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Reg.: A y S t 230 p 294-296.

Santa Fe, 4 de marzo del año 2.009.


VISTA: La queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la
Comuna de Pujato contra la sentencia de fecha 22 de febrero del 2006 (T. III, Fo. 452, N° 124)
dictada por la Jueza de Primera Instancia de Circuito del Distrito Judicial N° 7 de Casilda (fs. 1/4),
en autos "MATTIEVICH, María J. contra COMUNA DE PUJATO -Recursos- (Expte. 732/03)",
(C.S.J. N° 530, año 2006); y,
CONSIDERANDO:
1. Surge de las constancias de la causa que la Jueza de Primera Instancia de Circuito de
Casilda (fs. 1/4) declaró la nulidad de los actos administrativos que dieran origen a las actuaciones
contravencionales 21124481, 21124480 y 21113582 tramitadas por ante la Comuna de Pujato,
con costas.
En el memorial introductor del remedio previsto en la ley 7055, sostuvo la impugnante (f.
6/v.) la ilegitimidad de la sentencia, al incurrir la Jueza a quo en omisión de aspectos determinados
por la legislación y alegados como defensa, particularmente de la ley nacional de tránsito y
referidas al control mediante el uso de radares o cinemómetros, lo que violenta gravemente sus
derechos constitucionales.
Señala, primeramente, la falta de agotamiento de la vía administrativa e incumplimiento de
requisitos formales para la interposición del recurso, vinculándolo con la ley 2439 (L.O.C.).
En segundo orden de cuestionamiento alega la extemporaneidad del recurso. Para ello
toma en consideración el plazo del artículo 74, inciso a) de la ley nacional 24449 (cinco días
hábiles de notificada la sentencia), así como su planteo y fundamentación ante la autoridad de
juzgamiento que dictó sentencia.
Le endilga al pronunciamiento, que para llegar a esa conclusión, descalificó las
notificaciones efectuadas en las actuaciones administrativas por deficientes y nulas, cuando en
verdad se realizaron conforme lo establece el Código Civil y tomando en cuenta las previsiones del
Código Procesal Civil y Comercial y el decreto provincial 1471/01.
El Tribunal denegó la concesión del remedio extraordinario (fs. 11/12v.), lo que motivó la
presentación directa de la apelante ante esta sede (fs. 18/19).
2. Aún en el supuesto de considerarse debidamente rebatido el fundamento central del auto
denegatorio, el análisis de los demás agravios esgrimidos en el recurso conduce a sostener que la
presente queja no puede prosperar.
En efecto, bajo la genérica invocación de violación de derechos fundamentales la recurrente
centra su crítica sobre la valoración efectuada por la Jueza a quo respecto de los requisitos de
admisibilidad del recurso incoado contra la sanción de multa que le fuera impuesta.
Pues bien, tales argumentos remiten al análisis de cuestiones de hecho y de índole
procesal y común, que conforme a reiterada jurisprudencia de esta Corte provincial y de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación son propias de los jueces de la causa y ajenas, en principio, a la
instancia extraordinaria (cfr. A. y S., T. 195, pág. 370; Fallos:312:194; 317:126; 308:1377, entre
otros).
El principio enunciado, sabido es, debe ceder cuando las garantías consagradas en la
Constitución nacional como en la provincial resultan desnaturalizadas por una excesiva rigidez en
la interpretación y aplicación de las normas que reglamentan el procedimiento, mas tal situación
lejos está de configurarse en el "sub caso".
La Jueza de anterior instancia, estrictamente en lo concerniente a la admisibilidad del
recurso de apelación y nulidad interpuesto, entendió que debía considerarse temporáneo, para lo
cual tomó en consideración las deficiencias comprobadas en las notificaciones cursadas en sede
administrativa (ponderando lo manifestado por el supuesto imputado de conocer la "existencia de
la sentencia dictada en sede comunal a través de un llamado telefónico") y el estado de
indefensión acusado.
Frente a ese discurso la recurrente insiste en que la actora no probó la fecha a partir de la
cual corría el plazo de interposición del correspondiente recurso debiéndose tener en cuenta -a su
criterio- otros elementos de la causa. Mas tal línea argumentativa no se hace cargo mínimamente
del razonamiento seguido por la Sentenciante, especialmente de las circunstancias que en el
decisorio indican defectos de tramitación de las actuaciones endilgadas a la Comuna impugnante.
De tal forma, queda incólume la base del criterio asumido por la Juzgadora y no llega siquiera a
demostrar que en la valoración de la admisibilidad del recurso la misma exceda los márgenes de
logicidad y legalidad tolerados.
La colisión entre esas posturas encontradas revelan el fuerte disenso interpretativo, síntoma
de que estamos en presencia de una cuestión procesal, como lo es determinar en el caso concreto
la concurrencia de los requisitos exigidos por el ordenamiento para tornar admisible la revisión
judicial de la decisión de autoridad administrativa, materia que -reitero- corresponde a los jueces
de la causa y excluye, por ende, su revisión en esta instancia.
No corre mejor suerte el resto de los cuestionamientos que se esgrimen en el recurso.
Como ya se dijo, la Comuna recurrente en pasaje alguno de su libelo recursivo aporta
elementos de peso, idóneos y conducentes para acreditar en las concretas circunstancias de la
causa, la falta de suficiencia de los fundamentos esgrimidos en el fallo en cuanto propició tanto la
admisibilidad del recurso judicial y el consiguiente acceso a la jurisdicción como la procedencia
sustancial de la pretensión teniendo particularmente en cuenta específicas falencias señaladas en
el trámite seguido en sede administrativa imputables solamente a aquélla.
Es del caso señalar que el fallo recurrido declaró la nulidad de la decisión administrativa
adoptada en razón de que el supuesto infractor no había sido debidamente notificado de las
sucesivas etapas procedimentales hasta la resolución administrativa. A ello debe agregarse, que
la Juzgadora entendió que el acta de infracción también era nula en razón de que el inspector
municipal, que es quien debe constatar la infracción, detener el vehículo, identificarse indicando la
dependencia a la cual pertenece e identificar al conductor, no intervino en la constatación de la
presunta infracción, sino que se limitó a rubricar la fotografía extraída a través de mecanismos
técnicos días después de obtenida, desoyendo de tal forma lo dispuesto en el artículo 70 de la ley
nacional 24449 y su concordante reglamentación provincial.
Tal como puede inferirse de lo que antecede, el decisorio impugnado hizo aplicación del
marco de garantías procedimentales que surge del artículo 70 de la ley nacional de tránsito -en
concordancia con los artículos 69 y 71- donde se establecen específicos límites al accionar
administrativo y se contemplan verdaderos deberes dirigidos a los funcionarios encargados de la
tarea de constatación y de juzgamiento de las distintas infracciones que pueden detectarse. En
efecto, en la sentencia se señalaron las circunstancias por las cuales se estimaron incumplidos los
deberes impuestos a los órganos administrativos afectándose las garantías del particular
explícitamente reconocidas en el citado marco normativo.
Es que la Administración comunal, ningún argumento ha traído en orden a desvirtuar lo
valorado por el A quo ni menos aún ha logrado insinuar que lo resuelto no derive razonablemente
del derecho en vigor o que la motivación no resulte de inferencias razonables deducidas de las
constancias de la causa.
Corolario de la expuesto es que la sustancia impugnativa se circunscribe a la simple
discrepancia de la apelante con la apreciación crítica de los hechos y de la hermenéutica de las
pruebas y normas de derecho común y ritual (lo que en principio -pese a su mayor o menor grado
de acierto- está reservado al A quo), sin haber demostrado adecuadamente que el razonamiento
que da sostén a la sentencia se aparta de la sana crítica, de tal modo que hubiera hecho privar
una solución manifiestamente contraria a las reglas de la lógica y experiencia (esto es, del correcto
razonamiento judicial) o que se arribe a un resultado manifiestamente inequitativo o prescindente
de las normas que rigen la temática.
Por lo demás, cuestiones análogas a las que se debaten en el presente fueron materia de
decisión por esta Corte en la causa "Raschetti" (A. y S., T. 218, pág. 22), por lo que "brevitatis
causae" corresponde remitir "mutatis mutandi" a las consideraciones allí expuestas a la luz de las
cuales cabe concluir que los planteos de la recurrente no son idóneos para operar la apertura de
esta instancia.
Voto, pues, por la negativa.
Por todo ello, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESUELVE: Rechazar la queja
interpuesta.
Regístrese, hágase saber y oportunamente remítanse copias al Tribunal de origen.
Fdo.: SPULER-ERBETTA-GASTALDI-NETRI- Fernández Rietra (Secretaria)

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