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TEMA 8

LA ESPAÑA DE LA RESTAURACIÓN 1875-1902

INTRODUCCIÓN

Por Restauración en la historia de España, se entiende tanto el hecho concreto


del restablecimiento de la monarquía en la figura de Alfonso XII, como, en un sentido
más amplio, el periodo comprendido entre 1874 y 1931, en el que la corona se mantuvo,
sustentada en un peculiar sistema político.

En este tema nos centramos en el periodo del breve reinado de Alfonso XII y la
Regencia de su viuda Mª Cristina de Habsburgo.

La verdadera protagonista de este periodo fue la burguesía, antes revolucionaria


y ahora conservadora, que prefirió sacrificar la democracia si con ello se evitaba la
radicalización social. El sistema político de la Restauración se convirtió en una farsa,
que empezó con cambios de gobierno pactados y terminó en elecciones fraudulentas
cuyos resultados se decidieron de antemano.

Por último el siglo XIX terminó con el desastre colonial de 1898 y las secuelas
psicológicas que dejó y que harán plantearse alternativas para el futuro.

1º CAUSAS Y ORÍGENES DE LA RESTAURACIÓN.

La inestabilidad del sexenio democrático provocó un viraje de la burguesía hacia


posiciones más conservadoras. El fracaso de la fórmula republicana había despertado en
amplias capas sociales el anhelo de una restauración monárquica sobre nuevas bases
políticas que restableciesen el orden y garantizasen la estabilidad.

Cánovas del Castillo fue la gran figura política del momento y artífice de la
Restauración, ya que preparó la vuelta a España y al trono de Alfonso XII y creó un
estado de opinión favorable entre la población. ( Durante el sexenio los partidarios de la
restauración borbónica habían realizado una hábil campaña captando apoyos, entre ellos
el del Vaticano, claramente opuesto al régimen republicano ).

Los monárquicos estaban divididos apoyando a sus diferentes candidatos, por lo


que Cánovas tuvo que intentar convencer de que el candidato ideal era el príncipe
Alfonso. El objetivo era conseguir la restauración mediante el apoyo mayoritario de los
políticos y la sociedad española no mediante un pronunciamiento militar, para ello había
redactado el Manifiesto de Sandhurst (nombre de la ciudad inglesa donde estudiaba el
príncipe Alfonso) en el que expresaba sus ideales religiosos y sus propósitos
conciliadores aceptando la monarquía parlamentaria como forma de gobierno ideal.

Sin embargo los militares se adelantaron y el desencadenante de la Restauración


fue el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto el 19 de
diciembre de 1874 , que proclamó rey de España a Alfonso XII hijo de Isabel II (la
reina había cedido los derechos dinásticos a su hijo en 1870)
2º EL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN.

a) teoría del sistema.

Cánovas había diseñado un sistema político por el cual se debía regir la


monarquía a partir de entonces, las características principales eran:

- Un sistema político estable y sólido que superara definitivamente el desorden que


había caracterizado a la mayor parte del siglo XIX
Inspirado en el modelo inglés, basado en el bipartidismo y la consolidación histórica de
sus dos instituciones fundamentales : la monarquía y el Parlamento
Balanza de poderes: entre el partido del gobierno y la oposición, la monarquía y el
parlamento.
Una Constitución moderada como marco jurídico del sistema.

b) El rey y las Cortes.

Su concepción de la soberanía retornaba a la tradición del llamado liberalismo


doctrinario, de carácter moderado, que defendía el principio de la soberanía
compartida del rey y las Cortes. La historia había convertido al rey y a las Cortes
en las dos instituciones fundamentales de la nación, y por lo tanto en representantes
de su soberanía.

Del equilibrio de poder entre estas dos instituciones saldría una estabilidad necesaria
para la convivencia política y beneficiosa para la sociedad en general.

c) Sistema bipartidista: partido Liberal y partido Conservador.

Siguiendo el modelo inglés , Cánovas pretendía que la labor de gobierno recayera en


exclusiva en dos partidos, que se alternarían en el poder y en la oposición. Cánovas
no solo organizó y configuró su propio partido El conservador sino que también lo
hizo con el otro partido con la colaboración de Sagasta. (El partido liberal.).
Ambos eran partido de élites sin masas.

c-1) El Partido Conservador:

Se había formado en el contexto de la revolución de 1868 como continuador del partido


moderado, pero su verdadera importancia la alcanzó tras la caída de la República.

Estaba formado por:


Los antiguos moderados
Los miembros de la Unión Católica
Los Alfonsinos.
c-2) El Partido Liberal:

Aglutinó a la izquierda moderada burguesa :

Los constitucionalistas de Sagasta


Un sector de los demócratas más conservadores
Los republicanos conservadores, dispuestos a aceptar a la monarquía.

Excluidos del proyecto bipartidista quedaron:


Los Carlistas
Los republicanos y demócratas más radicales.

d) La constitución de 1876.

Tras las elecciones a las que no acudieron ni carlistas ni republicanos, se reunieron


las Cortes Constituyentes, el resultado fue la Constitución de 1876, moderada y
basada en lo esencial en la de 1845, aunque con algunos derechos proclamados en la
Constitución progresistas d 1869, pero recortados.

Su gran ventaja o radicaba en su elasticidad, es decir, su articulado poco preciso era


compatible con gobiernos de muy distinto signo político, así podían variar las leyes
ordinarias sin tener que cambiar la Constitución, lo que ofrecía estabilidad al
sistema político.
Sus principales características son:

Soberanía compartida entre el rey y las cortes.


Declaración de derechos, similares a los de la Constitución de 1869, aunque luego
quedarían recortados a través de leyes ordinarias.
El Catolicismo era la religión oficial del Estado, se prohibían la manifestación pública
de otro culto, aunque se reconocía la libertad individual de culto.
Aumentaron las prerrogativas del rey, como correspondía a la tradición moderada:
mantenía el poder ejecutivo, nombraba y separaba libremente a los ministros,
sancionaba y promulgaba las leyes, convocaba y suspendía las Cortes.
Se limitó el poder de las Cortes, que eran bicamerales:
El Senado estaba formado por:
Senadores vitalicios por derecho propio (miembros de la nobleza, el clero, la
administración etc..)
Senadores vitalicios nombrados por el rey
Senadores elegidos por los mayores contribuyentes.
El Congreso: era elegido por sufragio, la Constitución no se pronunciaba respecto al
tipo de sufragio, lo que permitía que por ley se estableciera en cada momento el que
le interesaba al partido del poder.

e) El funcionamiento del sistema.

Todo el engranaje político ideado por Cánovas del Castillo, se traducía en la


realidad en una auténtica farsa:
La alternancia pacífica en el poder de los dos partidos se convirtió, de hecho en cambios
de gobierno pactados de antemano; era el turno de partidos.
No eran los resultados electorales los que determinaban los gobiernos, sino que se
producía el cambio de gobierno y después se convocaban las elecciones, siendo
estas amañadas para que ganase el partido del gobierno. Era la práctica del
caciquismo.

e-1) El Turno de Partidos:

En los años 80 la mayor parte de los partidos o grupúsculos políticos fundados se


acabaron integrando en uno de los dos grandes partidos del sistema: El Conservador
de Cánovas o el Liberal de Sagasta.

En la práctica ambos partidos estaban más próximos entre sí de lo que aparentaban y


por supuesto ambos aceptaban el juego trucado en que se habían convertido los
cambios de gobierno con el sistema de turno pacífico.

El sistema funcionaba de la manera siguiente:

Los dos partidos se relevaban en el poder de manera pacífica y se concedían plazos


razonables de gobierno.
Aceptaban los cambios de cierta importancia realizados por el partido en el poder y se
comprometían a mantenerlos cuando fueran ellos los que gobernaban.
Una vez pactado el cambio el rey según el poder que le otorgaba la Constitución,
mandaba formar gobierno al nuevo partido, disolvía las Cortes y convocaba nuevas
elecciones que debidamente manipuladas proporcionaban la mayoría necesaria al
partido que quería gobernar.
El partido saliente se convertía en oposición y esperaba su turno para gobernar.

El partido Conservador acaparó el poder durante los primeros años del régimen (
desde 1876 hasta 1881) aprovechando para consolidar el sistema canovista, a partir
de 1881 el Partido liberal de Sagasta intentaría cumplir su programa
( establecimiento del sufragio universal, Ley de Asociaciones etc..)

Se puede decir que en la última década del siglo las diferencias entre uno y otro partido
eran prácticamente inapreciables, solo había sutiles diferencias:

Los liberales eran más tolerantes con la oposición real ( obreros o republicanos)
Los conservadores eran más propensos a la represión por la fuerza.

e-2) Caciquismo y corrupción electoral.

Tanto el Partido Conservador como el Liberal tenían su propia red organizada para
asegurarse, cuando les correspondiese el turno, los resultados electorales adecuados,
con la siguiente estructura:

En Madrid, esta la oligarquía o minoría política dirigente , integrada por los altos
cargos políticos y personajes influyentes de ambos partidos ( ministros, senadores,
diputados, propietarios de periódicos etc) y vinculada a las clases dominantes (
terratenientes , empresarios etc..)
En las capitales la figura clave era el gobernador civil.
En las comarcas, pueblos y aldeas se encontraban los caciques locales, que eran
personalidades de la localidad o de la comarca con poder e influencias, bien por su
riqueza económica o por su prestigio o contactos, de forma que podía controlar a
mucha gente.

Con esta estructura se organizaba el fraude electoral de arriba abajo mediante la


coordinación del propio ministro de la Gobernación desde Madrid los oligarcas
transmitían las instrucciones a los gobernadores civiles, que elaboraban una lista de
candidatos que debían elegirse en cada localidad (los encasillados) . A continuación
los caciques locales se encargaban de la manipulación directa de los resultados por
los más variopintos métodos:

Actitudes paternalistas y protectoras


Pucherazos
Extorsiones y amenazas etc..

En resumen el sistema político implantado por la Restauración era una farsa que
ocultaba el verdadero control del poder (económico, social y político) por parte de
una reducida oligarquía.
Por otro lado cabe resaltar que el cambio del sufragio censitario (Conservadores) al
sufragio universal (reimplantado en 1890 por el partido liberal) no tuvo ninguna
trascendencia electoral debido a la manipulación de las elecciones.

3º FASES POLÍTICAS DE LA RESTAURACIÓN

Entre 1875 y 1902 hubo con claridad dos fases, tanto por la titularidad de quienes
ocupaban la jefatura del Estado como por las características esenciales de cada
momento:

El reinado de Alfonso XII (1875-1885).

Interrumpido por su temprana muerte (28 años), representó la fase de construcción y


consolidación del sistema político canovista. La mayor parte del tiempo el
gobierno fue ejercido por el partido conservador, salvo entre 1881-1884 años que
ocuparon el poder los Liberales de Sagasta, iniciándose el turno pacífico.

Tres aspectos a destacar durante este periodo:

a-1) Consolidación de un régimen estable gracias a:

Constitución flexible ( 1876) que sirve para gobernar a los dos partidos.
Integración en dos grandes partidos de las principales corrientes políticas
Turno pacífico que evitó los pronunciamientos y la intervención del ejercito en los
cambios de gobierno.
a-2) Finalización de la guerra Carlista (1876)

La tercera guerra carlista (hincada en 1872, durante el reinado de Amadeo de Saboya )


finalizó por varias razones:
Agotamiento militar de las tropas Carlistas.

El régimen moderado instaurado por Cánovas atrajo a aquellos que habían apoyado el
Carlismo como oposición a la política del Sexenio.

Mayor capacidad militar y ofensiva del nuevo régimen, con campañas como la ofensiva
del Maestrazgo, la dominación de Cataluña con la ocupación de la Seo de Urgel
(1875) y la culminación de la guerra en el norte con la entrada final en Estella en
febrero de 1876.

A finales de Febrero el pretendiente Carlos VII, cruzó la frontera de Francia y finalizó la


última guerra carlista, siendo un agente de consolidación del nuevo régimen, que
ponía así fin a medio siglo de guerras.

a-3) Paz de Zanjón y fin de la guerra en Cuba.( Provisional)

Se envió al general Martínez Campos con un ejercito de 25.000 soldados, el cual


combinó una serie de victorias con gestiones políticas para solucionar el conflicto.
El resultado fue la paz de Zanjón (febrero de 1878) que finalizaba la guerra y
ofrecía algunas concesiones a los cubanos:

Mejoraba las condiciones políticas y administrativas de la isla, haciéndolas parecidas a


las de Puerto Rico.
Amplia amnistía, que incluía el indulto a los insurrectos y a los desertores españoles, la
libertad para los esclavos de las filas rebeldes y facilitarles abandonar la isla a quien
lo quisiera.

Esta paz también sirvió para fortalecer el régimen, aunque la resolución de este
conflicto no fue definitiva, ya que unos años mas tarde volvería a resurgir.

La Regencia de Maria Cristina (1885-1902).

Al morir Alfonso XII asumió la regencia su viuda María Cristina, hasta que su hijo
alcanzar la mayoría de edad para reinar, para facilitar el funcionamiento, Sagasta y
Cánovas firmaron el pacto del Pardo por el cual se comprometían ha facilitar el
relevo en el Gobierno cuando este perdiera prestigio y apoyos en la opinión pública,
de esta manera pretendían dar una mayor estabilidad al régimen.

Durante este periodo el partido Liberal de Sagasta llevó a cabo una labor legislativa
importante, que otorgó al régimen una orientación más progresista
Ley de juicios por jurados
Nueva ley electoral que establecía el sufragio Universal masculino (1890).
Libertad de Cátedra y libertad de prensa
Libertad de Asociación, facilitando la expansión del movimiento obrero.
En 1897, el régimen sufrió un duro golpe cuando el entonces jefe del gobierno,
Cánovas del Castillo, murio víctima de un atentado anarquista. Sin embargo la
crisis más profunda se inició a raíz de la perdida de las colonias en 1898.

b-1 La guerra de Cuba y Filipinas: el desastre colonial.

El final del imperio colonial español se produjo en 1898 como consecuencia de la


guerra mantenida entre España y Estados Unidos, que se desarrolló en dos
escenarios: Cuba y Filipinas, donde previamente se habían originado movimientos
independentistas.

La insurrección cubana.

En febrero de 1895 se produjo un levantamiento independentista en Cuba, que se


convirtió rápidamente en insurrección de toda la isla contra la metrópoli. La guerra
se debió a la maduración del movimiento independentista indígena, dirigido por
Antonio Maceo y José Martí, pero también a los errores cometidos por España.
Pese a lo dispuesto en la paz de Zanjón de 1878, el gobierno español fue retrasando
la concesión de un régimen de autogobierno y eludió un control real sobre los
abusos que los trabajadores indígenas de las plantaciones sufrían por parte de los
propietarios españoles y criollos. Los sucesivos gobiernos se dejaron presionar por
los grupos con intereses coloniales, que se oponían a cualquier cambio que pudiera
reducir sus ganancias en la explotación de la isla.

A la frustración se unió el respaldo norteamericano a los insurgentes. Los políticos


estadounidenses eran partidarios de la independencia cubana, no por ella misma,
sino por que significaba el fin del colonialismo europeo, y por tanto la posibilidad
de explotar la isla en exclusiva. Las compañías azucareras y la opinión pública
respaldaban ese punto de vista. El apoyo fue primero diplomático , presionando al
gobierno español para hacer concesiones de autonomía, y a partir de 1891, cuando
la ley de aranceles prohibió a los cubanos el comercio libre, se convirtió en
apoyo material y en presión a favor de la insurrección.

Fases de la guerra cubana:

La primera etapa estuvo marcada por el intento de negociación del gobierno de Madrid,
enviando al General Martínez Campos, pero este fracasó y tuvo que regresar a
España tras negarse a aplicar medidas represivas sobre la población civil.
La segunda etapa estuvo marcada por la llegada a la Isla del general Weyler. Recuperó
prácticamente todo el territorio y envió a los insurrectos a las montañas. Dividió el
territorio mediante fortificaciones y concentró en compartimentos, a la población
civil, para evitar que pudieran apoyar a los guerrilleros. Comenzó una guerra de
desgaste donde los guerrilleros cubanos recibían apoyo de los norteamericanos. Las
bajas fueron aumentando y la guerra haciéndose cada vez más impopular. En
Agosto de 1897 Sagasta formó un nuevo gobierno tras el asesinato de Cánovas,
intentaría un nuevo proyecto de autonomía mas amplio al estilo de los dominios
británicos, con gobierno propio, parlamento y los mismos derechos que los
peninsulares. Sustituyó a Weyler y en enero tomó posesión el nuevo gobierno
cubano. Desde Madrid se pensaba que todavía se podía solucionar el problema.
Tercera fase se inicia con la intervención directa de los americanos.
Sin embargo los norteamericanos no estaban dispuestos a perder la oportunidad que se
les presentaba y después de una hábil propaganda y un incidente poco esclarecido
(explosión del acorazado norteamericano Maine en el puerto de la Habana),
lanzaron un ultimátum al gobierno español: Washington propuso primero la compra
de las isla por 300 millones de dólares, y si se negaban a aceptar tenían 3 días para
renunciar a la soberanía de la isla. Desde la óptica de los dirigentes políticos y
militares de la época, el enfrentamiento era inevitable al tratarse de una cuestión de
prestigio.

La guerra fue rápida y contundente. La superioridad americana era enorme, además


se desarrolló en dos frentes, en Cuba y en Filipinas (Después de 3 años de
insurrección independentista el ejercito español había conseguido dominar la
situación, pero en la primavera de 1898 la flota norteamericana se dirigió a las islas
para apoyar a los insurrectos).
En Filipinas los estadounidenses tomaron Cavite el 1 de mayo y Manila el 14 de
Agosto.
En Cuba , la flota tras permanecer sitiada en Santiago, acabó siendo derrotada el 3 de
julio. Ese mismo mes las tropas EEUU desembarcaron en Guantánamo y en Puerto
Rico.

El 12 de Agosto España tuvo que pedir el armisticio. Por el Tratado de París (10 de
diciembre de 1898) España renunciaba definitivamente a Cuba, cedía a Estados
Unidos las Islas de Filipinas, Puerto Rico y Guám (en las Marianas) a cambio de 20
millones de dólares. El gobierno español entregaría los restos del imperio colonial a
Alemania por el tratado Hispano-Alemán (1899) que consistían en unas pequeñas
islas en Oceanía (Islas marianas, Las Carolinas, y las Palos) a cambio e 15 millones
de dólares.

El tratado de París significó el primer acto de colonialismo estadounidense y el último


del colonialismo español en América y el Pacífico. Además hay que señalar que los
verdaderos perdedores fueron los soldados, reclutados entre las clases trabajadoras
de España por el injusto sistema de cuota. Hasta 1912 no se instauró el servicio
militar obligatorio, sin redenciones ni sustituciones, aunque todavía habría
diferencias en trato en función a la riqueza. Es comprensible el antitimilitarismo de
las clases populares.

b-2) Consecuencias del 98:

La perdida de las colonias no fue un hecho aislado, formó parte de un proceso de


redistribución colonial entre las grandes potencias que se produjo a finales del siglo
XIX y que también perjudicó a otros países.

Perdidas humanas: Se calcula que entre las guerras de 1895-98 murieron unos 120.000
soldados, la mayoría por enfermedades infecciosas.
Perdida de los mercados coloniales. Lo que va a afectar a la industria nacional.
Repatriación a España de capitales situados en América, que permitió el desarrollo de
la banca española (por ej. El Banco Hispano Americano.)
Crítica a la torpeza de los políticos españoles, aunque sin consecuencias, ya que no se
van a producir cambios significativos.
Psicológicamente la crisis fue mas palpable, pues provocó una auténtica crisis de
conciencia nacional, manifestada de forma muy especial en el pesimismo de los
intelectuales en la llamada Generación del 98.
Regeneracionismo: Tras la derrota la pasividad con que la opinión pública reaccionó
a la perdida del imperio colonial, sólo alterada por el dolor y las protestas ante las
perdidas humanas. La convulsión se produjo entre los .
y los intelectuales, no entre las clases populares

Los llamados Regeneracionistas por lo tanto van a ser un grupo de intelectuales que
van a analizar y a criticar el caduco, enfermo y viciado sistema político que había
llevado a España al desastre. Uno de los más ilustres fue Joaquín Costa, su
pensamiento quedará reflejado en su obra “Oligarquía y Caciquismo”.

Van a proponer una serie de reformas basados en la reorganización política, la


dignificación de la vida parlamentaria, la reforma educativa, la ayuda social, las
obras públicas y en definitiva una política encaminada al bien común y no en
beneficio de los intereses de la oligarquía.

Pero los regeneracionistas se quedaron en la teoría. No formaron partidos ni por lo tanto


participaron en la vida política, por lo que su crítica no sirvió para iniciar
transformaciones.

b-3) El final de la Regencia.

En marzo de 1899 formó gobierno conservador Francisco Silvela , que se rodeó de


políticos partidarios de aplicar reformas, pero las divisiones internas y la oposición
de los Sagasti volvía a formar gobierno. En mayo de 1902 Alfonso XIII al cumplir
la mayoría de edad era proclamado rey.

4.- LA OPOSICIÓN AL SISTEMA: MOVIMIENTO OBRERO,


REPUBLICANISMO Y NACIONALISMO.

Como dijo Ortega y Gasset, la España oficial se había desligado de la España real. En el
sistema de Cánovas no se integraban ni las aspiraciones sociales de la clase media
y popular, ni los intereses de las regiones y nacionalidades periféricas.

a) El movimiento obrero y campesino:

Desde 1874 tras la prohibición de Serrano, las asociaciones obreras se desarrollaban en


la clandestinidad o camufladas tras asociaciones con otros fines declaradso , como
la madrileña “General del Arte de Imprimir”, presidida por Pablo Iglesias.

En 1881 , con el primer gobierno de Sagasta el clima se distendió y las organizaciones


obreras pudieron manifestarse, al tiempo que con la progresiva industrialización
creció la importancia social y numérica de la clase obrera.
Por otra parte en sintonía con la división del movimiento obrero internacional, en
España los socialistas y los anarquistas se fueron organizando por separado. Y a
partir de 1879 aparecieron también las organizaciones católicas, canalizadas por los
jesuitas.

a-1 El Movimiento Anarquista hasta finales de siglo.

Fue la corriente mayoritaria dentro del movimiento obrero español. Sus principales
focos estaban en el campo andaluz y en el proletariado urbano catalán.

Los anarquistas rechazaban toda acción política por vía parlamentaria, pero además,
dentro de la corriente anarquista, empezó a ganar adeptos, tanto entre los
campesinos como entre los obreros, la influencia de Kropotkin partidario de la
propaganda y de la violencia terrorista.

Los años 90 fueron ricos en esta práctica que se movía en un círculo vicioso: atentado,
represión con fusilamientos, nuevo atentado como represalia anarquista y nueva
represión.

Uno de los atentados anarquistas de mayor resonancia acabó con la vida del entonces
presidente del gobierno Cánovas del Castillo en 1897 cuando pasaba las vacaciones
en un balneario.

a-2) El Movimiento socialista hasta finales de siglo.

En 1879 un reducido grupo madrileño, en el que predominaban los tipógrafos, con


Pablo Iglesias a la cabeza, fundó en la clandestinidad el Partido Democrático
Socialista Obrero Español, cuyas aspiraciones eran:

La abolición de las clases


Transformación de la propiedad individual en propiedad social de la tierra.
La posesión del poder político por la clase trabajadora.

En 1888 se creaba la Unión General de Trabajadores como sindicato del partido.

En 1889 se fundó la Segunda Internacional en la que predominaba la corriente marxista,


(con la participación del PSOE) y a partir de 1890 se estableció el día uno de mayo
como día del obrero (en recuerdo del asesinato en Chicago de cinco obreros
anarquistas) para reivindicar la jornada laboral de ocho horas.
El PSOE convocó mítines y huelgas lo que desencadenó una huelga en Bilbao que
finalmente provocaría la reducción de la jornada laboral a 10 horas y la abolición del
truch system (la obligación de residir en los barracones de la empresa durante la
semana).
No obstante tanto el PSOE como la UGT fueron minoritarios hasta comienzos del siglo
XX . Su mayor implantación era en Madrid, Asturias, Vizcaya y Huelva.
a-3) Los comienzos de los sindicatos católicos.

En 1879 el jesuita P. Vicent fundó los Círculos Católicos, a imitación de los círculos
obreros franceses. Contaban con el apoyo de la patronal, y en la práctica eran
casinos populares para apartar a los obreros de las tabernas.

En 1891 el papa León XIII publicó la encíclica Rerum Novarum, como respuesta de la
iglesia ante el auge del movimiento obrero internacional.

A pesar de los esfuerzos por acercarse a las clases obreras su éxito fue escaso debido a
la estrecha relación que tenían con la patronal.

b) Los regionalismos y nacionalismos.

Hasta la Restauración, la reivindicación foralista o nacionalista se había canalizado a


través del republicanismo federal, si era progresista, y del carlismo, cuando era
conservadora. Debilitadas ambas corrientes, surgen ahora movimientos que
reivindican los derechos históricos catalanes, vascos, valencianos, gallegos y
andaluces.
El movimiento regionalista fue más fuerte y surgió antes en Cataluña y el País Vasco ,
al existir allí una diferenciación lingüística que cimentó el sentimiento nacional, y
una burguesía desarrollada en la que arraigó la ideología nacionalista. Si bien en
España tuvo caracteres propios, fue un fenómeno común a toda Europa, que en la
misma época experimentaba el auge de un nacionalismo a veces imperialista.

En Cataluña el primer nacionalismo surgió en torno a intelectuales como Valentí


Almirall o Prat de la Riba. En 2892 los grupos liderados por ambos se fusionaron
en la Unió Catalanista, cuyo programa fundacional, las Bases de Manresa,
constituyó el documento básico del nuevo nacionalismo catalán. Un movimiento
claramente burgués no planteaba la secesión ni una actitud de lucha contra el Estado
español, sino una propuesta de sistema federal en el que las regiones obtuvieran un
régimen de autogobierno con instituciones propias.

El movimiento se expandió a lo largo de los años 90 acentuándose después de la crisis


de 1898.

En el País Vasco el movimiento surgió en fechas más tardías. En 1895 Sabino Arana
fundaba el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en torno a un grupo de
reivindicación foral vizcaíno. Aunque en un principio sus planteamientos fueron
muy radicales, proponiendo la secesión frente al Estado español, poco a poco fue
suavizando su postura la tiempo que ganaba adeptos en Vizcaya, renunciaba al
separatismo y conectaba con el ideario cristiano para fundamentar una opción
nacionalista más bien conservadora.
Pronto arraigo en las clases medias que veían con temor el crecimiento del socialismo
entre la clase obrera vasca. Arana cuidó mucho de separarlo del carlismo, del que
rechazaba su carácter reaccionario.
El Regionalismo Gallego tuvo un antecedente en 1846 de carácter revolucionario y
progresista, que será reprimido por la fuerza. Sin embargo el nacionalismo gallego
se desarrolló de modo más lento y con menor arraigo social, debido esencialmente al
atraso económico de la región y a una burguesía reducida y demasiado dependiente
del ámbito político. En 1889 Murguía, esposo de Rosalía de Castro fundó la
Asociación Regionalista Galega, de carácter tradicional y menor implantación
política que los otros nacionalismos.

Los movimientos en Valencia y Andalucía fueron más débiles, aunque contaron con el
apoyo de algunos intelectuales.

c) El Republicanismo.

El rasgo más destacado fue su división en multitud de grupos irreconciliables. En


realidad eran grupos de Notables que casi siempre limitaban su actuación a la época
de las elecciones, donde obtenían unos pocos escaños (15-20)que les aseguraba su
participación en política, pero sin la posibilidad de conseguir el suficiente número
de votos para gobernar, ya que no tenían ni el respaldo del movimiento obrero ni el
de la burguesía. Su éxito más significativo fue en las elecciones municipales de
Madrid en 1892.

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