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LAS LUCHAS OBRERAS EN SEAT DESDE 1970 HASTA 1975

Introducción

Desde su nacimiento en 1950 hasta la mitad de los años setenta la SEAT se caracterizó,

quizá más que en otras empresas españolas, por su afinidad al régimen franquista. El

objetivo de este artículo es explicar las luchas obreras en la mencionada empresa en sus

momentos más álgidos, esto es, desde 1970 hasta 1975.

Para ello me he valido de la prensa clandestina de aquella época Asamblea Obrera,

órgano de los trabajadores de SEAT y de entrevistas a líderes obreros que lucharon

durante esos años.

Las luchas laborales en SEAT

En 1970 y ante el próximo convenio de SEAT, los trabajadores demandaban 380

pesetas al día como salario mínimo, 40 horas de trabajo semanal (trabajaban 48 horas),

salario real del 100% para enfermos, accidentados y jubilados, escala móvil de salarios,

derecho de asambleas en los talleres y garantías para los dirigentes y representantes

obreros.1

La primera etapa de la negociación colectiva para negociar un buen acuerdo era la

creación de una plataforma. En las factorías bien organizadas, esta lista de demandas se

redactó basándose en un cuestionario que se pasaba a todos los trabajadores. Después

venía una serie de reuniones en diferentes talleres que culminaban en asambleas de

todos los afectados en las que se discutía su contenido y se aprobaba. El simple hecho

1
Asamblea Obrera, nº 1, 2 de enero de 1970 y nº 2, 7 de enero de 1970
2

de que se pudieran llevar a cabo estas asambleas dice mucho a favor de la fuerza

creciente de la organización obrera en muchas de las plantas más grandes.

Lo que sorprende de estas plataformas es su uniformidad. Al principio de la lista

normalmente se incluía la demanda de trabajo de 40 horas semanales repartidas en cinco

días y paga íntegra por enfermedad o jubilación, convenios de un año de duración en

lugar de dos, derecho de huelga y reunión, derechos sindicales, amnistía para los presos

y exiliados políticos y readmisión de los militantes despedidos. La característica más

notable de estas reivindicaciones era la mezcla de peticiones en torno a los sueldos y las

horas de trabajo con demandas con una fuerte carga política que difícilmente se podían

conceder en el contexto del sistema franquista.2

En el nº 8 de Asamblea Obrera apareció un artículo explicando que son los

Comisiones Obreras, que entre otras cosas decía lo siguiente:

Las comisiones Obreras no son una organización clandestina, no son un partido político.
¿Qué son pues? Son la organización de los trabajadores para la defensa de nuestros
intereses. En ellas se unen todos los trabajadores dispuestos a luchar por nuestras
reivindicaciones. Es el grupo de obreros del taller, de la oficina, de la fábrica, que ante
cualquier injusticia o problema, sin pedir permiso a nadie, discute la forma de
solucionarlo.
La Comisión Obrera se forma sin necesidad de carnés ni autorización de nadie, ni
tienen qua aceptar ninguna ideología previa. Nuestra condición de trabajadores es
suficiente y nuestra voluntad de lucha es la única exigencia. Allí donde unos
trabajadores toman la iniciativa de reunirse con unos compañeros de trabajo para
examinar conjuntamente sus problemas, sus reivindicaciones, allí nace una comisión
Obrera. En definitiva las Comisiones Obreras son el movimiento unitario de los
trabajadores, son el embrión del fututo sindicato de clase, el sindicato obrero de verdad,
sin intromisión de la patronal (como sucede con la CNS, el sindicato oficial).
En SEAT la comisión Obrera son los hombres que junto con los demás trabajadores
elaboraron la plataforma reivindicativa del convenio. Son los hombres que intervinieron
en asambleas, somos todos los que participamos en forma activa en las pasadas luchas.
Son los hombres que recogiendo el sentir de todos denunciaron los criminales
accidentes de trabajo que costaron la vida de nuestros compañeros Luis Iniesta y Pedro
Ibáñez. Son los hombres que en el taller o en la oficina discuten todos los problemas
que nos afectan
Su forma de trabajo se basa en la unidad, solidaridad, coordinación y en la
independencia de la clase obrera. Las Comisiones Obreras actúan y trabajan
abiertamente, organizando y dirigiendo la lucha surgida en talleres y oficinas.
2
cfr. Sebastián Balfour, La dictadura, los trabajadores y la ciudad. El movimiento obrero en el área
metropolitana de Barcelona (1939-1988), Valencia, Edicions Alfons el Magnànim, 1994, pp. 180-181
3

La información es un instrumento de lucha junto con la orientación; se realiza a través


de nuestro periódico asamblea Obrera y octavillas, así como en las reuniones en los
lugares de trabajo, en el local del jurado, en las asambleas y discusiones a la hora del
bocadillo. Nuestra aportación económica es necesaria para sostener nuestro periódico
asamblea Obrera.
La ayuda a los trabajadores en lucha y a los represaliados, la solidaridad proletaria es
otra forma importante de trabajo. Estas son algunas de las formas de trabajo de
Comisiones Obreras.
Las comisiones Obreras a pesar de las dificultades se coordinan. Se coordinan los
diferentes talleres de la fábrica, las empresas del mismo ramo y localidad. Además
eligen democráticamente a los compañeros encargados de tomar estos contactos con
obreros de otras empresas, de informar al ramo.
Nuestro programa es muy amplio y va desde la más pequeña reivindicación hasta la
total emancipación de la clase obrera. En estos momentos nuestros objetivos son:
-REIVINDICACIONES ECONÓMICAS: salario mínimo no inferior a 380 pesetas
diarias, 40 horas semanales, escala móvil de salarios, abolición del sistema de primas,
seguridad en el trabajo…
DERECHOS SINDICALES OBREROS: auténticos representantes obreros. Garantía
para los dirigentes y representantes de los trabajadores. Anulación del régimen interior3.
Derecho de huelga. Derecho de asamblea en el interior de la empresa. Contra la CNS y
la ley sindical del gobierno. Por el sindicato de clase
OBJETIVOS SOLIDARIOS: solidaridad con los trabajadores en lucha, readmisión de
los despedidos. Libertad para los trabajadores detenidos. Solidaridad con los
represaliados y sus familias
De la propia lucha diaria y de los objetivos anteriores se desprenden como exigencias
obreras: libertades democráticas, de asociación, reunión, expresión. Amnistía general
para presos y exiliados políticos y sociales. Solidaridad internacionalista con los
trabajadores y pueblos en lucha por sus derechos en el mundo entero.

Sin embargo, en Comisiones Obreras de SEAT el partido que marcaba la táctica y

estrategia a seguir era el PSUC.4

* * *

El resultado del VI convenio5 (tuvo vigencia durante los años 1970 y 1971) establecía

doscientas sesenta y nueve días laborales, resultando para el personal a turnos dos mil

3
era una reglamentación autoritaria que llevaba al despido. Por ejemplo el no llegar a la producción
estipulada, y si eran dos veces al mes significaba causa de despido. El llevar la chapa de identificación no
visible…
4
entrevistas a José Carrizosa (extrabajador de SEAT. Estuvo en el comité de empresa en 1970) y
Armando Varo (extrabajador de SEAT. Era el que representaba las comisiones Obreras de SEAT)
5
Bletín Oficial del Estado, n.º 183, 1 de agosto de 1979
4

ciento nueve horas diez minutos de trabajo efectivo para el año 1970 y dos mil ciento

cinco horas diez minutos para el año 1971. En cuanto a las condiciones económicas, se

establecía un aumento de 730 pesetas mensuales a los peones asimilados a especialistas

con un año de antigüedad en la empresa. Las retribuciones a empleados, subalternos y

obreros mensuales era la siguiente:

Cuarta categoría

14 años 2.625 pesetas


15 años 3.475
16 años 4.720
17 años 4.720

Tercera categoría

Ingreso 5.508 pesetas


a) 5.885
b) 7.240
c) 7.912

segunda categoría

a) 7.912 pesetas
b) 8.602
c) 9.309

primera categoría

a) 9.309 pesetas
b) 10..021
c) 10.761
d) 11.543

encargados de taller asimilados y oficiales especial obreros

a) 10.761 pesetas
b) 11.543
c) 12.275
d) 13.151

jefes de segunda y asimilados

a) 12.275 pesetas
b) 13.151
c) 14.284
d) 15.416
5

jefes de primera y asimilados

a) 14.284 pesetas
b) 15.416
c) 16.634
d) 17.824

La letra a) para categorías superiores a la tercera correspondiente al personal que


ingrese o ascienda a la respectiva categoría durante los primeros seis meses. La letra b)
se considera como retribución normal. La letra c) y siguientes se consideran
excepcionales para premiar la capacidad o méritos a juicio de la dirección

Una vez firmado el VI convenio colectivo, los trabajadores se congratularon de la

consecución de las mejoras salariales (obtuvieron el 23% de aumentos salariales y no el

8% que la empresa quería imponer) y la readmisión de 6 de los 10 despedidos.

Sin embrago, para los obreros de SEAT el nuevo convenio no significaba las 380

pesetas diarias de salario mínimo por 40 horas semanales, el 100% de salario real para

enfermos y jubilados, la mejora del sistema de primas, la disminución del ritmo de

trabajo y el establecimiento del derecho de reunión que ellos impusieron en la práctica

con las asambleas.6

Continuaron quejándose de la insignificancia de los sueldos y del aumento de los

precios. Éstos no dejaron de subir desde 1970 hasta 1976 como lo atestiguan los

siguientes datos7:

1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976

108,0 116,9 126,6 141,1 163,2 190,9 224,5

También se quejaron del aumento de los ritmos de trabajo. En el n.º100 de septiembre

de 1970 se puede leer en Asamblea Obrera lo siguiente:

6
Asamblea Obrera, n.º 5, 18 de marzo de 1970
7
Mirem Etxezarreta, Informe sobre la economía española 1970-1979: una visión crítica, Barcelona, El
viejo topo, 1979, p. 80
6

Nos aumentan la producción y los ritmos en los talleres. En la cadena del 850 en el
taller 7 han aumentado en 25 coches diarios la producción con el mismo personal. En
chapistería del taller 4 mantienen la misma producción y disminuyen el personal. En
presas se va al máximo rendimiento y nadie saca la producción

Y es que la tendencia de la empresa era la de aumentar continuamente los ritmos. En

cadenas, la práctica más extendidas era el puro y simple aumento de los ritmos,

forzando la velocidad de aquellos. Los trabajadores directos (los de la cadena de

montaje) no tenían descanso ni para orinar8.

1971 empezó con las elecciones sindicales anunciadas para el 17 de mayo. Asamblea

Obrera (n.º 17, con fecha 26 de febrero) se pronunció en contra de la ley sindical que se

había aprobado en las cortes alegando que se quería meter juntos a patronos y obreros

para que aquéllos y los falangistas cumplieran sus órdenes contra los trabajadores.

Frente a la CNS (sindicato oficial) este periódico clandestino reivindicó el derecho a

organizarse independientemente en un sindicato de clase. Y que para lograrlo se tenía

que acabar con la dictadura fascista.

Abogó por la utilización de las posibilidades legales, que significaban utilizar las

elecciones sindicales para facilitar la amplia discusión entre todos los trabajadores de

los problemas pendientes, hacer asambleas para facilitar la aparición de nuevos

dirigentes obreros para lograr su ligazón con todos los trabajadores y proporcionarles

así una protección de lucha.

También se pronunció a favor de conseguir cargos sindicales auténticamente

representativos sin caer en el legalismo y sin abandonar las formas de lucha

extralegales.

Finalmente, abogó por la existencia de comisiones Obreras en cada taller.

8
entrevista a Armando Varo.
Para una visión exhaustiva sobre los intolerables ritmos de trabajo véase Faustino Miguélez Lobo, SEAT.
La empresa modelo del régimen, Barcelona, dopesa, 1977, pp. 75-111
7

El 12 de mayo de 1971 Asamblea Obrera defendió las candidaturas obreras y se

pronunció por un aumento inmediato de 3.000 pesetas para todas las categorías, 40

horas de trabajo semanal, salario completo para enfermos y jubilados, anulación del

actual régimen interior, derecho de reunión en asamblea en los talleres y oficinas,

auténticas medidas de seguridad en el trabajo, control de los trabajadores del sistema de

primas y tiempos y dimisión de todos los cargos sindicales que continúan por sorteo.

En mayo de este mismo, las candidaturas obreras salieron elegidas en los talleres,

conquistando la mayoría de los cargos sindicales; también consiguieron importantes

avances entre los técnicos y administrativos.

En mayo, 14.000 trabajadores -de 20.000 que tenía la empresa- pararon dos días

exigiendo que pagaran la prima y los beneficios, el control de las primas y los tiempos,

aumento de 3.000 pesetas al mes y por el derecho de hacer asambleas sin limitaciones

de ningún tipo9.

El 18 de octubre de este mismo año se produjo la ocupación de los talleres. Cerca de

8.000 trabajadores, a partir de las primeras horas de la mañana, paralizaron la

producción y organizaron manifestaciones internas mientras los despedidos entraban en

la fábrica. A partir de las primeras horas de la tarde la policía también entró en la

factoría de la Zona Franca, y hacia las cinco empezó a lanzar gases lacrimógenos y a

disparar contra los obreros, uno de los cuales, Antonio Ruiz Villalba, moriría en los días

siguientes como consecuencia de las heridas provocadas por un disparo policial.

Mientras tanto, la empresa decidió la suspensión de empleo y sueldo para los

trabajadores del turno de la mañana y el cierre de la planta durante dos días10.

9
Asamblea Obrera, n.º 21, 18 de mayo de 1071
10
entrevista a José Carrizosa. Para un relato más pormenorizado cfr. Sebastián Balfour, op. cit., pp. 189-
192
8

La ocupación fue el punto culminante de una campaña encabezada por Comisiones

Obreras de SEAT para garantizar la readmisión de algunas docenas de militantes

despedidos en un conflicto anterior sobre las horas extra obligatorias.

En 1972 se pronunciaron en contra del laudo del gobierno y de la empresa y pidieron

la libertad de los encarcelados, la readmisión de todos los despedidos y anulación de las

sanciones, 4.500 pesetas de aumento para todos, 40 horas semanales, sueldo real para

enfermos y jubilados al 100%, anulación del régimen interior de la empresa, derecho de

asamblea y de huelga y un mes de vacaciones en verano y quince días en navidad11.

El laudo, que tuvo vigencia entre el 1 de enero de 1972 y el 30 de septiembre del

mismo año, incrementaba los sueldos 9.000 pesetas anuales para todas las categorías y

aumentaba un 6’5% los sueldos y jornales vigentes para cada una de las categorías12.

A finales de 1972 se firmó el VII convenio, cuya vigencia era del 1 de octubre de 1972

hasta el 31 de diciembre de 1974.

En este convenio se estableció que el total de horas de trabajo sería de dos mil setenta

y tres y diez minutos en 1973 y dos mil cuarenta y una horas diez minutos en 1974.

El periodo de vacaciones anual retribuido sería de veintiún días naturales de las cuales

dieciocho deberían ser necesariamente laborales.

Los sueldos eran los siguientes:

Cuarta categoría
14 años 4.450 pesetas
15 años 5.630
16 años 6.535
17 años 7.360

tercera categoría

ingreso 9.085 pesetas


a) 10.265
b) 10.930
c) 11.645
11
Asamblea obrera, n.º 43, 7 de febrero de 1972
12
Boletín Oficial del Estado, n.º 32, 7 de febrero de 1972
9

oficial 3.ª obrero a) 10.930 pesetas


oficial 3.º obrero b) 11.645
oficial 3.º obrero c) 12.380

segunda categoría

a) 11.645 pesetas
b) 12.380
c) 13.135

primera categoría

a) 13.135 pesetas
b) 13.895
c) 14.680
d) 15-515

encargados de taller, asimilados y oficiales de primera especial obreros

a) 14.680 pesetas
b) 15.515
c) 16.295
d) 17.225

jefes de segunda y asimilados

a) 16.295 pesetas
b) 17.225
c) 18.435
d) 19.640

jefes de primera y asimilados

a) 18.435 pesetas
b) 19.640
c) 20.935
d) 22.290

la letra a) para los oficiales de tercera, mano de obra y demás categorías superiores a la
tercera correspondiente al personal que ingrese o ascienda a la respectiva categoría
durante los primeros seis meses. Le letra b) se considera como retribución normal. La
letra c) y siguientes se destinarán a premiar la capacidad o méritos a juicio de la
dirección13
13
Boletín Oficial del Estado, n.º 12, 13 de enero de 1973
10

En 1973 ante el clima de tensión fue suficiente la comunicación de la dirección de

SEAT de retener del sueldo para la Seguridad Social para provocar nuevos paros de

producción. La empresa decidió un nuevo cierre de cinco días, terminados los cuales

despidió a 35 obreros y abrió los trámites de despido para un vocal y cinco enlaces. Las

manifestaciones de apoyo a los despedidos delante del tribunal obligaron al magistrado

a retrasar el juicio cuatro veces. Si por un lado todos los despedidos prefirieron la

indemnización, por otro estaba claro que el conflicto de trabajo marcaba un paso

ulterior hacia su transformación en lucha por los derechos políticos y sindicales. En este

sentido, cada día más numerosos, constituyeron un factor coagulante de la protesta

obrera.

Ese mismo año, la OSE criticó a la Magistratura por sus sentencias favorables a los

despidos, agudizando con ello la conflictividad y eliminando un importante instrumento

de control obrero. De hecho, durante el año 1973 se registró el mayor número de horas

perdidas por conflicto desde 1970, más de 8 millones, según la OSE, y 11 en los datos

del Ministerio de Trabajo. Durante el mes de octubre en la SEAT se registraron

iniciativas de lucha con ocasión del segundo aniversario de la ocupación de la fábrica y

de la revisión del convenio.

En 1974, en el contexto de general reorganización del Estado que sucedió al asesinato

de Carrero Blanco, se multiplicaron las formas de solidaridad de los trabajadores de

SEAT con los conflictos de otras empresas. Pero fue sobre todo en octubre,

coincidiendo con el tercer aniversario de la ocupación y las negociaciones del convenio,

cuando tuvo origen una hola de huelgas que abriría la fase más dura de las luchas

después de 1971. Se produjo en primer lugar el paro de cuatro horas en siete talleres,
11

para posteriormente llegar a paralizar completamente la producción. La dirección

intentó jugar la carta del cierre en el momento de crisis económica más aguda. Unos

10.000 trabajadores de SEAT firmaron un contra documento elaborado con la ayuda de

economistas y sindicalistas.

En dicho documento se criticaba la subordinación de la empresa al poder de FIAT,

responsable de la limitación de las exportaciones de SEAT, y también la postura del

gobierno, que después de años de apoyo incondicional a la empresa había decretado la

vuelta de la FORD al mercado español. También se denunciaba la falta de una defensa

real de los derechos de los trabajadores por el sindicato oficial y se pedía la dimisión del

Jurado por su situación subalterna a la dirección en un momento tan crítico. Emergían

así todos los problemas de treinta años de gestión autoritaria de la mano de obra en los

cuales además todos los vocales y muchos enlaces elegidos en 1971 en la lista de

Comisiones Obreras habían tenido que afrontar sanciones y despidos.

A principios de noviembre de 1974 se produjo en todos los talleres el paro de la

producción durante varios días, a lo cual siguió la suspensión de sueldo para 19.000

obreros. Los trabajadores en huelga organizaron manifestaciones en las calles de

Barcelona, frente a la OSE y la Universidad, mientras que dentro de la fábrica también

se sumaban a la huelga. Durante las asambleas se decidió elegir 110 representantes en

sustitución de aquellos que respondían al carácter oficial, y se intentó –sin éxito-

organizar la huelga general. Pero la empresa tuvo que retirar la sanción después de que

los trabajadores presentaran a la Magistratura de Trabajo como un hecho insólito e

inédito 13.652 recursos.


12

El laudo decretado por SEAT en 197514 supuso una disminución de los días laborales y

un aumento del sueldo del 14%. Además el mismo hecho de que se había llegado a una

solución impidió que la empresa mantuviese una posición firme con respecto a los

costes de producción.

Le empresa se hizo otra vez incandescente en enero de 1975 por una detracción en las

primas. La dirección cerró la fábrica dos veces en una semana y fueron despedidos 500

trabajadores15. Era el acto final de una época. Después de las elecciones de junio, el

apoyo mayoritario del Jurado y de los enlaces desaparecería. En el contexto de

disgregación del régimen de Franco, en la SEAT volvió a ser elegido un solo enlace de

cada cinco, mientras que la Candidatura Unitaria Democrática (CUB) ganó 119 enlaces

sobre un total de 150 y 16 vocales sobre 1816.

Conclusión

Las comisiones Obreras alternaron la acción clandestina con el aprovechamiento de las

posibilidades legales, sobre todo con ocasión de las elecciones sindicales y de las

negociaciones de los convenios. No siempre la organización consiguió resultados

inmediatos, pero a largo plazo contribuyó a poner de relieve las contradicciones de la

legislación franquista. Por su parte, la dirección de SEAT se demostró poco preparada

para afrontar el aumento de la protesta obrera y muchas veces adoptó una postura

autoritaria. Esta aptitud constituyó una especie de boomerang, ya que a los despidos

seguían de forma sistemática el recurso a la Magistratura de Trabajo. No sólo los juicios

se resolvían a menudo con una sentencia favorable a los obreros, sino que se transmitió
14
En este laudo se incrementaban los sueldos lo equivalente al incremento experimentado en el índice del
coste de la vida en el conjunto nacional, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.
También se aumentaba 14.000 pesetas anuales iguales para todas las categorías. Véase en el Boletín
Oficial del Estado, n.º 276, 18 de noviembre de 1976
15
entrevistas a José Carrizosa y armando Varo
16
entrevistas a José Carrizosa y Armando Varo
13

al exterior de la fábrica la imagen autoritaria de la empresa. Finalmente, la elecciones

sindicales de 1975 registraron en SEAT una importante victoria de la Candidatura

Unitaria Democrática y marcaron el definitivo fracaso del sistema de relaciones

laborales concebido por el Nuevo Estado

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