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,NMOTIVO u ~ i cincuenta aniversarit ,

1 de la fundación del Instituto de ~ n v e s t i ~ i u ~


listóricas de la UNAM, en colabopati&n-con
la Universidad de Guanajuato, se orgaririzb el Congreso
Cincuenta Años de Investigación Histórica en Mdxico,
para reflexionar en torno alos avances alcanzados
durante las últimas cinco décadas en el campo
de la historiografla de México. Para tal propósito, se
reunieron especialistas procedentes de distintas
instituciones acadkmicas dedicadas al estudio de esta
disciplina: Universidad Nacimal Autónoma de México,
&,
-? - Universidad de Texas (AusthL Wiii&vm*d
.$. ;de Guanajuato, Universidad de b b h , Univer~i dad
. Iberoamericana, Universidad dsndhaac,~ s t i t u t o
de Antropología e Historia (Veracruz), Instituto de '
Investigaciones Doctor JoeB Marea Luis Institutc
. Tecnológico Autónomo de Méxko, J 3 Colegio
' '
de Michoacán y El Colegio da Mí 20.
En este volumen se incluyen las ponencias qae
se presentaron durante el evento, las cuales .rnwe&~,
nuevas áreas de estudio y las temáticas que se han
abordado, los diferentes enfoques adoptados
y la produccibn de autores nacionales 1 tranjeros
Asimismo, estos trabajos representan una
para abrir perspectivas novedosas en II
investigación histárica en Méxicc
que están en prensa.40Mi proposición está construida y explicada con crite-
rios funcionales derivados del análisis espacial y anclada en la evolución bis-
tórica del país. Proporciona líneas, nodos y áreas básicos para plantear de
manera clara y coherente, creo, problemas de regionalización, intercambios,
poblamiento y otros asuntos que tienen expresión espacial y, desde luego, LA CUANTIFICACI~NSISTEMÁTICA EN HISTORIA
también histórica. Una de las tareas a que consagro $ás esfuerzos hoy en día ECONÓMICA COLONIAL. UN NOTABLE DESARROLLO
es la de elaborar la obra de conjunto sobre geogdía histórica mexicana que SIN ENTORNO TEÓRIco PROPIO1
considero necesaria, recogiendo, entre otros asuntos, las experiencias y pre-
ocupaciones originadas en la búsqueda historiográfica que acabo de relatar.
IBARRA
ANTONIO
Facultad de Economía, UNAM
El Colegio de México

Introducción

La cuantificación sistemática en la historia económica ha ido asociada al in-


tercambio disciplinario entre las ciencias sociales y los nuevos instrumentos
y lenguajes científicos de nuestro siglo. En efecto, la historia dejó de ser un
discurso narrativo de hechos singulares, irrepetibles, para buscar una recons-
trucción de la totalidad social en el pasado. Esto la llevó a "dialogar" con las
modernas especializaciones del conocimiento social: economía, sociología,
psicología, demografía, antropología y lingüística, entre otras. La integra-
ción epistemológica de un conocimiento global del asado está, pues, en el
origen de la transmisión de conceptos, categorías y lenguajes entre discipli-
nas afines a la historia. Uno de estos lenguajes, el análisis matemático, ha
sido incorporado al estudio del pasado con muy desiguales resultados en
relación con los campos temáticos de su aplicación, pero en algunos casos
favorablemente: la econometría en la historia económica y la sociometría en
la historia social.2
El desigual desarrollo de las ciencias sociales obligó a establecer relaciones
entre campos comunes y, complementariamente, entre instrumentos analíti-
tos particdares. La teoría económica, en concreto, desarrolló desde fines del
siglo pasado un lenguaje y una lógica reiacional entre eventos económicos
representables cuantitativamente (como el producto físico, los precios, las ren-
tas Y 10s indicadores carnbiarios y bursátiles) que condujeron a la formalización
de sus asociaciones hasta un nivel explicativo plausible: el modelo.' La "revo-

'O Las publicaciones de 1993 son las citadas en las notas 33 y 34.En prensa se hallan dos artículos
' Una versión preliminar recibió ~ertinentescomentarios y críticas de María Femanda de los
Arcos y Carlos Aguirre, a quienes agradezco su atención.
de conrenido interpretativo que ofrecen la revisión de varios asuntos: 'La organización colonial del Fnnsois Furet, "Lo cuantitativo en historia", en Jacques Le Goff y Pierre N o n , La Historirr
espacio: un tema mexicano de geografía e historia" y 'El espacio del (des)encuentroW. ~eránpublica- N w ~ o enfoques,
s Barcelona, 1974,p. 55-73.
dos por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia y El Colegio de la Fronten Norte, proba-
blemente en el curso del presente año.
' "LOSmodelos -señala Braudel- no son más que hipótesis, sistemasde explicación sólidamen-
te vinculados según la forma de la ecuación o de la función; esto iguala a aquello o determina aquello.
144 ANTONIO IBARRA LA CUANTIFICACIÓN SISTEMÁTICA EN HISTORIA ECONÓMICA 145

lución" walrasiana en el pensamiento económico consistió, en términos globales, N o es casual que la vieja disputa por una historia cuantitativa como
en la formalización del comportamiento económico y una ampliación de sus "econometría retrospectiva" (Marczewski) o una historia serial como "histo-
instrumentos de representación, fundamentalmente matemáticos.4 Lo anterior ria útil" (Chaunu) en la tradición francesa o, alternativamente, una cliometría
no hizo de la teoría económica una disciplina científicamente más desarrolla- retrospectiva (la New Economic History) devenida de temas centrales de la
da em sí la dotó de elementos expresivos más c e y o s al lenguaje cientifico teoría económica contemporánea (como crecimiento, mercados financieros,
,p.
dominwte: el matemático. 7", eficiencia de factores, cambio institucional y expectativas racionales, etcéte-
La representación formal, cuantitativa, entre "#Giablesn relacionables fue ra) tan ampliamente difundida en los medios académicos norteamericanos,
el camino elegido por la teoría económica "moderna" para construir su "nuevo" parecen tan distantes en sus perfiles polémicas como estimulantes en sus
paradigma devenido de una época de conocimiento ideográfico: la economía resultados historiográficos.
política clásica. Esta evolución, ciertamente parcial en el campo de la economía, Por tanto, en ausencia de aquellos "grandes debates", es preciso mostrar
la convirtió en un conocimiento primordialmente empírico como lo muestra los cauces de aquellas célebres discusiones a los avances silenciosos de la in-
el desarrollo de la "modelística", lo que confirma, por otra parte, el influjo del vestigación empírica reciente, particularmente en nuestro medio.
lenguaje matemático y la lógica formal en la moderna teoría económica. Pese a ese silencio, vale la pena preguntarse qué beneficios obtiene el
Efectivamente, el triunfo de las matemáticas en la ciencia moderna deri- conocimiento histórico de la incorporación del lenguaje matemático en su
va de sus cualidades de representación formal, precisión relacional y sistema- discurso; cómo modifica su concepción del pasado; de qué manera potencia
tización jerárquica de los eventos representados (variables). Además, de la su capacidad explicativa y, finalmente, qué luces arroja sobre el pasado la
posibilidad inmediata de construir conjuntos relacionales entre sus elemen- cuantificación sistemática. En este contexto, es pertinente evaluar los deba-
tos y plantear, ordenadamente, el funcionamiento de su interacción, esto es, tes originarios y evoluciones recientes del uso sistemático de la cuantificación
formalizar un modelo. Si bien esto ha cambiado recientemente, así lo mues- en la hist~rio~rafía económica y, en menor medida, social.
tran los teoremas sobre la interactividad sistémica y el caos, la historia ha
sido relativamente impermeable aún a este debate.5
Por otra parte, y-una vez planteado lo anterior, resulta sorprendente Matemáticas e historia: implicaciones epistemológicas
que por lo menos desde hace dos décadas no presenciemos un debate sobre
la cuantificación en la historia. Silenciados los cañones de la crítica nos La historia, como conocimiento cientifico, es un pensamiento que estructu-
vemos abrumados por una gran cantidad de estudios monográficos fincados ra el pasado para definir su textura y modelar sus contornos para reconstruir
en el análisis cuantitativo. Esta aparente paradoja, generalizable a amplios el devenir social. Es, a la vez que un conocimiento ordenado, una represen-
campos de las ciencias sociales, responde a que los gandes "debates por la tación simbólica de un pretérito inexistente, salvo por sus permanencias en
historia" -en gran medida conceptuales e ideológicos- dieron paso a una el presente. Dicho de otra manera, la (larga) duración en la historia hace del
tregua que se tradujo en una mutua indiferencia entre defensores y detrac- presente un "presente histórico" que construye permanentemente el pasado,
tores. Predomina una febril tarea de investigación para mostrar, quizá por pues la ciencia social de lo actual no es extraña a la historia si ampliamos la
la vía de los hechos, la eficiencia de las estrategias historiográficas sosteni- longitud del conocimiento presente al pasado. Por esta razón, como bien
das antaño. prevenía Braudel, la historia no puede estar de espaldas al resto de las cien-
cias sociales y con ello a sus preguntas y recursos e ~ ~ l i c a t i v o s . ~
Partiendo de esta consideración resulta natural contemplar que la historia
Una determinada realidad sólo aparece acompañada de otra, y entre ambas se ponen de manifiesto
relaciones estrechas y constantes. El modelo establecido con sumo cuidado permitirá, pues, encau- puede, y debe, reestructurarse, incorporando conocimientos de otros campos
zar, además del medio social observado -a ~ a r t idel
r cual ha sido, en definitiva,creado- otros medios disciplinarios y rompiendo las barreras de la especialización. Este doble juego
sociales de la misma naturaleza, a través del tiempo y el espacio. En ello reside su valor recurrente."
Fernand Braudel, "La larga duraciónn (1958), en La historia y k cciencias sociales, Madrid, 1984, p. 85.
'Creo -escribió Braudel-, en efecto, que la historia de las civilizaciones, a l igual que la histo-
"En realidad, es sólo hasta la obra de Walras cuando se hace un ~ r i m e esfuerzo
r sistemático
ria a secas, se encuentra en una encrucijada. Necesita, aunque es contra su voluntad, asimilar todos los
por plasmar los enunciados de una teoría de los precios en términos matemáticos." Carlos Salas,
descubrimientos que las diferentes ciencias sociales, de nacimiento más o menos reciente, están redi-
'USO de las matemáticas en ciencias sociales. Posibilidades y límites", en Ignacio Méndez y Pablo
zando en el campo inagotable de la vida de los hombres. La tarea, aunque difícil, es urgente, ya que la
González Casanova, Mdtemáticas y cintcias sociales, México, 1993, p. 29-41.
historia sólo podrá servir desde primera fila a la inteligencia del mundo actual si permanece firme-
V é a s e el interesante trabajo de Rolando García, "Teodas de sistemas y ciencias socialesn, en mente en esta vía por la que ya se está encaminando." F. Braudel, "Aportación de la historia de las
Méndez y González Casanova, op. cit., p. 89-145.
civilizaciones", en op. cit., p. 170.
146 ANTONIO IBARRA

requiere, primariamente, de un lenguaje y una preocupación común: el pri- sbcontabilidadnacional regresiva"1° que no tuvo pudor en llamarse a sí mis-
mero ha sido conceptual, pero también empírico, y la segunda deviene de ma historia cuantitativa.
transmitir las preguntas del presente a la historia. De esta manera, el lenguaje De aquí salta, evidentemente, el peligro a un reduccionismo que limite la
matemático y el conocimiento del presente (de la economía, la sociedad o la historia a lo económico y, más restringido aún, a lo exclusivamente
política) constituyen importantes referencias de la reflexión histórica. mensurable y susceptible de relacionarse en un sistema de identidades numé-
La relación interdisciplinaria de la historia qoi,%aestado libre de tensio- ricas ya que, por decir lo menos, tiene una frontera temporal demasiado
nes. Por un lado, se corre el riesgo de que el lenghje subordine al objeto de la próxima: la época preestadística."
historia7 y, por el otro, el "presentismo" tiranice las preocupaciones del En otro sentido, el uso del instrumental técnico del ciclo económico (aná-
pasado. El riesgo es dob1e:formalismo y anacronismo. Ambos peligros, que lisis estadístico de series temporales) representa otra ruptura: el tiempo cor-
ejercen un poderoso vértigo sobre los historiadores, han sido soslayados o re- to de la coyuntura venus el tiempo largo del cambio estructural, el tiempo
sueltos" displicentemente por otras disciplinas contiguas a la historia, señala- histórico." La sofisticación del análisis cíclico de los economistas -como
damente la historia económica como análisis económico, como cliometría representación gráfica del movimiento coordinado de variables económicas
económi~a.~ en el tiempo- contrasta con la reserva de los hismriadores a considerar compa-
Sin embargo, la audacia de los cliómetras al plantear explícitamente "hi- rable el "ciclo moderno de los negocios"" (industrial, comercial y financiero)
pótesis contrafactuales en los modelos históricos sorprendió, pero también con el de "tipo antiguon (agrícola y comercial).14Aun así, la reconstrucción de
estimuló la reflexión sobre el pasado y, en cierto modo, cuestionó la linealidad largas series de indicadores económicos (precios, rentas o intercambios) y demo-
causal y el determinismo en la historia. gráficos tiene la relevancia de mostrar el "oleaje económiconentre los siglos, la
Aún más, si bien el conocimiento del pasado rehúsa constreñirse a una continuidad en el cambio estructural, histórico, en los contornos de una
"arquitectura matematizable", es decir, a un modelo cuantitativo, el pen- historia serial. '"
samiento histórico moderno construye su explicación -explícita o implí-
citamente- en términos de un conjunto de relaciones determinísticas,
cualitativas y cuantitativas. De alguna manera, la ambición por abarcar am-
plios campos de la vida social tropieza con la complejidad de ésta y con la 'O "La historia cuantitativa puede, pues, ser definida como un método de historia económica que
diversidad de sus registros testimoniales (escritos o simbólicos), monumen- integra todos los hechos estudiados en un sistema de cuentas interde~endientesy que extrae sus con-
tales, imaginarios o ambientale~.~ De todos ellos los inmediatamente utili- clusiones en forma de agregados cuantitativos determinados, íntegra y únicamente, por los datos del
sistema (nota: el carácter integral y articulado de la historia cuantitativa -acota Marczewski- consti-
zables son los "estructuralmente numéricos", es decir, aquellos que fueron tuye su rasgo fundamental. Por eso no es ~osibleaceptar la sugerencia de Pierre Vilar, que la llama
generados como información sistemática y que son susceptibles de yn ma- 'econometría retrospectiva')." Jean Marczewski, ''(Qué es la historia cuantitativa?",en J. Marczewski
nejo estadístico moderno: mensurables, reductibles y comparables. Este es, y Pierre Vilar, e n i Q d e s la historia cuantitativa!, Buenos Aires, p. 13-68(originalmente~ublicadaen
Cahiers de I'ISEA,Paris, serie AF, n. 15, julio de 1961).
sustancialmente, el principio de un "modelo de contabilidad económica" que " "los promotores de la nueva 'historia cuantitativa' hubieran debido tener en cuenta, sobre
explique la evolución histórica de un sistema económico particular, de una todo, dos elementos: la importancia del ciclo cono en las economías de antiguo tipo, y las diferencias
esenciales entre las ~osibilidadesde la 'época estadística' y las de la época 'pre-estadística'n,Pierre
Vilar, en Marczewski, op. cit., p. 93. Por su cuenta, Chaunu observó: "En verdad, nuestros apresura-
dos economistas habrán subestimado una de las barreras más fundamentalesdel conocimiento histó-
'Alertaba Braudel: "este lenguaje sutil que constituyen las matemáticas que corre el riesgo a la rico. La de la era preestadística", en Historia cuantitativa o historia serial, México, 1987 (1964), p. 38.
inínima inadvenencia, de escapar a nuestm control y de correr por su cuenta". F. Braudel, 1984 l 2 "Nuestro problema -reflexiona Braudel- consiste en que debemos clasificar, por una parte,
í1958). . cit.. o. 88.
, OD. - &
las coyuntum económicas, y por la otra, las no económicas [...]El armazón coyuntural nos ayuda a
"La cliometría, al surgir a principios de los años sesenta -sostiene O'Brien-, representa una constmir mejor el edificio de la historia." El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de
vigorosa afirmación de la tradición ricardiana. La historia económica pasó a definirse como 'econo- Felipe II, México, 1984, p. 330.
inía aplicada'. La historia económica sin economía se consideró 'insostenible'. Los métodos diométricos, " Véase Joseph Schurnpeter, TeoM del ciclo económico, México, 1944, p. 304-363.
que se convirtieron en el distintivo de la práctica correcta de esta disciplina, derivaban de la economía l4 El concepto es de Labrousse,.pero su generalización entre los historiadores lo ha hecho pa-
I
e incluían la especificación de un modelo (adoptado o diseñado como pertinente al problema históri- trimonial de la historia. Ver Pierre Vilar, 'Reflexiones sobre la 'crisis de tipo antiguo', 'desigualdad'
co que se investigaba), la búsqueda de información y, finalmente, el contraste del modelo con la I de las cosechas' y 'subdesarrollo'" (1974), en Economtí, derecho, historia, Barcelona, 1983, p. 13-42.
evidencia presentada, con el fin de ofrecer conclusiones basadas en conjuntos de supuestos cuidadosa- I '5 'Una historia estadística de la fluctuación de las economías del periodo que llamamos de
:
mente especificados."Patrick O'Brien, 'Las principalescorrientes actuales de la historia económican, buena gana el periodo~preestadístico-escribió Chaunu- de los tres siglos de la Modernidad (m,
en Papeles de la economía española, n. 20, 1984, p. 383-399. xw, xvm), puede aún, en rigor, servir a la reflexión de esta técnica social capital: la ciencia económica
' Furet, op. crt., p. 60-66. de la fluctuación", Chaunu, op. cit., 1983, p. 23.
i
ANTONIO IBARRA

Simiand, Meuvret, Labrousse y Vilar.19 Con ellos, la historia adoptó el arse-


LOS contornos del debate: historia serial, cuuntitativa y cliometda nal técnico de las series temporales, planteó sus problemas e identificó la
peculiaridad de la coyuntura y el ciclo económico en el pasado.20
La historia cuantitativa "está actualmente de moda, así en Europa como en Más tarde, en la inmediata posguerra, la "revolución keynesiana" y la
Estados Unidosn, escribió Francois Furet en Annales a principios de 1971, en rehabilitación de la economia clásica (la "síntesis neoclásica") señalaron a los
lo que sería un primer balance explícito de la hi$riografia cuantitativa de economistas,. particularmente norteamericanos, otro derrotero en la Histo-
A

ambos lados del Atlántico.16Casi dos décadas m& tarde, el entonces editor de ria: la historia económica como economia aplicada al pasado. Desprendie-
los nouvelles Annales, Bernard Le Petit, afirmaba en una ponencia dictada en ron de la moderna teoría económica problemas, temas e instrumentos de
Moscú que la "historia cuantitativa ya no está de moda" para enseguida abo- análisis siendo su principal innovaciónel examen deliberado del pasado bajo
gar por la incorporación de nuevos procedimientos matemáticos a la mal la prueba de "hipótesis contrafactudesn, esto es, someter a verificación em-
llamada "historia cuantitativa"." pírica los juicios valorativos, relacionales, de los historiadores para pasar a
<Quépasó entre la moda pública de la historia cuantitativa y su rehabili- mostrar su in~onsistencia.~' La rédica del historiador, en cierto modo tími-
tación reciente? ¿qué efectos tuvo "la moda" en los comportamientos de largo da, centró sus reservas en un plano metodológico: señaló el anacronismo y la
plazo? Más precisamente: <quése designa como "historia cuantitativa" y cuál impertinencia del sofisticado instrumento analítico, aunque no dejó de apre-
es su amplitud conceptual y metodológica real? Para responder a ello, quizá ciar la idea de lo contrafactual como test histórico. A pesar de ello, dejó sólo
debamos retroceder tres décadas en la discusión historiográfica, retomar los en los economistas su eiercicio: los cliómetras no Lnraron infiltrar a los -
conceptos originarios, explorar los desarrollos ulteriores y hacer justicia a historiadores y prácticamente optaron por crear su disciplina aparte que, sin
ambos dictámenes sobre la cuantificación histórica. embargo, se ha extendido exit~samente.~'
Es necesario emplear dos criterios para establecer el auge y el desuso de la De vuelta en Francia, hacia los años sesenta, el propósito de generar
cuantificación: su utilidad instrumental y su pertinencia en el análisis de los una interpretación empírica del crecimiento económico moderno condujo
historiadores, tanto en temáticas como en intereses. En los orígenes de esa a la nueva aplicación retrospectiva del análisis matricial del producto nacio-
moda están tres corrientes historiográficas -la historia cuantitativa, la serial
y la econométrica- y dos oficios entrelazados y reñidos: el de historiador y l 9 Véase la revisión de Vilar, 1983 (1974),citado supra, y el formidabletrabajo de Ernest Labrousse,
Fluctuuciones económicds e historia social, Madrid, 1962. Una visión de conjunto sobre el desarrollo
economista, procurando a la vez diferenciación y comunicación. Dicho de historiográfico de la VI sección de la Ecole en el trabajo de Emannuel Le Roy Ladurie, "Lo cuantita-
otra manera, con un lenguaje común -la cuantificación- la historia empren- tivo en historia: la Sexta Sección de la Ecole Pratique des Hautes Etudes", en C. Cardoso y H . Pérez
dida por economistas se enfrentó a la economia del pasado vista por los Brignoli, Perspectivds de la historiografi contemporÁnea,México, 1976, p. 71-90.
lo "En general, sostiene Chaunu, la duración de la fluctuación se acrecienta a medida que nos
historiadores. El resultado de ello fue la apertura de varios cauces remontamos en el tiempo. El alargamiento es, además, proporcionalmente mucho más grande en los
historiográficos que tendieron a disociarse (v. gr. la historia serial de la elementos largos y, en verdad, los más hipotéticos en las economías modernas de la coyuntura (fase e
cliometria) o a un agotamiento de su torrente creativo (la historia cuantitativa intercido) que en los elementos cortos, fluctuaciones primarias y fluctuaciones cíclicas. El rasgo
mayor de esta dinámica antigua puede ser así, resumirse en dos palabras: alargamiento y acentuación
como econometría retrospectiva). de la fluctuación." Chaunu, op. cit., p. 26.
En esta historia, el primer impulso provino de los economistas interesa- " "The union between measurement and theory -sostenía Fogel, al presentar los primeros
dos desde los años veinte en el estudio de los movimientos cíclicos de la resultados colectivos de la empresa cliométrica- is most clearly evident." Robert Fogel, "The New
Economic History: its Findings and Methods" (1966), en R. Fogel y Stanley Engerman, The
economía (Juglar,Kitchin, Kondratieff, Kuznets y Schumpeter, 6ntre otros).l8 Reinterpretarion ofAmerican Economic Histoy, Harper & Row, New York, 1971, p. 8.
La respuesta no pudo ser menos creativa, con los trabajos de Hamilton, "Yo no creo, hablando francamente-dice Romano-, que la importancia de la New Economic
History resida en el uso de las calculadoras y ni siquiera tanto en los resultados por ella obtenidos (y
que son, no obstante, muy interesantes). Pienso, sobre todo, que la gran contribución de esa escuela
consiste en el hecho de que ha introducido un elemento absolutamente nuevo: la 'alternativa'. ¿Cuál
'' cuantitativo en historia", op. cit., 1978 (originalmente en Annafes E X , xxv1:01, 1971, p. habría sido el curso de los acontecimientos si en lugar de adoptar una determinada solución la dase
63-75). dirigente se hubiera decidido por otra manteniendo constante el sistema general político-administra-
" "La historia cuantitativa: dos o tres cosas que sé de ellan, Coloquio Los Annales. Ayer y Hoy, tivo-económico-social? La 'novedad', en este sentido y sólo en este sentido, de la New Economic
organizado por el Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias de la (arrónica) WS. Ha History me parece verdaderamente fundamental." Ruggiero Romano, "La historia hoy", Memoria
i
sido publicado en castellanopor Alejandro Tortolem en ~ s t u d i o s ~ i s t ó r i c o s ~ , . ~ ~ ~ <contexto
texto de la reunión UNESCDFLACSO, México, 1980, p. 19. Para una ampliación del tema ver, del autor,
15, México, 1993, p. 15-28. "Conveniencia y peligros de aplicar los métodos de la 'Nueva Historia Económica'", en Enrique
l 8 J. A. ~ s t eTrdtddo
i sobre los ciclos económicos, México, 1974, p. 13-33 Florescano, La historia económica en América Lttina, México, 1972, p. 237-252.
150 ANTONíO LBARRA LA CUANTIFICACIÓN SISTEMÁTICA EN HISTORIA ECONÓMICA 151

nal, a la medición sistemática del producto y la distribución del ingreso reemplaza- en favor de una historia-problema que "traduce" el tiempo del
nacional: la llamada "historia ~ u a n t i t a t i v a "por
~ ~ sus promotores (Marc- historiador a la dinámica c o y u n t ~ r a o,
l ~en
~ su defecto, lo lleva al sistema de
zewski y Toutain) y "econometría retrospectiva" por sus detractores (Vilar interdependencia5 planteado en el modelo e ~ ~ l i c a t i v olo ,2~que incluye el
y Chaunu). recurso de la "hipótesis contrafact~al".~~
Nuevamente, la respuesta de los historiadores tuvo una expresión Finalmente, el impacto de largo alcance de la cuantificación en la histo-
creativa: la medición serial no sólo económica, siq@iambién demográfica y ria económica tiene que ver con las preguntas que se hace el historiador, o el
social. Por consiguiente, la construcción de modkios empíricos sobre el pa- economista, intrigados por el pasado y con la pertinencia y actualidad de los
sado no sólo debería incluir pulsaciones económicas sino también su respira- instrumentos cuantitativos que adoptan para explorarla^.^' Entre otras, pue-
ción social y sus mutaciones demográficas: la historia serial debía ser útil y, den señalarse, para los econometristas, la evaluación macroeconómica del
a la vez, integrad~ra.~~ crecimiento de larga duración y su inflexión ind~strial;'~ para los cliómetras,
Sin embargo, en estas propuestas historiográficas, pendulares en su diá- los agentes dinámicos en la evolución económica del pasado como la oferta
logo, hay claves importantes que explican su incorrespondencia. Primero, el de factores económicos en el crecimiento, los transportes en los costes de
lenguaje -las matemáticas- y su sintaxis -y su cuantificación- no se co- transacción, la eficiencia económica de empresas premodernas y la función
rresponden: hay una gran diferencia entre medición y cuantificación, entre de las instituciones en el cambio económico;" para la tradición de Annales,
registrar y elaborar conceptualmente el "dato", entre tomar el pulso y carac- la evolución coyuntural de los elementos económicos y sociodemográficos
terizar la estructura económica o social en su mo~imiento.~' N o tiene el mis-
mo significado trazar el curso coyuntural de variables que formalizarlas en
un modelo de relaciones recíprocas cuantificables. 2R -E1 análisis coyuntural -escribió Braudel-, aun en el caso de realizarlo a diferentes niveles,

Segundo, la reconstrucción empírica del pasado entre historiadores y no puede nunca proporcionarnos una verdad redonda e indiscutible. Pero con todo, sigue siendo uno
de los medios necesarios de toda explicación histórica, y, como tal, útil formulación del problema." El
economistasrefleja dos actitudes epistemológicas diferenciadas, ya que mien- Mediterráneo y el mundo mediterráneo m la época de Felipe II, México, 1981, t. 2, p. 329-330. Ver
tras los primeros enfatizan la calidad histórica del "dat0",2~los segundos pro- también de Pierre Chaunu, "Dinámica coyuntural e historia serialn (1960), e n Historia cuntitativa,
curan la coherencia de los registros con el modelo a ensayar.27En ambos historia seridl, p. 15-27.
2' "la construcción de un sistema de referencias puede hacerse independientemente de toda
casos, el dato histórico es construido más allá de los acontecimientos -los con respecto a un relato histórico dado -sostiene Marczewski-. Incluso puede reali-
zarse siguiendo la forma de un esquema general, aplicable a todas las realidades de un mismo tipo. Las
descripcionescuantitativas que resulten serán [...] enteramente objetivasy comparables entre sí, den-
tro del enfoque del sistema de rqfiermciasadoptado. Marczewski, op. cit., p. 16.
j3 Jean Marczewski, Comptabilité nationale, Paris, 1967, parricularmente en 'L'extension de O' *Prácticamente, cualquier afirmación histórica condicional que trate de sopesar la impor-
l'espace comptable", la sección segunda del capítclo n: L'appon 1la science et 1I'histoire, p. 557-561. tancia relativa de factores causales contiene un mecanismo contrafactual implícito. Pero, en cuan-
j4 Ver de Chaunu "¿Sedebe preferir una forma de historia?", op. cit., p. 163-178. to mecanismo heurístico, el contrafactual sólo se puede utilizar de manera convincente cuando es
j5 'La cuantificación,como asignación de números y operaciones con números, está en el fon- posible concretar una alternativa plausible y elaborar y medir sus conexiones con el resto de la
do de la medición, y en esta medida la decisión de la medición se encuentra sujeta a las mismas economía; es decir, los mecanismos contrafactuales parecen útiles cuando se puede utilizar la teoría
consideraciones que la cuantificación, con el añadido de que la decisión del tipo de medición no económica para predecir resultados bajo condiciones alternativas. Sólo entonces está al alcance de
depende fundamentalmente del concepto de medir, sino del nivel de abstracción." Enrique de la los historiadores aislar y cuantificar lacontribución de una variable determinada." O'Brien, op.cit.,
Garza, "Medición, cuantificación y reconstmcción de la realidadn, Revista Mexicana de Sociología, 1984, p. 384-385.
X L I X : ~ene.-mar.
~, 1987, México, p. 291.
26 "Tuvimos que probar que éramos historiadores -reflexiona Chaunu sobre su ~abajo-, que
" "cuando el historiador, el verdadero, se vuelve al pasado con algún buen formulario de
ciencia social en su equipaje, corre menos el peligro de ser víctima de su instrumento". Chaunu, op.
el peso de cada término de la serie era calculado con la balanza precisa de la historia [...], que una serie cit., p. 18.
de precios era una cadena de testimonios, que el valor monetario de un borrego o el cargamento de
un galeón que navegaba de Sevilla hacia la tierra firme a través del Atlántico era un testimonio que se
" ?por primera vez según nuestro conocimiento -señalaba Marczewski-, los economistas y
los historiadores de numerosos países trabajaron juntos en la verificación de una hipótesis histórica
ha criticado como cualquier relato de la batalla de Waterloo, con una minuciosidad que habíamos (el take ofindustrial, A.1.) utilizando los datos de la historia cuantitativa. Al hacerlo, los economistas
heredado de los maestros de todos nosotros, los benedictinos de San Mauro. Y luego, de pronto, debieron admitir que no puede encararse un estudio de crecimiento sin recurrir alos datos históricos
cesaron las resistencias; aprobado el alegato d e la historia serial-, la causa pareció defendida, y bien o generalizables y no cuantificables; los historiadores, por su parre, reconocieron la utilidad de los
defendida." Chaunu, op. cit., p. 8. instrumentos del análisis cuantitativo fundados sobre la interdependencia de los fenómenos econó-
'' "La ventaja de los métodos cuantitativos se reduce -sostenía Marczewski-, en suma, al micos." Marczewski, op. cit., p. 62-63.
hecho de que desplazan el momento en que interviene la selección del observador; en lugar de hacer- 33 Ver este abanico de problemas en Roben Fogel y Stanley Engerman (editores), The
la actuar durantela observación de la realidad por describir, la selección se manifiesta esencidmente al Reinterpretation ofAmerican Economic Histoy, New York, 1971. Así, también la antología pu-
construir el sistema de referencias que servirá para laenumeración de 10s hechos, convenidos de esta blicada en español por Peter Temin, Ld nueva historia económica. Lecturas seleccionadas, Madrid,
manera en conceptualmente homogéneos." J. Marczewski, op. cit., p. 16. 1984.
ANTONIO IBARRA

Si traducimos nuestra caracterización anterior sobre las corrientes histo- Todavía más, la cliometría, tan cercana en apariencia a los economistas,
riográficas que emplean explícitamente la cuantificación como instrumento ha sido soslayada en la historiografía económica hasta recientes fechas, pero
y concepto, advertiríamos que los campos privilegiados y ensayados por la de nuevo ha sido mayoritariamente ensayada por historiadores, y no por
historia serial en México son los precios,* la producción agr~pecuaria,~~ mi- azar, norteamericano^,^' salvo el trabajo de Enrique Cárdenas que abre una
nera y monetaria,46los intercambios externos4' e internos,48la demografía49 línea de réplica hi~toriográfica.~~ La preferencia por el estudio del crecimien-
y, más recientemente, la cultura y las llamadas "men~&idades".~~ to económico preindustrial -el atraso, como lo define Coatsworth- a nivel
Por su parte, la llamada econometría retrospecti&Tque ha pasado inadver- macroeconómico y sectorial, el influjo de los transportes en e1 derrotero
tida 19 mismo entre historiadores y economistas, tiene un lugar secundario de la indu~trialización,~~ los precios y la infla~ión,~'así como el sistema fi-
respecto de otras mediciones: el problema del crecimiento económico, para nanciero5*y la inversión externa59muestran la transferencia de temáticas e
los economistas, es de este sig10.~'NO obstante, la medición del producto instrumentos analíticos, aunque también ya desarrolladas por historiadores
nacional bruto, su nivel y estructura han cobrado un reciente interés entre de formación básica en economía.
historiadores económicos como recurso para estimar la evolución económi- La preferencia por una historia ideográfica y conceptual, vale decir no
ca de largo plazo, pero aún carecemos de una contabilidad nacional regresiva cuantitativa, tiene otras explicaciones adicionales, a saber: la ausencia de ins-
para el siglo pasado.52 tituciones que localicen y coordinen sus esfuerzos, la debilidad curricular de
la formación instrumental y económica de los hist~riadores,~~ así como el
1992) y Pedro Pérez Herrero ("Los beneficiarios del reformismo borbónico: metrópoli versus élites desafecto de los economistas por el trabajo empírico primario -la recons-
novohispanasn, Historia Mexicana, X X I I : México,
~~, 1991).
44 El trabajo pionem es, sin duda, el de Enrique Florescano, Precios del maíz y crisis agrícolas en trucción de series desde el archivo- asociado al carácter subordinado de la
México, 1708-1810, México, 1986 (1969), pero son notables los de Virginia García, por ejemplo, Los cuantificación en el discurso historiográfico, tanto por la carencia de medios
preciosdel trigo en la histo& col~nialdeMéxico,México, 1988. U n articulado balance hist~rio~ráfico, de difusión especializada (como la Economic History Review en Estados Uni-
de ambos autores, está en el libro Historia de losprecios de los alimentos y manufacturas nwohzspanas,
México, CIESAS-UNAM, 1995. dos o la Revista de Historia Económica en España, por citar algunos ejem-
45 Los trabajos que mejor expresan esta tendencia son los de Arístides Medina Rubio (La Iglesia plos) que ~ r o ~ i c i la
e ncomunicación entre historiadores y economistas, son
y la producción qyácola en Puebh, 1540-1795, México, 1983), Claude Morin (Michoacin en el siglo
XVIII, México, 1974), Rodolfo Pastor et al. (Fluctuaciones económicds en Oaxdca durante el siglo XWI,
algunas circunstancias que obran en su contra.
México, 1979), los trabajos pioneros de S. Cook y W.Borah (recientemente compilados en Ekpasado
de México: aspectos sociodemográ~cos,México, 1989), Ramón Serrera (Guaddlajara ganaderd. Estudio
regional nwogálico, Sevilla, 1973) y Eric Van Young (Haciendd and Market in Eighteenth-Century 5Z Quien ha traducido, sistemáticamente, los temas emblemáticos de la cliometría ha sido John
México. The Rural Economy of G d h j a r a , California, 1981 y su reciente antología El ocasodel orden Cw~tsworth,Los orkenes del atraso, op. cit., que, si bien ha despertado polémicas, ha sido por el conte-
colonial, México, 1992). nido de su trabajo no por el método y su referente teórico.
46 ES de mencionar, particularmente entre los trabajos de Richard Garner, "Silver Production 54 Véase "Algunas consideraciones sobre la depresión económica mexicanan,en H I S U , Lima,1987;
and Entrepreneurial Stmcture in 18 thCentury Méxicon, Bonn, 1980, y su reciente libro Economic así, también, su reciente trabajo "Una reinterpretación macmeconómica del atraso en la economía
G m v t h and Change in Bourbon Mexico, University of Florida Press, 1993. mexicanan, en El TrimestreEconómica
47 Los trabajos de Brian Hamnett (Política y comercio en el sur de México, México, 1979) e Inés De nuevo, el trabajo de Coatsworth sobre El impactodelosferrocawiles en elporftriato, Méxi-
Herrera Canales (Historia del comercio exterior en México, México, 1984), si bien no son estrictamente co, 1983, es fundamental.
seriales, reconstruyen y aprovechan este análisis. s6 Véanse las recientes interpretaciones de S. Haber sobre la industrialización mexicana en Re-
48 Son de particular importancia, por su trabajo pionero y conclusiones, los trabajos de Juan vista de Historia Económica, Madrid, 1990.
Carlos Garavaglia y Juan Carlos Grosso, especialmente "Le regioni della Nuova España nell' epoca s7 En particular el trabajo de Enrique Cárdenas y Carlos Manns, "Inflación y estabilización
borbonica: un'analisi quantitativa (1778-1809)", en Rivista Storica Italiana, ~ ~ 1 x 0Turín,
3 , 1987. monetaria en México durante la Revolución", en Lecturas del Trimestre Económico 64(2), México,
49 En particular el trabajo de Cecilia Rabell, La población nmhispana a la luz de los registros 4 00"
177L.
pdmguiales (avances y perspectivas de investigución), México, 1990. ' 8 Ver los trabajos pioneros coordinados por Carlos Marichal y Leonor Ludlow, Banca poder
Ver los recientes balances de Enfique Florescano (El nuevo pasado mexicano, México, 1993) y m México (1800-1925),México, 1986; y recientemente el trabajo de Luis Téllez, "Préstamos externos,
Solange Alberro ("La historia de las mentalidades: trayectoria y perspectivasn, Historia Mexicana, primas de riesgo y hechos políticos: la experiencia mexicana en el siglo XIX",Lecturas del Trimestre
m:O2, México, 1992). Económico 64 (2), ~ é x i c o 1992.
,
" U n precursor, sin discutir con los historiadores, es el trabajo de Leopoldo Solís, Lb realidllCI "Ver el trabajo de Marichal, Historia dela derrda e x t m d e A m w ~ Latina,
a Madrid, 1988, y de
económica mexicana: retrwisión y perspectivas, México, 1970. Jaime Zabludowsky, "La depreciación de la plata y las exportaciones", en Lecturus del Trimestre
* Quien más abiertamente ha seguido esa dirección es John Coatsworth (Losorígenes del dtraso, Económico 64 (2).
México, 1990, particularmente sus trabajos sobre la macroeconomía mexicana) y más recientemente contamos, aún, con una formación universitaria en historia económica como disciplina
Richard y Linda Sal-mcci ("La productividad de la economía mexicana, 175&1850n. en HiSL.4, Lima, independiente sino con especializaciones en los dos campos convergentes: bien historiadores en la
1980, y "Las consecuencias económicas de la independencia en Méxicon, en L. Prados y S. A m a d , economía o economistas en la historia. Sin embargo, la investigación empírica no ha dependido de
Las consecuencias económicas de la independencia americdna, Madrid, 1993). una formación curricular específica.
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