Palabra Rhema:
NOTI-CÉLULA
Septiembre 6 -12
EL CONFLICTO DEL CORAZÓN
Romanos 7:14-25
Hay personas que comienzan su vida cristiana
y su rostro es tan feliz, radiante, asisten a todo,
pero al pasar el tiempo poco a poco su rostro se
va oscureciendo, hasta que un día dejan de
asistir a la iglesia. Porque comienza un conflicto
a levantarse en el corazón. En La vida cristiana
después de creer el cristiano cae, peca pero se
vuelve a levantar, y tal vez otra vez peca y se
vuelve a levantar, y esa vida va cambiando, y
después de vencer varias veces los pecados,
lleva una vida correcta delante de Dios El cora-
zón del hombre tiene ese conflicto. ¿Por
qué sucede esto?
1. LA IDENTIDAD DE LOS DESCENDIEN-
TES DE ADAN. Génesis 5:1-3 Todos los des-
cendientes de Adán han nacido originalmente
en el pecado. Dios hizo a Adán a su imagen y
semejanza pero al pecar perdieron esa seme-
janza y cuando este tenía los 130 años tuvo un
hijo quien nació a su imagen y semejanza, a su se-
mejanza de hombre, no a la de Dios. ¿Cuál fue la
identidad de Adán y Eva después de pecar?
Ellos quedaron con su propia identidad, fueron
echados del Edén no podían volver allí. Toda su vida
tendría que ser esclavo del diablo y seguirlo. Esa era su
identidad y al nacer su hijo nació igual a él y por lo
tanto, todos nacimos con una identidad de pe-
cado. Desde nuestro nacimiento, ya estuvimos le-
jos de la gloria de Dios, en una tierra maldita, en
sufrimientos, con el alma muerta, y con un cuerpo
que debe morir, esclavos del diablo. No es por culpa
nuestra sino que recibimos como herencia. Adán
pasó sus genes del pecado a toda su descendencia y
todos hemos nacido esclavos del diablo. Ni la religión
ni una vida moral nos puede salvar. Aun con esfuerzo el
hombre no cambia. Por más esfuerzo no puede pasar-
se de pecador a justo. Tiene que nacer como justo
para ser justo. El hombre es pecador de nacimiento.
Y Dios no le ha dado la religión o las buenas obras
para volverse justo. Dios le ha dado la posibilidad de
nacer de nuevo. Que el viejo hombre muera y nazca
uno nuevo. ¿Cómo nace después de morir?.
2. LA SALVACIÓN DE CRISTO Juan 3:16 Dios
envio a Jesucristó, tomó nuestra cruz, murió y resu-
citó en nuestro lugar y con eso nos hizo nacer como
una nueva criatura. Gálatas 4:4-5 Todos estába-
mos malditos debajo de la ley, pero él nos compró
con precio y nos hizo sus hijos. Jesús vivió como
hombre por 33 años. 1 Juan 3:5 dice que él no tu-
vo pecado y que apareció para borrarlo. Sólo alguien
MISIÓN CARISMÁTICA INTERNACIONAL
“Y saldrá de ellos acción de gra-
cias, y voz de nación que está en
regocijo, y los multiplicaré, y no
serán disminuidos; los multipli-
caré, y no serán menoscabados.”
Jeremías 30:19
que no tenga pecados podía redimirnos. Jesús fue
rico en justicia por eso lo pudo hacer. Y no fue el de
una persona, sino de toda la humanidad.
Hebreos 4.15. dice que él fue sin pe-
cado, aunque era hombre. Isaías
53:5-6 Dios cargó en él todas nuestras
culpas. ¿Es posible algo así?. Gracias
a una sola persona, Jesús, el ser huma-
no puede morir, ser enterrado y tiene la
potestad de nacer como una nueva cria-
tura. Sin él nadie puede nacer de
nuevo. Sólo Jesús murió y resucitó al
tercer día. El se hizo culpable de todos
nuestros pecados, y estuvo tres días
muerto, pero después de pagar todos
los pecados abrió de par en par las
puertas de esa cárcel y resucitó. El dijo:
Yo soy la resurrección y la vida el que cree
en mi aunque esté muerto vivirá y no morirá
jamás.
Todos los descendientes de Adán y Eva nacemos con
una sangre contaminada, naturaleza pecaminosa. Si
no recibimos la sangre de Jesús no podremos vivir.
Heb 9:14Nadie puede donarlo en su lugar. Por eso
vino como hombre. Tenia que ser hombre para po-
der darnos su sangre. Al venir él nos dono de su
sangre y podemos vivir. Hoy en día si un hombre
pecador, inicuo y malvado clama a Dios, el Espíritu
Santo entra en su interior y lo limpia con la sangre
de Jesús. Y sólo la sangre preciosa de Jesús nos
limpia de todo pecado.
3. EL INICIO DEL CONFLICTO. Gal 4:5  Hay un
conflicto, empieza porque cambiamos de dueño.
Antes el diablo era el dueño por ser descendientes
de Adán. Éramos sus esclavos y hacíamos lo que él
quería, como dice Efesios 2:2-3. Éramos enemigos
de Dios. Pero al venir Jesús y redimirnos, y echar al
diablo, vino como un nuevo dueño. Galatas 2:20
entonces, Jesús toma nuestro corazón, pero la carne
aun está ligada al dueño anterior. Por lo cual te-
nemos conflictos. El corazón ha cambiado de due-
ño, pero como la carne aun está ligada al pasado,
ambos entran en guerra. Oímos a personas que di-
cen vivir conflictos internos después de haber recibi-
do a Cristo. Y ésa es la señal de que han sido salvos.
Entre el cielo y el mundo hay una guerra. Hay quie-
nes salen victoriosos con el Espíritu Santo y otros
que pierden quedan llevados por el diablo al mundo.
Eso ocurre con los cristianos. Al estar en el culto o
en casa dándole gracias somos sus hijos ricos, pero
al salir a la calle nos encontramos frente al
- Santiago de Cali
conflicto. Un día todo es aleluya de la mano de Para estar sanos por fuera debemos estarlo por dentro.
Dios, otro día o vemos andando de la mano del dia- Leer la palabra de Dios, orar sin cesar, arrepentirnos siem-
blo vestidos de mendigos. ¿Qué será lo que le suce-
pre, asistir a los cultos, tener comunión con otros cristia-
de? Un día es un gran cristiano, otro día, es un total
desastre y decimos: Pero qué clase de persona es nos, y pedir ayuda al Espíritu Santo.
esa? Esa es la persona a quien se refería Pablo
cuando decía: miserable de mi!! Quien me librará de
este cuerpo de muerte? Y en ese proceso la persona se
pregunta si realmente cree en Dios, o si debe vivir
esa vida. No hay nadie que no pase por esos conflic-
tos, pero cuanto más pasa por ellos, puede cambiar.
Parece que ese conflicto no tendrá fin pero llega un
día en que vence el Espíritu de Dios en nosotros.
¿Cómo se logra ésto?
1- Josué 1:8 Hay que estar siempre cerca de la
palabra de Dios. Si el hombre no come se debilita.
Para ser exitosos y que todo nos vaya bien debemos
comer la palabra. Entendamos o no, sepamos qué
significa o no tenemos que comerla, cuando leemos
la palabra de Dios, ella hace su efecto al entrar aun-
que no entendamos que significa. Rom 10:17 Si
leemos y oímos a menudo de a poco nos viene la fe.
Hay que oírla, y pensar en lo que oímos, pensar y
pensar meditar y entonces se vuelven en nutrientes
para nuestra salud espiritual. Para que el hombre
interior se ponga fuerte debe leer la palabra, medi-
tar en ella, y pararse sobre esa verdad.
2- Col 4:2 Lo otro es orar sin cesar, oración persis-
tente, no desmaye. Lc 18:7 tenemos que orar, la
palabra dice que todo lo que pidamos orando crea-
mos que lo recibimos y vendrá.
3- 1° Juan 1:9 arrepentirse de las faltas que come-
te. No debe esconder sus pecados sino sacarlos a la
luz. Jesús nos redimió de todos ellos, somos salvos
por fe no por obras. Pero debemos pedir perdón ca-
da día para que él nos renueve. Si pecamos debe-
mos arrepentirnos y confesar una y otra vez, si él lo
hubiese hecho no terminaría así. Si cada vez que
tomaba lo confesaba y pedía ayuda no hubiera caído
tan profundamente en lo mismo.
Otra cosa que debemos hacer para
4- Hechos 2:46 Estar fuertes es andar con
otros cristianos. Si andamos con quienes andan
cerca de Dios, nos acercaremos más a Dios, si te-
nemos amigos mundanos nos llevarán al mundo.
Sal 138:2-3 Si estamos juntos rindiendo culto a
Dios, y alabándole nuestro ser interior se fortalecerá.
Y no falta nunca a los cultos. La comunión con Dios
y con otros cristianos nos da paz y gozo y fortaleza
espiritual.
5- Rom 8:26. Otra cosa que debemos hacer para
estar fuertes es pedir ayuda al Espíritu Santo. El
es como el viento, aunque no lo vemos lo podemos
sentir. El está aquí y con nosotros siempre para ayu-
darnos. Debemos recibirle y pedirle ayuda siempre.
Zac 4:6 No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espí-
ritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. Lo que no se
puede con las fuerzas lo hace el Espíritu Santo.

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