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INTRODUCCIÓN.
La erosión del lecho de un río, por el sedimento transportado por el mismo río, es un
factor muy importante en el encajamiento de ríos en valles. Ya en 1877 Gilbert
desarrolló su teoría acerca de la influencia que debiera de tener la carga de sedimento en
esta erosión. Sin embargo, no fue hasta 2001 que esta teoría fue probada con datos
experimentales. Aunque la teoría se ha desarrollado para ríos superficiales, con solo
unos ligeros cambios también es válido para la erosión en cuevas. Por esta razón doy
aquí un resumen del artículo original, escrito en inglés. La palabra “bedrock” significa
“roca (rock) del lecho (bed) del río” y en este significado es usado en este artículo, por
ser una palabra mucho más compacta que su traducción en español.
Hay que tener en cuenta la erosión ocasionada por eventos meteorológicos catastróficos,
para una correcta interpretación de la importancia de los resultados del experimento en
ríos naturales. Finalmente, se menciona algunas consecuencias para la erosión dentro de
galerías subterráneas.
Hace más de 130 años, Gilbert (1877) ha sido el primero en suponer que la cantidad de
sedimento que es transportado por un río, influye en la erosión de su lecho de dos
maneras contrarias. De un lado el sedimento es usado para erosionar el bedrock (roca
del lecho del río) y al otro lado el sedimento tapa esta roca y de este modo evita su
erosión. Según su teoría la máxima erosión de un río debe de ocurrir con una cantidad
de sedimento moderada. Si hay muy poco sedimento, no hay “herramientas” para
erosionar el bedrock. Si hay demasiado sedimento el bedrock está tapado, lo que impida
su erosión. Según Gilbert, también debe de influir el tamaño del sedimento. Porque son
las piedras grandes que se acumulan en el lecho del río, tapándolo y impidiendo su
erosión, mientras el sedimento fino (arena y arcilla) suele ser transportado en
suspensión, contribuyendo poco o nada a la erosión del lecho.
INTRODUCCIÓN.
Por increíble que parezca, las teorías del siglo pasado contribuyeron la erosión del
bedrock principalmente a factores como el pendiente y el caudal de un río y no fue hasta
2001 que Sklar y Dietrich demostraron en unos experimentos tan simples como
ingeniosos, la influencia del sedimento en la erosión del bedrock. El experimento
demostró las siguientes relaciones:
La relación entre la erosión por sedimento y la dureza del bedrock.
La relación entre la erosión por sedimento y la dureza del sedimento.
La relación entre la erosión por sedimento y la cantidad de sedimento.
La relación entre la erosión por sedimento y el tamaño del sedimento.
DESCRIPCIÓN DEL “MOLINO DE EROSIÓN” USADO EN EL EXPERIMENTO.
Sklar y Dietrich inventaron un aparato muy sencillo para medir la erosión de diferentes
clases de roca. La traducción de su nombre sería como:”molinillo de erosión”, y su
modo de funcionar es bastante auto-explicativo (figura 1).
Un disco de roca con un diámetro de 22 cm, es fijado al suelo de un cilindro del mismo
diámetro. Este cilindro está lleno de agua hasta una altura de 49 cm y el agua dentro del
cilindro se mueve en círculos “empujado” por un propulsor. Las cifras exactas no son
muy importantes, pero son las medidas que han usado.
Los experimentos cuantitativos de Sklar y Dietrich han confirmado las ideas de Gilbert
acerca de la importancia de la carga de sedimento que lleva un río.
Con los resultado de este experimento en mano se ha propuesto que la situación más
favorable para la erosión del bedrock (encajonamiento del río) sería un bedrock
parcialmente cubierto con sedimento relativamente grueso (gravilla y cantos rodados),
es decir con una cobertura de sedimento moderada (como también ha postulado
Gilbert).
Sin embargo, no hay que subestimar la importancia de los eventos catastróficos. Es
normal que arroyos y ríos tienen a veces un caudal muy superior a los máximos anuales,
causados por condiciones meteorológicos muy extremos (por ejemplo, una tormenta con
una descarga de cientos de litros de lluvia por metro cuadrado, lluvias muy intensivas
durante semanas, deshielo abrupto de grandes masas de nieve o una combinación de
circunstancias). La frecuencia de un caudal extremadamente elevado puede variar de
unas pocas veces al siglo hasta menos de una vez por siglo.
Las consecuencias de una crecida excepcional son muy marcadas, frecuentemente se
han documentado que todo el sedimento acumulado durante más de un siglo se ha
desaparecido en un solo evento (moviendo hasta bloques de más de 50 toneladas),
dejando el bedrock muy erosionado. (nota 1)
La relativa importancia de erosión ocasionada por eventos catastróficos comparado con
la erosión continuo (la erosión normal), con altas y bajas anuales, es difícil de
cuantificar (depende de muchos variables), pero es sin duda muy importante. Es decir
que también en un lecho normalmente completamente tapado con sedimento puede
ocurrir erosión importante a escala de cientos de años.
Nota 1: Los eventos catastróficos suelen hacer las delicias de los buscadores de oro
aficionados en California, que en masa se presentan río abajo donde el sedimento se ha
redepositado, lavando la gravilla en busca de pepitas de oro.
El mecanismo de erosión del bedrock por el sedimento transportado por el propio río es
de igual importancia para ríos subterráneos. La presencia de gravilla o cantos rodados
en un río ya indica que la profundización del suelo de la galería es una combinación de
erosión mecánica y disolución.
Se describe dos posibles situaciones:
Si el agua de una galería fundamentalmente proviene de infiltración de agua meteórica
que cae sobre la propia caliza (drenaje autógeno o drenaje autóctono), el sedimento es
generado en las misma cueva. Los bloques pueden caer del techo en el curso de agua,
donde se puede mover (si el caudal es lo suficiente), disolver o desintegrar en trozos
más pequeños, dando lugar a cantos y gravilla. Normalmente la cantidad de sedimento
grueso es mínima y además suele ser del mismo material relativamente blando que la
roca madre en donde se encuentra la cueva (caliza, dolomita, yeso, sal).
Si el agua de una galería es derivado de una escorrentía superficial que se origina en
rocas adyacentes impermeables (drenaje alógeno o drenaje alóctono), la mayoría del
sedimento puede provenir de fuera de la cueva. En este caso el sedimento es a menudo
más abundante y además suele existir de un material más duro (por ejemplo cuarcitas e
areniscas de cuarzo).
La erosión suele ser mayor en ríos vadosos que en ríos freáticos, por la simple razón que
la corriente se concentra en el suelo de la galería (donde se encuentra el sedimento) y no
es dispersado por toda la galería.
Tanto por la cantidad como por la naturaleza del sedimento, se puede concluir que el
mecanismo de erosión mecánica es más importante en cuevas con un drenaje alógeno.
También en cuevas la ocurrencia de eventos catastróficos es muy importante, pero será
tratado en otro artículo.
NOTA.
La primera parte del artículo es un resumen del artículo “sediment and rock strength
controls on river incisión into bedrock” (control del sedimento y de la fuerza de la roca
sobre la incisión de un río en su lecho de roca). Todos los dibujos son adaptaciones de
los dibujos de este artículo.