Sie sind auf Seite 1von 2

Gózate dentro de los parámetros

Por Randall González

Éxodo 20:14 dice: no cometerás adulterio. Muy sencillo, pero muchos hombres y mujeres no lo han obedecido y
debido a esto es que muchas familias han sido destruidas. ¿Será posible que como seres humanos usted y yo
podamos obedecer el séptimo mandamiento?
Entonces, ¿cuál es la clave para obedecer el séptimo mandamiento?

La clave la encontramos en una palabra: fidelidad. Y la fidelidad es el compromiso de guardar y proteger nuestra
relación con Dios y con las demás personas. El día que hicimos los votos matrimoniales prometimos serle fiel a la
persona que Dios ha puesto a mi lado por el resto de nuestra vida. Tal vez hoy en día la fidelidad no sea muy
popular porque vivimos en una sociedad muy egoísta, cada quien quiere satisfacer sus propias necesidades y vivir
su propia vida pero debemos entender que la fidelidad no es una atadura, un estorbo, ni algo que nos incomoda. Al
contrario, es una bendición de Dios.

La fidelidad nos marca la cancha, los limites dentro de los cuales usted y yo podemos caminar con confianza, con la
bendición de Dios pero con algo muy importante que es seguridad. La fidelidad es como los carriles de una
autopista. Si usted se sale del carril puede suceder un accidente. Por eso es que Dios ha establecido límites en
nuestra vida.

Extrañamente hoy el mundo no promueve muy seguido la fidelidad. Sin embargo, todas las empresas andan
buscando empleados fieles; las empresas esperan consumidores fieles; hombres andan buscando mujeres fieles y
mujeres andan buscando hombres fieles. Eso nos da a entender que la fidelidad es sumamente importante. Dios lo
estableció así. Dios espera que usted y yo seamos fieles, pero fieles primeramente a El, para no caer en un adulterio
espiritual.

En Santiago 4:4 dice, “oh almas adulteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera pues que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios”. Y la versión en lenguaje actual
dice, “ustedes no aman a Dios ni le obedecen. ¿Pero acaso no saben que hacerse amigo del mundo es volverse
enemigo de Dios? Pues así es, si ustedes aman lo malo del mundo se convierten en enemigos de Dios”. Adulterio
espiritual es hacerse amigo del mundo, amar lo malo y vivir para el pecado. Simplemente voltee a ver lo que hay a
su alrededor: pleitos, iras, mentiras, borracheras, vicios, situaciones que destruyen nuestras vidas. Yo por mi propia
voluntad me hago enemigo de Dios al hacerme amigo del mundo porque le estoy dando la espalda para seguir lo
que a El no le agrada.

En Jueces 2:12 dice, “dejaron a Jehová, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto y se
fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores a los cuales adoraron y
provocaron a ira a Jehová. El pueblo de Israel conocía a un Dios poderoso que los amaba y que estaba ahí para
guardarlos, para protegerlos pero le dio la espalda y se fue a adorar a otras cosas antes que a Dios. Y hoy en día
sucede lo mismo con nosotros. Muchas veces nos vamos tras otras cosas que Dios no quiere para satisfacer
nuestros propios deseos y de esa manera ofendemos a Dios.

Cuando nos apartamos de Dios nos salimos de su protección y estamos propensos de que muchos desastres
puedan suceder. Todo comienza primero por apartarme de Dios. Cuando yo me aparto de Dios y le doy la espalda,
entonces estoy más propenso a serle infiel a la persona que Dios ha puesto a mi lado. Y es ahí donde caemos en
adulterio.

Mucha gente dice, “yo no se en que momento fue que sucedió esta situación. Yo no lo tenía planeado. Fue de
repente y simplemente sucedió. ¿De donde fue que se originó todo esto? ¿Qué fue lo que pasó?” La palabra de Dios
nos dice claramente como es que todo comienza. En Mateo 15:19 dice, “porque del corazón del hombre salen los
malos pensamientos, los homicidios, los adulterios”. Del interior de nuestras vidas sale el pecado y muchas veces lo
cometemos. Por eso la palabra dice en Proverbios que sobre toda cosa guardada, debemos guardar nuestro
corazón.

Es importante guardar nuestros pensamientos porque tarde o temprano, si los acepto, los voy a abrazar y los voy a
realizar. Jesús sabia esto, por eso dijo en Mateo 5:27, “oíste que fue dicho, no cometerás adulterio pero yo os digo,
que cualquiera que mira a una mujer o a un hombre para codiciarlo, ya adultero con ella en su corazón”. ¿Y será que
Jesús quería venir a condenar y a poner simplemente estorbos? Claro que no. Jesús, por amor, porque nos quería
proteger, nos dejo lineamientos claros y parámetros sobre los cuales podemos vivir en bendición y protección para
usted, su esposa, sus hijos y los hijos de sus hijos.

Juan 8:1 habla de hombres que conocían de la palabra de Dios que arrojaron a una mujer a los pies de Jesús y
dijeron, “Maestro, esta mujer fue agarrada en el mismo acto del adulterio y la ley dice que la tenemos que apedrear.
Tu, pues, ¿qué dices?” A lo que Jesús respondió, “el que este libre de pecado, que tire la primera piedra”. Entonces
Jesús le preguntó a la mujer, “¿dónde están aquellos que te condenaban?” Y la mujer dijo “Maestro, ya no hay
ninguno”. Y Jesús le dijo algo muy importante, algo que la marco por el resto de su vida: “mujer, ni yo te condeno.
Vete y no peques más”.

Jesús no esta para condenar, El ha venido para salvar. No importa lo que haya vivido, o si ha cometido un error, hoy
Jesús le dice, “vete y no peques más”. Usted no tiene por que sentirse avergonzado, simplemente necesita
acercarse ante Dios, pedir perdón por sus pecados y asegurarse de que Dios lo va a perdonar.

Para concluir yo quiero dejarle siete consejos para que usted y yo podamos ser hombres y mujeres fieles a Dios y a
las personas que Dios ha puesto a nuestro alrededor:

1. Si usted ha sido una persona que ha caminado en adulterio espiritual porque le ha dado la espalda a Dios y ha
querido satisfacer sus propias necesidades y no acercarse a Dios o a su esposa, hoy es un día para que usted
pueda arrepentirse y pedir perdón. Hoy Jesús también brinda perdón a aquel que lo necesite.
2. Renuncie a toda relación de adulterio contra Dios y contra su esposo o su esposa. Dios quiere restaurar su
familia, no permita que pase más tiempo.
3. No tenga relaciones emocionales con alguien que no sea su esposo o su esposa. No desarrolle una relación con
alguien que no sea su esposo o su esposa.
4. Alégrese con la mujer de su juventud como dice en Proverbios 5:18. Alégrese con la mujer o con el hombre que
Dios le ha dado. Desarrolle una relación de amistad, de comprensión y de confianza con la persona que Dios le ha
dado.
5. Guarde sus ojos, cuide muy bien lo que entra por sus ojos, que sus ojos sean guardados para Dios, para la mujer
o el hombre que Dios le ha dado, que sus ojos sean instrumentos de justicia para la gloria de Dios.
6. Tome la decisión de ser fiel primeramente a Dios. Segundo lugar, fiel a la mujer o al hombre que Dios le ha puesto
a su lado, fiel a sus hijos, fiel a su trabajo.
7. Si usted esta firme, manténgase firme; esa es voluntad de Dios. La palabra de Dios dice: mire que el que este
firme, que no caiga. No desmaye porque va a haber un galardón. Hay un premio al ser fiel. La palabra nos dice: sé
fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.

Das könnte Ihnen auch gefallen