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Dejar de robar por cuaresma Cada ao, cuando se presentaba la cuaresma, las monjas de todas las escuelas catlicas

de Amrica animaban a sus alumnos a que hicieran sacrificios durante el tiempo cuaresmal. Normalmente eso significaba cosas como dejar de comer dulces o de ir al cine o hacer alguna limosna para la caja misional del despacho de la Hermana. Las Hermanas de la Caridad de la Escuela de Santo Domingo, en Baltimore, no eran ninguna excepcin a esta regla. Sin embargo, a menudo los chicos tienen un sorprendente modo de interpretar cosas como aqullas: muy distinto a lo que sus padres o sus profesores jams se imaginaran. Sin duda, eso es lo que pasaba con mi hermano Joe. Nuestra familia se haba trasladado a la parroquia de Santo Domingo en el otoo de 1947. Para cuando lleg la cuaresma de 1948, Joe haba descubierto que tena un gran talento para robar golosinas. Y nosotros, los chicos ms pequeos de la familia, nos beneficibamos regularmente de sus incursiones matinales de los domingos en el mostrador de las chucheras en la tienda de ultramarinos de Reads, justo bajando la calle desde la iglesia de Santo Domingo. Se podra decir que era un buen ladrn, aunque no en el sentido de San Dimas! Cada domingo, cuando volvamos a casa despus de misa, l se detena en la tienda y se birlaba cualquier cosa que pudiera meterse fcilmente en sus bolsillos. Despus, aquel mismo da divida el botn entre nosotros cuatro. Sencillamente, era parte de la rutina de los domingos. Hasta que lleg la cuaresma, claro est. Aquel ao, como todos los aos, las Hermanas hicieron su habitual invitacin a los alumnos para que durante la cuaresma hicieran el sacrificio de las cosas que ms les gustasen. Aquello provoc una respuesta en Joe. De manera que nos comunic que iba a dejar de robar durante la cuaresma. Aunque slo durante la cuaresma, slo en cuaresma. Cuando llegara el domingo de Pascua la cuaresma ya habra terminado y l podra retomar sus incursiones domingueras. El resto de nosotros estuvimos de acuerdo. Despus de todo, tambin nosotros tenamos que privarnos de algo durante la cuaresma y aquello pareca una buena idea. Lleg el domingo de Resurreccin. Y pas. Aquel da no hubo ningn robo, ni tampoco lo hubo el domingo siguiente, ni al otro tampoco. Joe se olvid y nosotros tampoco nos acordamos. No

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