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Alumnos:
Ahedo Diaz, Barbarita
Garcia Pinales, Lizbeth verenice
Catedrático:
Arturo Vela
Grado:
2b
Esta cuestión del mí mismo, lo que yo soy, eso que piensa, siente y actúa, es algo que
debemos auto-explorar para conocer profundamente.
Existen por doquiera muy lindas teorías que atraen y fascinan; empero de nada serviría todo
eso si no nos conociésemos a sí mismos.
Es fascinante estudiar astronomía o distraerse un poco leyendo obras serias, sin embargo,
resulta irónico convertirse en un erudito y no saber nada sobre sí mismo, sobre el yo soy,
sobre la humana personalidad que poseemos.
Esta teoría fue construida sobre la premisa de que las necesidades o impulsos inconscientes,
especialmente los impulsos biológicos y sexuales, son la parte central de la motivación de
la personalidad humana. Freud planteó que los problemas de los enfermos mentales solían
tener como causa los deseos y fantasías reprimidos e inconscientes de naturaleza sexual,
socialmente inaceptables.
Los papeles específicos desempeñados por las tres entidades no siempre son claros y se
mezclan en muchos niveles. La personalidad consta según este modelo de fuerzas diversas
en conflicto inevitable.
El Yo (Ego) tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y demandas del Ello con
el mundo exterior, a la vez conciliándose con las exigencias del Superyó. El Yo evoluciona
según la edad y sus distintas exigencias del Ello actuando como un intermediario contra el
mundo externo. El yo sigue al principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del Ello de
una manera apropiada. Utiliza razonamiento realista característico de los procesos
secundarios que se podrían originar. Como ejecutor de la personalidad, el Yo tiene que
medir entre las tres fuerzas que le exigen: el mundo de la realidad, el Ello y el Superyó, el
yo tiene que conservar su propia autonomía por el mantenimiento de su organización
integrada. Ego significa yo en latín (la palabra alemana original que Freud había aplicado
era Ich). Aunque en sus escrituras tempranas Freud comparó el Yo con nuestro sentido del
uno mismo, en adelante comenzó a retratarlo más como un sistema de funciones psíquicas
tales como realidad-prueba, defensa, síntesis de la información, funcionamiento intelectual,
memoria y similares. Es la consciencia propiamente dicha. Es el ente que actúa como
regulador entre las demandas del Ello y del Superyó. Se basa en un concepto realista del
mundo para adaptarse al mundo. Casi ejemplificado como un poder o una persona dentro
de la mente, que nos presta atención en todo momento, incluso en nuestras acciones más
íntimas, esta observación no es lo mismo que una persecución, pero no esta muy lejos de
serlo. Todas las acciones ejecutadas, son analizadas por el Yo y a menudo se les comunica
los resultados: “ahora debe decir esto…”, “ahora deberá salir”. Amenazando con el castigo
en caso de incumplimiento. El Yo, en su observación nos permite reconocer las acciones
que realizamos, la oportunidad de elegir el camino a seguir, y razonar los impulsos que
realizábamos con tal de no ceder lugar a la liberación libidinosa, y velar por la integridad
general de la realidad. Es el primer paso del reconocimiento, para afrontar las alegrías,
culpabilidad o castigo.
Arlow y Brenner discutieron que la teoría anterior de Freud de los sistemas conscientes,
preconscientes, e inconscientes de la mente deben ser abandonados, y el modelo estructural
debería ser usado como la única teoría psicoanalítica de la mente.
La psicología del Yo se confunde a menudo con la psicología del uno mismo, que acentúa
la fuerza y la cohesión del sentido de una persona consigo misma. Aunque algunos
psicólogos del Yo escriben sobre el uno mismo, distinguen generalmente a uno mismo del
Yo. Definen el Yo como una agencia abarcativa de las funciones mentales, mientras que el
uno mismo es una representación interna de cómo una persona se percibe. En la psicología
del Yo, el énfasis se pone en entender el funcionamiento del Yo y sus relaciones conflictivas
de la identificación, el Superyó, y la realidad, más que al sentido subjetivo de uno mismo.
En cuanto al Yo material, el elemento central suyo es el cuerpo, del cual unas partes están
más relacionadas con él que otras. Pertenecen además a este Yo los vestidos, nuestra
familia, nuestro hogar, nuestras obras, etc. Como se ve, la determinación del concepto es
absoluta. El Yo social «es la consideración que un hombre obtiene de su medio» (11). En su
modo de ser, el individuo depende de su medio; así, un hombre tiene tantas personalidades
sociales como medios a que pertenece. Por ejemplo: el director de una prisión tiene un Yo
dulce en su casa, y una personalidad áspera en la cárcel. Ejemplo de lo mismo lo tenemos
en expresiones como ésta: «Como hombre, os compadezco; como funcionario, me sois
indiferente».
Según James, como acaba de indicarse, el primer paso que tenemos que dar es examinar
qué entendemos por esta identidad. Se trata meramente, nos dice, de un juicio acerca de una
identidad que nada tiene de misterioso y es análogo a otros tantos juicios acerca de
identidades. «Yo soy el mismo que ayer» es un juicio de la misma clase que «esta planta es
la misma que vi ayer». Así, pues, la identidad que afirmamos de nosotros mismos nada
tiene de misterioso, y el problema, aquí como allí, se reduce a mostrar por qué el juicio de
identidad es verdadero o falso, o cuál es su base.
El sentimiento de actividad, si da razón del Yo idéntico, no la da del sujeto que conoce. Mas
el conocer no es otra cosa que el momento actual de la conciencia que se refiere al
momento pasado y le estima como suyo. El momento presente, cada pulsación presente, se
apodera del pasado. Como dice James, el Yo se apodera del Mí. El conocer actual estima
como suyo el recuerdo mediante el sentimiento de actividad.
El concepto del Yo puro es, pues, doble. Por una parte, significa el sentimiento constante de
actividad; por otra, el conocimiento en cada momento presente del momento anterior
pasado. El Yo puro no es más, pues, que el núcleo del Yo empírico.
Junto con Clara Thompson, Karen Horney, Erich Fromm, Erik H. Erikson, y Frieda
Fromm-Reichmann, Sullivan puso la base para entender al individuo basado en la red de las
relaciones en las cuales lo o la enredan. Él desarrolló una teoría de la psiquiatría basada en
relaciones interpersonales donde están en gran parte responsables las fuerzas culturales de
enfermedades mentales. En sus palabras, una debe prestar la atención al “interaccional”, no
el “intrapsíquico”. Esta búsqueda por satisfacción vía la implicación personal con otras
condujo a Sullivan a caracterizar soledad como el más doloroso de experiencias humanas.
Él también amplió el sicoanálisis Freudian al tratamiento de pacientes con desórdenes
mentales severos, particularmente esquizofrenia.
Él era uno de los fundadores del instituto blanco de Guillermo Alanson, considerados por
muchos ser el instituto psicoanalítico independiente principal del mundo, y de la psiquiatría
del diario en 1937. Él dirigió la escuela de Washington de la psiquiatría (C.C.) a partir la
1936 a 1947.
Aunque fue reconocido bien por muchos, Sullivan nunca adquirido tanta reputación
substancial tanta de sus pares más adelante. Es conjetura si o no esto era debido a su
homosexualidad fino encubierta. [citación necesitada] comenzando en 1927, él vivió con
Jimmie Inscoe, entonces 15, que tomaron en el Jimmie conocido Sullivan, por más de
veinte años, hasta la muerte de Sullivan en 1949. La controversia todavía rodea la
naturaleza de su relación, aunque las fuentes confiables sugieren que fueran lo que ahora
llamaríamos, los socios de la vida. Conocían a Jimmie Sullivan a los amigos como su hijo
foster, aunque no había relación formal, legal. Esto no era un estado inusual entre los socios
homosexuales a partir de esa era.
Mucho de qué se ha asumido para ser verdad sobre el profesional de Sullivan del apilado de
Harry y la vida personal se está reconsiderando a la luz de la disertación de Ph.D. de la
estela de Naoko, EJERCICIOS PRIVADOS: SULLIVAN del APILADO de HARRY, la
HOMOSEXUALIDAD, Y LOS LÍMITES DEL LIBERALISMO PSIQUIÁTRICO,
sometieron al departamento de la historia de la universidad de Indiana en junio de 2005.
Este trabajo presenta una diversa visión que revelada por los biógrafos de Sullivan, e
incluye el material de las notas privadas de Helen Swick Perry de su biografía de Sullivan,
y lo registra no antes de examinado a partir de su tiempo en Sheppard-Pratt.
Aunque Sullivan publicó poco en su curso de la vida que él influenció las generaciones de
los profesionales de salud mentales, especialmente con sus conferencias en la casa de
campo de la castaña en la C.C. de Washington. Los asilos de Leston lo llamaron la
influencia subterránea más importante del sicoanálisis americano. Sus ideas fueron
recogidas y publicadas posthumously, corregido por Helen Swick Perry, que también
publicó una biografía detallada en 1982 (Perry, 1982, siquiatra de América).
Sus escrituras incluyen conceptos de Psychiatry moderna (1947, repr. 1966); Teoría
interpersonal de la psiquiatría (ed. por H.S. Perry y M.L. Gawel, 1953, repr. 1968);
Esquizofrenia como Process humano (1962, repr. 1974).
Cuando el yo entra en acción, entonces varia la relación total entre el individuo y sus
actividades; mas intensa, mas significación y mas importante. Si el yo ejerce una influencia
tal sobre la personalidad. Cuando Allport utiliza el termino yo se refiere a experiencias del
yo (el yo como se conoce y percibe), no el yo como agente conocedor. Allport describe
cuando menos siete experiencias personales diferentes, cada una de las cuales madura
durante un periodo distinto a lo largo de los primeros 20 años de vida.
3) Amor propio: conforme empieza a tomar forma del sentido de identidad, una
nueva autoexperiencia se hace aparente durante el segundo o tercer año de vida: el
amor propio. Este se manifiesta por los esfuerzos del niño para familiarizarse con lo
que le rodea y puede igualarse al orgullo. Allport sostiene que el negativismo
infantil es una de las manifestaciones más tempranas de amor propio. Conforme los
niños se hacen valer efectivamente, desarrollan una autovaluacion positiva. Los
niños hacen un gran descubrimiento cuando aprenden a decir “no” ya que
encuentran un medio para afirmar su ego.
4) Autoexpresion: entre las edades de cuatro y seis años, son prominentes otras dos
dimensiones de la experiencia propia o autoexpresion: la autoexpresion y la
autoimagen. La autoexpresion es aquello que la persona valora. Para las personas
sanas abarca una amplia gama de objetos y gente y su alcance generalmente
aumenta con la edad, una de las manifestaciones mas tempranas de la autoextension
es la propiedad. La persona es lo que ama. La persona tiene un sentido de
autoexpresion cuando tiene el sentido de propiedad, las cosas que pertenecen o son
importantes para el yo.
6) El yo como agente que afronta la vida en forma racional: entre las edades de los
seis y los doce años, los niños se da cuenta de sus crecientes poderes intelectuales
empiezan a saber y sentir que pueden resolver problemas y que algunos niños lo
superan en esto. En la escuela, naturalmente, sus esfuerzos en ciertas tareas
intelectuales son premiadas o castigadas y este factor ayuda a poner de relieve su
creciente percepción del ego como una agencia activa para la solución de
problemas. Dos tendencias que a menudo compiten entre si están activadas durante
este periodo: el niño necesita probar y confirmar su ego, pero también apoyo
proveniente de la conformidad. Es un periodo moralista y legalista, en el cual las
reglas adquieren un poder sagrado sobre el niño. Debe notarse que la propia
identidad es un conocimiento del yo como un objeto experimentado mientras que un
sentido del yo como quien afronta la vida es forma racional es la experiencia del yo
como un agente activo. El conocimiento del yo en este sentido es una
autoexperiencia significativa que puede contribuir, según las circunstancias, al
enriquecimiento o el empobrecimiento del yo.
Los niños excepcionales se definen como aquellos que tienen necesidades educativas
especiales. Estas necesidades especiales se denominan excepcionalidades, y la ayuda
especial que la escuela da a los niños se denomina Educación para Estudiantes Especiales
(ESE). Un niño puede considerarse excepcional si necesita ayuda y atención adicionales.
Como padre, tutor o adulto responsable, es mucho lo que usted puede hacer en la vida de un
niño(a) superdotado(a) para fomentar y proteger esa imaginación e intelecto del niño(a),
ayudándole al mismo tiempo a encontrar oportunidades de éxito académico y social.
Educar a un niño(a) superdotado(a) puede ser un reto emocionante. Los niños superdotados
tienen necesidades particulares, y la Florida está comprometida en la satisfacción de esas
necesidades. Actualmente, un(a) niño(a) debe estar matrículado(a) en una escuela pública
para tener acceso a los programas especiales de la Florida para niños superdotados.