EXÉGESIS DE LOS DOS RELATOS DE LA CREACIÓN
Cuestiones previas
En estos relatos tenemos descrito el prototipo del ser humano, tal como ha sido formulado por
Dios. Ésa es la revelación de la realidad del amor.
Pero para completar el cuadro es necesario recordar las sombras. Éstas las coloca el redactor
yahvista (J). La pareja humana ideal sufre el drama del pecado. De este dramatismo va a participar el
amor y la sexualidad humana. La bondad fundamental del ser humano va a llevar siempre esta quiebra
original.
El relato yahvista
Gn 2, 18-25
18 El Señor Dios se dijo: No está bien que el
hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él
que le ayude.
19 Entonces el Señor modeló de arcilla todas las
bestias del campo y todos los pájaros del cielo, y
se los presentó al hombre, para ver qué nombre les
ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el
hombre le pusiera. 20 Así el hombre puso nombre
a todos los animales domésticos; pero no
encontraba ninguno como él que le ayudase.
21 Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el
hombre un letargo; y el hombre se durmió. Le sacó
una costilla y le cerró el sitio con carne. 22 Y el
Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado
al hombre haciendo una mujer, y se la presentó al
hombre. 23 El hombre dijo: ¡Ésta sí que es hueso
de mis huesos y carne de mi carne!
24 Su nombre será Mujer, porque ha salido del
hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre
y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos
una sola carne. 25 Los dos estaban desnudos, el
hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza uno
de otro.
El relato sacerdotal
Gn 1, 26-28
26 y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen y semejanza; que domine los peces del
mar, las aves del cielo, los animales domésticos,
los reptiles de la tierra.
27 y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de
Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Creced,
multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad
los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes
que se mueven sobre la tierra.
Comentario
La necesidad de relación interpersonal en el
hombre. No está llamado el hombre a vivir en
soledad, sino en diálogo de amor interpersonal.
El diálogo de amor supone la igualdad. Para que
pueda darse una relación interpersonal, el hombre
tiene que amar a otro semejante a él; por eso la
mujer es de la misma naturaleza y dignidad que el
hombre, tal como se desprende gráficamente de la
escena del desfile de los animales ante Adán; los
animales pueden hacer compañía al hombre, pero
no pueden entrar en comunión con él.
El relato de la formación misteriosa de la mujer
indica la necesidad de la integración de los dos
seres para encontrar la complementariedad y
totalidad del ser.
El diálogo de amor busca la unión y se realiza en
la unidad; aparece así el matrimonio monogámico
como situación perfecta del amor conyugal.
Comentario
El hombre es imagen y semejanza de Dios. Y a
continuación añade: "Macho y hembra los creó"; la
sexualidad en cuanto tal es un aspecto integrante
de esa que el hombre tiene con Dios.
El redactor sacerdotal vuelve a insistir en la
igualdad de los cónyuges, al provenir del mismo
acto creador de Dios y al compartir el mismo
dominio sobre la creación.
Pero el aspecto que más llama la atención al
redactor sacerdotal es el de la fecundidad.