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Definición.
Es el proceso que se relaciona con el acortamiento excesivo de las extremidades del ADN,
(telómeros)
Los telómeros son los extremos de los cromosomas. Son regiones de ADN no codificante,
altamente repetitivas, cuya función principal es la estabilidad estructural de los cromosomas en
las células eucariotas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. Además
están involucradas en enfermedades tan importantes como el cáncer.
Telomerasa: es una enzima formada por un complejo proteína- acido ribonucleico con actividad
polimerasa que es producida en células germinales embrionarias que permiten el
alargamientote los telómeros, encargada de restituir la longitud del telómero haciendo copias
de la secuencia TTAGGG y AAUCCC.
La tabla 1 muestra algunas de las teorías mas utilizadas para explicar los cambios que se
producen durante el proceso del envejecimiento.
Debido a que el
envejecimiento se
manifiesta en un
gran número de
alteraciones a
cada nivel de
organización
biológica, es
probable que
todas estas
teorías (o al
menos algunas de
ellas) tengan algo
de razón, por lo
que
comentaremos
brevemente las más importantes. En cualquier caso en la actualidad las teorías que propongan
una causa única del envejecimiento (molecular, celular o fisiológica) están siendo abandonadas
en favor de "teorías integradoras" que combinan conceptos clásicos y modernos y dan una
explicación más satisfactoria del proceso del envejecimiento.
Esta teoría establece que el envejecimiento es debido a mutaciones aleatorias que ocurren en
las células post mitóticas, como resultado de la acción de mutágenos químicos, agentes
ionizantes. A favor de esta idea tenemos el hecho de que los animales sometidos a irradiación,
normalmente presentan un acortamiento de su vida media. En este sentido el periodo medio de
vida de una especie podría estar determinado por el tiempo que tardan sus miembros en
sucumbir a dosis letales de mutágenos.
El valor de esta teoría es limitado ya que no puede responder a fenómenos importantes como
por ejemplo:
Así pues esta teoría, aunque puede explicar algunas anormalidades que se presentan durante
el curso del envejecimiento, no puede considerarse como un mecanismo a nivel general.
Propone que las partes integrantes de los organismos se desgastan debido simplemente al uso
repetido. Esta teoría supone que la actividad normal de las células conlleva a una serie de
desordenes. Así por ejemplo puede ocurrir un daño en el DNA o en otros sistemas enzimáticos
como consecuencia de la acción de radicales libres, de un aumento de la temperatura.
Esta teoría permite explicar porqué los órganos adultos sufren una degeneración gradual con la
edad. Sin embargo es demasiado simplista al intentar igualar el desgaste biológico y físico. En
este sentido podemos encontrar ejemplos en los que el uso repetido no solamente no deteriora
las células y los organismos, sino todo lo contrario: por ejemplo el uso muscular repetido
(=gimnasia), fortalece los organismos, y el mantenimiento de una cierta actividad mental tiene
un efecto favorable sobre las funciones cognitivas en los sujetos de edad.
Otro grupo de autores mantienen que no es el genoma nuclear sino el mitocondrial el blanco
inicial de la desorganización que ocurre durante el proceso del envejecimiento. La especial
vulnerabilidad del DNA mitocondrial (que conlleva a su total desaparición en algunos tipos de
células) se debe fundamentalmente a:
Los datos experimentales parecen sugerir (al menos en Drosophila y nemátodos) que el
aumento en la duración de la vida esta en relación con una cierta depresión del metabolismo.
Esto apoya las ideas sobre el papel desorganizador que juegan los radicales de oxígeno que se
liberan durante la respiración mitocondrial.
Otras teorías
Aparte de las comentadas anteriormente existen otras teorías que pretenden explicar los
cambios que se producen durante el envejecimiento. Entre estas teorías están:
Unos de los conceptos clásicos sobre las causas del envejecimiento es la teoría del desgaste
de las células somáticas como consecuencia de su trabajo fisiológico. Una versión más
moderna, expresada en lenguaje bioquímico, es la teoría de la toxicidad residual del oxígeno
según la cual el envejecimiento tiene lugar a una ligera insuficiencia de las defensas contra la
toxicidad del oxígeno y los radicales libres. Las teorías de PEARL que sostienen que la
intensidad del metabolismo aerobio controla el ritmo de la desorganización senil, están de
acuerdo con la observación de que en las células viejas se da una disminución de las
mitocondrias (que son los orgánulos donde se liberan la mayor parte de los radicales libres de
oxígeno).
Según esta teoría no habría envejecimiento mitocondrial en las células que no han perdido la
capacidad mitótica, debido a que estas mitocondrias están protegidas por un mecanismo
rejuvenecedor de gran eficacia que es la frecuente renovación de macromoléculas (incluidos
los lípidos estructurales y las proteínas hidrofóbicas de la membrana mitocondrial interna). Esta
renovación se produciría fundamentalmente a través del proceso de división mitocondrial que
tiene lugar durante la mitosis. Por el contrario en las células diferenciadas, el recambio de los
componentes de las membranas mitocondriales es
mucho más lento y por lo tanto estas membranas son
más vulnerables a la desorganización y a la
degradación lisosomal. Esto conllevaría a la aparición
de cantidades crecientes de mitocondrias
degeneradas, que se manifiestan
ultraestructuralmente como gránulos de lipofucina.
En esencia esta hipótesis mantiene que a causa del ambiente mutagénico y la relativa
desprotección del genoma mitocondrial, el envejecimiento surge debido a una gradual perdida
del contenido mitocondrial, lo cual conllevaría a la desorganización del resto de organelas y a
cambios bioenergéticos y fisiológicos a nivel celular y de los organismos, que se traducirían en
la disminución de la resistencia al estrés que caracteriza al envejecimiento.
Cambios celulares que acompañan al envejecimiento.
Durante el proceso del envejecimiento se producen a nivel celular una serie de cambios
morfológicos y fisiológicos. Algunos de estos cambios se presentan en la tabla 3.
Fig. 5
MUERTE CÈLULAR
Definición:
En primer lugar debemos diferenciar la muerte celular de la muerte del individuo. Así, por
ejemplo, debemos decir que constantemente tenemos células en nuestro organismo que se
están muriendo, pero no por eso el individuo muere. También hay que decir que la muerte es
un proceso. Por tanto, la célula en fase de muerte va perdiendo algunas de sus funciones hasta
que se muere.
Debemos diferenciar entre dos tipos de muerte: necrosis y apoptosis. La necrosis es la muerte
celular resultado de una inflamación (por falta de oxígeno, por agentes externos como el calor,
frío,...). En cambio, la apoptosis (descubierta no hace mucho tiempo) es la muerte celular
programada, es decir, la célula se "suicida" ya que activa una serie de proteínas (caspasas
sobretodo) que la autodestruyen.
La necrosis
Puede definirse como la muerte celular patológica reconocible por los signos morfológicos de la
necrofanerosis. Estos son: en el citoplasma, hipereosinofilia y pérdida de la estructura normal;
en el núcleo, picnosis, cariolisis o cariorrexis. La picnosis es la retracción del núcleo con
condensación de la cromatina; la cariolisis, la disolución del núcleo; la cariorrexis, la
fragmentación del núcleo en trozos con cromatina condensada. Las alteraciones del citoplasma
y núcleo son coexistentes. La picnosis, cariolisis y cariorrexis no constituyen etapas de la
alteración nuclear; representan, aparentemente, formas distintas de reacción. En esta definición
se destacan dos ideas: por una parte, el carácter patológico de la necrosis como la
manifestación más grave de enfermedad a nivel celular; por otra, la base morfológica, dada por
los signos de la necrofanerosis, en el reconocimiento de la necrosis.
La primera idea excluye de la necrosis toda muerte celular que no sea manifestación de
enfermedad, es decir la apoptosis que ocurre en la muerte celular normal en los tejidos lábiles,
es decir, en los que están sometidos normalmente a un recambio de células, como los
eritrocitos, las células epidérmicas, las células de los epitelios respiratorio y digestivo, etcétera.
Se excluye también la muerte celular dentro del proceso de remodelación de órganos en
desarrollo. No abarca tampoco la muerte celular que ocurre en el organismo muerto, como
fenómeno cadavérico. No comprende, por último, la muerte de células separadas del
organismo y producida por la acción de líquidos fijadores, pues dicha muerte no es
manifestación de enfermedad.
La segunda idea excluye de la necrosis otras formas de muerte celular patológica o apoptosis
asociada a condiciones patológicas, que no se manifiestan en los signos de la necrofanerosis,
así por ejemplo, la muerte celular por la que puede producirse una atrofia numérica.
Necrobiosis
Se llama necrobiosis el proceso celular que media entre el momento en que la célula muere y
el momento en que se presenta la necrofanerosis. Durante este periodo la célula no muestra
alteraciones a la microscopía corriente; con este método de examen la necrobiosis dura 6 a 8
horas. Con el microscopio de fase contrastada pueden verse algunas alteraciones nucleares a
las 2 horas de ocurrida la muerte celular y a las 4 horas: núcleo granular y núcleo con halo
brillante, respectivamente. Con el microscopio electrónico se encuentran las primeras
alteraciones consideradas irreversibles entre 1 y 2 horas después de iniciada una isquemia
experimental en el epitelio hepático y tubular renal y de 20 a 60 minutos en las fibras
miocárdicas, esto es muy poco antes del momento en que parece ocurrir la muerte celular (60
minutos en los epitelios indicados, 30 minutos en fibras miocárdicas). El concepto de
necrobiosis, sin embargo, nació del estudio con microscopía de luz.
Necrofanerosis
Los signos de necrofanerosis están definidos claramente con microscopía de luz, se presentan,
por lo general, no antes de 6 horas de ocurrida la muerte celular y pueden persistir días o
semanas e incluso meses. En neuronas necróticas del hombre los primeros signos de la fase
siguiente, la necrolisis, se observan en el núcleo a los 5 días de ocurrida la muerte celular.
Necrolisis
Genesis Causal
Los factores que pueden producir necrosis son de naturaleza tan variada como los indicados en
la etiología general. Dos son sin embargo los que se han usado más frecuentemente para
comprender la patogenia de la necrosis: la hipoxia por isquemia y ciertos factores tóxicos como
las radiaciones ionizantes.
Patogenia
En este modelo la alteración primaria en la célula se produce en las mitocondrias, en las que se
frena la oxidación fosforilativa y disminuye así la producción de ATP. El descenso de ATP tiene
fundamentalmente dos consecuencias: puesta en marcha de la glicolisis (anaeróbica) y
detención de los procesos activos que requieren ATP. La glicolisis lleva a un rápido consumo
del glicógeno, acumulación del ácido láctico y descenso del pH, al que se atribuye la
condensación de la cromatina nuclear. Los procesos activos que se detienen son tres: bomba
de sodio, agregación de los polirribosomas junto a la membrana del retículo endoplasmático y
captación de calcio en las mitocondrias. Así, se producen entrada de agua y sodio a la célula y
dispersión de los polirribosomas. La célula y las mitocondrias aparecen hinchadas; los gránulos
mitocondriales desaparecen; el retículo endoplasmático se halla dilatado; los polirribosomas
dispersos. Estas alteraciones son reversibles y se desarrollan en los primeros 15 minutos de
hipoxia. Alrededor de los 20 minutos se producen cristolisis y aparecen floculaciones de la
matriz de las mitocondrias, que indican aparentemente lesión irreversible de la célula. Estas
floculaciones parecen corresponder a proteínas desnaturalizadas. No está aclarado
exactamente por qué se produce esta alteración.
En este modelo la noxa corresponde a radicales libres producidos por la radiación ionizante. La
lesión primaria se produce en la membrana celular. Las alteraciones que siguen son similares a
las de las últimas fases de la necrosis por hipoxia, fases en que la entrada de iones de calcio al
citosol, la activación de las enzimas y las lesiones de las membranas celulares desempeñan el
papel principal. Las lesiones mitocondriales se producen tardíamente en comparación con la
necrosis por hipoxia. Entre otras noxas que actúan de manera similar a las radiaciones
ionizantes, está el tetracloruro de carbono.
c. Necrosis de reperfusión
Formas de Necrosis
a. Necrosis de coagulación
b. Necrosis de colicuación
El páncreas también tiene un alto contenido en lipasas, que, al necrosarse las células, se
liberan y actúan sobre el tejido adiposo vecino: se produce una adiponecrosis (mal llamada
"necrosis grasa"). En la adiponecrosis se lisan los triglicéridos y se liberan grandes cantidades
de ácidos grasos; se producen así jabones de calcio lo que da un aspecto finamente granular
basófilo a los focos necróticos.
a. Gangrena isquémica
Se produce en la piel y tejidos blandos subyacentes, con mayor frecuencia en las extremidades
inferiores debido a obstrucción arterioesclerótica. La necrosis se produce por la isquemia y
sobre el tejido necrótico actúan secundariamente los gérmenes saprófitos de la piel. Según
cuáles sean las condiciones del tejido comprometido, se produce una gangrena isquémica seca
o húmeda.
Gangrena seca. En esta forma la evaporación del agua produce rápidamente una desecación
de la piel comprometida, que se transforma en una lámina acartonada, pardo negruzca, seca.
El territorio comprometido queda bien demarcado, los gérmenes no penetran en la profundidad,
no se produce intoxicación del organismo.
Gangrena húmeda. Especialmente cuando hay edema o la piel está húmeda, los gérmenes
penetran en los tejidos subyacentes, donde proliferan y dan origen a un estado tóxico; el
territorio comprometido, pardo verduzco, no queda bien delimitado.
b. Gangrena infecciosa
En esta forma la necrosis y la gangrena son producidas por gérmenes; gérmenes anaeróbicos
que actúan sobre tejidos ya desvitalizados generalmente por una inflamación. Esta forma de
gangrena se observa en las vísceras, en que el territorio comprometido aparece reblandecido,
friable, en forma de colgajos, a veces con burbujas de gas producido por los gérmenes. La
gangrena infecciosa es altamente tóxica, se la encuentra como complicación de
bronconeumonías o pneumonías, apendicitis, colecistitis, metritis y otras inflamaciones.
Frente a las noxas más comunes, en especial, a la hipoxia, el parénquima de un órgano sufre
una necrosis antes que las células del estroma y antes que se produzca una destrucción de la
trama fibrilar. Se habla de una necrosis electiva del parénquima, en que se manifiesta la
vulnerabilidad selectiva del parénquima. Esta necrosis se da como necrosis celular aislada o de
pequeños grupos. La necrosis electiva del parénquima es una lesión frecuente, que las más de
las veces se produce por hipoxia o acción tóxica. La hipoxia, con frecuencia, se debe a un
shock o a una isquemia.
Apoptosis
Es una definición muy amplia, la apoptosis se pude considerar como una muerte celular
“programada”. Es un hecho normal en el que una secuencia organizada de fenómenos conduce
a la muerte de la célula. La muerte por apoptosis es un proceso limpio y ordenado
caracterizado por el encogimiento general del volumen de la célula y su núcleo, pérdida de
adhesión a las células contiguas, formación de vesículas en la superficie celular, deisección de
la cromatina en pequeños fragmentos y englobamiento rápido del “cadáver” por fagocitosis.
En casi cualquier parte donde se busque el cuerpo tiene células indeseables y marcadas para
la eliminación. Por ejemplo, durante el desarrollo embrionario las neuronas crecen a partir del
sistema nervioso central para inervar órganos que se encuentran en la perfiferis del cuerpo. Por
lo general, crecen muchas mas neuronas de las necesarias para la inervación normal. Las
neuronas que llegan a su destino reciben una señal del tejido blanco que les permite sobrevivir.
Las neuronas que no encuentran el camino hacia el tejido blanco no reciben la señal de
supervivencia y al final se eliminan por apoptosis. Los linfocitos T son células del sistema
inmunológico que reconocen y destruyen a las células blanco anormales o infectadas con
patógenos. Estas células blanco se reconocen por receptores específicos que se encuentran
en la superficie de los linfocitos T. Durante el desarrollo embrionario se producen linfocitos T
que tienen recpetores capaces de unirse con firmeza a las proteínas presentes en las superficie
de las células normales dentro del cuerpo. Los linfocitos T que tienen esta peligrosa capacidad
se eliminan por apoptosis. La apoptosis también participa en la eliminación de células que
sufrieron daño genómico irreparable. Esto es importante porque el daño a la copia genética
puede derivar en la división celular no regulada y desarrollo de cáncer. Por último la apoptosis
parece participar en enfermedades neurodegenerativas como las de Alzheimer, Parkinson y
Huntington. La eliminación de neuronas escenciales durante la progresión de la afección
conduce a la pérdida de memoria o la coordinación motora. Estos ejemplos muestran que la
apoptosis es importante para mantener la homeostasis en los organismos multicelulares y que
la falla de la regulación de la apoptosis puede ocasionar daños graves al organismo.
La apoptosis no presenta las fases de necrobiosis, necrofanerosis y necrolisis. Los signos
morfológicos de la apoptosis son muy semejantes a los de la necrofanerosis. En la apoptosis
las alteraciones nucleares representan los cambios más significativos e importantes de la célula
muerta y los organelos permanecen inalterados incluso hasta la fase en que aparecen los
cuerpos apoptóticos. En la apoptosis destacan las alteraciones morofológicas del núcleo frente
a las del citoplasma, a la inversa de lo que ocurre en la necrosis en general. A diferencia de la
apoptosis, la necrosis es una forma de muerte celular que resulta de un proceso pasivo,
accidental y que es consecuencia de la destrucción progresiva de la estructura con alteración
definitiva de la función normal en un daño irreversible; este daño está desencadenado por
cambios ambientales como la isquemia, temperaturas extremas y traumatismos mecánicos.
Los genes que participan en el control de la apoptosis son p53, c-myc y bcl-2.
El aumento de la proteína p53 se asocia a una detención del ciclo celular favoreciendo la
reparación de ADN dañado, que de no ser posible termina con la eliminación de la célula. c-
myc induce apoptosis y aunque hay expresión aumentada, ésta pareciera no ser esencial para
desencadenar por sí sola apoptosis. La expresión de bcl-2 confiere resistencia de las células a
la apoptosis y así promueve la sobrevivencia celular y por lo tanto favorece las mutaciones y la
transformación neoplásica.
Apoptosis ocurre en desarrollo normal, diferenciación celular terminal, recambio celular normal
en tejido adultos, pérdida celular cíclica en tejido maduros, involución, atrofia patológica en
tejidos hormono-dependientes y obstrucción mecánica, y regresión de hiperplasia, inmunidad
celular, neoplasia, quimioterpia y toxinas. Se ha hablado de muerte celular programada. Esto se
debe a que algunas células aparecen como programadas a morir en un cierto momento como
parte de la función o desarrollo normal de los tejidos. Por ejemplo, el desarrollo embrionario
(delección de órganos transitorios, conformación de órganos como en metamorfosis, fusión de
fisuras y surcos como el paladar, etc), recambio celular normal como en epidermis y
maduración normal de células como linfocitos en centros germinales de linfonodos.
Necrosis Apoptosis
La célula completa Inflamación Condensación
Núcleo Picnosis Creciente
Cariólisis
Cariorrexis
Organelos Degeneración Intactos
Degeneración celular Ruptura Cuerpos apópticos
Inmunorespuesta Inflamación aguda Ninguna
Bibliografía:
1.- Apoptosis: It‘s Significance in Cancer and Cancer Therapy. Caerr F. R. y Col. Cancer 1994;
73:2013-2026.
4.- Programmed Cell Death . Edited by Yun-Bo Chi y Col. 1997. Plenum Press. New York.