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REVISTA NOTARIUS Nº 10

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» DOCTRINA

+ Acto Unico y La Nueva Ley De Notariado. Segunda Parte. Aníbal Corvetto Romero.
+ Anteproyecto de Código de Etica del Notariado Peruano. Jorge Eduardo Orihuela Iberico.
+ Aspectos Registrales y Notariales de la nueva Ley de Títulos Valores. Percy González - Vigil Balbuen
+ Breves apuntes sobre el sistema registral inmobiliario estadounidense. Juan Carlos Peralta Castellan
+ El Notario no autoriza transferencia de vehículos. Wilson A. Canelo Ramírez.
+ El Seguro de Título en el Notariado Sajón. Alberto Flórez Barrón.
+ La competencia notarial en asuntos no contenciosos. Análisis crítico de la legislación peruana. Carl
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+ Perspectivas de la Escritura Pública en el Sistema Registral Peruano. Gunther Hernán Gonzales Barrón

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+ Presunta Falsificación . Carlos Especial Becerra Palomino

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1 de 1 09/10/2007 05:04 p.m.

Acto Unico y la Nueva Ley del Notariado
SEGUNDA PARTE
ANIRAL CORVETIV ROMERO
En la primera parte de este trabajo, pu-
blicada en el N° 7 de la Revista "Notarius"
del Colegio de Notarios de Lima, expusi-
mos, en líneas generales, la novedosa ma-
nera que tiene la Nueva Ley del Notaria-
do, Decreto Ley N° 26002, de abordar el
[COlade la suscripción del instrumento pú-
b ico por los comparecientes, apartándose,
del acto único como la única forma posi-
ble de suscribir una escritura pública.
En esta Segunda Parte exponemos al-
gunas reflexiones sobre temas directamen-
te vinculados con la formalidad instrumen-
tal, siempre desde la óptica de la nueva
manera de tratar el aspecto de la suscripción
de la escritura pública.
1.- FECHA CIERTA DEL
INSTRUMENTO.-
Legal y doctrinariamcntc la fecha cier-
ta es un atributo del instrumento público.
El tratadista Neri nos dice: «La fecha cier-
ta se presenta como un elemento excepcio-
nal de la insrrumentación, necesaria para
amparar a los terceros y a los Sllcesores a tí-
tulo singular, de toda maniobra que pérfi-
da o dolosamente pudieran producir las
partes que suscribieron el instrumento ori-
ginal. Donde quiera que se coloque, arri-
ba o abajo del instrumento, ella significa-
rá el día a partir del cual la existencia de los
derechos allí expresados no puede ser cues-
.(1) «La fecha del ins-
tionada por terceros"
trumento público goza de presunción de
autenticidad... EUa borra toda incertidum-
bre respeCto del día de su otorgamiento, y
a ]a vez, desvanece toda idea de inelicada
de los derechos declarados... la fecha sumi-
nistra un estado de certeza del contenido
instrumental y tal suministro es tanto pa-
ra las propias partes que contrataron como
para los terceros sucesores. En cambio la t~-
cha del instrumento privado es solo cierta
en cuanto se trata de los mismos sucesores
del instrumeluo".(2) Tal como el Decreto
Le}' 26002 10 permite en ]a actualidad, si
las partes firman en días diferentes la esai-
tura pÚblica, el Notario, siguiendo el man-
dato del artículo 59 inciso j) de dicha Ley,
indicará en la conclusión de la escritura la
fecha en que el proceso de firmas ha con-
cluido y que será cuando el último de los
comparecientes lo ha suscrito. Por otro la-
do, también nuesrra nueva Legislación dis-
pone que la cscriwra debe contener en su
primera parte, llamada "Introducción", la
fecha en que se extiende el iii.strumento,
conforme al inciso a) del artículo 54. Pue-
de notarse, entonces, que habrá, por un la-
..
do, la fecha de la Introducción (inciso a, art.
54) y, además, otra fecha en la Conclu-
sión, que será en la que se termina de sus-
cribir la escritura (inciso j) del artículo 59).
Si ambas fechas coinciden es evidente que
el instrumento se extendió y firmó el mis-
modía. Si son diferentes, es necesario plan-
tearse la pregunta ¿Cua!será la fecha del ins-
trumento? El Decreto Ley 26002 no lo pre-
cisa pero nos inclinamos a pensar que en es-
tos casos, la fecha del instrumento deberá
ser la que aparece en la Conclusión, que es
el momento en que ha"quedado perfeccio-
nada la escritura con las firmas de todas las
partes y el Notario. Hasta ese momento, no
existe una escritura propiamente. La es-
critura está "in ionere" para comparada a
la oferta en suspenso a la que se refiere
Messineo según hemos citado en la Prime.
ra Parte de cste trabajo. La primera fecha,
la de la Introducción, nos dice únicamen-
te la fecha en que fue extendida en el regis-
tro notarial. Nos parece obvio que 10 que
interesa fundamentalmente es la fecha en
que se suscribió el instrumento para ld
cual tendremos que remontamos a la con-
clusión de la escritura para lecr en eUala fe-
cha de su conclusión.
Adicionalmente a la pregunta de (a fe-
cha cierta del instrumento ya mencionada,
se puede advertir también que cuando se
producen estas firmas no simultáneas, se
puede perder una gran virtud del instru-
mento público, cual es, saber en que día de-
terminado firmó una persona una escritu-
ra pública. En efecto, una hipotética escri-
tura firmada en diferentes fechas va a tener,
como actualmente las tienen todas las que
hemos podido observar en la práctica de la
profesión, solo una fecha final, que es la fe-
cha en que se firmó por el último de los
comparecientes. El Decreto Ley 26002 no
exige expresamente la anotación de la fe-
cha de la firma de cada uno de los compa-
ANIBAL CORVETIO ROMERO
recientes. Podría pensarse que este requi-
sito pudo haber sido dejado de lado inteo-
ciona1mente por el1egislador por ser un tan-
to complicado en la práctica, pero creemos
que se debería reflexionar nuevamente so-
bre este punto y regularse legislacivamen-
te de alguna manera porque se pueden ge-
nerar algunas incertidumbres importantes.
En efecto, creemos que debe saberse a
ciencia cierta la fecha en que se fueron es-
tampando las firmas en ]a escritura, es de-
cir, cuando-firmó el primero y cuando los
demás. ¿Qué sucede, como ya 10 hemos
adelantado, si la terminación de las firmas
se produce cuando el primer firmante ya ha-
bía falIecido1Tal como esta redactada la ley,
que no obliga al Notario a indicar las fechas
de firmas, tendremos una escritura con
una fecha final que induciría a alguna incer-
tidumbre, puesto que esta fecha en la Con-
clusión scría posterior al fallecimiento de
uno de los otorgantes. Caso semejante se-
ría el de la pérdida de capacidad de una de
las personas que ya ha firmado la escritura
y esta se concluye posteriormente a esta pér-
dida de capacidad. Creemos en consecuen-
cia que debería ser obligatorio indicar la fe-
cha de cada firma en la escritura por la na-
turaleza misma de la forma escrituraria,
que además adopta en algunos casos carac-
terísticas «ab-subsantia".
Quisiéramos recordar que la doctrina
extranjera consultada referida principal-
mente en la Primera Parte de este trabajo,
si bien es cierto que se acerca cada vez más
a la ruptura de la unidad de acto, no llega
a los extremos que ha llegado nuestra ]egis-
]ación. Salvo la legislación mexicana y algu-
na otra aislada refercncia, todos los trata-
distas que están dispuestos a terminar con
la unidad de acto hablan de diferentes mo-
mentos de suscripción, pero siempre en el
mismo día. RJ:specto a la legislación mexi-
cana Pérez Femández cita el artículo 68 del
ACTO UNICOY LA NUEVA LEY DEL NOTARIADO.
Reglamento Notarial Mexicano, Último
párrafo, el cual sorprendentemente no ha-
ce referenciaexpresaa que se indique la fe.
cha de cada firma. Probablemente lo lógi.
co sea que a] irse asentando la frase "ante
mi", el Notario mexicano indique]a fecha
en que se está produciendo ese hecho. Sin
embargo, esta consecllencia, que nos pare-
ce lógica, no parece deducirse a tenor de]o
que nos dice el mismo Pérez Fernández:
"Cuando ha sido firmada en diferentes
momentos, solo podrá asentar (el Notario,
anadimos nosotros) en cada firma las pa]a-
bras "ante mi" y su firma...,,(3). i\:ada so-
bre la fecha.
Ame]a inexistente experiencia en otros
países, que repercute en e] silencio de ]a
doctrina, ]1t:mos reflexionado sobre este
pumo y nos atre\'Cmos a insistir que en el
sistema de firmas no simultáneas, cuando
procede, debe establecerse la obligaciÓn
de que se indique la fecha en que se asien-
ta cada firma. Voh'iendo sobre el caso del
fallecimientoya mencionado, el ejemplo se.
na así: Supongamos una escritura extendi-
da el 1 de enero y que contiene en su Con-
clusión la fórmula: "Se terminó al proceso
de firmas el treintiuno de marzo...", sin que
aparezcan en dicha Condusión las dife.
rentes fechas en que fueron firmando las
partes. Supongamos también, que uno de
estos otOrgantes falleció el 15 de febrero.
Sin duda, la firma de la persona que falle-
ció nle bien tomada por el Notario y la cs.
critura fue bien firmada, pero siempre exis.
tirá cierta incertidumbre por no haberse cs-
tahlecido con claridad la fecha cn que fir-
mó cada compareciente. (Si fuera una cs.
critura "ab.substanda" el problema es mu.
cho más serio. Si consideramos como ofe-
rente al fallecido, queda vigente su ofena
aún después de muerto hasta la acepta-
ción de la otra parte, de conformidad con
el artículo 1383 dd Código Civil, pero
SEGUNDA PARTE
..
taltaría .1<:l'lOst:rarel cumplimiento de la
formación del consentimiento, lo cual nos
lleva a la conclusión, en el ejemplo propues-
to, que la escritura sea imperfecta.)
2. ALGUNOS CASOS EN LOS QUE
LAS FIRMAS NECESARIAMENTE
DEBEN SERSIMULTÁNEAS.-
El requerimiento d.e firmas simultáneas
ellla escritura pÚblica, (es decir, el dejar de
lado o no hacer uso de !a facultad de hacer
firmar la escritura en momentos diferentes)
se hace imprescindible cuando la narra-
ción de determinados hechos en la propia
eso.:rituralo exige, es decir, cuando el tex-
to está diciendo que las partes han estado
efectivamente presentes simultáneamente.
Ta] es el caso, por ejemplo, de una "fe de
entrega" en ]a que el Notario dectúa una
narración en la parte fina! de la escritura en
la quc indica que una de bs partes hace en
ese momento entrega a la otra de dctermi.
nada prestación visible. En estOs casos, es
evidente que no podna una de las partes fir-
mar una en un día y otra en otro día. La na-
rración de la entrega contenida en la escri-
tura no correspondería con los hechos,
conteniendo por el contrario, lIna false-
dad inaceptable en este punto. Aquí, pues,
no podría darsc el supuesto de firmas esca-
lonadas, (aunque, como sabemos, esta "fe
de entrega" sinmltánea podría sllceder en
¡ccha diferente a la de la de extensión de ]a
escritura).
Explorando las diferentes posibilida-
des que puedan darse en la práctica nota-
rial, podríamos preguntamos si solo las
panes involucradas en una "fe de emrega"
deben estar presentes conjuntamente y,
en día distinto, puede firmar un tercer in-
terviniente que no participa de dicha "fe
de entrega" pero evidentemente es parte
..
en otras estipulaciones contractuales con-
tenidos en la escritura. En este caso, no ve-
mos objeción para que las firmas de los in-
voluCl'.ldosen la "fe de entrega" se produz-
ca en un día determinado por un lado y la
de! otro contratante en momentO dife-
rente. En efecto, la "fe de entrega" refle-
jaría un hecho real en la que se menciona
solo a las personas que intervienen en ella,
y el tercer contratante podrá firmar poste-
riormente sin que se pueda entender que
hubiera intcTYCnido en esta "fe de entre-
ga". Problema algo diferente sería si el
tercero firma primero y luego se añade la
"fe de entrega" para los otros dos contra-
tantes que tienen intervención en ella.
Aquí se plantea un problema de integridad
del documento que abordaremos breve-
mente más adelante.
Es frecuente, también, la intervención
de testigos en !as escrituras pÚblicas y con-
viene reflexionar sobre algunos aspectos
relacionados con su intervención. En los ca-
sos de los testigos, no es posible separar en
el tiempo su firma con la de los compare-
cientes a los que están vinculados en la es-
critura. Tratándose de testigos "a ruego"
quienes, como sabemos, son los que firman
la escritura a solicitud o ruego de uno de
los contratantes, o los testigos "de conoci-
miento" que son los que intervienen para
acreditar la identidad de tll1 otorgante, es
evidente que deben estar presentes en el
mismo momento que las personas por las
que firman en el primer caso o identifican
en el otro, suscriben la escritura. No sería
correcto que quien no puede firmar y so-
lo estampa su huella digital, lo haga en un
día y su testigo a ruego firme la escritura en
otro, porquc el "ruego" y la aquicsctncia
son instantáneas, es decir, se dan en un
preciso momento, allí en la firma, ante c1
Notario. Evidentemente tampoco selÍa co-
rrecto que quien no puede acreditar su
ANI8AL CORVETTO ROMERO
identidad sino con testigos de conocimien-
to firme en un momento en que no están
presentes los testigos y que estos últimos 10
hagan después.
3. INTEGRIDAD EN EL TEXTO.-
L..tesencia de la escritura pública es ex-
presar documentariamente la existencia dc1
aC[Qjurídico con la autoridad de que está
revestido el notario para dar fe. Firmada una
escritura, el texto es definitivo, impenetra-
ble, en el sentido que no pueden haber
correcciones o variaciones. Gimenez-Arnau
dice: "SegÚn Gonzales Palomino, la firma
contiene dos declaraciones. L'1de que el do-
cumento está terminado y es integro y
completo y la de que e! firmante asume co-
mo propio e! contenido, de! que se hace
responsable (declaración confesoria)."¡4).
Cualquier modificación o corrección debe
hacerse por intermedio de una escritura
adicional. Pues bien, la posibilidad que ve-
nimos tratando, es decir, que la misma es-
criHlra se firme en forma no simultánea
por las partes, plantea algunos imerrogan-
tes respedo a la integridad del rextoque
conviene analizar brevemente.
Quien firma primero una escritura, fir-
ma tUl texto ya establecido y plasmado co-
mo definitivo en el papeL Quienes firman
después no podrían, teóricamente, solicitar
variación alguna del textO ya empezado a
firmar, aun cllando se trate de errores me.
canográficamente evidentes o necesarios
interlineados. Ello, porque variarían el tex-
tO tal como lo firmó el primer firmante, lo
que no se condice con el principio de la uni-
dad de textO.
Si lo anterior es cierto, ello obligada teó-
ricamente al Notario a que cuando presen-
te la escritura al primer firmante, toda la es-
ACTO UNICOY LA NUEVA LEY DfL NOTARIADO_
crirura, incluidala Conclusión de!a misma,
esté totalmente terminada, es decir, que ya
esté, por ejemplo, llenada una posible "fe
de entrega" y demás asuntos que even.
tualmente pueden atañer al acto jurídico
contenido en la escritura. Esto, que pare-
ce evidente y natural, plantea algunos pro-
blemas en la práctica. Tomemos, por ejem.
plo, una escrimra que contiene dos actos ju-
rídicos: una compra \'enta y un reconoci-
miento de deuda e hipoteca. Habrá en-
tonces un vendedor, un comprador (quien
a la vez es comratante con su acreedor por
la deuda'y a favor de quien hipoteca el in-
mueble que está adquiriendo y a quien lla-
maremos Comprador-Hipotecante) y una
tercera parte constimida por el Acreedor.
El precio se deberá pagar a la firma de es.
ta escritura. Pues bien, supongamos que el
Acreedor ya entregó el préstamo con ante-
rioridad al Comprador para que compre el
inmueble, y tiene simplemente que acep-
tar el reconocimiento de deuda y la hipo-
teca que él está celebrando independiente-
mente con el Comprador-Hipotecame, r ta y entrelineando la correcta, salvándose al
este Acreedor se presenta a firmar en pri.
Oler lugar la escritura, (Firmará la escrÜu-
ra en la que ya se ha escritO la "fe de entre-
ga" del precio, lo cual no ha sucedido to-
davía puesto que el Comprador-Hipotecan-
te y el Vendedor todavía no se han presen-
tado a pagar el precio, a recibirlo y afirmar?
¿Scría posible hacer firmar al Acreedor de.
jando un espacio en blaneo para poner la
futura "fe de entrega" después~ A poco
que nos ponemos a pensar en estas imerro-
gantes, veremos que si se dejan espacios en
blanco con aspectos contractuales para lle-
narlos a medida que se presemenlos com-
parecientes, el primer firmante se encontra-
rá al final con un texto de escritura que es
diferente del que firmó, aunque teórica-
mente no debería afectarle los textos llena-
dos en su ausencia porque no deberían
afectar sus derechos. Sin embargo, las dos
SEGUNDA PARTE
"
posibilidades son un tanto pecuüares: Si fir-
ma con el texto complew !a escritura dice
cosas que todavía no han sucedido y que en
todo caso suceden en otro momento (cuan.
do firmen posteriormente Vendedor y
Comprador-Hipotecante); si firma con es-
pacios para ser llenados con la "fe de entre-
ga" posterior, no existiría integridad en el
texto. La Única solución que vemos por el
momento es que el acreedor solo firme la
escritura después que Vendedor}' Compra-
dor 10 hubieran hecho, es decir, después
que los hechos relatados en la fe de entre-
ga ya hubieran sucedido,
Por otro lado, también podemos con-
siderar los casos de pequei'los detalles que
se presentan en la práctica diaria, como
por ejemplo el caso de! contratante que se
acerca a firmar la escritura en último lugar
y encuentra un error en su nombre en al-
guna cláusula o en la IntroducciÓn de la es-
critura. (Sería posible, en este caso, corre-
gir dicho error testando la palabra incorrec-
fina! de la escri[Ura1. Aunque la respuesta
debe ser negativa porque debe mantener-
se la integridad dd texto, es materialmen-
te imposible que alguien firme la escritura
con errores en su nombre, lo que la con"
vertiría en una escritura imposible de con-
cluirse.
Habiéndose dado e! gran salw hacia la
ruptura del acto único, cabría preguntarse
si el próximo paso será modificar el concep-
to de integridad de texto. Por los ejemplos
que hemos visto y que nacen de la prácti-
ca, parecería que estamos ante la necesidad
de una l1ue\'a manera de enfocar en el fu-
turo este concepto. ¿Como no salvar una
escritura en los casos que un error en el
nombre podría hacerla inútil?, (Cómo ha-
cer firmar una escri[Ura al compareciente
con error en su nombre o en sus datos ge-
"
neraJes? Pero por el momcnh', salvo mo-
dificación en la legislación COI'una solución
que ahora no proponemos porque no se
nos ocurre, la escritura deberá quedar tal
como aparecía cuando la firmó el primer
otorgante, errores incluidos.
De esta forma, en el caso del Acreedor
de nuestro primer ejemplo, tendríamos
que concluir que debe firmar la escritura
con la "fe de entrega" ya escrita cnla Con-
dusión, aun clIando los hechos en ella na-
rrados todavía no hubieran sucedido. Re-
cién después, una vez que la suscriban los
intervinientes en la "fe de entrega" el ins-
trumento adquiere significado en forma
integral.
4. UNA INTERPRETACIÓN DEL
INCISO J DEL ARTÍCULO 59 DEL
D.L. 26002.-
El artículo 59, inciso j, dice textual-
mente: "Art. 59.- La conclusión de la cs-
critura expresará: ...j) la suscripción por
los comparecientes y el notario, con la in-
dicación dc la fecha en quc se concluye el
proceso de firmas del instrumento."
Esta fecha en]a Conclusión se hace ne-
cesaria para distinguirla, cuando ese sea d
caso, de]a fecha que aparece en]a Intro-
ducción, y que no necesariamente es la
misma, como ya]o hemos visto en este tra-
bajo. Sin embargo lo que conviene plan-
tearse es si ]a fecha de firmas debe cons-
tar necesariamente en]a Conclusión. ¿Es
inflexible el Decreto Ley 26002 cuando
establece en SllArtícu]o 53 Ysiguientes las
partes de la escritura y su contcnido~ En
otras palabras, que sucede: si del propio
texto de la escritura se desprcnde clara-
mente la fecha de su extensión en el pro-
tocolo y su fecha de firma, y esta última
ANIIlALCORVETTO ROMERO
no está en ]a Conclusión? (Es nula la es
critura~.
E] tema de las tres partes de las cscritu-
ras públicas puede ser más extenso que lo
que pretendemos proponer. Sólo queremos
decir que si en otro lugar del texto de la es-
critura, que no sea ]a Conclusión, aparece:
¡ndubitab]emente la fecha de su suscripción,
esto no deberia acarrear la nulidad de la es-
critura. Pensamos que debe aplicarse cI Ar-
tículo 125 del Decreto Ley 26002 que no
sanciona ]a nulidad cuando el defecto no
afecta su eficacia documental.
Asunto vinculado con este tema, pero
de menor importancia, es el lugar en la
Conclusión donde debe figurar la indica-
ción de la fecha de la conclusión de las fir-
mas. Nos inclinamos a pensar que la frase
referida a]a fecha de finalización de las fir-
mas, debe colocarse luego de las firmas de
las partes, es decir, debajo de ellas. Ya su
vez, debajo de esta frase, debe firmar o
autorizar la escritura el Notario. Algunos
Notarios ubican esta frase entre el texto de
la escritma y las firmas, lo cual también es
posible, pero no nos convence eSla cipecie
de cuna enrre el texto y las firmas. Noso-
tros proponemos una lógica manera de ir
anotando en el pape! lo que va sucediendo,
en una forma continua, cronológica. Lo
que habría que cuidar es que no se añadan
luego de las firmas ningÚn concepto o idea
diferente a la &asede]a fecha en que se ter-
minó de suscribir la escritura, por razones
obvias.
Para finalizar creemos atinado mencio-
nar aquí una cita de dos importantes his-
toriadores: WiU y Arial Durant:
"Es positivo que nuevas ideas de-
ban escllcharse, para beneficio de
las pocas que puedan utilizarse;
pero también es positivo que las
ACTO UNICOY LA NUEVA LEY DEL NOTARIADO. SEGUNDA
nuevas ideas ri~t'lan ser compelidas
a pasar por d molino de la obje"
ción, de la oposición}' de !a viru.
peración; esta es la prueba gim-
nástica preca!ificatoría quc las inno-
vaciones deben pasar antes de ser
admitidas en la carrera humana.
Es positim que lo viejo resista a lo
nuevo, y que lo nuevo sea punza-
PARTE
"
do por lo viejo; com0 producto
de esta tensión, tal como de la por-
fia entre los sexos y entre las clases,
resulta una fuerza creadora flexible,
un desarrollo estimulado, una se-
creta}' básica unidad)' rno\"imien-
to del todo".
(Traducción libre del
autor de este trabaju).<S)

BIBLIOGRAFIA

l. ~eri, Argentino 1.: "Tratado Teórico y Práctico de Derecho Notarial", Volumen

2, InstfLImentos, Primera Edición, Segunda Tanda, Ediciones Depalma, Buenos Ai-
res, 1980. Página 363.
2. ~eri, Argentino 1.: op.cit. Página 363.
3. Pérez Fernández del Castillo, Bernardo: op.cat., Página 299.
4. Gimcnez~Arnau, Enrique: op.cit., Página 679.
5. Durand, Will y Ariel: "Las Lecciones de la Historia", Editorial MJF Bouks, New
York. Pági]~a 36.
Anteproyecto de Código de Etica del
Notariado Peruano(*)
JORGE EDUARDO ORIHUELA lEER/ca
CAPíTULO PRIMERO
NORMAS GENERALES
Artículo Primero: El Código de Eti-
ea del Notariado peruano es el conjuntO de
preceptos de carácter moral que rigen pa-
ra todos los notarios del país}' que se orien-
tan a obtener una práctica honesta y una
conducta honorable integral de todos y
cada tino de los que ejercen la función no-
tarial.
Está constituido por un conjunto siste-
matizado de normas permanentes que ri-
gen y encausan el ejercicio de la función nu-
tarial dentro de los principios que les son
inherentes y encuentran SlI fundamento y
necesidad en la importancia del notario en
la sociedad. Especialmente dentro del me-
dio jurídico, la proyección social de su fun-
ción a la comunidad a la que sirve y que exi-
ge de SlIministerio la transparencia dclno-
Comunicación del autor, Jorge E. Orihue!a !berico a la Decana del Colegio de Notarios de Urna, el 25.11.1998.:
"En enero de 1992, en Arequipa, se aprobó por unanimidad
Peruano preparado por el suscrilo.
Como existe una ComisiÓlldesignada pera ver este tema, me permito hacerte llegar una copia del Código al
quelehehecho¡¡lgunosajuslesporlaeimloacíóndelerancel,laleydeesuntosnoconlenclasos,etc.
Habríe que consíderar que la actuet situacíón del Notariado
Código de éltca a nivel colegial y no referirto, como
tario y de su quehacer notarial como pre-
supuesto inseparable y consustancial a su ca-
lidad de depositario de la fe pública cuya ac.
tividad se orienta a garantizar la seguridad
jurídica, aspiración y derecho de la socie-
dad en su conjunto.
Artículo segundo: Los principios deon-
tológicos y éticos que deben condicionar y
gobernar la conduna integral del notario,
no se diferencian en esencia de los que ri.
gen la conducta de los otros miembros de
la sociedad,pero se distinguen por la razÓn
de ser, por su finalidad y por la proyección
de intereses públicos de la funciÓn notarial.
El respeto al orden jurídico, al orden pú.
blico, a las buenas costumbres y a la licitud
como marco de su actuación. El respeto a
la persona con prescindencia de toda con.
sideración sobre la raza, credo, posición,
ete. Y la defensa de la imagen del notario,
un Anteproyecto de Código de elica del Notariado
de la Aepúblicaobli¡¡BrfaElca mblarelalcancedel
lue Elprobado, al ámbito nacional"

por ser el ámbito ético-jurídico de esta
normatividad, constituyen e! objeto y fin de
este Código de Ética del :-.¡'otariado Pe-
ruano.
Artículo tercero: El notario es un pro-
fesional del derecho especialmente habili-
tado para dar fe de los actos y contratos que
otorguen y celebren las personas, de redac-
tar los documentos que los formalicen y de
asesorar a quienes ]a presentación de su
ministerio, su función comprende ]a de
certificar sobre hechos que los procedi-
mientos no contenciosos, por ello ocupa un
lugar de especial consideración en el seno
de ]a sociedad en la que tiene a su cargo co-
mo medio y fin el otorgar seguridad jurí-
dica a través de los instrumentos públicos
que ampara con su intervención por eUode-
be tener en todo tiempo y lugar, dentro y
fuera de! despacho, un comportamiento
ético y honorable que guarde relación di-
recta con la personalidad que la ley inviste
y que la comunidad demanda.
Artículo cuarto: El Consejo del Nota-
riado y los Colegios de Notarios deberán
vigilar e! fiel cumplimiento de lo que este
código demanda.
Artículo quinto: En lo no previsto en
él, se tomará como elemento de juicio pa-
ra apreciar y definir en cualquier circunstan-
cia el comportamiento de un notario, que
pudiera considerarse reñido con los pará-
metros morales y éticos, sea !Tente a un he.
cho advertido en forma flagrante o por
denuncia de parte interesada, a la obliga-
da observancia que debe guardar todo
miembro de la orden en su actuación pro-
fesional y vida pública O ptivada de los
principios de veracidad, honorabilidad, ob-
jetividad, imparcialidad, diligencia, sobrie-
dad, ejercicio directo y personal de su fun-
ción, capacitación constante, respeto, mo-
JORGE EDUARDO ORIHUELAIBEAICO
da!es acordes con su investidura, trato res-
petuoso al diente, ;>sus subordinados r
colegas r demás cuestiones no previstas en
e! ordenamiento jurídico vigente que pue-
dan dañar o distorsionar la orden del no-
tario que este código tiene como fin pre-
servarymantener.
CAPÍTULO SEGUNDO
DEBERES DEL NOTARIO
Artículo sexto: Son deberes del Nota-
no:
a. :-.¡'egarsea intervenir en actos, contratos
y certificaciÓn de hechos en que se ad-
vierta que se solicitan sus servicios pa-
ra obtener únicamente una ventaja de-
rivada de la intervención notarial, sin
que esta sea exigida por la ley o cuya ac-
tuación conozca a priori quc pueda ser
controvertida. Ll transparencia de al
actuación notarial debe primar en la
facción de todo instrumento público.
b. Debe dedicar el tiempo que se requie-
ra para capacitarse en el ejercicio profe-
sional con la finalidad de estar en apti-
tud razonable dc conoccr el ordena-
miclHu jurídico vinculado a su ejercicio
profesional y de apreciar con jusreza
los límites de la misma, para evitar in-
vadir funciones que correspondan a la
actividad jurisdiccional.
c. Procurar asistir a ccrtámenes notariales
nacionales e internacionales organizados
bajo el patronazgo de la Unión Inter-
nacional de! Notariado Latino (UINL)
que se com'oquen presentado en lo po-
sible ponencias o participando activa-
mente en las deliberaciones, en la bús-
queda del imcrcambio de conocimien.
tos}' experiencias que le permitan ele-
var su nivel profesional para así respon-
der adecuadamente a las exigencias del
mejor servicio a la comunidad.
ANTEPROYECTO DE CÓDIGO DE ET1CA DEL NOTARIADO
d. Debe asumir el trabajo notarial que
pueda y deba conuolar personalmente
en aras de ofrecer la mayor seguridad ju-
rídica.
e. Atenderá todos los asuntos que le soli-
citen, sin escoger únicamente lo que le
corresponden mayor rendimiento eco-
nómico, toda vez que todo cliente y
todo tipo de asunto tiene importancia
dentro de! ámbito de la función y ésta
no se mide desde el punto de vista me-
ramente crematístico.
f. Será puntual en sus citas y acudirá a
prestar sus servicios extraprotocolares
con dedicación y controlando con espe-
cial cuidado e! cumplimiento de las ba-
ses o normas de toda actuación en que
intervenga por razón de su oficio o por
mandato de la ley para asegurar la serie-
dad y garantía de su participación.
g. Deberá guardar secreto profesional en
los asuntos que le confieren sus dien-
tes y se abstendrá de comentarios que
pueden afectar este deber ético sea tren-
te a colegas, amigos, parientes y auto.
ridades.
h. Deberá orientar al otorgante cuando
advierta que no tiene la cultura o for-
mación necesaria para apreciar [a impor-
tancia y trascendencia del acto o contra-
to que celebra.
1. Deberá evitar en lo posible toda discu-
sión con sus dientes sobre honorarios
profesionales ya que estos deberán ser
ajustados atendiendo a la imponancia
del asunto y al trabajo realizado.
CAPÍTUW TERCERO
RELACIONES CON
EL COLEGIO DE NOTARIOS
Artículo sétimo: El notario deberá
proporcionar información que le sea soli-
citada por e! Colegio de Notarios de su ju-
PERUANO
"
risdicción }' que de acuerdo a ley pueda su-
ministrar.
El notario deberá adecuar su conducta
al servicio de su institución colegial repre-
sentativa de la cual forma parte y participa-
rá en la vida de la misma, asistirá a su asam-
bleas generales y demás actuaciones que el
colegio organice, aceptará el formar comi-
siones sea de visitas o despachos notariales,
de estudio y cuantas sean requeridas por su
institución dentro del límite correspon-
diente.
Aportará su concurso con lealtad para
el mejor éxito de los logros y fines imtitu-
cionales respetando y dando e! trato que
merecen las autoridades colegiales, ade-
más de las que integran el Consejo del
Notariado
CAPÍTULO CUARTO
FORMACIÓN DE
CLIENTELA Y PUBLICIDAD
Artículo octavo: La formación de clien-
tela de! notario deberá cimentarsc en su ca-
pacitación profesional}' honestidad, debe-
rá evitar la solicitación directa o indirecta
de dientes. Si el notario realiza publicidad
indecorosa o de amoclogio mcnoscaba ]a
tradicional dignidad de la profesión.
Se considera grave falta cuando el no-
tario ofrece o gratifica para que se le reco-
miendc o se le asignen trabajos.
CAPÍTUW QUINTO
DE LA COMPETENCIA,
PROPAGANDA Y DENUNCIAS
Artículo noveno: Mecta la ética pro-
fesional:
" JORGE
3. La competencia desleal;
b. Toda clase de propaganda que contri.
buya a exaltar el servicio por medio de
cualquier medio publicitario, con excep-
ción de avisos en diarios de circulación
nacional que se limiten a anunciar el
nombre del notario, ubicación y hora-
rio de atención;
c. La intervención u opinión en perjuicios
de la calidad personal o profesional de
otro colega;
d. Intervenir indirectamente en la licita-
ción, concurso o subasta de honora-
rios profesionales.
e. Cuando el notario acepte un trabajo
en que se advierte la previa intervención
EDUAAOO ORIHUELA IBERICO
de otro colega deberá comunicarse con
él en orden a verificar si el retiro del do-
cumento ha sido hecho regularmente y
no se le adeuda honorario alguno.
Artículo décimo: Cualquier notario
que se sienta afectado o que juzgue lesio-
nado su prestigio profesional por actos de
otro colega, podrá formular denuncia es-
crita al colegio al que pertenezca.
Artículo décimo primero: Este códi.
go de Ética del Notariado Peruano entra-
rá en vigencia a partir de la fecha de su apro-
bación por la Asamblea del Colegio de
~otarios respectivo. IR
Aspectos Registrales y Notariales de la nueva
Ley de Títulos Valores'
PERCY GONzALEZ - VIGIL BALBUENA
L
a nueva Ley de Títulos Valores,
Ley N° 27287, reemplaza a la
_ anterior Ley N° 16587.
La nueva Ley introduce cambios fun-
damentales no sólo de concepto sino de
procedimiento en SLIaplicación. Para em-
pezar, el concepto de título valor conceb¡-
do por la nueva Ley tiene lIna mayor am-
plitud que la reemplazada, pues ésta con-
sideraba como título valor al documento
que representaba o contenía derechos pa-
trimoniales destinados a la cir..:ulación y
que además reunieran los requisitos forma-
les esenciales que exigía la Ley, en tanto
que la nueva Ley define como título valor
a aquellos valores materializados que repre-
senten o incorporen derechos patrimo-
niales, cuando estén destinados a la circu.
lación siempre que reúnan los requisitos
formales que por imperio de la Ley,les co-
rresponda por su naturaleza (art. 10).
El artículo segundo incorpora
Exposición realizada en la Primera Jorna.da InternaCional
5,6y7deoctubredeI2000en el Auditorio de Ja FaculJadde
Perú.
bién al concepto de título valor a los va-
lores desmaterializados, a condición de
estar representados por anotación en
cuenta y que su registro se efectúe en una
InStitución de Compensación y Liquida-
ción de Valores.
ASPECTOS REGISTRALES EN
LA NUEVA LEY DE TITULQS
VALORES
Sin duda esta nueva Ley tiene inciden-
cia en el campo del Derecho Regisrra!,
regulando algunos títulos valores que
en principio se rigen por la ley de la ma-
teria, como el caso de las acciones repre-
sentativas de] capital de una sociedad,
¡os valores emitidos cn procesos de titu-
lización. Pero existen otros títulos valo-
res sobre los que]a Ley hace una regula-
ción precisa y a los que me referiré a
continuación en forma sucinta y que son
tamo de relevancia, pues en el quehacer diario
de Derecho R egistraly Notarial llevada a cabo los dias
Derecho de la Pontiricia Universidad Católica del
"
del registrador su aplicación será de mu-
cha importancia.
l.-TRANSFERENCIAS DE BIE-
NES REGISTRABLES
En los contratos de transferencias de
inmuebles o muebles registrables, la can-
celación de los mismos puede efectuarse
al contado o en forma diferida, pero en
cualquiera de ellos las partes pueden pac-
tar que su cancelación se efectuará en
cualesquiera de Jas siguientes formas:
a) Mediante la emisión de una orden
de pago contra una cuenta corriente
de un banco, es decir un cheque, en
cualesquiera de las nuevas versiones
que sobre tales legisla la nueva Ley, es
decir cheques personales, (art. ] 90°),
certificados (art.191 0), de gerencia
(art.193°), garantizados (art. 195°),
de viajero (art. 196°), de pago dife-
rido (art. 199°).
b) Mediante el compromiso de pago a
futuro que efectúa el adquiriente pa-
ra lo cual aceptará una letra de cam-
bio (art.1I9°) o emitirá un pagaré
(art. 158°).
En ambos casos se generará automá-
ticamente una hipoteca legal a favor del
transfiriente por el saldo de precio pen-
diente de pago y que obligará, en su
oportunidad, al otorgamiento de la res-
pectiva escritura de cancelación, salvo
en los casos de pago de precio con che-
que en los que el vendedor declare que
la cancelación con este título valor pro-
duce efectos cancelatorios. Creo que en
el supuesto del cheque de pago diferido,
aún cuando el transfirieme puede efec-
tuar esta misma declaración, ello podría
resultar no conveniente para sus intere-
ses, pues Tia es una orden de pago inme-
PERCYGONZALEZ-VIGILBIILBUENII
diata sino a plazo futuro, casi equipar.l-
ble con la aceptación de una letra de
cambio, con la diferencia que el pago, en
el caso del cheque de pago diferido el
obligado inmediato es el banco contra el
que se giró y el responsable por el cum-
plimiento de la obligación sigue siendo
el girador hasta su pago.
2.- TITULO DE CREDITO
HIPOTECARIO NEGOCIABLE
Importante creación introduce esta
Ley al permitir (art. 240° y siguientes) la
emisión de esta clase de título de crédito
a solicitud del propietario de un inmue-
ble, mediante escritura pública que se
inscribirá en (a partida registra! del inmue-
ble que garantizará esta emisión, a con-
dición de reunir determinados requisitos,
como que se trate de un bien inmueble
susceptible de ser gravado por hipoteca y
que esté inscrito en cualquier registro
público. Obviamente se trata de una hi-
poteca de primer rango, pues la Ley exi-
ge la constatación de inexistencia de car-
gas y gravámenes, luego de lo cual el re-
gistrador anotará el gravamen hipoteca-
rio constituido por el valor total del bien
gravado, según la valorización de perito
que debe ser insertada en la escritura pú-
blica, procediendo el Registro a expedir
el título en el formulario aprobado por la
Superintendencia Nacional de Registros
Públicos. El contenido del título de cré-
dito hipotecario negociable se encuentra
regulado por el arto 241 ° de la Ley.
Es importante señalar que le son apli-
cables a este título valor las normas refe-
ridas a la leua de cambio, en cuanto no
resulten incompatibles con su naturaleza.
Para su cancelación bastará su devo-
 y
ASPECTOS REGISTRALES NOTARIALES DE LA NUEVA LEY DE TITULOS VALORES
lución al Registro sin haber sido endosa-
do o debidamente cancelado por el Últi-
mo endosatario o en los casos de \'enta
judicial o exrrajudicial en virtud de las
respecti\.as constancias de la autoridad ju-
dicial o de la empresa del sistema finan-
ciero que hubiera intervenido en su ena-
jenación.
Esta nueva figura jurídica debe to-
marse con la cautela y precaución que el
buen juicio nos exige, pues estoy seguro
que muchos de los contratos de mutuo
con garantía hipotecaria que hoy se ce-
lebran, algunos de ellos, incluso, bajo
la modalidad de compra venta con pac-
to de retroventa, en los que personas
inescrupulosas abusan en el cobro de in-
tereses, van a ver un paraíso en la reali-
zación de sus ilícitas actividades, pues
no tendrán que intervenir en la celebra-
ción de contratos en los que los Notarios
ponemos especial celo, sino tan sólo le
pedirán al deudor que otorgue la escritu-
ra de crédito hipotecable.
ASPECTOS NOTARIALES DE LA
NUEVA LEY DE TITULaS
VALORES
La principal incidencia de la actividad
notarial en la nueva Ley de Títulos Valo-
res está dada por el protesto de los mis-
mos, actuación notarial que se encuentra
regulada por el arto 700 y siguientes de
la Ley, señalando que el incumplimien-
to de las obJigadones que representa el
título valor debe constar mediante el
protesto o la observación de formalidad
sllstitutoria, esta última referida al cargo
en cuenta bancaria.
Por no considerar oportuno rererirrne::
e::nforma e::xplícitaa la forma sustitutoria
"
creada po:' Ja Ley, omitiré en la me::dida
de lo posible referirme a ella, salvo seña-
lar que en mi criterio, el establecimien-
to del cargo en cuenta bancaria podría
equipararse al cheque de::pago diferido,
con la diferencia que en e::steÚ!timo caso
el plazo máximo no podrá ser mayor a
treinta días, en tanto que con la letra
con cláusula de cargo en cuenta bancaria,
el plazo se convierte en indefinido suje.
to al acuerdo de::las partes.
EL PROTESTO
El Dr. Remigio Pino Carpio definía el
protesto como una diligencia esencial-
mente notarial, de carácter netamente
formal, sokmne y pública, en virtud de
la cual se requiere a una o más personas,
inte::rvinientes o nominadas en un título
\'alor para que la acepte:: o la cancele a su
vencimiento.
Dice::la Ley que el protesto cn los tí-
tulos sujetos a él, constituye la formali-
dad necesaria para el ejercicio de las ac-
ciones cambiarias respectivas, agregando
que ni la incapacidad o la insolvencia
decretada o la muerte del obligado prin-
cipal (os dispensan de la obligación de
formalizar el protesto, surtiendo, en es-
te último caso, sus efectos inclusive con-
tra sus herederos.
La Ley introduce dentro del conte::x-
to de las cláusulas especiales, reguladas
por el artículo 48° y siguientes, la cláu-
sula de liberación del protesto o cláusu-
la sin protesto, en virtud de la cual el tí-
tulo valor no necesitará del protesto pa-
ra el ejercicio de las acciones derivadas del
título valor, facultando, eso sí, al tenedor
a efectuar el protesto a su costo. Es de
anotarse que esta cláusula de sin protes-

"
to no es aplícabJe para el protesto por fal-
ta de aceptación de la letra de cambio, el
cual debe llevarse a cabo obligatoria-
mente.
Para el protesto debe observarse cier-
to procedimiento, que a continuación
detallo.
PLAZO PARA LLEVAR A CABO
EL PROTESTO
La Ley se pone en varios supuestos:
A. Protesto por falta de aceptación. Se
deberá llevar a cabo dentro del plazo
de aceptación de la letra de cambio
para ese efecto e inclusive hasta los
ocho días posteriores al vencimiento
de dicho plazo o del señalado en el
mismo título como término para su
presentación a su aceptación. En es-
te caso el tenedor deberá entregar el
título al Notario o fedatario dentro de
los plazos establecidos para su acep-
tación o pago, plazos dentro de los
cuales se llevará a cabo el protesto.
B. Protesto por falta de pago con ex-
cepción del cheque y otros títulos
valores con vencimiento a la vista.
Se deberá efectuar dentro de los quin-
ce días posterior~s a su vencimiento,
debiendo el tenedor entregar al No-
tario o fedatario el título dentro de los
ocho primeros días, quien deberá
efectuar la notificación al obligado
después de recibido el título y siem-
pre dentro de los primeros quince
días posteriores a Sll vencimiento.
C. Protesto por falta de pago de títu-
los valores pagaderos a la vista,
distintos al cheque. Podrá efectuar-
se desde el día siguiente de Sll emisión
hasta la fecha de su presentación e
inclusive dentro de los ocho días pos-
PERCYGONZALEZ.VIGILBALBUENA
teriores al vencimiento de! plazo legal
o del señalado en el mismo título. El
protesto es válido si se efectúa el mis-
mo día de su presentación al pago.
D. Protesto por falta de pago del che-
que. Se podrá efectuar dentro de los
treinta días desde Sll emisión.
E. Protesto por falta de pago del che-
que de pago diferido. Podrá efec-
tuarse dentro de los treinta días con-
tados a partir del día señalado para su
pago.
F. En los demás títulos valores sujetos
a protesto, e! plazo para ello es den-
tro de los quince días siguientes a la
fecha en que debe cumplirse la obli-
gación.
LUGAR DONDE DEBE
EFECTUARSE EL PROTESTO
A. Señala la Ley que el protesto debe
efectuarse en el domicilio señalado
para su presentación al pago aún
cuando el obligado contra quien se
realice el protesto no se encuentre
presente, haya ,'ariado su domicilio,
devenido en incapaz, insolvente o
hubiere fallecido.
B. La Ley, recogiendo la casuística, se
pone en el supuesto que en el docu-
mento a protestar no se hubiera indi-
cado domicilio para e! pago, en cuyo
caso el protesto se podrá efectuar en
el domicilio real del obligado princi-
palo en el domicilio del indicado pa-
ra el pago por intervención.
C. Si el domicilio fuere inexistente, el
protesto se hará mediante notifica-
ción cursada a la Cámara de Comer-
cio Provincial correspondiente allu-
gar del pago. De no existir Cámara de
Comercio en el lugar, se hará en la del
 y
ASPECTOS REGISTRALES NOTARIALES DE LA NUEVA
Jugar de su emisión y si por último
tampoco hubiera Cámara er: ~ste úl-
timo lugar, el Notario o fedatario de-
jará constancia de ello y en mérito
de tal certificación se prescindirá de la
notificación quedando válidamente
protestado el documento.
D. En el caso que el título valor contu-
viera la cláusula de pago mediante
cargo en cuenta, surtirá los efectos del
protesto la constancia que deje la em-
presa respectiva en el mismo título.
Igual efecto generará la constancia
puesta por la entidad financiera a tra'-
vés de la Cámara de Compensación o
sistema similar o alternativo.
PERSONA ENCARGADA DE
EFECTUAR EL PROTESTO
La Ley menciona qlle el protesto de-
berá ser efectuado mediante notificación
dirigida al obligado principal por el No-
tario o sus secretarios o el Juez de Paz del
distrito correspondiente al lugar del pa-
go, sólo en caso de no haber Notario
en dicha plaza.
La. designación y el cese del secreta-
rio será efectuada por el Notario, me-
diante comunicación al Colegio de No-
tarios respectivo, el cual mantendrá un
registro de ellos, siendo de responsabili-
dad del Notario dcsignante los actos de
SllSsecretarios.
La notificación podrán efectuarla tan-
to los secretarios notariales cuanto el
propio Notario, la que deberá efectuar-
se sólo de lunes a viernes, siempre que sea
día hábil, dentro de los plazos previstos
por la Ley para cada caso, según se tra-
te de protesto por falta de aceptación, de
pago, etc.
LEY DE TITULOS VALORES
"
Si el Último día del plazo para la en-
trega al Notario del título o para realizar-
se la notificación fuere feriado, sábado o
domingo, el término qucda prorrogado
hasta el próximo día hábil. Igual regla se
aplica para el caso de cargo en cuenta
bancario, pero !a Ley hace un distingo,
refiriéndose no a! día hábil, sino al caso
que el último día para dejar la constan-
cia fuera no laborable por la empresa,
en cuyo caso se prorroga el plazo hasta el
primer día laborable de la empresa. Los
días intermedios no hábiles o no labora-
bles, se consideran para el cómputo del
plazo.
Similar norma se aplica en los casos en
que por disposición legal no fuera posi-
ble la diligencia, en cuyo caso el plazo
queda prorrogado hasta cllímite que se-
"ale el dispositivo legal. La Superinten-
dencia podrá prorrogar los plazos me-
diante disposición motivada.
Los requisitos formales de la notifica~
ción del protesto están regulados expresa-
mente por el art. 77° de la Ley, el cual con-
templa también, que la notificación podrá
ser efectuada personalmentc o enviada
por el fedatario utilizando los medios fe-
bacientes que aseguren su notificación.
CONSTANCIA DEL PROTESTO
La Ley anterior, concordante con el
arto 75° de la Ley del Notariado, señala
que los Notarios debemos llevar en nues-
tro protocolo un registro en el que debe-
mos anotar las actas de protesto, con in~
dicación de la fecha, hora,lugar, nombre
del solicitante, nombre de la persona
contra quien se dirige elprotesto, su di-
cho, persona con quien se entiende y
transcripción del título valor, acta que de-
..
be ser firmada por el fedatario o el secrc-
tarío notarial.
La nueva Ley modifica el art. 75° de
la Ley del Notariado y scuaJa que en el
registro de protestos se anotarán éstos,
asignándolcs una numeración correlati-
va, según el orden de presentación. Asi-
mismo en este registro se anotarán los pa-
gos parciales, negación de firmas y otras
constancias que deseen dejar las personas
a quienes se dirija la notificación del pro-
testo. Dentro de este contexto de varia-
ción sustancial para la forma de protes-
to la persona a quien se le notificó el
protesto, podrá dejar constancia de este
dicho ya no sólo en el acto de la notifi-
cación o como la antigua Ley menciona-
ba en el acto del protesto, sino durante
el día de la notificación y hasta el día
hábil siguiente.
Me parece que por desconocimiento
de ]a práctica notarial, a pesar que opor-
tunamente el Colegio puso en conoci-
miento de ]a Comisión que elaboró el
Anteproyecto de]a Nueva Ley de Títu-
los Valores, dentro de esta quinta dispo-
sición transitoria se autoriza a los Nota-
rios a llevar registros diferentes en fun-
ción al tipo o clase de protesto, ya sea por
falta de aceptación o de pago u otras
obligaciones, cuando en realidad, en la
práctica, hecho que fue recogido por la
Ley del Notariado, los diferentes regis-
tros se llevaban en función del tipo de
documento o título valor a protestar, es
así que teníamos dos clases de registros,
uno para el protesto de letras y otro pa-
ra elprotesto de pagarés.
PROCEDIMIENTO
La nueva Ley señala que el procedi-
PERCYGONZÁlEZ.VIGILBALBUENA
miento para efectuar el protesto consis-
te en !a notificación a! obligado, cuyo
contenido ya mencioné que se encuentra
regulado expresamente y que debe con-
tener el número correlativo correspon-
diente, e] lugar y la fecha, nombre del
obligado contra quien se realiza el pro-
testo, el domicilio, descripción del títu-
lo valor, pudiendo optarse por enviar
una copia del documento, el nombre del
solicitante, nombre y dirección del No-
tarío y la firma de éste o de su secretarío
notarial.
NOTIFICACIÓN
Efectuada la notificación, e! Notario
conservará las constancias de las notiHca-
dones que curse en actas o registros.
Sobre este punto debemos reflexionar
sobre la exigencia de la Ley, si debemos
mantener estas constancias, obviamente
se trata, o bien, de una copia de]a noti-
ficación con e! cargo respectivo o de la
notificación misma, en el supuestO de
no haber sido recibida, con indicación de!
motivo y esto nos lleva a pensar que no
podemos hablar de actas o registros di-
ferentes a estos documentos, pues no
me imagino de qué forma puedo mante-
ner las constancias en actas o registros,
que no sea mediante la conservación de
]a notificación o cargo de las mismas,
las que agrupadas físicamente siguiendo
el orden correlativo asignado a] título,
formarán en sí estos registros y que bien
podríamos concluir por que estas copias
vendrían a ser las actas. Esto desde un
punto de vista práctico, pero que tam-
bién nos obliga a meditar sobre las dis-
tintas formas de registros que existirán a
partir de la entrada en vigencia de la
nueva Ley, pues la segunda disposición
transitoria establece que los títulos va10-
ASPECTOS REGISTRALES
y
NOTARIALES DE LA NUEVA
res emitidos, creados o girados antes de
]a entrada en vigencia de la nueva Ley,
que se encuentren en circulación o pen-
dientes de vencimiento o de pago se se-
guirán rigiendo por]a antigua Ley. Este
es un problema no contemplado por la
llueva Ley y que podría dar lugar a dife-
rentes interpretaciones, las que even-
tualmente pueden ocasionar nulidades
que para evitarlas deberemos dar una
solución que tal vez sea la de nevar dos
tipos de registros, uno referido a la Ley
N° 16587 Y otro para esta nueva Ley.
Pero continuando con el trámite del
protesto si el emplazado no concurre a]
oficio del Notario durante el día de ]a no-
ti[¡cación o hasta el día hábil siguiente, se
procederá a dejar consrancia del no pa-
go mediante la cláusula documento pro-
testado con indicación de la fecha en
que se cursÓ la notificaciÓn, refrendada
con la firma del notario.
Debe mencionarse que el notario es-
ta obligado a recihir el pago parcial o tO-
tal del documento en tdmite de protes-
to, dejando constancia de el]o el! el mis-
mo documentO y la oportunidad de pa-
go es hasta el día hábil siguiente al de b
notificaciÓn devolviéndose al interesa-
do el documento con ]a constancia de pa-
go parcial el día subsiguiente al de la
notificaciÓn.
Debemos tener muy claro que si la
notificación es rechazada o por cualquier
causa no fuere entregada al mismo des-
tinatario, con ]a constancia que de el]o se
deje, la notificación surte plenamente
sus efectos y en consecuencia el protes-
to es válido. Es entendido que si la no-
tificación no fuere entregada por no exis-
tir la dirección, se cursará otra notifica-
ción a la Cámara de Comcrcio o se deja-
LEY DE TITULOS VALORES ..
rá con:>lancia de su imposibilidad y el
protesto se tendrá por cumplido.
PACTO DE NO PROTESTO
La Ley permite que en los casos de tí-
tulos valores sujetos a protesto, las par-
tes pacten su nO protesto, mediante la in-
c usión de la cláusula sin protestO, en
cuyo caso el tenedor no necesitará del
protesto para que el título valor por el só-
]0 mérito de su vencimiento permita el
ejercicio de las acciones cambiarias: Sin
embargo el tenedor puede optar por el
protesto, asumiendo su costo.
La redacción original del Antepro.
yectO limitaba la vigencia de la cláusula
de no protesto hasta que sc efectuara el
primer endoso del documento, en cuyo
caso los siguientes tcnedores o endosa-
tarios tenían]a obligación de solicitar el
protcsto.
La cláusu]a de no protcsto puede gc-
nerar en la práctica una corruptela en la
que personas incscrupulosas, f:llsificando
]a firma del aceptantc, recurran al órga-
no jurisdiccional solicitando las medi-
das cautclatorias pcrtinentes, las que po-
drán llevarse a cabo a espaldas del supucs-
to obligado, por ejemplo trab.lr embar-
go sobre sus bienes muebles, oportuni-
dad en la que recién tomará conocimien-
to de estc ilícito y que como en el pasa-
do ocurría con los embargos de auto.
móviles que luego desaparecían, en estos
casos el supuesto deudor verá, impoten-
te, el despojo de su patrimonio.
Para terminar me gustaría referirme a
]a quinta disposición complementaria
que faculta a la Superintendencia y a la
CONASEV a aprobar los modelos y for-
..
matos cstandarizadm de los títulos \'alo-
res que las Cámaras v Asociaciones Gre-
miales les propongan.
La Comisión Multisectorial formada
por iniciativa de la Cámara de Comercio
de Lima, a la que fue invitado el Cole-
gio de Notarios de Lima, ha preparado
estos formaras estandarizados para el
caso de letras, pagarés y facturas confor-
madas. En el caso de las letras que es el
tema que más nos preocupa pues se tra-
ta del título valor de mayor circulación
ya las que voy a referirme, las han ela-
borado en dos clases, una primera en la
que no incluyen ningún tipo de las cláu-
sulas especiales, legisladas por el arto
48° y siguientes de la Ley, salvo la cláu-
sula de cargo en cuenta y otra en la que
han incluido, impresas. las cláusulas ~s-
p~cial~s y que obviament~ c::ld~udor,
ac~ptant~ o part~ más d¿bil dc::ln~gocio,
PERCYGONZALEZ.VIGILBAL8UENA
no tendrá más opción que aceptar su
vigencia sin poder manifestar su desa-
cuerdo con alguna de ellas. Durante las
reuniones habidas en la Cámara de Co-
mercio, se llegó a la conclusión. luego
dc::l estudio de varias propuestas, que
podía c::laceptante testar cualesquiera
de las cláusulas impresas con lo cual
quedaba liberado de su cumplimiento,
sin embargo la Superintendencia ha
aprobado este modc::lo sin dar oportuni-
dad al deudor a manifestar su oposición
a alguna de estas cláusulas.
La posición del Colegio fue por que
las cláusulas adicionales deberían ser
aceptadas expresamente por el deudor,
firmando al costado de cada una de ellas
y cuya impresión podía efectuarse al dor-
so del documento, posición que no fue
aceptada por la mayoría de la Comisión
Multisectorial. .
 Breves apuntes sobre el sistema registra!
inmobiliario estadounidense
JUAN CARLOS PERALTA CASTELLANO
no de los primeros contactos que
el autor de este artículo tuvo con
el derecho registral estadouniden-
se fue en 1997 cuando, en la Universidad
de l\tiami, solicitó adquirir un libro espe-
cializado en derecho registra!. Luego de ex-
plicar al extrañado asistente ]0 que para el
sistema latinoamericano en general y perua-
no en particular, era el Derecho Registra!,
éste replicó que para dIos simplementc se
tralaba de llenar UIl formulario, [levarlo a
un notario a legalizar las firmas y presen-
tarlo a una oficina: "<A quién se le ocurri-
ría escribir un libro sobre eso?". fue su res-
puesta.
En las tílleJ.Ssiguientes seguiremos un
brcn: bosquejo dd sistema registral esta-
dounidense, donde se dan grandes facilida.
des para la contratación, donde el Princi.
pio de Legitimación es inusualmcnte rela-
tivo, y donde, como en casi todos los aspec-
tos de la vida en Estados Unidos, las como
pañías de seguros tienen mucho -o todo-
que ver.
1. LA DUPLICIDAD DE SISTEMAS
REGISTRALES
Sabido es que el derecho de propiedad
es tal sólo si es reconocido y reforzado por
las instituciones correspondientes del Esta-
do. Cada estado de la Unión es responsa-
ble por la inscripción de la propiedad, tan-
to respecto a los títulos de propiedad co-
mo a 105linderos de! inmueble, e inclusi-
ve en algunos estados existe la jurisdicción
condadual, por lo que muchos condados
tienen su propia base de datos independien-
te. No existe, por tanto, un registro único
federal. Once de los cincuenta estados de
la Unión han adoptado el sistema registra!
denominado Torrens de origen australiano,
utilizando la mayoría de los estados el re-
cording system, o sistema de transcripción,
del que se hablará más adelante. Esta du-
plicidad hace que coexistan dos términos
que equivaldrían a lo que en nuestros sis-
temas denominamos "inscripción "; el tér-
mino "registration" que se refiere al siste-
ma Torrens, que constituye tema aparte y
a! cua! no nos referiremos en el presente ar-
tículo;}' el término "recording", sobre el
sistema predominante en los Estados Uni-
dos, (el recordingsystem) aunque la termi-
nología no siempre es respetada por las
normas.
El sistema de transcripción () "recording
system", es un sistema complejo y que
adolece de muchas imperfecciones. El re-
cording system puede compararse a una bi-
blioteca de títulos archivados de propiedad,
".
en el que se incluyen todos los instrumen-
tOSque han sido empleados en las transac.
..:ionesy diversos actos jurídicos que han si-
do inscritos en el inmueble. Debemos co-
tonces imaginar una oficina registra! sin
tomos, sin fichas y obviamente sin partidas
cleclrónicas, sólo con los títulos archivados
y dos índices alfabéticos, siendo uno de
transrerentes y otro de adquírentes. Ante es-
ta realidad, quien quiera conocer algÚn
datO sobre una propiedad, o establecer su
situación legal, debe ir a esta "biblioteca",
encontrar el inmueble a través de un índi-
ce oficial, buscar los documentos acopiados
correspondientes a una propiedad, proce-
der a estudiados, y decidir, de acuerdo a su
real saber y entender, cuáJ es la situación ju-
rídica del inmueble, y si la adquisición que
pretende realizar es legalmente segura o no.
A pesar de la hegemonía económica y
tecnológica de los Estados Unidos de Amé-
rica, los fondos destinados alas institucio-
nes equivalentes a los Registros Públicos son
mayormente frugales, así como el nivel de
los servicios. Los funcionarios se limitan a
recihir los documentos o títulos de propie.
dad, los copian en los tomos, en los esta-
dos que tienen tract indexes, referidos más
adelante, transcriben los nombres de los in-
[erviniemc.~ en el índice, devuelven los do.
cumentos originales quedándose con las
copias y mantienen la colección de lo que
nosotros llamaríamos "títulos archivados"
en ese sistema se denomina, como se verá
más adelante, "deed index". Los funciona-
nos se limitan a transcribir los instrumen-
tos sin efectuar prácticamente lIna califica-
ción registral que no sea la simple verifica'
ción del tracto o de defectos groseros de
forma.
Por lo tanto, todo lo que implique bllS-
car, analizar, y concluir sobre la situación
legal de los inmuebles, se deja a los usua-
JUAN CARLOS PERALTACASTELLANO
rios particulares del registro. El registro
nunca hace una conclusión oficial respec-
to al estado del inmueble. El sistema de
transcripción o "recording" difiere en gran
medida de los sistemas de registro exis-
tentes en otras partes del mundo.
En los estados donde el sistema com'en-
cional es utilizado, el registrador público es
denominado "register of deeds" (una tra-
ducción literal sería: registrador de transfe-
rencias, y en la práctica sería como un re-
gistrador de dtulos archivados).
La confiabilidad de los datos en este
sistema, como se habrá podido fácilmente
colegir, es escasa, entre otras razones, por-
que los títulos que se encuentran acopiados
en el registro público pueden adolecer de
un defecto que pueda acarrear su nulidad
posterior, por razones que puedan no ser
detectadas con la simple lectura de los mis-
mos, no teniendo el Principio de Buena Fe
Registral la connotación que le conoce-
mos en nuestros sistemas.
En segundo lugar, el principio de legi-
timación o el principio de fe pública regis-
tral como los conocemos en nuestros sis-
temas no existen en el sistema estadouni-
dense de transcripción: es posible que sur-
jan obligaciones por actos que no se en-
cuentran regisrrados.
Además, en los estados donde existen
construcciones e inscripciones de antigua
data, los documentos no están necesaria.
mente en orden y la búsqueda puede im-
plicar la inversión de mucho tiempo y di-
nero. La mayoría de las búsquedas se re-
montan hasta un máximo de 40 o 50 afIOs!
bajo el riesgo de que hechos o títulos an-
teriores o títulos no revisados puedan afec-
tar a la propiedad.

BREVES APUNTES SOBRE El SISTEMA REGISTRAllNMOBllIARIO
Por último, existe la posibilidad que el
usuario o quit':n revise contratado por él co-
meta un error al tomar una decisión respec-
tO a la situación legal del inmueble, toda \'ez
que no hay un registrador público que ofi-
cialmente emita una opinión sobre ella,
LA SEGURIDAD
EXTRARREGISTRAL
El sistema es tan inseguro que la socie-
dad se ha visto obligada a crear o desarro-
llar dos instrumentos fuera del sistema de
registro: las resÚmenes compendiosos (abs-
tracts) y los seguros (insurances). Los ;lbs-
tracts los traducimos como resúmenes com-
pendiasos y no como certificados por!a sen-
cilla razón de que no los expide el Regis-
tro PÚblico ni un funcionario estatal, sino
una entidad privada a solicitud del diente,
que normalmente es el potencial compra-
dor de un inmueble.
Por otro lado, en el sistema de seguros,
]a compar1ía aseguradora o sus agentes se
encargan de la bÚsqueda de los títulos y la
conclusrÓn de Sll estado legal. L"l compa-
ñía aseguradora se compromete a indem-
nizar al asegurado si el tindo es rechazado
por]a administración por algún dclecto, con
las excepciones que son estipuladas cn la
misma póliza. Sin embargo, ni los abstraCts
ni los seguros son soluciones perfectas a los
problemas de este imperfecto sistema regis-
tral.
Existen, además, algunas otras so]icitu-
des, demandas}' reclamaciones en el siste-
ma lega] estadounidense, que pueden ha-
cerse aún sin haberse manifestado en el re-
gistro. Los testamentos y las sucesiones in-
testadas no deben necesariamente inscribir-
se o rranscribirsc, a diferencia de nuestro sis-
tema, pero pueden encontrarse en los re-
'"
ESTADOUNIDENSE
gistros del organismo jurisdiccional corre~-
pondiente y cn determinados registras es-
tadua]es o federales.
Las bancarrotas, por su parte, se inscri-
ben normalmente sólo en registros federa-
les, no existiendo normas que obliguen a
inscribirlas en los registros locales. Exis-
ten muchos registros de diferentes esta-
mentas sean federales, estaduales y de con-
dados, donde teóricamente la persona in.
teresada puede obtener datos adicionales al
registro, pero en la práctica el revisarlos es
prácticamente imposible. Desde este pun-
to de vista, la búsqueda del real estado le-
gal de una propiedad inmueble es más
compleja y más expuesta a] error.
Inclusive existen demandas o solicitudes
existentes que no implican la creación ni la
existencia de ningún tipo de documento,
y en otros casos literalmente 110 corres-
ponde ningún tipo de inscripción (srempn:
según el sistema legal estadounidense), co-
mo posesiones de terceros, procesos de
prescripción adquisitiva, o proccsos de ajus-
te o cambios de linderos y áreas, En la ma-
yoría de los casos estos procesos o proce-
dimientos están incompletos hasta quc el
demandante tome posesión o haga uso de!
inmueb!;~, por lo que se podría suponer
que la posibilidad de]a demanda p(xlría ser
descubierta por el usuario que esté inves-
tigando la situaCión de! inmueble (sear-
cha) si se tOmase el trabajo de hacer una
inspección in situ, (Como se ve, no existen
los Principios de Legitimación ni de fe
Pública Registra] como lo conocemos).
3. EL PRINCIPIO DE LA BUENA
FE - BONA FIDE PURCHASER
STATUS (BDP)
El Principio de la Buena Fe Registral o

'"
Bona Fide Purchaser Stams no tiene bs al-
cances de nuestro principio de Buena Fe re-
gistral o f~ Pública Registra!. El BFP tiene
dos elementos indispensables: primero, la
transferencia debe ser a tímlo oneroso, a un
precio que debe tener correspondencia con
el valor del bien, no debiendo por tanto ser
groseramente inferior. La Corte Suprema
de los Estados Unidos determinó que la ra-
zón de afecto personal o relaciones f.unilia-
res no son suficientes para justificar una gran
diferencia de valor y evitar considerarla co-
mo lesión (con]o que las donaciones, o las
personas que han recibido a título de trans-
misión succsoria (I sucesión intestada, no ca-
lifican para la BFP).
En reiterada jurisprudencia la Cone
Suprema ha indicado que, en caso de la no
cancelación total del precio del predio, el
otorgamiento de una garantía, una pro-
mesa de pago, o arras no son suficientes pa-
ra que una transferencia de propiedad sea
protegida por la BFr.
El segundo elemento es que el adqui-
rente no tenga noticia de la anterior trans-
ferencia o del derecho preferente. Por en-
de, cs necesario considerar qué clase de
información está obligado el interesado a
revisar bajo responsabilidad. No existe en-
trc los estados lIna uniformidad de critcrio
al respecto. En general, existen tres co-
rrientes doctrinarias: En primer lugar, la in-
quiry notice o el conocimiento actual de la
situación legal del inmueble, sin importar
la fuente de donde se la pueda obtener; En
segundo lugar, los hechos que pueden ser
constatados a través de una inspección d-
sual de la propiedad}' los datos que pue-
dan ser obtenidos por parte de los que se
encuentran en posesiÓn dd inmueble (en
algunos estados como .Missouri se exige al
adquirente diligencia en ir a inspeccionar el
inmueble y a interrogar a los poseedores,
JUAN CARLOS PERALTACASTELLANO
/a sea él o un representante suyo; por otro
lado, en el estado de Massachusetts se eli-
mmó la doctrina de la noticia por cual-
quier fuente o "inquiry notice") y en ter-
cer lugar, la constructive notice o informa.
ción obtenida de los registros públicos y re.
gistros en general. Cada estado de la Unión
ha adoptado, a través de su jurisprudencia
local, su propia posición.
Los estados que exigen los sistemas de
inquiry notice pueden aceptar prescindir de
ella en el caso de que la situación lega] del
inmueble sea visible, abierta, exclusi\'a y
sin rastro de ambigüedad. Por ejemplo, en
e! caso MiJler versus Green, una persona ad-
quirió un terreno para una granja, pero
no inscribió su propiedad en los registros
públicos. Es más, ni siquiera vivió en el te-
rreno, sino que simplemente aró a través de
terceros un total de 63 acres del terreno_ La
Corte Suprema de! Estado de Wisconsin
consideró que este solo acto como propie-
tario era suficiente para que se le pudicra
considerar como posible propietario del
íntegro dd inmueble, a pesar dc que el rc.
ferido acto se limitÓ a sÓlo una parte del in-
mueble.
En el caso Wineberg contra Moore, se
llegó aún más lejos, pues el comprador de
llna finca de 880 acres cuyo verdadero pro.
pietario (que no era el vendedor, quien te.
¡úa inscrito un derecho anterior) no apare-
áa inscrito en los Registros Públicos, no pu-
do acogerse, a pesar de la inscripción de los
derechos aparentes de su vendedor en !m
registros, al principio de Buena Fe, roda vez
que, a pesar de que el propietario real con
derecho no inscrito ni siquiera residía en e!
terreno, había bienes de su propkdad (O
una cabina existente en la finca, además de
un letrero que decía "no trespassing" o
"no pasar" los mismos que fueron conside-
rados elementos suficientes para probar la
BREVES APUNTES SOBRE EL SISTEMAREGISTRAL
propiedad no inscrita del propietario real
("a pesar de que esto no presenta el caso
más evidente posible", como aceptó la mis-
ma corre).
La tercera posibilidad es la cans-
trucu\'e notíce o los derechos inscritos en
el registro pÚblico, como los datos que
obviamente deben ser ramadas en cuenta,
y que no deberían, en teoría, ser enervados
por ningÚn otro dato, aunque en la prác-
tica se verán excepciones.
En circunstancias normales, no habría
forma de enervar los datos entregados por
el Registro. sin embargo, como ya se ha vis-
to líneas arriba, los datos registrados pue-
den ser ambiguos, y existen casos en los que
los buscadores registralcs o searchers termi-
nan concluyendo, por ejemplo, que "el in-
mueble tiene visos de pertenecer a Mary Jo-
nes". En todo caso, el concepto de cons-
nucti\'e notice no sólo se limita al Regis-
tro de Propiedad, sino también a todo otro
registro que pueda tener datos que puedan
afectar la situación jurídica del inmueble en
cuestión, incluyendo a los registros judicia-
les, pues el sÓlo inicio de una acción judi-
cial afecta per se a la propiedad objeto de
la misma.
Si un comprador es beneficiado con la
BFP (lo que, como hemos visto, no es sen-
cillo), Sll compra es protegida por la mis-
ma, y aún en el caso de que posteriormen-
te se descubrieran anteriores transferen-
cias O defectos en la situación legal del in-
mueble, la BFP actÚa a favor del compra-
dor.
En el derecho contractual estadouniden-
oS!:,el momento de formación del contra-
to no es necesariamenlc el aCllerdo de vo-
luntades, pues la jurisprudencia considera
como momentos diferentes el acuerdo,la
INMOBILIARIO ESTADOUNIDENSE
'"
asunciÓn de la deuda, el pago del precio y
la inscripción en los registros públicos.
Por ello, se considera en la Jurispru-
dencia la posibilidad de que en diferentes
momentos llegue la noticia de alguna tran-
sacción anterior que enerve la protección
de la BFP. Puede haberse acordado el pre-
cio, adquirido 1adeuda y pagado el precio,
pero si antes de ]a inscripción, aún con el
TÍtulo ingresado a los registros pÚblicas (lo
que es, por supuesto, algo que ha de pro-
bar quien pretende enervar la HFP del ad.
quireme) el comprador recibe !a noticia
de una transacción anterior o derecho pre-
fereme, dejará de estar amparado por el
principio de Huena Fe.
En e1 mur criticado caso Henson ver-
sus Wagner (pero que sigue siendo una
jurisprudencia vigente), la persona comprÓ
el inmueble, adquirió]a dellda, inscribió b
transferencia en los registros, y empcz{) a
pagarlo en cuotas mensuales a través de
un crédito a veinte ailos. Recibió quince
anos después, cuando le faltaban sólo cin-
co para cancebr totalmente el crédito, una
demanda de una persona con derecho pre-
ferente, y se considerÓ que como había re-
cibido noticias de un defecto registral del
inmueble antes de! p;tgo total de b caS3,no
podía aún ser protegida por el principio de
Buena Fe.
Luego de las críticas hacia este caso,
en uno posterior (Duna contra Daugheny,
en e! estado de Tcxas), se creó el concep-
to de la protección parcial bajo el principio
de ]a Buena Fe, llamado pro tanto protec-
tion, que puede tener lugar de tres for-
n1>1s:conccderle a] frustrado adquirente e!
derecho a recibir, con intereses, el monto
de lo que pagó, aunque el inmueble es ad.
judicado a quien tiene el derecho preferen.
te; en segundo lugar, que el comprador tcn-

'"
ga derecho a una cuota parte del inmueble,
equivalente a la parte del precio que can-
celó; El tercer sistema permite al compra-
dor completar el pago de las cuotas hacia
la persona con derecho preferente, y man~
tener la propiedad del bien adquirido.
Siempre, en todos los casos, las mejoras in-
troducidas al inmueble serán recompen-
sadas al comprador.
4. EL SISTEi\1A REGI$TRAL:
ÍNDICES, MÉTODOS DE
BÚSQUEDA Y TRACTO
SUCESIVO
La Oficina Registra! típica estadouni-
dense bajo el Rccording System contiene
dos tipos de volÚmenes: Libros índice y los
libros que contienen las copias actuales de
los instrumentos legales (parecidos a los tí-
tulos archivados peruanos) denominados
dccd books o libros de transferencias, aun-
que en la práctica también guardan LÍtu!os
y documentos que no implican transferen-
cias de propiedad,
Existen dos métodos principales de or-
denamicntos por índices, siendo el más
común el alfabético segÚn los nombres de
las panes, el que a su vez se divide en dos
panes: Una donde se encuentran los ven"
dedores y acreedores hipotecarios, y en la
otra los compradores y dcudores hipoteca-
rios' separándose estos libros en períodos
de cinco a diez años. Algunos condados
producen índices informatizados. Sólo en
la mitad de los estados de la Unión existen
los llamados "índices de ttacto" (traet in-
dex), que equivaldóan a los tomos registra-
les que conocemos\ dado que son un gru-
1
Entre ellO$ Nebraska, Dakota del Sur> Oklahoma,
jUAN CARLOS PERALTA CASTELLANO
po d,~terminado de páginas de un tomo se-
paradas a fin de transcribir (record) los ac-
tos referidos a un inmueble en panicular,
S610 se encuentran en estos libros los da-
tOSrelevantes del instrumento; si el usua-
rio quiere \"erificar el instrumento mismo,
tiene que ir al "deed book" (una suene de
tomos de títulos archivados) a través de los
datos consignados en el tomo.
En los estados donde no existen tract in-
dexes, la bÚsqueda es lenta y compJicada, a
saber: Se revisael nombre del propietario ac-
tual en el registro de compradores, y bus-
ca hasta la fecha actual por si no hay ventas
posteriores. Una vez ubicado, se anota el
nombre de la persona que le tranSfirió a él
la propiedad, y después revisa su nombre en
el registro de compradores. Se recomienda
.seguireste algoritmo todas las veces que sea
necesario hasta llegar, de ser posible, a la pri-
mera de dominio (sovereign). Posterior-
mente, deben buscarse en el deed book los
ritulos correspondientes a fin de determinar
si hay alguna causal de nulidad en los mis-
mos; Finalmente, debe buscar en otros re-
gistros que no son los de propiedad in.
mueble (registros de las cortes, registros
de deudores de impuestos y similares).
Por lo que se ve, la acuciosidad de los
índices es básica para el éxito de una bús-
queda, pero los errores no son, desgracia-
damente, tan poco comunes.
Por ello, es que el problema para esta-
blecer el tracto sucesivo en un inmueble y
la situación legal del mismo ha generado la
aparición del seguro de inscripción de títu-
los, que aseguran contra los daños ante
una t':ventual nulidad del título presemado
Dakota del Norte, Utah, Wyoming, Kal'lSas, Ohio, y otros.
BREVES APUNTES SOBRE EL SISTEMA REGISTRAL
y las empresas de búsqueda registral o abs-
traer companies (rambién llamados "tirle
plants" o fábricas de títulos), que suplen el
en muchos estados inexistente servicio de
búsqueda y certificados compendiosos por
parte de Jos funcionarios registrales.
Como se ha visto, el sistema registra! es-
tadounidense conocido como recording
s}'stem, basado como en casi todo el siste-
ma legaJ de ese país en]a confianza (toda
\"eZque para la compraventa de un inmue-
INMOBILIARIO ESTADOUNIDENSE
'"
ble es suficiente suscribir un formulario si-
milar al que utilizamos aquí para las como
pravent:1s vehiculares con firmas legalizadas
notarialmeme) y en el sistema de seguros,
tiene ante nuestros ojos -y principalmeme
al compararlo con el afiatado e informati.
zado sistema registral peruano- grandes y
sorprendentes deficiencias, las mismas que
han debido ser paliadas por los particula-
res y de manera extrarregisrral, dentro del
sistema de libre mercado, facilidad en !a
contratación, y sistemas de seguros. 11I
El Notario no autoriza
transferencia de vehículos
WILSON A. CANELO RAMÍREZ
C
uando el Notario legaliza la firma
de los contratantes, estampando
su firma y sellos en el documento
que contiene el contrato de compra-venta
de vehículo, no es que autoriza su transfe-
rencia, como creen muchas personas, sino
que simplemente certifica la autenticidad de
sus firmas. Tampoco certifica la veracidad
dc su estado civil, como lo exigen algunos
Registradores del Registro de Transferen-
cia Vchicular, sino que se concreta a dar fe
de lo que aparece en sus propi05 docu-
mentos de identidad personal. De modo
que si alguno de los contratantes aparece
como soltero en su L.E. o DNI y sin em-
bargo es casado y no lo declara, el :-'¡otarío
no puede sabcrlo. En todos los casos se es-
tá a lo dicho por cada uno de los contra-
tantes.
Al respecto, algunos Registradores PÚ-
blicos del mencionado registro vienen exi-
giendo que el Notario certifique el estado
ci\il de los contratantes, cuando ello no exi-
ge la Ley y porque es insulso que el Nota.
rio tenga que investigar la verdad o false-
dad del estado civil de los contratantes.
Pues el Notario alttentica la firma de los es-
tipulames teniendo a la vista sus documen-
tos de identidad persona! y la tarjeta de
propiedad del vendedor. Es decir, es atrio
bución del Notario constatar que el vehí-
culo que se transfiere es de propiedad del
vendedor y si de su documento de identi-
dad aparece que es casado o afirma serio,
entonces exige la intervención de su cón-
yuge en observancia del Art. 3150 del c.c.
Muchas veces cuando el comprador,
resulta defraudado, en su desesperación
termina responsabiliZ<1ndoal Notario. Ello
obedece a que los compradores están mal
infi:mnados de la Ley i\lotarial, o que equi-
vocadamente creen que la intervenciÓn del
i\lotario los salva de la negligencia en que
hayan incurrido al celebrar el contrato res-
pectivo. Incluso en la administración de
Justicia, algunos seJ10res jueces creen que
con la intervenciÓn del Notario está salva-
do cu.tlquíer fraude, cuando el Acto Jurí-
dico, propiamente lo realizan las partes y el
Notario, como repetimos, se concreta so-
lamente a legalizar las firma.<¡de los contra-
tantes. Tratándosc de la Policía, el error es
mayor cuando exigen, en las denuncias por
delito de estafa, que se presente el Notario,
afirmando a priorj ser el responsable de la
operación.
El arto 20 del D.L. 26002 establece
que el ¡";¡-mario,como profesional del De-
recho, está autorizado para dar fe de los ac-
..
tos y contratos que se celebren ante éL Es
bucno entonces, enseiíar al público e ilus-
trar a las autoridades la función del Nota-
rio en operaciones contractuales expresadas
en documentos privados que redactan los
particulares e incluso cuando suscriben
contratos con el propio Estado.
En principio, el Notario no interviene en
las tratacivasanteriores a la celebración de un
contrato. Estas corresponden única y ex-
clusivamente a las partes. Ellas son las que
determinan el objeto del contrato, las con-
diciones, el precio, plazos y garantías, cuya
determinación lo hacen conforme al princi-
pio de la autonomía de]a voluntad. Solamen-
te intervienen qUienes son parte en el nego-
cio. Tratándose de una compra-venta de
vehículo intervienen el vendedor o vende-
dores y el comprador o compradores.
Así, la contratación es el eje de la mo-
vilización o circulación de los bienes y por
tanto de la riqueza, tanto particularmente
o en el mercado, válido para la Economía
como para el Derecho. Gracias a ella, los
bienes pucden desplazarse de un duci'io a
otro. Esta circulación está protegida por el
principio de la autonomía de la voluntad
que contempla el Art. 13540 del C. C. y lo
garantiza el ine. 14 del Are 20 de]a Cons-
titución Política del Estado, cuando esta-
blece quc toda persona tiene derecho a
contratar con fines lícitos. Pucs los agentes
operadores de todo negocio patrimonial
son libres dentro de]a Ley, el orden públi-
co y las buenas costumbres para celebrar to-
da clase de contratos, para determinar el ori~
gen, la calidad y la clase de los bienes y pa-
ra fijar los precios y las demás contrapres-
taciones en general. Pueden, para mejor se-
guridad de sus intereses y de la legalidad de
las operaciones, asesorarse por Ahogado o
Técnico especiaíizado en materia comercial,
si el caso ]0 amerita, en especial cuando se
WILSQN A_ CANELO RAMIREZ
negocia la compraventa de vehículos usa-
dos. De suerte que no es el Notario el que
propiamente autoriza el negocio, pues
quienes lo autorizan son las partes. De
modo que si en las tratativas de la opera-
ción, una de las partes se equivoca o es in-
ducido a error, sea porque no conoce su-
ficientemente el bien materia de negocio o
porque no conoce a su estipulante, y por
ello sufre engaño o fraude, no es el nota-
rio el responsable.
Hace algunos meses, una dama se acer-
có a]a Notana a mi cargo solicitando la le-
galización de su firma estampada en un
contrato de compra-venta de vehículo usa-
do, en el que aparece como compradora,
así como la firma de su vendedor. Meses
después, se descubrió que e] vendedor no
era el dueflo del vehf.culo transferido, por-
que éste había falsificado su DNI, hacien-
do coincidir su nombre con el de la tarje-
ta de propiedad. La agraviada manifestó a
la Polida y la Srta. Fiscal, que siendo el No-
tario quien ha autorizado el contrato, rc-
sulta responsable de la estafa de la que ha
sido víctima. La Policía, por su lado se pre.
gunta (Qué garantía, entonces tienen los
compradores? . (para que van al Norario?
Tll\'c que dcmostrar e ilustrar a la Srta.
Fiscal que el Notario no es el escudo pro-
tector frente a una mala contratación de la
agraviada, porque el Notario no ha inter-
venido en el negocio, no ha examinado el
estado y la calidad del vehículo, no ha fija-
do el precio, y por consiguiente no cono.
ce ni sabe del fraude o engano sufrido por
la compradora. El Notario no es el que ha
decidido la compra-venta como considera
la agraviada, la Policía y como lo estima la
Fiscal y lo estiman las demás autoridades ad-
ministrativas.
Por esto, valgan estas líneas para ense-
EL NOTARIO NO AUTORIZA TRANSFERENCIA DE VEHlcULOS
fiar al público e ilustrar a las autori<bdes ad.
ministrativas en genera], ]a verdadeta fun-
ción de! Notario en las diferentes operacio-
nes contractuales que realizan los particu-
lates e incluso las que realiza el propio Es-
tado. En una relación contractual, de na-
tura]eza patrimonial, como por ejemplo
en cualquier transferencia de bienes, los
elementos componentes son ]os sujetos
como elemento persona], el consentimien-
to como elemento vincu!ante, el objeto
de la relación, que es elemento materia] y
el e!emento legal o de derecho que viene
a ser el vínculo jurídico. Tratándose de
una compra-venta, por ejemplo, los sujetos
son el vendedor y d comprador; ]01decla-
ración de voluntad de dichos sujetos en el
sentido de querer realizar]a transferencia,
es el elemento consensual; el objeto es el
bien que se transfiere o sobre el que recae
la voluntad de las partes; y el vínculo jud-
FUENTES:
El Código Civil; el Código Pena]; el Reglamento de 1nscripcioncs del Registro dc Pro-
piedad Vehícular, aprobado por Resolución de]a SUNARP ~o 255-99 del 5/8/99; Ley
General de Transportc y Trámite Terrestre. Ley 27181.
..
dico es el derecho material o sustantivo
que permite realizar la operación y viene a
ser e! conjunto de normas legales en que se
fundamenta la operación.
De otro lado, para ]a transferencia de un
vehículo, no importa tener a]a vista e] res.
pectivo certificado de gravámencs, porque
en caso de existir, estos no impiden el de-
recho de libre disposición de su rindar. Es
el comprador quien decidirá si le conviene
o no adquirir un vehículo gravado, porquc
en todo caso, asume ]01carga !Tente al acree.
doro El Notario no tiene facultad para im-
pedido, porque su funciÓn es solamente
legalizar las firmas de los contratantes.
En conclusión, el Notario no autoriza
los contratos de transferencia de vehículos,
.
sino que Únicamente ]ega!iza]a firma de los
contratantes.
El Seguro de Título en el Notariado
ALBERTO FLÓREZ BARRÓN
o se halla sufiecientemente difun-
dida la diferencia existente entre
el notariado tipo latino y el nota-
riado sajón.
El primero, se caracteriza por la contra-
tación segura dentro del protocolo notarial.
Los interesados son adecuadamente iden-
tificados en su calidad de contratantes. Su
capacidad para celebrar contratos válidos,
es cuidadosamente verificada. La titula-
ciÓn anterior, para lograr el "tracto slIcesi-
va del derecho de propiedad", también es
examinada, a fin de que la transacción sea
legítima y no derive en cuestiones litigio-
sas posteriores. La seguridad integral, es la
meta del notario. Se materializa a través de
la escritura pública tradicional. Está ampa-
rada por la fe del Estado. Esta documen-
tación es auténtica y plenamente segura.
El segundo, no estudia los antecedentes
dominales, la capacidad de los otorgantes,
ni ]a autenticidad del contrato que cele-
bran los contratantes. No redacta el docu-
mento y se limita a recibir el contrato pri-
vado que ha sido redactado por uno de los
contratantes, su gestor inmobiliario y lue-
go de identificar a estos últimos, procede tan
solo a certificar la firma de cada uno de los
mismos. No tiene registro. Tampoco con-
serva el original. Autoriza el número de
ejemplares que se le pone a la vista, sin
preocuparse de los derechos precedentcs, ni
Sajón
el resultado de la transacción. El sistema es
simple y ]a seguridad incierta. Es por ello
que se suple con el seguro de títulos.
La escritura pública -en el sistema lati.
no- tiene 500 años de existencia en el
mundo jurídico. El original, queda en po-
der del notario. Es infalsificablc. Al falleci-
miento del notario, el protOcolo integral,
pasa al archivo nacional a cargo del Estado.
El notario durante su gestión expide a los
contratantes, copias auténticas, para el trá-
ficocomercial.
El documento privado, en el sistema
sajón, carece de autor conocido, carece de
registro notarial para obtener reproduc-
ciones auténticas. Los ejemplares, quedan
en poder de los contratantes, sin que se pue-
da garantizar luego, su fecha, identidad, y
firma de los contratantes, ni del exacto
contenido. Carece de fe pública, por lo
que en caso de litigio, debe ser reconoci-
do por el juez competente.
En el sistema latino, cuando se produ-
ce la anulación de un contrato de compra
venta, el juez dispone la devolución del
bien inmueble materia de transacción. En
cambio, en el sistema saj6n, el juez compe-
tente, se limita a verificar el monto del per-
juicio sufrido por la parte afectada y dispo-
ne tan s610, el resarcimiento pecuniario del
daño. No hay devolución del inmueble. El

"
seguro de título tampoco garantiza a pleni.
tud, d daño ocasionado. Por ejemplo, si un
terreno ha sido adquirido en $100,000 y
asegurado por este valor, el comprador efec-
tÚa las mejoras introducidas al bien. En ca-
so de siniestro, los gastos de la construcción
no son reembolsados. Hay muchas deman-
das judiciales contra las compañías de segu-
ros, por la interpretación de las cláusulas
contenidas en el respectivo contrato, las
cuales generalmente constan en letra peque-
ña, no siempre leída o entendida al momen-
to de la suscripción de la compra venta.
En los Estados Unidos de América, el'
seguro tiene lugar al inscribir la transferen-
cia del inmueble. Se hace ante el organis-
mo municipal correspondiente tan pronto
como se realiza la compra venta. La tasa del
servicio de seguridad, se abona por una
sola vez. No se precisa de la intervención
notarial.
En la Provincia de Quebec, Canadá,
desde hace 1.5 años, funcionan compaflías
de seguros que otorgan préstamos para
asegurar los títulos de propiedad. Algunos
bancos, han comenzado a usar tales segu-
ros por préstamos hipotecarios por canti-
dades importantes.
Se tiene conocimiento que desde hace
dos años, algunos bancos norteamerica-
nos han ingresado a la plaza mercantil de
Quebcc con el fin de ingresar al sistema, ale-
gando que el seguro de t(ntlos da mayor ga-
rantía que la escritura pública notariaL
Así lo hace saber la Unión Internacio-
nal del Notariado Latino. En efecto, en el
Boletín N° 08, pág 74, correspondiente al
mes de noviembre de 1999, aparece la si-
guiente información: "Los aseguradores
han llegado a un acuerdo con algunos es-
tudios notariales: el asegurador envía la
ALBERTO FLÓREZ BARRÓN
documentación completa a un notario, lo
hace encontrar con el vendedor y el mutua-
tario para firmar los documentos}' sucesi-
vamente emiarlos al asegurador. Se trata so-
lamente de una verificación somera de los
títulos. El comprador ve solamente al no-
tario para firmar, no se retienen fondos
hasta que los documentos no sean publica-
dos, no hay intervención alguna a nivel de
contabilidad, no hay procedimiento a se-
guir. Todos los problemas en medida, agri-
mensura, localización, construcción, suce-
siones, régimen matrimonial no son con-
siderados. El asegurador garantiza al pres-
tamista la misma cosa. Garantiza asimismo
que en caso surgiera un problema duran-
te la reventa de la propiedad, asegurará
con las mismas condiciones el título al nue-
vo comprador a condición que el primer
comprador no haya tenido problemas. Los
agentes inmobiliarios son pagados en el
lugar mismo y con antelación. El notario es
eximido de responsabilidad en cuanto a la
documentación recopilada. El papel del
notario es nulo. El costo al diente es de
$750 y el asegurador paga al notario una
cantidad a destajo de $75. Aunque el ase-
gurador sufre pérdida por cada documen-
tación recopilada, es una buena inversión,
vende un seguro de títulos y crea de esta
manera la costumbre a que las partes exi-
jan seguro de títulos. La consecuencia es
que los notarios van a desaparecer comple-
tamente del mercado inmobiliario".
La escritura pública, está una \'ez más
siendo atacada alegando el mayor costo
que representa, para la contratación y que
es más lenta que el documento privado, es-
pecialmente, ahora, con el empleo de la in-
formática. Esto no es exacto, ya que los cos-
tos de la escritura han sido reducidos con-
siderab1-cmente y la utilización de la com-
putadora, permite ahora la expedición de
escrimras en tiempo breve. DI
LA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS. ANÁLISIS CRITICO DE LALEGISLACION PERUANA S¡¡

La competencia notarial en asuntos no contenciosos.

Análisis crítico de la legislación peruana
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO

SUMARIO: t A)\TECEDE1\'TES INMEDIATOS. U, OBSERV:\CIOI\ES DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA. lit

IUSmICACIÓ~ DE 1.0\ I:-'TER\'ENCI6:-1 l\'OTARlAL. IV. DlSI'OSICIONES GE~ERALF.S DE LA LEY, V. TRA.
MITACIÓ~ DE LOS CASOS PREVISTOS El\' LA LEY. VI. RECTIFICACIÓN DE PARTIDAS. VII, ADOp.
c16~ DE ;\L\YORES DE ED.-\D. \'][!. PATRlMO~IO rAMIUAR. IX.INVE!\'TARlO. X. COMPROBACIÓN DE
TESTA..\IE:-'-TO CERR.\DO, XL !1\'VENTARlO. XII, LEGISLACiÓN COMPLEMENTARIA A LA LEY 26662, LEY
DE ASe:-.'TOS NO COl\'U:-.-CIOSOS DE COMPETENCIA NOTARIAL, PARA EDIFICACIONES. XIIL NECE.
SIDAD DE :\MPLlAR LA CO.\IPETENC!A NOTARIAL A OTROS CAMPOS.

E
n primer lugar cabe preguntarse si 26987 (03 de noviembre de 1998). Asi-
es adecuado referimos a procesos mismo, la Ley N° 27157 (20 de Julio de
...J no contenciosos o preferiblemen- 1999), su Reglamento aprobado por
"
te a procedimientos no contenciosos. D.s. N" 008-2000.MTC (16.02.00) y ¡,
Más aÚn, la Ley 26662 utiliza la expre- Ley 27333 (30 de julio del año 2000),
sión "asuntos no contenciosos", que es llamada Ley Complementaria de Asuntos
en nuestro concepto más apropiada por- No Contenciosos de Competencia Nota-
que en el ámbito notarial por lo general rial para la regularización de edificacio-
no hay el Cl'iter"procesal, máxime sin en nes y disposiciones conexas.
algunos casos (ejemplo: adopción de
mayores) no cabe ningún proceso o pro-
cedimiento. ANTECEDENTES INMEDIATOS

Entre las normas que vamos a co- El objeto de la aprobación y promul.

mentar están la citada Ley 26662 -Ley gación de la citada Ley 26662 obedeció
de Competencia Notarial en Asuntos al propósito de contribuir a desconges-
No Contenciosos-, publicada el 22 de tionar las labores jurisdiccionales. En
septiembre de 1996 y sus modificato- ese sentido creemos que la frase de IOA-
rias N° 26687 (27 de noviembre de QUiN COSTA: "notaría abierta, juzgado
1996),26809 (16 de junio de 1997), cerrado", que en cierto modo puede in-

(E~posición elaborada para la I Jornada Internacional de Derecho Reglstral y Notarial Orglnlzada por al Instituto
¡va Agüero de la Ponti'icia Universidad Católica del Peril y el Coklglo de Notarios de lima- Octubredel ano 2(00).
..
tcrpretarse coo.o restrictiva del derecho
de acción, podría muy bien ser reem-
plazada por la frase "notaría abierta, juz-
gado descongestionado"; para destacar la
labor encomendada a los notarios en la
tramitación de los asunto.<;que no contie-
nen litis.
En efecto, si los jueces se dedican ex-
clusivamente a las materias en las que
es indispensable su intcr\'ención, y no
lo hacen en aquellos casos en los que
no hay litis, no hay controversia, su facul-
tad de administrar justicia se hará más rá-
pida y eficiente, porque como en alguna
oportunidad dijera COUTURE "el tiempo
es más que oro, es justicia",
Esta intervención notarial tiene ade-
más raíces históricas y fundamentos de
orden práctico, como que no existe egre-
so alguno para el Estado y los usuarios
tienen certeza de los plazos en que ten-
drán resueltos sus tramites.
Esto es lo que se ha logrado con la in-
tervención notarial en estos temas, la
misma que tiene antecedentes en otros
países como Guatemala, Colombia, Ale-
mania, ete. De allí que nuestra Ley
26662-Ley de Competencia Notarial en
Asuntos No Contenciosos sea de gran
importancia. Con posterioridad a ella se
han sancionado otras leyes v.g. la de!
Ecuador y la de Puerto Rico, aunque
las denominaciones no siempre son las
mismas.
La citada Ley 26662 entró en vigen-
cia e! 21 de noviembre de 1996, luego
de sesenta días de vRcatio legis, dos me-
ses después de que fuera promulgada y
publicada. Su aprobación se hizo en vir-
tud de un proyecto sustitutorio elabora-
do por la Comisión de Justicia del Con-
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
grcso en sustitución de 1m cinco proyec-
tOSpresentados por di\.ersos congresistas
y de! allteproyecw elaborado}' sustenta.
do por e] Colegio de ~otJ.rios de L¡ma.
En la Comisión de Justicia existían
cinco proyectos sobre el tema presenta-
dos por: a) Lourdcs Flores Nano, Ante-
ra Flores Araoz}' Xa\.¡er Barrón; b)Javier
Alva Orlandini; c) Jorge Avendaño Val-
dez; d)A]do Estrada Choque y e) Eu-
genio Vicuña. La Comisión elaboró un
proyecto sustitutorio sobre la base de
dichos proyectos, principalmente el pri-
mero, y nuestro anteproyecto (elabora-
do por ElvitO Rodríguez Domínguez.
Liova Schiaffino de Villanueva, y noso-
tros). Tuvimos también oportunidad de
sustentar el anteproyecto en el seno de ]a
Comisión de Justicia presidida por e!
doctor Jorge Muñíz Siches y de hacer al-
gunas sugerencias r coordinaciones per-
sona]es para elaborar el Dictamen, que
fue aprobado por unanimidad por la Co-
misión, siendo sustentado en el Pleno
por la doctora Lourdes Flores Nano.
Uno de los temas que se contempló
en el Dictamen fue el caso de la separa-
ción convencional y e! divorcio ulterior,
pero en e! Pleno este aspecto fue motivo
de debate, el mismo que originó por
parte de ]a entonces Presidenta de! Con-
greso que no se someta a votación, razón
por la cual e! proyecto fue aprobado sin
considerarlo.
Luego de la aprobación de! proyecto
en e! Pleno se remitió para ser promulga-
da por e! Presidente de la República, pe-
ro fue materia de observación respecto
de la existencia del arancel, que en este
caso no sería aprobado por e! Colegio si-
no por el Consejo de! Notariado, indi-
cándosc que debía fijarse de acuerdo a las
LA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS
reglas del mercado. Devuelto el proyec-
to con la observación formulada por el
Presidente de la República, ésta fue acep-
tada por el Congreso, y, se remitió nue-
vamente al Ejecutivo, siendo esta vez
promulgado el proyecto. Fue publicada
el 22 de septiembre de 1996, bajo el
nÚmero 26662 y con el nombre de Ley
de Competencia Notarial en Asuntos
No Contenciosos. (En el Dictamen se
consideró como nombre "'Ley de asuntos
no contenciosos de competencia judi-
cial y notarial", lo cual no era exacto
realmente, dado que sólo existía un artí-
culo que se refería a la competencia judi-
cial, por lo que insistimos en nuestra
propuesta inicial respecto de la deno-
minación, que al final fue aceptada y que
es la que tiene la ley).
OBSERVACIONES DEL
COLEGIO DE ABOGADOS DE
LIMA
Los entonces directivos del Colegio
de Abogados, por su parte, llevaron a
cabo una campaña periodística de de-
claraciones y comunicados en el sentido
que el hecho que los notarios podamos
hacemos cargo de la tramitación de asun-
tos no contenciosos era inconstitucio-
nal, lo cual dificultaba nuestra labor. Sin
embargo, el Congreso no se tomó en
cuenta estas objeciones porque carecían
de fundamento.
En realidad, las objeciones de los di-
rectivos del Colegio de Abogados se sus-
tentaban en que la función jurisdiccional,
excepto la militar y la arbitral, compete
exclusivamente al Poder Judicial, de con-
formidad con el artículo 139 de la Cons-
titución Política empero, propiamente
no se trata de un tema jurisdiccional,
ANALISIS CRITICO DE LALEGISLACIÓN PERUANA 61
puesto que no hay iitis, no hay contien-
da. Lo que sucede también es que en
algunas oportunidades se ha usado inde-
bidamente la frase "jurisdicción volunta-
ria" para referirse a los asuntos no con-
tenciosos, lo cual puede haber originado
el cucstionamiento. En realidad, la frase
"jurisdicción voluntaria" es equh'oca y
ahora no se utiliza mayormente. .
En los Últimos certámenes promovi-
dos por la Unión Internacional del No-
tariado Latino se ha insistido en no uti-
lizar la frase "jurisdicción voluntaria"
porque en realidad ésta no existe. En
efecto, para COUTURE, no es jurisdic-
ción ni es voluntaria. "No es jurisdic-
ción porque el juez no resuelve el litigio,
no hay contradicción y no hay partes en
conflicto, y no es voluntaria porque la in-
tervcnción del Juez cs obligatoria confor-
me a Ley", (en nuesrro caso habrá quc
decir, que la intervención del Notario
es por mandato legal).
JUSTIFICACIÓN DE LA
INTERVENCIÓN NOTARIAL
La intervención notarial en la trami-
tación de asuntos no contenciosos se
justifica porque:
a. existe ausencia de litis, es decir se
trata simplemente de esclarecer una
incertidumbre jurídica o declarar un
. derecho no controvertido;
b. existe consentimiento o asentimiento
de los interesados;
c. no tiene carácter de cosa juzgada; y,
d. permite que los jueces se dediquen a
resolver temas donde es indispensable
su intervención.
Estas razones hicieron aconsejable la
aprobación y promulgación de la actual

"
Ley N° 26662 -Ley de Compcrcl'.cia
Notarial en Asuntos No Contenciosos-,
que en pocos años de vigencia ha de-
mostrado que el planteamiento no era
equivocado sino, por el contrario, quc el
resultado no puede ser más aJentador. En
efecto, al saber los interesados, con cer-
teza, el tiempo que duran los trámites en
sede notarial, prefieren esta vía, razón
por la cual inclusive hubo que modificar
una norma transitoria para que quienes
lo deseen puedan desistiese del trámite
judicial iniciado con anterioridad a la vi-
gencia de la ley y acudir ante un notario
(Ley 26987).
En cuanto a las oposiciones previstas
en la ley el porcentaje es insignificante,
por lo que podemos colegir que la solu-
ción funciona y que efectivamente se
contribuye a descongestionar la labor
jurisdiccional, sin egreso alguno para el
Estado. Esto nos tiene que servir de es-
tímulo para ser lo más exigentes con no-
sotros mismos en el cumplimiento de
esta función y al mismo tiempo deman-
dar el perfeccionamiento de la legislación
sobre la materia, así como su amplia-
ción a otros campos, dado que ahora el
número de notarios se ha incrementado
en forma significativa.
La ley, sin embargo, por propia inicia-
tiva del Colegio de Notarios de Lima,
que presentó y sustentó el anteproyecto
en el Congreso de la República, comple-
mentando los proyectos existentes, optó
por la competencia alterna6va o concu-
rrente: notarial o judicial, restringién-
dose en el primer caso el conocimiento
de estos temas a los notarios abogados y
exigiéndose además que las solicitudes o
minutas sean autorizadas por letrados.
Asimismo, sólo se consideraron seis asun-
tos a tramitar y dos tipos de instrumen-
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
tos: a) escrituras pÚblicas para rectifica-
ción de parridas, patrimonio familiar, y
adopción de personas capaces; y b) actas
p.lra: comprobación de testamento cerra-
do, facción de inventario y sucesión in-
testada.
AJ promulgarse la Ley 26662 se mo-
dificó expresamente la Ley del Notaria-
do para precisar que una de las funciones
del notario era tramitar asuntos no con-
tenciosos y se creó un registro especial
con la finalidad de dar un tratamiento
más ordenado a estos temas. En cuanto
a la forma de llevar el registro y el archi-
vo correspondienre, en nuestra opinión,
no existe ninguna duda pueSto que sien-
do supletoria la Ley del Notariado y el
Código Procesal Civil resulta claro que
tratándose de minutas éstas deberán nu-
merarse y archivarsc formando el res-
pectivo minutario y, los expedientes que
den origen a las actas deberán ser debida-
mente foliados y protoco!izados forman-
do parte del registro de asuntos no con-
tenciosos.
DISPOSICIONES GENERALES
DE LA LEY
El Título1 de la Le}' consta de 20
artículos que se refieren a aspectos gene-
rales, algunos de ellos, en nuestra opi-
nión innecesarios. Vamos a comentar al-
gunos.
En el artículo 10 se establece la com-
petencia concurrente o alternativa de
jueces y notarios, así como se detalla los
asuntos materia del trámite en sede no"
tarial. Esta posibilidad fue sugerida por el
propio Colegio de NOtarios basados en la
experiencia existente para el caso de la le-
galización de la apertura de libros de
LA COMPETENCIA NOTARIAL EN A5UNT05 NO CONTENCI0505.
actas y otros dispnesta por la Ley 26501
> así ':Omo también con ]a finalidad de
permitir que sea la propia población la
que al fina! determine cual vía era la más
conveniente y dado también el nÚmero
de Ilotarios, en ese entonces notoria-
mente menor a lo que es en la actUali-
dad.. Asimismo ,había que tener en cuen-
ta que se trataba de temas relativamente
nuevos para la actividad notarial.
Para fijar los asuntos que podía trami-
tarse en sede notarial se tuvo muy pre-
sente la disposición constitucional so-
bre ejercicio de función jurisdiccional.
De allí que se descartó todos los proce-
sos en los que pudiera existir dicha fun-
ción como por ejemplo aquellos que im-
plicaban la actuación de pruebas. Por
esta razón, en forma conservadora, la
ley sólo consideró 6 casos de los 13 eJUI-
merados en cI Código Procesal Civil y los
24 mencionados en la DisposiciÓn Com-
plementaria y Pinal Sexta dcl mismo Có-
digo.
De los seis casos contemplados en la
Ley los tres primeros concluyen con una
escritura pública y los tres últimos con un
acta,. Es decir,
l. Se otorga escritura pública para:
a) rectificación de partidas;
b) adopción de personas capaces; y
c) patrimonio familiar..
2. Se extiende acta en los otros tres ca-
sos:
d) inventarias;
e) comprobación de testamentos; y
f) sucesión intestada.
Como sabemos en la escritura públi-
ca siempre hay una manifestación devo-
luntad porque se trata de uno o más ac-
tos jurídicos y en consecuencia, esta ma-
nifestación de voluntad que en nuestro
ANÁLISIS CRITICO DE LA LEGISLACIóN PERUANA 53
país casi siempre consta en una minuta
autorizada por abogado, debe concretar-
se después en una escritura pública otor-
gada (firmada) por las mismas pcrson:lS.
En cambio, tratándose de las actas no es
necesario que firmen el instrumento las
personas que solicitan la intervención
notarial, correspondiendo que lo haga
solamente el notario, salvo disposición
expresa de la ley.
En cuanto a los notarios se establece
que son competentes aquellos que sean
abogados, dado que con' anterioridad a Ja
actual Ley del Notariado y específica-
mente hasta el D.L. 22634 no se exigía
que los notarios fuesen obligatoriamen-
te abogados. En realidad esta situación s<:
presenta en algunas provincias del inte-
rior del país pu<:sto que por ejemplo en
Lima, actualmente, todos los notarios
son abogados. (Esto se precisa en el ar-
tículo 3°de la Ley, último párralo).
El artículo 2°. precisa que son com-
petentes, tratándose de la vía judicial,
los jueces de paz letrado, sujetándose
los procesos a !as normas del Código
Procesal Civil. Habrá de entenderse que
la competencia judicial ha variado única-
me me par:¡ los seis casos contemplados
en la Ley. Cabe hacer notar que la exis-
tencia de este artículo determinÓ que
Cn el Dictamen elaborado por la Cont!-
sión de Justicia se pretendiera llamar al
proyecto de le}' como "Ley de Asuntos
No Contenciosos de Competencia Judi"
cial y Notarial", a lo que nosotros nos
opusimos, siendo cn consecuencia lo
más sensato llamada tal como se denomi-
na le ley actualmente.
El artículo 3° se refiere a las normas
que deben aplicarse en la tramitación
notarial señalándose en primer lugar a la
..
propia Ley 26662, luego a la Ley del
Notariado y finalmente al Código PlOce-
sal Ci\'il. Sin embargo, no obstante que
no se establezca en la norma también
será aplicable el Código Civil, por cuan-
to según el artículo IX del Título Preli-
minar de dicho Código SlISdisposiciones
se aplican supletoriamente a las relacio-
nes y situaciOllt:s jurídicas reguladas por
otras leyes, siempre que no sean incom~
patibles con su naturaleza. Esto implica
preguntarse si será asimismo aplicable
el principio jura novit curia (previsto
en el artículo VII de dicho Título Preli-
minar) y el artículo VIII que se refiere a
la aplicación de los principios generales
del derecho y preferentemente los que
inspiran el derecho peruano, aunque di-
chas normas se refieren expresamente a
los jueces.
En nuestra opinión no hay ninguna
duda por ejcmplo respecto a como deben
archivarse las minutas y las solicitudes
contempladas en la Ley 26662. .En efec-
to, por aplicación supletoria de la Ley del
Notariado las minutas deben numerarsc
correlativamente y archivarsc en el co-
rrespondiente minutario. Las solicitu-
des, en cambio, con los documentos
acompañados deberán formar parte del
protocolo notarial, es decir del rcgistro
de asuntos no contenciosos creado por]a
ley. Dichos expedientes serán archiva-
dos formando parte de un anexo y debe-
rán estar debidamente foliados , tal como
]0 señala e! Código Procesal Civil. (An.
600 y 64° L.N.; 1360 CPe).
La norma relativa a que los notarios
deben abstenerse de autorizar instru-
mentos contrarios a las normas de orden
público puede parecer innecesaria, dado
que una de las funciones del notario es el
control de legalidad. Es decir, no sólo la
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
legalidad respecto de la forma (puesto
que se ha dicho que e! Derecho Notarial
es el derecho para el derecho o derecho
de]a forma de!a forma) sino del aspec-
to sustantivo, medular, dado que un ac-
to jurídico contarrio a las normas de or-
den público, es decir de las normas co-
gentes, no tendrá ningún valor. Ade-
más, por aplicación del artículo V del
Tín:lo Preliminar de! Código Civil se
entiende que tampoco podrá autorizar
instrumentos contrarios a las normas
que interesan a las buenas costumbres.
La responsabilidad a la que alude está se-
ñalada en los artículos 1440 y 1450 de]a
Ley de! Notariado, que se refieren a la
responsabilidad administrativa o disci-
plinaria, civil y penal.
El artículo 5° señala que todo trámite
se inicia mediante petición escrita de los in-
tercsados o de SllSrepresentantes. Es decir,
a través de apoderados o de representan-
tes lega]es si son menores o incapaces. La
petición será solicitud o minuta según de
lo que se trate. No resulta claro cuando se
refiere a]a identificación puesto que en al-
gunos casos, puede no conocerse e! docu-
mento de identidad, por ejemplo de una
de las personas que van a ser considerados
herederos. En cuanto al nombre del so]i-
citante o los solicitantes y al derecho que
les asiste y el fundamento Jegal, cabe pre-
guntarse si el notario podrá aplicar suple-
toriarncnte el artículo VII del Código Ci-
vil, que consagra el principio jura no"it cu-
ria (los jueces saben el derecho). En nues-
tra opinión, al aplicarse sup]ctoriamente el
acotado Código Civil y también e! Códi-
go Procesa! Civil, y tener el notario la ca-
lidad de jurista calificado que debe velar
por el principio de legalidad puede subsa-
nar la omisión, naturalmente sin exceder-
se de lo que se ]e ha solicitado, es decir no
puede actuar ultra petita.
 LA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS.
El artículo 6° establece que será re-
quisito indispensable el consentimiento
unánime de los interesados y que si algu-
no de ellos "en cualquier momento de ]a
tramitación muestra oposición, el nota-
rio debe suspender inmediatamente su
acruación y remitir 10 acruado al juez
correspondiente, bajo responsabilidad."
Cabe preguntarse si este consentimiento
puede darse en todos los casos al inicio
del trámite. La vedad es que no será así
puesto que el consentimiento como ex-
presión de voJumad se presentará por
ejemplo sin ningún problema en el caso
de los trámites que se concretan en un
escritura pública (rectificación de parti-
da, adopción de personas capaces y patri-
monio familiar). El caso de la adopción
no presenta ningún problema puesto
que bastará el consentimiento expresado
en la minuta. En los casos de rectificación
de partidas y de patrimonio familiar pue-
de haber una oposición de un tercero
luego de Jas publicaciones (ese es el sen-
tido de ellas), pero no puede hablarse allí
de un requisito indispensable para iniciar
el tramite. En e] caso de inventarias,
comprobación de testamentos y succ-
sión intestada no existirá tampoco con-
sentimiento inicia] sino en todo caso
asentimiento posterior.
Asimismo, la posibilidad de que en
caso de oposición se remita ]0 actUado a]
juez competente bajo responsabilidad
del notario tiene varias dificultades: a)]a
primera cuál es e! juez competente y b)
la sustitución de! notario a las partes pa-
ra convertirlo en impulsor del proceso.
La solución del anteproyecto que presen-
tamos (artículo tercero) consideraba sim-
p]emente que en caso de surgir oposición
o !iris el notario debía inhibirse, dejando
a salvo e! dered10 de Jos interesados pa-
ra que acudan al órgano jurisdiccional,
ANÁLISIS CRITICO DE LA LEGISlAClON ?ERUANA 85
protocoJizándose lo anuado. Esta so]u-
ción propuesta fue el origen del registro
de asuntos no contenciosos, puesto que
se pensaba que iba a presentarse muchas
oposiciones (lo que no ha sucedido en !a
práctica).
El articulo 7° contempla el caso de
que el notario pueda requerir, de oficio,
]a colaboración de las autoridades para
obtener datos e informes que le sean 111-
dispensables para la tramitación de los
procesos no contenciosos, debiendo el
funcionario correspondicnte remitir Ja
información bajo responsabilidad. Esta
norma desvirtúa un tanto ]a función no-
tarial}' permitiría que el notario se susti-
tuya a quien solicita su intervención.,
que debe aportar todos los documentos
que sean necesarios. Más interesante ha-
bría sido considerar el caso del trata.
miento quc deben dar los funcionarios de
los registros públicos y de estado ci\'il a
los instrumentos notariales que el notario
autorice una vez concluidos los trámites
correspondientes. En efecto, no existe
una norma similar al caso de los jueces,
tratándose de la función calificadora en lo
que respecta a los registros a cargo de or~
ganismos desconcentrados de la SU-
NARP ni de los registros de identificación
}'estado civil, lo que origina que a veces
se objeten sin mayO!' fundamento los ins-
trumentos que como lo señala el artícu-
lo 12° de Ja Ley producen todos sus efec-
tos mientras no se rectifique o se declare
judicialmente su invalidez.
El artículo 8° señala que las protoco-
lizaciones que se efectúen por aplicación
de la ley se harán en el Registro de Asun.
tos No Contenciosos, que se crea por la
Primera Disposición Complementaria,
de acuerdo a Jo previsto en el artículo 370
de la Ley del Notariado. La Disposición
..
Complementaria no es lo prc.-:isaqne de-
biera cuando lisa la frase (re¡¡riéndose al
registro de asuntos no contenciosos)
"en d que constarán las escrituras pú-
blicas, actas y protocolízaciones a que se
refiere la presente ley". La palabra "cons-
tarán" no es exacta tratándose de los ex-
pedientes que se protocolizan.
Hemos mencionado cuál fue la in-
tención de crear este registro y a veces
nos hemos preguntado si realmente he-
mos estado acertado en esta idea por las
dificultades inherentes a su manejo, pe-
ro creemos que por razones de orden sí
es conveniente, debiendo recurrirse co-
mo ya lo hemos afirmado a las disposicio-
nes suplctorias ya mencionadas de la Ley
del Notariado y del CPC. Asimismo,
creemos que para los efectos de unifor-
mizar tcrminología y numeración de-
biera usarse la palabra instrumento (que
comprende actas y escrituras) y hacer
mención al carácter del registro no con-
tencioso para diferenciado del registro
común. Igualmente, en este caso (co-
mo por ejemplo en el registro de testa-
mento) debe evaluarse de inmediato la
obligatoriedad de cerrar el registro cada
bienio, que en nuestra opinión no si-
quiera se justiflCa ahora tratándose de
otros registros (lo que en todo caso será
materia de una modificación lega]).
El artículo 9° se refiere sólo a la escri-
tura pública, que debed extenderse
transcurrido el plazo que se señala en
cada trámite, sin que medie oposición,
insertándose las publicaciones corres-
pondientes. El plazo está relacionado
básicamente con los casos en que se re-
quiere publicaciones yes necesario espe-
rar un tiempo prudencial para que se
formulen las oposicioncs, siendo de diez
días para los casos de rectificación de
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
partidas (Art. 19°) y para el patrimonio
familiar (27°), pero en el caso de la escri-
tura de adopción de personas capaces
no hay plazo alguno (puede extenderse la
escritura pública apenas se presenta la
minuta). La norma no sólo debió referir-
se a la escritura sino también al acta en ]0
referente al plazo, puesto que tratándo-
se de la sucesión intestada también exis-
te publicaciones y plazo (quince días:
artículo 43°). Sin embargo, como al tra-
tar cada caso se menciona la oportunidad
de extender la escritura o el acta esta
omisión -que tampoco se subsana en el
artículo 100_ resulta irrelevante.
El articulo 10° establece que las ac-
tuaciones que se protocolicen deben
constar en acta notarial. En realidad, la
Ley no es lo precisa que debiera en el uso
de las expresiones, aunque se entiende el
sentido de la misma. Sin embargo, esto
ha dado lugar a que por ejemplo tratán~
dose de los casos de sucesión intestada se
extienda una sola acta en la que se decla-
ra que determinadas personas han acre.
ditado ser herederos y al mismo tiempo
se dispone la protocolización.
El artículo 110, relativo a que la ins-
cripción registral se efectúa en mérito a
los partes notariales es innecesario. El
artículo 12 si bien aparentemente es ob-
vio resulta interesante como para refor.
zar la validez del instrumento notarial.
Cabe hacer mención que la ley usa la
palabra documento notarial ( en la doc-
trina PELOSIpor ejemplo usa este térmi-
no) pero la legislación contempla más
bien el término instrumenw. (Sabemos
CJueel documento viene de docco, cuya
raíz es la misma de doctrina, doctor, que
significa enseñar, y que no necesaria-
mente será escrito, a diferencia del ins-
trumento que siempre será escrito). La
LA COMPETENCIA NOTARIAl EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS.
doble presunción que tiene el documen-
to notarial es de autenticidad o veracidad
y de legalidad, sujeto por supuesto a una
presunción juris tantum, lo que signifi-
ca que quien alegue lo contrario tendrá
que recurrir al Poder Judicial.
El artículo 13° alude a los avisos a
publicarse; ya nos hemos referido a ellos
y cuál es el objeto de los mismos. El tex-
to inicial de este artículo se refería al
Diario Oficial y otro de amplia circula-
ción, habiéndose modificado mediante
Ley 26809, para precisar que se trata
del diario oficial y del diario de amplia
circulación donde se realiza el trámite y
a falta de diario en dicho lugar, en el de
la localidad más próxima, e incluso en la
posibilidad de hacerla a través de la ra-
diodifusión (art. 169 del CPe). En rea-
lidad, habrá que entender que en el inte-
rior del país se hará en el diario encarga-
do de los avisos judiciales y no en el
Diario Oficial El Peruano.
La intervención de abogados para
autorizar las solicitudes y los escritos
que se presenten, a que se refiere el artí-
culo 14°, resulta justificada, dada la na-
turaleza de estos trámites que requie-
ren de la mayor seriedad y celo profesio-
nal. El artículo no habla de las minutas
que por mandato legal son también au-
torizadas por abogados. Lo que deben
entender los profesionales del derecho es
que la tramitación notarial es mucho
más rápida y que en tal caso tienen cer-
teza del tiempo en que cada trámite efec-
tivamente demorará.
TRAMITACIÓN DE LOS CASOS
PREVISTOS EN LA LEY
En la fecha en que nos encargamos de
ANÁlISISGRrTlCO DE LALEGISLACIÓN PERUANA 111
difu'ldir los alcances de! anteproyecto y
justificábamos la intervención notarial
tratándose de los asuntos 00 contencio-
sos recabamos información estadística.
Los datos obtenidos mostraban que los
asuntos no contenciosos significaban en-
tre el 19 yel 21% de los procesos en
materia civil, de los cuales aproximada-
mente el 80% correspondía a sucesión
intestada, el 6% correspondía a rectifica-
ción de partidas y los demás trámites
eran del orden del 14% restante.
En el ámbito notarial el volumen ma-
yor es el de sucesión intestada pero el trá-
mite de rectificación de partidas tam-
bién es altamente significativo debido a
que por lo general cuando se tramita
una sucesión intestada se detectan erro-
res evidentes, que es lo que considera
la ley como de competencia notarial.
No vamos a hacer un análisis exegéti-
ea de la Ley en esta parte sino vamos a
referimos únicamente a los aspectos que
nos parecen más importantes, sobre to-
do pensando en que puntos debe hacer-
se modificaciones.
RECTIFICACIÓN DE PARTIDAS
La Ley en este tema se basó en los
proyectos de ley presentados ya que el
anteproyecto formulado por el Colegio
de Notarios no lo había considerado.
Creemos que la normatividad sobre este
particular debe ser ampliada considera-
blemente
En efecto, cuando la Ley se refiere
únicamente a errores que resulten de
errores evidentes restringe el ámbito de
su aplicaci6n y al mismo tiempo ioteodu-
ce un elemento subjetivo, que consiste
..
en precisar en qué caso estamos ante un
error evidente. Para algunos por ejemplo
no cabe pensar que existe un error de es-
ta naturaleza tratándose de prenombres
sino sólo de Jos apellidos, lo cual no
creemos que debe ser necesariamente
así. Puede darse el caso en que un apelli-
do esté escrito "Farje" y sea "Farge", o
que en la partida se omita el segundo
apellido de uno de los padres o de am-
bos, o que el estado civil sea diferente del
que realmente le corresponde, cte. Mu-
cho dependerá también de la forma co-
mo se enriquezca en la práctica la aplica-
ción de la ley.
Sin embargo, hay aspectos que no
guardan la correspondiente armonía con
la legislación civil. En efecto, tratándose
del nombre no ha considerado el criterio
que establece el artículo 19° del Código
Civil ,según el cual el nombre incluye los
apellidos (la doctrina se refiere a pre-
nombre y apellidos), sino el criterio pro-
cesal. Asimismo, el cónyuge supérstite no
está legitimado expresamente para soli-
citar la rectificación de partida de naci-
mientO ni de defunción del cónyuge fa-
llecido, ya que la ley se refiere a los pa-
rientes hasta el cuarto grado de consan-
guinidad y segundo de afinidad, lo que
evidentemente es un error (sabemos que
el cónyuge no es pariente).
Cabe hacer notar que no existe impe-
dimento alguno para rectificar varias par-
tidas en una sola escritura pública.
En la ley se señala que no se modifi-
can Jas disposiciones de la Ley 26497-
Ley Orgánica del Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil. Esto permi-
te que, administrativamente, puedan
efectuarse inscripciones en forma extem-
poránea. La ley debía considerar tam-
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
bién la posibilidad de que complementa-
riamente a ello puede recurrirse a la vía
notarial.
En realidad en este tema la leyes res-
trictiva y en algunos casos los notarios te-
nemos más dificultades que los jueces
e, incluso que los funcionarios del Regis.
tro de Identificación y Estado Civil. En
todo caso, creemos que el tema de recti-
ficación de partidas en la ley debe ser
revisado.
Por ejemplo, debe considerarse simi-
lar tratamiento al que dispone el Código
Procesal Civil tratándose de los jueces en
el artículo 8290. Según dicho artículo,
las personas cuyos nacimientos se hallan
inscrito en los Registros de Estado Civil
y en los consulados, en cuyas partidas fi-
guren por error entre sus nombres y
apellidos la palabra "de" o las letras "y",
"i", "e" o "a", u otro error manifiesto de
ortografia, de sexo o similar que fluya del
propio documento, podrán pedir su rec-
tificación. En este caso el juez puede
disponer de plano la rectificación co.
rrespondiente, es decir sin necesidad de
audiencia y publicación.
ADOPCIÓN DE MAYORES
DE EDAD
En cuanto se refiere a la adopción de
personas capaces la ley viene a solucionar
un problema que se había presentado
porque la Ley del Notariado, en su artí-
culo 58, cuando se refiere a las escrituras
que no requieren minuta menciona el
caso de la adopción. El problema se ori-
gina por cuanto dicho artículo transcri-
be literalmente el texto del D.L. 22634
(que se expidió cuando estaba vigente el
C:C. de 1936), sin tener en cuenta ni el

LA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS.
Código Civil de 1984 ni el Código Pro-
cesal Civil. La redacción del Código Ci-
Yilde 1936 aparentemente permitía que
la adopción de mayores de edad pudiera
hacerse por escritura pÚblica.
El artículo 22° de la ley, en su redac-
ción original, fue variada por la Ley
26809, agregándose un párrafo que ex-
presamente se refería al asentimiento de
los cónyuges del adoptante}' adoptado
en caso de ser casados, así como una de-
claración jurada del adoptante en el sen-
tido de que goza de solvencia moral. Se
dice que si el notario encuentra confor-
me la minuta y la documentación re-
querida procederá a extender la escriw-
".
Creemos que lo más importante es
\'erificar si se cumple con los requisitos
de la legislación sllstantiva, es decir el
Código Civil, sobre todo que se cumpla
con la exigencia de la edad, es decir que
haya una diferencia de 18 años entre
adoptante y adoptado. Además, nos pa-
rece que la declaración jurada sobre la
solvencia moral debió exigirse a mras
personas, por ejemplo dos testigos que
podrían suscribir la escritura o en su de-
Iccto que pueden hacer una declaración
ante el notario.
Como la adopción significa que el
adoptado deja de pertenecer a la familia
consanguínea y asume los apellidos de
quien lo adopta, creemos que debe con-
siderarse el caso de que el adoptado sea
hijo de uno de los cónyuges, lo cual sig-
nifica que no deberá perder el apellido de
su padre o madre biológico, tal como
sucede según el nuevo Código de los Ni-
ños y Adolescentes en el caso de esta
misma situación, tratándose de menores
de edad. Esto nos parece lo más lógico.
6g
ANALISIS CRITICO U~ LA LEGISLACiÓN PERUANA
PATRIMONIO FAMILIAR
La constitución del patrimonio fa-
miliar no puede hacerse a favor de sí
mismos aunque indirectamente esto su-
cede cuando se trata de una sociedad
conyugal, en que cada cónyuge solicita
efectuar el patrimonio familiar a favor
del otro cónyuge. Asimismo, si se trata
de padres no puede pedirse que se acre-
dite judicialmente el estado de necesidad
como en alguna oportunidad se ha Ola"
nifestado por algún rcgistrador. Esto se-
ría absurdo, es decir un trámite no con-
tencioso se tendría que basar en un trá-
mite contencioso.
Además, creemos que no bastaría que
exista una declaración de que no existen
gravámenes , sino que el notario debe ve-
rificar que el bicn esté realengo, transcri-
biendo el certificado correspondiente
en la escrirura pública..
Los que se oponen a este trámite son
los acreedores. En caso de haber oposi~
ción deberá ponerse en conocimiento
del juez para que resuelva lo convenien-
te. Pudiera ser que resuelva que se pro-
ceda a hacer la escritura de patrimonio
familiar en cuyo caso habrá que extender
la escritura pública en el registro co-
mún.
La ley dice que para la modificación o
extinción del patrimonio familiar se si-
guen los mismos trámites que para su
constitución. Esto querría decir que si un
patrimonio familiar se ha seguido en vía
judicial se modifique o extinga en dicha
vía y que si ha sido efectuado en vía no-
tarial deberá hacerse en vía notarial. No
creemos que exista este problema pero sí
que será necesaria la publicación, aunque
no sabemos si en ese caso tendrá que

"
esperarse los diez días y naturalmer,~t~
en ese caso la única posibilidad sería qu~
un acreedor tome esea publicación con
criterio meramente informativo o que
el beneficiario del patrimonio se oponga
en cuyo caso tendrá que resolver el juez,
10 que no parecería lógico.
Lo que cabe discutir es también si
no habiéndose inscrito el patrimonio ca-
be que se exija publicaciones y el plazo
respectivo. Creemos que no habiéndose
inscrito el patrimonio familiar aún no
podemos hablar de éste como tal,}', en
consecuencia, podría hacerse las modifi-
caciones de la escritura sin necesidad de
nuevas publicaciones.
También otro problema que se pre-
senta, sobre todo a nivel registral, es el
hecho de que no se dedara como patri-
monio familiar por ejemplo el estaciona-
miento de una vivienda porque tiene
una partida independiente. Creemos que
si bien se trata de unidades indcpen-
dientcs se debe tcner en cuenta el senti-
do teleológico de la institución yla uni-
dad familiar.
INVENTARIO
Tratándose de la facción de inventa-
rio en sede notarial, la Ley 26662 ha he-
cho un aporte en el sentido de permitir
la prórroga de la competcncia nO[arial
desde el punto dc vista territoria1. En
efecto, cuando se trate de hacer un in.
ventario que comprenda bienes ubica-
dos en distintos lugares, el notario don-
de se inició el trámite puede ejercer su
función fuera de los límites de la prm'in-
cia para la cual ha sido nombrado (artí-
culo 29 in fine), Naturalmente que tam-
bién podrá inventariar el notario de la
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
provincia donde se encuentran los bie-
nes respectivos,
Este es uno de los dos casos en que
excepcionalmente un notario puede ser
competente para actuar fuera de su pro-
vincia, Puede ser incluso en otro depar-
tamento, (Podría inventariar bienes que
se hallen fueran del país?, ¿Qué lo impe-
diría? En todo caso siempre tendrá que
tratarse de un inventario que se inicia
en el lugar donde el notario es compe-
tente y de un conjunto de bienes. El
otro caso en que un notario puede actuar
fuera de su provincia pero dentro del
Distrito Notarial está previsto en el arrí-
culo 1300 de la Ley del Notariado
(inc.1), según el cual con autorización de
su respectivo Colegio put:de trasladarse
a otra provincia con el objeto dt: autori-
zar instrumentos, por \'acancia o ausen.
cia del notario.
Se ha expresado en alguna oportuni-
dad que el inventario que realice el nota-
rio no puede implicar valorización. Es
decir, sólo puede circunscribirse a efec-
tuar la relación de bienes. La valorización
tendría que hacerse judicialmente en-
tonces, Esto nos parece una limitación
que habría que superar, Quizá sería con.
veniente una norma en la cual se diga
que tratándose de ill\'entarios éstos se
pueden realizar indistintamente ante el
juez o ante el notario. Y en caso de que
no se pusieran de acuerdo los interesados
en los valores se recurriría al juez pero si
hay acuerdo no tiene sentido.
Asimismo, la Le)' prevé que la exclu-
sión de los bienes inventariados se solici-
te ante el órgano jurisdiccional. Esta so-
lución nos parece excesiva, puesto que si
un bien ha sido incluido en un inventa-
rio y no pertenece por ejemplo a la ma-
LA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS.
sa hereditaria y todos los herederos están
d~ acuerdo que así es, tenga que acudir-
se al Poder Judicial. Debería conside-
rarse la posibilidad de que el trámite se
haga notarial mente.
Cabe hacer notar que mediante Ley
26809 se modificó el texto original de ]a
Ley (artícu]o 31°) precisándose que el
acta de inventario será extraprotocolar,
la misma que será suscrita por el notario
y los interesados que concurran consig-
nándose si alguno se rehusara a firmar,
describiéndose ordenadamente los bie-
nes que se encuentren en el lugar, su
estado}" características, sin califIcar ]a
propiedad ni la situación jurídica. Esta
precisión nos parece innecesaria e in-
cluso daría]a impresión que se trata de
una sola acta cuando en realidad pueden
ser varias; más aún si se trata de bienes
ubicados en diferentes ]ugares}" se opta
por inventariarlas por distintos notarios
como prevé el artículo 290 de la Le}'. En
realidad, lo importante será el acta de
protocolización a que alude el artículo
33°, que incorpora en el registro todo lo
actuado.
COMPROBACIÓN DE
TESTAMENTO CERRADO.
El testamento cerrado es en realidad
poco usual puesto que implica dos trámi-
tes aIHe notario o uno ante notario y
otro ante juez. El Código Civil exige sí
que los mudos, sordomudos}" quienes se
hallen impedidos de hablar por cual-
quier causa otorgucn testamentO cerra-
do tI hológrafo, debiendo manifestar al
notario ~tratándose de testamento ce-
rrado- en la cubierta que allí está conte-
nida su voluntad(al momento de entre-
gar]e personalmente el referido docu-
ANÁLISIS CRITICO DE LALEGISLACiÓN PERUANA 71
mento cerrado, ante dos testigos hábi-
les), según lo establecen los artículos
694 y 699.2 del Código Civil.
En realidad, se ha usado la termino-
logía que usa el Código Procesal Civil:
"comprobación de testamento cerrado".
Más simple sería referirse a la apertura de
testamento cerrado que puede estar en
poder del propio notario o encontrarse
en poder de otro notario. Algunos han
criticado la posibilidad de que un nota-
rio que tenga en su poder un testamen-
to cerrado pueda tener a su cargo la
apertura o comprobación de dicho testa-
mento. Incluso, cuando se estaba ela-
borando el pro}'ecto de Ley, alguien su-
girió que se excluyera expresamente di-
cha posibilidad para evitar actuaciones
maliciosas.
Nada impide que la apertura se haga
ante otro notario como 10 hacen algunos
notarios, pero tampoco puede prestlpo-
nersc que el notario actÚe contrariamen-
te a la ley}' sus principios éticos. En to-
do caso, la apertura se hace con citación
de los presuntos herederos o legatarios (y
los testigos si los hubiere).
Dentro de la concepción de la Ley
siempre se pensó en excluir la actuación
de pruebas, por esta razón se excluyó
por ejemplo el caso de los testamentos
ológrafos. Sin embargo, en el artículo
370 se menciona a los medios probato-
rios y en todo caso habrá de recurrirse al
Código Procesal Civil y al Código Civil
a efecto de darle validez en los supuestos
contemplados en dicha norma.
Así no se señale en la:norma, efectua-
da la comprobación del testamento cerra-
do, se procederá a exrender el acta co-
rrespondiente, de conformidad con el
" CARLOS
artículo 100 de la Ley y el Códig:> Pro-
cesal Civil (artículo 823).
SUCESIÓN INTESTADA
Este trámite en cuanto a número de
casos y trascendencia es el de mayor im-
portancia que se sigue en sede notarial,
como ya lo hemos expresado con ante-
rioridad.
Como sabemos, anteriormente se de-
nominaba declaratoria de herederos.
Ahora se denomina sucesión intestada
e incluso mediante Ley 26707 se ha mo-
dificado el Código Civil y la Ley de la
SUNARP en tal sentido.
La Ley precisa que la solicitud se de-
be presentar ante el notario del lugar
del último domicilio del causante, pero
(cómo se acredita ese domicilio? Con la
partida de defunción, en principio. Si
hubiera fallecido en el extranjero se ten-
drá en cuenta el último domicilio que
hubiera tcnido en el país.
La Ley contiene una imprecisión en el
artículo 380 cuando asevera que "la so-
licitud será presentada por cualquiera
de los interesados a que alude el artícu-
lo 8150 del Código Civil". En efecto, es-
te artículo se refiere más bien a los casos
en que procede solicitar la sucesión intes-
tada. Es mejor Ja redacción del artículo
8300 de] Código Procesal Civil cuando
dice: "En los casos previstos en el artícu-
lo 8150 del Código Civil, cualquier inte-
resado puede solicitar el inicio del proce-
so sucesorio".
Curiosamente también en la redac-
ción primigenia de la Ley se aludía a un
artículo inexistente: a] artículo 47° sien-
ENRIQUE BECERRA PALOMINO
~':) que sólo existían 44 artículos y el
que correspondía era el artículo 43°, ra-
zón por la cual hubo de promulgarse
una ley (la N° 26687)a los pocos días
que entrara en vigencia la Ley 26662..
A] inicio de! trámite el notario solici-
ta la anotación correspondiente que de-
be hacerse no sólo en el Registro de Su-
cesiones Intestadas sino también en cl de
Mandatos y Poderes, aunque los regis-
tradores son renuentes a inscribir si es
que no hay poder o mandato inscrito.
Sin'embargo, es conveniente la anota-
ción para evitar una utilización fraudu-
lenta, puesto que habiéndose otorgado
el poder por escritura pública puede ins-
cribirse en cualquier momento, si es que
no se ha anotado el inicio de ]a sucesión
¡ntestada.
Otro tema que se discute es la posi-
bilidad de hacer sucesión intestada en
un solo trámite tratándose de dos espo-
sos que ya han fallecido. En nuestra
opinión, salvo que se trate del caso
de conmurencia previsto en el Código
Civil, podría pensarse en esta posibili-
dad. En otro caso nos parece un error
dada la naturaleza de la sucesión in-
testada y de que los herederos pueden
ser diferentes.
Desde e! punto de vista notarial tam-
bién se discute si deben hacerse dos ac-
tas o una sola. Es decir, si debe hacerse
un acta en la que se concluye el proce-
dimiento y se declara los herederos y
luego otra acta protocolizándose lo ac-
tuado. O si cabe hacer una acta en la
que se declara los herederos y al mismo
tiempo se protocoliza lo actuado. En
nuestra opinión las dos opciones son
válidas, siendo la más usual la segunda
posibilidad.
LA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NOCONTENCIOSOS_ANÁLlSIS
LEGISLACIÓN
COMPLEMENTARIA A LA LEY
26662, LEY DE ASUNTOS NO
CONTENCIOSOS DE
COMPETENCIA NOTARIAL,
rARA EDIFICACIONES
La Ley 27157 de Regularización de
Edificaciones, de! Procedimiento para
la DeclaratOria de Fábrica y de! Régi.
men de Propiedad Exclusiva y de Propie-
dad Común, publicada el 20 de julio de
1999, no establece expresamente que se
deba recurrir a la Ley de Competencia
(\'otarial en Asuntos No Contenciosos
N° 26662, pese a que sí lo hace en la co-
rrespondiente exposiciÓn de motivos.
En efecto, en e! artículo 5° (párrafo
5.1) al describir las actividades que com-
pete al notario (legalización de firmas,
certificación)' verificación de documen-
tos) sólo dice. "n.Y tramita los procesos
a que se refiert ]a presente Ley", aunque
en el párrafo 5_2 señala que en casos de
oposición de terceros e! proceso debe
seguirse ante el Fuero Judicial o Arbitral
(lo que aludiría indirectamente a un pro-
ceso no contencioso en la vía notarial).
Asimismo, en el artículo 21°, correlacio-
nando ambos artículos, se sellala que la
prescripciÓn adquisitiva de dominio es
declarada notar¡almentc a solicitud del
interesado y para 10 cual se debe seguir el
mismo proceso a que se refiere el artícu-
lo 504° y siguientes del Código Proce-
sal Civil en lo que fucre aplicable.
No es ésta la oportunidad para hacer
una crítica integral respecto de esta Ley.
Sin embargo, en lo personal no podemos
pasar por alto determinados aspectos
esenciales con los que no estamos de
acuerdo. Por ejemplo, en vez de fortale-
cer la escritura pública (que tiene carac-
CRITICO DE LA LEGISLACiÓN PERUANA 73
terísticas especiales como matricidad, fe-
cha cierta, orden correlativo, y que es
esencial en un sistema notarial de tipo la-
tino como el nuestro) se crea un for-
mu]ario registral como elemento ccn-
tra] para la inscripción (arts. 4° y 7°), lo
que inevitablemente nos recuerda las
pretensiones del D.Leg. 836, felizmen-
te derogado por la Ley 28741.
Asimismo, no nos parece atinado que
una norma orientada a solucionar un as-
pecto coyuntural (regularización) susti-
tuya sin mayor estudio una norma que
tiene vigencia desde hace varios años (
D.L. 22112- Ley de Propiedad Hori-
zontal) sustituyendo incluso la denomi-
nación que tiene "importancia de un va-
lor consagrado, cuyo significado es inte-
ligible a todos, especialistas y profanos"
(como 10 dice Borda al exponer el signi-
ficado de la frase, que obviamente no
es perfecta). Menos que la norma se su-
peditc a la legislación de COFOPRI a la
que se le asigna un carácter rector inacep-
table (cuarta disposición final). Igual-
mente, resultaba inexplicable 10 norma-
do en el artículo 26° (la no aplicación del
artículo 9850 del Código Civil para los
fines de la ley), puesto que iba a dar lu-
gar a una serie de abusos.
El Reglamento aprobado por D.S.
008-2000-MTC, publicado c!17 de fe-
brero del año 2000, logra aclarar algunos
puntos de la Ley aunque tiene también
algunos aspectos cuestionables como el
hecho de rebasar los alcances de la pro-
pia norma legal. Existen además otros
cueStionamientos de técnica jurídica,
desde la óptica notarial, como por ejem-
plo la definición de documento de fecha
cierta sin considerar a los instrumentos
públicos (lo que no se condice con el
artículo 245 del Código Procesal Civil)

"
y, la ambigüedad creada al referirse en el
artículo 6° al distrito notarial, para los
efectos de determinar la competencia
del notario, a sabiendas que por Ley]a
competencia es provincial (salvo el caso
del inventario) y que el distrito notarial
(que incluso puede abarcar más de un
departamento) tiene una connotación
diferente a la localización distrital (como
parte de una provincia).
El Reglamento se refiere al procedi-
miento de saneamiento de titulación vía
prescripción adquisitiva de dominio o
formación de título supletorio que el
notario iniciará ,a petición del interesa-
do, como "asunto no contencioso de
competencia notarial". (art. 35°). En
ambos casos la tramitación se hace "por
la vía de los asuntos no contenciosos de
competencia notarial, conforme al proce-
dimiento previsto en este Reglamento
y, supletoriamente, por las normas con.
tenidas por e! Código Procesa! Civil",
(art. 38°.). Como puede observarse, no
se hace referencia a la Ley 26662.
El Reglamento distingue entre pres-
cripción adquisitiva de dominio y forma-
ción de título supletorio en sus artículo
36° y 37°, En el primer caso el predio
puede estar registrado o no, debiendo
acreditarse la posesión continua, pacífi.
ca y pÚblica del inmueble por más de
diez anos, En el segundo se trata de
edificaciones sobre terreno no inscrito
cuando e! propietario carece de títulos
que acrediten su derecho}' acredite por
lo menos cinco anos de posesión. Tam-
bién procede cuando el título o títulos
de propiedad del solicitante no alcancen
la antigüedad prevista en el artículo
2018 de! Código Civil, en cuyo caso
no será necesario acreditar los cinco
anos de posesión.
CARLOS ENRIQUE BECERRA PALOMINO
Según el Regl~mento, e! proceso se
inicia con una petición escrita del intere-
sado autorizada por abogado en la que se
considera determinada información y
documentación esencial: tiempo de la
posesión, con indicación precisa de fecha
y forma de adquisición; nombre}' di.
rección del tituJar registral (en caso de
prescripción adquisiti\'a de dominio),
del inmediato transferente, de los ante.
riores a éste o de sus sucesores (en caso
de formación de títulos supletorios) y
de los propietarios u ocupantes de los
predios colindantes; certificación muni.
cipal o administrativa de las persona que
figura como propietaria o poseedora del
bien; copia literal de dominio si el predio
está inscrito y/o certificado de búsque.
da catastral (en su caso), ofrecimiento de
declaración de testigos (3 a 6, mayores
de 25 anos, preferentemente vecinos o
colindantes del predio) y otras pruebas
que el interesado considere pertinentes
(Cabe hacer notar que la Ley 27333 ha
moditicado algunos aspectos de este pro.
cedimiento como lo veremos más adelan-
te)..
El notario debe notificar el inicio del
trámite a las personas de las que se deri-
va el derecho invocado (según manifes-
tación del solicitante), al titular regis-
tral (del terreno y/o la edificación), a los
propietarios ti ocupantes de los predios
colindantes y a las demás personas indi.
cadas por el solicitante. Sin perjuicio de
ello debe fijar carteles en la edificación
cuyo saneamiento se solicita}' ordenar se
publique un extracto de la solicitud en el
Diario Oficial El Peruano}' en el de ma.
yor circulación dcllugar donde se ubica
el inmueblc.
El notario, a los efectos de sustan-
ciar el procedimiento, habrá de consti.
lA COMPETENCIA NOTARIAL EN ASUNTOS NO CONTENCIOSOS.
tu irse en el inmueble respect¡\'o y ex-
tenderá un acta (de presencia) en la que
describa el inmueble y haga constar las
características de! mismo, así como la
posesión pacífica y pública de! solicitan-
te y lo manifestado por los ocupantes
de los predios colindantes, y la declara-
ción de los testigos.
Luego de 30 días hábiles contados a
partir de la fecha de la última publica-
ción, sin haberse interpuesto oposición,
e! notario "levantara un acta donde hará
constar la evaluación de las pruebas y
los actuados, y declarará la prescripción
adquisitiva de dominio a favor de! solici-
tante o dispondrá la formación de títulos
supletorios, según sea e! caso."
Finalmente, el Reglamento señala
que el acta notarial y demás anteceden-
tes serán incorporados al Registro NOta-
rial de Asuntos No Contenciosos, agre-
g:mdo que del mismo se podrán expedir
los traslados instrumentales previstos en
la Ley de! Notariado. Esta precisión es
innecesaria y en cierto modo limitativa
puesto que la acOtada norma sólo preve
la expedición de testimonios, partes y
boletas, no considerándose la copia sim-
ple (que sí se considera en la Ley de
Simplificación Administrativa y en la
práctica notarial).
En caso que se formule oposición
-que según e! Reglamento podrá hacer-
se "hasta e! momento de emitirse e! ac-
ta notarial que ponga fin a] procedimien-
to" (la palabra emitirse quizá no es la
más adecuada)- el notario debe suspen-
der el tramite y remitir lo actuado, den-
tro de tercero día, al Juzgadú Civil de
turno de la jurisdicción donde se halla
ubicado e! inmueble. El juez concederá
un plazo común para que las partes ade-
ANALISIS CRITICO DE LA lEGISLACIóN PERUANA 75
cuen el expediente a las exigencias del
trámite jurisdiccional, luego de lo cual se
proseguirá el trámite en esa vía. Culmi-
nado el proceso judicial y consemida o
ejecutoriada la resolución el juez notifi-
cará al notario, con la resolución que
pone fin al proceso, a efecto de que éste
prosiga con e! sentido de la resolución.
Es decir, lo más probable, para protoco-
lizar lo actuado.
En realidad, como ya lo hemos sena-
lado, el Reglamento rebasa los alcances
de la Ley inicial 27157. Por ello es muy
importante la Le)' 27333 denominada
"Ley Complementaria a la Ley 26662, J::¡
Ley de Competencia Notarial en Asuntos
No Contenciosos, para la regularización
de edificaciones", que da fuerza legal a
las normas reglamentarias, con algunas
modificaciones y que tiene el acierto de
deroga el artículo 26 de la Le)' 27157
(Última disposición final) que era ina-
ceptable desde todo punto de vista.
Sin embargo, creemos que el título es
demasiado ambicioso}' que la aplicación
de la Ley 26662 está notoriamente ener-
vada. La redacción de! artículo 1 ° de la
acotada Ley 27333 más parece un gali-
matías y si se toma en cuenta lo previsto
en la Ley 27157 el orden de aplicación
de las fuentes sería el siguiente: 1) legis-
lación de COFOPRI {D.Leg 803 }'
otros); 2) Ley 27157, 3) Reglamento
aprobado por D.S. N° 008-2000-MTC,
4) Ley 27333; 5) Ley del Notariado
(D.L. 26002); 6) Ley 26662; y 7) Códi-
go Procesal Civil. .
En lo referente a]a prescripción ad-
quisitiva de dominio y la formación de tí-
tu]o supletorio la Ley modifica algunos
aspectos de! Reglamento, según se des-
prende de lo dispuesto en e! artículo 5°
" CARLOS
de la mima. Se elimina por ejcmplo ]a re-
ferencia al distrito notarial que hacía el
Reglamento, que resultaba ambigua y
contraria a la Ley del Notariado, para
recalcar que el notario competente es el
de la provincia donde se halla ubicado el
inmueble. Asimismo, se señala con toda
propiedad que el notario verificará el
"cumplimiento de los requisitos esta-
blecidos en el primer párrafo del Artícu-
lo 9500 del Código Civil" (es decir]a
posesión continua, pacífica y pública co-
mo propietario durante diez anos, omi-
tiéndose el segundo párrafo que se refie-
re al período de cinco años, cuando me-
dian justo dtulo y bucna fe).
Igualmente, la Ley 27333 ha amplia-
do cl ámbito para la declaración de preso
cripción adquisitiva en sede notarial , a
terrenos ubicados en zonas urbanas que
no cuenten con edificaciones (Are 5°.,
ine. k); ha modificado el plazo para for-
mu[ar oposición (25 días tLtiles, según in-
cisos f) y j) del acotado artícu[o);exige [a
firma de los testigos en la solicitud aun-
que mantiene el nÚmero de testigos (3 a
6) y [a edad mínima (25 años) fijados en
el Reg]amento; precisa que la publicación
se haga en el Diario Oficial El Peruano o
en el diario encargado de publicar los
avisos judiciales (en el interior del país se
entiende) y en uno de circulación na-
ciona] (a secas). Asimismo, nos parece
adecuado que se haya precisado en la
Ley que en caso de oposición de un ter-
cero el notario debe dar por finalizado el
trámite, comunicando este hecho a] so-
licitante, a] Colegio de Notarios y a la
oficina registra[ respectiva.
En la referida Ley subsiste el pro-
blema del formulario registral puesto
que en el inciso f) del articulo 5° se se-
ñala que el notario completara el formu-
ENRIQUE BECERRA PALOMINO
lario registral o elevara a escritura publi-
ca la solicitud, en ambos casos decla-
rando adquirida la propiedad del bien
por prescripción. Inclusive en caso de
haberse optado por Escritura Publica se
acompañara al registro "como parte no-
tarial únicamente el Formulario Registral
debidamente llenado. Si se opta por pre-
sentar a Registros Públicos solo el For-
mulario Registral, el Notario archivara
los actuados en el Registro Notarial de
Asuntos No Contenciosos". Es decir,
el formulario registra! se convierte en la
pieza clave para los efectos de la ins-
cripción, siendo título suficiente no so-
lo para inscribir la propiedad sino para
cancelar el asiento registral que favore-
ce al antiguo propietario (inciso i), resul-
tando lírica la referencia al instrumento
publico notarial o sea la escritura publi-
ca puesto que en todo caso tiene que ad-
juntarse como parte notarial (que no
setá la trascripción de la escritura publi-
ca) dicho formulario.
En relación con la formación de títu-
los supletorios en sede notarial (artículo
22° de la Ley 27157), la Ley establece
que se sujetad al procedimiento esta-
blecido en el artículo 5° en lo qUe fuera
aplicable. Cuando se solicite la primera
inscripción de dominio sobre la base de
títulos con por lo menos cinco años de
antigüedad, la verificación del notario
se hará sobre la base de documentos pri-
vados de fecha cierta siendo excepcional
el caso de los instrumentos públicos. (el
nmario se basará en documentos de fecha
cierta que contengan actos jurídicos de
enajenación "salvo los casos en que la ley
establezca una formalidad solemne para
dicho acto").
Cabe hacer notar que tanto para la
prescripción adquisitiva cuanto para la
lA COMPETENCIA NOTARI"-L EN ASUNTOS NO CONT¡:NCIOSOS
formación de títulos supletorios en sede
notarial existe deficiencia de r.:-dacción
cuando se expresa que el notariú "ar-
chivará los actuados en el registro nota-
rial de Asuntos No Contenciosos" ya
que ]0 que correspondería es referirse a
una acta de protocolización. (An. So,
ine. f); 60, 6.2).
Es interesante anotar que la ley en
su artículo 13° establece normas relacio-
nadas con el saneamiento del área, linde-
ros y medidas perimétricas del terreno es-
tab]eciéndose que se haga por mutuo'
acuerdo (mediante escritura publica),
recurriendo a] procedimiento notarial,
como asunto no contencioso de com-
petencia notarial (cuando el área real
del predio sea igual o inferior a ]a regis-
trada en]a partida) y recurriendo al pro-
cedimiento judicial (cuando la rectifica-
ción suponga superposiciÓn de áreas y
linderos o surja oposición de terceros).
En síntesis, creemos que si bien es
cierto que estos trámites pueden realizar-
se en sede notarial es necesario perfeccio-
nar la legislación sobre esta materia y
urgente expedir un reglamento de la Ley
27333.
NECESIDAD DE AMPLIAR LA
COMPETENCIA NOTARIAL A
OTROS CAMPOS
De igual modo sería conveniente eva-
luar otros aspectos de la le)' para per-
feccionar sus normas en los diferentes
temas que ha contemplado. Asimismo, es
necesario insistir en que tal como sucede
en otros países se considere la posibilidad
de que el notario intervenga en]a sepa-
ración convencional y el divorcio ulterior,
como lo propuso el Colegio)' se acordó
ANÁLISIS CRITICO DE LA LEGISL"-CIÓN PERUANA 77
en el dictamen elaborado por la Comi-
sión de Justicia del Congreso, puesto
que si bien las normas procésales no lo
tratan como proceso no contencioso és-
ta es su naturaleza. Más aún no hay de-
manda sino solicitud y en roda caso pue-
de darse intervención a] Ministetio Públi.
co para que si 10 cree conveniente pueda
oponerse en cuyo caso deberá derivarse
al Poder Judicial. Por]o demis, en nues-
tra opinión, el notario (por !a relación de
horizontalidad que debe mantener con
los usuarios de sus servicios y el principio
de inmediación inherente a la función),
está en mejores condiciones que el juez
para intentar disuadir a quienes piensan
separarse.
Igualmente, a la luz de la experiencia
y de la cobertura actual de ]a funciÓn
notarial en el país, convendrÍ:1 haeer una
evaluación sobre si algunos de ]os proce.
sos no contenciosos contemplados en el
Código Procesal Ci\'il, que no fueron
considerados anteriormente para Sl'r asu-
midos por los notarios, podrían ser com-
petencia de ellos, e igualmente hacer lo
propio con los veinricuatro artículos del
Código Civil a que se refiere la Sexta
Disposición Fina! de dicha norma; y,
además, ntras normas que muy bien pue.
den ser tratadas notarial mente (por ejcm-
plo, un notario puede constatar el esta.
do de gravidez de una gestante o la inca.
pacidad de una persona mejor que un
juez, con la ayuda de un facultativo,
puede constatar el hecho de]a desapari-
ción y el nombramiento de un curador,
cte.). Un tema importante, que incluso
fue materia de un proyecto dc ley que
habría que rescatar, es la posibilidad de
ampliar la Ley de Competencia Nota.
rial en Asuntos No Contenciosos para
tramitar [os casos en que las asociaciones
y otras personas jurídicas requieran regu-

"
¡arizar la inscripción de sus consejos di-
rectivos o similares con el fin de inscribir-
105en los registros Públicos, dado que la
CARLOS E~RlaUE BECERAAPALOMINO
exigencia ce asamblea universal o trá-
mite judicial dificulta la solución al pro-
blema social existente. 11
La Protocolización Notarial
MARIO CÉSAR ROMERO VALDIVIESO
Las distintas aplicaciones que se han
dado -muchas de ellas equivocadas- al trá-
mite de la protoco!ización, motivan el pre-
sente ensayo, que intenta exponer algunas
ideas que sin'an de orientación para el aná-
lisis del tema en cuestión.
Como es lógico, debemos comenzar
por el marco teórico que implica el concep-
to del término. Por protocolizar entende-
mos aquel acto de incorporar al protoco-
lo notarial una escritura matriz u otro do-
cumento que requiera esta formalidad, in-
corporación que es realizada por el notario.
La Ley del Notariado, Decreto Ley N°
26002, regula esta situación en la norma
contenida en el Art. 64° de dicho cuerpo
legal, cuando señala: «Porla potocotización
S( incorporan /11registro de tfmtums pÚbli-
cas los documentos lJuela ley, resolución j".
dicialo administriJtiva ordenenZ>.
De este primer análisis, encontramos
una serie de elementos que serán de utili-
dad para los efectos de comprender los al-
cances del acto de protocolización. Así, se
menciona que al hablar de protoco]izar,
como su nombre lo sugiere, se alude al
hecho de incorporar ciertos documentos al
protocolo notarial, el que, a su vez, resul-
ta ser la colección ordenada de registros so-
bre la misma materia (esto es, de escritu-
ras públicas, de testamentos, de protestos,
de actas de transferencia de bienes muebles
registrabas, de Asuntos no contenciosos),
elementos contenidos en los artículos 360
r 370 de la citada ley.
:No obstante lo expuesto, advertimos en
diversas oportunidades que en un proceso
judicial, en el que la pretensión está con-
tenida en un petirorio de Otorgamiento de
Escritura Pública, ]a resolución de su pro-
pósito disponga que, en ejecución de una
sentencia que ha declarado fundada dicha
pretensión, se remita el expediente al ofi-
cio del notario designado, «para su proto-
co/izaciónZ>, confundiendo trámites notaria-
les distintos entre si; el primero de ellos se.
rá extender la escritura pÚblica que corres-
ponda, de acuerdo con la minuta elabora-
da y suscrita por el Juzgado y la parte in-
teresada, luego de lo cual el notario debe-
rá dcvo]ver el expediente al órgano jurisdic-
cional; mientras que, en el segundo de los
casos, estamos ante un acto de incorpora-
ción de documentos a] protocolo que su-
pone justamente lo comrario, esto es, la per-
manencia del documento protocolizado
en el archivo del notario, con una norma
expresa en C$Csentido constituida por el úl-
timo párrafo del artículo 660 de la ley: «Los
docmnmtos protocotizados no podrlÍn sepa-
rarse del rrgistro de escriturss públicas por
ning'ln motivo»,
..
Sobre esta Última disposición también
es de mencionar que resulta algo descono-
cida en sede judicial, puesto que sude OCU-
rrir que, luego de haberse efectuado la
protoco!ización ordenada de un expedien-
te judicial,]a autoridad judicial solicite la rc-
misión del mismo para efectos de continuar
con algÚn trámite pendiente. Por ello re-
sulta imprescindible:: que, ames de la remi-
sión del expediente al notario para que se
pueda dar cumplimiento al mandato de
protoco!ización, el juzgado y las partes
concluyan con todos los trámites que pu-
diesen estar pendientes, con pleno conoci-
miento del hecho que, luego de la proto-
colización, los documentos no podrán ser
retirados del protocolo notarial.
FORMALIDADES DE LA
PROTOCOLIZACION,
Existe, en mi opinión, un error en la re-
dacción del articulo 50° de ]a ley, pues en
él se señala que en el registro de escrÜuras
públicas se extenderán las escrituras, pro-
tocolizadones y actas que la ley determina_
En realidad, son sólo dos los instru-
mentos públicos protocolares que se pue-
den extender: las escrituras públicas y las ac-
tas, cada una de ellas con sus propias carac-
terísticas y formalidades que no es del caso
detallar. La protocolización no es en si un
instrumemo como sí]o son la escritura pú-
b]ica y el acta; como ha quedado precisado,
la protoco!ización es un acto de incorpora-
ción de un documento determinado al pro-
tocolo del notario, y que se formaliza a tra-
vés de un acta notarial que se extiende en
el registro de escrituras públicas.
El articulo 65° de la ley nos precisa qué
es todo aquello que debe contener el acta
de protocolización:
MARIO C,,"SAR ROMERO VALOIVIESO
a) Lugar, fecha y nombre del notaría.
b) M..teria del documento.
c) Los nombres de los intervinientes.
d) El número de fojas de que conste.
e) Nombre dcl juez que ordena laproroco-
lización y del secretario cursor y mención
de la resolución que ordena la protoco.
lización con la indicación de estar consen-
tida o cjecutoriada o denominación de la
entidad que solicita la protocolización.
Luego de extendida el acta de protoco-
lización, la incorporación de los documen-
tas al protocolo se realiza agregando éstos
al final del tomo donde corre sentada la alu-
dida acta. Para la mejor comprensión de es-
ta formalidad, es menester aclarar -sobre to-
do para los lectores no notarios- que este
tomo del que habla la leyes aquel que se
forma por cada diez registros, y que cada
registro se compone de cincuenta fajas or-
denadas correlativamente según su nume-
ración.(Arts. 38° y 41° de la ley). De esta
forma, es al final del tomo y no a continua-
ción del acta de protoco!ización, donde
quedan incorporados los documentos pro-
tocolizados, lugar del que, como se ha in-
dicado, no podrán ser separados.
Toda esta formalidad debe observarse
como consecuencia de la finalidad que tie-
ne ]a protocolización, esto es, ]a custodia
y conservación de estos documentos origi-
nales en el archivo del notario, quien lue-
go de ello podrá expedir copias de los mis-
mos, con sujeción a las normas que sobre
traslados regula la ley (tcstimonio, boleta
y partes notariales).
LA PROTOCOLIZACION
EN EL TIEMPO.
Por lo general no existe. salvo la diligen-
cia ordinaria del notario y la voluntad de los
LA PAOTOCOllZACION NOTARIAL

interesados, regulación alguna sobre el cunscribirse al cuidado inn1l'diato del tiem-

tiempo mínimo o máximo bajo los cuales po}' a la facción del acta de su propósito de
deba llevarse a efecto la formalización de la manera oportuna, sobre todo porque pue-
protocolización por el notario. Sin embar- de estar, luego de concluído el proceso ju-
go, debe observarse con especial cuidado dicial, casi a la expiración del plazo y se le
el easo de la protocolización del testamen- podría atribuir algún tipo de responsabili-
to ológrafo}' de los testamentos especiales dad en el caso que se produzca la caduci-
(militar, marítimo, aéreo) dad no obstante que los actuados judicia-
les le fueron remitidos antes que opere di-
En efectO, el articulo 707" segundo pá- cho institUtO.
rrafo- del Código Civil, señala: "Para que
produzca efcctos (el testammto ológrafo) de-
be ser protocolizado, previa comprobación LA PROTOCOLIZACION EN LOS
judicial, dmtro del plazo máximo de un ASUNTOS NO CONTENCIOSOS.
ano contado desde la mllerte del testador. -";
esto significa que al momento que el no- Con la Ley N' 26662, Ley de Compe-
tario extienda el acta de protoco!ización no tencia Notarial en Asuntos No Conten-
debe de haber transcurrido un tiempo ma- ciosos, se cstableció!a posibilidad de la in-
yor de un año contado desde la muerte del tervención Ilotarial en determinados casos
testador. Este plazo, (es de prescripción o que en época anterior estaba reservada ex-
dc caducidad? Aún cuando la glosada nor- clusivamente para el Poder JudiciaL En
ma hace referencia solamente a la eficacia efecto, en el Código Procesal, en su articu-
del testamcnto en análisis, el inciso 10 del lo 749', se enClLentranpn_'Vistosaquellos ca-
art. 815" del mismo cuerpo sustantivo, sos que se tramitan en proceso no con-
prcvé que la herencia corresponde a los tcncioso. Sobre esta base, algunos de aque-
herederos legales, cuando ( ... ) Ha cadu- llos aSllntos son ahora tramitados, indistin-
cado (el testamento) por falta de compro- tamente de acuerdo al interés de los soli.
bación judicial. La doctrina de la materia citantes, ante el Poder Judicial o ante no-
también se ocupa de esta situación como un tario; siendo éstos los siguientes:
caso de caducidad total, aÚn cuando se re- l. Rectificación de !'artidas.
conoce que resulta un plazo reducido si se 2. Adopción de personas capaces.
tiene en cuenta la dilación que puede pro- 3. Patrimonio Familiar.
ducirse al estar sujeto a un proceso judicial, 4.Inventarios.
no obstante su carácter no conlcllCioso.(I) 5. Comprobación de Testamentos.
6. Sucesión Intestada.
Igual regla rige para los testamentos
militar, marítimo o aéreo(2) Tal como se precisara anteriormente, en
el caso de la intervención notarial, para la
La diligencia del notario al formalizar la formalización de los glosados seis casos, son
protocolización en estos casos, debe cir- dos los instrumentos públicos protocolares:

1 Ferrero AUgusto. Tratado de Derecho Civil. Tomo "V'whjmen I Derecho de Sucesiones pag, 445-456 4~ Edición Uni-
Yel'$idad de Lima

2 Articulo 715' y y Articulo 817' y

720' del Código Civil 820' del Código Procesal Civil.
..
la escritura pública y el acta. Por su natu-
raleza y de acuerdo a las normas cantClli-
das en la propia ley, en los tres primeros ca-
sos se extiende Escritura Pública y será el
Acta Notarial el que corresponda a los de-
más. En este orden de ideas, para los casos
en que deba extenderse la escritura públi-
ca, se formará, además, el minutario que co-
rresponda conforme a la Ley del Notaria-
do; siendo, en el caso del acta notarial,
que corresponderá, además, la protocoliza-
ción del 10 actuado, tal como 10 aluden
para los casos del Inventario y de la Suce-
sión Intestada los artículos 33° y 43° de la
Ley No 26662, mientras que para el caso
de la comprobación de testamento, se apli-
ea supletoriamente el articulo 8230 del
C'ASdigoProcesal Civil.
Con el conocimiento que puede existir
otra interpretación respecto del trámite de
la protocolización para los asuntos no con-
tenciosos, el análisis aquí desarrollado in-
tenta ser el adecuado a la naturaleza de los
institutos en materia y con sujeción a la for-
ma establecida por la propia normatividad.
Por ello entiendo que, cualquier otra for-
ma de observar el referido trámite, pa "1ne-
cesariamentc por una solución legislativa_
OTROS CASOS DE
PROTOCOLIZACION.
L"lpropia Ley del Notariado, Decreto
Ley N° 26002, ha previsto la posibilidad de
protocolizar un documento que naciÓ ex-
traprotoeo]ar, al regular en el artículo 960
quc, a solicitud de parte interesada, las ac-
[as y certificaciones -instrumentos pÚblicos
extraprotocolares- son susceptibles de in-
corporarse al protocolo notarial
L"l norma en comentario tiene como
MARIO ctSAR ROMERO VALDIVIESO
sustento el hecho que, por la importancia
que tiene el archivo notarial, teniendo en
cuenta la observación y custodia de los
documentos que le es propia, es factible el
interés que puede existir para cualquiera de
los citados documentos notariales perma-
nezca en el protocolo del notario para
que, eventualmente y en cualquier opor-
tunidad pueda solicitar una copia del mis-
mo, situación que no es posible cuando se
trata sóJo de uno de naturaleza extrapro-
tocolar.
Otro de los casos se eflcuentra expresa-
mente seflalado en la Ley N° 26572, Ley
General de Arbitraje, al establecer en su ar-
tículo 570 que, también a solicitud de par-
te, el laudo, sus correcciones, integración
y aclaraciones, puede ser protoco!izado
notarialmente, con ]0 que, el expediente dd
proceso arbitral se conserva en el archivo
del notario que lo protocoliza.
Encontramos con este caso, la confian-
za renovada en la labor de custodia y con-
servación del notario, razón por la que,
por los antecedellte.~ de su eficiencia se
pueden proponer otros casos similares. En
esre sentido, resulta plenamente aplicable
esta institución de la protoco!ización para
los efectos de la Ley N° 26872, Ley de
Conciliación Extrajudicial, toda \'Cz que, si
biell se ha pre\-isto la existencia del Regis-
tro de Actas de Conciliación (Arts. 28° y
38° de la citada Ley), no existe mayor ga-
rantía de su custodia y permanencia en el
tiempo que disponer ]a protoco!ización
notarial de dichas actas. Es, en todo caso,
un alcance que puede ser analiz;1do con
mayor detenimicnto pero que, como lo
ha demostrado la experiencia de los otros
casos desarrollad.os, contamos con una he-
rramienta segura, permanente y confiable
como la protoco!izadón. .
 Perspectivas de la Escritura Pública
en el Sistema Registral Peruano
GUNTHER HERNAN GONZALES BARRÓN
CONCEPTO DE TÍTUW
El vocablo título se define en su acep-
ción pertinente como, "el documento ju"
ríclico en el que se otorga un derecho o
se establece una obligaciÓn" (REAL
ACADEMIA, 11, pág. 1986). Este con-
cepto aplicado al ámbito del regisrro in-
mobiliario nos permire delimitar la idea,
de tal forma quc se enricnda por título,
todo documento donde conste el acto,
negodo, o situación jurídica que cause,
modifique o extinga cu,)lquicr derecho
real sohre un inmueble.
Precisamente, uno de los presupues-
tos para la existenÓa dc un adecuado re-
gistro jurídico es que los dcrcdlOs publi-
cados gocen de autenticidad; y para ello
es necesario que el documento que ac-
cede al registro cumpla los caracteres de
exactitud y ]eg¡¡lidad.
Si se entiende que ]a publicidad re-
gistra] es una proclamación oficial de si-
tuaciones jurídicas, resulta lógico interir
que los aCtos inscritos estén dotados de
una presunciÓn favorable de exactitud y
legalidad. Por eso, la publicidad no sólo
significa cognoscibilidad (posibilidad de
conocer) de las situaciones jurídicas ins-
critas, sino además, atribución de veraci-
dad o verdad oficia! de los actos y con-
tratos inscritos (PAV, pág_ 18).
El sistema registra], así concebido, re-
quiere que los documentos tengan una
primera g.lrantÍ3 de legalidad, por la cual
se exige que sean autorizados o expe(h-
dos por un fUl1cion.\rio pÚblico (princi-
pio de lÍtulación autémica, recogido en
el anícu!o 2010u del Código Civil).
Además, el círculo de seguridad jurídil'a
se cierra con un ~egllndo juicio ..:on5i,-
tente en la ca!ifil-ación del registrador,
quien en SlL calidad de órgano indepen-
diente controla la legalidad del acto en
todos sus requisitos, a efectos de Sil im-
cnpción en el registro (principio de ca.
lificación, recogido en el artículo 2011"
del Código Civil) (GARCtA CARCÍA,
1, p'g. 550.551).
TÍTULO NOTARIAL EN EL
REGISTRO
Habíamos señalado que el registro
asegura la exactitud y certeza de losac-
[Os inscritos, amparado en los clásicos
principios registrales de oponibilidad, le-
gitimación y fe pÚblica; siendo la finali-

dad de este instituto, robustecer el gra-
do de seguridad jurídica de los terceros
adquiremes, en cuanto evita que los ne-
gocios y actos queden ocultos.
Pues bien, el útulo notarial cumple
plenamente los requisitos de autenticidad
que aseguran -en principio- el acceso al
registro de actos y contratos dotados de
exactitud y validez. No debe olvidarse
que, "el notario latino es un profesional
del derecho, encargado de una función
pública consistente en recibir, interpretar
y dar forma !egal a la voluntad de las
partes, redactando los instrumentos ade-
cuados a ese fin y confiriéndoles auten-
ticidad" (Declaración de Buenos Aires
1948, Primer Congreso Internacional
de! Notariado Latjno).
En este sentjdo, la intervención del
'lotario resulta fundamental a efectos de
.a identificación}' juicio de capacidad de
las partes, además de significar el primer
control de legalidad que se ejerce sobre
la actividad negocial de los particulares,
de tal manera que se configura un do-
cumento con eficacia especial (fe públi-
ca), en tanto ha sido preparado por un
profesional del derecho, especializado,
imparcial }' responsable por su actuación.
Ninguna de estas características resulta
propia del documento privado, y de aHí
la inseguridad que normalmeme repre-
sema para el tráfico.
La escritura pÚblica -en la que nor-
malmente se materializa la actuación del
notario para efectos del registro- consti.
tuye, pues, una prueba preconstituida
que merece fe respecto a la fecha del ac-
to, la identidad de los comparecientes, la
capacidad de éstos, la manifestación de
voluntad que hayan prestado, la lectura
imegral dd doeumento, y el conocimien.
GUNTHER HERNAN GONZALES BARRÓN
to de los efectos jurídicos derivados del
acto.
En contraposición, los documentos
privados pueden o no ser creídos, ya que
no se encuentra en juego la fuerza de la
fe pública. Igualmente, quien pretenda
ampararse en un documento de este ti-
po, deberá primeramente acreditar por
medios externos la autenticidad de las
firmas; lo cual, sin embargo, no asegu-
rará que haya habido engaño, fraude,
adulteración, o simplemente, la prepara-
ción de un acto jurídico imperfecto, vi-
ciado de nulidad, o en el mejor de los
casos, de dificil comprensión que haga
desembocar a las partes, finalmente, en
un conflicto de intereses.
Puede resumirse, entonces, que la
función notarial con relación al registro
inmobiliario se concentra en el ámbito
negocial o contractual de los particula-
res, brindándoles de esta manera aseso-
ría jurídica para que formalicen adecua.
damente la declaración de voluntad pres-
tada, a ]a cual, además, se le confiere au-
tenticidad.
No obstante lo expuesto, debe recor.
darse que tímidamente ]a función nota-
rial se expande a otros ámbitos no estric-
tamente negocialcs. Nos referimos a la
reciente Ley 27157 sobre "Regulariza-
ción de Edificaciones", en la cual el no-
tario se encuentra facu]tado para ejercer
funciones propias de la jurisdicción vo-
luntaria, declarando la prescripción ad-
quisitiva y la formación de títulos suple-
torios sobre predios urbanos. En estos
casos, el notario no recibe declaraciones
de voluntad, sino más bien, reconoce de-
rechos y legitima situaciones jurídicas,
fundado en hechos cuya notoriedad es-
tima comprobados en mérito a un pro-
 PERSPECTIVAS DE LA ESCRITURA PúSLlCA
cedimienro sumario. Son !as llamadas ac-
tuaciones de notoriedad. Sobre el parti-
cular ]a doctrina señala que, "entre las
principales actas, se destacan las llamadas
de notoriedad, cuyo objeto es la com-
probación de hechos nowrios, sobre los
cuales se fundarán y declararán derechos
y cualidades de trascendencia jurídica. El
Escribano tiene a Sll cargo ]a COMPRO-
BACIÓN de la notoriedad que se pre-
tenda y hace las diligencias y notificacio-
nes que considere de! caso para cercio-
rarse de su justificación" (GONZALEZ,
EMÉRITO, págs. 85-86).
LAS LIMITACIONES DEL
TÍTUW NOTARIAL EN EL
REGISTRO
L"1publicidad registral se compone
tres elementos fundamentales:
a. La finca, esto es, la unidad objetiva
consistente en una superficie delimi-
tada del suelo, y sobre la que recaen
los distintos derechos reconocidos
por la ley.
b. La materia inscribiblc, esto es, los ac-
tos y contratos que celebran los par-
ticulares con ]a fina!idad de crear,
transmitir y/o derechos.
c. El tirular registral, esto es, aquel su-
jeto que aparece en los libros del re-
gistro como portador de un derecho
o expectativa sobre un inmueble.
Resu]ta evidente que, dentro de esta
clasificación, el notario ejerce su delicada
función en el ámbito preponderantemen-
te negocial, prestando asesoría especiali-
zada, y formalizando adecuadamente la
voluntad de los contratantes. Siendo ello
así, ]a función notarial se circunscribe a
dotar de fe pública a los actos y contra-
EN EL SISTEMA REGISTRAL PERUANO
tos que pretenden acceder al legistro
(materia inscribib]e y titular registra]).
Respecto a la finca, debe indicarse
que, éste es el objeto sobre el cual re-
caen los distintos derechos. N uestro re-
gistro se encuentra organizado en base,
precisamente, del llamado principio del
folio real, el cual consiste en la apertura
de un folio u hoja que representa a un
inmueble determinado. En ese folio par-
ticuJar, se inscriben todos los actos que
afectan a dicho predio, constituyéndose
así, en una historia jurídica integral del
inmueble.
En este sentido, "teóricamente, debe.
mas distinguir, en el folio registra], de
una pane la finca, }' de otra los actos y
contratos que crean, modifican, transmi-
de ten o extinguen las tirularidades sobre
ella. Se trata de dos elementos diferen-
tes de ]a relaciÓn registra]: el objeto de
los derechos, y los derechos que versan
sohre el objeto (manifestados a través de
los actos)' contratos)" (LACRUZ, 111
bis, págs. 66-67).
Pues bien, el ámbito referido estric-
tamente a ]a finca registral, versa sobre
aspectos tales como, [a descripción (área,
linderos, medidas perimétricas),]a ubica-
ción fisica, Ja situación (rura], urbano,
eriazo), la utilización económica (p]anta-
ciones, construcciones y/o edificacio-
nes), modificaciones (desmembración,
acumulación), .Ias inexactitudes (dob]e
inmatricu!ación, rectificación de área y
linderos, deslinde), ete.
En nuestro derecho, el notario NO
da fe respecto a ninguno de los aspectos
referidos a la finca registral, y ello se de-
be a que los procedimientos de inmatri-
culación son inseguros, el mismo regjs-
 ..
trador (y con mayor razón, el notario)
debe confiar muchas veces en las mani-
festaciones de los propios interesados, de
tal manera que no es utópico pensar en
la posibilidad de in matricular fincas ima-
ginarias, o volver a inmatricular total o
parcialmente en un folio diferente (du-
plicidad de partidas), o incluso, falsear las
características fisicas que le corresponden
al inmueble (LACRUZ, III bis, pág. 69).
En buena cuenta, el notario no tiene
control sobre la exactitud de los datos ti-
sicos del inmueble sobre el cual se pre-
tende contratar. Por ello, su actuación no
puede conferir certeza sobre Jas caracte-
rísticas de la finca. Es más, ni siquiera el
mismo registro otorga garantía segura o
fiable respecto a estos detalles, y a pesar
que -parte de ]a información registral-
cunsiste, precisamente en la descripción
dd inmuebJe.
Un prestigioso jurista decía sobre el
particular que, "Las noticias que da e!
registro sobre cabida, situación, cons-
trucción, y naturaleza de la finca, no
comparten, naturalmente, la eficacia de
la fe pública; son datos puramente ma-
teriales, cuya falsedad no puede convali-
darse por medio de una norma jurídica
a favor de personas determinadas" (RO-
CA SASTRE, 1, pág. 618).
En cambio, en los sistemas registra-
les alemán, suizo, o australiano, la inma-
tricu]ación de la finca se realiza a través
de un cuidadoso procedimiento técnico
que induye la identificación del inmue-
ble a través de datos topográficos; por Jo
que el registro asegura la exactitud de las
noticias referidas a las características nsi-
cas de! predio.
(Cómo se puede remediar esta grave
GUNTHER HERNÁN GONZALES BARRÓN
deficiencia del sistema registral peruano?
E] derecho comparado redama la nece-
sidad de coordinar cficientemente e! re-
gistro (titu]aridades jurídicas) con un ca-
tastro (datos fisicos); de tal manera que
se cuente con información segura y con-
fiable respecto a la identificación, situa-
ción y naturaleza de una finca. El catas-
tro tiene como finalidad, pues, la repre-
sentación gráfica de toda la propiedad
predial, individualizando las característi-
cas de cada inmueble, y proporcionado
una exacta descripción de los mismos.
Esta labor catastral es eminentemente
técnica, y ajena a la función juridico-no-
tarial. Por tal razón, el catastro es encar-
gado a una entidad administrativa que
pueda cumplir adecuadamente los fines de
interés público que se encuentran subya-
centes en su nmeionamiento. Recuérdese
que todo censo de ]a riqueza inmobilia-
ria tiene relevante interés fiscal, estadísti-
co, y [ambién, privado, en clIanto robus-
tece la seguridad de los acras y contratos
que se celebran sobre los inmuebles.
Por tanto, las cuestiones derivadas del
elemento finca registra! acceden al regis-
tro, o deberían acceder normalmente, a
través de títulos de origen administraúvo.
EL SISTEMA REGISTRAL
PERUANO
El Registro de la Propiedad Inmue-
ble se crea en nuestro país en virtud a la
Ley dd 02 de enero de 1888, cuya es-
cueta motivación expuesta en sus consi-
derandos, nos señalaba que pretendía
"dar seguridades a ]a adquisición de in-
muebles".
Esta Ley y su posterior reglamenta-
PERSPECTIVAS DE LA ESCRITURA PÚaUCA EN EL SISTEMA
ción fue inspirada gran..kmente en ios
principios consagrados por la famosa Ley
Hipotecaria Española de 1861. Un au-
tor nacional de principios de! siglo seña-
laba sobre el particular que, "Calcado en
las disposiciones de la ley de Espaiía, par-
ticipando en todo de su constitución y
de su espíritu; se encuentra establecido
en e! Perú el RegiStro de la Propiedad
Inmueble" (DEL VALLE, pág. IO-ll).
Pues bien, la Ley Hiporecaria Espa-
nola de 1861, y en consecuencia, el siso
tema registral peruano se sustentó en los
siguientes postulados:
a. La transferencia de derechos reales
por contrato no surte efec[O frente a
terceros. Se requiere la inscripción.
b. La inscripción produce importantes
efectos de orden sustantivo (oponibi-
lidad, legitimación, fe pÍlblica).
c. El registro se lleva por el sistema del
folio real, es[O es, por fincas. En aten.
ción a dIo, resultó necesario [Ornar
en cuenta e! principio del tracto su-
cesivo.
d. La inscripción se produce luego de
una calificación de lega!idad por par-
te de un funcionario independiente y
responsable por su actuación.
e. La inscripción se sllstenta en instru-
mentos públicos.
f. Falta de coordinación con un catas-
[<D.
Posteriormente, la normativa registral
sustantiva fue incorporada al Código CI-
vil de 1936, y actualmente se encuentra
incluida en el Libro Noveno del vigeme
Código Civil de 1984, sin mayores mo-
dificaciones de fondo con respecto al sis"
tema primigenio.
Sin embargo, Ja tradicional institu~
ción registral se desprestigió grandemen-
AEGISTAAL PERU ANO
te en atención a problemas de burocra-
tización, y falta de idoneidad de sus fun"
cionarios. Ante ello, eJ legislador Optó
por crear en eJ ano 1989 un Regi.stro In-
mobiliario paralelo, el denominado Re-
gistro Predial de Pueblos Jóvenes}' Ur-
banizaciones Populares (ahora: Registro
Predial Urbano).
Este nuevo Registro se sustenta, tam-
bién, en los mismos principios que die-
ron origen a 1a Ley Hipotecaria Españo-
la de 1861. Sin embargo, difiere radical-
mente en los siguientes aspectos:
a. La inscripción se sustenta en instru-
mentos privados ("formularios regis-
trales"). No se requiere intervención
de notario.
b. Reducción al mínimo de los requisi-
tos o formalidades necesarias para la
inscripción.
c. Coordinación con un catastro admi-
nistrativo (actualmente llevado en
forma indirecta por una institución
pública denominada Comisión de
Formalízación de la Propiedad Infor.
mal, cuya competcncia abarca el ám-
bito urbano. En cambio, eJ catastro
rural es manejado por el Programa
Especia! de Titulación de Tierras).
En consecuencia, el sistema registral
peruano está encargado a dos entidades
registrales distintas: el tradicional Regis-
tro de la Propiedad Inmueble (creado en
1888), y e! Registro Predial Urbano
(creado en 1989).
RAZONES QUE MOTIVARON LA
DUALIDAD DE NUESTRO
SISTEMA REGISTRAL
Durante el transcurso de! siglo XX Jas

sociedades han sufrido un incontrolable
fenómeno de urbanización, esto es, la
población ha pasado a ocupar preponde-
rantemente las urbes, abandonando pro-
gresivamente e! campo. Esta realidad so-
cial tiene un carácter prácticamente uni-
versal r también se ha presentado dra-
máticamente en nuestro país.
De acuerdo al censo de! año 1940, el
17% de la población total del PerÚ vivía
en ciudades de más de 20,000 habitan-
tes, mientras que a fines de la década de
los setenta, el 65% de dicha población ya
era urbana (MATaS MAR., pág. 40). Se
espera que en los próximos años ]a na-
ción urbana alcance cerca del 80% del to-
tal de habitantes.
Estos grupos humanos que buscaban
asentarse en las principales ciudades del
país se encontraron prácticamente fuera
del circuito económico, del mercado y
de la ]egalidad vigente. Y para ello crea-
ron su propia legalidad. HERNANDO
DE SOTO ha señalado que el pob!adot
urbano marginal toma posesión del suc-
Io a través del "contrato de invasión", o
en menor medida, por medio de com-
praventas dudosamente lega[es que se
amparan básicamente en la tenencia de
la tierra.
Esta situación iniciada en la década
de los cincuenta, originó que extensas
zonas periféricas fueran ocupada.~ irregu-
larmente, y CllYOsaneamiento fisico.lega[
tuvo que asumido el Estado, en tanto los
pobladores asentados carecían de los más
elementales recursos económicos. Den-
tro de esta política coyuntura! se encuen-
tra, precisamente, la creación del Regis-
tro Predi al, sustentado en la reducción o
eliminación, según sea el caso, de requi-
sitos, formalidades y costos. La razón pa-
GUNTHERHERNANaONZALESBARRÓN
rece ob\ia: [os costos de titulación no
pueden ...er asumidos por quienes sólo
cuentan con recursos de subsistencia.
Recuérdese que, aCtualmente, sólo
en Lima, existen más de dos millones de
personas que se encuentran en situación
de extrema pobreza. Además, existe otro
importante grupo social que basa exclu-
sivamente su sustento en un salario men-
sual, en una pensión de jubilación, o en
la modesta renta que le produce la pe-
queña industria o comercio, y que al-
canza hasta el 40% del total de pobla-
dores de Lima. Para todas estas perso-
nas se encuentra prácticamente vedado
el acceso a un título notarial, en tanto
su ingreso mensual a duras penas sirve
para afrontar las necesidades de alimen-
tación, vestido \' salud (CÓRDOVA,
pág. 17). El Instituto Nacional de Esta-
dística (INEI) define al pobre como
aquél que puede subvenir sus necesida-
des alimentarias mínimas, pero que no
puede cubrir el costo de otros bienes o
servicios. En cualquier caso, el ingreso
diario del "pobre" no alcanza los siete
nuevos soles o dólares americanos
(GUEVARA GIL, pág. 5).
El Registro Predia[ intenta eliminar
los costos de la formalidad, conforme lo
han señalado sus defensores. "La crea-
ción del Registro Predial se sustenta en
el principio de simplificación y reducción
de costos, teniendo como antecedente la
LC}'No. 25035 (de simplificación admi-
nistrativa), eliminando lIna serie de re-
quisitos con el objeto de encontrar un
fluido y más técnico acceso a! registro"
(SORIA, pág. 66).
Sin embargo, 10 que nació como un
régimen excepciona! pensado para un
conjunto limitado de zonas urbano mar-
PERSPECTIVAS DE LA ESCRlruRA PUBUCA EN El SISTEMA
gina!cs, ha venido ,uilpliando su alcance.
A ello ha contribuido el hecho que más
de la mitad de la población de Lima, por
ejemplo, habita actualmente en pueblos
jóvenes, urbanizaciones populares, o en
terrenos de propiedad estatal o privada
con deficiente titulación,
La aguda crisis económica de las dos
Últimas décadas del siglo XX ha aumen-
tado dramáticamente los índices de po-
breza en nuestro país, y por lo tanto, se
ha elevado el número de inmueb1es que
empiezan a regirse por el sistema regis-
tral paralelo, y que en un principio, se
pensÓ, iba a ser excepcional, Ahora en
cambio, si tomamos en cuenta el aspec-
to cuantitativo, deberíamos suscribir que
el régimen excepcional se encuentra en
el viejo Registro de la Propiedad Inmue-
ble creado en 1888.
EL REGISTRO PREDIAL
URBANO, ACERCAMIENTO AL
ACTA TORRENS
Habíamos senalado que el sistema pa-
ralelo del Registro Predial Urbano se di-
fcrellcÜba del sistema tradicional, princi-
palmente, por la coordinaciÓn efectiva
con un catastro inmobiliario, por la re-
ducción de formalidades, y además, por
la suficiencia del documento privado co-
mo título inscribiblc.
Recientemente, se ha establecido
también, que, la inscripción en el Regis-
tro Predial de un título individual otor-
gado por el Estado, y que no es impug-
nada en el breve término de tres meses,
PRODUCE EfECTOS SANATORIOS.
Es decir, la inscripción no puede ser anu-
lada ni siquiera por el Poder Judicial, lo
que conlleva que el perjudicado o afee-
REGISTRAL PERUANO '"
tado sólo pueda recurrir a las acciones
indemnizatorias contra su frustrado ena-
jenante, o finalmente contra eJ mismo
Estado en caso de error registra!.
El segundo párrafo del artículo 17°
del Decreto Legislativo 803 (1996), mo-
dificado por el artículo 8° de la Ley
27046, cuyo Texto Unico Ordenado ha
sido aprobado por Decreto Supremo
No. 009-99-MTC senala que: "El dere-
cho de ruurrir al SÓtema Arbitral de la
Propiedad y su correspondiente acción ca-
ducan a los tres meses de producida la im-
cripción del titulo individual. Las recla-
maciones o impug1Ufciones correspondien-
tes se dirigirán contm el titular con dere-
cho inscrito y, si fuerall declaradas funda-
das dnriÍn tÍnicamC1lte derecho a que se or-
dene elpago de Itnff indemnización de ca-
rácter puuniario por daños y perjuicios a
favor del demandallte, En tales casosel ti-
tular con derecho inscrito matltendl'á In
validez legal de SIl título e i'lScripción y,
por lo tamo de su dcrecho de propiedad
que será incontestnblt mediante ncción,
prettnsióno procedimiento a/gtf1lo, y que-
dará obligndo a pngarla it~deffmjzación~.
Estas características del Registro Pre-
dial Urbano nos han'n pensar que este
sistema registral paralelo se acerca a la
llamada ACTA TORRENS o SISTEMA
AUSTRALIANO, cuyas características
fundamentales son las siguientes:
a. Existencia de un catastro sumamente
exacto, que permite conocer con pre-
cisión los datos fisicos de cada pre.
dio,
b. Reducción y/o eliminación de requi-
sitos o formalidades,
c, Acceso al registro mediante docu-
mentos privados, eliminando la inter-
vención del notario.
 '"
d. La inscripción tiene valor con~tittlti-
\'0 e INATACABLE (sanatorio de vi-
cios).
c. Fondo de seguro a través de un por-
centaje que se exige a los particulares
que obtienen la registración iniciaL
f. El registrador cuenta con amplias fa-
cultades calificadoras respecto a la le-
galidad del Útu!o.
Conforme se puede apreciar de las ca-
racterísticas del sistema registral austra-
liano, éste mantiene muchos puntos de
contacto con el Registro Predial Urba-
no. No obstante ello, y para los efectos
de nuestra investigación, nos abocaremos
al tema de Ja falta de intervención nota-
rial.
Así pues, ]a transmisión de inmucbles
en el ACTA TORRENS es bastante sen-
cilla, apenas requiere el llenado de un
tormulario que contienc el contrato que
da origen a la enajenación. No se requie-
re la imervenciÓn de abogados o nota-
rios, bastando simplemente la concurren-
cia de un testigo. Éste debe aseverar que
conoce personalmente al vendedor, y
que además, suscribió el documento li-
bre y espontáneamente. Es curioso sena-
lar que Sir Robert Richard Torrens, crea.
dar de esre sistema, opinaba sobre los
hombres de leyes lo siguiente: "Aman y
reverencian los misterios cuyo estudio les
ha llevado tanto tiempo, y no pueden so-
portar la dura mano que barre las tela-
rañas en cuya textura han gastado su ce-
lo y sus días" (cir. GONZALEZ y MAR-
TíNEZ, pág. 178).
Teniendo en cuenta este postulado,
vale pregunrarse, ¿Cuál es ]a perspectiva
de la escritura pública en un sistema que
apunta a reemplazar el documento pú-
bl¡co por el documento privado?
GUNTHEAHERNÁNGQNZALESBARRÓN
ESCRITURA PÚBLICA Y SISTEMA
REGISTRAL PERUANO
El bifronte sistema registral peruano
viene inclinándose en los Últimos años,
decididamente en favor del llamado Re-
gistro Predial Urbano, cuyas característi-
cas -hemos \isto- empiezan a acercarlo
al régimen de! registro australiano o AC-
TA TORRENS.
También debe mencionarse que el sis-
tema tradicional de! Registro de la Pro-
piedad Inmueble viene, ya, siendo afec-
tado por cada vez mayores excepciones
a la obligatoriedad de la escritura públi-
ca (por ejemplo: los comratos bancarios
de determinada cuantía no requieren es-
ta formalidad); e incluso, en el año 1996
se pretendió generalizar el uso de docu-
mentos privados como instrumento idó-
neo para el acceso al registro. Nos refe-
rimos al Decreto Legis]ativo 803, el cual
fue finalmente derogado a ¡os pocos me-
ses sin que haya tenido aplicación prác-
tica.
Ante ello es evidente que la impar.
tancia de ]a escritura pública se encuen-
tra, por decir lo menos, en entredicho.
A esta circunstancia parece abonar una
sociedad peruana pauperi7:3da, con uno
de los mayores índices de desequilibrio
en la distribución de la riqueza, por ]0
que parece lógico entender que a una
gran cantidad de peruanos le son ajenos
el sistcma legal r formal. El costo del ser-
vicio notarial parece volverse, en esta co-
yuntura, en un gasto suntuario y pres-
cindib]e.
Esta situación económica esrrllctural
que afecta el correcto entendimiento de
la función notarial, se ve agravada por
cuestiones ideológicas importadas de la
 PERSPECTIVAS DE LA ESCRITÚRA PÚBUCA EN EL SISTEMA REGISTRAL PERUANO
doctrina jurídica norteam:ricana de!
LAW AND ECONOMICS, el' la que se
sostiene que el Derecho tiene como úni-
ea finalidad promover [a eficiencia eco-
nómica, y evitar el desperdicio de los re-
cursos escasos. Precisamente, para pro-
mover que los bienes sean utilizados de
!a manera más eficiente es necesario que
los costos de transacción sean insignifi-
cantes, de tal forma que a través de ope-
raciones contractuales de mercado los
bienes vayan pasando a favor del titular
que más los valoriza, y que por tanto,
puede hacer de ellos un mejor uso.
Estos costos de transacción no son
otra cosa que, los gastos derivados de la
negociación y celebración de un contra-
to. Y dentro de éstos se encuentra, sin
dudas, el costo notariaL Según esta lógi-
ca, a menor costo notaria! (o mejor aún,
sin [a existencia de este gasto), el mer-
cado funcionará más fluidamente. Pues
bien, la escritl!ra pública parece encon°
trase cercada tanto desde el frente estric-
tamente económico, como del lado ideo-
lógico.
La doctrina notariaJista ha invocado
una serie de fundamentos perfectamente
válidos en defensa del documento nota-
rial. Se dice, por ejemplo que, "la te pú-
blica ampara no sólo el dictum (lo que
el notario dice) sino el actum (el nego-
cio jurídico; unilateral-testamento, bila-
teral-compraventa, o plurilateral-socie-
dad, de que el documento es soporte).
Estamos, pues, ante lo que podríamos
calificar como obra maestra del Notaria-
do Latino: el instrumento público, cuya
eficacia en el tráfico jurídico se traduce
en la presunción juris tantum de veraci-
dad y lega[idad. Por ello, en tanto no se
impugne judicialmente, es, de por sí,
prueba y no necesita ser probado, y tie.
,,,
ne ruerza ejecutiva" (l)INAR, págs. 19-
20).
En la misma línea se señala que: "La
función notarial constituye uno de los pi-
lares en que se sustenta el Derecho, des-
de el momento que le confiere seguri-
dad jurídica a la contratación y a la rc.
lación entre personas, consistiendo ésta
en la formación, conservación, reproduc-
ción y autenticación del documento no.
tarial que contiene hechos y actos jurí-
dicos. Es así, que como existe una Fun-
ción Judicial del Estaao y cuya esencia
es la de administrar justicia; existe tamo
bién una función notarial, que emana del
poder certificante del Estado y que nace
de la necesidad de investir a una perso-
na de fe pública, para que el acto o con-
trato que contiene la voluntad de las par-
tes sea autorizado por un determinado
funcionario" (MURGA, pág. 111).
No obstante [a importancia de los ar-
gumentos reseñados, es necesario tener
en cuenta el carácter eminentemente
pragmático del hombre dd Tercer Mi[e-
nio. Ya no basta que algo se considere
buello, sano o convenienrc por razones
de "ideología". Es necesario, ahora, que
el fundamento sea tangible y concreto.
Por ello, muchos autores hablan del "fin
de las ideologías", y del inicio de una
época de pragmatismo a todo nivel. En
este sentido, no existiría nada útil "a
priori", ya que dicha utilidad tendría que
ser contrastada con la fragua de la rea[i-
dad.
Dentro de este contexto, nos parece
que conceptos tales como, "la seguridad
jurídica en la contratación", "el poder
certificante del Notario", "las vemajas
teóricas de! documento público sobre e!
documento privado", son temas que no
...
pucden reducirse a citas doctrinales o
ideológicas. Es urgente, además, que es-
tas posturas vayan acompañadas de la do-
sis suficiente de pragmarismo que los
nuevos tiempos nos reclaman. En las
próximas líneas, precisamente, estudiare-
mos dos aspectos pragmáticos vinculados
con la eficacia y utilidad de !a escritura
pública.
LA FE DE IDENTIFICACIÓN EN
LA ESCRITURA PÚBLICA
La escritura pÚblica produce fe (cer-
teza) respecto a la fecha de! acto, la com-
parecencia de determinadas personas, la
lectura del instrumento, y la prestación
del consentimiento. Asimismo el notario
emite un juicio favorable sobre la capa-
cidad e identidad de los otorgantes. Por
Último, la asesoría profesional y especia-
lizada del notario permite contar con un
documento revestido de una presunción,
por lo menos provisoria, de legalidad.
Todas las ventajas mencionadas no
admiten discusión en el plano estricta.
mente teórico. En la práctica, sin embar-
go, los hechos no se presentan con esa
misma claridad. Así pues, la inmoralidad
reinante en nuestras sociedades, el poco
respeto por ]a ley, la fragilidad de las ins-
tituciones políticas y democráticas, y fi-
nalmente, la pobreza estructural, han
originado una proliferación de engaños,
fraudes y estafas en la contratación pri-
vada, inclusive en el ámbito notaria!. El
notario, se ve muchas veces sorprendido
en su buena fe, y certifica la identidad
de personas que no son quiénes mani-
fiestan, y que de esta manera ponen en
duda la utilidad de su ministerio.
Es obvio, pues, que si el notario no
GUNTHERHERNANGONZALESBARRON
puede asegurar los hechos o juicios que
emite en la confección de una escritura
pública, ésta pierde su utilidad. El usua-
rio que acude a un oficio notarial ]0 ha-
ce efectivamente en búsqueda de seguri-
dad, la cual lamentablemente -y por las
circunstancia... antes señaladas- no puede
ser garantizada por el notario.
Esta problemática situación ha lleva-
do a que el notario busque mecanismos
alternativos de seguridad propia. La más
efectiva, en mi opinión, lo constituye el
escudo legal de irresponsabilidad previs-
to en los casos en que el notario diera
fe de la identidad de alguno de los com-
parecientes inducido a error por la ac-
tuación maliciosa de los mismos o de
otras personas (artículo 55°, tercer pá-
rrafo, Ley del Notariado). Esta norma
beneficia al notario que actuó sin culpa,
como ocurre prácticamente en todos los
casos en que se presentan estas situacio-
nes. Sin embargo, e! beneficio a una per-
sona individual (notario), pone en peli-
gro la seguridad de toda la comunidad,
ya que la actuación notarial no necesa-
riamente conlleva lIna garantía absoluta
de la adquisición de! derecho enajenado.
Piénse...e que este resquicio de inse-
guridad afecta la contratación notarial; y
ante ello mucnos ciudadanos se cuestio-
narán legítimamente lo siguiente:
Si las partes actúan de buena fe, no
se necesita la fe de identidad que presta
el notario; y si [as partes actúan de ma-
la fe, tampoco se necesita al notario,
quien en estos casos se encuentra prote-
gido por el escudo de irresponsabilidad.
La conclusión de todo ello es eviden-
te: la utilidad de la escritura pública que-
da sensiblemente mermada. Por tal ra-
 PERSPECTIVAS DE LA ESCRITURA PÚBLICA
zón, es imprescindible revisar la conve-
niencia de esta norma exoneratoria de
responsabilidad, ya que al defenderse un
solo árbol, se pierde de vista el bosque
que se encuentra detrás. Desde nuestros
primeros años en el ámbito jurídico, sa-
bemos que el interés individual debe ce-
der ante el interés colectivo.
¿Cuál es la solución entonces?, ¿No
es excesivo penalizar al notario por ac-
tuaciones que, en casi todos los casos,
demuestran ausencia de culpa~. Desde un
punto de vista estrictamente valorativo o
ético, sin dudas, la respuesta debe ser
afirmativa. Sin embargo, me parece in-
correcto que, la cuestiÓn se plantee en
estos términos.
La moderna responsabilidad civil no
se basa en la culpa o negligencia de quié-
nes tienen la mala fortuna de intervenir
involuntariamente en la producción de
un daño, y que además de un injusto es-
tigma social, les puede generar penosas
consecuencias económicas derivadas del
pago de una indemnización que su patrio
monio no puede Cl1brir. La moderna res-
ponsabilidad civil no tiene como finalidad
hallar un culpable, sino más bien, preten-
de ponerse de! lado de la víctima, asegu-
rándole a éste un resarcimiento oportu-
no y adecuado por los daños sufridos. Pa-
ra ello se utilizan diversos mecanismos
pro-víctima, entre los cuales se cuenta la
llamada "socialización dd daño".
Por ello se dice que, "el carácter co-
lectivo de las actividades en la que los
daños se sitúan, puede predicarsc tanto
respecto de los grupos u organizaciones
a quienes los daños puedan imputarse,
cuanto de los perjudicados, que, muchas
veces son conjuntos muy numerosos de
personas. Al lado de ello, ha existido
EN EL SISTEMA REGISTRAL PERUANO
'"
también, como ya hemos visto, la idea
de que de muchas de estas actividades
organizadas, especialmente cuando se in-
sertan en el proceso económico de pro-
ducción o distribución de bienes o de
servicios y el mantenimiento de taJcs ac-
tividades generadoras de daños, produce
un beneficio social y existe, de algún mo-
do, una culpa social en los daños que ese
mantenimiento pueda producir. Final.
mente, se llegará a la inevitable conclu-
sión de que el fenÓmeno de ]a totalidad
de los daños, de los costos de esos da-
ños y de la forma de hacer frente a ta-
les costos, no es, porque no puede ser.
lo, un asunto estrict.1mente individual, si-
no un asunto que atañe a la comunidad
entera" (DIEZ PICAZa, 1999, págs.
159-160).
Esta concepo.:iÓn nos permite sugerir
la conveniencia de adoptar un sistema de
auto-seguro notarial, que permita asumir
d riesgo derivado de la suplantación de
identidad cn las escrituras pLlblicas. El
fondo del seguro se constituiría sobre la
de un porcentaje detraído por cada es-
critura pública extendida. En caso que
un notario supere un determinado nú-
mero de siniestros al año, debería nece.
sariamente aumentar su contribución a!
fondo de seguro, sin pt'rjuicio del indi-
cio de responsabilidad disciplinaria que
ello implicaría.
De esta forma, el documento notarial
se encontraría absolutamente garantiza-
do, y representaría una ventaja tangible
y concreta frente a otra clase de docu-
mentos. Muy probablemente, los mis-
mos usuarios dd Registro Predial Urba-
no se sentirían atraídos por los benefi-
(ios de la actuación notarial, y descarta-
rían el simplificado pero inseguro docu-
mento privado.
...
EL ESTUDIO DE TÍTUWS EN LA
ESCRITURA PÚBLICA
Otro punto sobre el cual se asienta la
función notarial es la asesoría profesional
en materia jurídica, a fin de interpretar
adecuadamente la voluntad de las partes,
adecuándola a los fines lícitos que persi-
guen mediante ]a redacción de un doel!-
mento legal, claro y que evite los litigios.
Ello nos lleva directamente a la necesi.
dad que el notario realice un diligente
estudio de los títulos que exhibe el ena-
jenante, a fin de permitir que el adqui-
rente cliente con la garantía de un títu-
lo bueno y suficiente.
Sin embargo, existe una extendida
corriente de opinión que descarta Ja obli-
gación del notario en el estudio de los
títulos del transmitcntc, debiendo entcll-
derse que dicha obligaci6n recae en el
mismo interesado, o en tudo caso, en el
abogado que autoriza la minuta. Ténga-
se en cuenta que el artículo 2° de nues-
tra Ley dd ~otariado no alude expresa-
m<:nte a [a función notarial d.e asesoría y
redacción del documento.
No obstante ello, me permito opinar
por la tesis contrari,l, }' por tanto, el no-
tario siempre debe asumir dicha obliga-
ción profesional. El artícu!o 59°, inciso
g) de [a Ley dd Notariado, senala que
la conclusión de la escritUra pública ex-
presará "las omisiones que a criterio dd
notario deban subsanarsc para obtener la
inscripción de los acrm jurídicos objeto
del instrumento y que los comparecien-
tes no hayan advertido". Esta norma nos
permite deducir que, la inscripción regis-
tra[ es tina de las finalidad.es a [a que se
encuentra obligado el notario en su ca-
lidad de redactor dd documento públi-
co. Nos encontramos, pues, ante una tí-
GUNTHER HERNAN GONZALES 8ARRON
pica obligación profesional de medios, en
la cual "tiene que haberse producido llna
inobservancia de la regla de diligencia
del tipo que ésta sea (diligencia ordina-
ria, diligencia profesional). Sin embargo,
en estos casos la violación de la regla de
diligencia o de la !ex anís, como tam-
bién se le llama en relación con la dili-
gencia profesional, no es en puridad un
criterio de imputación de responsabili-
dad, sino un hecho determinante del in-
cumplimiento en sí mismo. La culpa jue-
ga evidentemente en este tipo de obliga-
ciones, pero juega porque culpa es igual
a incumplimiento'" (DIEZ PICAZa
1999, 1I, pág. 586-587).
Piénsese, además, que la doctrina es
uniforme en senalar que la escritura pú-
blica se encuentra avalada por tina pre-
sunción de legalidad, lo cual sólo puede
derivarse de [a obligación notarial de ex-
tender un documento que cumpla la fi-
na[idad querida por las partes. Y si dicha
finalidad es consumar un llegocio enaje-
nativo, el notario tiene la responsabilidad
de verificar la calidad de propietario que
alega uno de los comparecientes, [o cual
sólo se puede realizar tras un cuidadoso
estudio de títulos.
La existencia de una obligación de di-
ligencia como la señalada no afecta al no-
[driado como pudiera estimarse en un
análisis superficial, sino más bien, robus-
tece su posición como institución jurídi.
ca destinado a prevenir los litigios, }' cau-
tclar ]a seguridad jurídica preventiva en
la contratación (AVILA, pág. 2). De es-
ta manera se descarta la visión simplista
que entiende la función del notario co-
mo un mero autenticador o fedatario. Se
rescata, en cambio, el sitial del notario
como jurista especializado en redactar }'

PERSPECTIVAS DE LA ESCRITURA PÚBliCA EN El SISTEMA
wnfigurar negocios jurídicos arreglados
a la legalidad.
El usuario de! servicio notarial podrá
apreciar que el costo se traduce en la
prestaÓón de un servicio de seguridad
contractual que no podrá obtenerlo con
el llenado de un formulario, ni con la in-
tervención de un abogado o de un fun-
cionario público sin independencia ni
responsabilidad por su actuación.
Esta asunÓón expresa de obligaciones
notariales, siempre implícitas el\. su fim-
ción, servirá además para poner en evi-
dencia la inutilidad de la minuta autori-
zada por abogado. Así pues, e! auténti-
co sistema notaria! latino considera que
el notario es el único redactor y confi-
gurador del documento, no necesitando
la guía o soporte de ningún otro profe-
siona], en tanto aquél es ya un jurista es-
pecializado. independiente, y responsable
por su labor.
Por ello me permito sugerir que se
trabaje en un proyecto legislativo por el
cual se incluya expresamente entre las
obligaciones de! notario, !a referida al es~
tudio diligente de los títulos de! enaje-
nante. Deberá precisarse, además, que en
e! caso de las escrituras públicas redacta-
das sobre la base de minuta, quién asu.
me dicha responsahi!idad será el aboga.
do autorizantc del documento privado.
No otra cosa puede sostenerse del he-
cho que el notario deba adecuar su fun-
ción a los dictados de otro profesional.
Caso contrario, nos encontraríamos ante
la curiosa situación de un letrado que
percibe sus honorarios sin contrapresta-
ción efectiva alguna, ya que la responsa-
bilidad consiguiente recaería incoheren-
tememe en el notario. Si elto fuer.a la in-
'"
REGISTRAl PERUANO
tencióf' del JcgisJador: ¿Para qué exigir
un requi~ito adicional en la contratación
notarial, si éste no constituye ninguna
garantía para el usualio?
Son estos fundamentos los que nos
permiten sostener que, el notario y el
abogado, en su caso, tienen una eviden-
te responsabilidad profesional por su di-
ligente actuación en el estudio de los tí.
tu!os. Negar ello, implicaría que ambos
profesionales tienen derecho a una retri-
bución sin asumir responsabilidad algu-
na. Sinceramente no creo que esta sea la
íntención del legislador.
En este contexto sostenemos la con-
veniencia de una expresa declaración le-
gal de responsabilidad, de tal forma que
se permita elegir a los usuarios entre la
cscrimra pública con responsabilidad del
notario, o la escrimra pÚblica con res-
ponsabilidad del abogado autorizante de
la minuta. No es aventurado sostener
que, muy posiblemente, la primera de es-
tas figuras sea la preferida. EJ!o, obvia-
mente, no sería más que la aplicación
concreta de las reglas neolibcrales del
mercado propugnadas durante de !a úl-
lima década cn nuestro país.
De esta forma no sólo se lograría re-
forzar la import;1I}cia de la escritura pÚ-
b!ica en la contr;Hación privada. Además,
el mismo juego de las fuerzas del mer-
cado rescataría la pureza de la función
notarial, sin necesidad de minuta, y con
el notario como Único redactor y confi-
gurador de la voluntad negocia! de los
particulares.
Como deda el maestro de los nota~
rialistas, "el notario no redacta docu-
mentos privados --como letrado- que lue-
go eleva a escritura pública. El Notario
'" GUNTHER HERNAN GONZALES BARRÓN

redacta directamente la escritura pública, tos y contratos (y redacción y autoriza-

sin necesidad de que el contrato se lo
entreguen en borrador o en documento
privado. Una cosa es que el notariado
peruano, como parte de su función no-
tarial, reivindique la redacción de los ac-
ción cubiertas con el mismo arancel); y
otra muy distinta es que reivindique su
derecho a redactar minutas como aboga-
do y cobradas aparte de su arancel no-
tarial" (NUÑEZ LAGOS, pág. 157). le

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Presunta falsificación masiva de firmas y
responsabilidad notarial

Lima, Mayo 18 del ano 2000.
«Qué es /0 que hace posible: la sociedad?
Los DERECHOS INDIVIDUALES.
¿Qué es lo que da consistencia a /os
,
derechos individua/es? .
LA JUSTICIA
Así pues, cuando la justicia y los derrchos
se conciertan, hay armonía.
Donde hay armonía, hay unidad".
(SIUN- TSEU. SIGLO 1II A. C)
Aprecíado(a) colega:
Me permito dirigirmc a Ud. para insis-
tir en un tcma que es importante abordar
serena y seriamente porquc afecta a la cre-
dibilidad en la institución notarial, a los
Colegios de Notarios, al Notariado en su
conjunto, a la seguridad jurídica del país.
Se trata de la presunta falsificación masiva
de firmas con fines electorales qlle detec-
tó el diario "El Comercio" y en la que
inusitadamentc ha sido involucrado un no-
tario, con el agravante de que los directi-
vos de su Colegio se resisten a actuar co-
mo corresponde y aducen argumentos de-
leznables para evitar se deslinde su respon-
sabilidad.
Diversos hechos han actualizado el te-
ma (reinicio de las actividades del Con-
grcso, instalación de la comisión investiga-
dora de supuestas irregularidades en el pro-
ceso electoral, nombramiento de una sub-
comisión de acusaciones constitucionales,
nueva prórroga de plazo para que la fiscal
ad-hoc concluya sus investigaciones, ete. ).
El diario decano publica un editorial el día
de hoy bajo el título "Polémico \.-squemain-
vestigador" en el que califica como descon-
certante el comportamiento público del
colega-congresista, y cuestiona los permi-
sos stlcesivos que ha obtenido "cuando lo
que le corresponde como abogado, como
notario y como parlamentario es ponerse a
derecho; y como persona, hacer todos los
esfuerzos para dcspejar cualquier duda so.
bre su eventual participación en irregulari-
dades".
En relación con este tema deseamos
puntualizar lo siguieme:
1. La base de nuestrp ejercicio profesional
es la confian7..J.de la población, de la so-
ciedad civil, y, el Estado simplemente la
reconoce.. Si perdemos esa confian7..:lno
tendremos razón de existir como dado.
res de fe pública. La colectividad está
atenta a nuestra actuación hoy más que
nunca. Si denunciamos y reclamamos
contra los falsificadores de Azángaro y
alrededores (cómo no actuamos para
deslindar la responsabilidad de un eo-

Carta di~ida a los Notarios por su autor Carlos Enrique Becerra Palomino. vía correo electrónico, CDI1 fa fecha indio
cada. El titulo ha sido agregado con fines referendales.

lega implicado en una falsificación ma-
siva de más de un millón de firmas?
2. Resulta lamcntable realmente el caso
del notario y congresista involucrado en
este engorroso asunto (destacado miem-
bro de la mayoría oficialista y \'arios
anos Presidente dc la Comisión de Jus-
ticia). Sin embargo, su silencio inicial
luego de las publicaciones, el ofreci-
miento de renunciar a su inmunidad
parlamentaria cuando no corresponde,
y, sobre todo, su renuncia aparente-
mente forzada a una nueva candidatu-
ra al Congreso, hacen que para un sec-
tor importante de la población sea per-
cibido como que efectivamente tiene
mucho que ver en el tema.
3. En consecuencia, rcsulta imprescindible
que se esclarezca cuanto antes su situa-
ción no sólo por él sino por todos los
notarios. Para ello no podemos contar
con la intervención de una fiscaJ que,
ante la pasividad de la desprestigiada
QNPE y el desentendimiento del JNE,
mostró inusual diligencia para incau-
tar las actas y luego planteó sucesivas
ampliaciones de;:plazo, ni en comisiones
parlamentarias que no merecen credibi-
lidad por su composición y los prece-
dentes en casos similares. La única es-
peranza era (y es) el Colegio de Nota.
rios del Callao al que pertenece dicho
colega. Pero sus directivos no han sabi-
do (o querido) actuar en la forma que
se requería (o requiere) dadas las cir-
cunstancias.
4. Si hubiesen actuado pensando en velar
por el cumplimiento a la Ley y el Có-
digo de Etica, como corresponde, en
vez de lIna mal entendida solidaridad,
otra sena la situación.. En efecto, como
sabemos, la responsabilidad que tiene el
notario es de tres clases: civil, penal r ad-
ministrativa o disciplinaria. Esta última
compete en primera instancia al res-
CARLOSENRIQUEBECERAAPALOMINO
pectiw:>Colegio dc ¡-¡otarios r se derer-
mina en un proceso que puede lI1iciar-
se de oficio o por pedido de parte ~.du-
ra 60 días útiles como máximo, d;Índo.
le al notario derecho de defensa.
5. En el caso que nos ocupa, de haberse
abíerto proceso disciplinario apenas se
divulgaron las informaciones, se habría
determinado ya si el citado notario ha
tenido una "conducta no acorde con la
dignidad y el decoro del cargo" (falta
prevista en el artículo 149°. ine. c) de
]a Ley del Notariado), independiente.
mente de lo que pueda resoh'er en su
momento el Poder Judicial si se for-
mula denuncia por la fiscal. De no en-
contrarse responsabilidad en el notario
el deber del Colegio es dedarado así co-
mo lo es sancionarlo ejemplarmente si
se comprueba la falta grave. En ambas
hipótesis la colectividad en cuya confian-
za descansa nuestra razón de ser re-
quiere ser informada.
6. Los directivos del Colegio de Notarios
del Callao se equivocan si creen que la
actitud complaciente que han adopta.
do es la mejor. Por lo pronto, al no ha-
cer invcstigaciones de oficio, han permi-
tido que personas ajenas al Notariado
(una congresista y un grupo de aboga-
dos) se presenten como fiscalizadores de
nuestra función y soliciten que el nota.
rio cucstionado sea destituido. Pero in.
cluso en esta ocasión ,que les hubiera
permitido rectificar su incuria inicial,
en vez de abrir proceso y, reservarse su
decisión por ejemplo hasta que se foro
mule denuncia penal por la fiscal, han
acordado "diferir su pronunciamientO
sobre la responsabilidad del nota-
rio en tanto el Poder Judicial, a tra.
vés de sus Organos, emitasentencía en
forma definitiva, debidamente.consen-
tida". (Resolución No. 003, del 25 de
marzo).
PRESUNTAFAlSIFICACIÚN
7. Pretendiendo ser solidarios con el cole-
ga están asumiendo más bien a prior!
que será denunciado y procesado sin
darle oportunidad a que deslinde su
responsabilidad ame sus pares. Ade-
más, el cese de un notario cuando es
producto de una sentencia judicial con-
sentida o ejecutoriada, es automático;
no requiere ningÚn pronunciamiento
del Colegio, que se limita a cerrar sus re-
gistros y nombrar un notario adminis-
trador que se encargue del archivo.
8. Los argumentos esgrimidos en la acota-
da resolución son dos: a) que si el no-
tario ha cometido infTacción no lo ha-
bría hecho en el ejercicio de sus funcio-
nes ("habría actuado como ciudadano
y no como notario"), no correspon-
diendo al Colegio en consecuencia abrir
proceso; y b) que existe prohibición
constitucional para que el Colegio rea-
]ice una investigación en vista que "na-
die puede avocarse a causas pendientes
de resolución en el Poder Judicia]".
Ninguno de estos argumentos es vá]i-
do.
9. En efecto, las faltas enumeradas en el ar-
tículo 149° de la Ley del Notariado
no tienen necesariamente que estarvin-
cu]ados al ejercicio de la función nota-
rial (al citar como ejemplo]a embriaguez
habitual y el uso injustificado de aluci-
nógenos no las consideramos como
causalcs de incapacidad o interdicción
a ser declaradas judicialmente, que es
otro tema). Asimismo, el Código de
Ética dice muy claramente que el nota-
rio, tantO en su actividad funcional co-
mo en su vida persona], debe orientar
su acción entre otros principios por la
veracidad, la honorabilidad y el respe-
to a la dignidad y los derechos de las
personas, a la Constitución y a las leyes.
(Arr. 2°). En el presente caso al Cole-
gio le corresponde verificar simplemen-
'"
te si el noraria cuestionado "ha tenido
lIna conducta no acorde con la dignidad
yel decoro del cargo", lo que no trata-
rá el Poder Judicial.
10. En relación con el segundo argurnen-
[O cabe decir que cuando la Constitu.
ción se refiere a que ninguna autoridad
pucde a\'ocarse a causas pendientcs de
resoluciÓn en el Podcr Judicial (Art.
139°), está pensando en quienes pue-
dan tener mando, y no tanto en las per-
sonas jurídicas (basta leer los anteceden-
tes }'la Ley Orgánica del Poder Judicial).
Pero suponiendo que esta norma al-
cance al Colegio, lo real y concreto es
que no hay ninguna causa pendiente de
resolución en el Poder Judicial sobre es-
te caso. El proceso judicial (penal) se ini-
cia con el auto apertorio de instruc-
ción }' éste no se ha efcctuado puesto
que ni siquiera se ha formulado la de.
nuncia por la fiscal encargada dc las in-
vestigaciones preliminares. En consc-
cuencia, la afirmación de que hay impo-
sibilidad de investigar porque existe
pendiente de resolución este asunto en
el Poder Judicial es un absurdo.
11. Cabe mencionar que el 12 del presen"
tc se ha publicado la resolución del
Consejo Nacional de la Magistratura,
que con un argumento similar dedara
inadmisible la solicitud de destitución
dd Jefc de la ONFE pedida por un
congresista. Se dice que el CNM "no
puede avocarse a conocer lo que es ma-
teria de lIna investigación penal". Huel-
gan comentarios. Sin embargo, con-
viene saber que el factótum en dicho or-
ganismo es la misma persona que sicn-
do ministro propició o secundó accio-
nes como el decretO legislativo para
nombrar notarios sin jurado plural ni
examen escrito y oral; se negó a dar
cumplimiento a una disposición transi-
toria de la ley derogatoria sobre los

concursos ya iniciados; modificó in.
constitucionalmente el Estatuto de la
Junta de Decanos de los Colegios de
~otarios del PerÚ con nombre propio;
intervino ilcgaJmente dicha Junta con el
único propósito de apartarme de di-
cho organismo y del Consejo del No-
tariado (lo que me obligó a interponer
la acción de amparo declarada fundada
por el Tribunal Constitucional, pen-
diente de ejecución).
12. Decir la verdad cuando se comprome-
te al Notariado ante la opinión pública
para nosotros más que un derecho es un
deber que lo asumo con los consiguien-
tes sinsabores. Por ello, tuve que acla-
rar las apreciaciones del sefior Decano
del Colegio de Notarios del Cal!ao en
la revista "Caretas" (lo que originÓ su
carta pretendiendo desvirtuar mi acti-
tud y pidiendo no tratar pcriodística-
mente este tema)}', por el mismo mo-
tivo, he tenido nuevamente que adarar
sus declaraciones publicadas en "El Co-
mercio" el 27 de abril. (pág. A-6), con-
tradiciendo sus propias recomendacio-
nes, aunque no se reprodujo en su in-
tegridad mi posición. (30 de abril, AA,
"Sin confirmar").
13. Me preocupa que este problema, que
es \lno de los más graves quc ha tenido
la institución notarial en el país duran-
te los últimos años, quede latente ante
la.inminente realización de la IX Jorna-
da Iberoamericana del Notariado a rea-
lizarse en Lima. Esta es una de las razo-
nes por las que -pese a ser Secretario de
La Comisión- no he asistido a la última
Reunión Plenaria de la Comisión de
Asumas Americanos celebrada en Puer-
to Rico (entre el 2 Y6 del presente), en
la que probablemente este tema ni si-
quiera sería mencionado por el señor
CARLOS ENRIOUE BECERRA PALOMINO
Decano del Colegio de 'Notarios de!
Callao, y en ese caso me hubiera \'isto
obligado a aclarado ante colegas de dis-
tintos países. En la Primera Reunión
Plenaria realizada en Costa Rica, y, con
e! propósito de no poner en duda la rea.
lización de esta Jornada en IlUestro país,
omití hacer comentario aJguno sobre la
acción de amparo que ordenaba mi re-
posición como Presidente de la Juma de
Decanos de los Colegios de ¡-¡otarias del
Perú.
14. El desempeño de un cargo a veces es
ingrato sobre todo cuando están de
por medio los amigos, pero si las orga-
nizaciones gremiales no \'an a ser (Llt:r-
tes, no \'an a vigilar el estricro cumpli-
miento de la ley ni velar por el decoro
profesional y el respeto de las normas
éticas ¿para qué existen? . ¿Acaso los
colegas del Callao no perciben que es-
tán negando b razón de ser de los Co-
legios de Notarios y que están dando ar-
gumemos a quienes desean privamos de
la facultad disciplinaria~.
Cabe reiterar que la inédita situaciÓn
presemada afecta de modo directo la o.:re-
dibi!idad en la funciÓn notarial en el país.
Si los colegas del Colegio de 'Notarios del
Callao no se rectifican el daño será irrepa-
rable. L1 fortaleza de las instituciones y de
los hombres no está en evadir su responsa-
bi!idad sino enfrentada.
Le agradezco por permitirmc compartir
estas reflexiones con Ud. y con tal motivo
le renuevo mi saJudo muy atemamente,
Carlos Enrique Becerra Palomino
Notario de Lima