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//la ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la

República Argentina, a los 4 días del mes de


febrero de 2009, se reúne la Sala I de la Cámara
Nacional de Casación Penal, integrada por el doctor
Juan C. Rodríguez Basavilbaso como Presidente y los
doctores Liliana E. Catucci y Raúl R. Madueño como
Vocales, a los efectos de resolver el recurso de
casación interpuesto por el Fiscal General en esta

causa n̊ 10.201 caratulada: “Navarrete Venegas,

Eduardo Arman s/recurso de casación”, de cuyas


constancias RESULTA:

1̊) Que la Cámara Federal de

Apelaciones de Comodoro Rivadavia revocó la decisión


del Juzgado Federal de la misma ciudad que había
decretado el procesamiento de Eduardo Arman Navarrete
Venegas por el delito de tenencia simple de

estupefacientes (art. 14, párrafo 1̊, de la ley

23.737) y el embargo de sus bienes por la suma de


$1000 (mil pesos), y dispuso su sobreseimiento.
Contra esa resolución interpuso
recurso de casación el representante del Ministerio
Público Fiscal; concedido, fue debidamente mantenido
en esta instancia.

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2̊) Que con sustento en ambos

incisos previstos por el art. 456 del C.P.P.N. el


recurrente sostuvo, en primer lugar, que el cambio de
calificación de la conducta que hizo el tribunal a
quo sobre la base del principio in dubio pro reo es
arbitraria por carecer de todo elemento objetivo o
subjetivo que acredite la finalidad de consumo
personal de la tenencia del material estupefaciente
por la que se lo procesó. En segundo lugar, entendió
que el cambio de calificación no autoriza a declarar
la atipicidad de la conducta sobre la base de que, en
este particular supuesto, la tenencia no afectaría la
salud pública ni a ningún bien jurídico penalmente
protegido. Ello implicaría arrogarse facultades
legislativas que le están vedadas a los jueces,
además del apartamiento del criterio establecido por
la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso
“Montalvo”, sin aportar argumentos nuevos que
justifiquen esa distinta posición.
Por ello, concluyó el Fiscal
General en que el tribunal de la instancia anterior
interpretó erróneamente el segundo párrafo del art.
14 de anterior cita, ya que, a su juicio, se habrían
agregado requisitos que el primer párrafo de esa
norma no exige, como la ostensibilidad o la

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trascendencia de la tenencia para descartar su
aplicación por la figura atenuada.

3̊) Que, durante el plazo previsto

por el art. 466 del C.P.P.N., el defensor oficial


propició el rechazo del recurso de casación. El
cambio de calificación, argumentó, se encontraría
ajustado al criterio establecido por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en el precedente “Vega
Giménez”, toda vez que no sería exigible que la
finalidad de consumo personal deba “surgir
inequívocamente” de las constancias del expediente
sino que la mera posibilidad de que ello fuera así
justificaría la aplicación de la figura atenuada; lo
contrario afectaría el principio “in dubio pro reo” e
invertiría la carga de la prueba. Respecto a la
atipicidad de la conducta adhirió a los fundamentos
de la resolución impugnada y entendió que, atendiendo
al contexto en que la droga fue encontrada, no
existía peligro alguno para la salud pública.

4̊) Que, superada la etapa

prevista en el art. 468 del C.P.P.N., tras deliberar


(art. 469 ídem), y sometido el recurso a
consideración del Tribunal, se plantearon y votaron
las siguientes cuestiones: Primera: ¿Es ajustada a

derecho la resolución recurrida? Segunda: ¿Qué

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decisión corresponde dictar?
PRIMERA CUESTIÓ
ÓN:

El doctor Juan C. Rodrí


íguez Basavilbaso dijo:

A partir del fallo


dictado en el caso “Vega Giménez”, el Alto Tribunal
ha modificado la interpretación que de los párrafos
del art. 14 de la ley 23.737 se venía manteniendo,
considerando que la figura más gravosa para el
imputado no podía ser residual en estos casos, a
partir de lo cual, lo que debía probarse
inequívocamente es que la droga hallada no era para
consumo personal. En tal sentido, partiendo de la
escasa cantidad (0,9 gramos) incautada en el sub
lite, sumada a las circunstancias objetivas y
subjetivas en que ésta fue hallada -en el marco de
una investigación por el delito de abuso sexual en el
que se dispuso el allanamiento del domicilio del
imputado- habrá de compartirse el cambio de
calificación efectuado por el tribunal a quo.
Sin embargo, esta Sala
lleva dicho desde el precedente “Fiscal s/recurso de
casación en autos Echaide, Ariel A. y otro ley

23.737" (causa n̊ 402, reg. n̊ 466, rta. el 8/5/95), en

coincidencia con la doctrina sentada por la Corte


Suprema de Justicia de la Nación al respecto en autos
“Montalvo” (Fallos: 313:1333), que “...al tipificar
como delito la tenencia de estupefacientes para uso
personal el legislador lo hizo sin distinciones en
cuanto a la cantidad, dado que al tratarse de un
delito de peligro abstracto, cualquier actividad

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relacionada con el consumo de drogas pone en peligro
la moral, salud pública y hasta la misma
supervivencia de la Nación...”, criterio éste que
deja definitivamente atrás toda discusión en torno a
la legitimidad de la represión de la tenencia de
escasas dosis de estupefacientes -picadura de
marihuana- verificadas, en el caso, como de 0.9
gramos respecto de Eduardo Arman Navarrete Venegas.
De allí que lleve razón el recurrente toda vez que no
resultan novedosos para el precedente de cita los
argumentos del tribunal a quo y la defensa oficial
ante esta instancia respecto a la ausencia de

lesividad de la conducta incriminada (cfr. causa n̊

7081, “Saavedra, Martín Andrés s/recurso de

casación”, reg. n̊ 9086, rta. el 26 de junio de 2006,

y sus citas, y más recientemente, causa n̊ 9226,

“Barraza, Sergio Clemar y otro s/rec. de casación”,

reg. n̊ 12.711, del 17/10/08).

Por lo tanto, la
cantidad del estupefaciente podrá incidir sobre la
calificación seleccionada y la individualización de
la pena, pero en ningún caso -por exigua que sea y
mientras exhiba principios activos de una de las
sustancias de la lista oficial- en miras a la

desincriminación del encausado (confr. causa n̊ 6710,

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“Menna, Gastón Adrián s/recurso de casación”, reg. n̊

8776, rta. el 4 de mayo de 2006, y sus citas).


Doy por lo expuesto
respuesta negativa a este primer interrogante.
Los doctores Raú
úl R. Madueñ
ño y Liliana E. Catucci

dijeron:

Adhieren al voto
precedente.
SEGUNDA CUESTIÓ
ÓN:

En atención a la forma
en que fue resuelta la anterior cuestión, corresponde
hacer lugar parcialmente al recurso de casación
deducido por el representante del Ministerio Público
Fiscal, sin costas; y en consecuencia, casar la
resolución de fs. 87/89 en cuanto sobreseyó a Eduardo
Arman Navarrete Venegas (arts. 471, 530 y 531 del
C.P.P.N.).
Por todo ello, y en
mérito al acuerdo que antecede, el Tribunal, por
mayoría, RESUELVE: Hacer lugar parcialmente al

recurso de casación deducido por el representante del


Ministerio Público Fiscal, sin costas, y casar la
resolución de fs. 87/89 en cuanto sobreseyó a Eduardo
Arman Navarrete Venegas (arts. 471, 530 y 531 del
C.P.P.N.).
Regístrese, desígnese
audiencia de lectura para el 16 de febrero del
corriente año a las 10:15 hs. y devuélvase a su
origen, sirviendo la presente de atenta nota de
envío.

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Fdo.: Dre. Madueño, Catucci y Rodríguez Basavilbaso.
Ante mí: Reyna de Allende.

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