Sie sind auf Seite 1von 81

t e x t o s d e

José Em ilio Pach eco,


Cecili a L au r a A lonso,
A l bert o En r íqu ez P er e a
y Héc t or P er e a
Gobierno del Estado de Nuevo León Secretaría de Relaciones Exteriores

Gobernador Secretaria
José Natividad González Parás Embajadora Patricia Espinosa Cantellano

Jefe de la Oficina Ejecutiva de la Gubernatura Cónsul General de México en Sao Paulo


Héctor Gutiérrez de la Garza Embajador Salvador Arriola y Barrenechea

Coordinador de Asuntos Internacionales


Carlos F. Almada López Conaculta

Presidente
Universidad Autónoma de Nuevo León Sergio Vela

Rector Directora del Instituto Nacional de


José Antonio González Treviño Bellas Artes y Literatura
María Teresa Franco
Secretario General
Jesús Ancer Rodríguez Directora de la Capilla Alfonsina
Alicia Reyes
Secretario Académico
Ubaldo Ortiz Méndez
Universidad Nacional Autónoma
Directora de la Capilla Alfonsina de México
Biblioteca Universitaria
Minerva Margarita Villarreal
Rector
José Narro Robles
Fondo Editorial de Nuevo León Coordinadora de Humanidades
Estela Morales Campos
Directora General
Carolina Farías Campero Directora del Instituto de Investigaciones Filológicas
Mercedes de la Garza Camino
Directora Editorial
Dominica Martínez Ajuria Coordinador del Centro de Estudios Literarios
Héctor Perea
Comité Regional Norte de Cooperación
con la UNESCO Universidad Federal Fluminense
Director General Rector
Embajador Roque González Salazar Roberto de Souza Salles
Secretaria General Ejecutiva Coordinadora de Humanidades
Carmen Carrión Carranza Cecilia Laura Alonso

con la colaboraci ó n de
t e x t o s d e

José Em ilio Pach eco,


Cecili a L au r a A lonso,
A l bert o En r íqu ez P er e a
y Héc t or P er e a
Comité editorial
Carmen Carrión Carranza
Alberto Enríquez Perea
Carolina Farías Campero
Héctor Perea
Minerva Margarita Villarreal

Textos
José Emilio Pacheco
Cecilia Laura Alonso
Alberto Enríquez Perea
Héctor Perea

Coordinación editorial
Carolina Farías Campero

Diseño editorial
Florisa Orendain Cantú

Agradecemos a Alberto Enríquez Perea y a Alicia Reyes


por permitirnos utilizar ejemplares de sus colecciones
para esta edición facsimilar de Monterrey. Correo literario D.R. © 2008 Fondo Editorial de Nuevo León
de Alfonso Reyes.

A las siguientes personas e instituciones les D.R. © 2008 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes
agradecemos el permiso para reproducir las imágenes Alicia Reyes
incluidas en esta obra:
Capilla Alfonsina-INBA D.R. © 2008 Traducción de los textos
Alicia Reyes que acompañan la edición
Marilene Marques de Oliveira
Projecto Portinari
Regina Crespo
João Cândido Portinari
Rodolfo Mata
A los herederos de
Gabriel Fernández Ledesma ISBN 978-970-9715-64-4
Tsugouharu Foujita
Dimitri Ismailovitch Impreso en México

Zaragoza 1300
Edificio Kalos, Nivel C2, Despacho 202
C.P. 64000, Monterrey, N.L., México
(81) 8344-2970 y 71
www.fondoeditorialnl.gob.mx

Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, incluidos los electrónicos.
Alfonso Reyes en la Embajada mexicana. Río de Janeiro, hacia 1930.
Un balcón para la
multiplicidad cultural

José N atividad G onzález Par ás


gobernador del estado de nuevo león

En 1930, en medio de profundas fracturas económicas, políticas y

sociales en todo el territorio de Iberoamérica, pero al mismo tiempo con una no menos
profunda seguridad en sus posibilidades humanas y su abundancia natural, Alfonso Reyes,
desde Brasil, inició la publicación de Monterrey. Correo literario. Han pasado casi ochenta
años, nuestro ahora, para los latinoamericanos, está cumpliendo con algunas de las propuestas
de aquella publicación, o solucionando ya las preocupaciones establecidas entre líneas.
La edición, concebida por el propio Reyes como “poco menos que una revista o un pe-
riódico”, se hacía con su intervención en el diseño, su selección de material de intelectuales
contemporáneos, y prosa o verso de su pluma. Asimismo la distribuía desde la Embajada de
México en Brasil, cuya cabeza ocupó el primer lustro de la década de los treintas. Para ese
momento tenía Reyes una experiencia de dos décadas como embajador y fino diplomático en
países de habla hispana.
Reyes llegó al Brasil proveniente de Buenos Aires, y su cielo, su luz, su frondosidad,
su complejidad lo sedujo al punto de escribir asombrado una y otra vez sobre la realidad
que vivía, una realidad olorosa a especias y artesonada por la amistad y lealtad que son
proverbiales en los brasileños. Recorrió el país con ojos admirados, lo ponderó y trabajó a
conciencia tratando de establecer comunicación directa –básicamente eso era su Correo
literario…– entre dos pueblos cuyo dinamismo convergía, cada uno conforme a su decurso
histórico, en inversiones de todo tipo: en educación, en cultura, en fábricas, en agricultura,
en pesca, en tener una posición en la reunión de naciones, en democracia, en su existencia
en general.
Hoy nosotros, regiomontanos como lo fue Alfonso Reyes, llegamos de nuevo al Brasil,
ahora como embajadores de buena voluntad. Nuestra comitiva, nutrida por la universidad y
la empresa, quiere estrechar lazos de intercambio en cualquier horizonte. Sentimos respon-
Um balcão para a
multiplicidade cultural

Em 1930, em meio a profundas fraturas econômicas, políticas e sociais

em todo o território ibero-americano, mas ao mesmo tempo com uma não menos profunda
segurança em suas possibilidades humanas e sua abundância natural, Alfonso Reyes iniciou,
no Brasil, a publicação de Monterrey. Correo literario. Passados quase oitenta anos, nosso
agora, para os latino-americanos, está cumprindo algumas das propostas daquela publicação,
ou solucionando as preocupações estabelecidas entre linhas.
A edição, concebida pelo próprio Reyes como “pouco menos que uma revista ou um jornal”,
se fazia com a sua intervenção no desenho, sua seleção de material de intelectuais contemporâ-
neos, e prosa ou verso de sua própria pena. Além disso, Reyes a distribuía a partir da Embaixada
do México no Brasil, cuja direção ocupou durante os primeiros cinco anos da década de 1930.
Nesse momento, Reyes possuía uma experiência de duas décadas como embaixador e fino di-
plomata em países de língua espanhola.
Reyes chegou ao Brasil proveniente de Buenos Aires, e sua luz, céu, frondosidade e
complexidade o seduziram a ponto de escrever assombrado várias vezes sobre a realidade
que vivia, uma realidade perfumada por especiarias e abrigada pela amizade e lealdade que
são proverbiais nos brasileiros. Percorreu o país com olhos admirados, ponderou sobre ele e
trabalhou de forma consciente, tratando de estabelecer comunicação direta –basicamente
isso era o seu Correo literario…– entre dois povos, cujo dinamismo convergia, cada um de
acordo com seu decurso histórico, em investimentos de todo tipo: em educação, em cultura,
em fábricas, em agricultura, em pesca, em possuir una posição na reunião das nações, em
democracia, em sua existência em geral.
Hoje, nós, regiomontanos como foi Alfonso Reyes, chegamos novamente ao Brasil, agora
como embaixadores de boa vontade. Nossa comitiva, nutrida pela universidade e pela em-
presa, quer estreitar laços de intercâmbio em qualquer horizonte. Sentimos responsabilidade
sabilidad por las generaciones que nos seguirán, por eso queremos dejar, como parte de la
heredad, el tesoro de una amistad fuerte y leal.
Brasil y México son pueblos hermanados por un mismo y parecido pasado, por un presen-
te emprendedor y decidido, y por un futuro promisorio. Nuestro grupo de empresarios, eje-
cutivos, académicos y especialistas tiene como misión convertir en realidad, para hoy mismo,
relaciones comerciales y culturales ya valoradas por Reyes en su publicación. Traemos entre
nuestras manos mucha energía dispuesta para la colaboración y el intercambio.
Parte de la riqueza de nuestros pueblos ha sido y es el respeto por la multiplicidad cul-
tural, el aprecio por el quehacer del otro y la ponderación y retribución justa del esfuerzo
propio y compartido. Llegamos, como Alfonso Reyes al inicio de los treintas del siglo
pasado, con proyectos que esperamos sean tan exitosos como aquel otro del Regiomon-
tano Universal que ahora hemos reeditado en edición facsímile. Vaya como un presente
de nuestra amistad y nuestra admiración por el Brasil.
pelas gerações que nos sucederão, e por isso queremos deixar, como parte de nossa herança, o
tesouro de uma amizade forte e leal.
Brasil e México são povos irmanados por um mesmo e semelhante passado, por um
presente empreendedor e decidido, e por um futuro promissor. Nosso grupo de empresários,
executivos, acadêmicos e especialistas tem como missão converter em realidade, hoje mesmo,
relações comerciais e culturais já valorizadas por Reyes em sua publicação. Trazemos em
nossas mãos muita energia disposta à colaboração e ao intercâmbio.
Parte da riqueza de nossos povos tem sido e é o respeito pela multiplicidade cultural,
o apreço pelo trabalho do outro e a ponderação e retribuição justa do esforço próprio e
compartilhado. Chegamos, como Alfonso Reyes no início dos anos trinta do século passado,
com projetos que esperamos sejam tão bem-sucedidos como o do Regiomontano Universal
que agora reeditamos em edição fac-similar. Que este seja um presente de nossa amizade e
nossa admiração pelo Brasil.
Monterrey en R ío de Janeiro

Sergio Vel a
presidente del consejo nacional para la cultura y las artes

En la larga y exitosa vida diplomática de Alfonso Reyes, su misión en el


Brasil ocupa un lugar aparte, por su duración y por su significado en las relaciones entre México y
la gran nación sudamericana. Antonio Gómez Robledo, unos años después también representan-
te mexicano en Brasil y también notable humanista y erudito, llegó a decir: “Alfonso Reyes ha sido
el Embajador de México en Río de Janeiro; el que encarnó plenamente la función representativa,
y no tanto por las imputaciones jurídicas convencionales, como por haber sido él mismo imagen
viva de la patria, y en aquello que tiene de mejor, o sea en el orden de la creación y del espíritu”.
El propio Reyes, se dijo satisfecho por sus oficios de aquellos años, que habían hecho, por
ejemplo, que el gobierno brasileño se reconciliara con el mexicano tras ciertos desencuentros,
o que se abriera al petróleo mexicano el mercado del Brasil. “Cumplí la misión que se me
confió”, dirá al despedirse de ese país que representó en tantos sentidos la culminación de su
carrera diplomática y de sus avatares en naciones de dos continentes.
A la importancia de esa etapa la historia literaria habrá de sumar, además, la significación
del Brasil como escenario de uno de los más singulares empeños de Alfonso Reyes como
escritor: la publicación de Monterrey, su “correo literario”. Monterrey iba a ser una forma
de comunicación alrededor de los libros en la circunstancia de un escritor mexicano
temporalmente injertado en la cultura brasileña: Monterrey en Río de Janeiro. Tan útil y leído
a lo largo de los siete años de su estancia en el Brasil, sigue siendo una lectura igualmente
emotiva en los nuestros, pródiga en descubrimientos y en estímulos y respuestas a la curiosidad
intelectual, a la reflexión sobre América y su concierto de pueblos, lenguas y culturas.
Recuperar una vez más esta ya mítica publicación es recuperar la fusión intelectual, cultural
y afectiva que con ella intentó el escritor de dos ciudades, dos países, dos culturas. Es dar a los
lazos que hoy mantienen y construyen Brasil y México la fuerza de su gran tradición, labrada
en el pasado por la imaginación y la obra de sus hombres de cultura.
Monterrey em R io de Janeiro

Na longa e bem sucedida vida diplomática de A lfonso R eyes, sua missão


no Brasil ocupa um lugar à parte, por sua duração e por seu significado nas relações entre o México e
a grande nação sul-americana. Antonio Gómez Robledo, alguns anos depois também representan-
te mexicano no Brasil e também um notável humanista e erudito, chegou a dizer: “Alfonso Reyes
foi o Embaixador do México no Rio de Janeiro; foi quem encarnou plenamente a função represen-
tativa, e não tanto pelas imputações jurídicas convencionais, mas sim por haver sido ele mesmo ima-
gem viva da pátria, e naquilo que ela tem de melhor, ou seja, no âmbito da criação e do espírito”.
O própio Reyes se considerou satisfeito com suas gestões daqueles anos, que haviam feito,
por exemplo, que o governo brasileiro se reconciliasse com o mexicano depois de certos
desencontros, ou que o mercado do Brasil se abrisse ao nosso petróleo. “Cumpri a missão que
me foi designada”, dirá ao se despedir desse país que representou em tantos sentidos o apogeu de
sua carreira diplomática e de seus avatares en nações de dois continentes.
À importância dessa etapa a história literária deverá somar, ademais, o significado do Bra-
sil como cenário de um dos mais singulares empenhos de Alfonso Reyes como escritor: a
publicação de Monterrey, seu “correio literário”. Monterrey seria uma forma de comunicação
em torno dos libros na circunstância de um escritor mexicano temporariamente enxertado
na cultura brasileira: Monterrey no Rio de Janeiro. Tão útil e lido ao longo dos sete anos da
seu permanência no Brasil, continua sendo uma leitura igualmente emotiva nos nossos, pró-
diga em descobertas e em estímulos e respostas à curiosidade intelectual, à reflexão sobre
América e seu concerto de povos, línguas e culturas.
Recuperar uma vez mais esta já mítica publicação é recuperar a fusão intelectual, cultural e
afetiva que com ela tentou o escritor de duas cidades, dois países, duas culturas. É dar aos laços
que hoje mantêm e constróem o Brasil e o México a força de sua grande tradição, lavrada no
passado pela imaginação e pela obra de seus homens de cultura.
Monterrey. Acuse de r ecibo

José A ntonio G onzález Tr eviño


rector de la universidad autónoma de nuevo león

No todos mis amigos han comprendido el sentido que quiero dar al título “Guardias de la
pluma”, título que vengo usando en todos los números de este Correo.
Algunos suponen que empleo la palabra “guardia” como equivalente de “guarda” o de
“guardián”. La verdad es que yo quiero referir al manejo de la pluma el vocabulario de la
esgrima, y digo “guardias de la pluma” como se dice “guardias de la espada”, para sugerir, en
las notas que llevan este título, una intención polémica.

Alfonso Reyes, Nuevo discurso sobre las armas y las letras

Para merecer la Patria hay que conquistarla. Y conquistarla desde

las “guardias de la pulma”, como nombró el regiomontano universal una de las secciones de
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, no es otra cosa que echar los cimientos y poner
los ladrillos, día con día, de su edificación. “Guardias de la pluma” es una metáfora de lucha.
Quien escribe la Patria, la defiende. Allí asienta los bienes de su ideal de nación. Y en este ideal
cifra la esperanza de un futuro digno. Éste fue el propósito de vida de don Alfonso Reyes: ir
construyendo, día tras día, como quien pone una carta al mundo en el correo, el puente entre
México y las demás naciones; el puente entre México y el mañana desde el recorrido hacia el
ayer. Pero la carta, el correo literario, es el presente por el que cruzan todos los puentes. En su
nombre quedó inscrito el origen: Monterrey, la ciudad natal.
El regiomontano dio lustre a su cuna en cada uno de los catorce números de esta publica-
ción. Y con ella, inscribió a la ciudad de Monterrey en el terreno de la posteridad. Son grandes
los aciertos de esta revista-periódico-misiva. El primero quizás es dignificarnos con el ejemplo.
Saber que existió un escritor -y nada menos que la figura literaria más importante de la primera
mitad del siglo XX mexicano- que siendo embajador de Brasil, al entregar el monumento del
dios Xochipilli como obsequio del gobierno mexicano al pueblo brasileño, tuvo la iniciativa de
acudir personalmente al Jardín Botánico para plantar cactus y crearle la atmósfera debida.
Durante su misión diplomática en Brasil, Reyes publicó este correo literario que le permi-
tía agradecer a los amigos por los libros que le enviaban, informarles el avance de sus propios
Monter r ey. Aviso de recebimento

Nem todos os meus amigos entenderam o sentido que quero dar ao título “Guardias de la
pluma”, título que venho usando em todos os números deste Correo.
Alguns supõem que emprego a palavra “guardia” como equivalente de “guarda” ou de
“guardião”. Na verdade, quero referir ao manejo da pena o vocabulário da esgrima, e digo
“guardas da pena” como se diz “guardas da espada”, para sugerir, nas notas que levam este
título, uma intenção polêmica.

Alfonso Reyes, Nuevo discurso sobre las armas y las letras

Para merecer a Pátria é preciso conquistá-la. E conquistá-la a partir

das “guardias de la pluma”, como o regiomontano universal designou uma das seções de
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, não é mais que fixar os alicerces e colocar
os tijolos de sua edificação, dia após dia. “Guardias de la pluma” é uma metáfora de luta.
Quem escreve a Pátria, a defende. Ali deposita os bens de seu ideal de nação. E neste ideal
cifra a esperança de um futuro digno. Este foi o propósito de vida de dom Alfonso Reyes: ir
construindo, dia após dia, como quem envia uma carta ao mundo pelo correo, a ponte entre
o México e as demais nações; a ponte entre o México e o amanhã, do percorrido em direção
ao passado. Porém, a carta, o correio literário, é o presente pelo qual cruzam todas as pontes.
Em seu nome permaneceu inscrita a origem: Monterrey, a cidade natal.
O regiomontano deu brilho ao seu berço em cada um dos catorze números desta publi-
cação. E com ela, inscreveu a cidade de Monterrey no terreno da posteridade. São grandes os
acertos desta revista-periódico-carta. O primeiro, talvez, seja dignificar-nos com o exemplo.
Saber que existiu um escritor -e nada menos que a figura literária mais importante da primeira
metade do século XX mexicano- que, sendo embaixador no Brasil, ao entregar o monumento
do deus Xochipilli como obséquio do governo mexicano ao povo brasileiro, teve a iniciativa de
acudir pessoalmente al Jardim Botânico para plantar cactos e criar-lhe a atmosfera propícia.
Durante sua missão diplomática no Brasil, Reyes publicou este correio literário que lhe
permitia agradecer aos amigos pelos livros que lhe enviavam, informá-los sobre o avanço
proyectos, comentar obras nuevas y esbozar estudios de variados temas. Reproducía cartas
que le mandaban sus amigos y lectores para contribuir a las investigaciones del regiomontano.
Por ello él describía Monterrey, ese periódico literario personal, como una “carta circular”.
Si en los libros de Alfonso Reyes encontramos una escritura fina y una erudición sorpren-
dente, su periódico literario, sin dejar de tener esas virtudes, nos muestra además al hombre
que hay detrás de esa obra, el que persigue un ideal y aplica su esfuerzo constante en su con-
secución. Monterrey es una carta que Reyes le dirige a todo aquel que ha sentido curiosidad
y ha tenido voluntad suficiente para llevarla a la acción; es una misiva dirigida a los amigos,
donde explica qué nuevos hallazgos, qué trabajos difíciles y qué recompensas ha tenido en la
aventura del estudio. Pero la seriedad de la labor no impide que haya entretenimiento, y por
ello es tan amena la lectura de este Correo, que regala al destinatario, sin perder en ningún
momento el rigor de la investigación, temas curiosos y divertidos, como las “jitanjáforas” y
los “estornudos literarios”; obras artísticas: dibujos, fotografías que quizás él mismo tomó,
pinturas históricas y poemas.
Estos folios son también el espacio de una reflexión que ocupó de manera permanente a
Reyes: privilegiar la identidad de América como un universo cuya riqueza cultural, diversa
y vigorosa, tenía que manifestarse en el mundo. De ahí que también haya discusión y debate
en estas páginas. Y de ahí también su grandiosa idea de crear una Biblioteca Mínima, en cada
país de América Latina, que contara con los títulos esenciales de literatura, historia y ciencia.
Aportaciones en bien de la humanidad que cada embajada debería presentar al mundo.
La lectura es una actividad individual que al enriquecerse con la conversación produce un
placer duplicado. Si para el lector común es grato el intercambio de ideas sobre un libro nuevo
o recién descubierto, en el caso de aquéllos que se dedican a la escritura, la crítica y el estudio,
las conversaciones sobre libros además de un placer son una constante necesidad. De la nos-
talgia que produce el exilio, pero sobre todo de la necesidad de continuar una conversación
sobre libros nace Monterrey, el correo literario de Alfonso Reyes.
Aquí lo presentamos de nuevo, como él mismo escribió: “sale hoy a desandar la trayectoria
de todos mis viajes, en busca del tiempo y del espacio perdidos, para limpiar las veredas de la
amistad y atarme otra vez al recuerdo de mis ausentes: a toda rienda, a todo anhelo, todo él
galope tendido, ijar latiente, y redoble de pezuñas y espuelas.”
de seus próprios projetos, comentar obras novas e esboçar estudos de temas variados.
Reproduzia as cartas que lhe mandavam seus amigos e leitores para contribuir nas pesquisas
do regiomontano. Por essa razão, ele descrevia Monterrey, este jornal literário pessoal, como
uma “carta circular”.
Se nos livros de Alfonso Reyes encontramos uma escritura fina e uma surpreendente eru-
dição, seu jornal literário, sem deixar de possuir estas virtudes, nos mostra, ademais, o homem
que existe atrás dessa obra, que persegue um ideal e aplica seus esforços constantes em sua
consecução. Monterrey é uma carta que Reyes dirige a todo aquele que sente curiosidade y
tem vontade suficiente para levá-las à ação; é uma missiva dirigida aos amigos, onde explica
os novos achados, os trabalhos difíceis e as recompensas que tem encontrado na aventura do
estudo. Mas a seriedade do trabalho não impede que exista diversão e, por isso, é tão amena a
leitura deste Correo, que presenteia o destinatário, sem perder em nenhum momento o rigor
da investigação, com temas curiosos e divertidos, como as “jitanjáforas” e os “espirros literá-
rios”; com obras artísticas: desenhos, fotografias que talvez ele mesmo tirou, com pinturas
históricas e poemas.
Estas páginas também são o espaço de uma reflexão da qual Reyes se ocupou de maneira
permanente: privilegiar a identidade da América como um universo cuja riqueza cultural, di-
versa e vigorosa, tinha que se manifestar no mundo. Daí que também exista discussão e debate
nessas páginas. Daí, também, sua grandiosa idéia de criar uma Biblioteca Mínima em cada país
da América Latina, que contasse com os títulos essenciais de literatura, história e ciência. Con-
tribuições para o bem da humanidade que cada embaixada deveria dar ao mundo.
A leitura é uma atividade individual que, ao enriquecer-se com a conversação, produz um
prazer duplicado. Se para o leitor comum é grato o intercâmbio de idéias sobre um livro novo
ou recém descoberto, no caso daqueles que se dedicam à escritura, à crítica e ao estudo, as
conversas sobre livros, além de um prazer, são uma constante necessidade. Da nostalgia que
produz o exílio, mas sobretudo da necessidade de continuar uma conversação sobre livros,
nasce Monterrey, o correio literário de Alfonso Reyes.
Aqui o apresentamos novamente, como ele mesmo escreveu: “sai hoje a desandar a tra-
jetória de todas as minhas viagens, em busca do tempo e do espaço perdidos, para limpar as
veredas da amizade e atar-me outra vez à lembrança de meus ausentes: a rédea solta, a todo
desejo, a todo galope, ilharga pulsante, rufar de cascos e esporas”.
R eflejo de luz

E mbajador a Patricia E spinosa C antell ano


secretaria de relaciones exteriores

No cabe duda: de niño,


a mí me seguía el sol .

Alfonso Reyes

Para la Secretaría de R elaciones Exteriores es un privilegio la


presentación en Brasil de la obra de Alfonso Reyes Monterrey. Correo literario, edición
realizada por el Fondo Editorial de Nuevo León, la Universidad Autónoma de Nuevo León y
el Comité Regional Norte de Cooperación con la UNESCO.
No cabe duda: Alfonso Reyes siempre reflejó la luz del sol que desde niño lo seguía. En la
década de los años treinta, como Embajador de México en Brasil, logró estrechar las entonces
tenues relaciones políticas, económicas y culturales entre ambos países. Su entrañable Río de
Janeiro, Riojaneiro, como él llamaba a esta ciudad, lo vería iniciar la planeación de su Correo
literario.
En Río nacieron, además, profundas amistades que mantendría a lo largo de toda su vida.
Baste mencionar, por ejemplo, a Manuel Bandeira, en quien Reyes reconocía a una de las voces
más singulares de la poesía de Brasil. El impulso de Reyes fue decisivo para que Bandeira pu-
blicara en México, a principios de los años cincuenta, su Panorama de la Poesía Brasileña.
Reyes mantuvo correspondencia con Bandeira, con Cecilia Meireles y con otros impor-
tantes autores brasileños, lo cual fue de enorme beneficio para la relación literaria entre los
dos países. Brasil reconoció su gran labor y decidió concederle la Orden Nacional del Cruce-
ro del Sur, en la categoría Gran Cruz, además de invitarlo a ingresar a la Academia Brasileña
de Letras.
Monterrey. Correo literario muestra tres de las grandes pasiones de este hombre de letras:
Monterrey, la literatura y Brasil. Estoy segura de que la reedición de esta obra contribuirá al
fortalecimiento de los estrechos vínculos de amistad que unen a Brasil y a México.
R eflexo de luz

Não resta dúvida: quando criança,


o sol me seguia.

Alfonso Reyes

Para a Secretaria de R elações Exteriores é um privilégio apresentar


a obra de Alfonso Reyes, Monterrey. Correo Literario, no Brasil, na edição realizada pelo
Fondo Editorial de Nuevo León, pela Universidade Autônoma de Nuevo León e pelo Comité
Regional Norte de Cooperación con la UNESCO.
Não resta dúvida: Alfonso Reyes sempre refletiu a luz do sol que desde criança o seguia. Na
década de 1930, como Embaixador do México no Brasil, conseguiu reforçar as então tênues
relações políticas, econômicas e culturais entre os dois países. O seu querido Rio de Janeiro
-Riojaneiro, como ele o chamava- veria o escritor iniciar o projeto de seu Correo literario.
No Rio nasceram, ademais, profundas amizades que o escritor manteria ao longo de
toda sua vida. Basta mencionar, por exemplo, Manuel Bandeira, em quem Reyes reconhecia
uma das vozes mais singulares da poesia do Brasil. O impulso de Reyes foi decisivo para que
Bandeira publicasse no México, a princípios dos anos cinqiienta, o seu Panorama de la Poesía
Brasileña.
Reyes manteve correspondência com Bandeira, Cecília Meireles e com outros importantes
intelectuais brasileiros, o que representou um enorme benefício para a relação literária entre
os dois países. O Brasil reconheceu o seu grande trabalho e decidiu conceder-lhe a Ordem
Nacional do Cruzeiro do Sul no grau de Grã-Cruz, além de convidá-lo a ingressar na Academia
Brasileira deLetras.
Monterrey. Correo Literario mostra três das grandes paixões deste homem de letras:
Monterrey, a literatura e o Brasil. Tenho certeza de que a reedição desta obra contribuirá ao
fortalecimento dos estreitos vínculos de amizade que unem o Brasil e o México.
Presentación de credenciales al presidente Washington Luis. Río de Janeiro, Palacio de Catete, 6 de mayo de 1930.
Í n d i ce

Monterrey de Alfonso Reyes 22


José Emilio Pacheco

Un paseo por Monterrey.


Correo literario de Alfonso Reyes 32
Cecilia Laura Alonso

Monterrey: pliegos filosos 44


Alberto Enríquez Perea

Monterrey ilustrado.
Comentarios al margen 62
Héctor Perea
Paul Morand, Murilo Mendes y Cícero Dias. Al fondo, el Pan de Azúcar. Río de Janeiro, 4 de septiembre de1931.
José E milio Pacheco*
Monterrey de Alfonso Reyes

Monterrey de Alfonso Reyes

Una navegación antes del blog Uma navegação antes do blog


Em Monterrey e em vários de seus livros como os
En Monterrey y en varios de sus libros, como los dos tomos finales de Las
dois tomos finais de Las burlas veras, Alfonso Reyes
burlas veras, Alfonso Reyes aparece como antecedente y precursor del blog, aparece como antecedente e precursor do blog, um
un espacio a la vez público y privado. espaço simultaneamente público e privado.
El blog reconcilia a Gutemberg con Bill Gates en una alianza inestable e O blog reconcilia Gutemberg com Bill Gates
numa aliança instável e imprevisível. Une também
impredecible. Une también el block, el cuaderno de apuntes y notas sueltas, o block, o caderno de anotações e notas soltas,
con el log, la bitácora de viaje por el mar siempre desconocido. Antes se na- com o log, o diário de bordo pelo mar sempre
vegaba en el océano, ahora se navega por Internet. desconhecido. Antes se navegava no oceano, agora
se navega na Internet.
Al comenzar el siglo XVIII la revista y el periódico fueron tan nuevos
No início do século XVIII , a revista e o jornal
como lo es hoy el blog con sus fugaces letras de luz que pueden llegar a un foram tão novos como o blog é hoje, com suas
infinito público virtual o no ir a ningún lado. fugazes letras de luz que podem chegar a um público
virtual infinito ou não ir a lugar nenhum.
La revista se ideó como un libro colectivo. Aún quedan algunas que con-
A revista foi idealizada como um livro coletivo.
servan este formato. En las revistas florecieron el poema, la narración breve, el Ainda restam algumas que conservam este formato.
ensayo, la reseña crítica y la polémica. Unida a la conversación en los salones, Nas revistas floresceram o poema, a narrativa breve,
o ensaio, a resenha crítica e a polêmica. Unida às
la revista fue decisiva para crear la prosa moderna en las lenguas europeas.
conversas nos salões, a revista foi decisiva para criar
Como los libros, las revistas eran caras y llegaban nada más a lectores a prosa moderna nas línguas européias.
privilegiados. El periódico, en cambio, fue el libro del pueblo. Por un centavo Como os livros, as revistas eram caras e só
la gente recién alfabetizada tenía acceso a las noticias del mundo, a las doc- chegavam aos leitores privilegiados. O jornal, ao
contrário, foi o livro do povo. Por um centavo as
trinas políticas y a una gran variedad de temas y asuntos. pessoas recém alfabetizadas tinham acesso às
La historia literaria conserva ejemplos de revistas escritas por una sola notícias do mundo, às doutrinas políticas e a uma
persona: el Teatro Crítico Universal del padre Benito Jerónimo Feijoo o El grande variedade de temas e assuntos.
A história literária conserva exemplos de revistas
Espectador de José Ortega y Gasset. A ellas habría que sumar, para no salir-
escritas por uma pessoa só: o Teatro Crítico Universal
nos del ámbito español, la revista personal de doña Emilia Pardo Bazán y, ya do padre Benito Jerónimo Feijoo, ou El Espectador
más cerca de nosotros, la Sala de Espera de Max Aub. de José Ortega y Gasset. A elas seria conveniente
adicionar, para não sair do âmbito espanhol, a
revista pessoal da senhora Emilia Pardo Bazán e, já
Un suplemento personal mais perto de nós, a Sala de Espera de Max Aub.
Más difícil será encontrar periódicos de un solo autor. G.K. Chesterton com-
paraba el diario con la catedral de la Edad Media, suma unánime de muchos * José Emilio Pacheco é poeta, ensaísta, tradutor é
romancista. Figura central da literatura e membro de El
* José Emilio Pacheco es poeta, ensayista, traductor, novelista y cuentista. Figura central de la literatura Colegio Nacional, recebeu, nos últimos anos, os prêmios
y miembro de El Colegio Nacional, en los últimos años ha sido galardonado con los premios García Garcia Lorca, Pablo Neruda, Octavio Paz, Ramón López
Lorca, Pablo Neruda, Octavio Paz, Ramón López Velarde y Alfonso Reyes, entre otros. Velarde e Alfonso Reyes, entre outros.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 24

Alfonso Reyes en el Palacio de Catete, Río de Janeiro, 6 de mayo de 1930.

Um suplemento pessoal esfuerzos colectivos. Sin embargo, entre 1930 y 1937 Alfonso Reyes publicó
Mais difícil será encontrar jornais de um só autor.
en Río de Janeiro y en Buenos Aires catorce números de su periódico uni-
G.K. Chesterton comparava o diário com a catedral
da Idade Média, soma unânime de muitos esforços personal Monterrey.
coletivos. No entanto, entre 1930 e 1937, Alfonso Las páginas a las que dio el nombre de su ciudad natal y adornó con su
Reyes publicou no Rio de Janeiro e em Buenos Aires
propio dibujo del Cerro de Silla son un diario (un newspaper) y un “diario”
14 números de seu jornal unipessoal Monterrey.
As páginas às quais deu o nome de sua cidade (un journal), pero sobre todo se acercan al hoy amenazado modelo del
natal e adornou com seu próprio desenho do periódico cultural.
Cerro de la Silla são um diário (um newspaper) e um
Este modelo en México encarnó de manera insuperable en los suplemen-
“diário” (um journal), mas sobretudo se aproximam
do modelo de jornal cultural, hoje ameaçado. tos creados y dirigidos por Fernando Benítez en el medio siglo que transcu-
No México, este modelo se materializou de rrió entre 1949 y 1999. No es casual que durante la primera década de Méxi-
maneira insuperável nos suplementos criados e co en la Cultura, el gran suplemento de Novedades, Benítez haya tenido en
dirigidos por Fernando Benítez durante o meio
século transcorrido entre 1949 e 1999. Não por Reyes su más ilustre y constante colaborador. Quien los revise ahora encon-
acaso, durante a primeira década de México en la trará que los suplementos México en la Cultura y La Cultura en México
Cultura, o grande suplemento do jornal Novedades, cuando los dirigió Benítez (1949-1961 y 1962-1971), tienen un aire de familia
Benítez teve em Alfonso Reyes o seu colaborador
mais ilustre e constante. Quem os revise agora
con Monterrey, o mejor dicho son sus descendientes casi lineales.
verá que México en la Cultura e La Cultura en La significación de México en la Cultura queda resumida en una sencilla
México, durante a década em que o dirigiu Benítez anécdota que cuenta Sergio Pitol. Hacia 1950, de viaje entre Córdoba y la
(1962 -1971), possuem um certo parentesco
com Monterrey, ou, melhor dizendo, são seus
capital, el autobús hace un alto en Tehuacán. En la estación el adolescente Pitol
descendentes quase diretos. compra México en la Cultura y descubre un cuento, “La casa de Asterión”,
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 25
Del bestiario de las Laranjeiras, sin escoger y a lo que acude solo a la pluma: abejas,
alacranes, avispas; baratas (correderas o cucarachas); borrachudos: unos mosquitos que,
en los campos de tenis, atacan a los que andan sin calcetines blancos; maribondos, suerte
de avispones; canarios, cardenales y anexos; ciempiés o milpiés, que hay para todos los
gustos; cobras; conejos, allá por los fondos ya montañosos de la casa; “cupines” en nubes
y en ráfagas; gambás (parientes de nuestro cacomixtle), gatos (encerrados o no), garzas;
gallináceas de varios órdenes: comunes, gigantes Leghorn, Plymouth Rock o Rhode Island
y miniaturas de pelea; hormiguitas, hormigas y hormigazas; irerés, loritos disertos y
discretos; mosquitas, moscas, moscotes y moscardones…

Alfonso Reyes, Notas varias

de un desconocido autor argentino llamado Jorge Luis Borges. Un hecho O significado de México en la Cultura se resume
em uma história singela que conta Sergio Pitol.
en apariencia tan insignificante como adquirir un periódico en un lugar de
Em 1950, viajando entre Córdoba e a capital, seu
paso decide la vida y la obra de Pitol. Esa capacidad de descubrimiento se ônibus faz uma parada em Tehuacán. Na estação,
halla siempre en los textos de Reyes. o adolescente Pitol compra México en la Cultura e
Al comenzar la segunda mitad del siglo XX mexicano aquel suplemento descobre um conto, “La casa de Asterión”, de um
desconhecido autor argentino chamado Jorge Luis
de Novedades tenía en Reyes un colaborador excepcional que armonizaba Borges. Um fato aparentemente tão insignificante
en su persona y su trabajo los saberes y elementos más disímiles: las obras como adquirir um jornal em um lugar de passagem
clásicas de Grecia y Roma, la literatura nacional del otro siglo (Manuel José decide a vida e a obra de Pitol. Esta capacidade de
descobrimento sempre se encontra nos textos de
Othón fue protegido del general Bernardo Reyes y visitante continuo en su
Reyes.
casa de Monterrey), el Modernismo hispanoamericano (Reyes fue corres- Ao começar a segunda metade do século
ponsal de Rubén Darío y amigo de Leopoldo Lugones), la novela y el ensayo XX mexicano, aquele suplemento de Novedades
tinha em Reyes um colaborador excepcional que
anglosajones (su generación, la de 1910 o del Ateneo de la Juventud fue la pri-
harmonizava em sua pessoa e em seu trabalho os
mera en México que supo inglés), las letras francesas (de Mallarmé a Marcel saberes e elementos más dessemelhantes: as obras
Proust y Jean Cocteau) y toda la literatura española, desde el Arcipreste de clássicas da Grécia e de Roma, a literatura nacional
do outro século (Manuel José Othón foi protegido
Hita y los clásicos de los siglos de oro hasta las generaciones del 98 y del 27, y
do general Bernardo Reyes e visitante contínuo em
las letras de Argentina y Brasil, gracias a la afortunada experiencia recreada sua casa de Monterrey), o Modernismo hispano-
en Monterrey y en muchas otras de sus páginas. americano (Reyes foi correspondente de Rubén
Darío e amigo de Leopoldo Lugones), o romance
e o ensaio anglo-saxões (sua geração, a de 1910 ou
L as navegaciones de R eyes do Ateneo de la Juventud, foi a primeira no México
Los hombres que hicieron la Independencia no pensaron en términos que soube inglês), as letras francesas (de Mallarmé
a Marcel Proust e Jean Cocteau) e toda a literatura
nacionales, dirigieron todas sus proclamas a los “americanos”. Por desgracia,
espanhola, do Arcipreste de Hita e os clássicos
el sueño de Bolívar fracasó. El inmenso país que hubiera hecho contrapeso a dos séculos de ouro às gerações de 98 e de 27, e as
la pujanza de los Estados Unidos se fragmentó en muchas naciones. letras da Argentina e do Brasil, graças à afortunada
experiência recriada em Monterrey, e em muitas
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 26

outras de suas páginas.

As navegações de Reyes
Os homens que fizeram a Independência não
pensaram em termos nacionais, dirigiram todos
os seus proclamas aos “americanos”. Infelizmente,
o sonho de Bolívar fracassou. O imenso país que
poderia haver feito contrapeso à pujança dos
Estados Unidos se fragmentou em muitas nações.
Bolívar pensou abarcá-las todas sob a designação
de Gran Colômbia. Mas o continente deve o seu
nome a Américo Vespúcio e não ao Almirante
do Mar Oceano. Também é triste que o termo
americanos tenha sido expropriado pelos anglo-
saxões. Falar de América Hispânica parece excluir
o Brasil, um continente em si mesmo, é verdade;
porém, sem o Brasil não se concebe a América que
Dimitri Ismailovitch, Barca, Capilla Alfonsina-INBA
Luís Napoleão Bonaparte chamou Latina em sua
tentativa de conter o avanço da outra.
Reyes é um caso excepcional porque, como Bolívar pensó abarcarlas a todas bajo la designación de Gran Colombia.
demonstra este jornal irrepetível, une em sua obra Pero el continente debe su nombre a Américo Vespucio y no al Almirante
a Lusitânia e a Hispânia, as duas partes ibéricas
da América, e fala de uma unidade e diversidade
de la Mar Océana. También es triste que el término americanos haya sido
muito além dos discursos e das conferências expropiado por los anglosajones. Hablar de Hispanoamérica parece excluir
internacionais. a Brasil, un continente en sí mismo, es cierto; pero sin Brasil no se concibe la
México permaneceu ao norte, isolado dos
América que Luis Napoleón Bonaparte llamó Latina en su intento de frenar
demais países de sua cultura pelos oceanos, rios,
desertos, selvas e montanhas. Na outra mudança de el avance de la otra.
século, o Diario do romancista Federico Gamboa Reyes es un caso excepcional porque, como demuestra este periódico
descreve as indizíveis dificuldades para viajar
irrepetible, une en su obra la Lusitania y la Hispania, las dos partes ibéricas
entre pontos tão próximos como as cidades da
Guatemala e do México. A fim de ir da cidade do de América, y habla de una unidad y diversidad más allá de los discursos y las
México a Buenos Aires, recorda também Gamboa, conferencias internacionales.
era necessário transladar-se a Nova York e à França México quedó al norte, aislado de los demás países de su cultura por los
e dali a Dakar no Senegal, antes de alcançar o Rio
da Prata.
océanos, los ríos, los desiertos, las selvas y las montañas. En el otro cambio
Como a outra, a história das relações culturais de siglo el Diario del novelista Federico Gamboa describe las inexpresables
está cheia de oportunidades perdidas. Pensemos, dificultades para viajar entre puntos tan cercanos como las ciudades de Gua-
por exemplo, em como seriam nossas literaturas se
temala y México. A fin de ir de aquí a Buenos Aires, recuerda también Gam-
em 1839 à Buenos Aires de Esteban Echeverría e à
Associação de Maio, os iniciadores do romantismo boa, era necesario trasladarse a Nueva York y a Francia y de allí a Dakar en el
na América Hispânica, houvesse chegado Ignacio Senegal antes de alcanzar el Río de la Plata.
Rodríguez Galván, o primeiro escritor mexicano
Como la otra, la historia de las relaciones culturales está llena de opor-
que já não se formou dentro das instituições
coloniais. Infelizmente, o autor de “La Profecía tunidades perdidas. Pensemos por ejemplo cómo hubieran sido nuestras
de Guatimoc”, nomeado secretário da legação na literaturas si en 1839 al Buenos Aires de Esteban Echeverría y la Asociación
América do Sul, morreu de febre amarela durante
de Mayo, los iniciadores del romanticismo en Hispanoamérica, hubiese lle-
sua passagem por Cuba.
Talvez por essa razão, uma das primeiras
gado Ignacio Rodríguez Galván, el primer escritor mexicano que ya no se
tentativas de Reyes como embaixador foi criar forma dentro de las instituciones coloniales. Por desgracia, el autor de “La
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 27
Recepción en la Embajada de Polonia. Río de Janeiro, años treinta.

Profecía de Guatimoc”, nombrado secretario de la legación en Sudamérica, uma linha de barcos que fossem de Buenos
Aires a Veracruz, passando pelo Rio de Janeiro,
murió de fiebre amarilla a su paso por Cuba.
La Guaira, Barranquilla e Havana. Por desgraça
Tal vez por esto una de las primeras tentativas de Reyes como embajador estes barcos nunca sulcaram nossos mares, mas
fue una línea de barcos que viajaran de Buenos Aires a Veracruz, pasando por graças a Reyes existiram outras navegações e a
intercomunicação artística e intelectual ficou
Río de Janeiro, La Guairia, Barranquilla y La Habana. Por desgracia esos bar-
bem consolidada.
cos nunca surcaron nuestros mares pero gracias a Reyes hubo otras navega-
ciones y la intercomunicación artística e intelectual quedó bien afirmada. Monterrey no seu tempo e no seu mau
tempo
Monterrey é a tentativa de reparar tantas omissões,
Monterrey en su tiempo y en su maltiempo abrir muitas janelas, estender uma grande varieda-
Monterrey es el intento de reparar tantas omisiones, abrir muchas ventanas, de de pontes, substituir o monólogo pelo diálogo.
Tudo parece agradável e amável em sua vida se ten-
tender una gran variedad de puentes, sustituir el monólogo por el diálogo.
tamos construir uma cronologia de Reyes durante
Todo parece grato y amable en su vida si ensayamos una cronología de esses anos:
Reyes en estos años:
1927 Deixa de ser ministro plenipotenciário na
1927 Deja de ser ministro plenipotenciario en Francia y pasa como França e passa como embaixador à Argen-
tina. Volta a ver ali Pedro Henríquez Ureña,
embajador a la Argentina. Vuelve a ver allí a Pedro Henríquez Ureña, seu amigo e mestre da juventude. Estabelece
su amigo y maestro de juventud. Hace amistad con los escritores amizade com os escritores argentinos e empre-
argentinos y emprende con ellos varias empresas editoriales. Su ende com eles várias empresas editoriais. Sua
aproximação influirá para que Jorge Luis Bor-
cercanía influirá en que Jorge Luis Borges supere el estilo de su ges supere o estilo de sua juventude e se enca-
juventud y se encamine a la gran prosa de sus libros clásicos. minhe à grande prosa de seus livros clássicos.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 28

Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina, Ciudad de México, 1956 .

1930 Embaixador no Brasil. Inicia Monterrey, seu 1930 Embajador en Brasil. Inicia Monterrey, su correo literario (1930 -
correio literário (1930 -1937). Amizade com
1937). Amistad con Manuel Bandeira, Cecilia Meireles y muchos
Manuel Bandeira, Cecília Meireles e muitos
outros escritores brasileiros.
otros escritores brasileños.
1931 Participa com Victoria Ocampo na revista Sur. 1931 Participa con Victoria Ocampo en la revista Sur.
1932 Polêmica sobre o nacionalismo literário 1932 Polémica sobre el nacionalismo literario con Héctor Pérez Martínez
com Héctor Pérez Martínez (A vuelta de
(A vuelta de correo).
correo).
1933 Delegado à VII Conferência Internacional 1933 Delegado a la VII Conferencia Internacional Americana en Monte-
Americana em Montevidéu. Firma por video. Firma por México el pacto antibélico Saavedra Lamas.
México o pacto antibélico Saavedra Lamas. 1936 Es de nuevo embajador en la Argentina.
1936 Novamente é embaixador na Argentina.
1938 Comisionado especial en Brasil.
1938 Comissionado especial no Brasil.
1939 Regresso definitivo ao México. É um dos 1939 Regreso definitivo a México. Es uno de los organizadores de La
organizadores da Casa de Espanha que Casa de España que acoge a los intelectuales republicanos.
acolhe os intelectuais republicanos.
1940 Fundador y primer presidente de El Colegio de México.
1940 Fundador e primeiro presidente de “El Colegio
de México”.
Su actividad literaria en los años cercanos a Monterrey no conoce reposo.
Sua atividade literária nos anos próximos a Monterrey Escribe en español y portugués para dar a conocer a su país en Sudamérica
não conhece descanso. Escreve em espanhol e
(“México en una nuez”) y a Sudamérica en México (“Brasil en una castaña”,
português para dar a conhecer seu país na América
do Sul (“México en una nuez”) e a América do Sul “Salutación a Brasil”, “Palabras sobre la nación argentina”). No se limita a su
no México (“Brasil en una castaña”, “Salutación a visión nacional ni diplomática sino intenta hablar sin la menor arrogancia
Brasil”, “Palabras sobre la nación argentina”). Não
desde una perspectiva abarcadora (“Notas sobre la inteligencia americana”,
se limita à sua visão nacional nem diplomática, e
sim procura falar sem a menor arrogância a partir “Posición de América”, “El sentido de América”) o bien indaga en la relación
de uma perspectiva abrangente (“Notas sobre la europea con nuestro continente: “Discurso por Virgilio”, “Virgilio y
inteligencia americana”, “Posición de América”, “El

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 29


sentido de América”) ou indaga acerca da relação
Ya sé que en los últimos años la ciudad carioca européia com nosso continente: “Discurso por
Virgilio”, “Virgilio y América”, “Goethe y América”.
muestra insignes ejemplos de la arquitectura É, talvez, a etapa mais pródiga de sua poesia graças
ultramoderna. En otra parte, habría el riesgo de que aos Romances del Río de Enero, Minuta, A la memoria
de Ricardo Güiraldes, Cantata en la tumba de Federico
el suelo y el cielo fueran marchitándose poco a poco: García Lorca e os poemas em prosa de Tren de ondas
no aquí. La misma vitalidad del ambiente, las auras y e Las vísperas de España. Um setor do que escreve
nestes tempos não sairá em livro até muitos anos
los jugos, han de mantener el buen equilibrio. Triunfó depois como a Historia natural das Laranjeiras e
hasta hoy de todos, y de todos seguirá triunfando en alguns dos contos incluídos em Quince presencias.
Mas a vida está em outro lugar, não no currículo
Río la virtud terrestre, la Deidad Ctónica, haciendo nem na bibliografia. Todos os dados anteriores
entre el árbol, la piedra y el hombre una mezcolanza contribuíram à impressão, dominante ao longo de
muitos anos, de Reyes como um escritor amável,
generosa. desprovido de lume e drama, que encontrou
na diplomacia uma espécie de subvenção para
trabalhar em suas próprias coisas.
Alfonso Reyes, Ubérrima urbe As excelentes pesquisas dos últimos anos
–é uma pena não poder falar sobre elas aqui-
-, a publicação ainda parcial de sua imensa
correspondência e seu Diário, que será lançado
América”, “Goethe y América”. Es quizá la etapa más pródiga de su poesía em breve, proporcionam o avesso da trama e
gracias a los Romances del Río de Enero, Minuta, A la memoria de Ricardo mostram o labirinto de dissabores; desalentos;
Güiraldes, Cantata en la tumba de Federico García Lorca y los poemas penúrias; angústias e intrigas em meio às quais
pôde escrever tanto e tão bem e ainda dar-se
en prosa de Tren de ondas y Las vísperas de España. Un sector de lo que
tempo e forças para um jornal pessoal que redigiu,
escribe en estos tiempos no saldrá en libro hasta muchos años después como imprimiu e enviou por correio com seus próprios
la Historia natural das Laranjeiras y algunos de los cuentos incluidos en recursos sem nenhum subsídio governamental.

Quince presencias.
Um lugar de conversação
Pero la vida está en otra parte, no en el currículo ni en la bibliografía. Los Os oito anos que dura Monterrey são, entre tantas
datos anteriores contribuyeron a la impresión, dominante a lo largo de mu- outras coisas, os anos da grande crise desatada
chos años, de Reyes como un amable escritor desprovisto de lumbre y dra- em Wall Street em 1929, o assalto de Hitler ao
poder, a guerra da Espanha, a invasão da Etiópia,
ma que halló en la diplomacia una especie de beca para trabajar en lo suyo. os primeiros processos de Moscou, a crise de
Las excelentes investigaciones de los últimos años –es una lástima no Munique que é o prelúdio da Segunda Guerra
poder hablar de ellas aquí–, la publicación todavía parcial de su inmensa co- Mundial.
E já na experiência imediata de Reyes, estes
rrespondencia y su Diario, que ya pronto aparecerá, proporcionan el revés de
anos vêem o assassinato do caudilho Álvaro Obre-
la trama y muestran la maraña de zozobras; quebrantos; penurias; angustias gón, que poderia haver-se reeleito até 1968 , o poder
e intrigas en medio de las cuales pudo escribir tanto y tan bien y aun darse do general Plutarco Elías Calles que, como Chefe
Máximo da Revolução e Homem Forte do Méxi-
tiempo y fuerzas para un periódico personal que redactó, imprimió y envió
co, funda o partido único que finalmente, depois
por correo con sus propios recursos sin ningún subsidio gubernamental. de várias mudanças de nome, se chamará PRI; a
derrota do callismo pelo general Lázaro Cárdenas
e a Expropriação Petroleira. Na Argentina e no
Un lugar de conversación
Brasil são tempos de golpes de Estado e intensas
Los ocho años que dura Monterrey son, entre tantas otras cosas, los años de lutas políticas. O grande tema sul-americano do
la gran crisis desatada en Wall Street en 1929, el asalto de Hitler al poder, la momento é a guerra do Chaco entre a Bolívia e
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 30

La familia Reyes con algunos miembros del cuerpo diplomático mexicano. El segundo a la izquierda es Rafael Fuentes, con su hijo Carlos en brazos. Embajada de México en Río de
Janeiro, 1930.

o Paraguai. Na zona do Caribe se consolidam as guerra de España, la invasión de Etiopía, los primeros procesos de Moscú, la
ditaduras de Rafael Leónidas Trujillo e Anastasio
crisis de Munich que es el preludio de la Segunda Guerra Mundial.
Somoza.
Dir-se-á que nada disso se reflete em Monterrey. Y ya en la experiencia inmediata de Reyes, estos años ven el asesinato del
Não esqueçamos que este jornal é produzido por caudillo Álvaro Obregón, que hubiera podido reelegirse hasta 1968, el poder
um embaixador do México a quem está proibida
del general Plutarco Elías Calles que como Jefe Máximo de la Revolución
toda manifestação política exceto as que lhe
dite sua chancelaria. Além do mais, Reyes quis y Hombre Fuerte de México funda el partido único que al fin, tras varios
preservar durante e depois da batalha um espaço cambios de nombre se llamará PRI; la derrota del callismo a manos del gene-
de serenidade quando tudo, como hoje, é violência
ral Lázaro Cárdenas y la Expropiación Petrolera. En Argentina y Brasil son
e agressão, um lugar em que se conversa enquanto
os demais gritam, uma sala em que se pode discutir tiempos de golpes de Estado e intensas luchas políticas. El gran tema sud-
enquanto os demais combatem. americano del momento es la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay. En
la zona del Caribe se consolidan las dictaduras de Rafael Leónidas Trujillo
Os cereais e os livros
A função diplomática de Reyes não era, em si y Anastasio Somoza.
mesma, um mar de rosas. O sul da América olha- Se dirá que nada de esto se refleja en Monterrey. No olvidemos que hace
va a Inglaterra e não tinha o menor interesse no
este periódico un embajador de México a quien le está vedada toda manifes-
México. Talvez o único que desejava comprar
do México era sisal para amarrar suas colheitas. tación política excepto la que dicte su cancillería. Además Reyes ha querido
Tampouco se interessou em vender-lhe carne e preservar durante y después de la batalla un espacio de serenidad cuando
cereais, que eram sua grande força e a base mate-
todo, como hoy, es violencia y agresión, un lugar en que se conversa mientras
rial de seu nível de vida europeu. O Velho Mundo
resultava ser um cliente mais que ávido por esses los demás hablan a gritos, una sala en que se puede discutir en tanto que los
produtos. demás combaten.
Los cereales y los libros Diante do fracasso comercial, Reyes apostou

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 31


na cultura. O México desses anos não era e nem
En sí misma la función diplomática de Reyes no era un lecho de rosas. El
poderia ser bem visto. Potencialmente subversivo,
sur de América miraba a Inglaterra y no tenía el menor interés en México. talvez não quisesse exportar a sua enigmática
Acaso lo único que deseaba comprarle era henequén para atar sus cosechas. revolução, mas assustava ao perseguir os católicos
Tampoco se interesó en venderle carne y cereales que eran su gran fuerza y até o pacto de 1929, que terminou com a Guerra
cristera.
la base material de su nivel de vida europeo. El Viejo Mundo resultaba un A presença de Reyes convenceu até os mais
cliente más que ávido por esos productos. céticos de que havia outro México distinto do que
Ante el fracaso comercial Reyes apostó por la cultura. El México de esos aparecia na imprensa e nos noticiários do cinema.
Um triunfo indiscutível de Reyes foi conseguir
años no era ni podía ser bien visto. Potencialmente subversivo, tal vez no
que, sobre o poderoso substrato que já existia, as
quería exportar su enigmática revolución pero asustaba al perseguir a los casas espanholas que se transladaram a Buenos
católicos hasta el pacto de 1929 que terminó con la guerra cristera. Aires devido à guerra criassem uma poderosa
indústria editorial argentina, que trabalhou em
La presencia de Reyes convenció hasta a los más escépticos de que había
combinação com a mexicana. Assim, enquanto
otro México distinto del que aparecía en la prensa y en los noticieros de lá o círculo em torno de Borges traduzia a grande
cine. Un triunfo indiscutible del escritor mexicano fue lograr que, sobre literatura dos séculos XIX e XX , aqui o Fondo
de Cultura Económica se ocupava das ciências
el notable sustrato que ya existía, las casas españolas que se trasladaron a
sociais. O último grande golpe editorial de
Buenos Aires a raíz de la guerra crearan una poderosa industria editorial Buenos Aires foi a publicação em 1967 de Cien
argentina que trabajó en combinación con la mexicana. años de soledad.
Así, mientras allá el círculo en torno de Borges traducía la gran literatura
Monterrey para o século XXI
de los siglos XIX y XX , aquí el Fondo de Cultura Económica se ocupaba de Oitenta são anos demais e seria impossível que
las ciencias sociales. El último gran golpe editorial de Buenos Aires fue la em Monterrey tudo se conservasse fresco e novo
publicación en 1967 de Cien años de soledad. como no primeiro dia. Se muitos dos livros e
autores que menciona seguiram o caminho
plural da desintegração e já não interessam a
Monterrey para el siglo xxi ninguém, há uma grande quantidade de coisas
Ochenta son demasiados años y sería imposible que todo en Monterrey se que não mudaram, como o fato de que 99% das
citações espanholas em um livro estrangeiro
conservara fresco y nuevo como el primer día. Si muchos de los libros y au- sempre apareçam com erros, ou que fora daqui
tores que menciona siguieron el camino plural de la desintegración y ya no só interesse a literatura ibero-americana que seja
interesan a nadie, hay gran cantidad de cosas que no han cambiado como el “pitoresca”.
De Monterrey permanece também a idéia,
hecho de que el noventa y nueve por ciento de las citas españolas en un libro
originada em José Enrique Rodó, de que toda
extranjero siempre salgan equivocadas, o bien de que fuera de aquí sólo inte- esta América forma uma só nação cultural. E
rese la literatura iberoamericana que sea “pintoresca”. sobrevive, nos salões, no jornal, ou no blog, a
prosa de Alfonso Reyes, hoje como naquele então,
De Monterrey queda también la idea, originada en José Enrique Rodó,
modelo inalcançável de naturalidade, velocidade,
de que toda esta América forma una sola nación cultural. Y sobrevive, en el harmonia e precisão.
salón, en el periódico o en el blog, la prosa de Alfonso Reyes, hoy como en-
tonces modelo inalcanzable de naturalidad, velocidad, armonía y precisión.
Alfonso Reyes y señora con asilados políticos víctimas del golpe de estado de Getúlio Vargas. Río de Janeiro, exterior de la Embajada de México, 10 de noviembre de 1930.
C ecilia L aur a A lonso*
Un paseo por Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes

Um passeio por Monterrey.


Correo literario de Alfonso Reyes

A lfonso R eyes ideó Monterrey -nombre escogido Alfonso Reyes ideou Monterrey –nome
escolhido em homenagem à sua cidade natal– ao
como homenaje a su ciudad natal– al terminar su período como embaja-
terminar o seu período como Embaixador do
dor de México en Argentina (1930). El subtítulo –Correo literario de Al- México na Argentina (1930). O subtítulo –Correo
fonso Reyes– expresa el fin de la obra. La intención, la encontramos en literario de Alfonso Reyes– expressa a finalidade da
una página de su Diario, un mes antes de llegar a Brasil, su nueva misión obra. A intenção, a encontramos em uma página de
seu Diario, um mês antes de sua chegada ao Brasil,
diplomática: crear un “pliego suelto, periódico, que sea menos que revis- sua nova missão diplomática: criar um “caderno solto,
ta y menos que periódico literario al tipo de Les Nouvelles Littéraires: periódico, que seja menos que revista e menos que
un contacto con los colegas, y una recopilación de apuntes y flecos de la periódico literário ao estilo de Les Nouvelles Littéraires:
um contato com os colegas, e uma recopilação de
obra”1. El “Propósito”, lo expresó en la primera página del primer número
anotações e fragmentos da obra”.1 O “Propósito”
de su Correo al aclarar que no se trataba de un manifiesto estético, “mala foi expresso por ele na primeira página do primeiro
costumbre, ésta, en mala hora importada de la política a la literatura”,2 sino número do seu Correo, quando esclareceu que não se
tratava de um manifesto estético –“mau costume, este,
que se asemejaría a una revista por la diversidad de su contenido, y sus
em má hora importado da política à literatura”– 2 mas
textos irían más allá de una sucinta antología de obras literarias en verso y que deveria se parecer a uma revista pela diversidade
prosa y de artículos teórico-críticos. de seu conteúdo e de seus textos, elementos que vão
além de uma sucinta antologia de obras literárias em
Asimismo en sus páginas se podía encontrar paso libre a las investiga-
prosa e verso e de artigos teórico-críticos.
ciones de orden literario, diálogo entre amigos que quieren aclarar dudas o Em suas páginas também havia livre circulação
intercambiar erudiciones e incluso mensajes de agradecimiento por obras para as pesquisas de tipo literário, diálogos entre
amigos que queriam esclarecer dúvidas ou inter-
obsequiadas. Alfonso Reyes aún resalta en su “Propósito”:
cambiar erudições e inclusive mensagens de agra-
decimento por obras obsequiadas. Alfonso Reyes
Quiero decir, que [un autor de periódico literario] se atreverá a bajar
ainda ressalta em seu “Propósito”:
el tono poético, un poco más que si se encontrara en un periódico
hecho entre varios. Lo cual no significa que se prive de la libertad Quero dizer, que [um autor de jornal literário] se
de publicar fragmentos de la obra pura, propia o ajena, cada vez que atreverá a baixar o tom poético, um pouco mais
le plazca. Y siempre habrá de placerle, a menos que se produjera el do que se estivesse em um jornal feito entre vá-
rios. O que não significa que tenha que se privar
absurdo de un literato sin bellas letras, de un poeta sin poesía. Usará
da liberdade de publicar fragmentos da obra pura,
pues, de su periódico, ante todo, como de una herramienta para própria ou alheia, quando lhe aprouver. E sempre
su taller artístico. También podrá ser que lo use a modo de museo
privado, para exhibir en él esas notas o curiosidades que todos * Cecilia Laura Alonso e catedrática da Universidade
Federal Fluminense, em Niterói, Rio de Janeiro, onde dirige
um seminário sobre Alfonso Reyes.
* Cecilia Laura Alonso es catedrática de la Universidad Federal Fluminense, en Niteró, Río de Janeiro, 1 Alfonso Reyes, Diario (1911-1930), prólogo de Alicia
donde dirige un seminario dedicado a Alfonso Reyes. Reyes, nota do Dr. Alfonso Reyes Mota, Guanajuato,
1 Alfonso Reyes, Diario (1911-1930), prólogo de Alicia Reyes, nota del Dr. Alfonso Reyes Mota, Universidad de Guanajuato, 1969, pp. 302-303.
Guanajuato, Universidad de Guanajuato, 1969, pp. 302-303. 2 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
2 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de Janeiro, número 1, junio de 1930, p. 2. Janeiro, número 1, junho de 1930, p. 2.
haverá de aprazer-lhe, a menos que se produza o gustamos de juntar, aun cuando dudemos que nos sirvan de nada.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 34

absurdo de um literato sem belas letras, de um Hará de él un órgano de relación, de relación social, con el mundo
poeta sem poesia. Usará, pois, o seu jornal, antes
de los escritores: un boletín de noticias del trabajo, casi una carta
de mais nada, como uma ferramenta para seu
ateliê artístico. Também poderá ser que o use circular. En suma: un correo literario. 3
como um museu privado, para exibir nele essas
notas ou curiosidades que todos nós gostamos
de juntar, mesmo quando duvidamos que sirvam
La variedad de temas que se encuentran en Monterrey puede dar una im-
de algo. Fará dele um órgão de relação, de relação presión equivocada de ser éste una compilación aleatoria de asuntos inco-
social, com o mundo dos escritores: um boletim
nexos. El Correo cumplía las reglas establecidas por su autor: los textos se
de notícias de trabalho, quase uma carta circular.
Em suma: um correio literário.3 relacionaban con las secciones que no estaban necesariamente presentes
en todos los números, y las colaboraciones deberían ser de corta o mediana
A variedade de temas que se encontram em Mon-
extensión sobre asuntos literarios o culturales. Fueron escritos en su mayo-
terrey pode dar a impressão equivocada de que este
seja uma compilação aleatória de assuntos desco- ría por Reyes o por algún escritor o investigador invitado por él, empleando
nexos. O Correo cumpria as regras estabelecidas el español como lengua preferencial sin ser obligatoria. Por la proximidad
por seu autor: os textos se relacionavam com as se-
entre la lengua portuguesa y la española se produjeron muchos errores ti-
ções que não estavam necessariamente presentes
em todos os números, e as colaborações deveriam pográficos que le causaron grandes disgustos, como lo cuenta en Sobre la
ser de curta ou média extensão sobre assuntos lite- crítica de los textos:
rários ou culturais. Foram escritos em sua maioria
por Reyes ou por algum escritor ou pesquisador La probabilidad de corrección de una copia hasta puede decirse que
convidado por ele, usando o espanhol como lín-
está en razón inversa del interés subjetivo del texto. Más le interesa al
gua preferencial sem que fosse obrigatória. Pela
copista (o al tipógrafo) lo que lee, menos se cuida de la exactitud ma-
proximidade entre a língua portuguesa e a espa-
nhola, ocorreram muitos erros tipográficos que
terial con que lo está copiando. Se ha dicho que los tipógrafos ideales
lhe causaram grandes desgostos, como ele mesmo son los extraños a la lengua del texto por imprimir. Y el peor caso, el del
conta em Sobre la crítica de los textos: tipógrafo que habla una lengua semejante, pero diferente, a la del texto,
donde hay lugar a contaminaciones continuas. ¡Lo que yo he podido
A probabilidade de correção de uma cópia sufrir para mis publicaciones españolas en las imprentas del Brasil! A
pode-se até dizer que está em razão inversa ao
cada instante se me confundían “Luiz” y “Luis”, “disfarzado” con “dis-
interesse subjetivo pelo texto. Mais lhe interessa
ao copista (ou ao tipógrafo) o que lê, menos
frazado”, etcétera. 4
se cuida da exatidão material com que o está
copiando. Diz-se que os tipógrafos ideais são Además, los tipos y la tinta no le parecían de buena calidad. Hasta el número
os estranhos à língua do texto por imprimir. E
o pior caso, o do tipógrafo que fala uma língua tres los ejemplares fueron impresos en la gráfica La Raza, en Rua do Senado,
semelhante, mas diferente, da do texto, onde nº 8. Del cuarto al décimo tercero en Rua da Misericórdia, nº 38. Esta im-
há lugar a contaminações contínuas. O que
eu sofri para minhas publicações espanholas prenta figura con nombres diferentes dependiendo del número: del cuarto
nas gráficas do Brasil! A cada instante eles me al noveno, Fernández & Rohe; el décimo, Apollo; el undécimo, Fernández
confundiam “Luiz” e “Luis”, “disfarçado” com
“disfrazado”, etc.4
& Irmão; el duodécimo, Apollo nuevamente; y el décimo tercero, Fernán-
dez & Irmão, una vez más.
Além disso, os tipos e a tinta não lhe pareciam de
Con el cambio de imprenta el tipo del título de la revista y de los subtítu-
boa qualidade. Até o número três os exemplares
foram impressos na gráfica La Raza, na Rua do los se alteró reflejando más elegancia y suavidad. Su timbre informal era el
Senado, nº 8 . Do quarto ao décimo terceiro, na Cerro de la Silla, de su natal Monterrey, representado por un dibujo senci-
llo de una montaña y casas. A continuación constaba el número de páginas,
3 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
Janeiro, número 1, junho de 1930, p. 2.
4 Alfonso Reyes, Obras completas, tomo XIV, México, 3 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 1, junio de 1930, p. 2.
Fondo de Cultura Económica, 1962, p. 181. [Letras 4 Alfonso Reyes, Obras completas, tomo XIV, México, Fondo de Cultura Económica, 1962, p. 181.
mexicanas]. [Letras mexicanas].
Rua da Misericórdia, nº 38. Esta gráfica aparece

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 35


com nomes diferentes dependendo do número:
do quarto ao nono, Fernández & Rohe; o décimo,
Dos palmeras reales, revestidas de viciosa Apollo; o décimo primeiro, Fernández & Irmão; o
décimo segundo, Apollo novamente; e o décimo
parásita, hacen guardia frente a mis ventanas,
terceiro, Fernández & Irmão, mais uma vez.
y me llega desde el jardín el canto tembloroso Com a mudança de gráfica, o tipo do título da re-
vista e dos subtítulos foi alterado refletindo mais ele-
del ireré. El ireré es un ave acuática que tiene
gância e suavidade. Seu timbre informal era o Cerro
una timidez de perdiz, un color dorado a fuego de la Silla, de sua natal Monterrey, representado por
oscuro, una mascarita blanca, unos redondos um desenho simples de uma montanha e casas. A
seguir constava o número de páginas, o endereço da
ojos extáticos, unas espaciosas sandalias de goma Embaixada do México e os dados da gráfica na qual
azul, y un canto que remeda exactamente un foi impresso cada número. Na última página do nú-
mero onze, publicado em setembro de 1934, figura
frotar de espaldas. a seguinte nota:

Durante muitos meses tive que interromper a


Alfonso Reyes, As Laranjeiras saída deste correio por razões alheias à minha
vontade. Mas, se a vida me deixar, hei de con-
tinuá-lo ao longo dos anos, apesar das possíveis
interrupções futuras.

Alfonso Reyes en los jardines de la Embajada de México en Río de Janeiro, años treinta.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 36

Recepción en Río de Janeiro, años treinta.

O presente número encerra uma época. O próxi- la dirección de la Embajada de México y los datos de la gráfica en que fue
mo, se eu tiver tempo como espero, o publicarei
na Cidade do México, onde estarei às ordens de
impreso cada número. En la última página del número once, publicado en
meus amigos na 5ª rua del Ciprés, nº. 150.5 septiembre de 1934, figura la siguiente nota:

Isto explica o intervalo de tempo cada vez maior en- Durante muchos meses debí interrumpir la salida de este correo por
tre as publicações e demonstra também a indefinição razones ajenas a mi voluntad. Pero, si la vida me deja, he de continuarlo a
com relação ao rumo que sua vida estava tomando,
lo largo de los años, a pesar de las posibles interrupciones futuras.
visto que um ano depois, ainda no Rio, estampa-se
El presente número cierra una época. El próximo, si tengo tiempo como
um aviso na terceira página do número treze infor-
espero, lo publicaré en la ciudad de México, donde me ofrezco a las órdenes
mando aos leitores que,a partir do próximo número,
o Correo seria publicado em Buenos Aires, aprovei- de mis amigos en la 5ª calle del Ciprés, nº. 150.5
tando para se despedir carinhosamente do Brasil. De
fato, o número catorze foi impresso na gráfica López, Esto explica el intervalo de tiempo cada vez mayor entre las publicaciones, y
situada na Calle Peru, nº 666 , devido ao seu regresso
demuestra también la indefinición con relación al rumbo que su vida estaba
à Embaixada do México na Argentina.
Seu esmero não se percebe somente na busca de tomando, visto que un año después, aún en Río, se estampa un aviso en la
uma gráfica mais adequada para seu Correo, mas tam- tercera página del número trece informando a los lectores que a partir del
bém no arroubo de perfeição que o levou a queimar
próximo número el Correo será publicado en Buenos Aires, aprovechando
todos os exemplares do segundo número por causa
de um equívoco: o nome de Ermilo Abreu Gómez para despedirse cariñosamente de Brasil. De hecho, el número catorce fue
foi alterado por Herminio Pérez Abreu. Frente a esta impreso en la gráfica López, ubicada en la calle Perú, nº 666, a causa de su
falta de delicadeza, os destruiu e ordenou que fos- regreso a la Embajada de México en Argentina.
sem impressos novamente. Porém, o problema mais
grave concentrava-se no fato de que o embaixador
Su esmero no se percibe solamente en la búsqueda de una imprenta
estava custeando a revista com seu dinheiro: ante más adecuada a su Correo, sino también en el arrobamiento de perfec-
este imprevisto, os gastos aumentaram. cionismo que lo llevó a quemar todos los ejemplares del segundo nú-
A distribuição também era feita por ele, com o
mero en virtud de un equívoco: el nombre de Ermilo Abreu Gómez fue
apoio de sua esposa e de seu filho. O trabalho era
realizado com denodo. Três dias depois da publica- alterado por el de Herminio Pérez Abreu. Frente a esta falta de delicade-
ção do primeiro número, o trio repartiu aproxima- za los destruyó y ordenó que se imprimieran nuevamente. Sin embargo
damente trezentos exemplares destinados somente
el problema más grave se concentraba en el hecho de que el embajador

5 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de


Janeiro, número 11, setembro de 1934, p. 16. 5 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 11, septiembre de 1934, p. 16.
estaba costeando la revista con su dinero: ante ese imprevisto los gastos

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 37


aumentaron. Salas anchurosas para que
La distribución también era hecha por él, con el apoyo de su esposa e se pose el aire, se despliegue,
hijo. El trabajo se realizaba con denuedo. Tres días después de la publicación
se alivie y –si puede– se
del primer número, el trío repartió aproximadamente trescientos ejemplares
refresque un poco. La luz
destinados nada más que a los amigos, en Brasil o en el exterior. La edición
no fue comercializada ni compartida con extraños. Algunos de sus lectores
colma de una vez la inmensa
adoptaron una actitud más activa con respecto a la publicación, llegando estancia y se queda sola en sí
muchas veces a participar en las secciones, ora escribiendo un artículo o misma. Por la lente de cada
proponiendo un asunto, ora enviando obras inéditas o cuestionando alguna ventana se acercan, enfocadas
afirmación. y nítidas, las cumbres verdes,
Con relación a su estructura interna, Monterrey se compone de diecisiete
azules y negras del contorno.
secciones. Excluyendo “Publicaciones recibidas”, ninguna de ellas está
Nos envuelve el sueño de la
presente en todos los números, figurando unas más que otras. La sección
“Guardias de la pluma” contiene asuntos considerados polémicos por iluminación, esa modorra
Alfonso Reyes, como por ejemplo el libro de Max Daireaux que pretende leve y dorada tan distinta del
trazar en trescientas páginas el cuadro de la literatura hispanoamericana espeso sueño de las sombras.
sin mencionar la zona de México, las Antillas y la América Central. En un El recinto tiene la aseada
determinado momento Reyes pregunta:
claridad de un ojo perfecto:
Pero, entonces ¿por qué llamar el tomo: Littérature Hispano-Américaine, casi.
en vez de llamarle –hubiera sido lo propio– Littérature Sud-Américaine?
[...] ¡Y no que ahora vamos a complicar más esa tradicional arcanidad
de México! ¡Ya no sabemos dónde ponerlo! ¿Dónde está México, amigo
Alfonso Reyes, Fragmentos
mío, si el mundo sólo le llama Norteamérica a los Estados Unidos y usted de Río de Janeiro
ahora nos lo excluye del orbe hispanoamericano?6

Una vez más se verifica la preocupación de Alfonso Reyes en relación con la


concordia americana, resaltando la necesidad de una comprensión y colabo-
ración continentales más expresivas.
“El aseo de América” surge por primera vez en el número siete, incorpo-
rado a la sección Guardias de la pluma, y retorna independiente en los nú-
meros ocho, nueve y diez. La idea de hacer “El aseo de América” proviene
del deseo alfonsino de que los europeos realmente conocieran América.
Muchos son los libros americanos que pueden ser leídos por los escritores
de Europa, pero ¿cuáles de ellos muestran realmente el pensamiento y la
historia latinoamericana? Partiendo de esa indagación hizo la siguiente
propuesta:

6 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 1, junio de 1930, p. 3.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 38

Para ventura y gloria suyas, en


Río de Janeiro el campo chorrea
por la ciudad, una ciudad
húmeda todavía de naturaleza,
mal enjugada por el desecador
implacable que es el hombre.

Alfonso Reyes, Ubérrima urbe

aos amigos, no Brasil ou no exterior. A edição não Si yo tuviera elementos para ello, ahora mismo convocaría a toda nuestra
foi comercializada ou compartilhada com estra- América a toque de campana, para convidar a las veinte literaturas a
nhos. Alguns de seus leitores adotaram uma atitu- decidir sobre este punto de vital importancia: la creación, para cada una
de mais ativa com respeito à publicação, chegando
de nuestras repúblicas, de una Biblioteca Mínima Representativa. Esta
muitas vezes a participar nas seções, ora escrevendo
Biblioteca Mínima será la que ofreceríamos al viajero ilustre. Ella podría
um artigo ou propondo um assunto, ora enviando
consultarse en todos nuestros consulados, legaciones y embajadas.
obras inéditas ou questionando alguma afirmação.
Com relação à sua estrutura interna, Monterrey Cada comisionado oficial llevaría una en su maleta, como la dotación
compõe-se de dezessete seções. Excluindo “Publi- reglamentaria que el soldado carga en la mochila. La ofreceríamos a las
caciones recibidas”, nenhuma delas está presente bibliotecas públicas extranjeras y aun a las escuelas de los países amigos.
em todos os números, figurando umas mais que Difundiríamos en nuestro propio país el conocimiento de la respectiva
outras. A seção “Guardias de la Pluma” contém as- Biblioteca Mínima como un deber cívico ineludible. La B. M. sería nuestro
suntos considerados polêmicos por Alfonso Reyes, pasaporte para el mundo, sería nuestra moneda espiritual.7
como por exemplo o livro de Max Daireaux que
pretende traçar em trezentas páginas o quadro da li-
teratura hispano-americana sem mencionar a região
En el número diez, Reyes comenta que los escritores cubanos fueron los
do México, das Antilhas e da América Central. Em primeros en escuchar su llamado para la creación de la Biblioteca Mínima
um determinado momento Reyes pergunta: y publica la lista individual de los ocho colaboradores, finalizando con

Mas, então, por que chamar o tomo de: Littérature


una pregunta: “¿Cuándo llegarán las respuestas de otros países?”. 8
Hispano-Américaine, em vez de chamá-lo de –te- Desafortunadamente no obtuvo respuesta –por lo menos en las páginas de
ria sido próprio– Littérature Sud-Áméricaine? [...]
Monterrey– toda vez que la sección no figuró más.
E não vamos agora complicar mais ainda essa tra-
dicional arcanidade do México! Já não sabemos Tras “Publicaciones recibidas”, la sección más constante en el Correo es
onde colocá-lo! Onde está o México, meu amigo,
“Investigaciones”. En ella Alfonso Reyes propone el estudio de uno o varios
se o mundo só chama de América do Norte os
Estados Unidos e você agora nos exclui do orbe temas, estimulando a sus lectores a que participen. En el número uno, por
hispano-americano?6
ejemplo, explica que el escritor Léon Pierre-Quint está publicando una bi-
Uma vez mais, verifica-se a preocupação de Alfonso bliografía sobre la literatura extranjera relativa a Marcel Proust, sin embargo
Reyes na relação com a concórdia americana, ressal- prácticamente no posee información sobre lo que fue escrito en América
tando a necessidade de uma compreensão e colabo-
Latina y España. Reyes les pidió a sus correspondientes latinoamericanos
ração continentais mais expressivas.

7 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, número 7, diciembre de 1931, p. 3.


6 Monterrey, número 1, junho de 1930, p. 3. 8 Monterrey, número 10, marzo de 1933, p. 6.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 39
Visita al presidente en funciones Getúlio Vargas, primero a la derecha, sentado. Río de Janeiro, octubre de 1933 .

que le enviasen alguna información, visto que los escritores españoles se “El aseo de América” surge pela primeira vez no
número sete, incorporado à seção “Guardias de la
hicieron cargo de investigar las obras de su país. La solicitud fue atendida
pluma”, e retorna independente nos números oito,
y muchos datos fueron publicados en los números posteriores del Correo. nove e dez. A idéia de fazer o “El aseo de América”,
Otro tema propuesto se refiere a un posible estudio más profundo de la van- provém do desejo alfonsino de que os europeus re-
guardia hispanoamericana por parte de los filólogos, pero ese asunto no fue almente conheçam a América. Muitos são os livros
americanos que podem ser lidos pelos escritores
retomado de forma debida.
da Europa, mas quais deles mostram realmente o
En la sección “Cuaderno de apuntes”, Alfonso Reyes vuelve a textos pro- pensamento e a história latino-americana? Partindo
pios ya publicados anteriormente, aumentando muchas veces su contenido. dessa indagação Reyes fez a seguinte proposta:

Algunos de ellos se refieren a dos comedias de Ruiz de Alarcón, al Fraile


Se eu tivesse elementos para isso, agora mesmo
Servando Teresa de Mier y al soliloquio del personaje Segismundo en La convocaria toda a nossa América a toque de sino,
para convidar as vinte literaturas a decidirem so-
vida es sueño, de Calderón de la Barca: de éste, bajo su punto de vista, sur-
bre este ponto de vital importância: a criação, para
gieron obras que nada son además de una “mera imitación”.9 “Vida literaria” cada uma de nossas repúblicas, de una Biblioteca
contiene noticias de ámbito literario, anunciando más detalladamente la pu- Mínima Representativa. Esta Biblioteca Mínima
seria a que ofereceríamos ao viajante ilustre. Ela
blicación de algunos libros, el proceso de escritura de otros, sobre los cuales poderia ser consultada em todos os nossos con-
se les pide información pertinente a los lectores, e incluso la sugerencia de la sulados, Legações e Embaixadas. Cada comis-
sionado oficial levaria uma em sua mala, como a
candidatura del filólogo Ramón Menéndez Pidal al premio Nobel de 1931. dotação regulamentar que o soldado carrega na
En “Jitanjáforas” se reúnen y publican juegos de palabras creados por el mochila. Nós a ofereceríamos às bibliotecas pú-
blicas estrangeiras e também às escolas dos países
amigos. Difundiríamos no nosso próprio país o
9 Monterrey, número 7, diciembre de 1931, p. 5. conhecimento da respectiva Biblioteca Mínima
como um dever cívico inevitável. La B. M. seria
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 40

o nosso passaporte para o mundo, seria a nossa


moeda espiritual.7

No número dez, Reyes comenta que os escritores


cubanos foram os primeiros a escutar seu chama-
do para a criação da Biblioteca Mínima e publica a
lista individual dos oito colaboradores, finalizando
com uma pergunta: “Quando chegarão as respostas
de outros países?”.8 Infelizmente a interrogação não
obteve resposta –pelo menos nas páginas de Mon-
terrey– uma vez que a seção já não apareceu mais.
Depois de “Publicaciones recibidas”, a seção
mais constante no Correo é “Investigaciones”. Nela,
Alfonso Reyes propõe o estudo de um dos vários
temas, estimulando os seus leitores a participarem.
No número um, por exemplo, explica que o escritor
Léon Pierre-Quint está publicando uma bibliografia
sobre a literatura estrangeira relativa a Marcel Proust,
porém praticamente não possui informações sobre
o que foi escrito na América Latina e na Espanha.
Reyes pediu aos seus correspondentes latino-
americanos que enviassem alguma informação,
visto que os escritores espanhóis se encarregaram
de pesquisar as obras de seu país. A solicitação
foi atendida e muitos dados foram publicados
nos números posteriores do Correo. Outro tema
proposto se refere a um possível estudo mais
profundo da vanguarda hispano-americana por
parte dos filólogos, mas esse assunto não foi
retomado de forma devida.
Na seção “Cuaderno de apuntes”, Alfonso Reyes
volta a textos próprios publicados anteriormente, au- Reyes con el ministro de Relaciones Exteriores del Brasil J. C.de Macedo Soares, en la entrega de la presea Gran
mentando muitas vezes seu conteúdo. Alguns deles se Cruz del Crucero del Sur al embajador mexicano. Palacio de Itamaraty, 26 de junio de 1936 .
referem a duas comédias de Ruiz de Alarcón, ao Fraile
Servando Teresa de Mier e ao solilóquio do persona- poeta cubano Mariano Brull. Reyes los define como jitanjáforas, es decir,
gem Segismundo em La vida es sueño, de Calderón de
la Barca: deste, do seu ponto de vista, surgiram obras
enunciados carentes de sentido que pretenden conseguir un resultado
que nada são além de uma “mera imitação”.9 “Vida eufónico. Al inicio de la sección Reyes menciona algunos ejemplos:
literaria” contém notícias de âmbito literário, anun-
ciando mais detalhadamente a publicação de alguns
[...] señalo la aparición de un precioso artículo del provenzal Jean Giono:
livros, o processo de escrita de outros, sobre os quais é
“L’Eau Vive”, Nouvelle Revue Française, mayo de 1930, donde se trata de
pedida informação pertinente aos leitores, e inclusive
sugestões da candidatura do filólogo Ramón Menén- las canciones sin sentido con que un matador de reses se hacía seguir por
dez Pidal ao prêmio Nobel de 1931. los animales. Otra canción servía para alejar el mal tufo cuando se destaza
Em “Jitanjáforas” são reunidos e publicados jo- el jabalí: evoca toda la colina y sus aromas, y hasta el perfume de las
gos de palavras criados pelo poeta cubano Mariano virtudes de María. Pero, sin sentido todo, sin sentido y como soñando.
Brull. Reyes define como “jitanjáforas” enunciados
Esto hace pensar en la fuerza natura –es decir en la fuerza mágica– de las
7 palabras. Y esto nos llevaría a los ensalmos y a los rezos de brujería. 10
Monterrey, número 7, dezembro de 1931, p. 3.
8 Monterrey, número 10, março de 1933, p. 6.
9 Monterrey, número 7, dezembro de 1931, p. 5. 10 Monterrey, número 1, junio de 1930, p. 7.
“Epistolario” y “Estafeta” son secciones destinadas a las cartas intercambiadas carentes de sentido que pretendem conseguir um

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 41


resultado eufônico. Ao início da seção, Reyes men-
entre innumerables escritores destacados de América Latina, Europa o
ciona alguns exemplos:
Estados Unidos, agrupando siempre temas relacionados a lo literario.
Aunque la división entre las dos secciones no sea muy definida, la primera se [...] destaco a aparição de um precioso artigo do
provençal Jean Giono: L’Eau Vive, Nouvelle Revue
inclina a revelar los remitentes mientras que la segunda no siempre lo hace. Française, maio de 1930, onde se trata das canções
Algunas secciones solamente figuran en dos números de Monterrey. En sem sentido com que um matador de reses se fa-
zia seguir pelos animais. Outra canção servia para
“Museo” se encuentra una carta del ex-presidente mexicano general Mariano
afastar o mau cheiro quando se esquarteja um
Arista y un retrato del poeta mexicano Aurelio Luis Gallardo, como una javali: evoca toda a colina e seus aromas, e até o
perfume das virtudes de Maria. Mas, tudo sem
contribución gráfica a la celebración del Centenario del Romanticismo en
sentido, sem sentido e como sonhando.
América. “Rayas de lápiz” resalta fragmentos aleatorios de obras sobre los Isto faz pensar na força natura –ou seja, na força
mágica– das palavras. E isto nos levaria às benze-
cuales se hacen breves comentarios. En “Los ojos de Europa” Alfonso Reyes
duras e rezas de bruxaria.10
les pide a viajantes europeos que den su testimonio con relación a lugares y
aspectos estéticos latinoamericanos, aunque se restrinjan en algunos casos “Epistolario” e “Estafeta” são seções destinadas às
cartas trocadas entre inúmeros escritores destaca-
a meras curiosidades.
dos da América Latina, da Europa ou dos Estados
Alfonso Reyes, comentarista pionero del poeta innovador del barroco Unidos, agrupando sempre temas relacionados à
español, Luis de Góngora, reúne en la sección “Boletín gongorino” estudios literatura. Ainda que a divisão entre as duas seções
não seja muito definida, a primeira se inclina a reve-
de su propia autoría respecto a este autor y publica notas relacionadas a
lar os remetentes, enquanto a segunda não sempre
la investigación de gongoristas en diferentes países. “Noticia mexicana”, o faz.
presente del primer número al noveno, destaca revistas y libros mexicanos Algumas seções somente figuram em dois nú-
meros de Monterrey. Em “Museo” se encontra uma
examinados o leídos por el embajador. Para mejor visualizarlos éstos son
carta do ex-presidente mexicano general Mariano
separados en cada número, visto que las obras mencionadas comprenden Arista e um retrato do poeta mexicano Aurelio Luis
asuntos diversos, como podemos observar en el número ocho, en que figuran Gallardo, como uma contribuição gráfica à cele-
los tópicos: geografía e historia, historia diplomática, asuntos sociales, arte, bração do centenário do Romantismo na América.
“Rayas de lápiz” ressalta fragmentos aleatórios de
folclore, arqueología, literatura y viajes. obras sobre os quais se fazem breves comentários.
En “Miscelánea”, el lector encuentra textos relacionados con el título de Em “Los ojos de Europa”, Alfonso Reyes pede a
la sección –fragmentos de variadas obras literarias y de diversos autores– y viajantes europeus que dêem seu depoimento so-
bre lugares e aspectos estéticos latino-americanos,
notas de los lectores sobre artículos publicados en números anteriores de ainda que se restrinjam em alguns casos a meras
Monterrey. La sección “Publicaciones recibidas” fue el espacio destinado curiosidades.
al acuse de recibo de obras obsequiadas, que está presente en todos los Alfonso Reyes, comentarista pioneiro do poeta
inovador do barroco espanhol, Luis de Góngora,
números. Por el volumen cada vez mayor de revistas y libros mencionados,
reúne na seção “Boletín gongorino” estudos de sua
el correo que al principio tenía ocho páginas llegó a doce, cinco de ellas própria autoria sobre este autor e publica notas re-
destinadas a esta sección. Tal crecimiento amenazaba el tamaño de los otros lacionadas à pesquisa de gongoristas em diferentes
países. “Noticia mexicana”, presente do primeiro
sectores de la publicación. A partir del noveno número el contenido de la
número ao nono, destaca revistas e livros mexica-
sección recibe una subdivisión más detallada, separando las revistas y los nos examinados e/ou lidos pelo embaixador. Para
libros provenientes de México de aquéllos oriundos de países extranjeros. melhor visualizá-los, estes são separados a cada
número, porque as obras mencionadas compreen-
Puede ser definida como una destacable bibliografía de la época, indicando
dem assuntos diversos, como podemos observar no
de esta manera la divulgación y el prestigio logrado por Monterrey. número oito, em que figuram os tópicos: geografia e
Es importante resaltar que la publicación del Correo literario de Alfonso
Reyes, además de divulgar aspectos de la cultura y de la literatura mexicanas 10 Monterrey, número 1, junho de 1930, p. 7.
história, história diplomática, assuntos sociais, arte, entre los brasileños, pudo tornar públicas las preocupaciones intelectuales y
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 42

folclore, arqueologia, literatura e viagens.


literarias del embajador-escritor con relación al continente. En Monterrey
Em “Miscelánea”, o leitor encontra textos inse-
ridos na proposta descrita pelo título da seção – los temas mexicanos estaban acompañados por el análisis de cuestiones
fragmentos de variadas obras literárias e de diversos referentes a América Latina como de temas y autores vinculados a la literatura
autores – e notas de correspondentes sobre artigos occidental.
publicados em números anteriores de Monterrey. A
seção “Publicaciones recibidas”, foi o espaço desti-
Sobre Brasil mucho se ha revelado a los lectores hispanoamericanos y
nado ao agradecimento de obras obsequiadas, que europeos. En los artículos y cartas presentes en Monterrey se pudo cono-
está presente em todos os números. Pelo volume cer un poco de su cultura, naturaleza y pueblo, aunque hayan sido pocas las
cada vez maior de revistas e livros mencionados, o
menciones a la literatura brasileña. El camino establecido por las páginas de
correio que a princípio tinha oito páginas chegou a
ter doze, cinco delas destinadas a esta seção. Tal cres- Monterrey, en las cuales la multiplicidad cultural fue pieza importante en la
cimento ameaçava o tamanho dos outros setores da construcción de la identidad latinoamericana, aún es recorrido por ilustres
publicação. A partir do nono número, o conteúdo
estudiosos como António Cândido, Ángel Rama y Ana Pizarro.
da seção recebe uma subdivisão mais detalhada,
separando as revistas e os livros provenientes do A través del pensamiento de Alfonso Reyes es posible percibir la necesi-
México daqueles originários de países estrangeiros. dad de entendimiento respecto al movimiento articulatorio de nuestras cul-
Pode ser definida como uma destacável bibliografia turas, sea realizado por los individuos o por la sociedad. La mutua mirada
da época, indicando desta maneira a divulgação e o
prestígio alcançado por Monterrey.
entre ellos permitirá por consiguiente la producción de este conocimiento.
É importante ressaltar que a publicação do Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes propició una de las prime-
Correo literario de Alfonso Reyes, além de divulgar ras contribuciones para que el desconocimiento entre América Hispánica y
aspectos da cultura e da literatura mexicanas entre
Brasil no represente un lugar común.
os brasileiros, pôde tornar públicas as preocupa-
ções intelectuais e literárias do embaixador-escritor
com relação ao Continente. Em Monterrey, os temas
mexicanos estavam acompanhados pela análise de
questões referentes à América Latina como por te-
mas e autores vinculados à literatura ocidental.
Sobre o Brasil, muito foi revelado aos leitores
hispano-americanos e europeus. Nos artigos e car-
tas presentes em Monterrey foi possível conhecer
um pouco de sua cultura, natureza e do povo, ain-
da que tenham sido poucas as menções à literatura
brasileira. O caminho estabelecido pelas páginas
de Monterrey, nas quais a multiplicidade cultural
foi peça importante na construção da identidade
latino-americana, ainda é percorrido por ilustres
estudiosos como António Cândido, Ángel Rama e
Ana Pizarro.
Através do pensamento de Alfonso Reyes, é
possível perceber a necessidade de entendimento
com respeito ao movimento articulador de nossas
culturas, seja ele realizado pelos indivíduos ou pela
sociedade. O mútuo olhar entre eles permitirá, por
conseguinte, a produção deste conhecimento. Mon-
terrey. Correo literario de Alfonso Reyes propiciou uma
das primeiras contribuições para que o desconhe-
cimento entre a América hispânica e o Brasil não
represente um lugar comum.
Gabriel Fernández Ledesma, Botafogo, colección Capilla Alfonsina-INBA

Gabriel Fernández Ledesma, Saudade do Brasil, colección Capilla Alfonsina-INBA


Alfonso, Manuela y Alfonso hijo en un salón de la Embajada de México en Brasil. A sus espaldas, biombo de Dimitri Ismailovich. Río de Janeiro, octubre de 1931.
A lberto E nríquez P er ea*
Monterrey: pliegos filosos

Monterrey: folhas afiadas

Gabriela Mistral calificaba Monterrey. Correo Gabriela Mistral considerava Monterrey.


Correo literario de Alfonso Reyes uma “original folhi-
literario de Alfonso Reyes como una “novedosa hojita de prendas”.1 Enrique
nha de prendas”.1 Enrique Díez-Canedo dizia que,
Díez-Canedo decía que como Reyes quería comunicarse con todos y que como Reyes queria comunicar-se com todos e que
todos lo escucharan inventó una “correspondencia literaria”.2 todos o escutassem, inventou uma “correspondên-
Roberto F. Giusti, uno de los dos directores de la revista argentina No- cia literária”. 2
Roberto F. Giusti, um dos diretores da revista ar-
sotros, creía que el regiomontano en su “personalísimo” correo exprimía “el gentina Nosotros, acreditava que o regiomontano,**
zumo de sus lecturas, mezclando la acidez rancia del seiscientos español y lo em seu “personalíssimo” correio, espremia “o sumo
colonial mejicano con la ‘sinfonía’ de valores y gustos de los cocteles recién de suas leituras, misturando a acidez rançosa do
século XVII espanhol e o colonial mexicano com a
inventados”.3 Y Karl Vossler escribía:
‘sinfonia’ de valores e gostos dos coquetéis recente-
mente inventados”.3 E Karl Vossler escrevia:
Algunas personalidades singularmente enérgicas tienen el poder de
crearse a sí mismas el recinto espiritual en que encuentren eco. Así el bri- Algumas personalidades singularmente enérgi-
llante crítico e historiador de la literatura […]. Edita un boletín personal cas têm o poder de criar para si mesmas o recinto
espiritual em que elas encontrem eco. É o caso
al que le ha puesto como título el nombre de su ciudad natal, Monterrey,
do brilhante crítico e historiador da literatura
boletín que él mismo distribuye y en el que publica valiosos estudios.4 […]. Edita um boletim pessoal que recebeu dele
o nome de sua cidade natal, Monterrey, boletim
que ele mesmo distribui e no qual publica valio-
Estas hojitas fueron desde su primer número, Río de Janeiro, junio de 1930,
sos estudos”. 4
todo eso y más.
Monterrey cuenta entre sus varias secciones la llamada “Guardias de la Estas folhinhas foram, desde seu primeiro número,
Rio de Janeiro, junho de 1930, tudo isso e mais.
pluma”, y como su nombre lo indica, tiene una “intención polémica”.5 Pues
bien, en su primer Correo y en la sección citada, Reyes publicó su carta
* Alberto Enríquez Perea. Professor catedrático da
Faculdade de Ciências Sociais e Políticas da UNAM.
* Alberto Enríquez Perea. Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Membro do Sistema Nacional de Investigadores.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. ** Regiomontano. Originário da cidade de Monterrey,
1 Gabriela Mistral, “Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes”, en Páginas sobre Alfonso Reyes, capital do estado mexicano de Nuevo León (N. T.).
segunda edición, volumen I, primera parte, México, El Colegio Nacional, 1996, p. 184. 1 Gabriela Mistral, “Monterrey, correo literario de
2 Enrique Díez-Canedo, “El correo literario de Alfonso Reyes”, en Páginas sobre Alfonso Reyes, Alfonso Reyes”, em Páginas sobre Alfonso Reyes, segunda
segunda edición, volumen I, primera parte, cit., p. 225. edição, Volume I, primeira parte, México, El Colegio
3 Una amistad porteña. Correspondencia entre Alfonso Reyes y Roberto F. Giusti, compilación de Serge Nacional, 1996, p. 184.
I. Zaïtzeff, México, El Colegio Nacional, 2000, p. 97. 2 Enrique Díez-Canedo, “El correo literario de Alfonso
4 Karl Vossler, “El Monterrey de Alfonso Reyes”, en Páginas sobre Alfonso Reyes, segunda edición, Reyes”, em Páginas sobre Alfonso Reyes, segunda edição,
volumen I, segunda parte, México, El Colegio Nacional, 1996, p. 379. Volume I, primeira parte, cit., p. 225.
5 Reyes escribió en su Monterrey: “No todos mis amigos han comprendido el sentido que quiero 3 Una amistad porteña. Correspondencia entre Alfonso
dar al título ‘Guardias de la pluma’, título que vengo usando en todos los número de este Correo. Algunos Reyes y Roberto F. Giusti, compilação de Serge I. Zaïtzeff,
suponen que empleo la palabra ‘guardia’’ como equivalente de ‘guarda’ o de ‘guardián’. La verdad es que México, El Colegio Nacional, 2000, p. 97.
yo quiero referir al manejo de la pluma el vocabulario de la esgrima, y digo ‘guardias de la pluma’ como 4 Karl Vossler, “El Monterrey de Alfonso Reyes”, em
se dice ‘guardias de la espada’, para sugerir, en las notas que llevan este título, una intención polémica” Páginas sobre Alfonso Reyes, segunda edição, Volume I,
(Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número, 4, abril de 1931, p. 2). segunda parte, México, El Colegio Nacional, 1996, p. 379.
Monterrey conta, entre suas várias seções, com a dirigida a un “hombre de dos tierras, argentino y francés”, Max Daireaux,
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 46

denominada “Guardias de la pluma”, que, como o


conocido suyo desde hacía muchos años, colaborador de la Revue de
nome indica, tem uma “intenção polêmica”.5 Pois
bem, em seu primeiro Correo e na seção citada, l’Amérique Latine, de Ernest Martinenche, y uno entre tantos personajes
Reyes publicou uma carta dirigida a um “homem de la vida intelectual parisina que lo agasajaron cuando llegó como
de duas terras, argentino e francês”, Max Daireaux, Ministro de México en Francia.6 En dos palabras le dijo que apreciaba “el
conhecido seu há muitos anos, colaborador da Re-
vue de l’Amérique Latine, de Ernest Martinenche,
esfuerzo verdaderamente colosal: ¡presentar en trescientas páginas legibles
e um entre tantos personagens da vida intelectual el cuadro de la literatura sudamericana”. Y más adelante, en una posdata
parisiense que o acolheram quando chegou como intitulada, “In cauda venenum”, se encuentra la parte más interesante de la
Ministro do México na França. 6 Em duas palavras,
misma, el objetivo de la carta, que es la defensa de México y de sus hombres
disse-lhe que apreciava “o esforço verdadeiramente
colossal: apresentar em trezentas páginas legíveis o de letras.
quadro da literatura sul-americana”. E, mais adiante, Reyes entendía y comprendía que el editor francés de Panoramas de
em um pós-escrito intitulado “In cauda venenum”,
las literaturas contemporáneas considerara “materialmente imposible”
encontra-se a parte mais interessante da mesma, o
objetivo da carta, que é a defesa do México e de seus reunir en un solo volumen toda la literatura hispanoamericana. Por ello la
homens de letras. parte sudamericana se la encargó a Daireaux, dejando para otra persona o
Reyes entendia e compreendia que o editor fran-
personas el volumen correspondiente a México, las Antillas y Centroaméri-
cês de Panoramas das literaturas contemporâneas con-
siderara “materialmente impossível” reunir em um ca. Pero, ¿por qué el amigo entrañable “llevado sin duda por la elegancia de
só volume toda a literatura hispano-americana. Por su pluma” se deslizó al “querer dar justificaciones de orden espiritual a este
isso, encomendou a parte sul-americana a Daire-
nuevo arreglo práctico, a esta nueva comodidad editorial”? ¿Por qué presen-
taba a México como un “hermano díscolo y alejado”? Ningún americano
5 Reyes escreveu em seu Monterrey: “Nem todos os
meus amigos compreenderam o sentido que quero dar
iba a creer que México fuera “turbulento, inquieto, lírico, a la vez positivista
ao título ‘Guardias de la pluma’, título que venho usando y visionario, realista y quimérico, elegíaco y cruel”; y que se había separado
em todos os números deste correio. Alguns supõem que
uso a palabra ‘guardias’ como equivalente a ‘guarda’ ou “voluntariamente de la familia latinoamericana, y no consentiría en unírsele
‘guardião’. A verdade é que eu quero referir ao manejo da
pena o vocabulário da esgrima, e digo ‘guardias de la pluma’ sino para reclamar, en el dominio espiritual, las prerrogativas inherentes al
como se diz ‘guardas da espada’, para sugerir, nas notas que
recebem este título, uma intenção polêmica” (Monterrey.
derecho de mayoría”.
Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de Janeiro, No. 4, abril No, no podía estar de acuerdo con esas palabras, por lo que le recordó al
de 1931, p. 2).
6 A primeira carta que se conserva de Daireaux a Reyes autor de Le poète et l’infidele que México abrió la era de intercomunicación
é de 4 de setembro de 1921, em que o trata como seu “mui
querido amigo”. E a seguir lhe diz: “Faz bem em desafiar- americana enviando a Sudamérica a sus hombres más representativos: Luis G.
me, pelo meu imperdoável silêncio. Todas as vezes em que Urbina, José Vasconcelos, Antonio Caso, Amado Nervo, Jesús Urueta, Enrique
encontro algum amigo com quem posso recordá-lo, o faço,
‘até pelos cotovelos’. E os meses passam sem que lhe diga, González Martínez e incluido él mismo. Lo que hicieron y lo que les pidieron
meu admirado e querido amigo, com que afeto leio os seus
trabalhos e quanto tenho saudade de você. E hoje recebo que hicieran fue recordarles a “nuestros hermanos del continente la profunda
um enxoval, cheio de jóias, que somente você sabe tornar
tão brilhantes. Delas falarei! E falaremos, pois me parece
que já é tempo de que dê uma volta pela Europa, se o quero
ver antes que, por completo, se desmorone. O que não há 6 La primera carta que se conserva de Daireaux a Reyes es del 4 de septiembre de 1921, en donde lo
de tardar, se continuam as coisas no caminho perigoso trata como su “muy querido amigo”. Y a continuación le dice: “Hace bien de retarme, por mi imperdonable
por onde vão. Ah de arte! Somente na América podem e silencio. Cada vez que encuentro algún amigo con quien puedo recordarlo, lo hago, ‘hasta por los codos’.
poderão viver os poetas! Aqui, passariam por loucos, se Y los meses pasan sin que le diga a usted, mi admirado y querido amigo, con qué afecto lo leo y cuánto
alguém lhes prestasse atenção. Mas estão como se não lo extraño. Y hoy recibo un ajuar, lleno de joyas, de las que usted sólo sabe hacer tan relucientes. De ellas
estivessem, e as pessoas que antes liam, agora só falam de hablaré. Y hablaremos, pues me parece que ya es tiempo que dé una vuelta por Europa, si lo quiero ver antes
guerra, de revoluções e crises. Feliz você, amigo do coração, que por completo se derrumbe. Lo que no ha de tardar, si siguen las cosas en el camino peligroso donde van
que canta”. (Carta de Max Daireaux a Alfonso Reyes. 4 de puestas ¡Ay del arte! Sólo, en la América pueden y podrán vivir los poetas. Aquí, pasarían por locos, si alguien
setembro de 1921, em Arquivo Particular de Alfonso Reyes. les hiciera caso. Pero están como si no estuviesen, y la gente que leía ahora no habla más que de guerra,
Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. revoluciones y crisis. Feliz usted amigo de mi corazón, que canta” (Carta de Max Daireaux a Alfonso Reyes.
Prontuário 652); Paulette Patout, Alfonso Reyes y Francia, 4 de septiembre de 1921, en Archivo Particular de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de
tradução de Isabel Vericat, México, El Colegio de México/ Bellas Artes. Expediente 652); Paulette Patout, Alfonso Reyes y Francia, traducción de Isabel Vericat, México,
Gobierno del Estado de Nuevo León, 1990, p. 275. El Colegio de México/Gobierno del Estado de Nuevo León, 1990, p. 275.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 47
Homenaje a Alfonso Reyes en la Academia Brasileña de Letras. Discurso de Rodrigo Octavio. Río de Janeiro, 30 de agosto de 1934.

solidaridad que siempre los ha unido”. Tampoco debería olvidar que toda la aux, deixando para outra pessoa ou pessoas o volu-
me correspondente ao México, Antilhas e América
juventud americana “contemplaba con interés los empeños de México en sus
Central. Mas, por que o íntimo amigo “levado, com
indagaciones y sondeos del alma americana”. Y más de un hombre podía decir certeza, pela elegância de sua pena” deslizou ao “que-
que recibió de México el “bautismo continental” que merecía, no porque se rer dar justificações de ordem espiritual a este novo
tuviera una delegación especial o prioridad sino simplemente porque el entu- arranjo prático, a esta nova comodidade editorial”?
Por que apresentava o México como um “irmão
siasmo por la Idea Americana se daba en México “en todo su vigor”.
díscolo e distante”? Nenhum americano iria acredi-
Por otra parte, el escritor argentino-francés creía que nuestro país no re- tar que o México fosse “turbulento, inquieto, lírico,
conocía “ninguna aportación extranjera”, que se aislaba, que se concentraba ao mesmo tempo positivista e visionário, realista e
sólo en su “original pureza” y en las tradiciones aztecas y españolas. Mas, quimérico, elegíaco e cruel”; e que se havia separa-
do “voluntariamente da família latino-americana, e
¿cuáles eran las tradiciones aztecas? ¿Se refería a los “monumentos arqueo- não consentiria em unir-se à mesma, a não ser para
lógicos”? “Porque de aquella vetusta civilización sólo hemos heredado las reclamar, no domínio espiritual, as prerrogativas
piedras”, respondió Reyes, y agregaba inmediatamente para decir que exa- inerentes ao direito de maioria”.
Não, não podia estar de acordo com essas pala-
geraba con esta afirmación. Lo que quería decir era que faltaba lo único que
vras, por isso recordou ao autor de Le poète et l’infidele
generaba tradiciones: la “representación moral del mundo”. que o México abriu a era de intercomunicação ameri-
Reyes volvió al proyecto Panoramas. México se quedaba fuera “porque cana, enviando à América do Sul seus homens mais
era materialmente imposible abarcarlo en las dimensiones de un volumen, representativos: Luis G. Urbina, José Vasconcelos,
Antonio Caso, Amado Nervo, Jesús Urueta, Enri-
a riesgo de tratar la vasta materia en una forma demasiado sumaria que hu-
que González Martínez e inclusive ele mesmo. O
biera sido indigno” de su nombre. ¿No le parecía?, le preguntó Reyes. Enton- que fizeram e o que lhes pediram que fizessem foi
ces, ¿por qué le puso a su libro Littérature hispano-américaine en lugar de recordar aos “nossos irmãos do Continente a pro-
funda solidariedade que sempre os uniu”. Também
Littérature sudaméricaine que era más propio? La exclusión de Brasil, “por
não deveria esquecer que toda a juventude ameri-
respeto lingüístico”, se hubiera entendido. Pero México, ¿dónde quedaba? cana “contemplava com interesse os esforços do
¿Dónde lo iba a poner? ¿Dónde? Si el mundo llamaba Norteamérica a los Es- México em suas indagações e sondagens da alma
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 48

Primer Baile del Carnaval de los Artistas. Río de Janeiro, Teatro João Caetano, 27 de enero de 1934.

americana”. E mais de um homem podia dizer que tados Unidos y ahora Max Daireaux lo excluía del orbe hispanoamericano,
recebeu do México o “batismo continental” que
¿dónde quedaba México?7 Pregunta sin respuesta ante el inviolable silencio
merecia, não porque tivesse uma delegação especial
ou prioridade, mas porque simplesmente o entu-
del escritor argentino-francés.
siasmo pela Idéia Americana dava-se no México “em Poco tiempo después, el 16 de julio de 1930, Reyes recibió una carta de
todo o seu vigor”. Philippe Soupault, director literario de Éditions Kra, diciéndole que segura-
Por outro lado, o escritor argentino-francês
mente recibió el Panorama de la Litératture Hispanoaméricaine, por Dai-
acreditava que nosso país não reconhecia “nenhu-
ma contribuição estrangeira”, que se isolava e se raux y, por otra parte, le comentaba que para el año en curso querían editar
concentrava somente em sua “original pureza” e nas una nueva serie de Panoramas des Littératures Contemporaines. Y les sería
tradições astecas e espanholas. Mas, quais eram as muy grato que pudiera firmar un contrato para el volumen Panorama de
tradições astecas? Referia-se, por acaso, aos “monu-
la Littérarture Mexicaine-Antillaise.8 Esperaban su respuesta y ya le envia-
mentos arqueológicos?” “Porque daquela vetusta ci-
vilização só herdamos as pedras”, respondeu Reyes, rían el contrato.
e acrescentava imediatamente para dizer que exage- Días más tarde, Léon Pierre-Quint, de la misma casa editorial, le escribió
rava com esta afirmação. O que queria dizer era que largamente, para decirle que sería para ellos un honor que aceptara definiti-
faltava o único que gerava tradições: a “representação
vamente el proyecto de un Panorama de la Littérature Mexicaine. Volu-
moral do mundo”.
Reyes voltou ao projeto Panoramas. O México men en el cual podría incluir otro país fuera de los que estudió Daireaux ni
ficava fora “porque era materialmente impossível
abarcá-lo nas dimensões de um volume, com o 7 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 1, junio de 1930, p. 3.
risco de tratar a vasta matéria de uma forma dema- 8 Carta de Philippe Soupault a Alfonso Reyes. París, 16 de julio de 1930, en Archivo Particular de
siado sumária, que teria sido indigna” de seu nome. Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. Expediente 1344.
tampoco Brasil ni Portugal, pues para estos dos países se estaba preparando Não lhe parecia? – perguntou Reyes. Então, por

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 49


que chamou seu livro Littérature hispano-américaine
otro volumen.9
em lugar de Littérature sudaméricaine como era mais
Justo en este verano, Mathilde Pomès, la querida y admirada traductora apropriado? A exclusão do Brasil, “por respeito
de la obra de Reyes al francés, le escribía para recordarle el compromiso ad- lingüístico”, teria sido compreendida, mas o Mé-
quirido con Paul Hazard, director de la Revue de littérature comparée,10 de xico, onde ficava? Onde iria colocá-lo? Onde? Se
o mundo chamava os Estados Unidos de América
darle un manuscrito. Ella era la más interesada en este asunto, pues fue la que do Norte e, agora também, Max Daireaux o excluía
le pidió a su maestro y amigo que al dedicar un número especial a la Amé- do orbe hispano-americano, onde ficaria o México?7
rica Latina en la revista que dirigía, no olvidara a Reyes. Necesitaba pues su Pergunta sem resposta diante do inviolável silêncio
do escritor argentino-francês.
colaboración, ya que la calificaba el editor la mejor de ese número especial.11
Pouco tempo depois, em 16 de julho de 1930,
Petición a la que el mismo Hazard se sumó en estos días veraniegos. Reyes recebeu uma carta de Philippe Soupault,
El tiempo pasaba y al finalizar el año de 1930 sólo quedaba el siguiente diretor literário de Éditions Kra, dizendo-lhe que
certamente havia recebido o Panorama da Littéra-
compromiso con Éditions Kra, hacer el volumen dedicado a la Literatura
ture Hispanoaméricaine, por Daireaux e, por outra
Mexicana, de la América Central y de las Antillas, en colaboración con Pedro parte, comentava que para o ano em curso queriam
Henríquez Ureña. Y la colaboración con Hazard quedaba pendiente. Meses editar uma nova série de Panoramas des Littératures
Contemporaines, e lhes seria muito grato que pudes-
después, Pomès le sugirió a Reyes que iba a traducir su carta a Daireaux pu-
se assinar um contrato para o volume Panorama da
blicada en Monterrey para que figurara en la Revue de littérature comparée. Littérature Mexicaine-Antillaise. 8 Esperavam sua res-
Reyes estaba sumamente “contento de figurar en el número, y más aún de posta e já lhe enviariam o contrato.
Alguns dias mais tarde, Léon Pierre-Quint, da
aparecer de la mano de Mathilde”.12 Como bien lo dijo Paulette Patout, Reyes
mesma casa editorial, escreveu-lhe detalhadamente
quería que esta carta no sólo la conocieran sus amigos, sino un público más para dizer que seria para eles uma honra que aceitasse
amplio, los que fueran a adquirir o se interesaran por el Littérature hispano- definitivamente o projeto de um Panorama de la Litté-
américaine.13 ¿No sería ésta la razón para que no se hablara más de un Pano- rature Mexicaine, volume no qual poderia incluir ou-
tro país que não fosse um dos que estudou Daireaux,
rama de la Literatura Mexicana, de la América Central y de las Antillas? nem tampouco o Brasil e Portugal, porque para estes
Cuando el primer número de Monterrey. Correo literario de Alfonso dois países estava sendo preparado outro volume.9
Reyes iniciaba su viaje hacia varios puntos de dos continentes, en Argentina Justamente neste verão, Mathilde Pomès, a
querida e admirada tradutora da obra de Reyes ao
aparecieron las colaboraciones de Ramón Doll, abogado de profesión, si-
francês, escrevia-lhe para recordar o compromisso
tuado políticamente entre el socialismo y el anarquismo libertario, autor de adquirido com Paul Hazard, diretor da Revue de
tres libros: Críticas y ensayos (1929), El caso Rodowitzky (1929) y Crítica Littérature Comparée,10 de dar-lhe um manuscrito.
Ela era a mais interessada neste assunto, pois foi
(1930). Era redactor de la revista socialista Claridad y colaborador del diario
quem pediu a seu mestre e amigo que, ao dedicar
La Vanguardia. Este oriundo de La Plata, escribió en Nosotros, “El intelec- um número especial à América Latina na revista que
tual ante la realidad social Argentina”, junio de 1930; en La vida literaria, dirigia, não esquecesse Reyes. Precisava, portanto, de

“Patricios y plebeyos”, julio de ese mismo año; y concedió una entrevista en


7 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
La literatura argentina, igualmente en julio.
Janeiro, Núm., 1, junho de 1930, p. 3.
8 Carta de Philippe Soupault a Alfonso Reyes. Paris, 16
de julho de 1930, em Arquivo Particular de Alfonso Reyes.
9 Carta de Léon Pierre-Quint a Alfonso Reyes. París, 7 de agosto de 1930, en Archivo Particular de Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes.
Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. Expediente 1344. Prontuário 1344.
10 Carta de Paul Hazard a Alfonso Reyes, París, 8 de marzo de 1930, en Archivo Particular de Alfonso 9 Carta de Léon Pierre-Quint a Alfonso Reyes. Paris, 7
Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. Expediente 1165. de agosto de 1930, em Arquivo Particular de Alfonso Reyes.
11 Carta de Mathilde Pomès a Reyes. París, 30 de enero de 1930; y, Mathilde Pomès a Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes.
Paris, 30 de julio de 1930, en Archivo Particular de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional Prontuário 1344.
de Bellas Artes. Expediente 2049. 10 Carta de Paul Hazard a Alfonso Reyes, Paris, 8 de
12 Carta de Alfonso Reyes a Mathilde Pomès. Río de Janeiro, marzo 12 de 1932, en Archivo Particular março de 1930, em Arquivo Particular de Alfonso Reyes.
de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. Expediente 2049. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes.
13 Paulette Patout, Alfonso Reyes y Francia, cit., p. 547. Prontuário 1165.
En su Diario, Reyes anotó que estaba “pergeñando respuesta a la polémi-
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 50

ca” que abrió Doll, sobre la idea de José Ortega y Gasset y suya, de que había
en Buenos Aires patricios y plebeyos pero, “en qué sentido”.14 Para dar esa
respuesta consiguió aquellas colaboraciones y la entrevista concedida, y en
cada una de ellas puso sus líneas a raya. Las primeras fueron cuando el abo-
gado socialista preguntaba: “¿Qué es lo que le pasa al intelectual argentino
que no ve claro, no quiere ver claro en este momento de transición del país,
en que la masa migratoria está ocupando los últimos reductos de la política
y todos los instrumentos culturales argentinos?” Y esta idea la reiteraba más
adelante señalando que los intelectuales de su país no podían, ni querían ni
les interesaba ni les convenía comprender que en Argentina se estaba produ-
ciendo “un enorme hiatus entre las nuevas formas de la sociedad nacional y
la de hace un cuarto de siglo”.
Hay otras partes del artículo de Doll no subrayadas por Reyes que son
interesantes. En una de ellas señalaba que en manos de qué “abyectos dema-
gogos, de qué hábiles camanduleros electorales” estaba cayendo Argentina,
pues había hombres que tenían una “visión general inteligente del país”, pero
que sólo sabían “abominar, irritarse o reírse de él, pintándolo como perdido
o enajenado”. Si la inteligencia argentina empezaba por “despreciar al país”,
¿qué podía esperar éste de aquélla? “Ayer era Loncán quien hablaba del ar-
quetipo porteño encarnado en Mansila; otro día es Cancela que descubre el
helenismo en la Pampa; después Ortega y Gasset y Reyes quienes encuen-
tran en Buenos Aires, patricios y plebeyos”, frase que puso en guardia al en-
tonces embajador de México en Brasil.15
Fue en La vida literaria en donde Doll encaró las opiniones dichas
por Reyes y Ortega y Gasset sobre “las luchas seculares de patricios
y plebeyos” en su tierra. Según su entender Reyes creía que en su país
había un “duelo entre los patricios y el pueblo de procedencia extranjera”
Estos grabados de Marguerite Barciano sirvieron para ilustrar
Minuta. Juego poético, 1935 . Capilla Alfonsina-INBA
y también que la clase patricia era la que mantenía “las normas y los
símbolos de la nacionalidad” argentina. En tanto que el filósofo español
pensaba que había “un núcleo perfectamente nacionalizado y en torno de
él una periferia de la reciente emigración”. Por lo que a partir de ahí, Doll
escribió:

En síntesis, digamos que para ambos observadores, habría aquí un pa-


triciado criollo, un núcleo de ‘gens’ descendientes de los fundadores de
la nacionalidad; y ese núcleo, esas ‘gens’, formarían cuadros inaccesibles

14 Alfonso Reyes, Diario. 1911-1930, prólogo de Alicia Reyes, nota del Dr. Alfonso Reyes Mota,
Guanajuato, Universidad de Guanajuato, 1969, p. 322.
15 El artículo de Doll, “El intelectual ante la realidad social argentina” se puede consultar en el expediente

718. Archivo Particular de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes.
sua colaboração, que já era considerada pelo editor

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 51


como a melhor desse número especial.11 Petição a
La verdad es que en Río y sus alrededores no tuve el que o mesmo Hazard se somou nestes dias de verão.
desagrado de encontrarme con muchas tarántulas. O tempo passava e, ao finalizar o ano de 1930,
só restava o seguinte compromisso com a Éditions
Eran el miedo y la obsesión de mi infancia en aquellas Kra, de fazer o volume dedicado à Literatura Me-
mis montañas del Norte, donde las tempestades las xicana, da América Central e das Antilhas, em co-
laboração com Pedro Henríquez Ureña, sendo que
hacían brotar de sus escondrijos. Yo creía oírlas piar a colaboração com Hazard continuaria pendente.
y me parecía que tenían los ojos luminosos; gordas Alguns meses depois, Pomès sugeriu a Reyes que
poderia traduzir sua carta a Daireaux, publicada em
arañas de pelo en pecho, “arañas pollitos”, que dice Monterrey, para que figurasse na Revue de Littérature
Comparée. Reyes estava sumamente “contente de
la gente; las patas siempre contraídas como para
estar incluído no número e, ainda mais, de aparecer
saltarnos encima –y esa cara de niños impertinentes junto com Mathilde”.12 Como bem disse Paulette
Patout, Reyes queria que esta carta não somente
que nos espían con extraña fijeza.
fosse conhecida pelos seus amigos, como também
por um público mais amplo, o que fosse adquirir ou
se interessasse pelo livro Littérature hispano-améri-
Alfonso Reyes, Notas varias
caine.13 Esta não seria a razão para que não se falasse
mais de um Panorama da Literatura Mexicana, da
América Central e das Antilhas?
al elemento inmigrado extranjero, especie de ‘peregrini’ que serían las Quando o primeiro número de Monterrey. Cor-
clases plebeyas argentinas. reo literario de Alfonso Reyes iniciava sua viagem a
vários pontos de dois continentes, na Argentina
apareceram as colaborações de Ramón Doll, ad-
Doll siguió soltando la pluma y concluyó que esas ideas eran caprichosas
vogado de profissão, situado politicamente entre o
y superficiales. Sin embargo, ¿qué era lo que en realidad habían querido socialismo e o anarquismo libertário, autor de três
decir estos dos escritores? Nada nuevo, respondió el redactor de Claridad. livros: Críticas y ensayos (1929), El caso Rodowitzky
Repetían la vieja lección de la tradición intelectual argentina que no (1929) e Crítica (1930). Era redator da revista socia-
lista Claridad e colaborador do diário La Vanguar-
correspondía “al pensamiento popular, al sentimiento y el instinto, la voluntad
dia. Este oriundo de La Plata escreveu em Nosotros,
y el subconsciente” que anidaba la masa, ayer “gaucha” y ahora “inmigratoria”. “El intelectual ante la realidad social argentina”,
Esa tradición intelectual no hacía otra cosa que falsificar grotescamente la em junho de 1930; em La vida literaria, “Patricios y
plebeyos”, julho desse mesmo ano; além de ter con-
historia de Argentina. Y ahora el mexicano y el español dibujaban un país
cedido uma entrevista em La literatura argentina,
en el papel que no tenía “nada que ver con la auténtica” Argentina. Escritores igualmente em julho.
que frecuentaban la alta sociedad en donde ciertamente había “algunos Em seu Diario, Reyes anotou que estava “esbo-
çando uma resposta à polêmica” que abriu Doll,
símbolos, normas del patriciado criollo”, pero no el alma argentina.16
sobre a idéia de José Ortega y Gasset e sua, de que
En la entrevista que Doll concedió a La literatura argentina hay que havia em Buenos Aires patrícios e plebeus, mas “em
destacar estas declaraciones:

Nuestra generación es la primera en la historia argentina que ha hecho un 11 Carta de Mathilde Pomès a Reyes. Paris, 30 de janeiro
esfuerzo americano y nacionalista por definirse y encontrarse. Esa es su vo- de 1930; e Mathilde Pomès a Alfonso Reyes, Paris, 30 de
julho de 1930, em Arquivo Particular de Alfonso Reyes.
cación. Está constituida en su mayor parte la primera hornada de hijos de in- Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes.
migrantes que ha llegado o está llegando a la seria edad de los 30 ó 35 años. Prontuário 2049.
12 Carta de Alfonso Reyes a Mathilde Pomès. Rio de
Janeiro, 12 de março de 1932, em Arquivo Particular de
Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de
16 El artículo de Doll, “Patricios y plebeyos” se puede consultar en el expediente 718. Archivo Particular Bellas Artes. Prontuário 2049.
de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. 13 Paulette Patout, Alfonso Reyes y Francia, op. cit., p. 547.
que sentido”.14 Para dar essa resposta, conseguiu
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 52

aquelas colaborações e a entrevista concedida, e


em cada uma delas colocou suas linhas dentro dos
justos limites. As primeiras foram quando o advo-
gado socialista perguntava: “O que acontece com o
intelectual argentino que não vê claro, não quer ver
claro neste momento de transição do país, em que a
massa migratória está ocupando os últimos redutos
da política e todos os instrumentos culturais argen-
tinos?” E esta idéia a repetia mais adiante, afirman-
do que os intelectuais de seu país não podiam, nem
queriam, nem lhes interessava, nem lhes convinha
compreender que na Argentina estava sendo pro-
duzido “um enorme hiatus entre as novas formas da
sociedade nacional e a de 25 anos atrás”.
Há outras partes do artigo de Doll, não subli-
nhadas por Reyes, que são interessantes. Em uma
delas, assinalava em mãos de que “abjetos demago-
gos, de que hábeis hipócritas eleitorais” estava cain-
do a Argentina, porque havia homens que tinham
uma “visão geral inteligente do país”, mas que só
sabiam “abominar, irritar-se ou rir-se dele”, pintan-
do-o como perdido ou alienado”. Se a inteligência
argentina começava por “desprezar o país”, o que
este poderia esperar dela? “Ontem era Loncán que
falava do arquétipo portenho encarnado em Man-
sila; outro dia é Cancela que descobre o helenismo
Amigos de Alfonso Reyes hijo en Brasil. Photographia Plus Ultra.
nos Pampas; depois Ortega y Gasset e Reyes que
encontram patrícios e plebeus em Buenos Aires”,
Y sin embargo quién sabe qué fatalidad quería que la Argentina se formara
frase que alertou o então embaixador do México no
Brasil.15 “sin la colaboración de la inteligencia, de la idea”. Pues reconocía que la his-
Foi em La vida literaria que Doll encarou as opi- toria de esa inteligencia era la historia de la “abdicación, del ausentismo, del
niões emitidas por Reyes e Ortega y Gasset sobre egoísmo y del anti-argentinismo”. El país evolucionaba, las masas de inmi-
“as lutas seculares de patrícios e plebeus” em sua
terra. Segundo seu modo de entender, Reyes acre-
grantes suplantaban a “la población nativa” y transformaban la Pampa. La
ditava que – em seu país – havia um “duelo entre inteligencia argentina daba la “espalda a la realidad y al pueblo, a la tierra y a
os patrícios e o povo de procedência estrangeira” e la Nación”. Además, había mucha gente que pensaba que Argentina era una
também que a classe patrícia era a que mantinha “as
idea que se estaba realizando, que era un logos. Entre ellos estaba Reyes que
normas e os símbolos da nacionalidade” argentina.
Por outro lado, o filósofo espanhol pensava que ha- quería decirlo “¡todavía! en un libro”; y, él y Ortega y Gasset descubrieron
via “um núcleo perfeitamente nacionalizado e, em “que aquí, como en la primera Roma” había patricios y plebeyos.17
torno dele, uma periferia composta pela recente
La respuesta de Reyes se encuentra en el rehecho número dos de su Correo.18
imigração”. Por isso, a partir daí, Doll escreveu:
Desde su Monterrey le dijo al periodista argentino que recogía “con deferencia
sus objeciones” a un artículo suyo publicado en Nosotros, “Palabras sobre la
14 Alfonso Reyes, Diario. 1911-1930, prólogo de Alicia
Reyes, nota do Dr. Alfonso Reyes Mota, Guanajuato,
Universidade de Guanajuato, 1969, p. 322.
15 O artigo de Doll, “El intelectual ante la realidad social 17 Roberto Doll. Expediente 718, en Archivo Particular de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto
argentina”, pode ser consultado no prontuário 718. Arquivo Nacional de Bellas Artes.
Particular de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto 18 El anterior Monterrey lo quemó por los numerosos errores contenidos y que en gran parte se
Nacional de Bellas Artes. debieron a las imprentas brasileñas (Alfonso Reyes, Diario. 1911-1930, cit., p. 323).
Em síntese, digamos que para ambos os obser-

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 53


vadores, haveria aqui um patriciado crioulo, um
núcleo de ‘genes’ descendentes dos fundadores
da nacionalidade; e esse núcleo, esses ‘genes’,
formariam quadros inacessíveis ao elemento
imigrado estrangeiro, espécie de ‘peregrini’ que
seriam as classes plebéias argentinas.

Doll continuou dando rédeas à pena e concluiu


que essas idéias eram caprichosas e superficiais. No
entanto, o que – na verdade – estes dois escritores
tinham querido dizer? Nada de novo, respondeu o
redator de Claridad. Repetiam a velha lição da tra-
dição intelectual argentina que não correspondia
“ao pensamento popular, ao sentimento e ao ins-
tinto, à vontade e ao subconsciente” que habitava
Reunión del cuerpo diplomático con el presidente Getúlio Vargas. Río de Janeiro, Palacio de Guanabara, 28 de a massa, ontem “gaucha” e agora “imigratória”. Essa
julio de 1936 .
tradição intelectual não fazia outra coisa que falsifi-
car grotescamente a história da Argentina. E agora
nación argentina”.19 Pero en realidad lo que hacía era apoyarse en él “como en un o mexicano e o espanhol desenhavam um país no
pretexto para lanzarse a la exposición de nuevos puntos de vista”. En cuanto a papel, que não tinha “nada a ver com a autêntica”
Argentina. Escritores que freqüentavam a alta so-
que “¡todavía!” preparaba un “libro para repetir por extenso” sus “errores” le dijo ciedade em que, com certeza, havia “alguns símbo-
que se tranquilizara, que eso no lo había ofrecido. En cuanto a lo de patricios los, normas do patriciado crioulo”, mas não a alma
y plebeyos, era una metáfora. Roma quería decir Estado; patricios, pueblo; argentina.16
Na entrevista que Doll concedeu a La literatura
plebeyos, palabra que nunca mencionó, era la periferia. Nada más. argentina é preciso destacar estas declarações:
Con respecto a que la clase privilegiada conservaba “algunas caracterís-
Nossa geração é a primeira na história argenti-
ticas de tradición” y que entre esta clase y la otra había un duelo, Doll mismo
na que fez um esforço americano e nacionalista
lo demostraba “con el ejemplo, hasta por la virulencia de sus ataques contra por definir-se e encontrar-se. Essa é sua vocação.
Está constituída, em maior parte, pela primeira
los privilegiados”. Que estos privilegiados los engañaron, a Ortega y a Re- fornada de filhos de imigrantes que chegaram ou
yes, haciéndoles creer que eran “verdaderos aristócratas” siendo “unos co- estão chegando à séria idade de 30 ou 35 anos.

merciantes y trabajadores que por la noche” se vestían de frac y “en horas


Entretanto, quem sabe que fatalidade queria que a
de ocio” gastaban “el remanente del porteñismo suspirando por Europa”, le Argentina se formasse “sem a colaboração da inte-
respondió Reyes: que no debía suponerlo ni por un instante. Su experiencia ligência, da idéia”, porque reconhecia que a história
dessa inteligência era a história da “abdicação, do
en la vida argentina fue “un poco más ecléctica” de lo que podía sospechar. Y
absentismo, do egoísmo e do antiargentinismo”. O
sus amigos podrían decírselo. país evoluía, as massas de imigrantes suplantavam
“a população nativa” e transformavam o Pampa. A
19 Vale la pena citar estos dos fragmentos de “Palabras sobre la nación argentina”: “He pensado que inteligência argentina dava as “costas à realidade
las impresiones de un extranjero (que no lo es tanto) sobre ciertos rasgos fundamentales de la nación
argentina podrían ofrecer, cuando menos, alguna curiosidad. Los escritores de España han confesado e ao povo, à terra e à Nação”. Além disso, havia
que la visión extranjera de Théophile Gautier les ayudó a abrir los ojos sobre los aspectos y perfiles de su muita gente que pensava que a Argentina era uma
propio paisaje. Y Gautier era mucho más extranjero para España de lo que este mexicano pueda serlo para idéia que se estava realizando, que era um logos.
la Argentina. El nuevo escorzo, la desviación que produce el mirar las cosas viniendo de otra parte, ayuda
a rodearlas y abarcarlas mejor. Aunque yo no quiera, aunque suprima un término de la comparación, mis
Entre eles estava Reyes, que queria dizê-lo “ainda
impresiones sobre la Argentina tienen que fundarse en un trabajo comparativo de la mente. De aquí, em um livro!”; e, ele e Ortega y Gasset descobri-
creo yo, todo el valor de tales impresiones, si alguno tienen. En nuestro caso, la comparación posee un
interés singular, porque no se establece entre dos países cualesquiera de nuestra raza, sino entre México
y la Argentina, los dos países polos, los dos extremos representativos de los dos fundamentales modos 16 O artigo de Doll, “Patricios y plebeyos”, pode ser
de ser que encontramos en Hispanoamérica. Y definir un fenómeno por sus extremos es la manera de consultado no prontuário 718. Arquivo Particular de
abreviar” (Alfonso Reyes, selección y prólogo de Alberto Enríquez Perea, México, Ediciones Cal y Arena, Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de
2007, p. 200. [Los Imprescindibles]). Belas Artes y Literatura.
ram “que aqui, como na primeira Roma” havia pa- Y que Ortega trajera “en los ojos la visión de su aristocracia española” y la
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 54

trícios e plebeus.17
de él la aristocracia hispanoamericana, podía ser cierto. “Pero precisamente
A resposta de Reyes se encontra no refeito nú-
mero dois de seu Correo.18 Em Monterrey, afirmou ao ese módulo de comparación” les sirvió “para apreciar el contraste, y no para
jornalista argentino que recolhia “com deferência inventar semejanzas que no existen”. Ni en España ni en México se daba el
suas objeções” a um artigo seu, publicado em No- “fenómeno típica y agudamente aristocrático” que se daba en Argentina.
sotros, “Palabras sobre la nación argentina”;19 mas,
na verdade, o que fazia era apoiar-se nele “como um
Aquí [dijo Reyes en su respuesta a Doll] el núcleo ejerce una verdadera
pretexto para lançar-se à exposição de novos pontos
de vista”. Quanto a que “ainda!” preparava um “livro
fascinación sobre la periferia, a través precisamente de ese conjunto de
para repetir por extenso” seus “erros”, disse-lhe que ideales, hábitos, maneras de ser y de obrar, trajes y ademanes que se llama
se tranqüilizasse, que não havia oferecido isso. No la mundanidad. Hasta el trabajo intelectual y artístico, una vez aceptado
que se refere a “patrícios e plebeus”, era uma metá- como uno de los caminos de acceso a la mundanidad, se ha visto, por eso,
fora. Roma queria dizer Estado; patrícios, povo; ple- desarrollado en términos de verdadera superproducción, de oferta mayor
beus, palavra que nunca mencionou, era a periferia. que la demanda, como lo saben bien todos los editores, libreros y críticos
Somente isso. argentinos. Que el núcleo no esté formado por aristócratas verdaderos, no
A respeito de que a classe privilegiada conserva-
es obstáculo para que ejerza verdaderas funciones de aristocracia. ¡Al con-
va “algumas características de tradição” e que entre
trario!
esta classe e a outra havia um duelo, o próprio Doll o
demonstrava “com o exemplo, até pela virulência de
seus ataques contra os privilegiados”. Que estes pri- Y si en el duelo entre clases Doll tomaba partido “por la periferia contra el
vilegiados enganaram Ortega e Reyes, fazendo-os núcleo”, como lo hizo, confirmaba la verdad del fenómeno. Y ésta no era la
acreditar que eram “verdadeiros aristocratas”, sendo
razón para que atacara “una definición objetiva de un estado de cosas” que
“uns comerciantes e trabalhadores que – de noite –
se vestiam de fraque e em horas de ócio” gastavam estaba “lejos de recomendar como el mejor”. Y repetía lo que había dicho:
que la supremacía del núcleo era un “milagro cívico”, el cual, “si la clase
17 Roberto Doll. Prontuário 718, em Arquivo Particular
privilegiada diera en abandonarse, no podría mantenerse ya por muchos
de Alfonso Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de años”. Antes escribió las siguientes palabras que debieron merecer toda su
Bellas Artes.
18 Reyes queimou o anterior Monterrey pelos simpatía:
numerosos erros contidos, os quais, em grande parte, se
deveram às gráficas brasileiras (Alfonso Reyes, Diario.
1911-1930, op. cit., p. 323). Creo honradamente que todavía a orillas del Plata tiene que liquidarse
19 Vale a pena citar estes dois fragmentos de “Palabras la cuenta histórica que ya conocemos por el ejemplo de Roma: el duelo
sobre la nación argentina”: “Tenho pensado que as
impressões de um estrangeiro (que não é tanto) sobre certas entre los patricios y el pueblo de procedencia extranjera, que acaso
características fundamentais da nação argentina poderiam acabe por dar otro carácter inesperado a la nacionalidad del Sur.20
oferecer, pelo menos, alguma curiosidade. Os escritores da
Espanha confessaram que a visão estrangeira de Théophile
Gautier ajudou-os a abrir os olhos sobre os aspectos e
perfis de sua própria paisagem. E Gautier era muito mais Asimismo, le decía Reyes a Doll, había partes en sus artículos en donde lo
estrangeiro para a Espanha do que este mexicano poderia
sê-lo para a Argentina. O novo escorço, o desvio produzido
mezclaba en una guerra que no era suya, sino de él, contra los intelectuales
por olhar as coisas vindo de outra parte, ajuda a rodeá-las e que creían que Argentina era una idea y se desesperaba con la intelectualidad
abarcá-las melhor. Embora eu não queira, embora suprima
um termo da comparação, minhas impressões sobre a que le había precedido por europeizante y descastada. “¡Sin pensar que esta
Argentina têm que estar fundamentadas em um trabalho
comparativo da mente. Aqui está, creio eu, todo o valor generación ha debido trabajar con los instrumentos de la cultura europea,
destas impressões, se algum valor tiverem. Em nosso caso, únicos que hasta ahora se encuentran en plaza, aun para atacar a la misma Eu-
a comparação possui um interesse singular, porque não se
estabelece entre dois países quaisquer de nossa raça, mas ropa, y para penetrar en los misterios de la India!”, le revira Reyes y aun le dice
entre o México e a Argentina, os dois países pólos, os dois
extremos representativos dos dois fundamentais modos que si no había pensado que sin esa generación de “europeizadores de Amé-
de ser que encontramos na América Hispânica. E definir
um fenômeno por seus extremos é a maneira de abreviar”
rica, nunca se hubiera obtenido la cosecha de los actuales americanizadores
(Alfonso Reyes, seleção e prólogo de Alberto Enríquez
Perea, México, Ediciones Cal y Arena, 2007, p. 200. [Los
Imprescindibles]). 20 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 4.
o “remanescente do portenhismo, suspirando pela

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 55


Europa”, lhe respondeu Reyes que não devia supô-
lo nem por um instante. Sua experiência na vida ar-
gentina foi “um pouco mais eclética” do que podia
suspeitar, e seus amigos poderiam comprová-lo.
Que Ortega trouxesse “nos olhos a visão de sua
aristocracia espanhola” e a dele a aristocracia hispa-
no-americana podia ser certo. “Mas, precisamente,
esse módulo de comparação” lhes serviu “para apre-
ciar o contraste e não para inventar semelhanças
que não existem”. Nem na Espanha, nem no Méxi-
co se dava o “fenômeno típica e agudamente aristo-
crático” que se dava na Argentina.

Aqui [disse Reyes em sua resposta a Doll] o nú-


cleo exerce uma verdadeira fascinação sobre a
periferia, através precisamente desse conjunto de
Dibujo de Cândido Portinari dedicado a Alfonso Reyes, 1932 . Capilla Alfonsina-INBA ideais, hábitos, maneiras de ser e de agir, trajes e
ademanes que se chama mundanidade. Inclusive
de América” o que aspiraban a serlo. “Las culturas no se improvisan: quieren o trabalho intelectual e artístico, uma vez aceito
como um dos caminhos de acesso à mundanida-
tiempo y abono, como toda semilla para llegar a fruto”, le recordó Reyes. de, tem-se desenvolvido, por isso, em termos de
Para terminar, Reyes dijo: pertenecía a “un pueblo entregado con singu- verdadeira superprodução, de oferta maior do
que a demanda, como bem sabem todos os edi-
lar y visible esfuerzo a la renovación de sus módulos de vida y a la busca de su tores, livreiros e críticos argentinos. Que o núcleo
sentido autóctono o, por lo menos, autonómico”, que le era muy grato “tener não esteja formado por aristocratas verdadeiros
não é obstáculo para que exerça verdadeiras fun-
que hacer la investigación” por su cuenta y “muy placentero saber” que ha- ções de aristocracia. Muito pelo contrário!
bía de llevar “su existencia ese hermoso afán. Es bueno merecer las patrias,
ganarlas, conquistarlas. Vamos, señor y amigo: felicitémonos de que no se Se no duelo entre classes, Doll tomava partido “pela
periferia contra o núcleo”, como o fez, confirmava a
haya inventado hasta hoy un comprimido Bayer que nos permita ingerir, de verdade do fenômeno; e esta não era a razão para que
un trago, toda la conciencia nacional. Usted me entenderá. Usted que parece atacasse “uma definição objetiva de um estado de
amar, muy de veras, y hasta rabiosamente, a su tierra argentina”.21 coisas” que estava “longe de recomendar como o me-
lhor”. E repetia o que havia dito: que a supremacia do
En el mismo número y en la misma sección citada también apareció la
núcleo era um “milagre cívico”, o qual, “se a classe pri-
carta de Alfonso Reyes a Waldo Frank. Estaba sumamente conmovido. vilegiada se abandonasse, não poderia se manter por
No hacía mucho tiempo recibió el Primer mensaje a la América Hispá- muitos anos mais”. Antes escreveu as seguintes pala-
vras que com certeza mereceram toda sua simpatia:
nica, edición de la Revista de Occidente, que lleva al frente la siguiente
dedicatoria: Creio honradamente que ainda nas margens do
Plata tem que ser liquidada a conta histórica que
já conhecemos pelo exemplo de Roma: o duelo
A mi primer amigo de Hispano América entre os patrícios e o povo de procedência es-
Alfonso Reyes, trangeira, que acaso acabe por dar outro caráter
que llevó mi primer mensaje a mis hermanos inesperado à nacionalidade do Sul. 20
de Hispano América
–un mensaje inspirado por él– en 1924, Também, dizia Reyes a Doll, havia partes em seus
artigos em que o envolvia em uma guerra que não
dedico este libro con fraternal cariño.22
era a sua, mas a dele, contra os intelectuais que

21 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 8. 20 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
22 Waldo Frank, Primer mensaje a la América Hispana, Revista de Occidente [1930] Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 4.
acreditavam que a Argentina era uma idéia e se
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 56

desesperava com a intelectualidade que o havia


precedido, por ser europeizante e desnaturada.
“Sem pensar que esta geração teve de trabalhar com
os instrumentos da cultura européia, únicos que até
agora se encontram na praça, até mesmo para atacar
a própria Europa e para penetrar nos mistérios
da Índia!”, e Reyes ainda lhe contesta se não tinha
pensado que, sem essa geração de “europeizadores
da América, nunca se teria obtido a colheita dos
atuais americanizadores da América” ou que
aspiravam a sê-lo. “As culturas não se improvisam:
querem tempo e adubo, como toda semente para
chegar a ser fruto”, recordou-lhe Reyes.
Para terminar, Reyes disse: pertencia a “um povo
entregue, com singular e visível esforço, à renovação
de seus módulos de vida e à busca de seu sentido
autóctone ou, pelo menos, autonômico”, que lhe
era muito grato “ter que fazer a pesquisa” por sua
conta e “muito prazenteiro saber” que havia de levar
“sua existência esse formoso afã”. É bom merecer
as pátrias, ganhá-las, conquistá-las. Vamos, senhor
e amigo: parabenizemo-nos de que não tenha sido
inventado até hoje um comprimido Bayer que nos
permita ingerir, de uma só vez, toda a consciência
nacional. O senhor me entenderá. “O senhor que
parece amar de verdade, e até mesmo raivosamente,
a sua terra argentina”.21
No mesmo número, e na mesma seção citada,
também apareceu a carta de Alfonso Reyes a Waldo
Frank. Estava sumamente comovido. Não fazia mui-
to tempo que havia recebido o livro Primer mensaje a
la América Hispánica, edição da Revista de Occiden-
te, que leva à frente a seguinte dedicatória:

Ao meu primeiro amigo da Hispano América


Alfonso Reyes,
que levou minha primeira mensagem a Alfonso Reyes en El Colegio de México, 1951. Helen J. Pierce.
meus irmãos da Hispano América
–uma mensagem inspirada por ele– em 1924,
dedico este livro com fraternal carinho. 22 En esta carta quería recordar su “afortunado encuentro” con él en Madrid,
que contribuyó a convencerlo de que “su sueño de una más vasta América
Nesta carta queria lembrar seu “afortunado encon-
tro” com ele, em Madri, que contribuiu a convencê- era una intuición de realidad”.
lo de que “seu sonho de uma mais vasta América era Reyes sentía que las juventudes americanas estaban conformes en reco-
uma intuição de realidade”.
nocer que los viajes de Frank por Sudamérica y las conferencias que aho-
Reyes sentia que as juventudes americanas es-
ra reunía en este volumen eran el “paso efectivo hacia la realización de esa
21
América potencial”, en la que esperaba que “la raza de hombres” gozaría “ín-
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 8.
22
tegramente y por igual la misma luz de alegría y de belleza”. Frank creía que
Waldo Frank, Primer mensaje a la América Hispana,
Revista de Occidente [1930] América era “el terreno más propicio históricamente para heredar y fundir
todas las culturas anteriores, con un sentido de universalidad que hasta hoy tavam de acordo em reconhecer que as viagens de

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 57


Frank pela América do Sul e as conferências que
ninguna” había alcanzado. Y si nunca había de llegar esa hora no era menos
agora reunia neste volume eram a “passagem efetiva
cierto “que en procurarla y solicitarla” estaba “nuestra única norma evidente para a realização dessa América potencial”, em que
de conducta”. esperava que “a raça de homens” gozaria “integra-
Éste era el mejor momento para hacer una vez más una declaración ame- mente e por igual a mesma luz de alegria e de be-
leza”. Frank acreditava que a América era “o terreno
ricana. Por ello, Reyes expuso: mais propício historicamente para herdar e fundir
todas as culturas anteriores, com um sentido de
No creemos que América sea un acaso de la Geografía. Estudiando los universalidade que até hoje nenhuma” havia alcan-
orígenes del descubrimiento, encontramos que América fue un presagio, çado. E, se nunca havia de chegar essa hora, não era
casi una invención o una necesidad de las almas, antes de ser la zona de menos certo que “em procurá-la e solicitá-la” estava
arribada forzosa para unos navegantes aventureros. Contemplando “nossa única norma evidente de conduta”.
después la efervescencia mental que el descubrimiento produjo, nos Este era o melhor momento para fazer, uma vez
mais, uma declaração americana. Por este motivo,
damos cuenta de que, en su sed de felicidad, los hombres convirtieron al
Reyes expôs:
instante el Nuevo Mundo en campo de elección para ensayar una vida
más llevadera, una república más justa, una utopía. No importa que la idea Não acreditamos que a América seja um acaso
vacile como una llama en el viento: conservarla es nuestro cometido.23 da Geografia. Estudando as origens do descobri-
mento, encontramos que a América foi um pres-
ságio, quase uma invenção ou uma necessidade
Reyes era un historiador nato. Sabía de la importancia de la historia y le gus- das almas, antes de ser a zona de chegada forçosa
taba hacer su propia historia intelectual. Por esto no fue ninguna casualidad para uns navegantes aventureiros. Contemplan-
do depois a efervescência mental que o desco-
que insertara en el citado número dos de Monterrey, las palabras de saludo brimento produziu, nos damos conta de que, em
a Waldo Frank, escritas a bordo del Voltaire, el 22 de septiembre de 1929, sua sede de felicidade, os homens transformaram
num instante o Novo Mundo em campo de elei-
cuando el escritor estadounidense salía de Uruguay a Buenos Aires. Saludo ção para ensaiar uma vida mais tolerável, uma
que contiene el “compendio” de su amistad, en cuatro actos, sucedidos en república mais justa, uma utopia. Não importa
que a idéia vacile como uma chama ao vento:
cuatro ciudades distintas. conservá-la é nosso dever.23
Fue en Madrid, entre 1923 y 1924, el primer encuentro. Frank estaba re-
cogiendo impresiones y documentos para su libro España virgen.24 Traía Reyes era um historiador nato. Sabia da importância da
história e gostava de fazer sua própria história intelectu-
una carta del pintor mexicano Ángel Zárraga. De este encuentro salió “un
al. Por isso, não foi nenhuma casualidade que inserisse,
mensaje a los escritores de México”. El segundo se efectuó en Nueva York. no citado número dois de Monterrey, as palavras de
El tercero en París, donde los dos sintieron que su amistad había “madurado saudação a Waldo Frank, escritas a bordo do Voltaire,
em 22 de setembro de 1929, quando o escritor estadu-
rápidamente” y fraguaron “algunos planes encaminados al mejor conoci-
nidense saía do Uruguai para Buenos Aires. Essa sauda-
miento mutuo entre las literaturas de las dos Américas”. ção contém o “compêndio” de sua amizade, em quatro
Pero he aquí lo que hace el destino. Cuando se encontraron por primera vez, atos, que aconteceram em quatro cidades distintas.
Foi em Madri, entre 1923 e 1924, o primeiro en-
“estaba por salir de España”. La segunda, “iba de paso para Europa”. La tercera,
contro. Frank estava recolhendo “impressões e docu-
estaba “a punto de regresar de París a México”. Siempre habían hablado “casi mentos para seu livro sobre Espanha virgem”.24 Trazia
entre maletas, en esos instantes del viaje en que toda conversación se parece uma carta do pintor mexicano Ángel Zárraga. Deste
tanto a un testamento, a una última voluntad”. Acaso por eso se apresuraban encontro saiu “uma mensagem aos escritores do Mé-
xico”. O segundo, deu-se em Nova York. O terceiro,
a decirlo todo, de una vez, pues los acercaban los “viejos ideales de cordialidad
23 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 2.
23 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 2. 24 Ver as linhas escritas por Frank sobre sua amizade
24 Véase las líneas que escribió Frank sobre su amistad con Reyes, en Memoirs of Waldo Frank, com Reyes, em Memoirs of Waldo Frank, editado por
editado por Alan Trachtenberg, introducción de Lewis Mumford, The University of Massachusetts Alan Trachtenberg, introdução de Lewis Mumford, The
Press, 1973, p. 122. University of Massachusetts Press, 1973, p. 122.
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 58

Río de Janeiro, 1º de enero de 1931.

em Paris, onde os dois sentiram que sua amizade humana y la fe en el sentido propio de América”. Los acercaba “esa misteriosa
tinha “amadurecido rapidamente” e idealizaram “al-
implantación en la misma cifra del tiempo, superstición” que siempre había
guns planos encaminhados ao melhor conhecimento
mútuo entre as literaturas das duas Américas”. hecho caso: los dos eran del 89. Cedía ahora la “palabra a los astrólogos”.
Mas, eis o que faz o destino. Quando se encon- El cuarto contacto fue en Buenos Aires. En donde hacía “palpable
traram pela primeira vez, “estava saindo da Espanha”.
la posibilidad de una inteligencia americana, mucho más allá de todas
A segunda, “de passagem para a Europa”. A terceira,
estava “a ponto de regressar de Paris ao México”.
las ramplonerías de la política”. Precisaba “un poco los contornos de esa
Sempre tinham falado “quase entre malas, nesses inquietud que todos sentimos por hacer de nuestra América algo que debe
instantes da viagem em que toda conversação se ser y que todavía no es: Cofradía del Deber Americano. Abrir la esperanza”,
parece tanto com um testamento, com uma última
vontade”. Talvez por isso, tinham pressa em dizer
eso era lo que hacía Frank.25
tudo, de uma vez, pois os aproximavam os “velhos Reyes volvió a los mensajes de Frank. El primero fue “una declaración de
ideais de cordialidade humana e a fé no sentido pró- propósitos, una orientación de esperanzas”. Era el ofrecimiento de acercarse a
prio da América”. Aproximava-os “essa misteriosa
América. El segundo, era la obra que preparaba con la experiencia de sus viajes
implantação na mesma cifra do tempo, superstição”
que sempre tinha considerado: os dois eram de 89. y que contendría su interpretación y hasta su “objeción ante las respuestas
Cedia, agora, a “palavra aos astrólogos”. que nuestra América te haya ido proponiendo”. Mas, “¡Atención, Waldo, que
O quarto contato foi em Buenos Aires, onde se
entre el desconcierto de doctrinas y dogmas que andan tronando por el cielo
fazia “palpável a possibilidade de uma inteligência
americana, muito além de todas as vulgaridades de América” había “lugar para todo lo bueno y lo malo!” Sabía “que entre la
da política”. Especificava “um pouco os contornos agitación del alumbramiento, nuestras juventudes” se apresuraban “muy
dessa inquietação que todos sentimos por fazer de
nossa América algo que deve ser e que ainda não é: 25 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 2, agosto de1930, p. 2.
desordenadamente hacia el bien, y más de una vez” hacían “alardes de rudeza, Confraria do Dever Americano. Abrir a esperança”;

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 59


era isso o que Frank fazia.25
de violencia, de auto-negación si vale decirlo”. Esto lo sabía mejor que nadie y
Reyes voltou às mensagens de Frank. A primeira
“la historia de tu periplo hispanoamericano” sería “tal vez la historia de una fe foi “uma declaração de propósitos, uma orientação
que crece en la pugna y se alimenta con el obstáculo”. Finalmente, le daba las de esperanças”. Era o oferecimento de aproximar-se
gracias a Frank porque había querido arrastrarlo en su “peregrinación hacia la à América. A segunda era a obra que preparava com
a experiência de suas viagens e que iria conter sua
mejor América”. Y se preguntaba entre “avergonzado y sobrecogido” si no haría interpretação e até mesmo sua “objeção diante das
“la figura de la mosca que decía, desde el testuz del buey: andamos arando”. 26 respostas que nossa América lhe tenha proposto”.
Waldo Frank al leer esta carta estaba conmovido frente a lo dicho por su Mas, “Atenção Waldo, que entre o desconcerto de
doutrinas e dogmas que andam trovejando pelo
hermano Alfonso. No sabía cómo agradecerle. No tenía palabras para ello. 27
céu da América” havia “lugar para tudo o que há
En la respuesta a esta carta, Reyes le dijo que entendió muy bien el sentido de bom e de mau!” Sabia “que entre a agitação do
que quería expresar, es decir, con qué inmensa emoción lo había acompa- sucesso, nossas juventudes” se apressavam “muito
desordenadamente para o bem e, mais de uma
ñado y que entendía sus luchas y sus penas. Y a veces le parecía que desde
vez,” faziam “alarde de rudeza, de violência, de
esta parte del mundo dialogaban, y que él le correspondía con su “generoso autonegação, se é válido dizê-lo”. Isto o sabia melhor
ánimo”. 28 Hermandad y amistad entrañable. Símbolo y seña de ese america- que ninguém e “a história do teu périplo hispano-
americano” seria “talvez a história de uma fé que
nismo que llevaban en la sangre.
cresce no combate e alimenta-se com o obstáculo”.
En Río de Janeiro se imprimió y se difundió Monterrey. Correo literario Finalmente, agradecia a Frank porque tinha desejado
de Alfonso Reyes. Y desde la entonces capital de Brasil salieron esos pliegos arrastá-lo em sua “peregrinação rumo à melhor
América”. E perguntava-se, meio “envergonhado e
buscando nuevos destinatarios y nuevas amistades, que florecieron tanto
sobressaltado”, se não faria a “figura da mosca que
como nuevos proyectos. Uno de ellos lo contó el escritor mexicano en dizia, da testa do boi: vamos arando”.26
su correo literario. Fue en aquellos días que pasó con Efrânio Peixoto Waldo Frank, ao ler esta carta, estava comovido
conversando sobre los escritores europeos que pasaban por Río, y que los diante do que tinha dito seu irmão Alfonso. Não
sabia como agradecer-lhe, nem tinha palavras para
ponían en un aprieto al preguntarles cuáles eran los libros fundamentales isso.27 Na resposta a esta carta, Reyes lhe disse que
para saber de Brasil. entendeu muito bem o sentido que queria expressar,
Alfonso Reyes quería ofrecer a los europeos algo con lo que no les isto é, com que imensa emoção o havia acompanha-
do e que entendia suas lutas e suas penas. E, às vezes,
costara tanto trabajo entendernos. Había muchos libros. Pero había que
parecia-lhe que desta parte do mundo dialogavam, e
mostrarles no las “canteras y sillares” sino “edificios ya construidos”. “De que ele lhe correspondia com seu “generoso ânimo”.28
lo contrario” tendríamos que “resignarnos” a que por allá nos hicieran el Fraternidade e amizade entranhável. Símbolo e sinal
desse americanismo que levavam no sangue.
edificio y lo que sería peor era que lo hicieran “los más mediocres de entre
No Rio de Janeiro, Monterrey. Correo literario
ellos”, los que ya no encontraban “lugar dentro de su propia literatura”. de Alfonso Reyes se imprimiu e difundiu. E, a partir
Había que cuidarle a nuestra América la “silueta”, ponerla a “régimen”, da capital do Brasil de então, saíram essas folhas
de papel, procurando novos destinatários e novas
depurarla “de toda ociosidad adiposa”. Estaba llegando la hora de América,
de nuestra América y esta América debería dar al mundo, “algo como un
25 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
gran golpe de Estado”. Convenía entonces estar “ágiles y bien entrenados”.
Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 2.
Recomendaba a los seminarios y academia de letras como mejor ejercicio 26 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 3.
el despojarse de la tradición. Había pues, “que jardinear un poco el campo”. 27 Carta de Waldo Frank a Alfonso Reyes. Croton
on Hudson, N.Y., 3 de novembro de 1930, em Arquivo
Particular de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto
26 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 2, agosto de 1930, p. 3. Nacional de Bellas Artes. Prontuário 896.
27 Carta de Waldo Frank a Alfonso Reyes. Croton on Hudson, N.Y., 3 de noviembre de 1930, en Archivo 28 Carta de Alfonso Reyes a Waldo Frank. Rio de
Particular de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. Expediente 896. Janeiro, 8 de dezembro de 1930, em Arquivo Particular de
28 Carta de Alfonso Reyes a Waldo Frank. Río de Janeiro, 8 de diciembre de 1930, en Archivo Particular Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de
de Alfonso Reyes, Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de Bellas Artes. Expediente 896. Belas Artes. Prontuário 896.
Había “que intentar ya, de modo consciente y constante, el someter a la
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 60

razón tanta materia prima, y el someter tanto movimiento disperso a un


ritmo inteligente”.
Por otra parte, se preguntaba, cuáles eran los diez libros fundamentales
que debería leer sobre el Brasil. Dónde encontrar, “en su mejor expresión, el
sabor de nuestro pensamiento y el espectáculo de nuestra historia”. Si el em-
bajador de México en Brasil tuviera todos los elementos para ello convocaría
a toda América a la creación de una Biblioteca Mínima Representativa. Esta
sería la que se ofreciera a los visitantes ilustres, la que se llevaría en las ma-
Dibujo de Toño Salazar que aparece en la carta de Kiki de
Montparnasse a Alfonso Reyes, París, 1929.
letas diplomáticas, la que se entregaría a las bibliotecas públicas extranjeras
y aún a “las escuelas de los países amigos”. “La BM sería nuestro pasaporte
amizades, que floresceram tanto como novos proje- para el mundo, sería nuestra moneda espiritual”.
tos. Um deles, contou o escritor mexicano em seu
Como el embajador y escritor mexicano carecía de “fuerzas para tan-
correio literário, foi naqueles dias que passou com
Efrânio Peixoto, conversando sobre os escritores to” se conformaba con sugerirle a sus amigos “este juego de sociedad que
europeus que passavam pelo Rio, e que os deixavam algún día” podía “tener trascendencia: que cada uno, en el ambiente que
em um aperto ao perguntar-lhes quais eram os li-
cultive, en el periódico donde escriba, provoque la cuestión de la Bibliote-
vros fundamentais para conhecer o Brasil.
Alfonso Reyes queria oferecer aos europeus algo ca Mínima Nacional” y ponga a “discusión entre sus colegas el índice de
que não lhes desse tanto trabalho para nos entender. libros” que se le ocurriera. El criterio debería ser amplio. La Beme, como
Havia muitos livros, mas era preciso mostrar-lhes
la llamó, “no debe ser una colección puramente poética, ni siquiera pura-
não as “cantarias e silhares”, e sim “edifícios já cons-
truídos”. “Do contrário” teríamos que “nos resignar” mente literaria, aun cuando todas las obras escogidas deben tener el de-
a que por lá nos fizessem o edifício e, o que seria pior, coro artístico esencial”. La Beme “debe juntar los libros fundamentales de
que o fizessem “os mais medíocres entre eles”, os que la República. Y si hubiera un editor que le interesara esta idea mucho que
já não encontravam “lugar dentro de sua própria
literatura”. Era preciso cuidar da “silhueta” da nossa
mejor.” Pero con la condición de que no siguieran después pegándole co-
América, colocá-la de “regime”, depurá-la “de toda las y apéndices. No había “ningún esfuerzo más digno de la inteligencia
ociosidade adiposa”. Estava chegando a hora da que aquél que se traza de antemano sus propios límites”. Había “mucho
América, de nossa América e esta América deveria
de sacrificio en él, pero también sacrificamos todos algo de nuestra gene-
dar ao mundo “algo como um grande golpe de Es-
tado”. Convinha então estar “ágeis e bem treinados”. rosidad natural en eso de uñas y cabellos, y no los dejamos crecer como
Recomendava aos seminários e academia de letras ellos quisieran. Todo para “El aseo de América”. Ésa sea nuestra divisa”. 29
despojar-se da tradição como o melhor exercício.
El llamado de Alfonso Reyes fue atendido. La revista Cervantes, de
Havia, portanto, “que ajardinar um pouco o campo”.
Havia “que tentar já, de modo consciente e constan- La Habana, y El Universal Ilustrado, de México, estaban haciendo cam-
te, submeter à razão tanta matéria-prima, e submeter paña por la Beme, en la primera, su director, Féliz Lizaso; en la segunda,
tanto movimento disperso a um ritmo inteligente”.
Antonio Acevedo Escobedo. 30 Se enteró que la Revista Bimestre Cubana,
Por outra parte, perguntava-se quais eram os dez
livros fundamentais que deveria ler sobre o Brasil. reprodujo su artículo “El aseo de América” y L’ Amérique Latine le dedi-
Onde encontrar, “em sua melhor expressão, o sabor de có un cometario a la Biblioteca. Y desde Cuba Jorge Mañach, José Antonio
nosso pensamento e o espetáculo de nossa história”. Ramos y Emilio Roig de Leuchsenring proponían su Biblioteca Mínima
Se o embaixador do México no Brasil tivesse todos
os elementos para isso, convocaria toda a América à
Cubana.31
criação de uma Biblioteca Mínima Representativa.
Esta seria oferecida aos visitantes ilustres, levada nas 29 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 7, diciembre de 1931, p. 3.
malas diplomáticas, oferecida às bibliotecas públicas 30 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 8, marzo de 1932, p. 8.
estrangeiras e, também, “às escolas dos países amigos”. 31 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Río de Janeiro, número 9, julio de 1932, p. 7.
“A BM seria nosso passaporte para o mundo, seria

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 61


nossa moeda espiritual”.
Como o embaixador e escritor mexicano carecia
de “forças para tanto”, conformava-se em sugerir aos
amigos “este jogo de sociedade que algum dia” po-
dia “ter transcendência: que cada um, no ambiente
que cultivasse, no jornal onde escrevesse, provo-
casse a questão da Biblioteca Mínima Nacional”
e “discutisse entre seus colegas o índice de livros”
que considerasse pertinente. O critério deveria ser
amplo. A Beme, como a chamou, “não deve ser uma
coleção puramente poética, nem sequer puramente
literária, embora todas as obras escolhidas devem
ter o decoro artístico essencial”. A Beme “deve juntar
os livros fundamentais da República. E se houvesse
um editor que ficasse interessado por esta idéia, se-
ria melhor ainda, mas com a condição de que não
contiuasse depois “acrescentando complementos e
apêndices”. Não havia “nenhum esforço mais digno
da inteligência do que aquele que traça de antemão
seus próprios limites”. Havia “muito de sacrifício
nele, mas também sacrificamos todos algo de nos-
sa generosidade natural nisso de unhas e cabelos, e
não os deixamos crescer como eles gostariam. Tudo
para o asseio da América. Seja esta a nossa divisa”.29
O apelo de Alfonso Reyes foi atendido. Da re-
vista Cervantes, de Havana, e do jornal El Universal
Ilustrado, do México, estavam fazendo campanha
pela Beme; na primeira, seu diretor, Félix Lizaso; na
Alfonso Reyes en la Capilla Alfonsina, Ciudad de México, 1954. segunda, Antonio Acevedo Escobedo.30 Soube que
a Revista Bimestre Cubana reproduziu seu artigo “El
Para estos años treinta la voz de Reyes era bien conocida en el mundo ame- aseo de América” e L’ Amérique Latine dedicou um
comentário à Biblioteca. Em Cuba, Jorge Mañach,
ricano y europeo. La propuesta de la Beme fue un eco largo y sostenido. Re- José Antonio Ramos e Emilio Roig de Leuchsen-
pertorio Americano, de García Monge, recogió la propuesta y en uno de sus ring propunham sua Biblioteca Mínima Cubana.31
números publicó todas las opiniones que hasta ese momento se habían dado Já na década de 1930, a voz de Reyes era bem co-
nhecida no mundo americano e europeu. A proposta
sobre la Biblioteca Mínima Nacional. Como se observará, las paginitas o plie- da Beme foi um eco longo e sustentado. Repertorio
gos del Correo literario de Alfonso Reyes era algo más de lo que sus contem- Americano, de García Monge, recolheu a proposta e,
poráneos dijeron, pliegos filosos, sin la menor duda. em um de seus números, publicou todas as opiniões
que até esse momento haviam sido dadas sobre a Bi-
blioteca Mínima Nacional. Como será observado, as
pequenas páginas ou folhas do Correo literario de Al-
fonso Reyes eram algo mais do que seus contemporâ-
neos disseram, folhas afiadas, com toda certeza.

29 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de


Janeiro, número 7, dezembro de 1931, p. 3.
30 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
Janeiro, número 8, março de 1932, p. 8.
31 Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes, Rio de
Janeiro, número 9, julho de 1932, p. 7.
Comida en homenaje al pintor Cândido Portinari, por haber obtenido el premio de la Exposición Internacional de Pittsburg en 1935 . Entre otros, de pie y de izquierda a derecha, el también
pintor Guignard, el crítico Antonio Bento, los poetas Murilo Mendes y Manuel Bandeira, y Heloisa Graça Aranha. Sentados, Alfonso Reyes, junto a María y Cândido Portinari.
H éctor P er ea*
Monterrey ilustrado. Comentarios al margen

Monterrey ilustrado.
Comentários à margem

Cuaderno de apuntes Caderno de anotações


Toda aventura editorial es aventura en muchos sentidos. Crear una publica- Toda aventura editorial é aventura em muitos sen-
tidos. Criar uma publicação não é somente deixá-la
ción no es sólo echarla a andar. Más allá de esto, que es ya de por sí un hecho andar. Além disso, que por si já é um fato significati-
significativo, seguirá el acto cotidiano de mantenerla viva, dinámica, con un vo, seguirá o ato cotidiano de mantê-la viva, dinâmi-
rostro original en cada nueva entrega. ca, com um rosto original em cada novo número.
Ao anterior haveria que somar as dificuldades
A lo anterior habría que sumar las dificultades particulares de cada caso.
particulares de cada caso. Um exemplo de fatores
Un ejemplo de limitante sería el tener que hacer la publicación prácticamen- limitantes seria ter que fazer a publicação pratica-
te solo, con apenas alguna ayuda más bien marginal. Otra condicionante mente sozinho, com apenas alguma ajuda ocasional.
Outro condicionante seria ter que imprimir a publi-
sería el tener que imprimir la publicación en un país con otra lengua y una
cação em um país com outra língua e uma cultura –
cultura en buena medida diferente de la propia. Y ni qué decir del espinoso em boa medida – diferente da própria, sem falar do
asunto de los dineros necesarios para poder hacerla y distribuirla. Resuel- espinhoso assunto do capital necessário para poder
fazê-la e distribuí-la. Resolvidas as dificuldades ante-
tas las dificultades anteriores se podrá pasar entonces a la segunda etapa:
riores, passar-se-á então à segunda etapa: o desenho
el diseño físico y el del carácter que se buscará imprimir y conservar en la físico e do caráter que se buscará imprimir e conser-
publicación. var na publicação.
Entende-se, com certeza, que não estou falando no
Se entiende desde luego que no estoy hablando en el vacío, sino que me
vazio, mas que me refiro concretamente à história de
refiero muy concretamente a la historia de Monterrey y de su obstinado edi- Monterrey e de seu obstinado editor: Alfonso Reyes.
tor: Alfonso Reyes. Reyes conseguiu por si mesmo tudo o que foi
Reyes logró por sí mismo todo lo descrito. Aunque en realidad lo hizo descrito. Embora, na verdade, tenha realizado sozi-
nho – ou quase – as tarefas que se referem ao traba-
solo –o casi– en la parte de la talacha, y con la ayuda de un pequeño ejérci- lho pesado e, com a ajuda de um pequeno exército
to de colaboradores y amigos en el campo determinante de los contenidos, de colaboradores e amigos, o relacionado ao campo
tanto escritos como gráficos. Paso a paso, detalle a detalle, el regiomonta- determinante dos conteúdos, tanto escritos quanto
gráficos. Passo a passo, detalhe a detalhe, o regiomon-
no logró publicar –según consideremos o no la destrucción del primer nú-
tano* conseguiu publicar –segundo consideremos
mero 2– los catorce o quince números brasileños y argentino de su Mon- ou não a duplicidade de exemplares e a destruição
terrey. Correo literario. do primeiro número 2– os 14 ou 15 números brasi-
leiros e argentino (houve um único número publi-
A lo largo de poco más de un lustro, entre Río y Buenos Aires, Monte-
cado na Argentina) de seu Monterrey. Correo literario.
rrey se convirtió, a nivel personal, en el medio más vivo de contacto literario,
bibliográfico, artístico y anecdótico entre Reyes y el mundo exterior que se
*
había venido construyendo, modelando a su gusto y circunstancialmente Hectór Perea é pesquisador e coordenador do Centro
de Estudios Literários do Instituto de Investigaciones
Filológicas da UNAM.
* Hectór Perea es investigador y coordinador del Centro de Estudios Literarios del Instituto de ** Regiomontano. Originário da cidade de Monterrey,
Investigaciones Filológicas de la UNAM. capital do estado mexicano de Nuevo León (N. T.).
Ao longo de pouco mais de um qüinqüênio, desde los años de adolescencia. Y sobre todo, a partir de su entrada en el uni-
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 64

entre o Rio de Janeiro e Buenos Aires, Monterrey


verso de la alta cultura americana y europea. Monterrey correspondió fun-
se transformou, em nível pessoal, no meio mais
vivo de contato literário, bibliográfico, artístico e damentalmente a los tiempos de su inmersión en los ámbitos de la lengua
de fatos curiosos entre Reyes e o mundo exterior, portuguesa de América. Pero también, en cuanto a Brasil, a un momento
que estava sendo construído, modelado a seu brillante de la cultura y conflictivo en cuanto a la política del país sudame-
gosto e, circunstancialmente, a partir dos anos de
adolescência e, sobretudo, da sua entrada no universo
ricano. El correo literario arrastró asimismo, a manera de cauda, a veces en
da alta cultura americana e européia. Monterrey forma obsesiva, toda la experiencia recogida a lo largo de años de una vida
correspondeu fundamentalmente aos tempos de de exilio y diplomacia, de práctica y gustos literarios y periodísticos. Hay que
sua imersão nos âmbitos da língua portuguesa da
recordar que para entonces el regiomontano había coordinado la sección de
América; mas também, no que se refere ao Brasil,
a um momento brilhante da cultura e conflituoso Geografía e Historia en El Sol de Madrid, lo que le daría un cierto conoci-
quanto à política do país sul-americano. O correio miento del trabajo de producción editorial.
literário levaria também, em seu rastro, às vezes em
En el presente artículo abordaré dos aspectos sensibles en la determina-
forma obsessiva, toda a experiência recolhida ao
longo de anos de uma vida de exílio e diplomacia, ción del carácter que Alfonso Reyes imprimió a Monterrey. Dos aspectos
de práticas e gostos literários e jornalísticos. É muy distintos y que, de hecho, poco o nada tuvieron que ver entre sí. Me
sempre bom lembrar que o regiomontano já havia
refiero a la presencia del arte en la publicación. Pero además, a las huellas ma-
coordenado a seção de Geografia e História no
jornal El Sol, de Madri, o que lhe daria um certo nuscritas que, en forma de indicaciones o comentarios, dejó Reyes a partir
conhecimento do trabalho de produção editorial. de la lectura de los números publicados.
Neste artigo, abordarei dois aspectos sensíveis
para a determinação do caráter que Alfonso Reyes
imprimiu a Monterrey. Dois aspectos muito distin- Tarjeta postal
tos e que, de fato, pouco ou nada tiveram a ver entre Quisiera abrir este apartado con la cita de un pequeño y delicado poema
si. Refiro-me à presença da arte na publicação, mas
que, bajo el título de “Tarjeta postal”, envió Eugenio d’ Ors desde España a
além disso, também às marcas manuscritas que, em
forma de indicações ou comentários, Reyes deixou Río, y que figuró en el número 5 de Monterrey. La fecha puesta en la tarjeta
a partir da leitura dos números publicados. es el II/1931, y por lo mismo corresponde al año en que Reyes comenzó a
sentirse más adaptado al entorno carioca.
Cartão postal
Gostaria de abrir esta seção citando um pequeno e
El texto es de hecho un pequeño perfil en broma del regiomontano. En
delicado poema que, sob o título “Cartão postal”, él Reyes, en temperamento y en nombre, no podría haber aparecido más
Eugenio d’Ors enviou da Espanha ao Rio, e que fi- artístico; ni más renacentista y barroco virreinal. En “Tarjeta postal” se ve
guraria no número 5 de Monterrey. A data colocada
a la perfección al americano que al ir pasando por el viejo mundo se ha im-
no cartão é II/1931 e, portanto, corresponde ao ano
em que Reyes começaria a sentir-se mais entrosado pregnado de lo europeo, sin llegar a perder sus raíces. ¿Y no era ésta, en cierta
no ambiente carioca. forma, la propuesta de la corriente antropofágica promovida por Oswald de
O texto é, de fato, um pequeno perfil (de brin-
Andrade, su amigo brasileño de París? Como sea, el cuarteto decía:
cadeira) do regiomontano. Nele, Reyes, em tem-
peramento e em nome, não poderia ter aparecido
mais artístico, nem mais renascentista e barroco
Entre la exuberancia del indiano arabesco
colonial. Em “Tarjeta postal” vê-se à perfeição o Conserva, Alfonso Reyes, tus normas de latino.
americano que, ao ir passando pelo Velho Mundo, Tú, cuyo nombre es ya tan plateresco,
impregnou-se do europeu, sem chegar a perder No pases más allá del manuelino.
suas raízes. E não era esta, de certa forma, a pro-
posta da corrente antropofágica promovida por
La Capilla Alfonsina conserva dos ejemplares encuadernados, y en muy
Oswald de Andrade, seu amigo brasileiro de Paris?
Seja como for, o quarteto dizia: distinto estado de conservación, de la serie de fascículos que dieron cuerpo
al Correo literario de Reyes. Ambos ejemplares sirvieron al regiomontano
Entre la exuberancia del indiano arabesco

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 65


Conserva, Alfonso Reyes, tus normas de latino.
Tú, cuyo nombre es ya tan plateresco,
No pases más allá del manuelino.

A Capilla Alfonsina conserva dois exemplares en-


cadernados, e em estado de conservação muito
diferente, da série de fascículos que deram corpo
ao Correo literario de Reyes. Ambos os exemplares
serviram ao regiomontano para expressar acordos,
indicações e aborrecimentos diante do resultado,
que nem sempre correspondia com o que teria gos-
tado de imprimir.
Ao lado de muitas indicações de erratas e ações
tomadas – como haver mandado queimar o número
dois1 –, Reyes também deixou indicado nestes dois
exemplares para onde tinham ido, com diversas mo-
dificações, alguns dos textos escritos originalmente
para Monterrey. Principalmente A lápiz,2 mas tam-
bém Norte y sur, Última Tule, Tentativas y orientacio-
Ilustración que acompaña el artículo “Goethe y América”. Monterrey. Correo literario nes e La experiencia literaria, livros da década de 1940,
número 9, julio de 1932 . figuram nas indicações manuscritas do Correo como
os principais beneficiários da distribuição posterior
para expresar acuerdos, señalamientos y enojos frente al resultado, que no de muitos dos materiais. O que foi anteriormente
citado, assim como o uso de sua caneta tinteiro com
siempre correspondía con lo que se había querido imprimir.
tinta escura no princípio, frente à aplicação de lápis
Al lado de muchas indicaciones de erratas y acciones tomadas –como bicolor no final e, inclusive, o tipo de letra, rápida e
el detalle de haber mandado quemar el número dos1–, Reyes también dejó descuidada nos anos quarenta, indicam que as ano-
consignado en estos dos juegos a dónde habían pasado, con diversas mo- tações foram feitas no lapso de vários anos, no Bra-
sil e no México. Também é possível observar, por
dificaciones, algunos de los textos escritos en su origen para Monterrey. A certos comentários e riscos, que algumas das pági-
lápiz,2 principalmente, pero también Norte y sur, Última Tule, Tentativas nas dos suplementos foram editadas por Reyes nas
y orientaciones y La experiencia literaria, libros de los cuarenta, figuran en próprias páginas do Correo, para facilitar o traslado e
adaptação dos textos a livro.
las indicaciones manuscritas del correo como los principales beneficiarios
Monterrey é uma mostra dos interesses literários
de la distribución posterior de muchos de los materiales. Lo anterior, así e relacionamentos que Reyes estabeleceu na Améri-
como el uso al principio de su pluma fuente con tinta oscura frente a la apli- ca do Sul ou procurou continuar à distância, durante
aqueles anos de estadia ao sul do continente. Foi o
cación de lápiz bicolor al final; e incluso el tipo de letra, rápida y descuidada
meio de projetar as inquietações de sua vida inte-
en los cuarenta, indican que las anotaciones fueron hechas en el lapso de lectual e o devir de sua vida cotidiana aos amigos de
varios años, en Brasil y en México. Lo que también traslucen ciertos co- outros países e outro continente. Também, através

mentarios y tachaduras es que algunas de las páginas de los suplementos


1 Fato que levaria Reyes a escrever à margem do
fueron editadas por Reyes, desde las propias páginas del Correo, para facili- exemplar, e dirigida a alguém próximo, a seguinte legenda,
tar el traslado y adaptación de los textos a libro. que corresponde de certa forma ao sentir do escritor
quando ainda mantinha muitas reticências diante de uma
quase impossível adaptação à vida no Brasil: “Compadeça-
1 Hecho que llevaría a Reyes a escribir al margen del ejemplar, y dirigida a alguien próximo, la siguiente me: os operários da gráfica não entendem aqui nem a sua
leyenda, que corresponde en cierta forma al sentir del escritor cuando aún mantenía bastantes reticencias própria língua”. Recordemos que as erratas deixavam Reyes
frente a una casi imposible adaptación a la vida en Brasil: “Compadézcame: los obreros de imprenta no muito nervoso. Em particular, nota-se o caso daquele
entienden aquí ni su propia lengua”. Recordemos que a Reyes las erratas lo ponían más que nervioso. En deslize que, justamente no primeiro número dois, alterava
particular se nota en el caso de aquel gazapo que, justo en el primer número dos, equivocaba los apellidos os sobrenomes de Abreu Gómez.
de Abreu Gómez. 2 Título muito similar ao de uma seção do Monterrey,
2 Título muy similar al de una sección de Monterrey, como veremos. como veremos.
do jornalzinho, procurou atrair as letras e existências
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 66

desses amigos a sua realidade do momento.


Em um nível mais sutil, na publicação, o regio-
montano foi deixando pistas sobre suas inclinações
e gostos mais diversos, adaptados ao ou modificados
pelo novo contexto em que o escritor-diplomata se
desenvolvia. Uma destas alternativas que, a partir da
aproximação àquilo que foi recolhido em Monterrey,
permite um conhecimento mais redondo de sua
personalidade, manifesta-se tanto no detalhe vela-
do da arte, quanto no argumento contundente da
expressão literária. Ou, com mais exatidão, a partir
do complemento de ambos. Visto como um traço
artístico, mais que como somente a ilustração do
texto literário, a arte terminaria definindo boa parte
da personalidade de Monterrey.
Um exemplo sobre o que foi dito antes é a for-
ma como Reyes entitulou algumas colunas. Umas
por ele escritas; outra, em particular, concebida
expressamente para situar determinados materiais
valiosos. Este último caso foi o da seção “Museo”,
vitrine de papel em que, sob a idéia de resguardo de
tesouros, o Reyes editor mostrou cartas e ilustrações
comemorativas. Os primeiros casos referidos, colu-
nas sem assinatura e irmãs de outra, chamada “Guar-
dias de la pluma”, Reyes intitulou-as “Cuaderno de
apuntes” e “Rayas de lápiz”. Em ambos os casos, os
títulos resultariam realmente perfeitos, porque neles Carta de Emiliano Di Cavalcanti a Alfonso Reyes, 5 de febrero de 1931.
o autor conseguia a fusão do literário com o plástico.
A convivência de ambos os mundos, atingida graças
às puras manchetes, lembra as velhas crônicas reco- Monterrey es una muestra de los intereses literarios y relaciones que
lhidas em Cartones de Madrid. Mas, também e sobre-
Reyes estableció en Sudamérica o procuró continuar a la distancia durante
tudo, as delicadas anotações paisagísticas de viagem,
tão ao gosto de seu admirado Goethe, como de Die- aquellos años de estancia al sur del continente. Fue el medio de proyectar las
go Rivera ou do próprio Reyes. inquietudes de su vida intelectual y el devenir de su vida cotidiana a los ami-
O jornalzinho do regiomontano permitiu ou-
gos de otros países y otro continente. También, a través del periodiquito bus-
tras vias de acesso à arte, que foram a comunicação
concisa de atualidades biblio-hemerográficas que, có atraer las letras y existencias de esos amigos a su realidad del momento.
penso, foram redigidas pelo próprio Reyes, e duas En un nivel más sutil, en la publicación el regiomontano fue dejando
manifestações de maior envergadura e maior peso.
pistas sobre sus inclinaciones y gustos más diversos, adaptados al o modi-
Estas manifestações foram, por um lado, as ilustra-
ções que acompanharam alguns artigos ou as que, ficados por el nuevo contexto en que el escritor-diplomático se desenvolvía.
às vezes sem lógica aparente, figuraram com vida Una de estas vías alternativas que, a partir del acercamiento a lo recogido en
autônoma em lugares destacados da publicação, em
Monterrey, permite un conocimiento más redondo de su personalidad, se
um estranho jogo de espelhos ou sinais pessoais. E,
por outro lado, os ensaios sobre arte escritos por manifiesta tanto en el detalle velado del arte como en el argumento contun-
Reyes, e as notícias que, ao gosto do escritor, ins- dente de la expresión literaria. O, con más precisión, a partir del complemen-
pirariam pesquisa coletiva ou provocariam réplica, to de ambos. Visto como un trazo artístico, más que como sólo la ilustración
esclarecimento e reflexão.
Como indiquei acima, algumas seções em que del texto literario, el arte terminó definiendo buena parte de la personalidad
se misturavam a informação biblio-hemerográfica de Monterrey.
com pequenas anotações ensaísticas foram uma

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 67


porta de acesso aos gostos artísticos de Reyes. Tal-
Sea la antigua Rua das Laranjeiras; sea, en ella, el vez não a entrada mais chamativa nem profunda às
suas preferências, mas sim tão pessoal quanto os en-
palacete imperial –con su aire todavía soledoso– en que
saios de grande fôlego.
nos ha tocado vivir y en cuyo espaciosísimo comedor A seção “Publicaciones recibidas. Libros y
folletos” e algumas outras similares foram o veículo
Paul Morand me aconseja que haga atender mis
informativo que permitiu que o leitor seleto do
banquetes por servidores a caballo. Sin salir de aquí, Correo literario ficasse sabendo das publicações
nos diversos contextos geográficos e culturais, aos
viene hasta nosotros la historia natural. Las flores de
que Reyes havia estado ou continuava vinculado.
la Nochebuena –las Estrellas Federales que, en Buenos Entre informações literárias e de disciplinas as mais
variadas, Reyes deixou nestas páginas o dado conciso
Aires, se pagan a precio de oro– entran hasta la cocina,
de novidades editoriais referentes à arte em geral.
y hay que cuidarse de no mezclarlas en la ensalada. Ele também mencionaria críticos e historiadores do
campo, assim como artistas que exerceram a criação
plástica. Desta forma, nas páginas da mencionada
Alfonso Reyes, As Laranjeiras seção de Monterrey era freqüente a referência a nomes
e a temas como Jean Cassou, Roberto Montenegro,
escultura colonial dos séculos XVII e XVIII, Manuel
Rodríguez Lozano, monumentos mexicanos,
ferreiros mexicanos, José María Velasco, arte do
Un ejemplo de lo anterior es la forma como Reyes cabeceó algunas co- antigo México, as tábuas da conquista,3 o tesouro de
lumnas. Unas por él escritas; otra, en particular, concebida expresamente Monte Albán, a arte e a revolução mexicana, Fermín
para ubicar determinados materiales valiosos. Este último caso fue el de la Revueltas, a arquitetura do Palácio de Belas Artes,
as figuras mexicanas de cera, a arquitetura colonial
sección “Museo”, vitrina de papel donde, bajo la idea de resguardo de tesoros, em geral, o plateresco mexicano, as arqueologias
el Reyes editor mostró cartas e ilustraciones conmemorativas. Los primeros espanhola e brasileira, Chichén Itzá, Leonardo Da
casos referidos, columnas sin firma y hermanas de aquella otra de nombre Vinci, o Palácio Nacional, a pintura contemporânea
do México, a arte hispano-americana ou a arte
“Guardias de la pluma”, Reyes las tituló “Cuaderno de apuntes” y “Rayas de
argentina, em particular.
lápiz”. En ambos casos, los títulos resultarían de hecho perfectos, pues en Pois bem, em trabalhos pequenos e curiosos da
ellos se lograba la fusión de lo literario con lo plástico. La convivencia de seção “Rayas a lápiz” de Monterrey, número 3, de
maior extensão do que os anteriores, o regiomonta-
ambos mundos, lograda gracias a los puros encabezados, recuerda las viejas
no divulgou o livro de Gerhard Hauptmann, La pro-
crónicas recogidas en Cartones de Madrid. Pero también, y sobre todo, los digiosa Isla de las Damas. Historia de un archipiélago
delicados apuntes paisajísticos de viaje, tan del gusto de su admirado Goethe imaginario. Neste volume, publicado pela Revista de
Occidente, em 1925, informava-se sobre o inquieto
como de Diego Rivera o del propio Reyes.
arquiteto Stradmann, quem havia tentado chegar ao
Otras vías de acceso al arte que permitió el periodiquito del regiomon- México para estudar a arquitetura mexicana in loco, e
tano fueron la comunicación escueta de actualidades bibliohemerográfi- falecido em um naufrágio depois de uma estadia de
cas que, me parece, redactaba el propio Reyes, y dos manifestaciones de estudos no Japão.
Quase a seguir, em carta de resposta a J. Montes
mayor envergadura y mayor peso. Éstas fueron, por un lado, las ilustracio-
sobre uma presumível novela russa, em que se des-
nes que acompañaron algunos artículos o las que, a veces sin lógica apa- crevia o roubo do Gulf-Stream por parte de Diego
rente, figuraron con vida autónoma en lugares destacados de la publica- Rivera, o redator anônimo –Reyes, com certeza– re-
feria-se aos dois livros que, misturados seus conteú-
ción, en un extraño juego de espejos o guiños privados. Y por otro lado,
los ensayos sobre arte escritos por Reyes y las noticias que, al gusto del
3 Assunto que, além da simples citação bibliográfica,
escritor, inspirarían una pesquisa colectiva o darían pie a la réplica, la acla-
daria motivo para a continuação do tema e para a
ración y la reflexión. polêmica.
dos, teriam podido criar esse curioso engendro sem Como indiqué arriba, algunas secciones en que se entremezclaba la
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 68

sentido. Um deles era Les aventures extraordinaires


información bibliohemerográfica con pequeños apuntes ensayísticos fue-
de Julio Jurenito et des disciples, que contém o famoso
retrato ficcional do muralista guanajuatense,* amigo ron puerta de acceso a los gustos artísticos de Reyes. Quizá no la entrada
de ambos, por Ilia Ehrenbourg. Reyes descreveria o más llamativa ni profunda a sus preferencias, pero sí tan personal como los
livro como as ensayos de gran aliento.
peripécias de um reformador mexicano que se
La sección “Publicaciones recibidas. Libros y folletos” y algunos otros
propõe mudar a sociedade humana. Ehrenbourg, apartados similares fueron el vehículo informativo que permitió al lector
russo de Paris, conheceu de perto Diego Rivera, e
a lembrança de nosso grande pintor não é estra-
selecto del Correo literario enterarse de lo que aparecía publicado en los
nha à concepção de seu herói. distintos contextos geográficos y culturales en los que Reyes había esta-
do o seguía vinculado. Entre informaciones literarias y de disciplinas de
Outra referência literária, com certa pátina de arte, é
a que Reyes fazia do romance La Sérénade de Toselli,
lo más variado, Reyes dejó consignado en estas páginas el dato escueto de
em que seu autor, Jean Cassou, ao falar de um presu- novedades editoriales referentes al arte en general. Pero también mencio-
mível mexicano que tinha chegado a ser presidente nó a críticos e historiadores del campo, así como a artistas que ejercieron
de seu país, punha em boca de um pintor a seguinte
la creación plástica. De esta forma, en las páginas de la mencionada sección
frase: “¡Ah, sim! […] Era um mexicano: Il mangeait
sa soupe avec ses clefs…” de Monterrey se hizo frecuente la referencia a nombres y a temas como Jean
Cassou, Roberto Montenegro, escultura colonial de los siglos XVII y XVIII,
Do arquivo e do álbum
Manuel Rodríguez Lozano, monumentos mexicanos, herreros mexicanos,
Sobre as obras artísticas usadas por Reyes em função
de ilustração caberia assinalar algumas que, por suas José María Velasco, arte del antiguo México, las tablas de la conquista,3 el
características plásticas ou de sentido, destacam-se tesoro de Monte Albán, el arte y la revolución mexicana, Fermín Revueltas,
com relação ao restante dos trabalhos. la arquitectura del Palacio de Bellas Artes, las figuras mexicanas de cera, la
Dentro da denominação de ilustrações de arqui-
vo, muito própria de todas as publicações, e que são
arquitectura colonial en general, el plateresco mexicano, la arqueologías es-
obras mais neutras, de enquadramento e conteúdo, pañola y brasileña, Chichén Itzá, Leonardo Da Vinci, el Palacio Nacional, la
de sentido geral e aproveitamento amplo, Monterrey pintura contemporánea de México, el arte hispanoamericano o el argentino
exibiu panorâmicas como a do monumento dedica-
en particular.
do a Ricardo Güiraldes em San Antonio de Areco,
Argentina. Esta fotografia foi repetida por Reyes na
primeira página dos dois números distintos do 2 , 3 Asunto que, más allá de la simple cita bibliográfica, daría pie al seguimiento del tema y a la polémica.
com a única variante do tamanho. Outras fotos des-
tas características foram as que ilustraram o artigo
“Algunos datos sobre el teatro en México durante
los últimos años”, a do Cemitério de Sète, vinculada
ao poema de Paul Valéry, ou a que acompanharia a
sentida lembrança de Graça Aranha, e à qual Reyes
colocou como crédito o nome de Nicolás.
Outra foto, esta muito mais interessante, tanto
pela referência do fato como pela possível autoria, é
a que retrata o autor do livro Venezas, grande amigo
do regiomontano, em caminho a Petrópolis. Esta
imagem serviu de ilustração ao artigo de Reyes “Paul
Morand en Río”, capa do número 7, de dezembro de
1931. Mas antes –e nisso se descobre uma das facetas

* Guanajuatense. Originario do estado mexicano de Monumento a Ricardo Güiraldes en San Antonio de Areco (República Argentina) tierra de “Don Segundo
Guanajuato. (N. T.). Sombra”. Monterrey. Correo literario número 2 , agosto de 1930.
mais íntimas e fascinantes de Monterrey– o mexicano

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 69


tinha colocado esta lembrança fotográfica, referida a
um dos passeios narrados no artigo, em um dos ál-
buns de fotos do Rio de Janeiro, o correspondente
ao período outonal do ano mencionado. Este álbum
mostra a vida cotidiana dos membros da família
Reyes. Nele, são retratados entre amigos, em exterio-
res do palacete da Rua das Laranjeiras e realizando
trabalhos de jardinagem; ou de passeio por Copaca-
bana, em algum cruzeiro e no Jardim Botânico. Tam-
bém, ao pé do Cristo Redentor, ou com a Baía da
Guanabara no fundo ou a perspectiva do Rio a seus
pés, como se aprecia das alturas do Pão de Açúcar.
A foto em que Morand aparece inclinado para
frente, em uma postura simpática, embora rara, per-
El cementerio de Sète que inspiró el poema de Valéry. Monterrey. Correo literario número 6 , octubre de 1931.
deu muitos de seus detalhes na reprodução do Cor-
reo. Mas, na cópia do álbum, podemos apreciar, no
Ahora bien, en trabajos pequeños y curiosos de la sección “Rayas a fundo da imagem, as suaves colinas da paisagem e
a vegetação frondosa que rodeia a estrada. Também
lápiz” de Monterrey, número 3, de mayor extensión que los anteriores, el
aparece a parte traseira do carro e o detalhe que
regiomontano dio noticia del libro de Gerardo Haupmann La prodigiosa explica a curiosa inclinação do corpo do francês.
Isla de las Damas. Historia de un archipiélago imaginario. En este Morand está de pé sobre a valeta, com problemas
de equilíbrio, quase descendo em direção à estra-
volumen, publicado por la Revista de Occidente en 1925, se informaba sobre
da. A foto do lado, no álbum, dá mais pistas sobre
el inquieto arquitecto Stradmann, quien había intentado llegar a México o passeio. Nela, aparece uma mulher (esposa de
para estudiar la arquitectura mexicana “sobre el terreno” y que falleció en un Morand?) e o pintor brasileiro Cícero Dias, com o
chapéu usado em outras fotos do passeio e colocado
naufragio después de una estancia de estudios en Japón.
sobre as orelhas. A foto de Morand rumo a Petrópo-
Casi enseguida, en carta de respuesta a J. Montes sobre una presunta lis poderia ter sido tirada por Reyes, em um ato ab-
novela rusa en que se describía el robo del Gulf-Stream por parte de Die- solutamente comum de sua vida cotidiana no Rio.
go Rivera, el redactor anónimo –Reyes con seguridad– se refería a los dos Outra foto que poderia ser de autoria de Al-
fonso Reyes é a da águia e da serpente que decora
libros que, mezclados sus contenidos, habrían podido crear ese curioso en- uma fonte diante da prefeitura da cidade visitada na
gendro sin sentido. Uno de ellos era Les aventures extraordinaires de Julio ocasião: Petrópolis. Esta foto, colocada ao lado do
Jurenito et ses disciples, que contiene el famoso retrato en ficción del mura- escudo do México, serviu de complemento a uma
das edições do artigo “Virgilio y América”, capa do
lista guanajuatense, amigo de ambos, por Ilia Ehrenbourg. Reyes describió
número 10 de Monterrey, de março de 1933. Algumas
el libro como las ilustrações mais, digamos, de circunstância, figuram
nos números finais do Monterrey. Três fotografias
peripecias de un reformador mexicano que se propone cambiar la socie- emotivas, sobretudo porque apoiavam aconteci-
dad humana. Ehrenbourg, ruso de París, conoció muy de cerca a Diego mentos singulares na vida de Reyes e quanto à pre-
Rivera, y el recuerdo de nuestro gran pintor no es extraño a la concepción sença imediata e futura de seu país no Brasil. Estas
de su héroe. fotos, publicadas no número 13 do Correo literario,
exemplar com o qual o escritor se despedia do Bra-
sil, complementaram a reprodução do discurso com
Otra referencia literaria con cierta pátina de arte es la que Reyes hacía de la que Alfonso Reyes entregou ao Jardim Botânico do
novela La Sérénade de Toselli, en la que su autor, Jean Cassou, al hablar de Rio a reprodução escultórica de Xochipilli, o deus
mexica das flores.
un presunto mexicano que había llegado a ser presidente de su país, ponía en
O texto apresentaria, no espaço de duas colunas
boca de un pintor la siguiente frase: “¡Ah, sí! […] Era un mexicano: Il man- do peculiar tablóide, a ainda hoje famosa escultura
geait sa soupe avec ses clefs…” de Cuauhtémoc, levada ao Rio em 1922 por José
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 70

Discurso de entrega de la escultura del dios Xochipilli al Jardín Botánico de Río de Janeiro, 2 de octubre de 1935 .

Vasconcelos e colocada diante da praia do Fla- Del archivo y el álbum


mengo. Além dela, no meio e no final do discurso,
Acerca de las obras artísticas usadas por Reyes en función de ilustración ca-
o leitor pôde apreciar, em outras duas imagens, um
detalhe da “região mexicana” do Jardim, dedicada bría señalar algunas que, por sus características plásticas o de sentido, desta-
em particular à flora do deserto, e uma última foto can sobre el resto de los trabajos.
do próprio deus; nela, Xochipilli aparece solitário,
Dentro del calificativo de ilustraciones de archivo, muy propio de todas
sentado sobre o pedestal, em um lugar privilegiado
do Jardim Botânico e com a acostumada expressão las publicaciones, y que son obras más bien neutras de encuadre y contenido,
inescrutável. No arquivo de Reyes, conserva-se uma de sentido general y aprovechamiento amplio, Monterrey exhibió panorámi-
fotografia irmã da anterior, tirada no mesmo dia
da cerimônia; nela aparece o autor no momento cas como la del monumento dedicado a Ricardo Güiraldes en San Antonio
da leitura do discurso. Enquanto isso, coberto pelo de Areco, Argentina. Esta fotografía Reyes la repitió en la portada de los dos
que pareceria ser uma bandeira do México, o deus
números distintos del 2 , con la única variante del tamaño. Otras fotos de estas
aguarda o momento de ser desvelado. Como pode-
se apreciar outra vez, a intercomunicação entre características fueron la que ilustró el artículo “Algunos datos sobre el teatro
Monterrey e outros meios de registro da vida diária en México durante los últimos años”, la del cementerio de Sète, vinculada al
do regiomontano foi total.
poema de Paul Valéry, o la que acompañaría el sentido recuerdo de Graça
Entre as ilustrações de apoio, gostaria de desta-
car o retrato a bico-de-pena do autor do Fausto, que Aranha, y a la que Reyes puso como crédito el nombre de Nicolás.
acompanharia o ensaio “Goethe y América”. Mas, Otra foto, ésta mucho más interesante tanto por la referencia anecdótica
sobretudo, a formosa caricatura que retrata Valery
Larbaud e foi o complemento da crônica “Viajes
como por la posible autoría de la misma, es la que retrata al autor del libro
Morrocotudos”, de Reyes. Esta imagem do salva- Venecias, gran amigo del regiomontano, de camino a Petrópolis. Esta ima-
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 71
El Cuauhtémoc posee su leyenda que ya he contado en otra parte. Es una superstición
popular de que he tenido noticia por el poeta Murilo Mendes:

Cuauhtémoc es un inmenso amuleto, una mascota, una imagen propiciatoria de la buena suerte.
Hay que dar tres vueltas en torno al monumento y hacerle una pequeña reverencia quitándose
el sombrero; eso basta: ya están conjurados los peligros… La estatua de Cuauhtémoc es
dispensadora de bravura y de resistencia ante los desastres y contrariedades del mundo. Y esto,
por generoso ministerio del gran Poeta Desconocido; es decir, el pueblo.

Pero ya Cuauhtémoc, carioca honorario desde el año de 1922, no está solo. Otro símbolo
mexicano parece saludarlo desde el Jardín Botánico, y es el Xochipilli, dios floreal, cuya
estatua tuve la honra de ofrecer a Río de Janeiro en el año de 1935.

Alfonso Reyes, Aguja de las playas

gen sirvió de ilustración al artículo de Reyes “Paul Morand en Río”, portada dorenho4 Toño Salazar, discreta, encantadora em
seu comentário do temperamento do autor francês,
del número 7, de diciembre de 1931. Pero antes, y en esto se descubre una de
remete aos melhores tempos parisienses do regio-
las caras más íntimas y fascinantes de Monterrey, el mexicano había colocado montano.
este recuerdo fotográfico, referido a uno de los paseos narrados en el artículo, Mencionei, no início, um tipo especial de ima-
en uno de los álbumes de fotos de Río de Janeiro, el correspondiente a la tem- gens. São aquelas que, sem ser ilustrações do texto
que as circunda, tampouco parecem ter relação,
porada de otoño del año mencionado. Este álbum muestra la vida cotidiana aparente ou real, com alguma das colaborações pró-
de la familia Reyes. En él se ven entre amigos, en exteriores del palacete de ximas. No entanto, pelo menos em alguns casos, a
Rua das Laranjeiras y realizando trabajos de jardinería; o de paseo por Copa- força contida pelas estampas teria ressonância com
material publicado anteriormente, ou então com a
cabana, en algún crucero y en el Jardín Botánico. También, al pie del Cristo de
própria vida de Reyes.
Corcovado; o con la Bahía de Guanabara a sus espaldas o la perspectiva de Río No número inicial de Monterrey, justamente
a sus pies, según se aprecia desde las alturas del Pan de Azúcar. abaixo do “Propósito” da publicação e rodeado
pelo corpo tipográfico do “Boletín Gongorino”,
Esta toma, la de Monterrey, en que Morand aparece echado hacia de-
Reyes colocou a reprodução da pintura Tennis,
lante, en una postura simpática aunque rara, ha perdido en la reproducción do modernista pernambucano, animador cultu-
del Correo muchos de sus detalles. Pero en la copia del álbum podemos ral, poeta e editor Vicente do Rego Monteiro. A
imagem referia-se à exposição Arte Francesa Mo-
apreciar, al fondo de la imagen, las suaves colinas del paisaje y la vegetación
derna, montada no Palace Hotel do Rio, em cujas
frondosa que rodea la carretera. También aparece la parte trasera del coche salas, exatamente em frente à praia de Copacabana,
y el detalle que explica la curiosa inclinación en el cuerpo del francés. Mo- fariam exposições muitos pintores brasileiros do
momento.
rand está de pie sobre la cuneta, con problemas de equilibrio, a punto de
bajar a la carretera. La foto de al lado, en el álbum, da más pistas sobre el 4 “...e penso que também mexicano”, escreveu Reyes
paseo. En ella aparece una mujer –¿esposa de Morand?– y el pintor brasi- em um artigo de Monterrey.
leño Cícero Dias, con el sombrero usado en otras fotos del paseo echado
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 72

sobre las orejas. La foto de Morand rumbo a Petrópolis podría haber sido
tomada por Reyes, en un acto absolutamente común a su vida cotidiana
en Río.
Otra foto que podría ser de la autoría de Alfonso Reyes es la del águila y
la serpiente que decora una fuente ante la prefectura de la ciudad visitada en
aquella ocasión, Petrópolis. La misma, puesta al lado del escudo de México,
sirvió de complemento a una de las entregas del artículo “Virgilio y Améri-
ca”, portada del número 10 de Monterrey, de marzo de 1933. Unas cuantas
ilustraciones más, digamos, de circunstancia, figuran en los números fina-
les de Monterrey. Tres fotografías emotivas, sobre todo porque apoyaban
Valery Larbaud por Toño Salazar, Monterrey. Correo literario acontecimientos singulares en la vida de Reyes y en cuanto a la presencia
número 4 , abril de 1931.
inmediata y futura de su país en Brasil. Estas fotos, aparecidas en el número
Rego Monteiro, como depois Cícero Dias em 13 del Correo literario, ejemplar con el que el escritor se despedía de Brasil,
relação com El Guernica, tinha sido há muito tempo
complementaron la reproducción del discurso con que Alfonso Reyes en-
um importante introdutor do cubismo europeu no
Brasil. Com um pé na França e outro em seu país tregó al Jardín Botánico de Río la reproducción escultórica de Xochipilli, el
natal, Rego Monteiro figurava agora como parte da dios mexica de las flores.
escola francesa; mas seria necesário um trabalho El texto luciría, en el espacio de dos columnas del peculiar tabloide, la
minucioso para descobrir o possível significado da
aún hoy famosa escultura de Cuauhtémoc, llevada a Río en 1922 por José
publicação desta obra de Rego Monteiro en Monter-
rey e suas repercussões, no passado e no presente, na Vasconcelos y puesta frente a la playa de Flamengo. Además de la anterior,
vida carioca del mexicano. Em sua primeira estadia en medio y al final del discurso el lector pudo apreciar, en otras dos imá-
parisiense, o brasileiro havia freqüentado o ambien-
genes, un detalle de la “región mexicana” del jardín, dedicada en particular
te boêmio que Reyes tanto apreciava. E o fez justa-
mente durante os meses de 1913, que antecipariam a a la flora del desierto, y una última toma del propio dios. En ella Xochipilli
grande guerra. Além disso, tanto em Paris quanto no
Rio, o pintor se encontrou com amigos brasileiros
muito próximos também de Reyes, como Ronald de
Carvalho, Tarsila do Amaral – mulher de Oswald de
Andrade – e Emiliano Di Cavalcanti. Já no Rio, em
junho de 1930, mês em que apareceu este primeiro
número do Correo literario, a maioria deles ia e vinha
da França ao Brasil, mas também freqüentava com
toda liberdade a Embaixada mexicana da Rua das
Laranjeiras.
Em relação à outra destas ilustrações singulares,
Alfonso Reyes, como mencionei antes, contou no
número 7 de Monterrey a história de vários passeios
feitos com Paul Morand, nos que – em companhia
de diversos amigos cujos nomes Reyes omitia – o
francês tinha conhecido a Barra da Tijuca, o Pão de
Açúcar e dois lugares com conteúdo social verda-
deiramente fora de série. Reyes concentraria sua
colorida crônica nos dois últimos lugares: o bairro
do Mangue, no Rio, e um percurso mágico e aci- Rego Monteiro, Tennis. Exposición de Arte Francés Moderno, Monterrey.
dentado, cruzando a Baía da Guanabara rumo a Correo literario número 1, junio de 1930.
aparece en solitario, sentado sobre el pedestal en un lugar de privilegio del

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 73


Botánico y con la acostumbrada expresión inescrutable. En el archivo de
Reyes se conserva una fotografía hermana de la anterior, tomada el mismo
día de la ceremonia. En ella se capta al autor en el momento de la lectura del
discurso. Mientras, cubierto por lo que pareciera una bandera de México, el
dios aguarda el momento de ser develado. Como se puede apreciar de nueva
cuenta, la intercomunicación entre Monterrey y otros medios de registro de
la vida diaria del regiomontano fue total.
De entre las ilustraciones de apoyo quisiera destacar el retrato a líneas del
autor del Fausto, que acompañaría al ensayo “Goethe y América”. Pero sobre
todo, la hermosa caricatura que retrata a Valery Larbaud y fue el complemen-
to de la crónica “Viajes Morrocotudos”, de Reyes. Esta imagen del salvadore-
ño4 Toño Salazar, discreta, encantadora en su comentario del temperamento
del autor francés, remite a los mejores tiempos parisinos del regiomontano.
Mencioné al principio un tipo especial de imágenes. Son aquéllas que
sin ser ilustraciones del texto que las circunda, tampoco parecieran tener
relación, aparente o real, con ninguna de las colaboraciones próximas. Sin Paul Morand en el alto de la Indepencia, camino de Petrópolis,
Monterrey. Correo literario número 7, diciembre de 1931.
embargo, cuando menos en algunos casos, la fuerza contenida por las es-
tampas tendría resonancia con material publicado anteriormente o bien con Niterói, para presenciar “os bailes sagrados”, ou seja,
la propia vida de Reyes. o ritual da macumba.
Desta maneira, seis meses depois do passeio,
En el número inicial de Monterrey, justo debajo del “Propósito” de la pu-
a reprodução de um desenho de Foujita acompa-
blicación y rodeada por el cuerpo tipográfico del “Boletín Gongorino”, puso nharia outra edição de “Virgilio y América”, sem ter,
Reyes la reproducción de la pintura Tennis, del modernista pernambucano, na verdade, nada a ver com o tema do ensaio, pois
tratava-se da representação do “baile sagrado”. Esta
animador cultural, poeta y editor Vicente do Rego Monteiro. La imagen re-
cerimônia foi representada por Foujita durante seu
fería a la exposición Arte Francés Moderno, montada en el Palace Hotel de périplo sul-americano; o motivo da visita ao Rio
Río, en cuyas salas, justo frente a la playa de Copacabana, exhibieron mu- havia sido visitar Cândido Portinari. Reyes publi-
chos pintores brasileños del momento. cou esta imagem em Monterrey no ano seguinte ao
passeio, sem mais explicação que o título, que era La
Rego Monteiro, como más adelante Cícero Dias en relación con El
Macumba. Algum sinal aos amigos?
Guernica, había sido desde tiempo atrás un importante introductor a Brasil A última destas imagens sui generis que gostaria
del cubismo europeo. Con un pie en Francia y otro en su país natal, Rego de comentar é, de fato, mais texto que imagem,
ou tão ilustração quanto conteúdo escrito. O fato
Monteiro figuraba ahora como parte de la escuela francesa. Pero habría que
é que na seção “Investigaciones”, do exemplar
hilar fino para descubrir el posible significado de la publicación de esta obra de Monterrey de março de 1933, Reyes publicou
de Rego Monteiro y las repercusiones, hacia el pasado y el presente, en la em três colunas, divididas em duas páginas, uma
vida carioca de Reyes. En su primera estancia parisina, el brasileño había colaboração de Camille Pitollet que põe em dúvida
o presumível desinteresse do regiomontano por
frecuentado el ambiente bohemio tan del gusto de Reyes. Y lo había hecho
outras vertentes da vanguarda que não fossem o
justo durante los meses de 1913 que anticiparían la gran guerra. Pero ade- cubismo de seu amigo Rivera. No Correo literario,
más, tanto en París como en Río, el pintor se vio con amigos brasileños muy sob o título “La poesía tipográfica”, apareceram as
divertidas silhuetas de duas garrafas, um cálice e
4 “... y pienso que también mexicano”, escribió Reyes en un artículo de Monterrey. uma cruz, com o correspondente texto explicativo.
Caligramas não de Apollinaire, mas de autoria de
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 74

Rabelais e outros escritores de língua francesa.

Esboço de colibri
No tomo IX das Obras completas de Reyes, que apa-
receu no ano da morte de seu autor, 1959, recolhe-
se Norte y Sur (1944), livro dedicado a impressões
variadas sobre a Argentina e o Brasil. Este tomo
inclui o artigo “Maximiliano descubre el colibrí”,
publicado originalmente no mesmo número 13
de Monterrey, de junho de 1936 , em que Reyes se
despedia do Brasil.
Nesse tomo de Obras completas, entre o título
e o corpo do ensaio, aparece, reproduzida da im- Tsugouharu Foujita, La Macumba, Monterrey. Correo literario número 8 , marzo de 1932 .
pressão do Correo, a versão de um destes passari-
nhos, realizada pelo pintor de formatos médios e
muralista Cândido Portinari. próximos también a Reyes, como Ronald de Carvalho, Tarsila do Amaral
Enquanto que nas Obras completas anota-se que
–mujer de Oswald de Andrade— y Emiliano Di Cavalcanti. Ya en Río, en
o colibri de Portinari é “um desenho”, a edição de
Monterrey diz que se trata de “um esboço”. De fato,
junio de 1930 cuando apareció este primer número del Correo literario, la
a seção pouco freqüente em que se incluiria tan- mayoría de ellos iba y venía de Francia a Brasil. Pero también frecuentaban
to o que foi referido a Maximiliano quanto outro con toda libertad la Embajada mexicana de Rua das Laranjeiras.
pequeno ensaio dedicado à papoula e à amizade
En relación con otra de estas ilustraciones singulares, Alfonso Reyes,
entre o México e o Brasil, é a já mencionada “Cua-
derno de Apuntes”. como mencioné antes, contó en el número 7 de Monterrey varios paseos
O paulista Portinari, assim como Reyes, mo- realizados con Paul Morand en los que, en compañía de diversos amigos
rou na Europa alguns anos, mas, a partir de 1931,
cuyos nombres Reyes omitía, el francés había conocido Barra de Tijuca, el
encontrava-se já instalado definitivamente no Rio
de Janeiro. Era então professor de artes plásticas e Pan de Azúcar y dos sitios con contenido social verdaderamente fuera de
pintor incipiente. serie. Reyes centró su colorida crónica en los dos últimos lugares: el barrio
O belo retrato escrito de Maximiliano foi con-
de Mangue, en Río, y un recorrido mágico y accidentado, cruzando la bahía
cebido por Reyes a partir de duas das facetas mais
esquecidas do imperador: suas atividades como
de Guanabara, a Niterói, para presenciar “los bailes sagrados”. O sea, el ritual
naturalista e suas práticas de escritor. Maximiliano de la macumba.
havia passado pelo Brasil no final de 1859. Ali, como Y bueno, seis meses después del paseo, la reproducción de un dibujo de
Reyes muitos anos depois, encontrou-se –entre
Foujita acompañaría otra entrega de “Virgilio y América”, sin tener en reali-
outras muitas coisas da natureza– com o colibri ou
beija-flor, como é conhecido em português. O im- dad nada que ver con el tema del ensayo. Pues se trataba de la representación
perador descreveria desta forma o também conhe- del baile sagrado. Esta ceremonia fue trazada por Foujita durante su periplo
cido, somente no México, como chupamirto: “Era
sudamericano. El motivo de la visita a Río había sido ver a Cândido Portina-
uma vibração incessante, um zumbido, uma osci-
lação mil vezes repetida. Dir-se-ia um pensamento ri. Reyes publicó esta imagen en Monterrey al año siguiente del paseo, sin
preso ao vôo e encerrado em uma palpitação de más explicación que el título de La Macumba. ¿Algún guiño a los amigos?
asas, flutuante e suspensa no espaço”.
La última de estas imágenes sui géneris que quisiera comentar es, de
Como reflexo da experiência do próprio Ma-
ximiliano, a ilustração de Portinari se concentrava hecho, más texto que imagen; o tan ilustración como contenido escrito.
na imagem de um só colibri. Fred Ellison acha que, Y es que en la sección “Investigaciones”, del ejemplar de Monterrey de
com certeza, o desenho foi um presente do artista. marzo de 1933, Reyes publicó a tres columnas y en una parcial doble pla-
É quase certo que Reyes não tenha pago nada por
na, una colaboración de Camille Pitollet que pone en duda el presunto
ele, mas acho que, como acontece habitualmente no
âmbito editorial, o colibri foi feito à petição expressa desinterés del regiomontano por otras vertientes de la vanguardia que no
de Reyes. Isto explicaria por que este delicado pas-

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 75


sarinho não nasceu solitário, mas pertenceu a um
pequeno bando de aves.
Portinari deve ter feito várias tentativas para
chegar à ilustração definitiva. Como acontece mui-
tas vezes na pintura ou na literatura, o resultado fi-
nal desbancou os produtos prévios ou paralelos de
elaboração. O “esboço” viria a tornar-se assim, para
o leitor de ontem e de hoje -segundo a versão dada
em Obras Completas-, o “desenho” último e defini-
tivo. Não obstante, Reyes e Portinari sabiam que
este resultado plástico, como o estudo de Maxi-
miliano e o próprio ensaio sobre este personagem,
eram apenas bosquejos – embora completos – ela-
borados em torno a um objeto central de estudo.
O colibri, “a coisinha pequena e volátil”, continu-
ava sendo “intocável”, “semelhante às imagens do
sonho”. Além disso, no caso do trabalho de Porti-
nari, uma versão a mais, dentro de um conjunto de
desenhos hoje conhecidos.
Maximiliano considerava o colibri uma singu-
Cândido Portinari, Colibrí (apunte). Monterrey. Correo literario número 13 , junio de 1936 . lar “jóia do paraíso”. Perdido, talvez, no ateliê em
que Reyes imprimia o Monterrey, o tão conhecido
e solitário original de Portinari, junto com os ou-
fueran el cubismo de su amigo Rivera. Bajo el título de “La poesía tipográ- tros estudos de colibris, resultaria posterior, em
fica” se vieron aparecer en el Correo literario, con el correspondiente texto não mais de um ano, ao famoso quadro Café, que
projetou internacionalmente o pintor brasileiro.
explicativo, las divertidas siluetas de dos botellas, una copa y una cruz. Ca-
ligramas no de Apollinaire, sino de la autoría de Rabelais y otros autores De grande fôlego
de habla francesa. Dentro dos poucos trabalhos dedicados expressa-
mente à arte, existe um interessante e outro bastante
significativo em Monterrey. O primeiro, texto inicial
Bocetos de colibrí da seção “Investigaciones” do número 3, de outubro
En el tomo IX de las Obras completas de Reyes, aparecido en el año de la de 1930, é “Rousseau el aduanero y México”. Nele,
sem abandonar a lembrança de Paul Morand, agora
muerte de su autor, 1959, se recoge Norte y Sur (1944), libro dedicado a im-
de viagem pelo México, Reyes considerava a pos-
presiones varias sobre Argentina y Brasil. Dicho tomo incluye el artículo sibilidade de que Henri Rousseau nunca houvesse
“Maximiliano descubre el colibrí”, publicado originalmente en el mismo nú- estado no México e que, para os motivos presumi-
mero 13 de Monterrey, de junio de 1936, en que Reyes se despedía de Brasil. velmente mexicanos de seus últimos quadros, tives-
se se inspirado nas estampas de algumas histórias
En ese tomo de Obras completas, entre el título y el cuerpo del ensayo,
naturais baratas.
aparece, reproducida de la impresión del Correo, la versión de uno de estos A segunda colaboração, não tão breve e de maior
pajarillos realizada por el pintor de medianos formatos y muralista Cân- qualidade que a anterior, na qual Reyes projetava
também algumas de suas inclinações como escritor,
dido Portinari.
foi “Vermeer y la novela de Proust”, artigo escrito ori-
Mientras en las Obras completas se anota que el colibrí de Portinari es ginalmente em Madri, para a revista Social de Havana
“un dibujo”, en la edición de Monterrey dice que se trata de “un apunte”. De e reproduzido no número 14 de Monterrey, o último
do Correo literario, impresso em Buenos Aires.
hecho, la sección poco frecuente donde se incluyó tanto el referido a Maxi-
O trabalho, considerado por Paulette Patout
miliano como otro ensayito dedicado a la amapola y la amistad entre Méxi- “talvez o seu melhor ensaio” e, sem dúvida, “outra
co y Brasil, es la ya referida “Cuaderno de Apuntes”. obra prima!”, pertence aos textos que, mesmo
El paulista Portinari, como Reyes, vivió en Europa algunos años. Pero
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 76

a partir de 1931 se encontraba ya instalado definitivamente en Río. Era por


entonces profesor de artes plásticas y pintor incipiente.
El bello retrato escrito de Maximiliano, Reyes lo había concebido a par-
tir de dos de las facetas más olvidadas del emperador: sus actividades como
naturalista y sus prácticas de escritor. Maximiliano había pasado por Brasil a
finales de 1859. Allí, como Reyes lustros después, se topó, entre otras muchas
cosas de la naturaleza, con el colibrí o besaflor, como se le conoce en portu-
gués. El emperador describiría de esta forma al también conocido, sólo en
México, como chupamirto: “Era una vibración incesante, un zumbido, una
oscilación mil veces repetida. Se diría un pensamiento atrapado al vuelo y
encerrado en una palpitación de alas, flotante y suspensa en el espacio”.
Como reflejo de la experiencia del propio Maximiliano, la ilustración de
La moza del turbante, Rijksmuseum, Amsterdam. Monterrey.
Portinari se concentraba en la imagen de un solo colibrí. Fred Ellison consi-
Correo literario número 14, julio de 1937.
dera indudable que el dibujo fue un regalo del artista. Es casi seguro que Re-
sendo breves, estariam entre os de grande fôlego yes no haya pagado nada por él, pero creo que, como sucede habitualmente
que se publicaram em Monterrey. Dois pequenos
ensaios, apêndices deste, foram “La última morada
en el ámbito editorial, el colibrí fue hecho a petición expresa de Reyes. Lo
de Proust”, de 1928 , e “Proust y los gusanos de cuatro cual explicaría el por qué este delicado pajarillo no nació en solitario, sino
dimensiones”. Este último, publicado na seção que perteneció a un pequeño conjunto de aves.
“Miscelánea” do Correo, na última página do número
Portinari debe haber requerido de varios intentos para conseguir la ilus-
6 , de outubro de 1931, apareceu en Monterrey, antes,
de fato, que o dedicado à proximidade entre o tración definitiva. Como sucede muchas veces en la pintura o en la literatura,
escritor francês e o artista nascido em Delft. el resultado final desplazó los productos previos o paralelos de elaboración.
“Vermeer y la novela de Proust” foi ilustrado
El “apunte” se convertía así, para el lector de ayer y de hoy, según la versión
com uma reprodução do retrato hoje conhecido
como A jovem do brinco de pérola, do Rijksmuseum
que se da en Obras completas, en el “dibujo” último y definitivo. No obstan-
de Amsterdã. Reyes o denominou, então, como te, Reyes y Portinari sabían que este resultado plástico, como el estudio de
A moça do turbante. Esta imagem de Vermeer, Maximiliano y el propio ensayito sobre éste, eran apenas bocetos –aunque
conhecida em alguns círculos como a Gioconda
redondos– elaborados en torno a un objeto central de estudio. El colibrí, “la
do norte, foi tão apreciada pelo regiomontano que
ele chegou a pendurar na Capilla Alfonsina uma cosita pequeñita y volátil”, seguía siendo “inasible”, “semejante a las imáge-
reprodução do quadro de tamanho semelhante ao nes del sueño”. Pero además, en el caso del trabajo de Portinari, una versión
orignal.
más dentro de un conjunto de tintas hoy conocidas.
Neste trabalho, concentrado essencialmente
no caráter de Proust e de sua personagem, Swann,
Maximiliano consideraba al colibrí como una singular “joya del paraíso”.
Reyes exibiu, inclusive, muitas de suas inclinações Perdido quizá en el taller donde Reyes imprimía Monterrey, el tan conocido
e características como escritor. Por tal razão, não y solitario original de Portinari, junto con los otros estudios de colibríes, re-
poderia ser considerado como um trabalho a mais
sultaría posterior en no más de un año al famoso cuadro Café que proyectó
dentro da obra total de Alfonso Reyes.
Por outro lado, neste pequeno grande ensaio, o internacionalmente al brasileño.
autor do Romance del Río de Enero se permitiu uma
aproximação livre e prazenteira à obra de Vermeer.
De gran aliento
Uma aproximação de amador, claro; mas também –
e, sobretudo – de um conhecedor sensível e preciso Dentro de los pocos trabajos dedicados expresamente al arte hay uno intere-
da pintura barroca holandesa. sante y otro bastante significativo en Monterrey. El primero, texto inicial de
la sección “Investigaciones” del número 3, de octubre de 1930, es “Rousseau

Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 77


el aduanero y México”. En él, sin abandonar el recuerdo de Paul Morand,
ahora de viaje por México, Reyes planteaba la posibilidad de que Henri
Rousseau nunca hubiera estado en México y que para los motivos presunta-
mente mexicanos de sus últimos cuadros se hubiera inspirado en las estam-
pas de algunas historias naturales baratas.
La segunda colaboración, no tan breve y de mayor calidad que la anterior,
en la que Reyes proyectaba además algunas de sus inclinaciones como escritor,
fue “Vermeer y la novela de Proust”, artículo escrito originalmente en Madrid
para la revista Social de La Habana y reproducido en el número 14 de Monte-
rrey, el último del Correo literario, con pie de imprenta en Buenos Aires.
El trabajo, considerado por Paulette Patout “quizá su mejor ensayo” y,
eso sí, “¡otra obra maestra!”, pertenece a los textos que, aun en su brevedad,
serían de los de gran aliento en Monterrey. Dos ensayitos apéndices de éste
fueron “La última morada de Proust”, de 1928, y “Proust y los gusanos de
cuatro dimensiones”. Este último, publicado en la sección “Miscelánea” del
Correo, en la última página del número 6, de octubre de 1931, apareció en
Monterrey, de hecho, antes que el dedicado a la cercanía entre el escritor
francés y el artista nacido en Delft.
“Vermeer y la novela de Proust” fue ilustrado con una reproducción del
retrato hoy conocido como La joven del arete de perla, del Rijksmuseum de
Ámsterdam. Reyes lo tituló entonces como La moza del turbante. Esta ima-
gen de Vermeer, referida en algunos círculos como la Gioconda del norte, fue
tan apreciada por el regiomontano que llegó a colgar en la Capilla Alfonsina
una reproducción del cuadro de tamaño cercano al del original.
En este trabajo, centrado en lo esencial en el carácter de Proust y de su
personaje, Swann, Reyes exhibió además muchas de sus características
como escritor. Por lo mismo, no podría considerarse como un trabajo más
dentro de la obra total de Alfonso Reyes.
Por otro lado, en este pequeño gran ensayo el autor del Romance del Río
de Enero se permitió un acercamiento libre y gustoso a la obra de Vermeer.
Un acercamiento de amateur, desde luego; pero también, y sobre todo, de
conocedor sensible y puntual de la pintura barroca holandesa.

Tablas y viñetas
A lo largo de siete colaboraciones, que abarcaron del número 8 de Monte-
La Conquista de México en tablas de González. Monterrey. Correo
rrey, de marzo de 1932 , al 12 , de agosto de 1935, se desarrolló en el Correo literario número 12 , agosto de 1935 .

literario una suerte de foro abierto con el tema de La Conquista de México


en tablas de González.
Pintura sobre madeira e vinhetas Echada a andar por el propio Reyes, comenzó entonces la pesquisa de
Monterrey. Correo literario de Alfonso Reyes 78

Ao longo de sete colaborações, que abarcaram do esta serie de pinturas con incrustaciones de nácar que, localizadas en un pri-
número 8 de Monterrey, de março de 1932 , ao núme-
ro 12 , de agosto de 1935, desenvolveu-se no Correo
mer grupo en Buenos Aires, con el correr de los meses mostró su amplitud
literario uma espécie de fórum aberto, com o tema y aprecio en otras ciudades de América y Europa. Trabajo de colaboración
da Conquista do México em tablas de González. intercontinental y multidisciplinario, en el sentido más actual del término,
Impulsionada pelo próprio Reyes, começou
esta forma de correspondencia indagatoria, intelectual y artística representa
então a pesquisa desta série de pinturas com in-
crustações de madrepérola que, localizadas em um en mi opinión la mayor aportación de Monterrey al futuro de la comunica-
primeiro grupo em Buenos Aires, com o passar dos ción a través de los medios. Sin importar cuáles sean éstos.
meses mostraria sua amplitude e apreciabilidade
Por último, quisiera mencionar en este artículo un producto de Monte-
em outras cidades da América e da Europa. Traba-
lho de colaboração intercontinental e multidiscipli- rrey que con el tiempo se convirtió en emblema de las ediciones de Alfonso
nar, no sentido mais atual do termo, esta forma de Reyes. Me refiero a la viñeta del Cerro de la Silla por él trazada, que vuelta
correspondência indagativa, intelectual e artística
eco en la leyenda “el cerro cae en la página…” del Correo literario, acom-
representa, em minha opinião, a maior contribuição
de Monterrey ao futuro da comunicação através da pañó casi todos los libros finales del regiomontano. Libros tan personales
mídia, sem importar de que tipo seja. como el propio dibujo, y que no podrían haber sido impresos sino en edicio-
Por último, gostaria de mencionar neste artigo
nes de autor, como lo fue la producción completa de Monterrey.
um produto de Monterrey que, com o tempo, tornar-
se-ia um emblema das edições de Alfonso Reyes.
Refiro-me à vinheta do Cerro de la Silla (Monte da
Sela), por ele traçada, que, como eco lema “o mon-
te cai na página...” do Correo literario, acompanhou
quase todos os livros finais do regiomontano. Li-
vros tão pessoais como o próprio desenho, e que
não poderiam ter sido impressos a não ser em edi-
ções de autor, como se deu a produção completa
de Monterrey.
Esta obra se terminó de imprimir en septiembre de 2008,
en los talleres de Gráfica, Creatividad y Diseño, S.A. de C.V.
en papel Ab cream de 90 gr, con un tiraje de 1000 ejemplares.
Entre 1930 y 1937 Alfonso Reyes publicó catorce
números, más uno que tuvo que repetir, de Monterrey, su correo literario.
Ahora, a casi ochenta años del primer número y en fechas cercanas a la
conmemoración de los 120 años de su natalicio los reproducimos en
edición facsimilar acompañados del análisis y los comentarios de autores
que siguen admirando su trabajo.
El propio Reyes expresó que se trataba de «un órgano de relación, de
relación social, con el mundo de los escritores: un boletín de noticias del
trabajo, casi una carta circular.» José Emilio Pacheco, por su parte, señala
que estas páginas a las que Reyes dio el nombre de su ciudad natal son
«un diario (un newspaper) y un “diario” (un journal), pero sobre todo se
acercan al hoy amenazado modelo del periódico cultural».

Das könnte Ihnen auch gefallen