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Introducción
Se ha escrito mucha literatura buena sobre la maldad del vino embriagante desde
un punto de vista social. Simpatizo con el lector de este artículo que posiblemente
ha sufrido en carne propia el devastador impacto de este vicio maligno. Se ha
escrito mucho sobre el horror que las bebidas alcohólicas producen en las
carreteras y en los hogares. Este estudio no se ha escrito desde un punto de vista
social, porque es mi humilde intento de exponer en forma plena las enseñanzas
bíblicas acerca de este tema de vital importancia.
Mucho de la confusión sin duda se debe a la definición dada al término vino en los
diccionarios modernos. El diccionario moderno afirma que el vino es una bebida
alcohólica formado de jugo de uvas fermentado.
La clave para llegar a comprender este asunto es entender que la palabra vino en
la Biblia es genérica, o sea, tiene diferentes significados, dependiendo del
contexto en que se usa. Una escapada al hebreo o griego original nos trae cara a
cara con la misma realidad. La palabra vino en griego aparece como paroinos y
oinos, ambos siendo palabras genéricas. En el hebreo aparece como yayin,
tiyrosh, shekar, chamar, chemer, cobe y aciyc. Todos estos términos en las
lenguas originales pueden significar el fruto de la vid, o sea, jugo de uvas no
fermentado, o puede significar vino alcohólico. Todo depende en el contexto, como
veremos más adelante. Hay muchas más palabras en las Escrituras que son
genéricas. Un ejemplo conocido sería la palabra hombre. En veces significa el
género masculino, en otras veces significa la humanidad en general. 1 Timoteo 2:4
dice "El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento
de la verdad". El contexto del versículo y del capítulo nos indica claramente que
hombres en esta instancia es una referencia a la humanidad en general.
El Vino Bueno
Veamos unos versículos en la Biblia que afirman claramente que no toda mención
de vino es necesariamente un vino malo y embriagante:
"El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó
el mosto, se perdió el aceite" Joel 1:10.
"Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el
vino..." Hageo 1:11
Vemos que el vino mencionado aquí tiene que ser la uva, que contiene el jugo
natural no fermentado. El vino alcohólico correctamente envasado no se seca.
Aquí vemos claramente que hay una clase de vino en la Biblia que consiste de "la
sangre de la uva". La "sangre" de la uva en su estado natural no contiene alcohol.
"Y será cortada la alegría y el regocijo de los campos fértiles, de la tierra de Moab;
y de los lagares haré que falte el vino; no pisarán con canción; la canción no será
canción" Jeremías 48:33.
"No pisará vino" es la clave aquí. Como vimos anteriormente, cuando están siendo
pisadas las uvas, el jugo que resulta no es alcohólico.
¡Cuánto desean los malvados que fuera posible que la tierra produjera vino
intoxicante automáticamente al sembrar semillas de uva en la tierra! Pero no, eso
sería en contra de las leyes de la naturaleza. El vino mencionado aquí no es
alcohólico.
Todos sabemos que el vino intoxicante no tiene ninguna conexión con la sabiduría,
y ciertamente no retiene la necedad. El vino mencionado aquí no pudo haber sido
alcohólico.
Una colección de otros versículos que comprueban que había vino sin contenido
alcohólico en la Biblia:
"En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo" Isaías 27:2.
En su libro sobre los vinos de la Biblia, el Rev. William Patton comparte cuatro
observaciones sobre el vino bueno, o sea, el jugo fresco de uvas:
1. Este vino bueno debía ser presentado en el altar como una ofrenda a Dios.
2. Este vino era clasificado entre las bendiciones, los lujos, las necesidades
de la vida.
"Dios, pues, te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra, y abundancia
de trigo y de mosto" [tiyrosh, traducido vino en otros pasajes]. Génesis 27:28.
"A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid,
comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche" Isaías
55:1.
En todos los pasajes donde se menciona este buen vino, no hay ninguna clase de
advertencia, ninguna intimación de peligro, ningún sentido de falta de aprobación,
sino una aprobación decidida.
La perversión
"¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están
hasta la noche, hasta que el vino los enciende!" Isaías 5:11.
"Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá
descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se
regocijaba" Isaías 5:14.
"¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar
bebida" Isaías 5:22
"No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes
la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los
afligidos. Dad la sidra al desfallecido, y el vino a los de amargado ánimo. Beban, y
olvídense de su necesidad, y de su miseria no se acuerden más" Proverbios 31:4-
7.
"No os emriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu" Efesios 5:18.
"¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para
quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de
los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando
la mistura. No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la
copa. Se entra suavemente; Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid
dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades.
Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un
mastelero. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí;
Cuando despertare, aún lo volveré a buscar" Proverbios 23:29-35.
Aquí vemos que la Biblia nos ordena que ni siquiera debemos mirar al vino. Los
padres deben enseñar esto a sus hijos. Cuando se enfrentan con un comercial o
alguna publicidad de parte de la industria alcohólica, los padres deben tomar la
oportunidad cuando ocurra para inculcar a sus hijos desde pequeño que deben
tapar los ojos, que es algo que la Biblia dice que no se debe mirar, que ese
producto es cochino, asqueroso y abominable.
No solo es pecado mirar el vino, es pecado venderlo. Eso significa que hay varios
trabajos que un cristiano no puede tener, porque tendrá que comprometerse en
esta área. Veamos Habacuc 2:15: "¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti,
que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez! Te has llenado de
deshonra más que de honra, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de
Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria".
Hay los que tratan de torcer este versículo, diciendo que solo es pecado dar vino
al prójimo si nuestra intención es llegar a ver su desnudez. Pero el mandamiento
de no dar de beber al prójimo se encuentra en otra oración y es un pensamiento
diferente. No solo se pronuncia un "ay" para el que desea ver la desnudez del otro,
sino que hay otro "ay" para el que da esta bebida maligna a su prójimo. Aun si esto
no fuera el caso, sabemos de Proverbios 23 que es un pecado mirar al vino
intencionalmente, y sabemos que es imposible venderlo sin verlo.
Pasajes presuntamente problemáticos
No hay duda de que el milagro cuando Cristo cambió agua en vino en Juan 2 es
citado más que todos los otros pasajes de la Escritura en fallidos intentos de
justificar el consumo de bebidas alcohólicas.
En su librito "What the Bible Teaches about Drinking Wine", el hermano Bruce
Lackey comparte diez razones por la cual es imposible que Cristo hubiera tomado
bebidas alcohólicas ni convertido agua en vino alcohólico en las bodas de Caná.
Aquí aparecen en forma adaptada:
"Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado
de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos" Hebreos 7:26.
"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir" Mateo 5:17
"No beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que
no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones, para poder
discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio" Levítico 10:9-
11.
"No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes
la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los
afligidos" Proverbios 31:4.
Cristo es el Príncipe de Paz (Isaías 9:6) y Rey de Reyes (Apoc. 19:16). En Mateo
27:11, se declaró el rey de los judíos.
Proverbios 20:1 nos dice que el vino hace estas cosas, y aún mucho más en
Proverbios 23:29-35.
Isaías 5:11-14 nos dice que por cause del consumo de vino alcohólico el infierno
tuvo que ensancharse. No, Cristo no vino para enviar las almas al infierno. Note
las palabras de Juan 3:17 "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él".
Romanos 14:21 nos indica que el que toma vino hace eso exactamente. "Bueno
no es comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se
ofenda, o se debilite".
Cristo estaba tan opuesto al vino alcohólico hasta el punto que él tomó vinagre
(Juan 19:29-30) en vez de vino alcohólico al morir en la cruz. Marcos 15:23 "Y le
dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó". No era porque Jesús
no tuvo sed, pues en Juan 19:28 él clamó: "tengo sed". Ciertamente es razonable
concluir que rechazó el vino porque en este caso era alcohólico.
Pero aún si la frase "otro se embriaga" sería de veras una referencia a intoxicación
alcohólica, no comprobaría de ninguna forma que la Cena del Señor se puede
llevar acabo con vino intoxicante. Vemos que en estos versículos el apóstol Pablo
está reprendiendo a los de la iglesia de Corinto por la forma en que celebraban
esta ordenanza sagrada. La clave es la frase de Pablo en el versículo 20 donde
dice "esto no es comer la cena del Señor".
1 Timoteo 5:23 es citado con frecuencia por los que defienden el consumo de
bebidas alcohólicas. Dice así: "Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino
por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades." En este versículo
debemos notar que el apóstol Pablo le aconseja a Timoteo, que sufre de
enfermedades y problemas estomacales. El primer elemento de su consejo a
Timoteo es que deje de tomar agua. Este consejo sin dudas es por causa de que
mucho del agua en tiempos bíblicos era contaminada, pues no tenían formas
modernizadas de purificar el agua. El agua contaminada no iba a aliviar sus
enfermedades, y aún podría haber sido la causa de sus enfermedades o
problemas estomacales. El segundo elemento de su consejo es que tome un poco
de vino por causa de sus frecuentes enfermedades, y en especial para el bien de
su estómago. Cualquier medico honesto le va a decir que el vino alcohólico no
cura enfermedades y que no es bueno para el estómago. Aproximadamente el
78% de la uva consiste de agua, la cual es proveída por Dios en la naturaleza y se
encuentra libre de contaminación. Al tomar el puro jugo de la vid, Timoteo podía
tomar algo natural y saludable, y a la vez evitar la obligación de tomar agua que
podría estar contaminada.
1 Tim. 3:8 "Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a
mucho vino..." Este versículo me mantenía confundido por muchos años. Si el
vino al que se refiere este versículo es puro jugo de uvas, ¿por qué es que los
diáconos sólo pueden tomar un poco? Si se refiere a vino alcohólico en este
pasaje, como a simple apariencia parece ser el caso, ¿por qué es que el diácono
aparentemente puede tomar algo, con tal que no sea mucho?
La argumentación que dice que, al prohibir mucho vino Pablo aprobaba el uso de
un poco de vino, y de toda y cada clase, es adoptar un modo de interpretación
peligroso y totalmente inconstante con el uso común. --Bible Wines, p. 115
"Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y
bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es
justificada por sus hijos" Mateo 11:19. Aquí Cristo hace mención de una acusación
falsa en contra de él. En cuanto a la segunda parte de la acusación, tiene cierto
grado de certeza, pues nuestro Salvador anduvo evangelizando entre publicanos y
pecadores. Pero la primera acusación que él menciona es una mentira que se
estaba repitiendo con motivos de dañar su credibilidad. El versículo anterior a este
menciona el cargo contra Juan el Bautista, donde se le dijo demonio tiene. Si uno
va a creer la acusación de que Cristo bebía vino intoxicante basado en el versículo
19, entonces tendría que creer que Juan el Bautista estaba endemoniado, basado
en el versículo anterior. ¡Qué absurdo es el abuso de este versículo por los que
buscan justificar sus prácticas abominables!
La distinción entre el carácter del buen vino y el mal vino es tan claro como
hombres buenos y hombres malos, o el día de la noche, porque uno es siempre el
objeto de advertencias, es designado veneno literalmente, analógicamente, y
simbólicamente, mientras el otro es comendado como refrescante e inocente, lo
cual no se puede decir de un vino alcohólico.
¿Puede la misma cosa, en la misma condición como está, ser doblemente bueno y
malo, un símbolo de ira, y un símbolo de misericordia, una cosa que debe ser
deseada, y a la vez algo que debe ser evadido? Por supuesto que no. ¿Y es la
Biblia, entonces, inconsistente en sí misma? De ninguna manera. (Adaptado de
Bible Wines por William Patton)
Historias trágicas en la Biblia
Todos conocemos la clásica historia de Noé. Pero no todos saben que lo último
que se escribe de él es un hecho vergonzoso que daña su testimonio
considerablemente. Veamos Génesis 9:20-21:
"Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se
embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda. Y Cam, padre de Canaán,
vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos..."
Otra historia con un final desastroso es la de Lot. Por causa de haberse mudado a
Sodoma, su familia fue expuesta a filosofías mundanas y abominables. Después
de escaparse de Sodoma, sus hijas cometieron un pecado extremadamente
abominable al lograr que Lot se embriagara. "Y dieron a beber vino a su padre
también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de
ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron
de su padre" Génesis 19:35-36
El Rey Belsasar perdió su reino y su vida por causa del vino. Veamos los
versículos tan interesantes que relatan la historia:
Daniel 5:1-23 "El Rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en
la presencia de los mil bebía vino. Belsasar, con el gusto del vino, mandó que
trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del
templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus
mujeres y sus concubinas. Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían
traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos
el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron vino, y alabaron a
los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra. En
aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre... (V. 23) Sino
que contra el Señor del cielo te has ensorbecido, e hiciste traer delante de ti los
vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebiste vino
en ellos..."
Aquí notamos que entre las razones dados por Dios por la muerte del Rey
Belsasar, se destaca el hecho de haber bebido vino (intoxicante sin dudas) de los
vasos que pertenecían en el templo de Jehová. ¡Es triste pensar en las iglesias
donde están blasfemando a Dios en forma similar cada vez que sirven vino
intoxicante en la Cena del Señor, y a la vez tener el coraje para proclamar que esa
copa de demonios
(1 Cor. 10:21) es un símbolo de la preciosa sangre de Cristo! Tal "santa cena" no
tiene nada de santo.
Un Desafío
SU MAJESTAD EL ALCOHOL
¿Me conoces?...
Soy el príncipe de todas las alegrías, el compañero de todos lo goces
mundanos, el mensajero de la muerte; el príncipe que gobierna al mundo.
Yo estoy presente en todas partes; en todas las ceremonias, ninguna reunión tiene
lugar sin mi presencia.