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Este documento propone un cambio en el modelo de programación y gestión pública en Chile para hacerlo más descentralizado. Plantea organizar la oferta pública desde la demanda regional/local a través de programas integrados de desarrollo territorial diseñados por cada región con participación ciudadana. Esto obligaría a cambios como rediseñar las políticas públicas sectoriales en función de cada región, ampliar competencias de gobiernos regionales y municipales, y posiblemente reestructurar instituciones del Ejecutivo.
Este documento propone un cambio en el modelo de programación y gestión pública en Chile para hacerlo más descentralizado. Plantea organizar la oferta pública desde la demanda regional/local a través de programas integrados de desarrollo territorial diseñados por cada región con participación ciudadana. Esto obligaría a cambios como rediseñar las políticas públicas sectoriales en función de cada región, ampliar competencias de gobiernos regionales y municipales, y posiblemente reestructurar instituciones del Ejecutivo.
Este documento propone un cambio en el modelo de programación y gestión pública en Chile para hacerlo más descentralizado. Plantea organizar la oferta pública desde la demanda regional/local a través de programas integrados de desarrollo territorial diseñados por cada región con participación ciudadana. Esto obligaría a cambios como rediseñar las políticas públicas sectoriales en función de cada región, ampliar competencias de gobiernos regionales y municipales, y posiblemente reestructurar instituciones del Ejecutivo.
El proceso descentralizador en Chile tiene una larga trayectoria, aunque recibi un fuerte impulso especialmente a partir de los aos 90, con la creacin de los Gobiernos Regionales y una gama de instrumentos de inversin regional, junto con la democratizacin de las Municipalidades y la ampliacin de sus competencias e incremento de sus recursos.
Hacia fines de la dcada de los 90, sin embargo, el proceso vena mostrando un cierto estancamiento estratgico. El Gobierno del Presidente Lagos ha anunciado y puesto en marcha un conjunto de iniciativas para retomar la iniciativa y vigorizar el proceso. Las ideas que se proponen a continuacin van en la direccin de hacer un aporte a tal esfuerzo.
Desde hace varios aos se ha venido centrando la atencin poltica en las restricciones democrticas de nuestra institucionalidad, ponindose mucho nfasis en los "enclaves autoritarios" an existentes en ella. Sin embargo, hay tambin otras limitaciones en nuestra institucionalidad pblica, sin duda menos dramticas y quizs de menor envergadura que aquellas, pero que afectan seriamente la "capacidad democrtica" del Estado. Entendindose por tal aquella capacidad institucional y de gestin que permite al Estado el mayor y mejor grado de respuesta posible a las necesidades y demandas de la ciudadana, tanto en la entrega de servicios y de apertura de espacios de participacin, como de oportunidades de desarrollo para cada habitante del pas, equitativamente distribuidas social y territorialmente. Capacidad democrtica que tiene que ver con la "calidad" de la democracia que tenemos y que afecta la gobernabilidad del pas, en la medida que sus insuficiencias y deficiencias inciden en la credibilidad de la ciudadana en las autoridades, en los actores polticos y en el sistema democrtico mismo.
El modelo vigente de gestin pblica tiene serias limitaciones y deficiencias. Hasta el punto, inclusive, que inyectar ms y ms recursos no necesariamente resulta en mejoramientos sustantivos de la capacidad de "entrega" del Estado y en la calidad de la misma, debido en buena parte a ellas. Puede mencionarse, entre otras: la no correspondencia entre la integralidad de los problemas y el carcter extremadamente sectorializado con que se disean las polticas pblicas y con el que se ordena administrativamente el aparto pblico para dar solucin a aqullos; alto grado de compartimentacin en el trabajo de diferentes instituciones que, sin embargo, comparten diferentes ngulos de una misma rea problemtica; metas ministeriales fijadas en funcin de los objetivos segmentados de cada institucin y no en funcin de metas inter-institucionalmente compartidas; tipo de gestin coyunturalista y regida ms bien por la pauta meditica que por una visin integral y estratgica de solucin de los problemas; extrema fragmentacin sectorial e institucional de la accin pblica, sobre todo "al final de la caera", es decir, en regiones y comunas, donde los problemas se presentan "en paquete", en un todo integral, en determinadas zonas y en determinados grupos sociales, constituyndose en un dato situacional integrado y complejo del cual la accin pblica no da ni puede dar cuenta adecuadamente, por todo lo antes descrito. A esto se agrega la evaluacin segmentada de proyectos que hace el Banco Integrado de Proyectos de Mideplan.
Se propone, entonces, un cambio importante en este modelo de programacin y gestin, sobre la base de la idea de "organizar la oferta pblica nacional desde la demanda regional/local", expresada a travs de "programas integrados de desarrollo en territorios". Es desde esa demanda as estructurada que se hara requerimientos a los ministerios y servicios pblicos nacionales del nivel central, en trminos de programas e instrumentos de inversin y de fomento. Estos tendran as que ser diseados siguiendo los trminos de referencia especficos a cada regin, de acuerdo con las realidades diferentes que cada una, y segn los objetivos y requerimientos especficos de los programas integrados diseados por y en ellas, con amplia participacin de la ciudadana.
Un modelo de esta naturaleza cambiara asimismo el tipo y forma en que se da la relacin entre las instituciones gubernamentales centrales y las regiones y comunas, o agrupaciones de comunas del pas. Obligara a un diseo diferente de las polticas pblicas sectoriales y de los programas e instrumentos de fomento que las expresan. Estos se haran fuertemente dependientes de los diseos y estrategias de desarrollo que efectivamente cada regin se traza, a partir de un fuerte proceso participativo y de una negociacin de sus objetivos entre sus actores pblicos, el sector privado regional o local y la sociedad civil. Adems, sobre la base de una alianza estratgica entre todos ellos, con compromisos concretos de aportes diversos de cada cual y de responsabilidades compartidas para el logro de dichos objetivos de desarrollo.
Las dinmicas diferentes que producira un modelo de programacin y gestin como el propuesto desatara procesos que obligaran a cambiar radicalmente los parmetros en torno a los cuales es necesario concebir una modernizacin del Estado, con un claro y definitivo sello descentralizador. Obligara eventualmente a un re-diseo institucional del Ejecutivo, comprimiendo sus actuales estructuras, reorganizando profundamente otras y quizs creando algunas faltantes.
Todo ello supone, desde luego, ampliar las competencias y capacidades tcnicas de los gobiernos regionales y de las municipalidades, o de las asociaciones subregionales entre stas. Pero tambin significa cambios de diversa naturaleza en los Gobiernos Regionales mismos, como: cambio en la lgica con que toman decisiones y desempean sus funciones los Consejos Regionales, tecnificndolas, por una parte, y autonomizndose mucho ms de los partidos, transformndose en articuladores directos de los diferentes intereses en juego en la regin, en funcin de una estrategia compartida de desarrollo regional entre los diferentes actores; cambios en el papel del Intendente y su relacin con el Gobierno Regional: cambios en la relacin entre el Gobierno Regional y las Municipalidades, desde un patrn "clientelstico" hacia un patrn de "socios" en el esfuerzo de desarrollo regional y subregional, aunando esfuerzos y recursos en torno a programas integrados de desarrollo.
Supone asimismo cambios en una amplia multiplicidad de aspectos, como: la forma en que se realiza la funcin planificadora, transformndola en un ejercicio fuertemente participativo y de amplio protagonismo de los gobiernos regionales y municipalidades, as como del sector privado y la sociedad civil regional; el mecanismo de evaluacin tcnico econmica de los proyectos via el Banco Integrado de Proyectos, parte principal del cual tendra que ser transferido a la ejecucin y decisin de los Gobiernos Regionales; forma en que se definen las metas ministeriales, incorporando la idea de metas programticas, cuyo logro es inter- institucionalmente compartido; forma de organizacin y formulacin del presupuesto nacional, incorporando de manera principal los presupuestos regionalmente elaborados y por perodos al menos bi-anuales; cambios fundamentales en el FNDR, abandonando la modalidad del gasto proyecto-a-proyecto y asumiendo la modalidad de financiamiento a programas integrados de desarrollo compuestos por una multiplicidad de proyectos interrelacionados, y de metas y ejecucin compartida entre el sector pblico, sector privado y sociedad civil; cambios en la forma en que se disean y administran diferentes instrumentos de inversin pblica regionalizada y de fomento al desarrollo: cambios en la forma en que se disean sectorialmente las polticas pblicas; etc.
Análisis Crítico Sobre Las Políticas Públicas y Su Incidencia en La Eficacia Del Sistema Nacional de Programación Multianual y Gestión de Las Inversiones. Mencione 02 Casos.