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est llena de bondad: no mand que la naturaleza de los hombres fuese hacia l, sino que l personalmente se vino junto a nosotros, y es que, efectivamente, la ley de las nupcias es sta: que el esposo venga a la esposa, aunque l sea riqusimo y ella en cambio pobre y despreciada. La uncin con la seal de la cruz 7. Despus de estas palabras, despus de la renuncia al diablo y despus de la adhesin a Cristo, como convertidos ya en familiares suyos y que nada tienen ya de comn con el diablo, manda l que inmediatamente sean marcados con el sello. Y te seala con la cruz sobre la frente. Efectivamente, puesto que lo propio es que la fiera aquella, al escuchar tus palabras, se enfurezca ms todava (tal es su desvergenza!) y quiera saltar sobre tu misma cara, al grabar con el crisma en tu rostro la cruz, se calma todo su furor. En adelante no se atrever ya a mirar de frente a un semblante as, al contrario, en cuanto vea los rayos que de all emanan, se alejar con los ojos deslumbrados. Ahora bien, la cruz se marca usando el crisma, y este crisma es a la vez aceite y perfume: perfume para la esposa, aceite para el atleta. Y repito: no es un hombre, sino Dios mismo quien te unge valindose de la mano del sacerdote; que es as, escchalo de Pablo, que dice: Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungi, es Dios. Ahora bien, en cuanto esta uncin haya ungido todos tus miembros, podrs someter sin miedo alguno a la serpiente, y nada malo te pasar. Bajar desnudo a la fuente bautismal 8. Pues bien, despus de esta uncin, slo queda ya bajar a la piscina de las santas aguas. Entonces el sacerdote, despojndote del vestido, l mismo te introduce en la corriente. Por qu desnudo? Te hace recordar tu primera desnudez, cuando estabas en el paraso y no te avergonzabas, pues dice: Adn y Eva estaban desnudos, y no se avergonzaban, hasta que tomaron el manto del pecado, todo l impregnado de vergenza. T, en cambio, no te avergences ni siquiera entonces, pues la piscina es mucho mejor que el paraso: no est all la serpiente, sino que all est Cristo que te inicia en los misterios llevndote a la regeneracin por el agua y el Espritu. Tampoco hay all rboles deliciosos a la vista, pero all estn los carismas espirituales. No est all el rbol de la ciencia del bien y del mal, ni la ley ni los mandamientos, pero s la gracia y los dones: Porque el pecado no se enseorear de ustedes, pues no estn bajo la ley, sino bajo la gracia.