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Universidad Nacional de Chimborazo

Diplomado Superior en Docencia en Ciencias de la Salud

LOS PROFESORES TAMBIÉN PIERDEN EL AÑO

Al inicio de un año escolar, toda institución educativa bien programada


organiza sus jornadas de estudio para los días escolares venideros. Que
bueno sería que nuestros docentes pensaran durante un momento que
también los profesores pueden perder el año. Así:

El profesor pierde el año, cuando sus alumnos al final del período escolar
no le respetan ni le estiman. Un profesor pierde el año, cuando en las
jornadas educativas solo se ha preocupado de transmitir una ciencia sin
sentido y sin alma, si solo se preocupó de llenar cabezas con contenidos de
histología, anatomía, microbiología, o de cualquier otra asignatura de un
programa que hay que cumplir a marcha forzada, cuando entrega “retazos
científicos” que va colocando en un casillero de un horario y en un
currículo desarticulado y desintegrado.

Pierde el año el profesor que es demasiado indulgente con sus alumnos y


permite que se lo “merienden” en todas las clases. Que los premia con
magníficas notas que no merecen y cuyas clases gustan porque son una
continuación del recreo, puro relajo, en donde nada se aprende porque no
hay autoridad.

También pierde el año el profesor demasiado severo a quien los alumnos


temen, aquel que se aprecie de hacer perder el año. Aquel cuya asignatura
es la más difícil para los alumnos. Este profesor, “cuchilla, verdugo,
machete, exterminador”, casi siempre pierde el año, así sea profesor de
Anatomía.

Pierde el año el profesor que atormenta diariamente a sus alumnos con la


rutina de la repetición. El que concibe a sus alumnos como loros,
autómatas, cajas de resonancia, simple papel carbón o fotocopia.

Pierde el año también el profesor, que podrá ser muy eminente en sus
clases como también en su ciencia, pero que en lo más mínimo influye
positivamente en el comportamiento y aprovechamiento de sus alumnos, no
les ayuda a estructurar su carácter, menos aún su personalidad. No los
cuestiona, no los indaga, no crea, no presenta un pensamiento lateral, no
suscita el espíritu crítico y creativo.

Módulo: Recursos y Evaluación del Aprendizaje en Ciencias de la Salud


Dr. José Monge, M.Sc.
Universidad Nacional de Chimborazo
Diplomado Superior en Docencia en Ciencias de la Salud

Quienes pasan por los salones de clase como anónimos, sin dejar estela y
después sus alumnos no le recuerdan ni para bien ni para mal. Aquellos
maestros de relleno, con una personalidad precaria, aburridos por
cansancio, con apuntes añejos, simples cumplidores de un contrato laboral,
cuyos alumnos son fichas, números, masa bulliciosa, desadaptados, vagos.
Profesores de estas clases, también pierden el año. Ni regalándoles puntos
se quedan para supletorio.

Gana el año aquel profesor que ha sabido inculcar en sus estudiantes un


sentido de responsabilidad ante sus deberes, aquel que ha sabido exigirles
en forma razonable. Profesor que se ha ganado el respeto y la sincera
estima de sus alumnos, que sabe escuchar sin alterarse frente a las
preguntas que hacen los alumnos y los reclamos razonables

Gana el año el profesor cuyos estudiantes si no han adelantado en ciertos


conocimientos, pero a lo largo del año, por la ayuda que les da, son muy
colaboradores y solidarios.

Gana el año el profesor que ha sabido contagiar a sus alumnos la


conciencia de bien, rectitud, sinceridad, franqueza, alegría, optimismo.

Gana el año el docente universitario que ha inculcado en sus estudiantes


hábitos de estudio, habilidades para autoaprender, destrezas de trabajo
autónomo, inclinación para investigar permanentemente, que es proactivo
para participar en foros de discusión.

Si después de una evaluación sincera, el ochenta por ciento de los


profesores de un establecimiento educativo gana el año, digamos que
aunque es susceptible de mejoría, va bien esa institución. Si el sesenta por
ciento de profesores apenas si gana el año, entonces podríamos decir que
está en la decadencia su institución.

Recordemos y quizá tengamos la grata experiencia de un educador, que en


sus años de ejercicio docente, “gana el año” con nosotros… por qué…? La
respuesta es simple: porque además de la ciencia influyó definitivamente
en nuestra vida, que con sus experiencias y sus enseñanzas hizo posible la
formación de un ser humano auténtico, capaz de enfrentarse a todos los
problemas que la vida le depare, que coadyuvó a la formación de un
profesional de la salud que sepa atender a sus pacientes con calidad y
calidez.

Módulo: Recursos y Evaluación del Aprendizaje en Ciencias de la Salud


Dr. José Monge, M.Sc.

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