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Tiempos Prehistóricos

Los orígenes del arte pueden rastrearse hasta la prehistoria, en el


Paleolítico. Algunos historiadores y arqueólogos discuten sobre que
tipo de arte fue primero, por un lado aquel que estiliza e idealiza la
vida y por el otro el arte que es una representación mas naturalista,
tal y como son las cosas.

Según lo que explica Hauser es más acertado pensar que el arte


naturalista haya sido primero, esto porque en un inicio la vida giraba
básicamente en torno a conseguir el alimento, supervivencia, y el
hombre primitivo de alguna manera encontró una relación entre sus
pinturas y la obtención de su alimento. Para él había un enlace
mágico entre pintar los animales siendo cazados y el obtener su
alimento, de alguna manera pensaba que la primera ocasionaba la
segunda, pero todo esto dentro de la misma realidad o mundo, es
decir, para el hombre del paleolítico solo existía el aquí y el ahora,
todo era parte de la misma realidad, por lo tanto el arte debe seguir
esa misma línea de la realidad, debe ser naturalista.

Este naturalismo fue incluso anterior al arte geométrico ornamental, y


para convencernos de esto nos habla de cómo estas pinturas
rupestres se localizaban en lugares muy arrinconados de las cuevas
además de encontrarse en muchas ocasiones superpuestas, lo cual
eliminaría cualquier intento de ornamentación.

Después, en el Neolítico, cuando el hombre ya ha descubierto la


agricultura y la ganadería y ya no tiene una preocupación primordial
por el alimento, se comienza a ver como el arte va perdiendo esa
representación fiel de la naturaleza y se va cambiando por una
estilización y esquematización. Ahora lo importante es la idea o
concepto, “crear símbolos en vez de imágenes”.

El hombre neolítico comienza a creer en que hay algunos seres como


demonios o espíritus que provocan cosas buenas o malas a los
hombres. Esto, por lo tanto, los lleva a creer en un mundo a parte, y
empiezan a surgir las creencias religiosas.
Con la existencia de estas creencias religiosas el arte se divide ya en
un arte sagrado o religioso y un arte mundano u ornamental.
Entonces, con esto el hombre ya no solo dibuja o representa la
realidad, sino también aquello que no ve, lo abstracto, las ideas.

A partir del neolítico, el arte geométrico ornamental adquirió una


presencia permanente en la historia del hombre. El cual no se
desarrolló de un minuto a otro, tuvo que haber un periodo donde se
llevara a cabo esta evolución, y ejemplos de esto se pueden ver en
algunos dibujos rupestres en el sur de Francia y norte de España,
donde comienza a aparecer ciertos movimientos corporales para dar
una intención mas “intensiva y sugestiva”, pero esto no significa una
oposición al naturalismo solo es una esquematización que es mas
conveniente por ser mas simple, que poco a poco lleva a una
"convencionalizacion”. Y esto los guía a desarrollar una especie de
signo pictográfico.

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