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El documento resume el mensaje bíblico sobre el valor de la vida humana. En el Antiguo Testamento, aunque se prohibía el homicidio, la violencia era común. Sin embargo, la conciencia moral de Israel evolucionó hacia una mayor protección de la vida. Jesús rechazó claramente la violencia a través de sus enseñanzas de amor, compasión y perdón de los enemigos. El Nuevo Testamento presenta a Dios como el creador y protector de la vida humana, que debe respetarse como un don sagrado.
El documento resume el mensaje bíblico sobre el valor de la vida humana. En el Antiguo Testamento, aunque se prohibía el homicidio, la violencia era común. Sin embargo, la conciencia moral de Israel evolucionó hacia una mayor protección de la vida. Jesús rechazó claramente la violencia a través de sus enseñanzas de amor, compasión y perdón de los enemigos. El Nuevo Testamento presenta a Dios como el creador y protector de la vida humana, que debe respetarse como un don sagrado.
El documento resume el mensaje bíblico sobre el valor de la vida humana. En el Antiguo Testamento, aunque se prohibía el homicidio, la violencia era común. Sin embargo, la conciencia moral de Israel evolucionó hacia una mayor protección de la vida. Jesús rechazó claramente la violencia a través de sus enseñanzas de amor, compasión y perdón de los enemigos. El Nuevo Testamento presenta a Dios como el creador y protector de la vida humana, que debe respetarse como un don sagrado.
LA BIBLIA Y EL VALOR DE LA VIDA HUMANA DE LA OBRA DE JAVIER GAFO FERNNDEZ
PRESENTA: CASTRO GONZLEZ NGEL ALFREDO, msp.
MXICO DF., SEPTIEMBRE DE 2013
El mensaje revelado en la Biblia no es primariamente moral; se sita, en primer plano, en la experiencia de fe y del encuentro del hombre con un Dios que ha salido a su encuentro en la Historia. La Biblia no es un cdigo o recetario moral en el que se encuentren respuestas exactas y ntidas ante los dilemas e interrogantes ticos del hombre. Sin embargo, la experiencia religiosa s lleva necesariamente al quehacer teolgico. He aqu una sntesis del mensaje bblico en torno al valor y respeto debido a la vida humana.
El Antiguo Testamento
El quinto mandamiento: no matars, se cita en relacin con el homicidio, suicidio, as como en el aborto y la eutanasia. El Declogo del que se desprende este mandamiento se contiene en Ex 2, 17 y Dt 5, 6-21 (redacciones deuteronmicas anteriores al S VII a. C.). El trmino hebreo usado es rasah, no cometers homicidio, e incluye el homicidio involuntario en una mentalidad en que no exista an la categora de la voluntariedad. No as que refiera al homicidio en tiempo de guerra, suicidio o pena de muerte. Lo que se sanciona es el tomarse justicia por la mano con el fin de salvaguardar la vida de inocentes.
Antiguamente se prohiba matar a los miembros del mismo clan, es decir, quien no era del clan no era un semejante. El ostracismo 1 era la pena a quien incurra contra dicho semejante. Para el hombre primitivo el homicidio tiene una referencia sacra, el que mata a un hombre ofende a Dios, quien aparece como vengador de la sangre humana derramada.
Sin embargo, la violencia ocupa muchas pginas del relato bblico de manera comn o normal para Israel: la ley del talin, la pena de la lapidacin, el anatema o destruccin a sangre y fuego de las ciudades conquistadas (incluyendo la aniquilacin de mujeres, hombres y nios). As mismo hay signos violentos en las sentencias de los profetas y en lo catastrfico de los relatos apocalpticos. Por su parte, los escritos sapienciales manejan un contraste a esta lnea de violencia, fuera de ah se refleja una poca dura y difcil en la que la irrupcin del urbanismo medioriental desencaden un proceso acelerado de agresividad y que es asociada a la imagen del Dios veterotestamentario.
La guerra es otro tema importante, en la lucha blica, el israelita se siente ejecutor de la ira de Yahv, quien da la orden para comenzar la batalla y est presente en las campaas blicas. Se le considera algo santo a la guerra, se celebran incluso con cantos. La sacralizacin de la guerra forma parte de una sacralizacin de la violencia, estamos ante una mitologa generalizada de la violencia a la que no escapan los autores del Anitguo Testamento (segn Girardi).
Es por ello que la interpretacin del AT se debe hacer en su contexto. La concepcin de un Dios violento y hasta cruel es normal para un pueblo que vive en lucha y cuya supervivencia depende de la ley del ms fuerte. El cambio de Israel no fue sbito y la
1 Ostracismo () era la decisin que permita excluir de la comunidad durante un plazo de entre diez aos o de forma permanente a las personas incmodas para las instituciones. imagen que el hombre se hace de Dios depende de su madurez humana y de su conciencia moral. Gradualmente se da la evolucin de la conciencia moral del pueblo de Israel donde se aprecia el desenmascaramiento y denuncia de la violencia (segn Lohfink). Primero haba venganza indiscriminada, despus equitativa (ley del talin) y posteriormente la prohibicin de la venganza y su reserva slo a Dios, hasta llegar a un primer precepto del amor al prjimo como a uno mismo y de preservacin del indefenso (indgena-migrante).
He aqu una progresiva defensa de la vida humana fundamentada en la concepcin del hombre a imagen y semejanza de Dios, muy por encima de las concepciones de pueblos vecino como los babilnicos, egipcios, asirios y hititas. El concepto de la ira de Yahv tambin se ve depurado, no es irracional ni caprichosa, sino encaminada contra la injusticia, opresin y violencia del orden social. Es pasajera y se presenta del lado de los dbiles y oprimidos.
Otro punto dentro del profetismo como superacin de la violencia es que la condicin sagrada de la vctima no reconcilia al hombre con Dios, sino las relaciones armoniosas en la comunidad. An con ello en el AT nunca se llega a una concepcin totalmente depurada que separe a Dios de la violencia, hay secuelas de venganza y expresiones singulares como la retribucin, sern los textos evanglicos los que terminarn esta purificacin.
El Nuevo Testamento
Jess vivi en una intensa efervescencia sociopoltica, existan fuertes tendencias de liberacin dentro de un pluralismo poltico y religioso. De grupos anitguos como los jasidim, la resistencia armada al estilo Matatas y los colaboracionistas, se haban derivado cinco grupos en tiempos de Jess: los esenios, los saduceos, los fariseos, los zelotas y los jasidim o piadosos. De estos, los zelotas (de significado: ardiente, ferviente) tienen gran relacin con nuestro tema. Son una resistencia que conciben que pagar el tributo al Csar es un crimen religioso y patritico. Optan por la resistencia activa y armada con creciente violencia por la que aspiran la liberacin de Israel y la instauracin del reino mesinico. Su arma era la sica, una daga romana corta y curva, disimulada bajo el vestido, de donde provendr su nombre de sicarii.
Jess vivi en un tiempo marcado por la violencia y la oposicin al poder romano, varos autores lo ponen como agitador poltico en relacin a este punto, como un parazelota. Dichos autores justifican este hecho en algunos rasgos como el nombre de alguno de los discpulos (Simn el Zelota); algunas frases de Jess como: No he venido a traer la paz sino la espada, que en realidad son pocas y se contraponen a la mayora que van en direccin contraria; y las actitudes de Jess en la expulsin de los mercaderes del templo.
Es posible que aunque Jess no fuese violento ni zelota, sus afirmaciones incitasen a la violencia. No es lo mismo revolucin que violencia. Si bien afirma que El Reino de Dios sufre violencia y los violentos lo arrebatan (Mt 11, 12; Lc 16, 16), no parece referirse al empleo de fuerza fsica, sino al entusiasmo que surge ante el anuncio del reino. Blastai es traducido con menos dureza: El Reino de Dios es anunciado y todo hombre es urgido por l. Por tanto, no hay palabra o gesto de Jess que pueda interpretarse claramente como favorable a la violencia y s hay muchas a favor a la no-violencia: las Bienaventuranzas, tratar a los dems como se quiere ser tratado, presentar la otra mejilla, amar a los enemigos, ser compasivos como el Padre lo es, amar al prjimo como a uno mismo, condena a las palabras ofensivas, entre otros.
Para H. Kng: Si se quiere hacer de Jess un guerrillero, hay que tergiversar y falsear todos los relatos evanglicos, sacarlos de su contexto. Gonzlez Faus argumenta: Los Evangelios transmiten una utopa no violenta. Jess fue una especie de carismtico no- violento. Descubre en la violencia una especie de lgica cancergena.
Stories o narraciones de McCormick respecto a la violencia: 1 Dios es el autor y conservador de la vida; el hombre es imagen y semejanza de Dios. 2 La vida es un don; posee el gran don que Dios le ha conferido. 3 Dios confiere un gran valor a la vida porque l es su autor y su fin. 4 El hombre es un pregrino sobre la tierra, en donde no tiene su morada permanente. 5 La suprema manifestacin de Dios es su Hijo, Jesucristo. 6 Los hombres han sido transformados en nuevas creaturas por Jess, pecado y muerte han sido vencidos. 7 El ltimo significado de la vida consiste en desarrollar la nueva vida
Estas instituciones constituyen el marco y contexto desde donde se afronten los dilemas ticos concretos que hoy se enfrentan en el campo de la Biotica. Lo incompatible con ellas es ticamente inaceptable para un cristiano.