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HIPOTESIS DUALISTAS
EPIFENOMENISMO: lo físico determina lo mental, que no reacciona
sobre lo físico (Hobbes, C.Vogt, TH Huxley, etc).
ANIMISMO: lo mental causa, controla o dirige lo físico. Lo físico no
determina lo psíquico ( Platón, Tomás de Aquino).
AUTONOMISMO: lo mental y lo físico son independientes (L.
Wittgenstein)
PARALELISMO PSICOFÍSICO, ARMONÍA PREESTABLECIDA: Lo
mental y lo físico son paralelos (Leibniz, Lotze, J.H.Jackson)
INTERACCIONISMO PSICOFISICO: cerebro y mente están separadas,
pero interactúan uno con otro (Descartes, McDougall, Freud, W Penfield,
R Sperry, J C Eccles, K R Popper, R Penrose, etc)
HIPOTESIS MONISTAS
IDEALISMO (PANPSIQUISMO, FENOMENISMO): todo es mental, lo
físico no existe (Berkeley, Fichte, Hegel, Fechner, W James, Whitehead,
Teilhard de Chardin).
MONISMO NEUTRAL ( TEORÍA DEL DOBLE ASPECTO): lo mental y lo
físico son manifestaciones de una sola y única sustancia, de entidad
desconocida (Spinoza, B Russell, etc.).
MATERIALISMO ELIMINATIVO (CONDUCTISMO): nada es psíquico. Los
fenómenos mentales no existen. Sólo existen fenómenos físicos,
reacciones químicas, interacciones moleculares, conexiones
interneuronales, etc. (Watson, Skinner, Turing, P Churchland).
MATERIALISMO REDUTIVO O FISICISTA: los estados psíquicos son
estados físicos. La diferencia con la anterior es que no desconoce la
existencia del fenómeno mental, sólo que la considera como un “estado
físico” (Epicuro, Lucrecio, Lamettrie, Pavlov, Quine, etc.)
NIVEL MOLECULAR:
El sistema nervioso posee una dimensión molecular en la cual
cumplen un papel crucial los neurotransmisores y sus correspondientes receptores (ej:
serotonina, dopamina, noradrenalina, acetilcolina y glutamato). Estos se localizan en
amplios mapas topográficos, distribuyéndose en enmarañados circuitos y desarrollando
complejas funciones que se extienden desde simples actos motores a actividades
como la memoria, emoción, lenguaje y otras expresiones de la esfera mental.
NIVEL CELULAR
La neurona constituye el elemento básico de la arquitectura del sistema
nervioso. Es la unidad elemental de procesamiento de información, así como una
unidad morfológica, funcional, trófica y patológica (Ramón y Cajal).
El cerebro humano contiene alrededor de un billón de neuronas, de las
cuales cien mil millones están interconectadas en redes funcionales. Todas ellas
comparten las mismas propiedades básicas, pero con la peculiaridad de que pueden
producir funciones distintas al estar conectadas en forma diferente.
NIVEL SINÁPTICO
Las sinapsis, espacios de unión entre las neuronas, confieren al cerebro
una dimensión especial capaz de generar funciones que superan lo esperado por el
simple accionar de las neuronas por separado. Funcionalmente pueden ser excitatorias
o inhibitorias, dependiendo también del neurotransmisor liberado.
Una neurona puede terminar en un sinnúmero de sinapsis. Un soma
neuronal puede recibir miles de contactos de otras neuronas. Que una neurona termine
“disparando” para ejecutar su acción dependerá del balance entre los mensajes
excitatorios o inhibitorios de los miles de aferencias.
NIVEL DE SUBSISTEMAS
La organización funcional del sistema nervioso implica la
estructuración en subsistemas. Estos se distribuyen en forma compleja a lo largo del
neuroeje y cumplen un sinnúmero de funciones diferenciadas. De acuerdo a las
principales dimensiones del cerebro involucradas podemos dividirlas en tres ejes
organizacionales: a) Rostro-caudal (de arriba hacia abajo); b) antero-posterior (de
adelante hacia atrás) y c) lateral (derecha-izquierda). Se hará un breve resumen de
estos tres ejes.
a) EJE ROSTRO-CAUDAL
b )EJE ANTERO-POSTERIOR
c) EJE LATERAL
MODULARIDAD Vs HOLISMO
Durante gran parte del siglo XIX dominaba la idea del funcionamiento
“holístico” del cerebro. Sus defensores consideraban que no existían sectores
funcionalmente diferenciados y que, las distintas actividades mentales, se sustentaban
en la activación completa del cerebro. Es decir, “el cerebro funciona, en cada momento,
como un todo”. En contraposición a esta idea, paulatinamente se encontraron
evidencias de funciones en sectores “discretos” del cerebro. Las primeras de estas
evidencias se efectuaron en la segunda mitad de la citada centuria, en la que
observaciones anatomopatológicas localizan la capacidad de expresión del lenguaje en
el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo (Broca) y la comprensión del mismo en el
lóbulo temporal del mencionado hemisferio ( Wernicke). Estos hallazgos fueron sólo el
punto de partida de un extenso recorrido, que continuó en el siglo XX y sigue en
nuestros días, durante el cuál numerosas investigaciones parecen coincidir en la
existencia de “módulos” de funcionamiento cerebral. Estos módulos se hallan en
sectores determinados de ambos hemisferios, considerando algunos autores que la
vinculación de cada módulo, con otros sectores funcionalmente relacionados, sería la
verdadera dimensión del funcionamiento cerebral, hipótesis esta última a la que se
denominó “conexionista”.
CONCLUSIONES
García García E. La Mente. Teorías y Modelos. En: García García E (ed). Mente
y Cerebro. Madrid, España. Síntesis, pp 77-145, 2001.
Broca P. Sur la faculté du langage articulé. Bull Soc Anthropol, Paris. 6:337-
393 :1865.
-Dalman, A.J.E.; Eling, P. Wernicke’s Aphasia, In: Koehler, P.J.; Bruyn, G.W.;
Pearce, J.M.S. (Eds), Neurological Eponyms. Oxford, Oxford University Press,
2000, pp. 244-249.