VENCIENDO

LA OPOSICIÓN:

Cómo Triunfar Para Hacer

la Voluntad de Dios

por Lisa Comes

 Prólogo
por John Osteen
•

Cuando mi hija Lisa escribió Venciendo la

Oposición: Cómo Triunfar Para Hacer la Voluntad
de Dios, ella había experimentado victoria sobre la
oposición en muchas áreas de su vida, incluso desde
su nacimiento. Lisa nació con una condición similar a
Impreso con permiso de John Osteen Ministries la parálisis cerebral. Ella no tenía reflejos para mamar,
Producto Centroamericano, Impreso en Guatemala por:
ni tono muscular. No podía levantar su cabeza ni
llorar como un niflo normal. Dios milagrosamente
LA FAMILIA FELIZ sanó a Lisa mientras mi esposa, Dodie, y yo nos
APARTADO POSTAL 602-1
G u a t e m a l a , C P . 01907, G u a t e m a l a , C.A.
adueñamos de las promesas de Dios en la Biblia para
su sanidad. Hoy, Lisa es del todo normal en todas las
Ordene de: LA FAMILIA FELIZ áreas de su vida.
Cuando Lisa terminó este libro, ella no tenía
forma de saber que escribiendo el manuscrito ella
estaba siendo preparada por Dios para uno de los
© 1990 John Osteen mayores retos de su vida. Poco después de terminar el
libro, Lisa estaba abriendo como de rutina la cor-
Todos los derechos reservados. respondencia en su oficina, cuando abrió una caja que
Lakewood Church
iba dirigida a mí. Esta explotó en su regazo. Una
P.O. Box 23297 bomba poderosa y ensordecedora explotó hiriéndola,
Houston, TX 77228 y acribillando su oficina de escombros, clavos, me-
tralla, alambre de púas, y prendiendo fuego a la ofici-
ISBN 0-91263143-0
na.
Traducido por Rodrigo Castillo
Milagrosamente, Lisa salió ilesa y ni una sola

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pieza de metal penetró en su cuerpo. Sólo se necesitó
de cirugía menor para cerrar heridas causadas por la
explosión. Un oficial de emergencia que estuvo en el
lugar de la escena me dijo: "Pastor, yo quiero que
sepa que alguien tuvo que estar entre su hija y esa
bomba." Gracias a Dios, el ángel de Jehová acampa
alrededor de los que le temen, y los defiende (Sal-
mos 34:7).
Lisa ha vencido una vez más la oposición y
continúa su ministerio personal alrededor del mundo.
Mientras lee este libro, usted también descubrirá que Venciendo la Oposición.
puede permanecer de pie durante las tormentas de la Cómo Triunfar Para Hacer
vida y vencer la oposición en cada área. Yo lo reto a la Voluntad de Dios
permanecer firme contra las fuerzas de las tinieblas y
dejar que Aquel que mora dentro de usted le dé la
victoria en hacer la voluntad de Dios en su vida.

El libro de Nehemías en el Antiguo Testamento

es un libro pequeño, pero contiene una grandiosa
historia que es muy relevante a usted y yo en el día de
hoy. Enseña que nosotros podemos vencer la oposición
a fin de realizar lo que Dios nos ha llamado a hacer.
Nehemías era un hombre ordinario, un laico que
era copero del rey de Persia. (Esto fue durante el
tiempo en que los judíos estuvieron cautivos allí)- Un
día Dios lo llamó para volver a Jerusalén y reconstruir
los muros alrededor de la ciudad. Esto no era una
tarea fácil, pues la ciudad había estado en ruinas por

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más de 100 años. Además, Nehemías nunca había
sido un constructor; jamás había sido un ministro, ni
siquiera un gran líder. El tan sólo era un hombre que
tenía un corazón para Dios y que estaba dispuesto a
obedecer el llamado de Dios de moverse y guiar a los
judíos en la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
Yo creo con todo mi corazón que todo cristiano
tiene un llamado sobre su vida. Dios nos ha llamado y
nos ha apartado con un propósito especial. No im-
porta si usted es un ministro, un pastor, o laico, Dios
le ha escogido para llevar a cabo ciertas tareas para él.
El ha puesto sueños y visiones en su corazón, y le ha
dado una visión. Creer en la salvación de una persona
amada, en la sanidad de su cuerpo, en la solución a sus
problemas financieros, o lo que sea que Dios haya
puesto en su corazón y aparenta ser una tarea difícil.
Pero cuando Dios lo llama a poner manos en la obra,
él lo ayudará.
Dios no está buscando un gran líder, ni un gran
ministro. El está buscando a alguien semejante a
Nehemías—alguien como usted que esté dispuesto a
moverse y a hacer aquello a lo que Dios le ha llamado
a hacer. Cualquiera que esté dispuesto a cooperar con
Dios verá grandes cosas hechas para él.
Dios muchas veces nos llama a realizar cosas
para las que humanamente no estamos cualificados
para hacer. El escogió lo débil del mundo para aver-
gonzar a lo fuerte, y lo necio del mundo para aver-
gonzar a los sabios (ver 1 Corintios 1:27).
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Al principio Nehemías tenía temor. El tenía que
pedir al rey permiso para ausentarse de su trabajo y
reconstruir el muro. Incluso tenía que pedirle al rey
los permisos necesarios y provisiones. La Biblia dice
que él estaba temeroso en gran manera (Nehemías
2:2). Pero algo sucedió cuando él se presentó a la
presencia del rey. De pronto, él habló con la osadía
del Espíritu Santo, y el rey le concedió todas sus peti-
ciones.
Cuando Dios le llama a una tarea, El le unge
para llevarla a cabo. El le equipa y lo autoriza; le da
las fuerzas, el coraje y la osadía que usted necesita
para ver la tarea realizada.
Nehemías dijo: La mano bondadosa de mi Dios
estaba sobre mí (vea Nehemías 2:8). El supo que
había sido ungido. El supo que había sido llamado.
El sintió esto cuando fue delante de la presencia del
rey. En un minuto él estaba lleno de temor, y al
minuto siguiente estaba hablando con la audacia del
Espíritu Santo.
Dios también le ungirá y equipará de la misma
manera que hizo con Nehemías. El le dará los talen-
tos, los dones, y la sabiduría—cualquier cosa que
necesite—para llevar a cabo la tarea que Dios le llame
a hacer. ¡Jamás permita que el temor lo detenga! La
Biblia dice en 2 Timoteo 1:7, Porque no nos na dado
Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y
de dominio propio. Jamás permita que una falta de
cualificaciones le detenga. Zacarías 4:6 dice: No con
ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho
Jehová de los ejércitos. Es sólo con el Espíritu de
Dios que obtenemos las victorias. Es por el Espíritu
de Dios que nuestro ministerio nacerá y será podero-
so. Es por el Espíritu de Dios que usted recibirá los
deseos que Dios ha puesto en su corazón. Por su
Espíritu usted obtendrá las victorias, así que no permi-
ta que el temor lo detenga. Muévase y esté dispuesto
como Nehemías para dar un paso adelante y hacer lo
que Dios le llama a hacer.
Nehemías fue a Jerusalén...y 52 días más tarde
¡los muros estaban sobrenaturalmente terminados! No
obstante, Nehemías enfrentó una gran oposición para
llevar a cabo su tarea. El tuvo una batalla en sus
manos. Sólo porque Dios lo llamó a la obra no sig-
nificó que los muros automáticamente se levantaran
solos. Estos no se edificaron en una noche. Al con-
trario, Nehemías tuvo que luchar para llevar a cabo la
obra. El supo cómo enfrentar la oposición, y cómo
vencerla.
Quizá usted esté ahora enfrentando oposición.
Siempre que usted haga algo para el Señor enfrentará
oposición, el diablo va a atacarlo. Cada vez que algo
útil suceda en el reino de Dios, Satanás tratará con
todas sus fuerzas detenerlo. Lo que usted haga para
Dios vale la pena. El ministerio que tiene es de valor.
El ser amado por el que está creyendo que será salvo
vale la pena. Lo que sea que usted esté haciendo es de
valor a los ojos de Dios, y eso al diablo no le gusta.
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La Biblia le dice: Vestios de toda la armadura de
Dios, para que podáis estar firmes contra las asechan-
zas del diablo (Efesios6:ll). El diablo tiene asechan-
zas y estrategias que utiliza para tratar de detener la
obra de Dios en su vida, pero, gracias a Dios, las
estrategias del Espíritu Santo son más poderosas que
las estrategias del diablo.
Isaías 54:17 dice: Ninguna arma forjada contra
ti prosperará, y condenarás toda lengua que se le-
vante contra ti en juicio. Esta paz, esta justicia, esta
seguridad, esta victoria sobre la oposición es la heren-
cia de los siervos del Señor. Dios ha prometido que
usted puede triunfar sobre la oposición. No siempre
será algo fácil, pero usted puede vencer todo obstácu-
lo que el diablo ponga en su camino.
El diablo utilizó personas para oponerse a Nehe-
mías. Sanbalat era el gobernador de Samaria y una
persona importante en la Jerusalén de aquellos días.
Tobías era un oficial corrupto de una nación cercana.
A ninguno de esos hombres les agradó lo que Nehe-
mías estaba haciendo, y ellos lo atacaron en tres for-
mas diferentes: por medio de persecución, desánimo y
transigencia.
Estas son las tres grandes estrategias que el dia-
blo usará para tratar de derrotarlo. El hará que usted
sea perseguido, y que sea desanimado, y por último,
tratará que usted transiga. Pero Nehemías venció en
estas tres áreas, ¡y usted puede también!
 Nehemías enfrentó persecución
Al hacer la obra de Dios, todos enfrentamos per-
secución, incluyendo burla y crítica. Nehemías 2:19,
20 dice: Pero cuando lo oyeron Sanbalat horonita,
Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe, hicieron
escarnio de nosotros, y nos despreciaron, diciendo:
¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os rebeláis con-
tra el rey? Y en respuesta les dije: El Dios de los
cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos
levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis
parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.
El capítulo 4:1-6 continúa diciendo: Cuando oyó
Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó
y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los
judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército
de Samaría, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos?
¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios?
¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones
del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba
junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos
edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo
derribará.
¡Qué cosa tan fea y cruel de decir! Pero, ¿se
enojó Nehemías? No, sino que se volvió hacia Dios,
y oró: Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su
menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su
cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su
cautiverio. No cubras su iniquidad, ni su pecado sea
borrado delante de ti, porque se airaron contra los
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que edificaban. Edificamos, pues, el muro, y toda la
muralla fue terminada hasta la mitad de su altura,
porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
La primera etapa en el ataque de Satanás a Nehe-
mías fue persecución, burla y crítica. La Biblia dice:
Y también todos los que quieren vivir piadosamente
en Cristo Jesús padecerán persecución (2 Timoteo
3:12). La persecución es algo que debemos esperar si
deseamos vivir piadosamente y hacer grandes cosas
para Dios.
Estos hombres atacaron el plan de Nehemías.
Ellos trataron de hacerle dudar sobre la legitimidad de
su tarea. Le dijeron: "Te estás rebelando en contra del
rey; eres débil, y no puedes hacerlo." Ellos jugaron
juegos mentales con Nehemías. Atacaron su fe. Pero
Nehemías estaba tan interesado por el trabajo que
estaba haciendo, que había comprometido su vida a la
tarea. El no estaba temeroso del rey porque ya había
tratado el asunto con él antes de empezar la obra.
Cuando usted toma una decisión para dar un
paso de fe y confiar en Dios, el diablo le mandará
personas para criticarle y mofarse de lo que está haci-
endo. Ellos tratarán de hacer que usted dude del
llamado de Dios en su vida. Le preguntarán: "¿Qué
haces? ¿Por qué pastoreas esta iglesia? ¿Por qué
construyes una escuela bíblica? ¿Por qué escribes ese
libro? ¿Por qué estás creyendo en la sanidad divina?
¿No sabes que la sanidad divina ya pasó?" El diablo
usa a las personas en contra suya. El jugará juegos
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mentales para tratar de hacerle creer que la obra que
hace para Dios es todo idea suya, que usted está haci-
endo las cosas por usted mismo, y que Dios nunca lo
llamó a hacer lo que hace.
Mi padre muchas veces ha contado la historia de
cuando volvió a Houston para pastorear la Iglesia de
Lakewood. El había estado en el extranjero llevando
a cabo grandes cruzadas cuando Dios lo llamó para
regresar a Texas y pastorear una pequeña iglesia. En
ese tiempo, la congregación se reunía en un granero.
Pero él obedeció a Dios y regresó.
No mucho después, un ministro compañero le
dijo: "John Osteen, ¿qué hace usted pastoreando a
esas pocas personas en ese granero de hojalata?" Mi
padre lo miró y le respondió: "Estoy haciendo exacta-
mente lo que Dios me ha pedido que haga." Otras
personas le dijeron: "Usted debiera estar evangelizan-
do alrededor del mundo. Debiera estar en el otro lado
de la ciudad. ¿Por qué no se mueve a la parte buena
de la ciudad?" Pero mi padre se mantuvo firme allí
donde Dios quería que estuviese. Y hoy, miles de
personas vienen y van semanalmente a la Iglesia de
Lakewood, un santuario con capacidad de asiento para
8,200 personas.
El diablo utiliza a las personas para tratar de
confundirlo, enredarlo y desviarlo del camino. Pero 2
Corintios 10:3-5 nos dice que derribemos todo pensa-
miento del maligno. Como verá, la mente es un cam-
po de batalla. No son las personas quienes están en
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su contra; es el diablo quien está detrás de todo. Y
usted tiene que tratar con el enemigo real. Tiene que
reconocer que los pensamientos de desánimo no
vienen de Dios, sino del diablo. Y usted tiene que
enfrentarse con él.
¿Qué hizo Nehemías cuando empezaron a per-
seguirlo? El no apeló al rey, a pesar de que podía
haberlo hecho. El podía haber dicho: "Rey, estas
personas me están molestando aquí. ¿Por qué no los
metes en la cárcel? ¿Por qué no me los quitas de
encima?" Pero Nehemías no hizo eso. El apeló a
Dios, y oró.
Nehemías 2:20 dice: Y en respuesta les dije: El
Dios de los cielos, él nos prosperará. El muro no era
de Nehemías; el muro era de Dios. No era el plan de
Nehemías; era el plan de Dios. La gente edificando el
muro era el pueblo de Dios. Por esto, Nehemías no
estaba interesado en justificarse a sí mismo, o en argu-
mentar o pelear sobre lo que estaba haciendo. El no
estaba interesado en opiniones humanas, a él sólo le
interesaba llevar a cabo la voluntad de Dios, y por eso
se mantuvo en la construcción del muro.
Cuando usted es perseguido y criticado, jamás
tome represalias. Sí, duele cuando las personas le
critican y le menosprecian, pero lo mejor que puede
hacer es hablar con Dios.
David, el gran salmista y rey del Antiguo Testa-
mento, fue enormemente criticado. En el Salmo
109:1-4, David expresa: Oh Dios de mi alabanza, no
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 calles; porque boca de impío y boca de engañador se
han abierto contra mí; han hablado de mí con lengua
mentirosa; con palabras de odio me han rodeado, y
pelearon contra mí sin causa. En pago de mi amor
me han sido adversarios; mas yo oraba." Y el
Salmo 54:3,4 dice: Porque extraños se han levantado
contra mí, y hombres violentos buscan mi vida; no
han puesto a Dios delante de sí. He aquí, Dios es el
que me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi
vida.
Algunas veces personas que ni siquiera usted
conoce le atacarán. Ellos dirán cosas para desanimar-
lo y herirlo. Pero David dijo: "Yo soy un hombre de
oración, y en lugar de vengarme voy a orar."
Cuando esté haciendo la obra de Dios, no argu-
mente ni trate de justificarse delante de los hombres.
Lo que usted está haciendo es idea de Dios. El le dio
el plan, y él le dará el poder para que lo lleve a
término. El lo ha llamado para esta tarea, así que no
permita que el diablo lo convenza de que Dios no
tiene un llamado para su vida.
Incluso Jesús fue enormemente perseguido du-
rante el tiempo que estuvo sobre la tierra. La gente
religiosa lanzó insultos a él, pero él mantuvo su paz.
El diablo incluso trató de hacerle dudar sobre quién
era Después de que Jesús había ayunado en el desier-
to por 40 días, el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios,
di que estas piedras se conviertan en pan (Mateo
4:3).
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Ahora esto nos enseña cómo es en realidad el
diablo. El sabía quién era Jesús, pero le dice: "Jesús,
SI tú eres el Hijo de Dios..." Lo que él estaba tratan-
do de hacer era que Jesús dudase sobre quién él era.
Y el diablo también tratará de hacerle a usted
dudar sobre quién es. "Si en verdad eres un minis-
tro. . .Si en verdad fueras llamado por Dios..." Pero la
Biblia dice: .. .quien cuando le maldecían (Jesús), no
respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente (1 Pedro 2:23). Usted también puede
encomendarse a Dios, y él se hará cargo del resto.
Usted puede exclamar: "Dios, yo sé que tú me has
llamado y me has ungido. Y aunque estas personas
me critiquen y me ridiculicen, yo sólo voy a confiar
en ti. Te agradezco porque tú te harás cargo de esta
obra, y cuidarás de mí, y de mi familia, amén." Así
que puede decir como Nehemías: "El Dios de los
cielos, él nos prosperará."
Nehemías enfrentó desánimo
Nehemías 4:7-5 dice: Pero aconteció que oyen-
do Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los
de Asdod, que los muros de Jerusalén eran repara-
dos, porque ya los portillos comenzaban a ser cerra-
dos, se encolerizaron mucho; y conspiraron todos a
una para venir a atacar a Jerusalén y hacerle daño.
Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos
pusimos guarda contra ellos de día y de noche. Y dijo
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Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debili-
tado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar
el muro. Y nuestros enemigos dijeron: No sepan, ni
vean, hasta que entremos en medio de ellos y los
matemos, y hagamos cesar la obra. Pero sucedió que
cuando venían los judíos que habitaban entre ellos,
nos decían hasta diez veces: De todos los lugares de
donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros. En-
tonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro,
y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias,
con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos.
Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los
oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de
ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead
por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vues-
tras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos
entendido, y que Dios había desbaratado el consejo
de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su
tarea.
Si el diablo no lo puede derrotar por medio de la
persecución, él tratará de desanimarlo. El tratará de
que usted ponga sus ojos en las circunstancias para
hacerle pensar que nada va a funcionar, que usted no
va a poder lograrlo.
Sanbalat y Tobías amenazaban con matar a los
judíos. Ellos estaban fomentando problemas día y
noche, y esto estaba comenzando a desgastar a los
judíos, pues comenzaron a ver a las circunstancias.
16
¿Puede usted imaginarse el gran muro hecho escom-
bros alrededor de ellos, con las piedras y ladrillos
desmenuzados a sus pies? Cuando ellos vieron eso,
comenzaron a decir: "No podemos lograrlo con todo
este escombro. Nuestras fuerzas nos están fallando".
El diablo hará lo mejor con tal de desanimarlo.
El hará todo lo que esté a su alcance para conseguir
que usted aparte sus ojos de la obra de Dios y de la
visión que él le haya dado. Le mostrará todo lo que
haya de negativo en su situación: que no tiene el
dinero que necesita, que hay síntomas-en su cuerpo,
que su ser amado está cada vez peor, que la iglesia no
está creciendo, que su ministerio no es fructífero.
Y cuando usted comienza a ver las cosas en lo
natural, usted comenzará a ver las imposibilidades de
su situación. (Dios nos ha llamado a muchos de
nosotros a realizar tareas que son imposibles de lograr
en lo natural.) Si usted se concentra en el escombro
que hay a sus pies, sus fuerzas comenzarán a flaquear.
¿Qué hizo Nehemías para vencer el desánimo?
Lo primero que hizo fue seguir trabajando. Me gusta
Nehemías. El jamás se detuvo en hacer la obra de
Dios. Jamás le dio al diablo esa satisfacción, ni les
dio a Sanbalat y a Tobías la satisfacción de saber que
sus ataques estaban teniendo algún resultado.
La segunda cosa que hizo Nehemías fue poner la
atención de la gente de nuevo en Dios. El los puso a
ver el cuadro real de lo que sucedía. Les dijo: "No
tengan miedo de nuestros oponentes. Recuerden que
17
el Señor es grande y todopoderoso.
Segunda Corintios 4:18 dice: No mirando no-
sotros las cosas que se ven, sino las que no se ven;
pues las cosas que se ven son temporales, pero las
que no se ven son eternas.
El diablo tratará de tenderle la trampa de que
hable y mire a sus circunstancias negativas. ¡No lo
haga! Mantenga sus ojos en Dios quien es el Hacedor
de milagros. El es grande y todopoderoso. El es su
Libertador y su Sanador. El es su Proveedor. Man-
tenga sus ojos en Dios, y no se permita ser distraído.
Si usted mantiene sus ojos en Jesús, usted no sucum-
birá ante el desánimo. Será imposible que usted caiga
en la tentación de darse por vencido en la tarea a la
que Dios lo ha llamado a realizar.
Salmo 33:10,11 dice: Jehová hace nulo el conse-
jo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los
pueblos. El consejo de Jehová permanecerá para
siempre; los pensamientos de su corazón por todas
las generaciones. Y el Salmo 46:1,2 dice: Dios es
nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en
las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la
tierra sea removida, y se traspasen los montes al
corazón del mar.
Usted no tiene por qué temer a pesar de que todo
a su alrededor diga: "¡No funciona!" Dios es su refu-
gio y su fortaleza, él lo libertará y cumplirá los planes
de su vida.
18
Nehemías enfrentó el transar
Nehemías tuvo batalla tras batalla. El diablo
realmente trató de desgastarlo, pero no pudo con-
seguirlo ni con persecución ni con desánimo, así que
trató con el transar.
Nehemías 6:1-16 dice: Cuando oyeron Sanbalat
y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros
enemigos, que yo había edificado el muro, y que no
quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no
había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y
Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en
alguna de las aldeas en el campo de Ono. Mas ellos
habían pensado hacerme mal. Y les envié mensa-
jeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo
ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a
vosotros. Y enviaron a mí con el mismo asunto hasta
cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera.
Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo
mismo por quinta vez, con una carta abierta en su
mano, en la cual estaba escrito: Se ha oído entre las
naciones, y Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis
rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, con la
mira, según estas palabras, de ser tú su rey; y que has
puesto profetas que proclamen acerca de ti en Jeru-
salén, diciendo: ¡Hay rey en Judá! Y ahora serán
oídas del rey las tales palabras; ven, por tanto, y
consultemos juntos. Entonces envié yo a decirle: No
hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo
inventas. Porque todos ellos nos amedrentaban, di-
19
ciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y
no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú
mis manos. Vine luego a la casa de Semaías hijo de
Delata, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerra-
do; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios,
dentro del templo, porque vienen para matarte; sí,
esta noche vendrán a matarte. Entonces dije: ¿Un
hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera
como yo, entraría al templo para salvarse la vida?
No entraré. Y entendí que Dios no lo había enviado,
sino que hablaba aquella profecía contra mí porque
Tobías y Sanbalat lo habían sobornado. Porque fue
sobornado para hacerme temer así, y que pecase, y
les sirviera de mal nombre con que fuera yo infama-
do. Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat,
conforme a estas cosas que hicieron; también acuér-
date de Noadías profetisa, y de los otros profetas que
procuraban infundirme miedo. Fue terminado, pues,
el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y
dos días. Y cuando lo oyeron todos nuestros enemi-
gos, temieron todas las naciones que estaban alrede-
dor de nosotros, y se sintieron humillados, y cono-
cieron que por nuestro Dios había sido hecha esta
obra.
El diablo no pudo atrapar a Nehemías ni por
medio de persecución ni por medio de desanimarlo,
así que trató de atraparlo a través de comprometerlo.
Este es el método del diablo cada vez; si él no con-
sigue intimidarlo, o desmoralizarlo, o desanimarlo,
20
entonces lo tentará fuertemente para transar lo que
Dios le ha llamado a llevar a cabo. Y con frecuencia,
la mayor tentación para transar viene cuando la victo-
ria se halla a la puerta.
El transar vino a Nehemías cuando sólo una cosa
le faltaba por hacer: colocar las puertas en el muro.
Satanás sabe dónde somos vulnerables. Primera Corin-
tios 10:12 (Biblia al Día) dice: Mucho cuidado, pues.
El que piense estar firme, tenga cuidado de no caer.
Usted tiene que ser cuidadoso y vigilarse. El transar
es una derrota voluntaria, es sucumbir voluntariamente
frente al diablo. Es ni más ni menos que conformarse
con algo menor que lo máximo de Dios.
El diablo le dirá: "Ya has hecho suficiente por
Dios; es tiempo de parar... No tienes porque hacer al
pie de la letra lo que te dijo Dios; sólo hazlo a tu
manera... Puedes defraudar un poquito por aquí...
Puedes hacer esto o aquello... Puedes mentir un po-
quito a fin de conseguirlo... Dios no sabe de qué está
hablando. Si quieres conseguir un ministerio exitoso,
tienes que hacer esto o aquello..."
¡No le crea! El diablo lo tentará poderosamente
para que usted transe y haga otra cosa diferente de lo
que Dios le llamó a hacer. Mi padre pudo haber
cedido a esas personas que deseaban que él se movi-
era hacia la parte rica de la ciudad. El pudo haber
dicho: "Bueno, ya soy un gran predicador, así que
creo que debo moverme hacia la parte próspera de la
ciudad, construir una gran iglesia y radicarme allí por
21
el resto de mi vida. Tendré una gran iglesia y un buen
salario." Ellos trataron de tentarlo para que hiciera
algo diferente de lo que Dios le había llamado a hacer,
pero él rechazó hacerlo.
El diablo tenderá la misma trampa delante suyo.
El le enviará a ciertas personas en su camino para
tratar que usted haga lo que no es correcto. El diablo
trató de seducir a Nehemías con una invitación a dis-
cutir. Después de todo, ¿qué hay de malo en hablar?
¿Qué hay de malo con examinar todas las opciones y
posibilidades? ¿Qué hay de malo con hacer trampa
un poquito? ¿Qué hay de malo con mudarse un po-
quito hacia el mundo?
Esto es lo que pudo haber dicho Nehemías, pero
él supo que nada bueno podía venir en transar con el
enemigo. Y él no cayó en la trampa, sino que dijo:
"Estoy muy ocupado, tengo una tarea muy grande por
hacer, y no tengo tiempo de venir a charlar contigo."
El fue firme, y se negó a transar.
Y usted tampoco se puede dar el lujo de permitir
el transar; tiene que dejar pasar esas oportunidades y
cerrarle las puertas en la cara. Jamás haga lo que es
incorrecto; haga siempre lo correcto. Camine siempre
en integridad, y en verdad. No permita que el demo-
nio lo convenza de hacer a un lado las normas, ni
siquiera una miseria. Tome un paso firme como hizo
Nehemías y diga: "¡NO!" Responda al diablo: "No,
tengo trabajo por hacer. Tengo una tarea importante
que terminar. Voy a continuar haciendo lo que Dios
22
me ha llamado a hacer."
Sanbalat y Tobías incluso llegaron a enviar un
falso profeta a Nehemías. Semaías le profetizó tratan-
do de que él fuera al lugar Santísimo en el templo.
Este era el lugar donde sólo el Sumo Sacerdote podía
entrar, y hubiera violado la ley de Dios si Nehemías
hubiese entrado allí. En lo natural Nehemías pudo
haber pensado: "Bueno, Dios me ha llamado para ser
un gran líder, y he reconstruido el muro. Creo que
merezco el poder entrar en el Lugar Santísimo, espe-
cialmente si es para salvar mi vida." Pero, sin embar-
go, él no pensó así, sino que rechazó este ofrecimien-
to. El vio correctamente a través de la falsa palabra de
Semaías.
Ya ve, es muy importante a quién le presta oídos.
Ningún hombre o mujer de Dios profetizaría algo que
fuera en contra de la Palabra de Dios. La Biblia dice
que toda profecía es para edificación, consolación y
exhortación (ver 1 Corintios 14:3). Es para confirmar
lo que Dios ya ha puesto en su corazón. Así que no
permita a las personas que le profeticen para abandon-
ar lo que Dios le ha llamado a hacer.
El diablo le enviará gente a decirle: "Tengo una
palabra de Dios. El quiere que cambie la dirección de
su vida y cambie su ministerio. Creo que ha sido
llamado para hacer esto en lugar de lo primero." No
escuche estas palabras. ¡Dios está en una situación
favorable para discutir los términos con usted! Si él
desea que usted sepa algo, él se lo hará saber. No
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permita que las profecías de las personas lo distraigan
de hacer lo que Dios le encomendó. Afírmese en la
Palabra, en la oración, y en la tarea que Dios le en-
comendó.
¿Qué hizo Nehemías para ganar la batalla contra
la persecución, el desánimo y el transar? El hizo tres
cosas que creo que son la llave para conquistar la
oposición.
Nehemías era de una mente
Nehemías decidió que no iba a permitir que nada
ni nadie le desviase en hacer la voluntad de Dios.
Santiago 1:7,8 dice: No piense, pues, quien tal haga,
que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de
doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
David dijo en el Salmo 16:8: A Jehová he puesto
siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no
seré conmovido. Y Proverbios 4:25-27 dice: Tus ojos
miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que
tienes delante. Examina la senda de tus pies, y todos
tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha ni
a la izquierda; aparta tu pie del mal.
Usted necesita esta clase de determinación. Us-
ted literalmente necesita fijar sus ojos en lo que Dios
le ha llamado a hacer. No mire ni a izquierda ni a
derecha. Sea estable, sea una persona firme en la fe.
Sea sin doblez en lo que Dios lo llamó a trabajar. Sea
cuidadoso de no involucrarse en áreas que estén fuera
de lo que Dios le llama a hacer.
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Jesús dijo: Porque mi yugo es fácil, y ligera mi
carga (Mateo 11:30). Si siente una carga muy pesa-
da, una gran presión, usted necesita revisar si está
haciendo lo que Dios le dijo. No se distraiga.
Nehemías primero ganó la batalla en oración
Los dos primeros capítulos de Nehemías nos
dicen que él pasó cuatro meses en oración antes de
comenzar a edificar los muros de Jerusalén. Y la obra
sólo tomó 52 días, menos de dos meses; así que él
pasó más del doble de este tiempo orando acerca del
trabajo de lo que le tomó el hacerlo.
Nehemías invirtió su tiempo sabiamente. Fue a
través de oración que él supo que Dios le había llama-
do y le había ungido, y la victoria que él ganó en
oración fueron los fundamentos para todas las demás
victorias en el muro. Cuando él salió de esos cuatro
meses de oración, exclamó: "Conocí que la mano de
Dios es sobre mí. Sé que él me ha llamado." Por
haber dedicado ese tiempo a orar en el principio, él
sabía que dondequiera que enfrentara oposición podía
clamar a Dios en busca de ayuda. El supo cómo orar
en medio de la oposición porque ya él había orado
antes que la oposición empezara.
La oración lo cambia a uno. Esta fortalece nues-
tra fe, ablanda el corazón, y le provee de coraje. La
oración lo moldea a usted en un campeón al que Dios
puede utilizar.
Antes que nada usted debe ganar la batalla en
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oración, debe aferrarse a Dios. Si tiene dudas acerca
de lo que Dios le ha llamado a hacer, entonces ar-
rodíllese primero, y busque exactamente qué es lo que
él quiere que haga. Jeremías 33:3 dice: Clama a mí, y
yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocul-
tas que tú no conoces. Primero gane la batalla en
oración, y nadie podrá quitarle la victoria.
Nehemías fue persistente
Sin importar la oposición que enfrentó, Nehe-
mías nunca se detuvo en reconstruir el muro. La
Biblia dice: "Construimos el muro... Cerramos las
brechas... Continuamos la obra... Y el muro fue
terminado." Todo el tiempo que fue atacado por el
enemigo, Nehemías se mantuvo trabajando, colocan-
do ladrillos. Jamás permitió que el diablo lo detuviera.
Decía: "Tengo una gran tarea que realizar."
La persistencia siempre derrota la persecución.
Siempre derrota al desánimo y la transigencia. Quizá
usted tenga que detener un poco el paso para pelear la
batalla, pero jamás se detenga. Jamás deje de seguir
adelante ni de progresar. Quizá usted podría decir:
"Diablo, voy a tener que disminuir un poco el paso,
pero no voy a ceder. Voy a seguir haciendo exacta-
mente lo que Dios me ha dicho que haga."
Nunca deje de leer la Palabra de Dios. Nunca
deje de orar. Nunca deje de caminar en amor ni de
hacer la obra a la que Dios le llamó.
Hebreos 10:35,36 dice: No perdáis, pues, vues-
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tra confianza, que tiene grande galardón; porque os
es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho
la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Si perse-
vera, recibirá. Si persevera, su tarea será finalizada,
su ministerio crecerá, su cuerpo será sanado, su matri-
monio cambiado, sus hijos vendrán al reino de Dios.
Si se da por vencido no conseguirá nada. Tiene que
seguir perseverando.
La oposición vendrá, se lo garantizo. Siempre
que haga algo para Dios, enfrentará oposición. El
diablo hará lo mejor que pueda con tal de degradarlo,
derrotarlo y destruirlo. Vendrá a usted con perse-
cución, desánimo y el transar. Hará todo lo que pueda
para que usted abandone el llamado de Dios en su
vida.
Pero, a Dios gracias, ¡usted puede vencer! Igual
que Nehemías, usted puede llevar a cabo lo que Dios
le ha encomendado. Quizá en lo natural la tarea
parezca imposible, pero nada es imposible para Dios,
él lo ayudará.
Primero, concéntrese en la tarea que tiene por
delante y no permita que nada lo distraiga. Sea de una
mente. Saque todas las dudas y temores de su mente,
y ponga su confianza en Aquel que lo llamó.
Segundo, recuerde obtener primero la victoria
en oración antes de empezar la tarea. Nehemías oró
cuatro meses incluso antes de acercarse al rey para
pedir su permiso de edificar los muros. Dedicando
tiempo a la oración, se puede asegurar uno sobre su
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llamado y sobre la victoria. Entonces, cuando arriba
la persecución, no trate de pelear la batalla tn lo
natural. No luche contra las personas, batalle en
oración. Porque su lucha no es contra carne o sangre,
sino contra el diablo (ver Efesios 6:12), y la oración es
la forma de ganar sobre él.
Tercero, nunca se dé por vencido. No importa
lo que el diablo le lance, ni lo que la gente diga, ni lo
quépase, ¡JAMAS SE DE POR VENCIDO! ¡Usted
va a lograrlo! Si persevera triunfará, siempre que siga
haciendo hasta el fin la obra de Dios. ¡Esta es la
forma de ganar la victoria! Esta es la forma en que se
realiza el trabajo de Dios.
Repita esta oración conmigo ahora mismo: "Pa-
dre, te agradezco por haberme llamado. El hombre no
me llamó, sino que tú me llamastes a realizar esta
tarea. Y porque has sido tú quien me llamó, m^ has
ungido, me has equipado, y me has dado el coraje que
necesito para ver finalizado este trabajo. Gracias, Para obtener un catálogo completo y lista de precios de
Padre, que puedo y conquistaré toda oposición que el todas las obras en español de John Osteen, escriba por
diablo me ponga enfrente porque mayor es el que está favor a:
en mí que el que está en el mundo. En el nombre de
Jesús, amén." LAKEWOOD CHURCH
P.O. BOX 23297
HOUSTON, TEXAS 77228
U.S.A.

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