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ISTOR. palahra del griego antiguo y mas exactament?

del jóriico Nombre de agente, islor, "el qup sabe", el exnerto, el


testigo, de donde proviene el verbo istoreo, "tratar de saher. informarse", y la palabra istoria. biisqueda. averiguación,
"historia" Asi, nos colocamos bajo la invocaciori del primer ~storHerodoto de Halicarnaso
El rompimiento de la confianza
Ensayo sobre las crisis financieras
DOSSIER
3 Gustavo A. Del Ángel Mobarak. El rompiinienro J e la confianza. Gustavo A. Del Ángel Mobarak
Ensayo sobre las crisis financieras
22 Carlos Marichal. [.a crisis mundial d e 1873 y s ~ impacto
i e n América Latina
48 Carlos Bazdresch P. 1983: al priilcipio del c;triiiiio
73 Fausto Hernández Trillo. 1,a crisis fiiianciera de 200s:
-de dónde viene?

COINCIDENCIAS Y DIVERGENCIAS Il'e /leed only r&- de student to /he recordedstmgles iu the hijloric>jo f
87 Joseph Hodara. C~lob~ilización
versus f~indan~entalisriio
e n Israel Republicnn Koine nnd J u d m h.kt.i,ti debtor nnd creditor; [. . .] to /he En,r/i~-h
Stutute -f;Mo~n~~~iiii;to Austerl Lfcvn'17ghtlrI u r ~ d s ~ofBnnRn~pt~y
u~ Thi-oughd r Ages
NOTAS Y DIALOCOS (1979),to retnindhil,~ofllllspt-lrlolinlstrugle of life agai//jlistthr creditor and the A.ildhrz~d.
106 Carlos Antaramián. LJ hlerced. niercado y refiigio. H . C. Wells (1939), i'ht-Shupe of Thingsto Come, p. 55.
El caso drrnenio
131 Philip Marsden. El lugar d e p ~ s o
140 1Jna no[,]

VENTANA AL M U N D O
141 Rafael Juárez Sarasqueta. hlonrevideo:
L as crisis financieras se originan por causas diversas: su aparición impre-
vista y respuestas inefectivas de la acción hiimana son las que hacen que
un conjunto de eventos se convierta en 1111 colapso del sistema financiero.
la calma despliés d e la rempestad
149 Matilde Souto Mantecón. Desarrollo urbano y comercio coloiiial: Ida historia financiera lia permitido inventariar los principales factores
la ciudad d e Veracr~izcn la etapa borbónica detrás de eventos de este tipo, ya sean olas especulativas, movimiento de
variables macroeconómicas, política monetaria o cambios del entorno, entre
RESENAS
177 David Carr, TheEthirs qfHinur?,(Javier Riienrostro)
otros. N o hay nada nuevo bajo el sol para la historia financiera. No obstan-
181 Ksenija Bilbija y Cynchia illilton. Th~~24rtofT~7~th-7i/li//jlzg,4boz/~ te, las causas se dan en secuencias y coinbinaciones tan variadas e iriespe-
lluthobtarian Kule (Beatriz Xlartínez Saavedra) radas, que es poco probable poder predecir con cierta precisión cuándo va
184 Philip Marsden, The Cross¡nfiplnrt.(Elizabeth 1;lores) a estallar una crisis, así como su profundidad. Hay, sin embargo, un factor
que siempre es causa y componente de una crisis del sistema financiero: la
disolución del vínculo entre el que emite una oblig'ición y el que la retiene,
entre un deudor y un acreedor. Al quebrarse ese vínculo se rompe también
Lirio d e los pilares d e la actividad financiera (y d e cualqiiier transacción
económica): la confianza. El fragmento d e H. G. Wells en el epígrafe se
refiere a L I I ~conflicto permanente entre deudor y acreedor, es el conflicto
que emerge al inomento d e la disolución de ese vínculo'. Este ensayo dis-

' ( : i t ~ d ooriginiilnienre por Kindleberger. C. P., l'i'Xi)


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DOSSIER

sionistas. El sistema financiero es también el administrador de riesgos de illversión, el ~ ~ 1 es


3 1auspiciado por el sistema financiero (y respaldado por
una economía (ahorro, fondos de pensiones, seguros v reaseguros e inversio- Llna política nionetaria acorde, como fue el caso d e las bajas tasas d e interés
nes de largo plazo, entre otros), y el proveedor d e medios d e pago. Por lo en la crisis americana actual)". El auge o boo//l puede desatar una ''euforia"
tanto, el costo económico de una crisis financiera es mucho más alto que las que lleve a que los inversioriistas no puedan distinguir los buenos proyec-
pérdidas directas que se asocian a un acontecimiento. tos d e los malos, y dar pie a la abundancia de fraudes'?. También se puede
Históricamente, las crisis bancarias se originaban en su iiiayorí~ien el generar una burbuja en los precios de los bienes que están detris de los
p;isivo del balance d e los bancos. cuando los depositantes retiraban ina- ac~ivosfinancieros (como generalmente es el caso de los bienes raíces en la
sivainente sus iihorros ante la desconfianza, creando tina corrida bancaria, cartera hipotecaria de un banco). A su vez, el auge se acompaña usualinen-
o bien convertían sus ahorros en otra moneda (generülinente en fugas d e te de un sobreendeudariiierito (entre individuos, empresas, y naciones, así
capital) o trataban de vender sus bonos y accionesx. D e unas décadas a como los niismos intermediarios financieros entre sí)? es con todo ello que
nuestros días, con el surgin~ientodel seguro de depósito, las crisis est:illan se genera una espiral 1- un proceso de retroaliment;1ción.
en el activo del balance, coi1 el aumento de la brechii entre los activos más E n los aspectos microeconómic»s e institucionales, Frederic h,lishkin
riesgosos y los menos, así como d e la ausencia de la. información sobre la enfxiza como f,lctor clave la dinámica que se genera por la información
calidad real de éstos. Un factor adicional es el contagio que se genera por asiinétrica: cuando no hay la adecuada sobre el riesgo d e los activos, o
Iii laguna d e información y por las mezclas entre activos buenos y nialos, simplemente se desvanece (cn una burbujri o en ataques especulativo^)'^.
lo cual afecta a institiiciones financieras que no necesariamente están en Este enfoque ha sido el m i s contiinderite para el rinálisis d e las crisis
mal estadoq. recientes. En la medida en que en cl epicentro de una crisis haya proble-
Las crisis, de forma similar -pero menos compleja- que las revoluciones mas de inforinación, y consecuentemente de oportunismo, lo qiie se busca
y las guerras civiles, surgen de una acumulación de eventos: hay un punto es tener mecanismos contractuales y arreglos societales que permitan
en que detonan. Grosso modo, tienen como causa dos tipos d e fiictores: los asegurar la información necesaria, o bien que ayudeti a lidiar con su ausen-
niacroeconómicos y la sitiiación d e los inercados financieros (inicroeconó- cia. E n nuestros días, las reglas establecidas en la regulación financiera, y
micos e institucionales). Est~ies una raxonoinía niuy genérica, ya que otros en general en la ley, son un importante mecanismo generador de informa-
factores, corno los políticos, son canibién relevrintes, pero aparecen entre- ción para las transacciones. h.lás allá d e la regulación, los flujos d e datos
tejidos con los anteriores'". también dependen d e la corifiguracióii d e reglas y relaciones de una socie-
Entre los factores rriacroecoiiómicos, adeinas de la política inacroeconó- dad, y en general de la estructura del pacto social. Esos flujos y la forina en
mica (política moner~ria,tasas d e interés o gasto público, por ejemplo), el
ciclo econóniico juega un papel importante: un crecimiento generado por " Bordo, Rl., 2005 y 2007, seiral3 las contribuciones de Weslcv Rlirchrll, I n i n g Fischri, Hyrnan hlinsky
un evento ex6geno que abre oportunidades de inyección de divisas, gene- y Charles Kiiidlebrrgrr scibre el eiifoquc clcl ciclo econi>micn.
ralmente I~icr~itivas (como las burbujas iniiiobiliarias), lleva a un auge de la " Prdcticaiiienrr iii, hay crisis :iii fr.iridcs. E n la historia abundan los ejemplos. desde Cliarics Poiizi eri
1'920, hasra Mrin.~rdRladdoff eii 2008.
" El sobrc<ndeudainiciito siirce ~u;indoun iiiclividiio se endcuda por encir1i.i d r su capacidad de pago.
Si no lo t i ~ c cinrencionalrnrntc, cs iin problema ranro d r 21 iiiismo cuino del iiircriiirdiario financierí~que le
' Bordo, M., 2008 y 2007 presra, por no derecr.11 anibos cic liiiiite. Si lo hacc iiircncionalmenre. entonces es un problema del inrrrrne-
" liri ejemplo histórico de coiit~giofue I;! crisis dc Haring i n 1890. cuando Argcnrina cayij cn d<;l:r!dt di;!rio a1 no poder dcrcctar Id cap3cid3d de riidcudaniicnto. E n csros casos hay lo que se h a llamado uii
Bordo, M., 2008 y 2007. prohlenia de x c i ó n cniiiún c(-oii!monn g ~ ~ i < ~ p ~ - o bpues
l e t / i )criando
, vario prcsraniistas le prcscln a un solo
"' Joseph Schurnprrrr, eii su ensayo de lq.44 D e p ~ m i o n ~(,htt
. Ili L,ii,nj ~ u t tPujr
~ EIPPIIP~CPJ?
y Jolin drudor d e hrma indcpcndicnrc, cada ririo por sepdrado no ccini:i en irLicnra el irripdcto d e su prt;stanro; vrr
Kcrineth Galbr~ithen su libro de 1951 o h r r el crac de 1929, Iiaceii intasis en los e\enr«s políticos corno 'Tirole. J.. 2002.
parte relevante del coiijunto decausas del ciar. b~iruirilyla grxn depresión. ''Rlishkin, I'.. 199ia y 1907b.
L
DOSSIER

que se administra su inexistencia, determinan que se mantenga o se rompa nzz(r71-zcn howme,pour l'étrl~~~gh~r- pr-et~zir'rJIL(Y.?J-.
Quant aux de'hitez~rsd;.prrrzs,
la confianza. ils lepassionnaienrplu enror-c.lf.j(~toienr h n s unefievrede recherches conrinuelles,
Ida historia deja en claro que no todas las contingencias pueden prever- I ' ~ isur-
l les euseignes et sz/i. les ~ I O ~ I yue
I S lesjour?/auxirnprimaient, qLxitailr les
se ni evitarse. IJero la certidumbre sobre la información es un fiactor clave adresses comme un rhien quite 1egibie?"6.
para todos los niveles de la operación en el sistema financiero: ello permite Un elemento que se ha discutido cn las crisis financieras recientes es la
identificar cuáles riesgos tomar, asegiirarse y tener una idea de qué es posi- ausencia d e una regul:icicín ~idecuadao bien, la relajación de los criterios
ble hacer ante distintos tipos d e contingencias. En años recientes, la regula- regulatorios (desregulación). El c~isode la crisis bancaria que se desarrolló
ción financiera se ha enfocado en promover la claridad y certidumbre en la en hléxico a lo largo d e 1995 muestra cómo la ausencia d e una regulación
información, pero ello ha sido un problema permanente en los intercam- priidcncial adecuada permitió que los bancos tomaran riesgos de crédito
bios monetarios. siii las provisiones ideales, e inclusive que algiinos incurrieran en fraudes".
Por ejemplo, en la primera mitad del siglo XIX, Nathan hleyer Kothschild Consideremos la crisis actual e n los Estados Unidos: la Glass-Steagall Act
coririib:~con una eficaz red internacional dc informantes sobre los mercados (eii-iitida en 1933 durante el colapso bancario de ese año. siibsecuente al
firiaricieros y las plazas donde la Casa Rothschild mantenía operaciones". crac de 1929), prohibía a la banca comercial operar instriin-ientos bursátiles
LTri ejemplo literario sobre la importancia de la información aparece en Lina !. suscribir tít~ilos.La relajación de esta ley en 1999'; se considera como
rio\.ela clr'sica sobre la especulación financiera, L,:1r;~ynrde Émile Zola. uiia d e las causas detrás de los problemas actuales. Como se señaló arriba,
I'~ihlicada en 1891. la novela está inspirada en las experiencias de los fran- la regulación es uno de los componentes del sistenili financiero: no sólo es
ceses con burbujas espccuiativas en aquellos años. Busch, uno de los per- materia q u e norma la estructura del sisteni~ifiniinciero, de qué tipo d e
sori:!jes, es el arquetipo del especulador financiero v un prestamista iinpla- riesgos pueden tomar, v d e qué inforniación deben revelar, sino también
cable. Sin embargo, el relato presenra en él características propias d e un de cómo el Estado ejerce disciplina sobre el sector financiero. En ese senti-
banquero por excelencia: siendo un especialistli en recuperar "créditos do, la regulación es tino de los pilares d e la confianza en el sistema. El re-
malos". incluyendo la adquisición de acciones y bonos depreciados, para él gulador provee iin bien público, por el que responde a los ciudadanos, ya
no existe deuda i i obligicióri irrecuperable. Sus métodos (de lo que sería sea como autoridad legal, supervisor o prestamista de última instancia.
hoy un bufete d e recupcrlicióri de cartera) se basan en la más escrupulosa En cse sentido, es un brazo del Estado para que el sistema financiero mo-
bíisqucda de inforn-iacitiri,aunque en ocasiones incluye el chantaje: "Dmis derno funcione dentro de la ley y dentro d e las reglas de un pacto social.
rette mer de créuncieí-s cíipal-us ou insohahles, il (Busch)fallait fai7-e un choi,i., Pero el regulador no es,ni omnisciente, ni ubicuo, por lo que su efectividad
pour ne pus t?-o;n@ct/pil/r2/- so// effo0. En princtpe, il professait que toure créu~rrc. para anticipar una crisis puede ser minada por lo inesperado.
/izt?/i/e/a plus rott~p/a/~/l.~r,peut redeuenir Jonlze, et il n-vair une série de clossiers Otro elemento que ha venido a colación en historia reciente de las crisis
//nli/ir~i(,lr~~~lr/~r con-espondairun rzemire des noms, qz/ 'ili-elisait
(Il~sstG,ri//.~y//ri~ financieras, principalmente en ésta última, es la iiThovación. A decir, el dise-
(ie temps 2 autt-e,pour se~ltr(tt~/~ir la n/érnoire.Mais, p a m i les insoLuaúles, ilsui- ño de instrumentos que permiten mejorar la tecnología de intermediacihn.
,vair i~ar~xrellemeizt de plzls pr2s reux qic 'ilsenrait a-voir des chances defor~z/~/r pr .o-
rhaine: son enquite dénuduit les gens,pknétrair les secrets dej~mille, preficrit /lotec1e.s
Ih %ola, E., 1891, parte 1.
p/rrei/tks 7-iche.~,de.7 rnqlens d'eslstence, (ksI I O I ( L ~ ~ ~ rn~p1oi.s
/IX mrtout, yui per- " Ver Del 4ngel, G., 2003 y 2005
n/erruient de /unre?-/les opposirions. Pendrrnr ch.s crn~ltk-souueilt. iI luissait airlsi '"L. llamada Cramin-Leach-Blilev Acc de 1'9'99 se emitió cn [,arce por la obsolesceiicia de la Glass-
Sre.ipll, y en parre por presiones de grdndrs h.iricos. Se Ic mibuve a Sandy Weill, entonces < : E 0 de Cicigro~ip.
el mériro de la negociación frente al C:ongrsso ;\iiicric~no.LJley pasó por la inayoría del voco del Partido
" \'e[ Parra, A., 2008; v Miillcni. H . 700.5 Rsl~iihlicano.
Habiendo vivido la crisis dc 1929, Galbraith identifica bien el espíritu la verdad, las estratagemas con que lo tratan, los tahúres que lo desdoran,
de la acción humana cn esos fenómenos, aunque no explica el fundamento para que a unos sirva d e delicia, a otros d e advertencia, y a muchos d e
de ese optimismo y por qué 110 se quebranta. El optimismo sólo es una e~carrniento".'~ D e la Vega ve los avatarcs de este negocio como una inez-
parte de la explicación (las patologías y extravagancias, corno la conducta cla de la complejidad d e la acción humana, del oportunismo, y d e la confu-
autodestructiva, pueden considerarse como casos aislados). sión que se gesta en la acción colectiva.
I,a explicación más racionalista de estos fenómenos se refiere a los Iími- 4 la fecha este libro es considerado vigente para entender aspectos d e
tes cognitivos d e la acción humana. E n primer término, se presenta un la conducta humana en el mercado d e valores. En los diálogos el autor
problema de acción colectiva: cada individuo se enfoca en su propio accio- describe algunos d e los probleinas de la especulación b ~ r s á t i l : ~ ~
nar y beneficio sin reparar que el efecto colectivo puede ser desastroso. "Accionistu: Os certifiqué ser enigmatico el negocio que proffesso y que
E n segundo término, hay un error cognitivo: aunque los individuos estén al passo que era el mas real y el mas noble que havia en la Europa, era el
conscientes d e acciones en masa y sus consecuencias, el objetivo de su mas falso y infame que havia en el mundo y para que a proveis lo verdade-
acción puede estar en principio disociado de los factores que activarían una ro deste paradoxe, sabed que ha trac;ado la necessidad hazér deste negocio
crisis. Un ejemplo de ello es la debacle bancaria de1995 en México. Los juego, transformándo los mercaderes en tahures; y si aun parassen en tahu-
bancos siguieron una conducta de fuerte competencia por la colocación d e res. seria tolerable el daño, mas lo peor es que han dado algunos en fulleros
crédito. El riesgo d e la colocación irresponsable del crédito no detuvo su [...l. Para mejor inteligencia deste asombro, deveis advertir que tratan en
crecimi,ento, pues el objetivo de los bancos era, por encima de todo, ganar este negocio tres classes de personas, unos como Príncipes, otros como
más mercado. Estc error fue detectado por la banca, pero cuando un gran RIercaderes, y los ultimos como jugadores [. ..]
número banqueros sc dio cuenta, ya era deniasiado tarde. "Philosopllo: Quien compra está obligado á pagar; quien no tiene, no
Otra explicación, el extremo opuesto de la anterior, es la de psicología puede pagar á lo que está obligado; luego no está obligado á pagar lo que
de masas. El arguiiiento radica en que mucha gente sigue u11 "efecto ma- compra el que no tiene. [. . .]
nada", ya sea por moda. identidad común, o simplemente por un iniino "Accionistn: Quien compra, no está obligado á pagar lo que compró; yo
interior, irracional, d e seguir a sus pares, ya sea un fenómeno financiero o perdí por haver comprado; crgo que no estoy obligado á pagar. [. . .]"2b
la cruzada d e Pedro el Eririitaño en el siglo xi'j. Algunos científicos socia- "Philosopho: E s la mayor cordura discurrir con los que compran, razonar
les, principalmente economistas, han encontrado esta explicación atractiva, con los que venden, balancear los discursos, contrapesar las razones y des-
probablemente más por su efcctividad que por su f~indarnento. pués destas diligencias echar para donde pareciere mas favorable y eligir lo
Una explicación intermedia a las anteriores se escribió ya en el siglo que tubiere mas visos d e dichoso. Quisiera preguntar si estan obligados los
xvii. En 1688 Jossef I'cnso de la Vega, escritor literario y banquero sefardí accionistas á comunicarme sus secretos, o si están ligadas las acciones á
radicado en Ámsterdain, publicó (;7o7?fusió7~ de coilfi~sio?~es,
una obra satírica esperar á que ellos m e lo comuniquen? Si vos misino advertis que en un
en la que explicaba, a través de diálogos entre un filósofo, un mercader y punto se pierde la ocasion, como puede ser discrecion diferir con litigios lo
un "accionista", la vida y el negocio bursátil, para "pintar con el pincel de que se pierde en un punto?"?'

:' Kl libro clásico d e Charles hIackay. E~truulidiliillyPop~thil-L)PI~ISIOIIS


01idt/i~:I4~1illlj11~ss
o / ~ / D z ' (1841).
~s '' Del Prólogo de Co~lf~~.ioil
de Co/~f~slot~es.
Josseph d e la Vega, 1688.
explica diversos casos de conducta d e rnaias, entre los ciiales incluye Ids burbujas especulaci\'as conlo la '
j Fragmenros de los diálogos primero, segundo v rercero. Cor!fir~iorlde Conf~.íio~ie.í.
Josseph de la Vega,
trrlip~nu~~íuholadesa en 1637. las blirbuja especulati~ad e la Soiirh Sed Company en 171 1-1720, y d e 1688.
la hlissisiippi Conipanv d e 1719-1770. I,a explicación más recurrente se ha rornado del libro del psicólogo '"Fragineritos del diálogo primero. Nora:f1ll~1~os
sigilifica tramposo en el juego.
social, Guscave L e Boii. l ~ n p ~ r / i o l o g ~ ~ c(1895).
/~~~fo~~l~~s " Fragmento del diálogo scgiiiido.
DOSSIER DOSSIER

".-lrrionistn: E s la Bolsa una placiiela circundada d e pilares [. ..] y llámasse logía d e la información, las señales y los focos rojos aparecen constantemen-
Bolsa, o ya por encerrarse los mercaderes e n ella como e n unri bolsa. o va t e precediendo a una crisis, pero su dispersión es tal q u e hay q u e saberlas
por las diligencias q u e haze cadli uno por llenar la suya e n ella [.. .] y que- interpreta+'. Un problema adicional para el analista q u e predice una ciisis t.\
riendo dezir la palabra d e Bolsa cuero e n griego, hay inuchos accionistas saber con precisión cuándo va a estallar. Este hli sido u n reto permanence y
cl~icquedan e n cueros en esta Bolsa"28. nunca superado, y e n el q u e radica la credibilidad frente a los demás.
Viendo la crisis actual a la luz d e factores coi-i-iolos q u e arriba se señalail, Generalmente las advertencias no tienen eco en los optimistas, aiiriqlie
un testinionio publicado e n TheEcononzist explica la confusión d e confusio- es probable q u e disminuyan el número afectados (algo q u e n o e s posible
nes d e los banqueros actiiales e n los procesos d e decisión: saber). Aún así, es absurdo esperar q u e las advertencias se tomen e n cuen-
*' 72egap in ou?- risk manc~<gt~/~~er~t anh opened up gmdualh over the years z~-ith ta: es pedir ri los optimistas q u e renuncien al legítimo derecho d e mejorar
r h grouth
~ of ti-aded n-editp~vrfuctssurh as ccoo tl-anches (t-ol/nte~-ahsed-deht ohli- su vida material.
gatiousj nild other asSser-l/nt3e~~se~rurities. These snt unconfo~frrh/yhr~ueenmal-ker E s común q u e las advertencias provengan del Estado, principalmente
nnd rr~~dit lisk. Thc. irlu/;I.t't-t7s-krfcpnrtrtzent nmer real4 took o.unershc/lipof the~u, ciiando se tmta d e burbujas. E n la quiebra del banco Ricci e n Florencia del
belimiirg rhrnl to be pri?rlc/ril~~ creeht-risk instrt~ntenrs-,crnrf rhe credit-risk di.- siglo XVI y e n el crac d e 1929, entre otros, funcionarios del gobierno avisa-
palt?nent thot~ghtof then 0.r lnarket risk [. . ./ ron del problema. Pero cuando el Estado escá imbuido como un actor den-
At rhr /.oot of it n//,hoavmei; wa.s-nnrf.zti// is-a dee$/j~in~/.ninc(flnal;n [he tro d e las causas d e tina crisis, e s poco probable q u e gaste advercericias.
rÍeci,sio~~-~nnaki~~gprocess. In routi-ast to rht law, uhere i a ~ osides nzake a11 t~qrdnl- T a l e s el caso d e las crisis d e 1982 y d e 1994 en IVléxico, d e 1999 e n Brasil
and-opposite argz~mrntthnt is,fnir(yj~trjgr'/j,er, 1i7 llallks thei-eM nlwap n has to.ccn-ds y d e Argentina e n 2001. El efecto e s el contrario: el poder busca mantener
ozle side 01thu ? ~ u ? ? I 726 ~ I I ht~siness
~~. line mas /norefocused on getting n rrzi~?lsrzc- expectativas d e optimismismo; y cuando manda una señal opuesta, termi-
ti071 nppi-oved thnn on identi/Sliizgthe risks ir? whar ir alcls pt-o~osing.Tht lis-k-fnc- na por precipitar una crisis, incliisive agravarla. El gobierno es esos casos el
tors wei-e a s m a l / p ~ r (t!f the plzseiztution and nls?cq.'!'r"mitignted". This mcrtie it c ~ ~roinpe
ic la confianza.
Ifa risk nzanager .soid no, he alas inznzediate¡'~lo11
hr7r-d to (ii.ccourage tiirrlls-~7r~-rio?rs. Los linalistas son menos escuchados. El analista vuelto Casandra enfrent~i
a cr,l/~sioncourse with the bt~siriesshne. The r%ck rhinki~~~q therefore leaned tounrd la indiferencia d e los eufóricos y 111 desconfianza d e muchos otros. Las adver-
gi~i77gthe heirejt of the douh to thr ~?.'!'rk-tnker~"'~. tencias n o frenan la :icción colectiva e n los mercados financieros, pues la
L)e la mano d e la euforia vienen las advertencias. La econornía neoclási- n~ayoríaoptimista espera q u e su nombre esté escrito e n el famoso libro del
ca inás tradicional considera cjue las advertencias son suficientes para frenar Apocalipsis, o bien, como predicaría la econoiníri neoclásica, para optimizar
una biirbujri especiilativa: la historia demuestra todo lo concrario'". E n todas esperan poder arrepentirse justo e n el instante previo al juicio final.
las crisis hay advertencias y señales, así como profetas del fin del mundo3'.
E n años recientes, ante la mayor disponibilidad d e información y d e tecno- -SE rR4CTL;RA LTN PACTO SOCIAL?

:' Fragmento dcl dialogo tercero. La discusión d e los párrafos :interiores busca señalar lo frágil q u e constit~i-
" "Coiifessioris of a risk manager". publicado en l%f Emiioij~isi.7 de agosto de 2008. Te una relación financiera. L o quebradizo d e ese vínciilo implica q u e hay
"Ver por ejeinplo 13 crírica de liinilehcrger a los supuestos de Milton Friedinliii al respecto, eii Kiiidle-
tierger C. P.. 1989. una probabilidad d e q u e acluello q u e e n u n momenco tuvo iin buen desenl-
" L a crisis bancaria dc 199.5 r n h~lésicotuvo sus profctas. pero rn la euforia del "salinato" poco fiicrori
escuchados. Eri la crisis aciual. el f ~ i u d de
e Reriiard Madoff fue revelado coi1 :inticipación por ~ i i ciriitlio
i de
H:irn Xfarkopolos, pero Iss consecuenciar llegaron despliés de que esralló el fraude. .l'aiiibién muchos ad-
niiiiistr.idores de ricrgo (iiicliiídos varios cn hléxico) desde 2007 >ciaii con tlcrconfianza lo que pasaba. " Ver por ejeinplo "Confessions of a risk manager". publicado en TheEronurnisr, 7 de agosro de 2008.

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peño financiero, en otro pueda despeñ:ir. Carlo Cipolla cita de las crónicas de la severidad d e una crisis financiera es la dimensión del trauma. Hay
d e Gililiano de' Ricci y del diario de Bastiano Arditi. ambos docunlentos del burbujas especulativas que se borran fácilmente de Iri memoria colectiva.
siglo m.r, una narración sobre la formación y pérdida de la reputación del ban- Hay crisis que dati pie a un nuevo orden nacional o internacional.
co Ricci, uno de los principales bancos florentinos de la época. lo cual cul- La prevención o la solución de una crisis es contundente en la medida
minaría en una crisis: "Tras la ruina y qiiiehra dcl banco de los ,411tinoriy qlie preserve el pacto social. Para Aristóteles, según la interpretrici6n d e
del d e los Fazzi, surgió con grandísima reputación por su buen gobierno Karl Polanyi, la relación d e intercambio debe ser tal que se preserve la
y por las facultades que había e n él, el banco de Federico di Roberto de' coinunid:idS7.En TAe Grt7at Trunsfonnntion,Polanyi argumenta que sin ese
Ricci administrado por blarcello di Giovanni Acciaiolli, su yerno; y tal fue contrato o pacto social, y sin un Estado que instruinente las reglas de una
sil crédito que todos los dineros tanto públicos coirio privados afluían a ese sociedad de mercado, es imposible que los inercados fiincioilen, mucho
banco y era verdaderamente el crijero de todos, hacía que la plaza se estre- menos esperar el progreso económi~o"~.
chara a su antojo [.. .] Se mantuvo con esta reputación y este pi-oceder E n nuestros tiempos la responsabilidad inicial y última ha sido asiiniicia
desde el año 1552 hasta el año 1573j3". 110r el Estado. La inicial como legislador y regulador prudencial, la restante
E n 1576: "Por la ciudad de Florencia se oyeron.miichos gritos y lainen- coirio prestamista de última instancia y agente reactivador del sistema fi-
tos alrededor d e los bancos que sólo pagaban con tinta de modo que los il¿inciero. Pero no todas las contingencias pueden preverse, por lo cual el
rmrgfilli d e los talleres no podían conseguir dineros para pagar :l los artesa- trabajo del regulador siempre será necesario y nunca será suficiente para
nos, y sólo se oían lamentos entre los artesanos [...] )/ era tan grande el anticipar una crisis.
descontento, que el gran duque, temiendo una revuelta se niarchó a su Ante las limitriciones de la acción del Estado hay otros dos sostenes del
villa d e Poggio a Caiano y se llevó consigo las tropas del condado"". sistema financiero para no fracturar o bien reconstruir un pacto social.
Y e n 1578: "En 1210renciaya no se halla canibio y ya no hay moried:~ Uno de ellos es la responsabilidad propia del sistema financiero. El testimo-
constante ni espíritu v i v ~ " ~ j . nio de The Econornist citado en este texto plantea qiie una de las lecciones
Al entender la relación financiera como iin vínculo, no sólo econóinico de la crisis es regresar a "los fundamentos básicos de la práctica financiera"
sino d e ordeii societal, las consecuencias de su ronlpiiniei-ito van más allá (bnckto/,usics):analizar las posiciones del balance por tipo, tamaño y coinple-
del orden puramente económico. Destruir ese vínculo implica diluii-la con- jidad antes y después de hacer una cobertura; no creer ciegamente en las
fianza en todas las partes que convergen en él: además del sistema finaiicie- calificaciones de riesgo; y evaluar el riesgo de liq~iidczcorrectainente, entre
ro, el gobierno y la socied:id misma, dañando cl pacto socia13'j.Dependiendo otras prácticas. Tal coino,una de las ágrapAcl de los Evangelios Apócrifos
postula: "Sed buenos banqueros".
El otro sostén es fortalecer lo que Kiridleberger llarna "la responscibilidad
Cipolla, C., Iqq4, p p 97-98
"
económica de una sociedad": "Bajo nuestros sistemas [. . .] los individuos,
'' Ibid, p. 10.5.
" Ihid, p. 106. la familia o la empresa tienen responsabilidades, en relación al sistema,
'Weprridiendo del caso en ciierrii~ri,IJS relaciones fiii,incicr:is eiirnri eii el pacro socisl cn viriJs diiilen- que van más allá d e actuar conforme a las reglas explícitas. Es decir: <te-
siones: Driidor - Acreedor, Inrrrniedi~rios- Resto d r 13 cc>iiiiiiiid~d fiiianciera. Esrado eii v i fiirici6n firiari-
ciera - <:iiidndanos. Hasra cicrto puiiro, esto no es totaliiieiirc inc»iiip;itihlc con cl espiririi d e lo qiic s r Il,xina
nemos una responsabilidad económica respecto al bienestar púb1ic.o de la
disci(>liri~de mercado, sClo que lo rediiiirnsioiia. En esrr senrido Eicliciigrc-en. ( I L I C .irguinciira qiie la disci~ riiisma manera que d e conseguir nuestro bienestar personal y privado?
plina dc nicrcado debe ser la priniera línca para prcvriiir un coljpso finaiicicr(, (anrcs qiie la j>r»niesa del
reicate por parte d e ~uroriclodrsfinancieras ii.icionales z iiiteriiacion,ilcs). iiiiicl~iycque para rviiar uiia crisii
o disiiiin~~irsus cosrob es lo iiiás iniporraiire r s forralccer IJ c ~ p ~ c i d r~los
d iIcudorr\ 1' de los acreedores para '' Diilton, Georgr, 1968.
q u r piiedan llegar 3 acuerdos enrrr ellos inisiiios, ver Eicliengrceii. B., 2002. '' I'ol:iiiyi, L..19.44 Pol~iiyisigue la idea dc iiii conrraro soci.il ccrcana a la d e Iiohbes
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el abuso y el oportunismo, así como el optimismo y la esperanza en la bue- bility: Lessons for Policymakers" En: Mc7ziltainin.g Finanlwl S'tabili~iir n
na suerte sieinpre escarán entre nosotros. Ante esto, la historia econbmica Global Econo?r~yFederal Rescrvc Rank of Kansas City, 1997.
sugiere que la crisis financieras seguirrín siendo partc del futuro del iriun- Frederic S. Mishkin (1997b) "Understanding Financial Crises: A Developing
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