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PLAN LECTOR: LINEAMIENTOS Y FORMULACIÓN

Luis Yabar

I. Importancia de la lectura

Leer no sólo es importante porque transmite información, porque entretiene, porque nos
permite estar actualizados con los últimos avances científicos y tecnológicos, sino por algo
más esencial: “Porque la inteligencia humana es una inteligencia lingüística. Sólo gracias
al lenguaje podemos desarrollarla, comprender el mundo, inventar grandes cosas,
convivir, aclarar nuestros sentimientos, resolver nuestros problemas, hacer planes. Una
inteligencia llena de imágenes y vacía de palabras es una inteligencia mínima, tosca, casi
inútil”1. En ese sentido, animamos y promocionamos la lectura para proveer a nuestros
niños de las herramientas básicas que lo ayuden a comprender su realidad y contrastarla
con otras, desarrollando adecuadamente su personalidad y enriqueciendo su lenguaje.
Todo esto hace posible, el encuentro de los niños con respuestas a diferentes
interrogantes, y, con ello, se contribuye a satisfacer sus diferentes inquietudes y
necesidades, tales como:

a) Seguridad física y emocional: las historias sobre familias y amigos, así


como el contacto al momento de escuchar o narrar lo leído, ayudan a
que el niño se sienta seguro.
b) Autoconfianza: los niños necesitan sentirse apreciados por lo que son
capaces de hacer, las historias donde se muestren a niños y sus logros
refuerzan su autoestima.
c) Pertenencia a un grupo: las historias sobre familias y escuelas ayudan a
que los niños se identifiquen con su grupo familiar y escolar. Por esta
razón, es conveniente que las lecturas sean de preferencia
contextualizadas.
d) Satisfacción de intereses e inquietudes: los niños tienen curiosidad
innata y en algunos casos no lo pueden expresar, pero requieren
encontrar información sobre ellos. Por ejemplo: extraterrestres, animales,
pesadillas, etc.

1
Sarto, Monserrat. Animación a la lectura. Ed. SM. Madrid – España. 1998

1
e) Necesidad de informarse y desarrollar su inteligencia: los niños necesitan
adquirir nuevos conceptos, desarrollar procesos de pensamiento
(observar, comparar, clasificar, asociar, organizar, aplicar, etc.)
f) Necesidad de enfrentar problemas personales como: enfermedades,
ausencia de los padres y otros2.

 Funciones de la literatura:
La escuela debe promover el alfabetismo; pero el docente no puede limitarse a enseñar a
leer, a descifrar los signos, sino que debe procurar, ante todo, dirigir y monitorear el
ejercicio lector con el fin de preparar al educando para la lectura autónoma, lo cual
supone que el joven lector se sienta motivado a tomar un libro de propia iniciativa (con
motivación, gusto e interés) y con las suficientes competencias lingüísticas que lo habiliten
para la construcción de un conocimiento amplio, el cual lo provea, a su vez, de la
habilidad para aprender más.
En ese sentido, para el fomento y promoción de los hábitos y competencias que son
motivo de nuestro estudio, la literatura nos ofrece un vasto espectro de posibilidades, que
bien dirigidas y encaminadas, como en el caso de la literatura infantil, cumplen diferentes
funciones en la formación del educando:
a) Social, porque propone mundos y modos de conducta distintos,
sentimientos y experiencias, contrastes entre personas, para que el niño
vaya comprendiendo cómo vivir en sociedad y desarrollar su
personalidad.
b) Cultural, al introducirlo e involucrarlo con formas culturales nacionales y
extranjeras, al incrementar su acervo léxico, etc.
c) Estética y creativa, al desarrollar su sensibilidad y su sentido estético
para apreciar las diferentes manifestaciones artísticas y expresarse
libremente.
d) Ética, al fomentar el desarrollo de una conciencia crítica y la reflexión
sobre cuestiones morales y de valores.
e) Lúdica, al entretener.3

II. Animación a la lectura

2
Centro Andino de excelencia para la capacitación de maestros. Fascículo: “Promoción de la lectura y
escritura en la escuela y la comunidad”
3
Equipo Técnico del Proyecto “Nuestro niños y la comunidad”. La magia de la literatura. CISE. Pontificia
Universidad Católica del Perú. Lima, 1995.

2
Se promueve la lectura desde que somos conscientes de los escasos niveles de su
práctica y desde que, nuestras diferentes reflexiones al respecto, nos han llevado a
subrayarla como ejercicio indispensable y fundamental. Sin embargo, las tendencias de
los diferentes estudios y propuestas demuestran que cada cual entiende la animación a la
lectura de modo distinto. Para algunos promover la lectura es aproximar el libro al niño, lo
cual, muchas veces, es ponerlo frente a un artículo muerto que no habla, que no le dice
nada.
Aunque se asocie con imágenes de soledad y quietud, la lectura es una actividad
eminentemente social. Detrás de cada lector hay una red de relaciones sociales que
hicieron que ese libro llegara a sus manos: el regalo de un amigo, la invitación de un
docente, la recomendación de un compañero y, por supuesto, la intervención de un
bibliotecario que orientó la elección. Por todo esto, el rol del profesor y/o del bibliotecario
resulta importantísimo como mediadores entre los libros y los chicos (debemos asegurarnos
de orientar la lectura del libro apropiado para el niño apropiado en el momento
apropiado).
Invitar con pasión a la lectura siempre será mejor que un trabajo, un sermón o cualquier
slogan. No olvidemos que los chicos tienden a imitar todo aquello que hacen los adultos a
quienes admiran y quieren (¿con cuánta frecuencia nos ven leer nuestros alumnos?). En
este sentido, señala la página de Alfaguara sobre la promoción de la lectura4, algunas de
nuestras actitudes pueden ser claves para despertar el deseo de leer:
a) Afición a la lectura.
b) Entusiasmo por comunicar esta afición.
c) Capacidad para observar las reacciones de los lectores ante los
diversos tipos de textos.
d) Curiosidad por conocer los gustos y las preferencias de los lectores a
través del diálogo.
e) Interés por la literatura infantil y juvenil y cuanto contribuya a enriquecer
su difusión.
f) Tratamiento individual y grupal del itinerario de lecturas.
g) Disposición para leer, narrar, comentar y recomendar libros.

2.1 ¿Qué significa promover la lectura?

4
http://www.alfaguarainfantil.com.ar

3
Para el efecto de la presente ponencia hemos seleccionado dos definiciones de lo que
entendemos como promoción de la lectura. Israel Núñez Paula, señala lo siguiente: “La
promoción de la lectura es la actividad social encaminada a la formación de hábitos de
lectura adecuados, la cual se logra con la orientación planificada a una población de
lectores, sobre qué leer, cuánto leer y cómo leer”5.
A su vez, Danilo Sánchez Lihon señala: “Como promoción de la lectura se comprenden
todas aquellas actividades que alientan, propician e impulsan un comportamiento lector
más intensivo cualitativa y cuantitativamente; es decir, que de parte de niños, jóvenes y
adultos haya una mayor relación de frecuentación de los códigos que nos ofrece el
mundo circundante”6.

2.2 Principios de la promoción de la lectura


Cada de vez más, profesores y maestros van tomando conciencia de la necesidad de
formar al niño lector, y dedican grandes esfuerzos para despertar en sus alumnos el interés
por la lectura. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el efecto ha sido contrario a lo
que se esperaba. ¿Por qué? Sencillamente, porque se ha priorizado, por lo general, la
comprobación final de lo leído, la cuestión objetiva y didáctica, que añade siempre al
ejercicio lector la exigencia de un trabajo o un control de lectura y que, como toda
evaluación, repercute en las notas. Como señala Montserrat Sarto, no debemos olvidar la
implicación de la voluntad del niño en su formación, la parte subjetiva, la que le llega al
corazón, al sentimiento.
En la misma línea, Sarto puntualiza que para hacer al niño lector, necesitamos educarlo,
ayudarlo a ejercitar su voluntad, en la convicción de que, si se adueña de la lectura, si la
descubre y ama, habrá conseguido tener a su alcance el mejor instrumento para la vida.
Danilo Sánchez Lihon, expone que, para realizar una auténtica y efectiva promoción de la
lectura, esta debe fundamentarse en principios que la hagan legítima y coherente con la
individualidad y el ser social del niño, en otras palabras, debemos considerar:

a) Libertad: Como a todos nosotros, a nuestros estudiantes les agrada elegir, que les
consulten y optar con libertad por algo. Si un maestro desea promover
eficazmente la lectura, como orientador, facilitador e, incluso, amigo de sus
alumnos, debe evitar la imposición y arbitrariedad e indagar, ante todo, por sus
aficiones e intereses para así determinar sus preferencias. La lectura, así, debe

5
Núñez Paula, Israel A. La promoción de la lectura y el bibliotecario de la comunidad. Citado por Angélica Ramírez en El rol de la
biblioteca comunal Señor Cautivo de Chungado, Tesis digital de la UNMSM
6
Sánchez Lihon, Danilo. La aventura de leer. Serie Perulibros. Editorial Salesiana. Lima – Perú. 1988

4
definirse como una oportunidad para el ejercicio más pleno y absoluto de la
libertad, de parte de la persona que la realiza.
Todo esto hará posible que el niño sea capaz de leer sin ayuda de otro y leer
cuando quiera, sin estar sometido a trabajo alguno.
b) Individualidad: La promoción de la lectura debe constituirse en un trabajo
individualizado, para salvaguardar así la identidad que mana de cada persona,
haciendo posible que aflore su identidad, dentro de un modelo educativo basado
en la empatía, en el que el docente es un mediador, un guía y un orientador.
c) Acción y vida: A través de la lectura buscamos motivar y sensibilizar a los jóvenes
lectores respecto de los diferentes aspectos de la existencia, y debemos hacerlo
reforzando la identificación del libro con situaciones y circunstancias placenteras y
no rutinarias donde el estudiante sólo percibe la obligación de hacer lo que otro
quiere que haga. El primer vínculo que debemos buscar establecer es el de la
lectura con la vida plena de emociones, intensidad y trascendencia.
d) Realidad: Es importante comprender que leer es una actividad útil; por tanto,
enseñemos a valorar la lectura en forma concreta y verificable demostrando
cuánto sirve en términos de conocimiento, seguridad, convicciones y
engrandecimiento y sensibilización personal.
e) Comunidad: En este punto resulta muy oportuno adelantarnos y citar a Jean
Hebrard, quien afirma que no hay lecturas fuera de las comunidades a las que
estas pertenecen, son las comunidades las que nos permiten ser lectores. En ese
sentido, la lectura se convierte en un acto social y fraterno que se comparte en el
diálogo y el intercambio de ideas7.

2.3 . Jean Hebrard y las nuevas perspectivas del aprendizaje de la lectura en las
escuelas8
Jean Hebrard, señala, después de hacer hincapié en la crisis de la lectura, que los
sistemas educativos tradicionales ya no son capaces de formar al lector moderno. Y no lo
son de muchas maneras. Hoy la lectura está perdiendo su concepción tradicional de
proceso de formación poderoso y va cediendo su lugar a la concepción de la lectura de
la información. Es una lectura que ya no es la del libro en la biblioteca, es la lectura del
diario en la calle, o la lectura de todos esos libros prácticos y manuales que informan
sobre las maneras de hacer algo (cómo armar un mueble, cómo hacer un dieta) que se

7
Sánchez Lihon, Danilo. La aventura de leer.
8
Hebrad, Jean. “El aprendizaje de la lectura en la escuela: discusiones y nuevas perspectivas”. Conferencia
dada en la Biblioteca Nacional – Sala Cortázar, de la ciudad de Buenos Aires, en el año 2000.

5
transforman en objetos que deben ser leídos, tan importantes como los otros. Necesitamos
que la escuela incorpore todos estos discursos, todos estos lenguajes y que el profesor
asuma frente a ellos también, su función de guía y facilitador.
Si bien en décadas pasadas, la importancia de la lectura residía básicamente en aquello
que se leía (se lee algo), hoy se orienta la promoción de la lectura hacia el hecho mismo
de leer (lo importante es leer) y lo que se lee no tiene tanta importancia. La idea señala
que leer es algo importante, que hay que leer muchas cosas, y que cuanto más se lee,
mejor. Pero que, además, cuando uno lee debe sentir placer, que la lectura es un placer,
y no un trabajo, según el antiguo esquema educativo.
En Europa, desde hace ya varias décadas, muchas bibliotecas llevan títulos muy
sugestivos, tales como: "La hora feliz". Hebrard señala que estas horas felices se
transforman en modelos absolutos de lectura. Pero, ¿cómo presentan a la lectura? En
primer lugar, físicamente, en lugares que ya no deben parecer clases, que deben ser
diferentes de los clásicos ambientes de un aula, pues hay una orden general:
desescolarizar a la lectura, y esa moción debe desarrollarse, aun en la escuela.
Su realización en Francia, por ejemplo, nos comenta Hebrard, tiene lugar mediante la
creación de “rincones de lectura” en el aula, con una pequeña alfombrita, almohadones,
etc. Y los chicos leen allí sentados sobre almohadones o en el suelo, y la lectura es un
placer. Se tiene que distinguir físicamente del trabajo escolar. Y ya que no es posible
enseñar el placer; debemos trabajar para el desarrollo de “políticas de lectura” que traten
de resolver esta imposibilidad.
Hebrard procura resolver este problema señalando que “si la escuela no puede enseñar el
acto placentero de leer, que es un acto personal, tiene que enseñar el acto de crear la
sociabilización de la lectura, compartir la lectura. Llevar progresivamente al chico a lo que
constituye el placer más fuerte de la lectura, el compartir las emociones, los sentimientos,
los valores, los conocimientos en un espacio social constituido por la escuela”.

2.4 . Estrategias para la promoción de la lectura


A. Aspectos formales y la adecuada selección de libros:
Son muchos los puntos a tener en cuenta a la hora de seleccionar libros: edad del lector,
intereses, géneros predilectos, autores más pedidos, etcétera. Algunos criterios ligados con
aspectos formales también hacen posible la aproximación de los niños a la lectura. Entre
otros aportes, recogemos algunas sugerencias que la Editorial Alfaguara plantea a través
de su página web, para la promoción de la lectura:

6
 Para los más chicos, se sugiere el formato pequeño y una buena encuadernación
para facilitar tanto el placer visual como material del libro.
 Para quienes están aprendiendo a leer, la mayúscula de imprenta facilitará su
comprensión. La letra clara, con un cuerpo importante, siempre estimula la lectura.
 Los espacios en blanco en la página, ya sean producto de un interlineado abierto
y/o de los márgenes amplios, invitan a seguir leyendo.
 Las ilustraciones juegan un papel fundamental dentro de la literatura infantil, por eso
es importante seleccionar obras de calidad que ofrezcan riqueza plástica y
diversidad visual.
 La presencia de los elementos del paratexto (biografía, comentario de contratapa,
prólogo, notas al pie, epígrafes, etcétera) es parte indispensable de todo libro y es
una instancia clave en el proceso de lectura de cualquier obra.
 La calidad del papel, la tinta y la encuadernación contribuirán a hacer del libro un
objeto que estimule el deseo de abrirlo, de conocerlo y de poseerlo.
 Los ejemplares cosidos resisten el uso intensivo que el libro puede tener en una
biblioteca, especialmente si sus usuarios son los niños, para quienes resulta clave la
posibilidad de manipularlos como objetos.
 Cuando elegimos obras cuyos originales fueron escritos en otro idioma, es
fundamental conseguir una traducción al castellano que esté completa y sea fiel al
original.

B. En la biblioteca:
 Presentar a los alumnos que ingresan a la institución los servicios y materiales que
ofrece la biblioteca.
 Diseñar, con ayuda de los chicos, afiches para toda la escuela en los que figure el
horario de funcionamiento de la biblioteca y los días destinados a la hora del
cuento.
 Crear juegos a partir de las partes del libro y los elementos del paratexto.
 Proponer actividades relacionadas con la clasificación del material bibliográfico a
partir de diferentes criterios.
 Enseñarles a los chicos a utilizar el fichero, ubicar los libros en los estantes, rastrear
bibliografía, ficharla, etcétera.
 Exponer en una mesa novedades editoriales y catálogos.

7
 Proponer una cartelera de lecturas a partir de la celebración de algún
acontecimiento importante de la institución, una fiesta nacional o a fechas
alusivas a sendas efemérides literarias.
 Planificar diferentes acciones para la comprensión de la lectura: reconstrucción de
las secuencias de una narración, producción de nuevas versiones a partir de un
cuento, cambios en el punto de vista, etcétera.
 Destinar un espacio en la biblioteca para los diarios, revistas, historietas, videos,
casetes, juegos didácticos, etcétera.
 Preparar una cartelera con noticias referidas al mundo de la literatura infantil,
novedades editoriales, presentaciones de libros, premios, concursos, ferias,
espectáculos y actividades de interés, etcétera.
 Armar una lista de los títulos más leídos durante el mes o semestre.
 Aplicar encuestas y/o cuestionarios que den a conocer las preferencias de los
visitantes.
 Estimular a los lectores para que lleven un registro personal de los libros retirados de
la biblioteca.
 Habilitar una carpeta en la cual los chicos escriban, voluntariamente, sus opiniones
y recomendaciones sobre los libros que vayan leyendo. En el caso de los más
chicos, el bibliotecario puede orientar la tarea. A fines de año, realizar una
votación por ciclo del título que más les gustó.
 Convocar encuentros de lectores para intercambiar recomendaciones de libros.
 Organizar jornadas de lectura y narración de cuentos con la participación de los
padres y los abuelos.
 Pedirles a los padres de los más chiquitos que lean con ellos durante el fin de
semana algún cuento y envíen el comentario por escrito para compartir con el
grupo.
 Gestionar una biblioteca circulante en la escuela.
 Diseñar con los docentes trabajos que estimulen la investigación bibliográfica.
 Organizar visitas a librerías, ferias de libros u otras bibliotecas en compañía de
docentes y familiares.
 Desarrollar talleres de lectura, escritura, historieta, filosofía para chicos, etcétera.
 Organizar concursos literarios para una determinada fecha (Día del Niño, Día de la
Primavera, etcétera). Proponer categorías y temas atractivos por ciclo.
 Realizar ciclos de cine; realizar el análisis de la versión cinematográfica de títulos
cuya lectura ya hayan completado.

8
 Organizar encuentros de teatro leído por los chicos.
 Estimular la escritura de cartas a los autores favoritos y enviarlas a las editoriales.
 Realizar encuentros con los autores cuyas obras han sido leídas por los chicos.
Preparar cuestionarios, grabar las preguntas, tomar fotografías y organizar una
publicación con todo el material.
 Invitar a editores, ilustradores y especialistas en literatura infantil para conocer su
trabajo.
 Gestionar ferias de libros. Exhibir material de la biblioteca, invitar a librerías y
editoriales.
 Exponer obras de los propios chicos inspiradas en cuentos, poemas y otras lecturas.
 Publicar una revista para difundir las actividades de la biblioteca, recomendar
libros y dar a conocer las producciones de los alumnos.
 Planificar, con los chicos más grandes, un programa de lectura para instituciones
barriales (comedores escolares, geriátricos, sociedades de fomento).
 Trasladar la biblioteca a espacios no convencionales, como el patio de la escuela,
una plaza del barrio, etcétera.
 Montar espectáculos de narración oral para la comunidad.
 Invitar a especialistas de diferentes disciplinas (Psicología, Medicina, Ecología,
etcétera) para dar talleres, cursos y conferencias sobre temas de interés.
 Presentar libros de autores locales.
 Promover jornadas de trabajo voluntario para el mantenimiento de libros,
mobiliario e instalaciones de la biblioteca. Los chicos también pueden colaborar
en su decoración.
 Contar con títeres, marionetas, sombreros, máscaras y objetos que puedan
acompañar, en determinadas ocasiones, la lectura o la narración oral.

C. En el aula
 Practicar la lectura en voz alta.
 Leer hasta el punto y aparte.
 Dramatizar la lectura.
 Crear un correo interno para la recomendación de libros.
 Desarrollar sesiones a manera de círculos de lectura.
 Crear un espacio para talleres de lectura y escritura de poesía y narrativa.
 Incorporar la narración oral como estrategia para animar y motivar la lectura.

9
 Organizar a los alumnos en pequeños grupos para el intercambio de experiencias
dirigidos por Monitores de lectura (alumnos de reconocido hábito lector).
 Aplicar el Plan Lector.

D. Fomento de la lectura (y la escritura) a través del ciberespacio


En este nuevo contexto, los lectores de libros pueden:
 Enviar correos electrónicos con sus opiniones a una determinada editorial.
 Participar en chats, foros o grupos de noticias sobre libros.
 Enviar sus propios comentarios a la web de una editorial, biblioteca o medio de
comunicación especializado en libros.
 Reseñar un libro en páginas de opinión agregada.
 Publicar su opinión sobre un determinado libro en su propio blog.
 Pueden aportar comentarios a la opinión de otros en múltiples blogs.
 Crear un foro literario en el campus virtual de la institución, donde, además,
pueda tener acceso a información depurada y colgar sus propias composiciones.
 Fomentar la suscripción de nuestros alumnos a revistas electrónicas y /o Agendas
culturales.

E. Participación de la comunidad
 Fomentar la lectura en el hogar, a través de la participación de la familia en los
eventos organizados por el profesor y/o promotor de lectura.
 Organizar paseos o pasacalles por la lectura.
 Constituir Bibliotecas rodantes
 Organizar Ferias de libros
 Impulsar campañas de recolección de libros para la implementación de la
biblioteca del colegio.

III. Plan lector:


1. Definición:
De acuerdo al proyecto lanzado por el Ministerio de Educación, el Plan Lector es el
conjunto de estrategias aplicadas para promover el hábito de la lectura en el aula, la
escuela, la familia y la comunidad.9
Según señala este mismo planteamiento –puesto en ejecución desde el segundo semestre
del año pasado–, supone la lectura de 12 títulos que docentes y estudiantes leerán, a

9
www.huascaran.gob.pe. Plan Lector.

10
razón de uno por mes, según la edad, los niveles de lectura y los ritmos de aprendizaje de
los estudiantes.
Ya muchos se han manifestado críticamente respecto de la formulación de esta gran
iniciativa, en términos de definición, objetivos, estrategias y ejecución. Si embargo, aun
cuando todos sabemos que varios de sus lineamientos están prácticamente fuera del
alcance de una gran cantidad de colegios, dada su ubicación y situación precaria,
recogemos y validamos la gran mayoría de sus bases conceptuales y procedimentales.
En esa misma línea, sumaremos a la definición anterior el aporte conceptual de Carlota
Flores Scaramutti, quien señala que “el Plan Lector es un poderoso medio de fomento de
lectura ya que, al organizarse, no sólo se tienen en cuenta los reales intereses de los niños
y niñas de cualquier nivel educativo, sino que cumple con el requisito de la diversidad y
selectividad del texto que se propone como material de lectura”10.

2. Características:
a) Flexible: Cada II. EE. Formula su Plan Lector, según las características de cada
Nivel, la edad, intereses y ritmos de aprendizaje y niveles lectores de los
estudiantes.
b) Democrático: Los estudiantes participan en la selección de los títulos que
leerán.
c) Integral: Abarca diferentes tipos de lectura: para recrearse, búsqueda de
información documental o práctica, etc. Por esta razón se hace necesaria,
sobre todo en los últimos ciclos, la incorporación de libros de diversa índole,
tales como: novelas, cuentos, poesías, teatro, ensayos, manuales, revistas,
textos instructivos, enciclopedias, diccionarios, etc.
d) Sociabilizador: Tiene claro que el problema de la falta de hábitos de lectura no
es exclusivamente de orden académico sino también, y sobre todo, de
naturaleza social, y que es el resultado de la influencia del contexto
sociocultural sobre la conducta lectora de los niños y jóvenes. Por esta razón, el
Plan Lector debe constituirse en un espacio que invite a la sociabilización de la
lectura, a través de actividades complementarias.
e) Progresivo: Enfatiza la lectura recreativa e incorpora, progresivamente, la
lectura de libros informativos o documentales, orientados más hacia la consulta
y/o estudio.

10
www.centroandino.org. ¿Qué es el Plan Lector en la escuela primaria?

11
3. Objetivos:
a) Fomentar el placer y el hábito por la lectura
b) Mejorar el desarrollo de las capacidades comunicativas, incorporando
estrategias de comprensión lectora
c) Involucrar a la escuela, la familia y la comunidad en el desarrollo del hábito y el
placer por la lectura.

4. Estrategias de ejecución:
a) Cada Institución Educativa, elige un equipo multidisciplinario encargado de
formular su Plan Lector, el cual debería incluir a representantes de los padres
de familia y de los estudiantes, bajo la coordinación de un profesor,
preferentemente, del área de Comunicación.
b) El Plan Lector debe ser presentado a toda la Institución Educativa y difundido
mediante diversos medios con el fin de comprometer a toda la comunidad en
la ejecución del Plan.
c) La secuencia de lectura debe ser flexible y variada, según la cantidad de
títulos con que se cuenta. Lo ritmos y secuencias deben monitorearse y recibir
constantemente la animación necesaria; pero ello no debe significar presión ni
imposición de parte del docente y/o promotor de lectura.
d) Se recomienda que cada niño o niña escoja libremente qué libro comenzará a
leer y en esta decisión el profesor debe servirle solamente de guía y orientador.
Es más provechosa la lectura simultánea de diferentes títulos, pues ello
contribuye a la producción de comentarios, valoraciones y recomendaciones
sobre diferentes libros, animando posterior elecciones.
e) Debe realizarse con cierta frecuencia la puesta en común de los libros
revisados durante un bimestre, actividad de debe contar con moderador, ya
sea el profesor de Comunicación o un alumno designado como Monitor de
lectura. En este último caso, es recomendable fomentar el diálogo en
pequeños grupos.
f) La lectura puede realizarse al inicio de cada jornada, tomando breves
periodos de quince minutos como máximo o fuera del horario de clase, en la
Institución Educativa, en la biblioteca, en el domicilio o en el lugar que el
estudiante estime conveniente.
g) Durante las sesiones de aprendizaje, se debe invitar constantemente a los
estudiantes a expresar sus impresiones e inquietudes, o a compartir ideas,

12
respecto de los libros que están leyendo, lo cual puede ser motivo de
actividades complementarias realizadas en el aula, para la recomendación y
animación de otras lecturas.
h) En la formulación del Plan Lector, la Comunidad Educativa debe prever las
estrategias pertinentes para que los estudiantes continúen con la lectura de los
textos durante el período vacacional.
i) El desarrollo del Plan Lector debe contemplar actividades adicionales
originadas a partir de los libros seleccionados. Por ejemplo: publicar en
periódicos murales o revistas las iniciativas de redacción que motive la lectura
de algún texto, organizar ferias de libros, realizar tertulias literarias con
participación de los autores de los libros leídos, elaborar trípticos para difundir
el evento; organizar círculos de lectura, entre otras.
j) Para facilitar la ejecución del Plan Lector se debe proceder a la codificación y
exposición inmediata de los libros de la biblioteca institucional para que los
estudiantes y los docentes sepan con qué material de lectura cuentan en la
Institución Educativa.

5. Orientaciones para su implementación:


Debemos recordar que el Plan Lector busca fundamentalmente de desarrollar el
gusto y el placer por la lectura para incentivar el hábito lector entre los estudiantes
y la comunidad educativa en general. Dado que comprende un componente
afectivo, trasciende el área curricular de Comunicación Integral e involucra a
todos los agentes de la Institución Educativa.
En ese sentido, presentamos a continuación algunas recomendaciones para la
implementación del Plan Lector en tu escuela, según los niveles de enseñanza.

A) En Educación Inicial:
a) Relacionar a niños y niñas con material escrito a través de la
implementación de “Bibliotecas Amigas” y otras estrategias de
promoción de la lectura, tales como “el cuaderno viajero”, “la
biblioteca de la familia”, etc.
b) Implementar ambientes cómodos, iluminados y ventilados para crear la
ilusión de un espacio de goce, disfrute y comodidad, provisto de
mobiliario funcional que ordene los diferentes textos e invite al niño a
escuchar atentamente la lectura sobre alfombras, petates, cojines, etc.

13
c) Codificar los libros usando colores según su contenido. Por ejemplo: los
libros de animales podrían utilizar código amarillo; los libros de plantas,
verde, etc.
d) Utilizar material complementario que motive a los niños y niñas a seguir
vinculándose con las acciones desarrolladas en la Biblioteca, tales
como láminas, tarjetas, títeres, cartulinas, crayones, plumones, etc., con
los cuales sean también capaces de crear, jugar, pintar, etc.
e) Desarrollar el momento literario u hora del cuento, de acuerdo al turno y
al programa de cada institución educativa. Debe incluirse dentro de los
momentos pedagógicos (Hebrard, la llama “la hora feliz”) y en ella la
profesora o promotora ofrecerá a los alumnos la oportunidad de
escuchar cuentos, poesías, adivinanzas, trabalenguas y, al mismo
tiempo de crear, recrear, dramatizar, etc.

f) Involucrar a los padres de familia y comunidad en la lectura de cuentos


para motivar a la familia y a la comunidad en el goce por escuchar
relatos interesantes, el sentirse valorados y capaces de desarrollar
capacidades comunicativas en los niños y niñas, de manera que se
conviertan en promotores de lectura.

g) Se sugiere la implementación de textos breves que se caractericen por


su diseño motivador, letras grandes relacionadas con figuras y dibujos
atractivos, y de contenidos actuales, interesantes y valiosos que
respondan al contexto más próximo al del niño o la niña.

B) En Educación Primaria
a) Desarrollar hábitos lectores con base en la promoción de la lectura
placentera donde no caben más que el disfrute, el goce y la
recreación, dejando completamente de lado las evaluaciones, los
trabajos, etc., pues no implica la comprobación final de lo leído,
aunque no exime al docente de acompañar y orientar
estratégicamente la lectura de sus alumnos.
b) Desarrollar las capacidades para la comprensión de textos tendría lugar
después de iniciado el desarrollo del hábito lector, y estaría ligado
directamente a las áreas curriculares y a la programación de los

14
aprendizajes que se desean desarrollar. A esta lectura, el proyecto del
ministerio la llama “lectura de estudio”, y que sí está sujeta a verificación
y evaluación.
c) Para la animación de la lectura se sugiere la lectura de textos
completos (no la lectura de fragmentos), y desarrollarla en diferentes
ambientes (el aula, el patio, la biblioteca escolar, el hogar, etc.), de
preferencia aquellos que no están relacionados con el estudio, de tal
suerte que podría utilizarse como espacio de lectura el jardín del
colegio, un parque, etc.
d) Se sugiere la implementación de textos que respondan a los intereses
de los niños según su edad, agradables a la vista, con mucho apoyo
visual, de lenguaje sencillo y ágil, características que se pueden ir
modificando en la medida que nos acerquemos a los últimos grados de
la educación primaria.

C) Educación secundaria
a) Se debe poner énfasis en la identificación oportuna de los
intereses de los estudiantes y docentes, para manejar la
información sobre el tipo de lectura que deberá ser privilegiada
para la implementación del Plan Lector.
b) Se debe recordar que son los estudiantes y docentes los que
elegirán qué títulos leerán. El equipo coordinar del Plan lector se
limitará a sugerir temas de interés de acuerdo a la edad y a
brindar orientaciones oportunas.
c) Se sugiere la implementación de diferentes tipos de textos, entre
textos literarios, informativos, documentales, históricos,
biográficos, deportivos, etc., sin dejar de lado, a los manuales y
a otros textos instructivos.
d) Con relación a los géneros recomendables figuran, entre otros,
las novelas policiales, de ciencia ficción, fantásticas, obras de
autoayuda, clásicos peruanos, hispanoamericanos y universales,
etc.

IV. RESUMEN

15
1. La inteligencia humana es una inteligencia lingüística. Sólo gracias al
lenguaje podemos desarrollarla, comprender el mundo.
2. La escuela debe promover el ejercicio lector entre nuestros alumnos para el
desarrollo de competencias lingüísticas que lo habiliten para la
construcción de un conocimiento amplio.
3. La promoción de la lectura es la actividad social encaminada a la
formación de hábitos de lectura adecuados, la cual se logra con la
orientación planificada a una población de lectores, sobre qué leer,
cuánto leer y cómo leer.
4. Debemos promover el hábito de la lectura distinguiéndola físicamente del
trabajo escolar, pues la lectura debe ser asociada más con el placer de la
novedad, el descubrimiento íntimo y la sociabilización de estos
sentimientos.
5. Si queremos promover la lectura debemos pensar menos en
planteamientos exclusivamente didácticos, y más en los niños y jóvenes en
los que deseamos despertar dicho interés, haciendo del acto de leer un
mecanismo ideal para la trasformación de la escuela en un espacio social
de intercambio de pareceres, emociones, sentimientos, intereses, etc., de
cara a la nueva era de la globalización y el ciberespacio, y no de espaldas
a ella.
6. Realizar una auténtica y efectiva promoción de la lectura supone
fundamentarla en principios tales como: libertad, individualidad, acción y
vida, realidad y comunidad.
7. El Plan Lector es un poderoso medio de fomento de lectura ya que supone
la organización y aplicación de conjunto de estrategias para promover el
hábito de la lectura en el aula, la escuela, la familia y la comunidad.
Además, debe tener en cuenta los reales intereses de los niños y niñas de
cualquier nivel educativo, y cumplir con el requisito de la diversidad y
selectividad del texto que se propone como material de lectura.

Marzo de 2007

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