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TEMA 1.- LA TEORIA DE LAS IDEAS DE PLATON Y SU
DIMENSION ANTROPOLOGICA
Los primeros filósofos griegos, reciben en nombre de fisiólogos, dando cada uno
de ellos, una solución distinta a la pregunta: ¿qué es el “Arjé”?.
Tales de Mileto
Dijo que el principio constitutivo de todas las cosas naturales es el agua. Pero lo
importante fue el problema suscitado: la noción de principio1, y el sentido de la
filosofía como búsqueda de principios. El saber filosófico pretende hallar el
principio que ahora y siempre impulsa, sostiene, y hace crecer el universo visible.
Tales es el primer filósofo que busca la causa2 de la naturaleza en la naturaleza
misma, y propone una solución materialista, es decir, todo el cosmos es materia y
su “arjé” ha de ser material.
Anaximandro
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Anaxímenes
Dice que el Arjé es el aire. Intenta reconciliar a los autores anteriores. Es decir,
admite que el origen de todas las cosas es indeterminado, pero se niega a aceptar
que sea un misterio. Tiene que ser posible conocerlo por la experiencia.
Heráclito y Parménides
La razón del caos está en que todos son contrarios y a la vez lo mismo. Ej.: Río.
Parménides escribe más como poeta que como filósofo. Para entender lo que dice
Parménides hay que distinguir entre “ente” y “ser”. Lo ente es lo que aparece, lo
constituido como existente, determinado, visible. El ser es el aparecer mismo, lo
que hace que algo en general aparezca. (Parménides pretende quitar al ser todas
las determinaciones del ente o dicho de otra manera todo no ser). Lo ente en
realidad es apariencia, propiamente no es.
Pitágoras
Los pluralistas
PLATÓN
Platón hizo filosofía, rechazando dos corrientes, contra los fisiólogos, y contra los
sofistas. De los fisiólogos criticaba el “materialismo”, y de los sofistas, el
relativismo. Por este doble enfrentamiento Platón se plantea el problema del
conocimiento con dos intenciones, demostrar que no toda la naturaleza es
materia, y por otro, demostrar que es posible alcanzar la verdad, que ésta es
única y fundamenta una única moral posible.
En contra del relativismo de los sofistas, defiende Platón que como el alma
preexiste a todo, y es común a todos los que usan la razón, ha de haber algo que
es inmutable, y puede ser comúnmente conocido por todos los seres que tienen
alma racional. Su pensamiento se encaminará a buscar el auténtico objeto del
conocimiento y, bajo la influencia pitagórica, considerará las matemáticas como
modelo de conocimiento. Así, de la misma manera que el matemático habla de
triángulos, círculos, esferas o números, de los que sus dibujos son sólo meras y
toscas representaciones, y no confunde el dibujo de un triángulo con el triángulo
como figura geométrica ideal, el filósofo no ha de confundir la realidad física ni
los acontecimientos particulares con las ideas de las cuales estos actos o cosas
son meras representaciones.
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Las características del ser de Parménides son las que da Platón a la idea; es
inmutable, única, independiente y eterna. Las ideas no pertenecen al mundo que
vemos, es decir al sensible. Ni siquiera están en nuestro pensamiento, son una
realidad auténtica y su mundo es el de las ideas. Además las ideas son el
paradigma o el modelo de todas las cosas que encontramos en el mundo sensible.
Todas las cosas sensibles reflejan la realidad de las ideas, y en su forma imitan lo
que las ideas son.
Las cosas del mundo sensible en realidad no son propiamente, sólo tienen la
forma de una idea. Un hombre que encontramos por la calle no es “el hombre”,
tiene forma de hombre, nada más. Ni es inmutable, ni eterno, ni independiente,
ni único. La multiplicidad de seres que encontramos en la naturaleza se debe a
que muchas cosas pueden participar de una idea en diversos grados, y por lo
mismo, lo que de común o similar encontramos en las cosas es porque
participan de la misma idea.
Las ideas son la esencia auténtica de todas las cosas. Lo que une al mundo
sensible con el mundo inteligible, con las ideas, es precisamente la participación.
Concepto clave de la teoría y que debemos entender como el acto por el cual
varios son parte de un todo, conservando algo de ese todo, y sin que el todo
pierda nada.
El mundo sensible participa del mundo de las ideas porque las cosas materiales
toman la forma de las ideas, y en este sentido decimos que son, pero toman la
forma solamente en parte, porque son una realización múltiple, y cambiable, y en
este sentido podemos decir que no son. El verdadero ser es la idea.
La otra manera de estar unidos los dos mundos es la ejemplaridad ética, camino
contrario al de la participación. La participación es un camino descendente que
va de las ideas a las cosas materiales, la ejemplaridad ética es una camino
ascendente que va desde las cosas materiales a las ideas. Las ideas son el fin, el
para qué hacia donde se dirigen las cosas materiales.
El mundo de las ideas está jerarquizado. En cierta manera unas ideas participan
de otras. Este modo de participación se llama comunicación. La comunicación
explica que todas las ideas sean ser en sí, jerárquicamente, porque todas
participan de la idea de Bien. Cada idea de orden inferior está incluida en otra
idea de orden superior, la cual, a su vez, incluye otras ideas al mismo tiempo que
está contenida dentro de una idea de orden superior. Esta jerarquización de las
ideas culmina en la idea suprema, la idea de Bien. Dicha idea no debe entenderse
en su sentido meramente moral, sino que la idea de Bien es equivalente a la de
Orden, y es un principio de inteligibilidad o de racionalidad, por ello podemos
decir de una cosa que está «bien» en la medida en que realiza todas las funciones
que le son propias según sus fines. Así, la idea de Bien como culminación de
todas las ideas indica que todas ellas están ordenadas jerárquicamente según un
orden, y es la que permite que, en el mundo de las ideas, todo cuanto es sea
como debe ser, es decir, según su orden. En la cumbre de la jerarquía de ideas se
sitúan de menor a mayor las ideas de Justicia, Belleza y Bien. El bien es lo más
perfecto, la causa de todo lo justo y de todo lo bello. La idea que ofrece toda
verdad. El bien tiene un doble papel: Difusivo y Unitivo. Difusivo porque es
causa de todo y unitivo porque es la cúspide de toda la realidad.
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Ante la pregunta ¿Cuántas ideas existen?, cabe contestar:
- Hay tantas ideas como especies de cosas en el mundo sensible.
- Hay tantas ideas como conceptos abstractos podamos pensar.
En los últimos diálogos Platón tiene ciertas dudas sobre la teoría de las ideas, al
tener que admitir ideas que se corresponden con la esencia de cosas ridículas.
Así, Platón evoluciona, por influencia pitagórica, de lo cualitativo a lo
cuantitativo, concibiendo las ideas como esencias objetivas, realmente existentes,
independientes de la mente humana, y son el fundamento del conocimiento, a la
vez que las bases ontológicas del conjunto del mundo sensible. Y no es necesario
afirmar (como lo había hecho en “La República”) que hay ideas de todas las cosas
(incluidas las artificiales, como las mesas o las camas), sino sólo es preciso
aceptar la existencia de algunas clases de ideas: la idea del Bien, la de la Belleza,
la Verdad y la Simetría; las ideas éticas y las virtudes fundamentales (justicia,
sabiduría, templanza, fortaleza), y las ideas de las relaciones y entidades
matemáticas y lógicas (mayor que, menor que, igual a, etc.).
La estructura de las ideas es dialéctica, puesto que unas ideas son fundamento
ontológico de los seres sensibles, y a la vez están en comunicación con otras
ideas superiores. Ascendiendo de idea en idea se llega progresivamente a una
manifestación más universal de la realidad, hasta alcanzar la idea de bien. Esta
dialéctica pretende superar la oposición establecida por Heráclito y Parménides.
Casi toda la obra de Platón ofrece ejemplos de cómo el mundo actual y la actual
condición del hombre son pensados como degradación del pasado. La existencia
es una pérdida de la esencia. La vida y el mundo sensible son una
desnaturalización de una antigua naturaleza.
Platón acepta (con los sofistas), que todo lo que existe (opuesto a es), está
gobernado por la convención, es decir, es objeto de pura opinión.
Se opone a los sofistas al afirmar que hay un punto fijo de referencia para
obtener verdad, no opinión. Este punto fijo es la idea de una antigua naturaleza
no corrompida, de la cual quedan leves manifestaciones en lo que hoy llamamos
realidad y, en realidad, no es.
3.- LA ANTROPOLOGIA
Sócrates del que no tenemos más noticias de las que nos da Platón, se empeñó en
una oposición a la filosofía sofista que dominaba su tiempo. Pretendía una ética
de carácter científico, es decir, basada en verdades universales y necesarias. Su
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pensamiento se denomina intelectualismo ético, por hacer coincidir los conceptos
de verdad y bien, de sabiduría y virtud.
El fin de todo esto es lograr la autoconciencia que se define con la famosa frase:
“Conócete a ti mismo”.
3.2.- El conocimiento
Estas ideas no pueden obtenerse por los sentidos corporales, puesto que toda
experiencia las supone, ya que, ¿cómo podríamos dirigir nuestra investigación
hacia algo si no supiéramos ya previamente, aunque de manera difusa e
imprecisa, qué es lo que buscamos? Este es el tema que Platón expone en el
conocido ejemplo del esclavo del Menón. En este ejemplo, Sócrates, mediante
unas cuantas preguntas dirigidas a un esclavo analfabeto logra que éste,
solamente razonando, logre descubrir el teorema de Pitágoras. Mediante las
preguntas el esclavo recuerda el teorema geométrico. Esta presencia en nuestra
mente de unas directrices del conocimiento, así como la posibilidad de relacionar,
comparar, establecer juicios, etc. es previa a toda experiencia, y en el acto del
conocimiento lo que hacemos es recordar o reactualizar. Así, conocer es recordar:
el conocimiento es “anamnesia”. Nuestra alma inmortal, preexistente al cuerpo y
puesto que ha morado en el mundo de las ideas, puede, mediante la ayuda de los
datos sensoriales o guiada por el maestro, recordar un conocimiento que ya
poseía. Esta es la base de la teoría platónica del conocimiento. No es que ya
conozcamos desde siempre, es que poseemos desde siempre, en tanto que
humanos, la posibilidad de juzgar, de valorar, de relacionar, de comparar, de
establecer relaciones; en definitiva, de «recordar» las ideas fundamentales. Es
decir, en tanto que seres racionales poseemos el logos que nos permite pensar y
aprehender la verdadera realidad, y es este logos (orden, pensamiento) el que nos
preexiste.
Los tres diálogos que recogen la concepción platónica sobre el hombre son el
Fedón, La República y el Fedro.
Platón explica la esencia del hombre con uno de sus mitos, el del carro alado. El
alma es como un carro que en su carrera viene a caer al mundo material. El
hombre es un compuesto de dos realidades sustanciales distintas, el cuerpo y
el alma, que temporal5 y accidentalmente6 se unen entre sí.
Platón niega la identidad de cuerpo y alma, pero tiene que afirmar la influencia
entre ellos. Ejemplos:
- En la República defiende que el alma se perfecciona también mediante la
educación física.
- Las deformaciones físicas tienen su imagen nociva en el alma. A veces Platón
utiliza la imagen del timonel de un barco para designar el alma en el hombre.
El alma está estructurada en tres partes no físicas, son tres formas, funciones, o
principios de acción:
1- Alma racional.
2- Alma irascible.
3- Alma apetitiva.
Cada una de las formas del alma se localiza de la siguiente manera en el cuerpo:
- El alma racional se encuentra en la cabeza.
- El alma irascible en el pecho.
- El alma apetitiva en el vientre.
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Las dos últimas quedan subordinadas a la primera, porque tiene el poder para
gobernarlas. El alma racional es como un auriga, que sujeta dos caballos. Estos
dos caballos son las pasiones (alma irascible), y los sentimientos (alma apetitiva).
Platón dice que es un especial estado del alma, que sólo se consigue con un
desarrollo armonioso de la personalidad humana. El hombre (ser racional),
alcanza la perfección del alma con el ejercicio de la virtud. A tres funciones del
alma le corresponden tres virtudes:
Junto a estas virtudes está la justicia que sintetiza las tres virtudes.
NOTAS:
1.- Principio: Aquello de lo que algo procede de cualquier modo.
2.- Causa: Aquello de lo que algo procede de un modo determinado.
3.- Intuición es un modo de conocimiento directo, deductiva, o inductivamente
cuando se tiene presente el objeto.
4.- La ciudad-estado en Grecia.
5.- Lo que está sujeto al tiempo, y por lo tanto al cambio.
6.-Accidente: Lo que permanece en otro, y no es en sí mismo.
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TEMA 2.- NATURALEZA Y ÉTICA EN ARISTÓTELES
1.- Crítica a la teoría de las ideas.
2.- La naturaleza como proceso.
2.1.- El sentido de fisis.
2.2.- Hilemorfismo, teoría de la potencia y el acto, y tipos de cambio.
2.3.- La teoría de las causas.
2.4.- Dios, de la metafísica a la teología
2.5.- El conocimiento y la ciencia.
3.- Hombre y sociedad.
3.1.- Psicología
3.2- La Ética.
3.3.- La política
c) Tampoco pueden las ideas explicar el origen y el cambio de las cosas, ya que no
puede ser causa lo que no se comunica con su efecto. Quizá por esto la
cosmología platónica incluyó al Demiurgo.
1.- Origen y nacimiento: Es el uso más general pero parece una falsa
interpretación etimológica.
3.- La fuente del movimiento o del cambio en los objetos naturales (los que se
mueven a sí mismos).
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4.- La materia primitiva de las que están hechas las cosas.
7.- (Síntesis de las anteriores) Esencia de las cosas que poseen la fuente del
movimiento en sí mismas.
Seres naturales son los individuos (hombre, animal o planta) que tienen
naturaleza. Son seres por naturaleza las cualidades de los seres naturales (sus
órganos, facultades, etc.). El resto de la realidad, cuyas propiedades están de
acuerdo con la naturaleza, pero no tienen naturaleza (que el fuego queme, o el
agua moje), decimos que son conformes a la naturaleza.
Aristóteles distingue entre el ser algo actualmente, a lo que llama ser en acto y el
ser algo sólo en potencia, es decir, poder llegar a ser en acto, esto o aquello, caso
de la materia haciendo posible el cambio.
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Existen diversos tipos de cambio. El cambio más profundo que experimentan los
cuerpos es la generación y la corrupción. Los animales ingieren como alimento
sustancias vegetales, destruyéndolas o convirtiéndolas en sustancias animales
que incorporan a su propio cuerpo. La materia, que desposeída de toda forma
subyace en este cambio sustancial, recibe el nombre de materia prima o primera,
y la forma que recibe con el cambio se denomina forma sustancial por dar lugar a
la constitución de una nueva sustancia.
La materia prima no se conoce por sí misma, sino por la forma que es el principio
de las determinaciones del compuesto.
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definición aristotélica correcta fue el acto del ente en potencia en cuanto está en
potencia.
Causas intrínsecas
Causas extrínsecas
Mármol: Materia.
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Es por tanto un proceso inductivo, que logra principios generales, de los cuales
se deducen conclusiones siguiendo las reglas de la Lógica.
3.1.- Psicología
Aristóteles tiene una concepción hilemórfica del hombre, que es la que vamos a
explicar, pero al principio, como discípulo de Platón, pensó que el hombre era
una realidad dual. Cuerpo y alma eran sustancias distintas. En “De ánima”,
entiende que ni el alma ni el cuerpo son sustancias independientes completas,
sino que ambos constituyen una unidad sustancial. Así Aristóteles, ni es
materialista, ni exageradamente espiritualista como Platón, y puede dar una
explicación coherente de la unión o relación alma y cuerpo.
Los seres vivos son sustancias corporales en las que se distinguen dos principios:
Materia y Forma.
La forma es precisamente lo que le hace a los seres vivos ser vivos, lo que les
diferencia de los inanimados.
El alma entonces, es una "idea" que dirige, organiza y configura al ser vivo en un
organismo unitario, dando a sus partes un sentido y función específicas.
Las distintas partes del ser vivo son entonces instrumentos destinados a la
consecución del ideal del ser vivo. Hay que tener en cuenta que el concepto
forma, es en Aristóteles equivalente al concepto idea en Platón.
Clases de alma: Hay tres clases de alma: Vegetativa, Sensitiva y Racional. ¿Tiene
el hombre tres almas o tiene el alma tres funciones? El alma racional es única e
incluye todas las capacidades de los tipos de alma inferiores. Para Aristóteles, las
plantas tienen un alma (vegetativa), los animales (sensitiva) y los hombres
(racional).
Piensa que es inmortal por influencia platónica, pero si el alma es forma del
cuerpo, correspondería que fuera tan mortal como el cuerpo al que informa. Si el
alma racional puede realizar operaciones al margen de la materia (el
conocimiento intelectual o no sensible), es porque ella está al margen de la
materia, es decir, es espiritual.
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Para Aristóteles la actividad humana se divide en dos campos: El conocimiento y
la voluntad. La voluntad es siempre posterior al conocimiento (intelectualismo), y
tiene 2 fases de actuación, la deliberación y la ejecución. La deliberación es el
cálculo de las consecuencias del futuro acto. La ejecución es precisamente el acto
mismo.
3.2- La Ética
La ética de Aristóteles se centra en ver primero, cuáles son los motivos que
determinan a la voluntad, y luego cuales deben ser los que determinen a la
voluntad. Como punto de partida, Aristóteles es partidario de un empirismo
utilitario4, pero para resolver el deber ser, es más platónico, y se pregunta por el
bien supremo y más absoluto que debe regir toda la actividad humana,
definiéndolo de la siguiente manera: El fin supremo de toda la actividad del
hombre es la felicidad (Eudemonismo).
a) La felicidad
b) La virtud
En contra de Platón, la vida racional no es sólo teórica, sino también práctica, por
eso hay dos tipos de virtudes. Virtudes intelectivas o dianoéticas (las teóricas), y
virtudes morales o éticas (prácticas). El problema es saber qué es virtud. La
virtud no puede ser una mera afección. Un movimiento involuntario, ni una
potencia o disposición natural.
Las virtudes exigen una disposición permanente y una elección voluntaria. Son
hábitos, una manera o aptitud permanente de comportarse en un sentido
determinado. No todos los hábitos son virtuosos, lo son aquellos que evitan el
exceso y el defecto, aspirando a un justo término medio.
Las virtudes éticas son la justicia, fortaleza y templanza y ejemplo de las no éticas
la prudencia.
3.3.- La política
NOTAS:
1.- Esencia es lo que designamos en la definición, por lo que algo es eso y no otra
cosa.
2.- Forma es aquello por lo que la materia es de una especie o de otra. La forma
es, junto con la materia, un principio constitutivo del ser o de la sustancia. Si
designamos un objeto por lo que es valido para todos los de su especie (su
universal), nombramos la esencia, mientras que la forma es sólo propia de la
sustancia individual.
3.- Ideal que prefigura y predetermina en orden a un fin.
4.- Empirismo utilitarista define la ética de Aristóteles: “nos movemos por lo
sencillamente práctico”.
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TEMA 3.- HOMBRE Y DIOS EN EL PENSAMIENTO MEDIEVAL
1.- Introducción.
1.1.- Cristianismo y filosofía.
2.- San Agustín de Hipona.
2.1.- La actitud filosófica en San Agustín.
2.2.- Relaciones entre fe y razón.
2.3.- El problema del conocimiento.
2.4.- Dios y la creación.
2.5.- El problema del hombre.
2.6.- La "ciudad de Dios". Influencia histórica de San Agustín.
3.- Las escuelas medievales.
3.1.- Relaciones entre fe y razón.
3.2.- Las universidades.
3.3.- El aristotelismo medieval.
4.- Santo Tomás de Aquino.
4.1.- Punto de partida de la filosofía de Santo Tomás.
4.2.- Principios fundamentales.
a) Principios aristotélicos.
b) Principios no aristotélicos.
4.3.- Necesidad y contingencia en la ontología tomista.
4.4.- Estructura de la realidad creada.
4.5.- Política
1.- INTRODUCCIÓN
Esos primeros cristianos son los llamados Padres de la Iglesia, y así la primera
filosofía cristiana se llama patrística.
El punto de partida de San Agustín está cerca del de la filosofía helenística. Las
escuelas posteriores a Aristóteles creyeron que el fin del estudio filosófico
apuntaba a conseguir la felicidad. Sin embargo San Agustín, lejos de las
posiciones naturalistas de estas escuelas cree que la felicidad sólo es posible en el
plano sobrenatural. El único camino para conseguirla es partiendo de la
interioridad del alma humana que asciende progresivamente hasta el Ser
Supremo. Aquí está el primer recuerdo a la filosofía de Platón; con matices San
Agustín es el encargado de cristianizar la filosofía platónica.
Su teología está por ello unida al problema del hombre, el filósofo es el hombre
que busca la verdad partiendo de su propia contingencia (mutabilidad), para
trascender hasta Dios que siendo lo más íntimo al alma humana desborda su
contingencia.
Hay por lo tanto una teologización de la filosofía, pero sin olvidar lo antropológico
(ciencia del hombre).
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Como para San Agustín lo importante es explicar la relación entre el alma
humana y Dios, entonces fe y razón no son más que medios o instrumentos que
se exigen mutuamente para encontrar la verdad.
3.- Dios para San Agustín es el fundamento de las ideas platónicas. El mundo
inteligible de Platón tiene ahora un fundamento teológico. De la misma manera,
que no podemos pensar en ningún otro autor que realice sus obras sin tener una
idea de lo que va a ejecutar, Dios creó el mundo según unos modelos que son las
ideas inmutables y eternas que existían previamente en la mente del creador.
Esta doctrina se llama ejemplarismo. Teniendo en cuenta que el auténtico ser
está en Dios y en sus ideas, el mundo contingente debe su esencia y su existencia
(su ser) al creador (según la doctrina cristiana a través del Verbo, segunda
persona de la Trinidad, o Dios Hijo).
Sobre el origen del alma el pensamiento de San Agustín pasa por dos etapas. En
la primera defiende el traduccionismo, es decir, el alma se transmite
directamente de padres a hijos en el momento de la generación. San Agustín
piensa así con el fin de defender un dogma cristiano: el carácter universal del
pecado original.
En una segunda etapa opta por el creacionismo, es decir, el alma espiritual del
hombre está creada directamente por Dios, pero no define el momento de dicha
creación.
El saqueo de Roma llevado a cabo por los bárbaros en el 410 hizo revivir la idea
de que la seguridad del Imperio Romano estaba unida al paganismo. El
cristianismo había minado los cimientos del Imperio. Contra estas ideas escribe
San Agustín el libro “La ciudad de Dios” hacia el año 412. San Agustín presentó
la historia y el presente como la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal,
dirigidas por la providencia divina. El providencialismo es la tesis que entiende el
desarrollo de la historia del hombre movido por Dios en orden a la consecución
del bien universal. La providencia lo abarca todo, la existencia del bien que Dios
quiere, y la presencia del mal que Dios permite para que se obtenga de él
beneficios mayores. Así para San Agustín el proceso histórico es la lucha entre la
ciudad terrenal (la construida por el egoísmo humano) y la ciudad de Dios,
dirigida por la caridad. En realidad al hombre siempre le mueve el amor, que
puede tener un doble sentido, el primero hacia intereses materiales y el otro
hacia la caridad. El hombre elige libremente entre los dos sentidos. Según la
opción la historia avanzará negativa o positivamente, pero siempre en orden al fin
que la providencia de Dios ha previsto.
La filosofía cristiana en San Agustín tiene a su símbolo por haber sido capaz de
armonizar cierta filosofía helenística y la revelación cristiana. Cuando la Iglesia
toma la tarea de la reconstrucción intelectual de Europa tras la caída del Imperio
Romano no habrá más autoridad que la de San Agustín, incluso cuando se
realicen otras síntesis, a partir del siglo XII incluyendo la más importante la de
Tomás de Aquino.
En nuestros días el llamado personalismo cristiano del siglo XX, toma de San
Agustín muchas de las ideas fundamentales sobre el hombre, y por otro lado su
falta de sistematismo es más cercano al modo de hacer filosofía hoy, que al de
otras épocas.
Tres tipos de “escuelas”, tendrán el monopolio del saber en la Edad Media. Las
escuelas monacales, las escuelas catedralicias y las escuelas palatinas.
En Occidente sólo compiten con ellas las filosofías árabes, que aportarán a
Occidente la recuperación de Aristóteles. El típico problema del antagonismo
entre fe y razón, antes de Anselmo de Canterbury, había generado dos corrientes:
las dialécticas, que no admitían más fuentes de conocimiento que la Razón y, los
teólogos, que no admitían que la Fe fuera contaminada por la Razón. La solución
de Anselmo de Canterbury se ha hecho célebre en la fórmula “fides quaerens
intellectum”, Tener Fe para tener conocimiento, o dicho de otro modo, la fe se
sirve del intelecto para hacerse inteligible4.
Es un error de perspectiva suponer que este modo de pensar es más teológico que
filosófico: El problema de la fe y de la razón sólo puede generarse en el ámbito de
una fe concreta, de otro modo carecería de sentido. La solución Tomás de Aquino
es coherente. Se trata de hacer la fe, lo más inteligible y demostrable que se
pueda, y eso es una tarea filosófica y no teológica.
Debemos aclarar cuáles son los principios que Tomás de Aquino adopta de
Aristóteles, y cuáles son ajenos al aristotelismo.
a) Principios aristotélicos.
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b) Principios no aristotélicos.
¿Cómo es posible?
El concepto del Dios revelado es una cita del libro del Éxodo. Dice así: “Yo soy el
que soy, y así dices a los hijos de Israel: El que es me envía a vosotros”. Es decir,
Dios es el SER y consiste en existir, pero en la Biblia no hay metafísica. La cita
sólo tiene sentido en la tradición filosófica occidental, en concreto en la filosofía
griega, que al margen de planteamientos religiosos había discutido la distinción
Ser/No Ser, y había encontrado que el ser (en el sentido radical de existir), tenía
unos atributos determinados que se imponían a la razón, por ejemplo eternidad,
unicidad, inmutabilidad, etc. Hace notar Tomás de Aquino que como era lógico
aquí razón y fe coinciden: Dios dice de sí mismo lo que la filosofía había
descubierto en el Ser. Etienne Gilson, medievalista contemporáneo, expresa así el
concepto tomista de Dios: “Lo que es por sí, y no hecho se ofrece, en efecto, al
pensamiento como el tipo mismo de lo inmutable y de lo acabado. El ser divino es
necesariamente eterno, puesto que la existencia es su esencia misma; no es menos
necesariamente inmutable, puesto que nada puede agregársele sin destruir su
esencia al mismo tiempo que su perfección. Es, en fin, reposo, como un océano de
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sustancia íntegramente presente a sí, y de quien la noción misma de
acontecimiento, es tarea desprovista de sentido. (...). La perfección del ser no solo
exige todos los acabamientos, excluye todos los límites, engendrando por lo mismo
una infinidad positiva que niega toda determinación”.
Concluimos:
1- Primer motor.
2- Primera causa.
3- Ser necesario.
4- Ser perfecto.
5- Ser inteligente (ordenador o causa final).
En una escala inferior están los hombres con alma, que es su forma sustancial,
unida al cuerpo (su materia), constituyéndose una sustancia racional, que es el
compuesto humano. A partir de este nivel, las sustancias del mundo corpóreo
están compuestas de materia y forma, a la vez y además, tienen la composición
radical de todo ente: esencia y existencia.
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El modo de conocer peculiar humano, pone de manifiesto que el hombre es la
intersección entre lo meramente corporal y espiritual. Por su cuerpo comienza
conociendo todo sensiblemente. Por su intelecto abstrae de las cosas sensibles
formas o esencias inteligibles, gracias al proceso de abstracción.
Sin embargo, los seres sólo sensitivos (animales), o sólo vegetativos (las plantas),
como no realizan operaciones, al margen de la materia y lo sensible, sus formas
(almas para Aristóteles) no pueden existir sin la materia (sus cuerpos). Son por lo
tanto un grado inferior del ser en la estructura jerárquica de la creación, porque
sus formas son corruptibles con el compuesto.
Las formas de los seres inertes, y de los elementos primeros, por actuar
directamente sobre la materia prima son las más imperfectas.
En esta concepción de todo lo creado, nuestro autor utiliza las nociones de acto y
potencia como esquema explicativo de las demás estructuras entitativas:
sustancia y accidentes, materia y forma. Une por último a estos conceptos la
distinción entre esencia y existencia (única innovación ontológica respecto a
Aristóteles). Esta innovación permite entender el orden de los seres contingentes,
orden participado, compuesto y finito, pero por todo ello, efectivos, reales, ni
apariencias ni partes del SER, porque han recibido el acto de ser, por medio del
proceso causal que es la creación.
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La estructura jerarquizada se corresponde perfectamente con la mentalidad e
ideología típica de la Edad Media (como en lo político, en lo social y en lo
económico el feudalismo).
La moral hace referencia al gobierno divino del mundo (Providencia), la ley divina.
Dios gobierna el mundo mediante la “ley eterna”, la cual está participada en las
criaturas como “ley natural”. Lo moral, en el hombre, es la interpretación y
aplicación racional de la ley natural. El primer precepto de la ley natural,
equivalente al primer principio de la razón, es hacer el bien, es decir, lo que
naturalmente todos los seres apetecen. Virtud y sus correspondencias con la
naturaleza son tomados estrictamente de Aristóteles, con el añadido divino
regulador.
Tomás de Aquino explica que no es la naturaleza caída del hombre la que explica
el gobierno. Aún antes del pecado original, el hombre necesita un gobierno. Es en
esto, como en todo, realista. No sólo parte de una sociedad de hecho, la del sg.
XIII, sino que cree que la inmensa mayoría necesita de una dirección externa, que
habrán de llevar a cabo los más capaces.
Sin contenido peyorativo, nuestro autor tiene una concepción elitista: “El hombre
es por naturaleza animal social. Por ello, en estado de inocencia, si no hubiera
pecado, los hombres habrían vivido igualmente en sociedad. Pero una vida social
para muchos no podría existir si no hubiera alguien que los presidiera y atendiera
al bien común”. Incluso los más capaces, por el hecho de serlo, tendrían
discrepancias y para conseguir el bien común (el de todos), necesitarían de un
Gobierno.
1- Paz.
2- Dirección hacia el obrar bien.
3- Un gobierno que conceda las cosas necesarias para vivir bien.
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La autoridad proviene de Dios que, para Tomás de Aquino, no exige especial
designación divina. Quien ostenta el poder, representa la voluntad de Dios
(Providencia), sin que ello le exima de representar y defender a los gobernados.
Combina las formas políticas de Aristóteles. En la cúspide del Estado debe darse
una monarquía. En la administración debe darse la aristocracia, (en el sentido
etimológico), y por último debe darse democracia en los niveles de Gobierno
menos complejos.
NOTAS:
1.- Incluidos en el período de formación de la Patrística están los GNÓSTICOS,
primera herejía cristiana, aparecida en el siglo II. Se caracterizó por un exagerado
platonismo. Se concreta en el siguiente principio: El conocimiento es el medio
para ir al cielo, pudiéndose llegar a sustituir la fe por el modo más supremo de
conocimiento racional.
2.- Contingente: Lo que siendo, podría ser o no ser. Opuesto a necesario.
3.- Lo contrario de infinito. Es sinónimo de limitado.
4.- En esta solución se incluye el argumento ontológico de la existencia de Dios
propuesto por Anselmo de Canterbury, más tarde rechazado por Tomás de
Aquino y admitido por Descartes: Todos tenemos una idea de Dios, “ser mayor
que el cual no puede haber otro”, ser perfecto; como es más perfecto existir en la
razón y también en la realidad, que sólo en la razón, para no caer en
contradicción el “ser mayor que el cual no puede haber otro”, en el que
pensamos, debe existir.
5.- Escolástica: Filosofía y teología de las universidades de final de la Edad
Media. Es la corriente de pensamiento que sigue las enseñanzas de Santo Tomás.
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TEMA 4.- MÉTODO Y REALIDAD EN LA FILOSOFÍA
RACIONALISTA
1.- Introducción.
2.- Tesis fundamentales del Racionalismo.
2.1.- Lógica y método.
2.2.- Teoría del conocimiento.
2.3.- Sustancialismo.
3.-Descartes.
3.1.- La filosofía cartesiana.
3.2.- Razón y Método.
3.3.- El proceso de la duda.
3.4.- Dios.
3.5.- Física y psicología.
a) El mundo.
b) El hombre.
4.- Leibniz.
4.1.- El ideal del sabio.
4.2.- El dinamismo.
4.3.- La metafísica en Leibniz.
4.4.- El problema de la libertad.
4.5.- El conocimiento.
1.- INTRODUCCIÓN
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método matemático y minimizó el papel de la experiencia. Máxima del
racionalismo será: no hay más fuentes de conocimiento y verdad que la razón.
Tres son los principios racionalistas: Un nuevo método que sustituye a la lógica
aristotélica; el grado más alto de conocimiento es la intuición intelectual; y el
sustancialismo: la realidad es sustancial.
Todo filósofo moderno que se preciara debió escribir un libro sobre el método. Los
ejemplos más claros son: En Descartes: “Reglas para la dirección del espíritu”, y
“Discursos del método”. En Spinoza: “Tratado sobre la reforma del entendimiento”.
Y en Leibniz: “Ars combinatoria”.
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¿Cómo podemos admitir que nuestro conocimiento de ideas (en cuanto a su
contenido objetivo, no como actos mentales) sea a la vez conocimiento de las
cosas mismas?. La única respuesta que tiene el racionalismo es el
Gnoseologismo2
2.3.- Sustancialismo
3.- DESCARTES
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deducir todo lo demás. Hay que encontrar un conjunto de reglas racionales que
permitan distinguir lo verdadero de lo falso sin llegar a dudas ni errores.
Regla de la evidencia: Este precepto obliga a no aceptar cosa alguna que no sea
clara y distinta, evitándose la prevención y precipitación. Esta regla tiene dos
partes: Prohibe (hay que evitar los prejuicios que oscurecen la luz natural de la
razón, sólo una mente sin prejuicios puede descubrir lo verdadero4 como
evidente5). Una exigencia: obtención de una mente pura y atenta. Aplicar esta
regla permite conocer por intuición lo que Descartes define como “la concepción
inevitable de un espíritu puro y atento que nace de la sola luz de la razón”. Para
Descartes intuición es todo conocimiento (influencia de Platón).
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En segundo lugar: Durante el sueño muchas veces creemos realizar lo que es
pura ilusión. Descartes aquí radicaliza la duda mediante un motivo verosímil: la
confusión de la vigilia con el sueño. No hay ninguna razón poderosa que permita
distinguir sin lugar a dudas entre esos dos estados de conciencia: sueño y vigilia.
3.4.- Dios
a) El mundo
La materia la concibe Descartes como continua. Es una extensión sin límites,
infinitamente divisible, tridimensional y perfectamente homogénea. La materia
presenta un problema muy grave: ¿cómo explicamos el movimiento?. La solución
es el mecanicismo. Existe en el mundo una cantidad de materia que se distribuye
en infinidad de formas, y además existe una cantidad constante de movimiento.
Esto es el universo para Descartes: Dios es el encargado de dar el impulso inicial,
que pone en movimiento esa masa de extensión inerte (materia), debiendo
también conservar constante la cantidad de movimiento producido. Se instaura
así una física basada en el principio de inercia: “Todo cuerpo abandonado a sí
mismo permanece en constante estado de reposo o movimiento, debiendo ser este
último rectilíneo y uniforme”. Partiendo de tal principio general, Descartes
deducirá, sin un solo experimento, todas las leyes que controlan el choque de los
cuerpos entre sí, o el movimiento general del universo.
b) El hombre
Descartes divide el mundo de las cosas finitas en dos campos: res cogitans y res
extensa, completamente distintos y separados. Esto le obliga a una concepción
dualista del hombre, dentro de la tradición platónica. El hombre es un compuesto
de dos sustancias completas, cuerpo y alma, extensión y pensamiento, pero que
están íntimamente unidas entre sí. El problema como siempre es esa unión.
Descartes para ser congruente sostiene la distinción total entre el cuerpo y el
alma, pero no duda de la relación entre ambas. El alma no se aloja en el cuerpo
(desechamos la opinión platónica o agustiniana). Hay un sentimiento en el
hombre que manifiesta la unión entre las dos sustancias. El yo no sólo percibe
por ejemplo el dolor, sino que lo siente como suyo. Nos encontramos en el tema
de las pasiones, que Descartes define como percepciones que afectan al alma
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pero no tiene su origen en ella. Son involuntarias, inmediatas y no siempre
racionales. La tarea del alma es someter u ordenar las pasiones al dictamen de la
razón.
4.- LEIBNIZ
Leibniz pretendía realizar el ideal del sabio: Unir lo lógico y lo óntico, definiendo el
saber humano como un saber de principios y por principios, porque los
principios son los únicos enlaces entre lo pensable y lo existente, entre lo lógico y
lo real; siendo el entendimiento la sede de esos principios, llegar a la verdad no es
imposible. El punto de vista del hombre, como sujeto de conocimiento, no está
limitado por la percepción sensible, sino abierto al infinito por la condición del
pensamiento que transciende el orden de los fenómenos.
Por los principios el entendimiento obtendrá hipótesis y teorías para explicar los
fenómenos y así, no sólo serán verificados por la experiencia, sino probadas a
priori y con necesidad por una relación más profunda, es decir, Leibniz subordina
la experiencia al entendimiento, afirmando que el ideal del sabio está por encima
del ideal científico.
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4.2.- Dinamismo
Así Leibniz sustituye el concepto átomo por el de mónada, que significa unidad
simple, sustancia simple e individual que compone el mundo real. Si existen
sustancias compuestas necesariamente deben existir sustancias simples que no
pueden ser materiales sino espirituales constituyéndose como energía y fuerza.
De ahí que la física de Leibniz se caracterice por el dinamismo, frente al
mecanicismo de Descartes.
4.3.- Metafísica
1.- Para la filosofía vulgar, las mónadas están sometidos a influencia recíproca
sin explicarnos nada más(esto está en contradicción con la incomunicabilidad de
la mónada).
2.- Dios de modo inmediato y continuo las relaciona: Dios por su providencia
hace concordar la actividad de la mónada (habría que admitir la tesis del milagro
perpetuo).
3.- Doctrina de la armonía preestablecida: Hay que imaginar las mónadas como
relojes construidos por Dios que siempre funcionan compenetradamente. Esta es
la solución que adopta nuestro autor.
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4.4.- El problema de la libertad
4.5.- El conocimiento
Según todo esto todo lo que es, por el hecho de ser algo real, es algo inteligible, y
por el contrario no se puede afirmar con verdad la realidad de algo si no es
inteligible. Así el principio de inteligibilidad de las cosas se convierte en el criterio
de verdad (adecuación con la realidad). Ej. : La mesa es inteligible porque
conocemos que la ha construido un carpintero. No se puede explicar que exista
aquí y ahora una mesa (un hecho), sino es porque la ha construido alguien. A los
conocimientos de hechos hay que encontrarles su razón para que pasen a ser
verdades de razón.
Podemos ahora determinar el ideal del conocimiento: Muchas de las razones que
fundamentan razones de hecho son a su vez hechos que necesitan otra razón
anterior para ser inteligibles (Ej.: El carpintero también requiere su razón
suficiente para que sea también inteligible). El ideal será encontrar un hecho que
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a su vez sea su propia razón, esto es Dios, Dios tiene en sí mismo su propia
razón, en él no se puede encontrar ninguna verdad de hecho.
Dios conoce todas las razones de los hechos, y por ello las verdades de hecho en
Dios se convierten en verdades de razón, y este es el ideal del conocimiento,
conocer todo como verdades de razón. La actividad de conocimiento del hombre
es un trabajo progresivo sin final para convertir las verdades de hecho en
verdades de razón.
NOTAS:
1.- El nominalismo es uno de los principios de la filosofía de Ockam, crítica de la
síntesis entre cristianismo y aristotelismo, intentada por Santo Tomás de Aquino.
El punto de partida es un empirismo epistemológico que le lleva a ejercer una
crítica radical a todo elemento innecesario del edificio filosófico. Admitiendo que
es posible conocer intuitivamente lo individual, sin recurso alguno a la
abstracción y a entidades ocultas, formas o conceptos (entidades todas, a las que
aplica el criterio de economía del pensamiento, conocido como “navaja de
Ockam”, y consiste en no multiplicar entes sin necesidad), construye su propia
teoría del conocimiento. No hay propiamente universal (ni es concepto, ni es real),
e sólo un nombre. Los nombres sólo se refieren o a individuos o a cualidades del
individuo. En esta reducción de la referencia de los nombres está su
nominalismo. Con su teoría del conocimiento intuitivo individual ha de rechazar
los clásicos argumentos escolásticos para la existencia de Dios; o Dios es
conocido intuitivamente, y no lo es, o sólo es posible la fe en Dios. El
nominalismo se orienta, así, hacia una ciencia física cada vez más interesada en
indagar cómo suceden los fenómenos, que en conocer la realidad subyacente a
ellos. Se abre un camino para la matematización de la ciencia física por el que
transcurrirán lentamente los seguidores ockamistas.
2.- Dios es la única garantía de conocimiento; es lo único que nos permite
trascender del ámbito de nuestra conciencia hasta el mundo real.
3.- La moral provisional son sólo “tres o cuatro máximas”, que se resumen en
cautela (obedecer las leyes y seguir las costumbres moderadas y comúnmente
aceptadas), evitar la indecisión (admitir lo probable como si fuera verdadero),
estoicismo (dominar los deseos antes que alterar el orden del mundo), y elegir la
mejor ocupación entre las posibles (para él conocimiento de la verdad según su
método).
4.- Verdad: Adecuación de la mente con la realidad, pero quedará como
coherencia, una vez admitido el principio de inmanencia.
5.- Evidencia: Es un criterio de verdad que proporciona certeza y que concede el
objeto por sí mismo. Puede ser mediata o inmediata.
6.- Certeza: estado de la mente ante la verdad. Su contrario no es error, es duda.
7.- Descartes consideró la glándula pineal como el nexo de unión entre el alma y
el cuerpo, que a través de la sangre y los nervios relaciona la res cogitans con el
cuerpo o res extensa, orienta el movimiento e influye sobre el alma. En la
actualidad se sabe que la glándula pineal o epífisis contiene células pigmentarias
que reaccionan a los cambios lumínicos, y es la responsable de la segregación de
la hormona melatonina, que regula los ritmos vitales y los estados de sueño.
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TEMA 5.- EL EMPIRISMO. CONOCIMIENTO Y ÉTICA.
LOCKE Y HUME
Pero además empirismo tiene que ser entendido como una coordenada filosófica
de la historia contrapuesta al racionalismo continental. Esto puede inducir a un
error: entender el racionalismo como la filosofía de la razón y el empirismo como
la filosofía de la experiencia. Sin que la oposición carezca de fundamento, ni todo
el racionalismo ignoró la experiencia, ni el empirismo despreció la razón. Queda
demostrado esto al comprobar que los principales empiristas ingleses se
formaron leyendo los filósofos racionalistas (tanto Locke como Hume mantienen
influencias de Descartes).
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Una experiencia con tantas prerrogativas ha de ser necesariamente entendida de
modo amplio, por ejemplo experiencia es sensación, percepción, ideas, asociación
de imágenes, hábitos psíquicos; en definitiva, casi todo hecho externo o interno
que pueda ser observado y explicado con una cierta legalidad. Lo que hay que
desterrar (porque no es observable) es el universal. Los empiristas son como
Ockam, nominalistas1.
Idea para Locke es: “Todo lo que la mente percibe en sí misma, o es objeto
inmediato de percepción”, es decir, conocemos inmediatamente ideas y si
conocemos algo distinto en ellas, lo hemos de conocer a través de ellas.
Se distingue dos clases de ideas, ideas simples y complejas. Las ideas simples
son las que son recibidas directamente de la experiencia. Como nuestra mente
está en blanco, las ideas simples se nos impone. Nuestra mente se limita a
reflejarlas como en un espejo. Las ideas simples merecen la misma confianza que
las imágenes de los espejos.
Hasta aquí, dos formas de mente diferente, una pasiva y receptiva frente a las
ideas simples, y dos, una mente activa al producir ideas complejas. En
consecuencia, si por no intervenir la mente en la obtención de ideas simples,
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estas merecen toda confianza, precisamente por la intervención activa de la
mente hay que someter a crítica las ideas complejas.
Hay muchas ideas complejas y descubrimos que unas son correctas y otras no.
Unas son verdaderas y otras son falsas. En concreto, entre las ideas complejas
falsas, el ejemplo más significativo es la de sustancia.
Locke define entonces la sustancia como un “no sé qué”, que subyace a unas
cualidades que aparecen conjuntamente (olor, figura, peso, etc...). Para no decir
que un árbol es solo el color, el tamaño, la forma, etc..., acudiremos a la
sustancia del árbol, pero esa palabra no significa nada en concreto, simplemente
la necesidad que tenemos de contar con un soporte de las cualidades del árbol.
2.4.- El liberalismo
En consecuencia con su mayor interés por lo práctico que por lo teórico, Locke
elabora una teoría política en la que el estado surge como resultado de la
voluntad de los individuos que son la pieza clave de la sociedad y al bien de ellos
y a la ordenación del legítimo uso de sus libertades debe ordenarse el estado.
Este es el principio del liberalismo.
Por dar tanta importancia al individuo, Locke no acepta el poder absoluto de los
reyes, y será un ferviente defensor de las instituciones democráticas que el
pueblo inglés había conquistado paso a paso. Aún así, piensa que el estado es
necesario, pero solo para regular el uso de la libertad, si no, el abuso de libertad
de unos impediría el uso de la libertad de otros.
Es una “curiosidad” que un filósofo contrario a las filosofías racionalistas
dominantes en Europa sea el inspirador teórico de los sistemas políticos en
Europa (especialmente la revolución francesa a finales del siglo XVIII.
3.1.- El conocimiento
Las impresiones son los actos y contenidos originarios del conocimiento, y las
ideas lo que se deriva de las impresiones. Las impresiones pueden ser de dos
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clases, impresiones de sensación e impresiones de reflexión. Las de sensación se
deben gracias a los sentidos externos y son absolutamente originarias. Las de
reflexión surgen de nuestra actividad mental interna y a la vez son el resultado de
la activación de las ideas (no olvidemos, que las ideas se derivan de las
impresiones).
El proceso de los actos y de los contenidos del conocimiento, para Hume sigue
estas etapas:
Por todo esto se afirma que la teoría del conocimiento de Hume es fenomenista:
no es posible conocer nada más allá de los fenómenos; y escéptico, todo lo que
está más allá de los fenómenos es objeto de creencia.
3.3.- Conclusión
“Decir que cada especie de cosas está dotada de una igualdad específica oculta (...),
es no decir nada. En cambio, derivar dos o tres principios generales del movimiento
a partir de los fenómenos y decirnos luego, cómo las propiedades y acciones de las
cosas corpóreas se siguen de estos principios manifiestos sería un gran paso para
la filosofía, por más que las causas de estos principios no hayan sido descubiertos
todavía”.
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NOTAS:
1.- En la cuestión de los universales, la postura, que sostiene que los universales
no son ni conceptos (conceptualismo) ni objetos (realismo), sino sólo “nombres”,
que se aplican a grupos de cosas semejantes; la única realidad que corresponde
al nombre es la emisión de sonido al pronunciarlo (flatus vocis) y la del individuo
singular al que se aplica.
2.- “Todas las ideas, especialmente las abstractas, son naturalmente débiles y
oscuras. La mente no tiene sino un dominio escaso sobre ellas; tienden fácilmente a
confundirse con otras ideas semejantes; y cuando hemos empleado muchas veces
un término cualquiera, aunque sin darle un significado preciso, tendemos a
imaginar que tiene una idea determinada anexa. En cambio, todas las impresiones,
es decir, toda sensación -bien externa bien interna-, es fuerte y vivaz: los límites
entre ellas se determinan con mayor precisión, y tampoco es fácil caer en error o
equivocación con respecto a ellas. Por tanto, si albergamos la sospecha de que un
término filosófico se emplea sin significado o idea alguna [como ocurre con
demasiada frecuencia, no tenemos más que preguntarnos de qué impresión se
deriva esta supuesta idea, y si es imposible asignarle una; esto serviría para
confirmar nuestra sospecha.” D. Hume, Investigaciones sobre el entendimiento
humano.
3.- La sustancia es, para Locke, incognoscible; idea compleja que se asigna a un
sustrato material desconocido, cuya existencia se afirma, pero se supone.
4.- Locke considera un “estado de naturaleza”, en el que se dan derechos y
deberes naturales, pero en el que difícilmente puede defenderse el derecho a la
propiedad. Surge así por “contrato social” (expresión no utilizada por Locke) el
Estado. Propone la separación de poderes, legislativo (poder supremo) y ejecutivo,
sancionando el dualismo monarca-Parlamento. Desarrollará, también, el
concepto de tolerancia.
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TEMA 6.- KANT: USO TEÓRICO Y PRÁCTICO DE LA RAZÓN
1.- Kant y su momento histórico.
2.- "Crítica de la razón pura". Teoría del conocimiento.
2.1.- La revolución copernicana.
2.2.- Clasificación de los juicios.
2.3.- Fenómeno y conocimiento.
2.4.- Facultades cognoscitivas.
a) Espacio y tiempo como formas a priori de la sensibilidad.
b) La imaginación.
c) El juicio objetivante: entendimiento y categorías.
d) Dialéctica transcendental: las ideas.
3.- "Crítica de la razón práctica": Ética.
3.1.- La conciencia moral.
a) Imperativo Categórico.
b) Imperativo Hipotético.
3.2.- Autonomía de la voluntad: Ética formal.
3.3.- Postulados de la razón práctica.
a) Existencia de la libertad.
b) Inmortalidad del alma.
c) Existencia de Dios.
Así pues, el sujeto (sus facultades y sus leyes) será el centro de la explicación y
justificación del conocimiento, pero no se parece en nada al sujeto de Descartes,
porque no posee ideas innatas. Por consiguiente necesita adquirir, por y desde la
experiencia los contenidos de su conocimiento. Esto es empirista, pero Kant va
más allá: La experiencia entrega materiales de conocimiento dispersos, que a lo
sumo (siguiendo a Hume) se unen por leyes empíricas de asociación que carecen
de universalidad y necesidad. Éstas son puestas por el sujeto al reducir a la
unidad (a síntesis) la pluralidad dispersa que aporta la experiencia.
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A los juicios analíticos se oponen los sintéticos que precisamente se caracterizan
porque el predicado no está contenido en el sujeto sino que se añade o se une
(sentido etimológico de la palabra síntesis). Un juicio sintético a posteriori es
aquel en el que el predicado se añade al sujeto en virtud o por virtud de una o
varias experiencias, por ejemplo, el limón es más ácido que las manzanas. Es
evidente que amplia el conocimiento, luego son en un sentido científicos, pero
carecen de universalidad y necesidad. Toda afirmación o todo juicio basado
únicamente en la experiencia no puede ser ni universal ni necesario. Para tener
un conocimiento científico tampoco sirven estos juicios. Los juicios sintéticos a
priori son los auténticamente científicos, primero por ser sintéticos y segundo
por ser a priori. Es decir, no fundan su valor en la experiencia, sino en algo
independiente de ella. Ese algo será el fundamento de la universalidad de estos
juicios científicos.
La “Crítica de la razón pura” tendrá como objeto de estudio los juicios sintéticos a
priori, tratando de buscar qué saberes los utilizan, y pudiendo así establecer
cuáles son verdaderas ciencias (la matemática, la física,...., la metafísica).
El propio Kant denomina al estudio del dinamismo del sujeto que conforma el
objeto de conocimiento, filosofía trascendental1. Completa la “Crítica de la razón
pura” haciendo el análisis crítico de los elementos a priori o trascendentales del
sujeto y del carácter fundante o constituyente que esos elementos tienen en el
proceso de convertir en objeto, los datos dispersos e informes de nuestra
experiencia sensible.
Al analizar cada una de las tres facultades se pretende descubrir los elementos a
priori, transcendentales, que cada uno aporta al conocimiento o, en el caso de la
razón, al pensamiento.
Hasta este momento, para exponer la teoría del conocimiento de Kant, hemos
tenido en cuenta sólo dos partes (estética y analítica) de la “Crítica de la razón
pura”. La dialéctica pone de manifiesto la preocupación de Kant por la metafísica;
en orden a determinar si es o no verdadera ciencia (si cumple las condiciones
exigidas a los juicios que utilice).
Estos 3 temas no son objeto del entendimiento, sino de la razón, que para Kant
es facultad de pensar y no de conocer. De la misma manera que conocemos
mediante categorías, pensamos mediante ideas, tenemos ideas del yo, del mundo,
y de Dios y no juicios sintéticos a priori en los que estas ideas sean sujeto o
predicado.
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Estas ideas no son inútiles o arbitrarias. El dinamismo del hombre, las hace
necesarias: no nos basta con conocer, sino más allá, tenemos que pensar, para
unificar mediante el pensamiento todos los conocimientos objetivos que permiten
obtener las distintas ciencias. Necesitamos pensar en un fundamento de toda la
variedad de fenómenos que conocemos o podemos conocer objetivamente.
a) El imperativo hipotético
b) Imperativo categórico
El factor clave de la ética de Kant es por tanto el deber, pero con una
peculiaridad, es un deber que se impone a sí misma la voluntad (autonomía), que
no encierra ningún contenido material sino únicamente contenido formal, que
hay que llenar (lo que hay que realizar).
Si una moral no exige contenido material a los principios que rigen la voluntad,
se dice que es formal. Por ejemplo, las éticas basadas en el placer (hedonismo), o
las éticas basadas en la búsqueda de la felicidad (eudemonismo), son éticas
materiales. Lo que importa es el fin que se busca, mientras que la ética de Kant
se basa en la forma de obligación de la voluntad, la cual se da a sí misma leyes
que no tienen contenido, y por eso su ética es formal. Esto implica dos cosas:
Sabemos en qué consiste la moralidad para Kant, pero necesitamos saber cuál es
la condición que permite el ejercicio de la moralidad (primer postulado), y cuáles
son las causas que nos obligan a obrar moralmente (segundo y tercer postulado).
Para Kant postulado se define como proposición teórica no demostrable como tal
sino solamente en cuando que depende de una ley práctica incondicionalmente a
priori. Kant de esta manera regresa a la dialéctica trascendental, porque los
postulados son precisamente ideas que se piensan, no se conocen como tales:
libertad, inmortalidad del alma y existencia de Dios.
a) La libertad
Es condición sin la cual no es posible la moralidad. Una ley moral sólo puede
obligar porque existe libertad. Pensar que existe ley moral es postular en ese
mismo momento la libertad, es decir, presuponerla. En el ámbito de los fines del
hombre, moralidad y libertad coinciden. No se puede exigir el imperativo
categórico, y por lo tanto, la autonomía de la voluntad, si no se es libre.
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La voluntad libremente busca el bien. El máximo bien, o el bien supremo es aquel
en el que coinciden virtud y felicidad, pero es un hecho de experiencia que en este
mundo jamás se alcanza el bien supremo. Por lo tanto, hay que postular la
inmortalidad del alma para que la razón práctica pueda alcanzar su fin
incondicionado (categóricamente). La inmortalidad del alma se distingue de la
libertad como la causa de la condición, es decir, más allá de la muerte se exigirá
seguir siendo libres para alcanzar el bien supremo, mientras que por muy libre
que se sea, es inalcanzable antes de la muerte.
c) La existencia de Dios
NOTAS:
1.- En sentido etimológico, lo que está por encima del mundo sensible; lo que
supera el límite de lo sensible. Entre los escolásticos, los trascendentales son
aquellos conceptos que, más allá de las categorías, se aplican a todo: verdad,
bondad, unidad y belleza. El uso más conocido del término se debe a Kant, para
quien trascendental es toda condición de posibilidad que sea necesaria, universal
y a priori, y por lo mismo opuesta a empírico. Así, llama trascendental al
conocimiento en cuanto se ocupa, no de los objetos conocidos, sino de las
condiciones que en el sujeto hacen posible el conocimiento de objetos; es, pues,
toda condición de posibilidad del conocimiento antes y más allá de todo
conocimiento actual.
2.- Para Kant son los conceptos puros del entendimiento, o las formas a priori
necesarias para pensar la experiencia; las fundamentales son, a su entender,
sustancia y causalidad. La diferencia fundamental entre las categorías
aristotélicas y las kantianas consiste, en primer lugar, en que las primeras se
refieren primariamente a la realidad y a las cosas mismas, mientras que las
segundas se refieren sólo a los fenómenos o a las cosas tal como el hombre las
percibe y, en segundo lugar, en que las aristotélicas dependen de la naturaleza de
las cosas, mientras que, en Kant, es la naturaleza o la experiencia lo que
dependen de las categorías.
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TEMA 7.- ALIENACIÓN E IDEOLOGÍA EN EL PENSAMIENTO
MARXISTA. MARX Y ADORNO
1.- Introducción.
2.- El materialismo dialéctico.
2.1.- La materia como realidad única.
2.2.- La conciencia producto de la materia.
3.- El materialismo histórico.
3.1.- La lucha de clases.
3.2.- La revolución como anticipación de la historia.
3.3.- La alienación.
3.4.- La ideología en Marx.
4.- El humanismo marxista.
5.- El postmarxismo.
6.- La escuela de Francfort.
6.1.- La "teoría crítica".
6.2.- La crítica a la sociedad contemporánea.
7.- Theodor Wiesengrund Adorno.
7.1.- La desintegración del individuo ético.
7.2.- La propuesta superadora.
1.- INTRODUCCIÓN
El materialismo dialéctico es mas claro, no existe nada que no sea materia, pero
hay que entender materia como un concepto muy amplio. No es sólo un objeto o
un tipo de objetos, no sólo un conjunto de fenómenos, es toda la realidad
objetiva. Afanasiev explicando el concepto de materia en Marx dice: “...Tal
concepción de la materia tiene profundo sentido ateísta, socava en sus raíces la
invención religiosa de Dios como el creador. Efectivamente, si la materia es primaria
y eterna no se puede crear ni destruir, es la causa interna final de todo lo existente.
En el mundo, en el que la materia es la causa primaria, el origen de todo, no queda
lugar ni para Dios ni para fuerzas sobrenaturales algunas”.
Con este texto sólo queda clara la eternidad y el carácter absoluto de la materia
pero no sabemos aún qué es o qué propiedades tiene. En un principio, parece que
al decir cosas materiales queremos decir cosas externas, pesadas, etc.; pero con
más detenimiento, nos damos cuenta de que sabemos muy poco de lo que la
materia es en sí misma, sólo sabemos, gracias a la Física, de sus leyes de
comportamiento en relación con nosotros, como fenómenos que se presentan a
nuestra sensibilidad. Intentamos resolver esta dificultad con la definición de
Lenin: “La materia es una categoría filosófica, que sirve para designar la realidad
objetiva que es dada al hombre en sus sensaciones, que es copiada, fotografiada,
reflejada por nuestras sensaciones y que existe independientemente de ellas”.
(“!Sorpresa!”).
Esta definición más que decir qué es la materia dice lo que es como objeto de
conocimiento. Como objeto de conocimiento es realidad objetiva o existente con
independencia del sujeto. Como quiera que la realidad objetiva es “copiada” con
nuestras sensaciones resulta, que en lo que se refiere al conocimiento estamos
ante un realismo absoluto: conocer es fotografiar la realidad. Ya se puede
suponer las grandes críticas que incluso dentro del propio marxismo, tendrá esta
concepción del conocimiento.
Además de los diversos estados físicos que adopta la materia (líquidos,....) tiene
una propiedad fundamental, el automovimiento dialéctico. Engels dice que la
dialéctica no se aplica sólo al proceso histórico, sino también a la naturaleza.
Dialéctica es un término con muchas significaciones, tantas como autores lo han
utilizado (Platón, Kant y Hegel). En Platón dialéctico es el proceso que de forma
ascendente permite identificarse con la idea de Bien partiendo del conocimiento
del mundo sensible. Para Kant dialéctico es el modo de pensar por el que
unificamos en ideas nuestra experiencia. Dialéctico, en el marxismo, tiene el
sentido Hegeliano, es decir, el proceso que permite evolucionar por la lucha de
contrarios, hacia un estadio superior que integra las contradicciones de la fase
previa (en Hegel es la evolución del Absoluto, Idea o Razón Universal). La
dialéctica marxista es materialista y tiene según Engels 3 leyes fundamentales:
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Las críticas de marxistas posteriores a la dialéctica en la naturaleza han sido
constantes. Lo esencial para el materialismo dialéctico es que la naturaleza está
compuesta por una serie de opuestos de cuya antítesis surge una síntesis
superior e integradora, que permite concebir toda la realidad como algo sujeto a
la dialéctica, es decir, la síntesis superadora de posturas antagónicas (Primera
ley), la segunda ley también llamada del salto dialéctico se explica mejor en el
orden social, y algunos creen que el sentido revolucionario marxista justifica esta
ley en la naturaleza y no al contrario.
Engels dice que la clave del salto está en el trabajo. Sólo el hombre, gracias a su
trabajo fue capaz de superar la normal evolución biológica. Nuestros antepasados
adquirieron aspecto humano al proporcionarse alimentos con el uso de sus
extremidades delanteras; es decir, los homínidos se pusieron de pie para fabricar
instrumentos apareciendo la conciencia y con ella la comunicación y el lenguaje.
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El materialismo dialéctico aplicado al orden social fundamenta el materialismo
histórico: La sociedad se basa en las condiciones materiales, más concretamente,
en las económicas. Toda economía se fundamenta en el modo que tienen los
hombres de procurarse los medios de existencia (el vestido, el alimento,...). En
definitiva ese modo es el trabajo, la producción. Según el modo de producción y
las relaciones sociales que genera se derivará la estructura social. Cuando en una
sociedad no todos los miembros trabajan será clasista, es decir, la estructura
social podrá dividirse en dos clases de modo general, los ociosos o explotadores y
los trabajadores explotados.
Toda la historia se explica con esta estructura social, Ej: Antigüedad (Esclavos y
hombres libres), Edad Media (Siervos y señores feudales), Hoy (siglo XIX,
Proletarios y Capitalistas).
El materialismo histórico explicando así la historia entiende que hay que llegar a
una sociedad sin clases donde los miembros participen en la producción y en el
disfrute de los bienes obtenidos.
En “El Capital”, Carlos Marx hace un análisis detenido de todos los conceptos
económicos que explican la cuestión fundamental del materialismo histórico: la
transformación de la sociedad.
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Para Marx esta situación, que es injusta, se plantea en términos dialécticos, es
decir, una tesis y una antítesis necesarias en el desarrollo histórico pero también
necesaria su superación (síntesis). La oposición dialéctica se traduce en lucha de
clases, que es la contradicción del sistema capitalista. De modo dialéctico, la
revolución permitirá superar la lucha de clases.
En el manifiesto comunista Marx afirma: “La historia de todas las sociedades que
han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Hombre libre y
esclavo, patricio y plebeyo, señor y siervo, maestro y oficial, en una palabra
opresores y oprimidos han librado una guerra ininterrumpida”. El sistema
capitalista contiene en sí su propia destrucción, cada vez serán más los que no
tienen nada y menos los que tienen todo (concentración de capital). La acción
revolucionaria de la masa de oprimidos conseguirá la supresión de las clases en
un proceso de tres etapas:
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Las elaboraciones ortodoxas del marxismo en la antigua Unión Soviética, han
desvirtuado el concepto de Estado que dentro de un marxismo estricto se define
como un instrumento de dominación de clase, es decir, un órgano de opresión de
una clase sobre otra. Es la institución que hace posible la alienación política. Por
esta razón ha de existir el Estado tanto en la sociedad capitalista como en el
proceso revolucionario "el proletariado ha de ejercer el poder". Es evidente que la
liberación de la clase oprimida es imposible sin la destrucción del Estado que
ejerce esa opresión.
3.3.- La alienación
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mismo, el hecho padecido por el que pertenece a otro. El trabajo asalariado
produce la alienación económica en una cuádruple dimensión:
1.- con respecto al producto del trabajo, que convertido en capital resulta un
poder independiente frente al trabajador;
2.- con respecto a su propia actividad, vendida por salario al capitalista;
3.- con respecto a la Naturaleza, escaparate de la propiedad de los medios de
producción, ajenos al trabajador;
4.- con respecto a los otros hombres: el hombre, a diferencia de los animales,
trabaja no sólo para sí mismo, sino también para los demás, por la especie; pero
en el trabajo alienado, cada uno trabaja para sí mismo, y los demás son extraños,
rivales que poseen trabajo o el producto del trabajo.
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La ideología religiosa juega un doble papel: por un lado, es elaboración del pueblo
(la miseria de éste) que adorna con mitos su esclavitud. Por otro lado, es la
justificación de la clase dirigente. La religión es resignación y explotación.
El humanismo de Marx es ético (hay que rechazar todo lo que hace perder su
dignidad al hombre), ateo, materialista (todo se resuelve aquí sin esperar ningún
“paraíso”), económico (la historia se explica desde las relaciones de producción),
comunitario (es solidario con la Humanidad), revolucionario, y científico (la teoría
lleva a la praxis, partimos de la sociedad actual con el fin de transformarla).
5.- EL POSTMARXISMO
Expresión introducida por Max Horkheimer hacia 1937, en una serie de escritos,
recogidos luego en “Teoría crítica”, 2 volúmenes 1968, que aplica a lo que, tras las
aportaciones sucesivas de Th. Adorno, H. Marcuse y J. Habermas,
principalmente, será conocido como el núcleo filosófico de la escuela de Francfort,
y que se expresa básicamente a través de críticas a autores y corrientes
filosóficas.
Es una teoría del conocimiento y, a la vez, una teoría de la sociedad, que se basa
en una crítica marxista, no dogmática; recurre al método dialéctico de Hegel,
entendido no idealísticamente, y atribuye a la razón una esencial dimensión
práctica, por la que no sólo se transforma la sociedad sino que también se
constituye el hombre. En el trasfondo de la teoría hay, además, profundas
influencias de la filosofía clásica alemana: Kant, Schopenhauer, Dilthey,
Nietzsche, Weber y Husserl. Se ha acusado a los diversos miembros de la escuela
de Francfort de haber hecho, simplemente, reflexiones críticas acerca de la
sociedad y de no haber desarrollado una concepción sistemática de la teoría
crítica; de esta acusación se salva, no obstante, J. Habermas a quien se atribuye
un proyecto de filosofía sistemática.
Esta primera etapa más claramente marxista, sin embargo trata de salvar lo que
el liberalismo democrático y el sistema capitalista aportan de positivo. Los
principios de la Escuela pueden resumirse en: El sujeto y objeto de la historia es
el proletariado; la sociedad está en tránsito del capitalismo al socialismo; la teoría
marxista es la única capaz de conjugar el ideal proletario de justicia con el ideal
liberal de progreso; y, como consecuencia, debe criticarse la sociedad capitalista
que pone el objetivo prioritario en la producción, alienando al hombre
considerado como mero productor. Esta crítica debe concienciar al proletariado
frente a los instrumentos totalitaristas, con una exigencia de autonomía que
reivindique la iniciativa del individuo. Ya antes del exilio, en los años treinta, los
integrantes de la Escuela se percataron de la incapacidad del proletariado para
llevar a cabo esta tarea.
1.- Hegel y Heidegger, por dar prioridad a un absoluto (Idea, o Ser) frente al
individuo.
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2.- La imposición positivista a la sociología de los métodos propios de las ciencias
de la naturaleza. La sociedad no es un objeto de la naturaleza y tiene sus propias
características.
3.- Marx, que hunde al individuo en el proceso histórico.
4.- Los fascismos que anulan la individualidad en un ideal irracional absurdo.
5.- La técnica, que deje de ser instrumento de liberación, para convertirse en fin
creador de necesidades que despersonalizan anulando la iniciativa individual.
NOTAS:
1.- Estructura o infraestructura: Es el conjunto de relaciones de producción.
Superestructura: Es el conjunto de ideas, creencias, instituciones y normas que
configuran la conciencia social. Puede ser: jurídico-política, normas y leyes que
reglamentan la sociedad; ideológica.
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TEMA 8.- EL VITALISMO. NIETZSCHE.
LA FENOMENOLOGÍA EXISTENCIAL. MERLEAU-PONTY
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4. Axiológicamente (filosofía de los valores) no hay otro criterio para
jerarquizar los valores, que determinan qué es lo bueno y lo malo,
más que la vida.
Nos encontramos ante un autor de espíritu trágico, que en alguna de sus obras
da la impresión de asumir el papel de profeta de la destrucción de la cultura
europea. En el libro el nacimiento de la tragedia contrapone el mundo del orden y
la medida (encarnado por el Dios Apolo), frente al mundo del caos, de la
embriaguez (encarnado por el Dios Dionisos). Proclama Nietzsche la existencia de
un antagonismo irreductible, lo Apolíneo y lo Dionisíaco. Reconocer ese
enfrentamiento es la esencia del pensamiento trágico, aquel que se niega a
someterse a cualquier justificación de la vida y de lo real.
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entiende la conciencia que posee el hombre de su propio transcurrir en el
tiempo).
La afirmación de un único mundo que está más allá del bien y del mal apunta a
un radical cambio de valores. La vida es el principio supremo que destruye los
valores tradicionales de la filosofía occidental y de la religión. La moral cristiana
es una moral esclava, sobre ella debe triunfar la moral de los señores, que llenos
de vida e identificados con la tierra se imponen por la fuerza.
Todas las religiones nacen del miedo, de la impotencia del hombre frente a sí
mismo. El cristianismo concentra, en la crítica de nuestro autor, todos los males
de las religiones: invención de otro mundo, imposición de la moral de los débiles,
y el concepto de pecado que pretende la aniquilación de los valores de la vida.
4.- EL HOMBRE
Todo lo que era válido es ahora caduco. Con respecto al hombre, el análisis
racional no demuestra más que su miseria. Hay que establecer por tanto una
meta ideal que el hombre debe alcanzar. La psicología muestra que la absoluta
espontaneidad de la libertad humana es el medio mediante el cual el hombre se
produce a sí mismo. Por lo tanto la libertad muestra el ideal, lo que el hombre
debe llegar a ser: superhombre. No es una realidad, no existe, es sólo un ideal.
El mayor peligro del hombre está en volver a ser como los otros animales, en
dejar de ser enfermedad, en convertirse en animal doméstico y acabar fijado de
esta errónea manera.
Nietzsche reacciona contra todas las morales que han existido. La multiplicidad y
el origen demuestran su falta de valor. Si son muchos no pueden pretender ser
universales y todas tienen su origen para afirmar a unos hombres sobre otros.
Hay que encontrar el ser auténtico del hombre, dentro de unas nuevas
exigencias:
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Entramos así en la teoría del superhombre. El hombre se convertirá en
superhombre ejerciendo su voluntad de poder. El superhombre es una meta
para superar el fracaso que han supuesto los diferentes ideales de hombre
propuestos desde los más variados ámbitos (la sicología, la religión, la moral, etc.)
Ya que Dios ha muerto debe vivir el superhombre. Hay que esperar que llegue un
salvador capaz de triunfar sobre Dios y la nada. Sencillamente un sustituto de la
divinidad.
En 1955, debido a esta toma de posición crítica con el marxismo, rompe con
Sartre y abandona la revista que habían fundado, defendiendo la tesis según la
cual, aunque el filósofo debe estar comprometido con su tiempo y con los
problemas sociales, no puede encasillarse en ningún partido o Iglesia que
defienda la posesión de la verdad, y reivindica el papel crítico de la filosofía. No
obstante, las diferencias entre ambos autores no eran solamente de índole
política, sino que arrancaban de una distinta interpretación de la ontología. En
esta discrepancia se muestra uno de los temas centrales del pensamiento de
Merleau-Ponty: la relación entre el hombre y el mundo, entendidos como relación
entre conciencia y naturaleza. Radicalmente opuesto a todo dualismo, rechaza no
sólo el dualismo psico-físico, sino también el dualismo sartriano entre lo en-sí y el
para-sí, a la que calificaba de nueva forma de dualismo cartesiano entre res
extensa y res cogitans.
Por otra parte, tampoco concibe el cuerpo como un mero objeto, sino que es mi
punto de vista sobre el mundo, y la condición de posibilidad de la espacialidad, la
primera condición de toda percepción. El sujeto que percibe no es propiamente
un ser material o espiritual, es más bien un modo de ser que es fundador de todo
ser. El sujeto queda concebido como principio de constitución que, mediante la
percepción, puede superar lo meramente dado y trascenderlo.
7.2.- La subjetividad.
1.- una reducción fenomenológica o suspensión del juicio que proporciona sobre
el cuerpo la tradición platónica-cartesiana, puro añadido al pretendido verdadero
ser del hombre, el espíritu; y,
2.- otra reducción o suspensión del juicio que concibe el cuerpo como una suma
de partes, descritas por la anatomía, la fisiología, o la propia percepción psico-
física que tenemos de él.
Así resulta una descrpción del cuerpo como realidad significante, que otorga
sentido. La percepción proporciona una experiencia integral de los movimientos
corporales, un esquema corporal, mucho más allá de la simple suma de partes.
7.3.- El mundo
8.- CONCLUSIÓN
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la metafísica como quehacer. Emparentada con otros quehaceres humanos
(literatura, pintura, etc.), que nos acercan a una visión del mundo.
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TEMA 9.- LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA CONTEMPORÁNEA.
ORTEGA Y GASSET. MIGUEL DE UNAMUNO
Esta posición sustenta que ningún saber concierne directamente a las cosas
mismas, sino a nuestra actitud hacia ellas y, por tanto, Ortega rechaza la
creencia en un ser en sí de las cosas independientemente de nosotros. De esta
manera afirma que el ser de las cosas debe entenderse a partir de su relación con
nosotros. Por ello concibe el saber como un “saber a qué atenerse”. Esta
reivindicación de la vida no debe entenderse a la manera irracionalista que aboga
por unos oscuros instintos o impulsos, sino que la vida debe entenderse como
realidad radical, y el raciovitalismo como una teoría de la realidad. Pero, y ahí es
donde enraíza el perspectivismo orteguiano, esta unidad que engloba en sí la
naturaleza y el intelecto se nos aparece siempre en perspectiva. El ser del mundo
no está dado, sino que es siempre perspectiva. La perspectiva aparece así como
una condición epistemológica para captar la auténtica realidad: “donde está mi
pupila no hay ninguna otra”. El Yo y el mundo forman una totalidad concreta e
indivisa, cuyo núcleo es la vida del hombre. La vida humana no es cosa, ni
materia, ni esencia, ni es algo dado; el hombre no es una res cogitans, sino una
res dramática; un "drama", una unidad dramática de Yo y mundo, es decir, del
Yo y su circunstancia: “yo soy yo y mi circunstancia”. Pero, aunque el ser del
mundo es perspectiva y el Yo es circunstancial, ello no aboca en absoluto al mero
relativismo. Para evitar tal posibilidad Ortega intentará conciliar la multiplicidad
de perspectivas en la unidad de la verdad, lo que le conduce a la reflexión sobre
la historia. Por ello, la razón vital es fundamentalmente razón histórica, ya que la
circunstancia es siempre circunstancia histórica concreta, y el Yo es siempre un
ser que se encuentra en el mundo, que se caracteriza por su temporalidad. Un Yo
que es proyecto, futurización, en su circunstancia concreta.
3.- PERSPECTIVISMO
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Si la perspectiva es la construcción de una imagen en función del punto de vista
del observador, el perspectivismo, como concepción filosófica, supone que toda
representación es dependiente del sujeto que la constituye. Nietzsche defiende
una posición perspectivista que concibe como articulación entre conocimiento y
necesidades vitales. Esta tesis se funda en una concepción del ser entendido
como devenir (en el que no existen verdades absolutas, pues toda verdad es
interpretación), y del conocimiento entendido desde el punto de vista de su unión
con las necesidades vitales.
4.- RACIOVITALISMO
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Ortega y Gasset, como Nietzsche critica la dictadura de una razón abstracta en el
mundo occidental de origen socrático, sustenta que ni debemos aceptar el
unilateral punto de vista del vitalismo, ni tampoco el no menos unilateral del
racionalismo. Es decir, no podemos reducir lo humano a mero fenómeno
biológico, pero tampoco podemos aceptar una razón que ha suplantado la vida y
ha puesto ésta en función de aquella: “La razón pura no puede suplantar a la vida:
la cultura del intelecto abstracto no es, frente a la espontánea, otra vida que se
baste a sí misma y pueda desalojar a aquélla. Es tan sólo una breve isla flotando
sobre el mar de la vitalidad primaria. Lejos de poder sustituir a ésta, tiene que
apoyarse en ella, nutrirse de ella como cada uno de los miembros vive del
organismo entero”. Para superar los dos polos mencionados del mero vitalismo y
del nudo racionalismo, Ortega crea la noción de razón vital. Ésta valora la
racionalidad, pero es consciente de sus raíces en las necesidades vitales, y la
pone al servicio de la vida, que es la realidad auténticamente radical. Esta
radicalidad de la vida, no obstante, en el hombre exige un saber, que es un saber
a qué atenerse, y éste es el fundamento de la razón. La noción de un saber a qué
atenerse va unida al perspectivismo y circunstancialismo. Pero tomada
abstractamente, la fusión de una razón vital como la descrita con el
perspectivismo, podría dar lugar a una concepción relativista, bien lejana de las
tesis orteguianas. Pero es que dicha fusión debe efectuarse de manera concreta, y
la concreción de ambas nos la proporciona la historia. Por esta razón, la razón
vital se constituye como razón histórica, ya que el hombre no tiene naturaleza,
sino historia. De esta manera, Ortega supera el punto de vista meramente
biologista de la racionalidad que tan en boga estuvo entre varios seguidores de
las corrientes vitalistas de su época.
6.- CONCLUSIÓN
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La obra de Ortega, además de la gran influencia que ha ejercido sobre la filosofía
española, y que ya hemos destacado, también ejerció un notable influjo en la
filosofía alemana (Heidegger), y de determinados planteamientos existencialistas,
por ejemplo, en su concepción de la autenticidad y de la inautenticidad: la vida
auténtica implica conocer y asumir su “circunstancia”, de forma que el yo pueda
coincidir consigo mismo; mientras que la inautenticidad es provocada al caer en
el marasmo de las sensaciones y se manifiesta en la "masa" impersonal. También
Ortega declara el carácter irreductiblemente libre del yo abierto al mundo: "somos
libres a la fuerza" (estamos “obligados a ser libres”, diría Sastre)
El conocimiento tiene un doble papel en el dominio del mundo. Por un lado, tiene
el fin concreto de permitir la subsistencia; y por otro, pasado el primer momento,
se logra un dominio sobre sí que permite la reflexión sobre la existencia y lo que
será de ella tras la muerte. Esto es el conocimiento existencial, que nos hace
experimentar la necesidad de la inmortalidad, y nos muestra la contradicción
angustiosa del saberse finito y el anhelo de infinitud.
Hay toda un filosofía, elaborada o no, en todo hombre y que Unamuno llama
“sentimiento trágico de la vida”. Es conciencia, lo que nos hace “enfermos”
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comparados con los animales. Preguntar sobre la consistencia del hombre, en
qué consiste, qué es, es la problemática de la conciencia.
10.- CONCLUSIÓN
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TEMA 10.- EL EXISTENCIALISMO: SARTRE.
LA FILOSOFÍA ANALÍTICA. WITTGENSTEIN.
1.- Introducción.
1.1.- Contexto filosófico
1.2.- Diferentes tendencias existencialistas.
1.3.- Orientaciones fundamentales.
2.- Pensamiento.
2.1.- El “ser en sí” y el “ser para sí”.
2.2.- La existencia humana es libertad.
2.3.- Antropología.
3.- Introducción a la filosofía analítica
3.1.- El atomismo lógico.
3.2.- La filosofía analítica.
4.- El primer Wittgenstein (“Tractatus logico-philosophicus”).
4.1.- Antecedentes filosóficos.
4.2.- Ideas principales.
a) Estructura de la realidad.
b) Estructura del pensamiento.
c) Estructura del lenguaje.
5.- El segundo Wittgenstein (“Investigaciones filosóficas”).
5.1.- Revisión de las ideas del “Tractatus”.
5.2.- Ideas principales.
a) Teoría de los juegos del lenguaje.
b) Las reglas del lenguaje.
c) Funciones de la Filosofía.
1.- INTRODUCCIÓN
Los acontecimientos que dominan la primera mitad del siglo XX (casi 60 millones
de muertos entre las dos Guerras Mundiales, las revoluciones rusa y china, las
dictaduras en Italia y Alemania, la crisis económica de los años 30 y la energía
atómica con fines bélicos) determinaron un proceso de despersonalización según
el cual el individuo pierde identidad diluido en una masa social fácilmente
manipulable.
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La respuesta existencialista es una protesta contra la despersonalización,
considerando al hombre como actor de su propia historia. Quieren abandonar la
actitud distante de la filosofía tradicional que analiza al hombre como espectador
de los acontecimientos. El existencialismo no quiere ser objetivo ni académico; se
declara apasionadamente comprometido con el individuo. En síntesis, otorga
prioridad a lo siguiente:
Muchos autores han hecho clasificaciones diferentes, que sólo permiten concluir
que no existe el existencialismo sino, en plural, existencialismos.
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sistemático de la existencia; y filósofos de la existencia a los pensadores que
adoptan la actitud que hemos descrito antes, según las tendencias.
Las cuestiones que resumen los contenidos más importantes del existencialismo
son seis:
El sentido de la vida humana no debe ser una generalización, sino que se trata de
la orientación que cada uno queremos dar a nuestra propia vida. Cada uno elige
su manera de vivir, depende de nuestra libre elección condicionada por el entorno
social e histórico en el que se vive. No elegimos existir o no existir; el ejercicio de
la libertad sólo determina la forma de la existencia.
2.- SU PENSAMIENTO
El ser en sí es el objeto, la cosa. El ser es lo que es, y nada más. Es una entidad
densa, encerrada en sí misma, no mantiene relación con ningún otro. No existe
fuera de sí y se agota en sí mismo. No puede llegar a ser otro, y de esta carencia
de relación se explica su incognoscibilidad.
Este ser no es todo el ser. Existe una extraña relación de ser y no ser: el ser para
sí. Es la conciencia o realidad humana. Es un ser incompleto, no acabado, que
ha de realizarse. Es, sobretodo, conciencia de la nada, puesto que puede ser de
otra manera, aspira a otro ser. En el ser para sí encontramos el no ser.
Mientras el ser en sí es lo que es; el ser para sí, el hombre, es un proyecto, que
existe en la medida que se realiza. El hombre debe romper la opacidad del ser en
sí para relacionarse con el mundo, con la temporalidad concreta. El ser en sí es
tranquilo, porque no se cuestiona nada. El ser para sí vive la intranquilidad de
ser más o de otra manera. Esta proyección hacia la realización es un sentimiento
de vértigo que Sartre denomina náusea.
Sartre identifica la nada con la libertad: el hombre tiene que existir en una
actividad, en una serie de actos que él mismo elige para llegar a ser él mismo. La
nada puede llegar a ser, porque tiene en ella la posibilidad, la capacidad de
realizarse a sí misma. La nada es el hombre. El hombre es angustia, la angustia
de la libertad de elección: “estamos condenados a la libertad”. En el verso de
Machado se reconoce el concepto de libertad existencialista: “se hace camino al
andar”.
No existe, desde este punto de vista, más ética que la de la situación, una ética
concreta en la que la conciencia de libertad es el fundamento de los valores. La
vida no tiene sentido antes de ser vivida, no se justifican por tanto las morales
materiales teleológicas.
2.3.- Antropología
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- Toda la realidad se caracteriza por estar compuesta de átomos, rechazando los
planteamientos del nuevo idealismo de origen hegeliano de Bradley.
- El lenguaje formal de la lógica es el mejor método para estudiar la estructura
atómica de la realidad. Sólo el lenguaje científico, el único verificable, es
susceptible de ser analizado.
- Los enunciados metafísicos no son verificables, y, por no científicos no son
susceptibles del análisis lógico (recuérdese a Kant).
a) Estructura de la realidad
El lenguaje tiene un armazón lógico que es el del mundo. Los significados de los
símbolos son unívocos superando la imperfección del lenguaje corriente.
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5.2.- Ideas principales
c) Funciones de la Filosofía
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