecker (1823-1891). Se de- nitudes infinitas. Las opiniones sobre
dinal transfinito no es representado bía esto a dos motivos. Por un lado, este último punto han estado más di-
por X o> se trata de conjuntos infini- a que por lo común se seguía en ma- vididas. En rigor, hay dos concepcio-
tos no denumerdbles, así llamados temática la opinión ya citada de nes fundamentales al respecto. La
porque no puede ingeniarse ningún Gauss. Por otro lado, a que muchos primera, que niega la corresponden-
procedimiento para contar los elemen- de los pensadores que habían tratado cia con la realidad de tales ecuacio-
tos que pertenecen a ellos ni tampo- el problema del infinito habían acep- nes (por lo menos en lo que toca a
co para contar los subconjuntos que tado el infinito potencial, pero no el ciertas magnitudes, tales como la ener-
contienen. Ejemplos de conjuntos no infinito actual. Pronto, sin embargo, gía). La segunda, que afirma la po-
denumerablemente infinitos son: el se prestó atención a la doctrina can- sibilidad de emplear tanto ecuacio-
957
INF
nés que definen magnitudes finitas,
como ecuaciones que definen magni-
tudes infinitas (por lo menos en lo
que toca a ciertas magnitudes, tales
como el espacio). La primera concep-
ción se basa en el realismo (físico);
la segunda, en el operacionalismo
(metodológico). Todas estas teorías
emplean un instrumental conceptual
considerablemente más refinado que
el usado por los filósofos clásicos que
se plantearon los problemas del infini-
to y del conjunto. Sin embargo, todas
ellas muestran que las cuestiones sus-
citadas por tales filósofos, ya desde
las paradojas de Zenón de Elea,
apuntaban derechamente a lo mismo
que se proponen dilucidar la ciencia
V la filosofía contemporáneas.

INFLUXUS PHYSICUS. Ver PRE-


MOCIÓN.
INFORMACIÓN. En el artículo
COMUNICACIÓN (I) nos hemos refe-
rido a algunas cuestiones planteadas
por la transmisión de información. En
el presente artículo trataremos breve-
mente de la noción de información tal
como ha sido elaborada por la llama-
da "teoiía de la información". El mo-
tivo principal de consagrar un artícu-
lo a dicha noción es el haber suscitado
el interés de muchos filósofos y en
particular de los lógicos.
La información de que hablamos
es la que consiste en un cierto núme-
ro de datos llamados con frecuencia
"datos primarios", que son transmiti-
dos desde una fuente emisora a una
estación receptora. No se trata de
transmisión de conocimientos, sino
simplemente de datos. Éstos son ge-
neralmente señales que pueden adop-
tar muchas formas y que suelen tra-
ducirse a términos numéricos de modo
que pueda medirse con precisión la
cantidad de información transmitida.
Lo que se transmite se llama "mensa-
je". Cuando el mensaje se halla com-
puesto de dígitos binarios —O y 1—,
cada unidad de información recibe el
nombre de "bit" (abreviatura de bi-
nary digit).
Debe distinguirse entre el mensaje
transmitido y la información que con-
tiene el mensaje. Esta información
va usualmente acompañada de los lla-
mados "ruidos". El mensaje transmi-
tido es, pues, una suma compuesta
de la información y de los ruidos con
INF ÎNÔ ING
que va acompañada. Con el fin dd CIÓN. Estas dos cuestiones no agotaii sificación una noción demasiado "ma-
reducir a un mínimo los ruidos, se ni mucho menos los problemas susci- terial" o excesivamente atenta a las
usan los llamados "filtros". tados por la teoría de la información; articulaciones "naturales" de la rea-
La información puede considerarse como esta teoría se halla, además, lidad.
independientemente de todo conteni- todavía en pleno desarrollo, es pre- En su obra consagrada a estudiar
do semántico (de toda "significa- maturo dar una lista de problemas, la controversia sobre la existencia del
ción"). La información se define en algunos de los cuales podrán dejar mundo (del "mundo exterior") —po-
este caso estadísticamente. Por otro oportunamente de serlo, o de parecer siblemente la obra capital de Ingar-
lado, la información puede conside- tales. Es probable, sin embargo, que den— nuestro autor se opone tanto a
rarse como ligada a un contenido se- desde el punto de vista filosófico la los idealistas como a los realistas.
mántico. En el primer caso el estudio teoría de la información contribuya a Previa a la cuestión metafísica de la
de la información es el objeto de la esclarecer algunas cuestiones relativas existencia o no existencia del mundo
llamada propiamente "teoría de la a la estructura de todas las posibles real es, según Ingarden, la cuestión
información". En el segundo caso el situaciones en las cuales hay emisio- "ontológica" acerca del significado de
estudio de la información es el objeto nes, deformaciones, traducciones y la expresión 'mundo real'. Para res-
de la llamada "teoría del contenido respuestas y, por consiguiente, algu- ponder adecuadamente a esta cues-
semántico". En ambos casos es carac- nas cuestiones relativas a ciertas si- tión es menester examinar todos los
terístico del estudio de la informa- tuaciones humanas básicas. Aunque la tipos de seres: seres individuales au-
ción el que, dada una señal o unidad teoría de la información es una teoría tónomos (a su vez divididos en varios
de información, tiene que haber una matemática en la cual el término 'in- otros tipos), ideas, seres intencionales,
cierta indeterminación con respecto a formación' tiene un sentido técnico cualidades. El citado examen supone
la próxima señal o próximas señales. preciso, no parece haber inconvenien- un análisis de los diversos modos de
En efecto, una "información" que no te en aplicar algunos de sus resultados existencia, al cual sigue un estudio
ofrezca ninguna indeterminación no a cuestiones que se hallan fuera de la de las diversas formas de los seres.
es propiamente hablando información. teoría. En el curso de estas averiguaciones
La cantidad de información propor- INGARDEN (ROMÁN), nac. en pasa Ingarden revista a casi todos los
cionada por una señal es función de 1893, profesor en la Universidad de problemas filosóficos fundamentales
su probabilidad. Se estima que la Cracovia, ha trabajado en estrecha re- — forma, materia, temporalidad, mun-
cantidad en cuestión es igual al loga- lación con la escuela fenomenológica do, conciencia. El propósito capital
ritmo negativo de base 2 de la proba- de Husserl, a la cual ha pertenecido de Ingarden es poner de relieve todas
bilidad de la señal. Por este motivo la formalmente, así como en conexión las implicaciones de las posiciones rea-
información en el sentido aquí apun- con las investigaciones de tipo lógico lista e idealista con el fin de mostrar
tado no se refiere a lo que se "dice", y epistemológico desarrolladas por que ninguna de ellas es adecuada.
sino a lo que "podría decirse". A cau- los pensadores del llamado Círculo
sa de ello la teoría de la información de Varsovia (VÉASE). Su investiga-
incluye teorías tales como la teoría de ción del problema de la petición de
la probabilidad, de la decisión, "tra- principio en el conocimiento está
ducción", "rectificación" y otras aná- casi por entero en la dirección de la
logas. Incluye asimismo partes consi- fenomenología: el conocer topa con
derables de la teoría de los lenguajes dificultades insolubles y hasta con an-
en cuanto señales transmisibles. tinomias si de algún modo no resuel-
Entre los problemas suscitados por ve el círculo vicioso del conocer que
la teoría de la información en sentido necesita justificarse a sí mismo por el
amplio hay la cuestión de que hasta conocimiento por medio de la acep-
qué punto hay, o puede haber, para- tación de una intuición. Estas inves-
lelismo entre una información sin tigaciones le condujeron primero al
ningún contenido semántico y una in- estudio de la relación entre intui-
formación con contenido semántico. ción e intelecto en Bergson y luego
Algunos autores indican que no hay al examen de "la obra de arte lite-
paralelismo alguno, y que es abusivo raria", examen que supone como
dar el nombre de "teoría de la infor- condición previa una fenomenología
mación" a lo que es, según apunta- del objeto artístico. A su vez, esta
mos, una "teoría del contenido se- fenomenología desemboca en una
mántico". Otros autores admiten, más teoría general del objeto que In-
o menos vagamente, un paralelismo, garden ha desarrollado con particu-
y afirman que éste puede manifestar- lar detalle y amplitud al distinguir
se cuando se estudia la información entre cuatro esferas de objetividad
como un aspecto de la comunicación. (véase OBJETO) y al suponer que
Otra cuestión es la de la naturaleza esta distinción permite eliminar las
de las llamadas "máquinas de infor- dificultades que se han producido
mación"; nos hemos referido a ella al respecto cuando se ha tomado
brevemente en el artículo COMUNICA- como punto de partida para la cla-
959
ING INM
te su vinculación con el ambiente ventud, 1945. — Francisco Romero,
filosófico de su tiempo en Argentina Sobre la filosofía en América, 1952,
y también en una parte de Europa. págs. 19-71.
En efecto, sin dejar nunca de ser INHERENCIA. Según muchos au-
naturalista, y oponiéndose siempre a tores escolásticos, el inherir (inhaere-
toda filosofía de tipo sobrenaturalis- re) es el existir en algo, conforme a
ta o trascendental, Ingenieros reco- la noción aristotélica de ΰττάρχειν τινί.
noció no sólo la necesidad e inevi- Se dice, por ejemplo, que algo inhie-
tabilidad, sino también la posibilidad re en un sujeto, que algo posee res-
de la metafísica. Así lo indicó en pecto a un sujeto dependentia in-
uno de sus escritos más caracterís- haesiva. Entre las formas de inheren-
ticos a este respecto, las Proposicio- cia que los escolásticos han distingui-
nes relativas al porvenir de la filo- do mencionaremos la inherencia ap-
sofía. Ingenieros afirma en ellas la titudinal (o potencial) y la actual.
existencia de un perenne "residuo Se ha distinguido a veces también
inexperiencial fuera de la experien- entre un sentido general de la inhe-
cia". Este residuo no es algo "sobre- rencia, según el cual ésta conviene
natural", ni "trascendental" ni "ab- no sólo a los accidentes, mas tam-
soluto", pero tampoco algo "ininte- bién a la naturaleza, y un sentido
ligible" o "incognoscible". Hay una especial de la inherencia, según el
cual ésta conviene únicamente a los
posibilidad humana de conocerlo, y
accidentes. En el primer sentido, el
frente a ella cobra sentido su ca- alma es considerada a veces como
rácter inexperiencial. Ahora bien, este una forma inherente.
residuo es el objeto de la metafísica, La inherencia se distingue con fre-
la cual no coincidirá con la meta- cuencia de la subsistencia. Esta dis-
física tradicional —plagada de pseu- tinción ha sido admitida por Kant
do-problemas—, sino que será una según hemos explicado con más de-
metafísica nueva, que usará hipóte- talle en el artículo sobre la noción
sis lógicamente legítimas, bien que de subsistencia (VÉASE). Numerosos
I N G E N I E R O S (JOSÉ) (1877- distintas de las de la ciencia, y ca-
1925), nació en Buenos Aires, donde filósofos modernos han rechazado la
racterizadas por su universalidad, noción de inherencia como inútil
cursó la carrera de medicina. En la
perfectibilidad, antidogmatismo e im- (Hume) o como contradictoria (Her-
Universidad de la misma ciudad fue
personalidad u objetividad. bart entre otros).
nombrado en 1904 profesor de psico-
logía experimental, disciplina a la INMANENCIA. Se dice de una
que dedicó gran parte de sus tra- actividad que es inmanente a un
bajos. Situado en la confluencia del agente cuando "permanece" dentro
positivismo autóctono que habían ini- del agente en el sentido de que tiene
ciado Alberdi, Sarmiento y Mitre, y en el agente su propio fin. El ser
de las influencias positivistas proce- inmanente se contrapone, pues, al ser
dentes de Europa, especialmente de trascendente —o "transitivo"— y, en
Spencer y Comte, Ingenieros repre- general, la inmanencia se contrapone
sentó en la Argentina el movimiento a la trascendencia (VÉASE). En el
que contemporáneamente dominaba artículo Acto nos hemos referido ya
en Hispanoamérica (Barreda en Mé- a dos tipos de actividades de que ha-
xico, Varona en Cuba, etc.), no sin bló Aristóteles en Met.: las activida-
matices originales, derivados en gran des en que la acción pasa del agente
parte de los problemas psiquiátricos, al objeto (como "cortar", "separar",
criminológicos y psico-fisiológicos por etc.) y las actividades en que la ac-
los que se interesaba. Se podría, ción revierte sobre el agente y se
pues, calificar a Ingenieros como uno completa en él (corno "pensar").
de los principales representantes del Puede llamarse a estas últimas pro-
movimiento positivista o, mejor di- piamente "actividades", a diferencia
cho, del aspecto cientificista de este de las primeras, que son "movimien-
movimiento. Sin embargo, ello brin- tos".
daría sólo un aspecto parcial e insu- Muchos escolásticos han tomado
ficiente del pensamiento filosófico pie en esta idea aristotélica para dis-
de Ingenieros. Actualmente se reco- tinguir entre una actio immanens (o
noce que si Ingenieros puede ser permanens) y una actio transiens.
considerado como un positivista cien- Así, por ejemplo, Santo Tomás en
tificista, ello representa únicamente S. theol., I, q. XIV (et al. loe.). Este
un punto de partida y en buena par- sentido de 'inmanente' e 'inmanencia'
INM INM INM
fue adoptado por Spinoza, Wolff y cendentales pueden usarse de un mo- Es posible que ninguna definición
otros autores, aunque no siempre den- do "propio" y, por lo tanto, de un del "inmanentismo contemporáneo"
tro de los límites establecidos por modo inmanente cuando no son con- sea satisfactoria, por la sencilla razón
Aristóteles y los escolásticos. En todo fundidas con conceptos de cosas rea- de que hay (o ha habido) varios
caso, el concepto de inmanencia des- les (ibid., A 643 / Β 671). "El em- tipos distintos de "filosofía de la in-
empeña en Spinoza un papel capital pleo de la razón en [el] estudio racio- manencia". Tres tipos son especial-
por cuanto Dios es definido en su nal de la Naturaleza es o físico o mente discernibles. I. Por un lado, la
sistema del modo siguiente: "Deus est hiperfísico o, por mejor decirlo, o filosofía inmanente de Schubert-Sol-
omnium rerum causa immanens, non inmanente o trascendente. El primero dern, afín al inmanentismo de Avena-
vero transiens" (Eih. I, xviii) — "Dios se ocupa del conocimiento de la Na- rais, de Mach y, en parte, de Rehmke.
es causa inmanente, pero no transiti- turaleza en cuanto puede ser aplicado Los puntos de vista del inmanentismo
va de todas las cosas". Spinoza de- a la experiencia (in concreto); el se- filosófico, representados también por
muestra así esta proposición: "Todo gundo, de aquella conexión de los ob- Wilhelm Schuppe, Max Kaufmann y
lo que es, es en Dios y debe ser con- jetos de la experiencia que trasciende Martin Keibel, fueron desarrollados
cebido por Dios (de acuerdo con la toda experiencia" (A 845 / Β 873). en la revista Zeitschrift für immanente
proposición xv); por lo tanto (coro- Como en otros aspectos de la filosofía Philosophie, que apareció de 1896 a
lario 1 de la proposición xvi), Dios kantiana, aquí también los idealistas 1899. Su principio capital es el prin-
es causa de las cosas que están en Él, postkantianos ( especialmente Fichte cipio de la conciencia (Satz des
y esto es lo primero. Luego, fuera de y Schelling) proyectaron los signifi- Bewusstseins), tal como figura en
Dios no puede haber ninguna subs- cados de los principios a los "funda- la Erkenntnistheoretische Logik, de
tancia (según proposiciones xiv), es de- mentos de lo real". Así, por ejemplo, Schuppe, según el cual "todo ser
cir (según definición iii), ninguna en Fichte la actividad del Yo es pu- objetivo tiene su existencia, el con-
cosa que fuera de Dios exista por sí ramente inmanente, pero no porque cepto de su existencia, sólo como
misma, y esto es lo segundo. Por lo se confine dentro de los límites de la contenido en otra realidad, como su
tanto, Dios es causa inmanente, pero experiencia posible, sino porque en- condición básica fundamentante. La
no transitiva de todas las cosas". gendra el campo mismo de la expe- tiene en la realidad del yo conscien-
El modo como Spinoza hace uso riencia. te, que sin contenido de conciencia
de la noción de inmanencia indica Desde fines del siglo xix y especial- sería, evidentemente, una mera abs-
que se trata no sólo de distinguir en- mente en los comienzos de nuestro tracción". Schubert-Soldem ha dado
tre dos modos de acción, sino también siglo se han desarrollado varias co- una fórmula solipsista del principio
de hacer de uno de estos modos el rrientes filosóficas que han recibido de inmanencia al proclamar que "lo
verdaderamente "real", por ser a la el nombre de inmanentismo o filoso- que existe (besteht) soy yo, y yo soy
vez el plenamente "racional". Este fías de la inmanencia. A. Krzesinski todo lo que existe". 2. Por otro lado,
punto ha sido tratado por Francisco (op. cit. infra) define estas comentes se califican de filosofías inmanen-
Romero (Cfr. infra) al poner de re- del modo siguiente: son filosofías que tistas ciertas tendencias encaminadas
lieve que el "inmanentismo racionalis- "sólo buscan el mundo real en la con- sobre todo a una dilucidación del
ta" es una tendencia característica del ciencia. Todo cuanto existe debe ser acto religioso. El inmanentismo sería
pensamiento moderno, a diferencia inmediatamente dado a un sujeto en en este caso una doctrina que sos-
del reconocimiento de la trascenden- el conocimiento sin ningún interme- tendría el primado de la experiencia
cia ( VÉASE ) en muchas direcciones de diario". Esta definición es por un lado religiosa interna sobre el conocimien-
la filosofía contemporánea. El Maes- demasiado estricta (pues deja de la- to discursivo de Dios. En este res-
tro Eckhart parece haberse acercado do, no obstante los ejemplos dados pecto Blondel (VÉASE) ha hablado
a una concepción de lo inmanente por el propio Krzesinski, a tendencias de un "método de inmanencia" en
como lo real al traducir immanens por como el blondelismo ) ; por otro lado, la filosofía y en la apologética, pero
innebliebenz ("lo que permanece o es demasiado amplia (pues puede in- hay que tener en cuenta que este
reside dentro"; apud Eucken, Ge- cluir a corrientes como la fenomeno- método no coincide, según dicho au-
schichte der philosophischen Termino- logía, donde la supresión de todo "in- tor, con ciertas consecuencias del
logie, pág. 204). termediario" entre la conciencia in- modernismo (VÉASE) y es, por el
Kant empleó los términos 'inmanen- tencional y el objeto constituye un contrario, la única posibilidad de
te' y 'trascendente' en relación con los supuesto fundamental). Según Krze- que, roto el círculo vicioso del inte-
principios. "Llamaremos inmanentes sinski, todos los filósofos idealistas, lectualismo, pueda darse una efecti-
a los principios cuya aplicación se panteístas y modernistas son inma- va "trascendencia en la inmanencia".
restringe por entero dentro de los lí- nentistas; así, lo son Ollé-Laprune, Lo mismo opina Edouard Le Roy,
mites de la experiencia posible; y Blondel, Laberthonnière, E. Le Roy, que, sin embargo, concibe de un
trascendentes a los principios que pre- Hamelin, Le Senne (en su primera modo más radical el inmanentismo:
tenden hollar tales límites" (K. r. V., época) [VÉANSE], J. de Gaultier inmanencia y trascendencia no son
A 295-6 / Β 352). 'Trascendente' no (1858-1942), Gentile, Schuppe, Ric- para Le Roy contradictorias y respon-
equivale a 'trascendental' (VÉASE). kert (VÉANSE). Los dos últimos re- den sólo a dos momentos de la du-
El empleo de los principios del enten- presentan el inmanentismo gnoseoló- ración, a lo devenido y al devenir.
dimiento o categorías es enteramente gico, el cual procede del empirismo, 3. Finalmente, se ha considerado
inmanente (ibid., A 308 / Β 3Θ5). recibe influencias del positivismo y como inmanentista una parte del idea-
Debe reconocerse que las ideas tras- adopta una actitud anti-metafísica. lismo contemporáneo italiano: el ac-
961
INM INM
sales. Así, Pedro es (en el sentido 'Inmaterialismo' es por ello el nombre
aquí entendido) algo material o, por dado a la filosofía de Berkeley (A.
lo menos, algo no inmaterial: una de- A. Luce, Berkeley's Immaterialism,
terminada substancia. Pero la noción 1945; también Harry M. Bracken,
de substancia es inmaterial. The Early Réception of Berkeley's
Las divergencias sobre el status Immaterialism 1710-1733, 1959); se-
ontológico de lo inmaterial aparecen gún Berkeley, sólo el inmaterialismo
ya en las doctrinas de Platón y Aris- es capaz de evitar el escepticismo y el
tóteles. Para el primero las entidades ateísmo.
inmateriales (como las ideas, el alma) INMEDIATO. Se distingue a veces
son las más reales; no son accesibles entre el conocimiento inmediato y el
a los sentidos, pero lo son al "ojo in- conocimiento mediato. El primero es
terior". Para el segundo, las entida- un conocimiento directo; el segundo,
des inmateriales (como las ideas, la un conocimiento indirecto.
forma [la noción de forma], la mate- El sentido de 'conocimiento inme-
ria [la noción de materia], etc.) son diato' difiere según se refiera a la es-
reales en cuanto están incorporadas fera psicológica, a la gnoseológica o a
en algo no inmaterial. Sin embargo, la lógica. En la esfera psicológica el
puede preguntarse si la Forma pura, conocimiento inmediato es el que se
y especialmente el Primer Motor da (o se supone que se da) por la
(VÉASE), aunque inmaterial, no es aprehensión directa de los "datos".
también real. Estos datos pueden ser externos o in-
Los escolásticos se ocuparon con ternos según se refieran al "mundo
frecuencia de la noción de lo inma- exterior" o al propio sujeto. En la
terial. Los tomistas distinguieron en- esfera gnoseológica el conocimiento
tre varias especies de inmaterialidad. inmediato es el que se obtiene cuando
Por un lado, algo es inmaterial en se supone que no hay especies inter-
tanto que es abstraído mentalmente medias o intermediarias entre el obje-
de una realidad concreta; lo bueno, to y el sujeto cognoscente. El objeto
por ejemplo, es inmaterial en cuanto en cuestión puede ser un objeto sen-
abstraído de las cosas buenas. Por sible o uno inteligible. En la esfera
otro lado, algo es inmaterial si bien lógica el conocimiento inmediato es
intrínsecamente dependiente de algo el que se tiene de ciertas proposicio-
material; así, los sentidos orgánicos, nes que se supone que son evidentes
que son materiales, pueden constituir por sí mismas (o que se admiten co-
la base para percepciones de elemen- mo postulados), a diferencia del co-
tos no materiales. Luego, algo es in- nocimiento mediato, obtenido por
INMATERIAL, INMATERIALIS- material cuando es intrínsecamente medio del razonamiento (VÉASE) o de
MO. Una entidad se llama "inmate- independiente de la materia; así, el la inferencia (VÉASE).
rial" cuando está desprovista de ma- alma humana. Finalmente, algo es Charles A. Wallraff (art. cit. infra)
teria (VÉASE). La noción de entidad (plenamente) inmaterial cuando es considera que en el pensamiento con-
inmaterial tiene filosóficamente su ori- independiente intrínseca y extrínseca- temporáneo se dan por lo menos cua-
gen en la idea de que puede haber mente de la materia; así, los espíritus tro distintos significados de 'inmedia-
realidades no sensibles; cuando las puros y Dios son inmateriales en este to' — los cuales afectan tanto a la
realidades sensibles son equiparadas último sentido. En dos sentidos por esfera psicológica como a la gnoseoló-
con realidades materiales, las entida- lo menos puede entenderse lo inma- gica, de modo que con frecuencia es
des no sensibles son consideradas co- terial como espiritual (véase ESPÍRI- difícil distinguir entre ambas.
mo inmateriales. Por lo común se esti- TU, ESPIRITUAL). En un primer sentido, lo inmediato
ma que una entidad inmaterial sólo Ciertos pensadores se niegan a re- —o la "inmediatez"— se refiere a una
es aprehensible por medio de actos conocer la realidad de lo inmaterial si cierta contigüidad espacio-temporal de
cognoscitivos de índole racional, in- este último es entendido como una lo conocido con respecto al sujeto
telectual, etc. Ahora bien, lo inmate- substancia; en cambio, pueden admi- cognoscente. Esta inmediatez se debe
rial puede ser descrito de muy diver- tir que hay algo inmaterial que es a que los objetos de la percepción
sas maneras. Dos de ellas son espe- objeto del conocimiento, como los sensible afectan a los nervios del su-
cialmente importantes: la gnoseológi- "universales". Por otro lado, Berkeley jeto, produciendo un "acontecimiento
ca y la metafísica. Desde el punto de sostuvo que lo que necesita prueba mental". Esta es la concepción espa-
vista gnoseológico lo inmaterial apa- es la existencia de la materia. Las di- cio-temporal de la inmediatez acepta-
rece como objeto de conocimiento. ficultades que plantea la existencia de da en el pasado por algunos empiris-
Desde el punto de vista metafísico, la materia desaparecen, en cambio, tas, aunque comunmente rechazada
aparece como realidad. Gnoseológica- cuando se adopta la noción de inma- por desembocar en el solipsismo.
mente se consideran como inmateria- terialismo (Three Dialogues, III; En un segundo sentido, la inme-
les las ideas, los números, los univer- Works, ed, T. E. Jessop, pág. 259). diatez es primariamente psicológica y
962
INM INM INM
se basa en la admisión de ciertos da- en ambos se mantiene la no separa- En muchos casos el inmoralismo
tos primarios aprehendidos por los ción entre el pensar y el ser del pen- es una consecuencia del naturalismo
órganos de los sentidos. Con frecuen- sar, pero ha indicado que mientras radical: la aplicación de criterios na-
cia esta inmediatez se refiere a datos Descartes procedía del saber inmedia- turalistas para la explicación de
del sentido externo, pero a veces se to del Cogito a otros saberes, en su fenómenos no naturales obliga con
incluyen en ella asimismo datos del propio sistema la inmediatez tiene un frecuencia a sostener primero un
sentido interno. Este significado de carácter absoluto y es la inseparabi- amoralismo y luego un inmoralismo.
'inmediatez' es el que se funda en la lidad entre el pensar y el Absoluto. Debe tenerse, sin embargo, buen cui-
idea del conocimiento propugnada Por eso el concepto de inmediatez dado en no confundir el naturalismo
por Locke y especialmente por Hume. en Hegel se aplica no solamente al en la moral con el inmoralismo, que
En un tercer sentido, la inmediatez saber inmediato, sino también a la es sólo una de las posibles conse-
se refiere a todo "lo dado" (VÉASE), "religión inmediata" y a la "obra de cuencias del primero y no un resul-
incluyendo en éste las llamadas "cua- arte inmediata"; lo inmediato no es tado inevitable del mismo. Algo se-
lidades terciarias". El ejemplo más lo que viene de lo reflexivo: la refle-
mejante ocurre con un historicismo o
característico de esta concepción de xión "pone" (por ejemplo, la oposi-
la inmediatez es el constituido por la ción de la oposición) mientras que con un sociologismo radicales: con
el saber inmediato concluye. Sin em- frecuencia dan lugar a un inmoralis-
fenomenología.
En un cuarto y último sentido, la bargo, Hegel parece distinguir entre mo, pero éste no se deriva forzosa-
inmediatez se refiere a elementos bá- grados de la inmediatez cuando re- mente de aquéllos.
sicos, y directamente aprehendidos, conoce que la reflexión "halla siem- INMORTALIDAD. El problema de
del conocimiento, ya sea del sensible, pre algo inmediato ante sí". la inmortalidad equivale a la cues-
ya del racional. En este sentido la El artículo referido de Wallraff es tión del destino de la existencia des-
inmediatez es de carácter pre-inferen- "On Immediacy, and the Contempo- pués de la muerte, es decir, al de
cial y subraya lo "elemental" y "pri- rary Dogma of Sense-Certainty", Jour- la supervivencia de tal existencia.
mario" de todos los elementos inme- nal of the Philosophy, L (1953), 29- Muchas respuestas se han dado al
diatos del conocimiento. 39, incluido en el libro del autor problema por parte de las diversas
Philosophical Theory and Psychologi- religiones, filosofías y concepciones
En general, puede decirse que la cal Fací, 1961, págs. 25-45. — Refe-
idea de conocimiento como conoci- rencias al problema del conocimiento del mundo. He aquí algunas.
miento inmediato ha sido destacada inmediato se hallan en la mayor parte ( 1 ) Al sobrevenir la muerte, el
sobre todo por empiristas y por feno- de autores de tendencia empirista. —· alma del hombre emigra a otro cuer-
menólogos. En ambos casos el sentido Un desarrollo del concepto de "lo in- po, esto es, se reencarna. La serie
de 'inmediato' es primariamente gno- mediato" a la luz del hegelianismo se de transmigraciones y reencamacio-
seológico. Sin embargo, el concepto halla en el Cap. I del libro de Jeanne nes constituye a su vez una recom-
de inmediatez tiene un sentido gno- Delhomme, La pensée interrogative, pensa o un castigo; cuando hay cas-
1954. — Véase también H. H. Joa- tigo, las almas emigran a cuerpos
seológico-metafísico cuyo ejemplo más chim, Immédiate Expérience and Mé-
característico lo encontramos en la fi- diation, 1919. — Gino Capozzi, La inferiores; cuando hay recompensa,
losofía de Hegel y ha sido admitido mediazione come divenire e come re- a cuerpos superiores hasta quedar, fi-
por diversos pensadores directa o in- lazione, 1961. nalmente, incorporadas a un astro.
directamente influidos por el pensa- INMORALISMO. El inmoralismo (2) Las almas de los hombres pue-
miento hegeliano. Daremos un breve se distingue del amoralismo en que den transmigrar, pero toda transmi-
resumen del concepto. mientras éste pretende situarse más gración constituye un castigo. Para
En algunas de sus obras —pero es- allá del bien y del mal, el primero evitarlo hay que llevar una vida pura,
pecialmente en la Fenomenología del se coloca frente a una determinada única que puede suprimir la pesadi-
Espíritu, en la primera parte de la tabla de valores morales en una ac- lla de los continuos renacimientos
Lógica, en la Enciclopedia, y en las titud negativa, con lo cual no se y sumergir la existencia en el nirva-
lecciones sobre filosofía de la religión elimina la posibilidad de una ulterior na. (3) Las almas de los hombres
y filosofía de la historia, Hegel habla actitud positiva frente a una tabla —entendidas como sus "alientos" o
del saber inmediato (unmittelbares distinta o contraria. El inmoralismo sus "sombras"— van a parar a un
Wissen) y de inmediatez (Unmittel- es uno de los caracteres de la filo- reino —el de los muertos— que es
barkeit). El saber inmediato no es, se- sofía de Nietzsche; a pesar de que el reino de lo sombrío. A veces sa-
gún Hegel, el saber primitivo y ele- niega la existencia de fenómenos mo- len de este reino para intervenir en
mental; es un saber directo que afecta rales, esta negación es sostenida con el mundo de los vivos. (4) La sobre-
a "lo inmediato o al ente". Así puede vistas a una crítica de la concepción vivencia de los espíritus después de
hablarse de la razón (en el sentido he- cristiana y moderna del mundo, a la la muerte depende de la situación
geliano) como saber inmediato de cual opone otra concepción donde lo social de los hombres correspondien-
Dios. Por eso la inmediatez es, en inmoral es sólo una de las formas tes: solamente ciertos individuos de
la opinión de Hegel, "el producto de la nueva moralidad. Según Nietz- la comunidad sobreviven. (5) Hay
y el resultado del saber mediato", sche, "no hay fenómenos morales, sobrevivencia, pero no es individual;
el cual aparece epistemológicamente sino únicamente una interpretación al morir las almas se incorporan a un
como primario. Hegel ha relaciona- moral de estos fenómenos, interpre- alma única. ( 6 ) Al morir, los hom-
do el saber inmediato con el Cogi- tación que es asimismo de origen bres son devueltos al lugar de donde
to (v.) cartesiano, proclamando que extramoral". proceden, al depósito indiferenciado
963
INM INM INM
de la Naturaleza, que es el princi- concepciones de Platón al respecto. comparado —caso de no ser el mis-
pio de la realidad. (7) No hay so^ Por otro lado, sabemos que el proble- mo— con el de las ideas.
brevivencia de ninguna especie; la ma filosófico de la inmortalidad no se ( I I ) El filósofo —y, en general,
vida del hombre se reduce a su cuer- reduce a la dilucidación platónica. todo hombre— debe aspirar, pues,
po, y al sobrevenir la muerte tiene lu- Dos motivos, sin embargo, abonan a liberar su alma de la cárcel del
gar la completa disolución de la exis- el mayor espacio dedicado a la expo- cuerpo. Como esto tiene lugar en el
tencia humana individual. (8) Hay sición de las ideas y argumentos instante de la muerte, ésta puede ser
sobrevivencia individual, y es la de platónicos. El primero, que hay en el más feliz momento de la vida
las almas. (9) Hay sobrevivencia indi- Platón, implícita o explícitamente, re- y lo que hace posible que la vida sea
vidual de las almas, acompañada luego ferencias a la mayor parte de las "una meditación sobre la muerte". Sin
por la resurrección de los cuerpos. concepciones anteriores. El segundo, embargo, esta muerte no debe ser
(10) Sobrevive la psique humana por que ha influido considerablemente voluntaria, porque el hombre no po-
lo menos durante algún tiempo. sobre el desarrollo posterior del pro- see su propia vida, la cual es un
(1) Ha sido defendida por multi- blema, tanto en quienes han aceptado bien de los dioses que solamente
tud de culturas, algunas de ellas de las tesis platónicas como en quienes ellos pueden arrebatar.
las llamadas primitivas, y otras en no- las han negado. (III) Estas ideas pueden ser de-
table estado de desarrollo intelectual. La concepción de Platón antes alu- mostradas por medio de la razón.
Los órficos elaboraron esta concep- dida es clara: hay una vida después Este último punto es de importan-
ción, que fue refinada por los pi- de la muerte. Esta vida no es la cia capital. A base de él se formu-
tagóricos e influyó grandemente so- semi-existencia en el pálido reino de lan los cuatro famosos argumentos
bre Platón. (2) Es la concepción bu- las "sombras", sino una existencia del Fedón que a continuación pro-
dista. (3) Es un resumen de muchas más plena, sobre todo cuando el alma cedemos a recapitular.
concepciones de pueblos primitivos, ha sido purificada. La reencarnación El primer argumento es el llama-
incluyendo partes fundamentales de puede, pues, ser necesaria, pero tie- do de los opuestos. Consiste en afir-
la religión popular griega, especial- ne un término: el que alcanza el alma mar que todas las cosas que tie-
mente aquellas en que (como según cuando reposa en su verdadero reino, nen opuestos son engendrados de es-
algunos autores, se advierte todavía que para algunos es el de las ideas, tos opuestos. Ejemplos son: el bien
en Hornero) se distingue entre el para otros el de los astros y para otros y el mal, lo justo y lo injusto. Ahora
principio de vida, apenas individua- el de los espíritus puros. Muchos son bien, siendo la vida el opuesto de la
lizado, y la pálida vida de las "som- los motivos que empujaron a Platón muerte, tiene que ser engendrada
bras", individualizadas pero sin la a defender una concepción semejan- de este opuesto. La objeción contra
"fuerza" que da el "ímpetu vital". te. Por un lado, las influencias reci- este argumento —que puede haber
(4) Es una concepción propia de mu- bidas de los pitagóricos. Por el otro, vida, muerte engendrada por la vida
chos pueblos primitivos; estuvo vi- el deseo de detener la creciente di- y luego continuación de esta muer-
gente en Egipto hasta que se gene- solución de la vida social producida te— es contestada por Platón indican-
ralizó la sobrevivencia para todos los por la negación racionalista o natu- do que si tal fuera, entonces se de-
miembros de la comunidad. (5) Es ralista (o ambas cosas a un tiempo) tendría el movimiento de la Natura-
una concepción implícita en varias de una vida después de la muerte. leza, pues la generación no puede
culturas, pero filosóficamente elabo- Finalmente, la percepción de la po- seguir únicamente "una línea recta".
rada sólo por algunas interpretacio- sibilidad de un cierto "desencaje" en- El segundo argumento es el lla-
nes dadas a la teoría aristotélica del tre el arma y el cuerpo, desencaje mado de la reminiscencia (VÉASE).
entendimiento agente. (6) Es la con- que se experimenta ya en algunos Consiste en afirmar que puesto que
cepción estoica. (7) Es la concep- momentos de esta vida. Platón se tenemos ciertos conocimientos que no
ción naturalista, que niega toda in- opuso, pues, en este respecto, no so- pueden proceder solamente de la
mortalidad. (8) Es defendida por al- lamente a los que negaban la inmor- percepción sensible —tales como el
gunas religiones, pero de un modo talidad, sino también a los que con- conocimiento de la igualdad de dos
maduro en el cristianismo; antece- cebían que el alma está indisoluble- cosas, que no puede ser sacado de
dentes se encuentran en Platón y mente ligada al cuerpo y que, por lo la experiencia, pues no hay nunca
otros filósofos. (9) Es la concepción tanto, no hay alma sin cuerpo — idea dos cosas sensibles iguales, y en ge-
católica. (10) Es la concepción de que implicaba a veces la de que no neral el conocimiento de las ideas—,
muchos metapsíquicos y de algunos hay cuerpo sin alma. De hecho, Pla- es necesario reconocer que tales co-
espiritistas. tón representa una purificación de nocimientos proceden del recuerdo
La mayor parte de lo que sigue en varios motivos precedentes y, como que tiene el alma de una vida en la
el presente artículo se dedica a pre- E. R. Dodds ha sugerido, una "ra- cual no estaba encerrada en el cuer-
sentar las ideas y argumentos ex- cionalización del conglomerado here- po. Pero si el alma tiene esta cons-
puestos por Platón sobre la inmor- dado". Esto lo llevó a mantener una titución, el alma es una pura forma,
talidad, tal como se hallan discutidas serie de ideas de las cuales mencio- es decir, una entidad inmortal.
en varios diálogos (Menón, Fedón, naremos la principales: El tercer argumento es el de la
Pedro, República) y en particular sis- (I) El cuerpo es un obstáculo para simplicidad. Consiste en afirmar que
tematizadas en uno de ellos (Fedón). al alma. El alma está destinada a todas las cosas simples existen para
Reconocemos que estas ideas repre- vivir en un mundo puro, libre de siempre, ya que solamente las cosas
sentan solamente una parte de las toda mácula; mundo que puede ser compuestas se disuelven y perecen.
964
INM INM
Como el alma es una cosa simple, de las diversas clases de almas, de las
debe de existir para ser y ser in- operaciones del alma, del modo o mo-
mortal. Este argumento permite a dos como el alma está unida al cuer-
Platón mantener la doctrina de la pu- po, etc., etc. Observemos que en la
rificación y transmigración de las al- teología tomista —y, en general, en la
mas hasta recobrar su pureza y sim- teología católica— la inmortalidad del
plicidad originales. alma es considerada como una "in-
El cuarto argumento es el de la mortalidad por participación" y no,
concepción de las ideas como causas como la inmortalidad de Dios, una
verdaderas. Consiste en afirmar que "inmortalidad por esencia".
puesto que hay cosas buenas porque Entre otros tipos de argumentos (o
hay la bondad y cosas verdaderas pruebas) en favor de la inmortalidad
porque hay la verdad, hay cosas vi- citamos las siguientes: 1. Las prue-
vas porque hay la vida. Esta vida, bas llamadas "empíricas", desarrolla-
principio de todo lo vivo, reside en das por autores como Fechner y los
el alma, la cual es, así, inmortal. parapsicólogos (véase METAPSÍQUICA).
Estos argumentos de Platón fueron 2. Las pruebas que pueden llamarse
objeto de numerosos comentarios, tan- "analítico-empíricas", como las pro-
to por autores paganos como cris- porcionadas por Bergson o William
tianos. Ahora bien, mientras el plato- James — por lo demás, en estrecha
nismo tenía la tendencia a concebir relación con las pruebas "empíricas";
el alma por analogía con la idea, el en esencia, consisten en afirmar que
cristianismo la concibió bajo la for- hay un "plus" psíquico del que no
ma de la persona (VÉASE). La inmor- puede dar cuenta el organismo. Según
talidad cristiana es, pues, menos una ello, el cerebro no produce psiquismo.
creciente purificación que desemboca 3. Las pruebas llamadas "morales"
en una pura forma, cuyo mundo es en los dos sentidos de este término:
el de las ideas, que un espíritu que 'moral' como 'ético' y 'moral' como
se constituye en el curso de sus ex- 'probable' o 'plausible'. 4. Las prue-
periencias íntimas y que está desti- bas fundadas en una "iluminación
nado a vivir en el reino de Dios. interior" — divina o no. 5. Las prue-
Los argumentos platónicos suelen bas fundadas en un examen de
ser considerados como "argumentos la experiencia de la duración (como
racionales", si bien pueden hallarse en en Bergson y Scheler). β. Las prue-
ellos —inclusive en su base— ciertas bas que consisten en sostener que la
"intuiciones" que no son propiamente inmortalidad del alma es, en el fon-
"racionales". Así, por ejemplo, la in- do, su eternidad, y que ésta consiste
tuición de que el "alma" se resiste al en un "presente eterno".
"cuerpo" y de que el "cuerpo" no Ciertos autores han proclamado que
"sigue" al alma. Además, hay en los la razón teórica o especulativa es in-
argumentos platónicos ideas de muy
capaz de proporcionar ninguna "prue-
diversa procedencia, entre ellas ideas ba" y que, en general, no hay pruebas
órficas relativas a la "transmigración o argumentos decisivos en favor de la
de las almas".
inmortalidad, sean racionales o empí-
Además de los argumentos platóni-
ricos. Ahora bien, que no haya tales
cos han sido muy influyentes los ar-
pruebas —o que las llamadas tales no
gumentos llamados "aristotélico-tomis-
lo sean propiamente— no significa,
tas", expuestos por Santo Tomás en
según esos autores, que el alma no sea
S. theol, q. LXXV y en Cont. Gent.,
inmortal; sólo ocurre que lo es por
I, 57. Según Santo Tomás, hay un
principio intelectual que posee una "motivos" muy distintos de los que
suelen aducir las pruebas o los argu-
operación per se aparte del cuerpo.
mentos: porque la inmortalidad es un
Este principio, llamado "intelecto"
(v.) es incorpóreo (inmaterial) y sub- postulado de la razón práctica ( Kant )
siste; es, pues, también, inmortal. Los o porque es un resultado del "hambre
argumentos "aristotélico-tomistas" son de inmortalidad" (Unamuno).
asimismo racionales, pero debe tenerse Aunque introducimos varios epí-
grafes en esta bibliografía, debe te-
en cuenta que parten de bases "em- nerse en cuenta que algunos de los
píricas"; en efecto, la prueba tomista trabajos mencionados podrían figurar
de la inmortalidad del citado "prin- bajo más de un epígrafe; así, varios
cipio" del alma se funda en un deta- de los trabajos bajo el epígrafe "Pro-
llado análisis de la noción de alma, blema de la inmortalidad" podrían
965
INN
Edad Media, y se opuso generalmen-
te al empirismo del principio Nihil est
in intellectu quod non prius fuerít in
sensu (Nada hay en el intelecto que
no estuviera antes en los sentidos) de
ascendencia aristotélica, hasta tal
punto que muchas veces esta cues-
tión fue la que estableció una sepa-
ración terminante entre el platonismo
y el aristotelismo. Por lo general, el
pensamiento antiguo, con excepción
de las corrientes sofísticas y escépti-
cas, se inclinó hacia el innatismo.
Inclusive Aristóteles, que subraya don-
dequiera la pasividad del ser que
percibe y conoce, admite un innatis-
mo por lo menos en la forma de un
intelecto (v.) activo. Además, el análi-
sis del problema de la fundamentación
última y radical de los principios
condujo casi siempre a conclusiones
innatistas. Es el caso de los estoicos;
cuyas χ,οιναί êwoiat (véase NOCIONES
COMUNES) equivalen al conjunto de
las disposiciones innatas sin las cua-
les no habría conocimiento. Dentro
de ese general innatismo se insertó la
discusión acerca de si las nociones
consideradas como principios debían
ser estimadas como actuales o como
potenciales, y esto es muchas veces
lo que introdujo la citada diferencia
de opinión entre los platónicos y los
aristotélicos. En efecto, aunque el
propio Platón, como se muestra clara-
mente en el Menón, tiende a estimar
que tales principios son más bien dis-
posiciones que pueden extraerse en
un momento determinado por la ac-
ción de una bien dirigida causa exter-
na, su tendencia al innatismo actual
es mucho más acentuada que en Aris-
tóteles, para quien los principios co-
munes se identifican casi siempre con
"disposiciones" o "facultades". En la
época moderna, el problema del in-
natismo adquirió un nuevo sentido en
Descartes. Como es típico de la filoso-
fía moderna, los rasgos ontológicos
del problema ceden el paso a los gno-
seológicos, pero sin que los primeros
desaparezcan del todo, especialmente
en los autores llamados "racionalis-
tas". En todo caso, hubo grandes y
frecuentes disputas acerca del inna-
tismo durante los siglos xvn y xvm,
dividiéndose los autores en "innatistas"
(extremos o moderados) y antiinna-
tistas. Así, mientras Descartes y Male-
branche pueden ser considerados co-
mo innatistas, Locke combate la teoría
de las ideas innatas en su Ensayo so-
INN INN INN
bre el entendimiento humano, que iba tista. En efecto, Leibniz no afirmaba efecto, no se puede decir que Kant
dirigido asimismo contra el innatismo que las llamadas "ideas innatas" o afirme o niegue el innatismo, ya que
de la escuela de Cambridge (v. CAM- "principios innatos" se hallan efectiva ni las intuiciones del espacio y del
BRIDGE [ESCUELA DE]). Locke rechaza y positivamente en el espíritu de los tiempo ni las formas del entendimien-
"la opinión arraigada en algunos" de hombres. De lo contrario habría que to son innatas. Tampoco son "adqui-
que hay ciertos principios innatos, suponer que tales principios se mani- ridas". La idea de la filosofía tras-
nociones primarias, κοιναί Ivvoiat, ο ca- fiestan siempre y sin ninguna traba. cendental pareció, pues, poder arrum-
racteres impresos, por así decirlo, Lo que hay en el espíritu humano es bar definitivamente la polémica en
o caracteres impresos, por así decirlo, la evidencia de las "verdades eter- torno al innatismo. No obstante, no
en el espíritu humano (Essay, I, i, 1). nas". 'Innato' no significa, pues, para sucedió tal. Diversas tendencias inna-
Tales principios o nociones innatos no Leibniz, "lo que efectivamente se sa- tistas y antiinnatistas se manifestaron
son, según Locke, necesarios para ex- be", sino "lo que se reconoce como en el pensamiento filosófico contem-
plicar cómo pueden los hombres lle- evidente". Por eso hay que distinguir poráneo a Kant y postkantiano.
gar a poseer todo el conocimiento que entre "pensamientos como acciones" y Así, para unos, como los "realistas"
tienen. Basta —dice— "el uso de sus "conocimientos o verdades como dis- extremos, el innatismo debe ser afir-
facultades naturales" (loe. cit.) — con posiciones" (Nouveaux Essais, I, i, mado no sólo como tesis acerca de
lo cual, sea dicho de paso, Locke re- 26). En algún punto parece que unas "disposiciones", sino como doc-
conoce que hay unas "facultades" que Leibniz y Locke coinciden, ya que trina que sostiene que hay efectiva-
son "innatas", lo que hace que el in- este último había afirmado asimismo mente en el espíritu "verdades eter-
natismo de Locke sea de carácter más que hay "facultades naturales" (Cfr. nas" — por lo menos en la medida en
bien moderado. Observemos que Loc- supra) mediante las cuales se llegan que hay una comprensión primaria
ke niega que los principios en cues- a conocer los "principios" especulati- del ente, y, con ella, de todos los en-
tión aparezcan cuando los hombres vos y prácticos. Pero hay cuando me- tes en cuanto entes (aunque en mu-
alcanzan el uso de la razón (ibid., I, nos un punto en el cual la diferencia chos respectos sea harto problemático
i, 8-10), según habían afirmado al- es irreconciliable. En efecto, mientras que los "trascendentales" puedan ser
gunos autores que admitían que no en Locke se trata de "disposiciones comparados con los "principios" de
hay en el espíritu humano, durante para conocer verdades", en Leibniz que Locke y Leibniz hablaban). Pa-
la niñez, ningún principio innato, se trata, según apuntamos, de "ver- ra otros, como los aludidos filósofos
pero que los principios se revelan tan dades como disposiciones". Así, Loc- del sentido común, el innatismo debe
pronto como se alcanza la madurez. ke pone el acento sobre la "facultad" ser afirmado, pero sólo en cuanto se
Aunque los razonamientos matemáti- y Leibniz lo pone sobre la "verdad". reconoce la existencia de unas ciertas
cos parecen constituir una prueba en Aunque se puede decir, pues, que "disposiciones" o "potencias" cuyos
favor del innatismo, Locke declara en general los "racionalistas" eran in- principios de pensar coinciden con los
natistas y los "empiristas" (si nos ol- principios que rigen la naturaleza de
que no hay tal, pues una cosa es de-
vidamos de Berkeley) eran antiinna- las cosas. Ello hace que tales "prin-
cir que hay principios evidentes por
tistas, las diferencias entre unos y cipios" puedan ser considerados, se-
sí mismos y otra cosa muy distinta otros no eran tan marcadas como se gún los casos, como equivalentes a
proclamar que tales principios son
suele imaginar. Por este motivo se ha "verdades eternas" o como meros
innatos. Además, que se entiendan y dicho que las diferencias no consis- "pre-juicios". Para otros, como algu-
se aprueben ciertas proposiciones no tían tanto en lo que los autores decían nos autores "naturalistas", puede ha-
quiere decir tampoco que sean inna- como en el modo de decirlo o, si se ber principios innatos pero sólo en
tas (ibid., I, i, 17). Proposiciones co- cuanto son manifestaciones del modo
quiere, en el tipo de prueba aducido
mo "1 + 2 = 3" y "Lo dulce no es para demostrar o reforzar sus respec- "natural" de ser el hombre. Estos
lo amargo" no son tampoco innatas, tivas posiciones. Así, por ejemplo, se principios innatos no son entonces
ni lo son los principios en los que sue- llama la atención sobre el hecho de "verdades eternas", especialmente
len fundarse. Pero si ni ellas ni sus que mientras Leibniz, por ejemplo, cuando el citado modo "natural" de
principios lo son, no lo es ningún procedía mediante argumentos lógi- ser el hombre es concebido desde el
"principio especulativo" (ibid., I, i, cos, ontológicos, epistemológicos y punto de vista "evolutivo". En este
28). Lo mismo sucede con los llama- hasta teológicos, Locke, por ejemplo, último caso se llega a afirmar que hay
dos "principios prácticos innatos" (co- procedía mediante argumentos psico- "principios innatos" sólo en cuanto
mo, por ejemplo, los propuestos por lógicos o cuando menos psico-gnoseo- "principios naturales" que correspon-
Herbert de Cherbury [v.]). Tampoco lógicos. Sin embargo, ello no es siem- den a ciertas fases de la "evolución".
son innatas la idea de identidad, la pre así, porque los filósofos del senti- En cuanto a los antiinnatistas, los
idea de Dios y otras que algunos au- do común (v.), que son considerados hay de muy diversas confesiones.
tores estiman haber estado deposita- como "innatistas", emplean un len- Unos son empiristas y manifiestan
das en el espíritu desde su origen guaje psicológico y psicognoseológico que toda verdad, de cualquier índole
(ibid., I, iii, 1-26). y no uno lógico u ontológico — lo que sea, es en último término empí-
En la disputa sobre el innatismo se que no debe sorprender si se tiene en rica. Ciertos empiristas señalan que
destaca la polémica entre Locke y cuenta que tales filósofos de algún hay principios o proposiciones que no
Leibniz. Observemos que así como modo "procedían" de Hume. son empíricas, pero ello sucede por-
Locke no era un antiinnatista radical, La cuestión del innatismo se plan- que son, como decía Hume, simples
tampoco Leibniz era un radical inna- teó de otro modo con Kant (v.); en "relaciones de ideas" sin ningún con-
967
INS INS INS
tenido. Otros empiristas (como John Quine, una inscripción es una con- Philosophy and Phenomenological
Stuart Mili) llegan a sostener que los catenación de dos expresiones o sig- Research, XI (1951), 535-40. Para
mismos principios o proposiciones ma- nos-acontecimientos. La sintaxis no- Martin y Woodger, "Toward an ins-
temáticos son adquiridos empírica- minalista de dichos dos autores se criptional Semantics", Journal of Sym-
mente y su verdad es, por consiguien- ocupa de partículas físicas (en un bolic Logic, XVI (1951), 191-203.
sentido parecido a como, en el nomi- INSOLUBILIA es el nombre que
te, empírica. En general, los autores reciben tradicionalmente ciertos pro-
relativistas, nominalistas e historicis- nalismo del siglo xiv, las voces eran
interpretadas como cosas, res). Por blemas, agrupados por varios autores
tas son antiinnatistas, pero hay muy medievales (Gualterio Burleigh, To-
diversas formas de antiinnatismo en eso la sintaxis nominalista es una on-
ellos; algunos, por lo demás, sostienen tología — aunque en un sentido dis- más Bradwardine, Guillermo de
tinto de la mitología (v.) clásica. R. Shyreswood, etc.) en escritos titula-
que la misma cuestión del innatismo dos De insolubili o dilucidados por
o del antiinnatismo carece de sentido M. Martin ha criticado esta concep-
ción de las inscripciones, alegando otros (Guillermo de Occam, Alberto
dentro de sus doctrinas.
que se basa en un "platonismo de de Sajonia, etc.) en algunos párra-
Tanto el innatismo como el anti- fos de sus tratados lógicos. Aunque
innatismo chocan con diversas difi- las partículas", en una especie de
quanta parecidos a los "triángulos insolubilia significa insolubles (pro-
cultades. Éstas se revelan sobre todo blemas insolubles), los problemas en
cuando las posiciones adoptadas al atómicos" del Timeo platónico o a
las "ocasiones actuales" de White- cuestión no eran considerados propia-
respecto son suficientemente radica- mente como carentes de solución, sino
les. En vista de ello se han realizado head. Frente a ello, propone una de-
finición de inscripciones que no obli- como de muy difícil solución. El tí-
diversos esfuerzos para encontrar una tulo De insolubili es considerado por
solución que "medie" entre el inna- gue a suponer una metafísica de par-
tículas espacio-temporales, y halla que ello con razón como impropio (Ph.
tismo y el antiinnatismo, o que alcance Boehner). La mayor parte de los in-
a "superarlos". Entre estas soluciones esto es posible cuando se consideran
las partículas desde el punto de vis- solubilia son paradojas semánticas, ya
pueden mencionarse las siguientes: el propuestas por los estoicos y otros
realismo gnoseológico moderado; el ta tipográfico. Así, define grosso modo
una inscripción indicando que es autores antiguos, del tipo "Miento",
empirismo moderado; el apriorismo "Esta proposición es falsa", etc. Nos
trascendental de cuño kantiano; las "cualquier carácter tipográfico toma-
do en sí mismo, o cualquier secuen- referimos con más detalle a ellas en
doctrinas de Brentano, Husserl, etc. el artículo Paradoja (VÉASE), en don-
E. Sigall, Platon und Leibniz über cia de caracteres tipográficos dis-
puestos en un orden de izquierda a de se ve que los insolubilia no son,
die angeborenen Ideen, 2 vols., 1897- como se ha estimado a veces, cues-
1898. — Frank Thilly, Leibnizens derecha, como los de una línea im-
Streit gegen Locke in Ansehung der presa". También pueden considerarse tiones sofísticas, sino problemas se-
angeborenen Ideen, 1892 (Dis.). — como una inscripción varias líneas de riamente debatidos por lógicos y se-
F. Otto Rose, Die Lehre von den ein- la página impresa. Se eluden con mánticos.
geborenen Ideen bei Descartes und ello, a su entender, problemas deri- A los insolubilia hay que agregar
Locke, 1901. — Emile Boutroux, De vados de la decisión sobre el número, los impossibilia, objeto de escritos ti-
ceritatibus aeternis apud Cartesium, finito o infinito, de partículas. En tulados De impossibilibus (como en
1874 (trad. francesa: Des vérités éter- los Impossibilia, de Sigerio de Bra-
nelles chez Descartes, 1927). — A. otro artículo Martin y Woodger pre-
L. Moine, Des vérités étemelles selon cisan las definiciones anteriores indi- bante). Aunque a veces se equiparan
Malébranche, 1936. — Véase también cando que se proponen desarrollar los insolubilia a los impossibilia (pro-
la bibliografía de ILUMINACIÓN. una semántica puramente inscripcio- blemas imposibles), debe advertirse
INSCRIPCIÓN. La división, esta- nal en la cual "los signos-ideas o cla- que éstos difieren de los primeros por
blecida por Peirce y desarrollada por ses de inscripciones similares no fi- cuanto se refieren a cuestiones que
Carnap, entre signos-ideas y signos- guran en modo alguno como valo- envuelven contradicción (lógica).
acontecimientos (véase SIGNO) es el res para variables". Dichos autores INSOLUBLES (INSOLUBILIA).
fundamento de la noción de inscrip- niegan que las restricciones que im- Véase INSOLUBILIA, PARADOJA.
ción, usada por algunos lógicos con- porte tal propósito (el tener que de- INSTANTE. Directa o indirecta-
temporáneos. La sintaxis y la semán- jar fuera una gran parte de lo que mente hemos tratado del concepto de
tica "clásicas" se han ocupado prin- clásicamente se consideraba como ob- instante en los artículos DURACIÓN,
cipalmente de signos-ideas, pero des- jeto de la semántica) sean suficientes ETERNIDAD y TIEMPO. Nos extende-
de Lesniewski y Tarski, y especial- para invalidarlo; a su modo de ver, remos aquí sobre dicho concepto, in-
mente desde Quine, N. Goodman, R. los métodos usados poseen poder su- cluyendo en él las nociones de "mo-
M. Martin y J. H. Woodger, se ha ficiente, como lo muestra "la cons- mento" (en sentido temporal) y de
despertado el interés por una sintaxis "ahora". Sin embargo, ciertos signi-
trucción de una definición de un
y una semántica basadas en signos- ficados del concepto de momento han
acontecimientos. Como éstos son lla- concepto semántico de verdad para
un objeto elemental L [lógicamente] sido estudiados en el artículo consa-
mados inscripciones, la sintaxis y se- grado especialmente a este concepto.
mántica correspondientes han sido lla- dado".
Para Tarski, véanse los trabajos ci- El problema del instante está es-
madas sintaxis y semántica inscrip- tados en la bibliografía de VERDAD. trechamente relacionado no sólo con
cionales. La definición dada del tér- Para R. M. Martin, véase el trabajo la cuestión del tiempo, sino también
mino 'inscripción' varía, no obstante, citado en la bibliografía de NOMINA- con el problema de la continuidad
según los autores. Para Goodman y LISMO; además: "On Inscriptions". (véase CONTINUO). Hay que conside-
963
INS INS INS
rar a este respecto asimismo las lla- "ahora") del anterior "ahora", etc. te, desaparezca tan pronto corno es
madas "aporías del tiempo" a que nos etc. Puede hablarse, por otro lado, de afirmada. No puede preguntarse si el
hemos referido en AQUTLES [para Ze- un "ahora" "objetivo" y de un "aho- instante es divisible o indivisible, ni
nón de Elea] y en ANTINOMIA [para ra" vivido; o de un "ahora" puro y si constituye un límite (paradójica-
Kant]. Que tal ocurre se advierte de un "ahora" relacionado con el mo- mente intemporal) entre el pasado y
ya en el análisis del vocablo 'aho- vimiento. Se ve de inmediato que las el futuro. Éstas cuestiones podrían
ra' (vüv) llevado a cabo por Aristóteles, dificultades relativas al tiempo (VÉA- plantearse con respecto a un término
como preparación para su definición SE) repercuten sobre el concepto de que denotara una substancia; carecen
de 'tiempo'. He aquí algunos pasajes instante. de sentido con relación a un ad-
significativos del Estagirita en Phys., La cuestión de la naturaleza del verbio.
IV: "Si tiene que existir una cosa di- instante preocupó a muchos pensado- En la medida en que casi todos los
visible, es menester que cuando exis- res en la Antigüedad y en la Edad filósofos modernos se han ocupado
ta, existan todas o algunas de sus Media. Ejemplo de esta preocupación del problema del tiempo, se han ocu-
partes. Pero en lo que respecta al la tenemos en el famoso pasaje de pado asimismo de la cuestión del ins-
tiempo, algunas partes han sido, en San Agustín relativo al tiempo que tante. Ha sido común poner de relieve
tanto que otras tienen que ser, y nin- hemos reproducido en el artículo so- las llamadas "aporías de la divisibili-
guna parte de él es, aun cuando sea bre este último concepto. Se discutió dad del tiempo" y destacar que, en
divisible. Pues lo que es 'ahora' no en la Edad Media sobre si el instante efecto, si el instante es respecto al
es una parte: una parte es medida (instant, identificado con el "ahora", tiempo lo que es el punto respecto al
del todo que debe de estar hecho de nunc) es o no parte del tiempo. Santo espacio, puede concluirse que el tiem-
partes. Por otro lado, no se supone Tomás negó que lo fuese ( instans non po se compone de instantes que son
que el tiempo esté compuesto de 'aho- est pars temporis). El "ahora" o intemporales. Pero los filósofos mo-
ras'. Así, el 'ahora' que parece estar nunc es, en el fondo, un tiempo inde- dernos no han especulado acerca del
ligado al pasado y al futuro ¿perma- terminado, opuesto al "entonces" o instante dentro del mismo horizonte
nece siempre uno y el mismo, o es tune, que es un tiempo determinado. conceptual que los pensadores anti-
siempre otro y otro? Difícil es decir- Sin embargo, este último puede reci- guos y medievales. Algunas de las
lo" (218 a 5 sigs.). Aristóteles pone bir también el nombre de instante; opiniones de los primeros son, pues,
aquí de relieve no sólo la dificultad se llama entonces instans signatum, a bastante distintas de las de los úl-
planteada por la divisibilidad en prin- diferencia del instans nunc (véase timos.
cipio infinita de cualquier intervalo S. Theol, I, q. XLVI, 1 ad 7; tam- Por lo pronto, ha sido bastante co-
temporal, sino también la cuestión bién 4 Phys., 15 d-g y 21 a-d). En rriente durante buena parte de la épo-
suscitada por la "identificación" de un todo caso, el concepto de "ahora" no ca moderna enfocar la cuestión del
determinado "ahora" (o instante). Re- es el mismo cuando se refiere al tiem- instante desde el punto de vista gno-
sulta, en efecto, de lo dicho que si po o a la eternidad. En el primer seológico. Ello sucede ya en Descar-
un "ahora" no dejara de ser en el caso se trata del nunc temporis sive tes al referirse al Cogito ergo sum y
próximo "ahora", existiría simultánea- fluens; en el segundo caso, del nunc a las "naturalezas simples". El prime-
mente con los innumerables "ahoras" aeternitatis sive stans (véase S. iheol., ro es concebido en todo instante; las
entre ambos — cosa imposible. Por q. X, passim; también el artículo segundas son comprendidas en un
otro lado, no es posible para "un ETERNIDAD en este Diccionario). El instante (véase Jean Wahl, Du rôle
ahora" seguir siendo siempre el mis- "ahora" del tiempo es una res fluens; de Îidée de l'instant dans la philoso-
mo. Un poco más adelante Aristóteles el "ahora" de la eternidad, en cam- phie de Descartes, 1920, págs. 5, 8).
escribe: "El 'ahora' como sujeto es bio, no fluye. Por eso este último Pero la importancia de la idea de ins-
una identidad aunque admite distin- "ahora" es como el "presente eterno" tante en Descartes es todavía mayor
tos atributos. El 'ahora' mide el tiem- a que nos hemos referido en el ar- de lo que parece cuando se citan los
po en tanto que el tiempo abarca el tículo sobre la noción de momento anteriores ejemplos. Como señala
'antes y después". El 'ahora' es en un (VÉASE). Con estas distinciones se di- Wahl (op. cit., págs. 24-5), Descar-
sentido el mismo y en otro sentido no suelven algunas de las dificultades tes opina que "la duración es el hecho
es el mismo" (219 b 10 sigs.). "Si metafísicas suscitadas por la noción de que los instantes no existen al mis-
no hubiese tiempo, no habría 'ahora' de instante. Una disolución más ra- mo tiempo". Ello implica que la du-
y viceversa" ( de modo parecido a co- dical de tales dificultades aparece en ración sea el hecho de que "la cosa
mo se implican mutuamente el cuer- Guillermo de Occam, quien, en su que dura cesa en todo momento de
po movible y su locomoción). "El Expositio super Physicam Arístotelis existir". La realidad es, pues, "ins-
tiempo, pues, se hace continuo por pone de relieve que el instante es ex- tantánea", y sólo Dios, con su creatio
medio del 'ahora' y se divide por me- presado por medio de un adverbio: el continua, puede, por así decirlo, "so-
dio del 'ahora' (220 a 1 sigs.). adverbio 'ahora' (en Aristóteles, vüv portar" el mundo en su duración. En
El "ahora" o instante tiene, pues, en latín, nunc). No designa por ello otras palabras, podríamos decir que
un doble filo o, mejor dicho, una se- ninguna realidad definida. El término ser (ser creado) es ser instantáneo.
rie de dobles filos: los "ahoras" son nunc tiene la misma función que los Sólo en el tiempo abstracto, los ins-
todos idénticos y todos diferentes; los términos sincategoremáticos ( v é a s e tantes pueden estar necesariamente
"ahoras" constituyen y dividen el SINCATEGOHEMÁTICO). A fortiori, el unidos; en el tiempo real o concreto
tiempo; un "ahora" no es nunca un adverbio nunc no designa ninguna los instantes pueden estar separados.
"ahora", sino la memoria (en un realidad distinta que, paradójicamen- El instante es concebido como una
969
INS INS INS
"idea" por Locke. La parte de la du- momento las ideas de Kierkegaard Otra filosofía grandemente intere-
ración "en la cual no percibimos su- acerca del instante. Nos limitaremos sada en la noción del instante es la
cesión es la que llamamos un instante, a destacar algunos rasgos de varias de Louis Lavelle (VÉASE). Este autor
y es la que ocupa el tiempo de una de las más importantes teorías al res- ha desarrollado su tesis sobre todo en
sola idea en nuestro espíritu sin la pecto. la serie de libros que constituyen lo
sucesión de otra, con lo cual, por lo Para Bergson, las aporías del tiem- que llama la Dialectique de l'éternel
tanto, no percibimos ninguna suce- po y, por lo tanto, del instante se présent (De l'Être, 1928, 2» éd., 1947;
sión" (Essaij, II, xiv, 10). Tenemos desvanecen cuando aprehendemos uno Du temps et de l'éternité, 1945; De
aquí, pues, una concepción gnoseoló- y otro en su realidad concreta. La no- l'âme humaine, 1951). Como ejemplo
gica o, si se quiere, gnoseológico-psi- ción de instante ofrecería, pues, difi- de las ideas de Lavelle al respecto
cológica del instante. Es comprensible cultades sólo si se la desgajara, como llamaremos la atención sobre algunas
que, siguiendo la tendencia general se ha hecho con tanta frecuencia, de páginas del libro La présence totale
de sus respectivas filosofías, los ra- su contexto real y se convirtiera en (1934 [trad. esp.: La presencia total,
cionalistas consideren el instante me- una entidad "puntual". Pero lo que 1961]), donde el autor expone "en
tafísicamente y los empiristas exami- se llama "instante" es no una repre- un plano distinto" las ideas manteni-
nen la noción de instante psicológi- sentación abstracta, sino algo vivido das en De Z'Eíre. Lavelle describe el
camente; que los primeros se refieran (véase Essai, passim). instante como el "estar" o "permane-
primariamente a la estructura del ins- Para Whitehead, "la relación [la cer" de los cuerpos o de las aparien-
tante y los segundos a su origen. Aquí relación ordenadora del tiempo] y los cias. Así, el instante es simplemente
también Kant representa un esfuerzo instantes son justamente conocidos el "presente móvil, límite del pasado
por superar los dos anteriores puntos por nosotros en nuestra aprehensión y del futuro"; parece que no dura
de vista. No nos extenderemos sobre del tiempo: relación e instantes se in- nada y que, por lo tanto, es pura
el asunto, por haberlo dilucidado lo fluyen mutuamente" (The Concept <ή presencia y permanencia. Desde este
suficiente para los propósitos de esta Nature, II). "La instantaneidad es punto de vista, el instante es el re-
obra en otros artículos (ANTINOMIA, un concepto lógico complejo del pro- sultado del cruce entre el tiempo y la
KANT, TIEMPO, etc.). En cambio, di- cedimiento seguido por el pensamien- eternidad (La présence, etc., pág.
remos unas palabras sobre el modo to cuando construye entidades lógicas 174). Pero el instante puede ser, y
como Hegel entendió el instante o, a fin de expresar lo más simplemente debe ser, lo que conduce a lo eterno
mejor, para usar su propia expresión posible las propiedades de la Natura- en cuanto "eterno presente". Así,
el "ahora": Jetzt. leza" (op. cit., III). Puede decirse pues, el instante sólo se contrapone a
La noción del "ahora" es examina- entonces que la instantaneidad es "el lo eterno intemporal, pero no al ser
da por Hegel al mismo tiempo que la concepto de la Naturaleza entera en como "presencia pura". El instante se
noción del "aquí" principalmente en un instante" en cuyo caso se concibe funda en la presencia. Como algunas
las páginas sobre la certidumbre sen- el instante como desprovisto de toda de las tesis fundamentales de Lavelle
sible tras la "Introducción" a la Feno- extensión temporal. El mencionado sobre la "presencia" se aproximan a
menología del Espíritu. Si nos pre- concepto de la Naturaleza entera en uno de los sentidos en que ha sido
guntamos por lo que es el "ahora" y un instante es llamado por Whitehead tratado a veces el concepto de "mo-
contestamos que el "ahora" es la no- "momento". Hay que distinguir entre mento", remitimos a éste para com-
che, resultará que tal verdad dejará el concepto y la aprehensión sensible; pletar esta sumaria exposición del
de serlo al mediodía del día siguien- en ésta no se nos da nunca una ins- pensamiento de Lavelle.
te. Por supuesto, el "ahora" que es la tantaneidad desprovista de tiempo, Otra filosofía, finalmente, en que
noche se ha conservado; así, el "aho- sino una duración. la noción de instante es central —y
ra" se conserva, pero como un Entre las filosofías de nuestro siglo aun más central que en cualquiera
"ahora" tal que no es la noche: como que han consagrado especial atención de las reseñadas— es la expuesta por
algo negativo. El "ahora" que se con- al problema del instante, considerán- el discípulo de Ortega y Gasset, Luis
serva no es inmediato, sino mediati- dolo en algunos casos como clave de Abad Carretero. Las dos obras más
zado. En la medida en que haya la comprensión de la realidad, y aun importantes en el asunto que nos ocu-
meramente certidumbre sensible, el como estructura fundamental de lo pa son las tituladas Una filosofía del
"ahora" dejará de ser; sólo cuando real, destacaremos acto seguido tres. instante (1954) e Instante, querer y
vamos ascendiendo hacia formas más Una es la G. M. Mead {VÉASE). realidad (1958), pero también se
universales de conocimientos podre- Este autor usa el término 'presente' ocupa del problema el libro Vida y
mos "conservar" de algún modo el (thé Présent], pero lo que dice acerca sentido (I960). Carretero confiesa es-
"ahora". La verdad del "ahora" es no de él se parece en varios puntos a lo tar de acuerdo con Mead en algunos
la pura certidumbre sensible, sino un que otros autores dicen sobre el ins- puntos decisivos, pero, a diferencia
universal. El "ahora", en suma, en tante. En su libro The Philosophy of de éste, estima que el instante "tiene
tanto que conocido y verdadero, es thé Présent (1932), Mead declara una dimensión precisa". Según Carre-
un "ahora universal". que "la realidad se halla en el pre- tero, "la filosofía del instante se plan-
Sería largo dilucidar el problema sente". Este último no es sólo un frag- tea el problema de la vida, de cómo
del instante tal como ha sido tratado mento del tiempo ni sólo una cierta el hombre hace frente a las situacio-
por filósofos posteriores a Hegel, aun dimensión de la conciencia, sino una nes vitales" (Instante, etc., pág. 1).
reservando, como lo hemos hecho, especie de "complejo" en el cual se dan La más vital de todas las cuestiones
para el artículo sobre el concepto de la realidad y la conciencia de ésta. vitales es la del tiempo, y éste se ma-
970
INS INS INS
nifiesta como instante. A su vez, el sólo los momentos en cuanto "tempo- formas de temporalización de la Exis-
instante (por lo menos en el hombre) ralidades" hacen cognoscible y valora- tencia en su "caída" (Verfalien). Fi-
se funda en el querer (o "decisión") ble (loe. cit., pág. 332). nalmente, Heidegger habla del ins-
en cuanto orientado por el objeto Por razones de comodidad hemos tante en las realidades intra-mundanas
(Una filosofía, etc., pág. xiii). La tratado hasta aquí de la noción de como un "ahora" (/etzt) y de la ocul-
eternidad, ha escrito nuestro autor, se "instante" juntamente con nociones tación del auténtico instante por el
ha "humanizado en el instante" como más o menos emparentadas con ella: "ahora-tiempo" (}etzt-Zeit) en que se
"querer en el presente". "En el ins- el "ahora", el "presente", etc. En funda en gran parte la concepción
tante se concentran todos los proce- muchos casos el significado de 'ins- común del tiempo. En esta concep-
sos psíquicos y vitales" (Instante, tante' no difiere esencialmente del de ción, el tiempo aparece como una
etc., pág. 13). 'momento': ambos vocablos podrían continua e ininterrumpida sucesión de
Algunas de las dificultades suscita- usarse, pues, indistintamente. Pero "ahoras". Pero el verdadero "ahora"
das por el carácter aparentemente ello no quiere decir que todos estos es un "ahora ahí" (/etzt da); el pre-
"puntual" del instante han sido afron- términos signifiquen siempre lo mis- sente se funda no en el momento fu-
tadas por medio de varias formas de mo. Por ese motivo hemos dedicado gaz, sino en la "presencia" (Sein una
análisis psicológico del instante como un artículo especial (Cfr. MOMENTO) Zeit, $$ 68, 79, 81).
"presente". Se ha dicho a este efecto a un concepto del instante alejado de INSTINTO. El término 'instinto'
que el presente supuestamente "pun- todos los anteriores (aunque parcial- significa "aguijón", "acicate", "estí-
tual" no es dado a la experiencia psi- mente relacionable con la noción del mulo" (de instinguere = 'aguijonear',
cológica; lo que se da a esta expe- nunc aeternitatis sive stans antes des- 'estimular'). De ello deriva el sentido
riencia es una especie de "bloque de crita). Sin embargo, ello no es sufi- de instinto como estímulo natural,
duración". Las ideas de Bergson no ciente; en ciertas ocasiones es menes- como conjunto de acciones y reaccio-
son ajenas a esta concepción del "pre- ter precisar el significado que tienen nes primarias, "primitivas" y no cons-
sente". Es conocida sobre todo la en un solo autor diversos vocablos que cientes.
concepción de William James acerca denotan el instante, el momento, el El instinto fue definido por Wi-
del llamado "presente especioso" (spe- presente, etc. Tal ocurre con Heideg- lliam James (op. cit. infra, Cap.
cious présent). Esta expresión fue ger. Por un lado, este autor habla del XXIV) como "la facultad de actuar
introducida por E. G. Clay (The Al- instante o momento (Augenblick) que de tal modo que se produzcan ciertos
ternative, 1882) para denotar el mo- corresponde a los dos modos básicos fines sin previsión de los fines y sin
mento presente como una especie de —auténtico e inauténtico— de la previo entrenamiento". Según James,
"línea divisoria". James tomó la mis- Existencia (Dasein). El instante in- todos los instintos son impulsos de
ma expresión y la entendió como el auténtico es el mero "pasar" sin ha- alguna clase. Algunos psicólogos han
"presente concreto", poseedor de du- cerse nada realmente "presente". Este mantenido que los instintos son siem-
ración (poca o mucha): "El presente instante se manifiesta, por ejemplo, pre ciegos e invariables, pero James
prácticamente conocido —ha escrito en la distracción o en la curiosidad. lo niega. La ceguera e invariabilidad
James— no es como el filo de un cu- El instante auténtico es el auténtico de los instintos son propiedades que
chillo, sino como una albarda, con presente, en un sentido parecido al pueden aplicarse a instintos ya cons-
una cierta anchura propia en la cual que tiene el "momento" en Kierke- tituidos y que han funcionado, o si-
nos encaramos y desde la cual mira- gaard. Por otro lado, el mismo autor guen funcionando, durante un tiempo
mos el tiempo en dos direcciones" explica con cierto detalle el modo relativamente largo, pero no al modo
(Principies of Psychology, Cap. XV). como la noción de instante aparece como han sido formados los instintos.
Agreguemos que a veces se ha in- en cada uno de los elementos consti- James sostiene asimismo que los ins-
tentado distinguir entre 'instante' y tutivos de la Existencia, y en cada tintos no son uniformes, y propone
'momento' en sentido distinto del que uno de los modos —auténtico e inau- dos leyes relativas a los instintos: 1.
constituye la base principal de nues- téntico— de tales elementos constitu- La ley de inhibición de los instintos
tra distinción. Así, por ejemplo, Ama- tivos. Aunque la Existencia inautén- mediante los hábitos, según la cual
deo Silva Tarouca ("Moment und tica tiende al "presente" (o al futuro cuando ciertos objetos suscitan cier-
Augenblick. Reflexionen zur Philoso- dominado por la mera curiosidad), y tas reacciones, el animal reacciona
phie der Zeit", Zeischrift für philoso- la Existencia auténtica tiende al "fu- sólo ante los primeros ejemplos, o sólo
phische Forschung [1962], 321-41) turo" en la anticipación de sí misma el primer ejemplo, de la clase de tales
indica que los momentos e instantes y de su fin, cada modo constitutivo objetos y no reacciona ante otros
dependen unos de otros en la forma de la Existencia asume el instante en ejemplos; 2. La ley de la transitorie-
de una "contraposición". En los mo- forma distinta: hay el instante de la dad de los instintos, según la cual
mentos (que son "fenómenos tempo- aceptación del hecho de estar arroja- muchos instintos maduran en una
rales") aparecen las "condiciones de do en el mundo y el instante de la cierta edad y luego se evaporan (loe.
la vivencia del tiempo". Los momen- huida de tal aceptación; el instante cit.).
tos son mensurables. En los instantes, de la interpretación auténtica y el de Se ha discutido con frecuencia la
por otro lado, se llevan a cabo "las la interpretación inauténtica, etc. relación en que se hallan los instintos
vivencias de la realidad", pero no co- Heidegger habla asimismo del hacer con los hábitos. Ha sido frecuente es-
mo duración o condicionamiento cor- presente (Gegenwartigen), que es por timar los primeros como más "arrai-
poral. El instante es para el autor ci- lo común un hacer presente las cosas gados" o "fundamentales" que los
tado un "acto sobretemporal" que mundanas y, por tanto, una de las segundos, pero es difícil establecer
971
INS INS
siempre una diferencia tajante entre inteligencia es capaz de buscar, pero
ellos. Se ha discutido también si los que, por sí misma, no encontrará
instintos se contraponen siempre a los nunca. Sólo el instinto las encontra-
actos inteligentes o bien si los instin- ría, pero jamás las buscará". Tal
tos, o cuando menos algunos de ellos, vez sería conveniente, empero, co-
son actos inteligentes luego mecani- mo Max Scheler ha puesto de re-
zados. También se ha examinado la lieve, no adscribir tal instinto a una
relación que hay entre instinto y re- forma de "saber" ni menos a una
flejo (v. ). Ha sido común considerar forma de la simpatía; el instinto que
el último como puramente automáti- hace actuar al animal de un modo
co, o como más automático que el con frecuencia más seguro y preciso
instinto. La relación entre instinto e que la inteligencia es, para dicho
impulso es siempre poco clara, pero pensador, un mero sentimiento de
se ha sugerido que, a diferencia de la unidad vital, y aun un sentimiento
mayor parte de los instintos, los im- de unidad vital que debe cuidadosa-
pulsos son acciones o reacciones pro- mente diferenciarse del que tiene
fundas y generalmente violentas. lugar, bajo este mismo nombre, en INSTRUMENTALISMO. Véase DE-
La concepción del instinto corno la esfera propiamente humana. WEY (JOHN).
un modo especial de acción y de "co- Se ha hablado a veces de un "ins- INTEGRACIÓN. Véase SPENCER
nocimiento", y la contraposición entre tinto de realidad" que permite al (HERBERT).
instinto e inteligencia, han sido de- hombre hacerse cargo de lo real en INTEGRACIONISMO. Proponemos
fendidas por Bergson. Según este au- cuanto real. Este "instinto", o supues- este nombre para designar un tipo
tor, el instinto es una facultad de to tal, ha sido entendido de muy de filosofía que se propone tender
utilizar y construir instrumentos orga- diversas maneras. A veces se ha con- un puente sobre el abismo con de-
nizados, a diferencia de la inteligencia, cebido como equivalente al sentido masiada frecuencia abierto entre el
que tiende a la fabricación de instru- común (VÉASE) o a cierta forma bási- pensamiento que toma como eje la
mentos inorganizados. Por ello el ins- ca del sentido común. A veces se ha existencia humana o realidades des-
tinto se hace estático y logra pronto concebido como una especie de "in- critas por analogía con ella, y el
la perfección, en tanto que la inteli- teligencia fundamental" que se halla pensamiento que toma como eje la
gencia es constitutivamente imperfec- en la base de todas las formas de Naturaleza. El primero concede pre-
ta y susceptible de un indefinido pro- comprensión de la realidad. En algu- dominio (cuando menos metódico) a
greso. La definición de la conciencia nas ocasiones se ha concebido ese la conciencia; el segundo otorga pri-
como inadecuación entre el acto y la "instinto" como fundamento de la vi- mado (por lo menos metódico) al
representación permite apresar tam- vencia de la resistencia (VÉASE). En objeto. Cada uno de ellos, además,
bién, según Bergson, la naturaleza del todos los casos se ha ligado dicho intenta derivar una forma de ser de
instinto: mientras la inteligencia se "instinto" a un "sentir", pero a un la otra. Como consecuencia de ello
orienta en la conciencia, que es per- "sentir" cuyo objeto no es ninguna surgen concepciones opuestas que
plejidad y posibilidad de elección, realidad determinada. Ninguna de es- reciben, según los casos, diversos
el instinto se orienta en la incons- tas concepciones del instinto es pro- nombres: personalismo y naturalismo;
ciencia, y por eso es plena seguri- piamente psicológica, sino más bien antropologismo y fisicalismo; existen-
dad y firmeza. La forma especial metafísica o, si se quiere, metafísica- cialismo y cientificismo; idealismo y
de acción y de conocimiento que gnoseológica. realismo, etc. Común a todas estas
representa el instinto se define por concepciones es el tender a basarse
el hecho de ser vivido a diferencia en conceptos que se suponen desig-
del mero ser pensado de la inteligen- nar realidades absolutas. La filosofía
cia. De ahí que el instinto conozca integracionista, en cambio, comienza
inmediatamente cosas, esto es, mate- por rechazar este supuesto: las rea-
rias del conocimiento, existencias, en lidades que aparecen como absolu-
tanto que la inteligencia se inclina tas —tales la conciencia o el objeto—
sobre relaciones, es decir, formas del son, en rigor, términos finales, y ja-
conocimiento, esencias. El instinto es más alcanzados, de ciertas tendencias.
categórico y limitado; la inteligencia Los conceptos por medio de los cua-
es hipotética, pero ilimitada, y por les se expresan dichos términos son,
eso puede, a diferencia del instinto, por consiguiente, conceptos-límites, y
superarse a sí misma y llegar hasta solamente en calidad de tales es le-
una intuición que va a ser la defi- gítimo (y aun indispensable) usar-
nitiva ruptura de los marcos en los. As!, no hay ninguna entidad que
que están encerrados, cada uno por sea exclusivamente conciencia o que
su lado, instinto e inteligencia. Por sea exclusivamente objeto, pero hay
eso la diferencia entre éstos se coro- entidades que son más conciencia
na con la precisa fórmula bergsonia- que objeto o viceversa. Lo mismo
na de que "hay cosas que sólo la podemos decir de otros pares de su-
INT INT INT
puestos absolutos designados por moderado. Ahora bien, desde el pun- día. Lo primero exige un incompro-
otros tantos conceptos-límites. Supon- to de vista integracionista, nomina- bable postulado metafísico. Lo segun-
gamos, en efecto, que se trata de lismo y realismo designan concepcio- do parece plausible, pero siempre que
saber si una entidad dada pertenece nes extremas a la vez falsas e inevi- se obtenga por medio de la afirma-
al reino ideal o al reino real. Lo úni- tables. En efecto, el nominalismo, ción sucesiva y ulterior integración
co que puede hacerse en tal caso no llevado a un extremo, choca con la de los dos supuestos. Así, se declara
es definir absolutamente la entidad dificultad de que no puede propia- que cualquier entidad dada pertenece
en cuestión mediante una serie de mente decir nada acerca de la rea- al polo del ser o del devenir según
predicados unilaterales, sino situarla lidad, pues sus supuestos conceptos su mayor o menor cercanía a uno
dentro de una cierta línea que oscila son sólo términos y los términos son o a otro. Pero, en rigor, pertenece a
entre los dos polos de la idealidad sólo inscripciones físicas — y, por lo ambos — o, si se quiere, es integra-
y de la realidad. En general, pode- tanto, objetos reales sobre los cuales da, aunque en diferente grado, por
mos decir que todo lo que es, es en habría que enunciar algo. A su vez, ambos.
tanto que oscila entre polos opuestos, el realismo, llevado a un extremo, El tercero pertenece a la teoría del
los cuales designan sus límites, pero choca con la dificultad de que dice conocimiento. Según algunos, la rea-
en modo alguno paradigmas de dos ciertamente algo sobre el ser que es, lidad es sólo fenoménica. Según otros,
distintas formas de existencia. Ello pero nada más: su decir es, en el es exclusivamente nouménica. Los
supone que toda sucesión de formas fondo, un callar. Una concepción primeros reducen el mundo a un haz
de ser no constituye una serie de eta- aparentemente intermedia —como, de cualidades; con el fin de predicar
pas determinadas o por un momento por ejemplo, la del conceptualismo— algo de ellas hay que decir de ellas
inicial absoluto que sería su base ( on- se impone. Pero debe tenerse presen- algo universal —o conformarse con
tológica o cronológica o ambas a un te que esta concepción no es el re- una infinita predicación—; por lo tan-
tiempo) o por un momento final sultado de eludir nominalismo y rea- to, hay que suponer algo que no es
absoluto (que sería su causa última lismo: es simplemente el punto meramente fenoménico. Los segun-
o su paradigma metafísico) sino que —siempre transitorio— de detención dos reducen el mundo a un "en sí";
constituye una línea ininterrumpida. en el paso incesante que la mente de él no puede decirse sino que es
Cada punto de esta línea está cru- se ve obligada a dar entre las con- en sí; con el fin de predicar algo
zado por dos direcciones opuestas; cepciones extremas. En vista de que más hay que suponer que posee al-
el olvido de una de ellas conduce a el nominalismo se anula a sí mismo, gunas propiedades; por lo tanto, ad-
cualquiera de las concepciones filo- hay que retroceder a una posición rea- mitir que hay en él algo que no es
sóficas extremas antes mencionadas. lista; en vista de que el realismo se meramente nouménico. El conocer
Debemos advertir que el tipo de anula a sí mismo, hay que retroceder efectivo sigue esta doble y contra-
filosofía propuesto no consiste sim- a una posición nominalista. Nomina- puesta vía: pasa de uno a otro ex-
plemente en negar las oposiciones lismo y realismo quedan de este mo- tremo y en el curso de este pasar los
para buscar un tercer término que las do integrados, no eliminados o elu- integra sin por ello tener que decla-
supere, o en eludirlas para buscar didos. rar que uno u otro son absolutamen-
una posición intermedia equidistante. El segundo pertenece a la metafí- te verdaderos.
Rasgo característico del integracio- sica. El concepto de ser parece in- El cuarto pertenece a la filosofía
nismo es tratar de aunar los polos eludible si quiere designarse cual- de la naturaleza orgánica. Hay en
antedichos —y las concepciones co- quier realidad, pues lo que por lo pron- ella, entre otras, dos concepciones
rrespondientes a ellos— mediante el to puede decirse de ella es que es. Sin opuestas: el mecanicismo y el vita-
paso constante del uno al otro. El in- embargo, algunos autores prefieren lismo. La disputa entre ambas con-
tegracionismo considera, en efecto, definir la realidad por medio de otro cepciones parece interminable. Pero
que esta es la única posibilidad ofre- concepto opuesto: el de devenir. En es que cada una de ellas olvida que
cida a un pensamiento que pretenda el primer caso, el devenir es conce- su validez depende de la dirección
efectivamente morder sobre lo real bido como una manifestación del ser; que se subraye (hacia lo mecánico;
en vez de evitarlo o de inventar rea- en el segundo, el ser es estimado hacia lo vital) al examinar la reali-
lidades supuestamente trascendentes como una detención del devenir. Aho- dad correspondiente. Pues, de hecho,
sólo expresables por medio de otros ra bien, dadas las dificultades con no hay realidad puramente mecáni-
tantos conceptos-límites. que choca en ambos casos la deri- ca ni realidad puramente orgánica:
Muchas son las esferas a las cua- vación de una instancia a partir de cada realidad es definible por inte-
les puede aplicarse el tipo de filo- la otra (si el ser es, ¿cómo puede gración de ambos polos, y cada uno
sofía propuesto. Nos limitaremos a decirse que deviene sin ponerle cuan- de estos polos se hace más o menos
dar cinco ejemplos. do menos entre paréntesis el ser?; si presente en tanto que dirección se-
El primero pertenece a la teoría la realidad consiste en devenir, ¿có- gún la "situación" de la realidad o
de los universales. Algunos autores mo puede decirse que es si jamás del conjunto de fenómenos de que se
se manifiestan partidarios del nomina- es algo determinado salvo el pasar trate dentro de la "escala ontológica".
lismo; otros, del realismo. A causa de continuamente de un estado al otro?, El quinto y último pertenece a la
los inconvenientes con que choca cada etc.), puede buscarse un supuesto filosofía de la historia. Entre otras
una de estas posiciones, muchos pre- principio que constituya el funda- maneras radicales y opuestas de con-
fieren adoptar posiciones intermedias, mento común del ser y del devenir cebir la historia, hay las dos siguien-
tales el conceptualismo o el realismo o colocarse en una posición interme- tes: la historia se reduce a manifes-
973
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tación de la Naturaleza y constituye Capítulo I. Algunas de las ideas que 534 a ) . En todo caso, el intelecto se
un momento de ella, integrándose, constan en el mencionado libro fue- refiere a "lo noético" y hasta puede
por consiguiente, finalmente, en ella; ron anticipadas por el autor en El describirse como una "facultad noéti-
la historia se reduce a un proceso sentido de la muerte, 1947, Cap. I y ca" a diferencia de otras facultades
divino (de Dios, de una Idea o de en "Introducción a Bergson", prefa-
cio a la trad. esp. de Las dos fuentes (por ejemplo, la apetitiva [véase APE-
un Principio) y constituye un mo- TITIVO] ). De todos modos, aunque el
de la moral y de la religión, 1946,
mento de él, integrándose, por con- luego refundido y p u b l i c a d o bajo uso de los citados términos en Platón
siguiente, finalmente en él. Ahora idéntico título en Cuestiones disputa- no sea ni mucho menos arbitrario, no
bien, la historia efectiva puede con- das, 1955, págs. 111-50. — Algunas tiene siempre el significado más "téc-
cebirse como situada entre dichas ma- ideas de carácter integracionista han nico" o, si se quiere, más "preciso"
nifestaciones extremas — que son a sido aplicadas a diversos problemas (en el sentido de "más recortado" o
su vez conceptos-límites, los cuales de interpretación de la historia en El "más separado" de otros conceptos)
designan modos de ser absolutos, hombre en la encrucijada, 1952 (por que aparece en Aristóteles. Como,
ejemplo, "liberación" —o "futuris-
como tales no existentes. mo"— en la época moderna: Parte además, muchas de las concepciones
La objeción que más prontamente II, cap. i ) . — Otros ejemplos de apli- medievales, árabes y cristianas, del
puede suscitarse con respecto a la cación: oposición entre filosofía como intelecto, estuvieron fundadas en usos
concepción integracionista es la de sistema y filosofía como análisis e in- aristotélicos, conviene dar algunas
que la teoría que se adopte en cada tegración de ambas en "Filosofía y precisiones sobre la noción aristotéli-
caso con el fin de ligar mediante arquitectura", Cuestiones disputadas, ca de intelecto.
incesante dialéctica los extremos pue- págs. 48-59; en La filosofía en el Aristóteles tiende a concebir la
de llegar a ser una teoría vacía, que mundo de hoy, 1960, págs. 43-52 y "sensación", αιοφήσις, en forma más
con más detalle en Philosophy Today,
se limite, en el fondo, a reiterar esto: 1960, págs. 69-78 (véase 2* ed. de amplia que la usual entre la mayor
hay que integrar los dos polos con- La filosofía en el mundo de hoy, parte de pensadores modernos. Hay
siderándolos como absolutos designa- 1963); oposición entre lenguaje cien- en la "sensación" para Aristóteles "al-
dos meramente por conceptos-límites. tífico y lenguaje poético, e integra- go de conocimiento" —una notifia—,
En tal caso, el integracionismo sería ción de ambos en "Reflexiones sobre de modo que puede decirse que la
efectivamente una concepción que la poesía", Cuestiones disputadas, aprehensión sensible tiene algo de
no lograría lo que precisamente pre- págs. 93-102. "intelectual". Sin embargo, la "noti-
tende: engranar con lo real. Acep- INTELECTO. En Entendimiento cia" que da la facultad sensible no es
tarnos la objeción, pero sólo en tan- (VÉASE) hemos tratado principalmente todavía conocimiento propiamente di-
to que anuncia un peligro al cual de las concepciones modernas de lo cho. Éste surge únicamente cuando,
están expuestas todas las otras con- que puede llamarse en general "fa- como sucede en el alma humana, hay
cepciones. Pueden llegarse a formular cultad intelectual" o simplemente "in- no sólo facultad sensible —la cual
teorías vacías, pero no es forzoso teligencia". En el presente artículo incluye la sensación propiamente di-
que se formulen. Como en la mayor trataremos de las concepciones anti- cha, el deseo y el movimiento local—,
parte de los casos, el resultado ob- guas y medievales. Aunque para des- ni tampoco solamente imaginación y
tenido depende del uso que se haga cribir estas concepciones puede asi- memoria, sino también justamente
de la teoría. Así, por ejemplo, en lo mismo emplearse el vocablo 'entendi- "intelecto". Siendo el intelecto una
que toca al quinto problema, no se miento' —que, en efecto, ha sido facultad del alma humana, no puede
ha dicho todavía mucho cuando se empleado en expresiones como 'enten- identificarse simplemente con el alma,
proclama que la historia efectiva os- dimiento agente' y 'entendimiento pa- como hizo, o Aristóteles (De an., I, 2,
cila entre las dos extremas —y jamás sivo'—, es mejor usar 'intelecto' 405 a, 15) supone que hizo, Anaxá-
conseguidas— absorciones de la his- — término con el cual traducimos el goras. El alma posee varias faculta-
toria en la Naturaleza o en un Prin- νους griego y el intellectus latino. des, y el intelecto es una de ellas. Es
cipio divino. Pero se enuncia algo Como traducción de νους, 'intelec- "la parte del alma con la cual el alma
cuando se concluye que en vista de to' tiene, o puede tener, todos los sen- conoce y piensa" (ibid., III, 4, 429
ello la historia humana debe ser con- tidos de dicho vocablo griego (véase a 10-1).
cebida como una incesante serie de Nous). Sin embargo, se distinguió ya Decir que el intelecto es "la parte
esfuerzos realizados por el hombre muy pronto entre el νους como orden del alma que piensa, juzga, etc." sus-
para emerger de la Naturaleza y for- del cosmos (Anaxágoras) y el νους cita varios problemas. Ños limitare-
mar una sociedad universal de per- como una facultad pensante, o una mos a los dos siguientes: el de la fun-
sonas: cada uno de los pueblos y de actividad pensante — que, por lo de- ción propia del intelecto y el de la
las etapas de la historia pueden en- más, refleja, o puede reflejar, el cita- naturaleza última del intelecto.
tonces ser examinados —y aun me- do orden cósmico. Si se interpreta En lo que respecta al primer pro-
didos— desde el punto de vista de el νους ο intelecto como facultad o blema, puede preguntarse si el inte-
aquel proceso —y oscilación— cons- actividad pensantes, se puede distin- lecto es principalmente intuitivo o
tantes. guir del pensamiento propiamente di- principalmente discursivo, esto es, si
Para los fundamentos de la ontolo- cho, νόησις, en cuanto contenido de es, o es sobre todo, νόησις , o es, o
gía integracionista véase José Ferra- tal facultad o actividad pensantes. es sobre todo, διάνο;» . Aristóteles pa-
ter Mora, El ser y la muerte. Bosque- Así sucede a veces en Platón (por rece referirse a ambos aspectos co-
jo de una filosofía integracionista, ejemplo, cuando subraya la diferen- mo propios del intelecto, pero a la
1962, especialmente Introducción y cia entre saber y opinión en Rep., VII vez parece destacar el primero. En
974
INT INT INT
todo caso, la idea del intelecto intui- chos comentarios y muy diversas der los "aspectos inteligibles". Pero
tivo fue la que más influyó entre los interpretaciones. Expondremos algu- los "aspectos inteligibles" ofrecen una
que siguieron a Aristóteles. Se sub- nas de las opiniones más fundamenta- dificultad que no se encuentra en los
rayó, en efecto, que el intelecto es les en este asunto, pero antes citare- "aspectos sensibles". Ambos aspectos
capaz de comprender los principios mos el pasaje más discutido y acla- deben ser actualizados para ser apre-
de la demostración y los fines últimos raremos brevemente la significación hendidos. Pero mientras la actualiza-
de la acción. El intelecto fue conce- más general del mismo previamente ción de los aspectos sensibles es una
bido entonces como un "hábito" (VÉA- a toda interpretación. causa —o, mejor dicho, un "movi-
SE) —el habitus principiorum de En De anima, III, 5, 430 a 10 y miento"—, parece difícil admitir que
Santo Tomás y otros escolásticos—- sigs., Aristóteles escribió lo siguiente haya una causa o un movimiento (o
que no procede ni de la ciencia ni (usamos la versión de Antonio Ennis un mismo tipo de causa o movimien-
del arte, pero sin el cual no habría ni en la edición del Tratado del alma to) que actualice los "aspectos inteli-
ciencia (teórica o bien práctica) ni [1944], pág. 21, pero sustituimos 'en- gibles". De ahí ese otro intelecto que
arte. Así, el intelecto como intelecto tendimiento' por 'intelecto'; además, desde Alejandro de Afrodisia se lla-
intuitivo no es propiamente un "sa- no usamos la expresión 'intelecto acti- mó "intelecto activo", νους ποιητικός,
ber", sino más bien una "sabiduría" vo', porque Aristóteles no la usó ) : y al cual se refiere Aristóteles al decir
(VÉASE). "Puesto que lo mismo que en toda la que es aquel intelecto por medio del
En lo que toca al segundo proble- naturaleza, hay en cada género de cual la capacidad de aprehensión de
ma, puede preguntarse si el intelecto seres algo que es la materia (y esto los aspectos inteligibles se actualiza
es, en cuanto "parte" (o "facultad") es en potencia todos los seres), y algo o llega a ser efectiva.
del alma realmente distinto de otras también que es causa y principio ac- Desde Teofrasto hasta Zabarella ha
"partes" o "facultades" —la sensible, tivo, porque lo actúa todo, y con ello habido muy diversas interpretaciones
la imaginativa, etc.—, o bien si hay, tiene la relación que el arte con la de las nociones de "intelecto pasivo'"
por así decirlo, una "continuidad" materia; así también en el alma debe (= "intelecto paciente", "intelecto en
entre el intelecto y las demás "facul- haber necesariamente tales diferen- potencia", δυνάμει νους ) y de "inte-
tades" — la sensible, la imaginativa, cias. Existe, pues, un intelecto tal que lecto activo" (= "intelecto agente",
etcétera. se hace todas las cosas; y otro tal, "intelecto en acto"), y de sus relacio-
Este segundo problema ha hecho que se le debe el que el primero se nes mutuas. Resumiremos las opinio-
correr mucha tinta. Aristóteles parece haga todas las cosas, el cual es una nes más fundamentales, o más desta-
a veces hablar del intelecto como una especie de hábito, como la luz lo es; cadas.
facultad separada — o cuando menos porque la luz hace en cierta manera Teofrasto admitió una "mezcla",
separable. Otras veces, en cambio, que los colores en potencia sean colo- ϋίζις , de los dos intelectos. Cada uno
se opone rigurosamente al dualismo res en acto. Siempre es superior lo de ellos es un aspecto de la actividad
platónico y se manifiesta hostil a toda que opera a lo que padece; el princi- intelectual o una de las funciones bá-
"separación"; al fin y al cabo, la co- pio que la materia. La ciencia en acto sicas de esta actividad. La posición
nocida definición aristotélica del alma es idéntica a su objeto. En un indivi- de Teofrasto ha sido llamada a veces
(VÉASE) hace de ésta una con el cuer- duo determinado, la ciencia en poten- "inmanentista" por cuanto hace radi-
po. Se puede hablar —y no sólo en cia es anterior a la actual, pero consi- car el intelecto activo en el alma indi-
este respecto— de un Aristóteles "in- derada en absoluto la ciencia en vidual. Teofrasto destacaba al efecto·
telectualista" y a veces "platonizante" potencia no la precede. Pero el inte- la expresión aristotélica "en el alma",
y de un Aristóteles fundamentalmente lecto [al cual se debe que el intelecto εν τη ψυχή , que se halla en el pasaje
"naturalista" y "funcionalista". En lo pasivo se haga todas las cosas] no es citado y ponía de relieve que si es "en
que se refiere a nuestro problema, la tal que ahora entienda y luego no. el alma" donde se encuentran "las
cuestión se ha agudizado a causa de Sólo cuando está separado es lo que diferencias" —entre intelecto activo y
algunas páginas que constan en el es, inmortal y eterno. Pero no nos pasivo— no hay razón para mante-
libro III de su tratado acerca del acordamos, porque es impasible; en ner que el intelecto activo exista se-
alma. Los especialistas de Aristóteles cambio, el intelecto pasivo está sujeto paradamente del pasivo. Oponiéndose
(Jaeger, Nuyens) han explicado mu- a la corrupción y sin él nada puede a la interpretación de Alejandro de
chas de las divergencias dentro del entender." Afrodisia (Cfr. infra), Temistio ma-
pensamiento de Aristóteles por razón Un poco antes (De an., III, 4, 429 nifestó opiniones parecidas a las de
de la "evolución" de este pensamien- a 10 y sigs. ) Aristóteles había hablado Teofrasto. Lo mismo sucedió con Sim-
to. Es posible, pues, en este caso con- del 'intelecto pasivo', νους παθητικός, plicio. Se consideran asimismo como
siderar que las fuertes tendencias no sin dejar muy en claro si era una "inmanentistas" las interpretaciones
naturalistas que se manifiestan en las "parte separable" realmente o sólo de San Alberto Magno y Santo To-
páginas aludidas sean debidas a conceptualmente, pero considerándolo más. Este último, por ejemplo, desta-
las diversas fechas de composición del en todo caso como una capacidad pa- ca el mencionado "en el alma" y dice
mismo tratado. Pero también es posi- ra comprender las "cosas inteligibles" (In Arist. librum De an. comm., lib.
ble suponer que de vez en vez Aris- {los "universales", la "ciencia"). Mien- III, lect 10, 736) que si, según el
tóteles "recayó" en el "platonismo" al tras la facultad sensible tiene la capa- Estagirita, ambos intelectos están in
enfrentarse con alguna cuestión fun- cidad de aprehender los "aspectos anima ello da a entender que son par-
damental. Sea lo que fuere, las pági- sensibles" de las cosas, el intelecto tes del alma, o potencias del alma
nas de referencia han suscitado mu- pasivo tiene la capacidad de aprehen- (partes animae, vel potentiae) y no
975
INT INT
sustancias separadas ( et non. .. subs- no pueden ser inmortales: sólo el in-
tantiae separatas]. Ello no quiere de- telecto único es inmortal. De ahí la
cir, sin embargo, que Santo Tomás oposición de Santo Tomás y otros au-
sea necesariamente inmanentista en el tores al averroísmo. En la segunda
mismo sentido que Teofrasto. En todo concepción, en cambio, el "intelecto
caso, no da una interpretación "natu- único" es sólo el activo, de modo que
ralista" de Aristóteles. Santo Tomás la inmortalidad de las almas no está
subrayaba el "inmanentismo" contra excluida. En verdad, hay relaciones
el "trascendentismo" y "separatismo" estrechas entre la concepción de Avi-
de Averroes y los averroístas latinos, cena y la de ciertas corrientes agus-
contra los cuales escribió el De uni- tinianas, mientras que no puede
tate intellectus contra Aoerroistas. haberla entre estas corrientes y el
Para Santo Tomás, el intelecto activo averroísmo.
se halla en el alma como una virtud Las últimas discusiones importan-
capaz de hacer inteligible lo que lo tes acerca de la cuestión de la dife-
sensible posee de inteligible. La acti- rencia o falta de diferencia entre el
vidad o pasividad del intelecto son intelecto activo y el pasivo fueron las
funcione* de éste con respecto a la que tuvieron como figuras centrales a
realidad. Por otro lado, los inteligi- Pomponazzi y a Zabarella. Ambos au-
bles mueven el intelecto. tores defendieron una doctrina simi-
Estas interpretaciones "inmanentis- lar en parte a la de Teofrasto y simi-
tas" son radicalmente distintas de las lar en parte a la de Alejandro de
interpretaciones "trascendentistas". De Afrodisia. En muchos respectos los
ellas destacan la de Alejandro de autores de referencia son considerados
Afrodisia y la de Averroes, que han como "alejandrinistas" y "antiave-
dado lugar a los dos "direcciones tras- rroístas".
cendentistas" en el asunto que nos Puede pensarse que desde Zaba-
ocupa: el alejandrinismo y el averroís- rella el problema que hemos presen-
mo. Según Alejandro de Afrodisia, el tado aquí ha dejado de existir. Sería
intelecto activo es uno y eterno, y más justo, sin embargo, decir que ha
puede ser identificado con el Primer dejado de existir del modo como fue
Motor. Sólo el intelecto pasivo o en formulado. El problema mismo sub-
potencia (intelecto material) está li- siste en cuanto uno de los problemas
gado a las almas humanas individua- centrales de la teoría del conocimien-
les, las cuales poseen, además, un to. Puede reformularse en la pregun-
i n t e l e c t o adquirido, νους έχιχ,τηχτός ta: "¿Cómo es posible el conocimiento
(el llamado luego ¡ntettectus adeptus). —en cuanto "ciencia"— en sujetos
Las tesis de Alejandro de Afrodisia que, por su estructura psicológica y
fueron revividas, con intenciones dis- psicofisiológica, parecen poder apre-
tintas, por muchos autores que si- hender únicamente "datos de los sen-
guieron la doctrina agustiniana de la tidos" y no "datos inteligibles", "uni-
iluminación (VÉASE) divina. Estos au- versaíes", etc.?" En este sentido
tores tendieron a concebir el intelecto muchos filósofos modernos se han
activo como la Luz divina. Por otro ocupado del problema. Se puede in-
lado, según Averroes, no hay diferen- clusive estudiar la teoría del conoci-
cia entre el intelecto activo y el pasi- miento de Kant como una respuesta
vo; ambos forman un solo intelecto. a la cuestión de la naturaleza y fun-
Por consiguiente, los hombres no ción de una especie de "intelecto ac-
piensan; es el intelecto único el que tivo": el constituido por los conceptos
piensa en ellos. Este intelecto único de entendimiento. A la vez, las diver-
constituye la esfera ínfima de las "in- sas interpretaciones posibles de Kant
teligencias": es "la esfera de las al- pueden estudiarse como diversas for-
mas humanas". mas de la naturaleza y función de tal
Avicena afirmaba asimismo que el "intelecto activo". Por ejemplo, si este
intelecto es una de las esferas en la "intelecto" es "el sistema de concep-
serie de las "inteligencias": la décima tos o relaciones que hacen la ciencia
esfera que "da [imprime] las For- posible", se destaca el carácter "tras-
mas". Sin embargo, hay una diferen- cendente" del "intelecto", lo que no
cia fundamental entre la concepción ocurre si el mencionado "sistema de
averroista y la aviceniana. En la pri- conceptos" es visto como resultado de
mera hay un solo intelecto trascen- una actividad de los sujetos en cuan-
dente a las almas, de modo que éstas to sujetos cognoscentes.
976
INT INT
admitirse (2), pero sin desembocar tido muchas de las filosofías contem-
forzosamente en un panlogismo poráneas no son intelectualistas. Es-
(VÉASE). El intelectualismo designa- pecíficamente no lo son las filosofías
do por ( 3 ) se atribuye por algunos contemporáneas que hacen del cono-
comentaristas a Santo Tomás, hablán- cer sólo una de las posibles relaciones
dose entonces del intelectualismo de entre el sujeto y el mundo.
este teólogo frente ·—por ejemplo— Cabría distinguir entre doctrinas
al voluntarismo de Duns Escoto, sin intelectualistas, no intelectualistas y
por ello suponer que Santo Tomás anti-intelectualistas. En efecto, puede
fuera un racionalista en el sentido adoptarse una posición no intelectua-
moderno. ( 4 ) puede atenuarse seña- lista sin adoptarse una actitud anti-
lando que el conocimiento al cual el intelectualista. Por otro lado, toda
hombre está "destinado" es princi- posición anti-intelectualista es nece-
palmente de naturaleza intelectual, sariamente no intelectualista.
pero no de modo exclusivo. INTELIGENCIA. El uso del voca-
Cuando el intelectualismo es de blo 'inteligencia' plantea muchos pro-
índole epistemológica suele contra- blemas. Por lo pronto, se usa 'inteli-
ponerse al empirismo, al voluntaris- gencia' para traducir el término latino
mo y al emotivismo, pero el nombre intelligentia. Pero este último término
'intelectualismo' sigue siendo vago si ha tenido sentidos muy diversos. No
no se precisa lo que se entiende por siempre es fácil rastrear estos sentidos
Operación intelectual". El intelectua- en el uso común de 'inteligencia' a
lismo en la teoría del conocimiento menos que se advierta que se emplea
designa, por lo demás, no sólo una el vocablo en tal o cual contexto o
INTELECTO ACTIVO [AGENTE,
cierta actitud frente al origen (y va- con tal o cual significación. Así, por
ACTUAL], INTELECTO PASIVO
lidez) del conocimiento de la reali- ejemplo, se habla de la idea de inte-
[PACIENTE, EN POTENCIA]. Véa-
dad, sino también frente al origen (y ligencia en San Agustín, en Santo To-
se INTELECTO.
la validez) de los juicios de valor. más, etc. y se compara entonces el
INTELECTUALISMO. Se da este
Hay sobre todo un intelectualismo en significado de 'inteligencia' (es decir,
nombre a diversas doctrinas: (1) A
la ética, que destaca el primado in- intelllgentia) con el significado de
la que considera la inteligencia, el
telectual de cualquier juicio moral. otros términos tales como 'entendi-
entendimiento o la razón como los
A veces se suele emplear 'intelec- miento' o 'intelecto' (intellectus), 'ra-
únicos órganos adecuados de conoci-
tualismo' para designar todo un gru- zón' (ratio), etc. A veces se usa 'in-
miento; (2) a la que estima que la po de tendencias filosóficas o inclu-
realidad es últimamente de natura- teligencia' para referirse a la segunda
sive toda una época. Así, por ejemplo, hipóstasis (VÉASE) plotiniana, el Nous
leza inteligible; (3) a la que afirma es frecuente calificar la filosofía mo-
la superioridad de la inteligencia so- (ν.) — que también se describe como
derna de intelectualista. Al intelec- "lo Inteligible". En alguna relación
bre la voluntad, ya sea en el hombre, tualismo se opone el antiintelectua- con este uso se halla el empleo de
ya inclusive en Dios; (4) a la que lismo en sus diversas formas, ya sea 'inteligencia' para referirse a las "in-
considera que el hombre está desti- como mera negación del primado de teligencias puras", sean las "esferas
nado por naturaleza al conocimiento. lo intelectual, ya sea como afirma- inteligibles", sean los "ángeles". Se
Estas doctrinas se combinan a ve- ción del primado de otros modos de usa asimismo 'inteligencia' como
ces entre sí. Con frecuencia (1) se conocer: la voluntad, la emoción, la sinónimo de 'intelecto', hablándose
funda en (2), y ambas se basan en intuición, etc. En ocasiones el anti- entonces de 'inteligencia activa' e
(4). En ocasiones (3) es considerado intelectualismo se confunde con el 'inteligencia pasiva'. Además, se usa
como el fundamento de (1) o de irracionalismo (VÉASE), pero esta con- 'inteligencia' como sinónimo de 'en-
(4). Algunos autores, sin embargo, fusión no es siempre legítima, sobre tendimiento' (VÉASE).
admiten una de las citadas doctrinas todo cuando el llamado "irracionalis- Para complicar las cosas, 'inteligen-
sin por ello considerar que es for- mo" es simplemente el reconocimien- cia' se usa hoy en un sentido prima-
zoso adherirse a cualquiera de las to de la existencia de algo irracional. riamente psicológico, como denotando
otras. ( 1 ) es usualmente mantenida A menudo se llama "intelectualis- cierta "facultad" o cierta "función"
en la teoría del conocimiento; (2) en mo" a toda doctrina según la cual el — la "facultad" o "función" intelec-
la metafísica; (3) en la teología; experimentar se reduce a un conocer tual. Se habla entonces de una
(4) en la antropología filosófica. (Cfr. J. Dewey, Expérience and Na- "psicología de la inteligencia" en la
Ciertos pensadores admiten una de ture [1929], pág. 21). Apoyándose cual desaparecen casi por completo
las doctrinas en cuestión, pero esti- en esta idea puede caracterizarse el el sentido metafísico de 'inteligencia'
man que deben introducirse restric- intelectualismo corno una doctrina se- y casi por completo el sentido gno-
ciones. Así, (1) se confunde a veces gún la cual la relación sujeto-objeto seológico.
con el racionalismo, pero a veces se es fundamentalmente de carácter cog- Con el fin de no perdernos en este
considera como una doctrina destina- noscitivo — o cuando menos importa laberinto lingüístico, hemos adoptado
da a mediar entre el racionalismo ra- filosóficamente sólo en cuanto es de las siguientes convenciones:
dical y el radical empirismo. Puede carácter cognoscitivo. En este sen- 1. Hemos tratado del sentido meta-
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INT INT INT
físico, y en parte gnoseológico, de 'in- de "una función fundamental" — si- gencia no es una capacidad específi-
teligencia' en el artículo sobre el voca- milar a una "facultad". camente humana, pero que ello no
blo latino intelligentia (VÉASE). Una caracterización muy general y significa que no haya ninguna posibi-
2. Hemos dedicado artículos espe- muy común de la inteligencia en sen- lidad de hallar una diferencia esencial
ciales a Entendimiento (VÉASE) y a tido psicológico ha consistido en con- entre los animales superiores y el
Intelecto (v. ), de acuerdo con ciertos cebirla como una capacidad poseída hombre. Tal es la opinión de Max
usos de estos términos explicados en por ciertos organismos para adaptarse Scheler al indicar que el hombre se
dichos artículos. En algunos casos se a situaciones nuevas, utilizando a tal caracteriza no por la inteligencia, sino
podría sustituir 'intelecto' por 'inteli- efecto el conocimiento adquirido en por la "razón" como facultad de apre-
gencia', pero hemos preferido el pri- el curso de anteriores procesos de hensión de esencias puras, indepen-
mer término. adaptación. Desde este punto de vis- dientemente de los posibles efectos
3. Nos hemos limitado a tratar en ta, la inteligencia es considerada co- prácticos de la actividad racional.
el resto del presente artículo de los mo una capacidad de aprendizaje y Algunos idealistas postkantianos uti-
siguientes sentidos de 'inteligencia': de aplicación del aprendizaje. Se ha lizaron el vocablo 'inteligencia' (ín-
(a) el sentido psicológico, o primaria- planteado el problema de si esta con- telligens) en varios sentidos. Destaca-
mente psicológico — que, daba la ín- cepción de la inteligencia no será ex- mos al respecto los usos de Fichte y
dole de la presente obra, donde los clusivamente de índole "práctica" (y Hegel. Fichte habló de un "sistema
ternas psicológicos tienen una función "pragmática") y de si la definición de la inteligencia" (System der In-
ancillar, trataremos sólo parcamente; en cuestión puede asimismo aplicar- teüigenz) y estimó que la inteligencia
(b) el sentido de 'inteligencia' en al- se a la esfera "teórica". Los autores tiene dos aspectos: el práctico y el
gunos de los idealistas postkantianos; de tendencia behaviorista han tendido teórico. Hegel concibió a veces la
(c) el sentido de 'inteligencia' en Tai- a considerar lo práctico y lo teórico inteligencia como "espíritu teórico"
ne; ( d ) el sentido de 'inteligencia' como dos aspectos en el "proceso de (theoretischer Geist), y concibió el es-
en Bergson; (e) el sentido de 'inteli- adaptación y aprendizaje". Otros au- píritu en cuanto aprehensor de la rea-
gencia' —en particular, en la expre- tores, en cambio, han estimado que o lidad en dos formas: la forma de la
sión 'inteligencia sentiente'— en Xa- bien la inteligencia es exclusivamente subjetividad (o inteligencia) y la de
vier Zubiri. "práctica", o bien que cuando es la objetividad (o voluntad). La inte-
El significado psicológico de 'inte- "teórica" no se trata propiamente de ligencia fue definida por Hegel como
ligencia' arrastra algunos de los senti- inteligencia, sino de alguna otra fun- "facultad cognoscitiva" ( Erkenntni-
dos que no eran propiamente, o que ción. svermogen).
no eran enteramente, psicológicos en Relacionada con este último punto Taine entiende por 'inteligencia'
algunos modos de considerarse la in- se halla la discusión acerca de si la (intelligence) "lo que se entendía an-
teligencia. Tal ocurre sobre todo inteligencia caracteriza propiamente taño por entendimiento o intelecto, es
cuando se entiende 'inteligencia' como los seres humanos o de si puede ha- decir, la facultad de conocer" — usan-
un conjunto de funciones distintas, o blarse asimismo de inteligencia ani- do 'facultad' como un "nombre có-
cuando menos distinguibles, de las mal. Esta discusión fue grandemente modo". El análisis de la inteligen-
agrupadas bajo los términos 'memo- impulsada por los famosos experimen- cia es para Taine una "psicología
ria', 'voluntad', 'sentimiento'. 'Inteli- tos de Kôhler (v.) sobre "la inteli- general", pero dentro de ésta se halla
gencia', 'memoria', 'voluntad' y 'sen- gencia de los chimpancés". Tales una teoría del conocimiento que va
timiento', y, más a menudo, 'inteli- experimentos probaron que los chim- desde el estudio de los signos, las
gencia', 'memoria' y 'voluntad' han pancés son capaces no sólo de apren- imágenes y las sensaciones hasta el
sido nombres con los que se han de- dizaje, sino también de cierta "refle- estudio de la razón como conocimien-
signado varias posibles "facultades" o xión" ante un "problema nuevo" (por to de "cosas generales" y de "leyes".
"capacidades" o "funciones" o "gru- ejemplo, el problema de alcanzar un El sentido de 'inteligencia' en Berg-
pos de funciones". En la "psicología plátano por medio de dos bastones, son está ligado en parte a los estudios
de las facultades" (véase FACULTAD) cada uno de los cuales es demasiado psicológicos sobre la inteligencia y en
la inteligencia —llamada también a corto, pero que pueden enchufarse parte al predominio de una concep-
veces "entendimiento" e "intelecto"—· uno con otro para alcanzar la longi- ción behaviorista y pragmática de la
ha sido considerada como una de las tud necesaria). Algunos autores han inteligencia. Según Bergson, la inteli-
facultades humanas básicas, y a veces argüido que los experimentos en cues- gencia se contrapone al instinto (VÉA-
como la facultad humana básica. tión prueban que la inteligencia no SE); la inteligencia —que de ser una
Cuando se ha abandonado el lengua- es una capacidad específica del hom- función psicológica propia del hombre
je de la "psicología de las facultades" bre. Otros han indicado que no hay o de cierto grupo de organismos pasa
se ha preferido hablar de "función", diferencia esencial entre el hombre y a ser una "tendencia general en la
de "funciones" o de "grupo de fun- ciertos animales si se concibe la inte- evolución"— está encaminada a orga-
ciones" intelectuales. En el llamado ligencia en el sentido en que el con- nizar la realidad material con vistas a
"análisis factorial de la inteligencia" cepto fue manejado por Kôhler, pero su dominio. Por eso la inteligencia
(véase FACULTAD, ad finem), la inte- que puede darse otra definición de corta, divide, organiza y articula en
ligencia ha sido definida como un 'inteligencia' en la que intervengan vez de reconocer la continuidad y el
conjunto de funciones, pero de tal operaciones intelectuales distintas de "flujo" de lo real. La inteligencia es
modo características y distinguibles las ejecutadas por los chimpancés. "enemiga de la vida" (o, mejor, de
de otras que ha recibido el nombre Otros han reconocido que la inteli- "la Vida") en cuanto "muestra una
978
INT INT INT
incomprensión natural de la Vida". sible, αισθητός , sensibilis, y lo inte- de lo sensible— ofrece a la vez aspec-
Nos hemos referido a este punto con ligible, νοητός , intelligibilis. En la tos metafísicos y gnoseológicos. Meta-
más detalle en los artículos BERGSON medida en que influyó en Platón el físicamente, lo inteligible es concebi-
e INSTINTO (en éste nos hemos refe- eleatismo, lo sensible se distinguía de do como una realidad —si no la
rido asimismo a las ideas de Max lo inteligible como la multiplicidad se realidad— en cuanto es "verdadera
Scheler al respecto). Agreguemos distingue de la unidad. Pero en sus realidad", y ésta a su vez en cuanto
aquí solamente que las ideas de Berg- esfuerzos por deshacerse de las con- es inmutable. Gnoseológicamente, lo
son, y posiblemente las de Scheler, secuencias del eleatismo, Platón admi- inteligible es concebido como el as-
están dentro de la línea de una orien- tió asimismo una multiplicidad inteli- pecto "pensable" y "racional" de la
tación "antiintelectualista" que tiende gible o ideal. Lo inteligible son para realidad. Los dos aspectos se hallan
a "rebajar la inteligencia" con el fin Platón las cosas en cuanto son verda- con frecuencia entremezclados. En
de subrayar la importancia de otras deras, los seres que son, τα όντως muchos casos, la concepción gnoseo-
funciones, tales como la intuición 8ντα ; lo sensible son las cosas en lógica de lo inteligible se halla subor-
(VÉASE). cuanto son sólo materia de opinión. dinada a su concepción metafísica.
Hemos tocado la concepción de la La distinción entre lo sensible y lo Tal es lo característico de múltiples
inteligencia como "inteligencia sen- inteligible se encuentra asimismo en formas de platonismo y neoplatonis-
tiente" (no "sintiente") en Xaxier Aristóteles (de an., III, 8, 431 b 21): mo. En otros casos se tiende a distin-
Zubiri en varios artículos de la pre- las cosas sensibles son objeto de los guir entre lo inteligible desde el pun-
sente obra. Puntualizaremos aquí sim- sentidos; las cosas inteligibles son ob- to de vista metafísico y lo inteligible
plemente algunos aspectos capitales jeto del pensamiento, de la inteligen- desde el punto de vista gnoseológico.
de tal concepción. Según Zubiri, la cia, de la razón. Sin embargo, el modo Así ocurre con frecuencia en la tradi-
inteligencia está constituida formal- de distinguir, y de relacionar, lo sen- ción aristotélica. Sin embargo, aun en
mente por la "apertura a las cosas sible y lo inteligible difieren en Pla- este último caso es posible, y no in-
como realidades", de tal suerte que tón y en Aristóteles. En el primero frecuente, manifestar, o suponer, que
"la formalidad propia de lo inteligido hay, por un lado, una separación en- el fundamento del verdadero conoci-
es 'realidad'". La inteligencia no es, tre lo sensible y lo inteligible, y por miento se halla en una básica "inteli-
sin embargo, independiente del "sen- otro lado una relación de fundamen- gibilidad" de lo conocido, por lo que
tir". El puro sentir presenta a las co- tación: lo inteligible es el fundamen- se puede concluir que lo inteligible es
sas como estímulos. Pero hay un modo to, cuando menos en cuanto modelo, primariamente lo real —o cuando
de "sentir" que las presenta como de lo sensible. En el segundo no hay menos se halla en lo real— y secun-
realidades: es un modo de sentir inte- separación entre lo sensible y lo inte- dariamente un modo de comprender
lectivo por el cual la sensibilidad se ligible; este último se halla de algún lo real en su verdadera realidad.
hace intelectiva. Decir que la sensi- modo en el primero. En la filosofía moderna se ha ha-
bilidad se hace intelectiva es también Para Plotino, lo Inteligible es, por blado menos de lo inteligible que en
decir que la inteligencia se hace "sen- decirlo así, el contenido de la Inteli- el pensamiento antiguo y medieval,
tiente". Aunque el sentir y el inteligir gencia, lojc , primera emanación de pero en algunos casos —por ejemplo,
sean operaciones distintas, están uni- lo Uno. Lo inteligible es la inteligen- en el llamado "racionalismo", y en
das en la estructura "inteligencia sen- cia "en reposo" (Enn., III, ix, 1). particular en el "racionalismo de
tiente". No hay que confundir esta Muchos filósofos han hablado de un Leibniz-Wolff"— se ha admitido no
inteligencia como una mera intelec- 'mundo inteligible", κόσμος νο«6ς, sólo un mundo inteligible, sino tam-
ción de "cosas sensibles". La inteli- como "mundo de las ideas" — en el bién su cognoscibilidad. La existencia
gencia sentiente aprehende las cosas sentido platónico de 'idea'. Los es- de todo mundo inteligible ha sido re-
reales en su "impresión de realidad". colásticos, y en particular Santo To- chazada por los empiristas de todas
Esta es "la impresión de la formali- más, han hablado de lo inteligible las tendencias. Por otro lado, Kant ha
dad propia de las cualidades sen- como lo cognoscible mediante el inte- identificado el mundo inteligible con
tidas". lecto (VÉASE). Lo inteligible puede el mundo nouménico (véase COSA EN
Las obras sobre psicología de la serlo por sí mismo (o por su esencia), sí, NOÚMENO), y aunque no lo ha
inteligencia son numerosas; nos limi- o bien serlo por accidente. Lo inteli- excluido en principio, lo ha declarado
tamos a mencionar a modo de ejem- gible por sí mismo es aprehendido incognoscible. Lo cognoscible para
plo: Alfred Binet, Étude expérimen- inmediatamente por el intelecto; lo Kant no es el mundo inteligible, sino
tale de ^intelligence, 1903. — C.
Spearman, The Nature of Intelligence inteligible por accidente es aprehen- el "mundo intelectual", esto es, el
and thé Principies of Cognition, 1923. dido por el intelecto junto con sus mundo en cuanto es accesible al suje-
— Jean Piaget, La psychologie de manifestaciones. Las llamadas "espe- to cognoscente por medio de las for-
l'intelligence, 1947 (trad. esp.: Psico- cies", o elementos intermedios entre mas y conceptos a priori.
logía de la inteligencia, 1955). — L. el sujeto y el objeto, pueden ser asi- En un sentido mucho más general
J. Bischof, Intelligence. Statical Con- mismo sensibles o inteligibles. Las es- se usa el término 'inteligible' —y tér-
cepts of Its Nature, 1954. — Para las pecies sensibles son lo que se repre- minos tales como 'inteligibilidad'—
obras de Max Scheler y Zubiri, véan- sentan los sentidos; los inteligibles, lo para referirse a "lo racionalmente
se los artículos sobre estos pensadores. que se representa el intelecto. comprensible", "lo pensable". En este
INTELIGIBLE. En distintas for- Por lo dicho antes se ve que la no- sentido se habla de la inteligibilidad
mas y con distintos vocablos se ha ción de inteligible —lo mismo que la o no inteligibilidad de las cosas, de.lo
distinguido desde Platón entre lo sen- noción contrapuesta, o correlacionada, real, del mundo en general, etc. Algu-
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nos autores han considerado que lo Santo Tomás usó intelligentia para y (en parte) psicológico, designa el he-
real no es nunca propiamente inteli- designar la acción y efecto de intelli- cho de que ningún conocimiento ac-
gible, y que el ser inteligible es única- gere (que a veces se entendió como tual es posible si no hay una "inten-
mente una propiedad de lo ideal. iníus légère o "leer por dentro", in- ción". La intención es entonces el
W. M. Urban, The Intelligible ter-pretar). El intelligere equivale a acto del entendimiento dirigido al co-
World. Metapht/sics and Valve, 1929. "percibir" o "entender"; así, la in- nocimiento de un objeto. Pero como
— G. Nebel, Tlotins Kalegorien der tclligentia equivale a "percepción (in- en este acto pueden distinguirse va-
intelligibilen Welt, 1929. — J. Ritter, telectual)" y a "entendimiento". La rios elementos por parte del sujeto
Mundus Intelligibilis: Eine Untersu- inteligencia es considerada por Santo como por parte del objeto, la signifi-
cliung zur Aufnahme und Umwand-
lung der neuplatonischen Ontologie Tomás como una de las virtudes inte- cación de 'intención' resulta algo am-
bei Augustinus, 1937. — J. Pépin, lectuales, junto a la scientia, a la sa- bigua. Es lo que ya reconoció, junto
"Eléments pour une histoire de la pientia y a la prudentia. La inteligen- con Santo Tomás, San Buenaventura
relation entre l'intelligence et l'in- cia es asimismo descrita como un al escribir en In lib. Π Sent., d. 38,
telligible chez Platon et dans le néo- habitus principiorum (véase HÁBITO). a 2, q. 2 ad 2, lo siguiente: "La inten-
platonisme", Revue philosophique de Tanto Santo Tomás como muchos ción significa a veces la potencia que
la France et de l'Étranger, Año otros autores medievales usaron asi- tiende a algo; a veces, la condición
LXXXI (1956), 39-64. según la cual tiende o intenta; a ve-
mismo intelligentia en el sentido de
INTELLIGENTIA. Por las razones intelligentia separata. Este uso está ces, el acto de tender a; a veces, la
aducidas en Inteligencia (VÉASE) he- ligado a la noción neoplatónica de las cosa misma a la cual tiende. Y aun-
mos decidido consagrar un artículo "esferas inteligibles", especialmente que es cierto que el nombre 'inten-
especial al término latino intelligen- ción' se refiere al acto mismo, a veces
tal como fue elaborada por varios fi-
tía. En este artículo trataremos de al- manifiesta las otras acepciones. Cuan-
lósofos árabes, en particular por Avi-
gunos de los significados de intelli- do se dice que la intención es el
cena. A este efecto se usó la expresión
gentia —y también del plural, intelli- ojo, la intención es una potencia.
citada en plural: intelligentiae se-
gentiae— de acuerdo con ciertos usos Cuando se dice que es luz, se con-
paratae — o también substantiae
en autores de lengua latina. Ello no sidera como una condición dirigente.
separatae. Según ello, hay tantas in-
significa que intelligentia tenga úni- Cuando se dice que es el propio fin,
telligentiae como hay "esferas inte-
camente los sentidos que aquí se in- se toma en el sentido de aquello ha-
dican. Hay que tener en cuenta que ligibles". Según hemos visto en INTE-
LECTO, Avicena (y también Averroes) cia lo cual se tiende. Y cuando se
muy a menudo se han usado como dice que cierta intención es recta y
sinónimos intelUgentia e intellectus. consideraron la última esfera de las
intelligentiae como la propia del inte- otra oblicua, se considera la inten-
Por esta razón remitimos especialmen-
lecto activo (y para Averroes, del ción como el acto." Ahora bien, cada
te al artículo INTELECTO como com-
"intelecto único"). Hay, pues, un or- vez se impuso más en la escolástica
plemento del presente.
den de las intelligentiae, en el cual el sentido de 'intención' como un
San Agustín usó intelligentia (y
la ultima intelligentia envía la especie modo particular de atención (o mo-
también intellectus) para designar una
inteligible al intelecto. Desde el pun- do de ser del acto cognoscente) so-
facultad del alma (humana) superior
to de vista teológico, se llamaron asi- bre la realidad conocida. De ahí la
a la razón, ratio. Esta última consiste división (que trata Santo Tomás en
en el movimiento de la mente, mens, mismo intelligentiae a los ángeles, en
cuanto "inteligencias puras" o "subs- S. theol, I, q. Lili) de los conceptos
de una cosa a otra — o, si se quiere, en conceptos de primeras inten-
de una proposición a otra. La razón tancias espirituales" sin ningún cuer-
po ni materia. ciones y conceptos de segundas in-
da lugar, pues, al "raciocinio". La tenciones. Se trata primariamente de
intelligentia, en cambio, da lugar a INTENCIÓN, INTENCIONAL, IN- actos. Pero como estos actos se refie-
una "visión", y en particular a una TENCIONALIDAD. Examinaremos ren a conceptos, la división en cues-
"visión interior" — más exactamente, dos sentidos de estas nociones: (I) el tión termina por ser de naturaleza
a una visión de las realidades en el sentido lógico, gnoseológico (y en lógica. Algunos autores árabes habían
interior del alma, visión que se hace parte psicológico), que muchas veces ya sentado la tesis del ser intencional
posible por medio de la iluminación están entremezclados, y (II) el sen- como realidad presente en la mente.
(VÉASE) divina. Intelligentia ha sido tido ético. La mente es atencional, en cuanto
usado en el citado sentido, y otros I. Sentido lógico, gnoseológico (y tiende a las cosaS> y las cosas son
muy similares, por autores que han en parte psicológico). El vocablo 'in- intencionales en cuanto tienden al
seguido la doctrina agustiniana de la tención' intentio, expresa la acción ser. Así ocurre con Avicena (Cfr. M.
iluminación. El término intelligentia y efecto de tender —tendere— hacia Cruz Hernández, La metafísica de
ha sido usado asimismo por San Agus- algo — aliquid tendere. Así lo encon- Avicena, 1949, págs. 57-67), el cual
tín al tratar de la Trinidad divina, tramos en Santo Tomás, S. Theol., la- distingue entre intenciones sensibles,
Sin embargo, aunque dicho autor ha Ila, q. XII, a 1, si bien hay que intenciones no sensibles e intenciones
distinguido entre memoria, intelligen- tener en cuenta que el mismo autor inteligibles. Esa tesis y estas distin-
tia y voluntas al hablar del proceso subraya a veces que se trata de un ciones desempeñaron un papel fun-
trinitario y al hablar del alma huma- vocablo equívoco (De potentia, V, 1). damental en los escolásticos de los
na, ello no significa que se trate ni de Cuando se toma en sentido lógico siglos xra y xrv. En particular du-
las mismas operaciones ni del mismo —en el sentido de la llamada "lógica rante el último citado siglo —en el
tipo de distinción. material" escolástica—, gnoseológico cual predominó, por lo menos a este
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respecto, la averiguación lógica sobre intencionales o especies intencionales. gt'to tiene su cogitatum (Die Krisis,
la gnoseológica— fue usual estudiar Estas formas resultan también del es- etc., I § 20; Husserliana, VI, 84).
las primeras intenciones como térmi- tudio de la relación entre el sujeto Y Scheler había reparado en que a
nos que se refieren a los objetos rea- cognoscente y el objeto conocido. comienzos de la época moderna es-
les, y las segundas intenciones como Como el sujeto se convierte en ob- taba muy arraigada la doctrina de
términos que se refieren a los objetos jeto sin dejar de ser sujeto, es nece- la intencionalidad de los sentimien-
lógicos. Ambas clases de intenciones sario para explicar su presencia en tos a que nos hemos referido en
constituyen una subdivisión en los él introducir la noción de especie Emoción y Sentimiento (VÉANSE).
términos de primera imposición (VÉA- intencional, que determina la llamada Ahora bien, es lo cierto que tras un
SE). No se trata, como han preci- existencia intencional, esse intentiona- período de ocaso Brentano hizo de la
sado luego los escolásticos, de una le o esse naturae (S. theol., I, q. LVI, noción de intencionalidad un concep-
división del objeto o del concepto, 2 ad 3; q. LVII, 1 ad 2; In Lib I to central de su psicología. Según
sino de una división del concepto Sent., d 33, q. 1 a 1 ad 3 et alia). Co- Brentano, los actos psíquicos poseen
por razón del objeto. Así, las prime- mo hemos visto con más detalle en —a diferencia de los fenómenos fí-
ras intenciones son términos como otro lugar (véase ESPECIE), se trata de sicos— una intencionalidad, es decir,
'árbol', 'estrella' y, en general, clases. una forma cognoscitiva, no ontológi- se refieren a un objeto o lo mientan.
Las segundas intenciones son térmi- ca, de un "medio" por el cual se llega "Todo fenómeno psíquico —escribe
nos como 'clase'. Las escolásticos con- al conocimiento. Pero como el objeto Brentano— está caracterizado por lo
sideraban como segundas intenciones adquiere así una nueva forma de pre- que los escolásticos de la Edad Me-
sobre todo términos como 'identidad', sentación, se puede hablar análoga- dia han llamado la inexistencia (VÉA-
'alteridad', 'coexistencia', 'incomposi- mente de que tiene una nueva ma- SE) intencional (o mental) de un obje-
bilidad'. Pero los términos en cues- nera de ser y, por lo tanto, de que to, y que nosotros llamaríamos, si bien
tión son más abundantes. La lógica algo ontológico se inserta en la rela- con expresiones no enteramente in-
es definida a veces como la ciencia ción gnoseológica. Según Santo To- equívocas, la referencia a un conteni-
de las segundas intenciones aplicadas más, sólo cuando la forma tiene un do, la dirección hacia un objeto (por
a las primeras intenciones, pues la modo intencional de existencia, el el cual no hay que entender aquí una
lógica estudia los objetos según el objeto (como objeto de conocimiento) realidad) o la objetividad inmanente"
estado en el cual son recibidos por está presente en el sujeto. (Psicología, II, 1. trad. J. Gaos). La
el intelecto. De ahí que la lógica se Las significaciones de 'intención' β inexistencia en el sentido de una in
refiera, según la mayor parte de los 'intencional' (lo mismo que de 'in- existentia o "existencia en algo", es,
escolásticos, a objetos formales, pero tencionalidad') no quedan agotadas pues, como declara el propio Bren-
con fundamento en la realidad. con las antes apuntadas. Los esco- tano siguiendo la terminología esco-
Se ha sugerido a veces que la doc- lásticos usaron 'intención' en otras lástica, un "estar objetivamente en
trina escolástica de las intenciones es acepciones, aun cuando todas ellas tu- algo", donde Objetivamente' ha de
análoga a la teoría contemporánea vieran su raíz en la idea del tender entenderse en el sentido de obje-
de los tipos (véase TIPO). Algunos a que implica un sujeto que tiende a to (v. ) como contenido de un acto
autores (como Church) han observa- y un objeto hacia el cual se tiende. de representación.
do que hay entre ambas una dife- Así ocurre con la noción de intentio En la concepción brentaniana de
rencia importante: en la doctrina es- intelectiva (traducida por X. Zubiri la intencionalidad —por lo menos tal
colástica no hay jerarquía ascendente por medio de la expresión 'intención como está presentada en la Psicología
infinita y ni siquiera términos de entendida') usada por Suárez en la desde el punto de vista empírico— lo
tercera intención. La observación es Disputación segunda, de acuerdo con importante es la inmanencia del obje-
correcta en su primera parte; en cuan- usos escolásticos anteriores, especial- to en la conciencia más bien que la
to a la segunda se ha hecho notar mente de autores que siguieron a dirección de la conciencia hacia el
que los trascendentales por lo menos Averroes. La intención entendida es objeto. Brentano llegó a desinteresar-
pueden ser considerados como térmi- el objeto acerca del cual versa la se de la citada inmanencia del objeto
nos de tercera intención. concepción formal en el sentido de para ocuparse más de la mencionada
El entrelazamiento entre el senti- Suárez, concepción a la que nos he- "dirección de la conciencia hacia el
do gnoseológico y el sentido lógico mos referido en Concepto y For- objeto", pero en ningún momento
del vocablo 'intención' se debe casi ma (VÉANSE). abandonó su propósito capital, que
siempre a que, como precisó Juan Franz Brentano recogió la signifi- era distinguir pulcramente entre los
de Santo Tomás, la intención es en- cación escolástica de intentio que fenómenos físicos y los fenómenos
tendida a la vez como un acto y había sido crecientemente olvidada psíquicos. En cambio, Husserl, que
como un concepto del intelecto (Cfr. durante la época moderna, aun cuan- recogió de Brentano la idea de inten-
Cursus philosophions, I, q. 2, art. 2). do no tan totalmente como a veces cionalidad, se interesó más por el ele-
Pero así como en los anteriores párra- se supone, pues aparte la tradición mento de la dirección, estudiando lo
fos el sentido lógico resultaba predo- propiamente escolástica todavía en que llamó "intenciones" más bien que
minante, en otras ocasiones observa- el siglo xvii la noción de intención la naturaleza de los objetos intencio-
mos el predominio del sentido gno- desempeñaba un papel fundamental nales. Además, la doctrina husserliana
seológico. Ocurre esto, por ejemplo, en varias filosofías. Husserl ha obser- de la intencionalidad tenía un alcance
cuando Santo Tomás usa el término vado al respecto que el cogito car- mayor que el que había motivado a
'intencional' al referirse a las formas tesiano es intencional y que cada co- Brentano, pues constituyó una de las
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bases de la fenomenología ( v ) . Rese- que en toda experiencia del yo pueda acción, la relación entre el espíritu de
ñaremos a continuación algunas de las descubrirse tal "direccionalidad". La una persona y su cuerpo, la diferencia
ideas husserlianas al respecto. intencionalidad puede "ocultarse". entre obedecer una convención o una
En las Investigaciones lógicas Hus- Por lo demás, hay campos potenciales norma y poseer meramente un hábito
serl se atuvo en lo principal a la no- de percepción que se convierten en — todos estos problemas concurren en
ción brentaniana de intencionalidad: intencionales. la noción de intención" (op. cit., pág.
"Nosotros consideramos que la refe- Debe tenerse presente que hay en 96). Aunque el lenguaje —especial-
rencia intencional, entendida de un Husserl no sólo diversos conceptos de mente por medio de términos tales
modo puramente descriptivo, como 'intención', sino la idea de que hay como 'ensayar', 'tratar de', 'pensar en'
peculiaridad íntima de ciertas viven- varias formas de intención. Así, no es y otros análogos— nos proporciona
cias, es la nota esencial de los 'fenó- lo mismo la intencionalidad de la indicios muy útiles para desentrañar
menos psíquicos' o 'actos'; de suerte "mera representación" que la del jui- los diversos significados de 'intención',
que vemos en la definición de Bren- cio, de la suposición (o supuesto), de un examen exclusivamente lingüístico
tano, según la cual los fenómenos psí- la duda, del deseo, etc. Hay intencio- no parece, sin embargo, suficiente.
quicos son 'aquellos fenómenos que nes teóricas e intenciones volitivas, En efecto, una de las características
contienen intencionalmente un objeto', etc. Además, mientras en las Investi- de la noción de intención es que "en
una definición esencial, cuya 'reali- gaciones Husserl tendía a destacar el cualquier uso del lenguaje con vistas
dad' (en el antiguo sentido) está ase- carácter objetivante y relacionante de a la comunicación oral o escrita, hay
gurada naturalmente por los ejemplos" los actos intencionales, en obras pos- una intención tras las palabras efecti-
(Investigación Quinta, $ 10; trad. esp teriores destacó su carácter "constitu- vamente usadas, es decir, lo que pre-
Morente-Gaos, tomo III, págs. 151-2; tivo". Según el mismo, las intenciones tendo decir, o que se me entienda que
véase también IDEACIÓN). Pero a la son "cumplimiento" de actos inten- digo, por medio de las palabras em-
vez estimó que hay que evitar hablar cionales. Con ello se llega a la idea de pleadas" (op. cit., pág. 135). Según
de "fenómenos psíquicos"; e introdu- que los objetos intencionales se consti- G. E. M. Anscombe (Intention, 1957),
cir más bien la expresión Vivencias tuyen mediante actos intencionales. las intenciones son actos no observa-
intencionales'. "El adjetivo calificati- En suma, no obstante la indudable dos. Respecto a tales actos puede
vo intencional [aplicado a "vivencia"] deuda de Husserl a Brentano en este formularse la pregunta "¿Por qué?",
indica el carácter esencial común a la respecto, el primero modificó la no- pero sin que la respuesta a tal pre-
clase de vivencias que se trata de de- ción de intención en proporción con- gunta indique nada de naturaleza
finir, la propiedad de la intención, el siderable. A las características apunta- causal. G. E. M. Anscombe habla de
referirse a algo objetivo en el modo das antes de la noción husserliana de tres modos de entender la noción
de la representación o en cualquier intención agregamos que para Hus- de intención: como expresión de in-
serl no todas las vivencias son necesa- tención respecto a un futuro ("Voy a
modo análogo" (ibid., $ 13; id., pág.
riamente intencionales; hay vivencias hacer esto o aquello"); como acción
160). La intención se entiende en
puramente "sensibles" y, por ello, intencional (como cuando se hace al-
cuanto a un "atender" — en el cual,
"ciegas"; son los "contenidos sensi- go y se pregunta con qué intención
por lo demás, debe excluirse por com-
bles" o "contenidos hiléticos" (véase se hizo), y como intención en el
pleto la idea de actividad.
HILÉTICO). Además, las vivencias actuar.
En las Ideas Husserl precisó el sen- propiamente intencionales se distin-
tido (o sentidos) de 'intención'. "Re- II. Sentido ético. También en esta
guen según las maneras de "posición" esfera ha sido usado el vocablo 'in-
conocemos bajo la intencionalidad la (Setzung). Puede entenderse tal "po- tención' principalmente por los esco-
propiedad de las vivencias de 'ser sición" en sentido estricto y en senti- lásticos a base del sentido primario
conciencia de algo' (Bewusstsein con
do lato. En sentido estricto tenemos del tender hacia otra cosa: in aliud
etwas zu sein). Esta propiedad mara-
actos "efectivamente objetivantes" (o tendere. La cosa hacia la cual aquí
villosa, a la cual se reducen todos los "actos doxales"). En sentido lato te- se tiende no es, empero, el objeto de
enigmas metafísicos y de la razón pu- nemos actos "emocionales" (en cuan- conocimiento, sino un fin (moral).
ra, se nos apareció ante todo en el to "tesis" y "posiciones" (Cfr. Ideen, Por eso la intención en este sentido
cogito explícito: percibir es percibir I, 5 117; Husserliana, III, 288). es una intentio finís procedente del
algo, acaso una cosa; juzgar [enjui- Cuando se unen, en cualquiera de los acto de la voluntad, guiado por el
ciar] es juzgar [enjuiciar] una situa- dos sentidos indicados, la "materia in- entendimiento, el cual investiga los
ción; valorar es valorar un contenido tencional" y la "posición", tenemos la medios que conducen al fin. La in-
valioso; desear es desear un contenido esencia intencional propiamente dicha. tención ocupa un lugar importante
apetecible, etc. El obrar se refiere a La noción de intención ha sido asi- en la serie de las actiones voluntatis.
la acción, el hacer concierne a lo he- mismo objeto de estudio por parte de El entendimiento juzga; la voluntad
cho, el amar a lo amado, la alegría a varios pensadores "analíticos" y "lin- se determina mediante una intención.
aquello de que uno se alegra, etc. En güísticos". Así sucede con S t u a r t Otros actos de la voluntad paralelos
todo cogito actual, una mirada irradia Hampshire. En su libro Thought and son la elección y la fruición (fruitio).
del puro Yo hacia el Objeto' del co- Action (1959), Stuart Hampshire re- Los escolásticos distinguían también
rrespondiente correlato de la concien- conoce que la noción que nos ocupa entre la intención inmediata y la me-
c i a . . . " (Ideen, I, í 84; Husserliana, es una de las más complejas: "la no- diata, la indirecta y la directa. Ya
III, 204; Cfr. también S§ 36, 85; ibid., ción de la voluntad, de la acción, de desde Gregorio I (540-609) —el cual
III, 79-81 y 207-12). Ello no significa la relación entre el pensamiento y la fue, según Ziegler, el primero en usar
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el término en el sentido presente— ción, son impensables. La base de tal sí, de forma que, según esta doctri-
'intención' significaba una acción des- solución es la negación de la posi- na, bastaría desarrollar en el hombre
de el punto de vista del agente bilidad de una separación completa potencias buenas para que fuese bue-
como ser dotado de voluntad, así co- entre intención y acción (u obra); no el resultado. Y si se arguye que
mo en la lógica material y en la epis- la separación —arguyen varios pen- esto pertenece a la práctica y a la
temología designaba una acción des- sadores— es artificial y obedece a casuística morales, pero no a la teoría
de el punto de vista del agente como una previa e ilegítima hipóstasis de (o a los principios de la moral), se
ser dotado de inteligencia. Las pos- dos modos de ser moral que desig- olvida que en moral, más que en otra
teriores significaciones de 'intención' namos con los nombres 'intención' y esfera, teoría y práctica no pueden
como vocablo étíco están todas ba- 'acto'. Sin embargo, esta solución topa ser arbitrariamente separadas. Así, el
sadas en esta idea. Así ocurre in- con grandes dificultades. La primera problema de la intención y de su re-
clusive cuando se habla (Kant) de es el olvido del hecho de que puede lación con la acción permanece en
la intención de la Naturaleza (por tenerse efectivamente la intención de pie como una de las más agudas cues-
analogía con la intención del sujeto hacer algo y hacer lo contrario, como tiones de la ética.
moral) y se indica (Cfr. K. d. U., í 68) lo expresa el famoso pasaje de San El papel decisivo de la noción de
que la facultad del juicio concibe la Pablo: 'Tengo la voluntad, pero no intención para determinar el tipo de
Naturaleza como si hubiera intención el poder de hacer el bien. No hago el ética adoptado ha sido muy clara-
en sus fines. bien que quiero, sino el mal que no mente puesto de relieve por Nietzsche
El problema de la intención moral quiero hago" (Rom., VII 18, 19), o (Jenseits, í 32) al establecer una di-
es uno de los problemas fundamen- como lo indican las tan citadas pala- visión de la historia de la moral en
tales de la ética. El sesgo que ésta bras de Medea en el poema de tres grandes períodos. El primero es
tome depende en gran parte de la Ovidio: Video meliora proboque de- el periodo pre-moral, en el cual el
mayor o menor importancia que se teriora sequor. (Métamorphoses, 7.21: valor o disvalor de una acción se in-
dé a la intención. Algunos autores "Veo lo mejor y lo más correcto, pero fieren únicamente de sus consecuen-
destacan, en efecto, como elementos me inclino a lo peor"). Debe advertir- cias (incluyendo los efectos retroac-
determinantes del valor moral, las se que las experiencias usuales sobre tivos de las mismas). El segundo
intenciones; otros, los actos (y aun la distancia entre el propósito y la es el período moral, período "aristo-
el mero resultado de ellos). En ge- acción no son equivalentes al prover- crático" en el cual predomina la cues-
neral, puede decirse que la ética for- bio antes citado, pues aquí se afirma tión del "origen" de la acción moral.
malista (Kant) tiende al predominio algo más que el hecho de que buenas Sin embargo, cuando el primado del
de la intención (que fue subrayada intenciones pueden producir resulta- "origen" es llevado a sus últimas con-
ya por algunos filósofos medievales, dos moralmente desastrosos y, por lo secuencias, no se subraya ya el ori-
tales Abelardo), a diferencia de la tanto, que pueda haber discrepancia gen del acto, sino la intención de
mayor parte de las morales antiguas, entre lo que se quiere hacer y lo que actuar de cierto modo: ésta es todo
que tendían al predominio de la obra. resulta del querer: se indica que el lo que se requiere para calificar el
Según las éticas formalistas, en rigor espíritu mismo del hombre está di- "acto" de moral. Por eso el segundo
solamente son morales los actos que vidido moralmente, y que si hay divi- período es el período en el que pre-
tienen una intención moral, es decir, sión debe de haber en él por lo domina la moral de las intenciones.
los que se ejecutan en virtud de menos dos elementos — siquiera sea El tercer período es, según Nietzsche,
principios morales y cualesquiera que bajo la forma de actitudes psicoló- el período del futuro, el llamado
sean sus resultados. Según las éticas gicas. La segunda dificultad consiste ultra-moral y defendido por los "in-
no formalistas (o materiales), el re- en el hecho de que dentro de las moralistas". En él se considerará que
sultado de la acción moral es deci- propias intenciones o acciones se dan el valor de una acción radica justa-
sivo (y aun exclusivamente determi- combinaciones inesperadas. Esto ha mente en el hecho de no ser inten-
nante) para el juicio ético. sido subrayado por muchos autores, cional. La intención será considerada
No es fácil decidirse por una u tanto filósofos (lo vemos en Plotino, únicamente como un signo exterior
otra posición. Los partidarios del pre- en los estoicos, en la casuística mo- necesitado de una explicación. Sólo
dominio de la intención arguyen, con- ral escolástica y últimamente en J. así, cree Nietzsche, se superará la
tra sus adversarios, que es impensa- P. Sartre) como literatos (para limi- moralidad y se descubrirá una "mo-
ble una acción moralmente buena que tarnos a algunos novelistas: en Pérez ral" situada "más allá del bien y del
resulte de una intención moralmente Caldos, Dostoïevski, Proust, Henry mal".
mala, pues de lo contrario quedaría James, Thomas Mann, Graham Gree- Sobre la naturaleza de la intención
abierta la puerta a un completo rea- ne). Según ello, un complejo de bue- y de lo intencional, especialmente en
lismo pragmatista. Los partidarios del nas intenciones puede desembocar en Santo Tomás: E. Pisters, S. M., La
predominio de la obra señalan, según una intención mala; un complejo de nature des formes intentionnelles
el célebre proverbio, que "de buenas buenas obras puede dar por resulta- d'après saint Thomas d'Aquin, 1933.
intenciones está empedrado el infier- do una obra mala, etc. Se desvanece — A. Hayen, S. J., L'intentionnel se-
así el optimismo (muy en boga en lon saint Thomas, 1942, 2* éd., 1954.
no". Para resolver el problema, al-
— H.-D. Simonin, O. P., "La notion
gunos han manifestado que tanto el siglo xviu y parte del xix) que d' 'intentio' dans l'oeuvre de saint
una mala intención que da lugar a afirmaba la natural conjunción de los Thomas d'Aquin", Revue des sciences
una buena acción, como una buena bienes (de toda índole) entre sí, y philosophiques et théologiques, XIX
intención que origina una mala ac- de los males (de toda índole) entre (1930), 445-63. — La intención y lo
983
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aumento (intensio) y disminución (ré- dido entre la pura subjetividad y la
misio) de las cualidades de los cuer- pura objetividad.
pos naturales, especialmente del au- El llamado "problema de la inter-
mento y disminución de tales cualida- subjetividad" se ha planteado en casi
des cuando se ponían en relación dos todas las filosofías que de alguna ma-
cualidades contrarias (tales, el calor y nera han partido del sujeto y, por
el frío). La cuestión s? remonta a la tanto, en gran número de filosofías
antigüedad, pero los filósofos del si- modernas no sólo de las llamadas "ra-
glo xrv la trataron más intensamente cionalistas", sino también de las lla-
que en ninguna otra época. El térmi- madas "empiristas". Se ha planteado
no intensio fue asimismo ampliamente con especial agudeza en el pensa-
usado en dicho período al tratarse el miento idealista (véase IDEALISMO).
problema de intensione et remissione Así sucede, por ejemplo, con Descar-
motus, es decir, el problema de la tes, Berkeley, Kant, y hasta con el
aceleración (intensio) y deceleración inmanentismo (v.) — Mach, Schuppe,
(remissio) del movimiento, especial- Schubert-Soldern, etc. En todos es-
mente en cuanto "movimiento local", o tos casos se ha tratado de eliminar
desplazamiento de un móvil en el es- o atenuar el posible solipsismo en que
pacio. La intensio de una cualidad desembocaría un subjetivismo gnoseo-
era a veces llamada latitudo; de ahí lógico demasiado pronunciado. Uno
el problema de latitudine formarum de los modos como se ha intentado
de que se ocuparon los aludidos pen- evitar el citado solipsismo ha consis-
sadores. Al aplicarse al movimiento tido en subrayar que el sujeto de que
se hablaba de latitudo motus y lati- se habla no es un sujeto empírico,
tudo velocitatis (véanse obras men- sino un "sujeto puro", un "sujeto tras-
cionadas en la bibliografía de MERTO- cendental" (v.), etc. El "sujeto puro"
NIANOS ). y el "sujeto trascendental" son, en
INTERDEFINIBILIDAD DE CO- este sentido, intersubjetivos, pues no
NECTIVAS. Véase CONECTIVA. se refieren a ningún determinado su-
INTENSIÓN. En muchos textos INTERPRETACIÓN. Véase HER- jeto, sino al sujeto como tal o "sujeto
contemporáneos de lógica se usa el MENÉUTICA. en general". Otro de los modos de
término 'intensión' en vez del térmi- INTERROGACIÓN. Véase PBE- evitar el solipsismo ha consistido en
no tradicional 'comprensión'. Los mo- GUNTA. declarar que no hay —ni en el cono-
tivos de tal uso son dos: (1) el tér- INTERSUBJETIVO. Tan pronto cimiento ni en la realidad— nada pro-
mino 'intensión' ofrece una estructura como se admite que las proposiciones piamente "subjetivo" ni nada propia-
lingüística análoga a la del término sobre cualesquiera fenómenos, situa- mente "objetivo": los llamados "suje-
contrapuesto 'extensión' (VÉASE); ciones, asuntos, objetos, etc. son váli- to" y "objeto" son "aspectos" de una
(2) los significados de 'intensión' en das únicamente para el sujeto que las sola "realidad", la cual es "neutral"
la lógica contemporánea no siempre formula, se cae en el solipsismo (VÉA- con respecto a lo pretendidamente
coinciden con los significados de SE), es decir, en la doctrina según la "subjetivo" y "objetivo". La idea del
'comprensión'. Nosotros hemos ana- cual la validez de las proposiciones sujeto como sujeto puro o trascenden-
lizado el sentido de 'intensión' en el es relativa a un solo sujeto. Pero en tal es característica de ciertas formas
artículo sobre la comprensión (v.), tal caso no hay posibilidad de cono- de idealismo. La idea de la realidad
y hemos utilizado casi siempre indis- cimiento objetivo en cuanto conoci- a la vez subjetiva y objetiva es carac-
tintamente 'intensión' y 'compren- miento válido para cualquier sujeto. terística de ciertas formas de positi-
sión' a lo largo de esta obra. En ge- Por otro lado, cuando se prescinde vismo y "sensacionismo".
neral, hemos tenido la tendencia a del punto de vista del sujeto y se de- Tomado en toda su generalidad, el
usar 'comprensión' en los contextos fiende un objetivismo radical, no hay "problema de la intersubjetividad" se
relativos a la lógica tradicional, e 'in- propiamente conocimiento —que es refiere no sólo a la cuestión de la po-
tensión' en los contextos relativos a siempre conocimiento poseído por su- sibilidad de un conocimiento objetivo
la lógica moderna, simbólica o mate- jetos— sino únicamente "lo conoci- válido para todos los sujetos que lo
mática. ! do". Con el fin de seguir mantenien- poseen, sino también a la cuestión
Observemos que el término latino do el punto de vista del sujeto, es del reconocimiento por un sujeto cual-
intensio (= intentio; en este caso sig- decir, la idea de que el conocimiento quiera de otros sujetos. En muchos
nificando "aumento", "intensidad") es conocimiento poseído por sujetos, casos los dos problemas han estado
fue ampliamente usado especialmente y a la vez de mantener la validez ob- estrechamente relacionados entre sí, y
en el siglo xrv en las discusiones sobre jetiva del conocimiento, se han reali- han sido considerados como dos as-
el problema de intensione et remissio- zado esfuerzos encaminados a ver có- pectos del mismo problema. En otros
ne -formanim, de que se ocuparon mo lo subjetivo —en cuanto subjeti- casos los dos problemas han estado
sobre todo los mertonianos (v.) y fi- vo individual— puede convertirse en relacionados entre sí, pero en tal for-
lósofos de la llamada "Escuela de "intersubjetivo". La intersubjetividad ma que uno de ellos ha sido tratado
Padua". Se trataba del estudio del aparece entonces como un puente ten- como si condicionara al otro. En tal
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caso se pueden adoptar dos posicio- réntesis la creencia en la existencia Husserl en dicha obra del "modo de
nes: según una, el problema del reco- de otros sujetos. Pero ello no desem- ser dado noemático-óntico del "otro"'
nocimiento de lo real como real con- boca, a su entender, en el solipsismo. como clave trascendental para la teo-
diciona el problema del reconocimien- "Lo que vale para mí vale también, ría de la constitución de la experien-
to de otros sujetos como tales; según en cuanto sepa, para todos los demás cia del otro" (ibid., V, 5 43). Yo
la otra, el reconocimiento de otros hombres que hallo en mi mundo cir- experimento a los demás como "suje-
sujetos como tales es previo al reco- cundante" (Ideen, I, § 29 [Husser- tos para este mundo" y experimento
nocimiento de lo real como real (el liana, III, 61]). Por eso puedo consi- el mundo, incluyendo a los demás,
cual es entonces visto como una es- derar a los demás hombres como "como mundo intersubjetivo". Lejos
pecie de "medio" en el cual existen Ichsubjekte, lo mismo que me consi- de quedar suprimidos, "los demás"
todos los sujetos o como una especie dero a mí. Y por eso el mundo cir- contribuyen a "fundar la teoría tras-
de "horizonte" [VÉASE] en el cual se cundante existente es "un" mundo cendental del mundo objetivo". Es la
hallan todos los sujetos). En otros ca- para todos nosotros. "Lo que es cog- "comunidad de mónadas" o "comu-
sos, se ha distinguido cuidadosamente noscible para mi yo debe serlo en nidad monadológica" (Vergemein-
entre el problema de la intersubjetivi- principio para cada yo" (ibid., § 49; schaftung der Monaden) (ibid., V,
dad en la esfera del conocimiento en ibid., 113). Ahora bien, no basta afir- § 55) como primera forma de la ob-
general y el problema de la intersub- mar esta "comunidad de yos"; hay jetividad: la "naturaleza intersubjeti-
jetividad en la esfera del conocimien- que demostrar —o cuando menos va". Por lo demás, pueden irse cons-
to de los llamados "otros yos" (el "mostrar"— que hay tal comunidad. tituyendo niveles cada vez más
problema calificado a veces de "pro- A este efecto Husserl relacionó el "elevados" de "comunidad intermo-
blema del yo ajeno"). Aunque esti- concepto de intersubjetividad con el nadológica" (intermonadologische Ge-
mamos que los dos problemas se de endopatía (v.) (Einfühlung). En meinschaft).
hallan de algún modo ligados, proce- los distintos grados y capas de la La evidencia apodíctica del ego-
deremos a desglosarlos a los efectos constitución trascendental "dentro del cogito es para Husserl "sólo un co-
de la simplificación o de la mayor marco de la conciencia originariamen- mienzo y no un fin" (Erste Philoso-
claridad. Trataremos del problema de te experimentante" se forman "unida- phie [1923/1924], Parte II, Vorlesung
la intersubjetividad como cuestión de des propias" que representan eslabo- 53; Husserliana, VIII, 169). Pues
la relación entre los diversos yos (y, nes intermediarios en "la constitución aunque la fenomenología trascenden-
por tanto, del problema llamado, es- completa de la cosa". Tras diversos tal parece ser posible sólo como "ego-
pecialmente por Ortega, de la "inter- grados y capas en sentido "ascenden- logía trascendental", de modo que
individualidad") en el artículo sobre te" a partir del puro flujo de lo vi- como fenomenólogo hay que ser "ne-
"el otro" (véase OTRO [EL]). En el vido surge un grado que es el de "la cesariamente solipsista", este solipsis-
presente artículo nos referiremos a la cosa intersubjetivamente idéntica" mo no es el de la "actitud natural",
cuestión de la constitución de la inter- (das intersubjektiv identische Ding) sino que es un "solipsismo trascen-
subjetividad en la esfera del conoci- (ibid., § 151; ibid., 372). La consti- dental" (ibid., VIII, 174). Pero este
miento, es decir, a la cuestión de la tución de tal cosa se halla relacionada tipo de solipsismo envuelve "grados
intersubjetividad como posibilidad pa- con una multiplicidad indefinida de de implicación intencional": "la mis-
ra cualesquiera sujetos de formular sujetos en estado de "comprensión ma inmediatez en la cual soy dado
proposiciones intersubjetivamente (y, mutua". Por eso "el mundo intersub- como ego trascendental, tiene sus
por tanto, "objetivamente") válidas. jetivo es el correlato de la experiencia grados" (ibid.: VIII, 175). De modo
A fin de hacer más precisa nuestra hecha posible por la 'endopatía'" (loe. inmediato el ego es un puro presente
exposición, nos confinaremos a dos cit.). El problema aquí tratado es, en vital. Pero en tomo al ego van cre-
casos de estudio del problema de la último término, el problema de la ciendo, por así decirlo, "inmediate-
intersubjetividad en la filosofía con- "constitución de algo objetivamente ces" (Unmittelbarkcitcn) que hacen
temporánea: la f e n o m e n o l o g í a de verdadero". Pero "lo objetivamente salir al ego del puro "ahora". La sub-
Husserl en la fase del idealismo feno- verdadero" no se constituye median- jetividad ajena es dada, pues, en la
menológico, y una cierta fase del po- te la percepción o mediante la "mera esfera de la vida propia auto-vivida,
sitivismo lógico. Observemos que en intuición", sino que requiere una "co- experimentándose entonces lo ajeno
el caso del idealismo fenomenológico munidad intersubjetiva". De este mo- como ajeno (ibid.: VIII, 176). De
no es siempre fácil desglosar los dos do la experiencia deja de ser solipsista este modo se incluye en el ego la
problemas antes mencionados. Por eso y se convierte en intersubjetiva "intersubjetividad" — la cual es, por
podrían incluirse dentro del estudio (Ideen. III. Beilagen, $ 5; Husserlia- descontado, "trascendental" como la
de la intersubjetividad en la fenome- na, V, 125). del ego mismo. Y esta intersubjetivi-
nología diversas averiguaciones relati- La fenomenología no conduce, dad es una comunidad monadológica.
vas al reconocimiento del "yo ajeno", pues, al solipsismo aunque parezca Una vez más: "toda verdadera obje-
a la "percepción del prójimo", al partir de él (Cartesianische Medita- tividad para mí lo es para otros" (es
"ser-con [los otros]", etc. Pero estu- tionen, V, 5 42; Husserliana, I, 121). decir, toda verdadera objetividad es
diaremos estos últimos aspectos en el La fenomenología no es un "solipsis- intersubjetividad). Con lo cual 'la
ya citado articulo Οτπο (EL). mo trascendental". El yo trascenden- fenomenología conduce a la monado-
Husserl se da cuenta de que si se tal constituye a otros yos pero en logía que, con un genial aperçu, Leib-
pone "todo" entre paréntesis (VÉASE) cuanto partícipes de la misma comu- niz anticipó" (ibid.: VIII, 190).
habrá que poner asimismo entre pa- nidad intersubjetiva. Por eso habla En cuanto al positivismo lógico, la
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cuestión de cómo es posible la inter- cuencia del uso del modo "material" sica para la intersubjetividad. Por
subjetividad surgió cuando se desem- de hablar. Cuando se empieza por otra parte, el citado "trascenderse a
bocó en lo que se ha llamado "solip- usar el "modo formal" todo enuncia- sí mismo" significa, o puede signifi-
sismo lingüístico". Los llamados do se convierte inmediatamente en car, orientación hacia una "realidad"
"enunciados protocolarios" ( V É A S E ) intersubjetivo. trascendente, sea ésta Dios, un reino
tienen significación sólo en cuanto son INTIMIDAD. Se dice de algo que de valores, un reino de verdades ob-
objeto de posible verificación (v.). es "íntimo" cuando es "muy interior"; jetivas, etc.
Esta verificación es siempre "subje- la idea de intimidad está ligada a la Esta caracterización de la intimi-
tiva", esto es, llevada a cabo por un idea de extrema "interioridad". Pues- dad parece ofrecer un aire paradójico,
sujeto. La proposición "En el tiempo to que uno de los sentidos del térmi- pues se describe la intimidad como
í veo una luz roja en la probeta, Ai, no 'intimar' es "introducirse algo ma- un "encerramiento" y a la vez se des-
del laboratorio" es una experiencia terial por los huecos o intersticios de cribe como un "dejar de encerrarse"
que tengo yo. Otros sujetos pueden una cosa", se puede interpretar 'inti- o "dejar de estar encerrado" — o, en
tener la misma experiencia. Pero nin- midad' como "interpenetrabilídad". otros términos, se describe la intimi-
gún sujeto puede tener la experiencia Sin embargo, los vocablos 'íntimo* e dad como un "ser en sí" que es a la
de otro sujeto. La proposición "En el 'intimidad' se usan más bien para re- vez un "ser fuera de sí". Esta paradoja
tiempo í hay una luz roja, M, en la ferirse a algo espiritual que a algo se desvanece, o atenúa, sin embargo,
probeta del laboratorio" no es, pues, material. El concepto de intimidad es cuando se tienen en cuenta varios
una proposición que en principio pue- empleado inclusive como concepto rasgos comunmente atribuidos a la
dan formular todos los sujetos; cada específicamente espiritual, a diferen- intimidad o a todo lo que es de algu-
uno formula por sí mismo la primera cia de la "interioridad", la cual pue- na manera "íntimo". Uno de estos
de las dos proposiciones menciona- de ser espiritual o material. rasgos es el que, explícita o implícita-
das, pero no puede comunicar su ex- Siguiendo el uso más corriente en mente, ha puesto de relieve Hegel
periencia a los demás sujetos. Por otro español, concebiremos la noción de (ν.) al hacer del ser "en y para sí
lado, y lo que viene a ser lo mismo, intimidad como noción de carácter a mismo" (an und für sich selbst) la
la segunda de las dos citadas proposi- la vez espiritual y personal, es decir, síntesis y superación del ser "en sí
ciones no es analizable en términos de como uno de los posibles rasgos —y, mismo" (an sícht selbst) y del ser
ninguna proposición del tipo de la según ciertos autores, como el rasgo "fuera de sí mismo" (ausser sich
primera proposición. En otras pala- principal— de la persona humana en selbst). Aquí se ve que el "estar en"
bras, no se puede pasar de la primera cuanto "persona espiritual". Por esta y el estar "fuera de" pueden ser dos
proposición a la segunda, ni de una razón, aun cuando se admite que la "momentos" del ser "en y para sí",
posible suma de proposiciones análo- intimidad no es posible sin "recogi- el cual no es, pues, mero "encerra-
gas a la primera proposición, a la se- miento", "regreso a sí mismo", "con- miento". Otro de estos rasgos es que
gunda. Por lo tanto, el solipsismo la intimidad es considerada no como
ciencia de sí mismo", "ensimisma-
lingüístico es una consecuencia del mera toma de posesión de lo que se
miento", etc., se estima que ninguna tiene, sino como "manifestación" de
criterio positivista de verificación.
de las mentadas operaciones es sufi- lo que se tiene. Por eso se dice a ve-
Como las proposiciones científicas
ciente para constituir la intimidad. ces que, lejos de ser auto-limitación,
tienen que ser objetivas y ser acepta-
En efecto, en muchos casos las ope- la intimidad es algo así como "entre-
das por todos los sujetos que las for-
raciones en cuestión conducen, o pue- ga de sí" en virtud del carácter in-
mulan, se plantea el problema de den conducir, a ciertas formas de
cómo superar dicho solipsismo lin- agotable de lo íntimo. Este carácter
egoísmo — por lo menos del llamado inagotable se determina por haberse
güístico. La superación tiene que lle- "egoísmo metafísico" o "solipsismo"
varse a cabo mostrando que los enun- definido la intimidad como algo dis-
(v.). En cambio, es común estimar tinto de la mera interioridad. Esta
ciados relativos a hechos observados que la intimidad es una forma de
son traducibles al lenguaje de cual- última es concebida por analogía con
"trascendencia de sí mismo" semejan- lo material o lo espacial; algo es inte-
quier otro observador, esto es, mos- te a la descrita por San Agustín al rior sólo si ha sido, o ha podido ser,
trando que los enunciados en apa- indicar que el "ir hacia sí mismo" no exterior, o bien algo está replegado,
riencia meramente subjetivos son en significa que uno "se basta a sí mis- porque estaba antes desplegado. En
rigor intersubjetivos. La doctrina más mo". Desde este punto de vista se cambio, por concebirse la intimidad
resonante propuesta al efecto es el puede decir que la intimidad no es en sentido espiritual, o personal, no
llamado "fisicalismo" (v.); por me- equivalente a la pura y simple sole- es menester relacionar lo "interior"
dio de la llamada "fisicalización" del dad. Por una parte, el "trascenderse con lo "exterior" y viceversa. En ri-
lenguaje se ha intentado demostrar a sí mismo" significa ligar la propia gor, la intimidad no es "interior" ni
que es posible la comunicación inter- intimidad con otras; además, uno de "exterior".
subjetiva. Esta fue la solución de los sentidos más importantes del tér- Pueden citarse varios ejemplos del
Carnap. Von Neurath, por otro lado, mino 'intimidad' es el que se refiere a modo como se ha concebido la no-
manifestó que el solipsismo lingüísti- la intimidad de dos o más personas, ción de intimidad. Dos de ellos son
co es consecuencia de los pseudo- o entre dos o más personas. Por con- especialmente importantes o ilumina-
problemas originados por el dualismo siguiente, la intimidad no es, o no es dores.
entre el lenguaje y la experiencia, y sólo, subjetividad, sino intersubjetivi- La idea de intimidad se ha abierto
que este dualismo es a su vez conse- dad — o cuando menos condición bá- paso en el cristianismo (aunque se
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hayan usado otras nociones al efecto) con la introspección tal como ha sido ha sido representado por el sujeto
en tanto que en el pensamiento cris- empleada por Maine de Biran (v.), "apropiante" como "animado" o "vi-
tiano se ha concebido la persona (v.) si bien en este autor se encuentran vificado". La introyección aparece co-
no como una culminación de la Na- más elementos de carácter psicológico mo lo contrario de la proyección.
turaleza, ni tampoco como una idea que en los dos anteriormente alu- Pero como el sujeto introyectante es
o "algo semejante a vina idea", sino didos. a la vez el sujeto proyectante, puede
como una experiencia o conjunto de En un sentido estricto la introspec- decirse también que la introyección
experiencias. Esta idea de la intimi- ción es considerada como uno de los no es lo que se opone a la proyec-
dad se halla ya en algunas especula- métodos de la psicología: la llamada ción, sino una de las formas en que
ciones neoplatónicas; en efecto, todo "psicología introspectiva". El uso de se lleva a cabo la última. La intro-
lo que tiene el carácter de lo Uno (v.) este método en psicología se encuen- yección se realiza, en efecto, partien-
pOSee —o, en rigor, es— una "ten- tra en muchos autores — entre ellos, do de un sujeto que toma a otro suje-
sión" que aunque es describible como por ejemplo, en William James. Los to o a un objeto como lo que va a
"recogimiento" se caracteriza por su partidarios del método introspectivo proyectar, y lo proyecta entonces des-
riqueza propia y en principio inagota- indican que se trata del único método de el otro sujeto o el objeto en tanto
ble. Pero en el cristianismo la idea de que permite un acceso a la realidad que éstos están siendo apropiados por
intimidad aparece más clara por cuan- psíquica. Los autores que se oponen el sujeto.
to no necesita tener el carácter "ideal" a la introspección defienden el méto- El vocablo 'introyección' (Introjék-
que aún conserva en el neoplatonismo. do de la llamada "extrospección" o tion) ha sido utilizado en un sentido
También se manifiesta la idea de "método extrospectivo" — tal, los be- más específico por Avenarius {VÉASE).
intimidad en los sistemas filosóficos havioristas o conductistas. La opo- Este autor considera que el "concepto
en los cuales el hombre es definido sición al método de la introspección natural del mundo" ha sido deforma-
esencialmente como persona, y ésta es se funda en varias razones; por ejem- do y falsificado con frecuencia por
concebida como posibilidad de entre- plo, en que el método introspectivo motivos diversos. La citada deforma-
ga a algo que no es meramente indi- destruye o altera la necesaria objeti- ción y falsificación se llevan a cabo
vidual o subjetivo. Asi, por ejemplo, vidad de los resultados psicológicos; usualmente mediante la reducción de
toda concepción según la cual el hom- en que el método en cuestión es, en la imagen del mundo a una repre-
bre en cuanto hombre no consiste en último término, imposible, porque lo sentación interna. La deformación y
un mero existir entre otras cosas o en "introspeccionado" no es ya el fenó- falsificación son máximas cuando se
un aprovecharse de las cosas, sino meno psíquico que se trataba de ob- afirma explícitamente que el mundo
en un elevar la realidad a la dignidad servar, sino otro fenómeno psíquico es representación interna. Todas las
de "objeto", utiliza, a sabiendas o no, que es el de la reflexión sobre el fe- concepciones metafísicas —y de un
la idea de intimidad tal como aquí ha nómeno anterior, el cual, además —y modo especialmente agudo el idealis-
sido descrita. Lo mismo, y por razo- por las mismas razones— no es "in- mo— han surgido, según Avenarius,
nes similares, acontece cuando la per- trospeccionable". Algunos autores han de procesos de introyección. Éstas son
sona humana es vista en función de señalado que no puede prescindirse la causa de que se haya concluido
valores que trascienden su individua- ni del método introspectivo ni del que el mundo se escinde en dos tipos
lidad. extrospectivo: el uso de cada uno de de realidad, o si se quiere, de expe-
INTRAMUNDANO. Véase MUN- tales métodos depende de los fenóme- riencia: la externa y la interna (Ave-
DANO. nos que se trata de investigar, y tam- narius, Oer menschíiche Weltbegríff
INTRANSITIVIDAD. Véase RELA- bién del tipo de resultados que se [1891], $ 47 y sigs.). Pero dicha es-
CIÓN. pretendan alcanzar. Se ha dicho asi- cisión es una ilusión fomentada por
INTROAFECCIÓN. Véase ENDO- mismo que la combinación de los dos la tendencia que tienen los hombres
PATÍA, INTROYECCIÓN. métodos permite que uno corrija las a engañarse a sí mismos. Una vez
INTROSPECCIÓN. La introspec- insuficiencias del otro. llevada a cabo la escisión antedicha,
ción es la "mirada interior" por me- La introspección tiene algunos ele- ya no es posible describir sin prejui-
dio de la cual se supone que un sujeto mentos en común con la autognosis cios lo real; en vez de una descrip-
puede "in-speccionar" sus propios ac- (Selbstbesinntmg) propugnada por ción de la "experiencia pura" (reine
tos psíquicos. La introspección se en- Dilthey y sus discípulos, pero no de- Erfahrung), la cual no es ni subjetiva
tiende a veces como un "mirar" u ben confundirse. En efecto, la autog- ni objetiva, se procede a adoptar una
"observar" y a veces como un "sentir". nosis no es solamente psicológica; en posición metafísica que desencadena
En un sentido amplio se ha habla- todo caso, se trata de un tipo de psi- un sinfín de pseudo-problemas. Ave-
do de introspección al referirse al cología distinta en la que desempe- narius recomienda "suspender" la "in-
procedimiento usado por algunos filó- ñan un papel fundamental la com- troyección" (op. cit., § 113). Con ello
sofos (por ejemplo, Descartes y San prensión (v.) y la hermenéutica (v.). se descubre que lo que se llama "yo"
Agustín) con el fin de inferir ciertas INTROYECCIÓN. Se llama a ve- y lo que se llama "objeto" no existen
conclusiones de la inspección del pro- ces "introyección" a la apropiación independientemente uno del otro. En
pio sujeto. Sin embargo, en muchos por un sujeto de características que rigor, no existen propiamente hablan-
casos este tipo de introspección, aun- pertenecen, o que se supone que per- do, pues lo único que hay es la "tra-
que puede tener una base psicológica, tenecen, a otro sujeto, e inclusive a ma de la experiencia". El "yo ajeno"
no es, o no es sólo, de naturaleza la apropiación por un sujeto de ca- u "otro yo" es una parte integrante
psicológica. Algo semejante acontece racterísticas de un objeto cuando éste del "contorno de la experiencia" o,
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como escribe Avenarius, "un miembro de ser dividida en sensible e inteli- un acto simple del pensamiento, es
central en una coordinación principal gible, pero la intuición a la que di- decir, primariamente, los juicios del
empiriocrítica" (op. cit., 5 152). chos filósofos se refirieron casi siem- tipo 'pienso', 'existo', 'el triangulo sólo
El sentido que da Avenarius al tér- pre fue la inteligible. Muchos auto- tiene tres ángulos', etc., y segundo,
mino 'introyección' es en muchos res- res escolásticos examinaron el proble- las relaciones entre juicios, como
pectos distinto de los sentidos habi- ma de la intuición en estrecha rela- '2 + 2 = 3 + 1', y otros parecidos"
tuales en que ha sido usado el vocablo ción con el de la abstracción (VÉASE). (Notas a la edición del Discours de
'endopatía' (Einfühlung). Sin embar- Muy común fue entre ellos distinguir la méthode, 2' éd., 1930, pág. 197).
go, ciertas descripciones dadas de la entre la idea intuitiva —o sea, la que A su vez, la captación inmediata y
endopatía (VÉASE) se parecen a las es recibida inmediatamente por la no discursiva o mediata de las na-
que el mencionado autor ha dado de presencia real de la cosa conocida— turalezas simples se convierte para
la introyección. y la idea abstractiva — en que tal Leibniz en la aprehensión directa de
Un término cuya definición inclu- recepción no es inmediata. La intui- las primeras verdades. La intuición
ye algunos elementos de la definición tio es por ello una visto, de tal modo es, así, el modo de acceso a las ver-
de 'introyección' (y de 'endopatía') que en el acto intuitivo el sujeto ve la dades de razón o, para una mente
es 'eyección'. Éste ha sido usado por cosa o bien se siente sentir, y así su- infinita, a las propias verdades de
Clifford (VÉASE) y Romanes ( v . ) . cesivamente, al revés de lo que suce- hecho en tanto que tienen su funda-
INTUICIÓN. El vocablo 'intuición' de en el acto abstractivo, donde se mento en aquéllas y pueden ser abar-
designa por lo general la visión di- conoce una cosa por la similitud, como cadas por medio de una sola mirada
recta e inmediata de una realidad la causa por el efecto. La intuitio es intelectual. Para Spinoza, la intui-
o la comprensión directa e inmedia- considerada a veces como la pura y ción (término con el cual se ha tra-
ta de una verdad. Condición para simple intelligentia. También se con- ducido a veces intellectus) es aquel
que haya intuición en ambos casos sidera a veces la intuitio como una conocimiento de "tercer grado" que,
es que no haya elementos interme- praesentia intelligíbilis ad intellectum superando no sólo el saber sensible,
diarios que se interpongan en tal "vi- quocumque modo (In lib. I Sent., d. sino también el saber racional, alcan-
sión directa". Ha sido común por 3, q. 4, a. 5). za a poner el alma en presencia de lo
ello contraponer el pensar intuitivo, En la época moderna, en la medi- real sub specie aeternitatis y engen-
νόησις, al pensar discursivo, διάνοια, da sobre todo en que los filósofos se dra, de consiguiente, no sólo la más
pero varios autores prefieren contra- han orientado hacia el examen de los alta especie de saber, sino asimismo
poner la intuición a la deducción problemas del conocimiento, se ha la felicidad y la libertad.
(Descartes) o al concepto (Kant). tendido a distinguir entre la intuición Kant empleó el término 'intuición'
Ciertos filósofos consideran la intui- y el discurso, de modo semejante al (Intuition, Anschauung) en varios sen-
ción como un modo de conocimiento de los filósofos antiguos. Ello no sig- tidos: intuición intelectual, intuición
primario y fundamental, y subordinan nifica que la intuición no haya sido empírica, intuición pura. La intuición
a ella las otras formas de conocimien- concebida también por contraste con intelectual es aquel tipo de intui-
to o inclusive llegan a negar la le- otras operaciones: deducción o con- ción por medio del cual algunos auto-
gitimidad de ellas. Otros filósofos, en cepto, según apuntamos antes. Ahora res pretenden que se pueden conocer
cambio, estiman que la intuición es bien, en lo que toca a la primera dis- directamente ciertas realidades que se
la fuente de muchas falacias y que tinción, examinaremos las ideas pro- hallan fuera del marco de la experien-
conviene sustituirla siempre que se puestas al respecto por algunos filó- cia posible. Kant rechaza este tipo de
pueda por el razonamiento discursi- sofos. intuición. El tipo de intuición acep-
vo, el concepto o la deducción. Para Descartes, la intuición es un table es aquel que tiene lugar "en
Junto a la definición de 'intuición', acto único o simple, simplex, a dife- tanto que el objeto nos es dado, lo
y a su comparación y contraposición rencia del discurso, que consiste en cual únicamente es posible, al menos
con otros modos de conocimiento, los una serie o sucesión de actos; por eso, para nosotros los hombres, cuando el
filósofos se han ocupado de distin- como Descartes pone especialmente espíritu ha sido afectado por él de
guir entre diversos tipos de intuición. de manifiesto en las Regúlete ad di- cierto modo" (K. r. V., A 19). Según
Reseñaremos a continuación algunas rectionem ingenii (III), solamente hay Kant, los objetos nos son dados por
de las doctrinas principales al respec- evidencia propiamente dicha en la in- medio de la sensibilidad, y sólo ésta
to, advirtiendo que casi todas ellas tuición, que aprehende las naturalezas produce intuición (loe. cit.). La
suponen, además, una cierta idea de simples (VÉASE), así como las rela- intuición es empírica cuando se rela-
la intuición, un cierto juicio de valor ciones inmediatas entre estas natura- ciona con un objeto por medio de las
sobre ella y ciertos tipos de contra- lezas. De ahí que, según lo resume sensaciones, llamándose "fenómeno"
posición con otras formas de conocer. Gilson, la intuición cartesiana tenga (v.) al objeto indeterminado de esta
Platón y Aristóteles admitieron tan- tres propiedades esenciales: (a) ser intuición. La intuición es pura cuan-
to el pensar intuitivo como el discur- acto de pensamiento puro (por opo- do no hay en ella nada de lo que
sivo, pero mientras Platón se inclinó sición a la percepción sensible); pertenece a la sensación. La intuición
a destacar el valor superior del pri- (b) ser infalible, en tanto que es to- pura tiene lugar a priori como forma
mero y a considerar el segundo como davía más simple que la deducción, pura de la sensibilidad "y sin un ob-
un auxilio para alcanzarlo, Aristóteles la cual no es más que la progresión jeto real del sentido o sensación".
procuró siempre establecer un equi- espontánea de la luz natural, (c) apli- Kant habla a tal efecto del espacio y
librio entre ambos. La intuición pue- carse a todo lo que pueda caer bajo del tiempo como intuiciones a priori,
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o formas a priori de la sensibilidad. lo que podría llamarse la noción clá- mediatamente dado y, en rigor, de
Mediante estas formas es posible uni- sica de intuición, sino también, y algo real. La segunda, que es la pro-
ficar las sensaciones y constituir per- sobre todo, de la simple concepción piamente filosófica, se dirige a lo
cepciones. Sin embargo, la intuición del acto intuitivo mantenida por al- ideal, capta esencias, relaciones, ob-
no basta para el juicio. Éste requiere gunos empiristas ingleses al suponer jetos ideales, pero los capta, por así
conceptos, los cuales son producidos que tal acto es puramente la capta- decirlo, a través de la intuición sen-
por el entendimiento (véase CATEGO- ción percipiente de una realidad. De sible sin que ello quiera decir que lo
RÍA, ENTENDIMIENTO). Es fundamen- ahí que las teorías de la intuición aprehendido en este segundo tipo de
tal en la teoría kantiana del conoci- sustentadas por el idealismo post- intuición sea una mera abstracción
miento la tesis de que "los pensamien- kantiano, y defendidas asimismo (bien de lo sensible. Como señala Husserl,
tos sin contenido son vacíos; las que con un fundamento irracional toda intuición individual o empírica
intuiciones sin conceptos son ciegas" que no se hallaba en los pensadores puede transformarse en esencial, en
(K. r. V., A 51 / Β 75). "Por tanto anteriores) por Schopenhauer en su intuición de las esencias o ideación,
—afirma Kant—, tan necesario como doctrina de la intuición como "la la cual capta el "qué" (Was) de las
hacer nuestros conceptos sensibles.. . cosa misma", fuesen rechazadas por cosas, de suerte que mientras "lo
es hacer nuestras intuiciones inteligi- gran parte de la filosofía del si- dado de la intuición individual o
bles..." (loe. cit.). En suma: "el glo xix: unos, en efecto, como las empírica es un objeto individual,
entendimiento no puede intuir nada; direcciones empiristas y realistas, en lo dado de la intuición esencial es
los sentidos no pueden pensar nada". muchos aspectos vinculadas al em- una esencia pura". Junto a estas dos
Debe insistírse en la posibilidad de pirismo clásico inglés, reducían, co- intuiciones se habla de una intuición
una idea no empírica de la intuición mo vimos, la intuición a una simple ideal dirigida a las esencias, de una
(distinta de la intuición intelectual) captación del objeto sin ninguna pro- intuición emocional, dirigida a los va-
por cuanto la intuición no empírica es ducción, ni siquiera intelectual o in- lores, y de una intuición volitiva, en-
necesaria con el fin de construir con- teligible, del mismo; otros, como las caminada a la aprehensión de las exis-
ceptos, operación en la cual se funda diversas formas de relacionismo, man- tencias. La noción de intuición, tal
la matemática (Κ. τ. V., A 713 / tenían que la intuición es, a lo sumo, como ha sido adoptada en el idea-
Β 741). un medio o instrumento de conoci- lismo romántico, es una intuición
Nos hemos referido a la idea de in- miento que se utiliza, cuando es metafísica, llamada intuición intelec-
tuición como intuición intelectual a sensible, en toda aprehensión de una tual, pero de tal tipo que no se limita
diferencia del entendimiento en el ar- simplicidad; cuando es relacional, en a captar esencias puras, sino que
tículo sobre este último concepto. toda directa captación de las formas pretende aprehender existencias y
Recordamos, o reiteramos, que el dentro de las cuales se dan los ob- aun determinar por medio de una
idealismo alemán postkantiano tendió. jetos; y cuando es inteligible, al final intuición fundamental la existencia
a aceptar la noción de intuición inte- de un proceso infinito de conoci- absoluta de la cual puedan deducirse
lectual. Ello sucedió por varias razo- miento. Otros, como Jacobi, han an- mediante intuiciones diversas o por
nes: eliminación de la cosa en sí (v.), ticipado las actuales descripciones fe- procedimiento discursivo las existen-
importancia otorgada a la actividad nomenológicas de la intuición al dis- cias subordinadas. En Fichte y en
no sólo constituyente, mas también tinguir por lo menos entre intuición Schelling, la intuición descubre lo
"constructora" del Yo. Así, la intui- sensible o por el sentido, e intuición Absoluto mediante el conocimiento
ción es en Fichte una conciencia in- por la razón, fenomenológicamente de un sujeto que se "pone" a sí
mediata de la actuación en el doble irreductibles entre sí. Otros, final- mismo como objeto, del yo puro, que
sentido del acto y del contenido del mente, han admitido la existencia de es absoluta libertad. Tal intuición
mismo. Schelling supone que la intui- actos de aprehensión directa, pero se encuentra asimismo en Platón,
ción es una cierta "facultad" por la han sostenido que no es precisamen- donde la aprehensión de las ideas
cual no solamente se contemplan, sino te por ellos por los que podemos al- es la aprehensión de las supremas
que se producen ciertos actos. La in- canzar un conocimiento propiamente existencias de las entidades verda-
tuición resulta, pues, en esas direccio- dicho. Éste se alcanzaría tan sólo deramente reales, así como en Scho-
nes un momento de la producción o, por medio de una descripción (VÉA- penhauer que, siguiendo a Platón,
si se quiere, una de las caras de ella. SE) de la realidad. A través de esta concibe la intuición como el conoci-
Por eso la intuición se hace entonces posición se ha llegado a una nega- miento inmediato de las ideas por
"intelectual" y representa la trans- ción de la intuición y del intuicio- el entendimiento. Por eso la intuición
posición al ser humano, al sujeto nismo (VÉASE). no necesita de ningún otro soporte
trascendental o a la pura yoidad, de Las ideas de intuición mantenidas y se basta a sí misma: "la intuición
una cualidad que para los neopla- y definidas a lo largo de la historia —dice Schopenhauer— no es una opi-
tónicos correspondía a Dios. Ahora de la filosofía pueden comprenderse nión; es la cosa misma. En cambio,
bien, el carácter creador de la intui- también si nos atenemos a una clasi- con el conocimiento abstracto, con la
ción anula el rasgo específico del ficación general de las especies de razón, nacen a la vez la duda y el
mismo acto intuitivo, pues suprime intuición. Por lo pronto, parece que error en el terreno teórico, y la in-
aquella distancia entre sujeto y ob- la intuición pueda dividirse en sen- quietud y el arrepentimiento en el
jeto sin la cual no hay acto posible. sible o inteligible, espiritual o ideal. práctico" (Welt, I, 8). No obstante,
Nos encontramos aquí, pues, a con- La primera es la visión directa en el aun en estos casos difieren las clases
siderable distancia no solamente de plano de la sensibilidad de algo in- de intuición, que si es puramente in-
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teligible en Platón tiene un carác- directamente) realidades externas al intuición podemos advertir varios ca-
ter acusadamente volitivo en Fichte, sujeto que las intuye. Se ha hablado racteres comunes en todas las especies
donde se intuye el objeto que se asimismo de intuición sensible, cuya de intuición citadas. Entre tales ca-
pone a sí mismo y las resistencias función es aprehender datos sensibles racteres mencionamos los siguientes:
que vence. El carácter volitivo de de todas clases; de intuición íntima, el ser directa (en la intuición no hay
estas intuiciones metafísicas renace cuya función es aprehender directa- rodeos de ninguna clase); el ser in-
claramente en Dilthey y, en parte, mente el fluir de la vida interior; de mediata (en la intuición no hay nin-
en Scheler, quien, sin embargo, se intuición ideal, que se supone apre- gún elemento mediador, ningún ra-
inclina en otros casos a la intuición hende "objetos ideales" de toda clase, zonamiento, ninguna inferencia, etc.);
emocional, que descubre los valores. tales como esencias; de intuición me- el ser completa (no toda intuición
Para Bergson, la intuición es aquel tafísica, que se supone alcanza "el aprehende por entero el objeto que
modo de conocimiento que, en opo- fondo de lo real", y que puede ser se propone intuir, pero toda intuición
sición al pensamiento, capta la rea- racional o irracional; de intuición voli- aprehende totalmente lo aprehendi-
lidad verdadera, la interioridad, la tiva, que es una de las formas de do); el ser adecuada (en la medida
duración, la continuidad, lo que se intuición metafísica; de intuición en que deja de haber adecuación deja
mueve y se hace; mientras el pensa- emocional, que se supone aprehende de haber intuición). La generalidad
miento roza lo externo, convierte lo valores, etc. etc. de estos caracteres se muestra en que
continuo en fragmentos separados, La anterior clasificación de formas corresponden por igual no solamente
analiza y descompone, la intuición o tipos de intuición no es la única po- a la intuición de realidades (sensibles
se dirige al devenir, se instala en el sible. Entre otras clasificaciones que o no), sino también a la intuición de
corazón de lo real. La intuición es se han propuesto mencionamos la de conceptos y de proposiciones.
por ello últimamente inefable; la ex- Archie J. Bahm (op. cit. infra). Este Se ha planteado a veces el proble-
presión de la intuición cristaliza y, autor distingue tres tipos de intuición: ma de cómo pueden relacionarse en-
en cierto modo, falsifica la intuición. la objetiva, la subjetiva y la orgánica. tre sí diversas intuiciones. Si se res-
La intuición bergsoniana es una intui- La primera proporciona evidencias de ponde que por medio de inferencias
ción de realidades, o inclusive de la objetos (tanto objetos aparentes como o de razonamientos, hay que sostener
realidad. Ésta se abre a la intuición reales). La segunda ofrece una visión que las intuiciones así relacionadas
cuando se desarticulan y rompen las directa del sujeto por sí mismo. La son independientes entre sí. Si se res-
categorías "espacializadoras" y "prag- tercera incluye características propias ponde que por medio de otras intui-
máticas" del pensamiento. Para Hus- de las intuiciones objetiva y subjeti- ciones, puede llegar a sostenerse que
serl la intuición (Anschauung) pue- va, pues tanto el sujeto como el objeto las intuiciones así relacionadas son
de ser individual, pero esta intuición "aparecen inmediatamente en la apre- iguales entre sí y que, por lo tanto,
puede transformarse —no empírica- hensión" (op. cit., pág. 16). Este úl- no hay en el fondo más que una sola
mente, sino como "posibilidad esen- timo tipo de intuición es para Bahm intuición o, en todo caso, una especie
cial"— en una visión esencial (We* la fundamental, pero dentro de ella de "continuo intuitivo". La naturale-
senserschauung). El objeto de esta pueden distinguirse diversas posicio- za de este problema puede compren-
última es una pura esencia o eidos nes, desde el fenomenismo hasta el derse cuando se examina el modo
desde las más elevadas categorías realismo, y desde el subjetivismo ex- como las intuiciones son enlazadas en
hasta lo más concreto. La visión esen- tremo hasta el objetivismo radical. Descartes y, sobre todo, en Spinoza.
cial (intuitiva) puede ser adecuada o Puede preguntarse ahora si hay al- Se ha planteado asimismo el pro-
inadecuada según sea más o menos gún fundamento común en tan varia- blema de si es posible una intuición
completa (lo cual no corresponde ne- das formas de intuición. que no sea una aprehensión absoluta-
cesariamente a su mayor o menor Por lo pronto parece que no puede mente presente de algo absolutamente
claridad y distinción). La intuición haber fundamento común por lo me- presente. Este problema se halla liga-
esencial (Wesensanschauung) capta nos de dos tipos de intuición: la lla- do a la cuestión de cómo es posible
una pura esencia, la cual es "dada" a mada intuición sensible y la intuición referirse a una intuición. Si nos refe-
dicha intuición. La intuición catego- no sensible. En efecto, la primera se rimos a ella por medio de otra intui-
rial es para Husserl la intuición de refiere a datos, objetos, procesos, etc. ción, ésta puede relacionarse con
ciertos contenidos no sensibles tales percibidos por los sentidos, mientras aquélla de dos maneras: o de un mo-
como estructuras o números. Las di- que la segunda, tanto si con el nom- do inmediato y directo, en cuyo caso
ferentes clases de "visiones" de esen- bre de intuición de esencias se refie- la llamada "segunda intuición" no es
cias son equivalentes a distintos tipos re a universales (concretos o no) co- más que la primera intuición; o por
de "intuición catégoriel". mo si con el nombre de intuición de medio de la memoria o del razona-
Puede verse que se ha propuesto existencias se refiere a entidades me- miento, en cuyo caso ya no nos refe-
un tipo diferente de intuición para tafísicas, se halla más allá (o, según rimos a una intuición, sino a un "re-
cada orden de "objetos" — entendien- ciertos autores, más acá) de toda siduo" —el dejado en la memoria o
do Objetos' en un sentido muy gene- aprehensión sensible. el manifestado en una proposición—
ral, que incluye tales "cosas" como Sin embargo, cuando no conside- de tal intuición. También en este res-
esencias, números, relaciones, etc. ramos ni el tipo de objeto ni el "órga- pecto es iluminador un estudio del
A tal efecto se ha hablado de una no" o "facultad" de aprehensión del modo como algunos autores —por
intuición externa cuya función es mismo y nos limitamos a estudiar la ejemplo, Descartes— entienden la in-
aprehender intuitiva (y, por tanto, forma de relación entre el objeto y la tuición.
990
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En los anteriores párrafos hemos esta información con algunos datos re-
hablado sobre todo de la intuición lativos a la lógica intuicionista, es de-
como modo de conocimiento. Convie- cir, a la lógica mantenida por la filo-
ne decir ahora unas palabras sobre la sofía intuicionista de la matemática.
intuición en cuanto "intuición artís- Esta lógica no admite que todo enun-
tica". ciado tenga que ser o verdadero o fal-
En algunos de los autores a que so. Algunos enunciados no son para
nos hemos referido, la noción de in- ella ni verdaderos ni falsos. Mas, a
tuición, aunque tomada en un sentido diferencia de lo que sucede con las ló-
general, se aplicaba especialmente a gicas polivalentes (v. POLIVALENTE),
la intuición de obras de arte o bien no adscribe a tales enunciados otro
se entendía por analogía con la intui- diferente valor de verdad. La lógica
ción artística. Es lo que sucede con intuicionista mantiene, pues, un cri-
Schelling, con Schopenhauer y con terio de Verdad (v.) distinto del de
Bergson. De un modo más explícito las otras lógicas, si bien hay que
y sistemático ha tratado la intuición advertir que tal criterio se refiere a
como intuición artística B e n e d e t t o proposiciones matemáticas y no a
Croce. Para este autor la intuición es cualquier enunciado. Junto a dicho
uno de los modos de operación del distinto criterio de verdad, la lógica
Espíritu (v. ); éste puede captar cier- intuicionista mantiene un distinto cri-
tas realidades de un modo inmediato. terio sobre la negación (v.) y un
Ahora bien, se ha planteado a este criterio diferente sobre la existencia.
respecto la cuestión de la relación en- En lo que toca al último punto ob-
tre intuición y expresión. Nos hemos servaremos solamente que se basa en
referido a ella en el artículo sobre el una interpretación propia del cuanti-
concepto de expresión (v.); recorda- ficador (v.) particular cuando afec-
remos ahora solamente que mientras ta a entidades matemáticas; afirma,
algunos autores hacen de la intuición en efecto, que una determinada en-
una operación indisolublemente liga- tidad matemática no existe cuando su
da a la expresión, otros consideran existencia no puede ser probada. Co-
que esta última "traiciona" de algún mo escribe Heyting (op. cit. infra,
modo la intuición. Lo primero es pro- pág. 3 ), "un aserto matemático afirma
pio de Croce: lo segundo, de Bergson. el hecho de que se ha efectuado una
cierta construcción. Es bien claro que
la construcción no se había llevado a
cabo antes de efectuarse.. . Todos los
matemáticos, incluyendo los intuicio-
nistas, abrigan la convicción de que
en algún sentido las matemáticas se
ocupan de verdades eternas; pero
cuando se trata de definir precisa-
mente este sentido, queda uno pren-
dido en un laberinto de dificultades
metafísicas. El único modo de evitar-
las es desterrarlas de las matemáticas.
Es lo que quería [yo] decir al afir-
mar que estudiamos las construccio-
nes matemáticas como tales y que
INTUICIONISMO. El término 'in- para este estudio es inadecuada la ló-
tuicionismo' puede entenderse en tres gica clásica". En otros términos, "en
sentidos: matemático (y lógico); ge- el estudio de las construcciones men-
neral (metodológico y metafísico), y tales matemáticas 'existir' debe ser
ético. sinónimo de 'ser construido'" (op.
En el primer sentido 'intuicionismo' cit., pág. 2).
designa una cierta dirección de la ac- Según E. W. Beth (op. cit. infra,
tual lógica y filosofía de la matemáti- págs. 409-12), entre las máximas
ca. En los artículos Matemática y Ter- propugnadas por los intuicionistas en
cero Excluido {Principio del) (VÉANSE) el sentido antes referido se hallan las
hemos proporcionado algunos datos siguientes: (1) no es posible llevar a
sobre la tendencia intuicionista en cabo ninguna investigación sobre los
matemática y sobre sus principales re- fundamentos de la matemática sin
presentantes. Complementamos ahora prestar atención a las condiciones en
991
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que se desarrolla la actividad mental formalistas, operacionalistas, etc., etc.
de los matemáticos. (2) La matemá- Ciertos autores han puesto de mani-
tica debe desarrollarse independien- fiesto, empero, que no es legítimo
temente de cualesquiera ideas pre- contraponer radicalmente el intuicio-
concebidas sobre la naturaleza de las nismo al antiintuicionismo y que la
entidades matemáticas o de la activi- admisión de la intuición o el rechazo
dad matemática (conocimiento que de ella deben depender en cada caso
sólo luego se adquiere). (3) La ma- de la realidad estudiada o del pun-
temática es independiente de la lógi- to de vista desde el cual se estudie.
ca, en tanto que la lógica depende de Así, el intuicionismo sería aceptable
la matemática. La lógica aparece en en las descripciones sensibles, en mu-
la creación del lenguaje matemático chas de las ciencias humanas, pero
y en el análisis de este lenguaje. inaceptable en las pruebas formales,
En el segundo sentido (mucho más en las ciencias físico-matemáticas, et-
general) el término 'intuicionismo' de- cétera.
signa aquellas doctrinas o métodos fi- En el tercer sentido (ético), 'intui-
losóficos que admiten la intuición, de cionismo' es el nombre que reciben
cualquier orden que sea, como forma, una serie de doctrinas morales espe-
e inclusive como forma primaria, de cialmente desarrolladas en Inglaterra
conocimientos. En rigor, sólo aquellos (Henry Sidgwick, G. E. Moore, H. A.
que admiten la base intuitiva última Prichard y W. D. Ross). No todos
del conocimiento pueden ser llamados estos autores se califican a sí mismos
intuicionistas. Desde este punto de de intuicionistas —G. E. Moore no
vista, la oposición corriente entre in- usa, por lo general, este nombre—·,
tuicionismo y racionalismo sólo puede pero en todos ellos la intuición de lo
ser entendida cuando este último asu- ético desempeña un papel fundamen-
me un aspecto formalista. De hecho, ta!. Ahora bien, "lo ético" puede en-
el intuicionismo no se ha opuesto al tenderse de varios modos, y en parti-
racionalismo clásico en la medida cular de dos. Por un lado, puede
por lo menos en que éste ha man- referirse a un principio o "axioma"
tenido el carácter intuitivo de las considerado como evidente; es el ca-
so de Sidgwick. Por otro lado, puede INVERSO (DEL CONDICIONAL).
"primeras verdades" y el conocimien-
referirse a una cualidad irreductible Véase CONDICIONAL.
to inmediato de las nociones últimas,
a cualesquiera otras; es el caso de INVOLUCIÓN. Véase DISOLUCIÓN,
de las "naturalezas simples".
Moore, Prichard y Ross. En Moore, EVOLUCIÓN, LALANDE (ANDRÉ).
Durante el presente siglo se han
desarrollado por igual tendencias fi- esta cualidad es "lo bueno"; en Pri- IRENEO (SAN) (ce. 125 - ca. 202)
losóficas intuicionistas y antiintuicio- chard es "la obligación moral"; en nac. en Esmirna (Asia Menor), obis-
nistas. Común a las primeras es la Ross, es "lo justo" y también "lo bue- po de Lyon, en la Galia, discípulo
suposición de que la intuición resul- no". Debe advertirse que ninguno de de San Policarpio, es conocido sobre
ta un método justificado de conoci- estos autores confina las cualidades todo por la refutación del gnosticis-
miento. Común a las segundas es el éticas irreductibles a los ejemplos mo (VÉASE) contenida en la obra
destacar que la obediencia a la in- mencionados; por ejemplo, Moore des- en 5 libros titulada Exposición y re-
tuición no garantiza siempre resul- taca asimismo "la obligatoriedad" co- futación del falso conocimiento (De-
tados válidos. Fuera de estas coinci- mo cualidad. Lo común a estos tres tectio e eversio falso cognominatae
dencias hay escaso acuerdo entre las autores es que consideran que ciertos gnoseos, "Ελεγχος καΐ ανατροπή της
diversas tendencias intuicionistas y términos éticos designan cualidades ψευδωνύμου γνώσεως ), de la cual que-
antiintuicionistas entre sí. Los intui- que no pueden ser traducidas a otras; dan fragmentos griegos y una traduc-
cionistas difieren entre sí según el cualidades, por tanto, aprehensibles ción latina —citada bajo el título
concepto de intuición que conside- directamente y por "intuición". Adversus haereses—, pero fue también
ren predominante (intuición "vital" Agreguemos que también puede autor de otras obras, mencionadas por
de Bergson, intuición fenomenológica considerarse como intuicionista la éti- Eusebio — un escrito contra la ciencia
e ideal de Husserl, intuición emotiva ca de Scheler en cuanto defiende la helénica y otro acerca de la demostra-
de Scheler, etc., etc.), según su ma- posibilidad de una intuición material ción de la enseñanza apostólica (la
yor o menor identificación del intui- α priori, pero el sentido de 'intuición' llamada Demonstratio apostolicae
cionismo con el irracionalismo, según en este autor es bastante distinto del praedicationis). La citada expresión
su posición frente al racionalismo mo- que tiene en los filósofos ingleses ci- 'falso conocimiento' designa la gnosis;
derno, al racionalismo en general, etc. tados. Una vez reconocido el hecho contra esta falsa gnosis defendió San
Los antiintuicionistas difieren entre sí de que todos estos pensadores son Ireneo la 'gnosis verdadera', la doctri-
según el predominio concedido a di- "intuicionistas" en ética, deben esta- na apostólica guardada y transmitida
versos tipos de conocimiento no in- blecerse todavía diferencias funda- por la Iglesia. Los errores capitales de
tuitivo y, por lo tanto, según sean mentales en sus ideas de "intuición" los falsos gnósticos son, según San
racionalistas (en diversos sentidos), y aun de "cualidad irreductible". Ireneo, la distinción entre el Dios su-
992
IRO IRO IRO
premo o Dios Padre y el creador del neralmente con el fin de desatar la pero tampoco se funden los dos com-
mundo, la fantástica multiplicidad de lengua de un antagonista. La ironía pletamente; la ironía deja traslucir la
realidades intermediarias entre Dios y no es, pues, mera ficción; más bien "tensión" constante entre ellos. Ahora
su creación, y el pretendido carácter sucede que la ficción es utilizada por bien, dentro de esta idea común los
esotérico de la doctrina de Cristo. el irónico con una intención deter- autores citados presentaron distintas
Todos estos errores pueden resumirse minada. concepciones de la ironía. Para Schle-
en uno: la ignorancia de que la fe Se suelen distinguir entre dos con- gel, los elementos en "tensión" son, en
—la fe verdadera— es la fuente de cepciones de la ironía: la "clásica" y último término, el resultado de un
la inteligencia. Los gnósticos preten- la "romántica". constante "juego" del Yo libre. La
den saber más de lo que se puede La ironía clásica es principalmente ironía juega con todo y no se entrega
saber, pero por otro lado olvidan que representada por Sócrates: "He aquí definitivamente a nada. Para Solger,
Dios no es conocido por arbitrarias la bien conocida ironía de Sócrates; la ironía es expresión de la tensión
especulaciones sino por su revelación bien lo sabía, y predije que cuando entre la belleza como revelación de
en las Escrituras, por sus obras y por llegara el momento de contestarte, Dios y la belleza como negación sen-
las leyes de conducta que deposita rehusaría hacerlo y disimularía ["iro- sible de la divinidad. Solger llama a
en el alma de los hombres. nizaría"] y haría cualquier cosa antes esta ironía, "trágica". La diferencia al
que contestar a cualquier pregunta respecto entre Schlegel y Solger pa-
que cualquiera pudiera hacerte" (Pla- rece ser que mientras para el primero
tón, Rep., I, 337 A ) . Sócrates emplea- la ironía consiste en no tomar nada
ba el "método" —o más bien el "re- en serio, para el segundo consiste en
curso"— de fingir que no sabía lo tomarlo todo en serio. Ültimamente,
bastante acerca de cualquier asunto; sin embargo, las dos ideas coinciden,
el contrincante tenía entonces que pues en ambos casos la ironía se ca-
manifestar su opinión, que Sócrates racteriza (como indicó una vez He-
procedía a triturar. Con esta ficción gel) por "dominar cualquier conte-
de ignorancia Sócrates conseguía que nido".
su contrincante se diera cuenta de su Kierkegaard trató del concepto de
propia ignorancia. Así, el que preten- ironía en Sócrates y del concepto ro-
día no saber, sabía; y el que pre- mántico, intentando superar a ambos
tendía saber, no sabía. como estudios insuficientes. En otros
Aristóteles definió la ironía como escritos posteriores al dedicado al con-
"simulación" más bien que como di- cepto de ironía, dicho autor colocó a
simulo. La ironía se contrapone a la la ironía en el estadio estético, consi-
jactancia, y ambas son extremos de derando a la ironía como duda y
un justo medio que es la veracidad. aceptación de la duda, a diferencia
La ironía no es, pues, modestia, sino del "humor", que es ya aceptación de
más bien falsa modestia (Eth. Nic., una certeza. Por lo demás, Kierke-
II 7 1008, 20-3). Como tal, la iro- gaard acabó por admitir diversos gra-
nía puede ser una manera "disimu- dos de la ironía, incluyendo uno en
lada" de jactarse. Santo Tomás siguió el cual la ironía aparece como el mo-
a Aristóteles en gran parte al indicar do de ser de la santidad que niega
que la ironía es una vanidad sutil este mundo en virtud de otro por el
—contrapuesta a la vanidad "abierta" cual se sacrifica.
del jactancioso—; además, la ironía Muchas son las definiciones que se
es un modo de eludir la propia res- han dado de la ironía desde los ro-
ponsabilidad con una especie de falso mánticos a la fecha. Daremos algunos
menosprecio. La ironía no es lo mismo ejemplos. Para Bergson, "la ironía
que el acto de "velar prudentemente surge cuando se anuncia simplemente
la verdad", que Santo Tomás admite lo que debiera ser, fingiendo que es
como justificado (S. theol, ΙΓ-ΙΙ", así en realidad", a diferencia del hu-
q. XC, a 3, ad. 4). mor, que es la "descripción minuciosa
La ironía romántica aparece en va- de lo que es, afectando creer que
rios escritores alemanes, entre los efectivamente deberían ser así las co-
cuales se han distinguido Friedrich sas". Ciertos autores han estudiado la
Schlegel (VÉASE) y K. F. Solger (v.). ironía (y el humor) como "senti-
El elemento común del concepto ro- miento de la vida" o como lo que hoy
IRONÍA. El verbo griego είρωνευ- mántico de ironía es presentar a ésta se llamaría un "talante" (véase TEM-
μαι significa "disimular" y especial- como expresión de la unión de ele- PLE); así ha ocurrido, entre otros, con
mente "disimular que se sabe algo", mentos antagónicos, tales como la Na- Harald H0ffding. Otros han estudiado
es decir, "fingir que se ignora algo". turaleza y el Espíritu, lo objetivo y lo la ironía desde el punto de vista psi-
El que practica la ironía, ειρωνεία , subjetivo, etc. Por la ironía no se re- cológico, especialmente en relación
dice menos que lo que "piensa", ge- duce uno de los elementos al opuesto, con el problema de la risa (véase bi-
993
IRO IRR
bliografía). Para Eugenio d'Ors, la Proponemos las siguientes distincio-
ironía se caracteriza por no despre- nes: Se puede llamar "arracional" a
ciar las fórmulas, pero a la vez por lo que es simplemente ajeno a la ra-
no aceptar la superstición de las fór- zón; "antirracional" a lo que es con-
mulas. Para Gustavo Pittaluga, la iro- trario a la razón; "suprarracional", a
nía es un impulso. Jankélévitch ha lo que es superior a la razón o está
analizado la ironía como "forma de más allá de la razón, en un plano
vida", contrastándola con otras (por estimado "superior"; "infrarracional",
ejemplo, con el cinismo), etc. etc. En a lo que es inferior a la razón en el
nuestra opinión, la ironía puede ser sentido de hallarse en un plano en el
descrita como una "actitud", de tipo cual no ha entrado todavía la razón:
semejante en su forma, aunque dis- en el plano de lo "prerracional". Aho-
tinta en su contenido, de otras acti- ra bien, el término 'irracional' puede
tudes tales como la cínica, la fanática, tomarse en dos sentidos: 1. Como
etc. Característica general de la iro- nombre común de todas las especies
nía es la función que tiene de llenar antes mencionadas de "no racionali-
algún "vacío" en la vida humana, por dad". 2. Como designando algo "arra-
lo cual la ironía sobreviene especial- cional" y, sobre todo, algo "antirra-
mente cuando se produce una crisis cional". 'Irracional' ha sido visado en
(sea individual, sea colectiva). Ahora estos dos sentidos por muchos auto-
bien, hay muchas formas posibles de res, entre ellos por varios de los que
ironía; por ejemplo, se puede hablar mencionamos luego, de suerte que en
de la ironía conceptuosa y amarga numerosos casos es difícil saber lo
(Quevedo), de la ironía piadosa (Cer- que un autor quiere decir exactamen-
vantes), de la ironía intelectual (Gra- te con el predicado 'irracional'. En
cián), para limitarnos a ejemplos de algunos casos, se ha tendido a usar
escritores españoles clásicos. 'irracional' como sinónimo de 'antirra-
Dos de las formas de ironía son, a cional'. Ello ha ocurrido especial-
nuestro entender, fundamentales. mente al hablarse de "irracionalismo",
Por un lado, la ironía puede ser que ha sido equiparado con frecuen-
una actitud para la cual el mundo es cia al "antirracionalismo".
algo esencialmente innoble, que me- En el presente artículo nos referi-
rece a lo sumo difamación y menos- remos a lo irracional y al irraciona-
precio. La ironía se emplea entonces lismo especialmente tal como han sido
como modo de no participar efectiva- analizados ( y a veces propugnados)
mente en un mundo desdeñado; en por varios autores contemporáneos.
vez de intentar comprenderse tal mun- Aunque no es siempre fácil en tales
do se procede a comentarlo ligera- autores distinguir entre 'irracional' e
mente (o, según los casos, corrosiva- 'irracionalismo', y aunque en muchos
mente) y, en general, a tomarlo como casos la definición de cualquiera de
mero juego. Por otro lado, la ironía estos términos es aplicada a la defini-
puede ser una actitud para la cual el ción del otro término, comenzaremos
mundo no merece la seriedad que al- por referirnos al irracionalismo como
gunos ponen en él, pero no por des- tendencia general filosófica y termi-
precio del mundo, sino por estimar naremos precisando varios sentidos de
que tal seriedad es siempre de algún 'irracional'. La inversión del orden
modo unilateral y dogmática. Esta más "normal" de tratar nuestro pro-
ironía renuncia a entregarse comple- blema —el estudio de lo irracional
tamente a nada, pero sólo porque previo al del irracionalismo como ten-
estima que ninguna cosa es en sí mis- IRRACIONAL, IRRACIONALÍS- dencia a subrayar la realidad o el va-
ma completa. Mientras el primer tipo IMO. Suele definirse 'irracional' como lor de lo irracional— se debe a que,
de ironía —que llamamos "ironía de- 'algo que no es racional', es decir co- de hecho, se han manifestado lo que
formadora"— descoyunta la realidad, mo 'algo que es ajeno a la razón' podrían llamarse "motivos irraciona-
el segundo tipo de ironía —que lla- (VÉASE). Sin embargo, también son listas" antes de intentarse una expli-
mamos "ironía reveladora"— aspira a no racionales, o ajenas a la razón, cación de la estructura o estructuras
comprenderla mejor. Es obvio que es- cualesquiera "cosas" (entidades o ex- de "lo irracional".
te último tipo de ironía se acerca más presiones) que puedan llamarse "arra- Motivos de carácter irracionalista
que ninguna otra a la socrática. cionales", "suprarracionales", "infra- fueron ya importantes en la filosofía
Los pasajes de Platón, Aristóteles rracionales" y "antinacionales". Con- griega. Durante mucho tiempo esta
y Santo Tomás han sido indicados en viene, por ello, distinguir entre cuales- cultura fue presentada como perfecto
el texto. Para Kierkegaard, véase Om quiera de estas últimas y lo llamado ejemplo de "racionalismo". Rohde,
begrebet Ironi, med hensyn til Sokra- "irracional". Nietzsche y Burckhardt se opusieron
994
IRR IRR IRR
a esta concepción y destacaron el ca- un deporte, y que se busca lo irra- último lo tenemos cuando se adopta
rácter "dionísiaco" (o, si se quiere, cional dondequiera sin ocuparse de una actitud irracionalista al referirse
también "dionisíaco" ) y, por tanto, precisar si lo hay efectivamente, o, a la existencia humana, y una actitud
"irracional" de muchos aspectos de la caso de haberlo, en qué consiste. "Se racionalista al referirse a la Natura-
cultura griega. Recientes investigacio- entienden frecuentemente por este leza, o una actitud irracionalista al
nes orientadas en la antropología (F. término ['irracional'] —ha escrito di- referirse a "lo real" y una actitud ra-
M. Cornford, E. R. Dodds) han mos- cho autor— las cosas más diferentes, cionalista al referirse a "lo ideal", o
trado que la cultura intelectual griega o se emplea en un sentido tan y tan una actitud irracionalista al referirse
se basaba en un humus de irraciona- vago, que pueden entenderse por él a "lo dado" y una racionalista al re-
lismo (de creencias en modo alguno las realidades más heterogéneas: la ferirse a "lo puesto" (Cfr. W. Sese-
"racionales"). Los pensamientos filo- pura realidad por oposición a la ley; mann, art. cit. infra, pág. 216).
sóficos producidos por tal cultura apa- lo empírico por oposición a lo racio- Entre las varias doctrinas que se
recen según ello como una parte del nal; lo contingente por oposición a lo han propuesto para definir 'irracional'
esfuerzo no para suprimir lo irracio- necesario; el hecho bruto por oposi- e 'irracionalismo' especialmente en el
nal, sino para dominarlo, introducien- ción a lo que puede encontrarse me- pensamiento contemporáneo, mencio-
do una cierta estabilidad en un mun- diante deducción; lo que pertenece al naremos las siguientes.
do continuamente amenazado por el orden psicológico por oposición a lo En su Historia de la filosofía ac-
temor, la angustia, el "terror pánico". que pertenece al orden trascendental; tual, J. Salamucha ha indicado que
Pueden mostrarse a fortiwi motivos lo conocido a posteriori por oposición hay en tal filosofía dos aspectos irra-
de carácter irracionalista en otras cul- a lo que puede definirse a priori; la cionalistas distintos entre sí, aunque
turas, por no decir en toda cultura potencia, la voluntad y el simple pla- probablemente relacionados en algu-
humana. Ahora bien, puesto que lo cer por oposición a la razón, a la inte- nos de sus representantes. Por un la-
que aquí nos interesa es especialmen- ligencia y a la determinación fundada do, tenemos el "irracionalismo ontoló-
te lo irracional y el irracionalismo en en una valoración; el impulso, el ins- gico", según el cual la realidad misma
la filosofía, y se ha tenido conciencia tinto y las formas oscuras del sub- (el "ser mismo") es irracional, y ello
clara de ellos solamente al final de la consciente por oposición al examen, a de tal suerte que su irracionalidad se
época moderna y en la época contem- la reflexión y a los planes racionales; manifiesta en que es contradictoria
poránea, nos referiremos especialmen- las profundidades místicas del alma consigo misma. Representantes de este
te a estos períodos. y los movimientos místicos en la hu- irracionalismo ontológico son J. Vol-
En ciertos autores, como Schopen- manidad y en el hombre; la inspira- kelt (irracionalismo metafísico), G.
hauer y Eduard von Hartmann, el ción, la intuición, la penetración, la Simmel (irracionalismo vitalista) y
mundo es descrito como manifesta- visión profética y, finalmente, las Theodor Lessing y L. Klages (irra-
ción de algo irracional o, cuando me- fuerzas Ocultas'; de un modo general, cionalismo antropológico). Por otro
nos, no racional. Además, estos autores la agitación inquieta, la fermentación lado, tenemos el "irracionalismo noé-
—y especialmente Schopenhauer—· universal de nuestra época, la busca tico", según el cual hay inconmensu-
destacan el carácter irracional de "lo de lo nuevo en la poesía y las artes rabilidad entre el conocimiento (o los
Absoluto". Se ha dicho que cierto plásticas: todo esto, y aun más, pue- medios de conocimiento) y la reali-
grupo de filosofías contemporáneas de ser lo 'irracional' y constituir lo dad, o cuando menos una parte de la
—Bergson, Keyserling, Spengler y, en que se llama 'el irracionalismo moder- realidad. Representantes de este irra-
general, las llamadas "filosofías de la no', por unos exaltado, condenado cionalismo noético son H. Vaihinger,
vida (VÉASE) y de la acción" (VÉA- por otros" (op. cit. infra, Cap. XI). É. Meyerson y Nicolai Hartmann. La
SE)— son irracionalistas por cuanto Ahora bien, la solución que propo- distinción apuntada equivale a la ya
sostienen que la realidad es, en últi- ne Rudolf Otto no es muy satisfac- aludida de "irracionalismo real" e
mo término, o irracional o no racional. toria. Según este autor, hay que partir "irracionalismo conceptual".
Sin embargo, no es siempre justo ca- del "sentido usual de la palabra, el Fundándose en una definición de
lificar estas filosofías (o cuando me- que tiene cuando, por ejemplo, deci- 'irracionalismo' como "empresa espe-
nos algunas de ellas) como irraciona- mos acerca de un acontecimiento sin- culativa basada en las potencias irra-
listas. En algunos casos, lo que se gular que se sustrae por su profundi- cionales de la mente", Cleto Carbo-
llama "irracional" es más bien algo dad a la explicación racional: hay nara señala que hay tres tipos de
"sobrerracional"; en otros casos, lo aquí algo irracional". En efecto, este irracionalismo de acuerdo con la "po-
que algunos filósofos hacen es sim- procedimiento, además de su vague- tencia" que se subraya en cada caso:
plemente poner de relieve que la rea- dad, ofrece el inconveniente de no te- el voluntarismo, el intuicionismo y el
lidad no es accesible racionalmente, ner en cuenta si el predicado 'es irra- asociacionismo.
o no es tan accesible racionalmente cional' se refiere a una realidad o a Según R. Müller-Freienfels, el irra-
como habían pensado otros filósofos. alguna forma de expresión de esta cionalismo significa que "no solamen-
Hay que andar, pues, con pies de realidad. Tampoco tiene en cuenta te hay que considerar como válido el
plomo antes de calificar a cualquier que en algunos casos puede aplicarse pensamiento irracional, sino asimismo
filosofía no estrictamente racionalista el término 'irracional' a un aspecto de todas las posibilidades cognoscitivas
de "irracionalista". En este sentido la realidad y no a otro — como tam- en su significación" (op. cit. infra, [la
tiene razón Rudolf Otto cuando seña- bién pueden llamarse "irracionalistas" primera citada], pág. 4). Ello equi-
la que la busca de lo irracional en la a ciertas doctrinas en un respecto, vale a decir que el irracionalismo
época actual se ha convertido casi en pero no en otro. Ejemplo de lo (cuando menos en lo teoría del cono-
995
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cimiento) no es un supuesto metafí- que no se halla dentro de la esfera der lo real mediante conceptos esti-
sico, sino un método, el cual permite del conocimiento y, por consiguiente, mados como no racionales). Rechazar
extender el campo del conocimiento. no puede decirse simplemente que un "método irracional" no significa
El irracionalismo en cuestión es el lo racional es lo lógico y lo irracio- negar la posibilidad de lo meta-racio-
que ha sido propugnado, o cuando nal lo alógico. En primer lugar, no nal; significa más bien averiguar las
menos elaborado, por autores como todo lo que no pertenece a la esfera condiciones cognoscitivas de lo irra-
Dilthey y Bergson, con su interés por lógica es incognoscible; en segundo cional, es decir, la estructura del len-
los métodos de la intuición (VÉASE) y término, no todo lo que pertenece a guaje que hace posible hablar con
de la comprensión (v. ). la esfera lógica es cognoscible. Se- sentido de lo irracional. Desde este
Para Ortega y Gasset, hay una es- gún ello, conviene distinguir entre punto de vista las posiciones sobre
pecie de "crecimiento de la irraciona- tres tipos de irracionalidad, cada uno lo irracional pueden ser reducidas a
lidad" desde la lógica y la matemáti- de los cuales es insuficiente por sí las tres siguientes: (I) Posiciones que
ca —que tampoco son, por lo demás, solo para caracterizar "lo irracional": rechazan todo irracional (racionalis-
completamente "racionales", ya que (a) Lo irracional alógico, tal como se mo, ciertas formas de empirismo);
se descubren en ellas "irracionalida- presenta, por ejemplo, en la mística, (II) Posiciones que admiten todo
des"— hasta el conocimiento de "lo la cual vive y experimenta su obje- irracional (irracionalismo); (III) Po-
real" (por ejemplo, de lo real huma- to, lo conoce, aun cuando no de un siciones que niegan lo irracional en
no ). "Lo racional por excelencia e s . . . modo lógico, (b) Lo irracional trans- el método y afirman lo irracional
lo ideal, o lo que es lo mismo lo lógi- inteligible, esto es, lo irracional en el como objeto. En estas posiciones lo
co, lo cogitabile" (op. cit. infra; O. sentido de lo no cognoscible, de irracional suele ser más bien "meta-
C., pág. 278). "Al pasar de la mate- lo que trasciende el conocimiento. rracional". En este sentido puede de-
mática a la física la irracionalidad se Este tipo de irracionalidad ontoló- cirse que tales posiciones adoptan
condensa. Las categorías físicas —sus- gica es, según Hartmann, más pro- una actitud "metarracionalista" más
tancia y causa— son casi por comple- fundo que la irracionalidad alógica bien que una actitud "irracionalista".
to irracionales" ( loe. cit. ). Lo cual no antes descrita, (c) Lo irracional como
significa para dicho autor que haya combinación de lo alógico y lo trans-
que predicar el "irracionalismo". Por inteligible, lo eminentemente irracio-
el contrario, es característico de Orte- nal. Puede, por lo tanto, como ocurre
ga hacer entrar "la razón en lo vital". en la mística, haber irracionalismo
El "irracionalismo" es, en todo caso, desde el punto de vista lógico y
sólo la necesaria contrapartida del racionalismo desde el punto de vista
"espíritu racionalista", el cual es con- ontológico. Sin embargo, a pesar de
secuencia de una "actitud imperativa" la necesidad de la distinción entre lo
que pretende legislar sobre la reali- irracional gnoseológico y lo irracional
dad, en vez de aceptar la realidad tal ontológico hay un fundamento co-
como es — y de aceptar, por tanto, mún de todos los tipos de irraciona-
"la resistencia que el mundo ofrece a lidad en virtud de la implicación
ser entendido como pura racionali- mutua de los elementos gnoseológi-
dad" (ibíd., pág. 279). cos y ontológicos en el problema del
Nicolai Hartmann se ha interesado conocimiento. Este fundamento co-
ante todo por elaborar una "fenome- mún se halla en la noción de lo ab-
nología de lo irracional". Ello lo ha solutamente transinteligible. Lo irra-
llevado al estudio de la distinción en- cional existe o, mejor dicho, es com-
tre lo irracional y elementos usual- probado por la no concordancia
mente confundidos con él. Según N. absoluta de las categorías del co-
Hartmann, se ha confundido entre lo nocimiento con las categorías del ser.
irracional y lo alógico (con lo que no La concordancia supondría la cognos-
está sometido a lógicas), olvidándose cibilidad y racionalidad absolutas de
con ello las diferencias fundamentales toda la realidad, cognoscibilidad que
entre varios tipos de irracionalidad. se presenta sólo en la mayor parte de
En el "problema de lo irracional" de- ocasiones en la esfera del objeto
be distinguirse ante todo entre los ideal. La no concordancia equivale
aspectos gnoseológico y ontológico. Lo al reconocimiento de la existencia de
irracional como lo contrario a lo ra- lo irracional ontológico, esto es, en
cional puede entenderse: (1) Como lo palabras de Hartmann, de lo trans-
que no tiene una razón o fundamento. objetivo transinteligible o, si se quie-
(2) Como lo que no es inmanente a la re, de la pura y simple trascendencia.
razón, lo transinteligible. El primer Concluiremos indicando que con-
tipo de irracionalidad es de carác- viene distinguir entre "lo irracional
ter ontológico; el segundo, de ca- en el objeto" (el objeto, la realidad,
rácter gnoseológico. Examinado gno- como irracionales) y "lo irracional en
seológicamente, lo irracional es lo el método" (el intento de compren-
996
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des Inationalismus, 1958 [Wilhelm- ideal, etc. etc. Lo mismo acontecerá punto de partida la tesis husserliana
shavener Vortráge, 26]. — Varias de cualquiera que sea la definición que de que la conciencia es irreal (Ideen,
las obras indicadas describen y, ade- se dé de lo real y de la realidad. Si, I. Introducción; Husserliana, III, 6-7)
más, critican el "irracionalismo"; en- por ejemplo, la realidad incluye todo y admitir que todos los fenómenos
tre obras principalmente críticas cita- lo que es, podrá decirse que lo que estudiados por la fenomenología tras-
mos: Guido de Ruggiero, U ritorno
alia ragione, 1946 [colección de ar- vale es irreal. Si la realidad incluye cendental son caracterizables como
tículos] (trad. esp.: El retorno a la todo lo que es, y todo lo que es in- irreales. En efecto, tales fenómenos
razón, 1949). — Georg Lukács, Die cluye todo lo que existe, todo lo que no son "otros fenómenos", sino, en
Zerstonmg der Vemunft, 1954 (trad. vale, todo lo pensado, todo lo ideal, cierto modo, algo "otro" de los fenó-
esp.: El asalto a la razón: la trayecto- todo lo imaginado, etc. etc., entonces menos. Esta idea de lo irreal y de la
ria del irracionalismo desde Schelling cabrá decir que lo irreal no es, pero irrealidad apunta a una condición que
hasta Hitler, 1959). — Sobre lo irra- todavía no queda en claro si al ex- puede establecerse como determinan-
cional en la cultura griega véase es- cluir algo de "lo que es" se lo excluye te de todo lo irreal, acéptese o no la
pecialmente: E. R. Dodds, The Greeks
and the Irrational, 1951 (trad. esp.: asimismo de "lo que hay". Puede fenomenología trascendental de Hus-
Los griegos y lo irracional, 1960). muy bien ocurrir que haya algo que serl. Esta condición es enunciable co-
IRREAL, IRREALIDAD. El pre- propiamente no "es", porque no le mo sigue: es irreal todo lo que no se
dicado 'es irreal' significa "carece de corresponda el "ser" (y ello no sólo halla extra animara, entendiendo por
porque le corresponda el devenir, sino anima no el sujeto psicológico, ni sus
realidad" o, simplemente, "no es
porque es ontológicamente definible "contenidos", ni los conceptos —todo
real". Así, decir 'X es irreal* equivale
de algún modo distinto del que se lo cual es de algún modo real—, sino
a decir 'X no es real'.
expresa mediante los vocablos 'es', el "puro reflejar" el sujeto mismo los
Dicho predicado parece ofrecer al-
gunas dificultades. En efecto, decir 'deviene', etc. ). Tal sucede, por ejem- "contenidos" del sujeto, los concep-
plo, cuando se incluye entre lo que tos, etc.
que algo es irreal es lo mismo que
hay (pero no entre lo que es) el Hasta aquí hemos tratado princi-
decir que hay algo que es irreal, pero
si hay "algo" no puede ser irreal, sino "sentido". palmente del significado de 'irreal'.
real. El predicado 'es irreal' parece Cierto que si se incluye en lo que Algunos autores contemporáneos, aun-
ofrecer, pues, dificultades similares, hay "todo" —lo que es, lo que de- que asimismo interesados en tal sig-
viene, lo que existe, lo que es posible, nificado, se han preocupado de las
aunque inversas, a las ofrecidas por el
lo que es imposible, lo que es con- características de los que han sido lla-
sujeto 'no ser' (o 'el no ser') o 'nada'
tradictorio, lo que es actual, lo que mados "objetos irreales" —a diferen-
(o 'la nada'). De tal sujeto no parece cia de los "objetos reales" y hasta de
es pensable o pensado, imaginable o
que pueda decirse que sea nada, pues los "objetos ideales"— y de los diver-
imaginado, lo que vale o no vale, lo
decir que no es nada equivale a decir sos tipos posibles de tales "objetos
que es algo — esto es, un "algo" que que tiene o no tiene sentido, etc.
etc.—, entonces no habrá "lugar on- irreales". Tal ha ocurrido con Nicolai
no es nada. Hartmann —al describir como irrea-
Estas dificultades no son, sin em- tológico" para lo irreal. Pero si se
incluye en lo que hay "todo", deberá les los pensamientos (en cuanto "pen-
bargo, graves. Por un lado, puede samientos sobre" y no sólo "pensa-
incluirse en él asimismo lo irreal.
alegarse que hay un modo de usar el mientos de"), las entidades imagina-
Lo anteriormente dicho indica en
predicado 'es irreal', y es aplicándolo das, el contenido de las alucinaciones,
qué direcciones puede buscarse una
al sujeto 'no ser' (o 'el no ser', o 'la significación del predicado 'es irreal'. los "ideales", etc.— y con Jean-Paul
nada', o simplemente 'un no ser'). Consideraremos ahora más directa- Sartre — al tratar como irreales cier-
Entonces se dirá que un no ser es mente varias posibles definiciones de tas imágenes (véase IMAGINACIÓN).
irreal, o que todo no ser es irreal. 'irreal' y de 'irrealidad'. Interesante al respecto es el estudio
Por otro ludo, puede decirse que el Por un lado, puede definirse lo de Augusto Salazar Bondy (Irreali-
ser irreal indica sólo el no ser real y irreal como lo que no es efectiva- dad e idealidad, 1958), el cual ha
que, por consiguiente, la expresión mente real — por tanto, todo lo pen- propuesto una detallada caracteriza-
'X es irreal' dice sólo 'No es el caso sado como pensado, imaginado como ción de los "entes irreales". Según
que (o no es verdad que) X sea real'. imaginado, etc. podrá ser declarado dicho autor, estos entes se caracteri-
Pero además de estas posibilidades de "irreal". Debe tenerse presente que zan por las notas siguientes: el ser
usar el predicado 'es irreal', hay otras en este caso lo irreal no es necesaria- intencional (o ser que se agota con la
que consisten en concebir la posibili- mente "menos" que lo real en el sen- pura intención [véase INTENCIÓN, IN-
dad de la irrealidad. tido de ser, por ejemplo, una "reali- TENCIONAL, INTENCIONALIDAD]); el no
Por lo pronto, la irrealidad es defi- dad disminuida". Lo irreal no es jus- ser objetos propios de conocimiento;
nible en función de lo que se consi- tamente comparable a lo real. Ni el ser por sí (nota distinta del ser en
dere en cada caso sea la realidad siquiera puede decirse que lo irreal es sí). Los entes irreales tienen ciertas
(véase REAL Y REALIDAD). Así, si se simplemente una negación de lo real. notas comunes con los entes ideales
supone que la realidad es material, y Por esta última razón puede propo- (por ejemplo, unos y otros carecen de
que sólo lo material es real, entonces nerse para referirse a lo irreal el tér- individualidad y son independientes
lo que no sea material será irreal. mino 'arreal', el cual es, por así de- del espacio y del tiempo). Pero ello
Pero todavía quedarán varias posibili- cirlo, más "neutral" que el vocablo no significa que los entes irreales y
dades para lo irreal: el ser imaginado, 'irreal'. los entes ideales sean idénticos, como
el ser conceptual o nocional, el ser Por otro lado, puede tomarse como algunas veces parecen dar a entender
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Husserl y N. Nicolai Hartmann, o pa- citada concepción del espacio —· por dependencia del sistema de referen-
rece en todo caso desprenderse de las ejemplo, cuando se estima que el es- cia elegido. Se arguye a tal efecto
descripciones proporcionadas por es- pacio no es independiente de los ob- que una cosa es hablar de dilatación
tos pensadores. Por otro lado, la dife- jetos; cuando se atiende, por motivos del tiempo, de "tiempos locales" y
rencia entre lo irreal y lo ideal no prácticos, al desplazamiento de cuer- hasta de pulsaciones temporales, y otra
significa, según Salazar Bondy, que pos, etc. Asimismo aparece la idea de muy distinta admitir la reversibilidad
la irrealidad sea ajena a toda ideali- una determinada dirección en el es- del tiempo. Max Black ha indicado
dad. Por el contrario, puede afirmarse pacio cuando se da a éste un sentido que muchas de las confusiones que se
que "el núcleo del objeto irreal" es vectorial. manifiestan en nuestro problema obe-
"la esencia ideal del ente irreal". "En Ha sido, y es, común asimismo sos- decen a que persiste la imagen de una
el objeto irreal habría así, de una tener que, por el contrario, el tiempo "dirección" del tiempo corno si ni
parte, un momento ideal, material, al es irreversible. Según ello, el tiempo tiempo efectivamente "fluyera". Las
que, independientemente de su estai "fluye" o "marcha" en una cierta leyes de la física (incluyendo, según
implicado en el ente irreal, le corres- dirección: hacia el "futuro". No pare- Black, la segunda ley de la termodi-
ponden los caracteres del ser trascen- ce concebible que "fluya" o "marche" námica) pueden muy bien no distin-
dente (como ocurre con las estructu- hacia el "pasado". La concepción del guir entre dos posibles modos de dis-
ras ideales válidas para lo real) y, de tiempo como irreversible se apoya en poner la serie temporal y, por lo tanto,
otra, una multiplicidad muy deter- muy diversas consideraciones: en la no necesitar modificarse en el caso de
minada e inestable, que depende de observación de ciertos procesos natu- que resultara que el universo "marcha
la mención singular y se agota en ella. rales (sobre todo, el proceso de cre- hacia atrás". Pero tan pronto como
Esta última constituiría el objeto irreal cimiento de los organismos), en la analizamos el significado de las rela-
propiamente dicho" (op. cit., págs. experiencia "interna", etc. Algunos ciones antes que y después de, adver-
80-1). piensan que la principal razón que timos que se trata de relaciones com-
Una de las características de los se- abona la concepción del tiempo como pletas. Si, por ejemplo, la relación
res irreales de que se ocuparon cierto irreversible es que sería absurdo ima- tener lugar antes que fuese incomple-
número de filósofos en el pasado es ginarlo de otro modo. Ahora bien, no ta, no habría modo de responder a
el ser ficta o "ficciones". Nos hemos parece haber nada absurdo en la idea preguntas tales como "¿Tuvo lugar la
referido a este punto en el artículo de que el tiempo puede ser reversible derrota de la Armada Invencible an-
FICCIÓN. si se concibe el tiempo como una se- tes que la batalla del Marne?" Ha-
IRREFLEXIVIDAD. Véase RELA- rie continua, homogénea e infinita: bría que decir que todo depende del
CIÓN. tal serie puede "invertirse" sin que punto de vista — es decir, del modo
IRREVERSIBILIDAD, IRREVER- haya ninguna alteración en las pro- como fuese completada la relación.
SIBLE. Una serie o un proceso que piedades del tiempo. En rigor, los Pero siendo la relación en cuestión
siguen una dirección determinada y procesos naturales son descritos en la completa, no tiene sentido decir que
que no puede seguir la dirección in- mecánica clásica como posiblemente para un sujeto determinado A ha te-
versa es llamado "irreversible". Cuan- reversibles: la variable t (tiempo) no nido lugar antes que Β y para otro
do la serie o el proceso sigue, o pue- tiene sentido determinado en las ecua- sujeto Β ha tenido lugar antes que A:
de seguir la dirección inversa es ciones de dicha mecánica. Según Ed- la relación tiene lugar antes que se
llamado "reversible". El predicado dington, los procesos macrofísicos son basta a sí misma.
'es irreversible' e q u i v a l e , pues, al en principio reversibles, pero son es- En cuanto a las relaciones de cau-
predicado 'tiene una dirección de- tadísticamente irreversibles. La irre- salidad, ha sido, y es, común admitir
terminada'; el predicado 'es reversi- versibilidad en principio de tales pro- que la causa precede al efecto. Se lia
ble' equivale al predicado 'no tiene cesos tiene lugar solamente cuando argüido, sin embargo, que tal prece-
una dirección determinada'. La cues- entran dentro de la segunda ley de la dencia es una cuestión de hecho, pero
tión de si una serie o proceso es irre- termodinámica (véase ENTROPÍA). En no una necesidad. Si, por ejemplo, se
versible o reversible ha sido objeto de cambio, todos los procesos microfísi- sostiene el principio causa acquat
numerosos debates sobre todo en lo cos son reversibles. Reichenbach ha efectum (véase CAUSA) desaparece la
que toca al espacio, al tiempo y a las analizado la cuestión de "la dirección precedencia de la causa respecto al
relaciones de causalidad. del tiempo" en relación con las ante- efecto; no hay aquí todavía, en rigor,
Ha sido, y es, común sostener que riores tesis de Eddington; según Rei- reversibilidad, pero no hay tampoco,
el espacio es reversible y que no hay chenbach, es posible concebir (es propiamente hablando, irreversibili-
en él ninguna dirección privilegiada. decir, describir físicamente) un uni- dad. Por otro lado, se ha mantenido
Se ha dicho a este respecto que el verso en el cual la dirección del tiem- que en una concepción teleológica de
espacio es isotrópico, además de ser po dependa de las f l u c t u a c i o n e s los procesos naturales, hay ciertas
homogéneo, continuo e infinito. Este (expansión y concentración) del uni- causas (las "causas finales") que
espacio es considerado como indepen- verso. Ciertos autores, sin embargo, "preceden" al efecto. 'Preceder' no
diente de los objetos que "contiene" indican que en la física actual (por lo significa aquí necesariamente 'tener
y como no ejerciendo ninguna acción menos en la teoría de la relatividad lugar antes que", sino 'determinar' (lo
causal sobre tales objetos. Por otro generalizada) el tiempo sigue apare- cual significa 'determinar el efecto
lado, la idea de "dirección" (o "di- ciendo como irreversible, a causa de antes de que se produzca el efecto').
rección privilegiada" ) comienza a sur- la irreversibilidad de las llamadas "lí- En algunos casos se puede admitir
gir tan pronto como se abandona la neas cósmicas" (Weltlinien) con in- que un cierto acontecimiento es con-
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ISA ISA ISI
dición suficiente para que ocurra otro que su obra pertenece más bien a lo naturaleza de la inteligencia y sus gra-
acontecimiento temporalmente ante- que se llama "espiritualidad cristiana" dos, del alma (la cual es concebida
rior al primero, pero en tal caso no que a la filosofía propiamente dicha, como una luz que penetra en el cuer-
se trata propiamente de una causa. se trata de una espiritualidad llena de po) y sobre todo del conocimiento
Es frecuente considerar los proce- sentido especulativo, hasta el punto de racional y de sus formas.
sos históricos como irreversibles en un que puede ser calificada de misticis- Los escritos de I. I. fueron traduci-
sentido todavía más fuerte del que el mo especulativo. Tanto en sus sermo- dos del hebreo al latín por Gerardo
término 'irreversible' tiene cuando se nes como en su epístola acerca del de Cremona (véase TRADUCTORES DE
aplica al tiempo o a las relaciones de alma, Isaac de Stella desarrolla ideas TOLEDO [ESCUELA DE]). Edición de
causalidad. Sin embargo, en la histo- fuertemente influidas por el platonis- obras: Opera omnia Ysaac, Lugduni
ria, lo mismo que en la vida humana, mo cristiano. Ello se advierte sobre (Lyon), 151. — Ed. (latina) del Li-
bro de las definiciones por J. T. Muck-
parece haber un cierto "primado del todo en su concepción de Dios como le en Archives d'histoire doctrínale et
futuro", en tanto que el "futuro" de- pura esencia, pero también en su con- littéraire du moyen âge, XI (1937-
termina y orienta el presente. Por ra- cepción del alma como entidad situa- 1938), págs. 299-340; ed. (hebrea)
zones muy similares puede decirse da entre Dios y el cuerpo (las tres for- del mismo Libro por H. Hirschfeld,
que el presente determina el pasado, mas de ser fundamentales) y capaz en Festschrift zum Geburtstag M.
por lo menos en tanto que va modifi- de elevarse por encima de lo material Steinschneider, 1896, págs. 131-42;
cándolo incesantemente. Por lo tanto, mediante la razón. Esta razón perci- ed. (árabe) de fragmentos del mismo
y contrariamente a lo indicado antes, be las formas incorpóreas y constitu- Libro en The Jewish Quarterly, XV
parece que en la historia y en la vida ye la base para la inteligencia, la (1903), 689-93. — Trads. al inglés,
humana hay mayor dosis de reversibi- cual conoce a Dios. Isaac de Stella con comentarios: Scripta Judaica. I:
Isaac Israeli, a Neoplatonic Philoso-
lidad que en ningún otro proceso. desarrolla asimismo una doctrina de pher of the Early Tenth Century, por
Pero es más que probable que aquí el la gran cadena —o cadena dorada— A. Altmann y ' S. M. Stern, ' 1958
sentido de los vocablos 'reversible' e de los seres, que se eleva hasta la [trad. de: Libro de las definiciones;
'irreversible' sea muy distinto del que esencia divina. Libro de las Substancias; Libro sobre
tienen los mismos vocablos en el caso Tanto los Sermones como la Epis- el Espíritu y el Alma; y otros textos].
del espacio, del tiempo y de las rela- tula ad quendam familiarem suum Véase J. Guttman, Die philosophi-
ciones de causalidad. En cierto modo [ad Alcherum] de anima han sido schen Lehrcn des Isaak ben Salomón
puede decirse que en la historia y en publicados en Migne, P. L., CXCIV. Israeli, 1911 [Beitrage zur Geschich-
la vida humana hay a la vez irrever- — Véase F. P. Bliemetzrieder, "Isaac te der Philosophie des Mittelalters, X,
de Stella: sa spéculation théologique", 4]. — H. Wolfson, "I. I. on the Inter-
sibilidad y reversibilidad: la primera, Rechercest de théologie ancienne e nai Sensés", en Jewish Studies in Me-
porque se trata de acontecimientos médiévale, IV (1932), 134-59. — W. mory of G. Kohut, 1935, págs. 583-
"decisivos"; la segunda, porque cual- Meuser, Die Erkenntnistheorie des 98. — León Dujovne, Introducción a
quiera de estos acontecimientos es Isaak von Stella, 1934. — M. A. Fra- la historia de la filosofía judía, 1949
constitutivamente "incompleto" y se cheboud, "L'influence de saint Au- (Cap. V).
va completando sólo en la medida en gustin sur le cistercien Isaac de l'Étoi- ISIDORO (SAN) de Hispalis (Se-
que lo que va pasando revierte sobre le", en Collectanea Ordinis Cisterc. villa) (ca. 560-635) nac. en Cartage-
Reform. [Orden de los Trapistas], na, obispo de Sevilla desde 599 como
lo que ya pasó. 1949, págs. 1-17; 264-78, y 1950,
Las discusiones sobre los conceptos págs. 5-16. — J. Β. Burch, Early sucesor de San Leandro, influyó gran-
de irreversibilidad y reversibilidad, Medieval Philosophy, 1951, págs. 104- demente sobre la cultura medieval por
especialmente en el espacio y el tiem- 19. — Ángel José Cappelletti, "Ori- su obra enciclopédica Originum sive
po, han sido numerosas; nos limita- gen y grados del conocimiento según etymologicarum libri viginti —llama-
mos aquí a mencionar los siguientes Isaac de Stella", Philosophia [Mendo- da usualmente las Etimologías—, por
trabajos: Emile Meyerson, Identité et za], N" 24 (1961), 23-33. sus tratados teológicos y apologéticos
Réalité, 1908 (trad. esp.: Identidad ISAAC ISRAELI, uno de los pri-
t/ Realidad, 1929), especialmente Cap. (Sententiarum libri tres; De fide ca-
meros filósofos de la serie de pen- tholica contra Judaeos), sus obras teo-
VIII. — Hans Reichenbach, The Di-
rection of Time, 1956 (trad. esp.: El sadores judíos medievales, vivió en lógico-cosmológicas o cosmográficas
sentido del tiempo, 1959). — Max Egipto (El Cairo) en la última mitad (De ordine creaturarum; De rentm
Black, "The Direction of Time", Ana- del siglo ix y primeras décadas del natura) y sus obras históricas (Líber
lysis, XIX (1958), 54-63, reimp. en siglo x. Sus obras médicas y filosófi- de viris illustribus; Historia de regi-
el libro del autor titulado Models and cas muestran tanto la influencia aris- bus Gothorum, Wandalorum et Sue-
Metaphors, 1962, págs. 182-93. — totélica como la neoplatónica. En vorum). En todos estos trabajos do-
Wilfrid Sellars, "Time and the World especial su Libro de las definiciones minan, como ha indicado S. Montero
Order", en el volumen Scientific Ex-
planation, Space, and Time, 1958, ed. (Sëfer ha-Yesodot, Liber definitionum) Díaz, dos intereses: la sistematiza-
H. Feigl y G. Maxwell [Minnesota ejerció gran influencia sobre los pen- ción y la universalización del saber.
Studies in the Philosophy of Science, sadores judíos y cristianos medievales Ello resulta patente sobre todo en las
2]. — Richard Schlegel, Time and no sólo por el contenido, sino también Etimologías, la gran enciclopedia de
the Physical World, 1962. por las fórmulas usadas. Isaac Israeli la Edad Media. Se trata de una obra
ISAAC DE STELLA, nac. en In- se ocupó también (especialmente en en la cual se definen (con auxilio
glaterra, fue abad del monasterio cis- su Libro de los elementos (Sëfer ha- de consideraciones etimológicas) los
tercíense Stella (Étoile), cerca de Hïbbur, Liber Elementorum), del pro- principales términos y expresiones vi-
Poitiers, desde 1147 hasta 1169. Aun- blema de las diferentes causas, de la gentes en la cultura latina de su épo-
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1SI ISO
ça. Una breve indicación del conte- pío, xi, xz, xa, **) es sustituido, si-
nido de cada libro permite compren- guiendo un mismo modelo, por cada
der el alcance de la obra: I (gramá- uno de los términos de otro grupo
tica), II (retórica y dialéctica), III dado (por ejemplo, xz, «3, «4, *s)·
(cuatro disciplinas matemáticas: arit- Dentro de las relaciones posibles en-
mética, geometría, música, astrono- tre grupos hay la relación isomería.
mía), IV (medicina), V (Leyes y Según ella, dos grupos se llaman (sim-
tiempos), VI (libros y oficios ecle- plemente) isomorfos cuando se esta-
siásticos), VII (Dios, los ángeles y blece una correspondencia unívoca
las órdenes de los fieles), VIII ( Igle- entre los elementos de los dos grupos,
sia y sectas), IX (lenguas, gentes, y cuando el producto de dos elemen-
etc.), X (algunos vocablos), XI tos de un grupo corresponde al pro-
(hombre y monstruos), XII (anima- ducto de otros dos elementos correla-
les), XIII (mundo y sus partes), tivos con los anteriores. Dos grupos
XIV (la tierra), XV (edificios y (simplemente) isomorfos pueden lla-
campos), XVI (piedras y metales), marse, pues, idénticos cuando sola-
XVII (agricultura), XVIII (guerra mente difieren en el modo de repre-
y juegos), XIX (naves, edificios, ves- sentación. Esta definición, aunque
tidos), XX (provisiones e instrumen- imprecisa para el matemático, es su-
tos domésticos). El método es casi ficiente para nuestro propósito. En
siempre el siguiente: origen etimo- efecto, la noción filosófica de isomor-
lógico del término tratado; casos en fismo debe partir del problema de la
los que se usa; conceptos que caen posibilidad de representar una enti-
bajo él y explicación del significado dad por medios distintos de la repro-
de los mismos; los ejemplos —proce- ducción de esta entidad, pero tam-
dentes de la literatura latina, de las bién por medios que permitan esta-
Sagradas Escrituras, de textos filosó- blecer una correspondencia entre cada
ficos (Platón, Aristóteles, Porfirio, Ci- uno de los elementos de la represen-
cerón, Mario Victorino, etc.)— son tación y cada uno de los elementos
frecuentes. de la entidad. Ejemplos de tales en-
tidades y sus representaciones son:
un país y el mapa que lo representa;
un fenómeno histórico y su narración.
Ahora bien, los problemas que impli-
ca tal representación no son sólo
matemáticos. Puede decirse, por con-
ISOMORFISMO. Aunque el térmi- siguiente, que la noción matemática
no 'isomorfismo' ha sido poco usado de isomorfismo sirve de punto de
en la literatura filosófica, su concepto partida para la comprensión de la
puede rastrearse en diversas tenden- noción filosófica, pero que ésta no
cias, especialmente en las que más queda agotada en aquélla.
se han ocupado del problema de la Una diferencia nada desdeñable
relación entre el lenguaje y la reali- entre las dos nociones mencionadas
dad. En el presente artículo nos re- es la siguiente: en filosofía hay que
feriremos solamente a algunas de las distinguir, cosa que no ocurre en ma-
concepciones más explícitas sobre la temática, entre la entidad "dada" y
cuestión del isomorfismo; dejaremos, la entidad "representada". Cierto que
pues, de lado la relación que la idea algunos filósofos no parecen admitir
del isomorfismo mantiene con varias tal distinción. Por ejemplo, en las fi-
nociones clásicas, tales como las de losofías cartesiana o spinozista, donde
adecuación y analogía. la idea es definida como la cosa mis-
La noción filosófica de isomorfismo ma en tanto que vista, la idea y la
no es ajena a las nociones química cosa son por igual representaciones
y matemática, sobre todo a la última. distintas de la misma realidad. Pero
En química se llaman isomorfos a inclusive en tales filosofías el isomor-
los cuerpos de diferente composición fismo entre la realidad y su represen-
química e igual forma cristalina. En tación es de índole distinta del ma-
matemática la noción de isomorfismo temático. Ahora bien, el problema
es desarrollada en la teoría de los del isomorfismo se plantea especial-
grupos. Esta teoría estudia los modos mente, según antes apuntamos, cuan-
según los cuales cada uno de los do la representación de referencia se
términos de un grupo dado (por ejem- efectúa mediante un lenguaje. Puede
1000
ISO ISO ITA
entonces discutirse a fondo la cues- resucitada lo fue para combatirla. ITÁLICOS. En las Sucesiones de
tión de si hay una correspondencia Varias objeciones se formularon con- los filósofos, de Soción de Alejandría,
isomorfa entre el lenguaje y la reali- tra ella tanto por filósofos de tenden- y también en las Vidas de los filóso-
dad descrita o representada mediante cia formalista como por otros de ten- fos, de Diógenes Laercio, se habla
el lenguaje. Dos teorías se han en- dencia empírica. Estas objeciones no de una clasificación de escuelas fi-
frentado en la época contemporánea. pueden considerarse, sin embargo, losóficas que ha sido considerada co-
Según una de ellas, no puede haber como definitivas. Así, Thomas Storer mo clásica: la de los jónicos y la de
correspondencia isomorfa entre el len- (Cfr. "Linguistic Isomorphisms", Phi- los itálicos. Habiendo tratado de la
guaje y la realidad; según otra, hay losophy of Science, XIX [1952], 77- primera en el artículo jónicos (VÉA-
tal correspondencia. La primera teoría 85) ha indicado que solamente la SE), nos referiremos ahora a la se-
es, en rigor, el resultado común a concepción lingüística isomórfica per-
gunda, la llamada serie itálica. Ésta
que llegan doctrinas filosóficas en mite evitar que el análisis formal del
recibe su nombre del primer filósofo
otros respectos muy distintas: las que lenguaje se convierta en un juego
niegan el isomorfismo por suponer de la serie, Pitágoras, por su estan-
con símbolos. Según Storer, hay por
que el lenguaje falsea la reaudad; lo menos ciertos lenguajes que son cia en Italia. Según Diógenes Laer-
las que lo combaten en nombre de lenguajes acerca de algo "a causa cio, al principio de sus Vidas, el
una concepción constructivista del de una cierta estructura que poseen orden de sucesión de esta serie es:
lenguaje; las que lo rechazan por su- en común con la realidad que descri- Ferécides (maestro de Pitágoras),
poner que el lenguaje es la realidad, ben". Estos lenguajes, entre los cua- Pitágoras, su hijo Telauges, Jenófa-
etc. La segunda teoría tiene más uni- les figuran muchos de tipo no uni- nes; Parménides, Zenón de Elea, Leu-
dad. Su principal defensor en nuestro versal traducibles a lenguajes univer- cipo, Demócrito, su discípulo Nausi-
siglo, Wittgenstein, la propuso con sales, muestran su estructura isomorfa fanes y otros discípulos maestros de
extrema claridad al indicar que el len- mediante la aplicación de un princi- Epicuro, Epicuro. Hay que tener en
guaje describe aquello de que se pio llamado "principio de traducción cuenta, sin embargo, que Diógenes
trata y que la relación entre lengua- unívoca" según el cual "si existe un Laercio trata en las partes posterio-
je y realidad es algo inmediatamente lenguaje que posee relaciones de or- res de su libro varios de los citados
dado, pues es objeto de observación denación iguales a las que posee el filósofos como pensadores indepen-
y no de formulación. En otros térmi- hecho expresado, y si la expresión dientes, no incluidos en ninguna serie.
nos, y según el famoso apotegma del en tal lenguaje tiene una estructura En cuanto a Soción, presenta la serie
Tractatus: "Lo que puede ser mos- idéntica a la del hecho, entonces la Pitágoras, Telauges, Jenófanes, Par-
trado, no puede ser enunciado." Esta expresión en cualquier otro lenguaje ménides, Zenón, Leucipo, Demócrito,
tesis constituyó uno de los principios que sea la traducción unívoca de la Pirrón y los pirrónicos, Nausifanes,
capitales en la obra de Carnap sobre expresión en el primer lenguaje será Epicuro.
la estructura lógica del mundo. Des- ella misma estructuralmente isomorfa Para bibliografía véase FILOSOFÍA
pués cayó en el olvido o cuando fue con la del hecho". GRIEGA, PRESOCRÁTICOS.

loor,

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