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Unidad Temática I. Aborda el contexto del medio ambiente desde lo humano, ubicando sus
tres componentes: ambiente natural, compuesto por los elementos naturales, flora, fauna y
energía, ambiente psicológico, integrado por la cultura humana, producto de la inteligencia, la
simbología y la ciencia, gestadas durante más de diez mil años de evolución y ambiente
construido, que es el resultado de la construcción artificial que realiza el ser humano, gracias a
sus capacidades intelectuales, a partir de los elementos naturales.
La unidad busca la comprensión de las dinámicas de los tres subsistemas, en uno solo, como
una integralidad interdependiente que se afecta, se beneficia y se altera mutuamente para
generar o para menoscabar la vida en el planeta tierra.
Resumen temático:
El deterioro de la naturaleza se ha venido incrementando debido al acelerado
crecimiento de las ciudades, a la explotación indiscriminada y manejo insostenible de
los recursos naturales. La introducción descontrolada y masiva de productos químicos
e industriales al sistema natural, genera un colapso en sus dinámicas que sobrepasan
su capacidad de autodepuración y resiliencia. El deterioro del ambiente ha llegado a
puntos tan críticos que desde las diferentes disciplinas se empieza a especular y a
hacer proyecciones en el tiempo acerca de las probabilidades de persistencia de la
vida, tal y como la conocemos, en el Planeta Tierra.
Antes de empezar, pensemos en lo siguiente. Hablar de medio ambiente, desde el concepto en
sí mismo, puede ser una contradicción ya que medio y ambiente pueden ser sinónimos. Sin
embargo desde el punto de vista contextual, es la expresión que comúnmente usamos para
hablar del entorno natural y artificial que nos rodea. Desde su punto de vista ¿cómo define
medio ambiente?
“Tradicionalmente se ha asimilado "medio" como el conjunto de recursos físicos y materiales
que rodean al hombre, definido a partir del bagaje de conocimientos científicos de que se
dispone. Sin embargo, en la expresión "medio ambiente" se percibe que, además de los
elementos físicos, este entorno contiene también una componente biótica que hace posible la
vida en este planeta. De este modo, se define medio ambiente como la "suma total de
condiciones y factores externos vivos y no vivos (química y energía) que afectan a un
organismo; y como el sistema de soporte de la vida en la Tierra para humanos y para todas las
demás formas de vida".
Tomado de: http://www.terra.org/articulos/art00450.html
Fecha de la última consulta: 02/02/09
Si reflexionamos sobre esta definición, nos daremos cuenta de que el medio ambiente está
integrado por muchos otros "medios" (natural, urbano, industrial, social, educativo...) y que en
él, el componente humano es inherente.
Esta particularidad, es la que permite a las personas percibir, valorar y jerarquizar los
elementos del entorno y tomar los insumos necesarios para sus procesos de supervivencia.
El ecosistema sin intervención humana, tiene sus propias dinámicas y flujos de energía que le
permiten estar en permanente realimentación con todos los seres y elementos que la
constituyen y que posibilitan que, pese a que muta y se transforma en un eterno proceso
evolutivo, siempre garantiza que la vida sea posible.
Debemos entender el medio ambiente como un concepto que nos engloba a los seres
humanos, y que implica una relación con nuestro entorno, con el cual mantenemos tantas y
tan complejas interacciones que es imposible, aunque queramos, "independizarnos" de él
Los seres humanos para crear, transformar y mejorar el entorno construido requerimos de
recursos y energía que tomamos de ella; a veces sin dimensionar las consecuencias de la
extracción de estos insumos sobre el ambiente natural. Los impactos generados al entorno
natural a partir de la creación del ambiente construido generan contaminación y son los
causantes del rompimiento del equilibrio ecosistémico de la tierra.
2. Nuestro planeta, nuestro reto de vida.
Nuestro planeta está cambiando ante nuestros ojos, y como resultado, muchas especies viven
al límite. Aún así la Tierra ha estado en el límite de habitabilidad desde el principio.
"Nosotros creemos que la vida, como nosotros la conocemos, necesita agua para existir, pero
la presencia de agua no implica la existencia de vida", dice Barman. "Sin una evidencia directa,
será muy difícil decir si la vida, en una u otra forma, está presente en cualquier planeta".
Hasta el momento no se ha comprobado la existencia de vida en otros planetas. “La agencia
espacial estadounidense, NASA, dice haber encontrado indicios convincentes de que no hace
mucho tiempo hubo agua en la superficie de Marte. Este descubrimiento respalda la idea de
que Marte podría albergar condiciones necesarias para que exista vida. El hallazgo de surcos
en la superficie del planeta, que fueron fotografiados desde el espacio por una sonda de la
NASA, sugiere que por allí fluyó agua, y que esto ocurrió hace pocos años”.
3. El ambiente: Un sistema por naturaleza
El ambiente es entendido como un complejo sistema global conformado básicamente por dos
grandes subsistemas complejos y dinámicos, que interactúan entre sí con mayor o menor
intensidad. ¿Cuáles son estos subsistemas y qué generaran?
En el medio ambiente hay dos aspectos básicos, que se influyen recíprocamente:
· Los aspectos físicos y biológicos, que se pueden dividir en abióticos y bióticos.
· Son factores abióticos: el clima (insolación, lluvia y temperatura), el suelo
(composición, estructura y espesor), la geografía (altitud, latitud, orientación e
inclinación de la ladera, cercanía de mares y océanos).
· Son factores bióticos: la vegetación, los animales y microorganismos. Puede
tratarse de la presencia o ausencia de representantes de su misma especie o de
otras especies.
· Los aspectos sociales (creados por el ser humano): economía, política, tecnología, cultura,
historia, moral, estética.
Las interacciones fundamentales en el medio ambiente son las relaciones alimentarias, la
transformación de la energía y el intercambio de materiales entre los seres vivos y las
sustancias no orgánicas. Este intercambio se realiza a través de los ciclos de la materia. El
medio ambiente es el producto de la interacción dinámica de todos los elementos y seres
vivos presentes en un lugar. Los organismos habitan junto a otros seres vivos, sometidos a
diversas influencias y acontecimientos. Este conjunto constituye su medio ambiente.
3.1 Ambiente Natural: Un ambiente sin intervenciones
Antes de empezar reflexione: ¿Cómo influyen las actividades humanas en el medio ambiente?
La agrupación de varios organismos en un entorno común y la interacción de éstos con su
medio ambiente físico se denomina ecosistema, que es dinámico y relativamente autónomo.
En este concepto están implícitas las complejas interacciones entre los organismos —plantas,
animales, bacterias, algas, protozoos y hongos, entre otros— que forman la comunidad y los
flujos de energía y materiales que la atraviesan.
Los ecosistemas se clasifican de muchas y diversas formas, desde la vida que se da en un
espacio reducido como una matera hasta un bosque o una selva. La definición es tan compleja
que puede abarcar desde una gran área del planeta hasta un lugar visible sólo con
microscopio.
Entre las clases de ecosistemas se pueden mencionar:
El término ecosistema puede también utilizarse para describir áreas geográficas que
contienen varios de tipos de hábitat mutuamente vinculados por fenómenos ecológicos. Los
elementos que componen los ecosistemas son:
• El aire, la atmósfera y el espacio exterior.
Las aguas, sean dulces, marinas, continentales o marítimas, superficiales o
subterráneas, corrientes o detenidas.
• La tierra, el suelo y el subsuelo, incluidos lechos, fondos y subsuelos
• La flora terrestre o acuática, nativa o exótica, en todas sus entidades taxonómicas.
• La fauna terrestre o acuática, salvaje, doméstica o domesticada, nativa o exótica
• La microflora y la microfauna de la tierra, el suelo y el subsuelo terrestre, y de los
lechos, fondos y subsuelos de los cursos o masas de agua
• La diversidad genética y los factores y patrones que regulan su flujo.
• Las fuentes primarias de energía.
• Las pendientes topográficas con potencial energético.
• Las fuentes naturales subterráneas de calor que combinadas o no con agua, puedan
producir energía geotérmica.
• Los yacimientos de sustancias minerales metálicas y no metálicas, incluidas las
arcillas superficiales, las salinas artificiales, arenas, rocas y demás materiales
aplicables directamente a la construcción.
• El clima, y los elementos y factores que lo determinan.
• Los procesos ecológicos esenciales, tales como fotosíntesis, regeneración natural de
los suelos, purificación natural de las aguas y el reciclado espontáneo de los
nutrientes.
• Los sistemas ambientales en peligro, vulnerables, raros, insuficientemente
conocidos, y las muestras más representativas de los diversos tipos de ecosistemas
existentes en el país.
• Y, por supuesto, la especie humana y sus diversas formas de intervenir el planeta
para habitarlo y desarrollarse en él.
En la dinámica de la vida natural “todo” es utilizable y reciclable, es decir que toda materia que
muere inicia su proceso de descomposición e integración al sistema del cual se nutria, para dar
vida a la vida. La planta al ser consumida por un insecto, muere para integrarse al sistema de
éste y nutrirlo, el mismo insecto al ser consumido por un ave pequeña, sufre el mismo
proceso, y ésta a su vez, al ser consumida por un reptil pasa por la misma situación. El reptil al
ser cazado por un águila, igual se convierte en nutrientes y energía para el rapaz y, cuando ésta
muere, sencillamente se descompone para nutrir el suelo, del cual la planta toma sus
nutrientes. Este ciclo de control poblacional se desarrolla eternamente, en continuo de vida
llamado red trófica.
3.2 Los Recursos Naturales de la Tierra
Desde hace miles de años, hombres y mujeres han trabajado y modificado su entorno,
utilizando habilidades y herramientas cada vez más poderosas. Pero en los últimos dos siglos
su acción se ha multiplicado, debido al aumento de la población y del potencial técnico y
científico.
Como consecuencia, los cambios en la biosfera producidos por la actividad humana durante las
últimas décadas son comparables con los cambios naturales que suceden en miles de años. Se
ha provocado una acelerada degradación de los recursos naturales, erosión del suelo,
deforestación, desertificación, contaminación y pérdida de la diversidad biológica.
Hace algún tiempo los científicos clasificaban los recursos naturales de acuerdo con sus
características físicas, químicas y por su capacidad de reponerse en el tiempo, especificando
dos categorías: recursos renovables y recursos no renovables. Los cambios drásticos y los
niveles de consumo, cada vez más altos, indican que todos los recursos son no renovables,
debido a las conductas depredadoras de los seres humanos que alteran la capacidad de
producción del planeta.
Esta categorización tan científica y superficial ha conducido a que el ser humano perciba la
naturaleza como un “banco de recursos” de donde extrae lo que necesita para vivir y para
transformar el entorno, desconociendo que la naturaleza es un sistema de vida. En este
momento histórico de la Tierra, existe una crisis ambiental debido a la desmesurada habilidad
del ser humano para romper los equilibrios de los ecosistemas.
Desde la ciencia, disciplinas como la ecología, la geología, la biología, la ingeniería y la
economía, entre otras, han comprendido que la Tierra es un sistema complejo, donde hay
interacción de elementos bióticos y abióticos, por tanto debe ser visto como una integralidad
que tiene su propia dinámica de autorregulación, de autodepuración y resiliencia que le
permiten renovarse integralmente o deteriorarse irremediablemente.
En los últimos años, se hace más evidente el deterioro del medio natural global, dándose la
presencia de fenómenos “naturales” catastróficos como el aumento del número de huracanes,
cada vez más agresivos, los tsunami, los tornados y los inesperados terremotos. Fenómenos
que se originan por el rompimiento del equilibrio ecosistémico y se levantan como una
protesta de la naturaleza por los daños que permanentemente se le están ocasionando.
“El cambio climático también tiene potencial de causar episodios excepcionales de gran escala.
A diferencia de la mayoría de los episodios extremos, los excepcionales tendrán amplias
repercusiones regionales o mundiales y serán esencialmente irreversibles. Entre los ejemplos
de dichas calamidades figuran un retraso significativo en el transporte oceánico de aguas
cálidas hacia el Atlántico Norte (el cual es responsable del clima relativamente benigno de
Europa), una gran contracción o de las mantas de hielo de Groenlandia y el Antártico
Occidental (lo que elevaría el nivel del mar de tres metros por año en los próximos 1000 años),
y un calentamiento acelerado debido a las reacciones del ciclo del carbono en la biosfera
terrestre, y la liberación del carbono proveniente del derretimiento del permafrost o la
emisión de metano producto de los sedimentos en las costas. Tales riesgos no han sido todavía
cuantificados de manera fiable, pero afortunadamente se prevé que sean bastante bajos”.
El ser humano, independientemente de cual sea su nivel de formación u ocupación debe
comprender que los impactos ambientales locales tienen repercusiones globales que alteran
de muchas maneras las interacciones naturales que se dan en el planeta y que deterioran la
generación sistémica de la vida; por tanto se hace necesario que cada uno de manera
individual y colectiva empiece a aceptar su cuota de responsabilidad y asuma conductas
ecológicas responsables.
3.3 Ambiente Percibido: Ambiente Psicológico
Estas desventajas han conducido a que evolucione, más rápido que los demás seres vivos, para
adaptarse, generando en él una característica única que lo diferencia de las demás especies,
una mente altamente especializada que le permite analizar, crear, proyectar y transformar,
que en su integralidad se le denomina ambiente psicológico.
Cualquier individuo, animal o vegetal, tiene tres opciones frente a los cambios de su entorno:
migra a otro lugar que le posibilite su supervivencia, genera cambios físicos adaptativos
(muchas veces requiere de mucho tiempo) que le permiten sobrevivir o, sencillamente, perece y
se extingue.
A partir de su mente, el ser humano realiza un proceso psicológico de forma permanente de
interacción y transacción con su entorno, éste comprende tres fases: percepción, cognición y
conducta.
Cada persona está permanentemente recibiendo información de su entorno, a través de todos
sus sentidos y que es asimilada y acomodada de acuerdo con sus conocimientos y experiencias
de vida. Sin embargo, puede centrar su atención en elementos específicos, ya sea fijando sus
sentidos en una información o abstrayendo otra, o dirigiendo sus sentidos en la búsqueda
expresa de estímulos de su interés. El ser humano es curioso por naturaleza y busca en su
entorno elementos de su utilidad y/o agrado.
¿Cuáles son los elementos que intervienen en el proceso de percepción del ambiente?
Analice cómo usted percibe el ambiente, con cuáles valores se identifica y define su relación con
la naturaleza.
Gracias a sus capacidades perceptuales, el ser humano percibe, evalúa, jerarquiza y valora
todos los elementos de su entorno. El ambiente no es un espacio neutral libre de valores;
constantemente conlleva significados y mensajes. El entorno le recuerda al ser humano quién
es y cual es su rol en relación con el ambiente, señala valores, actitudes y conductas que son
apropiadas en cada entorno. El campo es usualmente asociado con un cuerpo sano y con
bienestar espiritual, mientras que la ciudad es vista como restrictiva e insana.
Desde la Psicología Ambiental, Kellert (1993) definió una tipología de nueve valores que
reflejan un rango de expresiones físicas, emocionales e intelectuales de la tendencia biofílica
del ser humano de asociarse con la naturaleza.
Teniendo en cuenta el proceso de percepción y el valor que determina esta percepción en los
seres humanos, puede reconocerse como algunas de estas categorías son más beneficiosas a la
conservación y valoración de la naturaleza, lo que conlleva a establecer relaciones de respeto y
articulación con ella, estableciendo así relaciones de equilibrio y sostenibilidad.
Estos valores están sesgados por las experiencias de vida de las personas, por el nivel de
formación y por los influjos culturales transmitidos de generación a generación. Es a partir de las
percepciones que el ser humano, como individuo y como colectivo, no sólo obtiene del entorno
los elementos que requiere para su supervivencia, sino que se expresa en su integralidad como
ser.
3.4 Significado real del concepto
A través de su evolución, el ser humano, no ha hecho nada diferente a intentar sobreponerse a
sus limitaciones de adaptación al entorno natural, llegando incluso a sentirse como un ser
desligado a la vida del planeta. En su loca carrera por calmar sus temores a la extinción, crea cada
vez más sofisticados elementos artificiales para modificar aquellas circunstancias y elementos
que le son hostiles, buscando respuestas fuera de la naturaleza, que es como si buscara fuera de sí
mismo la vida.
La ciencia avanza a tal velocidad y genera cada vez “mejores posibilidades” para resolver los
problemas ambientales de la Tierra, que impide que nos demos cuenta que son tecnologías poco
accequibles para los países pobres y, lo más importante, que podemos empezar a implementar
soluciones desde nuestras vivencias diarias, en nuestros hogares y sitios de trabajo. La solución de
los problemas ambientales del mundo no se pueden convertir en un problema de tener o no
tener dinero para resolverlo, si no que debe ser asumida como un reto de trabajo en equipo por
los estados del planeta Tierra.
El conocimiento es básico en esta tarea porque no puede amarse aquello que no se conoce.
Una mayor comprensión del significado y valor del medio ambiente para la gente, puede llevar a
los individuos, a las organizaciones y a los gobiernos a preocuparse más por generar cambios
desde las instituciones educativas y gubernamentales que conduzcan al cuidado y preservación de
los entornos.
En las ciudades el ser humano se protegía de las adversidades ambientales y resguardaba sus
provisiones de alimentos de los nómadas depredadores. Construían sus viviendas con murallas o
cerca de espacios con defensas naturales y en las orillas de los ríos para garantizar la provisión de
agua permanente. De este modo las ciudades fueron un lugar propicio para el desarrollo del
comercio, la industria, el arte y las ciencias; siendo estas actividades el origen para el nacimiento
de las grandes civilizaciones.
Las ciudades, desde sus inicios han estado constituidas por tres elementos que la identifican y le
aportan las características propias de ambiente construido. ¿Qué elementos componen la ciudad?
Las constantes migraciones de la población humana de las zonas rurales a las zonas urbanas han
conducido a que el crecimiento de las ciudades se dispare de manera incontrolada, generando
una ocupación del espacio físico periurbano, transformando los ecosistemas naturales, y una
demanda mayor de alimentos, productos industriales y servicios de transporte, salud y educación;
actividades que generan una mayor cantidad de desechos, tanto orgánicos como inorgánicos,
que al no ser reutilizados o reciclados como materia prima, deterioran el ambiente y desmejoran
la calidad de vida de los conglomerados humanos y de todos los seres vivos que comparten su
entorno.
Las estructuras organizacionales, operativas y funcionales propician que la vida del ser humano en
las ciudades pueda desarrollarse de manera más cómoda y placentera. En la ciudad se encuentran
posibilidades de acceder a los servicios, a las oportunidades de estudio y trabajo y a proyectar un
“mejor futuro” para las nuevas generaciones del grupo familiar, factor que incide en que las
personas prefieran vivir en las ciudades.
Las causas principales de este crecimiento han sido: el desarrollo de la industria y el comercio, las
mejoras del transporte, el mejoramiento en la oferta y demanda de bienes y servicios en las zonas
urbanas y la mecanización de la agricultura, que redujo la necesidad de mano de obra en el
campo. En la actualidad, las ciudades para ser funcionales deben responder a las demandas de las
personas en cuanto a bienes y servicios se refiere. Este requerimiento ha influido en que se
incremente la industria, el comercio y los sistemas organizacionales necesarios para la
planificación, organización y dirección de la forma de vida propia de la ciudad.
Reconocer las características propias del ambiente construido y su importancia en el desarrollo de
la cotidianidad de las personas puede servirnos a todos, especialmente a los encargados de
diseñar y administrar los espacios públicos que utilizan los ciudadanos en las grandes ciudades
como Bogotá, propiciando lugares armónicos amables y amables que generen posibilidades de
convivencia y buenas relaciones humanas.
GLOSARIO.
ABIÓTICO: Biología. Elemento o medio en que no es posible la vida.
ABISAL: Abismos del mundo marino que sobrepasan los 2.000 mts de profundidad.
ANTRÓPICO: Propio del ser humano. Generado por éste.
BIOFILIA: Psicología Ambiental. Tendencia innata para centrarnos en la vida, y en los procesos
relacionados con ella. Supone una dependencia humana de la naturaleza más allá de lo
simplemente físico; incluye lo estético, lo espiritual, lo intelectual y lo cognoscitivo.
BIOSFERA: Conjunto de medios y elementos donde se produce la vida en el planeta Tierra.
BIÓTICO: Biología. Elemento o medio que posee vida. Conjunto de la fauna y la flora de un
ambiente.
BOREAL: Perteneciente al polo norte.
CADUCIFOLIO: Dicho de los árboles y de las plantas: De hoja caduca, que se les cae al empezar
la estación desfavorable.
DEGRADACIÓN: Ecología. Acción autónoma de la naturaleza de transformación de una
sustancia compleja en otra de constitución química y física más sencilla para que pueda ser
integrada al sistema como materia reciclada.
ECOSISTEMA: Ecología. Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan
entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente.
FAUNA: Biología. Conjunto de animales vivos adaptados a un ambiente.
FLORA: Biología. Conjunto de vegetales vivos adaptados a un medio determinado.
FLUVIAL: Perteneciente o relativo al río.
HABITAT: Ecología. Lugar de condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o
comunidad animal o vegetal.
HIDROSFERA: Geología. Conjunto de partes líquidas del globo terráqueo.
INORGÁNICO: Que no tiene órganos que posibiliten la vida. Propio de los minerales y material
inerte.
LITOSFERA: Geología. Envoltura rocosa que constituye la corteza exterior sólida del globo
terrestre.
MANTO: Geología. Capa sólida intermedia entre la corteza terrestre y el núcleo central de la
Tierra.
NÚCLEO CENTRAL: Geología. Parte más interna del Planeta Tierra.
ORGÁNICO: Que tiene aptitud para la vida. Propio de los ser vivos (animales y vegetales)
PERENNIFOLIO. Que sus hojas son perennes. Que tiene hojas durante todo el año.
PERIURBANO: Que se presenta alrededor de la ciudad.
PLUVISILVA: Bosque compuesto por gran variedad de vegetación, debido a una humedad y
calor constantes, es propia de la zona tropical. Selva del Amazonas.
RESILIENCIA: Capacidad de un sistema para recuperar sus condiciones o características
anteriores a una alteración al cesar ésta.
SAPROFITO: Organismos que se alimentan de materia en descomposición.
BIBLIOGRAFÍA
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