RECUPERANDO EL PARAISO

PERDIDO
Por: Jorge Villavicencio

MISION CARISMATICA AL MUNDO

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Cali: Colombia
 RECUPERANDO EL PARAISO
PERDIDO
Por: Jorge Villavicencio

Texto Bíblico: Mateo 4:17 “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a

decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” Algo hermoso te
va a suceder, porque tienes el Reino de Dios dentro de ti. Tú eres alguien en ese reino.

INTRODUCCION

Dios es un Dios bueno, tal concepto queda demostrado a través de la creación

del huerto del Edén. Dios no creo nada que pudiera herir o lastimar a Adán y
Eva, pero Satán vino y los tentó induciéndolos a cometer alta traición. Ellos
fueron empujados a ser como Dios. Dios los expulsó del paraíso y este quedó en
la tierra. A partir de ese momento Satanás ha venido gobernando el mundo
ocasionando enfermedades, tribulaciones, sufrimientos en grado superlativo.

También ha estado oprimiendo, deprimiendo, obsesionando, poseyendo a los

seres humanos a fin de que pequen. La política y la educación han fracasado en
sacar al diablo del escenario mundial. Países desarrollados como Francia no
pudieron contener los desmanes de miles de opositores políticos al nuevo
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presidente. Estados Unidos no pudo contener la masacre de 37 personas llevada

a cabo por un estudiante universitario.

Ante esta oscuridad Jesucristo se infiltró y comenzó a afectar el Reino de Satán,

el cuál sintió el desafío del Reino de los cielos en el mundo. Jesucristo no ha
venido a traer Religión o Ritualismo sino su propio Reino, él vino a restituir el
paraíso perdido, no solo trajo el Nombre, sino el Poder del Reino de Dios.

El Reino de Satanás fue desafiado en cada esquina de tal manera que el Diablo
se sintió agredido. Satanás no sabía que al matar a Cristo en la cruz se destruía
así mismo. Satanás tiene todo el derecho legal de matar pecadores, pero
cometió una gran equivocación pues no tiene poder de matar al justo. La paga
del pecado es la muerte, pero Satanás se extralimitó en su poder de dar muerte!
Cometió un pecado imperdonable, al crucificar a Jesús en la cruz del Calvario.

La sangre de Cristo Jesús es el testigo del acto ilegal de Satanás que originó el
enojo del Padre con el consiguiente despojo, desarme y derrota del diablo.
Cuando tu te cubres con la sangre de Cristo y resistes al diablo, Satán no puede
mantenerse de pié, ni tolerar el testimonio de la sangre de Cristo.

El Reino de Dios se había acercado cuando Cristo estuvo en la tierra, pero

todavía no había sido plantado. Cuando Jesús dijo: “Arrepentíos, porque el reino
de los cielos se ha acercado” no dijo se ha plantado, hay que entenderlo muy

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bien, se plantó cuando él resucita entre los muertos, asciende y envía al Espíritu
Santo e inmediatamente viene el Pentecostés. Es ahí donde se planta, en la
tierra, el Reino de Dios, que es vida y no muerte.

El plantó su reino en la historia del mundo y en la experiencia humana. “Gracias

al Pentecostés ahora tu tienes el Reino en ti! El vive en tu corazón”.

CÓMO SE MANIFIESTA EL REINO DE DIOS EN NUESTRO CORAZÓN

1.- Con el perdón de pecados:

Solo Jesús nos puede dar la fuerza para vencer todo tipo de pecado y de
tentación. Ninguna religión puede llevarse tus pecados, el reino de Dios y su
sangre, borra y quebranta cada uno de ellos.

2.-Con las sanidades:

Cristo nos redimió de las enfermedades y dolencias, él ha sanado a todos los

enfermos y a los oprimidos por el diablo. Jesús resucitó muertos, alimentó a los
hambrientos, trajo libertad a los endemoniados, este es verdaderamente el reino
de Dios, fue ahí donde lo ha plantado a través de la sanidad divina que viene de
tu corazón.

3.-Tomando las maldiciones y fracasos de la vida:

Jesús lo hizo en la cruz del calvario, sus espinos atravesaron sus sienes y su
sangre trajo el poder para hacerte libre de las maldiciones. Esto es el reino de
Dios. En el madero la maldición fue neutralizada.

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En el paraíso había oro, piedras preciosas y perfume fino. Con Satán ese paraíso
fue quitado de la tierra. Ahora ha sido reinstalado en nuestro corazón.

4.-Ha conquistado el poder del Infierno y de la muerte:

Cristo le ha dicho: Dame las llaves del infierno y de la muerte

Apocalipsis 1: 18 “Estuve muerto, pero vivo por los siglos de los siglos, amén. Y
tengo las llaves de la muerte y del Hades”.

Tú ves el fruto del reino de Dios (paraíso) a través de la vida de Jesús.

Mateo 6:10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también
en la tierra”.

Para que el reino de los cielos, plantado en tu corazón, se manifieste

externamente, es necesario quitar los pensamientos negativos de nuestra mente.
No piense que el reino es para el futuro, es para ya. ¡Recíbelo! Dios es
caballeroso y no fuerza a nadie.

Hemos sido trasladados del reino de las tinieblas al reino de Dios.

Colosenses 1:13 “Dios nos libró del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de
su amado Hijo”.