/ noviembre de 2007
acabó de concretar cuando fui
a África, concretamente a la
zona del Sahel. Allí me di cuen-
ta que no podíamos contentar-
nos sólo con cultivar la tierra,
sino que había que integrar al
conjunto del entorno. Princi-
palmente porque este entorno
estaba muy deteriorado como
consecuencia de las sequías de
los años 70 y 80. Así que pensé
que había que integrar el agro
ecologismo como un principio
general. No sólo tener en cuen-
ta la agricultura, sino además
el entorno, el ser humano. Un
sistema que, además, se basara
en cómo gestionar los recur-
sos. Es decir, cómo proteger los
suelos contra la erosión. Cómo
gestionar el agua de la lluvia. Y
por supuesto, como gestionar
el mundo animal. Para mí la
agro ecología tiene un aspecto
técnico, ergonómico y científi-
co, pero también ético y moral.
Además, es bastante universal,
ya que se puede aplicar a cual-
quier parte del planeta. Es un
principio de vida colectivo, que
nos lleva a la conclusión que no
podemos asfixiar los recursos.
W: ¿Cuál es su opinión,
por tanto, sobre la ecología
industrial?
P.R: La considero como una
catástrofe ecológica mayor. Por
ponerle un ejemplo. Tuve la
ocasión de ir a España, invita-
do a participar en Almería en
un encuentro organizado por
la ONU sobre el problema de
la desertificación. Y pude com-
probar como España está de-
gradada por una mala gestión
de la agricultura. La agricultura
moderna que está basada sobre
la química de síntesis, los pes-
ticidas y unas prácticas agríco-
las que agraden a los suelos. Es
una verdadera catástrofe. Por
suerte, creo que nos estamos
dando cuenta poco a poco de
adonde estamos llegando, pero
no lo suficiente para parar este
proceso.
W: Usted abandonó París
para ir a vivir a Ardèche, en
pleno campo. ¿Cree que la
vida allí es más natural?
P.R: Principalmente abandoné
París, y por ende, cualquier
ciudad, porque no estoy de
acuerdo con los mitos crea-
dores del mundo moderno.
Es decir, no podía aceptar que
pudiéramos poner en marcha y
servir a un sistema que empie-
za sobre la base del crecimien-
to, sin ningún tipo de límite.
No quiero aceptar un principio
que comienza por una riqueza
descomunal para algunos y el
hambre y la carencia para los
demás. No podía aceptar por
tanto que el trabajo colectivo
no repartiese de manera equi-
tativa la riqueza. Por esta ra-
zón me marché, para intentar
vivir de otra manera. Volver-
me a encontrar con la natura-
leza, con su belleza, con todas
las cosas que son importantes
para mí.
W: Y por eso ha creado
el movimiento «Tierra y
Humanismo». ¿Cuál es su
objetivo?
P.R: Hacer pedagogía. Gene-
rar una conciencia en la so-
ciedad para que entienda que
podemos construir un nuevo
mundo basado en valores di-
ferentes de los actuales. Valo-
res de respeto a la vida y al ser
humano. Creo que ese fue el
motivo por el cual me presenté
a las elecciones presidenciales
francesas del año 2002, bien es
cierto que alentando por mu-
cha gente. No para hacer polí-
tica que no era el objetivo, sino
aprovechar que la sociedad
francesa en tiempo electoral
es muy receptiva y mostrar un
mensaje de cambio global. En
aquella experiencia recuerdo
que fui el único candidato que
habló de crecimiento sosteni-
ble. Los recursos planetarios
no pueden dar abasto ante tan-
to consumismo radical. La ri-
queza del planeta es limitada.
Estas fueron las razones por
las que empecé una carrera po-
lítica peculiar, basada en ideas
y no en butacas, empujado por
cientos de personas que creen
que es posible cambiar. Por eso
hemos creado este movimiento
internacional. Porque es posi-
ble una vida diferente, tenien-
do como base unos valores de
justicia social, de respeto y de
concordia.
W: Como hemos comentado ninguna religión. Pero la di- inmensamente rico. Solo la su-
usted es un gran defensor de mensión espiritual es muy perficie de Etiopía cultivada co-
la agricultura ecológica. Pero, importante en el ser humano. rrectamente podría alimentar
¿Cree usted que esta práctica No en vano, todo el camino se al conjunto de africanos. Tene-
es el futuro del continente basa en la espiritualidad. In- mos un continente en positivo,
africano?
P.R : Es la única solución. Es-
tán en un callejón sin salida.
Primero porque no pueden de-
pender de la agricultura tradi-
cional, que es una agricultura
demasiado costosa. Para que
nos hagamos una idea, hace
falta demasiado petróleo para
fabricar una tonelada de abo-
no. Y como el petróleo depen-
de del dólar, es por tanto una
agricultura muy cara para el
continente africano. En cam-
bio la agroecología está adap-
tada a cualquier país, incluso
al más pobre. Cualquier cam-
pesino puede utilizar restos
de componentes animales y
vegetales, agruparlos y trans-
formarlos mediante la técni-
ca del compostaje, es decir,
un proceso mediante el cual
los microorganismos actúan
sobre la materia rápidamen-
te biodegradable permitiendo
obtener "compost", abono exce-
lente para la agricultura, y que
le permitirá tener una cosecha
importante. Además, esta téc-
nica generaría unos suelos fer-
mentados y que a menudo no se
encuentran en los suelos africa-
nos. Hay que ser realista. África
no puede aplicar una agricultu-
ra que tiene un coste demasia-
do elevado. Por eso creo que es
la única solución.
W: Usted ha dicho que ha
vivido una doble exclusión.
Por haber elegido la religión cluso en mi propio trabajo de con una población joven. Así
católica con dieciséis años y agricultor la espiritualidad tie- que tiene todos los ingredientes
por haber nacido en Algeria. ne un papel fundamental. Pero para salir adelante si los africa-
¿Por qué? no creo que a la ecología se le nos quieren ser ellos mismos
P.R: Por dos razones. La prime- pueda definir como una reli- sin mirar el modelo occidental.
ra porque mis padres biológicos gión, sino como una disciplina
no aceptaron que me convirtie- y una conciencia que nos co- ¿Y qué propone para que sea
ra a la religión católica siendo necta con el mundo del miste- realidad?
musulmán. La segunda porque rio al mundo del divino y que Una reflexión sobre una nue-
tuve un conflicto de ideas con nos hace entender la vida. va lógica. Estoy convencido
mi padre adoptivo en Francia, a que si hubiéramos construido
raíz de la Guerra de Algeria. W: Para terminar. ¿Cómo el mundo con humanismo, no
ve el futuro del continente tendríamos injusticias sociales.
W: ¿Entonces, podemos africano? ¿Por qué destruir todo prime-
entender que la ecología y Creo que está instalado en una ro y luego intentar arreglarlo?
su compromiso es su propia doble ambigüedad. La primera Realmente no deja de sorpren-
religión? es que el continente africano derme la ambigüedad con la
P.R: Ahora no me defino bajo es pobre y es una falacia. Es que vivimos.
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