Sie sind auf Seite 1von 2

Banco Blanco, Banco Negro, lo importante es que …

… ¿es que qué? (ya me han puesto de mal humor) A ver, ¿Qué es lo importante? ¿Que
se mantenga el status quo? ¿Qué se premie a los malos gestores? ¿Qué se salvaguarden los
imposibles precios de la vivienda? ¿Qué podamos, más bien puedan, seguir la fiesta como
antes? ¿Qué se socialicen las pérdidas a costa del contribuyente? ¿O que tengamos un sector
financiero competitivo? Que sí, hombre, que sí, que nos vamos a repartir 100.000 millones
de euros entre cuatro amigos mu listos, que ya verás tú que bonus más guay nos vamos a
meter entre pecho y espalda. No, si ya me veo en la cubierta de mi barco en Puerto-bonus
fumándome un habano y celebrándolo con los colegas, que menudo es mi-mismo creando
“riqueza”. ¡Oye, qué en tiempos de crisis es cuando se hacen las mayores fortunas!

Muy avisado tendrá que estar el contribuyente español para que no le pasen completa
la losa de esta crisis que deberíamos llevar entre TODOS. A ver, ¿Qué parte de la palabra
TODOS no se entiende? Estoy convencido de que tendremos que estar muy atentos para que
no nos metan en una ceremonia de la confusión muy conveniente para los que, hasta ahora,
han sido los principales beneficiarios de las causas de esta crisis. ¿Qué pasa, que quieren
hacer doblete? No han tenido suficiente con una legislación sobre insolvencia hipotecaria
totalmente a su favor y encima hemos de arrimar el hombro gratis. A lo peor el desaguisado
viene en parte de ahí y por eso han prestado sin ton ni son (Moral Hazard).

Yo diría que durante el año en curso asistiremos a un cambio de cromos entre los
principales actores del Juego Español (que no es nuevo, vean algo que les sonará mucho:
Other People's Money and How the Bankers Use It) en el que nos van a dejar a los
españolitos de a pié, incluidos los que van a comedores de caridad y rebuscan en los
contenedores de basura, todos los cromos malos, que son algo así como el 10% del PIB para
empezar a hablar. Después de hacernos pagar casas tontas a precio de inteligentes, a más a
más, nos endosarán un sobreprecio vía impuestos futuros. Nada menos que piden 100.000
millones de euros. ¡Será por pedir! Cifra redonda. Qué curioso. ¿Y porque no 95.000? Porque
lo ha dicho Recarte. Ya, pero no así todos revueltos. Y lo piden, no por riesgo sistémico, si no
cuadra el balance que rompieron y para aumentar el negocio (¿de ellos?).

Lo que toca es lo siguiente: Se “intervienen” las cajas malas (que las hay muy
buenas), que son las que sabemos que no aguantan los dos años que vienen, se hace una
tasación y lo que falte por el quebranto patrimonial de la mala gestión anterior, que faltará,
tras exigirles responsabilidades a quien corresponde, se lleva a pérdidas, se las transforma en
bancos, luego se amplía capital y acordeón al canto; se la pone en condiciones (banco bueno)
y, si la bolsa está de buen rollito, se le privatiza como un banco más y recuperamos parte de lo
invertido; que a los currantes de los sufridos contribuyentes les cuesta mucho ganar los
impuestos que pagan y, si no puedes pagar tu barco en Puerto-bonus, no es mi problema.
Ya les veo montando un lobby, muy a gusto de los padres del destrozo de balances
realizado en el último lustro en las cajas malas, que nos quiere pasar su muerto e irse de
rositas. Para ello se ha acudido al pensamiento analógico más simplón y mediocre; aunque,
eso sí, con mucho gancho mediático, que eso de poner a los suecos como ejemplo siempre
queda muy bien. Ya sabía yo que alguno se haría el sueco. No hace falta escandinaviarse.
España tiene suficiente experiencia propia (buena y mala), lo que nos falta es debate. Para mi
lo que se impone es una Destrucción Creativa rápida y ejemplar. La Destrucción Creativa
no es una frase hecha para quedar bien, es por el contrario algo que funciona. Sin ella no
saldremos de la crisis y se nos pondrá cara de japonés por al menos una década, sobre todo a
los que nos toque cargar con el muerto que nos quieren endosar. Sin destruir una casta inútil
de malos gestores y sin la liquidación de activos inflados, no saldremos de esta crisis.

¿Por qué crear un Banco Bueno y otro Malo? El “bueno” para ellos y malo-malísimo
para nosotros. ¿Y si crean uno Malo y otro Peor? Como para dejarles, que menudos son. ¿Y
por qué no crear dos bancos buenos? Buenos para todos, se entiende. ¿Porqué en vez de
endeudarnos por 16.638.600.000.000,00 pesetas (369.746,7 pesetas por barba, incluidos recién
nacidos y funcionarios) para comprar activos tóxicos (y a pagar intereses), no usamos una
parte de ese dinero para comprar cajas malas en desguace (que se pondrán en condiciones
para privatizarlas) y el resto nos lo ahorramos y bajamos cargas fiscales, o lo invertimos en
bienes públicos productivos? En cuanto a la banca buena con algo de toxicidad, que
aprovechen sus errores para enmendarlos y no repetirlos. Nuestra situación es muy distinta de
la Americana, donde 70% de los depósitos está en 10 bancos y una buena parte de ellos han
tenido que ser rescatados. Si creyéramos a La Ley Potencial de Pareto (and failiure testing),
el 20% del sistema financiero (las cajas malas) tiene el 80% (80.000 millones) del problema
de insolvencia inmobiliaria, el resto es auto-digerible y que cada palo aguante su vela.

Lamentablemente, las primeras señales son muy malas y no creo que nuestro
liderazgo, entretenido en sus labores, sea capaz de traernos una solución que ponga al frente
de este problema nacional a gestores honestos y capaces, que tengan el coraje que coger el
toro por los cuernos y hacer bancos buenos de los malos. Si como creo, al parecer existen
redundancias directivas en las cúpulas del BBVA y del Santander, por poner dos ejemplos de
bancos muy buenos (también podrían existir en otros), porque no encomendar a algunos de
sus directivos “redundantes” que nos arreglen la avería, según los términos comentados. En
esas condiciones no habría ningún problema para el contribuyente de que, en su momento, se
llevasen unas jugosas stock options. Que ya veréis como cuando el Ansogorri Arandigoyen de
turno les “toque” el acordeón un par de veces a los políticos de las cajas malas y ponga en la
calle a unos cuantos y cauntas chapuzas, empezaremos a espabilar de una vez.

En este tema nos retratamos todos, en especial los políticos, y sabremos quién está con
el contribuyente y quien puede solucionar el problema de las cajas malas y quién no.

Luis Riestra Delgado. 11-04-2009

Das könnte Ihnen auch gefallen