La leyenda de Eva

Henry Padilla Londoo

Ella es una entre muchas que rasga su vida por una migaja. Huye de la vida que ahoga. Su bsqueda la lleva. Corre presurosa sin mirar atrs, Huye del sistema que ahoga su pensamiento y mata su alma. Su alma se embriaga en la libertad del momento. Cada momento es una gota de fino licor. Mira atrs con temor lo que dejo: Nunca volver, grita en un clamor. Ahora las cadenas invisibles de sus manos; no le permiten siquiera encontrar el pan del da. En sus pies grillos que chillan a cada paso. Dnde quedo aquella que corri hacia la libertad? En medio de la ciudad es su habitacin; entre los muertos que lloran y bailan cada da. La libertad se esfum, solo una ilusin; Ahora ella es un muerto ms, de todos los que llenan la ciudad.

Sopla, sopla viento de Dios, sopla sobre la ciudad. Da vida a los huesos secos, trae la vida a este lugar. Una luz sin igual se vio sobre la ciudad. La cruz fue vista por todos, Jess que da vida a los que buscan la libertad. La vieron correr en pos de la luz, arrastrando sus huesos secos, buscando la libertad. Grito en su ultimo esfuerzo: Slvame Jess como una valiente guerrera, lucho por su libertad. Y de ella se habla ahora por toda la ciudad, la esclava que desapareci, que camino hacia la luz. La mujer que eligi la libertad, Que solo Cristo Jess puede dar. Henry Padilla Londoo