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SU HUMANIDAD Y DIVINIDAD: He 2:6 usa esta frase para mostrar que el Hijo que fue revelado como Dios
en el capítulo 1 (He 1:4) y que por ello es mayor que los ángeles, es también verdaderamente humano. El se
presenta especialmente como el “Hijo del Hombre” (Sal 8:4-6), es decir, como el Cristo humano que habiendo
sido “hecho poco (por poco tiempo) menor que los ángeles” habrá de tener dominio sobre la creación redimida
(He 2:6-11)3. Este Dios-Hombre derrotó al diablo y su poder de la muerte, efectuó la propiciación por los
pecados del pueblo, y puede socorrer a los que son tentados (He 2:14-18).
PROPOSITO: En la encarnación Cristo se sometió por un poco de tiempo a esta condición humillante (Sal 8:4-
6; He 2:6, 9) a fin de poder levantar al creyente a la esfera que El ocupa sobre los ángeles (He 2:9-10)
EL “HIJO DEL HOMBRE” SIN GLORIA Y SIN HOGAR: La primera venida del “Hijo del Hombre”
estuvo lejos de ser gloriosa y de conquistar el mundo.
No tiene dónde recostar su cabeza. Lc 9:58 “Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de
los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.”
Rechazado El y su mensaje. Mt 11:19 (“Comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores”) “Vino
el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de
publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.”
1
Mal Couch. Diccionario de Teología premilenarista. Pág.229-232
2
Enciclopedia BECA. Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia
3
Biblia anotada por Scofiel.
Escuela Bíblica de la Iglesia Evangélica Central
¿Quién es este Hijo del Hombre?
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Autoridad para sanar y perdonar pecados: Mt 9:6 “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene
potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y
vete a tu casa.”
Señor del día de reposo: Mt 12:8 “porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”
Mt 12:32; 13:37; 16:13; Mr 2:28; Lc 6:5, 22; 22:48
PADECIMIENTOS, MUERTE Y RESURRECCION: Con frecuencia, Jesús uso el término “Hijo del
Hombre” para señalar una serie de acontecimientos en sus padecimientos, muerte y resurrección.
Padecer mucho: Mt 16:21 “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era
necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los
escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día”
Padecer mucho, desechado, muerto y resucitar:
o Mr 8:31 “Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y
ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser
muerto, y resucitar después de tres días”
o Lc 9:22 “y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea
desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto,
y resucite al tercer día.”
o Jn 3:14 “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado,”
o Lc 24:5-7 “5y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis
entre los muertos al que vive? 6No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os
habló, cuando aún estaba en Galilea, 7diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea
entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
8
Entonces ellas se acordaron de sus palabras,”
o Mr 9:31 “Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en
manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día.”
o Lc 22:22 “A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel
hombre por quien es entregado!”
TRAICIONADO: Algunos textos señalan de manera más particular la traición que sufriría el “Hijo del
Hombre”
Entregado: Mt 17:22 “Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en
manos de hombres,”
La hora: Mt 26:45 “Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha
llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.”
Mt 26:24 “A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por
quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.”
Mr 14:21, 41 “A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre
por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.” “41Vino la
tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es
entregado en manos de los pecadores. 42Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega.”
CRUCIFIXION Y MUERTE: De la mayor importancia es el uso que hace Jesús de la frase “Hijo del
Hombre” en relación con su crucifixión y muerte
Mt 20:18 “18He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales
sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; 19y le entregarán a los gentiles para que le
escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.”
Mr 10:33 “33He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales
sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles; 34y le escarnecerán,
le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará.”
CRUCIFIXION COMO SU TIEMPO DE GLORIA: El evangelio de Juan declara la actitud del Señor con
respecto a su crucifixión como su tiempo de gloria
Jn 13:31 “Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es
glorificado en él.”
EL HIJO DEL HOMBRE COMO MEDIO DE VIDA ETERNA: El evangelio de Juan enfatiza la unión con
el “Hijo del Hombre” como medio de vida eterna:
Jn 6:27 “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la
cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.”
Jn 6:53 “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.”
LA SEGUNDA VENIDA EN JUICIO DEL “HIJO DEL HOMBRE”: La visión de Daniel de la venida del
“Hijo del Hombre” a la tierra para juzgar y establecer el reino eterno debe ser entendida sin duda alguna
como el más destacado rasgo del mensaje de Cristo; así, es absolutamente necesario que el “Hijo del
Hombre” sea resucitado y ascienda al cielo después de su crucifixión y muerte, para que pueda venir glorioso
del cielo. Así, algunos de los pasajes acerca del “Hijo del Hombre” señalan de manera sumamente particular a
su RESURRECCION DE ENTRE LOS MUERTOS:
Mt 12:40 “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el
Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.”
Mt 17:9 “Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta
que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.”
Mr 9:9 “Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino
cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos.”
Jn 6:62 “¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?”
LA GLORIOSA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE PARA JUZGAR Y REINAR: Aunque esta claro que
Jesús enseñó con mucha frecuencia acerca del tema de la entrega a traición, de la muerte y de la resurrección del
“Hijo del Hombre”, enseñó con más frecuencia aun y con un mayor énfasis acerca de la gloriosa venida del
Hijo del Hombre para juzgar y reinar.
Lc 18:8 “Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la
tierra?”
Mt 24:27 “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre.”
Mt 24:44 “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora
que no pensáis.”
EL GLORIOSO REINADO EN EL REINO DEL HIJO DEL HOMBRE: El último conjunto de pasajes que
da el Señor Jesús acerca de la venida del “Hijo del Hombre”, exponen el glorioso reinado en el reino del Hijo
del Hombre.
Mt 19:28 “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se
siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos,
para juzgar a las doce tribus de Israel.”
Lc 22:29-30 “29Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30para que comáis y
bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.”
ES EVIDENTE QUE JESUS PROMETIO QUE SU FUTURO REINO TENDRA LA PRESENCIA DEL
PUEBLO DE ISRAEL Y DE SUS DISCIPULOS GOBERNANDO JUNTO CON EL, E INCLUSO
COMIENDO JUNTO CON EL A SU MESA. ESTA ES EXACTAMENTE LA CLASE DE REINO
PROMETIDO EN EL AT: UN REINO LITERAL EN LA TIERRA.
Con respecto a Jesucristo, la Biblia afirma su plena deidad y su perfecta humanidad en una sola persona. Este
fenómeno es difícil de comprender y de explicar. Pero para hacer justicia a los datos bíblicos es preciso seguir y
sostener tres hilos importantes de doctrina acerca de Cristo:
La historia ha conocido muchos puntos de vista que no cumplen este triple criterio; persisten, e incluso
proliferan, hasta el día de hoy.
1. El Docetismo, que floreció en tiempos del Cristianismo primitivo, fue la primera herejía formal; ella negaba
la realidad de la humanidad de Cristo. (2 Juan 1:7; 1 Juan 1:1-3)
2. El Ebionismo, por su parte, negaba la plena deidad de Cristo. (Judaizantes)
3. El Sabelianismo, sostenía que Jesús es Dios Padre, que por la encarnación se hizo Hijo él mismo, y de esta
manera negaba la distinción de personas dentro de la deidad. (Gen 2:24 = Dt 6:4)
Además de las anteriores herejías iniciales, se conocen cuatro herejías principales que surgieron y fueron
refutadas por la Iglesia durante el período que va del 325 al 451 d. de J.C.
1. El Arrianismo, representó la mayor de las crisis cristológicas, cuando declaró que el Hijo no es ni eterno
ni inmutable, y que, por consiguiente, esta subordinado, en esencia, al Padre. Esta herejía fue condenada
por el Concilio de Nicea (325 d. de J.C.).
2. El Apolinarismo, afirmaba la plena deidad de Cristo a expensas de negar su plena humanidad. En el
381 d. de J.C., el Concilio de Constantinopla condenó y rechazó este punto de vista, al sostener que Cristo
es tanto Dios como Hombre.
3. La herejía Nestoriana (NESTORIO: Obispo de Constantinopla, 428 d.C. monje del monasterio de Euprepio
cerca de Antioquia. Austero y elocuente.), en lugar de aceptar que las dos naturalezas residen en una misma
pérsona, proponía dos naturalezas independientes y dos personas independientes. El Concilio de Efeso
(431 d. de J.C.) condenó el Nestorianismo y sostuvo que las dos naturalezas están indivisiblemente unidas.
4. El Eutiquianismo, la cuarta herejía principal, sostenía que la unión de lo divino y lo humano daba por
resultado una naturaleza teantrópica (parte Dios, parte Hombre) en Cristo.
En todas las herejías precedentes, pueden notarse sus fallas frente al criterio triple:
1. El Ebionismo y el Docetismo negaban el primer criterio, o sea la realidad de las dos naturalezas;
2. El Arrianismo y el Apolinarismo negaban la integridad de las dos naturalezas;
3. El Nestorianismo y el Eutiquianismo confundían la unidad que correspondía a las dos naturalezas.
Podemos resumir un cuerpo claro de doctrina contra todas las anteriores herejías en las siguientes afirmaciones
con sus textos que las comprueban:
1. Jesucristo, sin menoscabo, poseía deidad plena (Juan 1:1, 14, 18; Isa 9:6; Jer 23:6; Miq 5:2; Mal
3:1; Fil 2:6; Col 2:9; Heb 1:2, 3; Apoc 19:16).
2. Cuando se encarnó (Juan 1:14),
3. no se volvió; se hizo Dios-Hombre. Por ello, posee humanidad genuina (Juan 8:40; Hch 2:22; Rom
5:15; 1 Co 15:21),
4. aunque sin pecado (Juan 8:46; 2 Co 5:21; Heb 4:15; 1 P 2:22).
5. Experimentó deseos y sufrimientos humanos (Juan 4:6; 11:35; 12:27; Lc 22:44; He 2:10, 18).
6. La Biblia le atribuye las funciones de profeta (Juan 6:14; 7:40; Lc 13:33),
7. Sacerdote (He 3:1; 4:14; 5:5; 6:20),
8. y rey (Sal 2:6; Mi 5:2; Hch 2:30-36).
Existen cuatro pasajes en cuatro libros del nuevo testamento conocidos como los cuatro grandes pasajes
cristológicos, estos cuatro libros son: 1) el evangelio de Juan 2) La epístola a los filipenses 3) la epístola a los
colosenses y 3) la epístola a los hebreos y los cuatro grandes pasajes cristológicos son en su orden:
1) Jn 1:1-18
2) Fil 2:6-11
3) Col 1:15-23; 2:9-10
4) Heb 1:1-4
Hoy veremos de manera breve estos cuatro grandes pasajes Cristológicos y dejaremos para los siguientes
estudios una exégesis más detallada de cada uno de ellos. Comencemos con el primer pasaje que se encuentra
en:
Juan 1:1-18
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2 Este era en el principio con Dios.
3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.
8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios;
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre), lleno de gracia y de verdad.
15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es
antes de mí; porque era primero que yo.
16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Si bien verbalmente hay paralelismo entre el versículo 1 y génesis 1:1 y 1 Juan 1:1, los contextos les asignan
diferencias de tiempo. Mientras que Gen 1:1 habla del comienzo de la creación y 1 Juan 1:1 enfatiza la
manifestación de Dios encarnada en Cristo, en Juan 1:1, Juan establece la preexistencia de Cristo en el pasado
eterno. Ya “era” cuando se dio el comienzo.
El prólogo del evangelio de Juan (vv 1-18) representa uno de los pasajes más cruciales de la Biblia y es, sin
lugar a dudas, la exposición definitiva sobre la persona de Cristo. A Jesús se le llama “el Verbo” (del griego
logos). El concepto del logos pertenecía a la filosofía griega en la época de Juan, pero éste usa la palabra en un
sentido más amplio, que incluye también los conceptos hebreos.
Básicamente en el contexto que consideramos, esta palabra se refiere a una comunicación única de Dios con el
hombre. Comunicación que llevó a cabo en carne humana (v 14), por medio del logos, Jesús, el Hijo de Dios.
Pero se ve claramente que el logos se anticipó a las concepciones filosóficas del logos, en las siguientes palabras:
“En el principio era (griego en) el logos.”. En el griego, el verbo está en el tiempo imperfecto, lo cual indica
acción continua en el tiempo pasado. Literalmente, por lo tanto, Juan declara que en el principio el logos existía.
No es otro que Dios mismo, que no sólo trae la Palabra, sino que incorpora en ella su propia persona, vida y ser.
Más todavía, este logos estaba “frente a frente” con Dios, lo cual indica distinción entre personas dentro de la
deidad, como también igualdad entre esas personas. Finalmente el logos es eternamente Dios. No hubo nunca un
tiempo cuando el logos no fuera plenamente Dios.
El orden de las palabras en griego destaca el hecho de que “Dios era el Verbo”. Consiguientemente, puede
observarse que, desde el mismo comienzo del evangelio de Juan, el autor sostiene su tesis, a saber, que Jesús es
el Dios eterno de todas las épocas venido en carne humana. Esto sirve de base para todo lo que viene después en
su libro.
Quizá más que cualquier otro tema en la teología, la doctrina de la persona de Cristo es la que ilustra mejor, que
ninguna otra, lo inevitable y lo legítimo del desarrollo doctrinal. Es también, la prueba final de la ortodoxia.
No es posible sostener una posición cristológica errónea y, al mismo tiempo, tener conceptos correctos
sobre otros aspectos cruciales de la teología.
Filipenses 2:6-11
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo
de la tierra;
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Es probable que estos versículos hayan sido un himno de la Iglesia primitiva, que se divide en forma natural en
dos estrofas: (1) la humillación de Cristo (vv 6-8), y (2) la exaltación de Cristo (vv 9-11). Aquí Pablo presenta
una fuerte declaración sobre la deidad de Cristo, al utilizar la palabra griega kenosis que es traducido como “se
despojo a si mismo” (v 7)
Por esta razón, estos versículos son conocidos como el pasaje de la kenosis, la palabra kenosis “vaciar”, habla
del vaciamiento del Hijo de Dios cuando se encarnó. En el original (Interlineal griego español) se traduce como
“anonadó”, literalmente vació, no de la naturaleza, sino de la gloria divina.
Cristo existía “en forma de Dios” (griego morfe, v 7), lo que habla de la naturaleza de Dios, su carácter, la
esencia misma de su deidad. “no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (v 6) es una expresión
que significa que “no penso que fuese necesario aferrarse a la deidad”. No había ambición que pudiese
atormentar a Cristo, por cuanto, de hecho, él era Dios. Por lo tanto, Cristo no abandono su deidad; en cambio,
por un tiempo, abandonó su gloria celestial.
El Señor Jesús, como poseedor de la esencia divina, adopta “forma de siervo” (v 7) (morfen doulou,
literalmente “la naturaleza o la esencia del esclavo”). Deja a un lado su gloria deivina, pero no su naturaleza
divina, y adopta para sí k¿los verdaderos atributos del hombre. Como Cristo ya existía anteriormente en “forma
de Dios”, se hizo luego “semejante a los hombre”. Su humanidad es real, más su ser sigue siendo el de la
deidad.
La encarnación no significó la eliminación de la deidad, sino el agregado de la humanidad. Cristo hace a un lado
la expresión externa de su deidad cuando se expresa como esclavo.
Se expresa con claridad aquí el propósito de esta obediencia y este vaciamiento. Jesús se humilló a sí mismo
para hacerse obediente hasta la muerte en la cruz.
Colosenses 1:15-20
15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él.
17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
18 y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la preeminencia;
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en
los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Colosenses 2:9-10
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Aquí se afirma que el señorío de Cristo existe sobre la creación, la Iglesia, y el cristiano individual. No cabe
duda de que se trata del Cristo cósmico.
En el versículo 1:18, se ve que si Cristo tiene la preeminencia en todas las cosas (griego proteuon, que significa
“tener el primer lugar” o “estar por encima de todo”), entonces no puede ser un espíritu inferior (eon) que emana
de Dios, como enseñaban los gnósticos.
Enfrentando a las falsas enseñanzas, Pablo insiste en que en Cristo mora “toda (la) plenitud” de la deidad. La
esencia misma de Dios mora en cristo. Nótese la declaración más fuerte todavía en 2:9.
Hebreos 1:1-4
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo;
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las
cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
El capítulo 1 de Hebreos nos habla de la divinidad de Jesús y el capítulo 2 nos habla de su humanidad. Se
aprecian tres fases en la historia de Jesús:
1. Él, como el Hijo, eternamente existía en el seno del Padre, pero
2. al tomar forma humana y nacer en Belen, se despojó de su majestad y sus prerrogativas divinas y vivió
entre nosotros como Dios hecho hombre, Jesús de Nazaret, sin embargo
3. después de su muerte, sin dejar de ser hombre asciende para compartir los honores divinos que dejó
durante su humillación, y ahora le vemos como Jesucristo.
Hebreos 1:1-4 al enseñarnos que Dios nos ha hablado por el Hijo, nos aclara que el Hijo es la persona que tiene
la característica de la comunicación. El Hijo es el exegesato de Jn 1:18, es decir, el que da a conocer al Padre,
porque el Hijo es el verbo, y porque Dios esta en el Él como dice 2 Co 5:19 “…que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo”, según este pasaje vemos que no podemos explicar el uso de la
palabra Hijo, solamente en términos de la encarnación. De acuerdo al pasaje de Heb 1:1-4, podemos
ver 5 características del Hijo:
1. Lo constituyó heredero de todo
2. Por el Hijo hizo así mismo el universo
3. El Hijo es el resplandor de la gloría del Padre. El Hijo es el reflejo perfecto de la luz, el Hijo, el verbo,
ee al Padre lo que la Palabra es al pensamiento. Dios es la luz eterna, el Hijo es la luz del mundo. Dios es
el Jesús visible y Jesús es el Dios invisible, por esto es que el Hijo da a conocer al Padre
4. El Hijo es la imagen misma de su sustancia, esto significa que el Padre y el Hijo se corresponden
mutuamente porque son de la misma sustancia.
5. El Hijo es quien sustenta todas las cosas con la Palabra de su Poder.
CONCLUSIONES
¿Qué tipo de Salvador es el que busca usted?, cuídese de tratar de obligar a Jesús a amoldarse a su patrón. No
cabra jamás.