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22 Principios de Interpretación Bíblica

Cómo Eliminar Aparentes Contradicciones Bíblicas

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Muchos cristianos están de acuerdo en que la Palabra de Dios es “la Verdad”. Sin embargo,
de una única Biblia provienen miles de diversas interpretaciones acerca de qué es
exactamente “la Verdad”. No fue nunca la intención de Dios que la gente lea el mismo
documento y llegue a distintas ideas acerca de lo que dice en él. Dios quiere que todos
tengamos una misma interpretación de Su Palabra.

1 Corintios 1:10
Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en
armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo
pensar y en un mismo propósito.

Una de las principales razones por las cuales la gente tiene diferentes ideas acerca de lo que
la Biblia dice, es que usan diferentes reglas o estándares para interpretarla. Si los cristianos
han de llegar a la verdad cuando leen la Biblia, nosotros creemos que es fundamental que se
entiendan y apliquen los siguientes principios, llamados “cánones de interpretación”.

1. La Biblia fue escrita para los creyentes, no para los escépticos.

La Biblia no fue escrita para los no creyentes, sino para aquellos deseosos de buscar la
verdad diligentemente. Parte del lenguaje de las Escrituras fue puesto con el específico
motivo de confundir a aquellos que no tienen oídos deseosos de oír o que no les interesa ser
diligentes en su estudio (Proverbios 2:1-5; 25:2; Mateo 13:10-13). Para llegar a la verdad
uno debe tener fe en Dios y confiar en la integridad de Su Palabra. Es importante ser
diligente en el estudio y darse cuenta de que Dios no honra el estudio por el estudio mismo.
Dios no le abrirá el entendimiento a aquellos que son meramente curiosos. El cristiano debe
tener un corazón dispuesto tanto a conocer como a actuar en base al conocimiento que
encuentra en las Escrituras. La oración y la certeza de que Dios trabajará en nosotros, son
necesarias para llegar a un correcto entendimiento de la Biblia, y para ver su increíble
precisión y armonía.

2. El texto original era perfecto, y la Biblia que tenemos hoy en día está completa.

La Biblia es la Palabra revelada de Dios, perfecta en su escritura original, la cual incluye


todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamentos, comúnmente reconocidos como el
verdadero canon de la Escritura. Aunque hubo más de 40 “escritores”, existe sólo un
“Autor” – Dios. Debido a que el canon de la Escritura (los libros que son reconocidos como
auténticos y autorizados) ha sido establecido por los hombres, existe la posibilidad de que
algún texto o libro pueda haber sido agregado o removido de lo que originariamente Dios
“respiró”. Basándonos en nuestro estudio, estamos convencidos de que no es así. Por lo
tanto, a quienes dudan de la autenticidad del reconocido canon de Escritura, los remitimos a
la abrumadora evidencia que así lo confirma. Para sostener su postura, tendrían que
demostrar contradicciones irreconciliables en toda la Escritura. Hasta donde sabemos, nadie
ha hecho eso jamás. Por otro lado, todo documento extra-bíblico que los críticos del canon
han presentado diciendo que “fueron omitidos del original”, tienen claras contradicciones
con el texto inspirado por Dios.

3. Los principios de interpretación varían de acuerdo con la forma literaria del texto
involucrado.

La Biblia contiene lenguaje utilizado para todos los propósitos para los cuales ha sido
diseñado el idioma. En ella encontramos narración, listas, salutaciones, conversación,
poesía, canciones, ficción, parábolas, alegorías, historia, oración, etc. Los principios de
interpretación varían dependiendo de la forma literaria en la cual se ha escrito el pasaje. Por
ejemplo, no utilizaríamos las mismas reglas de interpretación para el contenido de una
parábola que para una sección de narración.

La Biblia es un registro preciso e inspirado de muchos acontecimientos que no fueron


inspirados por Dios, y por lo tanto la Escritura cita las palabras de muchos hombres y
mujeres que no estaban hablando de parte de Dios. El lector debe observar cuidadosamente
quién está hablando y/o actuando. A menos que Dios o Jesucristo estén hablando, o si un
pasaje está en forma de narración, lo que dicen y hacen otros puede no estar directamente
inspirado por Dios. Por ejemplo, los fariseos dijeron que Jesús era Beelzebú, pero por
supuesto eso no es verdad. Lo que dijeron no era verdad, pero el hecho de que lo dijeron, sí
es verdad. Lo que es inspirado es el testimonio bíblico en sí mismo, no necesariamente cada
palabra y acontecimiento del cual es testigo.

4. El texto original fue inspirado por Dios y no contiene errores ni contradicciones.

La Biblia, al ser la Palabra de Dios, no se puede contradecir a sí misma. Ninguna enseñanza


puede ser correcta si contradice las claras enseñanzas de otras escrituras. El estudiante no
debe aceptar nunca que existan contradicciones o errores en la Palabra, sino que, al
enfrentarse con una aparente contradicción o error, debe seguir trabajando hasta que las
piezas de la Palabra de Dios encajen perfectamente como un exacto rompecabezas. Se
necesitará aplicar paciencia, oración y estudio continuo. Además, las piezas nunca deben
ser presionadas para que encajen. El tiempo no es importante – el manejo honesto de la
Palabra sí lo es.

5. Las aparentes contradicciones o errores son debido a errores de transmisión, malas


traducciones, o interpretación incorrecta.
Debido a que el texto original era perfecto, las aparentes contradicciones deben ser
debidamente tomadas en cuenta, y atribuidas a una de las tres causas siguientes, después de
lo cual podrán ser explicadas:

• El que no podamos comprender el significado original del texto escrito (remediado


por el punto 6 más abajo).

• Un error en la traducción, cuando los traductores intentaron reproducir los


significados de una lengua a la otra (remediado por el punto 7 más abajo).

• Un error en la transmisión del texto, cuando los escribas que copiaron cada
manuscrito cometieron varios errores mecánicos o alteraciones teológicas al texto
(remediado por el punto 8 más abajo).

6. El comprender correctamente el contexto es esencial para la correcta interpretación.

La Biblia debe ser leída meticulosamente, prestando la debida atención a cada detalle del
contexto, porque Dios tiene un propósito para lo que dice, quién lo dice, dónde lo dice,
cuándo lo dice, cómo lo dice, a quién se lo dice y por qué lo dice. La lógica exige que las
palabras y los versículos no sean extraídos fuera de contexto, obligándolos a que
signifiquen algo alejado del significado original del texto.

7. No existe ninguna “versión perfecta”.

Ninguna versión o traducción puede ser debidamente llamada “la Palabra de Dios” según
fue originalmente traída por santos hombres de Dios (2 Pedro 1:21 – VRV). Toda traducción
es intrínsecamente limitada. Es imposible traducir de una lengua a otra y obtener el sentido
del original con absoluta exactitud, como cualquier traductor de cualquier idioma puede
confirmar. Hay palabras en el original que pueden tener significados figurativos o culturales
que simplemente no pueden ser trasladadas al inglés, o que no pueden hacerlo a menos que
sean acompañadas por una extensa explicación (lo cual es el propósito de un Comentario de
la Biblia). Además, la exacta comprensión de las palabras en inglés puede variar de persona
a persona y de región a región (siendo ésta la razón por la cual, para la misma palabra,
distintos diccionarios de inglés tienen significados que varían entre uno y otro). De ser
posible, por lo tanto, se debe consultar una amplia variedad de traducciones, y es de gran
ayuda familiarizarse con las lenguas originales.

8. Ningún manuscrito hebreo, griego, o arameo, es “respirado por Dios”.

Los estudiosos creen que ninguno de los “autógrafos originales”, o sea los textos realmente
escritos por Moisés, David, Juan, Pablo y otros, exista hoy en día. Por lo tanto, ningún
manuscrito o texto griego, arameo o hebreo, es “respirado por Dios”, tal cual lo fue el
original. Además, ningún texto que haya sido jamás compilado por un comité de textos o
editor de textos, es “la Palabra de Dios”. Creemos que existe la información para compilar
un texto que estaría extremadamente cerca del original, y la investigación –especialmente
en la actualidad, con la ayuda de las computadoras- está en continuo proceso para llegar a
construir un texto que sea lo más cercano al original posible. Al momento, para construir un
texto que se asemeje al original, se debe consultar una cantidad de lecturas alternativas
provenientes de una variedad de familias de texto, para obtener la lectura más parecida al
original, integrando esa lectura tanto con el contexto como con todo el panorama de la
Escritura.

9. Se debe reconocer que el gran tema del “Antiguo Testamento” es Jesucristo.

El tema de la Biblia desde Génesis 3:15 hasta Apocalipsis 22:21 es Jesucristo, el Mesías. El
“Antiguo Testamento (Alianza)” apunta a su venida y nos da muchos símbolos, modelos y
prefiguras de su vida y ministerio.

• “Antiguo Testamento” es un término erróneo. La palabra “Testamento” es en sí


misma engañosa. Obtenemos “testamento” de la palabra latina testamentum, que era
la traducción latina de la palabra griega diatheke. Un “testamento” es un informe o
declaración (frecuentemente dado justo previo a la muerte). Una alianza, por otro
lado, es un acuerdo entre dos partes. Los griegos no tenían alianzas, y por lo tanto
no existía una palabra para alianza. Ahora bien, cualquier hebreo que leyera “la
Antigua Alianza” inmediatamente pensaría: “Debido a que ésta es una ‘alianza’, si
la acepto, ¿qué es lo que estoy acordando?” Hay muchas alianzas establecidas por
Dios en el transcurso de la historia de la redención. Cada una debe ser
cuidadosamente estudiada para verificar si era condicional o incondicional, y si se
ha cumplido en parte o en su totalidad. Debido a que “la Antigua Alianza” en
realidad se refiere a la alianza de Moisés que se cumplió cuando Cristo instituyó una
nueva alianza a partir de su muerte, los Cuatro Evangelios son en realidad parte de
la “Antigua Alianza”. Por lo tanto, cuando nos referimos a los Libros desde Génesis
a Malaquías, el término correcto, técnicamente hablando, es “Las Escrituras
Hebreas” (o Tanakh) .

• Los Cuatro Evangelios son los que completan “El Antiguo Testamento” y anuncian
la inauguración del “Nuevo Testamento (Alianza)”. Por supuesto, hay unos cuantos
versículos en los Evangelios que registran acontecimientos ocurridos después de la
muerte y resurrección de Cristo. La Nueva Alianza había sido técnicamente
instituida, pero debido a que las promesas de la alianza no se habían cumplido
todavía, la gente vivía como si estuviera bajo la Antigua Alianza. Ocurre con
frecuencia con las alianzas, que hay un período de tiempo entre el momento en que
son efectivamente instituidas, y el momento en que las promesas se cumplen. Dios
hizo una alianza con Abraham con respecto a la tierra, y todavía no se ha cumplido
en su totalidad. Jonatán hizo una alianza con David, pero murió antes de que
ninguna de las promesas de la alianza se cumplieran. El solo hecho de que la Nueva
Alianza haya sido ratificada “en la sangre de Cristo”, no significa que
inmediatamente hubo cambios.
• El “Nuevo Testamento (Alianza)” se inicia con el derramamiento de la sangre de
Cristo, en parte lo “disfruta” la Iglesia, y se completa en el Reino Milenario cuando
se cumplen las promesas de Dios a Israel que en este momento están en suspenso.

10. Las palabras de la Palabra deben ser cuidadosamente estudiadas para determinar
si tienen un especial significado bíblico.

Como Autor de la Santa Escritura, Dios puede usar palabras de una manera especial y
única. Por lo tanto, las palabras de la Palabra de Dios a veces deben ser entendidas de
acuerdo con un especial uso bíblico. Uno, en primera instancia, debe asumir que Dios usa
las palabras en la Palabra según el uso estándar de la época. Luego de un exhaustivo
estudio, se podrá determinar si Dios le ha asignado un significado especial a una palabra.

• Casi todas las palabras tienen un rango semántico de uso que debe ser tenido en
cuenta para determinar qué significado (o significados) es el apropiado. Cuando hay
varios posibles significados para una palabra, es el contexto el que debe determinar
la acepción pertinente.

• Algunas palabras o frases tienen más de un significado que encaja en el contexto,


aportando riqueza poética al lenguaje bíblico. Estos significados no contradicen sino
que amplían las verdades expuestas. Esto se ve en la lengua moderna en una figura
de dicción comúnmente utilizada llamada double entendre.

• Ocasionalmente ocurre que una palabra se utiliza de dos maneras diferentes en el


mismo versículo.

• Una vez que la Biblia ha definido una palabra, no necesita definirla nuevamente, y
su significado deberá mantenerse constante al interpretar los diferentes pasajes en
los que aparece, a menos que el contexto no lo permita.

11. La Biblia debe ser interpretada en forma literal toda vez que esto sea posible.

Toda vez que esto sea posible, debemos entender que la Biblia comunica hechos literales e
históricos. Si el interpretar algo literalmente genera una contradicción con otro conocido
hecho o con otra escritura, seguramente se está utilizando una figura de dicción.

• Las figuras de dicción según Dios las utiliza en la Biblia, son palabras u oraciones
cuyo propósito es enfatizar una particular verdad. Se utilizan para dar mayor fuerza
a la verdad presentada, énfasis a lo que se declara en esa verdad, o profundidad a su
significado.

• Si una palabra o palabras son usadas en una figura de dicción, entonces a esa figura
se le puede poner nombre y se la puede describir, y se puede determinar el propósito
de su uso. Como obreros de la Palabra, debemos examinar diligentemente la figura
de dicción para descubrir y aprender la verdad que se está enfatizando de esa
manera. El estudio de las figuras de dicción en la Biblia es altamente técnico y muy
preciso. Llamar a algo “figura de dicción” no debe ser nunca el justificativo de
quienes simplemente no quieren creer la verdad literal de un pasaje de Escritura.
Algunos sistemas teológicos emplean una interpretación alegórica de la Biblia. No
es ésta la correcta manera de trabajar la Palabra de Dios, y lleva a falsas
interpretaciones.

Las figuras de dicción son identificadas según alguna de estas tres categorías: 1) modismos
2) gramática, y 3) sintaxis. Los modismos son palabras o frases específicas de un idioma en
particular, con frecuencia directamente relacionadas con las costumbres y la historia de un
pueblo. Las figuras sintácticas incluyen figuras ilustrativas, tipos de retórica, y cambios en
los significados. Los nombres son derivados de los sistemas griego y latín.

Identificar las figuras de dicción utilizadas en un versículo particular puede ser crucial para
interpretarlo correctamente, y la presencia y la fuerza de las figuras deberían ser siempre
tomadas en cuenta por el estudiante bíblico.

12. Se deben comprender las costumbres y la cultura del mundo bíblico.

La Biblia está escrita según la cultura y la manera de pensar del Oriente Medio. Su lenguaje
resplandece con referencias a la vida diaria y a las costumbres de la época en que fue
escrita. Mientras que estas referencias eran bien conocidas por quienes vivían en las épocas
bíblicas, nosotros debemos familiarizarnos con su modo de vida, sus modismos, sus
costumbres y su cultura, para llegar a un entendimiento correcto de la Escritura tal como
era comprendida en tiempos bíblicos.

13. Tener conocimiento de la estructura de un pasaje puede ser muy valioso para
interpretarlo correctamente.

La Palabra de Dios es la obra literaria más intrincada jamás escrita, y los académicos hace
mucho tiempo han notado que una gran parte de ella tiene una estructura que es fácilmente
discernible, la cual agrega belleza, ayuda a su interpretación, y da testimonio de la grandeza
del Autor, Dios. La estructura de un pasaje de la Escritura puede clarificar las principales
ideas, la correspondencia, los paralelismos, y las ideas contrastantes. La estructura se
presenta en dos modos básicos:

Alternancia:

A
B

Introversión:

Los libros de E.W. Bullinger, Companion Bible y How to Enjoy the Bible (Cómo Disfrutar
la Biblia) son dos buenas fuentes para estudiar más estructuras bíblicas.

14. Las cosas idénticas deben ser diferenciadas de las cosas similares.

La Biblia con frecuencia repite la información contenida en ella. Por ejemplo, los Cuatro
Evangelios registran muchos de los mismos acontecimientos. Crónicas y Reyes
frecuentemente repiten los mismos registros. Los Profetas con frecuencia hablan de cosas
que también están registradas en otros lugares en el Antiguo Testamento. Por lo tanto,
ocurre que muchas veces el mismo acontecimiento es repetido con detalles levemente
diferentes, o se registran dos acontecimientos diferentes que, a primera lectura, parecerían
ser el mismo. La Biblia debe ser cuidadosamente analizada para determinar aquello que es
similar pero no idéntico, y aquello que en un primer momento parecería ser similar, pero
que en realidad es idéntico.

• Las cosas iguales a la misma cosa, son iguales (o idénticas) entre sí.

• El mismo individuo, lugar o realidad (tal como el nuevo nacimiento), puede


llamarse de distintas maneras.

• El compartir atributos similares no crea igualdad, sólo similitud.

• El compartir el mismo nombre no crea igualdad (por ejemplo, tanto “Josué” como
“Jesús” = Yeshua).

15. Dios, como cualquier otro autor, puede usar “licencia literaria”.

Dios es el Autor de la Biblia, y por lo tanto puede emplear licencia literaria, cambiar el
orden cronológico de una narración, o separar temáticamente, ya sea por acontecimientos o
por conceptos. “Acumulación de escrituras” o “desarrollo narrativo” es el proceso de juntar
todas las piezas de varias narraciones para obtener el cuadro completo.
• 1 y 2 Samuel y 1 y 2 Reyes están escritos desde una perspectiva. 1 y 2 Crónicas
cubren los mismos acontecimientos básicos, pero están escritos desde otro punto de
vista y enfatizan distintos detalles.

• Los Cuatro Evangelios dividen toda la imagen literaria del Salvador en cuatro
perspectivas profetizadas: Rey, Siervo, Hombre, Hijo. Mateo, Marcos, Lucas y Juan
están escritos, respectivamente, desde cada una de estas perspectivas.

• Las Epístolas a la Iglesia están escritas desde la perspectiva de la doctrina (creencia


y práctica correctas), reprensión (cuando se está creyendo o practicando de manera
incorrecta) y corrección (cuando se está enseñando error). Romanos (fe), Efesios
(amor) y Tesalonicenses (esperanza) son epístolas doctrinales. 1 y 2 Corintios y
Filipenses son epístolas de reprensión. Gálatas y Colosenses son epístolas de
corrección.

16. La palabra “todo” puede ser utilizada en sentido universal o en sentido limitado.

La palabra “todo” puede ser utilizada en la Biblia del mismo modo en que es utilizada en
nuestro diario hablar y escribir, ya sea para significar “todo sin excepción” o “todo dentro
de una categoría particular”. El contexto determinará el significado.

• A veces las afirmaciones generales son contradichas por experiencias particulares o


por otras escrituras. Hay muchos proverbios que indican que el justo prosperará,
pero otros versículos dicen que a veces el justo sufre y que el malvado prospera. La
afirmación general es un “axioma”, aunque no sea necesariamente verdadero en
todos los casos.

• Por ejemplo, la afirmación de que “todos los hombres son mentirosos” no debería
tomarse como que Jesús, como hombre, era un mentiroso, o que las mujeres por lo
tanto no son mentirosas.

17. La Biblia está llena de pequeñas palabras con enormes significados.

Las preposiciones y las conjunciones son especialmente importantes para acompañar el


flujo del pensamiento dentro de un contexto, y no notar su importancia a veces lleva a
errores colosales.

• El uso bíblico de los “casos” gramaticales, especialmente del genitivo (“de”) es


importante para discernir apropiadamente.

• El artículo “el” debe ser tenido muy en cuenta, especialmente cuando se lo usa con
las palabras “espíritu santo”.

• La palabra “además”, debe ser apropiadamente enfatizada.


• Las palabras “pero” y “no” deben ser utilizadas según el grado de contraste o
negación que tienen en un pasaje.

18. Los tiempos y las palabras que denotan tiempo, son esenciales para interpretar
correctamente.

Se deben estudiar muy bien las palabras que denotan tiempo para verificar si un
acontecimiento ocurre en el pasado, el presente, o el futuro. De modo similar, se debe
identificar el uso de términos bíblicos abstractos tales como “santificación” o
“justificación”, para determinar si están al comienzo, en la mitad, o en el final de un
proceso (o tal vez alguna combinación de los tres), y si el proceso es continuo o si ya se
cumplió en el pasado.

• A veces, dos o más acontecimientos ocurren simultáneamente aun cuando han sido
registrados en diferentes momentos o en diferentes libros.

• A veces, un registro no está en orden cronológico en un libro en particular, porque la


cronología tiene importancia secundaria en cuanto a la narración. El material puede
estar organizado temáticamente, y no cronológicamente.

19. Es importante entender profecía bíblica.

La profecía como predicción del futuro, debe ser distinguida en base a dos criterios:
profecía condicional y profecía incondicional. La profecía además debe ser examinada para
verificar si fue cumplida en parte o en su totalidad en el pasado, en parte o en su totalidad
en el presente, o si está totalmente reservada para el futuro. A veces la profecía puede
cumplirse en más de un modo en más de un momento.

20. Es necesario distinguir entre la posición espiritual permanente de un creyente ante Dios,
y su “andar”.

Se debe hacer una distinción entre la posición espiritual de un creyente ante Dios y su
“andar” por la experiencia. Su posición es el lugar que tiene ante Dios, y su relación con Él.
Esta posición es la que el creyente ha obtenido por gracia, debido a los logros de Cristo por
él. Su “andar” es su vida actual y su experiencia, es decir sus actitudes, palabras y acciones,
las cuales manifiesta (Romanos 12:1; Efesios 4:1). Por ejemplo, un cristiano es justo ante
Dios debido a la obra de salvación de Cristo, por lo cual los creyentes son llamados
“santos” . Al mismo tiempo, le puede faltar justicia en su andar porque sus acciones no
están alineadas con la Palabra y la voluntad de Dios.

21. Es esencial que el lector determine “a quién” está dirigida una particular escritura.
No todo versículo de la Biblia se aplica a todas las personas en todas las épocas. Por
ejemplo: hoy en día no sacrificamos animales porque los versículos que así lo ordenan no
están dirigidos a nosotros. Como cristianos, debemos esforzarnos por distinguir
correctamente aquellas escrituras que están dirigidas a nosotros, de las que no lo están. Aún
cuando podemos aprender de la Biblia en su totalidad, no necesariamente debemos
obedecer todo mandamiento en ella.

• Las Administraciones (a veces llamadas “Dispensaciones”), deben ser clasificadas


con precisión, y se deben discernir en cada una de ellas, los cambios básicos en el
trato que tiene Dios con el hombre. Estos cambios afectan los mandamientos de
Dios y lo que es y lo que no es pecado, como por ejemplo lo referido a las
restricciones alimentarias, las reglamentaciones del gobierno civil, el modo de
adorar, el dar financiero, el liderazgo de la Iglesia, etc.

• Debido a diferentes expectativas, mandamientos, etc. , la interpretación y la


aplicación de la Escritura dependerá de a quién está dirigida cada sección de la
Escritura, sea a judíos, gentiles, o Iglesia de Dios (1 Corintios 10:32).

• Se debe observar a quién está dirigido un libro en particular; a veces esto puede
cambiar incluso en la mitad de un pasaje específico (por ej. Romanos 11:13).

22. Los versículos difíciles deben ser interpretados a la luz de los versículos claros.

La Biblia contiene muchos versículos acerca de muchos temas, y algunos de ellos son
fáciles de comprender, mientras que otros son más difíciles. Usualmente se da el caso de
que hay muchos más versículos claros sobre un tema, que versículos difíciles. Una correcta
exégesis requiere que los versículos difíciles deban ser interpretados a la luz de los muchos
versículos claros sobre el mismo tema. El panorama general de toda la Biblia debe ser lo
que finalmente discierne entre lo que es verdad y lo que es error.

(Traducción de Lilian Campbell)

Esta publicación está presentada aquí, traducida al español, en su totalidad.

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