PREPARADOR FÍSICO

Formas evaluativas de la velocidad

Sesión 23

La velocidad como cualidad física, siempre se va a encontrar condicionada a

diversos factores que la componen; es por tanto que cuando hablamos de
evaluar el rendimiento en velocidad, deberemos hacer ciertas connotaciones
que posibiliten la eficacia de la evaluación, según el objetivo que nos hemos
propuesto.

Como ya sabemos, la velocidad la podemos discriminar en distintas fases

dentro de procesos cíclicos y acíclicos que permiten que la misma tenga
diversas formas evaluativas para cada una de ellas. Recordando un poco, esas
fases (reacción, aceleración y movimiento) encontraremos que cada una puede
ser dimensionada acorde a las exigencias que cada una conlleva y por tanto
con un método evaluativo particular.

Además, dentro de la velocidad, que en física se expresa como espacio

recorrido en un período de tiempo determinado, hay que considerar los
aspectos fisiológicos que permiten que ésta se lleve a cabo de una forma más
o menos eficiente, dependiendo en su mayor parte, de la capacidad anaeróbica
aláctica del sujeto, y siendo mayor la aportación de potencia anaeróbica láctica
si aumenta el espacio de movimiento a realizar.

FASE DE REACCIÓN.

Para evaluar esta fase deberemos considerar el rompimiento de la inercia a

través de ejercicios de corta duración, pero que sean determinados por una
señal que indique el inicio de la acción; pudiendo ser global o discriminativa a
razón de recorridos (desplazamiento no superiores a los 10 mts.) o
combinadas con otras cualidades motrices (fuerza, coordinación).

La propuesta para la evaluación de la velocidad en su fase de reacción debe

contener los parámetros ajustados a los objetivos deportivos propuestos; es
decir debemos asignar una función de valor en torno a la especialidad
deportiva y la injerencia del test que evalúa dicha fase.

Dentro de esta fase, podemos encontrar aspectos básicos como:

• Test de partidas en posiciones estáticas

• Test de recogida o lanzamientos
• Test de reacción visual ante una orden

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FASE DE ACELERACIÓN

En esta encontraremos que la mayoría de los test físicos son de recorrido de

corta distancia y pruebas de fuerza explosiva:

1. en la pruebas de carreras cortas, debido a su rápida ejecución, y al poco

tiempo de duración de la misma, es necesario controlar los elementos
que puedan influir en la misma, ya que por pequeña que sea la
influencia, la variación en el resultado puede ser decisoria.

Pudiendo aclarar este postulado el tener las consideraciones necesarias para

la efectividad de la prueba como: factores climatológicos (viento), experticia
(toma de datos certeros), técnica correcta (conocimiento de los movimientos a
realizar).

2. Pruebas de fuerza explosiva, la aceleración está directamente

relacionada con la fuerza explosiva del sujeto. Los test más utilizados
para medir esta capacidad se refieren a elementos de la fuerza como
traslaciones con sobrecarga, lanzamientos, saltos y combinaciones de
los mismos.

FASE DE MOVIMIENTO.

En esta fase podremos subdividirla en dos componentes de la misma, ya que

en el movimiento encontraremos la:

• Máxima velocidad
• Resistencia a la velocidad

Máxima velocidad

Esta ha sido ampliamente estudiada en relación a la carrera de 100 mts planos,

ya que ha podido determinar que el individuo la genera por la capacidad de
realizar:

1. una gran amplitud de zancada

2. una gran frecuencia de zancada

La valoración de la máxima velocidad se realiza con carreras de distancias no

superiores a 60 mts. Si se quiere precisar más el carácter de máxima
velocidad, será necesario controlar los últimos 30 – 40 mts, es decir nos
acercamos a las características de las carreras de reacción pero con salida
lanzada.

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Resistencia a la velocidad.

Los test específicos de valoración de la resistencia a la velocidad se acercan a

distancias de entre 150 y 400 mts, lo que permite verificar si el individuo de
forma concreta es capaz de mantener por mayor tiempo la velocidad
frecuencial expresada en los distintos tramos de la prueba; es decir,
reconociendo distintas postas intermedias dentro de la prueba específica
obtendremos los momentos de mantención de velocidad (acorde a lapso
determinado de metraje) y su posterior decrecimiento de la misma.

Gutiérrez Sainz, en conjunto con Gonzalez Gallego (1992), expresan que esta
capacidad de resistir la velocidad por mayor tiempo no va condicionado a la
talla del sujeto, por tanto podemos decir que el factor principal para el
desarrollo de la misma va condicionada a la mejora de la coordinación
neuromuscular del sujeto. Por tanto, la valoración de la misma solo va a
responder a grupos etarios similares.

Para consultar:

• “Pruebas de aptitud física”, Martínez, Paidotribo, Barcelona, 2002.

• “Entrenamiento de la velocidad”, Grosser, Martínez – Roca,
Barcelona, 1992.
• “Teoría del entrenamiento deportivo”, Harre, Stadium, Buenos Aires,
1987.
• “Manual de metodología del entrenamiento deportivo”, Dietrich,
Paidotribo, Barcelona, 2001.

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