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FILOSOFÍA POLÍTICA

LUIS M. LINDE
ECONOMISTA
Los occidentales
y sus visiones políticas
L
as luchas políticas del si- dad de derechos entre todos los ciuda- que trataba, según decía su subtítulo, de Thomas Sowell
glo XX estuvieron marcadas danos, hombres y mujeres, la separación los orígenes ideológicos de las luchas A CONFLICT OF VISIONS.
y condicionadas por la opo- de religión y política, la idea del progre- políticas. Sowell4, profesor de Econo- IDEOLOGICAL ORIGINS OF
POLITICAL STRUGGLES
sición entre capitalismo y so, el valor de la democracia (pocos di- mía, asociado a la Hoover Institution
Basic Books, Nueva York
socialismo, entre democracia liberal y dic- rigentes políticos del siglo XX insistieron de la Universidad de Stanford desde
taduras comunistas, en definitiva, por la tanto como Stalin y sus secuaces en rei- 1980, y uno de los más conocidos es-
revolución rusa y su larga cadena de vindicar el carácter democrático de sus critores políticos de Estados Unidos be Sowell en el primer párrafo de su li-
consecuencias. La desaparición de la principios y políticas); y que el derrum- –de hecho, hoy, uno de sus patriarcas: bro– es la frecuencia con que las mis-
Unión Soviética, la conversión al merca- be de la Unión Soviética había sido el nació en 1930 y ha publicado ininte- mas personas se alinean acerca de dife-
do de casi todas las economías dirigidas fracaso del régimen «occidentalizador» rrumpidamente durante más de cua- rentes asuntos en bandos opuestos. Las
antes mediante mecanismos de propie- más ambicioso del siglo XX. renta años–, pretendía mostrar que si cuestiones pueden no tener conexión
dad estatal y planificación –unas cuantas El «fin de la Historia» sufrió una las luchas políticas de los últimos dos intrínseca entre ellas. Pueden ir del gas-
convertidas también a la democracia li- tremenda embestida el 11 de septiem- siglos componen un bosque, sus árbo- to militar a las leyes sobre las drogas, de
beral o, al menos, a sus formas– dieron bre de 2001, cuando se escenificó la de- les, aparentemente tan variados, perte- la política monetaria a la educación. Sin
origen a unos años de «estupefacción» claración de guerra del islamismo más necen, en realidad, sólo a dos especies embargo, las mismas caras aparecen una
intelectual y política, uno de cuyos pro- fundamentalista y violento contra Esta- –aunque hay ejemplares híbridos–, y y otra vez enfrentándose desafiantes
ductos más conocidos fue la, digamos, dos Unidos y, en realidad, contra el que para entender lo que hay en ese desde lados opuestos de la barrera polí-
tesis del «fin de la Historia» de Francis mundo occidental y sus valores.Aquella bosque, cómo se desarrollan y crecen tica. Ocurre con demasiada frecuencia
Fukuyama (anunciada en 1989, meses declaración de guerra parecía darle la ra- los árboles, cómo compiten unos con para ser una coincidencia y de forma
antes de la caída del muro de Berlín, y zón a Gray cuando caracterizaba la otros, hay que entender la naturaleza de demasiado incontrolada como para tra-
ampliada y reelaborada en 1992). lucha entre capitalismo y socialismo esas dos únicas especies y de las raíces tarse de un complot. Un examen más
La famosa idea de Fukuyama puede como sólo una querella entre ideologías que sustentan el bosque entero5. detenido de los argumentos de ambos
resumirse de forma sencilla. Después occidentales, y simbolizaba un conflic- A Conflict of Visions, que se reimpri- bandos muestra [...] que razonan desde
de casi un siglo de luchas y enfrenta- to que no estaba, desde luego, en el pai- mió en 2002 y ha vuelto a editarse en premisas fundamentalmente diferentes
mientos, el capitalismo y la democracia saje político pintado por Fukuyama tras 2007, era una reflexión independiente [...].Tienen diferentes visiones acerca de
se han impuesto a las dictaduras socia- la desaparición de la Unión Soviética. de los problemas de la Unión Soviética cómo funciona el mundo» (Sowell,
listas o comunistas. Naturalmente, se- Islamismo aparte, ese paisaje recuer- y del «socialismo real» y, por ello, su de- Conflict of Visions, ed. 2007, p. 3).
guirán existiendo conflictos de toda da al que existía antes de la Primera saparición no le afectó en absoluto. Las visiones son, dice Sowell, como
clase, seguirán produciéndose «aconte- Guerra Mundial, cuando sólo la extre- Porque el hecho de que las dictaduras «mapas» que nos ayudan a transitar por
cimientos históricos», pero todo eso ma izquierda y el anarquismo margina- socialistas hayan perdido la guerra eco- la realidad, a superar nuestras perpleji-
ocurrirá en el marco del capitalismo y les defendían un sistema sin propiedad nómica e ideológica frente al capitalis- dades (p. 4). Las visiones políticas «no
de la democracia formal, no en el mar- privada, ni mercados, ni democracia mo y la democracia no afecta a la per- son sueños, ni esperanzas, ni profecías,
co de una lucha global entre sistemas formal frente al capitalismo liberal o la manencia y vigor de las dos visiones ni imperativos morales, aunque cual-
opuestos. La «Historia ha terminado» socialdemocracia. No es probable que, que, según Sowell, están en el origen de quiera de tales cosas pueda surgir de
porque –decía Fukuyama en una espe- hoy por hoy, ninguna ofensiva externa las luchas políticas desarrolladas, prime- una visión determinada [...]. Una vi-
cie de «lema-metáfora» de raíz hegelia- y tampoco, desde luego, la del terroris- ro, en Europa y, después, en todo el sión es un sentido de causación» (p. 6) y,
na1– no hay ninguna opción política y mo islámico pueda alterar esta situación. mundo desde finales del siglo XVIII: la por ello, las visiones son el fundamen-
económica viable distinta a la democra- Los cambios en ese paisaje dependerán, visión que denomina «constrained» to sobre el que se construyen las teo-
cia formal y al capitalismo, cualesquiera antes que nada, de la propia evolución («restringida», «condicionada», también rías. Las visiones acerca de la sociedad y
que sean los problemas de los sistemas política de los países occidentales y de con significado de «trágica», «pesimista») su funcionamiento, además de inspirar
democráticos capitalistas que existan en cómo esa evolución debilite, refuerce o y la visión «unconstrained» («no restrin- pensamiento y acción política, son im-
diferentes momentos históricos. transforme su cultura y sus valores. Por gida», «utópica», «optimista»)6. La tra- portantes en sentido individual porque
Otro libro de aquella época que dio eso tiene interés preguntarse: ¿en qué ducción al español, y en particular la de nos ayudan a formar opiniones y adop-
bastante que hablar fue False Dawn.The querellas políticas estaremos metidos los «constrained», es muy difícil. Intentan- tar posiciones en materias en las que
Delusions of Global Capitalism (1998)2, de occidentales? ¿De qué van a tratar nues- do traicionar lo menos posible las in- somos ignorantes.
John Gray, que se situaba en el terreno tras luchas políticas si el socialismo, tal tenciones de Sowell y tratando de res- La discusión política en la que, para
de Fukuyama, pero con varias ideas a como lo hemos conocido en el si- petar, a la vez, el contenido histórico de Sowell, se sustanciaron las dos visiones
contracorriente. Gray, que nunca ha sido glo XX, ya no es una opción frente al ambas visiones, traduciremos «uncons- opuestas que han llegado hasta hoy se
un defensor del comunismo, ni de la capitalismo y la democracia? trained» por «utópica» y «constrained» desarrolló en las últimas cuatro décadas
Unión Soviética, ni nada parecido, decía por «tradicional». La justificación de esta del siglo XVIII y sus principales prota-
que, a pesar de todo, la lucha entre capi- LAS DOS VISIONES elección –que no es completamente sa- gonistas fueron cinco, ahora diríamos,
talismo y comunismo no había sido una POLÍTICAS DE LA tisfactoria, pero parece menos mala que «intelectuales»: Rousseau, el más viejo
lucha entre fuerzas radicalmente distin- ILUSTRACIÓN las demás– aparecerá, esperamos, a lo de todos ellos (1712-1778), Adam
tas, sino, más bien, una querella entre ideo- En 1987, unos años antes de la desapa- largo de este comentario. Smith (1723-1790), Edmund Burke
logías occidentales, con las mismas raíces rición de la Unión Soviética,Thomas «Una de las cosas curiosas que ocu- (1729-1797), Antoine-Nicolas Con-
históricas y los mismos valores: la igual- Sowell publicó A Conflict of Visions3, rren con las opiniones políticas –escri- dorcet (1743-1794) y William Godwin

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(1756-1836), el más joven, que publicó den antes que nada a sus intereses, tal «transacciones» entre el interés egoísta hacer es imponer la virtud, perseguir y
su aportación principal, su Enquiry como los conciben, casi siempre a cor- de los individuos y el de la sociedad. reprimir los vicios e intereses egoístas
Concerning Political Justice, en 1793, aun- to plazo, y es, en general, inútil pedir- Frente a esta descripción de la na- originados en «los prejuicios, las pasio-
que Thomas Paine había publicado, en les o esperar de ellos que se sacrifiquen turaleza humana y de la relación entre nes artificiales y las costumbres sociales»
lo que ya eran los Estados Unidos de por los demás, aunque eso pueda ocu- fines individuales y resultados sociales, (Condorcet, citado por Sowell, p. 17),
América, en 1791, The Rights of Man, rrir cuando, por razones religiosas, que es uno de los pilares centrales de la consecuencia de la corrupción por la
anticipándose a varias de sus ideas7. So- morales, de prestigio social, etc., cree- visión tradicional, se sitúa una explica- sociedad y sus instituciones de la natu-
well considera a Rousseau, Condorcet mos que esa conducta nos puede, en ción muy diferente y opuesta: la visión raleza original del ser humano.
y Godwin los principales exponentes última instancia, beneficiar. No se pue- utópica. Para Godwin, los seres huma- De estas diferencias acerca de la
de la visión utópica, y a Smith y Burke de esperar cambiar la naturaleza hu- nos pueden sentir y apreciar los intere- responsabilidad de las instituciones de
los principales exponentes de la visión mana mediante invocaciones al bien ses y necesidades de los demás y pue- la sociedad y de los gobiernos en la co-
tradicional. Otros políticos, escritores y común, pero sí pueden establecerse es- den actuar de modo imparcial incluso rrupción de los seres humanos y sobre
«filósofos» participaron en este gran de- tímulos o incentivos que impliquen cuando sus propios intereses están en la posibilidad de que puedan surgir be-
bate: puede citarse, en el campo de la una especie de «intercambio» o «tran- juego, por lo cual «considera que la in- neficios sociales como resultado de ac-
visión utópica, a Robespierre, el pri- sacción» (trade-off) entre el interés indi- tención de beneficiar al prójimo es “la ciones individuales movidas sólo por el

Perseo, Max Beckmann

mer ideólogo del terror como método vidual y los intereses de grupos espe- esencia de la virtud” y que la virtud es, egoísmo surgen casi todas las demás di-
de acción política, y a D’Holbach cíficos o del conjunto de la sociedad. a su vez, el camino hacia la felicidad de ferencias entre ambas visiones, que en-
(1723-1789), por su defensa del ateís- Persiguiendo sus intereses económicos, los seres humanos» (p. 15). Godwin y contraron una encarnación práctica en
mo y del materialismo; en la visión tra- los individuos pueden producir en de- Condorcet no niegan que los seres hu- las dos revoluciones del último tercio
dicional estaría Alexander Hamilton terminadas circunstancias (igualdad manos sean egoístas, pero creen que esa del siglo XVIII, la francesa y la nortea-
(1755-1804), por su aportación a la de- ante la ley, libertad individual, etc.) un no es su naturaleza «verdadera», sino mericana: «Las premisas subyacentes de
fensa del gobierno limitado y del equili- resultado que, aparte de ser beneficioso consecuencia de la influencia corrup- la Revolución Francesa reflejaban más
brio entre poderes.Aunque el enfrenta- para ellos mismos, lo es también para tora de las instituciones sociales y de los claramente la visión utópica que preva-
miento entre ambas visiones ha seguido los demás. Así, para Smith y Burke, la incentivos que esas instituciones socia- lecía entre sus dirigentes e ideólogos.
vivo hasta nuestros días8, la única apor- mejor y más efectiva forma de obtener les imponen, una idea cuya paternidad Los fundamentos intelectuales de la
tación moderna que destaca Sowell es la la colaboración de los individuos al se atribuye a Rousseau (p. 21). Para Revolución Americana eran más varia-
de Friedrich Hayek. bien común no es tratando de cambiar Godwin, igual que para Condorcet, es dos, pues incluía a hombres como
Para Smith y Burke, la naturaleza su naturaleza, empeño condenado al absurdo esperar que los vicios indivi- Thomas Paine o Thomas Jefferson,
humana es débil e imperfecta. Los se- fracaso, sino tratando de establecer estí- duales puedan llegar a producir bienes cuyo pensamiento era similar en mu-
res humanos son egocéntricos, atien- mulos que favorezcan o permitan esas sociales. Entienden que lo que hay que chos sentidos [al de los revolucionarios

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franceses], pero incluía también, como res humanos pueden asumir como
influencia dominante en la Constitu- propios los fines de la sociedad, es de-
ción, la visión clásica tradicional [...] cir, actuar virtuosamente), quiere solu-
expresada en The Federalist Papers» ciones, y no considera importante o pri-
(pp. 25-26), cuyo principal inspirador y mordial atender a lo que ocurre a lo
autor –Alexander Hamilton– tenía una largo de los procesos mediante los cuales
opinión diametralmente opuesta a la se intentan alcanzar tales soluciones,
de Robespierre, Godwin o Condorcet todo lo contrario de la visión tradicio-
en cuanto a la relación entre actitudes nal, que ve la realidad en términos de
y sentimientos individuales y el bien de procesos y de lo que ocurre a lo largo
la sociedad. de los mismos, no de las intenciones de
El más siniestro y sanguinario –y sus impulsores o agentes, que se consi-
hubo unos cuantos aspirantes a ese títu- deran irrelevantes para juzgar los resul-
lo– de los personajes que alumbró y tados y costes de tales procesos.
devoró la Revolución Francesa, Robes-
pierre, que consideraba a Rousseau «el CONOCIMIENTO, RAZÓN
tutor de la raza humana», escribió en Y PROCESOS SOCIALES
1792 que el objeto de la revolución era No se trata sólo –dice Sowell– de que
«fundar, finalmente, las sociedades polí- ambas visiones lleguen a conclusiones
ticas sobre los principios inmortales de diferentes sobre casi cualquier problema
igualdad, justicia y razón [...] [imponer político, económico o social, sino de
un arte de gobierno] orientado no a que llegan a conclusiones opuestas. «No
engañar y corromper al hombre [sino] se trata meramente de diferencias de
a iluminarlo y hacerlo mejor»9, y no visión, sino de visiones en conflicto»
veía justificado, ni conveniente, el fin (p. 35).Y este conflicto puede percibir-
del terror revolucionario mientras no se se en muchos terrenos y a lo largo de
consiguiera que «todo el pueblo llegara distintos planos, entre ellos: 1) la for-
a ser igualmente devoto de su país y de mación y movilización del conoci-
sus leyes» (p. 25). Con un ánimo muy miento; 2) la racionalidad de los indivi-
diferente, Hamilton creía que esperar duos frente a la racionalidad anónima y
que los individuos pudieran llegar a ac- colectiva de la sociedad; y 3) el valor
tuar olvidando sus intereses y teniendo y la utilidad de los procesos sociales es-
en cuenta exclusivamente el bien de la pontáneos o no planeados frente a los
sociedad era sólo la expresión de un procesos diseñados y planeados.
deseo enteramente falto de realismo. 1) Para la visión tradicional, el co-
Esta visión tradicional de Hamilton ins- nocimiento es, fundamentalmente, ex-
piró todo el sistema de checks and balan- periencia, «transmitida socialmente, en
ces (que podríamos traducir al español gran medida, en formas no articuladas,
como «frenos y equilibrios») entre los desde los precios, que indican costes,
poderes legislativo, ejecutivo y judicial, escasez y preferencias, hasta las tradicio-
tan característico y crucial en la Cons- nes que evolucionan a partir de la ex-
titución americana y tan distinto del periencia diaria de millones [de perso-
sistema constitucional y legal surgido de nas] en cada generación [...] [pero] no
la Revolución Francesa, «que dio am- se trata simplemente de que los indivi-
plísimos poderes, incluyendo el poder duos escojan racionalmente lo que
de vida y muerte, a los que hablaban en funciona frente a lo que no funciona,
nombre “del pueblo”, expresando la “vo- sino también –y más fundamentalmen-
luntad general” rousseauniana» (p. 26). te– que la competencia entre institu-
Robespierre, Condorcet –que rechazó ciones y sociedades enteras conduce a
el sistema de checks and balances de la la supervivencia de los conjuntos de
Constitución de los Estados Unidos rasgos culturales más efectivos, incluso
como una concesión a los conservado- en el caso de que ni los ganadores ni
res y un abandono de los principios los perdedores entiendan racionalmen-
originales de la Revolución America- te qué era mejor o peor en un conjun-
na–10 y los demás exponentes de la vi- to o en el otro» (p. 37).
sión utópica pretendían erradicar el Para la visión utópica, la razón ocu-
egoísmo de los individuos, es decir, im- pa el lugar de la experiencia. Godwin
poner la virtud. Smith, Burke o Hamilton decía que la «sabiduría del tiempo» es
no creían posible lograr tal cosa; es más, una ilusión de los ignorantes, que «la
temían –y su temor no podía ser más pretensión de sabiduría colectiva es la
premonitorio– que intentarlo podía te- más palpable de todas las imposturas»,
ner consecuencias terribles. mientras que Condorcet creía que
Así, la visión utópica concede gran «cualquier cosa que lleve el sello del
importancia a las intenciones de los indi- tiempo debe inspirar desconfianza an-
viduos (bajo el principio de que los se- tes que respeto» (citado por Sowell,

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p. 40). Una inesperada, pero inevitable concepto mismo de «razón» es diferen- darwinista, una idea crucial de la visión procesos sociales dan unos resultados u
y sustancial, consecuencia del rechazo te en las dos visiones –dice Sowell–, y tradicional expresada por Burke hace otros en función de los incentivos que
de la sabiduría colectiva es la defensa cita a Hayek, para quien la «razón» ha dos siglos: «La tradición no es algo se presentan a los individuos y de las
del mejor derecho de las «mentes cul- pasado de significar la capacidad para constante, sino el producto de un pro- condiciones bajo las cuales los indivi-
tivadas» o «superiores», «personas de distinguir el bien del mal, es decir, dis- ceso de selección guiado no por la ra- duos se relacionan respondiendo a esos
más capacidad y formación», a tomar tinguir entre lo que estaba y no estaba zón, sino por el éxito» (p. 73). incentivos. Pero el entramado de inter-
decisiones en nombre de y para toda la de acuerdo con las reglas establecidas, a En la visión utópica, los problemas acciones es muy complejo y ocurre
sociedad. Con palabras de Godwin, «la significar «la capacidad para construir sociales se ven, más bien, «como pro- con frecuencia que el resultado final de
razón es el instrumento apropiado y tales reglas mediante su deducción a blemas de ingeniería», una analogía uti- los procesos sociales tiene poco que ver
suficiente para regular las acciones de la partir de premisas explícitas» (p. 88). lizada, entre otros muchos, por Veblen, con las intenciones de los individuos o
humanidad» (citado por Sowell, p. 43), 3) Las concepciones opuestas acer- quien rechazaba el mercado como me- de los grupos sociales, si no resultan
algo que justifica, a su vez, la concep- ca de la formación y utilización del canismo para fijar precios y defendía las enteramente opuestos, algo de lo que
ción de los intelectuales como «conse- conocimiento y la racionalidad indivi- ventajas del control directo por las au- hay abundantes ejemplos en la historia.
jeros desinteresados»: tanto Voltaire dual o sistémica de las decisiones polí- toridades y los planificadores (p. 74). Para la visión tradicional, esto no son
como Rousseau y Condorcet defen- ticas y sociales conducen, y ésta es la Los ingenieros sociales pueden analizar fallos de una sociedad o sistema social
dieron las ventajas para la sociedad de tercera gran diferencia entre ambas vi- las necesidades sociales y determinar determinado, sino consecuencia inevi-
confiar un papel dirigente a los sabios, siones, a una profunda discrepancia «objetivamente» el mejor modo de sa- table de la interacción social. Por el
los filósofos, ajenos a las bajas pasiones acerca de la naturaleza de los procesos tisfacerlas, algo que para Godwin no contrario, para la visión utópica la na-
y a la ambición, algo que Smith, Burke sociales, que lo cubren casi todo, dice sólo era posible, sino, incluso, fácil, turaleza humana es moldeable y mejo-
y otros defensores de la visión tradicio- Sowell: «del lenguaje a la guerra, pa- siempre que se aplicase «buen sentido y rable, y los individuos y grupos me-
nal siempre entendieron como un gra- sando por el amor o los sistemas eco- percepciones claras y correctas». Lle- jores, más inteligentes, mejor formados
ve peligro. nómicos» (p. 69). vando el argumento al extremo, Geor- y más conscientes pueden conducir los
2) Para Godwin, Condorcet y, en La visión tradicional tiene escasa fe ge Bernard Shaw escribió que el tipo procesos sociales hacia las metas desea-
general, para la visión utópica, cual- en los procesos que se diseñan delibera- de sociedad que existe en un momen- das, representando y encarnando los in-
quier acción social y política debe fun- damente, «no cree que ningún conjun- to histórico determinado «es sólo un tereses de toda la sociedad: si no lo
damentarse en la razón y debe poder to de personas que tomen decisiones sistema artificial que puede ser infinita- consiguen, eso quiere decir que «han
ser justificada desde cero, por su racio- pueda enfrentarse eficazmente a las enor- mente ajustado y modificado y susti- fallado»14.Además, para la visión utópi-
nalidad y por su contribución al triun- mes complejidades de diseñar un sis- tuido a voluntad del Hombre»13, algo ca, los procesos sociales deben ser juz-
fo de la virtud y la justicia. En esta vi- tema económico, un sistema legal, un que desde la visión tradicional sólo gados en función de sus resultados. Por
sión, el papel central está ocupado por sistema de reglas morales o un sistema puede considerarse una suprema y ejemplo, dice Sowell, «la naturaleza ilu-
lo que Sowell llama «el poder de la ra- político» (p. 70), pero sí confía en la ra- mortalmente peligrosa majadería. soria de la libertad y la igualdad para
cionalidad específicamente articulada». cionalidad y eficacia de los procesos es- Ambas visiones difieren, asimismo, los pobres ha sido, durante siglos, un
Sin embargo, en la visión tradicional, el pontáneos que han evolucionado histó- en la forma de evaluar los costes o sa- tema recurrente de la visión utópica,
papel central lo ocupan «los procesos ricamente. Considera, y esto es muy crificios que implica cualquier proceso pues para los pobres “no hay libertad
sociales no articulados» que movilizan importante, que los procesos deben juz- social. En la visión tradicional, las res- en el resultado incluso si hay liber-
y coordinan el conocimiento (p. 47), garse en función de sus características tricciones y compromisos que aparecen tad en el proceso”». Sin embargo, para
una idea que, de forma simple, ya ex- sistémicas, no en función de los objeti- y se aceptan o rechazan a lo largo del la visión tradicional no hay resultados
presó Bernard Mandeville en su Fábula vos o intenciones que puedan procla- tiempo, y que tienen un ancla o refe- justificables moral o intelectualmente,
de las abejas en 1703, veinte años antes mar sus protagonistas. Su gran ejemplo rencia en el pasado, tales como «lealtad, independientemente del proceso que
de que naciera Adam Smith, siguiendo, es el lenguaje, en cualquiera de sus for- [...] patriotismo, gratitud, [...] constitu- los produjo: los resultados, dice Sowell,
a su vez, una corriente holandesa de mas, la más prodigiosa y crucial crea- ciones, matrimonio, tradiciones sociales, no definen la justicia en la visión tradi-
pensamiento ligada a la defensa de las ción de la especie, surgida de un larguí- tratados internacionales» se consideran cional (p. 94).
libertades políticas y de la forma repu- simo y complejísimo proceso que nadie con respeto y reverencia precisamente Ninguna visión política puede ser
blicana de gobierno11. diseñó, ni planeó, y que nunca tuvo porque incorporan la experiencia acu- absolutamente tradicional o trágica, o
El funcionamiento de los mercados ningún objeto o intención explícita. mulada de la sociedad, y ésta es siempre utópica. Lo primero significaría que
en la concepción de los economistas Sowell afirma que la visión tradi- preferible en campos en los que la vi- el ser humano y la evolución social es-
clásicos, neoclásicos y de la escuela aus- cional no es una visión estática, ni con- sión tradicional cree que no hay, ni tán enteramente predeterminados, que
tríaca es el paradigma de la racionalidad servadora, en la que todo lo existente puede haber, ningún progreso, como la nada que hagan o no hagan puede
sistémica de la visión tradicional. «En deba ser defendido tal como es: «Por moral o el gobierno (pp. 81-82). En cambiar el curso de los acontecimien-
un mercado que nadie controla [...] los el contrario, su principio central es la suma, para la visión tradicional, «la ga- tos personales y sociales. Lo segundo
precios cambiantes, los salarios y los ti- evolución. El lenguaje no permanece nancia añadida que se obtiene con significaría que los seres humanos son
pos de interés ajustan la economía a las invariable, pero tampoco cambia de el conocimiento individual es trivial omniscientes y omnipotentes, lo que
demandas que se desplazan, a los cam- acuerdo con ningún plan. Un lenguaje comparada con la que se obtiene sien- ninguna de las dos visiones defiende,
bios tecnológicos y la evolución de la dado puede evolucionar a lo largo de do fieles a la experiencia acumulada de desde luego. Además –reconoce So-
formación técnica de los trabajadores, siglos hacia algo enteramente diferente la sociedad» (pp. 82-83). Para la visión well–, la distinción entre «soluciones»
sin que ninguno de los actores de este de lo que era, pero como resultado de utópica es todo lo contrario. Cualquier –que es lo que persigue la actuación
drama sepa o se preocupe de cómo cambios incrementales, convalidados restricción o compromiso asumido en política desde la visión utópica– y
afectan al conjunto las respuestas indi- por el uso de muchos, más que por los función del conocimiento o de hechos «transacciones» –que es lo máximo a
viduales» (pp. 48-49). La diferencia en- planes de unos pocos» (p. 72).Así, la vi- del pasado implica no tener en cuenta que aspira la actuación política desde la
tre racionalidad individual y sistémica sión tradicional cree –una idea que ya las nuevas circunstancias y nuevos co- visión tradicional– no es decisiva,
puede encontrarse, dice Sowell, no sólo expresó con claridad santo Tomás de nocimientos, cuyo rechazo o desprecio como tampoco lo es la distinción entre
en el debate sobre procesos económi- Aquino12–, que sólo los cambios pro- sólo puede ser negativo para los indivi- la búsqueda del bien común a través de
cos, sociales y políticos, sino también en ducidos por la experiencia pueden ser duos y la sociedad. incentivos o tratando de cambiar la na-
doctrinas religiosas y en la concepción realmente útiles a la sociedad. Sowell En suma, para la visión tradicional, turaleza humana, porque, en ocasiones,
de lo que es y lo que debe ser la ley. El cita a Hayek, repitiendo, en versión la naturaleza humana es un dato y los también pueden aceptarse o buscarse

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«transacciones» desde la visión utópica, zón, aunque en materia económica sus oportunidades, entendida como «igua- versiones del uso articulado de la
o puede intentarse influir desde la vi- opiniones estaban muy cerca de las de lación de las probabilidades de alcanzar razón. Para Godwin, por ejemplo,
sión tradicional en la actuación indivi- Adam Smith. En cuanto a John Stuart ciertos resultados [...] ya sea en educa- la guerra era una consecuencia de las
dual a través de apelaciones morales y Mill –dice Sowell–, es difícil colocarlo ción, en empleo o ante los tribunales». instituciones políticas en general y, más
no meramente de incentivos egoístas en una visión u otra porque su retórica Para la visión utópica, por el contrario, específicamente, de las instituciones no
(pp. 103-104). pertenecía, sobre todo, a la visión utó- la igualdad que debe perseguir y lograr democráticas (pp. 159-160), mientras que
Lo que resulta decisivo para carac- pica, pero el fondo de sus argumentos la acción política es la igualdad de re- el crimen era imposible en ausencia de
terizar ambas visiones es –afirma So- está muy cerca de la visión tradicional, sultados.Además, para algunos partida- influencias sociales o razones indivi-
well– lo que él llama el locus of discre- y ésta no fue consecuencia de una for- rios de la visión utópica, la reivindica- duales (problemas psiquiátricos, por
tion, el «lugar» en el que se toman o se ma confusa o desordenada de argu- ción de igualdad puede llegar muy le- ejemplo) impuestas, por así decir, a los
producen las decisiones, y el mode of mentar, sino el resultado de un eclecti- jos, porque puede aspirar a compensar individuos, porque «es imposible que
discretion, la forma en que se toman las cismo cuidadosamente buscado. incluso aquellas diferencias que no se un hombre cometa un crimen en el
decisiones. En la visión utópica, las de- deben a las instituciones sociales o al momento en que pueda verlo en toda
cisiones sociales se adoptan deliberada- VISIONES Y POLÍTICAS: medio familiar, sino al azar genético. su enormidad»: basta con localizar las
mente por representantes o encarna- IGUALDAD, PODER, Así, Condorcet defendía hace ya dos causas de los males para combatirlas y
ciones [en inglés, surrogates; éste es el JUSTICIA siglos que «tienen que mitigarse inclu- eliminarlas, dando así una «solución» al
locus of discretion] de la sociedad, sobre Aunque Sowell reconoce que la visión so las diferencias naturales entre los problema (pp. 160, 163). En el polo
bases explícitamente racionalistas [éste utópica está «en su casa en la izquierda hombres», una idea que ha obtenido opuesto, los partidarios de la visión tra-
es el mode of discretion]; en la visión tra- política», afirma, a la vez, que la exis- apoyo en nuestros días16 y que es uno dicional no creen que haya que buscar
dicional, las decisiones sociales se de- tencia de visiones inconsistentes o hí- de los motores de la «corrección polí- causas para el crimen o para la guerra
senvuelven y se hacen efectivas a par- bridas, como el marxismo, el utilitaris- tica», tanto en Estados Unidos como fuera, simplemente, de la naturaleza
tir de decisiones individuales que per- mo o la ideología libertaria hacen que en Europa. humana: «Las personas cometen críme-
siguen fines privados, sirviendo al bien no pueda, sin más, equipararse visión Pero no se trata –dice Sowell– de nes porque son personas, porque po-
común sólo como consecuencia de las tradicional a «derecha» y visión utópi- que unos sean indiferentes a las desi- nen sus intereses y sus egos por encima
características de los procesos sistémi- ca a «izquierda» (p. 214). El marxismo gualdades y otros no, o de que unos de los intereses, sentimientos y vidas de
cos, independientemente de las inten- es el epítome de la izquierda política, tengan sensibilidades morales más deli- los demás» (p. 162). La guerra y el cri-
ciones de los individuos, tal y como pero no de la visión utópica que domi- cadas y nobles que otros. Adam Smith men son consecuencia inevitable de la
ocurre, por ejemplo, en los mercados na la izquierda «no marxista»; para mu- se sentía tan ofendido por «los privile- naturaleza humana; los fallos pueden
competitivos (p. 106). chos, el fascismo –cuya visión es, en va- gios y arrogancia de los ricos» como estar en los incentivos que generan ley
Esta distinción justifica por qué el rios sentidos, utópica (Hayek defendió Godwin y, en nuestros días, Milton y orden, porque el uso de la fuerza –le-
fascismo no se considera una visión siempre la caracterización del nacional- Friedman no estaba menos preocupa- gítima o criminal, individual o a través
utópica, a pesar de la función del parti- socialismo hitleriano como «socialis- do por las desigualdades económicas de de la guerra– puede ser racional desde
do y de sus líderes como representa- mo»)– es el más claro ejemplo de «ex- lo que puede estarlo Ronald Dworkin, el punto de vista de los que esperan
ción y encarnación de los intereses na- trema derecha»; y la ideología liberta- uno de los abanderados, hoy, de la vi- obtener beneficios, individuales o co-
cionales y sociales, porque su modo de ria, que muchos consideran derecha sión utópica en Estados Unidos.Y na- lectivos, con ella (pp. 158-159).
adoptar decisiones o de elegir a sus lí- extrema, al menos en sus propuestas die niega que la defensa de un concep- El enfrentamiento entre ambas vi-
deres no es «racionalidad articulada»; y económicas, es incompatible, dice So- to de igualdad referida sólo a procesos siones es radical en el entendimiento
justifica por qué la visión de John well, con la función de los procesos so- y no a resultados puede dar lugar a de la justicia (pp. 192 y ss.). Para la vi-
Rawls en A Theory of Justice puede en- ciales sistémicos en la visión tradicional grandes desigualdades. La diferencia sión utópica –de Godwin, en el si-
cuadrarse dentro de la visión utópica, a (pp. 126-128)15. En suma, las dicoto- entre ambas visiones está «en el análisis glo XVIII, a Rawls, en nuestros días–, en
pesar de que «su tema central es la mías rotundas, fundadas en las dos vi- de causas y efectos [...] en lo que pue- primer lugar, no puede haber compro-
transacción entre igualdad y la necesi- siones opuestas, no son útiles para en- de hacerse [respecto a tales desigualda- miso, ni transacción, con la justicia, sal-
dad de producir bienestar material», tender todos los conflictos políticos, lo des], a qué coste y con qué peligros» vo en aquellos casos excepcionales en
porque para Rawls el «lugar» donde se que no quiere decir que no sean útiles (pp. 145-146).Y el peligro más grave, que puede calcularse con seguridad
toman las decisiones es la sociedad, que para analizar el alineamiento y el senti- bien experimentado en el siglo XX, es que una injusticia evita otra todavía
puede y debe organizar esa «transac- do de las propuestas de unos y otros. que el intento de lograr la igualdad de mayor; en segundo lugar, los seres hu-
ción» sobre principios de justicia dedu- Para mostrarlo, Sowell concluye su li- resultados, fundamentalmente econó- manos tienen derechos inherentes a su
cidos o construidos de forma estricta- bro tratando de las diferencias que am- micos, lleva siempre «a la concentra- condición y su respeto debe evaluarse
mente racionalista (p. 112).Y también bas visiones mantienen en torno a tres ción de poder político [...] a mayor –y atendiendo a los resultados que se obtie-
le permite caracterizar como «versiones grandes ejes del debate político: la más peligrosa– desigualdad en poder nen, en la práctica, con tal reconoci-
híbridas» el marxismo –el marxismo igualdad, el poder y la justicia. político» y a menor libertad, algo que miento (pp. 210 y ss.). Para la visión
clásico, el de Marx– y el utilitarismo. El Empecemos por la igualdad. En es mucho más grave para la visión tra- tradicional –de Adam Smith a Hayek–,
marxismo, porque mezcla una visión palabras de Burke, que cita Sowell, «to- dicional que para la utópica, debido a la justicia, que es fundamental para pre-
tradicional del pasado con una visión dos los hombres tienen iguales dere- que ésta considera que la pobreza, la servar la sociedad, debe aplicarse «razo-
utópica del futuro, en el que los seres chos, pero no a cosas iguales», una idea falta de igualdad económica, equivale, nablemente», decía Smith, y puede ser
humanos alcanzarían, en palabras de que parece idéntica a esta otra de Ha- en el sentido más propio, a falta de li- sacrificada si ello ayuda a mantener el
Engels, el «reino de la libertad», defini- yek: «Ser tratado igual no tiene nada bertad (pp. 141-142). orden social, en el que se materializa
do en términos de resultados; el utilita- que ver con la cuestión de si la aplica- Las dos visiones entienden de mo- una larga acumulación de experiencias
rismo, en la versión de Bentham, es ción de la ley en una situación parti- do diferente el origen y significado del políticas y legales, incluso cuando pue-
una mezcla de visión tradicional en cular puede llevar a resultados que son poder económico y político, pero tam- de parecer que la justicia «es injusta», o
cuanto a la naturaleza humana y sus más favorables a un grupo que a bién el uso de la fuerza, la guerra, la ley pueda serlo, efectivamente, en casos de-
debilidades, y visión utópica en cuanto otros». Para la visión tradicional de y su aplicación, el crimen y su castigo. terminados, porque se evitan, así, otras
a las posibilidades de los seres humanos Burke y Hayek, la igualdad que debe La visión utópica entiende la guerra y injusticias que podrían ser más graves o
para mejorar la sociedad y mejorarse a buscar y lograr la acción política no es el crimen y, en general, el uso de la más frecuentes; por otra parte, el respe-
ellos mismos aplicando solamente la ra- la igualdad de resultados, sino la de las fuerza como desviaciones, fallos o per- to de los derechos «inherentes» de los

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FILOSOFÍA POLÍTICA

individuos no puede juzgarse atendien- que explicar son «las causas de la pros-
do a resultados, sino a su libertad para peridad», porque –pensaba Bauer– no
participar en procesos sociales «sin te- pueden considerarse anormales o ex-
ner en cuenta lo deseable de [esos] re- cepcionales las condiciones económi-
sultados a juicio de otros» (p. 207)17. cas en que vive la mayoría de la hu-
Las diferencias entre ambas visiones manidad: lo excepcional es el bienes-
no se limitan a cómo se entienden los tar económico y la paz social de los
principios de la justicia, sino que alcan- países occidentales avanzados.
zan también a la naturaleza de las leyes Para Myrdal, el desarrollo econó-
y a la administración de justicia. Para mico es el resultado de políticas diseña-
Condorcet, Godwin y otros defensores das racionalmente, y en ello tienen un
de la visión utópica, los sistemas legales papel fundamental los líderes políticos
surgen de la aplicación, a lo largo de y los intelectuales que aspiran no me-
la historia, de principios lógicos, son nos a la igualdad –entre personas y en-
construcciones racionales, aunque no tre naciones– que al crecimiento eco-
sean inmutables y tengan que modifi- nómico. Para Bauer y los partidarios de
carse a lo largo del tiempo.Además, las la visión tradicional, el desarrollo eco-
leyes deben aplicarse con equidad, lo nómico es un proceso que se genera y
que exige que los jueces tengan en desenvuelve respondiendo a sistemas
cuenta las circunstancias de cada caso y de incentivos –no siempre y no todos
de cada individuo. Para la visión tradi- exclusivamente económicos– y no a
cional, por el contrario, los sistemas le- políticas diseñadas por representantes
gales deben mucho más a la acumula- políticos o minorías intelectuales selec-
ción de la experiencia social a lo largo tas (pp.174-178).
de generaciones que a diseños raciona- Finalmente, en cuanto a la «justicia
les de unos pocos, por distinguidos y social», la oposición entre ambas visio-
sabios que puedan ser. Las leyes existen nes es absoluta. Sowell señala que
para proteger a la sociedad, no para im- Godwin, en su Enquiry Concerning Po-
plantar lo que Adam Smith llamó «las litical Justice, de 1793, ya definió lo que
reglas prácticas de la moralidad», que se la visión utópica entiende, hoy, por
refieren, más bien, a conductas virtuo- «justicia social»: el deber de cada ser
sas o agradables para los demás, tales humano de atender a las necesidades
como la prudencia, caridad, generosi- de los demás y lograr, en lo posible, su
dad, gratitud, etc.18. Las leyes, declara- bienestar, un deber moral individual
ciones generales por definición, no que se traduce en la esfera pública y
pueden tener en cuenta la multiplici- política en el deber de los gobernantes
dad de casos y circunstancias individua- de actuar sobre los derechos de pro-
les, y el «ajuste» casuístico en su aplica- piedad, que Godwin consideraba fun-
ción, además de sometido a toda clase damentales, pero subordinados al logro
de dificultades y riesgos de arbitrarie- de lo que él llamaba «justicia política».
dad, destruiría su eficacia y su gran vir- Pero, igual que ocurría al comparar la
tud, que es, precisamente, proporcionar posición de ambas visiones respecto a
resultados predecibles fundamentados la igualdad, tampoco se trata aquí de
en la acumulación de experiencias y que unos tengan sentimientos morales
conocimientos por toda la sociedad o humanitarios más desarrollados que
(pp. 196 y 198)19. otros, que unos sientan más compasión
Las dos visiones pueden ilustrarse por las desgracias ajenas que otros20:
también a través de la diferente forma «Lo que distingue a la visión utópica
de entender el desarrollo económico no es que prescriba que nos preocupe-
y las políticas justificadas en la «justi- mos humanamente por los pobres,
cia social». Para la visión utópica, que sino que considera que la transferencia
Sowell personifica en Gunnar Myrdal de beneficios materiales a los menos
(1898-1987, premio Nobel de Econo- afortunados no es simplemente una
mía en 1974), lo que hay que explicar cuestión de humanidad, sino una cues-
son las circunstancias del subdesarro- tión de justicia» (p. 215).
llo, por qué muchos países no han al- Para Hayek, el concepto de justicia
canzado los niveles de educación y social «no pertenece a la categoría del
bienestar de los más avanzados y ricos. error, sino que carece de sentido»
Para la visión tradicional, que Sowell (pp. 214, 217 y ss.) porque –afirma– los
personifica en Peter Bauer (1915- procesos sociales sistémicos no son ni
2002, profesor en la London School justos ni injustos. Hayek cree que el
of Economics durante más de dos dé- objetivo de la justicia social –lograr
cadas y uno de los más destacados mediante la acción política una distri-
académicos liberales dedicados a los bución del ingreso preconcebida y ten-
problemas del desarrollo), lo que hay dente a la igualdad– exige la puesta en

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FILOSOFÍA POLÍTICA

marcha de procesos «que pueden des- cristiana, que había sido, sin duda, has-
truir la civilización» (citado por Sowell, ta entonces, la visión trágica, inspirada
p. 218), porque «[el concepto de justi- o justificada, en última instancia, en la
cia social] socava y, en última instancia, doctrina de la «caída» y el «pecado ori-
destruye el imperio de la ley» (p. 221). ginal» del cristianismo23.
En efecto, casi todas las característi-
UNA VISIÓN DE LA cas fundamentales de la visión trágica
ILUSTRACIÓN; OTRA, que Sowell enfrenta a la utópica están
DE MUCHO ANTES presentes en la filosofía política que do-
A Conflict of Visions de Sowell no pre- mina el mundo cristiano hasta el si-
tende ser una historia de las ideas políti- glo XVII: la naturaleza egoísta, corrompi-
cas aunque, indirectamente y de mane- da, del ser humano, su incapacidad para
ra diferente a la tradicional, también lo prever las consecuencias de sus actos, lo
sea, ni un relato sobre la vida y las ideas inevitable de sus errores, la ley y las cos-
de los escritores y filósofos que han ido tumbres como emanación, probada por
poniendo los jalones de esa historia su utilidad, del pasado, la imposibilidad
desde el siglo XVIII, ni una descripción de resolver realmente, definitivamente,
de los sistemas políticos y sus engranajes los problemas y los sufrimientos de la
parlamentarios, electorales o partidistas. vida individual y social24. Hay, sin em-
Tampoco es un intento de síntesis, ni bargo, un elemento muy importante de
trata de conciliar o «superar» ideologías la visión tradicional reformulada en la
diferentes u opuestas; evita, incluso, cri- Ilustración que, más allá de ciertos ante-
ticar o dar argumentos a favor o en cedentes o atisbos anteriores, es real-
contra de ninguna de las dos visiones. mente nuevo: la racionalidad sistémica,
Aunque sabemos que sus simpatías es- la creencia de que el orden social es-
tán más cerca de la visión tradicional pontáneo produce, sin que los indivi-
que de la utópica, Sowell hace un es- duos lo pretendan, resultados que, sien-
fuerzo bastante deportivo para tratar de do beneficiosos para ellos y sus objetivos
explicar cómo puede entenderse y jus- egoístas, lo son también para la sociedad
tificarse la adhesión a cada una de ellas y, por consiguiente, las ventajas de la
y los límites que las dos visiones reco- menor intervención posible de los go-
nocen a su propia eficacia o validez. biernos en los asuntos de la sociedad.
Lo que se discute es, en definitiva, A Conflict of Visions de Thomas So-
cuáles son los límites y las posibilidades well es un libro notable. Algunas cosas
de la acción política en el marco de los la Universidad de Cornell (Ithaca, XVIII, a la vez y, por así decir, «nuevas», importantes tienen, quizá, un trata-
límites y posibilidades de la acción hu- Nueva York), definió las dos visiones, la lo que puede ser útil a efectos de sim- miento insuficiente (la genealogía del
mana individual y colectiva, porque, si trágica o tradicional y la utópica, en tér- plificar y facilitar la exposición. Pero lo laissez-faire dentro de la visión tradicio-
las visiones diferentes son la raíz de po- minos muy cercanos a los que utiliza A que nace en la Ilustración (o renace nal; Hobbes como precursor de la vi-
siciones políticas opuestas, las diferencias Conflict of Visions, aunque, curiosamen- tomando nuevas formas, si no olvida- sión tradicional reformulada en la Ilus-
sobre cuáles son esas posibilidades son, te, sólo para explicar las diferencias en- mos la tradición de pensamiento ra- tración; o la visión de Bentham, a pesar
a su vez, la raíz de las diferentes visio- tre los dos bandos que peleaban enton- cionalista y utópico que nos llega de de su gran influencia en el siglo XIX).
nes21. Sowell no es el primero en carac- ces dentro del socialismo británico22. Sócrates y Platón) es la visión utópica Pero decir tanto, con tanta claridad y en
terizar estas dos visiones opuestas para Sowell presenta su relato como si que, para abreviar, podemos llamar tan pocas páginas es una proeza, sean
explicar las luchas políticas. En 1956, las dos visiones enfrentadas hubieran «moderna», en contraposición a la vi- cuales sean nuestras simpatías políticas o
Andrew Hacker, profesor entonces en nacido en la segunda mitad del siglo sión política tradicional de la cultura nuestra visión, tradicional o utópica. 

1 Puede encontrarse un penetrante análisis de políticos y sociales. Lo que empezó a distin- 5 En 1995, Sowell publicó The Vision of the 8 Sowell menciona al juez Oliver Wendell
las ideas de Fukuyama en Keith Windschut- guir a Sowell en el panorama político y aca- Anointed. Self-Congratulation as a Basis for Social Holmes (1841-1935) y a Milton Friedman
tle, The Killing of History, San Francisco, En- démico norteamericano en los años sesenta Policy (Nueva York, Basic Books, 1995), cuya (1912-2006) en el campo de la visión tradi-
counter Books, 1996, pp. 173 y ss. fue su posición respecto a la situación de los traducción literal sería La visión de los ungidos cional, y a Saint-Simon (1760-1825), Ro-
negros en la sociedad norteamericana y las (los que son mejores que los demás, los que sa- bert Owen (1771-1858), George Bernard
2 Comentado en Revista de Libros, núm. 27, políticas defendidas por la izquierda (blanca ben más que los demás), una detallada discusión Shaw (1856-1950),Thorstein Veblen (1857-
marzo de 1999, pp. 3-6. y negra) y la gran mayoría de los activistas de las ideas de la izquierda y de los puntos de 1929), John K. Galbraith (1908-2006) y
3 Hay traducción al español de la primera de los derechos civiles. Contrariamente a la vista «políticamente correctos» predominantes Ronald Dworkin en el campo de la visión
edición (1987): Conflicto de visiones, Buenos opinión dominante y «políticamente co- en la cultura y en los medios de Estados Uni- utópica, pero no cree que ninguno de ellos
Aires, Gedisa, 1990. Daniel Rodríguez He- rrecta», Sowell sostuvo que el fin de la se- dos desde los años sesenta. Unos años des- haya aportado nada realmente sustantivo o
rrera comentó este libro en «Thomas So- gregación racial no supondría la superación pués, en 1999, publicó The Quest for Cosmic nuevo al debate de finales del siglo XVIII: So-
well y la teoría de las visiones», La Ilustra- de los graves problemas de todo orden que Justice (Nueva York,The Free Press, 1999) en well, op. cit., pp. 32-33.
ción Liberal, núm. 19-20, julio de 2004, afectaban a la comunidad afroamericana en torno al gran tema central de la corrección
Estados Unidos y que las políticas, académi- política moderna y de la izquierda, digamos, 9 Citado por John Kekes, «Why Robespierre
pp. 183-198. Chose Terror», City Journal, primavera de
cas y otras, de discriminación positiva y de postmarxista: la igualdad entendida como
4 Sowell se doctoró en la Universidad de menor exigencia respecto a esa comunidad igualdad de resultados para todos los ciudada- 2006. Puede consultarse en: http://www.city-
Chicago en 1968, donde años antes había (la llamada affirmative action) no sólo no ayu- nos. Ambos libros contenían aplicaciones y journal.org/ html/16_2_urbanities-robespie-
estudiado con Milton Friedman y George daría a resolver los problemas, sino que los desarrollos de A Conflict of Visions. rre.html.
Stigler, los dos premios Nobel, y dio clase agravaría: muchos indicadores sociales, eco- 10 Max M. Mintz, «Condorcet’s Reconsidera-
6 La traducción al español de Carlo Gardini de
en varias universidades antes de incorporar- nómicos y culturales parecen darle la razón. tion of America as a Model for Europe»,
1990 utiliza «restringida» y «no restringida».
se, en 1980, a la Hoover Institution, de la Sowell ha publicado dos libros de intención Journal of Early Republic, vol. 11, núm. 4 (in-
En su comentario publicado en 2004, men-
Universidad de Stanford, en California, autobiográfica de gran interés, A Personal vierno de 1991), pp. 493-506.
cionado en la nota 3 anterior, Rodríguez He-
donde ha trabajado hasta hoy. Desde marzo Odyssey, Nueva York,The Free Press, 2000,
rrera utiliza visión «trágica» y visión «utópica».
de 1960, cuando apareció su primer artícu- y A Man of Letters, Nueva York, Encounter 11 Harold J. Cook, «Bernard Mandeville and
lo en la American Economic Review, ha publi- Books, 2007, una colección de cartas co- 7 El libro de Paine era, a su vez, una respuesta the Theory of the Clever Politician», Journal
cado dos docenas de libros y un gran nú- mentadas que cubren casi medio siglo de su a Reflections on the Revolution in France de of the History of Ideas, vol. 60, núm. 1 (1999),
mero de artículos sobre temas económicos, actividad de profesor y escritor. Edmund Burke, publicado en 1790. pp. 101-124.

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FILOSOFÍA POLÍTICA

12 Andrew Hacker, Political Theory: Philosophy, Sowell ha dedicado otro libro, The Quest for que Godwin y Condorcet, y Milton Fried- 23 Andrew Hacker, Political Theory: Philosophy,
Ideology, Science, Nueva York, Macmillan, Cosmic Justice (véase nota 5). Las citas de este man propuso varios mecanismos de ayuda a Ideology, Science, Nueva York, MacMillan,
1961, pp. 148 y 150. párrafo, en Thomas Sowell, A Conflict of los pobres, alguno de los cuales han estado 1961, p. 139.
Visions, pp. 133-136. en la base de propuestas defendidas por par-
13 Ídem, pp. 74-76. En 1958, cuando iba a lan- 24 Aunque santo Tomás de Aquino tuvo una vi-
tidarios de la visión utópica y del Estado del
zar el «Gran Salto Adelante», Mao Zedong 17 Parece claro que este concepto de libertad sión más «optimista» acerca de las consecuen-
bienestar.
(esta es, parece ser, la transcripción que aho- que utiliza Sowell corresponde al, o está cias de la «caída» que la que había defendido
ra se considera correcta) caracterizó a Chi- cerca del, concepto de «libertad negativa» de 21 Los principales manuales de historia de las san Agustín ocho siglos antes (los seres huma-
na como «una hoja en blanco» en la que Isaiah Berlin, la ausencia de restricciones ideas políticas publicados en Estados Unidos nos no habrían perdido su capacidad para co-
podrían pintarse y escribirse las cosas más impuestas por otros, que es la concepción li- en las últimas décadas contienen exposicio- nocer la verdad y organizar la vida política y
bellas a voluntad de sus dirigentes y de beral clásica de la libertad. nes de las discusiones políticas de la Ilustra- la sociedad mediante leyes que estén de
«todo el pueblo»: los resultados fueron dece- ción, pero el centro de sus análisis es dife- acuerdo con la ley natural y los mandamien-
nas de millones de muertos por hambre y 18 David Lieberman, Adam Smith on Justice, tos de la ley divina), no dejaba de ser la visión
rente del que utiliza Sowell, por ejemplo:
enfermedades y la total dislocación y para- Rights and Law, University of California, «trágica» tradicional. En el siglo XVI, con la re-
George H. Sabine. A History of Political Theo-
lización de la economía china; la llamada Berkeley School of Law, Working Paper forma protestante se recuperó, en parte, la vi-
ry (multiples ediciones, la primera de 1937);
«Gran Revolución Cultural», que Mao puso núm. 13, diciembre de 1999. sión de san Agustín: la «caída» –entendida
Mulford Q. Sibley, Political Ideas and Ideolo-
en marcha en 1966 para prevenir cualquier 19 El juez del Tribunal Supremo norteameri- gies. A History of Political Thought, Nueva como acontecimiento histórico real o como
posibilidad de ser desalojado del poder, que cano Oliver Wendell Holmes –a quien So- York, Harper & Row, 1970; Sheldon S.Wo- metáfora de lo ocurrido a los seres humanos
causó millones de asesinados, encarcelados y well considera el principal representante de lin, Politics and Vision, Continuity and Innova- cuando no aceptan su condición y se rebelan
represaliados, puede entenderse como una la visión tradicional entre los expertos lega- tion in Western Political Thoght (ediciones de contra Dios y sus mandamientos– habría
consecuencia catastrófica y criminal de esa les norteamericanos en el siglo XX– recha- 1960 y 2006); John Scott McClelland, A afectado de modo irreparable a su capacidad
visión utópica de China como «una hoja en zaba expresamente lo que puede conside- History of Western Political Thought, Londres- para superar la ignorancia y escapar al error, su
blanco». rarse «un patrón de justicia más elevado», Nueva York, Routledge, 1996. razón y sus obras habrían resultado irremedia-
caracterizado por el ajuste de la aplicación blemente corrompidas. La visión cristiana ha
14 La idea leninista del Partido como represen- 22 «Las concepciones de pecado original y oscilando siempre entre ambas visiones. En el
tación de toda la sociedad y de sus metas de la ley a circunstancias individuales, a fa-
vor de «un patrón de justicia más bajo», la utopía son las que mejor explican el com- compendio más sencillo y básico de la doctri-
políticas como encarnación de sus verdaderos portamiento del socialismo británico [...]. na católica, el Catecismo de la Iglesia Católica
intereses es un ejemplo de la aplicación de aplicación uniforme y predecible de la ley,
precisamente para no confundir justicia y Las dos son formas de ver y entender la na- (versión actual, aprobada en 1992), se afirma:
la visión utópica a la organización política. turaleza humana. Ninguna de ellas prescri- «La doctrina sobre el pecado original [...] pro-
moralidad. Sowell recuerda que en el siste-
15 Puede defenderse que la visión libertaria no ma legal británico existían «tribunales de be ningún conjunto particular de arreglos porciona una mirada de discernimiento lúci-
es una visión liberal: Samuel Freeman, «Illi- justicia» (courts of law), que aplicaban la ley, y institucionales. Más bien, se centran en el do sobre la situación del hombre y su obrar
beral Libertarians: Why Libertarianism is «tribunales de equidad» (courts of equity), que carácter de los individuos.Y son puntos de en el mundo [...]. Ignorar que el hombre po-
not a Liberal view», Philosophy and Public Af- servían para hacer lo propio, si bien tenien- vista diametralmente opuestos y esencial- see una naturaleza herida, inclinada al mal, da
fairs, vol. 30, núm. 2 (primavera de 2001), do en cuenta circunstancias individuales. Las mente incompatibles. La visión utópica lugar a graves errores en el dominio de la
pp. 105-151. reglas del Procedimiento Civil de Estados mantiene que el ser humano [...] es perfec- educación, de la política, de la acción social y
Unidos declaran expresamente abolida toda tible [...]. Los proponentes [de la explicación de las costumbres», terminando, sin embargo,
16 El profesor de Yale, Bruce Ackerman, y uno distinción entre «justicia» y «equidad», de de acuerdo con la idea del pecado original] con una referencia que Rousseau podría en-
de los fundadores de la doctrina de la «renta modo que, a efectos legales, tienen exacta- creen que el ser humano [...] no puede ja- tender: «Mediante esta expresión [“el pecado
básica», Philippe von Parijs, entre otros, son mente el mismo significado: nadie puede más alcanzar la perfección en este mundo. del mundo”, traída del Evangelio de san Juan]
partidarios de que el Estado trate de com- reclamar o litigar por razones de equidad lo Estará perseguido siempre por la frustración se significa también la influencia negativa que
pensar las desiguales dotaciones «internas» o que no puede litigarse o reclamarse por ra- nacida de la distancia entre lo que es y lo ejercen sobre las personas las situaciones co-
«naturales» de las personas, tales como inteli- zones legales. que quiere ser», en Andrew Hacker, «Origi- munitarias y las estructuras sociales que son
gencia, belleza, invalidez, etc., y no sólo las nal Sin vs. Utopia in British Socialism», The fruto de los pecados de los hombres»: Catecis-
desigualdades resultado del origen familiar o 20 Smith y Burke participaron activamente en Review of Politics, vol. 18, núm. 2 (abril de mo de la Iglesia Católica, Nueva York, Double-
de las instituciones sociales, asunto al que la campaña para abolir la esclavitud a la vez 1956), pp. 184-206. day, 1995, párrafos 407 y 408.

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revista de libros número 144 diciembre 08 23

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