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María y su madre son las dos caras de la misma moneda. Por su parte,
la madre de María aceptó consagrarse a su marido y a su hija con el mismo
grado de resignación y abnegación. Además, ya hace mucho que hubo de
plegarse a la obediencia a su marido, cuyo poder reside en el control absoluto
de la voluntad de su mujer, a la que autoritariamente desautoriza a mezclarse
con otros hombres ni tan siquiera en un espacio público, porque corre el
peligro de “oler a macho”1.
Alcoholismo, maltrato de género o marginalidad compiten, pues, por
dar forma a un fenómeno que ambas comparten y que únicamente son
capaces de relativizar con la ayuda de un humilde vecino. Asistimos, pues, a
un caso en el que se reproducen todas las pautas del maltratador,
aparentemente diluidas en la trama pero, al mismo tiempo, fácilmente
detectables. Están presentes el esfuerzo de racionalización del acto de
maltrato (mercadeo de ternura a cambio de fidelidad); la desviación del
problema (exposición de promesas para restar importancia al hecho); o el
impulso por culpar a la agredida (culpa que se mezcla con amenazas de todo
jaez).
Por último, sólo queda por decir que el filme obtuvo una mención CICAE
(Crítica Internacional) en el Festival de Berlín de 1999, y una mención
especial del Jurado Ecuménico, formado por las organizaciones eclesiásticas
protestante y católica. Éstos y otros premios avalan la calidad de esta
modesta historia protagonizada por personas anónimas cuyo más sólido
vínculo es la soledad. Veamos qué declara su director a este respecto: “La
1
La madre renuncia a emprender una nueva vida por su sentimiento de obediencia y servidumbre a un
hombre que, aun postrado en una cama, ejerce sobre ella malos tratos psicológicos. Vid. TERUEL
RODRÍGUEZ, Laura. “La violencia de género en el cine español contemporáneo”. Universidad de
Málaga.
incomunicación entre dos generaciones de mujeres y sus diferentes actitudes
ante la vida son los temas centrales de esta historia, a los que hay que añadir
otros como los padres autoritarios y castradores, la terrible soledad que
sufren los ancianos en las grandes ciudades, las frustraciones personales, la
insolidaridad y la miseria”. Curiosamente, el único bálsamo al que María y su
madre recurren para dar sentido a su común existencia es el amor que nace
como respuesta a las pláticas que elevan durante años al Dios de la fe (la
madre) y al de la razón (María).
Ficha técnico-artística:
técnico-artística:
Bibliografía:
Bibliografía:
Hemerografía:
Internet:
Internet:
2
“El lugar de la madre no sale muy bien parado si tenemos en cuenta que la de Pilar, Aurora, a quien
interpreta espléndidamente Rosa Mª Sardá, es una señora con un dudoso currículum afectivo, por más que
se empeñe en disimularlo, intentando proyectar en la supuesta felicidad de sus hijas sus frustraciones
matrimoniales. El suyo parecía haber sido un matrimonio no demasiado satisfactorio, con un militar del
que sus hijas poco habían podido saber. Sus visitas al cementerio y los comentarios que allí hace, le dan
un tono tragicómico rayano en el patetismo: el de una persona que quiere mantener una apariencia de
normalidad, a pesar de que conoce como nadie el drama que se esconde en el matrimonio de su hija, pero
que en su terrible inconsciencia se permite aconsejarle que vuelva con su marido, ya que “lo peor que le
puede suceder a una mujer es estar sola”. Ese desagradable papel, perpetuar la insufrible situación
mediante la ocultación del drama en la privacidad conyugal del hogar, queda de esta manera singularizado
en la madre como metáfora de una sociedad que calla y mira en otra dirección, como también Icíar
Bollaín ha sabido denunciar”.
instan a Pilar a abandonar a su marido. Pilar acepta contemporizar con los
suyos porque, al contrario que otras mujeres, dispone de los medios humanos
y los recursos técnicos adecuados. Cuenta con la ayuda de su familia (Ana) y
de sus inseparables amigos y compañeros de trabajo. Aun así, merece especial
atención el esfuerzo que Pilar invierte en humanizar a su marido con ayuda de
la terapia grupal, a la que él accede por miedo a perder irremisiblemente a su
mujer. El espectador asiste a un ejemplo de fortaleza espiritual que, lejos de
resignarse a dar todo por perdido, pugna, en una primera fase, por alcanzar la
felicidad dentro de su matrimonio. Es curiosa, sin embargo, la transformación
que se va operando en el ánimo de la protagonista cuando, a través de un
efugio como la fantasía que alimenta la contemplación pictórica, se va
aproximando a su propia realidad, un proceso evolutivo durante el cual
descubre que es capaz de valerse por sí misma3.
La férrea voluntad que confiere la firmeza de sus decisiones pronto
despierta el recelo de su marido quien, hasta el momento, había evitado que
su esposa gobernara su propia vida. Al recelo le siguen la ira y la
desesperación, y el fatalismo que preside las sucesivas acciones de un
despechado Antonio deja entrever las fisuras del sistema jurídico, aunque se
admita, a priori, que es posible tratar al agresor, por poco que se confíe en su
recuperación o, como mínimo, en la posibilidad de que aprenda a canalizar
sus emociones. De poco le servirán, pues, el cuaderno donde anota sus
accesos de ira o la consigna que bajo la interjección -“tiempo fuera”- podría
evitar que se desencadenase un nuevo episodio de violencia doméstica. A
tenor de los sucesivos fracasos que va acumulando, y muy a pesar de las
indicaciones terapéuticas, Antonio es incapaz de superarse a sí mismo, lo que
induce a pensar que la rehabilitación del maltratador es del todo imposible,
en especial, si como el filme da a entender, el agresor posee el
convencimiento de que su esposa es el origen del conflicto, y no al revés. Por
3
Gracias a Ana, Pilar consigue un trabajo como dependienta en la tienda del museo de la iglesia de Santo
Tomé, donde se expone El entierro del Conde Orgaz, del pintor de la Corte de Felipe II, El Greco (1541-
1614). Allí toma contacto con la pintura, que despierta en ella una profunda sensibilidad artística. La
admiración que Pilar siente ante los cuadros que presiden el museo, suscita el interés de sus compañeras,
quienes para explorar sus facultades, deciden emplearla como guía. Antonio, que sufre un terrible
complejo de inferioridad, ahoga sus fracasos castigando a Pilar, porque en su subconsciente subyace la
idea de que los éxitos de su esposa acentúan sus carencias afectivas. La violencia implícita de las escenas
de mayor tensión dramática, define el comportamiento de la víctima, que mantiene hasta el final la
esperanza de que su marido cambie, porque confía tanto en su buena voluntad, como en la efectividad de
las sesiones de psicoterapia a las que él asiste.
lo tanto, para él, la terapia no es más que un subterfugio momentáneo, cuyos
efectos son tan efímeros como el intervalo de tiempo que media entre
agresión y agresión, ante lo cual la única solución es la ruptura
Además, el arte nos permitía jugar con una serie de metáforas en torno
a la mujer. El patrimonio del arte jugaba a favor de lo que queríamos contar”.
La oposición entre fantasía y realidad desencadena un drama teñido de
inocencia (la de la víctima) y de culpa (la del maltratador 6), pero que apunta,
en un acceso de maniqueísmo, a una sola dirección: la frustrada redención de
Antonio y la victoriosa resurrección de Pilar, la única que podía apuntalar una
relación trufada de cómplices engaños.
5
No en vano, La Junta de Castilla-La Mancha aportó un capital de 300.000 € para el rodaje de la película.
6
“Bollaín no se conforma con mostrarnos su carácter violento, su falta de control y su angustiosa
inseguridad, sino que nos sugiere elementos psicogénicos para que podamos entender su personalidad
atormentada: una baja autoestima, directamente relacionada con su historia familiar, una relación
humillante con un hermano que, además, es su jefe, una escasa valoración por parte de su madre. Algunas
claves analíticas permiten al espectador empatizar con Antonio en un intento de racionalización que
ayude a comprender por qué se comporta así. Pero, al margen de interpretaciones psicodinámicas
asistimos a la descripción de un proceso construido sobre una celotipia, hacia un trastorno paranoide que
se agrava con el recurso sistemático al alcohol, desinhibiendo las conductas más hostiles y descargas de
intensa explosividad.”
Por más que creamos que el maltrato doméstico no merece más que un
recuento estadístico para desempolvar las crónicas de sucesos de las
hemerotecas o para rellenar los espacios informativos de los noticiarios
durante el prime time7 con la finalidad de provocar una innecesaria alarma
social, lo cierto es que éste afecta a un elevado porcentaje de la población,
cuyo grado de sensibilización depende, en cierto modo, de una subjetiva
percepción de la información. En este sentido, Marshall McLuhan sentenciaba
que “el medio es el mensaje”, lo que equivale a afirmar que el mensaje está
condicionado por su medio de difusión. Según esta premisa, los medios de
comunicación tienen la virtud de crear un estado de opinión con una
determinada intencionalidad económica, política o social, pero, en última
instancia, para satisfacer las exigencias del poder.
Uno de los motivos de mayor preocupación, por encima de las
consecuencias últimas de un caso de maltrato, es su perpetuación
generacional. La franja de edad de las mujeres maltratadas en España y, por
extensión, en Europa, oscila entre los 16/18 y los 45 años, lo que no significa
que el grado de incidencia entre los más jóvenes sea significativamente
mayor. Por franja de edades, son maltratadas: el 10,3% de mujeres con
edades comprendidas entre 18 y 29 años; el 10,4%, entre 30 y 44 años y; el
15,1%, entre 45 y 65 años. La Televisión subraya los casos de violencia
doméstica en que el agresor se cobra la vida de la víctima, lo que suele
ocurrir durante el proceso de separación o tras haber interpuesto la
correspondiente denuncia. La cifra de mujeres maltratadas con regularidad
roza los 2.000.000. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, España va a la
zaga de países como Finlandia, donde cada año mueren 8,65 mujeres por
millón de habitantes (en España, el número de víctimas asciende a 2,44
mujeres por millón de habitantes).
7
Espacio del día de mayor audiencia televisiva o radiofónica.
Gobierno hubiera decidido reducir las subvenciones a las casas de acogida
para mujeres maltratadas. En definitiva, el séptimo arte expresa los
sinsabores de la sociedad, aunque con la aparente simplicidad del lenguaje
cinematográfico. Es por ello, por lo que el filme reduce un problema de vasto
alcance a falsos estereotipos, como el de asociar conductas agresivas a
personas poco educadas.
Ficha técnico-artística:
técnico-artística:
Palmarés
Festival Internacional de Cine de San Sebastián:
Concha de Plata a la mejor actriz: Laia Marull.
Concha de Plata al mejor actor: Luis Tosar.
Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC) a la mejor
película del Festival.
Mención Especial de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación
(SIGNIS).
Premios Goya 2004:
Mejor película.
Mejor dirección: Icíar Bollaín.
Mejor interpretación protagonista masculina: Luis Tosar.
Mejor interpretación protagonista femenina: Laia Marull.
Mejor interpretación femenina de reparto: Candela Peña.
Mejor guión original: Icíar Bollaín y Alicia Luna.
Mejor sonido: Eva Valiño, Alfonso Pino, Pelayo Gutiérrez y José Luis
Crespo.
XIII Gala de los Premios de la Unión de Actores 2004:
Actriz secundaria: Candela Peña.
Actor protagonista: Luis Tosar.
Actriz protagonista: Laia Marull.
Premio Anual del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género
2004 (Consejo General del Poder Judicial): reconocimiento a la labor más
destacada en la erradicación de la Violencia Doméstica y de Género a Icíar
Bollaín.
I Encuentros Internacionales de Guionistas Europeos (RISE). Estrasburgo
(Francia), 2004: Gran Premio Europeo al Guión: Alicia Luna e Icíar Bollaín.
VI Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo (Octubre de 2004):
Ciguapa de Oro a la Mejor Película.
Mejor actriz: Laia Marull.
Semana del Cine de Fuentes de Ebro (Scife), 2004: Galardón de los
Valores Humanos José Couso-Julio A. Parrado a la mejor película.
Premios Ondas 2003: a la mejor película.
Premios “Protagonistas” de Onda Cero Radio:
Mejor actriz: Laia Marull.
Mejor actor: Luis Tosar.
Premio Sant Jordi RNE de Cinematografía a la mejor actriz: Laia Marull.
Premio de la Fundación de Artistas Independientes, Sociedad de Gestión
(AISGE) en el Festival de Sitges 2004 a la mejor actriz: Laia Marull.
Premios del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC):
Mejor película.
Mejor directora: Icíar Bollaín.
Mejor actor: Luis Tosar.
Mejor actriz: Laia Marull.
Mejor guión original: Icíar Bollaín y Alicia Luna.
Mejor música: Alberto Iglesias.
Premio Fotogramas de la Crítica Española:
Mejor Película española 2003.
Premio Juan Antonio Bardem a la mejor dirección: Icíar Bollaín.
Mejor interpretación protagonista: Laia Marull.
XXVI Festival Internacional de Cine de Mujeres de Creteil 2004 (Francia):
Gran Premio del Jurado.
Premio del Público.
XIV Festival de Cine Español de Nantes 2004 (Francia):
Premio del Público.
Mejor actriz ex aequo: Laia Marull.
Premios de la Asociación de Directores de Cine de España (ADIRCE):
Mejor Dirección: Icíar Bollaín.
Mejor interpretación protagonista: Laia Marull.
Premio de los Críticos de Uruguay 2004 a la mejor actriz ex aequo: Laia
Marull.
IX Premio Cinematográfico José María Forqué 2004 a la mejor película.
Asociación de Cronistas Cinematográficos (Argentina) 2004:
Nominada a los Cóndor de Plata.
Mejor película extranjera de habla hispana.
XLV Festival Internacional de Cine de Cartagena (Colombia) 2005 al mejor
actor: Luis Tosar.
Premios Nacionales de Cien de Cine:
Mejor película.
Mejor actor: Luis Tosar.
VI Premios Tirant Diario de Levante a la mejor película española.
Premios de los lectores “El País de las Tentaciones”:
Mejor película española.
Mejor actriz: Laia Marull.
Mejor actor: Luis Tosar.
XIX Muestra de Cine Mexicano e Iberoamericano en Guadalajara:
Premio Mayahuel al mejor largometraje iberoamericano.
Premio FIPRESCI a la mejor película iberoamericana.
Premio del público a la mejor película iberoamericana.
Premios del Cine Europeo 2004:
Nominaciones a los Premios Jameson del Público.
Mejor director europeo: Icíar Bollaín.
Mejor actriz europea: Laia Marull.
XIII Premios de Cine Hotel Olid de Meliá de Valladolid 2004:
Mejor película española.
Mejor actriz: Laia Marull.
Academia Mexicana de Ciencia y Artes Cinematográficas 2005:
Nominación a los premios Ariel en la categoría de mejor película
iberoamericana.
Bibliografía:
Bibliografía:
Internet:
Internet:
Análisis psiquiátrico del protagonista:
http://www.psiquiatria24x7.com/bgpopup.jhtml?itemname=review§io
n=ojos
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ):
http://www.poderjudicial.es/eversuite/GetRecords?Template=cgpj/cgpj/p
rincipal.htm
Delegación del Gobierno para la Violencia de Género:
http://www.migualdad.es/violencia-mujer/index.html