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«CON NUESTRAS MANOS, PERO CON TU FUERZA» EL MONASTERIO: UN HECHO INESPERADO Y SORPR ‘| monasterio es como la fuente a través de la cual el Espiritu introduce a Cristo en el mundo. resencia se vuelve sens nsfiguraciin e la vida y as las cosas. s paradjico que este ejemplo de vida vivida en la fe, que se expresa en el silencio, suscite maravilla en quien lo encuentra, por su belleza y globalidad. un reconocimiento, una solidaridad, una ayuda reciproca y una fecundidad de obras, cuyo éxito ha legado mis all de cualquier prediccién, un fruto inesperado y sorprendente. ‘edo esto ha contribuido en la Edad Media al desarralla cultural, social y econémico de puctilos > Bi ei enters, sentando las bases de una Planta de Le aba de Son Gall, sig IX. nueva civilizacién. «El monasterio, si es posible, debe ser organizado de manera que todos los servicios necesarios, esto es, el agua, el molino, la huerta, los talleres de los diversas oficias, se encuentren al interior del monasterion. (Regla de San Benito 66,6) ecibanse a todos «© Bos hnespedes que llegeyt como a Cristo, porque El mismo ha de decir: han hospedad sea anunciado wn huésped, el superior o los hermanos salgan a su encuentro con la més solicita caridad; recen primero juntos, y dense Inego el abrazo de paz, Lleven a orar a los huépedes que reciben. Léanle al huésped la Ley divina para que se edifique, y tratenlo luego con toda cortesta. (RB 53) San Benito acoge a wx lutsped, Cdice Vaticano, siglo Xl. oO” acoja al que yo envie me acoge a mf» (Juan 13,20). ;Para San Benito el otro es Cristo! La acogida monéstica esté dirigida a este reconocimiento. ln el huésped es Cristo que viene y nos 2 conciencia de a la cual debemos « a misericordia de la cual nosotros hemos sido objet Jomo he hecho con ustedes, también haganlo ustedes’ (Juan 13,15). abrirnos con gratuida Te el movimiento mondstico expresa un urgente servicio de caridad hacia el préjimo. En la rel FT “cara a cara” con aquel Dios que es amor, el monje advierte la exigencia imperiosa de transformar en servicio al préjimo, ademas de a Dios, toda su vida. Se explican de esta manera las grandes estructuras de acogida, de hospederfa y de cuidado surgidas cerca de los monasterios». (Benedicto XVI) LA PUERTA DEL MONASTERIO fr cuanto alguien golpee o lame un pobre, «Fo el portero responda enseguida “Deo Gratias’ (Gracias a Dios) 0 “Benedit” (Bendiceme) y con toda la mansedumbre que inspira el temor de Dios, conteste prontamente con fervor de la caridad>. (RB 66,34) la Aka Edad Media la caridad era inicialmente “organizada" alrededor de la puerta y confiada al portarius, el cual administraba la décima de los ingresos del monasterio para los huespedes y los pobres. La pnerta del monastoro de Subiaco

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