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para hombres y mujeres, naturalmente esperamos que nuestra recompensa venga de parte de ellos. Pero La Biblia dice que debemos hacer todas las cosas como para el Seor y que nuestra recompensa viene de l. Como Jess Tal como los soldados tienen que obedecer a su comandante, cada creyente es llamado a obedecer al Seor, y no en forma ocasional, sino continuamente. No obedecemos nicamente cuando las circunstancias parecen correctas o cuando nos gusta la persona que est en autoridad, sino que obedecemos a todos los que estn en autoridad sobre nosotros como si obedeciramos al Seor mismo. Desdichadamente, la mayora de nosotros probablemente nos rebelamos ms por razones egostas que por convicciones bblicas. La rebelin y la anarqua es comn en la iglesia local. No nos gustan las canciones que el director del coro elige, as que, abandonamos el coro, aun si Dios nos ha llamado all para aprender sumisin con ese director de coro. Entonces, nos involucramos en evangelismo pero, el lder es desorganizado. Nos sentimos tan frustrados con la falta de habilidad administrativa que eventualmente dejamos eso tambin. La verdad es que, iremos de una responsabilidad a otra hasta que aprendamos a someternos a la autoridad. Dejemos de quejarnos y hagamos todas las cosas como para el Seor. Nunca estaremos contentos hasta que dominemos nuestros caprichos egostas, dejemos de lado nuestras agendas personales y, simplemente, obedezcamos a Dios y sirvamos a aquellos que l ha puesto en autoridad sobre nosotros. Cuando Dios nos ubica bajo una autoridad que no es agradable o no opera como nosotros hubiramos operado, sabemos que l est trabajando sobre nuestro nivel de sumisin a la autoridad. Nos est preparando para la batalla! Nos est mostrando cmo entregar nuestras vidas! Si vamos a ser como Jess en esta Tierra, debemos aprender obediencia al punto de crucificar nuestro yo y nuestra carne. Jess derram su vida por nosotros en obediencia al Padre y su ejemplo es el modelo que tenemos que seguir. Debemos derramar nuestras vidas por otros en obediencia a Dios. La obediencia nos permite ser todo lo que Dios dise que nosotros furamos. Libera nuestro potencial y desata nuestros ministerios. Pero lo ms importante: cuando aprendemos obediencia, aprendemos el fundamento para declarar una guerra y ganarla.