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Se caracterizan porque traspasan no solo la privacidad, sino la mayor intimidad posible como es
la frontera corporal. En ellas la propia piel no señala ningún límite. Generalmente son sentidas
como vergüenza por las mismas víctimas ya que afectan la autoestima, vehiculada por el temor
de que puedan volverse contra ellas (como suele suceder). La agresión exógena es inseparable
de las presiones internas; son acciones concomitantes. A las violencias sexuales les da vigencia
la impunidad y la retórica del silencio, más exagerada en éstas.
Algunas, como el ACOSO, parecen estar inscritas en la normalidad y cotidianidad, que suele
leerse como halago, chiste, admiración, humor, piropo. Otras pueden tener o no contacto físico
(Abuso). En consecuencia, se trata de identificarlas y poder construir categorías que las precisen
sin dejar dudas, como instrumentos para combatirlas. Porque con frecuencia subsisten
escondidas y anidadas en el alma de las víctimas, ignoradas o silenciadas en las familias e
impunes en el Estado, hay que partir de reconocerlas para empezar a trabajarlas, debatirlas y
sensibilizar sobre las mismas.
Las violencias sexuales son muchas, como violación, abuso, acoso, incesto, prostitución forzada,
tráfico internacional de mujeres, tráfico internacional de niñas/os, mutilación genital femenina,
pornografía con menores, ITS/VIH/SIDA, heterosexualidad impuesta, embarazo por violación,
llamadas obscenas y otras que nacen de las inequidades de poder. Generan múltiples crisis y
unas, como la violación, se extienden en las entrañas de las mujeres con el embarazo. No
obstante su base común, al igual que todos los conceptos tienen palabras claves que las prefijan.
Ejemplo:
Violación: penetración
Acoso: constante, sin descanso
Abuso : superioridad
Prostitución: negocio
Turismo sexual: mercancía, etc.
Además de las teorizaciones internacionales para categorizar las violencias sexuales, en el país
existen dos referentes insoslayables: El Código Penal -2001- y la Ley 360/97 mencionadas
enseguida:
2.- El Código
CODIGO PENAL
-Ley 599 de 2000 por la cual se expide el Código Penal-
El Nuevo Código Penal contempla las violencias Sexuales en los siguientes apartes:
Contiene dos grandes clasificaciones que diferencian entre: Violación y Actos sexuales, las
cuales se desagregan de acuerdo con la edad, la condición de la víctima, el grado de violencia.
La Violación se tipifica como “Acceso Carnal (Art. 212). Para los efectos de las conductas
descritas en los capítulos anteriores, se entenderá por acceso carnal la penetración del
miembro viril por vía anal, vaginal u oral, así como la penetración vaginal o anal de
cualquier otra parte del cuerpo humano u otro objeto”. Por tanto la VIOLACIÓN, en este y en
otros Códigos internacionales quiere decir penetración (vaginal, anal, bucal) que es la acción que
la identifica.
Aunque podría considerarse como avance la definición de Violación, las expresiones utilizadas
por los juristas para referirse a ella, siguen mostrando un sello discriminatorio y atrasado frente a
la condición de la mujer y al concepto moderno de sexualidad humana, por lo cual el protocolo de
HAZ PAZ no debería utilizarlas. Sí el concepto y la palabra violación, más no la terminología
“cárnica”. Por ejemplo, si la siguiente frase no estuviera en el contexto específico de
proxenetismo, bien pudiera estar referida a un establecimiento de venta de carnes:
“el que con ánimo de lucrarse o para satisfacer los deseos de otro, induzca al comercio carnal…
…” ( Art. 213)
Como nuestra condición de mujeres (también de hombres) trasciende la fibra muscular, asumir
que la violación es solo un acceso a ésta, refleja prejuicio y por que no decirlo: ignorancia.
Acceder carnalmente, como dice el Código, excluye que el proyecto de vida, la existencia, la
capacidad de soñar, la libertad de amar y de disfrutar la sexualidad han sido heridas y
menoscabadas.
3. La Ley
Ley 360 de 1997
-Sobre la Libertad Sexual y la Dignidad Humana-
Al enunciar la libertad sexual, esta ley se sitúa en una posición moderna y de avanzada, así
mismo con la inclusión de los Derechos de las Víctimas (Art. 15).
La figura de las violencias sexuales hace referencia a la perversión individual y social que
transforma en arma destructora los genitales, la conciencia y el cuerpo de los agresores. La
manipulación y el engaño son variantes tan graves como la utilización de la violencia física.
Podría enunciarse solamente violencia física y violencias sexuales. Este último término
englobador de diversas conductas, que se desagregarían de acuerdo con la cantidad o espacio
disponible. Por tanto, en las definiciones operativas, hacer referencia a Violencias Sexuales y de
éstas, seleccionar las de mayor incidencia y menor denuncia que, como antes lo ilustré, están
tipificadas en el Código, como: