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14 LA VANGUARDIA O P INIÓ N MIÉRCOLES, 18 FEBRERO 2009

Quim Monzó

Presidente-Editor: Director: Vicedirector: Directores adjuntos: Subdirectores:


O se es una
JAVIER GODÓ,
CONDE DE GODÓ
José Antich Alfredo Abián Jordi Juan, Enric Juliana, María Dolores García Manel Pérez
Alex Rodríguez Miquel Molina José Alberola (Arte)
nación o se es
una corporación

G
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nal se opone a que el Esta-
Núria García (Diseño), Josep Carles Rius (Magazine) y Fèlix Badia (Estilos de Vida). (Documentación). Consejeros de Dirección: Carlos Sentís y Jaime Arias. tut tenga símbolos naciona-
les”, “su duda, ahora, es si
cargarse la expresión, sin más, o bien
matizarla”... Ayer, desde Madrid, José

Constitución y sentimientos María Brunet explicaba: “La discu-


sión sobre la trascendencia de la ex-
presión símbolos nacionales utilizada

U
en el Estatut se centra en el artículo
8.1 del texto, que establece que ‘Cata-
NA mayoría de magistrados del Tribunal nes el adjetivo nacional no es baladí. Es una manera de lunya, definida como nacionalidad en
Constitucional se opone a calificar de na- negar una realidad sentimental que comparten mu- el artículo 1, tiene como símbolos na-
cionales los símbolos catalanes: himno, fies- chos catalanes, una realidad sentimental que ha rebro- cionales la bandera, la fiesta y el him-
ta y senyera, según se informaba ayer en tado una y otra vez en Catalunya, a pesar de los largos no’”. El punto 2 del mismo precepto
especifica que la bandera es “la tradi-
La Vanguardia. En tal posición se encuentran no sólo cambios de régimen y de forzados silencios. cional de cuatro barras rojas en fondo
los jueces que responden a las posiciones más conser- Conscientes de esta realidad, los padres de la Consti- amarillo...”.
vadoras, sino también uno de los llamados progresis- tución incorporaron un término, nacionalidad, destina- Me deslumbra que muchos de los
tas. La mayoría de 6 a 4 rompe el empate que concedía do a encontrar la cuadratura del círculo, es decir, con que hoy se rasgan las vestiduras por-
la llave de la sentencia del Estatut a la presidenta Emi- el objetivo de casar el concepto de nación española que no nos van a respetar ni los símbo-
lia Casas, que podía inclinar la sentencia hacia posicio- con el de nacionalidad catalana o vasca. Términos no los son de esos que, para referirse a la
nes más favorables al redactado del Estatut. compartidos, ciertamente, en amplios territorios de la bandera catalana, utilizan la palabra
senyera. Ayer martes oí a Felip Puig,
Un Estatut que, recordémoslo, es el resultado del tra- realidad española, pero muy sentidos en otros. La am- indignado con el Constitucional, ha-
bajo del poder legislativo en el Parlament y en las Cor- bigüedad de los términos permitía la coexistencia de blar de senyera: senyera por aquí, se-
tes españolas, y que fue sancionado por la ciudadanía sentimientos de pertenencia. Eran tiempos en los que, nyera por allá. También Joan Ridao
catalana en referéndum. Tal mayoría podría estar cua- al contrario del actual, predominaba la mutua generosi- habla de senyera; en su blog, por ejem-
jando en una visión restrictiva del Estatut que daría dad y la inteligencia entre los actores políticos, cuyo plo. Desde mi más tierna juventud he
alas y satisfacción a las visiones neoespañolistas que, objetivo principal no consiste en imponer la visión o percibido que la obsesión de muchos
como atestigua la creciente popularidad de Rosa Díez, los sentimientos de unos españoles sobre otros, sino soi-disant catalanistas por llamar se-
están fructificando en determinados sectores de la polí- en buscar la convivencia de todos mediante un artefac-
tica española antaño vinculados al centroizquierda. Pe- to legal elástico que, en lugar de excluir, incluye.
ro situaría entre la espada y la pared, ante el precipicio El preámbulo del nuevo Estatut, situado en el plano Es lógico que, para
de la decepción, al catalanismo transversal de vieja rai- de los valores, que no en el de la ley, incorpora el térmi- referirse a la bandera
gambre democrática, pragmático y escrupulosamente no nación y lo asimila al concepto constitucional de catalana, utilicen ‘senyera’
respetuoso con el entramado jurídico constitucional. nacionalidad. Esta es una buena aportación del Esta-
Como lo fue el proceso de redacción del nuevo Esta- tut, pues, sin causar cambios en la legislación españo-
Rosa Díez o los del PP
tut, en un proceso políticamente discutible pero jurídi- la, aprovecha la ambigüedad del término constitucio-
camente irreprochable. nal para dar satisfacción a la sensibilidad catalana ma- nyera a la bandera demuestra que en
Aunque el actual contexto de crisis económica no yoritaria. Eliminar conceptos que expresan sentimien- el fondo no se creen el país que predi-
favorece para nada el retorno a la polémica del Esta- tos no debería ser el objetivo de los jueces. Ni aguar el can. El Diccionari del IEC da, para ban-
tut, ardua y fatigosa ya de por sí en su momento, es nuevo Estatut con lenta parsimonia, hasta situar a la dera, la siguiente definición: “Tros de
inevitable volver a ella para reafirmar algunas ideas gran mayoría de la Catalunya política (que, a pesar de tela ordinàriament de forma rectangu-
esenciales que el Tribunal Constitucional no debería sus defectos, ha sido modélica en su forma de plantear lar fixada per un dels costats a un pal,
que serveix per a identificar algú o al-
perder de vista. Eliminar de algunos símbolos catala- los cambios) ante un callejón sin salida. guna cosa, especialment la que porta
els colors o els emblemes d'una nació,
d'una ciutat, d'un partit, d'una associa-
ció, etc.”. El primer ejemplo que pone

La muerte de Marta
es precisamente: “La bandera de Cata-
lunya”. En cambio, de senyera da la si-
guiente definición: “Bandera petita,

S
especialment la que serveix de distin-
tiu d'una corporació”. Desde los años
I la muerte violenta de cualquier persona con- fenómeno sobre el que alertan los expertos ante lo que setenta, la chabacanería de usar senye-
mueve a la sociedad, más lo hace cuando es consideran una nueva y creciente deriva del dominio ra por bandera catalana ha hecho que
consecuencia de la violencia sexista y todavía machista y de la sumisión femenina. Actitudes que se incorpore una segunda acepción, que
más cuando la víctima es una menor. Este es observan en algunos colectivos de jóvenes como el que remite a bandera, sea de donde sea.
el caso de la infortunada Marta, una joven sevillana de podían integrar los imputados en la muerte de la joven Pero cualquier persona que aún no ha-
17 años cuyo cadáver se busca en el Guadalquivir des- sevillana, según se desprende de rastros que han deja- ya perdido por completo la música de
pués de que, presuntamente, la lanzara el pasado 24 de do en la red. Por tanto, hay que potenciar la educación la lengua sabe que en catalán bandera
significa una cosa y senyera otra. La
enero al río su ex novio, un joven de 20 años al que se de los más jóvenes en el respeto humano y en la igual- bandera es el trapo serio, al que se pue-
atribuye un perfil machista y violento. dad de sexos. de mostrar respeto u odio. La senyera
Una de las cuestiones que más han impactado a la Otra cuestión que ha puesto de manifiesto el drama es esa “bandera petita”, no esencial,
opinión pública es la frialdad del principal encausado de Marta es la perversa utilización mediática que algu- prescindible. Pero a muchos catala-
y que el grupo de jóvenes que lo arropó, uno de ellos nos han hecho del caso, hasta el punto que ha obligado nes les encanta creer que senyera sig-
menor, resistiera tres semanas de indagaciones policia- a la fiscalía a abrir diligencias por si se han conculcado nifica bandera catalana, en un reduc-
les sin denunciar los hechos. Cuando ocurren trage- derechos de menores. La presencia de algunos de es- cionismo folklorizante. Si pudiesen,
incluso le añadirían el lema “Pa amb
dias como la de Marta, la sociedad se pregunta hasta tos en programas televisivos, como la actual novia del tomàquet, senyera i calçots!”. De esa
qué punto son evitables. Sabido es que no hay recetas principal encausado –otra menor–, sometidos a la ex- forma –cabe suponer que inconscien-
mágicas, aunque siempre hay quien, desde la pasión, posición pública con interrogatorios que nada tienen temente– están regalando la palabra
exige el endurecimiento de las penas. El sentido co- que ver con la información, contraviene los fundamen- bandera a la otra. Una es la de verdad
mún dice que hay que seguir insistiendo en la educa- tos éticos del ejercicio del periodismo y las recomenda- y la otra la nostrada. Que para referir-
ción cívica, tanto en el respeto a los derechos humanos ciones para la protección de la imagen de los menores se a la bandera catalana utilicen senye-
como en la lucha contra la violencia machista. en una sociedad madura. Precisamente, un elemento ra Rosa Díez o los del PP es lógico y
coherente. Pero que lo hagan quienes
El hallazgo del cadáver de Marta y la posterior ac- clave en la lucha contra la lacra de la violencia domésti- se creen catalanistas es una muestra
ción de la justicia aclararán seguramente el comporta- ca es el papel de los medios de comunicación, que, le- clara de lo mal que vamos. Si ni los
miento de los encausados, lo que puede contribuir a jos del espectáculo de lo morboso, han de contribuir a mismos catalanes se toman en serio
mejorar la lucha contra este cáncer. Precisamente, un la serena reflexión sobre esta tragedia. los símbolos de Catalunya, ¿cómo los
va a respetar luego el Tribunal Consti-
tucional?c

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