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Partido y

Clase
Las diferentes concepciones
Chris Harman

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El Mundo al revés
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anticapitalista.
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2 Partido y Clase El Mundo al revés 3
tuación de Lenin, conduce a conclusiones muy distintas. Si esto ha quedado poco

Partido y
claro, se debe ante todo a la corrupción estalinista de la teoría y la práctica de la

Clase
Revolución de Octubre, y al hecho de que el partido bolchevique se desarrolló en
la clandestinidad, de manera que las cuestiones principales se plantearon muchas
veces con el lenguaje de la socialdemocracia.

La visión socialdemócrata de la relación


entre el partido y la clase
Diferentes concepciones
Las teorías clásicas de la socialdemocracia, que hasta 1914 no fueron impug-
Pocas polémicas han despertado tanta amargura entre marxistas como el deba- nadas por los marxistas, daban necesariamente al partido un papel clave en el
te acerca de la relación entre el partido y la clase. Éste ha provocado más conflic- proceso hacia el socialismo, proceso que se visualizaba como un desarrollo cons-
tos que cualquier otra cuestión y una generación tras otra se ha tildado de “buró- tante y continuo de las organizaciones y la conciencia obreras dentro del capita-
crata”, “sustitucionista”, “elitista”, “autócrata”, en el curso de la discusión. lismo. Aun aquellos marxistas que, como Kautsky, rechazaban la idea de una tran-
Sin embargo, los principios fundamentales del debate han quedado muchas sición gradual hacia el socialismo, estaban de acuerdo en que lo que precisaban
veces sin aclarar pese a la importancia de los problemas que de allí surgen. Cuan- por el momento era ampliar y extender la fuerza orgánica y el apoyo electoral del
do se dividieron los bolcheviques y los mencheviques en 1903 a raíz de la discu- partido. Era esencial que creciese el partido para que, en el momento en que se
sión sobre el carácter y la organización del partido, por ejemplo, muchos de los entablara la transición inevitable al socialismo, sea por elecciones, sea a través de
que en 1917 se opusieron a Lenin (Plejanov, entre ellos) votaron con él. Y en el la violencia defensiva por parte de la clase trabajadora, existiera ya el partido
campo opuesto se encontraban revolucionarios de la estatura de Trotsky y Rosa capaz de apoderarse y formar la base del nuevo Estado (o del antiguo Estado
Luxemburgo. Y no era un caso aislado, al contrario, ha sido un rasgo permanente reconstituido).
en toda discusión entre revolucionarios. Se consideraba que el desarrollo de un partido obrero de masas era la conse-
Trotsky señalaba el hecho de que tanto los socialdemócratas como los cuencia inevitable del desarrollo del capitalismo. “Todos los días va creciendo el
bolcheviques hablaban de la “necesidad del partido”, aunque esto significara en número de proletarios, aumentándose el ejercito de trabajadores superfluos,
cada caso cosas muy distintas, volviéndose este tema más complicado aún desde agudizándose la oposición entre explotadores y explotados”1, las crisis “ocurren
el desarrollo del estalinismo en adelante. El vocabulario de los bolcheviques fue en forma natural y creciente”2, “la mayoría va cayendo cada vez más en la necesi-
acaparado por sectores que lo emplearon con fines muy distintos a los que pro- dad y la miseria”3, “se vuelven cada vez más cortos los intervalos de prosperidad,
yectaban los que formularon ese lenguaje. Por otro lado, aquellos que continua- cada vez más intensas las crisis”4. Esto impulsa a un número cada vez mayor de
ron en la tradición revolucionaria, oponiéndose tanto al estalinismo como a la obreros “hacia una instintiva oposición al orden existente”5. La socialdemocra-
socialdemocracia, muchas veces no tomaron con suficiente seriedad el asunto. cia, basándose en “una investigación científica independiente realizada por pen-
Apoyándose en la “experiencia” como prueba suficiente de la necesidad de un sadores burgueses”6 existe para elevar a los obreros al nivel donde “puedan perci-
partido, se olvidaron precisamente que era una experiencia estalinista o socialde- bir claramente las leyes que gobiernan a la sociedad”7. Un movimiento tal, “que
mócrata. surge de los antagonismos de clase… sólo puede sufrir derrotas temporales, pues
A nuestro parecer, la consecuencia ha sido que la mayor parte de la discusión, al final la victoria tiene que ser suya”8. “Las revoluciones no se hacen por volun-
aun en círculos revolucionarios, se ha limitado fundamentalmente a tomar posi- tad, sino que son fruto de una necesidad inevitable.” Dentro de este proceso, los
ciones en favor o en contra de los conceptos estalinistas o socialdemócratas de lo mecanismos claves son las elecciones parlamentarias (aunque hasta Kautsky mis-
que es o debe ser el partido revolucionario. Creemos, en cambio, que las perspec- mo, durante el período inmediatamente después de 1905-6 reconocía la posibilidad
tivas orgánicas desarrolladas implícitamente tanto en los escritos como en la ac- de una huelga general)9. “No hay por qué‚ creer que… hoy en día juegue un papel

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determinante la insurrección armada”10. Por el contrario, “el Parlamento es el ins- oponían a la socialdemocracia desde el punto de vista de la actividad masiva y
trumento más poderoso que tenemos para levantar al proletariado de su situación autónoma de la clase trabajadora, compartían sus conceptos fundamentales. Y no
económica social y moral”11. se trataba de un simple error teórico; surgía de una situación histórica. La Comu-
El hecho de que la clase trabajadora lo emplea significa que “el parlamentaris- na de París era la única experiencia de la toma del poder por la clase trabajadora,
mo empieza a cambiar de carácter. Deja de ser una simple herramienta en manos experiencia limitada a un periodo de sólo dos meses y a una ciudad marcadamente
de la burguesía”12. A largo plazo, estas actividades deben conducir a la organiza- pequeñoburguesa. La revolución de 1905, a su vez, no pasaba de ser una manifesta-
ción de la clase trabajadora hacia una situación en la cual el partido socialista ción en embrión de cómo se organizaría de hecho un Estado obrero. Se descono-
tenga mayoría y forme el gobierno. “… [El Partido Laborista] debe tener como fin cían por completo las formas fundamentales del poder de los trabajadores: los
la conquista del gobierno para los intereses de la clase que representa. El desarro- soviets, o consejos obreros. Así, por ejemplo, Trotsky, que había sido Presidente
llo económico conducirá en forma natural al cumplimiento de ese fin.”13 del Soviet de Petrogrado en 1905, ni siquiera les hace referencia al analizar las
En Europa occidental la actividad de los socialistas se basaba en su mayor lecciones de la experiencia de 1905 en su Resultados y Perspectivas. Pese a ser el
parte sobre esta perspectiva durante los 40 años anteriores a la primera guerra único que reconocía el contenido socialista de la revolución rusa, Trotsky no pre-
mundial. No sólo eso, durante esta época no hubo respuesta teórica alguna des- veía la forma que podía adoptar.
de la izquierda. El asombro de Lenin ante la decisión del Partido Socialdemó-
crata Alemán (SPD) de apoyar la guerra es bien conocido. Cabe señalar el he- La revolución es… sobre todo una cuestión de poder, no de la forma del Estado (Asam-
cho menos conocido de que hasta los que criticaban a Kautsky desde la izquier- blea constituyente, república, Estados unidos), sino del contenido social del poder.15
da, como Rosa Luxemburgo, aceptaban, o al menos no rechazaban, los funda-
mentos de la teoría de la relación entre el partido y la clase y del desarrollo de la En la respuesta de Rosa Luxemburgo a 1905, Huelga de masas, se repite el
conciencia de clase que de ella fluía. Sus críticas al kautskismo no saldrían del mismo error. Lenin tampoco reconoció el papel clave desempeñado por el soviet
marco teórico general definido por Kautsky mismo. hasta después de la revolución de febrero.16
Para los socialdemócratas, lo esencial es que el partido representa a la clase. La izquierda revolucionaria nunca llegó a aceptar del todo la posición de Kautsky,
Fuera del partido el trabajador carece de conciencia. Kautsky, por ejemplo, mani- quien veía en el partido el precursor del Estado obrero. Los escritos de Luxembur-
festaba un terror casi patológico a lo que podían hacer los trabajadores estando go, por ejemplo, reconocen el conservadurismo del partido y de allí la necesidad
fuera del partido, y le obsesionaba el peligro de la revolución “prematura”. Así que para las masas de trabajar fuera de él y de rebasarlo desde un principio.17
tenia que ser el partido quien tomase el poder. Aunque otras formas de organización Aun así, no se llegaba en ningún momento a rechazar en forma explícita la
obrera contribuyeran al proceso, éstas debían subordinarse al portador de la con- posición oficial de la socialdemocracia.
ciencia política de la clase. “Esta acción directa de los sindicatos puede ser eficaz, Sin embargo no había posibilidad de tener en claro el problema de la organiza-
pero sólo en la medida en que sea auxiliar y refuerzo, pero no sustituto, de la activi- ción interna necesaria del partido hasta que se aclarase teóricamente la relación
dad parlamentaria.”14 entre el partido y la clase. Sin rechazar el modelo socialdemócrata, era imposible
que se entablara una verdadera discusión acerca de la organización revolucionaria.
Es en Luxemburgo donde se ve más claramente el problema. Sería un error
La izquierda revolucionaria caer en la trampa (tan cuidadosamente preparada tanto por los estalinistas como
por los que dicen ser seguidores de Luxemburgo) de atribuirle a ella un
y las teorías de la socialdemocracia “espontaneismo” que ignora la necesidad del partido. En todos sus escritos subra-
ya la necesidad de un partido, y el papel positivo que le toca:

Cabe repetir que la perspectiva socialdemócrata sobre la relación entre parti- En Rusia ha correspondido a la socialdemocracia la tarea de substituir un período del
do y clase no fue impugnada en ningún momento en forma explícita (con la ex- proceso histórico por una actividad consciente para extraer al proletariado del estado de
cepción de los anarquistas que rechazaban toda noción de partido). Sólo así pue- atomización —que es la base del régimen absoluto— y dirigirlo, como clase consciente y
den entenderse las polémicas‚ desarrolladas a raíz del problema de la organiza- luchadora, hasta la forma más elevada de organización.18
ción del partido antes de 1917. Aun aquellos‚ que como Rosa Luxemburgo, se

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…La tarea de la socialdemocracia no radica en la preparación técnica y en la prepara- Este argumento contiene un elemento importante y correcto: la tendencia de
ción de la huelga de masas, sino, sobre todo, en la dirección política de todo el movi- ciertas organizaciones a mostrarse incapaces (si no renuentes) a responder ante
miento.19
una situación rápidamente cambiante. No hay que pensar más allá del ala
La socialdemocracia es la vanguardia más ilustrada y consciente del proletariado. No “maximalista” del Partido Socialista Italiano en 1919, de la totalidad del “centro”
puede ni debe esperar con los brazos cruzados, con mentalidad fatalista, a que aparezca la de la Segunda Internacional en 1914, de los internacionalistas-mencheviques en
“situación revolucionaria”.20 1917, o del Partido Comunista Alemán (KPD) en 1923. Aun el mismo partido
bolchevique abrigaba una fuerte tendencia conservadora, de la misma estirpe.
Aun así, los escritos de Luxemburgo sobre el papel del partido manifiestan Pero Luxemburgo, hecho el diagnóstico, no hace el más mínimo intento de ubicar
una ambigüedad permanente. Le preocupaba que el papel dirigente del partido no la fuente de ese conservadurismo, excepto en términos de unas generalizaciones
fuera demasiado importante —pues esto lo identificaba como la posición “vaci- epistemológicas, ni busca remedio orgánico alguno. Su esperanza de que lo “in-
lante” de la socialdemocracia.21 Identificaba al “centralismo”, que de todas for- consciente” corrija lo “consciente” revela a su vez un fuerte fatalismo.
mas ella consideraba necesario (“la socialdemocracia es, ya de nacimiento, una Pese a su inmensa sensibilidad ante el ritmo peculiar del movimiento de masas
enemiga decidida de todo particularismo y todo federalismo”22), con el “carácter —sobre todo en Huelga de masas— evade la necesidad de desarrollar un concep-
conservador que tiene esencialmente toda dirección [o sea el Comité Central]”23. to claro de que tipo de organización política puede ser capaz de conducir estos
Su vacilación no se entiende sin tomar en cuenta la situación concreta que le pre- cambios espontáneos. Paradójicamente, la crítica más intransigente del ritualismo
ocupaba realmente a Luxemburgo. Ella era cuadro dirigente del SPD, pero dudaba burocrático y del cretinismo parlamentario abogó en 1903 por precisamente aquella
siempre de la forma en que éste trabajaba. Siempre que quería señalar los peligros fracción del partido ruso que con el tiempo llegaría a ser la encarnación histórica
del centralismo, se refería al SPD como ejemplo: más perfecta de aquellos mismos errores: los mencheviques. En Alemania la opo-
sición política al kautskismo, que se iba desarrollando ya a principios de siglo
La táctica actual de la socialdemocracia alemana ha ganado un reconocimiento univer- para llegar a formarse en forma caduca en 1910, no adoptó forma orgánica hasta
sal por ser tanto flexible como firme, señal de la excelente forma en que nuestro partido se cinco años más tarde.
ha adaptado a las condiciones de un régimen parlamentario… La perfección misma de esa
Entre la posición de Luxemburgo y la que apoyaba Trotsky hasta 1917 existen
adaptación, sin embargo, ya va cerrando cauces a nuestro partido.
paralelos significativos. Él también se daba cuenta de los peligros del ritualismo
burocrático:
Luxemburgo pronosticaba así en forma brillante lo que iba a suceder en 1914;
pero no empieza siquiera a explicar el por qué el SPD iba cayendo en esclerosis y
El trabajo de agitación y de organización en las filas del proletariado está marcado por
ritualismo cada vez mayores, ni señala la forma en que se combaten semejantes una inmovilidad interna. Los partidos socialistas europeos, especialmente el más grande
tendencias. Los grupos e individuos conscientes son incapaces de resistirse a ellas. entre ellos, el alemán, han desarrollado un conservadurismo propio, que es tanto más gran-
Pues “[la] desidia… se explica también en gran medida por el hecho de que los de cuanto mayores son las masas abarcadas por el socialismo y cuanto más alto es el grado
contornos y formas materiales de una situación política inexistente, es decir, imagi- de organización y disciplina de estas masas. Consecuentemente, la socialdemocracia, como
naria, resultan muy difíciles de determinar en el vacío de la especulación abstracta”24. organización, personificando la experiencia política del proletariado, puede llegar a ser, en
un momento determinado, un obstáculo directo en el camino de la disputa abierta entre los
Considera a la burocratización del partido como inevitable; la única forma de supe-
obreros y la reacción burguesa.26
rarla, según ella, consiste en poner límites al grado de cohesión y eficiencia del
partido.
Nuevamente su espíritu revolucionario le lleva a desconfiar de toda organiza-
Lo que pone límites al “movimiento consciente de la mayoría en interés de la
ción centralizada. Según Trotsky en 1904, el concepto leninista del partido sólo
mayoría” no es una forma particular de organización ni una dirección consciente,
puede llevar a una situación en la que:
sino la organización y la dirección conscientes en sí.
…La organización del Partido sustituye al partido en su totalidad; luego el Comité
Lo inconsciente precede a lo consciente y la lógica del proceso histórico objetivo a la Central se sustituye por la organización; y al final el “dictador” acaba sustituyendo al
lógica subjetiva de los actores. En este campo, la función de la dirección socialdemócrata Comité Central.27
es de carácter conservador…25

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Para Trotsky, sin embargo, los problemas del poder de los trabajadores sólo bien de formas particulares y aspectos limitados de la organización. Cuando la pri-
pueden resolverse: mera guerra mundial y los acontecimientos de 1917 pusieron de manifiesto las fa-
llas en las antiguas formas de organización, Lenin empezó a dar expresión a las
mediante una lucha sistemática entre… las varias tendencias internas del socialismo, ten- concepciones radicalmente nuevas que iba desarrollando. Aún entonces no habían
dencias que necesariamente surgirán en cuanto la dictadura del proletariado plantee dece- madurado del todo. La destrucción de la clase trabajadora rusa, el derrumbe de todo
nas y centenas de nuevos… problemas. Ninguna organización fuerte y “dominadora” po-
sistema real de soviets (es decir, un sistema basado en consejos obreros) y el auge
drá suprimir estas tendencias y controversias…28
del estalinismo, sofocaron la renovación de las teorías socialistas. La burocracia
que se levantó sobre la fragmentación y desilusión de la clase trabajadora se apode-
Pero el temor de Trotsky a la rigidez organizativa le llevó también‚ a apoyar a
ró de los fundamentos teóricos de la revolución, para convertirlos en una ideología
aquella tendencia de las que peleaban dentro del partido ruso, que históricamente
justificadora de sus propios intereses y crímenes. La visión leninista de lo que es el
se mostró más atemorizada por el carácter espontáneo de las acciones de masas.
partido y cómo debe funcionar en relación a la clase y a sus instituciones, acababa
Aunque en términos políticos se fue alejando cada vez más de los mencheviques,
de definirse y diferenciarse de las concepciones socialdemócratas, cuando volvió a
no empezó a crear una organización de oposición hasta muy tarde. Sean correctas
ser distorsionada por una nueva ideología estalinista.
o no sus críticas a Lenin en 1904 (y a nuestro parecer fueron erradas), sólo pudo
Muchas de las teorías de Lenin, sin embargo, fueron desarrolladas por el ita-
convertirse en un actor histórico efectivo en 1917, al inscribirse en el partido de
liano Antonio Gramsci, quien les dio una nueva forma teórica más clara y cohe-
Lenin.
rente.29
Si es cierto que la organización produce la burocracia y la inercia, tanto Luxem-
Lo que suelen desconocer los que comentan sobre la obra de Lenin es que sus
burgo como el joven Trotsky tuvieron razón en lo que se refería a la necesidad de
escritos abarcan dos concepciones complementarias entrelazadas, las que en una
limitar las aspiraciones de los revolucionarios al centralismo y a la cohesión. Pero
lectura superficial podrían parecer contradictorias. En primer lugar se subraya
en ese caso hay que aceptar todas las consecuencias de aquella posición, siendo la
continuamente la posibilidad de una transformación repentina de la conciencia
más importante el fatalismo histórico. Los individuos pueden luchar por sus ideas
de los trabajadores, de un brote repentino tan característico de la actividad autó-
dentro de la clase trabajadora, y estas ideas pueden ser importantes en tanto dan a
noma de los trabajadores, de que los profundos instintos de la clase trabajadora le
los trabajadores la confianza y la conciencia necesarias para luchar por su propia
llevarán a rechazar la sumisión y la subordinación acostumbradas.
liberación.
Pero los revolucionarios no llegarán nunca a crear una organización capaz de
En la historia de las revoluciones surgen a la luz contradicciones que han madurado a
darle una eficacia y cohesión en la lucha comparables con las de aquellos que lo largo de décadas y hasta de siglos. La vida adquiere una riqueza sin precedentes. Apare-
aceptan implícitamente las ideologías actuales, pues eso representaría necesaria- cen en la escena política, como combatiente activo, las masas, que siempre se mantienen
mente una limitación a la actividad autónoma de las masas, lo “inconsciente” que en la sombra, y que por ello pasan con frecuencia inadvertidas para los observadores su-
precede a lo “consciente”. De allí que no existe otra posibilidad que la de esperar perficiales, e inclusive, en ocasiones, resultan despreciadas por ellos. Estas masas… reali-
los actos “espontáneos” de las masas. Mientras tanto, no queda otra que aguantar zan heroicos esfuerzos para elevarse a la altura de las tareas gigantescas, de envergadura
universal, que la historia les impone, y por grandes puedan ser las derrotas aisladas, y por
las organizaciones ya existentes, aun si uno se encuentra políticamente en des-
mucho que puedan conmovernos los ríos de sangre y los millares de víctimas, nada puede
acuerdo con ellas, ya que son lo mejor que puede haber, máxima expresión actual compararse en importancia con lo que representa esta educación directa de las masas y de
del desarrollo espontáneo de las masas. las clases, en el curso de la lucha revolucionaria directa. 30

…Sabemos estimar la importancia de la tenaz, lenta, y a menudo imperceptible labor


Lenin y Gramsci sobre el partido y la clase de educación política que siempre ha desplegado y seguirá desplegando la socialdemocra-
cia. Mas tampoco debemos pecar de falta de fe en las fuerzas del pueblo, más peligrosa
aún hoy día; debemos tener presente la inmensa fuerza educativa y organizadora de la
revolución, cuando los ingentes acontecimientos históricos hacen salir de sus guaridas,
En sus escritos, Lenin reconoce en forma implícita los problemas que tanto pre- desvanes y sótanos a los filisteos y los obligan a hacerse ciudadanos. Unos meses de
ocupaban a Luxemburgo y a Trotsky. Pero Lenin no se doblega ante ellos, pues él va revolución educan a veces a ciudadanos con mayores celeridad y amplitud que decenios de
estancamiento político.31
reconociendo que los problemas no surgen de la organización como tal, sino más

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La clase trabajadora es instintiva y espontáneamente socialdemócrata.32 dicción alguna; basta con examinar los principios fundamentales del pensamiento
de Lenin. Pues la base teórica de su actitud hacia el partido no implica que la clase
Las condiciones particulares del proletariado en la sociedad capitalista llevan a los
trabajadora sea incapaz de llegar por sí sola a una conciencia socialista teórica. Esto
trabajadores a pelear por el socialismo; su unión con el partido socialista brota con una
fuerza espontánea en las primeras etapas del movimiento.33 lo reconoce en el segundo congreso del Partido Socialdemócrata Ruso al negar la
imputación de que “Lenin no toma en cuenta el hecho de que también los trabaja-
Aun en los peores meses después del estallido de la guerra en 1914 pudo dores desempeñan un papel en la formación de una ideología”; y añade que “Los
escribir: “economistas” han ido a un extremo. Para equilibrar la cuestión había que tirar
para el otro extremo —que es lo que yo hice”. 39
La situación revolucionaria objetiva, creada por la guerra… engendra inevitablemente La base real de su argumento consiste en que la conciencia de la clase trabaja-
un estado de animo revolucionario, templa a los proletarios mejores y más conscientes y dora es siempre desigual. Aunque en una situación revolucionaria los trabajado-
los instruye. No sólo es posible, sino que cada vez es más probable un cambio rápido en el res aprendan de forma muy rápida, siempre habrá sectores más avanzados que
estado de animo de las masas…34 otros. No basta con alegrarse de esta transformación espontánea; esto significaría
una aceptación complaciente de los productos que de allí surjan, por muy transi-
En 1917 su fe en las masas le llevó en abril, y luego en agosto y setiembre, a torios que sean. El problema es que esto refleja tanto el retraso como el adelanto
enfrentarse con su propio partido: de la clase; tanto su situación dentro de la sociedad burguesa como su potenciali-
dad para seguir su desarrollo hasta hacer la revolución.
Más de una vez Lenin había dicho que las masas están más a la izquierda que el
Los trabajadores no son autómatas sin ideas propias. Hasta que intervengan
partido. Sabía que el partido está más a la izquierda que su núcleo dirigente, la capa de los
“viejos bolcheviques”.35 los revolucionarios conscientes, atrayéndolos hacia la perspectiva revoluciona-
ria, seguirán aceptando la ideología burguesa de la sociedad existente. Y tanto
En lo que a la “Conferencia Democrática” se refería, escribió lo siguiente: más en cuanto es una ideología que penetra en todos los aspectos de la vida ac-
tual, perpetuándose a través de todos los medios de comunicación. Aún cuando
Debemos alentar a las masas para que se integren a esta discusión. Los obreros cons- algunos trabajadores lleguen “espontáneamente” a una posición plenamente cien-
cientes tendrán que encargarse de ello, organizando la discusión y presionando a “los de tífica, ellos tendrán que seguir discutiendo con sus compañeros de trabajo, que
arriba”.36 todavía no han llegado a las mismas conclusiones.

Pero existe además en el pensamiento y la práctica de Lenin un segundo ele- Olvidar la diferencia entre la vanguardia y las masas en su conjunto que viran hacia
mento fundamental: subraya el papel de la teoría, y del partido como portador de ella, olvidar el constante deber de esta vanguardia de elevar a sectores cada vez más numero-
ella. El reconocimiento mas conocido de este papel del partido se encuentra en el sos hacia su propio nivel avanzado, significa hacerse ilusiones, y cerrar los ojos ante la
enormidad de las tareas que hay que cumplir.40
¿Qué hacer?, donde Lenin escribe que “Sin teoría revolucionaria no puede haber
tampoco movimiento revolucionario.”37. El mismo tema reaparece en cada etapa
Este argumento no puede limitarse a una sola época histórica; no es posible
de su actividad, no solo en 1903 sino también en 1905 y 1917, justo en el mo-
sostener, como hacen algunos, que lo que es cierto en lo que se refiere a la clase
mento en que regañaba al partido por su incapacidad para responder ante la
trabajadora rusa retrasada en 1902, no se puede aplicar actualmente a la clase
radicalización de las masas. Y para él, el partido se distingue claramente de las
trabajadora de los países más avanzados. Puede que las posibilidades para que se
organizaciones de masa de la clase en conjunto.
desarrolle la conciencia de los trabajadores sean mayores en el segundo caso;
Es siempre una organización de vanguardia, y para militar en él se requiere una
pero por otro lado el carácter mismo de la sociedad capitalista garantiza que siga
dedicación poco común entre los obreros. (Pero con eso no quería decir Lenin que
existiendo entre las masas una gran desigualdad. Esto no se puede negar sin con-
lo que se proyectaba era una organización de revolucionarios profesionales exclusiva-
fundir la potencialidad revolucionaria de la clase trabajadora con su situación
mente38.) Esto podría parecer contradictorio, sobre todo si se tiene en cuenta que en
real y actual. Como escribe en 1905, rechazando a los mencheviques (¡y a Rosa
1903 Lenin recurría a argumentos tomados de Kautsky en el sentido de que sólo el
Luxemburgo!), se necesitan:
partido es capaz de inyectar en las masas una conciencia socialista, mientras que
más tarde dice que la clase “está a la izquierda” del partido. Pero no existe contra-

12 Partido y Clase El Mundo al revés 13


Menos lugares comunes sobre el desarrollo de la actividad independiente de los obre- de intensidad, de conciencia, de homogeneidad con la masa entera de la voluntad colectiva…
ros —¡los cuales saben desplegar una enorme actividad revolucionaria independiente que Queda claro que la teoría correspondiente implícita, será una combinación de ideas y puntos
ustedes no perciben!—, y más atención a no desmoralizar a los obreros atrasados con el de vista igualmente confusos y heterogéneos. [Para que las fuerzas prácticas desatadas en un
seguidismo de ustedes.41 momento histórico dado sean] eficaces y expansivas [es necesario] construir sobre la base de
una práctica determinada una teoría que por coincidir e identificarse con los elementos deci-
Hay dos tipos de actividad independiente: la actividad independiente de un proletaria- sivos de esa misma práctica, acelere el proceso histórico en el acto mismo, vuelva más homo-
do que posee la iniciativa revolucionaria, y la de un proletariado no desarrollado, encerra- génea‚ coherente y eficaz en todos sus aspectos aquella práctica…46
do todavía por una dirección… Hay socialdemócratas que hasta la fecha siguen contem-
plando en forma reverencial este segundo tipo de actividad, creyendo que al repetir vez En este sentido la pregunta de si es preferible la “espontaneidad” o “la direc-
tras vez la palabra “clase” se puede evadir la necesidad de responder en forma directa a los
ción consciente” se remonta a si es:
problemas actuales más urgentes.42

preferible “pensar” sin tener conciencia crítica de ello, de modo disgregado y ocasional, es
En pocas palabras: dejen de hablar de lo que puede lograr la clase en su con- decir, “participar” en una concepción del mundo “impuesta” mecánicamente por el am-
junto y dedíquense a pensar en cómo nosotros, siendo parte del proceso de desa- biente externo, o sea, por uno de tantos grupos sociales en que cada uno de nosotros se
rrollo, debemos actuar. Como escribe Gramsci: encuentra inserto automáticamente desde su entrada en el mundo consciente… o bien elabo-
rar la propia concepción del mundo, consciente y críticamente…47
La espontaneidad “pura” no se da en la historia: coincidiría con la mecanicidad “pura”.
En el movimiento “más espontáneo” los elementos de “dirección consciente” son simple- Los partidos existen en esta situación precisamente para propagar una con-
mente incontrolables… Existe, pues, una “multiplicidad” de elementos de “dirección cons- cepción del mundo junto con la actividad práctica que les corresponde. Intentan
ciente” en esos movimientos, pero ninguno de ellos es predominante…43
unir en una colectividad a todos aquéllos que comparten una misma concepción
del mundo y se dedican a difundirla. Su papel consiste en homogeneizar a la masa
Al hombre no le falta nunca una concepción del mundo. No puede desarrollar-
de individuos influenciados por varias ideologías e intereses. Sin embargo, hay
se alejado de una colectividad de algún tipo. “En lo que a su concepción del mun-
dos formas de desempeñar ese papel.
do se refiere, el hombre siempre pertenece a un grupo, y precisamente a aquél que
Gramsci caracteriza la primera forma refiriéndose a la Iglesia católica, la que
agrupa a los elementos que comparten su forma de pensar y de trabajar.” A menos
intenta vincular una variedad de clases y capas sociales bajo una sola ideología.
que esté metido en un proceso de constante crítica a su propia concepción del
Intenta unir a los intelectuales y la “gente común” en una sola concepción organi-
mundo para darle coherencia:
zada del mundo. La única forma de hacerlo, empero, es imponiendo a los intelec-
tuales una férrea disciplina, que los reduce al nivel de la “gente común”. “El mar-
Se pertenece simultáneamente a una multiplicidad de hombres-masa, la personalidad
es un algo abigarradamente compuesto: hay en ella elementos del hombre de las cavernas xismo es la antítesis de esta posición católica”; intenta unir, en cambio, a los
y principios de la ciencia más moderna y avanzada, prejuicios de todas las fases históricas intelectuales y a los obreros para así elevar constantemente el nivel de conscien-
pasadas, groseramente localistas, e intuiciones de una filosofía futura que será propia del cia de las masas, para que así puedan actuar en forma auténticamente indepen-
género humano unificado mundialmente.44 diente. Es precisamente por eso que los marxistas no pueden limitarse a “reveren-
ciar” la espontaneidad de las masas; eso sería imitar a los católicos en el sentido
El hombre-masa actúa prácticamente, pero no tiene una clara consciencia teórica de su
de imponer a los sectores más avanzados el nivel de los sectores más atrasados.
hacer, pese a que éste es un conocer el mundo en cuanto lo transforma. Puede incluso
ocurrir que su consciencia teórica se encuentra históricamente en contradicción con su Para Gramsci y para Lenin, esto significa que el partido trata constantemen-
hacer. Puede decirse que tiene dos consciencias teóricas (o una consciencia contradicto- te de elevar el nivel de comprensión de sus miembros más nuevos, y debe estar
ria): una implícita en su hacer, y que realmente lo une a todos sus colaboradores en la siempre dispuesto a responder ante las evoluciones “espontáneas” de la clase,
transformación práctica de la realidad, y otra superficialmente explícita o verbal, que ha para así atraer a aquellos elementos que están desarrollando una conciencia
heredado del pasado y ha recogido sin crítica,”…[Esta división] “puede llegar a un punto clara como resultado de éstas.
en el cual la contradictoriedad de la consciencia no permita ya ninguna acción, ninguna
decisión, ninguna elección, y produzca un estado de pasividad moral y política.45
Para ser un partido de masas no sólo en nombre, debemos abrir los asuntos del partido
a masas cada vez mayores, sacarlos en forma sostenida, a través de la protesta y de la
…Toda acción es el resultado de las diversas voluntades afectadas con diversos grados

14 Partido y Clase El Mundo al revés 15


lucha, de su indiferencia política, para que avancen desde un espíritu general de protesta que la acción decisiva viene siendo imposible; lo que ocurre en este caso es que
hacia una adopción de las perspectivas socialdemócratas; desde su adopción hacía un apo- de hecho son los más atrasados los que dirigen. La disciplina necesaria para un
yo al movimiento, y de allí a la militancia organizada en el Partido.48
debate de este tipo es la disciplina de los que se han “unido en virtud de una
decisión libremente adoptada”51. Sin fronteras claramente definidas, y sin la
El partido capaz de cumplir estas tareas, sin embargo, no tiene que ser necesa-
coherencia necesaria para implementar decisiones, la discusión sobre las deci-
riamente el más “amplio”. Como organización combinará el esfuerzo constante
siones del partido deja de ser “libre”, y pierde su sentido.
por integrar a sus tareas a capas cada vez más amplias de los trabajadores; al
Para Lenin, el centralismo no se opone al desarrollo de la iniciativa e indepen-
mismo tiempo limitará su militancia a aquéllos que están dispuestos a luchar se-
dencia de los militantes, sino que es su condición necesaria. Recordemos los
riamente bajo la disciplina del partido. De allí la importancia de definir en forma
comentarios del mismo Lenin en 1905, al resumir sus dos años de lucha sobre la
bastante precisa que es lo que constituye un militante. El partido no puede admitir
cuestión del centralismo. Al hablar del papel de la organización centralizada y
a todos los que quieran identificarse como miembros, sino solamente a los que
del periódico central, proyectaba como resultado de ello:
están dispuestos a aceptar la disciplina orgánica del partido. Bajo condiciones
normales no pasará de ser una proporción muy reducida de la clase trabajadora; la creación de una red de agentes… que… no tendrían por qué sentarse a esperar la llama-
pero crecerá vertiginosamente en épocas insurreccionales. da a la insurrección, sino que realizaría una actividad regular, garantía de que en caso de
Aquí puede notarse una diferencia muy importante con la práctica seguida en que se diera una insurrección, existiese la mayor probabilidad de una conclusión exitosa.
los partidos socialdemócratas. Lenin sólo se da cuenta de ello en lo que concierne Aquella actividad fortalecería nuestros vínculos con las más amplias capas de trabajado-
al partido ruso antes de 1914; pero su posición es clara. Contrapone su objetivo res y con todas las demás capas que han mostrado su descontento con la aristocracia… Es
precisamente esta actividad la que nos serviría para asesorar correctamente la situación
—“una organización férrea y verdaderamente fuerte”, “un partido pequeño pero
política en general, y de allí nuestra capacidad para elegir el momento apto para el levan-
fuerte” de “todos aquéllos dispuestos a luchar”— al “monstruo pluriforme y los tamiento. Es precisamente esta actividad la que prepararía a todos los organismos locales
elementos mezclados de la Iskra nueva, de los mencheviques”49. De allí que insis- para responder simultáneamente a las mismas preguntas políticas, acontecimientos e inci-
ta tanto en tomar como cuestión de principio el problema de cuáles son las condi- dentes que agitarán a toda Rusia, y para reaccionar ante estos “incidentes” en la forma más
ciones para entrar al partido, al producirse la ruptura con los mencheviques. rigurosa, uniforme y expedita posible…52
Dentro de la concepción de Lenin hay que distinguir entre los elementos que
él considera históricamente limitados de los que tienen aplicación general; Lenin Formando parte de tal organización tanto el obrero como el intelectual se en-
mismo se cuida siempre de hacerlo. Los primeros abarcan el énfasis sobre una cuentran preparados para hacer un balance de su situación concreta de acuerdo
organización conspiratoria cerrada y la necesidad de una cuidadosa conducción con la actividad socialista y científica de miles de otros. “La disciplina” significa
desde arriba hacia abajo de parte de los funcionarios del partido, etc. aceptar la necesidad de establecer una relación entre la experiencia individual, la
teoría y la práctica del partido en su conjunto. Es la condición necesaria de toda
Bajo condiciones de libertad política nuestro partido se construirá exclusivamente so- evaluación independiente de las situaciones concretas; no se opone de manera
bre la base de elecciones. Bajo la autocracia, en cambio, es muy poco práctica para los alguna a la necesidad de hacerlo. Por eso la “disciplina” no significa para Lenin
varios miles de trabajadores que constituyen el partido.50 ocultar las diferencias que puedan existir dentro del partido; todo lo contrario,
quiere decir que estas diferencias deben sacarse a la luz del día para que se discu-
La necesidad de limitar el partido a los que están dispuestos a aceptar su disci- tan y resuelvan. Es la única forma en que la gran mayoría de los militantes llegan
plina es de aplicación mucho más general. Cabe señalar que para Lenin esto no a hacer un análisis científico. El órgano del partido debe abrirse a todos aquéllos
implica aceptar ciegamente el autoritarismo (aun si sus supuestos seguidores lo cuyas opiniones considera inconsistentes.
hayan interpretado así). El partido revolucionario existe para que los obreros e inte-
lectuales más conscientes y activos participen en una discusión científica antes de A nuestro parecer es necesario hacer todo lo posible —aun si implica alejarse de los
lanzarse a una actividad consciente coordinada. Y esto es imposible sin una participa- principios del centralismo y de la obediencia absoluta a la disciplina— para que estos
ción general en las actividades del partido, lo cual requiere de una combinación de grupúsculos hablen claro y den al Partido en su totalidad la oportunidad de pesar la impor-
claridad y precisión en los argumentos y una decisión a nivel orgánico. tancia o falta de ella de estas diferencias; de esta manera puede llegarse a determinar dón-
de, cómo, y de parte de quién existe una inconsistencia.53
La alternativa es el “pantano”, donde los elementos motivados por una apre-
ciación científica se encuentran tan mezclados con los elementos más inseguros

16 Partido y Clase El Mundo al revés 17


En pocas palabras, lo que importa en este caso son la claridad y la dureza políti- tener el “partido de masas”, condujo necesariamente a la sustitución de posiciones
ca del partido; así se asegura que todos los militantes participen en la polémica y políticas por lealtades a nivel de la organización. Y eso condujo a su vez a una
entiendan la relevancia de su propia actividad. De allí lo absurdo de confundir, incapacidad para actuar de forma independiente ante la oposición de antiguos cole-
como hacían los mencheviques y como siguen haciendo algunos, al partido con la gas (el ejemplo más claro fue sin duda Martov en 1917).
clase. La clase en su conjunto se opone de forma constante e inconsciente al capita- El partido estalinista no es una variante del partido bolchevique. Las estructu-
lismo; el partido representa el sector ya consciente de la clase, unido por el intento ras orgánicas dominaban en él. Más que la política de la organización, lo que
de dar una dirección constante a la lucha generalizada. Su disciplina no está im- contaba era la adhesión a la organización como tal. La teoría servía para justificar
puesta desde arriba, sino que es libremente admitida por todos los que participan en una práctica determinada externamente, y no viceversa. La lealtad al aparato de-
sus decisiones y actúan para implementarlas. termina las decisiones políticas (y aquélla a su vez se relaciona con las exigencias
del Estado ruso). En Rusia la victoria del aparato sobre el partido se logró precisa-
mente mediante la introducción en el partido de miles de “simpatizantes”, la dilu-
El partido socialdemócrata, el partido bolchevique ción del “partido” por la “clase”. Y la inseguridad política de la “Promoción Lenin”
les llevó siempre a subordinarse al aparato. El partido leninista no manifiesta la
y el partido estalinista tendencia de dejarse controlar por la burocracia, porque limita el acceso al parti-
do a los que muestran una voluntad de ser lo bastante serios y disciplinados como
para tomar como su punto de partida cuestiones políticas y teóricas, subordinan-
Quedan claras, pues, las diferencias entre el tipo de partido concebido por do a ellas toda su actividad.
Lenin y el partido socialdemócrata tanto visualizado como temido por Luxembur- Pero, ¿no es ésta una concepción sumamente elitista del partido? En un senti-
go y por Trotsky (o sea el partido considerado como el de la clase en su totalidad). do sí, aunque no es culpa del partido sino de la vida misma, que genera un desa-
La llegada al poder de la clase era la toma de poder por el partido. Así, debían rrollo desigual de la conciencia de los trabajadores. Para que se mantenga eficaz,
quedar representados dentro del partido todas las tendencias existentes en la cla- el partido debe integrar a todos aquellos que considera como los más “avanza-
se. Toda ruptura interna debía considerarse como una ruptura en la clase. La cen- dos”. No puede rebajar su nivel de ciencia y conciencia sólo para impedir volver-
tralización, aunque se consideraba necesaria, se temía al mismo tiempo por ser un se una “elite”. No puede aceptar, por ejemplo, que los obreros chovinistas “val-
centralismo contrario y opuesto a la actividad espontánea de la clase. Sin embar- gan tanto como” los militantes internacionalistas, simplemente para tomar en cuenta
go, las mismas tendencias “autocráticas” que denunciaba Luxemburgo se dieron la “autonomía” de la clase. Además, el hecho de ser “vanguardia” no implica
de forma más notoria precisamente en este tipo de partido. Pues dentro de él la sustituir los deseos, ni la política, ni los intereses de uno por los de la clase.
confusión entre militante y simpatizante, el inmenso aparato que se necesitaba Es de una importancia clave en este sentido reconocer que para Lenin son los
para mantener unidos a una gran masa de militantes politizados sólo a medias en consejos de trabajadores, y no el partido, el embrión del Estado obrero. La clase
una serie de actividades sociales, condujo a la disminución del debate político, a trabajadora en su conjunto participará en las organizaciones que constituyen su
una falta de seriedad política cuyos efectos repercutieron reduciendo la capaci- Estado, tanto los elementos más atrasados como los más progresistas; “cada cocine-
dad de sus militantes para evaluar situaciones concretas de forma independiente, ro mandará”. En los trabajos de Lenin sobre el Estado, el partido apenas merece
y de allí en subrayar la necesidad de crear una militancia a raíz de la intervención mención. No es la función del partido ser el Estado, sino mantener la agitación y la
de los dirigentes. propaganda entre los elementos más atrasados de la clase para así levantar su nivel
Falto de un centralismo orgánico que aclarase y resolviese las diferencias políti- de conciencia y seguridad hasta el punto donde pueden estar dispuestos a formar
cas, era inevitable que la independencia de acción de la base se encontrase perma- consejos obreros y luchar por derrocar las formas orgánicas del Estado burgués. El
nentemente subvertida. Se volvían cada vez más importantes los lazos personales y Estado soviético es la encarnación concreta más avanzada de la actividad conscien-
las relaciones de diferencia a los líderes establecidos; como consecuencia, el análi- te de la clase obrera en su conjunto; el partido es aquel sector de la clase más cons-
sis científico y político, fue perdiendo su peso. En el pantano, donde nadie toma ciente de las implicaciones históricas de aquella actividad consciente.
claramente un camino, ni siquiera uno equivocado, no se discute cuál debe ser el Las funciones del Estado obrero y del partido deben ser muy distintas —por
camino correcto. La negativa a vincular las consideraciones de tipo orgánico con la eso puede haber más de un partido en el Estado obrero. El uno debe representar a
necesidad de un análisis político, aun cuando se basaba en el noble intento de man- todos los diversos sectores —geográficos, industriales, etc.— de los trabajadores.

18 Partido y Clase El Mundo al revés 19


Su modo de organización debe ser reflejo de la heterogeneidad de la clase. El subordinación, sea ideológica o práctica, a la vieja sociedad. Es muy sano que
partido, en cambio, se construye sobre la base de todo lo que une a la clase a nivel haya una reacción en contra de la identificación entre la clase y la elite del partido
tanto nacional como internacional. Mediante la persuasión ideológica, se dedica empleada tanto por la socialdemocracia como por el estalinismo. Eso no debe
a superar la heterogeneidad de la clase. Lo que le preocupa son principios políti- impedir, sin embargo, que se desarrolle una perspectiva clara sobre qué es lo que
cos nacionales e internacionales, y no las preocupaciones sectoriales de grupos debemos hacer para sobreponernos a la herencia que nos legaron.
particulares de trabajadores. Se limita a persuadir; no puede obligar a los trabaja-
dores a que acepten su dirección.
Una organización que aspira a participar en el derrocamiento revolucionario Notas
del capitalismo por la clase trabajadora es inconcebible que se sustituya por los
órganos de control directo de la clase misma. Semejante perspectiva pueden man-
tenerla sólo los partidos socialdemócratas o estalinistas (de hecho, ambos han 1
K Kautsky, The Erfurt Programme, Chicago 1910, p8.
manifestado tal temor ante la actividad autónoma de las masas que encuentran 2
ibid.
inaceptable esta sustitución en la práctica revolucionaria en los países capitalistas 3
ibid p43.
4
avanzados). Ya que existe bajo el capitalismo, la organización revolucionaria ten- ibid p85.
5
drá necesariamente una estructura muy distinta a la del Estado obrero que surgirá ibid p198.
6
ibid p198.
de la lucha por el derrocamiento del capitalismo. El partido revolucionario deberá 7
ibid p198.
luchar dentro de las instituciones del Estado obrero para que triunfen sus princi- 8
K Kautsky, The Road to Power, Chicago 1910, p24.
pios por encima de los principios de otros partidos; y esto solo puede ser así 9
Véase K Kautsky, Social Revolution, p45, y Carl E. Schorske, German Social
precisamente porque el partido no es el Estado obrero.54 Democracy 1905-1917, Cambridge, Mass.1955, p115.
10
Todo lo anterior nos permite ver que las teorías leninistas del partido y del K Kautsky, op cit. p47.
11
Estado no son dos unidades distintas, capaces de ser consideradas en forma aisla- K Kautsky, The Erfurt Programme, p188.
12
ibid p188.
da. Hasta desarrollar su teoría del Estado, Lenin solía considerar al partido bol- 13
ibid p189.
chevique como un fenómeno particular ruso. Ya que los socialdemócratas (y lue- 14
K Kautsky, The Road to Power, p95.
go los estalinistas) han identificado al partido con el Estado, es muy comprensible 15
León Trotsky en Nashe Slovo, 17 de octubre de 1915. Reproducido en 1905 y
que los socialistas revolucionarios auténticos, y por ende demócratas, se hayan Resultados y perspectivas, Tomo 2, (Ed. Ruedo Ibérico), Paris 1971, p144.
16
preocupado por no limitar el acceso al partido a los sectores más avanzados de la Por ejemplo, aunque se hable de ellos como “órganos del poder revolucionario” en un
clase, aun reconociendo la necesidad de una organización para estos sectores. importante artículo sobre las perspectivas para el futuro editado en Sotsial Democrat en
1915, se les da poca importancia. Valen cinco o seis líneas en un artículo de cuatro páginas.
De allí la ambigüedad de Rosa Luxemburgo sobre la cuestión de la organización 17
cf. Problemas de organización de la socialdemocracia rusa (editado por sus
política y la claridad teórica. Le permite contraponer “los errores cometidos por un epígonos bajo el título de Leninismo o marxismo), y Huelga de masas, partido
movimiento auténticamente revolucionario” a “la infalibilidad del comité central y sindicatos, en Rosa Luxemburgo, Obras escogidas/Vol 1, Ed. Ayuso, Madrid
más inteligente”. Pero si el partido y las instituciones del poder de los trabajadores 1978.
18
son distintos (aunque uno intenta influenciar al otro), “lo infalible” del uno viene Problemas… en Luxemburgo, p113. Es interesante que Lenin, al responderle no
siendo un elemento clave en la capacidad del otro para aprender de sus errores. subraya el problema del centralismo en general sino que señala errores y diferencias de
datos en el artículo de Luxemburgo.
Lenin lo ve y lo entiende. Lenin, y no Luxemburgo, le saca las lecciones. No es 19
Huelga de masas, en Luxemburgo, p181.
cierto que “para los marxistas de los países industriales avanzados, la posición ori- 20
ibid.
ginal de Lenin sirve menos como guía que la de Rosa Luxemburgo…” 55 21
Problemas… en Luxemburgo, p119.
Lo apremiante es crear una organización de marxistas revolucionarios que 22
ibid p114.
23
someterán a un escrutinio científico tanto su situación como la situación de la ibid p120.
24
clase en su conjunto, que criticara de forma severa sus propios errores, y que ibid p120.
25
ibid p120.
intentara, mediante una participación diaria en las luchas de la masa de trabajado- 26
L Trotsky, Resultados y perspectivas (1906) en 1905… (op. cit.), Tomo 2, p217.
res, ampliar su actividad consciente a través de una oposición permanente a toda

20 Partido y Clase El Mundo al revés 21


27
Citado por I Deutscher, The Prophet Armed, London 1954, pp92-3. revista trimestr
revista al
trimestral FOLLETO

Socialismo
28
ibid.
Internacional
29
Desgraciadamente no cabe aqui discutir los importantes argumentos desarrollados más
tarde por Trotsky.
30 Teoría y política
VI Lenin, “Jornadas revolucionarios” (31 de enero 1905) en Obras Completas, tomo IX, marxista
p212-3.
31
VI Lenin, “Ejército revolucionario y Gobierno revolucionario”, ibid tomo
X, p354.
32
VI Lenin, “Sobre la reorganización del partido” (10 de noviembre 1905) en Obras
Completas, tomo XII, p86.
33
Citado por Raya Dunayevskaya, Marxism and Freedom, New York 1958, p182.
34
Lenin, La bancarrota de la II Internacional, en Obras escogidas Tomo 1, Ed. Ebro,
Paris 1972, pp361-2.
35
L Trotsky, Historia de la revolución rusa Tomo 3, Ruedo Ibérico, Paris 1972, p224.
36
Lenin, Complete Works tomo XXVI, p57-58.
37
Lenin, ¿Qué Hacer?, Ed Fundamentos, Madrid, 1975 p25.
38
Lenin, Complete Works, tomo VII, p263.
39
Lenin, ibid, tomo VI, p491.
40
ibid, tomo VII, p265.
41
Lenin Obras Completas, tomo IX, p272.
42
ibid, tomo VIII, p155.
43
A Gramsci Antología, Sel. de M Sacristan (Ed Siglo XXI), 1988, p309.
44
A Gramsci Antología, p365.
45
ibid pp372-376.
46
A Gramsci, Il materialismo storico e la filosofia di Benedetto Croce, Torino 1948,
p38.
47
Citado en A Gramsci, Cultura y literatura, Ed Peninsula, Barcelona, 1977, p5.
48
Lenin, Complete Works, tomo VII, p117.
49
ibid, tomo VIII, p145.
50
ibid, tomo VIII, p196.
51
Lenin, ¿Qué hacer?, op cit, pl0.
52
Lenin, Complete Works, tomo VIII, p154.
53

54
ibid, tomo VII, p116.
La experiencia rusa después de 1918 crea una cierta confusión. Lo importante es que
no es la forma del partido lo que crea el dominio del partido en vez del dominio de
Imperialismo Hoy
los soviets, sino la destrucción de la clase obrera (Véase C Harman, “How the La sangrienta guerra lanzada por las grandes potencias
Revolution was Lost”, International Socialism 30). contra Irak en 1991 demostró que el imperialismo, en el sentido
55
T Cliff, Rosa Luxemburg, London 1959, p54. El deseo de honrar a una gran revolucionaria más general de utilización directa de la fuerza por parte de las
grandes potencias para imponer su voluntad sobre Estados
parece llevarle a un análisis poco científico
menores, se encuentra prosperando. Alex Callinicos argumenta
en este folleto que pueden identificarse tres fases por las que
ha atravesado el imperialismo: el imperialismo clásico, 1875-
1945 –que es el imperialismo que dio lugar a la "Guerra de los
Treinta Años" de 1914 a 1945; el imperialismo de las super-
potencias, 1945-1990 –período en el cual el mundo fue repartido
entre dos grandes bloques militares rivales–; y el imperialismo
posterior a la Guerra Fría –el "Nuevo Orden Mundial" de Bush
(padre), que en realidad es una versión más inestable del antiguo
orden mundial. Y culmina su trabajo planteando las perspectivas
del desarrollo futuro del imperialismo. Uruguay
22 Partido y Clase El Mundo al revés 23
Partido y
ClaseDiferentes concepciones
Pocas polémicas han despertado tantas emociones entre mar-
xistas como el debate acerca de la relación entre el partido revolu-
cionario y la clase trabajadora. Éste ha provocado más conflictos
que cualquier otra cuestión y una generación tras otra se ha tildado
de “burócrata”, “sustitucionista”, “elitista”, “autoritaria”, en el cur-
so de la discusión. Sin embargo, los principios fundamentales del
debate han quedado muchas veces sin aclarar pese a la importancia
de los problemas que de allí surgen. Para nosotros es apremiante
crear una organización de socialistas revolucionarios que sometan a
escrutinio permanente la situación de la clase trabajadora como su
propia situación, y que intenten, mediante una participación diaria
en las luchas de la gentre, ampliar su actividad a través de la oposi-
ción permanente a todo sometimiento, sea ideológico o práctico, a
quienes mandan en la sociedad.
SERIE / TEORIA

Folletos editados
•Imperialismo hoy
•ABC del socialismo
•Una sociedad socialista
El Mundo al revés

•Un partido revolucionario


•Globalización y resistencia. ALCA
•Globalización y resistencia. Deuda Externa
•Rusia 1917. El partido bolchevique
•Chile 1973. Revolución y contrarrevolución
•Europa oriental 1989. Una explicación de lo sucedido
•Argentina 2001. Revuelta y después
•León Trotsky. Socialista revolucionario
•Antonio Gramsci. Socialista revolucionario
•Rosa Luxemburg. Socialista revolucionaria
•Los orígenes de Socialismo Internacional
•Partido y Clase. Distintas concepciones
•¿Cómo funciona el marxismo?
•Marxismo 2004. Ponencias
•Todos somos gays

www.elmundoalreves.org
24 Partido y Clase

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