Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
1 de 5
República Argentina
Facultad de Ingeniería
omayer@fi.uba.ar
Mayo 2 006
Bóvedas -- Pág. 2 de 5
Entendiéndose por barra aquel cuerpo que presenta una dimensión (longitud)
mucho mayor que las otras dos, por el contrario se entiende por bóveda aquel
cuerpo que presenta una dimensión (espesor) mucho menor que las otras dos.
El lugar geométrico de los puntos equidistantes de las dos superficies (exterior e
interior) límites de la bóveda es dado en denominarse superficie media de la
bóveda. Si la superficie media de la bóveda se constituye en una superficie plana,
esta bóveda es dada en denominarse placa, de donde, las bóvedas propiamente
dichas constituyen superficies medias curvas (mientras un cilindro (bóveda
cilíndrica) ofrece una curvatura simple, la esfera (bóveda esférica) ofrece una
curvatura doble).
Tratando este trabajo la teoría de las bóvedas de revolución y de espesor
constante, se da en llamarse bóvedas de revolución (bóvedas simétricas) a
aquellas cuya superficie media es una superficie de revolución y que
consecuentemente presentan un eje (recto) de simetría. Son ejemplos de
superficies de revolución los cilindros, esferas, conos y toroides.
Este trabajo también supone que la carga exterior sobre la bóveda resulta
simétrica, esto es, respecto a su eje de simetría. Tal forma de carga exterior se
puede dar, por ejemplo, a modo de presión o a modo de carga uniformemente
distribuida.
Así las cosas, los esfuerzos a los cuales la bóveda resultan sometidas resultan
constantes a lo largo de las distintas circunferencias de las mismas, concebidas
las circunferencias como aquellas trazas de la bóveda que se obtienen por
intersección de la misma con planos perpendiculares a su eje de simetría. Por ser
la bóveda de pequeño espesor, se supondrá también que la distribución de
esfuerzos a lo largo del espesor resulta uniforme (esfuerzos constantes a lo largo
del espesor). Consecuentemente con lo expuesto, los esfuerzos varían únicamente
sobre la generatriz de las bóvedas. La generatriz resulta la línea, recta o curva,
que rotando alrededor del eje de simetría, genera la superficie de la bóveda.
Considerando entonces que los esfuerzos se mantienen constantes a lo largo del
espesor, resulta que sobre la bóveda no actúa flexión alguna. Consecuentemente
con ello, sobre la pared de la bóveda actúan únicamente esfuerzos de
traxocompresión constantes. La teoría sobre bóvedas que se desarrolla sobre estos
supuestos es dada en llamarse teoría membranal de las bóvedas.
A efectos no exista flexión sobre las paredes, será necesario las bóvedas no
presenten:
a) Cambios bruscos en sus secciones transversales (discontinuidad en la superficie
media, no igualdad de derivadas de la función definitoria de la superficie media
‘viniendo’ por lados opuestos).
b) Vinculaciones no empotradas.
c) Ni cargas forzales exteriores puntuales ni momentos forzales exteriores
concentrados.
Representando la Fig 01 siguiente página la superficie media de una bóveda típica
bajo los supuestos enunciados, se designará por Rg el radio de curvatura de la
Bóvedas -- Pág. 3 de 5
Tng * e * dsc
e
Tnc * e * dsg
Rc Rg
dsg
dsg
Tnc * e * dsg
P
Tng = -------------------------------------
2 * Nºpi * R * e * sen(ti)
El análisis de este caso concluye en que: Si sobre cierta superficie actúa una
presión uniformemente distribuida, independientemente de la forma de la superficie,
la proyección de la resultante de las fuerzas de presión sobre un eje dado será
igual al producto de la presión p por el área de la proyección de la superficie
sobre el plano normal al eje dado:
Al caso en ejemplo: P = p * Nºpi * R^2, luego:
Bóvedas -- Pág. 5 de 5
p * Nºpi * R^2 p * R
Tng = ------------------------------------- = ----------------------
2 * Nºpi * R * e * sen(ti) 2 * e * sen(ti)
Obtenida Tng, de la ecuación de Laplace resulta Tnc con:
Tnc p Tng p * Rc ⎡ R ⎤
----- = -- -- ------ ⇒ Tnc = ---------- * ⎢ 1 -- ---------------------- ⎥
Rc e Rg e ⎣ 2 * Rg * sen(ti) ⎦
Constituyendo Tnc y Tng dos de las tres tensiones principales, la restante tensión
principal existente entre las distintas capas de la bóveda, con al menos
considerada esta última de pequeño espesor, no sobrepasa el valor de la presión
exterior p y la misma resulta bastante inferior a los valores de Tnc y de Tng
porque estas últimas y conforme la ecuación de Laplace, son al menos del orden
de p * Rc / e y p * Rg / e respectivamente con Rc >>>> e y Rp >>> e
(Tnc >>>> p y Tng >>>> p).