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SEMINARIO DE CAPACITACIÓN DE
LÍDERES
(Hechos 2:46).
¿A qué se refiere la Biblia cuando dice que los cristianos se reunían en el templo?
Se refiere al templo judío el cual no era un local para recibir personas. Era un
edificio relativamente pequeño diseñado para impedir el acceso a las personas.
Solamente el sumo sacerdote podía entrar una vez al año.
Los cristianos se reunían en el patio del templo, no dentro del templo. No había
en Jerusalén otro lugar donde se pudiera dar cabida a tantas personas. Además,
por ser un lugar público, era adecuado para la presentación del mensaje de
salvación.
Resumiendo. La Iglesia del Nuevo Testamento tenía dos tipos de reuniones:
Cualidades de los anfitriones. Los anfitriones son las personas que brindan
sus hogares para que allí se realicen las reuniones de célula. Sus cualidades
deben ser:
· Nacido de nuevo.
· De buen testimonio.
· Miembro de la iglesia.
· Hospedador.
· Comprometido con la iglesia y sus actividades.
5. Llamado para recibir a Cristo y oración por las personas que se convierten.
Lider
6. Motivación de la ofrenda. Lo hace el líder.
7. Anuncios. El líder o un delegado.
8. Oración final convenida.
Después de los puntos anteriores, que se deben desarrollar en una hora, continúa
el refrigerio. No hay un tiempo establecido para el refrigerio. Un buen líder es
aquel que posee la habilidad de mantener a los amigos en la casa un tiempo
adecuado como para mostrarles con su vida lo que es el cristianismo.
Durante el refrigerio los miembros de la célula deben olvidarse de los
hermanos y dirigirse a los invitados para saludarlos y confraternizar con ellos. El
secretario de la célula toma nota mentalmente de los presentes.
SABER ESCUCHAR. Para que los amigos se sientan con deseos de volver
a una célula es importante que se sientan bien tratados. Eso incluye el ser
escuchados. Las personas buscan quien les escuche. El líder no solamente debe
fingir que escucha sino que debe escuchar en verdad. Los líderes celulares
escuchan para mejorar la calidad de su célula al resolver los dilemas y orientar a
sus miembros.
TRABAJAR FUERA DE LA CÉLULA. El líder lo es en todo tiempo. Él no
solamente atiende a las personas dentro de la célula sino que lo hace siempre
que sea necesario. Las personas en su vecindario afrontarán diversas
necesidades y la “hora de servicio” del líder no es solamente aquella de la
reunión sino una disposición de todo el tiempo de servir al prójimo.
CRECER EN TODO TIEMPO. El líder debe asistir puntualmente a las
reuniones de supervisión para ser afinado en el trabajo de llevar las buenas
nuevas. No debe olvidarse que el trabajo de capacitación no termina con el curso
para líder. La capacitación continúa por toda la vida.
Una iglesia que aplique los principios del sistema celular pronto comenzará a ver
resultados. Los nuevos conversos vendrán y entonces es cuando el verdadero
trabajo comenzará. Para cerrar la puerta del fondo es necesario tomar medidas
de atención y cuidado para los nuevos conversos.
El líder debe capacitar a los miembros de su célula para realizar dichas visitas y
debe llevar un control de la manera en que están siendo realizadas.
La visita debe ser en un espíritu cordial, de fortalecimiento, de verdadero interés
por el nuevo converso. Dado que la mayor parte de personas que son ganadas
para Cristo en una célula han sido invitadas por un miembro de la misma célula,
es conveniente que las visitas las haga la persona que comenzó invitando a dicha
persona.
La segunda visita tiene por objeto enseñar a los nuevos conversos sobre la
virtud de la oración.
Con estas cuatro visitas se habrá atendido al nuevo converso durante su primer
mes de vida cristiana lo cual es ya un paso importante. Pero, eso no significa que
dicha persona no ha de volver atrás.
Cada cristiano necesita un mentor y éste debe serlo por tiempo indefinido o para
siempre. El hecho de haber culminado las visitas programadas no significa que el
hermano mentor ha finalizado ya su tarea.
LA DISCIPLINA EN EL SISTEMA
El sistema celular requiere de la participación de toda la iglesia; sin embargo,
este sistema requiere de todos los participantes el seguir estrictamente el
procedimiento establecido, es decir, ser ordenados, disciplinados y obedientes a
los principios que rigen el sistema. Notemos tres elementos fundamentales:
Dios: Dios debe ser reconocido como cabeza soberana, el poseedor de toda
potestad en los cielos y en la tierra. Nada puede impedir sus propósitos de
salvación y restauración. Reconozcamos pues la supremacía de Dios.
El Pastor celular debe reclutar y entrenar a más líderes de los que necesita.
No debe escatimar tiempo y recursos en el entrenamiento de nuevos líderes.
Dentro de una iglesia celular el paradigma es que la capacitación de un
nuevo líder comienza con la conversión de una persona. Luego debe existir un
procedimiento de atención inmediatamente después de la conversión. El llegar a
ser un líder debe esperarse como cosa natural en todos los creyentes.
.
Para que eso sea posible el Pastor debe crecer. Ninguna iglesia crecerá más
que su Pastor. Una iglesia grande solamente puede ser sostenida por un Pastor
que sea grande a los ojos de Dios.
El Pastor debe vivir su visión y transmitirla con fervor a sus ovejas. Más
que las palabras, las ovejas entienden el lenguaje del ejemplo. Nadie podrá
permanecer sentado si ve a su Pastor ardiendo por salvar las almas perdidas.
El carácter real del Pastor es aquel que se muestra cuando se está a solas.
Quien desee que su iglesia crezca debe también crecer en integridad, pureza,
justicia, verdad y honestidad.
Existen dos tipos de líderes, los que pasan renegando porque sus miembros no
ayudan en nada a la célula y se deciden a quedarse de brazos cruzados sin hacer
nada también. Los otros mantienen la pasión por Jesucristo y siguen haciendo la
obra sabiendo que la obra es de Dios. No desisten aunque nadie quiera ir a la par
de ellos. Pueden pasar sin tener resultados y con el negativismo de todos
alrededor, pero, están decididos por servir a Dios con pasión.
edad determinada o estado intelectual alto, basta la pasión para que pueda tener
una célula exitosa.
La pasión es capaz de abrir brecha en los lugares donde había selva, pues, llena
de valor a quién la posee. La pasión en una persona hace que ésta lucha
constantemente por lograr lo que desea aún teniendo que sufrir por ello.
Por ser el líder la cabeza de la célula, y por ser la célula un cuerpo cualquier daño
que sufra uno de sus miembros afectará a todos. El Señor Jesús dijo que del
corazón salen los malos pensamientos y todo tipo de pecado.
El lo dijo así: “Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos
pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la
avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia
y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la
persona.”Marcos 7:21
Por esa razón, como a un jardín, debemos cuidarlo que ningún animal o
enfermedad nos lo estropee. El corazón es el centro de mando de nuestras
acciones. Simplemente hacemos lo que hay en nuestro corazón. Lo que hablamos
es lo que tenemos adentro.
El líder, en primer lugar, debe cuidar su corazón del pecado, pues, el pecado
destruye el testimonio de la célula en una colonia, y destruye al líder también. A
causa del pecado cuántos líderes han llevado al fracaso a sus células, pues, la
gente pierde la credibilidad en ellos, y le echan la culpa al evangelio. Debes
cuidar tu corazón del pecado, pues, éste no solo te afectará a ti sino al testimonio
de Cristo.
Recuerde que las personas ven mejor nuestros errores que nosotros mismos.
Nosotros siempre estamos queriendo ocultar nuestros defectos y muchas veces
ni cuenta nos damos que los estamos cometiendo, pues, no tomamos una real
conciencia de nuestras faltas a menos que nos confronten.
Nuestro corazón es muy preciado, por lo tanto, cuídemelo. No sea que por
descuidarlo llevemos nuestra vida al fracaso. Por supuesto, que existen muchas
más cosas por las que debemos cuidar nuestro corazón, como por ejemplo, la
avaricia, el egoísmo, la mentira, el temor, pero, cada uno de nosotros sabe que
es lo que más daño le hace y de esa manera tomar las medidas para no dejar
que los malos sentimientos, los malos deseos y los pecados se alberguen en
nuestros corazones.
EL LÍDER Y LA ORACIÓN
La Biblia dice: “Orad sin cesar.” Es sin duda uno de los pasajes más conocidos de
la Biblia, y a la vez uno de los menos practicados.
Usted como líder puede tener resultados similares si se dedica a orar por la célula
todos los días. Ore constantemente por los miembros de su célula, ore por los
que no conocen al Señor. No deje de orar por ellos hasta que se conviertan a
Jesús. Ore por las metas, pues, estas no serán nada sino van abonadas con la
oración.
No solo ore usted. Motive a los miembros de su célula a orar constantemente.
Dedique un tiempo específico a la oración de su célula todos los días. Líder que
ora jamás deja de crecer.
Si usted no ora por su célula demuestra que no está interesado por ella. Y ten por
seguro que DIOS no te bendecirá sino te ve interesado por ella.
A sí mismo el líder celular debe buscar la oración como un recurso para escuchar
la voz de Dios. Si usted escucha a Dios, no se equivocará jamás.
Josué oró y el sol se detuvo. Ana oró y Dios le permitió concebir a Samuel. Elías
oró y descendió fuego del cielo. Es la oración un arma poderosa para conquistar
las almas.
Toda iglesia celular que prospera es a la vez una iglesia de oración. No se puede
desligar una cosa de la otra.
Otro líder podría estar fallando en la percepción de las cosas. En ese caso sus
relaciones podrán parecer una contradicción y constantes problemas.
El líder debe visualizar el estado de sus miembros y solidarizarse con ellos. Debe
compartir la visión de la iglesia y hacerla de la célula su pasión. Es bueno que se
mantenga la unidad en la célula. No es posible tener una célula exitosa si se está
dividido contra sí mismo.
El Señor Jesús compartía el mismo sentir con sus seguidores. Su tiempo estuvo
lleno de injusticia social y desigualdad. Jesús no cerraba su mirada sino que
estaba con los pobres y pecadores para darles salvación.
He comprendido que en una célula debe haber un mismo sentir en dos aspectos.
En cuanto a la labor evangelizadora y en cuanto a metas. No se puede ignorar la
situación espiritual de los que viven alrededor ni tampoco la meta de abrir más
células.
El miembro debe sentir amor y pasión por los perdidos. Debe procurar que las
vidas conozcan al Señor. No estará tranquilo si el Señor no salva a alguien en la
celebración de célula. Este sentir es el mismo en el líder que con el ejemplo da
un incentivo a los demás hermanos.
Si una célula sólo existe para obtener datos estadísticos o lograr una satisfacción
personal en verdad se está muerto y se pierde el verdadero valor de la célula.
Qué valor habrá en una célula si no se tiene amor por los perdidos. Puede ser que
no se salga a predicar con tratados a las calles, ni se hagan grandes eventos
evangelizadores, pero, la célula no se debe descuidar. En verdad las reuniones en
las casas son nuestro mayor recurso, y más eficiente, de evangelización de los
perdidos. La razón por que digo esto es porque en la célula se puede dar
seguimiento con mayor eficacia a los convertidos. La evangelización celular es
ordenada y no va a la deriva como suele ser la evangelización al azar en la que
no se lleva ningún control.
Sin embargo, no podemos evangelizar en una célula sin tener metas, pues, las
metas hacen que se trabaje con objetivos claros. He conocido líderes que saben
evangelizar, pero, van como barcos a la deriva. El no tener metas suele ser
motivo para descuidar los resultados. El tener una meta hace valorar mejor los
resultados.
En nuestra Misión tenemos un lema: “Cada líder debe generar otro líder.” Esto es
así porque cuando un líder lleva como perspectiva preparar otro líder se asegura
el crecimiento celular. Un líder más es una célula más, una célula más es llegar a
más personas, llegar a más personas es evangelizar con mayor eficacia.
EL LÍDER Y LA ORGANIZACIÓN
El trabajo de la célula no es algo que simplemente se delimita a la organización
de la reunión de planificación y la celebración de evangelización. Va mucho más
allá. Tiene que ver con la organización de las visitas a los recién convertidos, con
la ayuda a alguien enfermo o con la oración de consuelo o fortaleza por un
hermano.
Las células deben organizar cada detalle y prever los elementos futuros que
puedan aparecer. Una vez le pregunte a un supervisor de una Iglesia celular que
en qué consiste la buena organización celular que ellos tienen. Su respuesta fue
clara: “Nuestros líderes no sólo se organizan para el presente sino que prevén el
futuro, por eso es fundamental la oración en todo esto.”
Los líderes celulares exitosos tienen organización. Ellos están organizados para
cualquier detalle. Si tienen un recién convertido ya saben quién le dará las
visitas. Si hay alguien enfermo, rápidamente se dan cuenta, pues, cada hermano
se mantiene en estrecho contacto. Hay reacción inmediata. Si aparece una gran
necesidad no tienen complicaciones en conseguir una ayuda instantánea. Este
mismo líder que muestra una gran organización, normalmente, es el que divide
su célula un mayor número de veces.
Este es nada más un pequeño ejemplo de cómo debe funcionar el trabajo celular
de parte de cada líder. Pero, podríamos hablar de otros elementos de
organización que no se deben olvidar.
La reunión de planificación es para tener una buena reunión cuando lleguen los
invitados. El líder procura delegar algunas labores de la celebración con los
invitados. Esto no sólo hace ligera la carga sino que ayuda capacitar a otros para
la obra del liderazgo. El líder genera otros líderes con acciones bien organizadas
en esta área.
Nosotros creemos en el ejemplo de Jesús cuando manda a sus discípulos a
predicar. Los manda a hacer lo que él hacía: sanar, echar fuera demonios y dar
demostraciones de poder en su nombre. Todo esto estaba muy bien organizado:
Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: "No vayan entre los
gentiles ni entren en ningún pueblo de los samaritanos. Vayan más bien a las
ovejas descarriadas del pueblo de Israel. Dondequiera que vayan, prediquen
este mensaje: Él reino de los cielos está cerca.' Sanen a los enfermos, resuciten
a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los
demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente…Mateo 10:5-8
Hay varios aspectos que el líder debe tener en cuenta a la hora de estudiar la
guía. He aquí algunos de ellos:
aplicarlo a mi vida y a la de los demás son pensamientos que el líder debe tener
en mente a la hora de estudiar la idea central. Personalmente, no digo a los
líderes que se basen textualmente en la enseñanza de la guía sino que hagan la
idea central y los puntos partes de su vida, que los apliquen a ellos y a los
demás. Que por medio del Espíritu Santo puedan tener una verdadera guía. Pero
se debe respetar el pasaje y la idea central. Por que algunos podrían excusarse
en Dios para decir que no dieron la enseñanza de la guía y entonces se hacen las
cosas desordenadamente.
Estudiar muy bien cada punto y comentario: Compare cada punto con el
pasaje, entienda porque se dice eso, de dónde vienen los comentarios, cómo este
punto tiene aplicación en la actualidad, si el pasaje tiene otra aplicación. Todo le
ayudará a impartir mejor la enseñanza.
No tomar la guía como un todo ni como un nada: No tomarla como un todo
porque usted tiene que estudiar el pasaje por su cuenta, sacar sus propias
aplicaciones, sus conclusiones, puede utilizar algún comentario o pedir la
orientación de su pastor para aclarar el pasaje o alguna duda que tenga. Si usted
sólo va a recitar lo escrito parecerá un loro no un líder. También no tome la
enseñanza como un nada. Esto lo digo porque alguien podría menospreciar la
guía y ponerse a hacer lo que quiere. En ese caso estaría dejando de llevar un
estudio. Recuerde, debe respetar la enseñanza, pues, para eso fue dada y hacer
otras aplicaciones a la vez.
Saber para qué es la guía: Tengo esto como elemental debido a que algunos
no entienden para que es la guía. La guía no es un libro de texto, ni un discurso
para aprender de memoria, sólo es una guía, un breve comentario que le ayudará
a entender el pasaje que usted dará el día de su reunión. Déjese guiar por el
Espíritu Santo y verá como el Señor hará lo demás.
PREGUNTAS FRECUENTES:
A) ¿Se debe decir el estudio literalmente?
No, como ya lo explicamos hace algunos momentos, el estudio de la guía no
es un discurso para decir de memoria. Es sólo un texto de orientación para
entender mejor un pasaje.
B) ¿Debo decir la idea central antes de empezar o no decirla?
Soy de a opinión que se puede decir para que la gente tenga la idea de lo que
se estará hablando. A la vez sirve como una protección para respetar la
secuencia de estudios que usted estará llevando. Aunque también quiero decir
que el no decirla no es un pecado o algo parecido. El punto es familiarizarse
con la idea central y aunque no se diga aplicarla a los oyentes de tal manera
que quede claro.
C) ¿Cómo transmitir algo que yo no he elaborado?
La orientación del Espíritu Santo es fundamental en todo esto. No pedimos
lideres mecánicos, ni robotizados. Lo mejor es que en cada enseñanza usted
deje que el Espíritu Santo le hable personalmente a su corazón y verá como
será una vertiente de agua viva.
D) ¿Puede impartir la guía alguien que no sea el líder?
El tiene que servir igual a los niños como a los ancianos. Tiene que servir igual a
los hombres como a las mujeres. No le importa servir a sus invitados. La reunión
de célula es un lugar para servirles a las personas, pero, también lo es la calle,
los momentos en que él no está en la casa con los anfitriones.
Un líder debe estar pendiente de los miembros de su reunión. Saber cuáles son
sus necesidades y solidarizarse con ellos en todo momento. Esto es
fundamentalmente necesario para que la célula tenga vida.
Lo mejor de esto es que un líder que sirve a los demás motiva a otras personas a
servir. Por el contrario, un líder orgulloso hace más gente orgullosa. Las personas
andan en busca de modelos, en busca de líderes, pero, no líderes que se sirvan
de la gente.
Los líderes que sólo piensan en sí mismos suelen desilusionarse, pues, no todas
las cosas salen bien. Aquellos que piensan en los demás se sienten bien aunque
todo les vaya mal a ellos, pues, su mayor gozo es servir a los demás.
Varias personas me dicen que no tiene sentido escribir temas para que otra la
gente las lea por Internet. Ellos dicen que como puede tener valor poner tanto
esfuerzo en escribir algo si sólo la gente los lee y los utiliza y no se saca nada a
cambio de ellos. Esto lo dicen porque mi labor es sin fines de lucro. Escribo
mucho y he publicado cientos de páginas sin recibir un centavo. Pero, lo que
estas personas nunca han sentido es la satisfacción de leer un correo de alguien
que recibió fortaleza, de otro que necesita ayuda, de alguien que cuenta un
testimonio, eso da más satisfacción que el dinero del mundo o el interés propio.
Servir es algo que te hace sentir bien.
El que sirve no lo debe hacer para que la gente dé algo a cambio, ni para ganarse
felicitaciones. Hasta podría ser que usted reciba reproches por servir, pero, eso
no es importante. El apóstol Pablo quizá fue uno de los mayores servidores de la
iglesia y le cortaron la cabeza.
Servir es darse a los demás, entregarse sin reservas, preocuparse por ellos y
procurar el bienestar de ellos. Conocí a una persona que murió siendo el más
pobre de la tierra siendo el más rico del universo, y sólo lo hizo por mí: Jesús de
Nazaret. Pero el servir a los demás le ha hecho el más rico de todos, allí está su
mayor gloria. Hoy está parado a la diestra del Padre. A él sea la Gloria.
EL LÍDER Y EL COMPROMISO.
El ser un líder no es porque se está a la fuerza ni porque todo sale bien. Debe ser
un compromiso del corazón, que venga de un amor por el Señor. Si algo se
necesita más en estos días son líderes con compromiso. Eso es sumamente
importante, pues, vivimos en un mundo sin nada de compromiso y que va
viviendo dejándose llevar por el pecado.
El líder debe tener compromiso con los siguientes aspectos, no los he puesto en
orden de importancia, están sin orden, pero, su valor es preponderante:
Compromiso con el servicio: Los líderes no sólo sirven cuando tienen ganas,
hay un verdadero compromiso en ellos. No dejan de servir en ningún momento.
Viven detal manera que no pueden dejar de servir a los demás. Su vida está en
ayudar a otros. Tal vés no sean intelectuales, pero, si están comprometidos con
servir a los demás.
Cada líder tiene que saber comunicarse con su gente. Un buen comunicador es
aquel al que la gente quiere escuchar. En algún lado leí que los buenos líderes
son aquellos que saben decir las cosas y siempre terminan motivando a la gente
aún cuando son malas noticias.
Usted debe hacer sentir a su gente motivada con sus palabras. Hábleles con fe,
no sea áspero ni mal educado con ellos. No se imponga, llegue al corazón de la
gente, evite la murmuración y los malos comentarios. No trate los problemas de
uno ante todos sino personalmente, como amigos.
Jamás haga sentir a sus miembros como inferiores ante usted, siempre téngalos
en mayor estima que a usted mismo. Los buenos comunicadores son aquellos
que hacen que las personas hagan su visión sin decírselas directamente, sin
imposiciones ni palabras manipuladoras.
Ser un buen comunicador no sólo implica decir cosas bonitas cuando todo está
mal sino decir las cosas que están mal con gracia y sin ofender a nadie. Hay
momentos en que es importante exhortar a hacer el bien y no debe dejar de
hacerse.
comunicador cuando todos están dispuestos a escucharlo. También, creo que uno
de los obstáculos para ser un buen comunicador es la falta de sinceridad en las
palabras. A las personas no les gusta que les mientan ni que les digan promesas
que no van a cumplir. Ellos quieren en sus células líderes reales. Otro obstáculo
que no permite ser un buen comunicador es no permitir a las personas opinar, no
comprender ni escuchar sus palabras. No saque conclusiones de las personas sin
haberlas escuchado. Es necesario que cada líder examine en que está fallando en
su comunicación con los demás. De eso depende el éxito de sus relaciones
futuras con ellos. Al final, lo que se busca con la buena comunicación es el
beneficio de la obra de Dios.
Cada líder celular debe procurar alcanzar cada vez un mayor conocimiento en
todas las áreas. Su ambiente es lleno de personas con diversas necesidades. Por
lo tanto, él necesita conocer de todo para estar lo mejor preparado. Estoy seguro
que tener conocimiento es mejor que no tenerlo. En realidad el aprendizaje nunca
termina en la vida, cada día estamos aprendiendo. Se puede aprender de las
conversaciones, de lo que escuchamos, de lo que leemos, de las experiencias, de
las canciones, prácticamente de todo. El líder que no quiere aprender nada
nuevo, igual se hará monótono en su célula. Un líder celular debe investigar y
documentarse en todas las áreas.
Podrá haber algún líder que académicamente no tenga mayores estudios, pero,
eso no impide el aprendizaje. Una cosa es tener títulos que podrían lograrse sin
mayor conocimiento, y otra cosa es ser un autodidacta que busca aprender a
cada momento.
Por lo menos el líder debe trabajar en dos áreas principales, las cuales son:
El que un líder alcance conocimiento no debe tomarse como una acción para
verse mejor a los demás sino como una menara de servir mejor a los demás.
Algunas personas dicen que para ser usado por Dios más eficazmente es mejor
tener conocimiento. El llamado de Dios para ser líder celular es importante, pero,
sin descuidar el conocimiento. Eso hará que le sirvamos mejor a Dios, más
excelentemente.
En primer lugar, el líder no debe perder de vista que a una gran confianza le
conlleva una gran fidelidad. No debe contar lo que un miembro le dice. Nadie le
contará algo confidencial para que lo ande contando a los demás miembros de la
célula. Tiene que ser reservado. Tiene que ser fiel a la palabra que le han dicho.
Será conveniente que le agradezca a la persona por la confianza que le ha
mostrado y a la vez no le decepcione. De esto dependerá que esa persona siga
confiando en usted.
En tercer lugar, deje que la persona le diga lo más posible acerca de lo que le
pasa. No saque conclusiones sin tener mayor conocimiento. Si usted dice algo sin
estar plenamente seguro puede suceder que el lugar de decirle algo acertado le
diga algo que no le ayudará. Siempre piense cuál será la voluntad de Dios para
esa situación y cómo puede Dios resolverlo a través de su Palabra.
Dios quiere que nos ayudemos unos a otros en amor. Cuando usted tenga la
oportunidad de aconsejar a alguien procure no ocupar palabras duras u
ofensivas, ni condenar a nadie, ni sacar conclusiones infundadas, muestre mejor
la casta de hijo de Dios que usted tiene.
El Pastor celular debe ser muy cuidadoso con las personas que delega para la
supervisión. Además de ser los más destacados deben ser personas fieles al
sistema celular, y comprometidos con la visión de la Iglesia. Si usted pone un
supervisor y éste en lugar de velar por el bienestar de las células incentiva a los
líderes para que hagan lo que quiera usted tendrá dentro de poco un derrumbe
de ese sector. Gran parte del éxito de las células depende del buen trabajo que el
supervisor realice. Enséñele como supervisar la célula, pues, así el trabajo no se
debilitará.
En segundo lugar, cuide el orden de la célula. Que no haya más coros de los
que debe haber ni que haya comentarios inoportunos. Que no se extienda la
reunión por pláticas improductivas. El Espíritu Santo es ordenado. Que ninguno
de sus líderes tome como ejemplo al Espíritu para hacer las cosas
desordenadamente.
En cuarto lugar, tome nota de la asistencia. Que algún líder infle números no es
cosa del otro mundo. Es algo que comúnmente sucede. Si usted está atento de lo
que pasa en su célula tendrá también la realidad del crecimiento de su sector.
En quinto y último lugar note el trato que el líder y los demás hermanos les
dan a los invitados. Que les den la atención debida. La reunión no fue hecha para
que los hermanos se aíslen en un círculo de amistad. Es para que se le dé tiempo
a los invitados. ¡La reunión es para los invitados!
Estos son sólo algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de visitar la célula.
Recuerde que usted no dará a entender que está supervisando todos estos
aspectos. Actuará con naturalidad y como un invitado más. Se centrará en hacer
sentir bien a los invitados igual que los demás hermanos.
Para sugerir algo no es necesario decir las cosas pesadamente. Por otro lado el
supervisor no es alguien que tiene autoridad para regañar sino para animar a sus
líderes a hacer las cosas bien. No es ordenar sino animar. Ni el supervisor al ver
un error tiene autoridad para quitar a alguien. La supervisión no es un grado de
jefatura sino un privilegio para animar y mantener el orden. Son los ojos del
pastor.
EL SUPERVISOR:
UNO CON EL PASTOR DE ZONA.
Como supervisor debe tener una comunicación absoluta con su pastor de zona. El
Pastor de zona no debe ignorar nada de lo que pasa en las células de su sector. El
supervisor a la vez no debe tomar ninguna decisión sin antes haberla consultado
previamente con su pastor de zona o de Area. Es cierto que hay situaciones que
pueden ser fácilmente remediadas entre el líder y el supervisor, pero, existen
otras que deben ser primero expresadas al pastor encargado de la zona.
El sistema celular trabaja como una gran familia. Es una red de evangelización.
Siendo el supervisor el que vela de manera más cercana el trabajo celular, es
importante que tenga una comunicación y unidad de ideales con su pastor. Esto
hará que el pastor este informado y haga los cambios que considere necesarios
para que las cosas vayan marchando bien.
El encargado del sistema celular debe estar atento a evitar ese problema. Que el
pastor de zona sea abierto a escuchar, mantenga la cercanía con sus
supervisores. De lo contrario será el último en darse cuenta de las situaciones
que están pasando en sus células.
Está comprobado que los sectores dónde hay crecimiento son a la vez donde hay
una mejor comunicación entre el líder y el supervisor, y el supervisor y el pastor
de zona.
La Biblia nos enseña que en este cuerpo, que es la iglesia, todos cumplimos una
función determinada. Cuidemos de estar haciendo esa función adecuadamente
para que todo el cuerpo funcione de manera sana.
necesita quien le esté acusando, es mejor alguien que comprenda, pues, podrá
ayudar mejor que una persona que sólo ofende y es áspero con sus palabras.
Un amigo confía. Igual un supervisor debe darles confianza a sus líderes. Deje
que ellos trabajen con cierta libertad. No deje que lo vean como una persona que
no puede confiar ni en los más mínimos detalles. Cuando uno confía en las
personas puede sacar de ellos el mejor potencial. Usted no sabe de lo que sus
líderes son capaces si les da un poco de confianza.
Un amigo respeta. Evite ser alguien irrespetuoso con sus líderes. Sepa tener
confianza, pero, bajo el margen del respeto. Recuerde que usted tiene que ser
ejemplo con ellos. Pero, si usted es irrespetuoso, lo más probable es que ellos se
vuelvan irrespetuosos con usted.
Un amigo es fiel. Los supervisores son fieles a sus líderes. Si usted no es fiel a
ellos, tampoco lo serán con usted. Es dañino que un supervisor ande denigrando
a sus líderes con otras personas. Lo más probable es que le paguen con la misma
moneda.
Lamentablemente, estás palabras del Señor Jesús son muy poco tomadas en
cuenta a la hora de servir a Dios. A pesar que ya pasaron dos mil años desde que
esto fue dicho algunos cristianos siguen teniendo la idea que el mayor es el que
es servido y ostenta de muchos privilegios. Grave error.
Un buen supervisor es el que sirve a los demás. No vea su posición como ser más
sino como ser menos. Eso le hará servir de mejor manera, pues, cuando uno se
cree grande tiene los ojos cerrados para servir, pero, cuando se es humilde hay
más fácilmente amor por el prójimo.
Sirva a sus líderes en todo lo que sea necesario. Si tienen problemas para
entender la enseñanza de la guía, instrúyalos usted personalmente. Dedíquese a
ayudar a todos en lo que sea necesario. Un conocido escritor dijo: “LA GENTE NO
SE INTERESARÁ EN TI A MENOS QUE TÚ TE INTERESES EN ELLOS.” Dicho por J.
Maxwell.
No hay nada de mayor beneficio para la obra de Dios que servir a nuestros
prójimos. Tus líderes, anfitriones y colaboradores sabrán que tú te interesas por
ellos en la medida en que tú te intereses realmente por ellos. Pero, dedícate a
servir. Ese es el trabajo de mayor honra que todo ser humano puede realizar.
Invierte oración cada día delante de Dios por ellos. Invierte dinero y tiempo en
ellos. Ayúdales a sus necesidades en la medida de lo posible. No permitas que la
petulancia entre en ti porque eso te hará un supervisor que la gente desobedezca
y no quiera por nada del mundo seguir.
Usted debe decidir que tipo de supervisor quiere ser. Si es de los que no aman a
la gente y aún quiere que todo lo que sus líderes hagan sea lo mejor usted está
perdido, es digno de lástima y no vale la pena seguirlo. Es un daño para la obra
de Dios.
Estos mandos medios fungían un papel de supervisión dentro de Roma. Eso les
daba el éxito. Que en lugar de ser mandamases eran buenos servidores. ¿Cómo
están los mandos medios en su iglesia? ¿Se dedican a servir o a imponer?
El supervisor debe tener iniciativa, no esperar a que otros tomen las decisiones
que él debe tomar ni tampoco atenerse a que otros hagan el trabajo que él debe
hacer.
Tener iniciativa significa prever cualquier problema antes que éste suceda. En
algunas ocasiones se da problemas en las células que el supervisor podría haber
solucionado si hubiera previsto a tiempo la situación. Algunos aunque se dan
cuenta de ello no lo hacen por medio a que la situación se salga de control.
Las mejores células siempre son las que tienen la mejor supervisión.
El supervisor no debe dejar sus palabras nada más en el rango de las palabras.
Debe actuar con iniciativa e ir adelante dando el ejemplo.
La iniciativa implica siempre estar cerca de los líderes y ayudarles en lo que sea
necesario. Si un líder está enfermo el supervisor atiende la célula, y oran por él.
Aunque un buen líder siempre tiene alguien que sea su repuesto, que viene a ser
el asistente de líder. Por lo menos, eso es lo que hace un líder con iniciativa.
Normalmente los supervisores sin iniciativa son los que nunca avanzan, siempre
están esperando que los líderes hagan el trabajo o incluso le sirvan a él, nunca
tienen un plan de trabajo y por consiguiente carecen de una meta. Si en caso las
células de su sector o zona (como usted le llame) sobrevivan lo cierto es que a la
larga otro tomará su lugar.
EL SUPERVISOR CELULAR
ESTABLECIENDO METAS.
Un Supervisor celular no debe trabajar sin metas específicas. Todos sabemos que
las metas son objetivos que nosotros nos trazamos para llevar a cabo en un
período de tiempo específico. Las metas que el supervisor se establecerá serán
hablada previamente con sus líderes y debe mostrar con claridad el tiempo
específico en que se llevará el crecimiento planteado. Tiene que haber una meta
a llevaren un tiempo específico, pues, no podemos llamar meta un crecimiento
que no se sabe cuando se quiere alcanzar.
Muchas personas critican que se establezcan metas porque piensan que en Dios
no se necesitan metas, pues, él hace lo que quiere y en el tiempo que quiere. El
problema es que estas personas no piensan que una meta es un ya un paso de
fe, y Dios respaldará la fe de su pueblo y obrará en la fe de quien la tiene.
Las metas son necesarias en la obra de Dios. No obstante el supervisor debe ser
cuidadoso de dar metas que se puedan cumplir. Deben ser establecidas de
acuerdo a las condiciones que se están viviendo. No ponga metas que excedan la
realidad, pues, esto en lugar de ser un paso de fe se convertirá en un desaliento
para las personas. Los líderes quieren cumplir las metas, no están pensando en
no cumplirlas.
Lo más común para establecer una meta es que comience por una meta general
y ésta se distribuya entre las células. A la vez los líderes entre los miembros. Así
se alcanzarán metas específicas y cada persona sabrá que es lo que tiene que
hacer.
Una de las cosas por las que los supervisores fracasan en el cumplimiento de las
metas es debido a la falta de motivación. El supervisor debe respirar a células. En
cada oportunidad disponible animar para que se cumpla la meta establecida.
Recalcarlo en las reuniones, escribirlo en las paredes, anunciarlo en los hogares
que visita, hablarlo constantemente con los líderes, aumentar la fe de los que no
creen para que ellos también busquen el cumplimiento de las metas.
El supervisor que se acerca a Dios junto con sus líderes logrará cada una de sus
metas. Estoy seguro que el éxito no esta en las metas sino en la fe en Dios para
que estas se cumplan.
Los seis errores que muestro a continuación son muy comunes en las iglesias que
tienen problemas con el crecimiento y multiplicación de las células. No pretendo
decir que éstos son los únicos seis errores que se cometen, hay más, pero, yo me
limitaré a ellos solamente.
Cubrir una o varias células: Un supervisor que está cubriendo una célula o
varias en verdad no es un supervisor. Un supervisor necesita tiempo para
conocer la situación de sus células. Yo recomiendo mejor cerrar las células que no
tienen líder hasta que se consiga uno. Por tapar un hueco se abrirán en cada
célula que quedará descuidada. Lo que sucede es que algunos supervisores
hacen esto para que no hayan problemas dentro de sus sectores. Esta no es la
manera de evitar los problemas. Es una forma de conseguir problemas más
amplios.
Ser impuntual: No sólo en cuestión de horarios sino en sus visitas a las células.
Un supervisor tiene que visitar sus células con responsabilidad. Si tiene cuatro
células por lo menos debe visitarles tres veces al mes. Es un error no ser puntual
en las visitas a las células. La gente se crea una imagen del supervisor de que es
irresponsable. Cuando yo tenía supervisores a mi cargo recuerdo que unos líderes
se expresaban muy mal de uno de ellos. La situación era que casi no los visitaba.
A algunos ni una vez al mes. Para colmo cuando los convocaba a reuniones él
llegaba media hora después. Pero, si llegaba puntual regañaba a sus líderes si
llegaban cinco minutos tarde. Nota usted que error y grave injusticia.
célula. Al final del año podrá evaluar sin ninguna dificultad. Que negligencia seria
o saber como está cada célula.
Hemos visto seis errores comunes que puede cometer un supervisor en el trabajo
celular. Es mejor ser cuidadoso de no cometerlos para no hacer que la obra de
Dios pase por momentos difíciles.
A la vez el pastor tiene que velar para que los supervisores trabajen
adecuadamente.
Uno de los problemas que he notado en aquellas iglesias donde se comienza con
el sistema celular es la de elegir anfitriones inapropiados para las células
permanentes. Algunos líderes o supervisores con el afán de abrir varias reuniones
a la vez se van abriendo células sin saber donde lo hacen. El problema de esto es
que en lugar de ser una bendición se vuelve una maldición. Si usted elige a un
anfitrión inapropiado para el trabajo celular sólo estará afectando el sistema. No
podemos elegir gente de mal testimonio ni tampoco inconversos para las
reuniones permanentes. Ni siquiera de otras congregaciones porque los
hermanos de otras iglesias tienen una visión diferente, y además no se puede
servir a dos señores. No porque ellos sean malos sino porque el ser anfitrión
permanente requiere responsabilidades permanentes con los invitados y el
trabajo celular de la iglesia.
Usted puede abrir tres reuniones a la vez. En cualquier lugar. Todos le felicitaran.
Pero, si esos lugares son inapropiados así como se abrieron se cerrarán.
Supongamos que usted abre reunión en la casa de un hermano que tiene
problemas familiares con su esposa y todos los vecinos pasan oyendo sus
discusiones. La gente no asistirá y si asiste será solo para ver que tan
sinvergüenzas son los hermanos que abrieron reunión en ese lugar. Después el
nombre de la obra hecha por usted será manchado y eso marcará un mal
precedente para futuras reuniones. Al final se cerrará y al fin entenderá que ese
trabajo fue en vano.
De buen testimonio: No puede ser una persona que tenga malas actitudes.
Que no sea alguien que lleve una vida doble. Si usted abre una reunión en la casa
de alguien de mal testimonio después se arrepentirá. Que sea hospedador,
amable con las personas, de una familia estable y temeroso de Dios.
Estas palabras se las dedico a todos aquellos que están apresurados para abrir
células sin pensar en sí estas células son la voluntad de Dios. Aquí hay algunas
reglas fundamentales para abrir una célula.
Que cada célula tenga su líder: Esto significa que no se puede abrir una
célula sin líder.
Que cada célula tenga colaboradores: Algunos líderes son anfitriones y a la
vez colaboradores. Es mejor que cada célula antes de abrirse ya llevé por lo
menos dos colaboradores más el anfitrión y el líder. Con cuatro hermanos ya se
está hablando de una mejor forma de delegar, de repartir el trabajo y un mejor
trato a las personas. Antes de abrir una célula usted debe responderse estas
preguntas: ¿Cuántas personas serán los colaboradores? ¿Quiénes están
dispuestos? ¿Será conveniente esta distribución?
Que cada célula tenga un anfitrión fiel: Lo que hemos venido hablando y
hemos repetido varias veces. El anfitrión debe tener las características de un
buen anfitrión. Que tenga la disposición de recibir a cualquier persona. Que
colabore con su líder y ame a las personas. Sino es así porqué usted abrirá una
célula en la casa de una persona pedante u orgullosa. No tiene sentido.
Que cada célula sea planificada: Nosotros incluso tenemos el cuidado de
planificar el mejor momento para abrir una célula. Visualizamos la fecha,
preparamos a los invitados con anticipación y entonces la abrimos. Damos a
conocer a nuestros anfitriones antes de abrir la célula y oramos por ella una
semana antes en el momento que se produce la planificación. En la célula madre
se anuncia la partición y se habla sobre cómo quedarán las dos células.
Hay algunos aspectos importantes para todo grupo celular. Algunos preguntan
acerca de qué debe tener una reunión celular para que siempre hayan personas
que se interesen por ella.
Para mí hay cuatro cosas esenciales para que en una célula haya un ambiente
adecuado. Todos los grupos celulares cristianos deben tener esto si desean tener
éxito.
uno de nosotros que lleva la Palabra aún las células más estériles comienza a dar
fruto. La Palabra que usted transmita debe llevar el mensaje del evangelio:
· Salvación: No olvide hablar de la salvación de Dios. El Señor vino a Salvar
(Jn. 3:16; Jn. 1:12; Lc 4:18). Cuando un líder comienza a utilizar su célula para
desahogar sus sentires, desquitarse con alguien, condenar a los que le
desagradan ¿Estará transmitiendo el mensaje?
Oración por las necesidades de los miembros: Finalmente, en toda célula debe
haber oración constante por los miembros de la célula. Ore por cada invitado. En
una célula donde hay oración suceden cosas maravillosas. Dios hace
cumplimiento a su Palabra y las personas son muy motivadas cuando esto es así.
Ya hemos insistido mucho sobre la oración en otros temas. Ahora sólo me limito a
darle el mensaje de Pablo: Orad sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17) Usted ya sabe
que significa eso.
La célula es uno de los lugares más cercanos donde las personas pueden
acercarse a Dios y hallar esperanza. Hagamos de ese lugar el medio que Dios
utilice para encontrar bendición y llevarla a nuestros invitados. Si usted es líder
luche para que su célula sea lo que Dios desea.
Como supervisor o pastor de zona no trate a sus líderes como servidores ni como
sus esclavos. Recuerde que somos partes diferentes del cuerpo de Cristo y como
tales necesitamos los unos de los otros.
Por lo menos hay cinco cosas que todo supervisor o pastor debe hacer para tratar
adecuadamente a sus líderes celulares.
Felicítelos seguido: Un líder para estar motivado necesita saber lo que está
haciendo bien. El encargado de un sector debe ser cuidadoso en animar a sus
líderes para que estos hagan bien las cosas. Cuando hagan las cosas
correctamente déles las gracias, felicítelos, hágales ver la recompensa que de
Dios obtendrán. Aunque las palabras que usted puede darles no sean materiales
el recibirlas puede darles motivación. Aunque la verdadera recompensa venga de
Dios la verdad es que necesitan saber que alguien los apoya en sus acciones y
éxitos.
Anímelos a buscar otros líderes: Como supervisor o pastor procure que sus
líderes se sientan totalmente involucrados con el trabajo de su iglesia. Que ellos
sean reclutadores de nuevos líderes. Que no dejen ni un momento de trabajar por
el liderazgo celular. En verdad, todo líder que se siente involucrado fácilmente
anima a otros a esta tarea.
Haga lo que quiera que ellos hagan: Finalmente, parte del buen trato a sus
líderes es no actuar con injusticia. Vaya adelante en todo proyecto e idea que
usted les plantee a ellos. El ser ejemplo será fundamental para que sus líderes le
obedezcan y le crean. Pero, si usted les pide cosas que ni siquiera usted es capaz
de llevar ellos no pensarán que usted es alguien comprometido.
Como usted puede notar el trato adecuado a los líderes no sólo tiene que ver
con cuestiones de palabras sino de acciones personales que usted tome. No sólo
se trata de ser amable con ellos sino de hacer todo lo posible para que ellos sean
mejores. Usted puede ser amable pero no ejemplar. Puede felicitarlos pero no
mejorarlos con capacitación constante. Tiene que ser algo integral.
Algunos líderes se quejan de la dureza de las personas para asistir a sus células.
La verdad es que la dureza con que ellos se acercan a las personas es la razón
por la que ellos no experimentan el tener más personas en sus reuniones.
No sólo los líderes deben saber invitar, aunque es fundamental que los lo sepan.
Son los miembros quienes deben ser expertos en acercarse a otras personas,
pues, sobre ellos recae la mayor responsabilidad de acercarse a otros.
ORE POR UNA PERSONA ESPECÍFICA: De sus conocidos elija una persona por
la cual orara para que se convierta en su invitado. Ore para que su corazón sea
tocado y pueda atender su invitación. Si es una persona religiosa quizá sea
necesario orar para que esas cadenas de incredulidad y religiosidad sean rotas.
Explíquele al Espíritu Santo que si él no hace la obra no importara cuanto se
invite, será en vano. Mientras usted más se identifique con Dios a favor de sus
invitados mejor serán los resultados. No hay camino donde la oración no pueda
entrar.
Llevar un invitado a un grupo celular es más que números. No es sólo para llenar
estadísticas. Es para que muchas más personas lleguen al conocimiento de Dios.
Eso es cierto, pues, es así como de manera elemental podemos decir que
comienza esta horrenda enfermedad en los seres humanos. Quizá esta realidad
pueda ser bien aplicada al sistema celular, pues, la manera en que se trabaja es
muy idéntica.
Ninguna célula debe dejar de formar líderes. No deben existir células sin visión
celular. No debe haber un miembro que no tenga como prioridad la
multiplicación.
Nosotros animamos a nuestros miembros a nunca creer que una célula será el
lugar donde ellos estarán para toda la vida. El problema es da cuando algunas
veces una reunión ya sobrepaso los límites y tiene todas las características para
multiplicarse y aún así sigue sin hacerlo. Esto por razones como que están
encariñados los unos con los otros, que creen que no necesitan hacerlo porque
han crecido, pero, sin formar líderes para multiplicarse.
Cuando no hay multiplicaciones son varias cosas las que pueden estar pasando:
Cuando era líder mi célula se multiplicó diez veces. Todavía hoy sigue
multiplicándose según me han contado. Las células que se multiplican no
mueren.
EL LIDERAZGO CELULAR Y LA FE
El trabajo celular no debe tomarse como algo monótono o hasta religioso. Los
grupos celulares son el movimiento vivo del Espíritu Santo a través de reuniones
en las casas.
1. Crea en Dios que hará lo que desea en su célula: Establezca metas y confíe
en Dios. Cada día que pase confiese que el Señor hará la obra en su célula.
Transmítalo a sus miembros y no deje de tener fe. Josué creyó y la tierra se paró
en su orbita. Moisés creyó y el mar fue abierto. David creyó y mató al gigante. Si
ellos lo lograron por la fe nosotros también podemos. Todo es posible para aquel
que cree.
2. Ore por sus metas y transmítalo a sus miembros: En varias ocasiones lo he
mencionado. Y es que la oración debe ser constante y especifica por las metas
celulares. Transmita la necesidad de oración con fervor. Ore con pasión. Póngase
de acuerdo con los miembros de la célula para orar. Cuando uno ora por las
metas las está poniendo en las manos de Dios para que él haga su voluntad.
3. No permita que otras personas contaminen a sus miembros: La falta de fe
es una enfermedad que ataca al sistema celular. No permita que los que no creen
ganen terrenos. Que sus miembros crean a pesar de las circunstancias. Que sus
líderes no se dejan contaminar por los negativos. Que no sean incrédulos sino
creyentes. Eso desea el Señor. Los líderes deben ser personas que compartan la
visión de sus superiores y deben hacer que las personas crean que todo se puede
lograr a través de la fe. Sólo por medio de la fe se puede alcanzar lo imposible.
Sólo por medio de la fe podemos cumplir las metas. Los divisionistas, los
negativos, los incrédulos y todos los que no van acorde al sentimiento de Dios
son personas peligrosas.
4. Fe en Dios es pensar en grande: Aquellas personas que tenían fe en Dios
hacían cosas grandes para él. Que su fe no sea minúscula. Crea en cosas grandes
para su célula. Cuantos de nosotros no hemos conocido líderes celulares que han
creído a Dios y han conquistado localidades por medio de decenas de células.
Usted sepa que cuando un grupo celular llega suceden cosas extraordinarias.
Dios salva al perdido, cambia de vida al pecador, sana a los enfermos, cambia en
estilo de vida de las comunidades, trastorna países enteros. Y como Dios está en
las células sabemos que él es efectivo en cumplir su Palabra.
5. Fe en Dios es pensar en lo imposible: A veces lo grande es alcanzable Pero,
la fe va más allá. La fe ve lo imposible como posible.
6. Fe es saber que Dios tiene el control de todo: Finalmente, la fe no se basa
en nuestra grandeza ni elocuencia, ni tampoco en nuestros cálculos. Es una obra
de Dios. Es porque Dios tiene control de todo. Así que, lo único que debemos
hacer es creerle a Dios que él hará su obra poderosa. Abraham le creyó a Dios y
hoy es padre de multitudes. Igual usted como pastor, supervisor, líder o miembro
de célula lo más importante para tener fe es creerle a Dios. Creer en sus
promesas, creer en su poder, creer que él es Dios de cielos y tierra.
El liderazgo celular que cualquier agente del las células pueda tener no depende
de factores personas. El proyecto de Dios de reuniones en las casas es un
proyecto divino que camina a través de las células. ¿Quieres comenzar?