Sie sind auf Seite 1von 2

ieep.org.

ec

LIBERTAD DE PRENSA EN ECUADOR


autor Victor Hugo Bonifaz - IEEP
lunes, 16 de julio de 2007
Modificado el lunes, 16 de julio de 2007

El Presidente de la República, el 9 de julio del presente año, expidió un sorpresivo Decreto Ejecutivo, sin lugar a dudas,
atentatorio para la libertad de informar y muy adecuado para salvaguardar su imagen política de cara a las próximas
elecciones.
¿Por qué los regímenes de extrema izquierda y extrema derecha suelen considerar a la libertad de expresión y la
libertad de prensa sus anatemas? Seguramente muchos intentarán adecuadas respuestas, pero el consenso es que
seguramente tiene que ver con la función primordial de estas libertades al impedir que el poder sea absoluto, incluso en
la conciencia de los ciudadanos. Individuos informados y cuestionadores, no suelen simpatizar al autoritarismo de
cualquier tendencia ideológica. Ecuador ha gozado de una libertad de prensa bastante amplia. Cierto es que siempre
existieron roces con el mandatario de turno, pero en un entorno donde se simpatiza con los autoritarios, con los
hombres fuertes, con aquellos que enrumben el país aunque sea a la fuerza, era casi natural tales desavenencias. Sin
embargo, nunca se llegó a tal grado de paroxismo contra la libertad de expresión como en este régimen. Concretamente,
el Presidente de la República, el 9 de julio del presente año, expidió un sorpresivo Decreto Ejecutivo, sin lugar a dudas,
atentatorio para la libertad de informar y muy adecuado para salvaguardar su imagen política de cara a las próximas
elecciones. Un Decreto inesperado que quiso pasar inadvertido pues utilizó como telón de fondo un viaje del primer
mandatario. Decreto Ejecutivo con vocación de mandato supremo por lo inconstitucional; intimidatorio y claramente
dirigido a evitar que nuevos videos se presenten en la televisión del país involucrando en mayores escándalos de
corrupción al Ministro de Economía y Finanzas, quien esos días debía comparecer a un juicio instaurado por el Congreso
Nacional para responder cargos por especulación financiera en el pago de 135 millones de dólares en intereses de los
bonos 2030 de la deuda externa ecuatoriana y por beneficiar a bancos venezolanos. En efecto, el confuso Decreto
Ejecutivo Nº 468 para reformar el Art. 80 Clase III del Reglamento a la Ley de Radiodifusión y Televisión que prohíbe
“reproducir [se refiere a la difusión de] videos y/o grabaciones magnetofónicas clandestinas y/o no autorizadas a
grabar por parte del que o los que aparecieren involucrados o intervengan en el video o grabación, de manera que se
afecte el derecho a la intimidad y al honor de las personas consagradas en la Constitución Política de la
República” es la evidente concreción, a pesar del lirismo con que fue redactado, del más claro atentado a la
libertad de prensa en el Ecuador. Una manifiesta coacción a la radio y televisión ecuatorianas, que ni siquiera los más
intolerantes gobiernos de los últimos periodos en el país se han atrevido a concretar con tanta dedicatoria manifiesta,
injerencia legal y hasta mal disimulada desesperación; aprovechando de un viaje presidencial no oficial a Europa cuyas
intenciones y proclamas proselitistas no han recibido eco en el pragmático socialismo de aquel continente.
Ciertamente que existe un mal antecedente con el cierre, a principios de los noventa, de una emisora por una supuesta
injuria al mandatario de entonces. Sin embargo, según los entendidos, precisamente fue cuando se normó y reglamentó
que nunca más ninguna autoridad pueda cerrar algún medio de comunicación en el Ecuador. ¿Otro desconocimiento
más de la historia nacional reciente de parte del actual mandatario? La prensa local, ha evidenciado cuán crípticos y
duales suelen ser las declaraciones oficiales del Ejecutivo. Este decreto que pretende convencer -y auto convencerse-
de que su intención es la de defender la intimidad y honra ciudadanas, parece superar las galimatías legales de un
régimen cuyo ideario está inducido por las estadísticas aprobatorias de las mayorías. En efecto, cuando se exceptúan
sanciones para “los videos que hayan sido grabados por los medios de comunicación o por las instituciones del
sector público con sus propios equipos para impedir la comisión de un delito o comprobar la existencia de uno ya
existente”, no solo que se torna imposible no retrotraer la memoria al escándalo que empaña la gestión del
actual Ministro de Economía, sino que se comprueba que la ética gubernamental produce decretos con dedicatoria
privilegiando a sus partidarios y amenazando a los que considera enemigos, en este caso, la prensa. Decretos como
éste, inconstitucionales y redactados al apuro hacen cuestionar: ¿por qué se interpreta la ley acomodaticiamente?;
¿cuál es el beneficio de investigar delitos comprobados?; ¿en qué se beneficia la sociedad con esta contra lógica del
régimen? De lo que no cabe duda es que la libertad de expresión, la intimidad, la honra o peor: el hacer cumplir la
constitución (ni siquiera se la juró el día de la posesión presidencial) no son prioridades del régimen. Esto se constata en las
infortunadas declaraciones en contra de los medios de comunicación ecuatoriana realizadas en España y porque obvia
remitirse y vulnera el principio legal que la Carta Magna estipula en el numeral nueve del Art. 23 donde se consagra la
liberad de expresión y de opinión; y el Art. 81, donde el Estado se obliga a informar sin censura previa. Este decreto
anhela penalizar ex-ante se cometa un delito contra la honra (etc., etc.) cuando la norma vigente es sancionar ex post la
difusión informativa. Si el involucrado se siente afectado, entonces puede empezar acciones legales. En Ecuador existe
el Juicio de Imprenta contemplado en el Código Penal para estos fines. Un decreto, como lo dice el Art. 272 de la
actual Constitución, no puede ignorar el orden jerárquico legal. Justamente este artículo consagra la Supremacía
Constitucional que a ciencia cierta los asesores del presidente no desconocen. Tal vez no les interesa. Pero lo
fácilmente deducible es el deseo de acallar las denuncias a la Cartera de Economía, dilatar el tiempo para no se afectar
la imagen de los candidatos oficialistas a la próxima Asamblea Nacional Constituyente y, si existe controversia o conflicto
constitucional, (gremios periodísticos ya interpusieron Recurso de Amparo) hacerlo dilucidar en un Tribunal
Constitucional adepto al gobiernismo. Cabe mencionar que los principales candidatos del movimiento político del actual
presidente ecuatoriano que terciará para la Asamblea Nacional Constituyente, han declarado que su proyecto de
constitución contempla “ampliar” dicho artículo 81, porque, fundamentándose en los “derechos
colectivos” del país, buscarán objetivos y fines democráticos, históricos e identitarios en cuanto a los contenidos
http://www.ieep.org.ec Potenciado por Joomla! Generado: 2 July, 2009, 12:36
ieep.org.ec

de la información se refiere. Amenaza velada a la libertad de prensa pues, ¿quién será esa mente maestra que defina
qué se circunscribe a cada concepto? Se necesitará un poder central coartando la libre circulación informativa. ¿Será
que coacción y democracia simbiotizan en el imaginario socialista del siglo 21? Ciertamente que el mandatario impone
la agenda confrontacional en el país. Pero parece ignorar que aunque su popularidad se mantiene alta gracias al
incremento de una política subsidiaria regresiva, anti-técnica e ilimitada que fácilmente superará los 3500 millones de
dólares, una prensa libre no dispuesta a cejar, evidenciará con mayor fuerza su atolondrada brújula cuyos efectos
económicos como: decrecimiento semestral de la producción a menos del uno por ciento (0.38%), suba inflacionaria (la
más alta en el mismo periodo de cálculo desde 2005), falta de empleo a pesar del enorme gasto fiscal, inseguridad
financiera y precios al productor que no pueden seguir represados. El mismo Banco Central del Ecuador indica que el
índice que mide las diversas actividades económicas, IDEAC, es inferior (279.4) comparado al del mismo lapso del año
pasado. El líder de la revolución ciudadana también parece ignorar que la libre expresión en el país, es una institución
espontánea e imprescindible, que los ecuatorianos no están dispuestos a renunciar, a pesar de los insultos y
amenazas. ¿Temerá el Presidente de la República que la prensa se convierta en el dogal de su régimen, al igual que
en Cuba, Argentina o Venezuela donde se quiere disimular y tamizar la realidad a través de información oficial?
Talvez eso sí le quita el sueño: la prensa libre que no suele digerir con facilidad la demagogia del mesianismo.De todas
maneras, aun el poderoso régimen venezolano -armado con los recursos del petróleo- ya no puede evitar los cánticos
en los barrios populares: “se cae, se cae, se cae” porque limitar la libertad de prensa en la Venezuela de
la escasez y el racionamiento, fue la gota que derramó el vaso.- El autor es miembro del Staff del IEEP.

http://www.ieep.org.ec Potenciado por Joomla! Generado: 2 July, 2009, 12:36

Das könnte Ihnen auch gefallen