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Hiems 12
VIIII
Invierno 12
Historia entre
bambalinas
La mujer romana
los protagonistas
Consejo Editorial: Alejandro Carneiro
y Enrique Santamaría.
D
edicar un número de Stilus a co años). Con todo, hemos buscado Secretaria de redacción: Asunción
la mujer es una apuesta sui- a colaboradores de prestigio para di- Fernández.
cida. Y no porque el tema no bujar una panorámica variada y rica.
Colaboran Marco Almansa, Hele-
lo merezca, sino porque el estudio del Dimos la palabra a profesoras de gran na Alonso García de Rivera, Isabel
papel de la mujer en la Historia des- experiencia, pero también a eruditos, Barceló, Gabriel Castelló, María José
pierta, todavía hoy, muchas reaccio- novelistas y futuros historiadores, con Doncel, Francisco José García Valadés,
nes viscerales. Tantas que es imposi- objeto de captar diversas sensibilida- Francisco Girao, Jesús del Hoyo, Charo
Marco, Eva María Morales, Alfonso
ble internarse en este asunto sin verse des y puntos de vista . Núñez Dopazo, Salvador Pacheco,
envuelto en un fuego cruzado. El resultado está ante tus ojos. Y César Pociña, Carmen Ramírez Ruiz,
Entonces, ¿por qué meterse en este aunque el presente número no agota, Isabel Rodríguez López, Pilar González
Serrano, Ildefonso David Ruiz López,
jardín? ¿Por qué abordar un asunto ni mucho menos, el tema que nos ocu- David P. Sandoval, Marcos Uyá, Ale-
tan problemático? La respuesta es pa, esperamos que sea sólo el primer jandro Valiño.
sencilla. Después de ocho números, paso de una serie de monográficos
en los que hemos hablado de diversos dedicados a colectivos silenciados. Correo: stilus@hispaniaromana.es
aspectos de la civilización romana y Estamos seguros de que, cuantas más
de su Historia, consideramos inelu- aproximaciones tengamos a la reali- Portada de Roberto Pastrana. “Marte y
Venus”, grupo escultórico del siglo II d.
dible centrar nuestra atención en una dad, más completa será la compren- C. Museo del Louvre.
parte de la sociedad que ha aparecido, sión de nuestros antepasados y de su
unas veces más, otras veces menos, huella en el mundo actual. Stilus no comparte necesariamente los puntos de
vista expresados por los autores, que son los respon-
en nuestros artículos, si bien de forma sables únicos.
tangencial. roberto.pastrana@yahoo.es
Las mujeres siempre estuvieron
ahí, sosteniendo a los “protagonistas
de la noticia”, acompañando a sus la viñeta
maridos, hijos o familiares. Presen- Por El Kuko.
ciaron los hechos y muchas veces
también los sufrieron. Desgraciada-
mente su punto de vista quedó desdi- Marchad a lejanas tierras, oh, valientes romanos. Id allá donde el deber
bujado, cuando no obviado, en el re- para con la patria os llame. Y no sintáis temor..
lato de la Historia. Recuperar, a estas
alturas, parte de ese mundo femenino
que se mueve en la penumbra de las
crónicas es un trabajo tan arduo como
apasionante. La dificultad que entraña
esta labor excede las posibilidades de
Que así tardaréis en volver. Nosotras cui-
Stilus, pero no queríamos dejar pasar
daremos de vuestras haciendas, vuestras
la oportunidad de perfilar, aunque sea
con trazos rápidos, en qué condicio- mansiones, vuestras cuentas en el banco...
nes vivían las mujeres romanas y cuá-
les eran los valores que les asignaba
la sociedad de su tiempo.
Éramos plenamente conscientes de
que nuestro plan estaba destinado al
fracaso desde su propia concepción,
porque es imposible reflejar una reali-
dad tan amplia y compleja en un solo
número de Stilus, por muy amplio
que sea (y este, con 84 páginas, es
de hecho uno de los más ambiciosos
que se han editado en los últimos cin-
rostra en este número
E
vida cotidiana 10
el cultivo del intelecto.
s magnífico que una revista como Stilus dedique su
noveno número a las mujeres... Magnífico pero tar- Por Helena Alonso García de Rivera.
dío. Porque eso parece indicar (ya sé que no) que los vida cotidiana 16
ocho números anteriores obviaron a la mitad de la población la imagen de la mujer.
del Imperio romano, una mitad no solo significativa por su Por M.ª Isabel Rodríguez López.
número sino por su importante papel económico, social e, vida cotidiana 22
incluso, político. peinadas y elegantes.
Durante más de veinte años he estudiado a las mujeres Por Ildefonso David Ruiz López y
Carmen Ramírez Ruiz.
romanas, sobre todo en las fuentes históricas, todas ellas
escritas por hombres. La impresión que uno obtiene de la cultura y artes 28
signos de distición
lectura de historiadores como Salustio, Tácito o Suetonio; sobre la piel. Por César Pociña.
de poetas como Marcial, Persio o Juvenal; de literatos como
entrevista 32
Plinio el Joven o Petronio, es que las mujeres eran un cero a Pilar Fernádez Uriel:
la izquierda en la sociedad romana. “Inanidad” es la palabra empresarias y obreras
Por M.ª José Doncel y Roberto Pastrana.
que usé en un lejano artículo en la revista Gerión. Nada más
lejano de la realidad. Lo que dichos autores pretendían era vida cotidiana 34
que las mujeres continuaran siendo inanes en la sociedad que las mediadoras de
los dioses. Por M.ª José Doncel.
ellos disfrutaban en exclusiva.
Pero esa carencia de un papel político o social, supuesta- vida cotidiana 40
trabajadoras del placer.
mente propia de los “años dorados” de la República arcai- Por Marcos Uyá.
ca, ya no iba a volver. La crisis de la República había traí-
vida cotidiana 44
do consigo el auge de las mujeres. Tanto las leyes que les
daban control sobre sus patrimonios (cumpliendo algunos las ciudadanas
requisitos), como su papel como cimentadoras de las alian- distinguidas. Por Eva Morales.
zas político-matrimoniales que sustentaban el gobierno de lo las crónicas cuentan... 48
público, hicieron de ellas poderosas armas con las que había las hermanas de calígula:
parentelaS peligrosaS.
que contar. Los relatos de Salustio sobre Sempronia o Fulvia Por Marco Almansa.
así lo atestiguan. La llegada del Principado, un régimen que
ponía el foco sobre un solo hombre, no podía significar sino las crónicas cuentan... 52
armas de mujer.
que su círculo familiar, sus parientes masculinos y, sobre Por Isabel Barceló.
todo, femeninos, adquirieran una importancia capital en el
vida cotidiana 56
desarrollo de los acontecimientos. En este sentido, con quién espacios para la vida.
se casara el emperador y de quién obtuviera descendencia le- Por Pilar González Serrano.
gítima pasó a ser asunto de Estado, desplazando en muchos derecho romano 62
casos el centro de toma de decisiones del Senado y el Foro al el principado y sus leyes.
Por Alejandro Valiño.
Palacio y sus alcobas. Emperatrices como Livia, Agripina la
Menor o Plotina jugaron sus cartas en momentos decisivos asentamientos hispanos 66
para el Imperio, durante las sucesiones, para apoyar con éxi- la joya púnica de iberia.
Por Gabriel Castelló.
to a sus propios candidatos al trono.
Pero no solo las mujeres de la clase gobernante en la ca- las huellas de las legiones 70
vistas a portus victoriae.
pital del Imperio fueron importantes. La epigrafía y también Por F. J. García Valadés.
la literatura nos han dejado los nombres de miles de mujeres
denuncia 74
que fueron empresarias, terratenientes, artesanas, esposas de pompeya: UNA vergüenza
políticos, incluso escritoras de cierto éxito. Todas ellas ad- PARA italia. Por Fran Girao.
quirieron preeminencia económica, social y política siguien-
breviarium 78
do el ejemplo de las emperatrices. Y todas ellas sufrieron la
sabores de la antigüedad 80
crítica social, a veces muy acerba, por parte de los satíricos dulcia domestica.
como Juvenal o Marcial.
Por Charo Marco.
Escribir sobre mujeres romanas no solo es un placer, es
un privilegio. Porque supone volver a dar voz a aquellas etimologías sorprendentes 81
de la bici a la
protagonistas de la historia de Roma, a aquellas damas que enciclopedia. Por Javier del Hoyo.
hicieron mucho por cohesionar la sociedad y, a la postre, por
perpetuarla. Que este número de Stilus, tardío pero al fin y ludoteca 82
punic wars. Por A. Núñez Dopazo.
al cabo un hecho, sirva para perseguir ese loable objetivo: cleopatra. Por R. Pastrana.
recordar a nuestras tata-tatarabuelas, porque nosotros no so-
la cinemateca de clío 84
mos sino herederos de su semilla. ágora. Por David P. Sandoval.
4 hiems·mmdcclxv·auc
ELRINCÓNdeESCULAPIO
MORTALIDAD FEMENINA
Sobrevivir:
una cuestión de sexo
Desde la Prehistoria hasta la Edad Media las mujeres so- inhumaciones que apuntan de manera
irrefutable a muerte por causa obstétri-
lían vivir, según los estudios realizados, una media de cin-
ca, estos casos no dejan de ser una mi-
co años menos que los varones. El esfuerzo de la mater- noría sin gran significado estadístico.
nidad, complicado con otros aspectos de índole cultural, En esta misma línea, el estudio
realizado por Szilagyi (ver recua-
influía en el hecho de que las féminas que llegaban a una
dro de la página siguiente) venía a
edad adulta lo hiciesen probablemente en peor situación demostrar que la menor longevidad
que sus contemporáneos de sexo masculino. femenina no estaba en relación con
la edad ni, por tanto, con el periodo
reproductivo. Descartada esta expli-
Por Salvador Pacheco. cación, quizá la respuesta se esconda
tras las estructuras políticas y sociales
En nuestro mundo la mujer tiende a de la Antigüedad, cuyo peso se hacía
vivir más años de media que el va- notar desde bien temprano a los re-
rón (seis años, en el caso de España). cién nacidos.
Sin embargo, esta situación no fue la En la sociedad romana, el naci-
norma en el pasado. Los estudios pa- miento biológico no se correspon-
leoantropológicos suelen coincidir en día con el nacimiento social, que se
una sobrevida aproximada de cuatro a producía a raíz del reconocimiento
seis años a favor del varón, indepen- del bebé por parte del padre. Dicho
dientemente de la longevidad global reconocimiento se realizaba en la
de la población. Esta situación, que se lustratio, a los ocho o nueve días del
repite prácticamente desde el Neolíti- nacimiento, en la que se imponía al
co hasta la Edad Media, nos lleva a neonato un nombre, el praenomem.
preguntarnos qué condenaba a la mu- Durante ese periodo previo a la ce-
jer a una vida más breve. remonia, el recién nacido carecía de
El primer motivo que cabe plan- cualquier consideración social o jurí-
tearse es el peligro de la maternidad. dica y, por tanto, su permanencia en
Y, si es cierto que se han encontrado esta vida dependía exclusivamente de
la aceptación paterna.
Con toda seguridad, las niñas es-
tarían particularmente expuestas. Así
lo apreciamos en Posidonio, cuando
Estela dedicada a Cartilia Pantoclia, dice que «un hijo es siempre cria-
de apenas tres años. Pese a la alta mor- do, incluso si uno es pobre; una hija
tandad infantil, las estelas a niños son es expuesta, incluso si uno es rico»
muy poco frecuentes en la Antigüedad. (Hermaphroditus, fr. 11 Kock). Tam-
invierno·2012 5
*
residencia o incluso el color de la piel en jorobado. Y si, por otra parte, citada en el Corpus Hipocrático, o por
(cuanto más oscura más irradiación está demasiado dispuesto a po- Celso, Areteo de Capadocia o por Ga-
solar precisa). En este sentido, los há- nerse en pie y deseoso de ca- leno–, que era posiblemente menos fre-
bitos de vida impuestos por la socie- minar, las piernas se le pueden cuente que hoy en día.
dad y la cultura dejan marca. Así, en llegar a deformar en la región Por otro lado, las muertes por in-
países musulmanes donde las muje- de los muslos. Esto se ve sobre fecciones tras el parto –sepsis puer-
res van totalmente cubiertas y tienen todo en Roma.
menor vida pública fuera del ámbito
doméstico están menos expuestas a la Pese a ser una enfermedad relati-
luz solar. Un estudio de 2002 mostra- vamente extendida, llaman la atención [1] Así aparece en Evidencias pa-
ba que el tiempo que una adolescente los pocos datos paleopatológicos para leopatológicas de raquitismo en
España de Campo Martín, Robles
española pasa al aire libre unas 4,7 la Antigüedad y la Edad Media. Para Rodríguez y Pastor Abascal. Pero no
horas al día, frente a las 0,8 horas del la época romana disponemos de escaso es el único estudio: en la necrópolis
Líbano. Así en países como El Líba- número de publicaciones sobre eviden- sefardí de Cuesta de los Hoyos (Se-
govia), el 40% de los esqueletos de
no o Turquía los niveles de vitamina cias osteoarqueológicas fehacientes. menos de 4 años de edad presenta
D en la población femenina adoles- Recientes estudios apuntan a una gran tres o más alteraciones provocadas
por el raquitismo. En el Cerro de la
cente son muy inferiores a los nive- frecuencia de estas dolencias [1]. De Encantada (Ciudad Real), datado
les encontrados en España: el 65,1 confirmarse, sería necesario tomar con en el milenio II a. C., 8 de los 25
individuos inmaduros (entre 0 y 19
% de las adolescentes turcas, al final bastante precaución las conclusiones de años) presentan signos. También
del invierno, presentan deficiencia o trabajos previos y presumirían un ma- hay casos en los esqueletos infan-
insuficiencia de vitamina D. Dentro yor número de partos complicados en tiles de El Eucaliptal, en Punta Um-
bría (Huelva).
de la propia Turquía o del Líbano se época romana por esta causa.
8 hiems·mmdcclxv·auc
peral– no son ajenas al personal, que ren casos de sepsis puerperal, pero la medicina greco-romana, si bien los
durante siglos fue transmisor incons- cuantificar su incidencia en el mundo galenos tuvieron una percepción con-
ciente. Semmelweis descubrió a me- greco-romano es complicado. Con fusa del proceso, nunca bien separado
diados del siglo XIX los motivos que todo, la ausencia de hospitales, que de la epilepsia y otras manifestacio-
permitían la transmisión de las fiebres hacen coincidir en un mismo lugar nes. Ya en la antigua medicina egipcia
puerperales, que en el caso del hospital pacientes de muy variada naturaleza, podemos encontrar algún atisbo de su
donde él trabajaba producía hasta un debió de contribuir a que la muerte existencia, según opinión de Menas-
30% de mortalidad entre las madres. obstétrica fuese mucho menor que cha (1927). Los papiros de Kahun (o
Sólo entonces pudo empezar a ponerse entre los siglos XVII y XIX. Lahun), fechados en el año 29 del rei-
solución al problema. Respecto a otro motivo de mortan- nado de Amenmehat, dinastía XII del
Material sucio, médicos que pasa- dad, la hipertensión durante el emba- Imperio Medio (hacia el año 1850 a.
ban de curar una herida contaminada razo –que parece afectar sobre todo a C.), han sido traducidos por Bernhart
a atender una parturienta, el desco- las madres adolescentes y primiges- (1939) de la siguiente manera:
nocimiento de la idea de contagio y tas– tiene una incidencia en torno al
esterilización del material quirúrgico, 6-8% en la actualidad. Está produci- Para prevenir que una mujer se
etc. hicieron que el personal asisten- da por alteraciónes circulatorias en la muerda la lengua auit Pound
cial fuese un riesgo más en el parto. placenta, que derivan en la retención [¿machaca judías?] sobre su
A pesar de todo, para la medicina gre- de líquidos. La eclampsia es la ma- mandíbula, el día de parto.
corromana el alumbramiento era algo nifestación más severa y conduce a
totalmente natural que no precisaba convulsiones que pueden terminar en Los papiros de Kahun –que pre-
supervisión médica. El apoyo a la estado de coma y muerte. Se presenta suntamente glosan informaciones del
parturienta procedía de la comadrona, en un 0,5-2 por 1.000 de los partos, si tercer mileno a. C.– parecen hablar de
que asistía al parto en el propio domi- bien en los países en vías de desarro- cómo evitar las lesiones secundarias
cilio de la interesada. llo la incidencia puede llegar al 15%. derivadas de las convulsiones de la
Hipócrates, Sorano o Aecio refie- Este fenómeno era conocido por eclampsia.
Podemos vislumbrar ese mismo de mujeres embarazadas infestadas por zadas y 200.000 de sus niños mueren
reconocimiento difuso en uno de los A. duodenale, Uncinaria vermicularis al año por esta causa. Solo la anemia
pasajes del Corpus Hipocrático (si- y T. trichiuria. Estos y otros parásitos asociada a la infestación es responsa-
glos V-IV a. C.): «Resulta fatal para provocan sangrado crónico intestinal y ble de más de la mitad de las muertes.
una mujer en estado de gestación si facilitan la malabsorción de nutrientes Por otro lado, aunque el paludismo
convulsiona con cualquier enferme- y con ello el desarrollo de anemia. La pueda parecer algo lejano a España, en
dad aguda». Para otros estudiosos OMS achaca sólo al Ascaris lumbri- los primeros seis años del siglo XX la
no debería traducirse por convulsio- coides unas 60.000 muertes al año en malaria provocó en este país el falleci-
nar sino por un más inespecífico “ser todo el mundo. miento de 23.075 personas. Gracias a
atacada”. Sea cual sea la traducción No menos importante debieron de las campañas comenzadas hacia el año
correcta, la tradición se conservaba ser las infestaciones por plasmodium: 1950, la enfermedad que tanta muerte
en tiempos de Galeno (II d. C.), que el paludismo. Debió de ser un proble- y dolor había causado durante siglos,
mantenía ese mismo conocimiento ma endémico en la cuenca mediterrá- pudo declararse erradicada en 1964.
vago. No se llegarían a distinguir la nea. En la literatura médica clásica te- Sin embargo, algunos autores opi-
eclampsia de las convulsiones epilép- nemos abundantes referencias de dos nan que la forma más agresiva de los
ticas hasta François Mauriceau (1668) de sus manifestaciones, las fiebres cuatro especies de parásitos causantes
y François Boissier de Sauvages tercianas y cuartanas, que nos hablan de la malaria, el plasmodium falcipa-
(1739). Hoy, el diagnóstico claro, la de su incidencia en la Grecia del si- rum, sólo proliferó durante los últi-
actuación preventiva y una terapéuti- glo IV a. C. Para hacernos una idea de mos momentos del Imperio romano.
ca eficaz han cambiado drásticamente su transcendencia en la Antigüedad De hecho, algunas fuentes le achacan
el pronóstico de estos procesos. sirvan dos datos actuales: Según un un papel importante en la decadencia
Por último, otro riesgo que amen- estudio de 2011 de la OMS, se calcu- y caída del mundo clásico.
zaba la salud de parturientas y bebés la que unas 10.000 mujeres embara- En resumen, carencias nutricionales
eran las hemorragias secundarias que desde temprana edad, embarazos pre-
aparecen por eclamsia, placenta previa Foto: R. Pastrana coces y múltiples y, en muchos casos,
y otras causas. No hay motivo para pen- duros trabajos, seguramente debilitaban
sar que fuesen mas comunes en la An- la salud de la mujer. En el poco proba-
tigüedad que en los tiempos modernos. ble caso de que llegase a la menopausia
Pero sí podemos aseverar que supusie- (ver Stilus2), la mujer se enfrentaba
ron un número importante de muertes tras los 45 años a peores condiciones de
en el pasado, como lo son aún hoy en vida que su compañero. ◙
los países en desarrollo. En la actuali-
dad representan, según un estudio de
2008 de la ONU, un 21% de las muer-
tes maternas durante el parto. Muchas PARA SABER MÁS:
podrían evitarse con atención médica
• FAERMAN, M. et al. (1998):
adecuada.
“Determining the sex of infan-
ticide victims from the Late
Parásitos y malaria
Roman Era through ancient DNA
Aparte de los casos mencionados, exis- analysis”, en Journal of Archeo-
ten muchas más afecciones que pueden logical Science, 25.
pueden poner en peligro a la gestante y
al niño. Hay que resaltar las parasito- • MIGUEL IBÁÑEZ, M.ª P.
sis, que debieron ser tan frecuentes en (2010): “Una visión de la infan-
el mundo grecorromano como lo son cia desde la osteoarqueología:
hoy día en los países en desarrollo. Se de la Prehistoria reciente a la
calcula en unos 44 millones el número Edad Media”, en Complutum 21.
vidacotidiana
EDUCACIÓN Y CULTURA
El cultivo del
intelecto
El desarrollo cultural e intelectual no era una prioridad en la edu-
cación reservada al sexo femenino, que se enfocaba a dotarlas
de ciertos valores morales como el pudor, la prudencia y el res-
peto. Con todo, hubo casos de mujeres que rompieron la estre-
chez del papel que les otorgaba la tradición. Algunas de ellas
consiguieron logros tan notables que sus coetáneos, sor-
prendidos, dieron cuenta de sus casos.
Foto: R. Pastrana
Museum
Los autores romanos defendían la dedicación femenina a las labores domésticas, como
politan Art
la costura. Arriba, agujas de hueso del Museo Nacional Romano. En cambio, la danza
no era bien vista entre las mujeres de alcurnia. A la izquierda, copia romana de una
Foto: Metro
ménade danzante atribuida a Calímaco, del Metropolitan Art Museum.
Foto: R. Pastrana
Nacional de Arte
Romano.
ñeras de sus futuros maridos: las ple- para una mujer de clase alta que debía Científicas
beyas como amas de casa y madres de ser ejemplo de castidad, materni-
de sus hijos; las nobles, hábiles en los dad y mesura. Las primeras médicas en obs-
saberes propios de su posición aristo- Asimismo, encontramos gran tetricia de las que tenemos
crática. cantidad de mujeres que dedicaron constancia fueron las griegas
su vida a actividades poco honrosas Elefantis y Lais, pero tras la
El cultivo del intelecto en la Antigüedad como el teatro, la conquista romana de Grecia,
No debemos olvidar en ningún mo- gimnasia o la lucha de gladiadores, los testimonios de mujeres
mento que Roma fue heredera directa pero estas eran esclavas, extranjeras aristocráticas romanas dedi-
de las costumbres y saberes griegos, o hetairas (heteras, mujeres no casa- cadas a la medicina aumentó
especialmente en lo tocante a cultura das, libres, consideradas protitutas y considerablemente. Algunas de
literaria y artística, religión y filoso- libertinas de mala reputación). Es por estas mujeres fueron Cleopatra
fía. Desde la conquista de Grecia por ello que encontramos entre las muje- VII, consorte de Julio César y
Roma la tradición griega llegó como res nobles a las cultas y eruditas, de- Marco Antonio, 69-30 a. C. De
un torrente de saberes y artes que dicadas al cultivo del intelecto espe- ella se decía que diseccionaba
pervivieron en la sociedad romana cialmente en las materias de ciencias, a sus esclavas encintas para
hasta nuestros días y que contribuye- literatura, filosofía, política y orato- conocer el crecimiento del feto.
ron a formar de manera definitiva “el ria, siendo vistas muchas de ellas su- Otra Cleopatra, amiga de Gale-
ser romano”. periores en sus saberes a sus padres, no, escribió la obra ginecológica
Es por esto que la educación que maridos e instructores. “De Geneticis”. Existió también
se impartía tanto para hombres como En Roma y dentro de las ciencias, una experta ginecóloga, Aspa-
para mujeres era completamente grie- las mujeres destacaron como médi- sia, que practicó la cirugía y
ga excepto con una salvedad: si bien cas, y según autores como Sorano de obstetricia en el siglo II d. C.
es cierto que la mujer fue poco menos Éfeso (98-138 d. C.) y Galeno (ca. Hipatia de Alejandría es la
que una esclava en el mundo greco- 130-200 d. C.), debían dedicarse a la única mujer pagana de la que
rromano, en Roma tuvo mayor liber- anatomía y enfermedades femeninas, tenemos constancia completa
tad y reconocimiento permitiendo de la obstetricia y la oftalmología (abor- de su actividad en las matemá-
esta manera que desarrollase aptitu- tos, menstruación, remedios vegetales ticas, la física y la geometría,
des no propias hasta entonces. y animales para los ojos), aunque po- aunque sus estudios no nos
Existen multitud de actividades dían tratar a hombres y niños igual- han llegado.
que fueron llevadas a cabo por las mente. La alquimia fue un saber
mujeres aristocráticas –las únicas que En menor medida encontramos oriundo de Egipto y relaciona-
recibieron una educación completa–, mujeres dedicadas también a las ma- do con el culto a la diosa Isis.
actividades que fueron compartidas temáticas, física y astronomía, pero La mujer que más destacó en
por sus padres y maridos y que las como no existieron grandes adelantos este campo fue la alejandrina
reportaron un nombre a su lado, es- en el mundo romano, no se han con- María la Hebrea, quien inven-
pecialmente tras su muerte. Estas ac- servado tratados excepto los de Hipa- tó el alambique de laboratorio
tividades fueron las dedicadas al inte- tia de Alejandría, ya del siglo IV d. o tribiko, el “baño María”, y la
lecto ya que, a pesar de ser instruidas C., preludiando la caída del Imperio kerotakis o acción de los va-
también en actividades físicas como romano de Occidente. pores de arsénico, mercurio y
la danza, estas solo completaban el A pesar de ser menos conocida, azufre sobre los metales, en el
carácter femenino de la futura esposa la alquimia fue en realidad la ciencia siglo I d. C.
pero no eran consideradas decentes más importante tratada por mujeres.
invierno·2012 13
Filósofas Eruditas
Poderosas
En tiempos de la República hubo so de mujer poderosa: Livia, esposa emperatrices del Imperio, acompa-
mujeres con carácter que, a través de Augusto. De gran belleza e inteli- ñaba a su marido en todas sus acti-
de los hombres de su familia, tuvie- gencia, consiguió seguir gobernando vidades políticas y en la guerra. Tam-
ron un peso de cierta importancia Roma trás la muerte de su marido, bién era ducha en la oratoria, que
en la política. Sin embargo, no será a través de su hijo y sucesor en el mostró más de una vez en público.
hasta la época del Imperio cuando trono, Tiberio. Mesalina, mujer de Claudio, es
surgirá el ejemplo más famo- Otras mujeres de gran in- conocida como una libertina por los
fluencia en la corte fueron Julia escritos de Tácito y Suetonio. Apro-
la Joven y Agripina la Mayor. La vechaba la falta de su marido para
hija de esta última, Agripina la organizar banquetes orgiásticos,
Menor, fue hermana de Calígula además de conspirar contra las mu-
y esposa de Claudio. Preocupa- jeres de la corte que le incomoda-
da por asentar en el trono a su ban por su belleza, como Julia, so-
hijo Nerón, sus conspiraciones brina de su esposo.
fueron recogidas por autores En los últimos años del Imperio
como Tácito, que se escan- romano de Occidente, cuando la
dalizaba por las insinuaciones corrupción de los valores tradicio-
sexuales en público a su hijo, nales llegó a su cota máxima, en-
ya emperador, para mante- contramos a poderosas mujeres que
nerse en el poder. reúnen un gran conocimiento de la
Julia Domna, mujer de política y la oratoria.
Septimio Severo, reconoci- Teodora, mujer de Justiniano I,
da como una de las mejores también arrastra mala reputación,
pese a ser una excelente compañe-
ra de su marido y ducha en política.
Livia fue la mujer más in-
El historiador Procopio y otros au-
fluyente de su época y abrió
tores cristianos nos han transmitido
una senda que siguieron
más tarde otras emperatri- la imagen de Teodora y Justiniano
ces. En la foto, retrato de como una “pareja diabólica” en la
Livia, en el Museo de Éfeso. corte de Bizancio.
invierno·2012 15
vidacotidiana
La imagen de
ICONOGRAFÍA
la mujer
Utinam lex esset eadet quae uxuri est viro
Plauto, Mercator, 817
El ideal femenino de la socie- Por M.ª Isabel Rodríguez López. La imagen de la mujer honesta
dad romana quedó encarnado estaba codificada desde la misma
El ideal femenino impuesto por el mos infancia. Según transmite Dioniso
en la figura de la casta matro- majorum, la forma de comportarse se- de Halicarnaso, el pater familias de-
na, cuya presencia y comporta- gún la costumbre de los antepasados, bía preservar íntegramente el linaje
fue un ideal de virtud que se demos- masculino, mientras que entre las
miento estuvieron rígidamente
traba a través del pudor (pudicitia) y la niñas, le estaba permitido eliminar
definidos durante la República. castidad. Jean Nöel Robert señala que a algunas de ellas en el momento
Aunque con el tiempo estos dichas virtudes fueron para la mujer lo de su nacimiento, siempre y cuando
que el honor era para los hombres, es conservara a la primogénita; de esta
atributos fueron difuminándo-
decir, su mejor prenda. Muchos tex- suerte, sería más fácil encontrar ma-
se, la mujer respetable tendió tos, y en particular las inscripciones rido para ella.
a adquirir una determinada funerarias, desvelan con toda claridad Las representaciones infantiles
ese ideal que se plasma, iconográfica- femeninas que han llegado hasta no-
imagen asociada a los valores
mente hablando, en mujeres vestidas sotros proceden en su mayoría de
de pudor y honestidad. La apa- con sobriedad y decoro, mujeres que contextos sociales elevados: Muchas
riencia virtuosa estaba codifica- exhiben públicamente su estatus civil de ellas son retratos de pequeñas aso-
mediante las prendas de vestir. ciadas a la familia del emperador o a
da para cada una de las edades
Con el paso del tiempo, este ideal de linajes de familias patricias, quienes
de la vida. El estudio de esta los tiempos de la República quedó algo trataron de emular los comportamien-
imagen, plasmada en las obras desdibujado en el marco de una moral tos y modas de la corte imperial. Así
más distraída, donde la mujer pudo ad- parece indicarlo el busto en mármol
de arte que han llegado hasta
quirir ciertas libertades y modos de vida de una niña conservado hoy en la
nosotros, nos permite ahondar menos represivos, especialmente en los Central Montemartini de los Museos
en esa sensibilidad. ámbitos privilegiados de la sociedad. Capitolinos (ver la foto que abre el
invierno·2012 17
artículo). Este retrato luce un peinado mitido la imagen infantil femenina. ticando ejercicios gimnásticos, como
análogo al que es habitual en los re- Asociadas a animales de compañía, sucede por ejemplo, en un mosaico de
tratos de Antonia Minor. La idealiza- juguetes o palomas, dichas represen- la villa romana del Casale, en Piazza
ción de su semblante y su gesto grave taciones parecen continuar la tradi- Armerina, Sicilia, de cronología dis-
parecen refrendar ese ideal de pudi- ción griega. cutida.
citia y castidad, un ideal que debía En esta iconografía funeraria ro-
exhibirse desde la más tierna infancia. mana destacan, de manera muy par- Autoridad doméstica
Idéntica actitud de seriedad y reco- ticular, los retratos de momias pro- La edad establecida legalmente para
gimiento en las pequeñas se mantiene cedentes del Egipto romano, que nos el matrimonio era de doce años para
en los retratos infantiles femeninos, ofrecen, asimismo, una imagen since- las chicas y catorce para los varones.
tanto privados como públicos, hasta ra y profunda de las niñas, como la Hubo diferentes tipos de uniones ma-
el siglo III d. C. que muestra un panel sobre encáus- trimoniales, de las cuales, el llamado
Muchas de las imágenes femeni- tica que se conserva hoy en el Staat- matrimonio cum manu fue la fórmula
nas que conocemos proceden de con- lische Museen de Berlín, del siglo III merced a la cual la mujer pasaba de
textos funerarios, estelas o sarcófagos de nuestra era. Excepcionalmente po- la autoridad paterna a la jurisdicción
gracias a los cuales se nos ha trans- demos contemplar a las jóvenes prac- del marido. En el matrimonio sine
manu, menos frecuente, la mujer con- los valores del linaje familiar (gens).
servaba su libertad jurídica. En cuan- Como señaló Gelio, se llama propia-
to al matrimonio cum manu, la forma mente matrona a la señora casada con
más arraigada en la tradición, hubo un varón, mientras dure su matrimo-
tres modalidades: confarreatio, rito nio. Tal apelativo deriva de mater
solemne con el que se evocaba, ante La matrona debía (Aulo Gelio 18, 6, 8) y su autoridad
la presencia del pontifex maximus, la ayudar a su marido a moral afectaba a los esclavos de la
fertilidad femenina y la fertilidad de casa y muy en particular a la educa-
la Tierra; coemptio, una venta ficticia garantizar los valores ción de los infantes, en quienes tenía
que se efectuaba con la presencia de del linaje familiar el deber de inculcar los valores ciuda-
cinco testigos; y usus, la cohabitación danos marcados por la tradición.
por espacio de un año, que legitimaba En su quehacer cotidiano, estas
el derecho del marido sobre la mujer. matronas fueron atendidas en todo
Estas fórmulas quedaron obsoletas al ciones nupciales que han llegado hasta momento por las sirvientas, que se
final del período republicano y solo nosotros proceden del ámbito funerario, ocupaban, incluso, de su arreglo per-
afectaron a las mujeres de familias como decoración idónea para ornamen- sonal, actividad a la que dedicaban
patricias. Al finalizar la República tar urnas cinerarias o sarcófagos en los mucho tiempo. Su libertad, sin em-
también los libertos se casaron según que se alude a la fidelidad conyugal. bargo, era relativa: salían pocas veces
estas fórmulas, propias de los ciuda- Es destacable la estela de Aurelio del hogar, generalmente para visitar a
danos romanos libres. Hermia y Aurelia Philematio. En el elo- sus amigas, y siempre en compañía de
La iconografía romana es rica en gio fúnebre, se expresa su despedida de sus esclavos y cubiertas por un velo.
ejemplos que muestran la unión ma- este mundo con las siguientes palabras: La pieza del indumento que dis-
trimonial tradicional. Su gesto más «Mientras viví me llamaron Aurelia tinguía a las mujeres casadas era la
característico es la unión de las manos Philematum y fui una mujer casta y stola, una especie de echarpe con
(dextrarum junctio) en la mayoría de modesta, alejada de la muchedumbre, muchos plegados bajo el cual vestía
los casos. Muchas de las representa- fiel a su marido. Mi esposo, a quien la subucula, una túnica talar ceñida
desgraciadamente dejo ahora, fue un con un cordón en las caderas y con
ciudadano que consiguió la libertad. Él un cinturón bajo el pecho. La palla
fue realmente como un padre para mí. era el manto –acaso la evolución del
Cuando tenía siete años él cuidó de mí. himatión griego– que usaban las mu-
El relieve funerario de Aurelio Ahora a los cuarenta estoy en manos de jeres recatadas cuando se mostraban
Hermia y Aurelia Philematio, que la muerte. Mi marido prosperó gracias a en público, para cubrirse la cabeza.
sirvió para ornar su tumba en la Vía
mis constantes cuidados». En ocasiones, la palla era reemplaza-
Nomentana de Roma, es uno de los
más tempranos testimonios de los Las mujeres casadas, matronas o da por el supparum, un manto de tela
matrimonios entre libertos, vestidos señoras de la casa, se convertían en muy ligera que revestía enteramente
aquí como ciudadanos romanos. mater familias, y desde esta posición su cuerpo. La brevedad de estas líneas
Bristish Museum, Londres. ayudaban a su marido para garantizar no nos permite ahondar en el adorno
personal de las mujeres
romanas, un asunto que
tanto la iconografía feme-
nina, especialmente el re-
trato (tanto imperial como
privado y el funerario)
como el registro arqueo-
lógico, informan cumpli-
damente.
Este universo femenino
íntimo, transmitido desde
el gineceo griego, quedó
figurado en las imágenes,
muy en particular la pin-
tura al fresco, cuyas com-
posiciones nos descubren a
las damas en el interior de
sus casas, muchas veces en
compañía de sus hijas o de
sus sirvientas.
invierno·2012 19
vidacotidiana
LA MODA EN NUMISMÁTICA
Peinadas y elegantes
Por Ildefonso David Ruiz López y A lo largo de la Historia de Roma, el peinado de mujeres y
Carmen Ramírez Ruiz. hombres sufrió una significativa evolución. Así lo muestran
La moneda, como testimonio y docu- los distintos testimonios monetales existentes. Esta variedad
mento de plasmación de la realidad de estilos en el peinado es especialmente llamativa en el caso
social del momento, es una magnífica de las féminas, y se constata sobre todo a través de las re-
herramienta para analizar los diferentes
estilos y la evolución del peinado feme- presentaciones de mujeres pertenecientes a la familia impe-
nino a lo largo de la historia de Roma. rial y a las principales familias patricias de Roma.
De hecho, sabemos que los peinados
de las emperatrices que aparecen en las
monedas –áureos, denarios o monedas
en bronce– se difundían por la sociedad
y eran modelo para las mujeres.
Gracias al análisis de los peinados
que portan algunas mujeres de la fami-
lia imperial en las monedas podemos
asociar ciertas esculturas a represen-
taciones monetales de una emperatriz
o incluso adscribir algunas monedas a
un periodo cronológico. Los gustos y
la moda capilar evolucionaron con el
tiempo, desde la sobriedad de la prime-
ra época hasta la sofisticación del perio-
do imperial. Sin embargo, otros estilos
de peinado se extienden de forma más o
menos estable en el tiempo.
Durante el periodo republicano en-
contramos pocas imágenes que presenten
a mujeres importantes de la vida pública
romana. Por contra, aparecen muchos
más ejemplos de efigies divinas, cuyos
peinados aparecen ocultos con diversos
tocados. Centrándonos en las represen-
taciones en las que se aprecia bien su
peinado vemos que presentan recogidos
Foto: R. Pastrana
invierno·2012 23
De lo natural a lo sofisticado:
un viaje de ida y vuelta
Las clases acomodadas romanas invertían mucho tiempo y dinero en el
cuidado de su cabello y su arreglo según las modas vigentes, que solían
emanar de palacio. Un repaso a las imágenes acuñadas en monedas, con
efigies de las féminas más próximas al emperador, nos da una pista de los
usos y gustos que las mujeres, en función de sus posibilidades, trataron
República de imitar en cada momento.
En los primeros siglos de
la República, el estilismo
capilar transita por los
caminos de lo sencillo y Principado
natural, por influencia de Bajo Augusto, el peinado se hace más
la cultura griega. En estos sofisticado e incorpora el trenzado del
momentos, el pelo se lleva cabello antes de ser recogido en el moño.
hacia atrás, con una raya Sin embargo, será a partir de la segunda
en el medio y recogido mitad del siglo I cuando los peinados llegarán a su
en un gran moño en la fase más elaborada, alcanzando algunos incluso un
nuca. En este periodo las elevado grado de barroquismo.
mujeres más jóvenes, que
aún no se habían casado,
llevarán cola de caballo,
decorando a veces su fren-
te con pequeños rizos.
Siglo II
Se comienzan a utilizar postizos y pelucas suje-
tas con cintas y agujas (acus crinalis). Muchas
mujeres dotan a sus peinados de grandes masas
de rizos sobre la cabeza. Encontramos así durante
este periodo algunos peinados muy altos y volumi-
Severos nosos que presentan en la frente un gran tupé com-
En el siglo III d. puesto por multitud de rizos que formaban un gran abultamiento,
C. se comienza a que a veces se rellenaba con apliques de pelo. Para que el rizado
observar una serie de se mantuviese estable durante mucho tiempo se utilizaban unas
tocados muy elabo- tenacillas (calmistrum) consistentes en un tubo de metal que po-
rados que se hacen a nían sobre carbones calientes y que servían para elaborar el rizo,
base de trenzas. En y ungüentos con los que fijaban el peinado.
algunas ocasiones se
recogen en un gran
moño con forma de
madeja. Cristianismo
Vuelve a imponerse un estilo de peinado sencillo, pues
estas modas tan sofisticadas se consideraban demasiado
ligadas a lo temporal, y, por tanto, un im-
pedimento para la salvación del alma. No
obstante, en ocasiones se seguirán utili-
zando peinados de épocas anteriores.
Todas las imágenes de monedas que aparecen en este artículo pueden encontrarse en la página web inglesa www.widwinds.com. Las piezas representadas, pese a tener
diferentes valores y dimensiones en la realidad, aparecen aquí ampliadas y todas con el mismo tamaño para que puedan observarse bien los detalles del peinado.
invierno·2012 25
Foto: R. Pastrana
Sin embargo, dentro de esta mis- más altos y voluminosos, como se
ma dinastía Julio-Claudia, el peinado puede observar en las representacio-
sigue evolucionando, y así, con An- nes monetales de Julia Titi (esposa de
tonia, la esposa de Druso, se elimina Tito) o sobre todo de Domicia Longi-
el moño frontal, por lo que el pelo na (esposa de Domiciano). Esta últi-
aparece partido en dos partes que aca- ma aparece representada con una gran
ban en un moño en la parte baja del cantidad de rizos y trenzas, que en la
cráneo. Este moño, en algunas oca- parte delantera forman una especie de
siones, acaba en unas pequeñas tren- turbante, al que a veces se toca con
zas, como podemos ver en el caso de una diadema. El estilismo de Domicia
Agripina, la hija del general Agripa y será copiado por Pompeya Plotina y
Julia (la hija de Augusto), y de su hija, Ulpia Marciana, esposa y hermana de
Agripina Menor. Trajano, respectivamente. En el caso
Este peinado seguirá estando aún de Marciana, la trenza trasera se reco-
de moda en los primeros años de la ge en un moño, aunque sigue conser-
dinastía flavia, como podemos ver en vando el “turbante” delantero.
una representación monetaria de la Con Vibia Sabina, la esposa de
esposa de Vespasiano, Flavia Domi- Espejo de metal Adriano, el peinado adquiere un tono
tila. Pero con las siguientes empera- para el aseo y más barroco, y se comienza a realizar
trices flavias vemos un cambio en el peinado femenino. un recogido de trenzas en la parte alta
estilo. Así, los peinados comienzan Museo Nacional de de la cabeza, aunque se dejan caer por
a adquirir formas más artificiosas y Arte Romano de la parte de atrás algunos tirabuzones.
elaboradas, incorporando cada vez Mérida. En la frente continúa el “turbante” de
mayor variedad de trenzados y moños época anterior y la diadema.
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Un ejemplo de la importancia mo- en el peinado, que podemos ver en Heliogábalo), Julia Mamea (madre de
derna del estudio de los peinados es representaciones monetales de la em- Alejandro Severo) o Salustia Barbia
el caso de Faustina madre (esposa de peratriz Manlia Escantila o en las de Orbiana (esposa de Alejandro).
Antonino Pío) y Faustina hija (esposa su hija Didia Clara, y que consiste en Durante el periodo de anarquía
de Marco Aurelio), pues su titulación una especie de moño lateral a modo militar las esposas de los empera-
en las monedas es idéntica en muchas de madeja. En estas monedas vemos dores tuvieron una gran variedad de
ocasiones, y para distinguirlas se uti- cómo las mujeres portan un peinado peinados. Así, encontramos el típico
liza el análisis del peinado que tenían. más ondulado que rizado. Con la di- de moño trasero de Cecilia Paulina
Así, mientras que la primera lleva el nastía severa este peinado de madeja (esposa de Maximino), el de moño
pelo recogido en la parte alta de la ca- continúa vigente, pero los cabellos se lateral de Tranquilina (esposa de Gor-
beza y velado o adornado con cintas, rizan y se trenzan de una forma os- diano III) u Octacilia Severa (esposa
la segunda lo recoge en un moño de- tensible, como podemos apreciar en de Filipo I el Árabe) o el velado y dia-
trás de la cabeza que presenta diferen- las monedas de las emperatrices Julia demado de Egnatia Mariniana (espo-
te variedades de posición. Domna (esposa de Septimio Seve- sa de Valeriano I). Un peinado nuevo
Durante el periodo de las guerras ro), Justa Fulvia Plautila (esposa de de este periodo será el desarrollado a
civiles se impone una nueva moda Caracalla), Julia Soemias (madre de partir del moño lateral, al que ahora
se le añade una redecilla que levanta El cristianismo que el sentimiento cristiano va aflo-
el cabello en forma de trenza hasta la rando cada vez más en la sociedad,
altura de la diadema. Este peinado lo también dejó huella que ahora ya no intentará hacer os-
podemos ver en las representaciones en el peinado, que tentación de su riqueza terrenal, sino
monetales de la emperatriz Herenia de una riqueza más espiritual, que se
Etruscilla, de la esposa de Galieno, rechaza la ostentación mostrará, de hecho, en una mayor
Cornelia Salonina, o de la esposa de de otras épocas sencillez, tanto en los peinados como
Aureliano, Ulpia Severina. en los ropajes. Esta tendencia conti-
Ya durante el Bajo Imperio los pei- nuará durante el periodo de la Tetrar-
nados se vuelven más discretos, como quía y en los diferentes miembros de
podemos ver en el caso de las dos es- la familia imperial hasta la caída del
posas de Constancio, Elena y Teodo- Imperio de Occidente en el año 476.
ra, o en el de Galeria Valeria, esposa En conclusión, podemos decir que
de Maximiano, en la que sólo encon- la moda en el peinado en época roma-
tramos como elemento decorativo na fue fiel reflejo de los cambios en la
una diadema. Todo esto es muestra de sociedad. Los cambios en los peina-
dos solían venir de la mano de la elite
romana, sobre todo de la familia im-
perial, y eran rápidamente adaptados
por la gente del pueblo. Durante el
La coquetería también periodo altoimperial el peinado de la
mujer fue muestra del poder económi-
es cosa de hombres co de la familia, y por ello las mujeres
romanas no dudaban en usar polvos
En los hombres romanos también un áureo que muestra la imagen de oro o pelucas traídas desde muy
existió una evolución a lo largo de este emperador, en la pieza in- lejos, en tener personas encargadas de
del tiempo en la forma de llevar ferior. Con la crisis del siglo III el realizar complicados peinados y, por
el peinado y la barba. En los pri- cabello vuelve a llevarse corto, en supuesto, en competir entre ellas por
meros momentos los ciudadanos algunos casos rizado en las pun- conseguir el “look” más original. La
romanos llevaban barba y el cabe- tas, y la barba se lleva también moneda, como hemos podido ver a lo
llo largo, pues la longitud de éste corta y con un aspecto descuidado. largo de este artículo, es un elemen-
expresaba una dignidad y estado Como podemos ver, el hombre to de vital importancia para conocer
social que solo podían mantener romano era muy coqueto, y fue estos tipos de peinado y la evolución
los varones libres, los nobles, los variando su estética a lo largo de que tuvieron a lo largo de toda la His-
guerreros y los dioses. Las clases los años. De hecho, siempre es- toria de Roma. ◙
inferiores, entre las que se encon- tuvo muy preocupado por proble-
traban los esclavos, llevaban el mas estéticos como la calvicie y
pelo corto, lo que resultaba mucho las canas, y trataba de combatirlos PARA SABER MÁS:
más higiénico. continuamente, pues eran señal
Ya a partir del siglo III a. C. y de vejez y de enfermedad. Así, nu- • GARCÍA Y BELLIDO, A. (1949):
por influencia griega, los varones merosos escritores clásicos –como “Dos retratos femeninos de Itáli-
comienzan a afeitarse y a cortarse Plinio el Viejo en su “Historia Natu- ca en una colección particular de
Palma de Mallorca”, en Archivo
el pelo. Como ya hemos visto que ral”– aportan un variado surtido de Español de Arqueología 22, pp.
sucedía con las mujeres, con el métodos para frenar la caída del 335-346.
cambio de Era el peinado se hace cabello o para teñirlo.
más sofisticado, y se comienzan a • MARINÉ, M. (1983): “Moda y
épocas en el peinado romano”,
incorporar pequeños mechones li- en Revista Arqueología 24, pp.
sos hacia delante. 56-65.
En el siglo II d. C., durante la
dinastía antonina, el estilo se • SANTIAGO FERNÁNDEZ, J.
(2002): “El poder de la mujer en
hace más barroco, y comen- la moneda imperial (I)”, Crónica
zamos a observar largas bar- Numismática 135, pp. 42-46.
bas rizadas y gruesos bucles
en todo el cabello. Uno de los • VIRGILI, P. (1989): Accon-
ciature e maquillage. Vita e
precursores de este estilo fue costumi del romani antichi. Ed.
Adriano, como se puede ver en Quasar.
28 hiems·mmdcclxv·auc
CULTURAYARTES
Signos de distinción
ORFEBRERÍA
sobre la piel
Oro, plata, metales nobles, de significación de las joyas.
piedras preciosas... Todos Los orfebres desplegaron
estos elementos resaltan la todo su virtuosismo en las
posición de su portador. La piezas femeninas, mediante
civilización romana no podía diversas técnicas y usos de
dejar pasar las posibilidades confección y decoración.
fuentes: la más precisa es un elevado Colección de collares de pasta Los vastos dominios del Imperio ro-
número de joyas conservadas en el re- vítrea. Museo de Bregenz mano y la existencia de excelentes
gistro arqueológico, muchas de ellas (Alemania). vías comerciales posibilitaron que
invierno·2012 29
su mayor parte del Báltico. Se llegó romper el molde una vez enfriado, y
a constituir una gran ruta comercial se obtenía la pieza, que luego podía
exclusivamente para el comercio de ser mejorada o decorada con otras
este material.
Eran muy apreciadas técnicas.
De gran valor eran también las las perlas marinas, no Para la obtención de formas senci-
perlas, por el hecho de la dificultad llas, muchas veces se procedía al uso
de su extracción. Se usaban las perlas
tan regulares como las de plancha de metal recortada en una
marinas, normalmente no tan redon- actuales, y las fluvia- determinada forma. Dicha plancha se
deadas como es habitual hoy en día, elaboraba mediante el martillado del
y las perlas fluviales, más pequeñas y
les, más pequeñas metal sobre cuero, con martillos espe-
de formas muy irregulares. Concha, ciales. De esta forma se podían obte-
hueso y marfil también eran emplea- con criterios estéticos y funcionales. ner planchas de grosores inferiores a
dos, a veces tallados en formas natu- Como todas las vertientes del arte ro- 0,1 milímetros. Muchas veces, sobre
ralistas. De hueso o marfil destacan mano, se aprecian modas o tendencias todo en el caso del oro, estas finas lá-
las agujas de cabello, con las cuales en este proceso de combinación. minas revestían un alma de materiales
se sujetaban los complicados peina- El “esqueleto” de la joya, la parte más baratos, como aleación de cobre,
dos de las mujeres romanas. Otros funcional normalmente estaba forma- madera, etc.
materiales empleados en menor medi- da de metal. Para conformar el metal El alambre se obtenía por trefilado,
da eran las maderas (de difícil registro se empleaban una serie de técnicas, es decir haciendo pasar tiras de metal
arqueológico) y el azabache. De este la más sencilla de las cuales era la por agujeros cada vez más estrechos.
último material se elaboraban pulse- denominada cera perdida. Consistía También se podía obtener a partir de
ras y sobre todo anillos. en modelar la joya en cera de abejas. tiras estrechas de plancha retorcidas
Sobre este modelo en cera se aplicaba sobre su propio eje. El alambre se
El esqueleto de la pieza una capa de arcilla que al secarse y usaba mucho en la elaboración de
La joyería romana se basaba en la extraer la cera dejaba un hueco inte- pendientes o soldado sobre plancha
combinación de una serie de elemen- rior con la forma previa. Bastaba con como elemento decorativo. Muchas
tos básicos, debidamente combinados llenar esta cavidad con metal fundido, veces se retorcía sobre sí mismo, o se
insertar en ellas otros metales (da- de metal se decoraba con una téc-
masquinado), nielo (una mezcla de nica denominada opus interrasile
Elaborado pendiente realizado
en el Egipto romano. Museo de
plomo y plata de color negro) o es- consistente en practicar orificios
Maguncia (Alemania).
malte. cincelados en el metal.
invierno·2012 31
trenzaban varios alambres, como re- Tablillas como esta de El Fayum nos
curso decorativo. muestran con detalle cómo lucían las
Una vez obtenidos los diversos romanas sus mejores joyas.
elementos, se procedía a su ensambla-
je por soldadura. Cuando se requerían
trabajos de precisión se utilizaban
unos tubos finos, soplando a través
de una llama. El horno se dejaba para Los pendientes generalmente era
soldadura más bastas, aunque tampo- combinaciones de alambre con cuen-
co se descartaba para las filigranas. tas de pequeño tamaño. El pendiente
Paralelamente se podían usar barras se aplicaba al lóbulo de la oreja me-
de hierro caliente usadas a modo de diante un largo alambre en forma de
punta de soldar. gancho. El modelo más generalizado
Otra manera de unir las piezas era era aquel del que colgaban varias ti-
por remachado, que consiste en pasar ras paralelas de cuentas, aunque exis-
clavos de metal por orificios en las tía una gran diversidad de modelos.
dos piezas a unir, y aplastar el extre- El más sencillo consistía en un aro
mo del clavo pasante para evitar así simple aplicado sobre el orificio de la
su retorno. oreja y unidos sus dos extremos por
un trenzado o retorcido simple. Este
Metal por todo el cuerpo modelo implicaba que la propietaria
Las joyas más empleadas por la mujer no podía quitar o ponerse el pendien-
romana eran los collares, pendientes, te habitualmente, sino que lo había de Como se ve, la orfebrería dio pie-
anillos y pulseras. También se usaban llevar permanentemente. zas para todos los gustos y para todos
diademas, redecillas de oro para el ca- Los anillos eran una de las joyas los bolsillos. La actividad creativa
bello, fíbulas de vestimenta, y otras más difundidas, y era habitual llevar estuvo siempre sujeta al dictado de
piezas más exclusivas como finas ca- varios anillos en los dedos de ambas la moda, y por tanto la evolución for-
denas cruzadas en X sobre el torso con manos. Los diseños de los anillos so- mal y tipológica es muy marcada. Es
la función de resaltar los senos. lían incorporar una gema central ta- destacable ver cómo se siguen estas
Los collares generalmente consis- llada en cabujón. Muchas veces los tendencias, aun dejando la libertad
tían en combinaciones de cuentas de anillos decorados con tallas eran usa- del orfebre para combinar e innovar
collar de diversos materiales (gemas, dos como sello particular de la pro- en la realización de la joya. El co-
pasta vítrea, etc.) con eslabones o ca- pietaria. Los modelos más sencillos nocimiento del oficio y la ingeniosa
denas de metal. Sobre estos se podían eran simples aros de metal. combinación de metales, gemas y de-
llevar medallones, e incluso se puso Las pulseras se lucían en brazos y coraciones produjeron piezas que aún
de moda llevar monedas engarzadas piernas. Eran muy comunes las pulse- hoy en día nos sorprenden por su gran
como recurso decorativo. Normal- ras de lámina de metal decorada con belleza estética, y a menudo por su
mente los collares solían ser de una motivos incisos o repujados. A veces actualidad. ◙
única hilada, aunque se conocen co- la pulsera representaba serpientes en-
llares de varias hiladas paralelas. Las rolladas en espiral, dando varias vuel-
piezas más sencillas eran hilos de tas alrededor del brazo. También se PARA SABER MÁS:
cuero o tejido, embellecidos con al- usaban pulseras de cuentas similares a
guna cuenta, generalmente de pasta los collares, o formadas por eslabones • HIGGINGS, R. (1980): Greek
de vidrio o hueso. de parejas de semiesferas de metal. and roman jewelry. University of
California Press, California.
Foto: Mararie
• OGDEN, J. (1982): Jewelry of
the ancient world. Rizzoli.
LAENTREVISTA
Pilar
Fernández Uriel
Dirige el Departamento de Historia Antigua de la
UNED y es especialista en el periodo del Alto Im-
perio Romano. Sus inicios estuvieron tutelados por
José María Blázquez, quien le encomendó la tra-
ducción de las “Sátiras” de Juvenal. Para una joven
proveniente de un colegio de monjas el encargo fue
cuanto menos chocante, pero la tesina le permi-
tió conocer de primera mano la vívida realidad de
Roma. Años después rescata parte de aquel trabajo
para indagar sobre las mujeres trabajadoras.
Por Roberto Pastrana. emperatrices, que ya están tra era disfrutaron de un trucción por los nombres
muy estudiadas, me propuse momento que les permitió que imprimían en los mate-
—¿Por qué este interés acercarme a la realidad de alcanzar cada vez mayores riales que manufacturaba su
por las mujeres obreras? un colectivo menos favore- cotas de autonomía. Siem- negocio. También tenemos
—El asunto surgió a raíz cido y analizado. pre, eso sí, dentro de unos unas marcas (tituli picti) que
de una invitación del Museo límites bien definidos para identificaban tejas, ladri-
Nacional de Arte Romano, —¿Cuál es el resultado su condición femenina. Con llos… hechos en factorías
que quería celebrar el Día de sus investigaciones? todo, me dejó muy sorpren- propiedad de una mujer.
nia tenemos un caso que si- También encontramos algu- —¿Estaban bien consi- calles. Estos testimonios
gue punto por punto este ca- nos casos de vendedoras de deradas las mujeres que se dejan entrever cómo debía
mino, el de una tal Abundia joyas o perfumes. Alguna dedicaban a los negocios? de ser el ambiente de los
Megiste. En el 90% de los sería una comerciante espe- —Sí, hay testimonios mercados, con tenderetes
casos se intuye que las mu- cializada, como una vende- laudatorios como el que Ci- de mala muerte en mitad de
jeres desempeñan la función dora de perlas, pero no cabe cerón dedica a Cesenia, a la las calles en las que las ven-
de empresarias por la ausen- duda de que la mayoría ven- que llama digna y honradísi- dedoras ofrecían sus servi-
cia de una figura masculina derían un poco de todo: bi- ma patricia en su “Defensa cios a los viandantes de los
que lleve estos cometidos. sutería, perfumes baratos... de Aulo Cecina”. Hay que barrios populares como la
Aparte de estos casos, tener en cuenta que al morir Subura.
—Luego el número de existen testimonios de otros su marido, la viuda dejó los
emprendedoras que po- tipos de labores menos fre- negocios bancarios en ma- —¿Por qué la historia
nían en marcha un negocio cuentes. En su momento nos de un administrador, que de estas mujeres es tan
motu proprio era minorita- estudié a los Veturios, una aprovechó su situación para poco conocida? ¿Por qué
rio. familia de purpurarios de engañarla. Descubiertas las no se ha estudiado hasta
—Sin duda. El papel que ascendencia oriental que maniobras, Cesenia decidió ahora?
la sociedad romana reserva- comerciaba con este precia- tomar ella misma las riendas —El principal problema
ba a las mujeres honestas era do tinte. Estamos hablando del banco. Vemos que Ci- es la falta de referencias di-
el de esposa y responsable de la familia entendida en cerón apreciaba el valor de rectas. Las fuentes literarias
del hogar, cuya ocupación el concepto romano, que esta mujer, capaz de aden- son muy parcas y hay que
más honrada era el hilado. incluye en ella a esclavos trarse en el sector financiero limitarse casi exclusivamen-
Este elogio aparece en la y libertos. Los registros ar- para defender su patrimonio. te a la epigrafía funeraria,
mayoría de los epitafios fe- queológicos han permitido en especial la procedente de
meninos. Pero no debemos seguir la historia de esta fa- —¿Esta admiración se las necrópolis de Pompeya y
olvidar que los monumentos milia durante tres generacio- extendía a las obreras y Herculano.
funerarios que han llegado nes, a través de las cuales las empresarias más humil-
hasta nosotros nos hablan de mujeres tuvieron un papel des? —¿No introduce esto
mujeres de alto nivel econó- muy relevante. Una de ellas, —Si extendemos al res- un sesgo geográfico?
mico. Seguro que las roma- de nombre Lydia, fue una de to de la sociedad las pala- ¿Cabe la posibilidad de
nas de posición inferior se las primeras conversas de bras de los poetas satíricos, que estemos generalizan-
veían más expuestas a tener San Pablo, junto al resto de no. Hay ciertas referencias do una situación que solo
que trabajar por circunstan- su familia. despectivas hacia trabaja- se daba en la Península
cias de la vida. Probable- doras como la barbera de la Itálica?
mente tendrían que vender que habla Juvenal, que dice —Yo creo que la realidad
“En el 90% de
en el mercado o emplearse que no afeitaba, sino dego- es extrapolable, al menos
en fábricas para asegurarse casos de mujeres llaba al cliente. Pero hay para el siglo I y II, en los que
la subsistencia. que tener en cuenta que las los modelos romanos se co-
que regentaban
sátiras de Marcial y Juvenal pian en todo el Imperio. No
—En definitiva, peque- un negocio se son terriblemente crueles hay más que ver el urbanis-
ñas empresarias y obreras. con todo el mundo, más aún mo de las ciudades, las leyes
intuye la ausencia
—Sí, se trataría de obre- con las mujeres, sin impor- municipales, las costum-
ras que trabajaban muchas de la figura mas- tar su condición. Arremeten bres... Hay tal fenómeno de
veces en fábricas de tejidos. contra las matronas que in- imitación que hoy en día se
culina que llevaba
También había mujeres que vitaban a gladiadores a su está reconstruyendo el Foro
se dedicaban a esta actividad ese cometido” casa y les hacían regalos; Augusto, del que quedan
por su cuenta, empleándose contra algunas integran- pocas evidencias en Roma,
como costureras y zurcido- tes de la familia imperial, gracias a los foros provin-
ras que prestaban servicios como Mesalina; contra las ciales que se hicieron a su
en las propias casas de sus
“Las romanas vendedoras; las judías... No semejanza, como ocurrió en
clientes, como hasta hace de posición baja se salva nadie. Córdoba o Mérida. ◙
no tanto pasaba en España. El reverso de esta visión
Menos numerosas eran las
estaban más la encontramos en ciertas
ornatrices, o peluqueras, las expuestas a tener lápidas funerarias en las que Entrevista íntegra en
que vendía productos de be- se llora a la madre desapa-
lleza por las calles o iban a
que trabajar para recida. En ellas, los hijos le
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las casas de las matronas subsistir” agradecen que se sacrificase Busca en las notas de
www.facebook.com/stilus.revista
para vestirlas y arreglarlas. por ellos vendiendo por las
34 hiems·mmdcclxv·auc
vidacotidiana
SACERDOTISAS
Mediadoras
de los dioses
La mujer fue un sujeto de importancia en la reli-
gión romana aunque su papel oficial estuvo en la
mayor parte de los casos supeditado al del marido.
Con todo, las fuentes y la epigrafía demuestran que
las oficiantes femeninas estuvieron presentes en la
adoración de numerosas deidades, en especial en
las religiones mistéricas. Las sacerdotisas nos re-
cuerdan etapas tempranas de la antigua religión
Fresco de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina,
que representa a una sibila. naturalista que reverenciaba en la mujer su capaci-
dad telúrica de engendrar vida.
Por M.ª José Doncel. vos colegios sacerdotales. Esta “inca- tal. Los ritos femeninos se vieron muy
pacidad femenina” era defendida por afectados por estas políticas que lleva-
Los autores antiguos afirmaban que la autores como Dionisio de Halicarnaso. rían a casos como el de Carmenta, fuer-
mujer poseía una sensibilidad innata También Tácito advertía contra el vati- za protectora de las parturientas, que en
para ponerse en contacto con las fuer- cinio femenino, al considerar que ofre- este periodo perdió su condición divina
zas superiores. La comunicación era cía esperanzas a los enemigos y temor y fue relegada a una categoría inferior.
de suma importancia, pues para la cos- a los veteranos. Tras estos argumentos En un plano terrenal, los dictámenes
movisión primitiva romana el mundo contra el éxtasis profético de la mujer del Senado provocaron el declive de
estaba sometido al capricho de los nu- quizá late el temor a un fenómeno in- una larga tradición itálica de magas y
minae, espíritus omnipresentes que ac- controlable y por tanto políticamente hechiceras en la Península Itálica, aun-
tuaban sobre la tierra. Existían ceremo- peligroso, al contrario que las interpre- que su existencia seguramente conti-
nias y plegarias con fines propiciatorios taciones de los sacerdotes oficiales, que nuase en la clandestinidad, en paralelo
y protectores que permitían conocer la sí podían prestarse a manipulación. a la religión estatal.
voluntad de estas fuerzas. En estas condiciones, no puede ex- Durante los últimos años de la Re-
Pese al reconocimiento de la sensi- trañar que durante la Monarquía y la pública, se produjo cierta apertura hacia
bilidad femenina, la interpretación de República el Senado reaccionase contra la adivinación natural. El colegio de los
los signos siempre se reservó a hom- las formas directas de relación con la decenviros, responsable de la interpre-
bres: augures, decenviros y arúspices deidad. La adivinación natural se per- tación de los libros sibilinos, recurrió a
(ver Stilus6), que se guiaban por libros siguió al tiempo que se favorecían las Delfos en alguna ocasión. De hecho, los
sagrados custodiados por sus respecti- prácticas oficiales de la casta sacerdo- miembros de la gens Cornelia, una de
invierno·2012 35
varía mucho. En ocasiones vemos que sacerdotisas de diversos cultos. deidad antes de abrir el templo al públi-
logran esta posición por compraventa, Nuestra información también es muy co. En otras manifestaciones religiosas
pero también hay noticias de sorteos o precaria en lo tocante a la jerarquía. Des- de carácter telúrico, las sacerdotisas tu-
cargos hereditarios. de el punto de vista jurídico romano, la vieron una importancia especial durante
La duración de su vinculación al dios reunión de tres oficiantes era suficien- las representaciones de las uniones mís-
también es variable, desde el sacerdocio te para integrar un collegium sin poder ticas (hierogamia).
vitalicio hasta un desempeño temporal coercitivo (potestas), pero con autoric- Durante la escenificación de los ma-
(ad tempus). Asimismo, su situación tas. Grosso modo, podemos hablar de la trimonios sagrados, la suma sacerdotisa
conyugal también era dispar, ya que se existencia de una sacerdos maxima que se unía al hierofante en una escena que
constatan ritos que exigían un celibato ejercía su papel rector sobre las subalter- simbolizaba la unión del iniciado con la
perpetuo y otros que lo hacen durar solo nas (hiereia, sacerdos) que, en ciertos ca- divinidad. La ley del arcano no permi-
el tiempo de ejercicio. sos, estaban organizadas jerárquicamen- te dilucidar si esta unión -que no tiene
te. Este orden es un hecho en el culto de que ver tanto con lo sexual como con la
El silencio de la ley del arcano Isis, tanto para los oficiantes masculinos transmisión de vida- era real o simbólica.
Aunque en todas las religiones mistéricas como femeninos. Las fuentes nos hablan En cualquier caso, la participación de la
de la Antigüedad grecorromana hubo sa- de que en la cúspide de toda la organi- sacerdotisa en estos ritos la convierte en
cerdotisas (a excepción del mitraísmo), zación se encontraba un sumo sacerdote, una mediadora con el mundo celestial.
los intentos por aproximarnos al día a día aunque la dirección administrativa y fis- El sacerdocio mistérico se caracte-
de estas mujeres se topan a menudo con cal recaía en un órgano colegiado que les riza, entre otras cosas, por el uso en los
los escasos datos que trascendían la ley representaba ante el Estado. ritos de disfraces que reflejaban simbó-
del arcano, el juramento de los iniciados Respecto a sus funciones, si la labor licamente a la deidad. Históricamente
de no revelar lo que sucedía durante los principal de los sacerdotes en los cultos los dioses telúricos, conectados con la
ritos. Sabemos que había al menos una mistéricos consistía en hacer presente la fertilidad agraria y la humana, se mani-
sacerdotisa por templo, aunque algunos divinidad y su poder, las oficiantes fe- festaron en una primera etapa en anima-
autores hablan de la existencia de varias meninas estaban habitualmente ligadas a les como la serpiente y el toro. Posterior-
en los santuarios importantes. Sin em- tareas de cuidado y atención. En el culto mente evolucionaron y se transformaron
bargo, desconocemos qué relación exis- de Isis, por ejemplo, se encargaban de en deidades teriomórficas, mitad hu-
tía entre ellas o si había contactos entre lavar, peinar y vestir las imágenes de la manas, mitad animales. De forma más
Degeneración y libertinaje
Este paso, que marca la evolución de
monoteísmo al henoteísmo (prepon-
derancia de un dios sobre los demás),
tuvo un buen ejemplo en Roma con la
expansión del culto a Baco, en el que las
mujeres siempre tuvieron un peso esen- Foto: Museo Romano Oiasso
vidacotidiana
PROSTITUCIÓN
Las trabajadoras
del placer
Por necesidad, casi todas;
por garantizar su libertad
sexual, unas pocas. Las Por Marcos Uyá. del “oficio más viejo del mundo” no
era considerado en Roma una lacra.
mujeres que se proclamaban La civilización romana integraba el Es más, se consideraba expresión
prostitutas tenían perfiles sexo con naturalidad en sus costum- de libertad entre los varones, a los
muy diferentes, pero todas bres cotidianas. Una simple visita que se les recomendaba ir de vez en
a Pompeya nos da una idea de este cuando a satisfacer sus necesidades e
compartían una condición: hecho. Numerosos testimonios litera- instintos sexuales para así no come-
eran repudiadas públicamen- rios y gráficos confirman que las gen- ter adulterio. Incluso una eminencia
te, pese a que su función se tes no dudaban en entregarse, cuan- en cuestiones de moral como Catón
do podían, a los caprichos del placer el Viejo, puntilloso y conservador
aceptaba e incluso alababa carnal. Dentro de esta visión en la donde los hubiera, recomendaba la
socialmente. Las profesiona- que todo era aparentemente normal y visita a los lupanares, sin excesos,
les del sexo se movían en un cotidiano, se enmarcaba, cómo no, la antes que deshonrar a una mujer ca-
prostitución. sada, según recoge Horacio en sus
campo ambiguo que hoy se Disfrutar de “Sátiras”. Quizás la influencia grie-
antoja sorprendente. los servicios ga, civilización muy liberal
Foto: R. Pastrana
Grupo erótico
del siglo I d. C.,
custodiado en la
Gliptoteca de Mu-
nich (Alemania).
Algunos sostienen
que el conjunto,
procedente de un
burdel de lujo,
podría represen-
tar una prostituta
con un cliente.
invierno·2012 41
EN CONSTRUCCIÓN
¿Te gusta la Historia? ¿Disfrutas escribiendo?
¿Se te da bien el dibujo?
• HERREROS GONZÁLEZ, C.
y SANTAPAU PASTOR. M. C.
(2005): “Prostitución y matrimo-
nio en Roma: ¿Uniones de hecho
o de derecho?”, en Iberia, 8,
89-111.
vidacotidiana
RELEVANCIA SOCIAL
Las ciudadanas
distinguidas
La mujer no podía participar de forma directa en la
vida política, pero los testimonios epigráficos de-
muestran que la influencia femenina en el día a día
de la comunidad era importante. Un repaso a los
hallazgos encontrados en la Bética revelan la huella
que dejaron sacerdotisas, damas de la alta socie-
dad e incluso trabajadoras de baja extracción. Busto funerario del monumento de los Stalacci
de Salaria (Úbeda la Vieja, Jaén).
Por Eva M.ª Morales Rodríguez. ja en la epigrafía, la mejor forma de pórticos o vidrieras, embellecimiento
propaganda en el mundo romano. Las de exedras, construcción de termas o
La participación de la mujer romana abundantes inscripciones honoríficas teatros... En general, los dispendios
en la vida política estaba vetada, pero proclaman en las calles y plazas la ac- se encaminaban a la construcción de
dejó muestras de su inflluencia a lo tividad de las mujeres de la elite ciuda- infraestructuras o edificios públicos, y
largo de la Historia. La Lex Oppia del dana, al margen del ámbito doméstico: se efectuaron con la sanción de las au-
año 215 a. C., que penaba el lujo y el asisten a espacios de ocio y recreo, toridades municipales, el ordo de los
exhibicionismo de joyas, fue abolida participan en banquetes y cenas, su- decuriones.
en el año 195 a. C. por el empuje del fragan la construcción de termas, res- El material epigráfico nos permite
sector femenino. En el 169 a. C. las tauran puentes, edifican acueductos, citar a varias damas acaudaladas de
matronas protestaron de forma pública levantan esculturas a sus familiares y la Bética, que financiaron ambiciosos
contra la Lex Voconia, que limitaba la amigos... Estas actuaciones de carácter proyectos. Así, Annia Victorina costeó
riqueza que podían heredar. Finalmen- evergético evidencian una actividad un acueducto a sus expensas, que re-
te, en época de Augusto, la Lex Papia pública similar a la de sus compañeros quirió puentes, conducciones y cister-
Popea aumentó los derechos suceso- masculinos. nas en Ilugo (Santisteban del Puerto,
rios de la mujer. Están documentadas actuaciones Jaén). Sempronia Fusca Vibia Anicilla
Los progresos en la posición social urbanísticas promovidas por mujeres sufragó, junto a su padre, unas termas
femenina durante el I d. C. supusieron como actos de generosidad y munifi- y las abasteció de agua en Aurgi (Jaén).
una conquista de nuevos privilegios ciencia para la comunidad. Realizan La sacerdotisa Junia Rústica rechazó
para las damas aristocráticas. Esta donaciones –explícitamente señaladas cualquier ayuda económica por parte
nueva situación ideológica se refle- sua pecunia– para la restauración de de Cartima (Cártama, Málaga) para
invierno·2012 45
rehacer los pórticos del municipio, Propaganda epigráfica municipales). Entre las actuaciones de
ceder dinero para los baños públicos, femenina en la Bética estos ordines destaca la erección de
asumir la deuda de la ciudad con el Es- esculturas en las plazas públicas. La
tado romano (vectigalia), colocar en el evidencia epigráfica menciona nume-
foro una esfinge de bronce de Marte, A Lucio Fabio Caesiano, de la rosas actuaciones en este sentido. Así,
ofrecer un banquete y juegos, y dedi- tribu Galeria, duunviro, flamen el ordo de Cartima autoriza el levanta-
car otras tantas estatuas... Por su parte, perpetuo de los ciudadanos del miento de las estatuas a las sacerdoti-
en Tagili (Tíjola, Almería), Voconia municipio Barbesulano, Fabia sas Vibia Turrina y Junia Rústica. Por
Avita promovió unas termas en un Fabiana, hija de Cayo y Fulvia su parte, Ordo Iporcensium (Alanís,
solar de su propiedad y entregó 2.500 Honorata, hija de Sexto, sus Sevilla) decretó una escultura y cenas
sestercios para el cuidado de los ba- herederas según testamento, públicas en honor de Cornelia Tusca.
ños, después de celebrar unos juegos habiendo dado un banquete, lo El carácter oficial de los homenajes
circenses y un banquete. pusieron. queda reforzado, en la mayoría de las
Todas ellas son mujeres que no solo CIL II, 1941 ocasiones, con un banquete público al
intervienen de forma activa en la vida que acuden todos los notables y autori-
pública de su ciudad, sino que finan- dades de la ciudad, según recoge el ca-
cian obras de infraestructuras para sus A Caya Plancia Romana, pro- pítulo 77 de la Lex Irnitana. También
comunidades, como las de abasteci- pietaria de una gran hacienda tenemos referencias de fiestas simila-
mientos de agua, elemento básico para en el campo accitano, por las res en Cartima, donde Valeria Situllina
toda urbe. La traída de agua a la ciu- buenas obras que hizo a la Re- costea los gastos de un convite para los
dad, que implicaba un coste muy ele- pública, Casio Longino, varón miembros de esta comunidad.
vado, da idea de la capacidad econó- consular, le ofrece este monu- Aparte de los banquetes públicos y
mica de estas damas. Probablemente mento. la dedicatoria de estatuas, sabemos de
eran dueñas de propiedades y grandes CIL II, 352 la existencia de otros honores hacia las
fortunas. benefactoras, tales como la lectura de
elogios públicos, el pago de los gastos
Banquetes y juegos para el pueblo Consagrado a los dioses Ma- de su entierro y el lugar de sepultura,
Es significativo que un gran número nes, Baebia Veneria, tintore- y otras evergesías de tipo funerario
de juegos y banquetes ofrecidos en la ra, querida por los suyos, dulce como ocurre con Calpurnia Scanti[ll]
Bética las costearan féminas. Las mu- para su abuelo, de 25 años de a en Aurgi o Aelia Procula en Munigua
jeres participan con gran intensidad en edad. Baebio Venerioso, un año, (Villanueva del Río y Minas, Sevilla).
la vida festiva de sus ciudades, finan- tres meses, sea para vosotros la
ciando una de las actividades más típi- tierra leve. Apoyo a candidatos
cas de la ciudad romana: “pan y circo”. IRPC, 139 Las mujeres de cierta posición no solo
Conocemos el nombre de algunas tuvieron una proyección social sino
generosas matronas: Lucrecia Cam- que también desempeñaron un papel
pana dedica juegos escénicos durante Marco Latinio, liberto de Marco, político de importancia al apoyar a un
cuatro días, juegos circenses y orga- Lucio Afinio Ata[---], liberto de candidato corriendo con parte de los
niza un banquete para sus conciuda- Lucio, Latinia T[---], liberta de gastos asociados a su magistratura. Tal
danos en Tucci (Martos, Jaén). Annia Marco, Demetrio, hijo, Latinia como recogen distintas leyes béticas
Severa se encarga de ofrecer juegos Da[---], liberta de Marco, mo- como la Lex Irnitana o la Lex Mala-
circenses y organiza un banquete en dista. citana, la dignidad del duumviratus,
Batora (Torredonjimeno, Jaén) con CIL II 2/7, 339 la más importante en el ámbito muni-
motivo del pontificado de su marido. cipal, exigía fuertes desembolsos. De
Este comportamiento queda recogido este manera, descubrimos a mujeres
en la Lex Ursonensis, que aconseja que invierten parte de su fortuna en
celebrar juegos y banquete durante la elección de magistrados. Attia Titu-
cuatro días cuando se nombra a un ma- la apoyó la carrera de duunviro de su
gistrado. Por su parte, Aponia Monta- hijo M. Cornelio Saturnino en Singi-
na, en busca de reconocimiento social, lia Barba (El Castillón, en Anteque-
celebra en honor del sacerdocio juegos ra, Málaga), mientras que Sempronia
circenses y ofrece una donación de 110 Fusca hacía lo mismo con su padre G.
libras de plata en Astigi (Écija, Sevi- Sempronio Semproniano, duunviro y
lla). pontífice a perpetuidad en Aurgi.
La generosidad de las poderosas En ocasiones las mujeres aparecen
damas les reportaba honores por par- en voluntades testamentarias, como su-
te de las autoridades locales (ordines cede con L. Fabio Caesiano en Barbesu-
46 hiems·mmdcclxv·auc
LASCRÓNICASDICEN...
Parentelas
peligrosas
orden de su tío paterno, Claudio, que Calígula entregó a devueltos a Roma y sepultados en el
había sido proclamado emperador. mausoleo de Augusto. Probablemen-
Su existencia, sin embargo, no dejó Livila a hombres de te, esto sucedió cuando Agripinila, la
de ser azarosa. En 41, fue acusada de baja condición. Ella se única hermana de Calígula que consi-
adulterio con el filósofo Lucio Anneo guió afianzarse en el poder, se había
Séneca. Ambos fueron desterrados: él sumó a una conspira- convertido ya en emperatriz.
a Córcega y ella a la isla de Panda- ción para acabar con
taria, el mismo lugar adonde fueron La hermana aventajada
enviadas su abuela Julia y su madre el emperador Agripinila sobrevivió a Calígula y
Agripina. Finalmente, en 42, Clau- acabó casándose con Claudio. Antes
dio la hizo asesinar, probablemente de contraer matrimonio con el suce-
temiendo que algún rival político sor de su hermano, había sido la mu-
la liberase y se casara con ella para jer de Cn. Domicio Ahenobarbo, con
emparentar con la familia imperial y quien engendró a L. Domicio Aheno-
reclamar el trono. Sus restos fueron barbo, el futuro emperador Nerón.
LASCRÓNICASDICEN...
MITOS Y GUERRA
Armas de mujer
Jacques Louis-David presentaba así las sabinas interponiéndose entre sus parientes y sus esposos romanos. Museo del Louvre.
Las mujeres habitualmente experimentaron las penurias Una acción femenina muy celebra-
da se produjo en el conflicto entre ro-
bélicas y el coste emocional de la pérdida de vidas desde la
manos y sabinos, poco después de la
retaguardia. Aunque desde antiguo la civilización romana traición de Tarpeya (ver página siguien-
consideró que el carácter femenino era poco fiable cuando te). Un episodio que pone de relieve el
terrible desgarro que supone la guerra,
se sometía a los rigores de la guerra, ciertos pasajes míticos
en particular las contiendas civiles, para
e históricos muestran su coraje y una encomiable hoja de las mujeres, ya que les es imposible re-
servicios prestados a la República. sultar indemnes.
Cuando los hombres de Tito Tacio
se presentaron en Roma para rescatar a
sus hijas secuestradas por los romanos,
habían transcurrido ya dos años desde
Por Isabel Barceló. dujeron cada vez que, de manera indi- su rapto y muchas de ellas habían sido
vidual o colectiva, se salieron del guión madres o estaban encintas. Al ver llegar
Desde tiempos remotos, la ciudad de previamente establecido para ellas. Las al ejército sabino en el que militaban
Roma ejemplificó la desconfianza ha- mujeres combatieron con sus propias sus padres, sus hermanos, sus tíos y
cia las mujeres en el sensible tema de armas. Unas armas cuya eficacia no po- primos, imploraron a sus esposos que
la lealtad a la patria a través del mito de demos medir pero que en algunos casos no lucharan contra ellos. Al drama de
Tarpeya. Esa desconfianza, sin embar- particularmente sobresalientes dejaron haber sido arrebatadas con violencia
go, fue muchas veces desmentida por huella en el calendario, en las costum- de sus familias, no querían añadir el de
acciones protagonizadas por mujeres bres y ritos, en los templos, y fueron ver muertos a sus familiares ni que sus
que contribuyeron o fueron decisivas muy apreciadas por sus coetáneos y por hijos se convirtieran en huérfanos. Sus
para la salvación de la ciudad. Y se pro- muchas generaciones sucesivas. ruegos no habían surtido efecto.
invierno·2012 53
Clelia escapa
de los etruscos
y alcanza a
nado las mura-
llas de Roma,
en una tabla
de Cozzarelli.
Metropolitan
Art Museum
(Nueva York).
en una de sus villas, como era su in- No le debió gustar esta situación a miento de la recién nacida República.
tención y, en medio de una gran ma- una de las afectadas, Clelia. Nadie po- Pese a la admiración que había
nifestación de duelo, la multitud la día asegurarle el retorno a su casa con suscitado, Clelia no pudo ser honrada
condujo al campo de Marte, donde se vida o con su virginidad intacta. Intu- a su muerte con un funeral público.
honraba a los grandes generales, para yó o supo que la entrega de rehenes Era éste un honor al alcance de pocos,
darle sepultura. Sin el freno de Julia, había sido forzada y no se conformó. pues se reservaba a quienes hubieran
y en un clima político cada vez más Durante varios días observó el com- prestado importantes servicios a la
hostil, diez años más tarde estalló la portamiento de los soldados etruscos, ciudad y “por importantes servicios”
guerra civil entre César y Pompeyo los turnos de vigilancia y sus puntos se entendía siempre aquellos de ca-
que, a la larga, supondría el fin de la débiles y, cuando estuvo segura de rácter político y militar. Las mujeres,
República. tener éxito, huyó del campamento por razones obvias, quedaban exclui-
etrusco llevándose consigo al resto de das de esa posibilidad. Sin embargo, a
Merecedora de una estatua ecuestre sus compañeras de cautividad. causa de la piedad y la generosidad de
Precisamente otra mujer se había des- Cruzaron el río a nado y, pese a que las mujeres, esta situación cambió un
tacado en los albores de la República, sus perseguidores les arrojaron sus siglo después de la hazaña de Clelia.
a finales del siglo VI a. C., una eta- lanzas y hubieron de luchar con la co- Fue hacia el año 390 a. C., cuando
pa marcada asimismo por una gran rriente del Tíber, tanto ella como sus los galos, tras derrotar al ejército ro-
efervescencia y significación política. compañeras consiguieron llegar sanas mano, entraron en la ciudad y perma-
Los romanos dieron un giro radical a y salvas a la otra orilla. Según relata necieron en ella durante siete meses,
su sistema de gobierno expulsando al Tito Livio, el rey Porsenna quedó ad- sometiéndola a una destrucción siste-
rey Tarquinio el Soberbio, aboliendo mirado de la proeza de Clelia. Para no mática. Agotados ambos contendien-
la monarquía y constituyendo una ver mermada su autoridad, exigió al tes, buscaron una solución negocia-
república. Se fraguó entonces la reso- gobierno de Roma que se la entregaran da y, finalmente, los galos aceptaron
lución, muy arraigada en el corazón con la promesa de devolverla inmedia- abandonar la ciudad a cambio de un
romano, de no volver a someterse ja- tamente a su familia. Así se hizo. rescate que debía pagarse en oro.
más a la voluntad de un solo hombre. Clelia recibió de sus conciudada- Cuando las matronas supieron que
Y fue en ese contexto en el que brilló nos un homenaje singularísimo: se se pensaba pagar con el tesoro de los
la joven doncella Clelia. le dedicó una estatua ecuestre en lo templos, guardado en la ciudadela, se
El depuesto rey Tarquinio había alto de la vía Sacra, siendo un hecho opusieron rotundamente: bajo ningún
buscado el apoyo del rey etrusco Por- insólito y nunca más repetido ese de concepto permitirían que el oro que
senna quien, con su ejército, ocupó representar a una mujer a caballo. La durante centenares de años se había
la colina del Janículo y amenazó la estatua original se quemó en el 30 a. tributado a los dioses fuera a parar
ciudad, de la que solo lo separaba el C. pero debió de ser sustituida por a las manos impías de los galos. Les
río Tíber. Tras algunas escaramuzas otra, porque Séneca la nombra seña- parecía una ofensa intolerable a las
y la destrucción del puente que unía lando que fue la primera estatua pú- divinidades, de la cual no podría de-
ambas orillas, se entablaron negocia- blica levantada en la ciudad. rivarse ningún bien. Y así, ellas, que
ciones entre Porsenna y las autorida- Esta recompensa sugiere una alta se habían llevado consigo sus objetos
des romanas. Para asegurarse de su estima de la valentía, la conciencia preciosos y sus joyas para poder reha-
buen desarrollo, los etruscos tomaron cívica y el compromiso que Clelia cerse y reemprender después la vida,
como rehenes a numerosas vírgenes demostró hacia la ciudad, y que resul- los ofrecieron para pagar el rescate.
pertenecientes a familias nobles. taba ejemplar en ese clima de afianza- Los cronistas imperiales afirman
invierno·2012 55
que aunque los galos fueron derro- cluidos madre e hijo, sabían que a él Estos ejemplos dejan constancia
tados mientras pesaban el oro del le costaría la vida, pues los volscos lo de la contribución de las mujeres a
rescate, las matronas no quisieron acusarían de traición. la supervivencia de la ciudad y su ca-
recuperar su patrimonio: sentían que Al historiador Plutarco no le gus- pacidad para elegir en cada ocasión
de algún modo había dejado de per- tó nada la actitud de Coriolano, al el mejor modo de hacerlo. Quizá en
tenecerles. Por otra parte, el oro de considerar indigno prestar a unas los tiempos más antiguos, cuando
los templos se había mezclado, nadie mujeres el oído y la atención que los riesgos y/o los enemigos estaban
sabía qué objetos procedían de cada debía haber prestado al Senado. Sin cerca y los gobiernos eran menos rígi-
templo y, finalmente, se decidió dejar embargo, en la época las autoridades dos, la ayuda de las mujeres era mejor
junto todo ese oro por si en el futu- quedaron muy satisfechas. Tanto, aceptada y bienvenida. El crecimien-
ro la ciudad lo volvía a necesitar. Un que acordaron dar a las matronas el to del poderío económico y militar, la
gesto muy honroso al que hoy llama- regalo que ellas mismas eligieran. Y lejanía de las fronteras y, por tanto, de
ríamos solidaridad intergeneracional. ellas pidieron levantar un templo de- los campos de batalla con su correlato
A ese tesoro se le llamó el “oro de los dicado a la Fortuna de las Mujeres en de amenazas directas, es posible que
galos” y durante más de cuatrocientos el sitio donde había tenido lugar su hicieran decaer esas acciones femeni-
años permaneció intacto bajo el po- encuentro con Coriolano. Desde en- nas colectivas.
dium del templo de Saturno. tonces, cada 1 de diciembre las mu- Siguen teniendo valor, sin embar-
El Senado, como muestra de agra- jeres acudían al templo de Fortuna go, pues en ningún lugar está escrito
decimiento a las matronas por su ge- Muliebris, en las afueras de Roma, a que las diferencias o las grandes ofen-
nerosidad al renunciar a su riqueza celebrar su fiesta. sas entre ciudades o pueblos deban
y bienestar personal en favor de la solucionarse siempre por las armas ni,
ciudad, las premió concediéndoles el mucho menos, que las únicas armas
honor de que, en lo sucesivo, pudie- a emplear sean aquellas que hieren y
ran ser honradas a su muerte con un matan. Como señala María Dolores
funeral público. Mirón Pérez: “el estudio de la rela-
No menos admirada fue la media- ción entre mujeres y paz en el mundo
ción de Veturia y Volumnia, madre antiguo es esencial para comprender
y esposa respectivamente de C. Ma- muchos de los mecanismos de esta re-
rio Coriolano. Este noble romano se lación en las sociedades occidentales
había exiliado por razones políticas. que se siguen comprobando aún hoy
Hacia el año 491 a. C., en un mo- día, puesto que buena parte de las con-
mento de suma debilidad de Roma, se ceptualizaciones, símbolos y prácticas
presentó al frente del ejército de los femeninas en torno a la paz se desarro-
volscos. Todos los intentos de nego- llaron en la Antigüedad”. ◙
ciación del Senado fracasaron y los
romanos, que no contaban con fuer-
zas para defenderse, se daban ya por PARA SABER MÁS:
vencidos y reducidos a la esclavitud.
Las mujeres, desesperadas, acu-
dieron en masa a los templos a implo- • CANTARELLA, E. (1996): Los
suplicios capitales en Grecia y
rar la protección de los dioses. En uno Roma. Akal. Madrid.
de los templos, una matrona, llamada
Valeria, instó a las demás a dejar de • GRIMAL, P. (2011): El amor
lado las lamentaciones y buscar una en la antigua Roma. Paidós.
Madrid.
solución. Se acordaron entonces que
continuaban viviendo en Roma la ma- • MARTÍNEZ LÓPEZ, C. y MIRÓN
dre y la esposa de Coriolano y fueron PÉREZ, M.ª D. (2000): Muje-
a demandar su ayuda para que inter- res esclavas en la antigüedad:
produccion y reproducción en
cedieran por la ciudad. las unidades domésticas. Arenal
Ambas aceptaron el encargo y, con Vol. 7, n.º 1, enero-junio 2000.
permiso del Senado, una gran comi-
tiva de matronas se dirigió al cam- Restos del templo de Saturno, • RINCÓN GONZÁLEZ, M.ª D.
(2009): “Julia”, en A. Pociña
pamento volsco. Y lo que Coriolano en Roma, donde se custodió Pérez y J. M.ª García González
había negado al Senado de Roma, se durante siglos el llamado “oro (coords.), Mujeres reales y ficti-
lo concedió a su madre: levantó su de los galos”. cias. En Grecia y Roma (III).
campamento y se marchó. Ese triunfo Ed. Universidad de Granada.
de Veturia no era gratuito: todos, in-
56 hiems·mmdcclxv·auc
vidacotidiana
Pocas personas
podían disfrutar de
casas con salas tan
amplias y decoradas
como la conservada
en el Museo Nacio-
nal de Arte Romano
(MNAR), en Mérida.
VIVIENDA
dominus o pater familias, tuviera en to, regresaron a las ciudades, aban- cubrieron sus salones y habitaciones
ella su tablinum (despacho) desde el donando sus hermosas mansiones y son, entre otros vestigios, testigos in-
que atendía sus negocios y a su clien- con ellas sus hábitos y privilegios de cuestionables del buen gusto y pres-
tela, su verdadera timonera era la grandes terratenientes. Aún hoy nos tigio de sus dueños. A estas se puede
matrona, la matriarca, respetada por sorprende comprobar que sus res- añadir la Casa del Mitreo en Mérida,
todo el clan familiar. Ella era la hábil tos se cubrieron con tierras de labor cuyo mosaico cosmogónico es uno de
ecónoma que regulaba el consumo de y que, bajo ellas, en muchos casos, los ejemplos más representativos del
los víveres, la educadora de los hijos, hayan llegado hasta épocas actuales nivel cultural de quienes fueron sus
la supervisora de la producción de los ocultas por la incuria y el abandono. propietarios.
telares y la encargada de fijar las ta- Sin ir más lejos, en nuestro suelo, Remontándonos al pasado, pode-
reas que debían de realizar los escla- villas como la de Carranque (Toledo), mos comprobar por los restos arqueo-
vos domésticos. la de la Olmeda (Palencia) o la recien- lógicos llegados a nosotros, que las
Gran parte del día de la matrona temente hallada en Noheda (Cuenca) primitivas casas romanas, fechadas
se desarrollaba en el gineceo, la zona nos sorprenden por el lujo y amplitud desde la Edad de la Piedra a la del
dedicada a las labores de hilado y te- de sus dependencias y por la riqueza Hierro, fueron chozas de planta oval,
jido. Allí la domina vigilaba las tareas de su decoración. Los mosaicos que de paredes entramadas de paja y barro
de las esclavas expertas en este tipo
de trabajos. Ella solía participar para
dar ejemplo.
De esta suerte, contando con la efi-
cacia de estos sólidos núcleos, el Es-
tado romano se aseguraba el correcto
funcionamiento de la sociedad, en la
que se transmitían los valores tradi-
cionales que debían aceptar y cumplir
los cives romani. Especialmente con-
siderada era la matrona univira, es de-
cir la mujer de un solo hombre, hasta
el punto que así se hacía constar en su
lápida funeraria. Era el paradigma de
la fidelidad y de la dignidad conyuga-
les y, por lo tanto, respetada por sus
hijos, sobre los que ejercía una gran Reconstrucción ideal de una insulae de Ostia.
influencia.
En los países conquistados por el
Imperio, tras su proceso de romani-
Pisos para los desfavorecidos
zación, pronto se generalizó la cons- Las insulae, manzanas de pisos de los corredores exteriores que ro-
trucción de suntuosas villae, cuyos alquiler, fueron el tipo de viviendas deaban el edificio.
vestigios aún nos sorprenden por la más frecuentes que se ofrecía a las Con el tiempo, en Roma, cuan-
suntuosidad de sus habitaciones, pa- gentes trabajadoras y de escasos do los edificios públicos, los foros,
vimentos musivarios y pinturas mura- recursos. En todas las ciudades, y palacios, termas y casas señoriales
les. Es más, fueron paradigma de un en especial en Roma, la escasez y fueron ganando terreno, se pro-
nuevo sistema de vida que pronto se carestía del suelo no permitía otro cedió a numerosas expropiaciones
adoptó como patrón entre las clases tipo de construcción, siempre de que dieron al traste con este tipo
privilegiadas. La civilización romana muy baja calidad. Las plantas bajas de casuchas de las cuales apenas
se basó en la construcción de ciuda- se destinaban a locales comercia- si quedan vestigios. De esta suerte,
des y en la imposición de sus sistemas les; las segundas, por lo general, a para entender lo que fue la evolu-
de vida. albergar a los empleados de dichas ción urbana a partir de los siglos
Dentro del ingente conjunto de es- tiendas o talleres que, con frecuen- III y IV d. C., hay que recurrir a
tas villas, se observa que las más lujo- cia, compartían habitaciones; y las las ruinas de la ciudad de Ostia, el
sas fueron las correspondientes a los superiores a reducidos pisos de puerto de Roma, ya que en ella se
siglos III y IV d. C., antes de que la alquiler. También existía la posibi- conservan tanto restos de insulae,
crisis económica y social que afectó lidad de que estas edificaciones se como de casas unifamiliares seme-
a esta época, obligara a su abandono. agrupasen en torno a un patio cen- jantes a las de Pompeya, salvando
Sus dueños, ante la falta de seguridad tral, como en el caso de nuestras las mejoras impuestas por el pro-
y la imposibilidad de hacer frente a “corralas”, abriéndose cada piso a greso urbanístico.
los altos costes de su mantenimien-
58 hiems·mmdcclxv·auc
Detrás se abría un pequeño jardín En estas grandes mansiones se cultura occidental hasta bien entrado
(hortus) que con el tiempo se conver- distinguía la pars antica, o vivienda el siglo XX, en que la escasez de es-
tiría, en las casas patriciales, en un y la pars postica, donde se hallaba el pacio en los “minipisos”, las nuevas
gran vergel rodeado de porches co- jardín e, incluso, un huerto de cultivo. tendencias decorativas y el efecto
lumnados (peristilo). El modesto hortus de las viejas casas de los criterios feministas, dieron al
De estos jardines se ocupaba un cambió de función al aparecer los pe- traste con una habitación discrimina-
jardinero (topiarius), experto en el ristilos columnados, convirtiéndose toria que, en sus momentos finales,
ars topiaria, muy apreciada por una en el lugar donde se cultivaban toda solo servía para amedrentar a los hi-
clientela culta, entre la que se encon- clase de hortalizas. En él solía haber, jos cuando se les llamaba a capítulo.
traba el propio Cicerón. Las plantas incluso, un gallinero y una conejera. Poco a poco, el despacho del cabeza
que en ellos se cultivaban eran siem- Con todo ello se tenía asegurado el de familia se fue trasladando a su lu-
pre las autóctonas, aclimatadas a suministro básico de cada día. gar de trabajo y allí continúa cuando
cada estación, para evitar el derroche El tablinum, la habitación de las condiciones económicas permiten
de agua en su riego, ya que éste solo respeto ocupada por el señor, solía tenerlo en propiedad y de forma uni-
se practicaba en contadas ocasiones. abrirse por puertas correderas (o cor- personal.
En el centro del peristilo solía haber tinajes) tanto al atrio, como al jardín. En las villas suburbanas y lugares
un estanque o piscina (natatio) y al Se acreditaba, de este modo, su indis- donde el espacio disponible no era
fondo un comedor de verano, cuyo cutible preeminencia sobre el ámbito muy grande, tal como sucedió en el
mobiliario solía ser de piedra. Tam- doméstico, tal y como puede verse en interior de ciudades como Pompeya y
bién había hermosas fuentes o nin- algunas casas de Pompeya y Hercu- Herculano, las casas se dispusieron en
feos, chapados con mosaicos alusi- lano. dos alturas. El segundo piso, donde se
vos al agua, y a los animales marinos El despacho del padre ha sido todo encontraban las habitaciones más re-
con ella relacionados. un símbolo de poder y prestigio en la servadas, se asomaba al atrio por una
derechoromano
El nacimiento
del orden imperial
Por Alejandro Valiño. del Senado, un tanto devaluados por las
manifestaciones autocrática de poderes
El advenimiento del Principado como totalitarios como los de Julio César, Sila,
forma política tuvo lugar de la mano de Mario o Pompeyo. Pero muy inteligen-
Octaviano en el año 27 a. C. El punto temente, Octaviano fue atrayendo para
histórico de partida se sitúa precisamente sí una serie de títulos que, en último tér-
en la victoria que el hijo adoptivo de Ju- mino, propiciaron la reunión en su pro-
lio César obtuvo en Actium cuatro años pia persona de la auctoritas y potestas,
antes sobre su principal rival político, cuya neta separación durante el período
Augusto asumió el poder en Marco Antonio. Se abría así el camino republicano había permitido asegurar la
para el ejercicio de un poder autocráti- libertas romana.
27 a. C. con el reclamo de la
co que, sin embargo, no comportó una Pero el Principado no solo influyó en
vuelta al sistema republicano ruptura plena con el régimen institucio- los aspectos de organización y gobierno
de equilibrio de poderes. Sin nal republicano. Es más, Octaviano, que de una Roma en creciente expansión,
a partir del año 27 a. C. asumió el título sino que en su vocación intervencionista
embargo, el Príncipe fue con-
de Augustus (venerable), se presentó en terminó por incidir también en el mun-
centrando poco a poco el poder realidad como un restaurador de aquel do del derecho. Se produjo una notable
en sus manos y extendiendo antiguo esplendor republicano. Parecía alteración en el cuadro de las fuentes
resurgir el sistema de equilibrios pactado de producción del derecho, a la par que
su control a todas las facetas
en aquel gran tratado patricio-plebeyo Octaviano monopolizaba un cúmulo
de la vida, incluido el derecho. que fueron las leges Liciniae-Sextiae del de prerrogativas de trascendencia jurí-
La actividad jurisprudencial 367 a. C., en el que se compensaban la dica como es la facultad de conceder
auctoritas senatorial, la potestas de los la civitas –como ius proprium civium
perdió su independencia, pero
magistrados y la maiestas del populus. Romanorum– o la latinitas o ius Latii;
también vivió un periodo de Sin embargo, el juego de contrapesos era la de fundar colonias y municipios; y la
extraordinaria vitalidad du- un lejano recuerdo después de la cruenta de proceder al reparto del ager publicus,
experiencia de luchas intestinas del últi- competencias todas ellas que en el perío-
rante el que se adaptaron las
mo siglo de la República. do republicano eran de órganos distintos.
instituciones tradicionales a los Lo cierto es que Octaviano no pres- El Principado trae también una ju-
nuevos tiempos, gracias a dos cindió de ninguna de las piezas sobre risdicción de carácter extraordinario,
las que se asentaba el equilibrio repu- que coexistirá durante el primer siglo
escuelas antagónicas.
blicano de antaño. Restauró los poderes de nuestra Era con el procedimiento or-
invierno·2012 63
Sabino es autor de una obra dividi- Sin duda la personalidad más relevan- Un halo de misterio envuelve la per-
da en tres libros, dedicada al ius civile, te de todo el período clásico fue Salvio sonalidad de Gayo, que se ha convertido
siguiendo en gran medida la sistemá- Juliano, quien en tiempos de Adriano en uno de los personajes esenciales para
tica de otra obra del mismo género en llevó a cabo la codificación del edicto el estudio del Derecho romano, pese a
el período republicano: el ius civile de pretorio, lo que supuso de alguna ma- no tener propiamente la consideración
Quinto Mucio Escévola, dividido en 18 nera cegar la principal fuente para el de jurista en cuanto que no cumplió la-
libros. Discípulo suyo fue Casio Longi- progreso jurídico. En lo sucesivo esta bores de asesoramiento ni cultivó la lite-
no, que también da nombre a la escuela, función renovadora corresponderá al ratura casuística. Más bien es precursor
llamada en ocasiones escuela casiana. ius novum, esto es, al derecho dimanan- del género didáctico con su obra más im-
Por contra, careció del apoyo impe- te de la Cancillería imperial. Justiniano portante, Instituta Gaii, donde en cuatro
rial Marco Antistio Labeón, sin duda llegó a decir de él que fue el más sabio libros presentaba de forma sistemática
uno de los juristas más importantes del de los jurisconsultos antiguos.
período, del que sabemos que dedicaba Otro jurista de gran impor-
la mitad del año al estudio científico y tancia es Sexto Pomponio, autor
la práctica, mientras que la otra mitad la de una historia de la jurispru-
empleaba en la actividad del responde- dencia romana hasta su tiempo
re, y en instruir complementariamente llamada Enchiridium. El ex-
a los discípulos que le acompañaban en tracto recogido en el Digesto
su labor de asesoramiento. de Justiniano, es la fuente que
Labeón es un notable cultivador del nos permite conocer sintética-
género casuístico y un gran innovador, mente cómo fue aquella nacien-
como se refleja en sendos comentarios te actividad jurisprudencial, des-
al Edicto del Pretor Urbano y a la Ley de el origen de la ciudad hasta los
de las XII Tablas. Su discípulo Próculo tiempos del propio Pomponio.
es quien da nombre a la escuela, llama-
da proculiana o proculeyana. Otros re-
presentantes dignos de mención fueron Tiberio concedió a Sabino el
Neracio Prisco y Juvencio Celso. privilegio de interpretar la ley en
Dentro del siglo II d. C. ejercieron nombre del emperador. Busto del
Foto: Virtusincertus
otros juristas y maestros de Derecho. Museo de Nápoles.
las nociones elementales de Derecho ro- liberal y despegada del influjo del po- res están muy bien representados en el
mano. Se trata de una obra que alcanzó der político. Las obras más importantes Digesto de Justiniano, la emblemática
gran predicamento en épocas posteriores de este periodo son las de regulae, que antología de jurisprudencia elabora-
y ello explica la fama que llegó a alcan- reflejan un cambio metodológico que da bajo este emperador. Con estos tres
zar Gayo hasta el punto de ser uno de tiende a alejarse del casuismo tradicional grandes juristas, sin duda los preferidos
los cinco autores cuyos escritos podían para concretar ahora el saber jurídico en de Justiniano a la hora de componer el
ser alegados en juicio, tal como estable- forma de principios jurídicos breves o Digesto, se cierra el ciclo creativo de la
ció la llamada Ley de Citas (426 d. C.). axiomas vertidos en la praxis judicial del jurisprudencia romana y se abre propia-
Algunas instituciones de época arcaica y momento. mente el período postclásico. ◙
clásica las conocemos, aunque sea sin- De esta época son también los institu-
téticamente, gracias a la obra de Gayo, ta, libros destinados a exponer sistemá-
pues Justiniano, el gran compilador de ticamente las nociones elementales en
las obras de los juristas clásicos, se tomó materia jurídica para estudiantes de las PARA SABER MÁS:
la licencia de actualizar su pensamiento, nacientes academias. La aparición de es-
depurándolo de las referencias que éstos tas obras evidencia un cambio en la for- • D’ORS Á. y D’ORS X. (2004):
pudieron hacer a instituciones antiguas ma de aprendizaje del Derecho, tendente Derecho privado romano. Pam-
que no respondían a la mentalidad del ahora a la exposición magistral en lugar plona.
siglo VI d. C. del estilo de convivencia con el maestro • SAMPER, F. (2003): Derecho
propio del período republicano. romano. Santiago de Chile.
Recopilaciones de los viejos tiempos La última generación del periodo
Los juristas que ejercieron bajo los An- clásico coincide con el Principado de • VALIÑO, E. (1991): Institucio-
nes de Derecho privado romano.
toninos y los Severos experimentan una Adriano, aunque sus representantes más Valencia.
tendencia creciente desde el adveni- conocidos son de época de los Severos:
miento del Principado: no solo se ocu- Papiniano, Paulo y Ulpiano. Estos auto-
parán del derecho privado, objeto tradi-
cional de dedicación, sino que ampliarán
su radio de acción al derecho público,
en particular todo lo que atañe a la or-
ganización política y administrativa de
un Imperio cada vez más extenso. Tam-
bién tocan el derecho fiscal y el derecho
criminal, materias éstas de las que no se
ocuparon, en cambio, los juristas de la
época republicana.
Los juristas de este período se ca-
racterizan por un estilo enciclopédico,
de modo que en sus escritos, antes que
mostrar novedosos planteamientos, se
prefiere la recepción de opiniones de
juristas anteriores. Los géneros literarios
preferidos serán los grandes comentarios
al edicto pretorio (libri ad edictum) y
al derecho civil, que en este período se
concretarán en obras de comentario al
ius civile de Sabino, convertido en este
período en el paradigma del ius civile,
recibiendo por ello este género literario
el nombre de libri ad Sabinum.
Como consecuencia del creciente in-
tervencionismo de la burocracia imperial
en el ámbito del derecho, surgen otros
géneros literarios que se compadecen
mejor con el ius novum, esto es, con el
derecho que ahora, de forma monopo-
lística, parte de la Cancillería imperial.
Desaparece prácticamente el cultivo de
la jurisprudencia como una actividad
66 hiems·mmdcclxv·auc
asentamientoshispanos
de la Península Ibérica
El teatro cons-
truido sobre una
ladera del monte de
Esculapio es, quizá,
el edificio más em-
blemático que los
romanos dejaron
en la urbe fundada
por Asdrúbal.
Fundada a finales del siglo Por Gabriel Castelló. Una cita del siglo IV d. C.
III a. C. cerca de un asen-
tamiento íbero, Cartagena Cartagena, uno de los mejores puertos
naturales de toda la antigua Iberia, fue Se halla luego el puerto Nam-
estaba llamada a ser un destino y origen de grandes gestas. natio que desde el mar abre su
punto esencial en la domi- Aparece mencionada en la “Ora Ma- curva cerca de la ciudad de los
nación púnica de la Penín- ritima” de Avieno, quien quizá descri- mastienos. Y en el fondo del
biese la antigua ciudad ibera sobre la golfo se levantan las altas mu-
sula Ibérica. Sin embargo, que se yergue hoy Cartagena o puede rallas de la ciudad de Mastia.
la confrontación con Roma que fuese otro cerro amurallado cer-
hizo que pronto cambiase cano y ya desaparecido, pero historia- R. Festo Avieno
dores de la talla del hispanista alemán Ora Marítima
de manos y se convirtiese Adolf Schulten sostenían que así era.
en un foco de romaniza- Para él, y para otros eruditos de
ción. Los sucesivos dueños nuestro pasado, la ciudad de Mastia como fuese, lo que es cierto es que la
ejercía cierto poder político en el su- región era fecunda en pesca y minería
del enclave forjaron diver- reste hispano, siendo el punto más de zinc, plomo y plata, por lo tanto un
sas denominaciones para oriental de la influencia tartesia. De bocado muy apetecible para cualquier
afirmarse en esta posición: hecho, aparece en un tratado entre potencia marítima del Mediterráneo
Roma y Cartago fechado hacia el 348 antiguo.
Qart-Hadasht, Carthago a. C. una tal Mastia Tarseion que bien La historia de Cartagena como urbe
Nova, Spartaria... podría referirse a este enclave. Fuera y emporio se inicia siglos después. Fue
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Por orden expresa de Escipión, y Pocos años después, durante la época La lenta decadencia de Carthago
contra todo pronóstico, la ciudad no Julio-Claudia, la Tarraconense fue divi- Nova tuvo una tregua durante el man-
fue saqueada, ni sus moradores violen- dida en siete conventos jurídicos, una dato de Diocleciano. En el 298, este
tados, incluido el hermano de Aníbal, especie de distritos. Uno de ellos era el enérgico emperador dispuso un nuevo
Magón. Los rehenes iberos fueron li- conventus iuridicus carthaginensis. reparto provincial destinado a erradi-
berados y enviados a sus casas, en un Aunque en muchos estudios se habla car las diferencias entre provincias, en-
claro gesto de ruptura con la política de que la gran crisis del mundo antiguo tregar su gestión a un praeses (literal-
cartaginesa de coacción y chantaje. La sobreviene a partir del siglo III, la rea- mente ‘presidente’, el gobernador) no
toma de Qart-Hadasht supuso un pun- lidad es que en el sureste hispano el de- senatorial y agrupar dichas provincias
to de inflexión en la Segunda Guerra clive arranca un poco antes, desde me- en regiones llamadas diócesis.
Púnica. Así lo vio Schulten: diados del II. Ciudades vecinas como
Lucentum son prácticamente abandona- El emporio de la salsa de pescado
Con la plata de las minas de Car- das a finales de este siglo. En el caso de En este nuevo mapa de Hispania, Car-
tagena pagaron ellos a sus mer- Carthago Nova, algunos edificios pú- thago Nova quedó como capital de la
cenarios, y, cuando por la toma blicos dejan de restaurarse, la actividad provincia Carthaginensis, dependiente
de esta en 209 a. C. Carthago se reduce al Cerro del Molinete y toda de la vicaría de la diócesis hispana de
perdió estos tesoros, Aníbal ya la parte oriental de la ciudad se aban- Emérita Augusta (Mérida). Este respi-
no fue capaz de resistir a los ro- dona, quizá a causa del agotamiento de ro hizo que la parte oriental se urba-
manos. De manera que la toma los recursos mineros de La Unión. Por nizase de nuevo utilizando los restos
de Cartagena decidió también la estas fechas también entra en declive de los grandes edificios de época del
guerra de Aníbal. (Fontes Hispa- Portus Magnus (Portmán), uno de los Principado como el teatro, el mercado
niae Antiquae) puntos de carga del mineral extraído de y el Foro de Augusto.
las serranías colindantes. Aquel fue el momento más flore-
Desde su inesperada conquista, la ciente en la exportación de garum
ciudad pasó a conocerse en el mundo pues, con las minas casi agotadas, bue-
romano como Carthago Nova. Re- na parte de la población vio en la salsa
cibió el título de municipio romano de pescado su mejor fuente de ingre-
hasta que, ya a principios del 44 a. C., sos. Un ejemplo de dicha transforma-
y dentro del reparto de colonos ve- ción industrial es la villa de Paturro,
teranos promovido por César tras la en la citada Portmán, dedicada a la mi-
Guerra Civil, la ciudad fue reconocida nería durante el Principado y al garum
como colonia. La epigrafía C·V·I·N·C durante el Imperio.
(Colonia Urbs Iulia Nova Carthago) La situación de Carthago Nova,
no deja lugar a dudas. apartada de las grandes vías empe-
dradas que surcaban Hispania, hizo
El dominio romano que se escapase de las algaradas fran-
Carthago Nova fue dotada de los es- cas que asolaron Tarraco, Valentia e
pacios y edificios públicos de una gran
Fotos: Rafael del Pino
ciudad: un anfiteatro ya en época repu-
blicana, un conjunto de templos sobre el
viejo palacio de Asdrúbal, un teatro en
la falda del Monte de Esculapio, foro,
termas, mercado, puerto y demás ele-
mentos típicos del urbanismo romano. Las bases de
las columnas,
Perteneciente a la nueva provin-
conservadas in
cia Tarraconense según el reparto de situ (izquierda),
Augusto en el 27 a. C., la colonia fue permiten hacerse
tomando importancia en el territorio, una idea del tra-
por ser uno de los puertos más próspe- zado de las calles
ros en el negocio de la exportación de porticadas de la
garum, el condimento por excelencia antigua Carta-
de la cocina romana. Desde la bahía gena romana.
de Mazarrón a la propia isla de Es- Arriba, recons-
trucción de una
combreras (scomber significa caballa
de estas calles en
en latín), multitud de factorías de esta una maqueta del
preciada salsa salpicaban los alrededo- museo arqueoló-
res de Carthago Nova. gico local.
invierno·2012 69
lashuellasdelaslegiones
nos se lanzaron a dominar El complejo parece estar relacionado con el período de las Guerras
Cántabras. Sin poder determinar si se corresponde con las primeras
las cumbres para cerrar campañas del conflicto, iniciado en el 25 a. C. por Augusto, o si se
trata de un campamento romano relacionado con las revueltas pos-
poco a poco la tenaza so- teriores.
bre el enemigo.
Texto: F. J. García Valadés. la resistencia de los pueblos del no- la campaña, en un intento por ligar
roeste. El Princeps tenía que acabar directamente su figura a la culmina-
Hacia el año 30 a. C. Octaviano di- con la amenaza de estos belicosos ción de la expansión romana.
señó un plan para cerrar las fronteras vecinos para conseguir la ansiada En Segisama (Sasamón), el Prin-
del Imperio llevándolas hasta límites paz, la Pax Romana. El propio Oc- ceps determinó abrazar toda la Can-
geográficos. En la Península Ibérica, taviano se desplazó al escenario de tabria en tres cuerpos de ejército. Se
estos planes chocaban de bruces con operaciones para dirigir en persona inició una guerra que según Floro se
invierno·2012 71
para doble gar el ardor guerrero de las mente el yacimiento del asedio de la cuentan con agger de tierra. Lo cir-
tribus locales. Uno de ellos todavía Espina del Gállego. cunvala un único foso defensivo en
es identificable a simple vista entre El recinto campamental tiene una todo su perímetro. En el interior en-
Puente del Viesgo y San Felices de extensión de 18 hectáreas. Su forma contramos una división del recinto
Buelna. Se encuentra localizado sobre rectangular es alargada y estrecha. Su con una estructura defensiva de foso
el extremo norte de las últimas estri- eje mayor se prolonga aproximada- y agger que parte el campamento en
baciones de la cordillera que divide mente un kilómetro, mientras que su dos mitades de similares proporcio-
las cuencas de los ríos Pas y Besaya. ancho es de unos 200 metros. Consta nes. Esto nos lleva a reconocer un
Su emplazamiento sobre la cuerda de cuatro esquinas redondeadas, típi- posible campamento para una legión
misma de la montaña (a 708 metros cas de un campamento romano. al sur, al que se le anexa un segundo
de altitud) le hace verter aguas hacia Los lados sur y oeste presentan recinto para una nueva legión.
ambos valles. Desde el mismo cam- agger de piedra, aprovechando las Podemos localizar hasta seis en-
pamento se divisa al norte la bahía de rocas de los canchales que afloran tradas claviculae. Sobre el lado oes-
Santander y al sur se domina visual- en esos lados. Los lados norte y este te podemos identificar cuatro, algu-
• PERALTA LABRADOR, E.
(2002): “Castros y campamentos
de campaña de las guerras cán-
tabras”. En M. A. Blas Cortina, A.
Villa Valdés (eds.), Los poblados
fortificados del noroeste de la
Península Ibérica: Formación y
desarrollo de la cultura castreña.
Ayuntamiento de Navia, Navia,
págs. 225-238.
• PERALTA LABRADOR, E.
(2006): “El Campo de las Cercas
Camp”. En A. Morillo, A. y J.
Aurrecoechea (eds.), The roman
army in Hispania: an archaeolo-
gical guide, León, pág. 305.
74 hiems·mmdcclxv·auc
DENUNCIA
DERRUMBES EN POMPEYA
Una vergüenza
para Italia
El deterioro de la ciudad Por Francisco J. Girao. diaria romana de hace 2.000 años? En
romana mejor conservada noviembre del año pasado la ciudad
Finales del año 2010. La ciudad ro- Patrimonio de la Humanidad sufre el
del mundo ha encendido las
mana de Pompeya sufre una nueva derrumbe de la Casa de los Gladiado-
luces rojas en los organismos catástrofe. No será en esta ocasión el res y sus frescos, dos paredes de una
internacionales e italianos Vesubio, sino una serie de derrumbes cella de la calle Strabiana y seis me-
que acaban con edificaciones com- tros de un muro de la Casa del Mora-
encargados o implicados en
pletas. No hay temblor registrado ni lista. Todo otorga un buen punto de
su conservación y custodia. acción humana; más bien omisión. partida para la triste respuesta a las
Todo apunta, de nuevo, a una ¿Qué puede llevar al presidente de preguntas superiores.
la República Giorgio Napolitano a El extraordinario estado de con-
responsabilidad marcada-
calificar lo ocurrido como «una ver- servación de las ruinas de la ciudad
mente política en los derrum- güenza para Italia»? ¿Cómo puede costera convierte en sencilla la tarea
bes de los últimos meses. haberse convertido en «vergüenza » de concienciar de la auténtica trage-
tal elocuentísimo testigo de la vida dia que supone la pérdida de, no sólo
Fotos: R. Ellis
Restos del derrumbe de la Casa de los Gladiadores.
tro por los desgraciados derrumbes de
Pompeya.
En primer lugar, la Unesco no
consideraba necesario incluir el área
arqueológica de Pompeya, Herculano
y Torre Annunziata en la Lista de Pa-
trimonio Mundial en Peligro. Eso no
quita para que el equipo inspector ob-
servase que «las condiciones que cau-
saron los derrumbes están muy exten-
didas por la zona y las consecuencias
del presente deterioro acumulado po-
dría amenazar el Valor Sobresaliente
Universal (Outstanding Universal Va-
lue, OUV). Un considerable número
de casas y otras estructuras en Pom-
peya y Herculano están en riesgo y,
por tanto, requieren un trabajo mayor
de conservación».
Infografía: R. P.
HISPANIA ROMANA
www.hispaniaromana.es
78 hiems·mmdcclxv·auc
breviarium
punto de lectura
REPRESENTACIÓN DE ICONOGRAFÍA Y SOCIEDAD GLADIADORES: MITO Y
MUJERES... EN EL MEDITERRÁNEO... REALIDAD
Luz Neira (editora) P. Fdez.-Uriel/Isabel Rodríguez Fernando Lillo
Creaciones Vicent Gabrielle, 2011 Signifer, 2011 Evohé Didaska, 2011
EL ESPLENDOR GRIEGO
Y LA GLORIA DE ROMA Sí, ya sé que dije que celebramos
Rebeca E. Gómez González un evento de recreación
Ed. Lul, 2011 multiépoca, pero es
que esto...
El Imperio romano dominó el mun-
do e impuso su cultura, heredada,
en gran parte de la griega. El entor-
no social, la familia, la educacion,
la milicia, la religión, la política, la
economía... De todo ello nos habla
este libro que reconstruye la vida
cotidiana en Roma y Grecia a tra-
vés de excelentes explicaciones y
magníficas fotografías e ilustracio-
nes que nos transportan al mundo
de los clasicos. ◙
invierno·2012 79
BREVIARIUM
notas de
Busca en las a
k.c om /stilus.revist
www.faceboo
breviarium
Dulcia domestica
Por Charo Marco. damos una propuesta de elabora-
ción más detallada de los dulcia Ingredientes
Nos ha llegado un gran número de re- domestica: (6 personas)
cetas de Apicio, aunque la mayoría es- Tras quitar el hueso de los dá-
taban dirigidas a la elite del momento. tiles, rellenarlos con una mezcla 12 dátiles naturales
Vamos a realizar un dulce de sencilla de piñones, nueces, miel y un 150 gr. de piñones
elaboración cuyos ingredientes prin- poco de pimienta molida que 120 gr.de nueces
cipales son los frutos secos, alimento habremos picado en un mortero Pimienta (opcional)
estrella en la Antigüedad no solo por y amasado. Rebozar los dátiles Sal fina
su buena conservación, sino también con sal. Mientras tanto, calentar
Miel
por las calorías y energías que aporta- la miel en una sartén. Cuando esté
ban. Unos dátiles rellenos de piñones caliente, freír los dátiles en la miel
y nueces serán el postre perfecto en hasta que queden crujientes. Espolvo-
cualquier momento del año. rear, si se quiere, con pimienta molida
Abajo puedes encontrar la receta cuando se vayan a servir.
original de Apicio, conveniente- Como veis la receta es muy sencilla. SUGERENCIAS
mente traducida. Sin embargo, os Os animamos a realizarla.
• Perfectamente se puede susti-
tuir el relleno de nueces y piño-
A nes por otros frutos secos como
DULCIA DOMESTIC
De re coq uin ari a, VII, 13, 1) almendras, avellanas, pistachos,
(Apicio,
etc. También se puede combinar
, relle-
Deshuesar los dátiles con sésamo tostado, con unas
Palmulas vel dactilos nar de nueces, piñ ones o de
ce vel pasas o con orejones.
excepto semine, nu pim ienta mo lida. Envolver-
um
nucleis vel piper trit los con sal, freírlos en
un
ies . Sa les for is con- ida
inf erc
in me lle cocto recipiente con miel coc • Estos dulces pueden ser
tingis, frig is .
y servir acompañados con una copa de
et inferes.
vino dulce o licor.
etimologías
De la bici a la enciclopedia
Por Javier del Hoyo. círculo, de las que algunas son bien para aquello que está cercano a mí,
conocidas por los turistas como Mí- que me rodea, y que lo distingo del
Los griegos, que conocían perfec- conos, Paros, Naxos o Delos; cíclada prójimo (es decir, próximo). Precio-
tamente el giro y la idea de vuelta, llamaban asimismo los griegos a cierta so el cercado como vallado, como
acuñaron la palabra kýklos, ‘círculo’. prenda femenina que usaban las muje- aprisco circular u oval de ovejas, don-
Habían observado el carácter circular res, y tenía forma circular. de la forma geométrica no es capricho-
de la vida, el sucederse de los días y de Pero mucho más nos interesan sa. Así los vemos todavía en la monta-
las noches, el sucederse de las estacio- aquellas palabras en las que la raíz ña, de piedra. Los pastores sabían que
nes creando un eterno retorno, un ani- parece estar oculta, como enciclo- es menos costoso de construir y más
llo, es decir un año. Es el movimiento pedia, es decir, la reunión de niños consistente, pero además en un redil
cíclico de las cosas, sometidas a los en círculo (en-kýklo-paideía) para cuadrado, caso de que llegue el lobo,
ciclos naturales. aprender todo tipo de saberes. Así se las ovejas se atascan en los ángulos,
La raíz ha sido muy productiva tan- dice que enseñaban Sócrates y algu- y el lobo se ceba con ellas, matando
to en griego como en latín (circus). Y nos sofistas en Grecia. De ahí vendría por sed de sangre a más de la cuenta.
así tenemos no solo el ciclón, o vien- más tarde el saber enciclopédico, y la En los espacios circulares las ovejas
to huracanado que forma grandes cír- Enciclopedia de D’Alambert, con in- siguen corriendo y el lobo mata solo la
culos, y el anticiclón o área donde la formación sobre todos los saberes. O necesaria para saciar su hambre.
presión barométrica es mucho mayor encíclica, es decir, la carta que envía Mantenemos el circuito, sea ce-
que en las circundantes, sino la bici y alguien –hoy aplicado casi exclusiva- rrado o no; y el cultismo menos co-
la moto, palabras truncadas de bici- mente a los papas– destinada no a un nocido circuir, ‘estar alrededor de
cleta (dos ruedas) y motocicleta particular, sino para que circule por una cosa’ («una aureola circuye la
(bicicleta con motor), sin olvidar el comunidades o grupos de personas, es cabeza de la Virgen»). Si entramos
ciclomotor, que darán lugar a de- decir el antecedente de las circulares en los compuestos de circum-, desde
portes como el ciclismo o el motoci- que envían hoy las empresas y los or- circunvalación (léase la M-40, por
clismo. También descubrimos la raíz ganismos públicos para todos los que ejemplo) hasta la circuncisión, pa-
en los cíclopes, seres de tamaño gi- dependen de ellos. sando por la circunferencia, nos
gantesco que tenían un solo ojo circu- Pero si abandonamos el griego y perdemos en un verdadero océano de
lar en la frente; a ellos se les atribuye nos vamos a su hermano el latín, el re- palabras que presentan circum como
la construcción de determinadas mu- sultado no es menos fecundo. De cir- preverbio, siempre con el sentido de
rallas como las de Micenas o Tirinte, cus tenemos circo en todas sus acep- ‘alrededor de’. Ortega era él y su cir-
que por el tamaño de sus piedras solo ciones, desde el circo glaciar, hasta el cunstancia, es decir, todo aquello
ellos pudieron mover, construcciones lugar donde se celebraban carreras de que se sitúa alrededor de él.
ciclópeas; el ciclostil, aparato copia- caballos en Roma o los espectáculos Más interesantes me parecen zarcillo
dor en que, sobre un cilindro y con un que denominamos circenses. Su carac- (del latín circellius, ‘círculo pequeño’)
estilete, se imprime en una plancha ge- terística peculiar siempre es la misma, que no es sino un pendiente en forma
latinosa; o el ciclorama, vista pano- el diseño circular del espacio. Su dimi- de aro; o cercha (de un supuesto ‘cer-
rámica en forma de cilindro, en cuyo nutivo círculo es más usado, bien co- cho’, a partir del latín circulus), que es
interior había una plataforma nocido como figura geométrica o como la armadura semicircular que sirve de
para los espectadores. reunión de personas, a partir de la for- soporte a un arco o bóveda mientras
En Grecia hay ma en que se sientan. En latín existe el se construye; y cerchearse, o combarse
un grupo de islas verbo deponente circulor con el sentido las vigas que sostienen una carga.
llamadas Cí- de ‘murmurar’, ‘charlar’, cuyo primer Quedan muchas más palabras en
cladas por significado es ‘formar corrillos, círcu- nuestra lengua, pero ya hay que ir ter-
disponerse los para hablar’, y que lo conservamos minando, porque no hay más espacio
en el mar en español en la expresión “circular un y porque esto del ciclo parece que ha
Egeo en rumor, una habladuría”. quedado ya bastante redondo. Y si te ha
forma Y tenemos cercar (de circare), gustado la colaboración, no te la que-
d e que es ‘rodear’; y cerca o cerca de des, que circule, hazla circular. Vale.
82 hiems·mmdcclxv·auc
LUDOTECA
ludoteca
Convulsiones ideológicas
unos 400 años antes) o los legionarios espectador de la narración. Además,
romanos tipo Columna Trajana (casi el director logra la nada fácil tarea de
ÁGORA
300 años anterior a los acontecimien- desaprovechar una gran riqueza mate-
Ágora (2009) tos tratados aquí). rial, que deja de lado en favor de una
Director: Alejandro Amenábar.
Productores: Mod Producciones,
Pero dejando de lado estos peque- historia realmente aburrida.
Himenóptero, Telecinco cinema... ños deslices, “Ágora” queda como En el apartado del reparto, Rachel
Actores: Rachel Weisz, Max una historia fallida. El motivo que Weisz intenta levantar un persona-
Minghella, Oscar Isaac...
une la historia –fe contra ciencia, je ambiguo que enamora de manera
fanatismo contra ecuanimidad, in- clásica a dos de los protagonistas: su
tolerancia...– es endeble y aparta al esclavo convertido en furibundo para-
Por David P. Sandoval. bolano y un alumno que llegará a ser
prefecto. La actriz navega entre ambos
Hipatia, Alejandría, los cristianos y con tal indiferencia que contagia al
el final del Imperio romano. Buenos espectador de la misma frialdad y no
ingredientes para lo que podría ser acabamos por sentir nada ante sendas
un interesante cóctel, pero Amená- historias de amor, que resultan pueri-
bar consigue que resulte un péplum les y alejadas. Si Hipatia ha inspirado
sin brillo donde hay cristianos –esta tantas obras y manifiestos a lo largo de
vez, los malvados– y algo así como la Historia, no es precisamente por la
romanos. El resultado son dos horas imagen que da de ella Amenábar, en
de letargo, indiferencia y plúmbea otra de sus películas maniqueas y par-
pretenciosidad. ciales. Y es que, a los ateos tampoco
La historia en sí está muy bien am- les gusta el discurso para convencer a
bientada. El vestuario usa códigos vi- los convencidos... ◙
suales para reconocer rápidamente a
los personajes: negro para los malévo-
los y fanáticos, blanco para los buenos
(y menos fanáticos). Los ropajes son
de una calidad francamente interesan-
te. Se aproximan a lo que podría ser
la realidad de aquella época, aunque
carezcan de los remiendos y estampa-
do propios de ese tiempo. Las maque-
tas y reconstrucciones de los lugares
también resultan creíbles, pero dado
el mal uso cinematográfico de ellos,
quedan desperdiciados. Y en todo ello,
el mundo de las ideas, de la religión,
de la simplona y maniquea representa-
ción del fanatismo.
Hay pequeños anacronismos dis-
culpables: la biblioteca de arquitectura
egipcia más que macedónica, la icono-
grafía muy posterior de loba capitoli-
na con los gemelos, la casa de Hipatia
estilo de Pompeya o Herculano (de