Sie sind auf Seite 1von 2

OPINIÓN

José Carlos Guía


jcguia@delfingroup.com
Director de Servicios al Cliente
Delfin Group

No se admite publicidad

C
aminando por cualquier calle de cualquier ciudad estallaría en nuestras narices cuando ya fuera de-
de la Comunitat Valenciana, desde hace ya varios masiado tarde y no tuviéramos tiempo de reacción.
años podemos ver en los portales ciertos carteles Hoy más que nunca la comunicación publicita-
que rezan como el título de este artículo “No se ad- ria se encuentra en una encrucijada. Un punto en el
mite publicidad” y sus diferentes versiones: “no se que se cruzan múltiples caminos, infinidad de me-
admite propaganda”, etc. dios y herramientas publicitarias, y en el que, por lo
Cuando los vi por primera vez, me causaron cier- tanto, necesitamos más que nunca formación e in-
to desasosiego. Además, sus primeras apariciones formación para escoger el más adecuado para lle-
coincidieron con mis años de estudio en la Univer- gar a buen puerto.
sidad y no dejaba de pensar que jamás podría cru-
zar el zaguán de todas esas comunidades de veci- REFLEXIONAR SOBRE LA RED
nos que con tanto ahínco repudiaban la profesión Llega el momento de administrar el futuro con
que estaba dispuesto a ejercer y con tal vehemencia coherencia por parte de todos los implicados, ya
lo promulgaban, que incluso lo convertían en carta que todo cambio, y una crisis como la actual su-
de bienvenida para todo el que se dispusiera a en- pone un profundo cambio, puede convertirse en
trar en sus casas. un necesario impulso hacia el futuro y la oportu-
Suponía que, con buena lógica, todos y cada uno nidad definitiva para situarnos por encima de la
de los vecinos que admitían tal eslogan a las puer- competencia.
tas de la república independiente de su casa ten- De sobra es conocida la creciente presencia de
drían sus televisores completamente apagados o las marcas en internet. Un “medio” que año tras
con el mismo cartelito de marras ocupando la parte año crece considerablemente en cuanto a núme-
central de la pantalla de sus televisores. ro de usuarios. Los últimos datos del Estudio Ge-
Les imaginaba, por tanto, una vida triste y ana- neral de Medios así lo demuestran, superando los
coreta, sin radio ni televisión, sin leer la prensa pe- diecinueve millones de usuarios y con una pene-
riódica. Gente que caminaba por la calle apartan- tración en la población española del 48,2%. Según
do la vista de cualquier cartel mupi, valla o letrero Infoadex, el medio internet representa el 8,6% de
luminoso que osara cruzarse a su paso. Ciudadanos la inversión publicitaria total, situándose muy cer-
que estaban dispuestos a no usar ningún tipo de ca de medios tradicionales como las revistas o la ra-
transporte público hasta que eliminaran por com- dio y superando ya a los dominicales el cine y la pu-
pleto cualquier tipo de mensaje publicitario. blicidad exterior.
No dejaba de sorprenderme. Y por supuesto es- Lógicamente, estos datos son suficientemente
peraba que pronto apareciera mayor número de contundentes como para asegurar que estamos an-
manifiestos vitales con expresiones como “en este te un medio con gran potencial de crecimiento que
comunidad no se admiten leyes” o tal vez otras del debe ser tenido muy en cuenta para alcanzar a de-
tipo “no se admiten innovaciones científicas”… terminados perfiles de público objetivo. El grueso de
Lógicamente, nunca apareció este tipo de men- los internautas se sitúa entre 25 y 45 años, repre-
sajes. Y es lógico, la gente nunca prohíbe aquello sentando cerca del 50,20% de los mismos, si bien
que considera útil o que puede conllevar un bene- conforme avanza la facilidad de uso del medio se
ficio. Las personas están dispuestas a escuchar y es- van incorporando segmentos de mayor edad. Por
tablecer un diálogo siempre y cuando se haga con clase social, tenemos una mayor penetración en las
respeto y empatía, sin agresiones innecesarias ni clases altas, pero se observa cómo la reducción de
avalanchas de información que no causan más que los costes de acceso ha permitido el acceso de las
confusión y repulsa. clases medias. He aquí la encrucijada que antes co-
Años más tarde, con el ejercicio de la profesión, mentábamos. Los datos de crecimiento avalan a un
comprendí que realmente se trataba de toda una medio que, desde un punto de vista publicitario, su-
declaración de intenciones por parte de los consu- pone ya un cambio tan radical o más, como el que
midores, una advertencia tanto para los publicita- en su día supuso el nacimiento de la televisión.
rios como para los anunciantes de la que debíamos Pero no debemos caer en el error de considerarlo
tomar buena nota o, de lo contrario, el problema un medio omnipotente desde la perspectiva publi-
Septiembre

citaria, ya que supondría volver a teorías ya supe-


El autor reflexiona a partir del eslogan ‘No se admite radas, como la de la bala mágica, según la cual los
mensajes lanzados por los medios son recibidos por
publicidad’ sobre la necesidad de adaptar la comunicación las personas de manera uniforme con reacciones in-
110 publicitaria a las señales que envía el consumidor mediatas a los estímulos que reciben.
Hay que situar cada cosa en su justa
medida, adoptar en una postura crítica
nos ayudará a acercarnos a la realidad de
forma objetiva, sin intereses de por medio
que coarten nuestra capacidad de elec-
ción y asesoramiento como publicitarios.
A día de hoy, el medio internet como pla-
taforma publicitaria es una evidencia, pe-
ro también lo sigue siendo la televisión,
la radio, la prensa, la publicidad exterior,
el marketing promocional y todos y cada
uno de los soportes, medios y herramien-
tas que consigan comunicar de forma tan
interesante que “obliguen” a comprar el
producto o servicio, es decir, comunica-
ciones integradas de marketing que per-
mitan alcanzar los objetivos marcados por
la estrategia.

LA NECESIDAD PROFESIONAL A
ADAPTARSE
Es en ese punto en el que los profesio-
nales de la publicidad tenemos una ver-
dadera responsabilidad. Nuestro reto más
importante es el de adaptarnos a lo verti-
ginoso del cambio. Ahora más que nunca
la comunicación en general y la publici-
taria en particular debe convertirse en un
eje clave de la estrategia empresarial de
los anunciantes y, para eso, tenemos que
estar suficientemente preparados, asu-
miendo cada cual su parte de responsa-
bilidad desde el ámbito académico, profe-
sional y empresarial.
Al margen de cualquier compara-
ción, comparto la postura de David Ogil-
vy cuando afirmaba que “los consumido-
res siguen comprando aquellos productos
cuya publicidad les promete valor, belle-
za, nutrición, alivio del dolor, posición so-
cial, etc.”. Aunque diciendo esto, también
me puede pasar como le ocurría a Ogil-
vy (salvando las distancias) y es que “co-
rro el riesgo de ser criticado por los que
sostienen que cualquier técnica publicita-
ria que ha sido usada durante más de dos
años resulta obsoleta”. Tenemos la res-
ponsabilidad de no matar la gallina de los
huevos de oro y hacer un uso conscien-
te y no indiscriminado del medio, anali-
zando, teniendo cosas nuevas e interesan-
tes que decir. Debemos poseer una verda-
dera razón para interrumpir la vida de los
internautas a fin de que dediquen un mi-
nuto a lo que les tenemos que contar. De
lo contrario, corremos el riesgo de, cual-
quier día de estos, al ejecutar una campa-
ña en internet, tener planificadas accio-
nes en redes sociales, llamativos banners y
sugerentes enlaces patrocinados, veamos
cómo, al otro lado de la pantalla, 19 mi-
llones de personas empiezan a teclear a la
vez “No se admite publicidad”.

Das könnte Ihnen auch gefallen