Sie sind auf Seite 1von 5

Milankovitch

La monotonía de nuestra Pero esta Luz, que no


prosaica vida diaria ha conseguido podemos percibir con los sentidos,
embotarnos de tal modo los fluye desde nuestro interior,
sentidos que, atropellados por la haciéndonos posible comprender lo
avalancha de estímulos que que solo vemos e interpretar lo
constantemente nos apremia, que sentimos más allá de toda
permanecemos impasibles, formalidad lógica.
privados casi por completo de La intuición (como el efecto
nuestra capacidad de asombro, túnel cuántico permite a las
ante los prodigios y maravillas que partículas elementales escapar de
ante nosotros se despliegan y que un pozo de potencial sin franquear
no por aledaños dejan de ser su umbral de energía) nos capacita
menos admirables. para, obviando el razonamiento,
No nos sorprende la radio, alcanzar el conocimiento deseado.
ni la televisión, ni todos los Es, en definitiva, un atajo en el
avances tecnológicos (que tortuoso camino del pensamiento.
causarían, sin duda, un profundo La intuición ha sido y es el
estupor a nuestros abuelos), motor del progreso humano, de la
tampoco apreciamos la capacidad innovación y de los
de compartir ideas ante esta hoja descubrimientos científicos que, si
de papel emborronado, ni tan bien es cierto que se validan
siquiera nos llaman la atención las exhaustivamente mediante el
montañas, el cielo, las estrellas o razonamiento, la experimentación
el mar, tan lejanos de nuestros y la aplicación del método
trajines y preocupaciones científico, su germen, las ideas,
cotidianas. nacen a la luz de este Fulgor.
Solo cuando dejamos de Solo podemos comprender
volar a ras de tierra y elevamos la realmente nuestro mundo al
vista hacia el Resplandor que se observarlo bajo el prisma de la
refleja en el mundo que nos rodea, intuición, atisbando el trasfondo
podemos quedar absortos ante su de las cosas y los entresijos más
profundidad y su grandeza1. íntimos y ocultos de esta
abigarrada naturaleza en la que
estamos insertados como una
1
“Si no sois como niños, no entrareis en el
Reino de los Cielos”, si no conservamos la
curiosidad, la capacidad de asombrarnos y pequeña tesela más.
preguntar a la Naturaleza por sus enigmas, no
conseguiremos alcanzar el conocimiento de su
verdadera dimensión, “El nuevo Cielo y la
nueva Tierra”, están ante nosotros; nunca
hemos abandonado el paraíso perdido, solo debemos alzar la mirada para alcanzar a verlo...

Miguel Ferrá Rotger Pàgina 1


Milankovitch
Me gusta mirar al mar, quizá Una ola (como en el vaivén
como diría Serrat por que “nací en del péndulo) es una oscilación de la
el Mediterráneo”, en el que se superficie del mar, que podemos
hunden mis raíces y más imitar fácilmente al arrojar una
tempranas emociones. piedra en el centro de un
Hace algún tiempo tuve el “safareig”, desde el que se
privilegio de presentar una esparcirán, de forma concéntrica,
conferencia dictada por el Dr. las olas hacia sus orillas.
Carreras2 ante mis alumnos de Pero la superficie del mar,
bachillerato del Instituto, en la siempre distinta y siempre igual en
que, haciendo una valiente síntesis el cambio incesante de sus formas,
magistral, resumió su exposición dista mucho de parecerse a este
diciendo ante la mirada atónita del modelo simplificado.
auditorio que “los físicos solo La superficie de nuestro
conocemos realmente bien la ley Mediterráneo, por ejemplo, recibe
del péndulo” dando a entender que la influencia de vientos muy
muchos de los fenómenos diversos en sus diferentes áreas,
periódicos u oscilantes pueden ser que arrancan de sus superficie
modelizados por dicha ley. (como la piedra en nuestro
Me gusta mirar al mar, y en estanque) olas simples de muy
repetidas ocasiones he recordado diversos tamaños y velocidades
esta idea, mientras contemplaba que se esparcen en toda su
en suave balanceo de las olas, extensión, modulando sus
acariciando casi el casco de un características los diversos
llaut en Alcaufar o meciendo con accidentes geográficos que, al
mimo las arenas de Punta Prima, o paso de las mismas, entorpecen su
la compleja forma de su superficie camino.
durante uno de estos temporales Finalmente (aunque todo ello
que, en Favaritx, nos sucede de forma simultánea e
empequeñecen, aun más, ante su inseparable) las diversas olas
poder. interfieren3, sumando o restando
sus efectos, con el resultado que
2
El Dr. Benjamin Carreras, menorquín al que, todos conocemos.
cuando sus deberes profesionales se lo permiten,
siempre tiene a bien ofrecernos una muestra de
su trabajo, desarrolla desde hace años su labor
3
profesional en los EEUU, como investigador El resultado de la interferencia de las olas se
del Oak Ridge National Laboratory, al cargo de debe ante todo a la longitud de las mismas
proyectos de vanguardia, algunos de ellos (longitud de onda), a su altura (amplitud ) y a la
relacionados con la fusión nuclear o el estudio cooperación o antagonismo de sus movimientos
del comportamiento de los sistemas complejos. (concordancia u oposición de fase).

Miguel Ferrá Rotger Pàgina 2


Milankovitch
El clima de nuestro planeta detallada como fue cambiando el
ha sufrido a lo largo de los clima en el pasado. Así conocemos
diversos periodos de su devenir relativamente bien cuales fueron
una serie de cambios incesantes, las épocas glaciares e
que podemos resumir en unos interglaciares por lo menos desde
periodos de gran crudeza en los los últimos 400 millones de años,
que los casquetes polares se durante las que tales sucesos se
extendía hasta casi las regiones repitieron, de forma
tropicales (glaciaciones), durante aparentemente caprichosa,
las cuales buena parte de las zonas aumentando y disminuyendo la
de Europa y otros continentes temperatura del planeta con una
permanecían bajo un blanco periodicidad desconocida.
sudario de hielo, frente a épocas En 1941, el científico
de bonanza climática en las se yugoslavo Milutin Milankovitch
entraba al retroceder formuló la hipótesis de que tales
paulatinamente los mantos cambios eran atribuibles a causas
glaciares que, fundidos al calor del astronómicas:
sol, retornaban convertidos en La interacción gravitatoria
agua líquida a incrementar el nivel del Sol entre los distintos
de las cuencas oceánicas. miembros del sistema solar
Sabemos que este episodio, provoca cambios en las
que a lo largo de la historia de la características de la órbita de la
Tierra se ha repetido muchas Tierra alrededor del Sol.
veces, tuvo lugar por última vez La interacción entre estas
hace unas 40.000 años, en el albor perturbaciones posee carácter
de las primeras formas humanas cíclico y provoca, por tanto,
realmente afines a lo que ahora cambios cíclicos en la cantidad de
entendemos por tal, y que fruto de radiación recibida por las distintas
tales adversidades climáticas, regiones de la Tierra.
posiblemente, fue la culminación Estas variaciones regulan
del proceso evolutivo que los cambios de temperatura y el
desembocó en el la forma actual aumento o disminución de las
de nuestra especie (Ayala). masas de hielo sobre los
Del registro geológico continentes.
podemos extraer pruebas que, en Si bien es cierto que en un
manos expertas, nos proporcionan principio tuvo pocos defensores,
los indicios necesarios para nuevas evidencias en torno a esta
conocer de forma bastante

Miguel Ferrá Rotger Pàgina 3


Milankovitch
teoría la han puesto de nuevo de
actualidad. Pues bien, aquí es donde la
intuición puede sernos de gran
ayuda: imaginemos que (como si
de olas se tratase) todos estos
movimientos sencillos se combinan
entre si dando, por interferencia,
una fluctuación más compleja, la
variación de insolación (la
Evolución de la Insolación según los ciclos de superficie compleja del mar).
Milankovitch. (Tiempo en miles de años) Pero, como en el mar las costas
perturban el oleaje, las
Tres son básicamente los fluctuaciones climáticas resultan
factores que gobiernan dichos moduladas a su vez por diversos
ciclos: la variación de la fenómenos tales como las
excentricidad de la órbita de la variaciones de la actividad solar
Tierra, la variación de la (del las que el Mínimo de Maunder
inclinación del eje de rotación y 1645-1715 dio lugar a una mini-
por ultimo la precesión de los edad de hielo de la que
equinoccios y la variación de conservamos registros escritos),
perihelio. Los tres son ciclos emisiones de gases y polvo a la
periódicos simples, bien conocidos atmósfera de diversos orígenes
en su ritmo y comportamiento. naturales (fundamentalmente el
vulcanismo: en 1815 el volcán
Tambora de Indonesia lanzó tanto
polvo a la atmósfera que 1816 fue
calificado de “año sin verano” y
desde Londres o Nueva Inglaterra
el sol, al filtrarse a su través,
enrojeció visiblemente durante
meses, en 1883 el Krakatoa o
recientemente el Pinatubo y otros,
han provocado efectos parecidos)
o artificiales como la emisión de
gases contaminantes a la

Miguel Ferrá Rotger Pàgina 4


Milankovitch
atmósfera, fruto de la actividad y amasada con su aliento.
de la civilización (¿···?) industrial. Me gusta mirar al mar,
Un curioso efecto es la escuchando su lamento...
asimetría de las heladas: resulta Me gusta mirar al mar.
fácil, al franquear el umbral de
congelación, convertir una masa de
agua en hielo, pero un débil
aumento de la insolación, dado el
carácter fuertemente reflector
del mismo, de ahí su blanco
deslumbrante, incluso por encima
del punto de congelación, no funde
el hielo, refractario a absorber la
luz y calentarse: es más fácil
entrar en una glaciación que salir
de ella.
Nos encontramos ante una Insolación de la Tierra hace 25.000 años, saliendo de
interpretación sumamente la última Glaciación, muy inferior a la cantidad de
radiación recibida actualmente del Sol.
atractiva (por su carácter
predictivo) del clima del pasado
de la Tierra, a su vez proyectable
hacia el futuro en el que, a corto
plazo, nos enfrentamos,
seguramente a un aumento general
de la temperatura media del globo
pero, en la contribución al cual nos
hemos atribuido una
responsabilidad, probablemente
exagerada, fruto una vez más de
nuestra falta de modestia.

Me gusta mirar al mar,


mientras oigo su lamento...
no somos mas que su sal
entrelazada en el tiempo
urdida en la luz del sol

Miguel Ferrá Rotger Pàgina 5

Das könnte Ihnen auch gefallen