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Descripción
El frío de Burgos
Es algo que he intentado explicar varias veces sin demasiado éxito y es que, quien no ha
visitado Burgos cree que los burgaleses tendemos a la exageración, la gente piensa que
nuestro frío es una invención de los telediarios para tener algo de lo que hablar en
invierno. Y, en otros países creen que es una cosa de la CIA para asustar a los tipos
malos. Si no colaboran con ellos, les amenazan con desterrarles a estas tierras.
Sin embargo, puedo decir que es real como la vida misma, el frío de Burgos existe.
Pero lo verdaderamente malo del asunto no es el frío, sino que dura todo el año, de
enero a diciembre. El año pasado el verano, en Burgos, cayó en jueves.
Científicos de todo el mundo llegaron hace años a investigar este fenómeno, pero no
pudieron emitir sus conclusiones porque murieron de hipotermia al caer la tarde. Y es
que en Burgos uno no puede salir en tirantes y pantalón corto de casa, aunque haga 30
grados, porque siempre “refresca”.
“Refresca” es una expresión burgalesa que, en cristiano, quiere decir que hace un frío de
cojones.
Reconoces a un burgalés en una playa nudista porque siempre lleva una chaqueta por si
acaso y es que cualquiera que haya vivido en esta ciudad nunca sale de casa sin ropa de
abrigo, ha aprendido a ser previsor.
Para otras cosas, sin embargo, los burgaleses no son tan previsores. ¿Cómo es posible
que en una ciudad dónde nieva hasta el mes de abril se paralice el tráfico cada invierno?
Y lo que es más importante, ¿No podría dedicar la Universidad un presupuesto a
investigar que hacer con toda esa nieve? Porque digo yo que si la comercializamos nos
forramos, podríamos vendérsela a las pistas de esquí o desarrollar coches que anden con
nieve, ¡yo que se!
Pero el frío y la nieve no son gran cosa sin el viento. ¡El viento de Burgos! Frío como el
hielo y que baja la sensación térmica 10 grados. En ninguna otra ciudad te duele la
cabeza por culpa del viento helado y los hospitales tienen todos los días varios casos de
congelación de orejas. Ni en el Everest ven tantos casos.
Sin embargo los burgaleses prosperan en este clima extremo y exceptuando su mal
carácter (a ver quien tiene ganas de guasa cuando esta luchando por mantener el calor
corporal) y son un pueblo admirable. Las burgalesas salen los sábados en minifalda
aunque nieve, inventaron el abrigo de verano (sólo apto en este clima), son capaces de
disfrazarse en Carnavales de Romanos (me admira) y no se ponen el abrigo para ir de
bar en bar (total, va a ser un momento).
Todo esto y varias observaciones más me llevan a emitir una conclusión científica, sin
base alguna, pero ampliamente demostrada: LOS BURGALESES POSEEN UNA
MUTACIÓN CROMOSÓMICA QUE LES LLEVA A TOLERAR EL FRÍO MEJOR
QUE EL RESTO DE LA RAZA HUMANA. Y, si no me creéis, cuando queráis,
hacemos la prueba.