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Marginalización y exclusión de la mujer

afrocolombiana a través de 500 años de historia

Buenaventura- Valle del Cauca- Colombia


Enero 14 de 2005

Por Jhon Jairo Grajales Gallego

Escribir un ensayo sobre la mujer afrocolombiana es algo complejo debido a las


distintas variables históricas, económicas, políticas, sociales y culturales que se
encuentran en juego y más cuando hasta hace unas décadas, la mujer
afrodescendiente en la mayoría de los textos, no había aparecido como real
protagonista.

En la actualidad, se habla de la exclusión y la marginalidad de los afrodescendientes


pero poco se hace alusión a la exclusión desde el punto de vista del género, pues las
mujeres afrodescendientes han sido excluidas históricamente a partir de por lo
menos las siguientes variables: por ser mujeres, por ser afrodescendientes, por
pertenecer a los sectores marginales de la sociedad, por diferencia de edad, por su
estado civil y hasta por sus tendencias sexuales.

Hace apenas 13 años, cuando se “celebraba con bombos y platillos” la llamada


"Celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América", la mujer
afroamericana aún se hacía una pregunta existencial ¿Quién soy?, pero la respuesta
a tal pregunta de ninguna manera puede encontrarse en su mente sino en aquella
larga historia plagada de dolores, angustias, sufrimientos, tristezas, incertidumbres.
Si, la mujer afrolatinoamericana por sus condiciones en las cuales se ha sabido
sortear nos permite intuir algunos indicios que pudieran dar orientación a su
búsqueda de una respuesta: es mujer, negra, pobre, y más aún, sus desventajas se
amplían cuando es de la zona rural, cuando es lesbiana, o cuando es una mujer “de
edad”. En Latinoamérica, existe al menos 150 millones de afro descendientes, de los
cuales se considera que la mitad son mujeres ignoradas por la historiografía
burguesa, y de una parte de estas mujeres, las afrocolombianas, marginadas y
excluidas por más de 500 años es que me voy ocupar en este ensayo.

Las preguntas que orientan este ensayo son: ¿En que aspectos se puede evidenciar
la exclusión y la marginalización de la mujer afrocolombiana? ¿Que alternativas han
tomado las mujeres afrocolombianas para afrontar la exclusión y la marginalidad?

En el desarrollo del presente ensayo, trataré como primera medida, acerca de los
antecedentes históricos de la marginalización y exclusión de la mujer
afrocolombiana, luego, me referiré a la exclusión de la mujer afrodescendiente en la
legislación colombiana, después, proseguiré con una síntesis sobre la
marginalización de la mujer afrocolombiana en la política, posteriormente, me
acercaré al análisis de la exclusión de la mujer afrocolombiana en el seno del
Proceso de Comunidades Negras PCN. Acto seguido, hablaré de la marginalización
de la mujer afrocolombiana por parte de la mujer mestiza y para finalizar exaltaré las
alternativas que ha tomado la mujer afrocolombiana para afrontar la exclusión y la
marginalidad.

Antecedentes históricos de la marginalización y exclusión de la mujer


afrocolombiana

La mujer africana durante el proceso de esclavización, fue sometida al ser separada


de su suelo, de su familia, y de sus hijos. Fue arrancada de un medio en el cual, a
pesar de la presencia del patriarcado, se asegura ejercía una gran influencia, poseía
un status alto y tenía participación amplia en la producción agrícola. Pasó a ser
insertada en un medio hostil, sometida a la servidumbre, a la explotación sexual y a
su negación como persona. Las mujeres africanas fueron convertidas en: esclavas
domésticas, niñeras de los blancos, sus amamantadoras, menoscabando muchas
veces de las vidas de sus propios hijos, trabajaron en los cultivos de caña, en las
minas, fueron objeto de placer sexual por parte de los amos, fueron reproductoras de
mano de obra esclavizada. Es decir, en la mujer africana, a la opresión causada por
el fenotipo, se agregó la causada por su sexo. Es así como si las mujeres blancas
europeas eran consideradas como seres de segunda categoría, las mujeres
afroamericanas no alcanzaron ni la condición de sub-humanas

Históricamente en Colombia, como en otros países del mundo, la marginalidad y la


exclusión de la mujer afrodescendiente se ha sustentado fenotípicamente, en donde
lo “negro” fue asociado a la esclavitud a partir del proceso cruento de la esclavización
del ser humano africano y se olvidó, de manera malintencionada, primero, que la
esclavitud fue un hecho común y corriente en prácticamente todas las culturas y
pueblos de la antigüedad. El racismo surgió, pues, como una ideología que pretendió
legitimar el secuestro masivo de millones de personas naturales de los distintos
pueblos africanos, las cuales fueron trasladadas violentamente al "nuevo continente"
como mano de obra esclavizada y se fortaleció con la expansión del mercado
capitalista mundial. De esta manera, lo “negro” se convirtió en lo pésimo, lo trágico, lo
feo, lo negativo, lo sucio, lo marginal y lo diabólico, mientras que lo blanco pasó a
simbolizar: lo bueno, lo positivo, lo enaltecido, lo sublime, lo limpio, lo cristiano. Al
respecto, el doctor Gustavo de Roux expresa que, con el proceso de esclavitud los
colores blanco y negro fueron convertidos arbitrariamente en símbolos de condición
humana superior e inferior; por lo cual el fenotipo asociado con el color negro se
asumió históricamente como emblema de taras, vicios o defectos; y por tanto el
adjetivo "negro", cuando se lo equipara al término persona, invisibiliza la verdadera
esencia humana.

Para legitimar la dominación se convirtió lo fenotípico en la causa de la inferioridad


social de l@s afrodescendientes, salvando el hecho real de la esclavización. El uso y
el significado social de los caracteres físicos determinaron de manera tan profunda la
actitud de nuestra sociedad que, aún en la actualidad, constituyen códigos que
estigmatizan aún sin observar a los seres humanos, ni interactuar con ellos. Dicho de

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otra forma, la racialización de las relaciones sociales, generada en el seno del
proceso de esclavización ante la necesidad de justificarla, no desapareció en nuestra
flamante época republicana, donde se proclamaba a los cuatro vientos la igualdad, la
equidad y la fraternidad mal copiadas de la Revolución Francesa .De esta manera,
es deprimente que aún en la actualidad, los caracteres fenotípicos continúen
simbolizando fortuna y miseria, poder y torpeza frente a la dominación, hermosura y
fealdad, prontitud y pereza hereditaria. La tan anhelada y peleada libertad no ha
significado entonces el rompimiento concreto de obstáculos para acceder en
igualdad de condiciones a empleos adecuados, a la propiedad o a la educación, ni
posibilidades concretas para integrarse a la sociedad.

Quienes marginalizaron a la mujer afrodescendiente se les olvidó que a través de la


historia, la mujer afrodescendiente en América se constituyó en el eje articulador del
ámbito familiar. Dado que el hombre negro podía ser vendido solo, perdiendo toda
posibilidad de volver a ver a sus hij@s y a su compañera, y la familia disgregada a
capricho del esclavista, la madre fue la figura aglutinante. Ella tomó sobre sí la
responsabilidad de la transmisión oral a sus hij@s a través de los cuentos y las
canciones de cuna, la recreación cultural a través del arte culinario, el vestido, la
danza, los peinados, la medicina natural. Se ocupó también de la educación y de
orientar el proceso de socialización de L@S niñ@s, y de la recuperación y
reproducción de la fuerza de trabajo esclavizada.

La exclusión de la mujer afrodescendiente en la legislación colombiana

En las respectivas Constituciones que han regido a Colombia y demás leyes


nacionales encontramos excluida en forma total la mujer afrodescendiente, me dirán
que la Constitución de 1991 ha hecho ciertas concesiones a la mujer colombiana, no
voy a entrar en esa discusión, pero, puede notarse la invisibilidad de que es víctima
la población negra en la nueva Constitución de 1991, la cual otorgó garantías y
derechos especiales para los indígenas los cuales oficialmente corresponden al 2%
de la población colombiana y obvió la protección y el derecho de los descendientes
de african@s que mal contad@s son aproximadamente el 30% de la población total
del país. Con esto no quiero decir que el hecho de que los indígenas hayan logrado
obtener garantías y derechos este mal, incluso necesitan mucho más que simples
garantías y derechos, pero no hay razón de ser que existan desigualdades tan
amplias entre estos dos grupos étnicos.

La marginalización de la mujer afrocolombiana en la política

Tradicionalmente, la mujer afrocolombiana ha estado marginalizada en el área de la


política, el hecho que Buenaventura hubiese tenido, hace casi dos décadas, a dos
mujeres afrodescendientes en la Alcaldía como fueron: la arquitecta Astrid del
Rosario Alvear Guerrero y la abogada Marina Arango Rivas o que la Negra Grande
Leonor Gonzáles Mina y Zulia Mena hayan logrado estar en el escenario de la
Cámara de Representantes, o la estadía actual en el Congreso, de mujeres
afrocolombianas como la reconocida deportista Maria Isabel Urrutia y Piedad
Córdoba no indica que la marginalización de la mujer afrocolombiana en los

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escenarios políticos haya desaparecido, pues si bien es cierto, que en la ultima
década las mujeres afrodescendientes han logrado acceder a: la conformación de los
procesos organizativos de base, las Comisiones Consultivas Departamentales, la
Comisión Pedagógica Nacional, y en espacios locales de las alcaldías, cuando es de
tomar decisiones políticas de importancia, las mujeres afrocolombianas siguen
siendo marginalizadas.

Exclusión de la mujer afrocolombiana en el seno del Proceso De Comunidades


Negras PCN

En el seno del proceso de comunidades negras PCN y en el Movimiento y demás


organizaciones afrocolombianas se ha manejado un lenguaje que no hace sentir bien
a las mujeres afrocolombianas porque no expresa fielmente sus vivencias más
sentidas. Pero aquel, es más que un problema del lenguaje. Pues éste no es
inocente, ni imparcial. El lenguaje masculinizado impide que las mujeres expresen
sus inquietudes y sus sentimientos a través de su palabra, allí existe un alto grado de
suplantación, al hablar por ellas, es decir se las ha tratado como a niños indefensos
que estuviesen impedidos para expresarse.

Se puede afirmar que el proceso organizativo de las comunidades negras le ha


restado importancia a la problemática de las mujeres afrodescendientes,
argumentando que asumir esa temática puede debilitar el proceso en la medida en
que genere divisiones y polarizaciones.

A la gente del Proceso de Comunidades Negras se le olvida quizás que en lugar de


dividir el hecho de abordar la problemática de las mujeres afrodescendientes puede
fortalecer aun más al Proceso al levantar la marginación del componente femenino el
cual ha sido históricamente, el fundamento de la existencia del Proceso en el tiempo
y que además, ha contribuido a la recreación de la cultura afrocolombiana.

Marginalización de la mujer afrocolombiana por parte de la mujer mestiza

Son escasos los datos existentes frente a la marginalización de la mujer


afrocolombiana por parte de la mujer mestiza, sin embargo recurriendo al espíritu del
investigador he logrado encontrar en diferentes fuentes bibliográficas, orales y
etnográficas que la mujer mestiza ha marginalizado de una u otra forma a la mujer
afrodescendiente. Entre las distintas formas de marginalización identificadas de
mujeres mestizas con respecto a las afrodescendientes están: la estigmatización,
estereotipación, excluirlas de sus textos e investigaciones, subordinarlas como
empleadas domesticas. etc.

Alternativas que ha tomado la mujer afrocolombiana para afrontar la exclusión


y la marginalidad

Las mujeres afrocolombianas como las demás mujeres afrodescendientes para


enfrentar las diversas limitaciones económicas políticas y la discriminación racial han
desarrollado diversas estrategias y múltiples formas de organización. La mayoría de

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las cuales tienen un amplio potencial y una experiencia organizativa muy importante;
aunque presentan debilidades institucionales debido a que no han formado parte de
las agendas de cooperación y apoyo oficiales ni no oficiales.

Un aspecto importante para resaltar, es el hecho de que las mujeres afrocolombianas


se han venido organizado formalmente desde comienzos de la década de los años
ochenta, con el propósito de construir espacios que convoquen y aglutinen pequeños
grupos con el propósito de ofrecerles apoyo, respaldo social y mejorar sus
condiciones de vida, entre estas organizaciones vale la pena destacar, la Asociación
de Organizaciones de Mujeres de Buenaventura la cual alberga cerca de 25 grupos
femeninos que a su vez constituyen un número total de cerca de 800 mujeres. Otro
proceso organizativo interesante por parte de las mujeres afrodescendientes es el de
la Red de Mujeres Negras del Pacifico, iniciativa que se concretó hacia el año de
1992 con el apoyo de Fundemujer, fundación propia de Buenaventura y otros grupos
de mujeres durante un encuentro de mujeres afrodescendientes de la costa pacifica
que se llevó a cabo en Guapi durante el proceso de promoción y debate sobre el
articulo transitorio 55 de la Carta política colombiana de 1991. Esta organización
surgió con el propósito de contribuir a la organización de diferentes grupos de
mujeres afrocolombianas en torno a la búsqueda de soluciones para las
problemáticas que afectan a la comunidad negra y específicamente a las mujeres
afrodescendientes.

A manera de conclusión:

La mujer afrocolombiana, en este momento histórico en América Latina, después de


hacer resistencia, de sufrir múltiples reveses relacionados con la opresión, exclusión
y homogeneización que ha sido victima desde hace varios siglos ha encontrado un
norte en la organización y el trabajo continuo. Esto nos lleva a reflexionar acerca de
la importancia del aporte que ha hecho la mujer afrocolombiana a la construcción del
pasado, del presente y del futuro de la sociedad colombiana, y ¿Después de tantos
aportes que ha hecho a la construcción de cultura y de país y la marginalización de la
cual ha sido victima, que argumentos quedaran para seguirla invisivilizando?

BIBLIOGRAFÍA

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1987

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5
LIRIANO V., Alejandra. "Presencia de mujeres en el comercio de esclavos hacia
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240

Para ver el documento en su fuente original visite:


Etnias de Colombia
http://www.etniasdecolombia.org/periodico_detalle.asp?cid=2301

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