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INTRODUCCIÓN
Fermentación, cambios químicos en las sustancias orgánicas producidos por la acción
de las enzimas. Esta definición general incluye prácticamente todas las reacciones
químicas de importancia fisiológica. Actualmente, los científicos suelen reservar dicha
denominación para la acción de ciertas enzimas específicas, llamadas fermentos,
producidas por organismos diminutos tales como el moho, las bacterias y la levadura.
Por ejemplo, la lactasa, un fermento producido por una bacteria que se encuentra
generalmente en la leche, hace que ésta se agrie, transformando la lactosa (azúcar de
la leche) en ácido láctico. El tipo de fermentación más importante es la fermentación
alcohólica, en donde la acción de la cimasa segregada por la levadura convierte los
azúcares simples, como la glucosa y la fructosa, en alcohol etílico y dióxido de
carbono. Hay otros muchos tipos de fermentación que se producen de forma natural,
como la formación de ácido butanoico cuando la mantequilla se vuelve rancia, y de
ácido etanoico (acético) cuando el vino se convierte en vinagre.
FERMENTACION
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
Existen muchos tipos de fermentaciones pero en todas ellas sólo ocurre una oxidación
parcial de los átomos de carbono del compuesto orgánico y por lo tanto sólo se
produce una pequeña parte de la energía disponible.
Las bacterias pueden producir productos fermentativos finales distintos al ácido láctico
y al etanol debido a las diferencias en el metabolismo del ácido pirúvico. Estos
productos finales pueden ser ácido fórmico, 2,3 butanodiol, isopropanol, ácido butírico,
butanol. La mayor parte de las fermentaciones bacterianas pueden originar varios
productos finales, pero ninguna fermentación da lugar a todos los productos finales.
El efecto Pasteur
TIPOS DE FERMENTADORES
El objetivo de la biotecnología es obtener productos metabólicos útiles a partir de
materiales biológicos. La biotecnología comprende dos fases distintas: la fermentación
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
A simple vista uno puede pensar que aquellas condiciones que se han encontrado ser
las más efectivas a pequeña escala deberían ser igual de efectivas a larga escala y
que para conseguir este objetivo únicamente es necesario usar un recipiente mayor
con el correspondiente incremento de volumen del medio. Nada más lejos de la
realidad. Por ejemplo, se puede conseguir un buen crecimiento de un microorganismo
aerobio en un matraz de 200 mL mediante agitación en un incubador usando un rotor
de 300 w. Si nosotros simplemente ampliamos este sistema, un único fermentador de
10.000 litros requeriría un agitador con un motor de 15 megawatios. Dicho motor
debería ser tan grande como una casa y el calor generado durante la agitación herviría
a los microorganismos.
TIPOS DE FERMENTACIONES
Una fermentación discontinua (en batch) puede ser considerada como un "sistema
cerrado". Al inicio de la operación se añade la solución esterilizada de nutrientes y se
inocula con el microorganismo, permitiendo que se lleve a cabo la incubación en
condiciones óptimas de fermentación. A lo largo de toda la fermentación no se añade
nada, excepto oxígeno (en forma de aire), un agente antiespumante y ácidos o bases
para controlar el pH. La composición del medio de cultivo, la concentración de la
biomasa y la concentración de metabolitos cambia generalmente como resultado del
metabolismo de las células observándose las cuatro fases típicas de crecimiento: fase
de latencia, fase logarítmica, fase estacionaria y fase de muerte.
b.- Mantener las condiciones estériles a escala industrial a lo largo de un largo período
de tiempo es difícil.
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
c.- La composición de los sustratos debe ser constante a fin de obtener una
producción máxima. La composición de las soluciones de nutrientes industriales son
variables (líquido de maceración del maiz, peptona, etc.) lo que puede originar
cambios en la fisiología de la célula y disminuir la productividad.
Fermentación Láctica
Fermentación láctica se llama al proceso celular donde se utiliza glucosa para
obtener energía y donde el producto de desecho es el ácido láctico.
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
Todas las bacterias del ácido láctico fermentan diversos azúcares produciendo
ácido láctico en cantidades suficientemente elevadas como para inhibir o matar a
la mayoría de los otros microorganismos. Pero, con unas pocas excepciones que
incluyen algunos estreptococos, las bacterias del ácido láctico son inócuas para la
especie humana y además, sus productos metabólicos tienen un sabor agradable.
Estas propiedades nos permiten utilizar las bacterias del ácido láctico para
preparar y conservar alimentos. Los alimentos deben contener suficiente cantidad
de azúcares para que las bacterias del ácido láctico produzcan cantidades
inhibitorias de dicho ácido (la mayoría de los materiales vegetales y productos
lácteos las tienen). Además, debe excluirse el aire para que los microorganismos
aerobios, que metabolizan más rápidamente, no puedan utilizar el azúcar antes
que las bacterias del ácido láctico tengan la posibilidad de desarrollarse.
Generalmente no es necesario añadir bacterias del ácido láctico a los alimentos ya
que la mayoría de los productos vegetales y lácteos contienen una población
natural adecuada, salvo que hayan sido sometidos al proceso de pasteurización.
A.- Homofermentativas
B.- Heterofermentativas
Las vías metabólicas que utilizan para degradar la glucosa son diferentes. Los
fermentadores homolácticos utilizan la vía glucolítica y reducen directamente casi
todo el piruvato a lactato gracias al enzima lactato deshidrogenasa. Los
fermentadores heterolácticos utilizan la vía de la fosfocetolasa convirtiendo la
glucosa en D-lactato, etanol o acético y CO2.
PRODUCTOS LÁCTEOS
proteínas. Para llevar a cabo este proceso suele inocularse la leche con el cultivo
iniciador (starter) deseado, se incuba a la temperatura óptima y a continuación se
detiene el crecimiento microbiano mediante enfriamiento.
El yogur es producido por un cultivo iniciador especial en el que están presentes dos
bacterias principales en una proporción 1:1, Streptococcus termophilus y Lactobacillus
bulgaricus. Cuando estos organismos crecen a la vez, Streptococcus produce ácido
mientras que los componentes del aroma son formados por Lactobacillus. El yogur
recién preparado contiene 109 bacterias por gramo. La leche con acidófilos se produce
utilizando Lactobacillus acidophilus.
QUESO
El queso es uno de los alimentos más antiguos consumidos por el ser humano ya que
se cree que se desarrolló hace 8000 años en los países cálidos del Mediterraneo
Oriental. Las tribus nómadas de estos países transportaban la leche en recipientes
fabricados con piel de animales, estómagos, vejigas, etc. A temperatura ambiente la
leche se acidifica rápidamente, separándose en cuajada y suero. El suero
proporcionaba una bebida refrescante, mientras que la cuajada constituía una masa
firme que podía consumirse directamente o conservarse durante períodos más largos.
Probablemente esta fermentación natural de la leche evolucionó en dos sentidos: de
un lado hacia la producción de las leches fermentadas líquidas como el yogur y, de
otro lado, mediante el desuerado a través de paños o de recipientes perforados, hacia
cuajadas sólidas que podían salarse y mantenerse períodos más prolongados. De esta
forma se conservaba gran parte del valor nutritivo de la leche, permitiendo su
utilización en épocas de escasez de leche líquida. Con el tiempo se comprobó que la
secreción del estómago de rumiantes jóvenes tenía la capacidad de coagular la leche,
conduciendo este hecho a la posterior utilización del cuajo para elaborar el queso.
RENINA
ELABORACIÓN DE LA LECHE
La leche para su consumo pasa por una serie de procesos,que básicamente son:
Conservación
Fermentación alcohólica
1. Dos reacciones sucesivas:piruvato --------> acetaldehído + CO2
2. acetaldehído + NADH +H+ -------> etanol + NAD+
Vino, término que se aplica a una bebida alcohólica elaborada por fermentación del
jugo, fresco o concentrado, de frutas o bayas. La mayor parte del vino, sin embargo,
se obtiene por fermentación del jugo de uvas frescas y el término, a falta de más
aclaraciones, se entiende que responde a esta segunda definición. La graduación de
los vinos varía entre un 7 y un 16% de alcohol por volumen; la mayoría de los vinos
embotellados tienen entre 10 y 14 grados. Los vinos dulces tienen entre un 15 y 22%
de alcohol por volumen.
Bodega de vino
Un trabajador cataloga el vino contenido en uno de los barriles, anotando la cantidad, tipo
de uva y fecha de encubado.
1.- Acidez
Sensación áspera y en cierto modo amarga de los vinos debida a la presencia de
diversos ácidos orgánicos. La acidez depende de una serie de factores, entre los que
se incluyen la variedad de uva y los ácidos que proceden de ella como el tartárico,
málico y cítrico; y la fermentación, que origina principalmente los ácidos succínico,
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
2.-Cuerpo
Los vinos tintos producen una sensación de plenitud en la boca, de intensidad y
complejidad al paladar. Debido a estas características y a un equilibrio correcto, se
dice de ellos que poseen “cuerpo”, al contrario de los vinos blancos y rosados que son
más ligeros.
3.-Aromas
Los aromas propios de la uva con la que se elabora un vino se denominan primarios.
Los secundarios aparecen en el curso de la fermentación. Los terciarios se desarrollan
a lo largo del proceso de crianza y en la evolución del vino en botella (bouquet).
4.-Afrutado
Aroma y sabor más común en vinos jóvenes que puede recordar las características
propias de la uva de la que proceden (vinos varietales) o a otros frutos como
melocotón, cereza, plátano o grosella.
5.-Crianza en madera
Presencia de aromas y sabores en el vino envejecido en barricas de madera de roble,
abeto o castaño. Su intensidad varía en función de la madera empleada (la más
apreciada es la de roble) así como del tiempo que permanece en contacto con ésta. El
uso de la madera en el envejecimiento de los vinos varía en función de la zona de
producción, con resultados característicos propios muy bien definidos.
6.-Contenido en azúcares
Cantidad de azúcares presente en el vino, determinada principalmente por el tipo y el
grado de maduración de las uvas empleadas en su elaboración, así como por la
duración del proceso de fermentación. Las uvas más maduras presentan mayor
contenido de azúcares. Para elaborar vinos dulces se reduce el proceso de
fermentación con el fin de evitar que todos los azúcares presentes en el mosto se
conviertan en alcohol. Los vinos conocidos como “secos” sufren un periodo de
fermentación más largo hasta que su contenido en azúcares residuales es muy bajo.
7.-Taninos
Sustancias orgánicas de sabor astringente que proceden de los compuestos químicos
presentes en el hollejo y la pepita de la uva y, en el caso de los vinos tintos, de la
madera de roble utilizada en la crianza. Los taninos actúan como un conservante
natural, permitiendo a los vinos envejecer durante largos periodos de tiempo sin perder
sus cualidades.
8.-Añada
Año en que se vendimian las uvas empleadas para elaborar un determinado vino.
Algunos son célebres por haber dado una cosecha excelente y los vinos que se
elaboran con estas uvas son de una calidad superior a aquellos que proceden de uvas
de vendimias consideradas normales. En cada zona vitivinícola la clasificación de
añada es diferente debido principalmente a factores climáticos y de producción.
♦ Complejidades del Vino
Cabe decir que el vino es el más complejo de los productos agrícolas. Ningún otro es
capaz de expresar tantos matices sensualmente palpables. Estos son consecuencia
de muchos factores, fundamentalmente del tipo de suelo, las condiciones
climatológicas, la variedad de uva o viña empleadas y las prácticas vinícolas
aplicadas.
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
♦ Producción
Industrias derivadas de la vinificación Para elaborar vino blanco de calidad se usan las
llamadas prensas neumáticas que ejercen una presión más débil y mejor repartida
sobre el orujo. El vino de mesa, por el contrario, suele prensarse en prensas continuas
de mayor rendimiento. El resultado de la presión sobre el orujo es esta pasta, que se
observa en la fotografía, que se destina a las industrias derivadas de la vinificación,
como las dedicadas a la elaboración de aguardientes, aceite de pepita de uva o a la
fabricación de abonos.
El principio que guía la elaboración del vino es sencillo. Las uvas recién recogidas son
prensadas para que liberen su zumo (llamado mosto), que es rico en azúcares
fermentables. Las levaduras transportadas por el aire, o la adición de levaduras
seleccionadas al mosto, provocan la fermentación de éste. Los principales productos
de la fermentación son alcohol etílico y dióxido de carbono. Este último es liberado en
forma de gas. La fermentación se interrumpe normalmente cuando todos los azúcares
fermentables han sido transformados en alcohol y dióxido de carbono, o cuando la
concentración del primero supera la tolerancia de las levaduras. El mosto es ahora
vino.
♦ Prensa móvil
En la bodega de la imagen, los depósitos de fermentación se encuentran en el piso de
arriba. La prensa móvil recoge el orujo mezclado todavía con vino procedente del
descube para conseguir el llamado "vino de prensa", de inferior calidad que el obtenido
sólo por escurrido o trasiego después de la fermentación.
Existen, no obstante, muchas variantes de este proceso. Las principales entran en
juego para producir vinos blanco, tinto y rosado, vinos espumosos y vinos dulces.
Otras variantes se usan para mejorar la calidad de los vinos anteriormente
mencionados.
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
♦ Remontado
Durante la fermentación de los vinos tintos, todos los días se realiza un proceso
llamado remontado. La finalidad de este sencillo pero esencial paso en la vinificación
en tintos es homogeneizar el hollejo con el mosto o vino en fermentación, disolviendo
el "sombrero" que se forma por el gas carbónico desprendido. Para ello, se usa una
bomba de remontado que saca el vino por la válvula inferior y lo eleva por una tubería
hasta la boca del depósito.
El jugo de la mayoría de las uvas, incluido el de la mayoría de las uvas rojas, es
incoloro. Las uvas blancas se prensan inmediatamente después de su recogida o
vendimia y el jugo se separa de la piel antes de la fermentación para obtener vino
blanco. (Tratadas de igual modo, la mayoría de las uvas rojas también producen vino
blanco; esta técnica para producir vino blanco a partir de uvas rojas es muy empleada,
por ejemplo, en la región de Champaña, Francia. Por el contrario, no es posible hacer
vino tinto con uvas blancas).
♦ Raspón
En la elaboración de vinos tintos una de las fases por las que pasa la vendimia es el
despalillado. Consiste en separar los granos de uva del raspón o escobajo con la
finalidad de aumentar la suavidad y calidad del futuro vino. Como todos los
subproductos de la vid, puede tener usos en licorería o agrarios.Cortesía de Marta
Arranz Basagoiti
Para hacer vino tinto, las uvas rojas se aplastan y el mosto pasa parte o la totalidad del
periodo de fermentación y, en muchos casos, un periodo de maceración previo o
posterior a la fermentación, en contacto con las pieles u hollejos. Toda la materia
colorante, además de múltiples compuestos saborizantes y taninos, se encuentran en
los hollejos de las uvas y la fermentación y maceración se encargan de liberarlos. Esta
liberación se intensifica a menudo por técnicas de activación mecánica (remontado), o
batido (bazuqueado), durante estos periodos.
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
♦ Vendimia tinta
Cuando la vendimia tinta llega a la bodega, se vierte en la tolva, se pesa y se conduce
a la despalilladora para eliminar el raspón. Después, se encuba en el depósito de
fermentación.
El vino rosado suele hacerse empleando uvas rojas que sólo permanecen en contacto
con los hollejos durante un breve periodo de tiempo. Con menor frecuencia se obtiene
mezclando vinos tinto y blanco.
♦ Descube
El proceso de descube consiste en vaciar los depósitos de fermentación, una vez que
ésta se da por concluida, y conducir el vino a otros recipientes. El orujo restante se
prensa antes de seguir su proceso de evolución para producir el llamado "vino de
prensa" considerado de calidad inferior.
En la imagen podemos ver el momento en el que se abre, con ayuda de una palanca, la puerta
del depósito tras la extracción del líquido o "vino de yema".
El vino espumoso (el que contiene dióxido de carbono disuelto, que se libera en forma
de burbujas cuando se abre la botella) se elabora siguiendo una serie de métodos
diferentes. El más barato y simple es la carbonatación, una técnica muy utilizada en la
fabricación de bebidas refrescantes: se bombea dióxido de carbono en el vino, que se
embotella a presión. El más primitivo es el embotellado del vino antes de finalizar la
fermentación (se practica en algunas partes de Francia, donde es conocido como el
méthode ancestrale o rurale), y produce un vino ligeramente espumoso, a veces
ligeramente dulce, con sedimento.
Todos los demás métodos empleados para producir vino espumoso implican una
fermentación secundaria. Se añade azúcar y levadura (llamado licor de expedición) a
un vino base para producir una nueva fermentación en algún tipo de recipiente
hermético. Esto puede hacerse en un tanque (método de Charmat), y posteriormente
el vino se embotella a presión; o en una serie de tanques (método continuo). También
puede hacerse en botella, cuyo contenido es transferido a un tanque y filtrado antes de
proceder a su embotellado definitivo (método de transferencia). El método más caro y
laborioso es el método champañés (conocido también como método tradicional o
clásico), en el cual la segunda fermentación tiene lugar en una botella, normalmente
en un entorno fresco y con un periodo de almacenamiento posterior a la fermentación.
El sedimento del vino es impulsado hacia el cuello de la botella de donde (tras pasar
las botellas invertidas a través de una solución congeladora) es expulsado en forma de
una pella congelada (o degüello). Los mejores vinos espumosos del mundo,
incluyendo todos los champañas, se elaboran siguiendo el método champañés. En
España se conoce con el nombre de cava al vino espumoso elaborado por este
método, según la reglamentación de vinos espumosos. Fue la familia Raventós quien
introdujo, en San Sadurní de Noya (Barcelona), la fabricación de estos vinos al estilo
champañés. En 1900 comenzó la producción industrial de la masía Codorníu,
regentada por esta familia y, a partir de entonces, otros comerciantes del Penedés
empezaron a fabricar cava.
Los vinos dulces, por lo general, se elaboran añadiendo licor de alta graduación
(normalmente brandy) al mosto o al vino parcialmente fermentado. El licor impide o
interrumpe la fermentación, estabilizando así el vino. Cuando se añade licor al mosto
no fermentado (como en el Pineau des Charentes o los Muscat Vins de Liqueur
franceses, o los Mistelas españoles) el vino resultante es muy dulce; si se endulzan
vinos parcialmente fermentados (como ocurre con el Oporto y los Vins Doux Naturels
franceses), se obtiene también un vino dulce. Cuando se añade a vinos totalmente
fermentados (como es el caso del jerez español), se obtiene un vino seco, aunque
éste puede ser también endulzado por otros métodos. Las principales variantes de los
métodos de mejora de la calidad de los vinos comprenden estratagemas de control de
la temperatura, la manipulación física, la adición de productos, el tipo de depósito y el
sistema de almacenamiento.
En general, cuanto menos se mueva físicamente el vino, mayor será su calidad. Con
todo, entre las manipulaciones de mejora de la calidad, hay que incluir las diversas
formas de maceración que se aplican a los vinos tintos para darles color, sabor y
contenido en taninos (en ocasiones se hace lo contrario: los vinos tintos ligeros,
afrutados, se producen a menudo por fermentación de la uva entera, también llamada
maceración carbónica, en la que las uvas rojas no son ni aplastadas ni maceradas,
sino que fermentan enteras en un entorno anaerobio). Las ‘heces’ del vino, depósitos
de sedimentos, añaden a éste sabores deseados, y éstas pueden agitarse tras la
fermentación para aumentar la absorción de sabores por parte del caldo. La
clarificación de mostos o vinos puede lograrse por mecanismos físicos como la
aplicación de la fuerza centrífuga, así como por efecto de la gravedad. La filtración es
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
Los principales aditivos empleados en la elaboración del vino son, en las regiones
vinícolas más frescas, el azúcar o mosto rectificado, que debe añadirse al mosto para
incrementar el contenido final en alcohol (lo que recibe el nombre de chaptalización);
en las regiones vinícolas más cálidas hay que añadir acidez al mosto para mejorar el
equilibrio del producto final (ajuste de acidez). Otras adiciones incluyen el tanino,
productos para clarificar el vino y esquirlas de roble (como saborizante). Todos los
vinos tintos y algunos blancos experimentan, tras la fermentación primaria, una
transformación bacteriológica llamada fermentación maloláctica, que puede
garantizarse añadiendo bacterias lácticas al mosto en fermentación o al vino.
El sabor de todos los vinos cambia con el tiempo. La mayoría de ellos se deterioran y
deben consumirse tan pronto como sea posible. Los vinos de mayor precio, por otra
parte, tanto los blancos como, con mayor frecuencia, los tintos, mejoran con el
almacenamiento, generalmente en botella (las condiciones ideales de almacenamiento
se describen más adelante, en “Cómo se bebe el vino”). Los periodos óptimos de
almacenamiento son muy variables, pero sólo una exigua minoría de vinos mejora con
un almacenamiento de más de diez años.
Bioquímica I – Fermentación Alcohólica y Láctica
ELABORACION DE CERVEZA
Interior de una fábrica de cerveza Estas grandes calderas se emplean en una fase vital
del proceso. En este punto se añade lúpulo al líquido previamente obtenido por
malteado del grano (germinación y tostado), que sirve para convertir el almidón en
azúcar. Las flores de forma cónica que se obtienen de la planta del lúpulo dan a la
cerveza su sabor amargo y ayudan a inhibir el crecimiento de ciertas bacterias.Photo
Researchers, Inc./Joseph Nettis
PRODUCCIÓN
TIPOS DE CERVEZA
En Europa, las cervezas varían mucho en sabor, color y fuerza, y cada fase del
proceso de elaboración es susceptible de alteraciones, modificaciones e
intervenciones creativas. Con todo, hay una distinción básica en la familia de las
cervezas: el tipo de levadura. Las cervezas elaboradas con levaduras flotantes (es
decir, aquellas que flotan en la superficie del mosto en fermentación) reciben el
nombre de tipo ale; las cervezas que se elaboran con levaduras que fermentan en el
fondo de la cuba reciben el nombre de tipo lager. Las cervezas de tipo ale fermentan
más rápido a temperaturas entre los 15 y los 25 °C, mientras que las tipo lager
fermentan más lentamente entre los 5 y los 9 °C. Las cervezas tipo ale pueden
servirse a los pocos días de finalizar la fermentación; las tipo lager, por el contrario,
deben almacenarse a 0 °C durante periodos que oscilan entre tres semanas y tres
meses y deben su nombre a este proceso: Lager significa “almacén” en alemán, y
Lagerbier significaba originalmente cerveza para almacenar. Es costumbre servir las
cervezas tipo ale más calientes (entre los 12 y los 18 °C) que las tipo lager (entre los 7
y 10 °C).
La cerveza tipo ale precedió en muchos siglos a la lager. A pesar de ello, el sabor
suave de la última la ha convertido en el tipo de cerveza que predomina en el
mercado, mientras que otros tipos de cerveza de sabor más ‘comprometido’ ocupan
parcelas de mercado menos importantes. Entre éstas se encuentran la bitter, el
nombre que dan los ingleses a una cerveza a menudo muy cargada de lúpulo; la India
pale ale, un término empleado en el Reino Unido y entre las compañías cerveceras
locales estadounidenses para hacer referencia a una cerveza con abundante lúpulo y
un elevado contenido alcohólico (aunque el término es a menudo alterado en el Reino
Unido); la mild ale, una cerveza oscura con poco lúpulo y bajo contenido en alcohol
(cerca de un 3%); la stout, una cerveza oscura elaborada con maltas muy tostadas, en
ocasiones dulzona y con poco alcohol, pero normalmente seca, amarga y con una
graduación alcohólica que oscila entre un 4 y un 10%; la porter, una stout ligera; la
Scotch ale, una cerveza con sabor predominante a malta, en ocasiones dulce y con
poco lúpulo; y la barley wine, una ale muy fuerte que suele estar embotellada. Cask
ale o real ale son términos que se emplean en Gran Bretaña para describir a las
cervezas que experimentan una segunda fermentación o maduración en los
sedimentos de levadura y se sirven directamente con ellos. Las cervezas trapenses
son tipo ale fuertes producidas en seis monasterios trapenses, cinco de ellos en
Bélgica y uno en Holanda, que a menudo son embotelladas con azúcar y levadura
residuales y, por consiguiente, experimentan una segunda fermentación en la botella
(este proceso es conocido como maduración en botella y se usa también en otros tipos
de cerveza, especialmente en Bélgica y Francia).
En alemán la cerveza tipo ale recibe el nombre de altbier. Bock es un término alemán
que designa los tipos de lager fuertes, a menudo de color oscuro, que suelen beberse
en invierno; la doppelbock es aún más fuerte. La Rauchbier, alemana, se prepara
empleando maltas ahumadas.